El Viejo Topo | Número 423 | Abril 2023

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Portada: Mark Bryan, «Fat Man and Mr. Death» (2006)

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¿Realmente estamos en el inicio de la Tercera Guerra Mundial?

(Tercera carta a Ana) POR MANOLO MONEREO

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¿Quién se quedó la tierra?

La reforma agraria en España Entrevista a Ricardo Robledo POR SALVADOR LÓPEZ ARNAL

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Contra jueces La filosofía en tiempos de guerra POR MIGUEL ÁNGEL DOMÉNECH

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Libros Por J. Casri, Antonio García Vila, Salvador López Arnal, Fernando G. Jaén Coll, Albert Ferrer Flamarich

Propaganda y “Conspiración” POR ANDREA ZHOK Americanización POR CLAUDIO ZULIAN

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Misiles en Oriente El nuevo despliegue militar de Estados Unidos en Asia POR HIGINIO POLO

La clase en Marx POR EDUARD IBÁÑEZ JOFRE

El Manifiesto Comunista contra la pseudo-izquierda identitaria POR CARLOS X. BLANCO

EL VIEJO TOPO, revista mensual. FUNDADORES: Primera época, Claudi Montañá (†), Miguel Riera, Josep Sarret. Segunda época, Elisa Nuria Cabot, Jordi Dauder (†), Ernesto Fontecilla, Enrique Helguera, Esther Mañé, Santiago Palacios, Miguel Riera, José Sanchis Sinisterra. DIRECTOR: Miguel Riera. REDACCIÓN: Genís Plana DISEÑO: Miguel R. Cabot, Elisa Nuria C. Edita: Ediciones de Intervención Cultural, S.L. (Barcelona). Imprime: Gráficas Gómez Boj. ISSN 0210-2706, Depósito Legal B-40.616-76. Impreso en España. El Viejo Topo no retribuye las colaboraciones. La redacción no devuelve los originales no solicitados, ni mantiene correspondencia sobre los mismos. Los colaboradores aceptan que sus aportaciones aparezcan tanto en soporte impreso como en digital.

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¿Realmente estamos en el inicio de la Tercera Guerra Mundial?

(Tercera carta a Ana) Por Manolo Monereo

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uando una potencia hegemónica se encuentra en declive, suele aferrarse al poder mediante su todavía superioridad militar. Monereo nos da las claves de la situación en que se encuentra el mundo y la manera de evitar fatídicos desenlaces.

“No declararé la guerra, pero la conduciré” Franklin D. Roosevelt

Querida Ana: De nuevo hay muchas preguntas y enormes demandas de información. Cada uno da lo que puede. No me gusta nada escribir en función de aniversarios, de fechas señaladas que imponen los grandes medios de desinformación y control cognitivo. Sé que es inevitable, pero, insisto, no me gusta. Mi sugerencia es la de siempre, saber leer bien los periódicos, interpretar las redes y no ver televisión. Sé también que buscar medios alternativos es difícil y que la manipulación tiene unas dimensiones desconocidas hasta el presente, como si estuviéramos ya en guerra o preparándonos para ella.

Empecemos por el presente. Se ha escrito mucho sobre el primer aniversario de la intervención rusa en Ucrania. En lo escrito no hay intentos serios de análisis, de comprensión racional de lo que ocurre y de sus derivas. La información ha sido sustituida por la propaganda, por el insulto y la descalificación.

El enemigo es Putin, quien bombardea es Putin y quien agrede es Putin. Cuando se intenta ampliar la visión, aparece un régimen fuertemente autoritario que no fue “pacificado” en su trá-

gica transición al capitalismo y, más allá, una cultura y un tipo de ser humano propenso al servilismo, a un comunitarismo despersonalizado. O sea, que no son “como nosotros”, que no valoran la individualidad, la racionalidad y la búsqueda del propio interés tan determinante en nuestra cultura. Como decía la primera ministra de Estonia, los rusos deben ser reeducados, hay que poner fin a su tipo de Estado y restablecer nuevas fronteras y relaciones con un Occidente –hay que subrayarlo– cuna de la civilización verdadera.

EEUU siempre se ha reconocido como el único y verdadero Occidente, con el derecho y el deber de construir un mundo a su imagen y semejanza. Considera que la vieja Europa vive en el pasado y en crisis permanente, incapaz de autogobernarse y necesitada de ser guiada o tutelada. Descubrieron la vitalidad y el anticomunismo de los antiguos países socialistas europeos, se dieron cuenta de que ahí había un material precioso que había que organizar y fortalecer. Muchos dirigentes norteamericanos tienen su origen en ese mundo (Brzezinski, Margaret Albright, Antony Blinken, Victoria Nuland, Robert Kagan…).

Son –así se les denominó– la vieja/nueva Europa, el frente de batalla contra una Rusia a la que había que debilitar económica y militarmente, desmantelarla como Estado y desintegrarla como civilización. Porque la “tercera Roma” no tiene cabida en

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Crisis de hegemonía y el nuevo orden: se debe impedir, Rusia; siempre –tiene una relevante cueste lo que cueste, una alianza importancia– que no se llegue a un ofensiva norteamericana están entre Europa y Rusia. La “venconflicto nuclear. Es más, como dijo íntimamente relacionadas. ganza de la geografía” debe ser no hace mucho Andrew Korybko, vencida.

EEUU siempre ha ido por delante y El 24 de febrero A. Rizzi y M. tiene la guerra en el lugar y en el tiemZafra publicaron en el diario El País un largo análisis sobre lo po más adecuado para sus intereses. Este es un dato crucial que llaman “la guerra más global desde 1945”. Merece la pena sobre el cual se ha reflexionado poco y que no se ha tenido sufileerlo con detenimiento. La tesis que defienden es que la intercientemente en cuenta. vención rusa en Ucrania significa, desde el punto de vista políDesde el primer momento, Biden lo dijo con claridad: tico, una impugnación en toda regla del orden mundial. Esto es Norteamérica ha vuelto; es decir, pasa a una ofensiva global importante, querida Ana, muy importante: ¿qué orden?, ¿cuápara defender su orden mundial y sus reglas. El debate en el les son sus fundamentos? Sobre estas preguntas volveré más núcleo dirigente, entre Trump y Biden, se resolvió en favor de adelante. Putin y Xi Jinping, según los autores, defienden prouna estrategia imperialista liberal-intervencionista que parte yectos “revisionistas” que, de una u otra forma, cuestionan las de la convicción de que este es el momento –su momento– paestructuras de un poder que ha configurado nuestro mundo. ra frenar y derrotar a las llamadas potencias revisionistas que En el citado artículo se organizan una serie de datos que cuestionan objetivamente la hegemonía de EEUU. Dicho de intentan fundamentar un argumentario sobre las dimensiones otro modo, el mundo tiende –lo es ya en muchos sentidos– a la y la hondura de un conflicto en permanente escalada. Ofrece multipolaridad, que supondrá, directa o indirectamente, una cifras, muchas de ellas conocidas, que ayudan a entender el radical redistribución del poder mundial que cuestionará el conflicto. La primera, es que la economía de Rusia tiene un PIB presente orden internacional. de 1,8 billones de dólares; menor que Italia, menor que Francia Querida Ana, crisis de hegemonía y ofensiva norteamericana y menos de la mitad que Alemania.; es decir, que los países que están íntimamente relacionadas. El factor tiempo es la clave. se enfrentan directa o indirectamente al gran país euroasiático Repito algo dicho ya en las otras cartas. El problema de la paz, determinan en torno al 50% del PIB mundial. En segundo eso que los académicos llaman la trampa de Tucídides, está lugar, y desde el punto de vista político-militar, los datos que relacionado con una cuestión central que no se puede eludir aporta son significativos. La ayuda militar de Occidente equien este momento histórico: ¿aceptarán los EEUU un mundo vale al 94% del presupuesto de Defensa ruso; si se suma todo, multipolar donde ya no sean la potencia hegemónica o se significa que Ucrania está empleando casi la mitad de su PIB opondrán a ello con todo su potencial económico y políticoen su enfrentamiento contra Rusia. El gasto militar global de la militar? La administración Biden lo tiene claro: pasar a la ofencoalición contra Rusia (la OTAN Plus) equivale al 60 % del presiva, militarizar las relaciones internacionales, romper el mersupuesto militar mundial. El tercer dato, muy unido al anterior, cado mundial, aislar y contener a Rusia y, sobre todo, a China. es que la OTAN (30 países) está suministrando armamento, Si esto no se entiende no es posible comprender lo que está ayuda económica, financiera, logística, inteligencia y formapasando y tomar una posición políticamente fundada. ción a Ucrania. No son en realidad 30 países, son más de 40.

Las ideas que defiende este sector (liderado por Hillary Rusia, según nos cuentan los medios, estaría sola, con ayuda Clinton) las ha sintetizado con precisión y claridad Robert indirecta de Irán y, más nebulosamente, de China. En cuarto Kagan. Se podrían sintetizar así: 1) EEUU ganó la tercera guelugar, Occidente, dirigido y organizado por EEUU, ha impuesrra mundial (eso que se llamó la Guerra Fría), derrotó al to un conjunto de sanciones tan completas, tan sistemáticas y “Imperio del mal”, a la URSS, la potencia mundial que le hizo tan dañinas que convertirán a Rusia en un paria económico sombra durante casi 50 años. 2) EEUU, vencedor de un largo internacional con el objetivo –Biden lo ha repetido muchas conflicto, impuso un nuevo orden mundial bajo su indiscutida veces– de debilitarla y desangrarla. Tengo otras cifras, pero pree indiscutible supremacía. Rusia, lo que quedaba de la URSS, fiero partir de estos datos. estaba obligada a aceptar su derrota. Su economía, su tipo de Analizándolos con cierta minuciosidad, no nos queda otra Estado y su papel internacional tenía que someterse a esta que llegar a la conclusión de que, como en los años 30, Rusia nueva ordenación del mundo definida y dirigida por los EEUU. está perdida y condenada a la derrota. Este es uno de los mis3) La administración norteamericana tiene la obligación de terios de la guerra en Ucrania. La correlación real de fuerzas defender este orden mundial con un objetivo preciso, a saber, política, económica y militar es claramente desfavorable para impedir que emerja una potencia o un conjunto de potencias

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de que Putin y el equipo dirigente ruso tienen un conocimiento geopolítico de alto nivel. Sabían perfectamente que la correlación de fuerzas le era claramente desfavorable. No tenían más alternativa que, o aceptar esta situación o plantarle cara, adelantándose. Como recientemente ha dicho el Secretario General de la OTAN, la guerra en Ucrania comenzó en el 2014, con el golpe de Estado de Maidán. Es más, como han reconocido el expresidente Poroshenko, Angela Merkel o François Hollande, los acuerdos de Minsk (I y II) sirvieron solo para ganar tiempo, consolidar un régimen nacionalista ferozmente antirruso y rearmar a un ejército que en febrero de 2022 era de los más fuertes de Europa. ¿Qué significaba aceptar la situación? Dejar que el poJoe Biden reunido con el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos tente ejercito ucraniano diseñado, organizado y armado por la OTAN diera el golpe final a las fuerzas prorrusas de que lo cuestione. 4) EEUU debe estar siempre preparado y dislas repúblicas del Donbass, poner en serio peligro a Crimea y ponible para el uso sistemático de la fuerza y la diplomacia aceptar la ampliación de la Alianza Atlántica no solo a Ucrania, coercitiva. Así lo ha hecho desde su nacimiento como Estado. también a Georgia. No había límites; nunca los hubo. Cercar, El orden liberal mundial necesita ser protegido, defendido, asediar, situar contra la espada y la pared a Rusia para obligarimpulsado. Es una guerra permanente entre el bien y el mal, la a responder en el momento y en el lugar más adecuado para entre su democracia y los diversos autoritarismos. 5) EEUU es la estrategia global definida por la Administración Biden. el “soberano” del orden mundial; es decir, tiene la potestad Quien define el campo de batalla es que tiene el poder y la suprema para usar la fuerza cuando lo considere necesario; el superioridad en la relación de fuerzas. EEUU ha estado siempoder para invadir cualquier país y para imponer sus intereses pre a la ofensiva, por delante; llevando con mano férrea la iniestratégicos sobre las reglas del derecho internacional. El comciativa y situando desde el principio a Rusia a la defensiva, portamiento de EEUU ha sido el mismo dese 1945: interviene haciendo lo que está obligada a hacer. militarmente cuando lo considera oportuno, ya sea con acuerLa guerra en Ucrania ha sido la más anunciada desde, al do del Consejo de Seguridad de la ONU o sin él. menos, el conflicto de Irak. Desde el viejo Kenan, al conocido En los últimos 30 años –cito a José Luis Fiori– EEUU invadió especialista de las relaciones internacionales John J. Mearsheisucesivamente y sin el consentimiento del Consejo de Segumer, pasando por Stephen F. Cohen, Gilbert Doctorow, Kissinridad el territorio de Somalia en 1993 (300.000 muertos), Afger…, ya lo anticiparon. La lista se podría ampliar. William ganistán en 2001 (180.000 muertos). Irak en 2003 (300.000 Burns, actual jefe de la CIA, en su época de embajador en Rusia muertos), Libia en 2011 (40.000 muertos), Siria en 2015 advirtió que la dirección moscovita no aceptaría la ampliación (600.000) y, finalmente, interviene en Yemen, donde ya han de la OTAN a Ucrania y Georgia; que sería una línea roja muerto unas 240.000 personas. Kagan señala, con orgullo, que inaceptable bajo cualquier punto de vista. Benjamin Abelow entre 1989 y 2001 (años de la desaparición de la URSS y de la en un reciente libro –que lleva el significativo título de “Cómo crisis de Rusia) la Administración norteamericana intervino Occidente ha provocado la guerra en Ucrania”– argumenta que militarmente en Panamá (1989), Somalia (1992), Haití (1994), la estrategia norteamericana consistió en algo más que amBosnia (1995-1996), Kósovo (1999) e Irak (1991 y 1998). La suspliar las fronteras de la OTAN 1.600 kilómetros hacia el este. tancia del mundo unipolar era esencialmente esta: un soberaElementos clave fueron: a) la retirada unilateral del tratado no (EEUU) que decide quién es el enemigo y quién es el amigo, IBM y la instalación de misiles en los países del Este europeo qué es democracia y qué no; tiene el poder de definición y el capaces de golpear centros estratégicos de Rusia; b) el rearme poder punitivo desde un control de las fuerzas armadas ucranianas, omnímodo de los grandes medios la entrega de armas letales, el apoyo Quien define el campo de batalla de construcción de la subjetividad sistemático en formación e intelies que tiene superioridad. y del imaginario social. gencia, la presencia nada disimulaSi de algo no se puede dudar es da de personal y voluntarios de los

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es la desigualdad de fuerzas. EEUU lo puede hacer porque tiene poder para ello, poder económico, militar, comunicacional y una red de alianzas en todo el globo. Las piezas clave –como siempre– sus dos protectorados político-militares: Europa y Japón.

Nada lo explica mejor que el caso de Taiwán. Como se ve, se está forjando en esta isla un caso muy similar al de Ucrania. De nuevo se crea un conflicto, se criminaliza a China y se genera un cordón sanitario contra su supuesta agresividad. Taiwán es reconocida internacionalmente –y especialmente por EEUU– como parte de China. A la vez, esta isla juega un papel estratégico fundamental para acosarla y contenerla. Los EEUU definen una estrategia de tensión impulsando el separatismo, rearmando a su ejército y consolidando su presencia militar en el marco de una estrategia Vladimir Putin asiste a una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido en Moscú global que tiene en su centro a China. Como en el caso de Ucrania, se crea un contexto mediático, político y estratégipaíses de la OTAN con el objetivo explícito de aumentar la inteco apropiado y se busca un hecho desencadenante que justifiroperatividad con las fuerzas de la alianza; c) el retiro unilateque y legitime el conflicto bélico. Por eso los escenarios de ral del tratado de fuerzas nucleares intermedias (INT) increEuropa y del Mar de China Meridional están relacionados en el mentando la vulnerabilidad de Rusia a un primer ataque estamarco de una ofensiva global de EEUU cuyas líneas de fractudounidense; d) la insistencia por parte de la OTAN de que ra están en Ucrania y en Taiwán y que engarza, cada vez más, seguía vigente el Memorandum de Bucarest de 2008 en el que con el África subsahariana. se afirmaba que Ucrania formaría parte de la Alianza, a lo que Querida Ana: Te he insistido mucho en la importancia del habría que añadir la firma de un conjunto de acuerdos bilatefactor tiempo. El equipo en torno a Biden vive como si el tiemrales USA/Ucrania para profundizar en sus relaciones políticopo se le agotara. La derrota de Donald Trump fue percibida militares que culminarán en la realización de maniobras concomo una victoria, sobre todo en el plano externo, en la polítijuntas en el Mar Negro. ca internacional de EEUU. Era el momento de pasar al ataque La resultante de esta estrategia bien pensada y calculada ha antes de que fuese demasiado tarde. Demasiado tarde ¿para sido la guerra en Ucrania, una guerra de la OTAN contra Rusia qué? Para impedir que la alianza estratégica entre China, Rusia por delegación. EEUU siempre ha buscado un hecho desencae Irán se consolide, que fortalecieran sus relaciones económidenante que los medios de comunicación puedan publicitar cas, tecnológicas y militares, y, sobre todo, que ampliaran su masivamente y que le permita justificar y legitimar su intervenmarco geográfico hasta convertirse en un polo alternativo cación armada; ha necesitado un “Maine”, un “Lusitania”, un paz de disputarle el poder. En este sentido, la guerra en Ucrania “Pearl Harbour”, “armas de destrucción masiva”. Jordis von es el primer acto de un conflicto global que va a cambiar neceLohausen distinguió con finura entre el agresor estratégico y el sariamente el mundo tal y como lo conocemos hoy. Lo viejo no agresor operativo. Para el conocido geopolítico austriaco “la acaba de morir, pero lo nuevo ha avanzado demasiado para los agresión significa cualquier forma de amenaza, de intimidaintereses estratégicos de EEUU y había que frenarlo costase lo ción y de chantaje al adversario; cualquier intento de su debilique constase. ¿Nos llevará esto a una III Guerra Mundial? Esa es tamiento económico, de su ablandamiento moral, de su socala gran cuestión. vamiento ideológico. La ofensiva militar es solo una forma El debate lo ha abierto Emmanuel Todd en una entrevista posible de agresión entre muchas”. Biden ha tenido la capacique anuncia la salida de un libro ya dad de situar entre la espada y la publicado en Japón. El titular de dipared, de acorralar al gobierno Putin y el equipo dirigente ruso cha entrevista era impresionante: ruso de tal forma que no le quedatienen un conocimiento geopolítico “La tercera guerra mundial ya ha ba otra alternativa que la respuesde alto nivel. comenzado”. Desde luego el conocita militar o la derrota estratégica. do científico social francés tiene un La condición previa de todo esto

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especial talento para publicitar temáticas políticas de sanciones.

La correlación real de fuerzas bien sus ideas, libros y posiciones Una cosa es votar, y señalarse, en la es claramente desfavorable políticas siempre a contracorrienAsamblea de las Naciones Unidas, y para Rusia. te. Como sabes, lo he seguido desotras alinearse con EEUU y con la de hace años. Me enseñó, sobre Unión Europea. No hay dos sin tres. todo, la importancia de la demoCuando aparece una bipolarización grafía y de una visión histórica de siempre emerge una tercera vía; es la antropología. Para lo que estamos discutiendo, un libro fundecir, países que no pueden definirse abiertamente contra el damental es (el título lo dice casi todo) Después del imperio. bloque de poder dirigido por la Administración norteamericaEnsayo sobre la descomposición del sistema norteamericano. na pero que aprovechan la situación para ganar autonomía Empezaba así: “Los Estados Unidos se están convirtiendo en estratégica, sacar beneficios económicos y financieros y aposun problema para el mundo”. Decir esto en el 2003, primera tar por un nuevo orden internacional que tiende a coincidir edición del libro, tiene mérito. Cuando se lee con atención nos con las propuestas que defiende China. damos cuenta que apunta a la tendencia básica, a saber, el Emmanuel Todd dice dos cosas interesantes. Una, que Rusia, declive de los EEUU y sus consecuencias geopolíticas. en muchos sentidos, ha salido fortalecida económicamente del Todd se equivoca porque no distingue bien entre conflicto conflicto; y otra, que su capacidad militar no ha sido tan potenglobal y conflicto armado. Lleva toda la razón cuando habla de te como se esperaba. Sobre esta segunda cuestión no hablaré, que EEUU ha iniciado un conflicto global económico, tecnolótiempo habrá. Sí me parece más interesante la primera. gico, financiero, comercial contra Rusia, China e Irán. Parte de Michael Hudson lleva mucho tiempo indicando que la fractuese conflicto global es la guerra en Ucrania. Que esta se generara entre el norte y el sur global se da también en sus economías, lice en un conflicto mundial armado es posible. Yo diría que unas basadas en la financiarización y en la captación de rentas, muy posible, pero la III Guerra Mundial aún no se ha iniciado. y las otras basadas en economías productivas, en procesos de El peligro existe y así lo han puesto de manifiesto analistas industrialización autocentrada y en un Estado fuerte, soberano como David Goldman, Brandon J. Weichert, Pepe Escobar, Scott e independiente. Pensar que el PIB de Rusia es inferior a Italia Ritter… ¿Dónde está el problema? En eso que Roberto Buffagni y la mitad que el de Alemania, no se sostiene. Desde las sanha llamado la doble trampa estratégica para Rusia y para la ciones del 2014 Rusia ha ido cambiando progresivamente su OTAN/EEUU. La primera ya la hemos analizado. Rusia tenía matriz productiva y energética, ha desarrollado una agricultuque elegir entre la derrota estratégica o el enfrentamiento milira eficiente, una gran industria de fertilizantes, ha modernizatar con la OTAN. La segunda tiene que ver con la doble alternado la producción de sus materias primas minerales, ha realizativa que se le ofrece a los EEUU: o reducir daños y buscar una do eficaz política de sustitución de importaciones y, de esto no vía de acuerdo con Rusia o una huida hacia adelante. A esto se hay dudas, ha fortalecido su complejo militar-industrial. Es le llama escalada. La situación la ha expuesto con claridad el una vieja historia. El capitalismo a la Occidental no parece que Secretario General de la OTAN: “A algunos les preocupa que funcione en Rusia. nuestro apoyo a Ucrania pueda desencadenar una escalada.

Termino, querida amiga; esta carta es ya demasiado larga. La Quede claro: no hay opciones sin riesgo, pero el mayor riesgo de posibilidad de una tercera guerra mundial está en el horizonte. todos es que gane Putin”. Estas declaraciones hechas en la conSigue siendo necesaria una movilización de la ciudadanía conferencia de seguridad de Múnich señalan muy bien los dilemas tra la guerra, por un armisticio o alto el fuego en Ucrania que estratégicos del occidente colectivo dirigido por EEUU. permita poner fin a una guerra extremadamente cruenta y que ¿Por qué este dilema se plantea ahora con toda claridad? amenaza con convertirse en global. El núcleo dirigente de la Porque Rusia está ganando militarmente la guerra, está salienOTAN está, desde el principio, en un peligroso juego que condo bien librada de la enorme batería de sanciones económicas siste en ir hasta el límite pensando que el adversario no recuy financieras impuestas por los EEUU y la Unión Europea y, rrirá al uso del armamento nuclear. El conflicto en Ucrania es sobre todo, se está consolidando la reorganización de Eurasia existencial para Rusia, no así para la UE o para los EEUU. Para en torno al trípode Irán/Rusia/China. Dicho de otra forma, el evitar la guerra habría bastado solo con asegurar la neutralidad miedo a la escalada es hoy mucho más grave que ayer. Biden de Ucrania, garantizar su existencia como Estado y no seguir está tomando ya nota que el mundo ha cambiado mucho, que hostigando a la minoría rusa; es decir, cumplir los acuerdos de la multipolaridad está más avanzada de lo que creía y que solo Minsk. Este marco ya no parece posible, habrá que construir 39 países –y con trampas– están siguiendo las severísimas y sisotro ■

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Información de TV sobre un “Secreto de Estado”: las heces de Putin

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Propaganda y “conspiraciones” Por Andrea Zhok

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uienes tienen estudios superiores no están protegidos de la manipulación propagandística, sino, a veces, mucho más expuestos. Los motivos los presenta Zhok en este revelador artículo sobre las víctimas y los cómplices del conformismo bienpensante.

Cuando se trata de propaganda y de la manipulabilidad de la población, es un tópico muy repetido que el nivel cultural es una variable decisiva, ya que es capaz de dificultar la influenciabilidad de los sujetos. Esta suposición, además de la virtud de ser agradablemente reconfortante para quienes se ocupan de la cultura, parece seguir un silogismo sencillo. Al fin y al cabo, uno no se engaña fácilmente sobre las cosas que sabe, quien tiene una educación superior por definición debería saber más cosas, ergo quien tiene una educación superior debería ser menos engañable. Este razonamiento es tan aparentemente intuitivo como lamentablemente erróneo.

Se pueden distinguir dos formas distintas de manipulabilidad subjetiva, que podemos denominar esquemáticamente manipulabilidad primaria (nivel de instrucción) y manipulabilidad terciaria (nivel de instrucción).

1) Sobre la manipulabilidad primaria Educación primaria significa escolarización obligatoria, y hoy en día podemos considerar este nivel educativo como el nivel básico, suponiendo que todos los ciudadanos lo han disfrutado. Las personas que han limitado su educación a este nivel tienden a incorporarse primero al mundo laboral en empleos poco cualificados. Las personas con este bagaje cultural (por supuesto definido por el cultivo autónomo de sus propios intereses) son susceptibles de ciertas formas específicas de manipulación: las que hacen uso de una retórica de simplificación y apelan a un supuesto buen sentido común.

Se trata de una forma clásica y “visceral” de manipulabilidad, en la que el manipulador tiene que aparecer como una

“persona corriente con los pies en la tierra” y la falsificación tiene lugar en forma de recorte horizontal de la complejidad. Si algo representa un problema, la respuesta será “aplastemos el problema”, si alguien es un enemigo, la respuesta será “aplastemos al enemigo”. Esta forma de manipulación se presta a despertar emociones simples y violentas, y es la que más a menudo ha encontrado acomodo en formas de populismo autoritario. Por poner un ejemplo clásico, la encendida retórica antisemita que precedió y preparó las persecuciones en la Alemania de posguerra adoptó esta forma: dada una atmósfera de humillación y resentimiento nacional, agravada por un grave empobrecimiento de las clases medias, estigmatizar al judío como un “extranjero en nuestra casa” cuya riqueza había sido “robada al pueblo” permitía trasladar, con estos dos burdos cortes simplificadores, el sufrimiento popular a un chivo expiatorio conveniente.

Esta forma de manipulación es conocida y existe un cierto grado de alerta con respecto a ella, lo que no significa que ya no suponga un peligro.

2) Sobre la manipulabilidad terciaria Mucho menos conocida, y por tanto mucho más insidiosa, es la manipulabilidad a la que están sometidos los individuos que han disfrutado de una educación terciaria, es decir, universitaria, doctoral o postdoctoral. Para comprender sus características, es necesario aclarar qué implica una educación de este tipo.

Si en la manipulabilidad primaria el problema era la pobreza categorial, es decir, la posibilidad de caer en simplificacio-

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adopta el conocimiento científico propiamente dicho es la de la profundización sectorial, la del aislamiento de un campo para dedicarle todas las energías cognitivas. Mientras que la scientia antigua y medieval era sin duda “conocimiento” en sentido general, la ciencia moderna es el desarrollo de una facultad específica de abstracción. El sujeto que ha superado con éxito un ciclo de enseñanza superior es un sujeto que ha aprendido a aislar su propio campo de conocimiento, con métodos específicos, según un sistema de división del trabajo, delegando en otros la profundización en otros campos.

El desarrollo de la facultad de abstracción-separación es crucial en el nacimiento del conocimiento moderno. Este es el tipo de conocimiento que hizo posible diseccionar cadáveres como objetos, eliminando todo reparo a la idea de que fueran personas, aumentando así el conocimiento anatómico; este es el tipo de conocimiento que proporciona la tecnología bélica o la genética, despreciando el uso que se hará de ellas, porque ese es un problema que concierne a otros. Se trata de un modelo de cultivo de la mente que tiene su fuerza (y su debilidad) en el ejercicio de trabajar en compartimentos estancos, evitando asumir problemas contiguos, premisas, implicaciones emocionales, conexiones con nes burdas por falta de atención a los detalles, en el caso de la otros campos, etc. manipulabilidad terciaria estamos ante un problema muy disAquí, lo interesante es que este tinto. La esencia de la educación terciaria enfoque cognitivo manifiesta una pees la especialización, que capacita para Hay una “manipulabilidad” culiar manipulabilidad propia: la ocupar precisamente puestos de trabajo mente formada por una educación más especializados (y, por tanto, más no ligada a la emoción violenta, terciaria es una mente acostumbrada raros y tendencialmente mejor pagados). sino a la confianza ciega. a delegar lo que está fuera de su ámEn la era moderna, a diferencia de la Anbito de competencia en especialistas tigüedad y la Edad Media, la forma que

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especializados, en autoridades acreditadas. Paradójicamente, la mayor autoridad y autonomía en el propio campo tiende a expresarse como heteronomía en los demás campos de la realidad. Y esto, ojo, no es simplemente una disposición recomendada, sino que está realmente justificada por el hecho de que, efectivamente, la mayor especialización tiende a generar sujetos limitados y miopes en cualquier campo que trascienda su propia competencia. El prototipo caricaturesco del “científico loco” recoge en forma de hipérbole popular un hecho que parece paradójico, pero que no lo es: el hecho de que una subjetividad que ha desarrollado enormemente sus facultades en un campo puede ser ciega, insensible y desequilibrada en sus valoraciones más allá de ese campo. La educación terciaria es una educación que exige y apoya una mente heterónoma, una mente acostumbrada a “confiar en la autoridad” en todo lo que está fuera de su propia competencia, y a razonar mediante abstracciones y separaciones. (Por supuesto, también en este caso se trata de propensiones, no de condenas: hay quien consigue eludirlas).

En el plano de la sujeción a la propaganda, esto significa que la “manipulabilidad terciaria” tiene formas específicas. No se trata de una manipulabilidad ligada a la emoción violenta, sino a la confianza ciega y a la suspensión del sentido común (e incluso de la lógica) en todo lo que no es directamente de dominio propio. En un mundo cada vez más complejo, con una división del trabajo cada vez mayor, las especializaciones son cada vez más sectoriales, lo que significa que el campo de la “ignorancia de los sabios” es cada vez más amplio. Así, la manipulabilidad terciaria acaba siendo aún más virulenta y poderosa que la manipulabilidad primaria.

Esto se debe a que, a diferencia de la manipulabilidad de los menos instruidos, la manipulabilidad de los “doctos” está

dispuesta a aceptar cualquier infracción del sentido común, que se considera una guía poco fiable en comparación con la autoridad de los “acreditados”. En estas condiciones, basta con que se corrompan unas cuantas acreditaciones estratégicas, o que se corrompan los medios de comunicación, o ambas cosas, para que los muy instruidos se conviertan en un rebaño manipulable de las formas más desconcertantes, precisamente porque el anclaje al sentido común y la capacidad autónoma de juicio global están desactivados.

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3) Funciones epistémicas de las “teorías de la conspiración“ en la literatura epistemológica: la conexión de los datos en una Esto nos lleva a una última consideración sobre el papel que visión unificada se hace sobre la base de una suposición intendesempeñan en las sociedades modernas las llamadas “teorías cional, como si siempre hubiera una intención oculta tras las de la conspiración”. El heterogéneo conjunto de lo que entra en correlaciones, tendencias, concomitancias. Esta forma de desla categoría de “conspiración” está unido simplemente por el cripción intencional es casi siempre errónea en muchos detarechazo de las interpretaciones oficiales. En este amplísimo lles, y tiende a subestimar los márgenes de accidentalidad de la espacio pueden aparecer cosas muy distintas, desde auténtihistoria. cos delirios paranoicos hasta simples teorías científicas minoSin embargo, hay un segundo aspecto de la actitud “conspiritarias. Por tanto, no es posible hablar rativa” que siempre se subestima, y que del valor de las “teorías de la conspiraen cambio tiene una función social (y Se considera “conspiración” ción” en general; sí es posible, en camepistemológica) altamente positiva. La bio, hablar de su función social. lógica de la interpretación intencional a todo lo que rechaza Las llamadas “teorías de la conspira(la ‘postura intencional’ de Dennett) las interpretaciones oficiales. ción” tienden a florecer cuando crece la tiene un peculiar poder sintético: consipercepción de la falta de fiabilidad de las teorías acreditadas. Y gue componer en una configuración sintética muchos datos en un mundo en el que los intereses económicos en el control que según las descripciones causales ordinarias no sería poside la información son masivos, y los medios para ejercer dicho ble juntar. Ahora bien, si bien es cierto que las descripciones control son manifiestos, la sospecha de que las teorías acrediintencionales tienden a ir demasiado lejos en su intento de dar tadas pueden no ser fiables no puede sino ser rampante. Quien sentido común a sucesos distintos, hay que señalar que las nunca se inclina, ni siquiera un poco, a dar crédito a estas descripciones científicas tienen precisamente el defecto coninterpretaciones alternativas es un espíritu clínicamente trario: tienden a no ver, y no quieren acreditar, conexiones reamuerto. les allí donde no se han acumulado pruebas suficientes duranLas “teorías de la conspiración” en este contexto tienen una te el tiempo suficiente. La visión “científica” tiende estructuraltendencia general, y es la tendencia a buscar una clave intenmente a una forma de miopía cuando se trata de procesos mulcionada, y por tanto racional, para interpretar cadenas de tifactoriales, históricos, políticos, en definitiva, de todos aqueacontecimientos cruciales y de otro modo incomprensibles. llos procesos que son más importantes para quienes los viven, Este tipo de teoría suele estar sujeta a un exceso de racionalisy donde la miopía y la incapacidad de interpretar sintéticamo en el sentido de que muchos acontecimientos, incluso apamente tienen un alto coste. rentemente inconexos, pueden englobarse bajo la idea de un Pero, se dirá, si una interpretación intencional no es científi“plan general”. El fallo de este planteamiento es bien conocido camente correcta, si algunas de las cosas que se cree que están

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unidas por una voluntad (un plan) resultan no formar parte del ría intencionada que es incierta, y que a menudo será refutada plan de nadie, entonces ¿no es aconsejable evitar todo error? en diversos detalles, y sin embargo, al lanzar redes hipotéticas, ¿No es mejor abstenerse de toda evaluación para no exagerar permiten extraer con el tiempo muchos más hechos y conexioen conjeturas erróneas? nes reales que ciñéndose a las tesis “acreditadas”.

En este caso, la respuesta es un rotundo no.

Y la razón es la siguiente: las perspectivas que producen una 4) Conclusiones síntesis de muchos factores permiten descubrir lo verdadero La escansión entre la “manipulabilidad primaria” y la “maniaun cuando sean parcialmente falsas. pulabilidad terciaria”, así como la existente entre la conjetura Cuando echamos un vistazo al mundo, a la historia que habi“conspirativa” y la tesis “acreditada” sigue –en términos genetamos, nos enfrentamos a procesos multifactoriales de gran rales– una cresta de clase; donde la clase no está estrictamente complejidad. Aquí, el descubrimiento de las causas realmente relacionada con la renta (por importante que ésta sea), sino implicadas es siempre un descubrimiento complicado, inciercon la ubicación en relación con el poder constituido. to, arduo. A menudo intervienen vínculos causales indirectos, Las clases establecidas que sostienen el poder, los trabajadoque solo surgen a posteriori, con análisis estadísticos, quizá res del conocimiento integrados, la burguesía semiculturada, décadas después, y puede que nunca se llegue a una constataávidos usuarios de los medios de comunicación con sello y de ción que vaya más allá de la especulación. Si con respecto a los periódicos del régimen, se apoyan unos a otros para colgartodas estas conexiones nuestro juicio permanece anclado en la se medallas de “acreditación” en el pecho. Se impregnan de suspensión del juicio, nos condenamos a una miopía que nos indignación ante los “conspiracionistas” y las “fake news” –cerhace impotentes. tificadas como tales por su propia línea de mando– y se preEl conocimiento, incluso el científico, progresa mediante el guntan cómo es posible, señora mía. uso de metáforas, símiles, modelos analógicos que son regularY la respuesta es sencilla y rápida: todo es culpa de la Igmente superados por otras metáforas, símiles, modelos (por norancia. decir, hoy rechazamos como falsa la metáfora del “fluido calóSon los ignorantes, la plebe mal educada y sin formación, rico” en termodinámica, pero había predicciones correctas que que no logran comprender que nunca se debe creer lo que se esa metáfora permitía y que siguen siendo válidas hoy). tiene ante los ojos, sino que, por el contrario, se debe creer En El nombre de la rosa, Umberto Eco siempre aquello que dicen las terceras escenifica brillantemente esta dinámipersonas ungidas de autoridad. (CurioLa sospecha de que las teorías ca epistemológica cuando hace que su samente, suelen ser los mismos que se protagonista, Guillermo de Baskerville, burlan de los escolásticos por buscar la acreditadas pueden no construya una teoría en torno a las raverdad sobre el mundo en las biblioteser fiables es rampante. zones de la serie de asesinatos que está cas de los monasterios en lugar de businvestigando. Esta teoría se basa en la carla en la naturaleza...). La facultad de idea de que el autor pretende representar momentos del Aposeparar y abstraer y compartimentar los hechos del mundo, calipsis de Juan. Sin embargo, cuando finalmente William se confiando serenamente en Reuters [agencia de noticias] o en encuentra cara a cara con Jorge, el autor de los crímenes, éste AIFA [agencia de medicamentos], en Open [fundación asociale hace saber que no ha seguido el Apocalipsis en absoluto. Y, da a Matteo Renzi] o en Von der Leyen [presidenta de la sin embargo, la capacidad de sintetizar los hechos a lo largo de Comisión Europea], les predispone a una visión acurrucada en esa conjetura (objetivamente incorrecta) permitió a William el bien y en el derecho, dispuesta, además, a cambiar de orienatrapar realmente al culpable. tación en veinticuatro horas, siempre que se respete la cadena Las “teorías de la conspiración” cumplen una función simide fuentes de autoridad. lar. Por supuesto, sería preferible, en un mundo ideal, que En este juego son a la vez víctimas y cómplices de su propia hubiera suficiente elasticidad y pluralismo entre las mismas manipulación, que se deriva directamente de su solidaridad fuentes acreditadas para permitir que salieran a la luz y se con los intereses y orientaciones del poder. En el estanque del debatieran hipótesis no evidentes, sin necesidad de tomar la conformismo bienpensante en el que nadan estas clases, ser “vía subterránea” propia de las “teorías de la conspiración”. manipuladas es, en efecto, una forma de engaño, pero de engaPero en ausencia de estas condiciones, algunas tesis tildadas ño a medias, porque si es cierto que están sometidas a las verde “teorías de la conspiración” pueden tener precisamente esta dades del poder, también lo es que en el fondo saben que es su función: crean una red de conexiones sobre la base de una teoadhesión a ese poder lo que les garantiza el pan y las migajasn

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Campaña institucional “Antirracistas”

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Americanización Por Claudio Zulian

¿Q

ué relación existe entre el cine que actualmente produce Disney y el modelo ideológico que está asumiendo la izquierda en Europa? Son expresiones de unas ideas originadas en –y difundidas por– los Estados Unidos de América.

La globalización y el neoliberalismo, extendidos al amparo de la hegemonía política y militar de Estados Unidos después de la caída del muro de Berlín, han supuesto una aceleración en la difusión de la american way of life en el mundo entero. En Europa, si bien la americanización era un rasgo más propio del consumo y de la cultura popular hasta los años ochenta del siglo XX, ahora parece haberse extendido a todos los aspectos de la vida social y cultural, desde los debates académicos hasta la vida política.

En el ámbito de la izquierda, la americanización ha supuesto un cambio de paradigma y un tránsito hacia diferentes ideales y objetivos. La izquierda europea había nacido, incluso como denominación, con la revolución francesa y nunca había abandonado la perspectiva revolucionaria: esto es, la idea de que la sociedad existente debería ser transcendida por otra mejor. A lo largo del siglo XIX y XX tal concepción fue robusteciéndose con elaboraciones de primer orden –Marx in primis, pero también Fourier o Bakunin– y midiéndose en la concreta lucha política en todo el continente: 1848, 1870, 1917. Durante el siglo XX, el pensamiento y la praxis de la izquierda europea incorporaron, además, elementos de la crítica a la consistencia del individuo que habían formulado Nietzsche y Freud –en las reflexiones de la Escuela de Frankfurt, por ejemplo, donde las experiencias de la intimidad psíquica se vincularon con concretas dimensiones sociales–. Se articulaban así unas perspectivas de transformación radical –un mundo y un individuo completamente nuevo– y una desconfianza también radical hacia toda aparente coherencia discursiva, tanto institucional como individual.

La tradición de la izquierda estadounidense ha sido, en cambio, completamente diferente. Quizá porque Estados Unidos no conoció intentos de restauración –como sucedió en Europa después de 1815–, allí se consideró que la revolución de las Trece Colonias sí había alumbrado un mundo nuevo que, una vez asentado, no necesitaba otra revolución. Las corrientes principales de la izquierda estadounidense han sido, por ello, siempre reformistas. No han conocido la aspiración a un cambio drástico del orden social, sino el deseo de su perfeccionamiento, teniendo como brújula la Declaración de independencia de 1776 –muy en particular, la promesa de felicidad individual que allí se expresa– y la constitución de 1787. Este es el horizonte de referencia para toda reivindicación en Estados Unidos. Recientemente, por ejemplo, los exponentes del movimiento Black Lives Matter no han exigido cambios revolucionarios, sino el respeto de la Constitución en tanto que ésta asegura el principio de no discriminación para todos los ciudadanos.

Además, en oposición a la secularización y al difuso escepticismo europeo, este reformismo estadounidense conecta con una específica tradición religiosa por medio de un cordón umbilical nunca resecado: la componente religiosa puritana, caracterizada por la literalidad de la lectura textual de Biblia y la idea de la santidad del creyente y de la comunidad de los fieles, es todavía apreciable en muchos debates de la sociedad estadounidense –por ejemplo, respecto del lenguaje “políticamente correcto”–. Pertenece a ese acervo de origen religioso la concepción del individuo, considerado como una unidad primigenia consistente, “santa”, y no agrietada por inconsciencias

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España está copiando el modelo social de Estados Unidos

y lapsus freudianos. Este es el individuo que tiene derecho a la búsqueda de la felicidad inscrita en la Constitución y que configura el núcleo esencial, el principio primero de todo el orden político.

Estas características, reforLa cultura de EE.UU. mismo e individualismo esencialista, son visibles, en diveradapta lo ajeno a sus propias concepciones sos grados, no sólo en los rasgos culturales y políticos espefundamentales. cíficos de Estados Unidos, sino también –y no podría ser de otro modo–, en la forma de la metabolización de ideas y comportamientos ajenos. La americanización sobre la que venimos reflexionando, no ha sido sólo una difusión de elementos culturales autóctonos, sino también –y en ello reside una parte importante de su fuerza– una absorción y reelaboración de elementos exógenos, redifundidos luego globalmente.

A la manera de la antigua Roma, la cultura estadounidense está abierta al mundo –quizá porque, como sugiere el sociólogo francés Frédéric Martel, “Estados Unidos es un mundo”–, adapta lo ajeno a sus propias concepciones fundamentales y lo hace luego objeto de broadcast, es decir, lo difunde de manera amplificada.

En el ámbito académico y político, son ejemplares, en este sentido, las aventuras de las reflexiones sobre el orden del discurso de Michel Foucault. Para el filósofo francés, el estudio de la topología de la enunciación –los espacios desde los que se enuncian los discursos dominantes– es una vuelta de tuerca

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más en el análisis, inaugurado por Nietzsche, de la fundamental historicidad, heterogeneidad e inconsistencia de los discursos, tanto si son institucionales como si son individuales. En la academia y en los ambientes activistas de Estados Unidos, tal análisis ha sedimentado, en cambio, sobre el zócalo sólido, imposible de agrietar, del individualismo esencialista, trans for mán dose en un argumento a favor de la consistencia del individuo. Por ejemplo, la coincidencia de varios vectores de opresión (raza, género, etc.) en las reflexiones sobre la interseccionalidad, no da lugar a una concepción de un individuo roto por la heterogeneidad de tales vectores y, por eso mismo, capaz de cuestionar la solidez del molde opresivo y de encontrar alianzas, también heterogéneas. Al contrario: es porque coinciden concretamente en mí estos vectores que puedo decir un “yo” irreducible a cualquier otra experiencia. Se redibuja, en suma, una vez más, la barrera infranqueable de la consistencia del individuo propia de la cultura estadounidense –eso sí, con una nueva argumentación–.

No se trata sólo de discusiones académicas. La relectura de la crítica foucaultiana al orden del discurso en clave esencialista, propia del ámbito estadounidense, ha sido una de las bases conceptuales de concretas medidas políticas y sociales. Al considerar, a la manera de Foucault, que los marcos discursivos neutros y tendientes a la universalidad son insostenibles, se intenta reducir todo enunciado al individuo que lo profiere. Como en un juego de muñecas rusas, una serie de identidades sólidas y consistentes justifica que sólo cierto género pueda hablar de sí mismo; dentro de este género, las personas de cierta raza serán las únicas que podrán hablar de su propio sub-grupo; dentro de este sub-grupo, las personas que tengan determinada especificidad sexual constituirán otro conjunto aislado... No hace falta subrayar que este tipo de definición topológica tiende a abolirse a sí misma puesto que no hay razón de interrumpir la serie antes de llegar al átomo primigenio de toda experiencia que es el individuo mismo –recordemos que en la Non-binary Wiki existe la

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definición de egogender, como aquel género integrado sólo por uno mismo–.

La afirmación axiomática de la consistencia individual tiene como consecuencia la imposibilidad de disponer de instrumentos para analizar crisis y malestares del individuo mismo –y de la comunidad de la que es el zócalo–. En este sentido, toda crisis o malestar tendrá irremediablemente una etioEl multiculturalismo logía exógena, lo que significa también es una expresión que las causas de esa crisis o malestar se encuentran fuera de la acción de las del individuo o del grupo al multinacionales. que pertenece, y esto sería siempre así porque no es concebible que el individuo o el grupo, apodícticamente consistentes, puedan contener heterogeneidades críticas. El remedio no puede ser entonces más que añadir otro elemento consistente a la consistencia anterior, una prótesis por así decirlo, que colme la grieta que haya aparecido.

Un ejemplo, a la vez conceptual y político, de cuanto decimos: la crisis del “grupo” de investigación modernidad/colonialidad (Grupo M/C), que se rompió alrededor de la cuestión del apoyo o no al gobierno bolivariano de Venezuela. Ramón Grosfoguel, sociólogo perteneciente al Grupo M/C, afirma, por un lado, que hay movimientos e intelectuales decoloniales apoyados por la CIA (el elemento externo que lleva a la crisis), y propone, por otro lado, añadir “antimperialista” a la secuencia feminista, antifascista, ecologista, antirracista y anticolonialista, para distinguir uno de los dos bandos.

Salta a la vista que se trata de una operación infinita: cualquier crisis de cualquiera de los términos necesitará una nueva prótesis conceptual. Reencontramos similares problemáticas en el ámbito del debate feminista, cuando Nancy Fraser, por ejemplo, ante la evidencia de que existe un feminismo procapitalista, considera necesario añadir el adjetivo “socialista” a “feminista”, para asegurar la operatividad crítica de su propio pensamiento.

La negación de toda posibilidad de universalidad discursiva –en aras de la consistencia última e in-

trasmisible de la experiencia individual– presupone, sin embargo, algún otro marco que sustente la posibilidad de comunicación entre individuos y, por lo tanto, la existencia de la comunidad. Es aquí donde podemos apreciar cómo el individualismo esencialista y el reformismo político “hacen sistema”.

La crítica individualista al universalismo no es absoluta en términos conceptuales, políticos o existenciales, sino que presupone el marco del Estado y del sistema capitalista naturalizado en la declaración de independencia estadounidense, sobre todo gracias al derecho a la propiedad y a la búsqueda de la felicidad. Es por ello que en Estados Unidos –y en las sociedades americanizadas– quejas y reivindicaciones, aun de matriz particularista y anti-universalista, tienen ese rasgo patriótico y constitucional que indicamos a propósito del movimiento Black Lives Matter. No es por casualidad, por ejemplo, que las películas de Disney, las producidas recientemente, asumen postulados feministas, ecologistas, antirracistas y anticolonialistas. Tales películas son en sí mismas la expresión del capitalismo actual y son, por lo tanto, el lugar adecuado para expresar quejas y reivindicaciones en la óptica reformista estadounidense.

Es más, las películas de Disney suponen, no sólo la coincidencia de paradigmas culturales y políticos, sino también una muy concreta convergencia de intereses entre las clases educadas urbanas –que votan a la izquierda y se han beneficiado de la globalización– y las multinacionales que producen contenidos culturales o nuevas tecnologías. El multiculturalismo, típi-

El fenómeno Black Lives Matter ya se reproduce en España

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co de tantos blockbusters recientes, no es sólo una cuestión de abertura cultural y política hacia el Otro, sino también una muy concreta expresión del ámbito supraestatal de la acción de las multinacionales cuyo origen se encuentra en Estados Unidos.

Son estas organizaciones empresariales, multiculturales por definición, las interesadas en promover la sustancial integración de toda persona –independientemente de su sexo, raza o religión– al capitalismo, como consumidor y como trabajador.

Da fe del origen norteamericano de este multiculturalismo –que ha alcanzado también la academia global– el hecho que promueva una visión esencialista de los Otros y de sus comunidades, imaginándolos como integrantes de culturas primigenias, holísticas e intocadas. Una nueva versión, en suma, del mito, moderno y occidental donde los haya, del Buen Salvaje, al que una vez más se priva de historia y de política, con el argumento, típicamente esencialista, de una imposible conexión y comparabilidad entre culturas.

El paradigma reformista y esencialista, en tanto que descarta, niega y obvia todos los constructos sociales y culturales que suponen una crisis radical en su seno, no es capaz de interpretar cabalmente sus propias líneas de fuga. Crisis y malestar crecen sin que haya manera ni siquiera de nombrarlos, hasta que explotan de forma in-significante aunque violenta: las matanzas perpetradas por personas corrientes que un día cogen sus armas y disparan a sus vecinos, a sus compañeros de trabajo o a fantasmáticos objetos de su odio, podrían ser un triste ejemplo de cuanto venimos diciendo.

La potencia genera, sin embargo, un efecto de espejo, y de atracción. La cultura estadounidense está amparada por la (híper)potencia industrial y militar del país, que provee las bases para su difusión. No se trata sólo de sinergias genéricas: las cuotas de pantalla de las películas de Hollywood son objeto de muy concretas –y rudas– negociaciones y tratados entre gobiernos. La academia estadounidense posee también un concreto poder de atracción de talento por los sueldos y posibilidades de desarrollo de investigaciones que brinda. Se genera así un efecto de loop: reformismo y esencialismo constituyen una verdad porque se imponen y se imponen porque son verdad –más allá de cualquier consideración sobre su efectividad conceptual o política–. Tales constructos generan efectos reales con su imposición, pero no tienen necesariamente relación con las diferentes realidades a las que tapan. Son más bien discursos e imágenes colocados encima de esas realidades.

La izquierda, en Europa como en todo el mundo americanizado, al haber asumido estos postulados, por interés de clase y comunidad de cultura, ha tenido que pagar en ceguera las ventajas de compartir hegemonía. En consecuencia, algunas cues-

España empieza a reproducir fenómenos sociales estadounidenses

tiones centrales, que definían políticamente a la izquierda, se han deslizado a los márgenes, o bien han desaparecido por completo. Por ejemplo, en Europa como en Estados Unidos la problemática de la pobreza ha acabado por ser considerada un asunto técnico –y no sistémico– que debe ser gestionado a través de los servicios sociales. En Estados Unidos, por cierto, se gestiona también penalmente, según la vieja tradición religiosa anglosajona que considera a los pobres unos delincuentes.

Así, las personas de escasos recursos, quienes forman parte de la clase obrera precaria, se orientan –por rabia, por miedo e incluso por afinidad cultural– hacia la derecha. Tal deriva política de las clases populares, otrora troncales en el voto, conforma uno de esos límites en los que naufraga el pensamiento y la práctica política de la izquierda, sin que se discutan siquiera las razones. Realismo y capacidad de análisis crítico –y autocrítico– quedan, en estos momentos, fuera de su alcance.

Es posible que, contrariamente a lo que se suele afirmar, sólo una perspectiva revolucionaria –en el sentido de imaginación trascendente de otra sociedad cuyo andamiaje está por definir–, permita ahora un análisis realista de las tensiones sociales y una acción que sepa significar la negatividad y la violencia que habita toda sociedad americanizada. Mas, es sobre todo el deseo de otro mundo, cercenado por el reformismo y el individualismo esencialista. Un deseo que –como glosa con precisión la escritora feminista Elisa Cuter en su espléndido ensayo Ripartire dal desiderio– será siempre confuso y conflictivo, pero abierto al futuro y radicalmente fértil ■

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El primer ministro japonés, Fumio Kishida, recibido por Joe Biden

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Misiles en Oriente El nuevo despliegue militar de Estados Unidos en Asia por Higinio Polo

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a guerra en el este de Europa no debe ocultarnos lo que ocurre en el este de Asia, donde Estados Unidos parece organizar una nueva OTAN con la que poner en riesgo el perímetro de seguridad chino.

La construcción de un arco de acero repleto de misiles frente a las costas chinas acumula piezas en Japón y Filipinas para el nuevo despliegue militar estadounidense en Asia. Biden y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se reunieron en Washington el 13 de enero de 2023. La cita tenía un significado preciso: Japón se dispone a duplicar su presupuesto militar y Estados Unidos y la OTAN están impulsando un plan de rearme en todo Oriente. El Pentágono está reorganizando y reforzando su dispositivo militar en Asia, en el Índico y el Pacífico, con un discurso que ofrece “seguridad” a sus aliados y a los países de la región frente a lo que denomina la “agresividad china”.

La región de Asia-Pacífico ha mantenido la estabilidad en las tres últimas décadas, pese a la existencia de peligrosos focos de conflicto: la falta de un acuerdo de paz en Corea y la cuestión de la desnuclearización de la península, los intentos de avanzar hacia la independencia de Taiwán, rompiendo su histórica pertenencia a China; las disputas en el Mar de China meridional entre varios países, y las diferencias entre Pekín y Tokio por la soberanía de las islas Senkaku (Diaoyu para China), que están situadas a medio camino entre Okinawa y Taiwán. Estados Unidos está reactivando esos conflictos, con diferente fortuna: la visita de Pelosi y de delegaciones oficiales estadounidenses a Taiwán y los constantes ejercicios militares en las fronteras de Corea del Norte, sirven para presionar a Pekín, que debe dedicar una parte de la actividad de su gobierno y del presupuesto a la disuasión militar.

La estrategia de Estados Unidos en Asia-Pacífico se concreta,

por una parte, en ampliar sus fuerzas militares en toda la región, aumentar sus puntos de apoyo logístico, bases navales y aéreas, en el arco que va de Singapur a Japón y Corea del Sur pasando por Filipinas, Taiwán y la japonesa Okinawa, con una segunda línea articulada en la base de Guam y retaguardia operativa en Darwin y la base de Pine Gap en el desierto de Australia, además de la base de la flota del Pacífico y el United States Indo-Pacific Command, USINDOPACOM, en Hawái (que agrupa a las fuerzas del ejército, los marines, la Navy y la Fuerza Aérea), junto a la base naval y aérea de Diego García en el océano Índico (en el archipiélago de Chagos, arrebatado por Londres a Mauricio) que alberga submarinos nucleares y bombarderos, y las Islas Cocos australianas, situadas a mil kilómetros al sur de Java. Desde Pine Gap, la base espía estadounidense más importante del mundo, se interceptan comunicaciones en todo el planeta y se dirigen drones de bombardeo: es una pieza clave del acuerdo AUKUS con Australia y Japón. Además, el Pentágono quiere aumentar las funciones operativas del QUAD que agrupa a India, Japón, Estados Unidos y Australia.

Al mismo tiempo, Washington estimula diferencias y enfrentamientos entre China y los países de la ASEAN, y también con la India, y en el arco que va de Pakistán a las antiguas repúblicas soviéticas de Asia central. Junto a ello, utiliza Taiwán como espoleta y pretende convertir a Japón en su baluarte para enfrentarse a China, aunque eso dificulta sus objetivos con otros países asiáticos que no han olvidado la ferocidad imperialista que llevó a Tokio a invadir primero China y Corea, y durante la

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Segunda Guerra Mundial el sudeste asiático que hoy se agrupa cula la seguridad en Europa con la situación en el oriente asiáen la ASEAN. Pekín pide a Tokio prudencia en el asunto de tico y en la gran región de Asia-Pacífico, en un momento en Taiwán y en la disputa sobre las islas Senkaku-Diaoyu, y planque el Pentágono no contempla la guerra en Ucrania solo tea la búsqueda de la seguridad para ambos países, aunque las como un posible y peligroso foco de conflicto entre potencias heridas de la Segunda Guerra Mundial siguen presentes pornucleares que puede agravarse, sino como un campo de prueque pese a las advertencias de Pekín el gobierno japonés sigue bas, y ello tiene repercusiones decisivas en Oriente: la llanura honrando a los criminales de guerra enterrados en el santuario ucraniana es un gigantesco polígono para calibrar la eficacia tokiota de Yasukuni: dos ministros del de sus armas, para el control de las cogabinete de Kishida lo visitaron en agosto El Pentágono contempla la guerra municaciones, el trabajo de sus servicios de 2022. El primer ministro Kishida, como de inteligencia y para monitorizar con la en Ucrania como un campo su antecesor Abe, pertenece a Nippon Kaired de satélites la actividad de sus enegi, una organización de extrema derecha migos. de pruebas. que apoya los homenajes en Yasukuni, La intervención estadounidense en niega los crímenes del ejército japonés en la Segunda Guerra Japón durante la Segunda Guerra Mundial y el rosario de bases Mundial, como la matanza de Nankín, y pretende cambiar la militares creadas después en Asia-Pacífico fueron planes béliConstitución del país para rearmarse y convertirse en una gran cos exclusivamente controlados por Washington, aunque recipotencia militar. biese ayuda de sus aliados para las guerras de Corea y Vietnam y para operaciones encubiertas en toda la región. Ahora, el concepto estratégico ha cambiado y Estados Unidos quiere vincular de forma permanente a sus aliados europeos, Japón, Corea del Sur y Australia, que son en la práctica protectorados debido a las decenas de bases militares estadounidenses que albergan, aunque el gobierno de Biden y el Pentágono tienen que vencer todavía resistencias en Europa, que contemplan a China como un adversario pero no como una amenaza militar, y deben volver a definir la OTAN porque les resulta insuficiente si la alianza se limitase exclusivamente a su ámbito de actuación del Atlántico norte, aunque haya lanzado ya operaciones militares en Lloyd Austin saludando a personal del ejército filipino durante su visita a Manila Yugoslavia y en Oriente Medio. El anclaje del discurso estadounidense necesita vincular y Tras el horror de los bombardeos que destruyeron Japón en definir a China y Rusia como un “bloque autoritario” que se la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos consiguió impoenfrenta a las democracias: es el viejo y tramposo lema del ner en el país unos políticos corruptos y mafiosos cuya divisa “mundo libre” que se defiende de los enemigos de la libertad, principal parecía ser “mendokusai”, la pereza, la molestia para actualizado ahora en un nuevo escenario estratégico donde impulsar cambios ante la subordinación: esos dirigentes acepChina desempeña el mayor peligro para la hegemonía estataron la ocupación militar, las bases y la sumisión a la política dounidense. exterior de Washington. Esa condición se mantiene hoy, y el Las giras de Austin y de Stoltenberg por Asia, a finales de nombramiento de Fumio Kishida como primer ministro supuenero de 2023, estaban coordinadas. Austin visitó Corea del Sur so la adopción de una nueva Estrategia de seguridad nacional y Filipinas entre el 30 de enero y el 2 de febrero. El jefe del japonesa. Tradicionalmente, Japón veía peligros para su seguPentágono se reunió con el presidente surcoreano, Yoon Suk ridad en China y no le preocupaba demasiado el escenario Yeol, y con el ministro de Defensa, Lee Jong-Sup, y acordaron europeo, pero su progresiva incorporación a la estrategia miliaumentar el despliegue militar estadounidense con portaaviotar estadounidense tiende a integrar para Tokio ambos escenanes y aviones de combate y la realización de nuevos ejercicios rios. Kishida ha asumido el discurso estadounidense que vinmilitares, además de abordar la función del armamento nu-

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clear, que Corea del Sur no ha descartado albergar. El secretaLa defensa de Taiwán es la gran excusa norteamericana para rio de la OTAN visitó también Corea del Sur, además de Japón, intentar contener a China. En octubre de 2021, Tsai Ing-wen, que no son miembros de la alianza que dirige, e insistió en el presidenta de Taiwán, confirmó a la CNN que tropas estadou“desafío chino” a la seguridad, los intereses y los “valores” occinidenses entrenan a su ejército. El diario Taiwan News reveladentales. Stoltenberg llevaba en su cartera una exigencia: Tokio ba en abril de 2022 que Estados Unidos estaba construyendo y Seúl deben contribuir al envío de armamento a Ucrania. El un campo de entrenamiento militar en Hsinchu, en el norte de viaje no era una improvisación: en junio de 2022, en Madrid, Taiwán, y la agencia taiwanesa CNA informaba el 22 de febrero los dirigentes de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zede 2023 que la isla enviará a Estados Unidos por primera vez un landa asistieron por primera vez a una cumbre de la OTAN. En batallón de 500 soldados para entrenamientos de combate. Al Tokio, señalando a China y alarmando a la audiencia, Stoldía siguiente, por si faltaban señales, el Wall Street Journal tenberg afirmó que “lo que está sucediendo en el Este de Eudaba cuenta de que el Pentágono se dispone a cuadruplicar sus ropa, podría pasar mañana en el Este de Asia”, e hizo pública fuerzas en Taiwán, con el recurrente pretexto de la “amenaza junto al primer ministro japonés Kishida una declaración conchina”. junta denunciando la “creciente cooperación militar de Rusia El nuevo despliegue estadounidense en oriente representa con China”. La alianza militar occidental sitúa a China entre también una seria amenaza para Rusia y Corea del Norte. sus enemigos, aplicando la definición estadounidense que ha Austin hizo una referencia explícita a Corea del Norte durante hecho de su “contención” el eje central de su política exterior.

Estados Unidos también presiona al gobierno japonés para que sean eliminadas las restricciones a la actuación del ejército nipón en el exterior, y le ha forzado a aumentar su presupuesto militar, porque busca embarcar Japón en su plan para “contener a China”. El Pentágono establecerá en Okinawa una unidad de intervención rápida de marines, y con el argumento de “defender a Japón” de China, Washington plantea desplegar nuevo armamento en el país, misiles de crucero e hipersónicos de largo alcance en el archipiélago Nansei (Okinawa es la isla de mayor extensión), cercano a Taiwán. De llevarse a cabo, China lo considerará una provocación y un plan Nguyen Phu Trong, Secretario General del Partido Comunista de Vietnam, recibido por Xi Jinping para evitar la reunificación de la isla, con la complicidad del Japón que la colonizó desde finales del siglo XIX su estancia en Seúl, y en febrero Dai Bing, representante chino hasta su derrota en 1945. Pekín no ha olvidado los crímenes de en la ONU, afirmó en el Consejo de Seguridad que desde iniguerra de Japón en territorio chino durante la Segunda Guerra cios de 2023 Estados Unidos y sus aliados están aumentando la Mundial, y se han añadido nuevas difeactividad militar alrededor de la penínrencias: Washington, que obligó a Hosula coreana, agravando la inseguridad Para Washington el territorio landa y Corea del Sur a dejar de comerciar de la región en una clara provocación de actuación de la OTAN chips con China, ha impuesto también hacia Corea del Norte. Estados Unidos esa decisión a Tokio pese a que generará exige que se discuta la desnuclearización debe ser mundial. muchas dificultades a la industria de sede Corea del Norte pero al mismo tiempo miconductores japonesa, y el nuevo miimpulsa formas de cooperación nuclear nistro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, ha expresado a en la región de Asia-Pacífico que vulneran el Tratado de No su homólogo japonés, Yoshimasa Hayashi, la preocupación Proliferación Nuclear (TNP) y mantiene en secreto si dispone china por el vertido al océano de agua contaminada de la cende armas nucleares en sus bases surcoreanas y japonesas. tral de Fukishima.

Según informó el diario japonés Sankei Shimbun el 4 de *** febrero de 2023, Estados Unidos pretende desplegar misiles de

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alcance medio en Japón que podrían alcanzar toda la costa dounidense y la creación de un nuevo Marine Littoral Reoriental china, y el gobierno de Kishida está dispuesto a negogiment (MLR) en Okinawa para 2025. ciar un acuerdo para ello. Con Trump, Estados Unidos abandoEl Pentágono, que tiene acantonados unos 60.000 soldados nó el Tratado INF de misiles de corto y medio alcance (entre en Japón y 28.000 en Corea del Sur, quiere reforzar también las 500 y 5.500 kilómetros) para tener libertad de desplegarlos de islas que separan el Mar de la China Oriental del Pacífico occinuevo en Europa en su plan de acoso a Rusia, pero también dental, cercanas a Taiwán. Todo el nuevo despliegue está orienapuntando a China porque el Pentágono mantiene que el ejértado contra “la amenaza creciente de China”, aunque Washingcito chino posee más de mil misiles de alcance medio. Así, ton debe contar con la oposición de la población japonesa a podrían ser desplegados en territorio japonés misiles hipersóalbergar misiles de alcance medio, por lo que se mantiene nicos LRHW con un alcance de dos mil setecientos kilómetros públicamente en un segundo plano dejando que sea el gobiery misiles de crucero Tomahawk que tienen un radio de hasta no japonés quien insista ante sus ciudadanos de la “necesidad” dos mil kilómetros, y fuentes del gobierno nipón admitieron de desplegar esos misiles, ocultando que si se desatase un enque podría hacerse en Kyúsh, la tercera isla japonesa en extenfrentamiento militar Estados Unidos quedaría a salvo pero sión y la más cercana a Corea. Yomiuri Shimbun (el periódico convertiría inmediatamente a Japón en objetivo de las represajaponés de mayor tirada, con más de diez millones de ejemplares diarios) daba cuenta el 16 de diciembre de 2022 de la aprobación por el gobierno de Kishida de “tres documentos clave de seguridad”, que incluían el reforzamiento de la Guardia Costera (con atención especial a las islas Senkaku) y, como cuestión central, que Japón adquiera la “capacidad de contraataque para destruir los silos de lanzamiento de misiles enemigos”, decisión que supone el abandono de la política tradicional nipona de autodefensa para dotarse de armamento ofensivo. Japón dispone también de un programa de desarrollo de misiles hipersónicos. De acuerdo con las exigencias de la OTAN, Stoltenberg, Secretario General de la OTAN, reunido con Kishida, Primer Ministro de Japón Tokio destinará en 2027 al presupuesto militar el 2% del PIB estableciendo “un nuevo equilibrio” en lias. A finales de febrero de 2023, la Cámara Baja de la Dieta colaboración con Estados Unidos: el 27 de febrero de 2023, la japonesa aprobó el nuevo presupuesto militar; si el plan sigue agencia japonesa Kyodo News informó que el gobierno de adelante, Japón gastará anualmente en su ejército 73.000 miKishida planteó en el Comité de Presullones de euros convirtiéndose, tras Estapuesto de la Cámara Baja de la Dieta que dos y China, en el tercer país del mundo Japón abandona la política de tiene previsto comprar hasta cuatrociencon mayor gasto militar. autodefensa para dotarse tos misiles de crucero Tomahawk como El 22 de febrero, el periódico conservamaterial para contraataques y para “landor japonés Sankei Shimbun daba cuenta de armamento ofensivo. zar ataques a bases enemigas”. Y el minisde los nuevos acuerdos en Asia asegurantro de Defensa, Yasukazu Hamada, precisó que Japón comprado que “Filipinas y Corea del Sur se han unido a los esfuerzos ría a Estados Unidos esos misiles de forma urgente en 2023. El globales de Japón y Estados Unidos para construir una red para mes anterior, Blinken y Austin habían mantenido en Wasrodear a China, y se está acelerando la cooperación en el hington las “conversaciones 2+2” con el ministro de Asuntos campo de la seguridad [...]”. Kishida se había reunido el 9 de Exteriores, Hayashi Yoshimasa, y con Hamada, en las que acorfebrero con Ferdinand Marcos Bongbong para “ampliar su codaron reorganizar las unidades del cuerpo de Marines estalaboración”.

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El archipiélago filipino es otro de los operativos clave. La visiClark para operaciones de vigilancia de las islas disputadas del ta del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a Mar de China meridional.

Manila en febrero de 2023 sirvió para ampliar el Acuerdo de Como en Japón, hay una gran resistencia de la población Cooperación Reforzada de Defensa (EDCA) entre los dos paífilipina a las bases norteamericanas, muy visible tras la caída ses. Estados Unidos dispondrá así de la posibilidad de operar de Marcos en 1986, aunque Estados Unidos ha conseguido en cuatro nuevas bases militares en Firenovar su presencia con la llegada a la lipinas. El presidente filipino, Ferdinand presidencia del hijo del dictador. Las cinLa defensa de Taiwán Marcos Bongbong (hijo del sanguinario co bases contempladas anteriormente en es la gran excusa dictador del mismo nombre que fue el convenio (firmado en 2014, bajo la prenorteamericana. apoyado por Washington), justificó el sidencia de Benigno Aquino Nonoy) están acuerdo alegando que no supone una casi finalizadas, y las cuatro bases adicio“presencia militar permanente” de Estados Unidos, limitación nales se situarán al norte de la isla de Luzón, en la parte más que el Pentágono suele resolver (como en Europa oriental) con cercana a Taiwán, a solo 500 kilómetros de distancia. También la rotación regular de sus fuerzas militares. A principios de construirán otra en la isla de Palawan, frente a las islas Spratly en el mar de la China Meridional. Así, el acuerdo con el gobierno de Ferdinand Marcos Bongbong amplía el dispositivo militar estadounidense en toda la gran región del océano Índico y del océano Pa cífico, donde el Pentágono tiene acuerdos militares con Australia, Corea del Sur, Japón, Singapur y Tailandia, además de Filipinas, cuya función es muy relevante para Washington porque es país más cercano a Taiwán. Desde las islas filipinas de Palawan y Luzón, Estados Unidos puede controlar las islas chinas de Taiwán, Hainan, el archipiélago Xisha (islas Paracel), y el de Nánsh (Spratly, por el nombre inglés), que consta de más de cien islas. En la hipótesis de un enfrentamiento militar, China no tendría Aviones militares sobrevueltan el portaviones USS Ronald Reagan, de la Flota del Pacífico más opción que atacar las bases estadoenero, Marcos había visitado Pekín, donde abordó las diferenunidenses en los países de la región. cias sobre las aguas del Mar de China meridional y concertó China ha fortalecido el Ejército de Liberación Popular y disacuerdos comerciales y obras de infraestructura: quiere manpone de recursos suficientes para responder a un ataque: tener la colaboración china para el desarrollo de Filipinas. cuenta con misiles hipersónicos DF-17, misiles balísticos antiDos semanas después, en Davos, Marcos afirmó que descarbuque, y misiles de crucero subsónicos y supersónicos. En el taba abrir de nuevo las bases militares estadounidenses de análisis que realizó el Pentagóno en noviembre de 2022, conSúbic Bay (a cien kilómetros al norte de Manila) y Clark, alecluyó que China puede lanzar ataques precisos contra sus fuergando que la Constitución filipina no permite bases extranjezas en todo el Mar de China meridional, la región occidental ras en el país. Era falso: su gobierno había iniciado ya en 2022 del Pacífico y el océano Índico. Por eso, el Pentágono combina negociaciones con Washington para su reapertura, y el 9 de el traslado de algunas unidades militares a islas más seguras, noviembre la embajadora estadounidense en Filipinas, Mary fuera del alcance del ejército chino, con acuerdos para dispoKay Carlson, había inspeccionado Súbic Bay y los astilleros ner de nuevas bases que refuerzan el dispositivo militar que compró allí la empresa norteamericana Cerberus Capital estadounidense en la región. Si bien el ejército chino sigue Management LP. Además, desde 2016, con Duterte en la presuperándole en la primera barrera de islas y archipiélagos que sidencia, Estados Unidos volvió a utilizar la base aérea de cierran el Mar de China meridional, no tiene aún el mismo

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potencial militar ni un poder nuclear equivalente. principal socio comercial de la mayoría de los países de la China es consciente de que el estrecho de Malaca es vital ASEAN y del sur de Asia. Pekín trabaja para convertir el Mar de para sus rutas comerciales y de abastecimiento de hidrocarbuChina meridional en un marco de colaboración y de estabiliros, y la piezas se mueven en toda la región. El estrecho es condad, y es consciente de que Filipinas quiere mantener un ciertrolado por Estados Unidos gracias al acuerdo suscrito en 2019 to equilibrio entre las dos superportencias, aunque esté ligada con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, que al dispositivo militar del Pentágono. En general, los países de la renovó el acuerdo de defensa por otros quince años y que perASEAN comparten ese deseo de Manila: quieren la ayuda china mite a Estados Unidos utilizar las bases aéreas y navales de para el desarrollo de sus países y evitar el aumento de la tenSingapur. Pero, al mismo tiempo, China se ha fortalecido en la sión que, inevitablemente, dañaría a sus economías. zona con la dimisión del presidente vietnamita, Nguyen Xuan Mientras, la guerra sigue en Europa, adonde Estados Unidos Phuc, partidario de un acercamiento a Estados Unidos, debido ha trasladado cien bombas nucleares B61-12 “mejoradas”. La a la corrupción de altos funcionarios bajo operación estaba prevista para la primavesu mandato, pero también por su posira de 2023 pero fue adelantada; reemplazaSegún EE.UU, ción más favorable a Occidente. El secrerán a las anteriores bombas atómicas B61Tokio y Seúl deben contribuir tario general del Partido Comunista de 3, B61-4 y B61-7 que Estados Unidos tiene al envío de armamento Vietnam, Nguyen Phu Trong, ha lanzado en Italia, Alemania, Bélgica, Holanda y también una dura campaña contra la Turquía. Las nuevas bombas serán instalaa Ucrania. corrupción y mantiene una posición más das también en Gran Bretaña y pueden cercana a China. A finales de 2022, Trong desplegarse contra Rusia en otros países de visitó China y se entrevistó con Xi Jinping, reforzando los lazos la OTAN, como Polonia y Finlandia, según un documento de la entre los dos países.

US Air Force. Las nuevas bombas pueden ser instaladas en Lakenheath, Gran Bretaña; Kleine-Brogel, Bélgica; Büchel y *** Ramstein, Alemania; Aviano y Ghedi, Italia; Volkel, Holanda; e Incirlik, Turquía. Esa circunstancia, y el hecho de que Estados China desconfía de la actividad de la OTAN y de su programa Unidos abandonase el Tratado INF y otros acuerdos de desarme de expansión, que ha llevado a la guerra en el Este de Europa, y de estímulos de confianza, como el Tratado de Cielos Abiertos, y que está abandonando su condición de “alianza regional” no es ajena a que el 21 de febrero de 2023 Rusia suspendiese su para extender su poder militar por el mundo. Las intervencioparticipación en el Tratado START III, aunque Putin destacó que nes en Oriente Medio y el norte de África, que quedaban fuera no lo abandonaba. de su radio de acción pero fueron forzadas por Washington, Hoy, el proyecto de expansión de la OTAN en Asia y su confueron el prólogo del programa actual que pretende extenderversión en una alianza de alcance planetario pretende también se sobre Asia-Pacífico. En febrero de 2023, el Ministerio de revisar el significado de la Segunda Guerra Mundial, los acuerAsuntos Exteriores chino presentó su informe sobre La hegedos de posguerra de Yalta y Postdam, y la arquitectura de segumonía estadounidense y sus peligros lanzando un serio aviso ridad que surgió en 1945 y se desarrolló durante la guerra fría. sobre el abuso de Estados Unidos en la escena política internaLa OTAN de 1949 indicaba su ámbito de actuación: el Atlántico cional, con sus secuelas económicas y militares, y sobre los norte, Estados Unidos y Europa occidental. Ese “perímetro de riesgos que supone para la paz y la estabilidad mundiales. seguridad” ha dejado de existir, y para Washington el territorio Durante su visita a Filipinas, Austin no dudó en lanzar sosde actuación de la alianza militar occidental debe ser mundial, pechas sobre Pekín, calificando sus reclamaciones de ilegítiasegurando la hegemonía estadounidense. Washington puede mas, palabras que la embajada china en el país calificó de difaoptar por articular una “colaboración especial” de Tokio y Seúl matorias. China ha respondido al acuerdo estadounidense con con la OTAN, o por la conversión del AUKUS en la “OTAN asiáFilipinas recordando que la cooperación militar debe contritica”. De forma inevitable, la incorporación de Japón, Corea del buir a consolidar la paz y no debe perjudicar a otros países, Sur, Australia y algún otro país al dispositivo de la OTAN, con señalando que el creciente despliegue militar estadounidense fórmulas que están por definir, comportará la configuración de en toda la gran región de Asia-Pacífico aumenta la tensión y bloques militares enfrentados en Asia-Pacífico y no contribuipone en peligro la estabilidad. Washington amarra acuerdos rá al fortalecimiento de la paz en la región. A la guerra de militares pero carece de planes económicos y de desarrollo Ucrania y la tensión en toda Europa del Este se añaden misiles para la región, a diferencia de China, que se ha convertido en el estadounidenses en Oriente ■

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¿Es esta la evolución del sujeto de la “izquierda”?

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El Manifiesto Comunista contra la pseudo-izquierda identitaria por Carlos X. Blanco

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e le atribuye a Marx afirmar que la tarea de los comunistas es la crítica despiadada, mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos declarados. Este artículo recupera ese cometido: las armas de la crítica marxiana.

La gran traición de las organizaciones y personas que, sin sonrojo alguno, se siguen llamando “izquierdistas” no es otra que haber abandonado la perspectiva de clase.

Releyendo el Manifiesto Comunista, así como los preámbulos que acompañan a este texto fundacional, pieza histórica que explica todo un siglo (al menos) de luchas proletarias, me pregunto: ¿cómo se atreven ciertos colectivos y ciertas personas, hoy presentes en el Gobierno de España, a defender públicamente que sus posturas son “de izquierdas?”. Posturas que, en el contexto español consisten básicamente en: a) Apoyar causas “identitarias” contrarias a los intereses de los trabajadores. b) Apoyar causas “globalistas” igualmente contrarias a los intereses de los trabajadores.

El Manifiesto Comunista, como pieza maestra, clave literaria y programática para comprender qué es ser comunista en el sentido en que Marx y Engels imprimieron al término, no prejuzga ninguna causa (objetivo defendible en justicia), aunque señala cuál es la causa prioritaria y fundamental de los comunistas. Hay muchas causas (éticas, sociales, jurídicas) por las que un ciudadano puede luchar, pero se ha de hacer una valoración de si una causa concreta en un momento y en un lugar determinados –aun siendo buena en sí– se pone del lado del pueblo trabajador y sirve como arma contra la burguesía.

Las llamadas causas “identitarias”, o están subordinadas a

los intereses de los trabajadores, a su emancipación frente al Capital, al aumento de fuerzas en la correlación que los trabajadores han de posicionar ante las fuerzas burguesas, o no son causas de una verdadera izquierda. Las causas que aquí llamo identitarias son de naturaleza parcial (no es la liberación de los trabajadores) y resultan fruto de una delimitación subjetiva (no son parcelas de la realidad, sino “constructos”).

En tal sentido, por ejemplo, que haya más dinero y más urgencia de recursos públicos para que un varón pueda ser gestante o para que una chica menor se corte los pechos y satisfaga su anhelo subjetivo de virilidad, poniéndose así por encima y por delante de los pacientes que esperan en una lista ser operados por enfermedad grave, no puede ser “izquierda”. Es una búsqueda de privilegios y una reasignación de prioridades. El socialismo está en contra de los privilegios, y atiende primero a las necesidades objetivas de la sociedad que a los anhelos particulares de pequeños grupos autorreferenciados como tales grupos.

Otro ejemplo. Que se detraigan partidas de dinero para privilegiar expresiones lingüísticas y culturales de una minoría, al tiempo que se recortan servicios sociales y prestaciones públicas de las cuales se benefician, precisamente, los sectores más vapuleados por el sistema capitalista, no es “izquierda”. Se premian colectivos que pueden resultar útiles para la agitación y propaganda de ciertas formaciones políticas, pero se detraen recursos a la parte del pueblo más necesitada. Son privilegios, no política socialista.

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La política socialista debe ser una universal que la feminista marxista buspolítica volcada a la justicia social, ca. Por el contrario, al marxismo no le logrando cotas cada vez más altas debe ni le puede interesar el feminismo de derechos y bienestar para las clade las princesas, banqueras, plutócratas ses trabajadoras, sin perder nunca e incluso catedráticas… máxime si está el amplio marco mundial de la teorizado al margen de una emancipalucha de clases. Por eso, la izquierda ción universal conjunta de los hombres y española (y, en general, la occidenlas mujeres. tal) debería releer el Manifiesto La izquierda española (y occidental) se Comunista. En el Prefacio a la ediha metido en un atolladero intelectual y ción alemana de 1883, Federico moral del que nunca va a salir de no meEngels escribía: diar una regeneración de sus principios. Y “…toda la historia (desde la disoun principio fundamental es el abandono lución del régimen primitivo de prode todas las causas “identitarias” hispostapiedad común de la tierra) ha sido siadas, que entierran y anulan la causa una historia de lucha de clases, de fundamental: la lucha por el socialismo. lucha entre clases explotadoras y En el artículo “A la izquierda le han crecido explotadas, dominantes y dominalos enanos” (El Viejo Topo, nº 417), explico das, en las diferentes fases del desael proceso de aberración que se dio en rrollo social; y [que] ahora esta lucha nuestro país: a costa de reclutar extraños ha llegado a una fase en que la clase compañeros de viaje, éstos se han hecho explotada y oprimida (el proletarialos dueños del proyecto emancipatorio, al do) no puede ya emanciparse de la que como comparsas y complementos se clase que la explota y la oprime (la habían sumado, y así lo han fragmentado, burguesía), sin emancipar, al mismo lo que ha supuesto substituir emancipatiempo y para siempre, a la sociedad ción por privilegio. Las fases son siempre entera de la explotación, la opresión las mismas: Un partido político sortea “veggies vibradores” y las luchas de clases…”.

El párrafo de Engels –y no es el único que podría aducirse– 1º) Empiezan denunciando una discriminación que puede habla de forma meridiana. Es el todo de la lucha (la emancipatener o no una base histórica y social. Se denuncian las ción del proletariado) lo que puede liberar a las partes oprimi“fobias”. das. Y esas opresiones “parciales” (que hoy se denominan 2º) Una vez catalogadas las “fobias” y articulados los meca“identitarias”) han de ser opresiones reales, no búsquedas de nismos para reprimirlas, se pasa a exigir la exclusividad. De privilegios ni anhelos subjetivos, para que la emancipación tomodo que, en lugar de procurar la integración real de los colectal incluya legítimamente a la emancipación parcial. tivos históricamente maltratados, a éstos se les procuran priviEsto significa, hablando por vía del ejemplo, que la emancilegios (subvenciones, discriminaciones positivas, reservas de pación de los negros norteamericanos solo vendrá con la cuotas y plazas laborales, etc.), lo que supone la aplicación de emancipación de todos los trabajadores norteamericanos. O políticas anti-socialistas. también: que la emancipación de la mujer en el mundo solo De paso, la opresión básica, explicativa de la discriminación vendrá con la emancipación de la clase obrera internacional. cuando ésta es real y no inventada, permanece intocable. PerEl comunismo entiende la historia como la historia de la lumanece la opresión sobre el proletariado. Con lo cual, sigue cha de clases: una domina a la otra, la burguesa domina a la habiendo opresión, ahora sostenida por una serie de efectos proletaria. La lucha “feminista” de la mujer burguesa nunca perversos: puede ser la misma lucha que la lucha feminista de la mujer proletaria. El marxismo concede a ésta última toda su legitia) La lista de fobias se vuelve interminable (homofobia, midad no porque tenga sentido un “feminismo en sí”, sino islamofobia, xenofobia, lgtbi+fobia…) lo que refuerza la porque otorga al proletario y a la proletaria una visión más compartimentación de colectivos supuesta o realmente amplia, como amplia o universal es la liberación proletaria excluidos y maltratados, y no su integración y su incorpo-

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ración a la lucha emancipatoria universal (la comunista, de acuerdo con el Manifiesto). b) La gente que se autopercibe como “normal”, esto es, la amplia mayoría social que no entra dentro de las nuevas categorías identitarias, pierde la fe en la mayoría de esos nuevos colectivos autopercibidos como diferentes y acreedores de privilegios. La mayoría social se ve tratada por los poderes como un inmenso residuo y a la nueva élite la imagina (con razón o sin ella) como una serie grupos de privilegiados o de pícaros avispados a la caza de subvenciones, así como de cargos y tratos de favor. c) Aumenta el apoyo a la ultraderecha en las clases populares, con motivo de (a) y de (b). Gran parte de la sociedad, especialmente en momentos de crisis económica, percibe y se indigna ante el aumento de los opresores: banqueros, grandes empresarios, casta política, pero también élites oenegistas y universitarias… Se crea el imaginario de que se puede ser “privilegiado” por ser un “ofendido” oficialmente considerado como tal, merecedor de toda clase de tratos favorables. Y Este es el motivo por el cual en no pocos ambientes populares se den retrocesos morales: el homosexual y la feminista obtienen un fuerte rechazo no tanto por sus posiciones personales y públicas en sí mismas, como ocurría hace solo una generación, sino por presentarse impúdicamente como parte del aparato ideológico de Estado, a modo de nueva casta noble que en ningún momento cuestiona la opresión capitalista real y que se alinea con las clases pudientes, funcionariales y privilegiadas.

La izquierda de este siglo XXI ya nada se asemeja al marxismo. Es la izquierda que favorece la “Cuarta Revolución Industrial” a la que apela Schwab, el presidente del Foro de Davos. Esta nueva izquierda posmoderna trabaja para que las “identitades” autoerigidas sean victimizadas oficialmente y merecedoras de privilegios. Pero es una izquierda falsa, que carece de herramientas para analizar los nuevos fenómenos: la manipulación de los cerebros por medio de la digitalización de la vida, el declive de los Estados Unidos como única potencia hegemónica y el surgimiento de un mundo multipolar, las causas de la falta de natalidad en Occidente, etc.

Sin embargo, ante su egocéntrica dinámica basada en “qué hay de lo mío”, el Manifiesto Comunista sigue siendo la gran

pieza (aunque breve en extensión), literaria y programática, para acometer una revolución mundial. Si todavía hay desengañados con esta izquierda sistémica, que en el fondo apoya a Davos y a su ingeniería social, éstos deberían volver a este breve y punzante texto, por más que el capitalismo sea hoy muy diferente al de mediados del XIX. *** Que hayan surgido capas y fracciones de clases que reclamen para sí una parte de la plusvalía, y que ejerzan al servicio del Capital una función ideológica útil, sistémica, no tiene nada de nuevo. Cuando nos referimos a la utilidad sistémica de la “izquierda arcoíris” no hacemos otra cosa que aplicar un método marxista elemental y obligado: el método de la sospecha.

Y la sospecha debe recaer sobre los nuevos pastores del rebaño, los “filósofos populares” que, gozando de apoyo mediático, encarnan una especie de cosmovisión oficial: Greta Thunberg, el Papa Francisco, Bill Gates, etcétera. Si están ahí, y todo el

El Ministerio de Derechos Sociales ofrece Campamentos Trans para jóvenes

mundo los conoce, es porque no son incompatibles, más bien lo contrario, con la reorganización mundial de la producción auspiciada por los magnates que se reúnen en Davos y los grupos financieros como BlackRock. Como dice el Manifiesto:

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Ione Belarra simula ser una virgen con el logo de la Agenda 2030

“La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de producción y, con ello todas las relaciones sociales”.

Ciertamente, la dominación capitalista mundial se ejerce desde fondos de inversión y sociedades anónimas que de forma Las burguesías críptica controlan a las multinanacionales son cionales, Estados, instituciones “el chico de los recados” internacionales, etc. Son una super-élite mundial (les bautizo con de la élite mundial. el nombre de “la Cúpula”), muy reducida y opaca, que ha desplazado el protagonismo que tenía la anterior clase burguesa. Esto no quiere decir que las burguesías, primero las de los países punteros en el capitalismo, y después todas las burguesías nacionales y locales, no colaboren con ganas y de manera eficiente en el mantenimiento de un modo de producción capitalista tardío que conduce al planeta por una senda suicida.

Estas burguesías nacionales y locales se han convertido en “el chico de los recados” de la élite mundial. Ya no son tanto las “dueñas” de la porción decisiva del capital, sino las “funcionarias” al servicio del Gran Capital, por lo que sólo aspiran a obtener una parte de beneficios, prebendas, participación en los excedentes…, la parte que la Cúpula ultra-capitalista les deje.

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Da la impresión de que el capitalismo de la Cuarta Revolución Industrial se va volviendo feudal en la escala planetaria. En la cúspide hay enormes capitales regentes, concentrados en muy pocas manos, y los capitales más concretos y reducidos en el ámbito nacional y local poseen muy poco margen de maniobra, son capitales subalternos que han de explotar la fuerza de trabajo cómo y cuándo los de arriba digan, y lo harán en la medida en que los de arriba digan.

La función subalterna, como le pasaba al vasallo medieval que daba rentas y servicios a su superior, consiste en gran medida en una función ideológica, de ingeniería social, pues tanto el trabajo industrial como la gran producción agrícola han emigrado hacia países emergentes y pobres. En Occidente, la burguesía nativa, la partitocracia y demás castas privilegiadas colaboran en estas tareas: búsqueda de nuevos consensos, hallazgo de yacimientos de votos, modificación de actitudes, encauzamiento de opiniones y actos de consumo hacia nuevas dianas, etc.

Desde que los mass media poseen amplío potencial de expansión y rapidez de transmisión (radio, TV), sumado al grado de interactividad que actualmente nos ofrece Internet, la necesidad de encauzar y modificar creencias y actos es enorme en el Sistema. La Cúpula recluta entre la burguesía a sus verdaderos funcionarios: la “pija” samaritana rescatadora de náufragos de las pateras, el influencer imberbe de las redes, el vigía insomne de toda clase de fobias y el inquisidor de perfiles sociales, el revisionista de la Historia que trabaja para Marruecos, el antirracista profesional con despacho y asignación oficial… estas personas son los nuevos funcionarios que la Cúpula desea para que “nos andemos con cuidado”, y lo son con independencia de si su labor es sincera o no, de si responde a un imperativo ético personal y libremente elegido o son meros mercenarios a cambio de un cargo en una organización.

Esa Cúpula internacional gobierna Occidente y mantiene atrapadas a todas las burguesías nacionales. El dinero “viejo” sabe que puede y debe convivir con el dinero “nuevo”, que es el capital procedente de las nuevas tecnologías (digitalización, robótica, inteligencia artificial, técnicas transhumanistas, etc.). Hay toda una revolución en marcha, pero no es la revolución proletaria. Se trata de la revolución tecnoeconómica que va a triturar definitivamente al proletariado, siempre que la respuesta social, sindical, política, etc. se dilate.

Las burguesías nacionales y locales, cuando no se han degradado o proletarizado, buscan un modus vivendi que se acomode a la dinámica de los grandes capitales planetarios. De modo que los vástagos de esa burguesía nacional y local están criados para convertirse en funcionarios al servicio del “pensamiento políticamente correcto” que dictamina la Cú-

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pula, es decir, lumpemburguesía que actúa como guardia pretoriana.

Marx y Engels escribían que “…la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes”, y ello sigue siendo así en el siglo XXI. Cuando pensamos en la burguesía hemos de pensar en una burguesía vasalla de la Cúpula, burguesía lumpen, que trabaja a fondo para que las luchas posibles sean inocuas al Gran Capital (y el catálogo de luchas “inútiles” es potencialmente infinito). Repito, “inútiles” con respecto de la verdadera lucha proletaria, la cual es totalizadora, irrenunciable, emancipatoria y universal. La Cúpula, instrumentalizando los logros de Hay toda una la filosofía y sociología antiestalirevolución en marcha, nista de Occidente (Escuela de Frankfurt, estructuralismo franpero no es la cés, trotskismo anglosajón), ha revolución proletaria. descubierto que para apuntalar el nuevo capitalismo no es necesario financiar “camisas pardas”, basta con confeccionar banderas identitarias.

Mientras aumenta la pobreza y se degradan las instituciones públicas como la escuela o la sanidad, las nuevas leyes de ingeniería social consagran cosas como los vientres de alquiler o la autodeterminación subjetiva del sexo. Al tiempo que en los centros escolares se multiplican las charlas ideológicas de no docentes o se subvencionan organizaciones que minan la integridad territorial de la nación. Con un panorama así, no es de extrañar la desvalorización popular de todo proyecto que se reclame “de izquierdas”, pues quien gobierna así se dice “de izquierdas”. La izquierda está odiando al pueblo, y el pueblo está odiando a la izquierda. Como ya está aconteciendo en otros países europeos, los votos y las simpatías se van a ir orientando hacia proyectos o movimientos llamados populistas, cuando no fascistas. ¿Quién tiene la culpa? ***

Los movimientos populistas y, peor aún, los fascistas, no van a contar con un corpus doctrinal claro contra el cual trazar líneas de debate y ubicar posiciones ideológicas fronterizas.

Pero se llevan consigo al pueblo cuando crece el miedo, la inseguridad y la desconfianza.

La izquierda sí poseía ese corpus. El marxismo era el corpus.

Aunque sujeto a varias interpretaciones, era un corpus sólido que pretendía organizar a la clase obrera para subvertir el poder del Capital, de manera que la clase trabajadora se hiciera con el Estado, la propiedad, la producción…

Y en contra de los comunistas están esos sectores que se mantienen en una posición relativamente privilegiada al colaborar con el Gran Capital (o la Cúpula) en el cometido que traen consigo las reivindicaciones identitarias: la modificación de la naturaleza humana para, en realidad, volverla más mercantilizable. Ahí están, aunque se digan “de izquierdas”, los nuevos funcionarios de la Cúpula, dispuestos a desbrozar la realidad social y triturar los modos de vida del pueblo, para que los nuevos capitales (ergo, los nuevos instrumentos de dominación) cosifiquen nuevos sectores de la humanidad.

Los comunistas, siguiendo el Manifiesto, saben que el Capital es dinámico en su modo de dominación. La situación por la que atraviesa el mundo, o una región de él, nunca es permanente. La Historia no tiene fin, porque lo histórico es el resultado dialéctico de dos grandes sistemas de fuerzas, que armonizan o se frenan: el desarrollo de las fuerzas productivas y el estado de las relaciones sociales de producción. En referencia al paso del feudalismo al modo de producción capitalista, el Manifiesto expresaba así esta dialéctica fundamental: “Al alcanzar un cierto grado de desarrollo estos medios de producción y cambio, (…) las relaciones feudales de propiedad cesaron de corresponder a las fuerzas productivas ya desarrolladas. Frenaban la producción en lugar de impulsarla. Se transformaron en otras tantas trabas. Era preciso romper ¿La zoofilia es un derecho para la gente transespecie? esas trabas, y se rompieron”.

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El Capital rompe todas las trabas que precise, introduciendo las transformaciones necesarias para su proyecto único: producción y acumulación de plusvalía. El propio cuerpo humano, en su conjunto o por partes, es mercancía ya baLa izquierda está el capitalismo. Y para profunjo odiando al pueblo, y el dizar en ello haciendo funcionar pueblo está odiando la maquinaria legislativa, la bura la izquierda. guesía vasalla del Gran Capital debe actuar como un mecanismo de presión ideológica. De forma no exhaustiva, sus funciones son: a) Para-policiales: denunciando lo políticamente incorrecto en centros educativos, producciones impresas o digitales, acosando o censurando perfiles sociales, etc. b) Para-culturales: publicando artículos y libros, estrenando películas, etc. de dudosa calidad, pero con un mensaje ideológico incompatible con tradiciones políticas comunistas, a fin de taponar aquellas otras producciones que cuestionan el discurso oficial. c) Creadores de opinión: se promocionan aquellas luchas parciales e identitarias en las que se ridiculiza aquellos sectores de la clase obrera (falócratas, patriarcales, populistas...) que no se identifican con el glamur bohemio de la izquierda identitaria.

En resumen, la burguesía nacional y local venida a menos a causa de la concentración y acumulación capitalista a escala global, no tiene más remedio que ponerse al servicio de los más altos dictados de la Cúpula. Los propietarios de capitales nacionales y locales ya no son príncipes soberanos, sino pequeños señores de un feudo que explota la fuerza de trabajo en aquellos sectores de la economía que aún no pueden rendir plusvalía directa a las grandes La izquierda no saldrá multinacionales que controla la del atolladero sin una Cúpula. Lo hacen al servicio de ésta. regeneración de sus Si leemos la nota de Engels a la principios. edición inglesa de 1888 del Manifiesto Comunista, podemos hallar una definición muy sintética de las dos clases antagónicas del capitalismo: “Por burguesía se comprende a la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los medios de producción social, que emplean el trabajo asalariado. Por proletarios se comprende a la clase de los trabajadores asalariados modernos que, privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su

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fuerza de trabajo para poder existir”.

Siguen existiendo estas dos clases sociales antagónicas y determinantes de la evolución del capitalismo, agentes motrices de la historia. Pero tampoco se puede negar que, desde 1888, el llamado mundo “occidental” se ha transformado mucho. Así como los capitales se concentran, los burgueses han ido formando una jerarquía, y en su cima se encuentra la Cúpula de la que hablamos. Esta estructura jerarquizada de capitales mundiales dificulta la existencia de un capitalismo nacional soberano, libre de hacer o deshacer en sus ramos productivos, libre de orientar sus inversiones donde le plazca o, mejor dicho, donde calcule que más beneficio le va a dar. Al contrario, la burguesía nacional y local reproduce el papel marginal y subsidiario que, en otros tiempos, le había asignado la metrópoli a la clase burguesa de las colonias. Ahora occidente entero ha devenido un único imperio: la anglosfera liderada por Estados Unidos, todo lo demás son sus colonias.

Los capitalistas nacionales amparan los designios globalistas, participando de la deslocalización productiva, del fomento de la inmigración masiva (dumping laboral), del sometimiento a las multinacionales, etc. Y ello se realiza, a veces, en contra de sus propios intereses como capitalistas. Al fomentar todo eso, acaban convirtiéndose en burgueses desclasados, en burgueses que se conforman con su papel de capataces de la mano de obra local y nacional, vulgares caseros del cortijo, lacayos o mayordomos que administran en nombre del gran capital internacional. Porque apoyando al Gran Capital destruyen su pequeño y mediano capital y aniquilan la base local y nacional sobre la que habían edificado durante siglos su poder.

El proletariado, por su parte, se ve “cuarteado” en múltiples luchas artificiosas, emanadas de los laboratorios de ingeniaría social. Al cierre masivo de pequeñas empresas privadas, al desmantelamiento de la empresa pública, le sucede la creación de “islas” de trabajadores desarraigados e inconexos. Son las masas de población que, en la época en que el Manifiesto fue escrito, se llamaban “lumpen proletarios”: “El lumpemproletariado, ese producto pasivo de la putrefacción de las capas más bajas de la vieja sociedad, puede a veces ser arrastrado al movimiento por una revolución proletaria; sin embargo, en virtud de todas sus condiciones de vida está más bien dispuesto a venderse a la reacción para servir a sus maniobras”.

Porque la izquierda “identitaria”, a diferencia de la izquierda proletaria, está desprovista de lazos con el mundo del trabajo.

No es una izquierda de los trabajadores, que represente la lucha del trabajo contra el capital. Se trata más bien de una falsa izquierda que se compone de elementos emanados del entramado funcionarial, sindical y oenegista, y muy apoyada

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ciona una alienación reproductiva rigurosamente análoga a la alienación productiva laboral.

Cuando se da respaldo sociológico a unos colectivos construidos de manera artificiosa –y, peor aún, cuando se les da cobertura legal a unos derechos especiales– comienzan a chirriar todas las contradicciones. No se pueden inventar derechos nuevos, uno cada semana, a medida que se inventan los colectivos autoerigidos como acreedores de derechos. Porque al proceder de esa manera, la propia dialéctica de la historia, que es implacable, nos devuelve a la cara la explotación, la alienación, la discriminación de muchos otros colectivos y de muchas otras personas. *** ¿Por qué muchos trabajadores perciben la izquierda como esnobismo?

por la burguesía lacaya. Si se indaga un poco en el historial de servicios de muchos de estos profesionales del “activismo” de la izquierda posmoderna, casi nunca se encuentra allí a un obrero. Dicho sea, empleando el término obrero en un sentido muy general, a saber, un trabajador asalariado cuyos intereses objetivos son antagónicos con los del capital.

La izquierda La lucha de clases, el “identitaria” está agente motriz de la historia desprovista de lazos con según el Manifiesto Comunista, ha sido sustituida por el mundo del trabajo las luchas parciales que promociona la izquierda posmoderna. Estas luchas parciales están protagonizadas por colectivos de ofendidos cuyas ofensas sufridas se encuentran desprendidas de contenido de clase o, lo que viene a ser lo mismo, desvinculadas de su función económica y dialéctica.

Así las cosas, los colectivos de ofendidos también lo son por razones de sexualidad no ortodoxa, aun cuando puedan ser millonarios y explotadores.

Por ejemplo, aquellos ricos que, victimizándose a partir de las siglas LGBTI+, solicitan facilidades para encontrar vientres de alquiler, lo que favorece que mujeres pobres acaben convirtiéndose en simples instrumentos gestantes. Así como el obrero deja de ser dueño de los productos que salen de sus manos, en el capitalismo contemporáneo a la maternidad también se la separa del recién nacido. La izquierda posmoderna promo-

Otro tanto hemos de decir respecto a las identidades raciales, lingüísticas, étnicas, cuyos colectivos y cuyas luchas hoy oscurecen y se sobreponen a la verdadera lucha: la lucha de clases.

En España, los principales colectivos de “ofendidos” que usurpan la mayor parte de los discursos que se reclaman de izquierdas, además de los colectivos de identidad sexual, son los colectivos de las naciones sin estado. El actual gobierno del PSOE/UP pretende materializar la siguiente ecuación: soberanismo (de naciones sin Estado) = progresismo.

Pero sabemos que muchas fuerzas soberanistas son reaccionarias. En el caso del PNV, sus orígenes se remontan a tesis racistas. Otro tanto se puede decir del identitarismo catalanista, muy necesitado de reinventarse la historia de su región.

No se descubre nada al mencionar la intención crematísticoburguesa de la mayor parte de las ideologías nacionalistas y soberanistas subestatales en España. Lo curioso es presentar como “progresismo” unas ideologías que contribuyen a quebrar la unidad nacional de los trabajadores de todo el Estado.

Y que una lucha de clases “regional” sea ridícula es algo que se deduce de la lectura del Manifiesto Comunista: “Por su forma, aunque no por su contenido, la lucha del proletariado contra la burguesía es primeramente una lucha nacional. Es natural que el proletariado de cada país debe acabar con su propia burguesía”.

Aunque el proletariado aspira a formar un solo ejército internacional, y el derrocamiento del régimen capitalista también debe ser internacional, es en el marco del Estadonación donde cada proletariado debe convertirse en sujeto

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revolucionario, capaz de calcular los tiempos, los medios, las correlaciones de fuerza, los marcos legales, etc. Un proletariado dividido en varias naciones-sin-Estado puramente desiderativas es un absurdo o una candidez.

Se debe defender la diversidad lingüística de España, aumentar el respeto y reconocimiento del patrimonio regional, rico y plural, en España. Ahora bien, no podemos presentar la “identidad” basada en la autodeterminación, la asimetría y la desigualdad como si fuera compatible con la venerable tradición socialista. Por lo que toda una tradición de lucha y crítica del régimen del Capital se habría tirado por la borda si los activistas e intelectuales que se reclaman anticapitalistas no acaban cobrando consciencia de que el marco de lucha adecuado y único posible es el de la nación-Estado (entre nosotros, el Reino de España), y de que el soberanismo socialista es aquel que consiste en convertir el Estado actualmente existente en un Estado popular, en una verdadera democracia que no admite que sean los capitales foráneos los que mantengan su bota encima de nosotros.

Hoy en día, España es un país desindustrializado, reconvertido en país turístico y de servicios, con un alto grado de precarización de los empleos asalariados. La solidaridad de clase, ya difícil de lograr cuando no hay industria y minas con “ejércitos proletarios” desfilando a la entrada de las instalaciones, lo es más cuando la clase se constituye por átomos inconexos (es decir, individuos cada vez más venidos del extranjero que ya no hablan ni la misma lengua ni comparten la misma cultura) Los desengañados en situación de debilidad y fragcon la izquierda mentación. Proletarios sigue habiendo, pero los de perfil clásistémica deberían sico cada vez menos. En su mavolver a leer yoría, los trabajadores lo son del el Manifiesto. sector servicios, ya de por sí más débiles en sus luchas por su connatural dispersión e incomunicación laboral. Por lo que la solidaridad obrera aún se complica más en un entorno crecientemente multicultural.

El proletario sí tiene patria, y cuando leemos en el Manifiesto Comunista la frase que textualmente lo niega, sabemos que en realidad está escrita en el contexto de una serie de párrafos polémicos en los que Marx y Engels contestan irónicamente a las acusaciones que ya en su época se lanzaban contra los comunistas. El párrafo dice así: “Los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no poseen. Mas, por cuanto el proletariado debe en primer lugar conquistar el Poder político, elevarse a la condición de clase nacional, constituirse en nación, todavía es nacional, aunque de

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La izquierda identitaria se focaliza en las identidades sexuales

ninguna manera en el sentido burgués”.

Si los proletarios no tienen (ya) patria ello se debe a que se la han arrebatado. Exactamente como sucedió con sus propiedades, su autosuficiencia productiva, sus tradiciones, su dignidad… Si su patria bajo el capitalismo se ha desvanecido ello es porque se la han apropiado los burgueses. La burguesía ha monopolizado en su provecho los conceptos de patria o nación. Pero el propósito auténtico de una revolución comunista no puede ser otro que el de reconquistar todo aquello que se les ha ido arrebatando. La “Patria Española” o “Nación Española” será una República soberana de los trabajadores. *** En conclusión, la izquierda se ha transformado en un mosaico de “ofendidos” por causas identitarias parciales (ya de signo territorial, ya de índole racialista, ya de índole sexual…), las cuales no engranan en las ruedas de la emancipación nacional y universal de la clase obrera. Por el contrario, estas identidades a tutiplén buscan privilegios (lo cual es anti-socialista) o apuntalar el Sistema (lo cual es pro-capitalista). Si los libros de Marx les fueran conocidos, aunque sea por las tapas y el forro, se habrían espantado■

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“Trabajadores del mundo, Uníos!”. Mural en Manila, Filipinas

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La clase en Marx Por Eduard Ibáñez Jofre

¿L

a clase prexiste a la lucha o, por el contrario, a partir de la lucha se configura la clase? La respuesta nos exige observar la unidad dialéctica existente entre las relaciones económicas y las aspiraciones políticas.

1 Sabido es que en Marx no hay una teoría de las clases sociales. El texto en el que supuestamente iba a abordarla, el capítulo LII del libro tercero de El capital, queda inconcluso. “Aquí se interrumpe el manuscrito”, anota Engels1.

No hay en Marx, en efecto, una teoría de las clases sociales, sino a lo sumo una definición, que se encuentra básicamente en sus análisis políticos y coyunturales. Es como si no pudiera haber una teoría de las clases, porque las clases solo aparecen en movimiento, en la práctica. En el momento en que se pasa a la teoría, a una identificación estructural y objetiva de las clases, topamos con la fatídica frase: “Aquí se interrumpe el manuscrito”.

En el conocido análisis del campesinado francés de El 18 brumario de Luis Bonaparte, Marx expone de forma bastante amplia y clara, por activa y por pasiva, lo que es una clase social “Bonaparte representa a una clase, que es, además, la clase más numerosa de la sociedad francesa: los campesinos parcelarios… En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones económicas de existencia que las distinguen por su modo de vivir, sus intereses y su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo hostil, aquellas forman una clase.

Por cuanto existe entre los campesinos parcelarios una articulación puramente local y la identidad de sus intereses no engendra entre ellos ninguna comunidad, ninguna unión nacional y ninguna organización política, no forman una clase. Son, por tanto, incapaces de hacer valer su interés de clase en su propio nombre…”2.

En este párrafo está contenido la doble condición de la clase:

objetiva / estructural (“modo de vivir”, “intereses”) y subjetiva / política (“cultura”, “organización”). Ahora bien, en la tradición marxista ha sido habitual recalcar la separación entre esta doble condición, entre objetividad y subjetividad, mientras que la exégesis marxiana no ha dejado de ahondar en esta dicotomía, hasta el punto de quedarse atascada en la divergencia entre un plano objetivo-determinista y otro subjetivo-voluntarista.

El pensamiento marxista moderno (incluso el más dado a la teorización estructural) ha insistido en esta separación, privilegiando, por ejemplo, la lucha de clases (aspecto subjetivo) sobre la clase (aspecto objetivo). Althusser: “No es posible separar las clases de la lucha de clases. Lo que constituye la división en clases es… la lucha de clases”. Poulantzas: “Las clases sociales significan para el marxismo, en un único y mismo movimiento, contradicciones y lucha de clases: las clases sociales no existen primero, como tales, para entrar después en la lucha de clases… Las clases no existen más que en la lucha de clases”.

Laclau: “… el concepto marxista de las clases, según el cual estas se constituyen a través del acto mismo de su lucha”3.

Cierto que la clase en Marx siempre va unida a la lucha de clases. En La ideología alemana: “Los diferentes individuos sólo forman una clase en cuanto se ven obligados a sostener una lucha común contra otra clase”. En Miseria de la filosofía: “En la lucha… esta masa se reúne, constituyéndose en clase para sí misma”. En el Manifiesto del partido comunista: “Las colisiones entre el obrero individual y el burgués individual adquieren más y más el carácter de colisiones entre dos cla-

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ses”4. En el propio 18 Brumario: “…(si) se oponen… de un modo hostil…, forman una clase”.

Las clases se constituyen en la lucha de clases. Muy bien.

Pero entonces, ¿quién lucha?, ¿quién combate en la lucha de clases? Las clases, de algún modo, ya deben estar en la lucha de clases. El problema es este ‘de algún modo’.

2 La clase en Marx abarca los dos aspectos. Es clase-estructura, objetiva, clase económica que sufre la explotación. Y es clase-agencia, activa, política, que lucha contra la explotación.

La relación entre ambas es lo que define ese ‘de algún modo’: la clase (¿quién si no?) desarrolla la lucha de clases, en la misma medida que la lucha de clases desarrolla la clase (y la convierte de económica en política).

Aquí es donde Marx diferencia entre la ‘clase en sí’ y la ‘clase para sí’, una distinción tan debatida como criticada, tan ignorada como rechazada5. Pero es una diferencia importante porque se refiere al nivel de enfrentamiento.

Al principio, “la gran industria concentra en un mismo sitio a una masa de personas que no se conocen entre sí”, de modo que “los obreros forman una masa diseminada por todo el país y disgregada por la competencia”. La clase es extensa, pero el enfrentamiento es aislado, local, puntual. “La lucha es entablada por obreros aislados; después, por los obreros de una misma fábrica; más tarde, por los obreros del mismo oficio de la localidad”. Ahora bien, “la dominación del capital ha creado en esta masa [de trabajadores] una situación común, intereses comunes. Así, esta masa viene a ser ya una clase frente al capital, pero no todavía para sí misma”.

Posteriormente, “las colisiones entre el obrero individual y el burgués individual adquieren más y más el carácter de colisiones entre dos clases”. Así “los intereses que defienden (los trabajadores) llegan a ser intereses de clase”. Entonces, las luchas locales se centralizan “en una lucha nacional, en una lucha de clases. Más toda lucha de clases es una lucha política”. La organización del proletariado como clase, la constitución de la ‘clase para sí’, significa su constitución en “partido político”6.

En resumen, el enfrentamiento está presente desde el primer momento (“la lucha del proletariado contra la burguesía comienza con su surgimiento”), pero la capacidad de lucha es

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limitada, los obreros están aislados, los enfrentamientos son puntuales. La clase se organiza y la lucha se generaliza. La extensión del enfrentamiento se adecúa a la extensión de la clase, a la clase ya extendida por el capital. En eso consiste el paso de la ‘clase en sí’ a la ‘clase para sí’, en una extensión del conflicto. Se pasa del conflicto a nivel individual, local, sectorial, al enfrentamiento general, a nivel nacional, al ámbito del poder político. La lucha de clases a nivel nacional es política porque es lucha de poder a poder. La constitución de la clase obrera (‘clase para sí’) es una cuestión de poder. En Marx, no hay un problema de toma de conciencia, sino de ampliación de poder. No se trata de conciencia ideológica, sino de conciencia de poder.

Este proceso también se puede decir de otra forma, obvian-

Trabajadores de Starbucks reivindican demandas laborales

do las (según algunos) molestas ‘reminiscencias hegelianas’.

Ahora la distinción no es entre ‘clase en sí’ y ‘clase para sí’, sino entre “clase” y “clase que actúa como clase”. Pero el supuesto es el mismo. El paso de la “clase” a la “clase que actúa como clase” consiste básicamente en la ampliación del ámbito de enfrentamiento: “Todo movimiento en el que la clase obrera actúa como clase contra las clases dominantes… es un movimiento político. Por ejemplo, la tentativa en una fábrica particular o aun en una industria particular de obligar a los capitalistas a que acorten la jornada de trabajo mediante huelgas, etc., es un movimiento puramente económico. En cambio, el movimiento que tiene como objetivo hacer aprobar una ley que establezca la jornada de ocho horas, etc., es un movimiento político”7. De nuevo, generalización del ámbito de

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lucha significa extensión del nivel de poder, hasta alcanzar el poder unido de las clases poseedoras: “En su lucha contra el poder unido de las clases poseedoras, el proletariado no puede actuar como clase más que constituyéndose él mismo en partido político distinto…”8.

obreros no son identidades preexistentes, sino funciones del capital (…) Lo decisivo del proletariado no es que fuesen trabajadores, sino que constituía la fuerza social con capacidad para transformar y subvertir la sociedad”.

Para ello, sin embargo, debe retorcer la idea de Marx. Dice: “Es en Miseria de la filosofía donde Marx sostiene que la clase es posterior a la lucha de clases… La clase es siempre la clase 3 realizada, esto es, el resultado de una tarea política de moviliClase y lucha de clases, clase-estructura y clase-agencia, son zación […] La clase es el último eslabón, el resultado de un proindisolubles en Marx: no hay clase sin lucha de clases como ceso histórico cuyo a priori es la lucha de clases”. tampoco hay lucha de clases sin clase. Entre ambas hay oscilaPero la clase en Marx no es posterior a la lucha de clases, sino ción, tensión productiva, dinámica, pero en absoluto contraque ya existe como ‘clase en sí’. En Gómez Villar la ‘clase en sí’, dicción o negación de una por la otra. Marx no ve contradicla clase-estructura, definida sociológicamente como la de ción alguna en decir que los campesinos parcelarios son “la aquellos que “solo poseen su fuerza de trabajo”, desaparece clase más numerosa de la sociedad francesa” y afirmar líneas absorbida por la ‘clase para sí’, la clase políticamente realizada. más abajo que “no forman una clase”.

En Marx la lucha de clases es generalización de la lucha, un Cierto que el par ‘clase en sí’/’clase para sí’ es distinto del par proceso materialista. En Gómez Villar, por el contrario, la lucha ‘clase’/’clase como clase’. de clases es, paradójicamente, una posición idealista; la lucha Mientras el primero es más diacrónico, histórico (historicisgeneralizada es una petición de principio. El movimiento de la ta, si se quiere), y se refiere a la formación de la clase, el segun‘clase en sí’ a la ‘clase para sí’, o bien es inmediato (y entonces do es más sincrónico, con una clase ya formada. Pero el presula clase es subversiva), o bien no se produce (y la clase queda puesto que lo anima es el mismo: como función del capital). En su la extensión de la lucha. afán por “politizar la economía”11, No hay un problema Gómez Villar deja en la cuneta los En un contexto fuertemente de toma de conciencia, pasos intermedios, las luchas ecopolémico de encendida pugna sino de ampliación de poder. nómicas y por los derechos sociales, contra las tendencias reformistas los conflictos sectoriales, la conflic(lassallianas) del socialismo aletividad difusa… mán, Marx escribe: “La clase obreEn el mismo sentido, Maurizio Lazzarato afirma: “Sin revolura es revolucionaria o no es nada”9. Ahora bien, junto a esa clase política y revolucionaria, está la clase-estructura, la ción, los obreros son un mero componente del capital”12. No le falta razón. Pero entonces hay que explicar el paso de la ‘clase clase objetiva. ¿Dónde? Pues en El capital, en el “obrero que función de capital’ a la ‘clase revolucionaria’. Es el problema de añade nuevo valor al objeto de trabajo”, en la joven y desdila constitución de la clase, que para Marx se concentra en la chada modista Mary Anne Walkley, que muere por exceso de extensión de la lucha. Ahora bien, extensión de la lucha equitrabajo; en los asalariados, que constituyen una de “las tres vale a organización. La constitución de la clase es organización grandes clases de la sociedad moderna”10. de la clase. El capítulo de la Miseria de la filosofía en el que aborda el paso de la ‘clase en sí’ a la ‘clase para sí’ trata precisa4 mente de “[l]as huelgas y las coaliciones de los obreros”.

La clase social en Marx se sitúa entre la ‘clase en sí’ y la ‘clase para sí’, entre la ‘clase’ y la ‘clase como clase’, la clase-estructu5 ra y la clase-agencia, que es lo mismo que decir, entre econoSandro Mezzadra y Mario Neumann llevan la división ecomía y política, lucha parcial y lucha general, clase y lucha de nomía/política, una constante en el marxismo y en la historia clases. La tensión entre ambos extremos no ha encontrado un del movimiento obrero, al concepto de clase en Marx. Idenfácil encaje, de modo que a menudo se ha admitido sin más la tifican acertadamente la división como tensión, pero la conseparación y se ha enfatizado uno en detrimento del otro. Es el vierten en separación: “En el concepto de clase marxiano nos caso de Antonio Gómez Villar, que en su empeño por privileenfrentamos a una poderosa tensión. Esta tensión quedó irregiar la lucha de clases niega la existencia previa de la clase, a la suelta en Marx”. En los autores, la tensión no se resuelve en una que abandona en su mera función del capital: “Capitalistas y

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dialéctica interna, sino en la disociación: por un lado, “una de un nivel estructural, económico, a otro activo, político. En interpretación economicista y objetivista del concepto de las mismas reflexiones sobre los sindicatos, establece la clase”; por otro, “un concepto de clase subjetivizado” y “politisiguiente secuencia: “El capital es una fuerza social concentrazado”. Si bien los autores apuntan a que puede ser productiva, da, mientras el obrero no dispone más que de su fuerza de trala tensión queda finalmente escenificada en “la brecha entre la bajo… La única fuerza social de los obreros está en su número. dimensión objetiva y estructural del concepto de clase y su Pero la fuerza numérica se reduce a la nada por la desunión”17. momento subjetivo, que acompaña al concepto de lucha de clases y sitúa el problema de lo político dentro del concepto de clase”13.

El concepto de clase que en Marx es inclusivo, aquí es excluyente. Los factores de la tensión que en Marx entran en dialéctica, aquí se separan y se bifurcan en dos tipos de clase: la subjetiva y política, la clase de la lucha de clases, y la clase objetiva y económica.

En Marx el paso de la ‘clase económica’ a la ‘clase política’ se da en la continuidad, en la extensión y generalización del movimiento, como paso de lo parcial a lo general.

Ciertamente, este movimiento no se da sin saltos. Refiriéndose al movimiento cooperativo, Marx muestra sus limitaciones si queda Bernie Sanders se dirige a una concentración de trabajadores de Amazon. Nueva York, 2022 reducido a “los esfuerzos accidentales y particulares de los obreros”, de modo que “para emancipar a las masas trabajadoras, la cooperación debe alcanzar un desarrollo nacional y, por consiguiente, ser fomentada por medios nacionales”, lo cual exige “la conquista del poder político”14.

Marx también critica la labor parcial de los sindicatos: “Ocupadas con demasiada frecuencia en las luchas locales e inmediatas contra el capital, las tradeuniones no han adquirido aún plena conciencia de su fuerza en la lucha contra el sistema de la esclavitud asalariada”15.

Hay, por tanto, tensión en el movimiento de la clase, pero no oposición entre ‘clase económica’ y ‘clase política’. No hay contraposición, sino continuidad: “La coalición de Protestas de los trabajadores del metal en el acceso a Navantia. Cadiz, 2021 las fuerzas de la clase obrera, lograda ya por Por otro lado, no es preciso reducir la clase a la alternativa la lucha económica, debe servirle asimismo de palanca en su ‘clase función del capital’/’clase revolucionaria’, el todo o nada. lucha contra el poder político de sus explotadores”16.

La clase puede demostrar su poder con una disposición legal, De hecho, hay en Marx el supuesto demasiado lineal, excesicon la fuerza de la ley. En la citada carta a Bolte, Marx escribe: vamente optimista, de que basta con la unión obrera, con la “El movimiento político de la clase obrera tiene como objetivo, extensión de la lucha, para pasar de lo particular a lo general,

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mente que la estructura de clases del capitalismo esté sometida a una polarización creciente, el problema teórico del hiato entre el concepto abstracto polarizado de las relaciones de clase y las complejas pautas concretas aplicadas a la formación y a la lucha de clases se ha hecho más difícil de soslayar…

Hallar su solución ha sido una de las preocupaciones centrales en el resurgimiento del análisis marxista de clases a lo largo de los últimos veinte años”.

Pero la polarización social no es en Marx una abstracción, una simplificación, sino, al contrario, una idea-fuerza que impregna su pensamiento. Aunque Olin Wright opone el “mapa abstracto, simple, polarizado, de las relaciones de clases” al “mapa descriptivamente abiTrabajadores de Inditex manifestándose en A Coruña. Noviembre 2022 garrado de agentes concretos en las desde luego, la conquista del poder político… Pero… a partir luchas de clase”19, es precisamente en los textos políticos de los distintos movimientos económicos de los obreros surge coyunturales, como los artículos de La lucha de clases en en todas partes un movimiento político, es decir, un moviFrancia de 1848 a 1850, donde Marx analiza las luchas (y alianmiento de clase, que tiene por zas) de clases en términos de polaobjeto imponer sus intereses en rización.

La clase no es posterior a la lucha, forma general, en una forma que La polarización no solo está presino que ya existe como posee una fuerza de compulsión sente en estos textos políticos, sino “clase en sí’. para toda la sociedad”18. La clave que llega hasta la obra económica aquí es “imponer”, “fuerza de comde madurez. No solo ilumina el anápulsión”, sea mediante una revolulisis de la lucha de clases, sino tamción o con la ley de ocho horas. Entre reivindicación económibién articula la relación entre clase y lucha de clases. La polarica y revolución hay pasos intermedios, mediaciones, conquiszación no es una abstracción en el conocido apartado 7 del tas, como las leyes impuestas por los obreros. capítulo XXIV de El capital, “Tendencia histórica de la acumulación capitalista”, sino la descripción de lo que Marx consideraba un inevitable choque entre clases (“Con la disminución 6 constante en el número de los magnates capitalistas…, se acreErik Olin Wright también encuentra en Marx la división entre cienta la masa de la miseria, de la opresión, de la servidumbre, clase-estructura y clase-agencia, que en su caso no es tanto de la degeneración, de la explotación, pero se acrecienta tamentre economía y política, sino entre abstracto y concreto, bién la rebeldía de la clase obrera…”). La tesis de la polarizaestructura y coyuntura, entre análisis de clase en El capital y ción se refuerza con la autocita de un texto de intervención análisis de clase en los escritos político-coyunturales. Entre política, el Manifiesto comunista, escrito hace treinta años (“… ambos extremos existe un hiato, “un hiato conceptual entre las solo el proletariado es una clase realmente revolucionaria. Las categorías abstractas y polarizadas que Marx usa para analizar demás clases degeneran y perecen…”)20. las estructuras de clases y las categorías descriptivas concretas Lejos de ser algo abstracto, la polarización en Marx reúne los que aplica al análisis de los agentes sociales en coyunturas hisdos aspectos de la clase y resuelve su tensión. Con indepentóricas específicas”. dencia del acierto en el diagnóstico económico (de un lado, El punto clave para Olin Wright es la polarización y su insercentralización del capital; del otro, aumento de la miseria), la ción en el análisis de clase: “Puesto que ya no se acepta comúnpolarización congrega el conjunto de la clase y sirve de nexo de

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de la clase, que no es fija ni evanescente, sino dinámica, viva; se crea y recrea, se construye y reconstruye.

8 Dar cuenta, por ejemplo, de cómo las nuevas industrias de la distribución (Amazon) y del ocio (Starbucks) “concentran en un mismo sitio a una masa de personas que no se conocen entre sí”, por lo que desde el principio la clase ya está delimitada, perimetrada, “una masa de trabajadores (que) viene a ser ya una clase frente al capital”, de modo que la clase ya puede ponerse en movimiento y empujar la lucha unión entre la posición estructural (“miseria, servidumbre, de clases, logrando finalmente que los trabajadores de un explotación”) y la acción (“rebeldía”). almacén de Amazon en Nueva York puedan celebrar jubiloNótese que la polarización no se refiere solo a la faceta subjesos, como ‘clase para sí’, la constitución del primer sindicato tiva de la clase, a una agudización de la lucha de clases (rebelen esta corporación, mientras que, siguiendo la misma línea, día), sino también a su aspecto objetivo, a la intensificación de empleados de diez establecimientos de Starbucks de Estados su posición estructural (miseria, explotación…). En la polarizaUnidos toman la decisión de unirse al sindicato Workers ción se verifica la unidad entre clase-estructura y clase-agencia.

United. De la ‘clase en sí’ a la ‘clase para sí’, de la clase-estructura a la clase-agencia. De la estructura a la coyuntura, de lo abstracto a lo concreto.

7 Dar cuenta de cómo la clase pasa de la economía a la polítiEn la separación clase/lucha de clases (Gómez Villar), y ca, de modo que una reivindicación económica se convierte en haciendo de la primera una derivada de la segunda, la clase “movimiento político, movimiento de clase”, como sucede, por aparece y desaparece, existe y no existe. La clase no tiene entiejemplo, en las iniciativas ciudadanas en Estados Unidos, que dad propia y su existencia es intermitente. permiten a los votantes reunir firmas de peticiones para incluir En la separación política/economía (Mezzadra y Neumann) una pregunta de política en la papeleta electoral y que en la se crean dos tipos de clase: la clase política, la de la lucha de última década sindicatos y campañas organizadas han utilizaclases, y la clase económica, la objetiva. La clase se divide en do para aprobar directamente políticas que benefician a las codos clases. munidades de clase trabajadora y, en general, devuelven actiEn la separación estructura/coyuntura, abstracto/concreto vos, derechos y poder de decisión a las comunidades trabaja(Olin Wright) se genera un hiato que solo se puede cubrir medoras y las poblaciones vulnerables (con gran éxito, pues todas diante una clasificación, una ordelas propuestas electorales presentanación sociológica. La clase es la das desde 1996 para aumentar los Entre reivindicación económica casilla de un cuadro tipológico. salarios mínimos estatales han sido y revolución hay En la separación, la clase arrastra aprobadas, siendo las últimas las de pasos intermedios. una existencia precaria, incierta, Nebraska y Washington DC en las dividida, limitada. En la no separapasadas elecciones de medio manción, en cambio, goza de una existencia plena, fuerte. Es la tendato de noviembre de 2022). La ‘clase’ ha pasado a ser ‘clase sión (la unidad dialéctica si se quiere) entre clase y lucha de que actúa como clase’, capaz de “imponer sus intereses en clases, economía y política, estructura y agencia, que permite forma general, en una forma que posee una fuerza de compulinformar, a la vez, de la formación y la evolución de la clase, de sión para toda la sociedad”. su constitución y desarrollo, de su posición y sus movimientos.

Dar cuenta también de cómo en la lucha de clases la clase Es la tensión que sigue siendo útil para dar cuenta de la entidad asume los intereses generales de la sociedad, como la campa-

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ña “Ya basta” de Gran Bretaña, que reclama salarios más altos, el fin de las subidas desorbitadas de los precios del suministro de energía, el derecho a una vivienda digna, a una alimentación asequible y a un aumento de los impuestos a los ricos, y que, respaldada por más de medio millón de personas, ha convertido el impulso de las semanas de huelga de ferroviarios y empleados de correos en un amplio movimiento. De lo particular-sectorial (ferroviarios, correos) a lo universal (vivienda, alimentación, impuestos)■ Notas 1.“¿Qué forma una clase?, y por cierto que esto se desprende de suyo de la respuesta a la otra pregunta: ¿qué hace que trabajadores asalariados, capitalistas y terratenientes formen las tres grandes clases sociales?”. Marx, K. El capital - Tomo III - Vol. 8. Siglo XXI, 2009, p.

1124.

2. Marx, K. El 18 brumario de Luis Bonaparte. Ariel, 1971, pp. 144-145.

3. Althusser, A. Para una crítica de la práctica teórica. Respuesta a John Lewis. Ed. Siglo XXI, 1974, p. 34; Poulantzas, N. Las clases sociales en el capitalismo actual. Siglo XXI, 1976, p. 13; Laclau, E. Política e ideología en la teoría marxista. Siglo XXI, 1978, p. 120.

4. Marx, K. & Engels, F. La ideología alemana. Ed. Pueblos Unidos, 1973, pp. 60-61; Marx, K. Miseria de la filosofía. Aguilar, 1973, p. 243; Marx, K. y Engels, F. Manifiesto del Partido Comunista. Ed. Progreso, sin fecha, p. 39.

5. Es mérito de Poulantzas haber hecho notar que en la formación de la clase en Marx hay tres niveles y no dos. Aunque lo enmarca en una problemática historicista, su observación es correcta. Tras un primer nivel, el de las luchas aisladas e individuales, “puede distinguirse en Marx lo que aparece como un segundo nivel de lucha económica, de intereses económicos, que no se plantea ya, de una parte, en el nivel de los individuos-agentes de producción, pero que, por otra parte, tampoco expresa relaciones de clase propiamente hablando… Los diversos niveles teóricos de los análisis de Marx constituirían etapas históricas de la formación de una clase social:

masa indiferenciada de individuos en sus comienzos, se organizaría después en una clase-en-sí para llegar finalmente a la clase-para-sí”.

Poulantzas, N. Poder político y clases en el Estado capitalista. Siglo XXI, 1975, pp. 62 y 64.

6. Pasajes extraídos de Miseria de la filosofía. Op. cit., p. 242-243; y Manifiesto del Partido Comunista. Op. cit. pp. 38 a 40.

7. “Carta de Marx a F. Bolte. 23 de noviembre de 1871”, en Marx- Engels.

Correspondencia. Ed. Cartago, 1973, p. 262. Obsérvese que en la distinción entre ‘clase’ y ‘actuar como clase’ los niveles económico y político no se definen por sus propiedades intrínsecas, sino por la extensión de la lucha. El movimiento no es parcial porque sea económico, sino que es económico porque es parcial.

8. Marx, K. “Estatutos generales de la Asociación Internacional de los Trabajadores”, en Marx-Engels. Obras escogidas, T. I. Ed. Progreso, sin fecha, p. 368.

9. “Carta de Marx a J.-B. Schweitzer, 13 de febrero de 1865”; citada por Marx en su carta a Engels del 18 de febrero de 1865. En Marx- Engels.

Correspondencia. Op. cit., p. 162.

10. Marx, K. El Capital. Op. cit., Tomo I, Vol. 1, pp. 241 y 305; y Tomo III - Vol. 8, p. 1123.

11. Gómez Villar, A. Los olvidados. Bellaterra Ed., 2022, pp. 58, 60-61 y 188.

12. Lazzarato, M. ¿Te acuerdas de la revolución?. Eterna Cadencia, 2022, p. 141.

13. Mezzadra, S. & Neumann, M. Clase y diversidad. Katakrak, 2019, pp. 28, 33, 71, 74 y 119-120.

14. Marx, K. “Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de los Trabajadores”, en Marx-Engels. Obras escogidas, T.I. Op. cit., p. 364.

15. Marx, K. “Instrucción sobre diversos problemas a los delegados del Consejo Central Provisional”. Fuente: www.marxists.org 16. Marx, K. “Estatutos generales de la Asociación Internacional de los Trabajadores”. Op. cit., p. 368.

17. Marx, K. “Instrucción…”, ibídem.

18. “Carta de Marx a F. Bolte. 23 de noviembre de 1871”, en MarxEngels. Correspondencia. Op. cit., p. 262.

19. Wright, E. O. Clases. Siglo XXI, 2015, pp. 1 a 5.

20. Marx, K. El capital - Tomo I - Vol. 3. op. cit., pp. 953-954.

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¿Quién se quedó la tierra?

La reforma agraria en España Entrevista a Ricardo Robledo Por Salvador López Arnal

R

icardo Robledo (Lumbrales, 1946), ha sido profesor en la UAB, catedrático de Historia económica en la Universidad de Salamanca, presidente de la Sociedad de Estudios de Historia Agraria (SEHA), fundador y editor del blog Conversación sobre la historia. Actualmente es investigador visitante de la Universitat Pompeu Fabra. La tierra es vuestra. La reforma agraria. Un problema no resuelto. España: 1900-1950 (Pasado & Presente, 2022) es su último libro publicado.

—“Con cuatro decadas de investigacion a sus espaldas, pocos especialistas hay tan cualificados como Ricardo Robledo para ofrecernos una vision remozada e integral de la reforma agraria republicana” señala Eduardo González Calleja. ¡Cuatro décadas nada menos! ¿De dónde su interés por la cuestión agraria española? ¿Indispensable para entender la evolución histórica de nuestro país?

—Una pregunta de investigación de mi tesis de licenciatura de 1973, que aún no se ha agotado, es la del porqué del conservadurismo sociopolítico del campesinado castellano al comprobar que los líderes del Bloque agrario/CEDA fueron salmantinos. Gracias a la historia de la propiedad agraria pensaba que se podían lograr avances sustanciales en el conocimiento del pasado rural, las actitudes políticas y la conciencia social. Hoy habría que valorar más los comportamientos políticos. Sin duda alguna, la desigual evolución de la sociedad española es ininteligible sin conocer la historia de la cuestión agraria.

—La tierra es vuestra, titula usted. ¿De quién debe ser la tierra?

—A lo largo de la historia escucharás, blowing in the wind, “la tierra es para quien la trabaja”. Los sujetos sociales, si es que no han desaparecido casi del todo, han ido variando: del campesinado parcelario al subordinado a las grandes firmas o distribuidoras. Pero hay una constante: “la empresa más extraña de todas las emprendidas por nuestros antepasados consistió qui-

zás en aislar a la tierra y hacer de ella un mercado”, cita de Karl Polanyi con la que se abre el libro.

—¿A qué llamamos reforma agraria? ¿En singular o en plural?

—Por reforma agraria suele entenderse la legislación para redistribuir directamente la propiedad, individual o colectivamente, o proporcionar acceso a los derechos sobre la misma, lo que supone profundos cambios en las estructuras del poder económico y político de los terratenientes.

—¿No fue propiamente o no intentó ser una auténtica revolución, más que una mera reforma, de las relaciones de propiedad en el campo español?

—Si nos ceñimos al caso español suele distinguirse entre la reforma agraria liberal del siglo XIX, que afectó a la propiedad eclesiástica y gran parte de los bienes comunales de los pueblos, de la que se llevó a cabo en los años 30 del siglo XX para reducir la desigualdad de la propiedad y aliviar el grave problema del paro. Cuando llegó la guerra civil, la reforma agraria republicana adquirió una intensidad de expropiación, cerca de 5 millones de hectáreas, que la hacen comparable a otras grandes reformas. El adjetivo de revolucionaria sería correcto.

—¿Afectó solo a la propiedad de la tierra?

—A la propiedad de la tierra y a su explotación. Aunque no

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saliera adelante una ley de arrendamientos favorable al colono (salvo en Cataluña, aunque fue impugnada en el Constitucional por la Lliga de Cambó), sí se promulgaron leyes de laboreo forzoso para evitar que el gran labrador dejara de dar trabajo. Cuando analizamos la conflictividad rural de la Segunda República llama la atención que se concentrara en el mercado del trabajo y no tanto en el mercado de la tierra.

—¿Por qué se produjeron tantos enfrentamientos sociales en el mercado laboral?

—La regulación del mercado de trabajo rural se concretó en el establecimiento de la jornada de ocho horas, de los jurados mixtos de patronos y obreros, y en el decreto de términos municipales, que obligaba a los patronos a emplear preferentemente a los braceros vecinos del municipio. Ahora bien, el poder del mercado acostumbraba a imponer su ley expuesta a la perfección en la frase «Ni bases, ni bolsa de trabajo», como condición para dar empleo. Desde el inicio de la República la legislación se desarrolló en un marco laboral coactivo que a las pocas semanas aceptaba la militarización del orden público con la declaración del estado de guerra en Andalucía.

reforma fueran ingenieros agrónomos. El problema no era tanto de incapacidad técnica sino de voluntad política.

Y esto cabe extenderlo a Azaña, el padre intelectual de la reforma de 1932 que fue quitando las aristas que pudieran molestar a las “clases medias terratenientes”.

—¿La reforma agraria se limitó a la gran propiedad de las catorce provincias latifundistas?

—La cuestión agraria, igual que la reforma, no se puede reducir al latifundio andaluz o extremeño, pues todos los aspectos –rentas, salarios, propiedad y explotación de la tierra– resultaron afectados por el reformismo republicano. Todas las regiones estuvieron implicadas en mayor o menor medida pues en todas las provincias, aunque no hubiera asentamientos de campesinos, se establecieron juntas provinciales de Reforma Agraria que sacaron a la luz los problemas agrarios más diversos (arrozales de Tarragona, parcelaciones en Mallorca, bienes comunales reivindicados en Galicia...), pero, sobre todo, el Registro de la Propiedad Expropiable (RPE) fue el medio de generalizar la reforma a todas las provincias o, dicho de otro modo, de generalizar el miedo a la reforma de todos los propietarios. Pues podían verse afectados si la reforma se ampliaba.

En España ha aumentado la concentración de la propiedad.

Los enfrentamientos se saldaron más de una vez con un gran número de muertos. Muy imparcial del todo no fue Largo Caballero, que representaba a la UGT, cuando los anarquistas, partidarios de la acción directa y no de la negociación, le disputaban el espacio político.

—¿El problema de la tierra sigue hoy sin resolverse?

—Se puede afirmar que sí. Los efectos de la política agraria comunitaria (PAC) tienen unos incentivos que son proporcionales al tamaño físico de las explotaciones. Ha aumentado la concentración de la propiedad y el problema de la desigualdad permanece con unas características nuevas (industrialización de la agricultura).

—¿Tenían preparación suficiente los reformadores republicanos? ¿Conocían bien la tierra que pisaban y sobre la que pretendían legislar?

—No todos. Marcelino Domingo, el ministro que firmó la ley de 1932 que modificaba la arquitectura de la propiedad liberal surgida en las Cortes de Cádiz, tenía más dotes para ministro de Educación que para Agricultura. Aunque los que dirigían la

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—¿Por qué ha sido tan importante y decisivo en España, tal vez más que en otros países, el poder político, económico y social de los terratenientes, uno de los sectores más reaccionarios y represor de las clases dominantes españolas?

—No sé si España se lleva la palma. En el libro hago una mención a la masacre de 11.000 campesinos rumanos en 1907, atrapados entre una alta presión social sobre la tierra y una muy baja tasa de emigración restringida por el gobierno. Por otra parte, la lectura del Mussolini de Scurati ha servido para divulgar las brutalidades de los labradores hasta arrasar con las ligas de los campesinos. La incompatibilidad entre terratenientes y liberalismo/democracia es una tesis a la que presto atención.

—¿Siguen teniendo poder o son ya parte de nuestro pasado histórico?

—Las oligarquías se renuevan. En un discurso de Franco en Lugo en 1942 proclamó: “Nuestra Cruzada es la única lucha en que los ricos que fueron a la guerra salieron más ricos”. Pero seguramente no fueron los mismos de antes de la guerra.

Continuó el poder de aristócratas si bien, al igual que ocurrió con el relevo de las élites políticas, hubo oportunidades para que el estraperlo y el mercado negro encumbraran a nuevos ricos que se codearan con los ricos de siempre.

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—Las reformas emprendidas durante la II República, especialmente la del Frente Popular, ¿han sido los únicos intentos serios de reforma agraria en nuestro país?

—Hasta 1931 no se llevó a cabo un proyecto de reforma que corrigiera sustancialmente el statu quo de las reformas agrarias liberales. En 1934, según los datos de las operaciones catastrales –que afectaban, es cierto, más a la España del Sur que a la del Norte– el 1,25% de los contribuyentes poseía más del 40 por 100 de toda la riqueza rústica comprendida en el Avance Catastral, y el 2,33% de aquellos, de más de la mitad. Este dato justifica la afirmación de que las reformas distributivas en la España del latifundio no habían tenido entidad suficiente como para cambiar la estructura social.

—¿Se puede hablar propiamente de una reforma fracasada?

—No del todo. Convendría tener en cuenta las ocupaciones de

ron el orden social en más de un pueblo. El cambio político de los ayuntamientos posibilitó que los recursos comunales dejaran de tener un uso oligárquico. Y las movilizaciones sociales dieron lugar a una coyuntura económica inédita: bajó la renta de la tierra y subieron los salarios hasta 1934. El latifundista (o su administrador o el gran arrendatario) perdía no solo rentas económicas, sino también rentas políticas. El cambio de jerarquías sociales desconcertó.

—¿Podía precisar algo más los efectos de este cambio jerárquico?

—Hay dos frases que lo resumen. La queja de un terrateniente andaluz: es que se nos ha perdido hasta el respeto. Casi idéntica a la de una gran propietaria de Salamanca en carta al administrador en 1934: estamos en unos tiempos en que ya no se respeta ni a la Guardia Civil. Pero ¿qué significa “respeto” en un contexto de gran desigualdad? Más bien la humillación del otro.

Quizá sea pertinente tener en cuenta la teoría del reconocimiento de Axel Honnet, quien sostiene que los conflictos sociales pueden interpretarse más como una lucha por el reconocimiento del otro que como una protesta por la mera supervivencia.

—¿Qué papel tuvieron las ideas? ¿Cuáles fueron las principales influencias intelectuales en la formulación de la reforma agraria?

—Si prestamos atención a los economistas, la principal influencia fue la del institucionalismo defendido por la escuela histórica alemana. No se podía confiar exclusivamente en el mercado o en el juicio técnico, sino en la acción consciente de los poderes públicos, inspirada en la moral y el derecho. En cuanto a los socialistas podían compartir las ideas de la nacionalización de la tierra o del georgismo: el impuesto único sobre las plusvalías de «las rentas no ganadas» haría avanzar hacia una civilización más noble. De la inicial distancia con el mundo campesino que tuvo el PSOE, se pasó a defender la reforma de la tierra como aliento para la democracia.

tierras en Extremadura durante la primavera del Frente Popular, legalizadas por el Instituto de Reforma Agraria (IRA), que ascendieron a unas 270.000 hectáreas y la extensión de la reforma a otras provincias, ahora sin más titubeos que los límites financieros para dar crédito a los asentados. No olvidemos la variable del golpe militar, una amenaza desde abril de 1931, que llegó cuando se estaba tramitando en julio de 1936 el rescate de bienes comunales usurpados.

Incluso la ley agraria de 1932, prevista para llevarse a cabo en unos 10-15 años, tuvo consecuencias indirectas que tambalea-

—¿Y las ideas de Joaquín Costa? ¿Qué papel han jugado las ideas y propuestas de este historiador, político y economista de Monzón?

—Es el referente principal del reformismo español que tenía como criterios la defensa del modelo de la pequeña explotación como el más idóneo para impulsar el crecimiento económico, estabilidad y rentas bajas para el arrendatario, y suspicacia contra los terratenientes por ser éstos los más favorecidos por el progreso del primer tercio de siglo. En esto último no hacía más que seguir a H. George convirtiéndose en el principal difusor. Si a estos criterios añadimos la importancia dispensada a la política hidráulica nos damos cuenta del extenso

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arco de las ideas costianas. De modo que, al final, todos bebían de Costa, bien fuera Fernando de los Ríos o F. Villalobos. La Segunda República supo reconocerlo en los debates parlamentarios.

—¿Qué papel ha desempeñado la Iglesia Católica en toda esta historia?

—La Iglesia Católica deslegitimizó la Segunda República y, estallada la guerra, avaló la tesis de la imposible conciliación escudándose en la Cruzada. El anti-republicanismo dejó sin argumentos la política del llamado catolicismo social, en el que sin duda hay corrientes diversas. Es bien conocido cómo acabó el bien intencionado ministro de Agricultura Giménez Fernández de la CEDA cuando se salió del guion y se le ocurrió conceder algún derecho a los colonos.

—Una expresión de filosofía de la historia que usa en ocasiones: “escribir historia desde abajo”. ¿Qué perspectiva es esa? ¿Qué significa para usted escribir historia desde abajo? ¿A qué “abajo” se refiere?

—Esta expresión es tributaria de la forma de hacer historia que tuvieron los marxistas británicos a fines de 1950, en especial,

El problema no era tanto de incapacidad técnica sino de voluntad política.

E.P. Thompson, quien también defendió la noción de “economía moral” y un concepto de clase, nada abstracto. Eran voces críticas contra el dogmatismo del Partido comunista británico que cristalizaron en la revista Past and Present. “Desde abajo”, quiere decir que la vida de las clases populares debía ser vista desde el propio contexto (su cultura, tradiciones, visión del mundo) y no desde las categorías de análisis ajenas a esta realidad vivida.

—Dedica un apartado (excelente, magnífico, conmovedor en mi opinión) a Casas Viejas. ¿Qué significó la dura represión en Casas Viejas para la II República Española? ¿Un inmenso error que hubiera podido evitarse?

—Los sucesos de Casas Viejas significaron la cristalización del desencuentro entre el campesinado más pobre y los ideales de la República con su promesa de reforma agraria y de mejora de las condiciones de trabajo. Sin duda podía haberse evitado, al menos, la barbarie de una represión desmesurada: incendio de la choza de la familia Seisdedos y a continuación el asesinato de doce campesinos que nada tenían que ver con la subleva-

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ción de los anarcosindicalistas. El juez instructor nos da una pista: “se cometieron algunas barbaridades, y creemos que fue para imponerse por el terror, como lo consiguieron”. No se trató de ningún calentón. Predominaba la idea del anarquismo como un mal que se curaba con la represión a cuyo servicio estaba una concepción militarista del orden público, bien por el recurso de los estados de excepción o bien por el protagonismo de la guardia civil, cuerpo militar, en el mercado de trabajo. Su defectuosa gestión de los conflictos tuvo casi siempre el respaldo de la impunidad. Como ha demostrado el profesor Pérez Trujillano, el Tribunal Supremo nunca puso freno a las prerrogativas que las fuerzas de orden público tenían sobre la vida y la muerte de las personas, como demuestra la persistencia de la ley «de fugas».

—¿Cómo se consiguió desde el Ministerio de Gobernación debilitar el poder de los anarquistas y, a partir de 1934, el de los socialistas?

—No se eliminaron los métodos de la Dictadura o de la Restauración, por ejemplo, la ley de «de fugas» en la “Semana roja” de Sevilla (julio 1931), o se inventaron revoluciones para forzar preventivamente la represión contra el anarcosindicalismo. Las Leyes de Orden Público y la Ley de Vagos y Maleantes de junio 1933 se utilizaron principalmente contra los «enemigos de la República» de izquierdas. Cuando llegaron las derechas, los socialistas tuvieron que sufrir en carne propia la actitud provocativa de Salazar Alonso, el Dollfuss español, que no transigió ni con sus compañeros de ministerio. La huelga campesina de junio de 1934, la única que había conseguido un respaldo nacional, se declaró «servicio público nacional» para asegurarse la excepcional cosecha de trigo del siglo. Al tipificarse la acción huelguística como «sedición» o «rebelión», lo que se hacía en la práctica era militarizar a los jornaleros. La represión indiscriminada superó ampliamente el marco temporal de la huelga de junio.

—Al Frente Popular no se le ocultó la importancia de la alianza obrera-campesina para avanzar en la consecución de cambios sociales profundos ¿Las políticas agrarias defendidas por el gobierno del Frente abonaron esa alianza?

—Es muy tenue la frontera entre el pequeño campesino y el jornalero, de modo que solo forzando los argumentos se puede hablar de enemistad permanente. El pequeño propietario se beneficiaba de la reforma laboral cuando trabajaba como obrero y si era colono le favorecían las medidas de estabilidad para los arrendatarios. La interacción entre gobierno y movilización social hizo que en poco más de tres meses se resolvieran los dos problemas creados por los gobiernos radicales-

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cedistas –el problema de los yunteros y el de los colonos desahuciados por la Ley de Arrendamientos Rústicos de 1935– y que se iniciara el asentamiento de campesinos por el decreto de 20 de marzo de 1936. Se llevó a cabo la mayor parte del programa del Frente Popular, incluido el que afectaba a los rabassaires que habían logrado la hegemonía de la payesía. La guerra interrumpió dos proyectos importantes: el de rescate de bienes comunales y la reforma fiscal de Gabriel Franco.

Interesa esta autocrítica de Azaña “Nosotros…fuimos demasiado amables con los terratenientes. A veces casi deseo que los campesinos hubieran ocupado las tierras y entonces habríamos podido dejar que se quedaran en ellas; si eso hubiera pasado, [se] habría resuelto la cuestión agraria”. Declaraciones del 8 de marzo de 1936 a la periodista Anna Brener, para el New York Times.

—Se ha señalado en ocasiones que las prácticas colectivistas promovidas por la CNT o la UGT, no siempre contaron con el acuerdo y apoyo de los campesinos pobres y de los jornaleros agrícolas. ¿Fue así?

—No fue fácil la coexistencia entre «individualistas» y «colectivistas» y menudearon los conflictos y los choques violentos entre «gente precipitada en la miseria» que proclamaba la utopía revolucionaria frente a «campesinos y arrendatarios sumidos en la pobreza». Las formas de exclusión social que provocaban estos conflictos no hacían sino generar inoperancia y desmoralización, los peores aliados para ganar la guerra.

Dicho esto, las colectivizaciones demostraron la viabilidad de la pequeña explotación y la colaboración en objetivos de servicios sociales, como la atención a los refugiados, o el abastecimiento a grandes ciudades.

—¿Se puede hablar propiamente de una dura (y a veces criminal) contrarreforma agraria tras el triunfo del fascismo o incluso durante la guerra civil, en los territorios ocupados por los golpistas?

—Cuenta Julián Zugazagoitia: «Lo que, en las ciudades, como Madrid y Barcelona, se conocía por el nombre de “paseos” –paseos que desembocaban en la muerte–, en los pueblos campesinos, y en esta denominación incluimos a capitales como Burgos, Valladolid y Cáceres, se llamaba “la reforma agraria”. A los afectados por ella se les daba tierra, ¡poca!, sin renta y para siempre». Las cifras son elocuentes en provincias que no tuvieron asentamiento de campesinos por el IRA: Zamora y La Rioja, con 2.000 asesinados cada una, o Navarra con cerca de 3.000. Donde los hubo masivamente como en Badajoz las víctimas fueron 9.550 según F. Espinosa. Represión y contrarreforma agraria se constituyeron en ejes centrales de

la economía política franquista, en la que también deben incluirse la política de la autarquía y la corrupción, que iban de la mano en un Estado militarizado.

—La que hoy llamamos “España vaciada” fue hace años la España más agrícola. ¿Víctima de la industrialización? ¿España ha dejado de ser un país agrícola? ¿Debemos sentir añoranza?

—Son complejos los caminos de la despoblación de la España rural. La emigración campesina es un fenómeno tradicional cuyo último episodio había sido el flujo hacia América a principios del siglo XX. La industrialización y sus cambios hicieron de gran tirón del campo especialmente a partir de 1950. Pero ahora juegan otros elementos que van complicando las soluciones, por ejemplo, la transición demográfica: menos niños y más supervivencia de los mayores. También evoluciona la dinámica del sector agrario y de la industria agroalimentaria. El problema fundamental no está tanto en la despoblación de los pueblos sino en el colapso de la actividad agraria que nos empuja hacia una agricultura sin agricultores, muy industrializada (es bien conocido el temor a las macrogranjas) y con impactos ambientales muy importantes. La evocación del mundo rural suscita

Azaña reconocía que el gobierno fue demasiado amable con los terratenientes. añoranzas, pero también más de un rechazo.

Como escribió Alfonso Ortí, uno de los mejores expertos en J. Costa: «Modernizarse productivamente» a corto plazo ha supuesto para la mayoría de los agricultores contribuir, a medio plazo, a su suicidio social como clase agraria y forma de vida y, a largo plazo, a colaborar en la «liquidación del propio mundo rural».

—¿Cómo resumiría la tesis principal del libro?

—La principal tesis es que en 1931 no podía esperarse que el mercado resolviera las tensiones provocadas por estas tres variables: el paro creciente, una mayor sindicación rural y el aumento de las oportunidades políticas (derechos de asociación, libertad de expresión, etc.) que deparó el marco republicano. Y todo ello en una coyuntura económica internacional depresiva que ponía barreras a los hombres y a las mercancías.

En aquellas circunstancias, la opción que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusión de la pequeña explotación.

—Muchísimas gracias por su tiempo y su amabilidad ■

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Sede del Tribunal Constitucional español

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Contra jueces La filosofía en tiempos de guerra

por Miguel Ángel Doménech

M

ucho se ha escrito sobre el desbloqueo del Tribunal Constitucional. Pero ello es solo la superficie de una cuestión de mayor relevancia: ¿Cuál es el fundamento político que da lugar a la existencia de este órgano constitucional?

Sucede con frecuencia que la ocupación en lo apremiante nos hace desatender lo necesario. Esto ocurre también con la discusión y con la reflexión que en ella se produce, que versa sobre lo inmediato y no consigue profundizar al nivel de lo fundamental. A ello se le podría llamar profundizar en la superficie en lugar de bucear en la profundidad. Sin embargo, es en las profundidades que sustentan la superficie y no en el oleaje y las mareas donde se descubren los movimientos de la mar de fondo.

Esto sucede con la polémica sobre la actualidad de la reciente resolución del Tribunal Constitucional acerca de un debate parlamentario. Existe en efecto, un problema de intereses partidarios de los jueces. Precisamente obtuvieron el puesto en esa institución por su fidelidad a aquellos intereses partidarios.

Existen también intereses prosaicos, como mantener sueldos y honores preferentes. Que cumplan con el honor del partido por el que fueron nombrados o que cumplan con el honor de su conciencia, cuando normalmente esta misma conciencia consiste en la adhesión al partido, viene a ser lo mismo. Que cumplan con la ley y la Constitución o lo que los suyos ven en la ley y la Constitución es una redundancia no una alternativa.

En cualquier caso, que cumplan con lo colectivo o, por el contrario, que cumplan con sus intereses privados o de partido… puede ser que sí o puede ser que no, lo más seguro es que quién sabe. Existe, probablemente, un quebrantamiento del equilibrio de poderes, pero ¿no son todos los equilibrios, por defun-

ción inestables? El discurso, en estos términos, transcurre en todo caso, en la superficie, repitiendo lo ocioso.

También es superficie, espuma y marea –marear la perdiz–, la cuestión de si los jueces del Tribunal Constitucional deben ser nombrados por otra institución (división de poderes) o por sí mismos, o si a las mayorías parlamentarias debe corresponder la mayoría de esa Institución (indivisión de poderes). El Estado es, por definición, no solo el monopolio del poder y la violencia sino también –como muestra Bordieu– el monopolio de la legitimidad de ese monopolio. Todo quedará dentro del monopolio en el que unos pocos piensan y deciden por todos y todas. En todos los niveles de la democracia representativa, los electos lo son para que sean ellos quienes decidan en nuestro lugar. Al asumirlo estamos suponiendo y dando por bueno que la política y sus instituciones son siempre un saber superior, un logos de mando y obediencia. Son siempre unos pocos los que saben, y quienes juzgan, los demás deben ser representados. No tienen juicio, no poseen discernimiento técnico suficiente (no saben la ley positiva y sus retruécanos, ni los hechos sólidos), ni tienen suficiente discernimiento moral (no saben lo que quieren y plantean las irrealidades de lo que debería ser en lugar de lo que es). No es de extrañar la desafección de los muchos por la política cuando la política marcha por esos senderos en que solo los optimates son actores.

Además, pareciera como si, al enfrentarnos a un asunto político en que muestra su rostro una institución ya constituida,

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nos a la mismísima Gorgona. De esta manera, cuando la miramos y ella nos mira, quedamos convertidos en piedra. La petrificación del juicio consiste en que no nos está permitido poner en cuestión aquello ante lo cual nos situamos. La Constitución es la Gorgona y el Tribunal Constitucional su mirar. Deberíamos hacer como Perseo: enfrentarla al espejo de lo que es realmente ella misma y su rostro.

La política es el lugar por excelencia donde se generan —La política se y se heredan modos de pencontempla como una sar de los que no somos consciencia, en lugar cientes, modos de pensar que funcionan como creende una conciencia. cias, al resguardo de todo cuestionamiento, de manera que la discusión parezca un disparate inverosímil. En este asunto, el relativo a los miembros del Tribunal Constitucional, ocurre lo mismo. La polémica pasa por alto dos fundamentaciones de la creencia en la suprema perfección constitucional del instituto de la división de poderes y de los checks and balances. La primera de ellas es que ambas instituciones constitucionales son el producto de una radical desconfianza en el poder del pueblo. La segunda es el enfoque platónico de desconfianza en la política misma. La política, en occidente, se contempla como una techné, una sabiduría, una ciencia, en lugar de una conciencia. Ambas cosas están relacionadas porque la política, cuanto más sea administración de cosas que la realidad hace necesarias y no opciones de la libertad, tanto más será preciso dejarla en manos de los conocedores, lo que supondrá alejarla del pueblo y, por ello, de la democracia. Veamos con detalle esas dos fundamentaciones.

1) La desconfianza en el poder del pueblo La función de revisar la constitucionalidad de las leyes por medio de órganos jurisdiccionales –sea en la forma de Tribunal Constitucional

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específico, sea difusamente al encomendar la labor a los tribunales ordinarios– es un producto tardío del constitucionalismo moderno, surgido de la misma inspiración que engendró la división de poderes y los cheks and balances: evitar la potencia del pueblo. Esto se manifiesta de manera repetida y palmaria en todos los debates constitucionales que precedieron a la Constitución de los Estados Unidos, que fue el paradigma de este género de construcciones jurídicas. Incluso en sus antecedentes, en prácticas anglosajonas interpretadas por Montesquieu, es producto de un esfuerzo del conservadurismo como reacción a las revoluciones reales o potenciales.

El pueblo, entregado a sí mismo, sería la causa de todo desorden, una amenaza a las propiedades privadas de los ricos, que indefectiblemente causaría la persecución de las minorías.

La literatura que sostiene este tipo de argumentos, en alguna de sus múltiples modulaciones, está entre las más abundantes del pensamiento político de casi todas las épocas. A pesar de la experiencia histórica, que nos dice que la persecución y el exterminio de las minorías ha sido obra de las tiranías y de que la apropiación privada de los bienes comunes ha sido invariablemente la conducta de los poderosos en el poder, lo cierto es que el argumento nunca se estremece lo más mínimo: el pueblo es desorden y despotismo. Siempre debe de ser moderado, dirigido, apacentado, mediado, representado. Donde Jean Jaurès decía que “la democracia es, ante todo, una gran operación de confianza en el pueblo”, el Tribunal Constitucional está diciendo: “El orden constitucional es ante todo desconfiar en el pueblo”.

Por decirlo lisa y llanamente, la revisión constitucional a cargo de los jueces no es democracia. Podrá ser otra cosa cuyo nombre queda por acertar, pero siempre teniendo en cuenta que las realidades no se entienden por lo que se llaman, sino por lo que son. Es decir, la realidad debe entenderse, no por su nombre (onoma), sino por su razón (logos). Pongámosle este espejo a la Gorgona.

El pueblo de Atenas coronado por la democracia en relieve de mármol. Atenas, S. IV a.C. Este discurso de la desvaloriza-

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ción del pueblo que la Gorgona constitucional pronuncia petrificándonos no va sin otras terribles miradas. Perseo debía de cuidarse también de la cabellera de la Gorgona hecha de serpientes. Todo en el monstruo es monstruoso.

2) La desconfianza en la política misma Basta con seguir a Hannah Arendt para darnos cuenta que, desde Platón, en la filosofía occidental hemos heredado un enfoque por el cual la figura del sabio ilustrado, apartado y distinto, asume prevalencia con respecto al ágora de la ciudad o lugar de discusión popular.

El gobernante es el que conoce lo verdadero desde lo profesional. Es decir, lo sabe, como descifrador de textos sagrados, por su ubicación en otro sitio reservado, la oficina sagrada. El gobernante sabe lo adecuado y cierto para la ciudad –y para el vivir mismo– desde su conciencia. Serían los sabios –dice Platón y repite la filosofía política habitual– quienes deben dirigir la polis, pues ésta no debe ser dirigida desde el ágora. Desde —Los jueces obtuvieron esta perspectiva, el peor el puesto por lugar del ágora es aquel en su fidelidad a que se constituyen los tribu nales igua li tarios del intereses partidarios. pueblo (la Heileia), pues en tales tribunales el pueblo, y no los sabios especializados, ejerce su juicio. El saber político de la gente común, reconocido en los tribunales populares igualitarios, lo que permitía defender la democracia ateniense.

Hace ya tiempo que cayó en desuso ese interrogante, tradicional en la teoría política, que se pregunta sobre quiénes son más sabios, si los muchos o los pocos. También se olvidó que la razón por la cual esta cuestión ha sido superada no remite a la sabiduría sino la de la libertad. Política no es saber más sino ser más libre. Quien pretende saber más y por lo tanto mandar más, en el orden político, sabe menos. El gobierno de los sabios no solo es el gobierno de los ignorantes sino el de los tiranos.

Como señalaba Erasmo, “no ha habido un gobernante más perjudicial para la república –(¡pestilentiores!)– que en aquellas ocasiones en que el poder ha recaído sobre los filósofos” [Elogio de la locura - XXIV].

La política, dice el discurso platónico occidental, es una ciencia que no puede estar al alcance del vulgo. Una materia en que solo uno o algunos alcanzan después de contemplar la

El Rey Felipe VI y Cándido Conde-Pumpido, presidente del Tribaunal Constitucional

verdad. La multitud está encadenada y engañada por no ver sino apariencias en la caverna. Al rebajar la política a ciencia se hace cosa no pública. La res publica no es asunto de la discusión y la deliberación de todos, solo cosa del rey o del filósofo.

La política, en definitiva, no debería ser política. De modo que existiría un vínculo vicioso entre política y pueblo enfrentado a un círculo virtuoso entre sabiduría y conciencia personal de uno o pocos. Debe, en definitiva, desconfiarse de lo político y de la política. La ciudad debe ser gobernada por la clase de los sabios. En su versión moderna, la clase de los competentes y de los profesionales.

La sabiduría, desde esta originaria versión platónica, va siendo protagonizada, según las ocasiones, por los tecnócratas, o por la sapiencia financiera, o los expertos jurídicos, o por el político profesional competente. Tanto da con tal que se sitúe lejos del vulgo cavernario y de la asamblea. Ningún esfuerzo que aleje a la plebe ciudadana de la política es vano, aunque con ello se sacrifique la política, precisamente por ser cosa pública, cosa de discusión y conflicto. Así, de la política se hace una especialidad, un coto vetado, una actividad reservada y reducida a una sala. Su símbolo máximo sería un tribunal de restringidos intérpretes del bien y del mal.

A contracorriente de la política como ágora, del OXI [no] masivo, estaría el juicio de los expertos. La política, para ese pensamiento, no sería el lugar de intercambio de opiniones en que se buscan acuerdos y convenios, aún a riesgo de la provisionalidad y las circunstancias, sino el lugar de las declaraciones inamovibles, deducidas de la Verdad, de lo absoluto e inaccesible a la decisión de los muchos libres. La política, entendida como reino de lo necesario, sería la glosa incesante de lo

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extrañar que los grandes pensadores de la política entendida como fidelidad a una Idea, a un Texto, se entreguen a la tiranía, como Platón con su aventura de Siracusa.

Al hacer que las únicas personas virtuosas sean las sabias y competentes, la virtud pública desaparece y, con ella, la res publica misma. Se extingue la república. Solo queda el texto como objeto sagrado y privado. Tan privado, mudo y absoluto como cualquier otra posesión o propiedad particular. Privado de lo público. Por algo estamos en monarquía.

3) La respuesta republicana Mientras tanto, seguimos enzarzados en el planteamiento de la composición del Tribunal Constidado, de lo constituido, de la Constitución. La tucional. En realidad, se está discutiendo en la interpretación de esa glosa cerrada se ubica superficie de la espuma: ¿Quiénes deben ele—La Constitución en el lugar cerrado cuyos miembros se eligen gir a los jueces para que las resoluciones sean es la Gorgona y el entre ellos calibrando lo que es cierto y lo que justas y sabias? La respuesta podría ser la Tribunal Constitucional no lo es. La Constitución es la Ciudad Perdeducida de aquella sentencia radical y escépfecta, atalaya vigilante de lo político para que su mirar tica: dado que “crímenes, se cometen tanto por no se desmadre en voluntad de la polis, consel senado como por el pueblo romano” –afirma tituida por el pueblo bajo, siempre engañado Pascal en los Pensamientos– será justa, por ser e ignorante. libre, la sentencia del pueblo romano. Será —El único juez justo y La política no puede seguir marchando sabia por ser libre desde el momento en que sabio es el Tribunal por esa senda platónica y elitista tan adelibertad es el gobierno de nosotros mismos.

Popular. cuada para la dominación. La filosofía políPorque si crimen, injusticia o error han de cotica y la política misma son un ejercicio de meterse, será la responsabilidad libre de toda pensar y no una doctrina definitiva, clara y la república. No podemos renunciar a nosodistinta. Es un pensamiento y una praxis atentos a la pluralitros mismos ni a la necesidad de decidir todos. La de todos y dad, a la colectividad de los humanos y a lo que ellos quieren todas es la sabiduría propia de la democracia. El único juez para ellos mismos. La política es ponerse en lo relacional, lo justo y sabio es el Tribunal Popular. El pueblo soberano hace intersubjetivo. No es ni lo subjetivo ni lo objetivo. Política es dictar las leyes a sus mandatados, que no representantes. El “ponerse en lugar del otro”, contemplar con “el pensamiento pueblo soberano, designa quienes deben aplicarlas en los ampliado” por decirlo en términos kantianos de la Crítica del casos particulares, es decir juzgar con la radicalidad de la juicio. Al contrario, la política de hoy –la ilustrada por un igualdad: esta designación, en república, se hace por sorteo Tribunal Constitucional– es ponerse a leer un texto en la soley rotativamente para que a todos alcance la obligación. dad de la conciencia subjetiva o en la soledad en compañía Cualquier intermediación ilustrada por mayor conocimiento de los suyos. En la genuina política, en efecto, lo intersubdeliberativo en la creación o aplicación de las normas no jetivo es lo substancial. La responsabilidad es el aparecer puede ser sino asesoría de orden técnico, pero nunca de goante toda la colectividad y decir públicamente. No es de bierno y mandon Los 12 magistrados del Tribunal Constitucional (2023)

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Libros CUANDO UN PUEBLO CONSTRUYE UN MUNDO NOCHES DE LUNA ROTA Fulgencio Argüelles Ed. Acantilado. Barcelona, 2022, 224 pp.

Hace 20 años, Fulgencio Argüelles ganó el premio Café Gijón con El palacio azul de los ingenieros belgas, una novela dominada por un narrador que copaba línea tras línea, página tras página, sin jamás ceder la palabra a ningún otro personaje en una obra bellamente focalizada a través de una profunda narración en primera persona capaz de construir un mundo, una amalgama de personajes y una realidad solo con su voz.

En Noches de luna rota, Argüelles apuesta radicalmente por su contrapunto.

Noches de luna rota presenta un pequeño pueblo minero de posguerra cuyos habitantes se encuentran sumidos en las secuelas históricas y personales de heridas, ideales rotos y el peso de culpas, a veces heredadas y transmitidas de padres a hijos. Como metáfora de un mañana donde haya vida, se espera la próxima boda de dos jóvenes, Jovita y Arbicio, quienes, pese a cargar con el dolor que supura de las heridas familiares y colectivas, conservan su inocencia y alientan la promesa de un futuro.

Son los habitantes de este pueblo asturiano de Peñafonte quienes toman la palabra, voz tras voz. Argüelles prescinde completamente de la figura de un narrador para que sea el multiperspectivismo que orquesta la polifonía de voces quien construya el mundo que habitan, la minúscula Peñafonte, la concreción particular de un reflejo general. En Noches de luna rota solo existe texto precedido por el guion largo de diálogo, y la presencia de un narrador articulador que dirija,

corte y de paso a los habitantes de Peñafonte ha sido completamente borrada. Ni tan siquiera existe la sombra de esta figura, acotando quién habla. Con las palabras de cada personaje es más que suficiente para entender tanto historia(s) como realidad(es), la suya y la de todos.

En cada uno de los treinta capítulos que componen Noches de luna rota hay dos personajes que hablan entre ellos. Algunos retornan en varios capítulos, como la pareja de novios o los maquis que quizá planeen bajar para asistir a la boda, otros toman la voz cuando han sido referidos en el capítulo precedente, para así hilvanar y tejer con más hilos una red de relaciones, de pasados y algunos futuros cada vez más anudada.

Que cada personaje se construya a sí mismo solo empleando sus propias palabras, adquiriendo cuerpos y almas individuales, requiere de una habilidad que Argüelles exude. Su prosa (o mejor dicho, su heteroglosia) es tan poética como descarnada, cautivadora como desconcertante, profunda como desoladora. Argüelles es un orfebre de las palabras cuyo estilo en esta novela remite a ecos lingüísticos de la época que los personajes narran y crean, voces del pasado aquí contrapuestas en (otro) contrapunto al aspecto formal de la novela, el cual huye de convenciones y anquilosamientos.

Al no supeditar los personajes a una voz autorial o narradora, Argüelles inserta al lector como espectador privilegiado dentro del mundo de los habitantes de Peñafonte, un lector capaz de entrar en la intimidad de sus hogares, sentarse

Fulgencio Argüelles

con ellos y escuchar sus miedos y deseos, su pluralidad, sus contradicciones, su humanidad. Lo opuesto a esta polifonía de profunda carga ideológica es lo que en narratología se refiere como monologismo, el construir una única verdad dominante a través de una sola voz, o, en palabras de Mijail Bajtin, “[e]l método dialógico de la búsqueda de la verdad se opone a un monologismo oficial que pretende poseer una verdad ya hecha; se opone también a la ingenua seguridad de los hombres que creen saber algo, es decir, que creen poseer algunas verdades.” Y lo más deslumbrante de Noches de luna rota es que uno termina creyendo que es otro habitante más de Peñafonte.

Esta novela no es, por suerte, un libro de lectura fácil, un libro más sobre esa España entre dos guerras que diría Gil de Biedma. La delicadeza de su escritura, el lirismo de su prosa, el desgarro contenido de sus voces… se encuentran perfectamente acompañados por un profundo respeto a lo que sus personajes quieren decir y también olvidar, y que hacen de Noches de luna rota una lectura fascinante.

J. Casri

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Libros

LA INMENSIDAD DE UNA PSIQUE LITERARIA EL UNIVERSO DE DOSTOIEVSKI Tamara Djermanovic Ed. Acantilado. Barcelona, 2022, 262 pp.

Tamara Djermanovic

No deja de sorprender un tanto que un escritor tan alejado, aparentemente, de nuestra cotidianeidad, de nuestra hipermodernidad líquida, siga teniendo hoy día tanto predicamento. Lo muestra la atención constante que los especialistas le deparan en forma de estudios o aproximaciones biográficas, y lo rubrica este ensayo de Tamara Djermanovic, profesora de Estética y Literatura Eslavas en la Universidad Pompeu Fabra, que a los dos meses de su publicación ya merecía una reimpresión. Dostoievski, “humanista trágico”, fue un hombre de convicciones intensas y profundas, muy alejadas de las veleidades y los caprichos que actualmente nos obcecamos en aplaudir, políticamente reaccionario y de una religiosidad exaltada y radical. Sus mayores novelas son, a menudo, un tanto descabaladas, prolijas, extensas, en ocasiones poco realistas, incluso disparatadas, y cargadas de una intención filosófica, política y moral ineludible. Además, como señalara Cioran, el ruso parece escribir para adolescentes o menopáusicas, es decir, para lectores sumidos en profundos cambios, quizá inestables, hiperestésicos, dispuestos a enfrentarse con peculiar acuidad a los desarrollos exagerados de sus libros, a esos personajes febriles, casi alucinados, que los protagonizan, a esos parlamentos visionarios e intensísimos que los identifican. Por ello, cualquier lector de Dostoievski habrá notado en su propia experiencia cómo libros leídos y hasta devorados con

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pasión y estremecimiento en el pasado, apenas resisten una nueva lectura más adelante. O textos poco apreciados, de repente parecen engrandecerse y mostrar una riqueza y una potencia inesperadas. Depende de la propia situación del lector.

A pesar de ser un escritor intelectual, en el sentido de que su pretensión es mostrar un problema moral, o filosófico, enfocándolo desde los distintos puntos que sus personajes reflejan, alcanzando cotas, a veces, un tanto vertiginosas, los libros de Dostoievski son fundamentalmente físicos, casi hormonales: seducen, sacuden o repelen con una contundencia material. Por ello, quien haya tenido la suerte de leerlo en alguno de esos momentos privilegiados de plena empatía y sensibilidad, sabrá realmente lo que un libro puede hacer en un lector, habrá sentido hasta el anonadamiento el furor, las dudas, la ansiedad y el marasmo en que la humanidad más frágil se debate, y habrá atisbado la luz resplandeciente de algo ignoto pero real, de algo misterioso y sublime que nos alumbra en esos raros momentos de inspiración. Pocos, muy pocos autores pueden jactarse de lograr eso. Esa capacidad para mostrar lo más íntimo del ser humano, esa voluntad redentora que recoge lo peor y más abyecto e, igualmente, señala la bondad inalterable, la piedad doliente y entregada, es lo que convierte a Dostoievski no solo en un psicólogo, como repite Djermanovic en su ensayo, de pasmosa agudeza,

Dostoievski

sino en un moralista de altura, un novelista creador de mundos capaces no ya de reflejarnos, sino de elevarnos, de mejorarnos.

Tamara Djermanovic ha conseguido en El universo de Dostoievki algo muy difícil: presentarnos ese mundo complejo, transido de dolor y sufrimiento, de devoción y esperanza, con agradable ligereza, con algunos datos biográficos, siempre pertinentes, y con una exposición envidiablemente clara y precisa de sus textos.

Es un libro introductorio, pero no por ello superficial; una invitación irrechazable no ya para aproximarse a la obra del autor, sino para repasarla, recordarla y decidir internarse de nuevo en ella. Allí encontraremos el inicio de muchos de los ismos que poco después protagonizarían las corrientes filosóficas y culturales del siglo XX –como el existencialismo–, y hallaremos personajes que han devenido icónicos, ineludibles, como el príncipe Mishkin, de El idiota, o el Raskólnikov de Crimen y castigo, junto a observaciones de deslumbrante agudeza y discursos de endiablada complejidad. Djermanovic es capaz de desbrozar esa selva dostoievskiana y, provista de sensatez, paciencia y trabajo, abrir un sendero transitable que nos permite ver la profundidad del horizonte sin asustarnos. Y no es algo baladí: la vida y la obra del autor ruso es bien capaz de asustar a cualquiera.

Antonio García Vila

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Libros

CON LA EXCELENCIA DE SIEMPRE SIMBIOÉTICA. HOMO SAPIENS EN EL ENTRAMADO DE LA VIDA

Jorge Riechmann Ed. Plaza y Valdés. Madrid, 2022, 379 pp.

Lo esencial puede ser dicho así: lean, relean y discutan; estamos ante uno de los libros más filosóficos, interesantes y atrevidos de Jorge Riechmann [JR], un pensador ecosocialista esencial, maestro de muchos de nosotros, seres simbióticos en un planeta también simbiótico. Son decenas y decenas los temas presentados, ninguno de más. Con tesis centrales, sustantivas, heterodoxas muchas veces. Un ejemplo: “Parece razonable que, si razonamos en términos de intereses, todos los seres vivos (desde la bacteria hasta la ballena) deberían formar parte de la comunidad moral. Llegaríamos así a una posición biocéntrica (como la que se defiende en este libro)”.

El subtítulo del ensayo recoge el Gran tema de esta nueva e importantísima aportación de JR: “Elementos para una ética ecologista y animalista en el seno de una Nueva Cultura de la Tierra gaiana”.

Forman Simbioética un prefacio (“Ética para evitar lo peor (o al menos, ojalá, lo peor de lo peor)”) y nueve capítulos. Cada capítulo está estructurado en un conjunto de apartados que, en general, pueden leerse autónomamente. No se pierdan, por ejemplo, el que lleva por título “Hermanar Sócrates con Lynn Margulis” o el dedicado a sus “Amigos materialistas,

¡un esfuerzo más!” o el que tiene a los virus como protagonistas: “Los virus no están afuera” o su reflexión sobre paradojas como la siguiente: “demasiada higiene daña gravemente la salud” o el que desarrolla un tema esencial: “Intervenciones modestas y basadas en un conocimiento sólido”.

La posición filosófica práxica del autor, influido y cercano a la nueva tesis 11 de Boaventura de Sousa Santos, defensor de un individualismo moral sumado a un holismo ontológico: “A veces dudo de que se me pueda llamar filósofo –al menos, si me comparo con los colegas que veo a mi alrededor que se ocupan de metafísica o de filosofía de la historia […]–, aunque me gano la vida dando clase de ética y filosofía política. Salgo del paso a veces sugiriendo se me considere subfilósofo –igual que Marcos era nuestro

dad grecorromana, nos enseña Pierre Hadot, los filósofos que fundaron escuelas no querían desarrollar sistemas teóricos, sino proponer modos de vida”. Esa sigue siendo, para JR, “una perspectiva fecunda para hoy y para mañana”.

Su pregunta de investigación en este libro (y en todos sus trabajos recientes): “¿cómo diablos nos metimos en esta trampa de la que no sabemos si podemos salir?”. La virtud humana más importante en esta época en que nos despeñamos hacia el antropocidio es, para JR, la humildad. “Saber reconocernos en la poca cosa que somos, deponer el antropocentrismo, asumir –como diría mi admirable amigo Paco Puche […]– el bacteriocentrismo que, desde una mirada más objetiva, reconoceríamos como el rasgo dominante en la biosfera”.

Tres ideas clave en este libro y también, según confesión del autor, para su trabajo en el tiempo que viene: a) biocentrismo gaiano, b) simbiosis entre natura y cultura, c) transmisión.

Dos sugerencias para futuras reediciones: 1. Incorporación de un índice nominal (y conceptual a poder ser). 2. Ubicar las notas más extensas, ninguna de ellas de más, al final de cada capítulo. Para facilitar Bacteriocentrismo, el rasgo dominante en la biosfera la lectura.

Tomen nota de las recomendaciones de lectura del autor y subcomandante”. JR es un filósofo moral observen de nuevo su constante sensibili“a quien asombra, pasma y deja estupe- dad poética que baña prosa y argumentos. facto aquello que los seres humanos po- Unas palabras de César Manrique, cidemos hacernos unos a otros y hacerle a tadas por el autor, pueden dar fin a esta la biosfera donde vivimos. Alguien que breve aproximación: “Lo único que intrata de comprender las raíces de tanto tento lograr es asociarme con la naturaledaño, con la esperanza –quizá insensata– za, para que ella me ayude a mí y yo ayude contribuir a ponerle remedio.” Com- darla a ella”, naturaleza concebida por JR plementariamente: “Añadiría que Mon- no como lo no humano, sino como el taigne ya apreció la grandeza de que la todo del que lo humano forma parte. filosofía se ocupe, también, del placer de Salvador López Arnal rascarse. Y también que, en la Antigüe-

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Libros

LOS SUBLIMES CURSOS DE MANUEL SACRISTÁN

Manuel Sacristán

FILOSOFÍA Y METODOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES (I) Manuel Sacristán Ed. Montesinos. Vilassar de Dalt, 2022, 528 pp.

En el yermo campo del conocimiento que nos rodea, la publicación del libro de Manuel Sacristán Luzón es oxígeno aliviador para el lector, nutriente que ha de dar copiosos frutos. El que considere que me extravío en ditirambos, que lo lea y juzgue después, que no andamos en juegos florales. Los que tuvimos la fortuna de recibir directamente las enseñanzas de Sacristán en sus cursos de Metodología y en los de doctorado (en mi caso sobre la lógica de John Stuart Mill), no podemos sino alegrarnos de que vean la luz transcritos esos cursos y otros materiales que les van pintiparados. En punto a rigor, a conocimiento profundísimo y completo no hubo parangón en los años en que brilló la estrella de Sacristán, o sea desde sus primeros pasos intelectuales hasta su muerte. Que se le apartara de los oropeles de la Universidad, dice mucho contra esta y contra la cobardía y la envidia de muchos con nombres y apellidos, pero él se llevó el reconocimiento de los más dotados intelectualmente y el agradecimiento de los humildes que de él aprendieron en cursos especiales. La falta de agradecimiento de quienes derivaron en meros políticos, que desaprovecharon su inteligencia en favor de obtener las prebendas y los resortes del poder, con su pan se lo coman, que Sacristán no lo necesitaba. La sabiduría que nos dejó es indeleble.

Y si alguien ha contribuido a dar a conocer la obra de Manuel Sacristán, ese ha

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sido Salvador López Arnal, cuya labor editorial merece elogios por doquier, por más que él sea renuente a ellos. Y en este volumen se pone de nuevo de manifiesto, acompañado aquí en su labor por José Sarrión Andaluz. Brillante edición, repleta de notas aclaratorias, profundizadoras, ensanchadoras de horizontes para el lector que así lo quiera, empleando una técnica que será copiada por lo enriquecedora: Notas del autor, notas de los editores a pie de página y notas complementarias al final de cada capítulo, ahorrándonos haber de buscar que ignoramos. El lector ávido de saber disfrutará del panorama intelectivo que se le brinda.

Estamos ante un libro que acopia textos y materiales de diversa índole bajo el prisma de la Filosofía y las Ciencias Sociales.

Pero no se queda ahí el contenido, pues son amplios los conocimientos científicos de Sacristán, no sólo respecto de las ciencias formales (Matemática, Lógica), sino también de las de la naturaleza. Los ejemplos que recorren los textos, analizados con rigor, más allá de la simple aportación, son muestra evidente. También aquí es inestimable la ayuda de los editores con sus notas e idóneas.

Algunos de los textos, libros de encargos no editados por razones políticas, nos

muestran el elevadísimo nivel y actualidad científica en que estaba instalado el autor. Igualmente, los textos de conferencias que pronunció rebosan rigor analítico, sistemático y expositivo, consiguiendo del lector la inmersión en los conceptos para la finalidad pretendida.

Incluso los textos breves de valoración o presentación de libros de lógica o matemáticas o filosofía de la ciencia desprenden un saber tanto enciclopédico cuanto especializado. Mismamente, los guiones extensos o programas de cursos de Metodología de la Universidad de Barcelona sirven al lector para orientarse en el estudio de la Filosofía de la Ciencia, en sus conceptos y en su hilvanado histórico, recorriendo la historia de la Filosofía al completo desde los presocráticos hasta lo que le fue más actual.

Ciertamente, los textos sobre lógica encierran mayor dificultad, aún y con la ayuda de las notas de los editores. Los conceptos manejados, el “universo” de la disciplina, tanto en su evolución histórica como en sus aspectos técnicos, hacen que esas páginas requieran un esfuerzo adicional del lector no especializado, particularmente por los desarrollos más cercanos en el tiempo, pero, pese a ello, nos encontramos con páginas que pueden deleitar al lector.

Es libro que debiera estar en toda biblioteca universitaria, a disposición de profesores, investigadores y estudiantes, tanto de Ciencias Formales, de la Naturaleza y Sociales, y ello por dos razones: la primera, porque su contenido es de interés vivo para cualquiera de los mencionados, y la segunda por ser exponente del más elevado nivel que ha tenido España en Lógica y Filosofía de la ciencia en el siglo pasado, hasta su muerte en 1985.

Encaramarse a los hombros de un gigante del conocimiento para elevarse a mayor altura.

Fernando G. Jaén Coll

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Libros

A FAVOR DEL COMUNISMO DECRECENTISTA EL CAPITAL EN LA ERA DEL ANTROPOCENO Kohei Saito Ed. Sinequanon. Madrid, 2022, 334 pp.

Más allá de acuerdos y ligeros desacuerdos, más allá de observaciones críticas sobre algunas interpretaciones del autor que pueden parecer osadas de la obra marxiana, El capital en la era del Antropoceno es un magnífico libro para un seminario que introduzca a los participantes en el marxismo-comunista ecologista.

“Casi medio millón de lectores en Japón”.

“Premio Asian Book Award 2021 al mejor libro del año”. Reclamos publicitarios de la contraportada que no deberían ser obstáculo para una lectura sosegada del nuevo libro de Kohei Saito, profesor asociado de filosofía en la Universidad de Tokio, uno de los editores de la NUEVA MEGA y autor de La naturaleza contra el capital, libro, basado en su tesis doctoral de 2017, por el que fue ganador del premio Deutscher Memorial en 2018.

Componen El capital en la era del Antropoceno una introducción (¡los OPS (objetivos de desarrollo sostenible) son el “opio el pueblo”!), ocho capítulos, el epílogo (“Para que no sea el fin de la historia”) y las notas (correctamente ubicadas, en mi opinión, al final del volumen). Los capítulos estaban divididos en apartados de dos o tres páginas (algunos de ellos referidos específicamente a la situación nipona) lo que facilitan la lectura (y los resúmenes y toma de notas) del lector/a.

Más directamente político que en su anterior ensayo (al incluir tesis de rectificación-matización sobre el ecosocialis-

Kohei Saito

mo marxiano), El capital en la era del Antropoceno está dirigido a la ciudadanía en general, no específicamente al mundo académico.

Saito abre con fuerza: “¿Estás tomando alguna medida contra el calentamiento global? ¿Has comprado bolsas ecológicas para reducir el uso de las de plástico? ¿Llevas siempre una cantimplora para evitar comprar bebidas en envases PER? ¿Has cambiado tu viejo coche por uno híbrido? Te lo diré claramente: solo con esta clase de conductas bienintencionadas no llegarás a nada; es más, podrían ser hasta contraproducentes. ¿Por qué?

Porque creyendo que estamos adoptando medidas contra el cambio climático, no daremos el paso definitivo para actuar con mucha más audacia, que es lo que realmente se necesita”. Los ODS de los que hacen bandera la ONU y promueven los Estados y las grandes empresas son cortadas. “Lo único que hacen en el fondo es apartarnos de los problemas más

acuciantes”. Los ODS son la versión moderna de la metáfora marxiana del opio del pueblo. “Y la realidad que debemos afrontar, sin buscar refugio en el opio, son los cambios casi irremediables a los que estamos sometiendo el planeta Tierra”. Para evitar el desastre (“La emergencia climática no es algo que vaya a comenzar lentamente alrededor de 2020.

La crisis ya ha comentado. Estamos en ella”), no debemos dejar solo en manos de los políticos y expertos la respuesta a la crisis en la que estamos inmersos: “para construir un futuro mejor, debemos ser todos y cada uno de nosotros quienes nos levantemos como los primeros interesados, alcemos la voz y actuemos”. Pero actuando ciegamente, nos advierte Saito, “no haremos más allá que dilapidar nuestro precioso tiempo. Es fundamental avanzar en la dirección correcta”. Para saber hacia dónde debemos dirigirnos es necesario conocer las causas primigenias del cambio climático. Y la causa fundamental para Saito “no es otra que el capitalismo”. El libro “analizará la relación entre el capital, la sociedad y la naturaleza, haciendo referencia, en distintos momentos, a El Capital de Marx”. Su objetivo es “descubrir” y desarrollar una nueva faceta de las ideas de Marx que, en opinión de Saito, ha permanecido en el letargo durante aproximadamente 150 años.

Sin poder entrar en detalles, llamo la atención sobre la importancia (y atrevimiento) teórico de los capítulos cuarto y séptimo, y destaco que Barcelona, “la ciudad sin miedo” la llama Saito, una Barcelona muy idealizada (como ocurre cuando el autor describe la situación del cooperativismo en Mondragón), es la protagonista del octavo capítulo.

Salvador López Arnal

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Libros

CUANDO MORFEO NO LLEGA EL MAL DORMIR. UN ENSAYO SOBRE EL SUEÑO, LA VIGILIA Y EL CANSANCIO

David Jiménez Torres Libros del Asteroide.

Barcelona, 2022, 151 pp.

Muchos libros se han escrito sobre el sueño, aunque seguramente muchos más sobre los sueños, y cada día más se habla en los medios de de su falta, de la epidemia de insomnio que parece aquejar a nuestras vertiginosas sociedades hiperconectadas, activas día y noche, rebosantes de atractivos, pantallas, luces y reclamos. Pero ninguno he leído, hasta ahora, sobre el mal dormir, sobre ese insomnio no inhabilitante pero sí corrosivo que afecta a tantos hombres y mujeres de rostros cansados, de mirada un tanto apagada y movimientos suaves. Un libro que no es un producto de autoayuda, ni un análisis clínico, ni una patética lamentación. Un libro muy entretenido, ligero y profundo, personal, confesional pero que a todos puede interesar. Es cierto que a los regocijados dormilones quizá el texto les parezca algo casi ajeno, curioso pero un tanto remoto. Pero si usted pertenece a esa abigarrada legión de ojerosos insomnes, no lo dude, este es su libro, este es el ensayo que con inteligencia, sensibilidad, delicioso humor y honestidad describe y valora la esquiva, compleja y anhelante relación que tenemos con las noches y los días, con el cansancio y el desasosiego, los temores y las fugaces alegrías que la ausencia de un dormir pleno, abundante y reparador nos depara.

Como no deja de señalar David Jiménez, raro es el día en que los medios no nos asestan alguna terrible amenaza sobre

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las funestas consecuencias de dormir mal, respaldadas por escalofriantes informes médicos, estadísticas devastadoras y admoniciones severas. Cualquiera diría que quienes dormimos mal lo hacemos por deplorable gusto, por obstinada convicción, por una especie de falta moral que nos impele a, en vez de descansar a pierna suelta siete u ocho horas diarias, además de echarnos reparadoras siestas a media tarde, permanecer absortos en la oscuridad de nuestros cuartos, rumiando nuestros ya pastosos pensamientos, atisbando con obligada paciencia la esfera del despertador y augurando un nuevo día sin haber podido terminar el anterior, sumidos en una especie de tiempo lineal, sin fracturas, sin olvido ni perdón. Y, claro, no es así: dormimos mal porque no nos queda más remedio.

Tampoco parece cierto, como indica el autor, que ahora padezcamos una especie de epidemia que nos impide conciliar el sueño. De hecho, no disponemos de datos fiables que nos informen de la calidad del sueño de nuestros antepasados, pero las referencias de que disponemos no nos sitúan en desventaja. Las condiciones en las que se ha tenido que dormir a lo largo de nuestra historia no son, precisamente, ideales. Puede que el insomnio sea, tan solo, una relativa ventaja adaptativa que permitía a algunos velar por el descanso de los muchos, quedando ya como una especie de rémora. Da un poco lo mismo. Lo importante del mal dormir, desde el punto de vista de este estupendo ensayo, es la propia experiencia del que no descansa bien, del que pasa las noches en vela, aguarda con miedo la hora de acostarse previendo otra mala noche, y sobrelleva los días conteniendo el mal humor, intranquilo por su propia capacidad para rendir con soltura en su trabajo, en sus relaciones cotidianas, convencido, a menudo, de que su trastorno es evidente, su aspecto delator y su comportamiento inapropiado.

David Jiménez nos cuenta, con pudor pero con sinceridad, sus peripecias vitales, sus terrores nocturnos, sus trabajos, sus miedos y esperanzas, y al lector se le antojan propias, independientemente de la lógica variedad de las experiencias de cada uno, pues su sosegado estilo, su facilidad para la confesión discreta, su humor delicado, nos hacen partícipes de un estado de ánimo que refleja a la perfección la vida cotidiana del que duerme mal, del que busca remedios caseros o farmacológicos, del que adopta rituales quizá ineficaces pero inalterables, del

Daavid Jiménez Torres

que acude al gimnasio o recurre a la bebida, todo por una, aunque solo sea una, buena noche de placentero y mil veces anhelado sueño. En El mal dormir el lector, sea insomne o una marmota, no encontrará recetas milagrosas ni dramatismo histérico; hallará, eso sí, buena literatura, un ensayo perfecto para entretener cualquier noche en la que el con frecuencia esquivo Morfeo no acuda a su cita.

Antonio García vila

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Libros

EN LA SIMBIOSIS ENTRE ARTE Y CIENCIA LA MÚSICA COM A EXPERIÈNCIA HUMANA

Marc Serra i Griera Dinsic Publicacions Musicals SL. Barcelona, 2022, 270 pp.

Desde el 2019 Dinsic Publicacions Musicals ha reactivado su parcela de ediciones sobre musicografía, gracias a diversas colecciones que complementan un nutridísimo catálogo de partituras y métodos pedagógicos variados. En esta línea y siguiendo el creciente desarrollo de la musicología local, hace pocos meses publicó un título que se inscribe de lleno en las peformances studies de las actuales ciencias de la música. En La música com a experiència humana, el músico y docente Marc Serra i Griera (Santa Eugènia de Berga, 1980) ofrece un com-

una perspectiva cognitiva, que alcanza campos aparentemente distantes entre sí como la filosofía, la teoría de la música, la anatomía humana, la antropología, la musicoterapia, la pedagogía, la psicoacústica e, incluso, la psicología experimental y la neurociencia. Desde el rigor y el contraste con las fuentes de investigación en el ámbito internacional, el autor nos adentra en el primer estudio simbiótico de estas características en lengua catalana que aborda la música como fenómeno humanista, cultural, físico, biológico y conductual con el objetivo de evidenciar como es de importante en la vida humana, su capacidad de transformación y la mejora en la relación con nuestro entorno. Bien escrito y con una exposición de raíz académica modelada por un estilo de divulgación científica que evita ser categórico, cada capítulo empieza con una idea o vivencia personal que nos lo hace próximo y lo acerca a una cierta cotidianeidad; a veces, insertando historias que parecen una fábula real.

Marc Serra i Griera

pendio sintético y bien desarrollado del vínculo de la música con la ciencia desde

Además, establece una progresión, donde de forma velada o explícita, cada

capítulo apunta al siguiente en una correlación plausible pero no forzosa, ni forzada. Un hecho que evidencia las posibilidades basculantes del enfoque y la interconexión de las materias, las claves de las cuales (por qué, cuando, como, …) Griera sabe entrelazar salpimentando con citas y definiciones que le legitiman sin caer en el dogmatismo, ni abusar de los tecnicismos más allá de lo estrictamente necesario. De esta manera nos permeabiliza, por ejemplo, ante conceptos como el wind-wandering o earworms y equilibra las referencias a los investigadores y los trabajos de ámbito internacional como fuentes matriciales. Algo notorio en la nutrida bibliografía, de origen anglosajón y muy reciente, que concluye este alegato en favor de la música como experiencia holística, como herramienta de cohesión social y como fomento del bienestar y la salud, que lo convierten en un libro de primera instrucción fundamental para abrir la mente, ampliar el conocimiento y establecer nuevas líneas de interés tanto para instrumentistas, pedagogos e investigadores como para alumnos de diferentes niveles, musicoterapeutas y melómanos en general.

En este sentido el primer capítulo ya aporta una perspectiva general elaborando un mapa del estado de la cuestión, a partir del cual extiende la base argumental hacia temáticas tan sugestivas como la teoría de la coevolución genética-cultural; es decir, la música como fenómeno puramente biológico, producto cultural y fruto de una evolución biológica y cultural retroalimentada por la influencia de los genes y viceversa, con que a la vez recoge el posicionamiento darwiniano basado en la función biológica evolutiva de la música, más allá de la hedonista (capítulo 2). Después deriva hacia la observación de los rasgos universales musicales presentes en todas las culturas conocidas (terapia, danza, ritual y víncu-

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lo afectivo de maternidad) y las respuestas ante la música desde una vertiente conductual (capítulo 3) que funciona como preámbulo de la panorámica sobre la percepción y las leyes de la Gestalt (capítulo 4), y sobre el cerebro y su plasticidad (capítulo 5). El autor prosigue con una aproximación a los cambios y beneficios de la educación musical, así como los efectos de la música sobre nuestro cuerpo y nuestro cerebro a través de la interacción de la música y el lenguaje, y de la música y la memoria (capítulo 6).

Desde este último punto, vira hacia la musicoterapia (capítulo 7) focalizando el potencial versado en niños prematuros, centros penitenciarios y demencias.

Todo este denso marco teórico está convenientemente reforzado por un rico abanico de recursos TIC consultables en códigos QR e imágenes, plasmadas con alta calidad gráfica en diagramas, cuadros sinópticos y tablas visuales de diferente grado de complejidad, con qué Marc Serra sintetiza estructuras, relaciones y el alcance conceptual de muchos temas tratados facilitando la autogestión de la lectura y que, también, denotan la formación y vocación como profesional de la enseñanza.

El tramo final del libro penetra en las emociones a través del cognitivismo (expresadas por la música) y el emotivismo (inducidas por la música), deteniéndose brevemente en la aplicación en el cine (capítulo 8). Un aspecto que le sirve

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para indicar los argumentos de la psicología de la música y su influencia en la identidad y el talento, al mismo tiempo que en el desarrollo de las capacidades musicales en los niños según las edades, las fases y los mecanismos, ya desde la vida intrauterina (capítulo 9). Tema que refuerza, exponiendo su experiencia como docente en primaria y en escuelas de música (capítulo 10), haciéndonos partícipes de la necesidad de consolidar una enseñanza personalizada en un futuro no muy lejano –como también sucederá con la sanidad–. En el último capítulo, el undécimo, Marc Serra explica diversos proyectos sociales que han empleado la música como instrumento de cooperación, cohesión, gozo y emoción: desde la West-Eastern Divan Orchestra de Said y Baremboim, el centro cultural de Beit Aftal Assumoud o la Fundació Yehudi Menhum y el MUS-E con el que colabora el gobierno español hasta el popular Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela impulsado por el desaparecido José Antonio Abreu; pasando por el proyecto catalán Xamfrà. En este apartado sólo se echa en falta la referencia a cualquiera de los numerosos programas solidarios de la Orquestra Simfònica del Vallès, como el Kanon-Desenkadenant en cárceles, encabezado por la violinista Canòlich Prats, que fue reconocido por el Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya el año

2020 con un galardón honorífico.

Ante la escasa bibliografía en español, si exceptuamos las traducciones de trabajos de Leonard Meyer, Oliver Sacks, John Blacking, Antoni Storr y algunas investigaciones de ámbito universitario muy restringido, este es un libro potente y primordial a corto plazo, la incidencia del cual debería de convertirlo en lectura recomendada en másteres y carreras musicales, para ampliar la base y la dimensión de todo aquel que estudie y quiera dedicarse profesionalmente a la música desde el rol que sea. Además, en el ámbito pedagógico catalán complementa títulos como La gènesi de la intel·ligencia musical de l’infant de Bartomeu Barceló Ginart editado también por Dínsic Publicacions Musicals en el año 2003. Pero, sobre todo, desde su fundamento en la triada derivada de hacer música, usar la música y aprender música como vivencias, este libro tumba la absurdidad del negligente exministro del Partido Popular, Juan Ignacio Wert, cuando en el año 2014 promulgó una ley contra la enseñanza musical en las escuelas, bajo el argumento de que distraía otras materias. Mientras, otros países europeos incorporaban la música en su constitución y la consideraban un derecho de los alumnos, también más allá de la actividad extraescolar.

Albert Ferrer Flamarich