AÑO XIX Nº 190 ABRIL 2013
Periódico El Øtro del ámbito «Psi» (Reg. Prop. Intelectual nº 419.367) ISSN 2250-8805 Publicación editada y distribuida por EDICIONES El Øtro (Reg. Nac. Der. de Autor nº 452.270) C.U.I.T 30-69381315-4 Director: José H. Méndez
P D E G
El Øtro
notas y publicidad del mes
PUBLICACIÓN MENSUAL, ESPECIALIZADA EN EL CAMPO DE LA SALUD MENTAL, INDEPENDIENTE, PLURALISTA, PROFESIONAL Y DE OPINIÓN QUE PROMUEVE LA ACTIVIDAD «PSI»
www.psi-elot r o.com.ar
Por María Celeste Gómez
PSICOLOGIAPERINATAL CASOS CLINICOS
*
“Bebé prematuro – madre prematura” · Análisis de un caso ·
archivo de ediciones anteriores
REFLEXIONES
Para tal análisis utilizaré un aporte de la idea de persona para la Logoterapia, escuela que se encuentra dentro del existencialismo pero que acepta conceptos y técnicas de diferentes escuelas, permaneciendo dentro de un modelo abierto. Por lo que conjugaremos esto con autores y términos psicoanalíticos. Caso clínico Primera entrevista - 05/2010 Ana tiene 16 años, está internada en el hospital Ana Goitia porque tuvo, el día anterior, a su beba prematura, por parto normal. Dice que pesa 1700 grms. Su beba permanece internada en neonatología (UCIN) y ella todavía no pudo conocerla.
Me parece importante comenzar trabajando este caso desde el análisis de cómo se impone en general, e inclusive a la propia madre, la presencia del prematuro, desde sus características y posibilidades de contacto. Es importante aclarar que cada caso es único, por lo que no debemos trasladar el análisis de un caso en particular a otros; evitando de esta manera generalizar y caer entonces en reduccionismos. Si bien es común escuchar que se trabaja con la mamá y el bebé, también podemos tomar como paciente al papá, pasando de la díada a la triada, e inclusive extenderse a otras personas involucradas en este acontecimiento. En el caso expuesto en este escrito se trabajó con la madre, pero igualmente veremos como surgen cuestiones relacionadas obviamente al bebé y también al papá; y a la familia en general. Me parece interesante tomar, dentro de la psicología perinatal, como pacientes a los individuos anteriormente nombrados, pero más que nada al vínculo que se genera entre ellos frente a la llegada del nuevo integrante. En el caso a desarrollar nos encontramos con que la paciente está transitando diferentes crisis, por un lado la crisis vital que implica el embarazo y tener un hijo, por otro lado el hecho de que su bebé este internado por haber nacido prematuro, a lo cual se agrega la crisis que implica la adolescencia, ya que la entrevistada tiene 16 años.
Se la nota introvertida, insegura y con muchas dudas. No es de hablar mucho, nos va contando lo que pasó con frases cortas. Cuenta que se enteró de su embarazo cuando estaba de 7 meses. No le venía el período hacia unos meses pero ella no le había prestado atención, en algún momento pensó que podría estar embarazada, pero luego se convenció de que no. Hacia poco que había iniciado relaciones sexuales con su novio, solían utilizar preservativo, pero refiere que un día el novio no se puso porque no tenían y ella pensó que por una vez no pasaba nada. La madre le pregunta en un momento si le estaba viniendo el período porque se había percatado de lo que estaba pasando y le dijo: “¿no estarás embarazada, no?” a lo cual ella le dijo que no. Hasta que en el séptimo mes se hizo un test de embarazo y le dio positivo. Cuenta que cuando fue a hacerse su primera ecografía le dijo a la médica que ella pensaba que estaba de dos meses más o menos, a lo cual la doctora le contestó que no podía ser por el tamaño del bebé, estaría de alrededor 7 meses.
Por Paula Oppedisano y Cecilia Olivera
**
Acompañamiento Terapeutico y Desmanicomializacion:
UN RECURSO NECESARIO
Análisis de un caso de prematurez en un encuadre hospitalario, más específicamente en el Hospital Materno Infantil Ana Goitia de Avellaneda. Este tipo de encuadre permite que nos manejemos dentro de un mismo ámbito, pero con ciertas particularidades. Introducción El presente trabajo constará del análisis de un caso de prematurez en un encuadre hospitalario, más específicamente en el Hospital Materno Infantil Ana Goitia de Avellaneda. Este tipo de encuadre permite que nos manejemos dentro de un mismo ámbito, pero con ciertas particularidades, en este caso nos encontramos entrevistando a la mamá mientras preparaba su bolso debido al alta. Es difícil establecer horarios prefijados y muchas veces no es posible mantener el seguimiento necesario por el tipo de caso que se trabaja, debido a esto se pudieron obtener dos entrevistas, el modelo a utilizado es de entrevista semidirigida y la técnica de sesión única.
E R I Ó D I C O D E I S T R I B U C I Ó N L E C T R Ó N I C A R A T U I T A
Comenta, a su vez, que tenía miedo de enterarse porque creía que su papá se iba a enojar mucho y que no le iba a permitir seguir viviendo con ellos. Refiere tener mejor relación con su papá que con su mamá, nos dice: “viste como son las mujeres con su papá”; pero que en general el vínculo es bueno con los dos. Cuando el papá se enteró estuvo un poco enojado, según la entrevistada; parecía desilusionado, le hablaba poco, pero nunca la echó de la casa, de a poco “se le fue pasando”, y la relación volvió a estar como antes. Su madre también la tuvo de adolescente, pero alrededor de los 18 años. Su hermana mayor también tuvo un bebé a los 16 años. Refiere que durante los 7 meses que no supo que estaba embarazada no tuvo síntomas ni se le notaba la panza, que esta le salió de golpe después de que se enteró. Dice que si se pone a pensar bien se da cuenta de que estaba más cansada y sensible que en otros momentos de su vida. Cuando llegó al octavo mes rompió bolsa y como tenía dilatación se desencadenó el parto. Tuvo parto normal pero según ella estaba débil y le pasaron suero por eso. Hace referencia a que tiene miedo de ir a ver a su bebé, ya hacía prácticamente un día de su nacimiento y no la conocía, no se anima, pero tampoco se siente bien físicamente. Le habían dicho que cuando le saquen el suero iba a poder ir. Su pareja (19 años) fue a ver a su hija pero no pudo quedarse mucho tiempo en “neo” porque él se pone a llorar y le baja la presión. La entrevistada se siente culpable por lo que pasó, se le dice que esto no es así, que es normal sentir culpa, pero, a pesar de este sentimiento, no significa que realmente fuera culpable. Siente además angustia, motivo por el cual se habla sobre este tema, haciendo referencia a que es frecuente que las mamás en su situación sientan esto, debido a la internación en neonatología y por lo vulnerable que están las mujeres luego del parto. Se conversa con ella de que esto es un proceso, que de a poco se va a ir acomodando todo y va a poder ver las cosas desde otra perspectiva. CONTINúA en PáG.2
“Yo salgo para volver, y vuelvo para salir” paciente institucionalizado, 21 años “Dios, por favor, no me olvides aquí” paciente institucionalizado en Hospital T. de Alvear
El objetivo del presente trabajo es ref lexionar sobre la necesariedad de un recurso, como el del acompañante terapéutico para posibilitar la neo inserción, como un eslabón dentro del proceso de desmanicomialización. Usualmente, aquellos pacientes internados en una institución pierden conexión con el afuera. Un recurso como el AT, posibilita que durante el proceso de internación los sujetos estén en contacto con el exterior y no aislados de la vida en sociedad. Esta praxis, concebiría al encierro como iatrogénico y al no-encierro, como saludable.
E
l AT es un auxiliar de la salud mental y su función es situacional, flexible y plástica. Por lo tanto, el encuadre se verá afectado al necesitar ser repensado constantemente y de acuerdo a la singularidad de cada caso. Así, los recursos creativos de los AT se ponen a prueba a diario. Los avatares que se suceden en el día a día obligan a la invención de nuevos recursos que apunten a la subjetivación del paciente. El acompañamiento terapéutico, es un enfoque que trabaja desde una distancia mínima y una amplia disponibilidad afectiva (Cavagna). Es también una técnica terapéutica complementaria que se utiliza para la contención de pacientes en un marco de prevención, atención y neo-inserción. La necesidad de organizar la atención de la salud mental en sus distintos niveles, diversificando la oferta a la atención por fuera de la institución hospitalaria, necesita de personal idóneo y en constante formación que facilite la transición entre el adentro y el afuera. Lo deseable en el trabajo con pacientes con padecimiento mental, debiera ser posibilitar la autonomía tanto subjetiva del propio paciente, como de éste con las personas que propiciaron sus cuidados a lo largo del tratamiento. El AT, aquí, se convierte en el nexo entre la institución y la sociedad, apuntando a una nueva inserción del paciente en esta última. Esta nueva inserción requiere de ciertas habilidades y recursos que apunten al logro de una mayor autonomía. Con el AT el paciente irá transitando, paulatinamente y dentro de las posibilidades de cada caso, un camino hacia la neo-inserción. Los AT se enfrentan con casos que representan un límite para la clínica psiquiátrica y psicológica tradicional. Se necesita de la interdisciplinariedad, ya que no basta con un solo saber para pensar la singularidad de cada caso y planificar las estrategias de tratamiento. Según el artículo 9 de la Ley Nacional de Salud Mental 1, el proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito de internación hospitalario y en el marco de un abordaje interdisciplinario e intersectorial, basado en los principios de la atención primaria de la salud. Se orientará al reforzamiento, restitución o promoción de los lazos sociales. En esta dirección trabaja el AT: sale del encuadre duro de consultorio, del dispositivo institucional y acompaña el tránsito de la enfermedad de la hospitalización a la salud de la libertad; apunta a la restitución de lazos sociales y a la generación de nuevas formas de vincularse con el afuera. CONTINúA en PáG.5