El Otro psi . nº160

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AÑO XV | Nº 160 | SEPTIEMBRE 2009

PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA

PUBLICACIÓN MENSUAL, ESPECIALIZADA EN EL CAMPO DE LA SALUD MENTAL, INDEPENDIENTE, PLURALISTA, PROFESIONAL Y DE OPINIÓN QUE PROMUEVE LA ACTIVIDAD «PSI»

Periódico El Øtro del ámbito «Psi» (Reg. Prop. Intelectual nº 419.367) editada por EDICIONES El Øtro (Reg. Nac. Der. de Autor nº 452.270) C.U.I.T 30-69381315-4 Director: José H. Méndez

notas y publicidad del mes Psicología JunguIana Elaboraciones Teóricas

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Por Antonio LAS HERAS *

LOS SUEÑOS NO COMPENSATORIOS EN LA PSICOLOGIA JUNGUIANA

Por Edit Tendlarz* / Gastón Gómez / Ana Oldecop / María Belén Silva Salas *

Imagen: ¿Invención de un cuerpo? Palabras clave: Imagen – cuerpo – bulimia - anorexia

La mayoría de los sueños tiene una función compensatoria. Sin embargo, hubo una época en que Carl Gustav Jung entendía que “todos los sueños tienen una relación compensatoria con los datos conscientes, pero tal función compensatoria no aparece en todos los sueños tan claramente... Si bien el sueño contribuye a la regulación psíquica espontánea del individuo reuniendo automáticamente todo lo que ha sido reprimido, descuidado, ignorado, su capacidad compensadora a menudo no resulta tan clara...”(1) De este modo lo explicaba en 1920. Posteriormente - como ya se verá - introdujo modificaciones en la descripción.

La mayoría de los sueños tiene una función compensatoria. Sin embargo, hubo una época en que Carl Gustav Jung entendía que “todos los sueños tienen una relación compensatoria con los datos conscientes, pero tal función compensatoria no aparece en todos los sueños tan claramente... Si bien el sueño contribuye a la regulación psíquica espontánea del individuo reuniendo automáticamente todo lo que ha sido reprimido, descuidado, ignorado, su capacidad compensadora a menudo no resulta tan clara...”(1) De este modo lo explicaba en 1920. Posteriormente - como ya se verá - introdujo modificaciones en la descripción. Esta función compensatoria de los sueños “pone al inconsciente en relación con la consciencia y brinda lo necesario para alcanzar el equilibrio psíquico y, finalmente, la integridad”.(2) La función compensatoria de los sueños, como elemento de auto-

El criterio junguiano para determinar que el sueño tiene esta función de compensación en relación a lo no

El término “compensar” debe tomarse aquí como sinónimo de “igualar”. (…) la compensación explica que en un sueño aparezca material psíquico necesario para corregir una actitud unilateral en la mente consciente.

realizado durante la vigilia, difiere de la “teoría de Freud... cuando atribuye al sueño un papel compensador, es decir, la función de conservar el dormir sin interrupción”. Considera Jung que “es demasiado estrecha la concepción freudiana que considera los sueños como una función esencialmente encaminada a realizar los deseos y proteger el dormir...”(3) Es necesario comprender que Jung escribía esto a fi-

La función compensatoria de los sueños, como elemento de autorregulación de la psique, tiene como objetivo eliminar las tensiones cotidianas que hacen a la vida humana.

rregulación de la psique, tiene como objetivo eliminar las tensiones cotidianas que hacen a la vida humana. La fuente general que lleva a éste y otros tipos de compensación psíquica – de acuerdo a la escuela de la Psicología de los Arquetipos – debe buscarse en el estrato psíquico más profundo y heredado, que es lo inconsciente colectivo.

El término “compensar” debe tomarse aquí como sinónimo de “igualar”. “O sea que la compensación explica que en un sueño aparezca material psíquico necesario para corregir una actitud unilateral en la mente consciente. La función compensatoria modifica la consciencia de manera deliberada...”(4) “... uno estaría inclinado a suponer que un sujeto cuya actitud frente a la vida es demasiado pesimista, debería tener sueños alegres y optimistas. Pero esta suposición sólo se realizará en una persona sensible a esa clase de estímulos. En cambio, si su temperamento es otro, sus sueños, como corresponde, se teñirán de negro más aún que su actitud consciente. ... La compensación, en su esencia, hállase íntimamente ligada a la

nes de la segunda década del siglo, buscando explicar a sus colegas en particular y a la comunidad médico psicológica en general cuáles eran las diferencias entre la Psicología Analítica (también llamada de los Arquetipos o Psicología Profunda) de su creación y el psicoanálisis freudiano del que estaba distanciado desde un par de años antes.

naturaleza total del individuo. Las posibilidades de la compensación son innumerables e inagotables...” ... “La compensación representa una adecuada autorregulación del organismo psíquico”. (5) La experiencia convenció, luego, a Jung de que frente al material onírico lo mejor es no partir de ningún concepto previo, “... ni siquiera que los sueños necesariamente deben ser compensatorios”.(6) Queda, de este modo, abierta la puerta para la aceptación de los denominados sueños no compensatorios sobre los que, con anterioridad a él, ningún autor trabajó detalladamente y que están señalados en sus “Consideraciones generales sobre la Psicología del sueño”.(7) Allí menciona la existencia de sueños a los que difícilmente podría considerarse compensatorios, discerniéndolos en “prospectivos”, “reactivos”, “telepáticos” y “proféticos”. No produce, propiamente, una clasificación. En verdad los enuncia, por necesidad, mientras persigue explicar - lo más a fondo que le resulta posible - su punto de vista sobre la psicología de los sueños. (CONTINúA EN PáG.2)

Abstract: El cuerpo ha tenido sus vaivenes en esta era de imágenes que pululan gracias a los gadgets tecnológicos, los cuales se imponen cotidianamente en nuestras vidas. Sin embargo hay algo atávico en el humano relacionado con la imagen. Es conocida la maquinaria de medios gráficos y audiovisuales, como la publicidad, que determina un ideal al cual obedecemos. Decimos “obedecemos” porque, aún en nuestros días, personas “informadas” nos sometemos a estas imágenes que representan en algún punto lo que deberíamos, ya no hacer, sino ser. Para ejemplificar dicho atractivo tomaremos la anorexia-bulimia como representante de la problemática planteada. Sobre lo que se impone, nos preguntamos quién es quien lo quiere en ese lugar. Ya que, tal como afirma Lacan en el Seminario XI, “No hay causa sino de lo que cojea.” Lo que cojea Ya tempranamente en su enseñanza, Lacan se pregunta y elabora novedosamente los conceptos de Imago tan trabajados por los post freudianos. Desde su Escrito “El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica” presentado en el XVI Congreso de Psicoanálisis en Marienbad en 1949, plantea que en el estadio del espejo se trata de una identificación que tiene la virtud de transformar al sujeto. De esta manera, Lacan sienta las bases para lo que se había trabajado hasta ese momento como Imago en tanto forma. Y continúa diciendo: “Esta forma por lo demás debiera designarse más bien como yo-ideal, si quisiéramos hacerla entrar en un registro conocido, en el sentido de que será también el tronco de las identificaciones secundarias, cuyas funciones de normalización libidinal reconocemos bajo ese término. Pero el punto importante es que esta forma sitúa la instancia del yo, aún desde antes de su determinación social, en una línea de ficción, irreductible para siempre por el individuo solo; o más bien, que sólo asintóticamente tocará el devenir del sujeto, cualquiera que sea el éxito de las síntesis dialécticas por medio de las cuales tiene que resolver en cuanto yo [je] su discordancia con su propia realidad.” 1 Vemos entonces cómo esta imagen del cuerpo solo se produce en base a una identificación que sentará las bases y que queda excluida como tal de la voluntad -concienciadel sujeto; pero a su vez es condición para que advenga el yo. No hay nada en el cuerpo del humano que diga acerca del ser. Sin embargo, sabemos que desde Freud el cuerpo habla como portador de una pulsión muda. Esta unificación imaginaria del cuerpo hace que el humano no sea un cuerpo sino que lo tenga. Es lo que nos muestran los fenómenos de la esquizofrenia en tanto esta operación no logra dicha unificación: nos muestra la fragmentación primaria que se opera en el viviente, a través de su inmersión en el lenguaje. Por otra parte, queremos hacer hincapié en algo que Lacan menciona en dicho plano, en tanto esta unificación primaria es anterior a toda determinación social. Es decir, hay algo del sujeto en cuanto tal, que se juega en la asunción jubilosa del niño en su imagen en el espejo. Entonces, podemos entender que nos constituimos en función de esta primera imagen de nuestro cuerpo. Como humanos esta imagen tiene la particularidad de ubicarnos donde no estamos y de percibirnos donde no somos. Decimos entonces que la condición humana se basa en imaginarse como tal 2. Debemos también tener en cuenta que dicha imagen unificada es imaginaria, en tanto hay partes del cuerpo que ponen de relieve una satisfacción que no se analoga a otras partes del cuerpo; es decir, si el cuerpo comporta alguna satisfacción, la misma no implica algo de un orden homogéneo o pleno. De esta manera, y esta es la originalidad del invento freudiano, el cuerpo recortado deviene condición de esa satisfacción, sólo como una superficie imaginariamente unificada para gozar de sí mismo3. Desde esta perspectiva, vemos los accidentes a los cuales se reconoce esta ima(CONTINúA EN PáG.3)


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