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Ibagué, noviembre 30 de 2008

Libros que matan:

Reflexión en torno al arte literario Por Adriana Lorena Cortes Ayala * a literatura, entendida como arte, es una de las expresiones humanas que por excelencia permite visualizar diferentes facetas del ser humano, hacer verosímil hechos ficcionales, crear realidades alternas y reivindicar a los individuos frente a la sociedad. Esta se vale de la palabra, para lograr una intencionalidad que responde tanto a lo estético como a lo ideológico y axiológico, de ahí que la literatura no pueda considerarse como una ciencia, ya que esta última se define como un conjunto de conocimientos obtenidos de un método científico, que parte de la observación y el razonamiento para fijar leyes generales de aplicación, mientras que la literatura es flexible y responde a la comunicabilidad, la plurisignificación y la objetividad subjetivizada. De la misma manera es un arte que permite acceder a la interpretación de diferentes visiones de mundo. Es necesario aclarar que la ciencia literaria sirve como instrumento al investigador para explorar una obra, en otras palabras ésta se apoya en disciplinas como la psicología, la lingüística y la pragmática, entre otras, para argumentar y demostrar el funcionamiento estructural, las interrelaciones con el contexto, los tipos de personajes, el uso de los elementos retóricos, el mundo simbólico y los distintos sentidos que subyacen en el texto. Por esta razón, la literatura además de producir goce estético, tiene en cuenta elementos inherentes al hombre y factores que se han convertido en objeto de estudio desde diferentes disciplinas. Es así como la cultura, la relación del hombre con la sociedad, la existencia del consciente e inconsciente, la transformación de los valores y antivalores y la incidencia de la historia, la filosofía, la semiótica, la psicología y la política se integran en un todo para presentar antagonismos, ambigüedades y contradicciones de los seres humanos en los diferentes textos literarios. Aunque la literatura hace parte de la formación integral de los individuos, actualmente en la escuela se está desvirtuando su papel y se habla de “ese algo” que no corresponde al currículo. De aquí que surja un interrogante acerca de la enseñabilidad de la literatura y la forma adecuada de presentar-

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la en contextos en los que no se ha creado conciencia frente a la importancia de esta. A veces desde la escuela pareciera más importante hacer todo un acto de parafernalia frente a los textos literarios sin llegar a la lectura de estos, realizando continuas Obras del pintor colombiano David Manzur alusiones a fragmentos de las obras, pero de una forma descontextualizada, ya que ya aborrecía la literatura o quizá su pasión por el dinero había los estudiantes al no conocer el referente, o lo que resulta más trágico, al leer un resumen de las obras alcanzado la máxima cima...” De la misma manera denuncia literarias, (como si a una obra se le pudieran mutilar partes o la falta de compromiso de los lectores, la irresponsabilidad, le sobraran elementos), está desnaturalizando el texto y lle- la irreflexibilidad y la acriticidad de los profesores que alguna vando a cabo actividades distintas al análisis y apropiación vez, también pueden ser piratas al permitir la lectura de resúmenes y análisis de obras literarias, en vez de acudir al texto intelectual del mismo. Un ejemplo de lo anterior se puede observar en el cuen- como tal. El narrador del cuento de alguna manera busca to Libros que matan del escritor libanense Alexander Prieto a los culpables de este hecho diciendo “...El temor de sus Osorno, quien por medio de su personaje central, Enrique competidores y la pereza de los estudiantes de secundaria y Zapata, un ambicioso editor de “Textos Piratas” muestra la de muchas otras personas fueron decisivos para el increíble ética de los lectores y editores contemporáneos, el enfren- éxito comercial de Enrique Zapata. Nadie pareciera interpotamiento entre el arte y el consumo, de tal manera, que en el nerse en el devastador camino del editor pirata...” La literatura por si sola es capaz de defenderse y procuento en mención, Zapata motivado por su avaricia empieza a resumir y a adaptar irresponsablemente las obras literarias clamarse autónoma, inclusive en la ficción, pues en Libros de acuerdo con su gusto, además escoge un canon en el que que matan, los mismos personajes de las obras literarias se encuentra El Quijote de la Mancha, Crimen y Castigo, El decidan ajusticiar a Zapata de una manera muy particular, Perfume, La Metamorfosis, Cien años de soledad y El viejo y sepultándolo con los libros de su propia biblioteca. De esta el mar, entre otras, para ofrecer lo que la demanda le exige. manera la metáfora de la venganza se cumple y la literatura En palabras del narrador “...Comprendió que el éxito de su adquiere de nuevo su integralidad Desde esta perspectiva puede decirse que la literatura ha negocio radicaba en las ediciones cortas. Ningún estudiante de secundaria quería leerse un libro de más de cien pági- reflexionado sobre sí misma y sobre las posibilidades que nas...” Esta reflexión no solamente se plantea en éste cuento tiene en la contemporaneidad. La tarea ahora, es tratar de sino en novelas como Basura de Héctor Abad Faciolince, la guiar a los estudiantes hacia aproximaciones literarias autóque se destaca el hecho de que las editoriales y los escrito- nomas, a la vez, tratar de producir en ellos goce estético y res en la actualidad no deben superar un margen de escritura disfrute literario. La posibilidad de cambiar este paradigma porque no responden al consumismo, ya que a los lectores está en cada docente de literatura y en su compromiso con las reflexiones permanentes en torno a este arte que se reles produce pereza enfrentarse a textos extensos. Así mismo el narrador del cuento de Prieto realiza un jui- siste a desaparecer a pesar de todos los Enrique Zapata que cio que compromete la ética del editor “...Al narrador le re- se encuentra en su camino. sulta difícil afirmar cuál fue el peor crimen de Enrique Zapata *Estudiante X semestre Licenciatura en Lengua contra la literatura. Todas sus obras fueron atroces. Acaso

> POESÍA

Margarita Belandria Poeta venezolana

En la tarde ¿Por la simple levedad de tu sonrisa debo desgarrar la vida mía? ¿A dónde fueron los besos que echabas a volar hacia los míos? www.elnuevodia.com.co>Léalo.

Camino y desando el vecindario. Nada me indica el sendero que te lleva, hacia otros brazos amados igual como los míos. La cuerda cruel se ajusta en mi garganta. Mis labios solos ofician su canto al beso prometido.

Castellana, U.T., E-mail: alca1508@gmail.com

Me mira la tarde con su cara triste, y con la misma tristeza yo también la miro. ¡Quisiera olvidar hasta el sonido que te nombra! ¿Quisiera olvidar ese sonido?

Porfía Dijo un día que no invitara a nadie a nuestra casa. Alguien terminaría escribiéndonos un cuento en el corazón, poniendo en él una canción, susurrando en él,

porfiando en él. No escuché nada. Ahora un piélago separa nuestras casas. En los potreros solos crecen abrojos cada vez más altos y plantas que despiden al sol de las ventanas. Las soleras del techo son pasto de termitas; un polvillo de madera hace un montón sobre la cama donde sólo duerme bajo las cobijas el recuerdo de una canción que alguien musitó en el corazón, cuchicheando en él, porfiando en él.


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Poética de lo cotidiano Por Elizabeth Delgado Nazario*

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astante se ha hablado de Kafka, el término “kafkiano” ha invadido prácticamente nuestro vocabulario de adjetivos. Todo es kafkiano, el tráfico, los trámites, las instituciones, lo académico. Ya es tan común que Kafka ya se volvió un abuelito que apadrina cada uno de nuestros actos. Tal vez si Kafka viviera en nuestros días ni siquiera sería Kafka, se quedaría tan sorprendido que ya ni escribiría sus novelas, así que lo bueno es que vivió antes de todas nuestras cucarachas contemporáneas que piensan menos que Gregorio, y son más asquerosas. Lo cotidiano nos ha rebasado, cada día digo lo mismo, cuando veo que mi hábito de comprar libros se ha visto rebasado por mi

economía, haciendo cuentas, leo un libro cada dos días, que cuesta alrededor de doscientos pesos, pero diario gano 100 pesos, así que si comprara lo que consumo de libros, ya no comería de verdad -carne y esas cosas-, de adolescente no me importaba, pero cuando ya hay una boca de cuatro años que no se llena con los poemas de Verlaine o las novelas de Houellebecq, ya no hay mucha elección. Por eso me he conformado más que nunca con los libros de Internet (o los prestados, casi nunca robados), que no son cuando mucho los mejores, pero son los que me dejan alguna posibilidad de comer. Tal vez por eso hasta mis sueños se han vuelto tan cotidianos, tanto que Breton me desecharía de inmediato de su movimiento surrealista. Sueño tan ruralmente como preguntar al panadero cuán-

to cuesta el bolillo, o lo que le dije a mi hermana, o si dejé bien cerrado el gas. Mis sueños ya no son nada premonitorios o visionarios, sin ninguna revelación, simplemente se quedan en lo plano, horizontal (no soy vertical como Plath). Así que estoy inmersa en lo cotidiano, que tal vez si existiera una última visión que se me permitiera no escogería ver un cuadro de De Chirico o Klee, y si se me permitiera ser de nuevo una persona no sería otra vez una maestra en historia del arte o Sor Juana, sino tal vez una Claudette de Claude Françoise, así algo de sencillo. Claro que lo cotidiano no tiene nada de poético, pero si este texto lo hubiera titulado mis miserias rurales como diría el otro poeta, nadie lo hubiera leído, ¿verdad? *Poeta y ensayista mexicana. Letralia.com

> EL CUENTO

Crónica dolorosa S Por Ana Ema Llanos Bravo*

e me escapa esa palabra de la boca y me resulta tan extraño escucharla después de tanto tiempo de silencio, de no pronunciarla; se me escapa cuando huelo la harina tostada, cuando escucho vocear las humitas en la calle, cuando de la televisión escucho que ya viene el próximo festival de la canción del mes de febrero; cuando, a veces, mirando por la ventana, imagino que lo veo alejarse o llegar caminando con su andar pausado; cuando a veces escucho la tos de algún desconocido y me parece que es su tos que me anuncia que viene subiendo por la escala. Se me escapa esa palabra cuando abro el closet y descubro sus abrigos que descansan en silencio, cuando abro el botiquín y me encuentro con cosas que ya había olvidado. Cuando pienso que, sin darme cuenta, ya nunca más fui al kiosko de la esquina a comprar el diario. Ahí estaba, esperándome en la estación, ahí estaba arreglándome el columpio, paseándome en una motoneta, sacándose el maquillaje, limpiándose las canas falsas

(en esa época, falsas). Allí lo veo, llevándome de la mano hacia el estadio, a la zarzuela, a la sala de teatro. Allí lo veo, ordenando las butacas, ordenando los camarines, revisando el escenario. Vamos llegando a Chillán, vamos llegando a Recinto, vamos llegando a Pelluhue, a Constitución, a Quirihue, ¡quién es el primero en ver el mar! Allá lo veo bailando vals con mi abuela e intentando un tango en el teclado. Aún lo veo con el poncho de Castilla y la boina, riendo con sus amigos, hablándole a sus alumnos, cortando leña en el patio, agitando los olivos. Acá quedaron su poncho y los jockeys, el teclado y los discos, la yerba mate, la harina tostada, la marisquería, el mercado, el hisopo, las zapatillas de levantarse, la bata, la agenda con los nombres de los amigos, el dial de la radio detenido en la ópera, las fotos, el reloj, las colleras y el dolor insoportable de su ausencia. Creo que lo hizo a propósito; dejar de

esforzarse, dejar de luchar, dejar de preocuparse, dejar de respirar y rendirse, bajar los brazos y caer, despacio, silenciosamente, sin aspavientos, sin llamar la atención, sin

histerias, para hacerse a un lado, para darles la palabra a los otros, hacer mutis por el foro (como tantas veces). Creo que planeó ordenar los papeles, completar los cuadernos, hacer el balance de caja chica, despachar los memorándums pendientes y cerrar los libros, apagar la luz, poner el candado a la escuela, revisar los micrófonos, las partituras, dar el último vistazo al escenario y al auditórium y dejar todo listo para el día de la función e irse a descansar, agotado, un poco aburrido de la rutina, pero tranquilo y en paz. *Escritora chilena www.elnuevodia.com.co>Léalo.


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Los nuevos Iniciados, otro viaje a la literatura fantástica colombiana A Por Robert Phillip Corpus Sanzo*

ntonio Mora Vélez es uno de los padres de la ciencia ficción en Colombia. Ha escrito cuentos, poemas, artículos y ensayos relacionados con el género. Y ahora acaba de lanzar su primer novela: Los nuevos Iniciados. No es ningún novato ni mucho menos un nuevo iniciado; en esta ocasión el veterano escritor colombiano de literatura fantástica, Antonio Mora Vélez, reconocido en antologías internacionales de ciencia ficción, justamente admirado por la pequeña pero creciente comunidad de aficionados al género en el país, autor de varios poemarios y de tres libros de cuentos, le ofrece al público su primera novela de ciencia ficción: Los nuevos iniciados. Los nuevos iniciados es un pequeño texto que presenta una historia que se desarrolla en una era posapocalíptica, en la cual, como suele suceder, la humanidad se ve envuelta en la tarea de rehacerse nuevamente partiendo desde los más básicos principios y ayudada por los ángeles, una especie de patriarcas, de origen presumiblemente espacial, que se encargarán de irle brindando gradualmente al hombre las herramientas necesarias para erigir una nueva civilización. En medio de esto se encuentran Antuko y Abimael, dos habitantes de la costa atlántica

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colombiana, descendientes de los sobrevivientes de la hecatombe acaecida, quienes deberán vérselas con los problemas que implica el hecho de estar bajo la potestad de unos seres superiores cuyos propósitos no son del todo claros. A nuestro modo de ver, Los nuevos iniciados está muy marcada por dos tipos de obras, primero por grandes textos de la literatura universal como El Ramayana y El Mahabarata, pero sobre todo La Biblia, y segundo por la más pura tradición de la space opera, encontrándose en este punto reminiscencias de autores como Asimov y su serie Fundación o de Olaf Stapledon y su Hacedor de estrellas. Entre sus aciertos señalaríamos que hace algo que aún es inusual en nuestro medio, como es el ubicar la trama sobre las primeras comunidades de la humanidad renacida y sus mentores espaciales, en un ámbito caribeño, y el curioso juego textual planteado por el hecho de que los personajes de la novela, en varios momentos suelen leer los cuentos y poemas que en otras épocas ha publicado el mismo Mora Vélez . Desafortunadamente, sin perder su valor, la novela no está exenta de ciertos defectos que, por su peso, no le permiten llegar al nivel que se hubiera esperado de un autor de la condición y experiencia de Mora Vélez.

El gran conflicto de “Los nuevos iniciados” que parte de la base de Antonio Mora Vélez que Abimael guarda sospechas respecto al hermetismo de los ángeles, y lo que estos seres realmente tienen planeado para su comunidad, no es desarrollado con la suficiente contundencia, ni consigue crear suspenso, y al final del libro, ya muy difuminado, termina siendo disuelto en la descripción de una de las actividades folclóricas del acontecer cotidiano de los habitantes de la región, que aunque es muy llamativa, como clímax no viene al caso para lo que ya había sido planteado durante el transcurso del relato. En pocas palabras, teniendo presente lo anterior, el texto de Mora Vélez se asemeja más al modelo de una crónica ficcional de la tan promocionada historia oculta de la humanidad, escrita al mejor estilo de un Erich Von Daniken o unos Jacques Bergier y Louis Pawels, que al de una novela con un principio, nudo y desenlace. Es inevitable tener la sensación de que a ratos la historia se inclina mucho por todo ese sistema de seudocreencias transmitido por la Nueva Era, y que la ciencia ficción ha dejado de ser un ameno juego de reflexiones, para convertirse en un aparato de difusión de supuestas “verdades” sobre el cosmos y la humanidad. Por todo lo anterior, Los Nuevos Iniciados, salvo algún aspecto ya mencionado, de ningún modo es una obra novedosa o fuera de lo habitual en el ámbito de la literatura fantástica colombiana, la calificaríamos tan sólo como un viaje hacia espacios ya conocidos. * Revista www.quintadimension.com , Argentina.

LA PALABRA DEL DÍA

Silueta Cuidar la silueta suele ser una preocupación muy frecuente en las mujeres que temen aumentar de peso y perder elegancia. Algunos vestidos se diseñan para realzar la belleza de la silueta femenina, entendida como los contornos del cuerpo. De un modo más genérico, silueta es un dibujo de la sombra de un objeto, o sea, de su contorno, sin tener en cuenta los detalles de ese objeto. La palabra proviene del francés silhouette, y se tomó del nombre de un austero ministro de Hacienda de Francia de Luis XV, Étienne de Silhouette (1709-1767), quien llegó al cargo en marzo de 1759 por recomendación de la favorita del monarca, madame de Pompadour. Este ministro tenía la afición de recortar en papel retratos de siluetas. Silhouette se granjeó la animadversión tanto de la nobleza como de la pequeña burguesía, perjudicadas por sus medidas, con lo que su impopularidad muy pronto se generalizó en toda www.elnuevodia.com.co>Léalo.

Francia, a tal punto que en noviembre del mismo año se vio obligado a renunciar. Pero la afición del ministro de recortar dibujos de contornos, que los cortesanos llamaban con desprecio portraits à la Silhouette (retratos al estilo Silhouette), se había hecho famosa y contaba con una popularidad mucho mayor que la del alto funcionario nombrado por la favorita del rey. En 1788, silhouette ya aparecía en francés para designar dibujos de contornos, y en 1835 la palabra era admitida por la Academia Francesa. Pero fue Chateaubriand quien

en 1841 usó por primera vez silhouette para referirse específicamente a los contornos de cuerpos humanos. Silueta apareció en el Diccionario de la Real Academia en su edición de 1869, y ya en 1864 era usada por el poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) en Desde mi celda: Absorto en estos pensamientos, doblo el periódico y me dirijo a mi habitación. Cruzo la sombría calle de árboles y llego a la primera cerca del monasterio, cuya destellada silueta destaca por oscuro sobre el cielo, en un todo semejante a la de un castillo feudal.


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Hemingway, mañana del 2 de julio de 1961 Por: Alberto Duque López * adie ha podido olvidar lo que sucedió el domingo 2 de julio de 1961 a las 6:30 de la mañana en una casa campestre de Ketchum, Idaho, perteneciente a este hombre, Ernest Hemingway, nacido el 21 de Julio en 1899, en Oak Park, Illinois y quien, en esa fecha que recordamos, hubiera estado cerca de sus 62 años, bien vividos, bien gozados, bien golpeados, bien atravesados, bien sorprendidos, bien bebidos. Recordamos al hombre que enfrentó la muerte disfrazada de todas las formas humanas y animales; que amó desaforadamente todas las posibilidades de la fama, el poder, el dinero, el sexo, el alcohol, los peligros grandes y pequeños, el azar, las mujeres, el boxeo, los toros, los amigos, los viajes, los celos, la soledad, la tristeza, el dolor propio y ajeno, y por encima de todo, que amó y murió por su profunda y más grande pasión, el oficio de escribir, un hombre así era imposible que cumpliera más años de los que alcanzó, interrumpidos además voluntaria y salvajemente. Por eso lo estamos recordando. Por las dos fechas de Julio que enmarcan su corta vida. Ese domingo 2 de Julio de 1961, la tranquilidad de la zona rural de Ketchum, Idaho se alteró con un disparo doble producido por una escopeta Boss, británica, calibre 12, de dos cañones, comprada por su dueño en una tienda de Nueva York y accionada por la mano delgada, asustada y temblorosa de un hombre que, en ese momento, apenas tenía esos escasos 62 años, sin cumplir. Parecen muy pocos años para contener la historia trepidante, emocionante, viva, ansiosa, tensa, violenta, agresiva, exhibicionista, espléndida, contagiosa, soberbia y magnífica de un hombre que con su muerte voluntaria aceptó y continuó la marca trágica de una familia que antes y después de él tuvo otros suicidas: su padre Clarence, su hermana Úrsula, su hermano Leicester, su hijo Gregory y su nieta Margaux. Parecen muy pocos años para comprobar que la vida de Ernest Hemingway es una de las páginas más románticas y aventureras de todos los tiempos, señalada por novelas, cuentos y artículos periodísticos; un premio Nobel otorgado, pero no recibido personalmente en 1954; tres hijos; cuatro esposas pacientes (Hadley Richardson, 1921-1927; Pauline Pfeiffer, 1927-1940; Martha Gelhorn, 1940-1945; Mary Welsh, 1946-1961); muchas guerras europeas; es-

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candalosos amoríos con las más hermosas mujeres; trepidantes y discutidas temporadas de toros al lado de los más grandes como Antonio Ordóñez y Luis Miguel Dominguín; varios accidentes de aviación que le dejaron el cuerpo lleno de cicatrices; largas cacerías de animales grandes y pequeños; extenuantes jornadas en el Golfo de México detrás de los colosales merlines; encierros en sus casas de Ketchum, Key West y Finca Vigía y, por encima de todo, la convicción que siguen compartiendo millones de lectores en todo el mundo, que su lenguaje austero, despojado de adornos y artificios, en el puro hueso, ha sido uno de los aportes más valiosos a la renovación de la palabra escrita. Su muerte voluntaria, recordada el 2 de julio, ocurrió un domingo luego de dos años infernales durante los cuales padeció y sobrevivió, aparentemente, a la presión galopante de su sangre, el alcoholismo crónico, los problemas cardíacos, el hígado enfermo, el cáncer de piel producido por las insolaciones en el Golfo y otros mares, la depresión, la impotencia sexual y el insomnio que lo hacían ir de bar en bar, de cantina en cantina, o caminar por los bosques en busca de un oso que lo despedazara piadosamente, pero los osos y otras fieras le temían a ese hombre que parecía tener 80 años, arrastraba los pies, lucía descuidado en su aseo personal y tenía el aire solitario de los cazadores. Sus historias, publicadas en todos los idiomas incansablemente, son tan vigorosas y cargadas de tanta vida que han inspirado películas memorables: Adiós a las armas, 1932, de Frank Borzage y Por quien doblan las campanas, 1943, ambas de Sam Wood y con Gary Cooper, uno de sus mejores compinches; Tener y no tener, 1944, con un director y dos actores míticos, Hawks, Bogart y Bacall; Los asesinos, una de sus mejores historias, en 1946 dirigida por Robert Siodmak y 1964, por Donald Siegel; Las nieves del Kilimanjaro, 1952 más Y ahora brilla el sol, 1957, ambas de Henry King; Adiós a las armas, 1957, de Charles Vidor y la famosa El viejo y el mar de John Sturges, 1958, con Spencer Tracy, entre otras adaptaciones porque el cine y la televisión siguen utilizando sus historias no siempre con la mejor suerte. Ese domingo 2 de Julio el abuelo de Margaux se levantó silenciosamente, salió de la habitación pequeña que ocupaba en la parte trasera de esa casa grande (la esposa dormía en la alcoba principal del segundo piso), bajó al sótano, buscó las llaves del armario donde

guardaba las armas de cacería y tomó la escopeta Boss. Mary se despertó en su cama con los disparos que sonaron como una puerta cerrada violentamente. Cuando bajó al vestíbulo se encontró con los restos que durante más de cinco horas serían recogidos, limpiados y desechados por tres de sus mejores amigos de boxeo, tragos y cacerías: George Brown, Don Anderson y Looyd Arnold. Como todos los años, desde hace 47, miles de seguidores de Hemingway visitan Ketchum, Idaho, quizá buscando el olor de la sangre o el ruido de los dos disparos; acuden a la cita del barrio habanero de San Francisco de Paula, donde la casa de Finca Vigía se viene abajo porque el gobierno de EE.UU. impidió que los cubanos recibieran una donación para restaurarla de urgencia; pasan por Key West donde la casa donde él también escribió, está tomada por una colonia de jóvenes homosexuales que leen sus libros mientras hacen el amor y escandalizan a las vecinas pudorosas. Ese domingo 2 de julio de 1961, a las seis de la tarde, Hemingway recibiría el mejor homenaje de uno de sus grandes amigos: Antonio Ordóñez le brindó uno de los toros de su corrida, mientras miles de aficionados en Las Ventas guardaban un silencio profundo, mortal, oscuro, tratando de entender por qué si era el hombre que vivía la vida hasta el fondo, altanera, orgullosa y sensualmente. No en balde dos días antes del suicidio, en la cama del hospital donde estuvo recluido varias semanas, recibiendo choques eléctricos e inyecciones tremendas, escandalizó a médicos, enfermeras y pacientes haciendo el amor con su mujer como una prueba de que seguía vivo o, supuestamente, quería seguir viviendo. Mentira. *Escritor y crítico colombiano. www.elnuevodia.com.co>Léalo.


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Fernando Morais, el narrador del lado oscuro de Paulo Coelho José para que salvara a su hijo, y mientras pasa eso, el niño empieza a llorar. Algunos dicen que se había desmayado, pero el doctor, que aún vive, dice que no tenía ningún Luis Eduardo Noriega- Colprensa / EL NUEVO DÍA signo de vida tras los diEl periodista Fernando Morais escribió la extensa biografía de Paulo Coelho. ferentes chequeos médicos que se hacen en ese Por Sergio Villamizar D. * conocer su pasado en mecaso. dio de drogas, satanismo, - Una vida difícil desBogotá, Colprensa manicomios, electroshock de el comienzo... y una confusión sexual n libro de 700 paginas podría parecer Sólo obstáculos. Es ahí exagerado para presentar la historia de muy grande. Una vida que cuando te das cuenta de causa un gran impacto vida de un escritor como Paulo Coelho. que nada le ha venido de Pero cuando se inicia su lectura y se dentro de los millones de regalo en la vida a Paulo empieza a descubrir cómo uno de los es- lectores de las obras de Coelho. Coelho, que son libros de critores más famosos del mundo pasó una Este tipo de vida lo larga temporada en el infierno, las páginas paz, de serenidad y de la transformó en un radical, búsqueda del amor. se hacen cortas. un ser que fue hasta las Yo mismo no me imaEsto lo logró el periodista brasileño Ferúltimas consecuencias en nando Morais, quien tardó cuatro años en ginaba que me iba a entodo, en las drogas, en el investigar y escribir la biografía “El Mago”, contrar una vida así. sexo y en el satanismo. Siendo Coelho un autor tan querido una historia real del lado oscuro de Coelho - Usted habla de una confusión sexual por millones de lectores, ¿fue difícil prehasta su redención. en Coelho. ¿A qué se refiere? Su paso por centros psiquiátricos, las sentar esos aspectos oscuros y desconociTenía dudas respecto a su vida sexual. dos de su vida? drogas, el satanismo, sacrificio de animales No sabía si era o no homosexual, hasta que Yo abrí un sitio en internet para recoger y hasta intentos de suicidio hicieron parte experimentó y está escrito en sus diarios: la vida de Coelho, antes de volver al cristia- las opiniones de la gente respecto al libro, y “No sé si soy o no soy. La única manera de ha sido muy interesante ver la visión de los nismo, a vivir de manera tranquila y en paz, saberlo es experimentando”. Así lo hizo, y mientras sus historias de vida se venden por lectores frente al escritor. más adelante escribe, “Ya sé que no lo soy, La mayoría de las opiniones son de permillones en el mundo. no me dio placer. Esa no es mi tribu”. sonas que no imaginaban que Coelho hubiera pasado por ese mundo tan oscuro, casi La travesía por el infierno, y ahora se presentara como El comienzo de la historia - ¿Qué tal ha sido en Brasil el recibi- un ser tranquilo, sereno y plácido. Tuvo una - ¿Usted cómo descubrió ese Paulo Comiento de la biografía de Paulo Coelho? vida demoníaca, como si la vida lo desafiara elho que no había salido a la luz pública? Primero un espanto muy grande, porque desde su nacimiento. La historia comenzó hace cuatro años la mayoría de las personas ven a Paulo Cocuando la editorial Planeta llegó a Brasil y - ¿Desde su propio nacimiento? elho con la apariencia y la vida de un cura de En el parto, en el esfuerzo por sacarlo me invitaron para hacer parte de su equipo provincia, pero él ha sido todo lo contrario, rápidamente, le quiebran su clavícula y sufre de escritores. La invitación era para hacer porque vivió una historia dramática, llena de una perforación de un pulmón, siendo decla- biografías de personajes internacionales. percances, de dificultades y de tragedias, rado muerto. Desde tiempo atrás tenía en mi mente la una detrás de la otra. El centro asistencial se llamaba San José, idea de hacer la biografía de Hugo Chávez, el Fue impactante que la gente empezara a por lo cual la madre le empezó a pedir a San Presidente de Venezuela, pero al llegar a Ca-

El periodista brasileño relata los años de Paulo Coelho en medio de las drogas, el satanismo y las dudas sobre su condición sexual.

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www.elnuevodia.com.co>Léalo.

racas, él mismo me contó que ya había otro periodista en las labores de su biografía. Al retornar a Brasil empecé a pensar en otro personaje y poco a poco llegó a mi mente Coelho. A él no lo conocía ni él a mí. Apenas había leído dos de sus libros por pura curiosidad periodística. Leí todo después para escribir el libro. Se lo propuse a Planeta, la editorial habló con Coelho, él aceptó y yo hice una única exigencia, que él leería la biografía una vez publicada, antes no. Y aceptó. - ¿Cómo fue el primer encuentro con Paulo Coelho? Fue toda una sorpresa. Nuestro encuentro fue en un aeropuerto cerca de su casa en el sur de Francia, en un pueblo chiquitito, cerca de Lourdes. Allí esperaba recibir a un “rock star”, con toda la parafernalia de una Madonna o un Mick Jagger. Lo esperaba en una limosina cercado de guardaespaldas. En esas, para al frente mío un taxi, del cual baja un hombre en pantalón jean, botas, franela negra y una mochila al hombro. Un hombre de una sencillez muy grande, que no sólo es de apariencia, sino también como persona. Entre las múltiples cosas que leí de él se decía que vivía en un castillo gigante. No, vive en una casa de tres habitaciones, una para él y su esposa, otra para la empleada y la tercera, de huéspedes. Un carro normal, él mismo maneja y no tiene aviones o seguridad privada alguna. Si lo llamas ahora por teléfono, lo más seguro es que contesta él.

Un baúl con los diarios de cuarenta años de vida fueron claves para encontrar la verdadera historia de Coelho.


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Coelho fue el primero en leer el libro. Según su biógrafo, tuvo que leerlo dos veces para reconocer que el personaje sí era él.

- ¿Un famoso escritor millonario y sencillo? Sí. Le gusta mucho la fama, no voy a decir que no. De hecho la apertura del libro va por ahí, cuando en el 2005 llega a Budapest y no ve a los periodistas recibiéndolo y se pone nervioso y patea al suelo, lanza malas palabras, llama a alguien por teléfono y le grita que no hay nadie esperándolo. Pero me parece que la fama no le cambió su personalidad, pese a tener entre sus admiradores a ex mandatarios como Bill Clinton o el rey de Dubai, quien le regaló una casa de cuatro millones de dólares con todos los empleados.

“El Mago” es la polémica biografía de Paulo Coelho, uno de los escritores más exitosos del mundo.

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No se ha dejado contaminar por ello, no es impostado. Un tipo muy tranquilo al caminar por la calle y sorprende a sus lectores al ser un tipo más que habla de todo, hasta de fútbol.

Ardua investigación - Además de los libros escritos por Coelho, las entrevistas 700 páginas componen la biografía de Paulo Coelho escrita por Fernando con el escritor y Morais. conocer todo lo momento en que Coelho es conducido a que se ha escrito sobre su vida. ¿En las mazmorras de una guarnición militar en Brasil realizó una investigación espetiempos de dictadura brasileña y allí estaba cial? su novia de aquel entonces, secuestrada, y Se requirió de una investigación Paulo pasa hablando con un policía. Ella oye especial en Brasil, descubriendo perreconoce su voz y grita: “!Paulo, Paulo, dile sonajes que interactuaron, pero en esa esta gente que soy tu mujer¡”. Él se acopecial lograr ganarme la confianza de barda y sigue derecho. Paulo para que me entregara las llaves Años después se encontraron y ella le de un viejo baúl lleno de sus recuerdos. dijo: “No quiero verte más y te prohíbo proAllí me encontré 40 años de diarios nunciar mi nombre mientras esté viva”. de Coelho, desde los 10 años hasta los - Cuando conoció el contenido del baúl, 50. Eran 170 cuadernos gruesos y 120 regresó a la casa de Coelho en el sur de cassettes, porque a veces no escribía Francia y lo confrontó con lo plasmado en sino hablaba en una grabadora. los diarios. ¿Cómo lo tomó él? Cuando descubrí eso yo tenía 200 Ahí descubrí que no se acordaba de cuartillas del libro, las cuales fueron di- todo. Hay un pasaje interesante, porque él recto a la basura y empecé del kilómetro era muy feo, flaco y asmático y no consecero, volví a Europa y retomé muchos guía enamorada y un día una hermosa mujer de los diálogos con el escritor. se enamora de él y Paulo no creía que fuera También me obligó a buscar a la verdad. Le dice que si ella se apaga un cigagente que aparecía en los diarios. Una rrillo en su pierna y derrama una lágrima, es experiencia realmente increíble. Es el que no lo quiere. personaje más sorprendente que he coPensé que era una mentira, hasta que nocido en 45 años de periodismo. encontré a la mujer y ella me - Unas llaves de apertura a mostró la cicatriz. lo más íntimo de Coelho... Cuando Paulo Sí, pero creo que él empezó a recordar y no se acordaba de todo saber que me había lo que había en el baúl. abierto las puertas De lo contrario estoy de su intimidad, seguro que no me daría quedó muy preoculas llaves, porque había pa do. Entonces decidí cosas muy feas y conno seguir contándole la denables, no sólo con mayor parte de mis relación a sexo y drogas, descubrimientos, pero también en el satanismo, el creo que él ya lo sabía. sacrificio de animales doméstiDespués de que el libro cos, el coqueteo con el suicidio, adesalió me dejó de hablar tres semanas. más de momentos de cobardía. Al final me dijo que había quedado impacSólo el olvido explica que haya li- tado con el contenido. Tuvo que leerlo dos berado las llaves de ese baúl. De hecho, veces para darse cuenta de que el personaje luego de leer mi libro fue a Brasil por del libro sí era él. dicho baúl. Allí está todo registrado al - ¿Irá al cine? calor de la lucha, porque todas las noSí, apenas salga una coproducción de Hollywood con Brasil realizarán una adaptaches dejaba un registro. ción, porque lo tiene todo para ser una buena - ¿Cobardía? Hay un pasaje en los diarios un película, con un final feliz de verdad. www.elnuevodia.com.co>Léalo.


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Ibagué, noviembre 30 de 2008

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CINE

Spiros Stathoulopoulos, creador de ‘PVC-1’ Por Paola Guevara Colprensa-El País

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piros Stathoulopoulos tenía nueve años cuando supo que el cine era su vida. Lo supo con la misma claridad -y a la vez complejidad- que tienen las cosas sencillas de la vida, aunque su madre y sus maestros creyeran que se trataba de un delirio transitorio. Solía escabullirse en el consultorio oftalmológico de su padre, donde nació su fascinación por los lentes, capaces de alterar la realidad como una cámara de cine. Pasaba horas contemplando fotos en 3D, prismas, espejos y todos los aparatos misteriosos que le permitían a su padre corregir la visión de sus pacientes. Su primer romance lo sostuvo con una Sony TR-45 que aún funciona, y de la que no se desprende. “Es mi novia”, dice, justo antes de explicar que con ella grabó uno o dos cortos semanales entre los 10 y los 15 años. Sus primeras películas, sin embargo, no tenían cariz infantil. Es el caso de ‘Huérfanos’, sobre unos niños que pierden a sus padres en un accidente de avión, uno elige el buen camino y otro se vuelve drogadicto. Otra obra de su efervescente imaginación fue ‘Solitario’, sobre un tipo que jugaba cartas consigo mismo, a lado y lado de la mesa; pero al final uno ganó, el otro se puso furioso y lo mató, así que el pobre terminó matándose a sí mismo. Sobre el origen de sus historias increíbles, es inevitable hablar de la influencia de su padre, un lector voraz que le narraba las historias de la mitología griega. A los 10 años, Spiros ya había leído la Iliada y la Odisea. El impacto de esas historias en las que el mundo de los dioses se mezcla con el humano, con resultados casi siempre nefastos y donde los hombres deben enfrentar la mayor tragedia de todas: no la de perecer en el mar o en batalla, sino la de no poder cambiar su propio destino, quedaron grabadas como una impronta. Claro que Spiros no lo sabía aún, pues estaba demasiado ocupado con su plan para convertir la sala de su casa en una sala de cine, donde todos los niños del conjunto pagaban para

ver sus cortos en primera fila. En esa época, Spiros se convirtió en el primer ‘Blockbuster’ que tuvo El Balcón de Lindaraja, su edificio en Bogotá. “Además de cobrar por ver mis películas, aprovechaba para vender Chitos. Así ganaba dinero para comprar casetes para mi cámara y grabar más cortos”, recuerda. El dinero también alcanzaba para comprar culebras de utilería, y para hacer sangre artificial con syrup de fresa, chocolate y papel higiénico mojado. ¿Culebras de utilería? Spiros explica su pequeña excentricidad: “Hice un corto a los 15 años, llamado ‘Bestia doble’, sobre un veterinario que experimentaba con culebras, pero ellas terminan persiguiéndolo a él, y al final lo matan. El mal venció al bien”. En la cinta, la serpiente regresa al laboratorio del veterinario muerto, bebe uno que otro reactivo y así se convierte en hombre. “El actor fue un celador sin dientes que me hizo el favor de ponerse una bata blanca. Sacaba la lengua por sus encías desnudas como si fuera una víbora hecha hombre”, recuerda Spiros entre carcajadas. El celador, cuyo nombre no quedó en los créditos, tal vez ni siquiera sospeche que hace parte de la filmografía de uno de los directores colombianos más premiados del mundo. Spiros, hoy de 29 años, es el padre de ‘PVC-1’, una película inspirada en el horripilante caso real de la mujer con el collar bomba, que termina muerta junto con el agente antiexplosivos que intenta desactivar el artefacto. Para grabarla, Spiros dejó de ver televisión, ir a cine y oír música durante dos años, pues no quería que otras influencias se interpusieran entre él y su obra, a la que define como “cine de autor”, pues responde a una visión íntima que trasciende las fronteras de lo real y lo noticioso para convertirse en el más puro ejercicio de ficción. ‘PVC-1’ está hecha en un plano secuencia de 85 minutos, sin cortes. Narra la angustia de Ofelia, una campesina a la que un grupo de delincuentes comunes le cuel-

Spiros Stathoulopoulos tenía nueve años cuando supo que el cine era su vida. Lo supo con la misma claridad -y a la vez complejidad- que tienen las cosas sencillas, aunque su madre y sus maestros creyeran que se trataba de un delirio transitorio. ga un collar bomba para extorsionar a su marido por una insignificante suma de dinero. La cinta deslumbró por igual a la crítica, al público y a las productoras internacionales. Prueba de ello son los premios que ha recibido en Francia, España, Portugal, Grecia, Tailandia y Bulgaria, entre otros. Tampoco escapó de la mira de Hollywood. Entre un alud de ofertas firmó contrato con una productora que le dio a elegir entre más de 90 proyectos para dirigir. En pocos días regresará a Estados Unidos, donde está radicado, para continuar con el rodaje de su nueva cinta (esta vez con gran presupuesto), basada en un hecho real de gran repercusión internacional. ‘PVC-1’ le abrió las puertas a este cineasta de padre griego y madre caleña, quien supo articular con genialidad la tragedia griega y la turbia realidad colombiana.

En sus propias palabras “Todos mis experimentos tempranos con cortos de cine, me prepararon para hacer ‘PVC-1’, mi primer largometraje experimental”. “Mi mamá creía que mi pasión por el cine era un capricho infantil. Pero aún más conservadoras son las familias griegas”. “La primera imagen del collar bomba la vi en un periódico, en blanco y negro. Me impacta la muerte prematura“.

DIRECTOR: Antonio Melo Salazar JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales PERIODISTAS: Monica Saez Puerta COORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cultural EL NUEVO DÍA, DIRECTOR GRÁFICO: Ernesto Lombana, ASISTENTE: Aura María Sanabria Mape. FOTOGRAFÍA: Obras del pintor colombiano David Manzur, Colprensa. Carrera 6 No. 12-09 Tels. 2770050 - 2610966 Ibagué - Tolima - Colombia Apartado Aéreo 5476908-K www.elnuevodia.com.co Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8. www.elnuevodia.com.co>Léalo.


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