3 sumario 444:sumario234 - 16/4/21 18:34 Página 3
sumario
400
Portada: El Viejo Topo empuña “la cuña roja” de El Lissitzky Autor: Lily J. Hughes 4
400
48
Feminismo. Entre la izquierda y el narcisismo Entrevista a Diana Padrón Alonso POR ALEJANDRO FORTUNA
54
Por una democracia democrática Entrevista a Andrés de Francisco POR SALVADOR LÓPEZ ARNAL
62
Progresismo
POR MIGUEL RIERA
6
14
22
34
Las narrativas y los futuros que construimos POR J. CASRI USA: el espejo de Baltimore POR HIGINIO POLO
Lucha de clases en la actualidad ALEKSANDRO PALOMO GARRIDO
POR
40
Cuando los poderosos respiran tranquilos POR GENÍS PLANA
The Long Telegram Un informe del Atlantic Council POR MANOLO MONEREO Y ANONYMOUS
¿Los derechos humanos como límite al poder de dirección de las empresas? A próposito de un día de clase POR PEPA BURRIEL RODRÍGUEZ-DIOSDADO
76
Irresponsabilidad, destrucción y muerte POR SALVADOR LÓPEZ ARNAL
84
Es el sistema, estúpido Entrevista a Alberto Cuesta POR MIGUEL RIERA
89
Libros
EL VIEJO TOPO, revista mensual. FUNDADORES: Primera época, Claudi Montañá (†), Miguel Riera, Josep Sarret. Segunda época, Elisa Nuria Cabot, Jordi Dauder (†), Ernesto Fontecilla, Enrique Helguera, Esther Mañé, Santiago Palacios, Miguel Riera, José Sanchis Sinisterra. DIRECTOR: Miguel Riera. REDACCIÓN: Genís Plana DISEÑO: Miguel R. Cabot, Elisa Nuria C. Edita: Ediciones de Intervención Cultural, S.L. (Barcelona). Imprime: Gráficas Gómez Boj. ISSN 0210-2706, Depósito Legal B-40.616-76. Impreso en España. El Viejo Topo no retribuye las colaboraciones. La redacción no devuelve los originales no solicitados, ni mantiene correspondencia sobre los mismos. Los colaboradores aceptan que sus aportaciones aparezcan tanto en soporte impreso como en digital. La revista no comparte necesariamente las opiniones firmadas de sus colaboradores. Esta revista ha recibido una ayuda a la edición del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. El VIEJO TOPO, c/Juan de la Cierva, 6, 08339 Vilassar de Dalt (Barcelona). Tel. Administración, redacción, publicidad y suscripciones (93)755-08-32 e-mail: info@elviejotopo.com.
El Viejo Topo 400 / mayo 2021/ 3
4-5VT 400 Collage:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 19:43 Página 4
4-5VT 400 Collage:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 19:44 Página 5
400 A la chita callando, esta revista ha alcanzado el número 400. No está mal para una publicación que se supone minoritaria y que presta poca atención a lo que se suele comentar mayoritariamente en las redes sociales. Quizá hemos llegado indemnes hasta aquí porque este topo, que cava y cava, no pretende intervenir en la inmediatez de lo banal, sino solo –y no es poco– proporcionar elementos que ayuden a pensar, ofrecer pistas sobre lo venidero, en actitud siempre crítica y autocrítica, aportando granitos de arena a una reflexión colectiva que ayude a impulsar la transformación social necesaria que, hoy por hoy, seamos sinceros, está muy lejos de vislumbrarse. Este empeño lo han llevado a cabo a lo largo del tiempo numerosos amigos –no puede calificárseles de otro modo– que con su generosidad han sembrado de ideas las páginas de esta revista. Ahí a la izquierda están los rostros de algunos de ellos; no están todos, porque la nómina de colaboradores que han desfilado por las páginas de esta revista es muy, muy larga. Pero a todos ellos les debe el Topo su larga vida. Mejor dicho: ellos son el topo. El Viejo Topo. Para celebrar esta efeméride, en este número intentamos presentar cuál es el estado de la cuestión de los grandes temas que atañen a este momento histórico. Algunos no extrañarán a nuestros lectores; otros abren caminos que deberán ser visitados a fondo en el futuro. Lo haremos, juntos, si quienes nos leen siguen otorgándonos su confianza. Así sea.
Miguel Riera
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 6
estado de la cuestión
Litografías de El Lissitzky para la ópera futurista Victoria sobre el sol, 1923
6 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 7
utopíacultural
Las narrativas y los futuros que construimos Por J. Casri
L
as narrativas al respecto de futuros posibles permiten generar imaginarios que habiliten comportamientos orientados a la construcción de esos futuros, poco probables pero muy necesarios. Año 2029: ¿ficción autocumplida o activismo emocionante? ¡Que los movimientos culturales, atravesando nuestro pesimismo contemporáneo, se abran paso hacia el futuro! En este 2029 y para el nº 500 de El Viejo Topo, mucho hay que celebrar. La longevidad de la lucha y el pensamiento presente cada mes en la revista, por supuesto, pero, sobre todo, la satisfacción por una situación política, ecológica y cultural que, poco menos de una década atrás, se perfilaba como utópica. Se ha necesitado de un sentido de urgencia aunado con nuevos movimientos de actuación y aún resta un largo camino por recorrer, pero la historia hubiera podido ser escrita de forma muy diferente. Tras este artículo celebrativo en este nº 500 se esconde un episodio similar al sucedido a una novela perdida de Jules Verne. París en el siglo XX se publicó por primera vez en 1994, aunque fue escrita 130 años atrás y olvidada hasta la fecha. Verne contempla su presente de 1863 y ve una visión del futuro de 1960, dándole la forma de novela gris y desmoralizante. Su editor la desechó por su pesimismo ya que Verne no solo augura el fax y la silla eléctrica sino la muerte de la literatura y una sociedad que únicamente valora su tecnificación y el materialismo. Hubiera sido más reconfortante leer reseñas remarcando cuán diferente había acaecido el siglo XX del futuro que Verne imaginó, pero tal empresa resultaba imposible dado el devenir de la historia. Ocho años atrás, para la conmemoración del nº 400 de 2021 de El Viejo Topo, se planteó un artículo sobre el estado del mundo cinematográfico y, por extensión, cultural del momen-
to. El texto fue finalmente descartado, en parte por razones de espacio y también por abrazar una visión de futuro imbuida de un aura taciturna y desmoralizante. Para esta conmemoración del nº 500 de 2029, se ha rescatado de los archivos el texto confeccionado para el nº 400 de 2021 y, a diferencia de la novela perdida de Verne, la revisión del pasado es ahora celebratoria. Afortunadamente, el contraste de realidades muestra el enorme cambio de planteamiento sucedido en estos pocos años1, y permite vislumbrar otro futuro que bien podría haber sido. El texto original de 2021 abría de la siguiente forma: En 1976, el filósofo Jean-François Lyotard propuso una radical línea de acción política ante la decadencia y el nihilismo social: ahondar en la destrucción. “He aquí un plan de acción: endurecer, agravar, acelerar la decadencia. Adoptar la perspectiva del nihilismo activo” escribió el pensador francés, “so-
1. Carmen Muñoz Lamri (2027), La transformación del Zeitgeist de nuestro tiempo 2020-2026, Piel de Zapa.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 7
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 8
estado de la cuestión
brepasar el mero reconocimiento –ya sea depresivo o admirativo– de la destrucción de todos los valores. Volverse cada vez más incrédulo. Empujar aún más la decadencia”2. Fusionando el análisis sobre la decadencia de las sociedades de Nietzsche y el pensamiento de Marx sobre un capitalismo en perpetua crisis donde “la crisis es una condición de su posibilidad de funcionamiento” en un “movimiento incesante de molturación/destrucción/construcción”3, Lyotard plantea abandonar el discurso que busca corregir, sanar o reconducir a la sociedad en pos de la total decadencia. La destrucción última como preámbulo de una nueva construcción no se ha materializado. En la actualidad, el nihilismo de A nivel cultural, el Lyotard parece cómodamente absorpostmodernismo bido y asentado dentro de una industria cultural que minimiza la disrupempleó su ción real y prosigue en su mercantilicaracterística zación del producto artístico. La transironía para formación del arte en entretenimiento generar un y objeto meramente estético impera como apuesta cultural y el nihilismo vacío nihilista. activo reivindicado por Lyotard es hoy una satisfacción por la comercialización, un placer por la estandarización y una defensa del discurso normalizado. La realidad del mundo cinematográfico y literario de 2021 confirma que el futuro es la estagnación dentro de la mercantilización.
Afortunadamente, la confluencia de la necesidad climática y las perspectivas de futuro tras la pandemia de principios de esta década propulsó un movimiento social y anímico que vio necesario abandonar narrativas de la decadencia y crear narrativas de la construcción. Lyotard, como otros pensadores coetáneos, participó activamente en una narrativa de declive histórico, cultural y moral. Esta narrativa es pieza angular de la influyente visión histórica
contenida en Dialéctica de la Ilustración de Horkheimer y Adorno, y que este último resumió en la frase: “No hay ninguna historia universal que lleve desde el salvaje hasta la humanidad, sí sin duda una que lleva de la honda a la megabomba”4. No es difícil entender por qué la corriente de pensamiento analizada como ‘pesimismo cultural’ arraigó fuertemente en el discurso occidental tras dos guerras mundiales5. A nivel cultural, la visión del mundo nacida de este pesimismo dio luz a un postmodernismo que enfatizó una narrativa de connotaciones pesimistas y empleó, por ejemplo, su característica ironía postmoderna para generar un vacío nihilista. Es llamativo que las narrativas de ‘pesimismo cultural’ aparecen cíclicamente en el pensamiento humano y no son exclusivas de ninguna época. Existían a principios del siglo XX y se aprecian con claridad en Freud, particularmente en su texto La civilización y sus descontentos, o en los dos volúmenes de La decadencia de Occidente por Oswald Spengler, por ejemplo. Esta visión surge a su vez del pensamiento romántico del XIX, con Schopenhauer y Nietzsche a la cabeza, presente también en el mundo corrupto y en decadencia de Marx. Dentro de una rueda que ha podido parecer inexorable, estas narrativas de la decadencia se arrastraban de los periodos anteriores como la roca de Sísifo y, pese al positivismo ilustrado, las narrativas de declive, decadencia y pesimismo cultural se hacen patentes en el siglo anterior. Y así, progresivamente, la roca subía y bajaba. Incluso en el Renacimiento existía una visión de menoría y degeneración frente a las civilizaciones clásicas de Grecia y Roma. Igualmente, y con un complejo de inferioridad, la antigua Roma veía en Grecia el modelo insuperable de pensamiento mientras los griegos percibían una decadencia en sí mismos. Las narrativas de pesimismo cultural son una constante histórica que se ha de entender para poder abrir nuevos espacios dialógicos, los cuales son los que posibilitan nuevas construcciones. Un ejemplo del nihilismo actual con enormes repercusiones futuras concierne al cambio climático. Pese a que incontables voces han expresado la severidad y urgencia de la crisis climática6, los plazos para adoptar medidas contundentes se superan
2. Jean-François Lyotard, “Pequeña perspectiva de la decadencia y de algunos combates minoritarios por entablar allí” en Dominique Grisoni (comp.) (1982), Políticas de la filosofía, Fondo de Cultura Económica. 3. Ibid. 4. Theodor Adorno (2005), Dialéctica negativa, Akal. 5. Ver el análisis del concepto por Oliver Bennett (2001), Cultural Pessimism, Edinburgh University Press. 6. Estas voces no se limitan al campo científico sino incluyen personalidades públicas tan diferentes como las de Bernie Sanders
8 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 9
utopíacultural
y reubican en el calendario cinco o diez años más tarde con objetivos menos ambiciosos. Con el confinamiento, la suspensión del tráfico aéreo, el cierre de fábricas y demás, surgió la esperanza de un efecto colateral positivo contra el cambio climático. Sin embargo, este efecto se calcula como negligible y, en 2030, la temperatura global solo disminuirá 0,01ºC respecto a la prevista.7 A principios del milenio, varios articulistas inquirían sobre dónde estaban las novelas que abordaban el cambio climático8. En los años recientes, algunas muestras han aparecido en el sub-género denominado como Cli-Fi (Climate Fiction), pero suponen excepciones dentro de un panorama literario que ha decidido obviar la crisis más urgente de la era contemporánea. El cine solo se ha adentrado en el terreno climático ocasionalmente para plasmar una espectacularidad apocalíptica y, por ejemplo, la BBC se preguntaba en 2020 “¿por qué el cine ignora el cambio climático?”9. Las películas de superhéroes siguen dominando la taquilla y los espectadores, acomodados en nuestra butaca nihilista, solamente nos movemos para ir a comprar más palomitas.
Sin embargo, el zeitgeist o espíritu del tiempo ya había estado cambiando desde finales del siglo XX y en el siglo XXI. Para la celebración del nº 400, el artículo no supo discernir las señales de un inminente cambio de paradigma. Puede parecer increíble que se necesitase que una adolescente de 15 años, Greta Thunberg, organizara huelgas escolares para consolidar una revolución climática. En 2019, Thunberg declaró: “necesitamos una nueva manera de pensar. […] Hemos de dejar de competir entre nosotros, necesitamos cooperar[...] No podéis
simplemente sentaros a esperar a que llegue la esperanza, estáis actuando como niños irresponsables malcriados. […] Hemos comenzado a limpiar vuestro desastre y no nos detendremos hasta que terminemos”10. La década entre 2020 y 2030 se presentó como la última oportunidad para evitar severas consecuencias climáticas, siendo la meta impedir un calentamiento global superior a 1,5ºC11. Forjar un panorama receptivo a narrativas culturales de construcción en vez de declive ha resultado crucial12. Frente algún fiasco como la inclusión del activismo medioambiental ‘Extinction Rebellion’ en la lista de la policía antiterrorista británica13, se ha logrado prevenir el desastre gracias al abandono de narrativas sin futuro. Este cambio de visión ya existía antes de 2021, como se aprecia en Naomi Klein cuando
(“vamos a dejar un planeta a nuestro hijos y nietos que bien puede no ser habitable”), Richard Attenborough (“vamos a ver el colapso de todo”) o el Papa Francisco (“Las generaciones futuras están a punto de heredar un mundo en ruinas”). 7. Current and future global climate impacts resulting from COVID-19, Nature, 07/08/2020. 8. Por ejemplo, Bill McKibben, “What the warming world needs now is art, sweet art”, Grist, 22/04/2005 y Robert McFarlane, “The burning question”, The Guardian, 24/09/2005. 9. Nicholas Barber, “Why does cinema ignore climate change?”, BBC, 17/04/2020. 10. Greta Thunberg, “You’re acting like spoiled irresponsible children”, European Economic and Social Committee, 21/02/2019. 11. “Special Climate Report: Global Warming of 1.5 ºC”, The Intergovernmental Panel on Climate Change, 2018. 12. Los detractores iniciales contrarios a una visión que consideraron demasiado optimista fueron superados por el creciente entendimiento de que una visión positiva del futuro incrementa las posibilidades de alcanzar un resultado positivo. 13. Vikram Dodd y Jamie Grierson, “Terrorism police list Extinction Rebellion as extremist ideology”, The Guardian, 10/01/2020.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 9
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 10
estado de la cuestión
afirma que “[e]l miedo no puede ser quien dirija. Este ha sido el gran error del movimiento climático: ‘te vamos a meter el miedo en el cuerpo y te convertirás en activista.’ Tiene que haber una contra-narrativa […]. Podemos crear mayor calidad de vida, ciudades más habitables, mayor igualdad, curar heridas históricas. Es emocionante.”14 Desde un punto psicológico, se planteó una reformulación de los mecanismos para reactivar al individuo en materia ecológica y rescatarlo de la apatía teniendo en cuenta la complejidad de emociones y dilemas que se experimenta a nivel individual y colectivo15. Explotaciones éticas de la tierra basadas en la Permacultura estaban surgiendo y en 2025 hubo un gran auge de ecoaldeas de segunda generación, más ambiciosas que las primeras comunidades autosostenibles y energéticamente autónomas, inspirándose en la ecoLas narrativas de arquitectura del movimiento Solarpunk. Espesimismo tas comunidades han tenido un estrecho cultural son una vínculo con el desarrollo de varias redes de constante histórica intercambio solidario y bancos de tiempo, llegando estos a tener participación masique se ha de va16, y se ha asistido a una transformación entender para socioeconómica hacia modelos más ecuániposibilitar nuevas mes como los basados en “lujo público, suficiencia privada”17. construcciones. La búsqueda de una igualdad social real propulsó movimientos de justicia como fueron #MeToo y Black Lives Matter. En el ámbito filosófico y cultural estaban surgiendo movimientos, como el metamodernismo, que buscaban una salida y una vuelta a una visión constructiva de la cultura que ya existían desde finales del siglo XX en movimientos culturales como, en el ámbito literario, la Nueva Sinceridad de David Foster Wallace y Zadie Smith. El éxito inicial de nuevas propuestas consolidó progresiva-
mente un renovado paradigma de complejidad y colectividad. Varios textos habían anticipado la necesidad de un cambio cultural radical y su recuperación permitió asentar una nueva narrativa de co-creación. El influyente listado Libros Críticos que es Hora de Escuchar18 rescató por ejemplo el libro de Suzi Gablik El Reencantamiento del Arte, convirtiéndose en el clásico que hoy conocemos19. En este texto, Gablik defiende que “[l]a remitologización de la consciencia a través del arte y el ritual es una manera que nuestra cultura pueda recobrar el sentido del encantamiento” y resalta la importancia de un sentimiento colectivo dentro de un “paradigma de consciencia social”, “más participativo, que integra el diálogo receptivo y la acción compasiva”20. Muchas de estas culminaciones a celebrar en este nº 500 ya estaban presentes, aunque de forma incipiente, ocho años atrás durante la celebración del nº 400. Sin embargo, el artículo de 2021 ahondaba en una narrativa de pesimismo cultural: Ejemplo de la homogeneización e imparable comercialización del arte cinematográfico se refleja en que el cine estadounidense supone el 80% de las películas más vistas en España, casi un 15% son producciones nacionales, cerca de un 5% europeas y solo un 1% del resto del mundo21. Este monopolio conlleva una concepción del artefacto cinematográfico como un producto comercial que enfatiza aquellas narrativas que inculcan un ensalzamiento del individualismo y de la cultura del capital actual. La crítica social permitida en estas producciones nunca supone una disrupción del sistema sino la normalización de elementos que anteriormente había marginado, donde “Hollywood continúa mimetizando, absorbiendo y reconfigurando los ras-
14. Naomi Klein entrevistada por Oliver Milman, The Guardian, 26/08/2015. 15. Ver por ejemplo Renee Lertzman (2015), Environmental Melancholia: Psychoanalytic dimensions of engagement, Routledge. 16. Según una encuesta del 2028, un 41% de los españoles colaboran con bancos de tiempo y un 58% han usado el trueque como forma alternativa de intercambio. 17. George Monbiot, “Private Sufficiency, Public Luxury: Land is the Key to the Transformation of Society”, Schumacher Center for a New Economics, octubre 2020. 18. Listado creado en 2025 y publicado anualmente por la fundación Un mundo en cambio. 19. Celebró su décima edición solo hace un año manteniendo su presencia en el listado de 2028. 20. Suzi Gablik, The Reenchantement of Art, p.48, p.114 y p.149. 21. Informe Panorama Audiovisual Iberoamericano 2020 elaborado por Egeda y Fipca.
10 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 11
utopíacultural
como entretenimiento pasivo televisivo. Muchos cines han empezado a encontrarse en competencia directa con las plataformas online tras la apuesta de varias major por una distribución simultánea en salas y online. Este modelo híbrido no ha llegado a España, aunque es cuestión de meses. Si las crisis anteriores sentenciaron al cine de barrio y ahondaron en la reconversión del cine de gran pantalla en complejos multisala (también llamados multiplex), la problemática recuperación post-pandemia augura el cierre de múltiples salas grandes y pequeñas. Solo elevados números de afluencia, generados por productos de aún mayor consumo masivo que antes, permitirán su supervivencia. El futuro del cine recae sobre los hombros del blockbuster.
gos periféricos y el talento para reforzar su propio dominio”22. Hoy en día, el futuro del cine y de las salas de cine se halla en un momento crítico. Tras su cierre a nivel mundial a raíz de los confinamientos de 2020, se inició un baile de aperturas parciales, bajadas de persiana y fluctuaciones de aforo permitido según el avance de la pandemia. La mayoría de productoras apostaron inicialmente por aplazar sus estrenos, confiando en que la pronta llegada de la prometida vacuna bastaría para recuperar la confianza del espectador y reanimar el modelo tradicional de sala de cine. Sin embargo, el longevo hiatus ha supuesto una gran prueba de esfuerzo. Con el cierre de salas, se enfatiza el aislamiento individual, se elimina una experiencia colectiva más y se asesta un golpe devastador a las salas de cine independiente que restaban luchando contra la cultura del blockbuster, y el séptimo arte da un paso más en su conversión
La pandemia de 2020 trastocó profundamente la oferta en salas y hogar, afectando a la industria cinematográfica tanto en el lado de producción como en la distribución. Sin embargo, los estragos causados aceleraron un deterioro ya presente, como indica que, desde el año 2000 al 2019, un 25% de los cines cerraron sus puertas. En la crisis de 2021 y 2022, el principal afectado fue el modelo de multiplex parecido al de comida fast-food en la restauración, es decir, la visión de “‘toma el dinero y corre’ [que] ha desencadenado avalanchas de es- La crítica social trenos de gran coste que mantenían los permitida nunca platillos chinos girando en el aire”23. supone una El agotamiento paulatino del modelo multiplex/blockbuster se evidencia disrupción del desde el año 2001 donde, a pesar de la sistema sino la apuesta por producciones cinemato- normalización de gráficas de gran espectacularidad, un incremento exponencial de sus presu- elementos que puestos, añadidos técnicos como el 3D, anteriormente titulares felicitando filmes por superar había marginado. el récord de recaudación del año anterior, los espectadores abandonaron progresivamente el multiplex. España pasó de 146 millones de espectadores en 2001 hasta llegar a los 105 millones en 201924. La apuesta por el consumo masivo saturó al público más fiel y el público ocasional se decantó por
22. Dina Iordanova (2010), Cinema at the Periphery, Wayne State University Press, p.28. 23. Gregorio Belinchón, ¿Quedarán salas de cine en 2021?, El País, 6/10/2020. 24. Indicadores estadísticos culturales vinculados al cine 2019, Ministerio de Cultura, 12/06/2020.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 11
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 12
estado de la cuestión
sión por cable”27. En consecuencia, el cine está a punto de sufrir una profunda reconversión en la que tendrá que asumir la pérdida de la experiencia colectiva y abrazar el visionado desde el sofá y en solitario.
la comodidad y mayor rentabilidad del visionado en el hogar. Tras la pandemia y una recuperación en 2022 a 75 millones de espectadores, continuó su caída en 2023 a 65 millones25, momento en que la industria asumió un cambio de paradigma sala de cine/hogar y se replanteó el papel de la experiencia cinematográfica. Pese al posible éxito de los blockbusters, el futuro de cine se augura en streaming y no en salas. Como afirmó Steven Spielberg, “el cine se va a adaptar a la audiencia individual. Va a atender al consumidor individual”26. George Lucas se expresó de forma similar al augurar que “terminaremos con menos cines. Cines más grandes, con muchas cosas bonitas. Ir al cine costará 50 dólares, tal vez 100. Tal vez 150. […] Pero todo lo demás se parecerá más a la televi-
Sin embargo, el declive del modelo multiplex fue acompañado por un giro hacia experiencias cinematográficas más completas. En España se aprecian varios precedentes como el éxito de la sala Phenomena en Barcelona (que combina clásicos con estrenos en una sala que parece rescatada de los años 50, “el punto medio entre el cine de barrio y el más contemporáneo”28), el ciclo dedicado a Buster Keaton con música en directo en la filmoteca de San Sebastián o una retrospectiva de Ken Loach con El cine tendrá que el director en la de Barcelona. De hecho, las filmotecas españolas expe- asumir la rimentaron un auge de espectadores pérdida de la en los años precedentes a la pande- experiencia mia e incluso, en sesiones normales, colectiva y abrazar la media de espectadores de filmoteca por sesión se consolidó como su- el visionado perior a la de salas comerciales en desde el sofá y 201929.
en solitario.
Al mismo tiempo, surgieron nuevos modelos que huían de la masificación y de una concepción limitada de la experiencia cinematográfica. Por ejemplo, en París el arquitecto Pierre Chican rediseñó la platea de una sala de cine para convertirla en un híbrido de experiencia colectiva e intimidad espacial mediante separaciones de espacios y una visión arquitectural sacada de la ciencia ficción. Otras interesantes apuestas fundían diferentes espacios culturales y de ocio, como el innovador proyecto colaborativo FAB Cinema en Taiyuan, China, donde se creó un macroespacio cultural de cinco plantas fusionando librería, biblioteca, cine, cafetería y salas para eventos culturales. No
25. Indicadores estadísticos culturales vinculados al cine 2022, Ministerio de Cultura, 09/06/2023. 26. Steven Spielberg citado en “The future of cinema, according to Steven Spielberg”, Pirelli, 12/07/2016. 27. Charles Barfield, “Steven Spielberg & George Lucas Predicted a Grim Future with Box Office ‘Implosion” & Fewer, Higher-Priced Theaters”, The Playlist, 30/10/2020. 28. Ajuntament de Barcelona, “El Phenomena Experience se instala en el antiguo Cine Nápoles”, 19/12/2014. 29. Ver por ejemplo Memoria anuales de Filmoteca Española 2018, Dossier de prensa Balanç 2019 Filmoteca de Catalunya, artículo “La filmoteca vasca batió su récord de espectadores en 2019”, Filmoteca Vasca, 29/01/2020.
12 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
6-11Joffre 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:02 Página 13
utopíacultural
es de extrañar el renovado interés por la ‘estética relacional’, término acuñado por Nicolas Bourriaud en 1998 como el “[c]onjunto de prácticas artísticas que toman como su punto de partida teórico y práctico la totalidad de las relaciones humanas y su contexto social, en vez de un espacio independiente y privado”30. Con movimientos similares al de los bancos durante las crisis, el futuro del sector cultural augura la consolidación de gigantes tras asimilar y diluir aquellos agentes de menor peso y mayores dificultades económicas. La absorción de la reclamada diversidad dentro de productos de gran consumo, el depurado de voces críticas para su explotación comercial y la dominación del mercado cultural únicamente por parte de gigantes del sector es el futuro de la cultura post-pandemia. En 2021 y en este nº 400, la necesidad de cambio es más necesaria que nunca mientras Lyotard se congratula del éxito de su nihilismo.
La producción y consumo de productos culturales sufrió una enorme transformación con el asentamiento a finales de la segunda década del siglo XXI de la ‘cultura participativa’ y de la figura del ‘prosumidor’, donde los consumidores son simultáneamente productores de contenido. La potencial emancipación de una visión cultural dominante a través de la activación de un consumidor hasta el momento pasivo se afianzó en los primeros años de la década de los 20. Ha proseguido la proliferación redes de apoyo a creadores minoritarios y mecanismos alternativos de financiación, como el crowdfunding, se establecieron como alternativa real, incrementando su presencia hasta suponer hoy en día cerca del 50% de la financiación de los productos culturales31. En múltiples ocasiones, estos creadores optaron por no incorporarse a compañías establecidas cuando alcanzaron cierta prominencia y, dentro de esta fragmentación, sellos y apuestas minoritarias han forjado una nueva dinámica. Hemos visto un cambio grato hacia una lógica de sinergia, que ve una colaboración creciente entre creadores, prosumidores, previos gigantes del sector e iniciativas de tamaño limitado. Una fusión creativa entre grandes empresas y pe-
queños proyectos que permite abordar un ámbito colectivo complejo de una realidad local vivida y una difusión global virtual. Nuevas voces han encontrado su espacio, y nuevas formas de activismo El cine solo han surgido con fuerza en la cultura ha tratado la participativa, respaldadas por una red cuestión climática de apoyo y seguidores activa social y económicamente. Nuevas narrativas ocasionalmente han y siguen siendo escritas, abando- para plasmar nando una predilección por el declive una y viendo la oportunidad de un futuro espectacularidad en construcción. En vez de escuchar a voces como la de Lyotard y su pro- apocalíptica. puesta de ahondar en el nihilismo activo para acelerar la decadencia, este nº 500 de 2029 celebra aquellas como la de Naomi Klein y tantas otras que vieron las posibilidades y dijeron, sin caer en un optimismo ciego, “es emocionante” ■
30. Nicolas Bourriaud (1998), Relational Aesthetics, Les Presses Du Reel, p.113. 31. Roberto Petra (2026), La historia del crowfunding, Ed. de intervención Cultural.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 13
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 14
estado de la cuestión
Todas las imágenes de este artículo corresponden a los disturbios de Baltimore de abril de 2015
14 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 15
imperio
USA: el espejo de Baltimore Por Higinio Polo
S
i Estados Unidos equipara sus intereses a los de la comunidad internacional es porque sustenta ese ardid retórico en su condición de gendarme mundial. Sigue siendo el país más poderoso, pero en regresión: sus problemas y desafíos se agravan, tanto en el interior de sus fronteras como en el escenario geopolítico.
Baltimore es esa ciudad a la que el presidente Trump, en uno de sus frecuentes exabruptos racistas, calificó de “desastre asqueroso infestado de ratas”. Prisionera de la violencia policial, de la pérdida de industrias, llena de edificios destruidos por la pobreza, agobiada por el abandono escolar, por el miedo, la corrupción, la tristeza y las drogas, Baltimore se desangra, aunque los ricos se resguardan en sus barrios exclusivos. Es una de las ciudades más violentas de Estados Unidos, donde es raro el día en que alguien no muere a balazos en las calles, porque junto a la fortuna de quienes viven confortablemente en los círculos de la prosperidad americana, en muchas ciudades sigue creciendo el cáncer de la desigualdad, la pobreza y la marginación, como en Baltimore, esa urbe portuaria a apenas sesenta kilómetros de Washington. La creciente inestabilidad política, la persistente violencia, la crisis económica y los estragos de la pandemia, junto al fortalecimiento de la extrema derecha, que llegó a asaltar el Capitolio, dibujan el nuevo rostro de Estados Unidos. Y la tensión aumenta. En 2020, los estadounidenses compraron veintitrés millones de armas, y murieron por disparos más de 41.000 personas: cada día, 110 ciudadanos cayeron a balazos, regando con su sangre el asfalto. Solo en enero de 2021, se vendieron más de dos millones de armas de fuego en el país. Denunciando anticipadamente un fraude, Trump había anunciado que no aceptaría la victoria de Biden y del Partido Demócrata, pero meses antes Clinton y Pelosy habían afirmado lo mismo con relación a Trump. En esa disparatada presidencia, la prensa (el New York Times llegó a publicar un artícu-
lo anónimo de un responsable del gobierno Trump; después se supo que era Miles Taylor, jefe de gabinete del Departamento de Seguridad Nacional), los servicios secretos y buena parte de la estructura ministerial se opusieron a Trump, sugiriendo incluso su connivencia con Moscú, una completa invención porque su gobierno siguió aplicando sanciones a Rusia, oponiéndose al Nord Strem 2 y la relación entre los dos países cayó al punto más bajo tras la guerra fría, según Lavrov. La manoseada injerencia rusa, nunca demostrada y que ahora vuelve a utilizar Biden, se reveló un intento de desgaste y un recurrente recurso para la presión diplomática y política. Pero esa división en Estados Unidos ha golpeado a todos los sectores del país, inaugurando una inquietud interna que se añade a la preocupación por los cambios en el mundo. Biden debe hacer frente a esa situación, pero las características del Partido Demócrata no son las adecuadas para un desafío de tanta envergadura: es un partido que ha pasado de un discreto progresismo representando a los trabajadores, de los años de Roosevelt, a configurarse como una organización conservadora que se presenta centrista y que representa la otra cara del poder, junto al partido republicano, aunque la mayor parte de la estructura gubernamental es abiertamente partidaria de los demócratas. El Partido Demócrata se proclama defensor de la inexistente “clase media” que sigue tiñendo el imaginario colectivo, mientras trabaja para la plutocracia. Frente a él, y alrededor del Partido Republicano, se agrupa el creciente movimiento que desconfía del poder central de Washington y de los sectores más pobres de la sociedad estadounidense,
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 15
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 16
estado de la cuestión
identificados como los negros y, también, los hispanos, que partidos y movimientos progresistas, recurriendo incluso al conjuga el viejo odio racial contra los descendientes de los asesinato. esclavos con la xenofobia hacia los nuevos inmigrantes: la Pese a los graves problemas sociales, la reforma tributaria de cuarta parte de los ciudadanos de origen asiático ha padecido 2017 redujo los impuestos a los más ricos. Cincuenta millones acoso racial. Ese movimiento, que ha pasado por el Tea Party y de personas viven en la pobreza. Hay en el país millones de ahora se expresa en el QAnon y el trumpismo, es la nueva extreparados, millones de personas ilegales, muchos de ellos prisioma derecha que reacciona contra el poder de la plutocracia y, neros del peonaje explotador en el campo, la deuda de los estual mismo tiempo, defiende el capitalismo (el viejo tópico del diantes universitarios sigue creciendo y amenaza su futuro, y “modo de vida americano”) que identifica con la libertad percuenta con el mayor sistema carcelario del mundo (2.300.000 sonal y con la promesa de la prosperidad y la riqueza, envuelta reclusos, y casi cinco millones de personas más en libertad en el ajado patriotismo de la grandeza estadounidense. Que vigilada o condicional), con prisiones privadas donde, además, una buena parte de los trabajadores blancos apoyase a un los presos se ven obligados a trabajar gratis y las cifras de suicidemagogo y embustero Trump constata la extrema confusión dios son muy elevadas. La crisis racial y la brutalidad de la polide la sociedad norteamericana, del resentimiento de los blancía, la marginación de los suburbios y el recurso a la violencia cos pobres y del temor a verse condenados a los ghettos de la explican la creciente angustia social. La adicción a las drogas negritud, de la pérdida de esperanza en el futuro que el asalto ha alcanzado con un opiáceo, el fentanilo, una nueva dimenal Capitolio elevó a una insurrección de opereta. Esa arremetisión: es barato y consigue una fuerte adicción. Según los guda mostró el sueño americano convertido en la caricatura de bernamentales Centers for Disease Control and Prevention un chamán con rostro de bisonte. (CDC), en el periodo de doce meses que terminó en mayo de Que los dos partidos del sistema estadounidense se enfren2020, en Estados Unidos murieron 82.000 personas a causa de tasen no impedía el acuerdo en los principales asuntos, la relas drogas (225 personas cada día, aunque otros organismos ducción de impuestos a los más ricos, la liquidación de regulabarajan cifras muy superiores), que, sumadas a las muertes por ciones sociales y la limitación de los derechos de los trabajadoarmas de fuego, eleva la cifra a más de 120.000 personas muerres, además de la común defensa de la “excepcionalidad ametas en ese año. Suburbios enteros de ciudades forman el círcuricana”, del imperialismo exterior y del periódico rearme mililo de la desesperación. tar para asegurar su hegemonía en el mundo. La peculiar deEl Black Lives Matters es el último grito de angustia de la pomocracia norteamericana no descansa ya en la voluntad popublación negra y, en una aparente paradoja, lleva consigo la lar sino en las decisiones de las corporaciones, en la concenayuda de grandes empresas multinacionales (de Amazon a la tración de la riqueza y el control de medios de comunicación, Fundación Ford y al Bank of America, del Citigroup a WalMart, altavoces sociales y compañías tecnológicas de internet, y en el Coca Cola, General Motors y Goldman Sachs, de Google a nutrido ejército de políticos profesionales, abogados, miemMicrosoft, IBM, Verizon, McDonald’s, Netflix y Warner Brobros relevantes de universidades, empresas y fundaciones, dithers) en lo que sin duda es un rasgo de mercadotecnia comerrectivos de la industria armamentística que pasan al gobierno, cial, un intento de contener las pérdidas para la economía que lubricados en la corrupción y que ocupan y administran la causa la discriminación racial y de la mujer (Mary C. Daly, preestructura política sin atender a sus supuestos representados, sidenta del Federal Reserve Bank of San Francisco, la cuantificó con una vulgata común: la cerrada defensa del capitalismo. En en 2,6 billones de dólares en 2019) y que también persigue su la campaña electoral de 2020 que dio la victoria a Biden se gasintegración en el sistema. El racismo ataca a todas las minorías: taron más de 11.000 millones de dólares, aportados por granhan aumentado las agresiones contra personas de origen asiádes empresas y plutócratas, y los únicos que disponen de ese tico, e incluso legisladores como el republicano tejano Chip presupuesto millonario son republicanos y demócratas: la deRoy han llegado a justificar posibles linchamientos de ciudadamocracia está en manos del dinero, nos con rasgos orientales arguyendo en con la izquierda ausente. La debilidad la propia Cámara de Representantes que: La peculiar democracia de la izquierda es consecuencia de una “El Partido Comunista chino, ellos son el norteamericana no descansa ya sostenida represión que no se ha detemal”. en la voluntad popular sino en nido nunca, desde las redadas de PalLa extrema debilidad de la izquierda mer, la Ley McCarran y los años de dificulta la configuración de una oposila concentración de riqueza. McCarthy hasta hoy: la policía, el FBI, ción efectiva al bipartidismo de la plutoha infiltrado siempre y envenenado cracia; y el movimiento opositor, aunque
16 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 17
imperio
en ocasiones protagoniza grandes movilizaciones, se agrupa y se dispersa bajo las diversas banderas del antirracismo, el feminismo, el ecologismo o la lucha a favor de los derechos de los inmigrantes, y adolece de un programa y de un planteamiento político unificador: el movimiento obrerista estadounidense, exhausto, reprimido, sometido a dóciles sindicatos, no desempeña hoy esa función. La inclinación aislacionista expresada por Trump y la ambición intervencionista tradicional de la política exterior norteamericana que ahora esgrime Biden (“Estados Unidos ha vuelto”) se expresan también entre la población, temerosa de que la supuesta excepcionalidad del país se haya convertido en un recuerdo del pasado. Ahora, Biden intenta un nuevo camino. Pero, pese a la leyenda construida para las elecciones, Biden no fue nunca un defensor de los derechos civiles, ni de los negros, ni mucho menos un hombre progresista, sino el presidente del comité de asuntos exteriores del Senado que votó por la guerra y la invasión a Iraq; fue el vicepresidente, con Obama, que se felicitaba por el aumento de las cifras de inmigrantes deportados. Biden es el hombre que empezó preocupado por el medio ambiente y lo olvidó enseguida; el político que en el Senado, con Carter, impulsaba recortes sociales; y que con Reagan, vigilaba los presupuestos dedicados a los más pobres y apoyaba el despido de miles de trabajadores y funcionarios. Después, apoyó la invasión de Iraq, defendió la guerra en Libia y el asesinato de Gadafi, el golpe de Estado en Ucrania y el golpe en Honduras, entre otros gestos que han paseado la muerte por el mundo. Tampoco Kamala Harris es la voz de la minoría negra, ni una defensora de los marginados por el capitalismo. Biden
va a intentar ampliar el derecho al voto, limitar algunos escandalosos abusos empresariales adaptando las leyes laborales, aprobará gestos hacia los grupos discriminados por su orientación sexual, e intentará aumentar el control de la venta de armas y aprobar medidas para legalizar a inmigrantes. No es seguro que lo consiga, por la oposición republicana. La patente incompetencia ante la pandemia durante meses, las colas del hambre y la creciente pobreza, el miedo ante el ascenso de China, han llevado a formular el Plan de recuperación de 1,9 billones aprobado por el Senado y la Cámara de Representantes, que ha sido elogiado incluso por el conservador Wall Street Journal. De esa cantidad, la mitad está destinada al pago de 1.400 dólares por contribuyente, ayuda que según Biden llegará al 85% de la población; una cuarta parte se dedicará a combatir la pandemia, y otra cuarta parte para ofrecer ayudas a empresas y colectivos. Algunos economistas se inquietan por el sobrecalentamiento y la inflación, mientras otros temen los efectos del crédito y la deuda. Muchos vislumbran un periodo de estanflación, estancamiento más inflación. Biden va a tener también que vigilar el déficit fiscal y comercial, junto a la creciente deuda, que amenazan el futuro del país, junto al retroceso en los convenios económicos con otros países, que se añaden a la decisión de Trump en 2017 de salir del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), y al éxito chino con la creación del RCEP, sin olvidar la tardanza en finalizar el Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión (ATCI) que negocian la Unión Europea y Estados Unidos. A finales de marzo, Biden propuso también un plan de 2,25 billones de dólares en ocho años para renovar las infraestructuras del país (carreteras, puentes, puertos, aeródromos, red eléctrica y de suministro de agua, etc). Biden enfatizó su importancia afirmando que un plan semejante se da “una sola vez en una generación” y que será “la mayor inversión en puestos de trabajo desde la Segunda Guerra Mundial”, con el objetivo de “ganar la competencia global con China”. Estados Unidos es también ese país donde, desde 2015, la esperanza de vida desciende cada año, y donde proliferan lugares que parecen pertenecer a aquel Tercer Mundo que tanto han despreciado. En Skid row, un barrio de Los Ángeles, miles de personas, mendigos y vagabundos, viven en la calle, bajo plásticos y carpas, sin agua ni letrinas, un agujero inhumano que la ONU identifica con un campo de refugiados, y en algu-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 17
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 18
estado de la cuestión
nos Estados, como Virginia occidental y Alabama, muchas comunidades no disponen de agua potable ni de desagües. La pandemia ha causado millones de parados; de ellos, un millón en Nueva York: muchos dan por muerta a la ciudad símbolo de Estados Unidos, mientras músicos, actores y escritores lanzan una iniciativa para salvar el metro neoyorquino: “Todavía somos Nueva York”. Aunque el gobernador Andrew Cuomo esté bajo sospecha por ocultar miles de muertos en los geriátricos. Las deficientes infraestructuras, el riesgo del cambio climático, ensombrecen el futuro: en Houston, una ciudad de más de dos millones de habitantes, el agua no era potable y había que hervirla en las casas o comprar agua embotellada. Las tormentas y la incompetencia hicieron que más de tres millones de personas se quedasen sin electricidad en Texas, y catorce millones de ciudadanos tenían que hervir el agua, porque la que les llegaba no era potable. Sin embargo, Estados Unidos sigue disponiendo de una fuerza incontestable; posee un ejército imbatible y un enorme poder cultural que llega a buena parte del mundo a través del cine, la prensa, la televisión y las plataformas. Aunque haya retrocedido, no puede desdeñarse esa penetración planetaria estadounidense ni su capacidad para imponer su discurso ideológico. Dispone del principal centro financiero, Wall Street, y de Hollywood como emisor ideológico que, unido a la potencia del idioma inglés, le permite influir en todo el mundo. Y las compañías de internet, de Google a Facebook, facilitan su hegemonía cultural, aunque, paulatinamente, pierda autoridad global. Al mismo tiempo, que el dólar sea moneda de reserva internacional y que Washington domine los principales meca-
18 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
nismos de pago internacionales e instituciones financieras del planeta fortalece su poder económico y militar. El recurso a la impresión de papel moneda, inundando el mundo de dólareschatarra, le permite también mantener el consumo interno y su elevada deuda (la mayor del planeta: más de 28 billones de dólares), pero plantea un inquietante futuro porque el mundo no va a seguir aceptando indefinidamente dólares sin respaldo. Más de 550.000 ciudadanos han muerto por la pandemia. Biden ha movilizado al ejército para la campaña de vacunación: no dispone de la red sanitaria pública que tiene Europa, pero el esfuerzo ha hecho que a finales de marzo de 2021 más de cien millones de personas hayan sido vacunadas. El buen ritmo de la vacunación contra la Covid-19, rompiendo la ineficaz dinámica anterior, y el hecho de que el nuevo gobierno asegure que se están recuperando los empleos, aporta luz en el difícil tránsito hacia una nueva convivencia, gobernando el temor de que Baltimore sea el destino de América. * * * Los centros de elaboración estratégica estadounidense y sus organismos gubernamentales y servicios secretos consideran que, junto a las dificultades domésticas, la acción de Estados Unidos en el exterior es crucial para el futuro del país. Las guerras en curso donde Estados Unidos interviene (Afganistán, Iraq, Siria, Libia, Yemen) más su implicación en el acoso a Irán, Venezuela, sus operaciones militares en Pakistán, Somalia y Níger, y su despliegue en las fronteras rusas, distraen fuerzas en su principal objetivo: China. El recurso a la fuerza, la invasión militar, los ataques “quirúrgicos”, son una muestra de su fortaleza, pero delimitan también su debilidad y sus dificultades, aunque no puede olvidarse que la expresión del imperialismo va siempre unida a la fuerza, los ejércitos y las bombas. De hecho, el predominio del poder norteamericano en el mundo ha ido siempre de la mano de los bombardeos, desde Hiroshima y Nagasaki a Faluya y Damasco. Estados Unidos mantiene su programa de asesinatos, la kill list y las cárceles secretas por el mundo, utiliza los letales drones con regularidad, y sigue en vigor el plan de torturas de la CIA, modificado y oculto. Washington recurre a una variada gama de recursos: desde su intervención militar directa a los bombardeos selectivos con drones, del estímulo de golpes de Estado (de Ucrania a Bolivia, de Thailandia a Egipto, de Honduras a Paraguay, en los últimos años) pasando por la presión diplomática y la
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 19
imperio
guerra jurídica (lawfare), al hostigamiento político y económico y el terrorismo a través de grupos creados y monitorizados por sus servicios secretos. El informe desclasificado por el gobierno Trump, del que se hizo eco The New York Times, revelaba que Estados Unidos cuenta con más de 200.000 militares acantonados fuera del país, en todos los continentes, y ni Biden ni el Pentágono tienen intención de reducir ese despliegue planetario. En marzo de 2021, la Casa Blanca publicó la Interim National Security Strategic Guidance, su guía estratégica donde identifica a China como el único país capaz de plantear un desafío a su propio poder, y donde califica a Rusia como potencia disruptiva que quiere aumentar ninguna prueba. A ello se añade la reactivación del QUAD y la su influencia en el mundo, y todo indica que el nuevo gobierno reveladora advertencia del jefe del comando del Indo-Pacífico estadounidense va a incrementar sus intervenciones exterio(United States Indo-Pacific Command), el almirante Philip Dares. Esa guía provisional insiste en que China pone en riesgo vidson, anunciando la “invasión de Taiwán” por China en al“un sistema internacional estable y abierto”, que para Wasgún momento de los próximos seis años, junto a su reclamahington es sinónimo de hegemonía estadounidense, y por ello ción de que Estados Unidos despliegue nuevos misiles balístiplantea fortalecer la colaboración con los aliados. El 4 de febrecos y de crucero contra China y refuerce los sistemas antimisiro, Biden mantuvo una dura posición ante Rusia y reveló en el les en Guam y en otras bases norteamericanas en el Índico y el Pentágono que había advertido a Putin que se habían terminaPacífico. La voz del almirante señala los planes inmediatos de do los días en que Estados Unidos dejaba sin respuesta las Washington. Pese a ello, el presupuesto militar norteamericano “acciones agresivas rusas”, la injerencia en las elecciones estaes una pesada carga para Estados Unidos: gasta más de 2.000 dounidenses, los ataques cibernéticos y el “envenenamiento millones de dólares diarios en su ejército, a lo que debe añadirde ciudadanos rusos”, aunque es muy dudoso que sus palabras se el coste de sus múltiples agencias de seguridad y de espioa Putin fueran las mismas de las que se jactó en Arlington ante naje, de manera que la preocupación por el coste de la carrera sus militares. Tres días después, Biden, entrevistado en la CBS, armamentista junto a la aceptación de la propuesta rusa para afirmó que entre Estados Unidos y China habría una “compeprorrogar el START III, que Trump rechazó anteriormente, y un tencia extrema”, que “Xi Jinping no tiene un hueso democrátimayor énfasis en la diplomacia están también en los informes co en el cuerpo” y que no colaboraría con él como hizo Trump, y las previsiones del Pentágono. El retorno a algunas organizaafirmación que distaba de ser exacta, porque el anterior presiciones internacionales, tras años de demolición de la arquitecdente fue muy agresivo con China. tura de cooperación internacional (Richard Perle, el príncipe de El mismo mes, The New York Times informaba (sin revelar las tinieblas, llegó a felicitarse en 2003 por la “muerte de la sus fuentes, aunque sin duda eran gubernamentales) de que ONU”), es un paso obligado para reconciliarse con sus aliados Estados Unidos lanzará “ciberataques clandestinos” contra Rueuropeos, que no van a abandonar su sia, dirigidos a instituciones del gobierEstados Unidos sigue detentando subordinación a Washington: si la amno, del ejército y de los servicios secretos pliación de la Unión Europea al inicio rusos. Según el diario, esas “acciones el mayor poder militar, aunque sabe clandestinas” son una respuesta al pira- que no puede enfrentarse directamente del siglo XXI auguraba el nacimiento de una gran potencia, casi dos décadas teo informático sufrido por organismos ni a China ni a Rusia. después se ha disipado esa hipótesis: la estadounidenses, ataque del que WasUnión Europea acepta la función de hington acusa a Moscú sin presentar
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 19
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 20
estado de la cuestión
aliado sumiso de Estados Unidos, y la El país carece de un proyecto de futuro, revelan que desde ese año el Pentágono constante presión para que los aliados ha lanzado 326.000 bombas y misiles y la escisión de sus habitantes no europeos aumenten sus presupuestos sobre otras naciones; de ellas, 152.000 en le prepara para enfrentarse a un militares y su contribución a la OTAN Iraq y Siria. Con Obama y Trump, Estados mundo que ya no puede ha llevado ya a Gran Bretaña a anunUnidos desestabilizó Siria, Libia, Ucrania, gobernar. ciar un aumento del cuarenta por Bolivia, Brasil, y apoyaron golpes en ciento de sus misiles atómicos y está Thailandia y Egipto. Y Biden ya ha bomconstruyendo nuevos submarinos nubardeado Siria, pero además de esas accleares, en una gravísima decisión que alienta el rearme atómiciones directas, Estados Unidos mantiene una creciente utilico. La prevención de Alemania no llega hasta el punto de opozación de empresas paramilitares y de grupos mercenarios, nerse a los deseos de Washington, y aunque Berlín apuesta por junto a la tradicional financiación, entrenamiento y apoyo a la continuidad del Nord Stream 2 para los suministros de gas agrupaciones y entidades civiles que intervienen en la vida ruso, el gobierno Biden va a continuar presionando para dispolítica de muchos países, y a grupos terroristas que operan en tanciar más a Rusia de la todo el mundo. Su implicaUnión Europea. La visita de ción en el nacimiento y desBlinken a Bruselas en marzo arrollo de bandas como alte nía esos dos objetivos Qaeda, los talibanes y Daesh principales: la OTAN y el gaes conocida, pero Washingsoducto del Báltico. ton también recurre a la creEn la escala de la supremaación de fracciones terroriscía mundial, Estados Unidos tas efí me ras que realizan sigue detentando el mayor atentados y desaparecen despoder militar, aunque sabe pués. El asesinato del general que no puede enfrentarse iraní Qasem Soleimani, un directamente ni a China ni a flagrante acto de terrorismo Rusia, porque ello desencade Estado, y el aval otorgado a denaría una guerra mundial Israel para asesinar a científide consecuencias devastadocos iraníes, forman parte de ras para todos. Sin embargo, su proceder, y su determinasu despliegue en el mundo es ción por alcanzar la hegemoinigualable: la red de casi nía nuclear le ha llevado a ochocientas bases militares abandonar casi todos los trale permite mantener la presión y la amenaza sobre múltiples tados de desarme atómico firmados con Moscú: el START III es países, y se concentra sobre todo en la periferia rusa y en el el único que sobrevive. Indo-Pacífico rodeando los mares costeros de China y vigilanEn marzo de 2021, la directora de Inteligencia Nacional do sus rutas de aprovisionamiento. Ni Pekín ni Moscú dispoestadounidense (Avril Haines, que procede de la CIA y ahora nen de nada semejante. controla las actividades de esa agencia, del FBI y de la NSA, No hay duda de que Estados Unidos es el responsable del entre otras) hizo público un informe (lo “desclasificó”, según estallido de las guerras más devastadosu jerga) donde afirmaba que Rusia e ras en el siglo XXI. Por el contrario, ChiIrán intentaron influir en las elecciones Aunque haya retrocedido, na no ha participado en ninguna, y presidenciales norteamericanas de no puede desdeñarse Rusia solo en ayuda de Siria tras la gue2020, aunque no disponía de pruebas la penetración planetaria rra impuesta por Washington. Según el de que hubiesen conseguido cambiar estadounidense ni su capacidad grupo de defensa de la paz Code Pink votos o variar los resultados finales. Women for Peace, con sede en Los ÁngeCon esa revelación, Estados Unidos para imponer su discurso les, desde 2001 Estados Unidos ha lanaprobó más sanciones a Rusia, y las ideológico. zado un promedio de 46 bombas diarias justificó no con pruebas sino con esos contra otros países. Sus investigaciones interesados informes de sus propios
20 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
14-21 Higino:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:07 Página 21
imperio
servicios secretos. En un paso más de la escalada de la tensión, Biden, en una entrevista en la cadena ABC, ante la pregunta: “¿Cree que Putin es un asesino?”, contestó: “Sí, lo creo”. El nuevo presidente no podía ignorar la gravedad de su respuesta, ni las consecuencias para las relaciones internacionales de su inusual gesto. La Casa Blanca se negó días después a disculparse y ni siquiera aceptó que fuera un error del presidente: por el contrario, lo consideró una muestra de su determinación. No ha sido el único rasgo belicoso e inquietante del nuevo gobierno estadounidense. El encuentro con la delegación diplomática china en Alaska, dirigida por Yang Jiechi y Wang Yi, fue aprovechado por Blinken para utilizar un agresivo lenguaje lleno de acusaciones a Pekín que encontró una dura e inesperada respuesta: Yang Jiechi contestó a Blinken recordando el racismo, la segregación y la vulneración de derechos humanos en su país, señalando además que China, a diferencia de Estados Unidos, “no cree en las invasiones militares, en el derrocamiento de gobiernos, en las matanzas”. La delegación china mostró que, más allá de la propaganda, Washington carece de credibilidad en la defensa de la libertad y los derechos humanos. El imperialismo se expresa hoy, como en el pasado, por las guerras que desata, las imposiciones a sus aliados, los chantajes a países más débiles, la búsqueda de materias primas y mercados, y la absorción de capitales de buena parte del mundo. Controla todavía los principales mecanismos financieros, el FMI, el Banco Mundial y la OCDE, el Banco de Pagos Internacionales y la organización SWIFT para las transacciones
financieras mundiales. Pero Estados Unidos ha sufrido en los últimos veinte años dos enormes fracasos estratégicos: primero, la emergencia de China, que no supo prever (por el contrario, cuando Pekín ingresó en la OMC creyó que se apoderaría de su mercado, el mayor del mundo); segundo, el grave fracaso de la intervención militar y las guerras en Oriente Medio: ha destruido varios países (Afganistán, Iraq, Siria) pero no ha aumentado con ello su poder, ni en la región, ni globalmente. Además, ha retrocedido en África y en América Latina, donde China es ya el principal socio comercial de muchos países. Aunque sigan afluyendo emigrantes a Estados Unidos, que huyen de la pobreza y la violencia que los gobiernos de Washington contribuyeron a crear en América Latina, para buena parte de sus ciudadanos el “sueño americano” ha pasado a ser un cliché casi olvidado de los años optimistas de la posguerra mundial: hoy el país carece de un proyecto de futuro, y la escisión de sus habitantes no le prepara para enfrentarse a un mundo que ya no es el que gobernó. Biden y el experimentado conglomerado propagandístico norteamericano insisten ahora en la idea de que “Estados Unidos ha vuelto” para ilustrar su decisión de “dirigir el mundo”, como si esa función les perteneciese, sin reparar en que esa pretensión no es más que una retórica vacía, el veneno de un irracional nacionalismo y la voracidad ciega del imperialismo que ha ensangrentado al mundo. Como si fuera un inquietante anuncio del futuro, pese a que se inauguró hace solo cinco años, al rascacielos del 432 de Park Avenue, hogar de millonarios, empezaron a fallarle los ascensores y las cañerías, inundando viviendas, creando problemas en todo el vecindario. Ese edificio y la Torre Steinway de la 57 (con apartamentos que cuestan sesenta millones de dólares) son los dos rascacielos más altos de la ciudad, y anuncian las grietas en el despilfarro capitalista. Estados Unidos afronta el desafío de su nuevo examen del mundo: casi sin ser consciente de ello hasta hace poco, ha pasado de declararse vencedor en la guerra fría, de enarbolar la seguridad de su poder solitario en el mundo, que solo debía afrontar la “lucha contra el terrorismo” y algunas guerras periféricas, a diseñar con agresividad y con alarma un nuevo enfrentamiento entre grandes potencias. Atrapados en la decepción y la inquietud por el mundo que viene, mirándose en el espejo de Baltimore, Estados Unidos constata que la nueva China está ahí, y que Rusia no se ha marchado ■
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 21
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 22
estado de la cuestión
Dibujo de Lily Jane Hughes
22 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 23
documento
The Long Telegram Un informe del Atlantic Council Por Manolo Monereo y Anonymous
I
ncluimos aquí un resumen de un documento importante, que da las pautas de lo que será el comportamiento político y militar –puesto que no excluye la guerra– de Estados Unidos hacia China. La presentación, escrita por Manolo Monereo, subraya las claves que permiten medir la gran relevancia del texto, escrito por un antiguo alto funcionario del gobierno con gran experiencia en el trato con China, y que puede encontrarse completo fácilmente en internet.
PRESENTACIÓN DE MANOLO MONEREO Para Esteban Hernández
Se trata de un documento importante. El título es muy significativo: El Telegrama más largo: Hacia una Nueva Estrategia Americana para China. El editor es Atlantic Council, un conocido ‘think tank’ bipartidista estadounidense especializado en relaciones internacionales. El autor es Anonymous, un personaje que oculta su nombre. Lo que sabemos es que se trata de un alto funcionario especializado en relaciones con China. Para los que conocen la historia norteamericana no les extrañará el título ni el autor. El telegrama largo hace referencia a un memorándum que con la misma denominación escribió en febrero de 1946 George Kennan, funcionario de alto nivel de la embajada norteamericana en la URSS, que inició el debate estratégico que conduciría a lo que posteriormente se llamó la Guerra Fría. Dicho documento circuló profusamente en la Administración estadounidense. Un año después del memorándum (julio de 1947) sus líneas básicas aparecieron en la conocida revista de relaciones internacionales Foreign Affeirs firmado con el seudónimo X y con el siguiente título: “Orígenes de la conducta soviética”. Después se supo que el autor era Kennan; esto lo convirtió en una personalidad política muy conocida dentro y fuera de EEUU, el hombre que definió la nueva estrategia llamada de la contención. Es muy significativo que Anonymous pretenda compararse con Kennan en el propósito de definir una nueva estrategia
sobre China al mismo nivel que éste lo hizo con relación a la URSS. Para entender el documento que presentamos, es bueno profundizar en quién fue Kennan y que significó la política de contención. El Sr X, es decir, George Frost Kennan, nació en Milwaukee el 16.2.1904 y murió en Princeton, su Universidad de siempre, el 17 de marzo de 2005. Vivió mucho, dejando una extensa obra como historiador, especialista en relaciones internacionales y memorialista. Pudo ver el fin de la URSS, que él pronosticó a su manera 50 años antes, y el nuevo orden bajo hegemonía absoluta norteamericana. Fue siempre un tipo de intelectual singular ligado al servicio exterior, a la diplomacia y a actividades de inteligencia y operaciones encubiertas. De hecho, fue uno de los creadores de la CIA, su mayor error según dijo años después. Vivir tanto le permitió reescribir su historia varias veces. Tenía una pasión enorme por la escritura y por las lenguas. Siendo ya funcionario se especializó en historia y cultura rusa, graduándose en la Universidad de Berlín (su tío, George también, era un conocido especialista de esta materia). Conviene precisar que la carrera de Kennan como diplomático duró desde 1926 a 1950 y que su periodo de influencia directa fue muy corto, de febrero de 1946 a septiembre de 1949. A partir de ahí, dos breves experiencias como embajador en la URRS y en Yugoslavia; el resto, profesor, asesor y prolífico ensayista. Antes de entrar en el contenido del famoso Telegrama hay que partir de tres datos. Primero, antes se dijo que Kennan era un intelectual singular; ahora hay que precisarlo. Se trata de
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 23
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 24
estado de la cuestión
un intelectual elitista, aristocrátilógicos, políticos e históricos. El co, fuertemente crítico a la vez del poder soviético, por su lógica, tiende comunismo y de la democracia lia eliminar cualquier poder interno beral. Esto se tiende a olvidar hoy, rival y, una vez conseguido esto, neocultado por la Segunda Guerra cesita del enemigo externo para jusMundial y, sobre todo, por el contificarse y afianzarse. Como en la esflicto entre los EEUU y la URSS. trategia comunista hay un antagoKennan admiraba a Salazar, a nismo esencial entre capitalismo y Mussolini, a Schuschnigg. Es más, socialismo, la coexistencia pacífica como señala uno de sus biógrafos no parece posible y todos los pactos más cualificados1, intentó escribir o acuerdos son siempre transitorios un ensayo defendiendo restringir y susceptibles de ser preteridos. el voto a emigrantes, mujeres y Hay un argumento aún más de negros. Segundo, su punto de fondo que es de carácter histórico, lo vista sobre la URSS era histórico y que Kennan llama la visión neuróticon relaciones complejas con el ca de la tradicional inseguridad rusa. comunismo. La pregunta clave paPor definición, un país tan extenso y ra él tendría que ser a la inversa de sin fronteras geográficas definidas la usual: ¿cómo había cambiado vive en permanente inseguridad a Rusia al comunismo? Para Kenlas invasiones tanto desde el Este conan, las purgas de los años treinta mo del Oeste. De ahí la necesidad de George F. Kennan (1904 - 2005). fueron la definitiva “rusificación” Estado, de un poder fuerte que proLa clave esta en la distincion entre expansión y contención de la teoría revolucionaria de Leteja un territorio que secularmente nin y el fin de una perspectiva seria de una revolución mundial. ha sido invadido y pocas veces conquistado. Marxismo-leniTercero, Kennan volvió a la URSS en 1944. Desde el primer monismo y nacionalismo ruso convergen. Lo que queda al final es mento empezó a señalar con fuerza que la URSS era un aliado una dinámica expansiva que es necesario neutralizar. Hay otro poco de fiar; que estaba ganando poder y territorio; que era paso que ayuda a entender la argumentación y que, a mi juicio, imprescindible plantarle cara y, sobre todo, ponerle límites. La resultaba sorprendente en ese momento: el núcleo dirigente URSS nunca podría ser considerado un aliado o un socio de los soviético no tenía una clara percepción de la relación de fuerEEUU. Así hasta febrero del 1946. zas, carecía de un análisis objetivo y tendía a sobrestimar sus Se trata de dos documentos. Uno, el telegrama, escrito para propias capacidades. La contención tenía también como objeno ser publicado y el otro, Los orígenes de la conducta soviética, tivo obligar a aterrizar a un equipo dirigente mal asesorado. publicado un año después en la revista Foreign Affeirs. Entre Se podía añadir alguna cosa más, como esa interpretación ambos momentos Kennan alcanzó la fama, se convirtió en sui generis de que los soviéticos, por naturaleza, tienen dos hombre de confianza de Marshall, en director de Planificación políticas: una oficial, por decirlo así, y otra subterránea y verPolítica del Departamento de Estado y jefe también de la Ofidadera. Dicho por el jefe de la Oficina de Proyectos Especiales, cina de Proyectos Especiales, es decir, de la guerra encubierta. tiene ese tufo de un realismo político difícil de explicar en conEste no es el lugar para explicar los dos documentos; solo inditextos más amplios. Lo que queda claro es que expansión está car su núcleo central, que está muy relacionado, por cierto, con unida a contención. Con posterioridad Kennan se distanció de lo que llamaremos el documento de Anonymous. esta política y vino a decir que fue mal entendida y peor apliLa clave está en la distinción entre expansión y contención. cada. Son las cosas de los intelectuales que se aproximan al Hay un impulso soviético hacia la expansión que tiene que ser poder. El problema de fondo es que contención devino en cercontenido. Toda la estrategia con respecto a la URSS consiste co, en aislamiento y en asedio. El objetivo, obviamente, como en ponerle freno, en impedir que gane nuevas influencias, nos explicó hace muchos años Kolko, era construir un nuevo territorios; que aproveche las ventajas obtenidas en la II Guerra orden mundial bajo hegemonía norteamericana y reducir la Mundial. La pregunta decisiva es el porqué de este impulso fuerza y la influencia de la Unión Soviética hasta llegar a su renirrefrenable hacia la expansión del comunismo soviético. Sobre dición sin condiciones. esto el autor da muchas vueltas, mezclando argumentos ideoSe pueden decir muchas cosas de Stalin, pero dudar de su
24 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 25
documento
capacidad para definir con precisión la correlación de fuerzas internacional supone no solo subestimarlo, sino ocultar la realidad, que no era otra que una asimetría brutal de fuerzas entre la URSS y el mundo capitalista unificado por EEUU. Resulta cínico calificar de neurótica la inseguridad existencial de los rusos a ser invadidos cuando estaban todavía liberándose de una invasión de su territorio por fuerzas extranjeras encabezadas por Alemania y que le supuso más de 20 millones de muertos, la destrucción de las infraestructuras del país y de toda una generación de jóvenes cuadros económicos, políticos y militares. Perry Anderson lo define con precisión: “con sus territorios intactos, en 1945 Estados Unidos contaba con una economía que triplicaba la de la URSS y quintuplicaba la de Gran Bretaña y acaparaba la mitad de la producción industrial mundial y las tres cuartas partes de sus reservas de oro. El fundamento institucional de una paz duradera tendría que reflejar esa hegemonía” 2. Sería bueno no olvidar que los soviéticos solo tuvieron acceso a la bomba atómica en 1949 y que en 1952 los norteamericanos probaron con éxito su primera bomba de hidrogeno, a lo que habría que añadir que en 1946 tenían 170 bases aéreas activas en el extranjero. ¿Contención o asedio? Anonymous presenta un tipo de trabajo que tiene como antecedente –antes ya se dijo– a Kennan. El marco de partida podía sintetizarse en cinco puntos: 1º) El mayor desafío de los EEUU es hacer frente a una China autoritaria cada vez más fuerte. 2º) La gravedad del desafío tiene que ver con una China que cuestiona el orden internacional liberal hegemonizado por los EEUU. La China actual no acepta el statu quo y se convierte en una fuerza revisionista. 3º) El autor –es la gran novedad– individualiza los cambios, no en China en general o en el Partido Comunista en particular, sino en la presencia de un nuevo equipo dirigente liderado por Xi Jinping, que habría impuesto su hegemonía en el Estado retornando al marxismo-leninismo y a un culto a la personalidad muy parecido al de Mao. 4º) El objetivo de esta estrategia es derrotar por todos los medios a Xi y a su círculo más íntimo y sustituirlo por una nueva dirección que acepte la Pax norteamericana. 5º) EEUU carece de una
estrategia integral sostenida en el tiempo y operativa frente a un enemigo de tales dimensiones. Hay declaraciones, tomas de posición, pero no se tiene una estrategia. El autor no define, no le pone nombre a ese tipo de estrategia. Yo la definiría como de cerco y de desgaste. No pretendo resumir un documento tan amplio y tan complejo. Solo algunos apuntes para dar cuenta de aquellos aspectos del documento que en el resumen que presentamos quedan demasiado escuetos y, a veces, pueden llevar a confusión. Lo más novedoso, partir de una ruptura del actual equipo dirigente con respecto a todos los anteriores desde Deng Xiaoping. Anonymous le da a esto una enorme importancia; considera que hay una contradicción fuerte entre Xi y una parte del Comité Central del Partido Comunista Chino. Parece que se trata más de una información que de una simple opinión. A su vez, se hace continuas menciones a contradicciones entre el Partido y el Gobierno con algunas ambigüedades en lo referente al papel de las Fuerzas Armadas en el Estado y en la sociedad. El autor enfatiza que esta “guerra” es muy diferente a la mantenida contra la URSS en un sentido muy preciso: los chinos aprendieron y sacaron lecciones del porqué de la desintegración del Estado soviético hasta el punto de que su diseño estaría marcado por esta experiencia. Rápidamente aparece la paradoja, lo que estarían buscando los EEUU es un Gorbachov, es decir, sustituir a una dirección “dura” por otra “renovadora y moderada” que, a ser posible, produjera las mismas consecuencias que en la URSS: desintegrar el sistema de poder chino. Se repite muchas veces que el enemigo a batir es Xi y su círculo íntimo, mandando señales a los sectores críticos de que
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 25
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 26
estado de la cuestión
no van contra el Estado ni el Partido, pero, a la hora de la verdad (y el texto lo señala de una manera oblicua), lo que se busca es poner fin a la experiencia socialista china. El documento pretende (y en parte lo consigue) definir una estrategia integral y operativa sobre varios planos: primero, define con precisión el objetivo central, derrotar a Xi y a su círculo agudizando las contradicciones en el interior del Partido y del Estado y ofreciendo una salida política; segundo, define un conjunto de 7 objetivos básicos y 10 grandes principios organizativos; tercero –esto es muy importante– concreta un sistema de amenazas y de respuestas a dichas amenazas jerárquicamente graduadas que van desde unas “líneas rojas” que exigirían la respuesta militar inmediata a otras en las que habría una relativa competencia libre; cuarto, un conjunto de medidas muy precisas para fortalecer económica, tecnológica y militarmente a los EEUU. Como se solía decir antes, el lector bien informado podrá sacar algunas conclusiones. Los EEUU que vuelven con Biden tienen que ver mucho con el espíritu y la letra de este documento que me recuerda mucho el conocido de Graham Allison3 y su insistencia en la Trampa de Tucídides. Anonymous lo dice varias veces: el factor tiempo es clave. EEUU ha dejado crecer y desarrollarse, un problema que ha terminado por ser existencial para su futuro; hay que intervenir pronto, emitir señales de fortaleza y prepararse para un combate a largo plazo. Las estrategias de desgaste requieren tenacidad, recursos materiales e ideológicos, densidad y sofisticación en el empleo de medios y una superioridad aplastante de fuerza en un sentido amplio. Y algo más importante, que se esté dispuesto a usarla. Algunas cuestiones para terminar esta ya demasiado larga presentación. La primera tiene que ver con las llamadas líneas rojas. El documento apuesta claramente por definir Taiwán y los problemas fronterizos del Mar de China meridional como amenazas graves que exigirían respuesta militar. Es más, se
insinúa que los EEUU deberían prepararse para eso e infringir ahí la gran derrota de China. Están seleccionando un escenario que afecta a los intereses estratégicos inmediatos de China. La segunda, Rusia; es un viejo problema que ya tuvo que enfrentar Donald Trump: ¿Occidente aceptará una Rusia aliada permanente de China o buscará algún tipo de acuerdo o alianza? En este tema el autor parece estar muy alejado de lo que piensa Biden y su círculo más íntimo. La OTAN y la UE están en una posición cada vez más enfrentada a Rusia, como se ve con mucha claridad en el conflicto ucraniano, que se agudiza, y en la cuestión del gaseoducto Nord Stream 2. La tercera, la Unión Europea. La gran diferencia de Biden con Trump tiene que ver con esto, a saber, los EEUU necesitan imperiosamente aliados; esta batalla no la pueden ganar solos y están dispuestos a ceder lo que haga falta. La UE es la pieza central en este juego de estrategias. Lo fundamental es que no actúe como sujeto autónomo; que no defina intereses propios y que siga siendo el aliado subalterno del centinela y líder de Occidente. La cuarta, lo que podríamos llamar la democracia y lo derechos humanos como instrumento de guerra. De nuevo, la Administración Norteamérica hará un uso geopolítico de su específica concepción de las libertades como parte de su ofensiva ideológica contra China y sus aliados; como medio para legitimar el rearme y la intervención en los asuntos internos de otros países. Occidente frente Oriente; democracia contra dictadura; el bien contra el mal. Intervencionismo humanitario. Buena lectura. Notas 1 John Lukacs. George Kennan. Estudio de una personalidad, Ed. Sombra, 2010. También es interesante Luigi Grassia. Arcana Imperii, Ed. Mimesi, 2020. 2 Perry Anderson. Imperium et Consilium. La política exterior norteamericana y sus teóricos. Ed Akal, 2013 3 Graham Allison. Destinati alla Guerra. Possono l’America e la Cina sfuggire alla trappola di Tucidine?. Fazi Editore, 2018.
El Telegrama más largo: Hacia una nueva estrategia americana para China POR ANONYMOUS Resumen El reto más importante al que se enfrenta Estados Unidos en el siglo XXI es el ascenso de una China cada vez más autoritaria bajo el mando del presidente y secretario general Xi Jinping. El ascenso de China, debido a la escala de su economía y su ejér-
26 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
cito, la velocidad de su avance tecnológico, y su visión del mundo radicalmente diferente a la de Estados Unidos, repercute ahora profundamente en todos los grandes intereses nacionales estadounidenses. Se trata de un reto estructural que, en cierta medida, ha ido surgiendo gradualmente durante
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 27
documento
las dos últimas décadas. La llegada al poder de Xi ha acentuado enormemente este desafío y ha acelerado su calendario. Xi ha devuelto a China al marxismo-leninismo clásico y ha fomentado un culto a la personalidad casi maoísta, persiguiendo la eliminación sistemática de sus oponentes políticos. Las reformas de mercado de China se han estancado y su sector privado está ahora bajo formas directas de control del partido. Xi, nacionalista sin paliativos, ha utilizado el etnonacionalismo para unir a su país contra cualquier desafío a su autoridad, tanto interna como externa. Su tratamiento de las minorías étnicas recalcitrantes dentro de China roza el genocidio. La China de Xi se parece cada vez más a una nueva forma de estado policial totalitario. En lo que supone un cambio fundamental con respecto a sus predecesores post-Mao, reacios a los riesgos, Xi ha demostrado que tiene la intención de proyectar el sistema autoritario, la política exterior coercitiva y la presencia militar de China mucho más allá de las propias fronteras de su país, en todo el mundo. La China de Xi, a diferencia de la de Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao, ya no es una potencia para el statu quo. Se ha convertido en una potencia revisionista. Para Estados Unidos, sus aliados y el orden internacional liberal liderado por Estados Unidos, esto representa un cambio fundamental en el entorno estratégico. Ignorar este profundo cambio supone un peligro. Xi ya no es solo un problema para la primacía estadounidense. Ahora representa un serio problema para todo el mundo democrático. La cuestión estratégica fundamental para Estados Unidos, bajo una administración republicana o demócrata, es qué hacer ante este desafío. Ahora es urgente que este país desarrolle una estrategia nacional integrada, operativa y bipartidista que guíe el contenido y la aplicación de la política estadounidense hacia la China de Xi durante las próximas tres décadas. Algunos argumentarán que Estados Unidos ya tiene una estrategia para China, señalando la declaración de la administración Trump de la “competencia estratégica” como el “desafío central” de la política exterior y de seguridad nacional de Estados Unidos, tal como se consagra en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017. Sin embargo, aunque la administración Trump hizo bien en dar la alarma sobre China y su anuncio de la competencia estratégica con Pekín fue importante, sus esfuerzos episódicos de implementación fueron caóticos y a veces contradictorios. En el fondo, la cuestión es que la “competencia estratégica” es una declaración de actitud doctrinal, no una estrategia global que deba ponerse en práctica. La incómoda verdad es que China tiene desde hace tiempo una estrategia internacional para manejar a Estados Unidos, y hasta ahora esta estrategia se ha implementado con un éxito razonable, aunque no absoluto. Por el contrario, Estados Uni-
dos, que en su día puso en marcha una estrategia unificada para hacer frente al desafío de la Unión Soviética, en la forma de contención que postulaba George Kennan, no tiene hasta ahora ninguna en relación con China. Esto ha significado un abandono de la responsabilidad nacional. La dificultad de Washington para desarrollar una estrategia eficaz para China se ha visto acentuada por la ausencia de un objetivo estratégico claramente definido. En la actualidad, los objetivos van desde inducir la reforma económica china mediante una guerra comercial limitada, hasta un cambio de régimen en toda regla. El famoso “largo telegrama” de Kennan de 1946 desde Moscú era principalmente un análisis de las debilidades estructurales inherentes al propio modelo soviético, anclado en su conclusión analítica de que la URSS acabaría colapsando bajo el peso de sus propias contradicciones. Toda la doctrina de la contención se basaba en este supuesto crítico subyacente. El Partido Comunista Chino (PCC), sin embargo, ha sido mucho más hábil en la supervivencia que su homólogo soviético, ayudado por el hecho de que China ha estudiado cuidadosamente, durante más de una década, “lo que salió mal” en la Unión Soviética. Por lo tanto, sería muy peligroso para los estrategas estadounidenses aceptar que una futura estrategia eficaz de Estados Unidos en China se base en la suposición de que el sistema chino está destinado a colapsar inevitablemente desde dentro, y mucho menos hacer del “derrocamiento del Partido Comunista” el objetivo declarado de la nación. De hecho, la indulgencia en los llamamientos políticamente atractivos para el derrocamiento del PCCh de noventa y un millones de miembros en su conjunto es estratégicamente autodestructiva. Este enfoque solo refuerza la mano de Xi, ya que le permite aunar a los representantes de la élite política y del nacionalismo popular en defensa del partido y del país. El desafío actual requerirá una respuesta política a China cualitativamente diferente y más afinada que el instrumento contundente de la “contención con características chinas” y el sueño del colapso del PCCh. El acierto del análisis de Kennan fue su profunda comprensión del funcionamiento interno de la Unión Soviética y el desarrollo de una estrategia estadounidense válida en función de esa compleja realidad. Lo mismo hay que hacer con China. La realidad política es que el PCCh está significativamente dividido respecto al liderazgo de Xi y sus vastas ambiciones. Los miembros más veteranos del partido están muy preocupados por la dirección política de Xi y enfadados por sus interminables demandas de lealtad absoluta. Temen por sus propias vidas y por el futuro sustento de sus familias. De especial toxicidad política en esta mezcla son los informes desvelados por los medios de comunicación internacionales sobre la riqueza
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 27
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 28
estado de la cuestión
amasada por la familia de Xi y los miembros de su círculo político más cercano, a pesar del vigor con el que Xi ha conducido la campaña anticorrupción. Es una estrategia poco sofisticada tratar a todo el Partido Comunista como un objetivo globalmente considerado, cuando esas líneas de fractura internas deberían estar claras para el ojo del analista y en la pluma del responsable político inteligente. Una campaña para derrocar al partido también ignora el hecho de que China, bajo los cinco líderes post-Mao anteriores a Xi, fue capaz de trabajar con Estados Unidos. Con ellos, China pretendía unirse al orden internacional existente, no rehacerlo a su imagen y semejanza. Ahora, sin embargo, la misión de la estrategia estadounidense para China debería ser ver a China volver a su camino anterior a 2013, es decir, al statu quo estratégico anterior a Xi. Por supuesto, durante el segundo mandato de Hu hubo muchos desafíos a los intereses estadounidenses, pero fueron manejables y no representaron una grave violación del orden internacional liderado por Estados Unidos. Toda la política estadounidense y las respuestas políticas a China, por tanto, deben poner su foco según la lente del propio Xi. De todos los elementos que suelen faltar en los debates sobre la estrategia de Estados Unidos hacia China, éste es el más crítico. Aunque los líderes estadounidenses suelen diferenciar entre el gobierno del Partido Comunista de China y el pueblo chino, Washington debe alcanzar la sofisticación necesaria para ir aún más lejos. Los líderes estadounidenses también deben diferenciar entre el gobierno y la élite del partido, así como entre la élite del partido y Xi. Dada la realidad de que la China actual es un estado en el que Xi ha centralizado casi todo el poder de decisión en sus propias manos, y ha utilizado ese poder para alterar sustancialmente la trayectoria política, económica y de política exterior de China, la estrategia de Estados Unidos debe seguir centrada en Xi, su círculo íntimo y el contexto político chino en el que gobiernan. Para cambiar su proceso de toma de decisiones será necesario comprender, operar y cambiar su paradigma político y estratégico. Toda la política estadounidense destinada a modificar el comportamiento de China debe girar en torno a este hecho, o es probable que resulte ineficaz. Esta estrategia también debe ser a largo plazo, capaz de funcionar en la escala de tiempo en la que un líder chino como Xi se ve a sí mismo gobernando e influyendo, así como plenamente operativa, trascendiendo las palabras de moda retóricas que con demasiada frecuencia han sustituido a la verdadera estrategia estadounidense hacia Pekín. Defender nuestras democracias del desafío que supone China no requiere menos. La aplicación de esta estrategia exige una firme comprensión de los objetivos estratégicos de Xi, entre los que se encuentran los siguientes:
28 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
■ Superar a Estados Unidos como potencia tecnológica y, por tanto, desplazarlos como potencia económica dominante en el mundo. ■ Socavar el dominio estadounidense del sistema financiero mundial y el estatus del dólar como moneda de reserva mundial. ■ Lograr una preponderancia militar suficiente para disuadir a Estados Unidos y a sus aliados de intervenir en cualquier conflicto sobre Taiwán, el Mar de China Meridional o el Mar de China Oriental. ■ Disminuir la credibilidad del poder y la influencia de EEUU lo suficiente como para que los Estados que actualmente se inclinan a un “equilibrio” contra China se suban al vagón de China. ■ Profundizar y mantener la relación de China con su vecino y socio estratégico más valioso, Rusia, para evitar la presión de Occidente. ■ Consolidar la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) en un bloque geopolítico y geoeconómico en apoyo de las ambiciones políticas de China, formando la base de un futuro orden global sinocéntrico. ■ Utilizar la creciente influencia de China en las instituciones internacionales para deslegitimar y anular las iniciativas, estándares y normas que se perciben como hostiles a los intereses de China –especialmente en materia de derechos humanos y derecho marítimo internacional–, al tiempo que se promueve una nueva concepción jerárquica y autoritaria del orden internacional bajo el concepto deliberadamente amorfo de Xi de una “comunidad de destino común para toda la humanidad”. El Partido Comunista Chino entiende perfectamente la máxima de Sun Tzu de que “lo más importante en la guerra es atacar la estrategia del enemigo”, y Estados Unidos debería hacerlo también. Cualquier enfoque estadounidense debe tratar de frustrar las ambiciones de Xi. Esto significa aclarar primero qué intereses nacionales de EEUU deben protegerse, junto con los de los principales socios y aliados. Lo cual incluye lo siguiente: ■ Conservar la superioridad económica y tecnológica colectiva. ■ Proteger el estatus global del dólar estadounidense. ■ Mantener una disuasión militar convencional abrumadora y evitar cualquier cambio inaceptable en el equilibrio nuclear estratégico. ■ Impedir cualquier expansión territorial china, especialmente la reunificación forzosa con Taiwán. ■ Consolidar y ampliar alianzas y socios. ■ Defender (y, si es necesario, reformar) el actual orden inter-
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 29
documento
nacional liberal basado en normas y, de forma crítica, sus fundamentos ideológicos, incluidos los valores democráticos fundamentales. ■ Abordar las amenazas mundiales persistentes y compartidas, incluida la prevención del catastrófico cambio climático. Dado el importante y creciente “poder nacional global” de China, algunos pueden preguntarse cómo puede lograrse esto de forma realista. El objetivo político primordial debería ser hacer que la élite dirigente de China llegue a la conclusión colectiva de que lo mejor para el país es seguir operando dentro del actual orden internacional liberal liderado por Estados Unidos, en lugar de construir un orden rival, y que lo mejor para el partido, si desea permanecer en el poder en su país, es no intentar expandir las fronteras de China o exportar su modelo político más allá de las costas chinas. En otras palabras, China podría convertirse en un tipo de gran potencia global diferente a la prevista por Xi. La principal forma en que Estados Unidos puede tratar de alcanzar estos fines (protegiendo al mismo tiempo sus propias y fundamentales ventajas) es cambiar los objetivos y el comportamiento de China. Una estrategia detallada y operativa debería incluir siete componentes integrados: ■ Reconstruir los fundamentos económicos, militares, tecnológicos y de capital humano del poder nacional de Estados Unidos a largo plazo. ■ Acordar un conjunto limitado de “líneas rojas” políticas ejecutables que China debería evitar cruzar en cualquier circunstancia. ■ Acordar un mayor número de “grandes intereses de seguridad nacional” que no sean de naturaleza vital ni existencial, pero que requieran una serie de acciones de réplica que condicionen el futuro comportamiento estratégico chino. ■ Identificar áreas importantes, pero menos críticas, en las que no sea necesario establecer líneas rojas ni delimitar los principales intereses nacionales, pero en las que Estados Unidos debería desplegar toda la fuerza de la competencia estratégica contra China. ■ Definir los ámbitos en los que la cooperación estratégica continua con China sigue siendo de interés para EEUU, donde tales “megamenazas” incluyen la ruptura del clima, las pandemias mundiales y la seguridad nuclear. ■ Librar una batalla ideológica global en defensa de las libertades políticas, económicas y sociales contra el modelo autoritario de capitalismo de estado de China ■ Acordar la estrategia mencionada de forma suficientemente detallada con los principales aliados asiáticos y europeos de los Estados Unidos para que su masa crítica combinada (económica, militar y tecnológica) se despliegue en la defensa co-
mún del orden internacional liberal liderado por Estados Unidos. Estos siete componentes deberían aplicarse mediante un esfuerzo inter-institucional e inter-aliado plenamente coordinado, bajo la dirección central del asesor de seguridad nacional, respaldado por una directiva presidencial con el apoyo político bipartidista necesario para perdurar a lo largo de varias administraciones. Esta estrategia estadounidense debe desarrollarse sobre la base de diez principios organizativos fundamentales: En primer lugar, la estrategia de Estados Unidos debe basarse en los cuatro pilares fundamentales del poder estadounidense: el poder militar de la nación; el estatus del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial y pilar del sistema financiero internacional; el liderazgo tecnológico mundial, dado que la tecnología se ha convertido en el principal determinante del poder nacional futuro; y los valores de la libertad individual, la equidad y el Estado de Derecho que la nación sigue defendiendo, a pesar de sus recientes divisiones y dificultades políticas. En segundo lugar, la estrategia de Estados Unidos debe empezar por atender las debilidades económicas e institucionales internas. El éxito del ascenso de China se ha basado en una estrategia meticulosa, ejecutada a lo largo de treinta y cinco años, para identificar y abordar las debilidades económicas estructurales de China en materia de fabricación, comercio, finanzas, capital humano y, ahora, tecnología. Estados Unidos debe hacer lo mismo. En tercer lugar, la estrategia de Estados Unidos en China debe estar anclada tanto en los valores como en los intereses nacionales. Esto es lo que durante mucho tiempo ha distinguido a la nación de China a los ojos del mundo. La defensa de los valores liberales universales y del orden internacional liberal, así como el mantenimiento del poder global de Estados Unidos, deben ser los dos pilares de una llamada global de Estados Unidos al combate. En cuarto lugar, la estrategia de EEUU debe estar plenamente coordinada con los principales aliados para que se actúe de forma unitaria en respuesta a China. Esto no tiene nada que ver con hacer que los aliados se sientan bien o mejor de lo que están. Es porque Estados Unidos los necesita ahora para ganar. Como se ha señalado anteriormente, en última instancia China otorga un gran peso a su cálculo de la evolución del equilibrio de poder global entre Estados Unidos y ella misma. La realidad es que, a medida que la brecha entre el poder de China y el de Estados Unidos se reduce durante la década de 2020, el factor más creíble que puede alterar esa trayectoria es
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 29
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 30
estado de la cuestión
que el poder de Estados Unidos se vea aumentado por el de sus principales aliados. En quinto lugar, la estrategia de Estados Unidos con respecto a China también debe tener en cuenta las más amplias necesidades políticas y económicas de sus principales aliados y socios, en lugar de dar por sentado que éstos decidirán adoptar una posición estratégica común y coordinada con respecto a China por la bondad de sus corazones. A menos que Estados Unidos aborde también el hecho de que China se ha convertido en el principal socio comercial de la mayoría de sus principales aliados, sino de todos, esta realidad económica subyacente tendrá una influencia creciente sobre la voluntad de los aliados tradicionales para desafiar el comportamiento internacional cada vez más incisivo de China. En sexto lugar, Estados Unidos debe reequilibrar su relación con Rusia, le guste o no. Reforzar eficazmente las alianzas estadounidenses es fundamental. También lo es separar a Rusia de China en el futuro. Permitir que Rusia se haya entregado totalmente al abrazo estratégico de China durante la última década pasará a la historia como el mayor error geoestratégico de las sucesivas administraciones estadounidenses. En séptimo lugar, una estrategia eficaz de Estados Unidos y sus aliados en China ha de poner el foco en las líneas de falla internas de la política china en general y en relación con el liderazgo de Xi en particular. Un error fundamental de la estrategia estadounidense ha sido atacar a China en su conjunto, lo que ha permitido al liderazgo de Xi cerrar filas en torno a la atracción emocional del nacionalismo chino y el orgullo de su civilización. Un error igual de importante ha sido atacar burdamente al propio Partido Comunista Chino. Sin embargo, la realidad política es que el partido está dividido en cuanto al liderazgo de Xi, que amenaza las vidas, las carreras y las posiciones políticas más arraigadas de muchos de sus altos cargos políticos. En octavo lugar, la estrategia estadounidense no debe olvidar nunca el carácter realista de la estrategia china que se pretende derrotar. Los líderes chinos respetan la fuerza y desprecian la debilidad. Respetan la coherencia y desprecian la vacilación. China no cree en los vacíos estratégicos. En noveno lugar, la estrategia estadounidense debe comprender que China sigue estando muy preocupada por un conflicto militar con Estados Unidos, pero que esta actitud cambiará a medida que el equilibrio militar se modifique durante la próxima década. Si estallara un conflicto militar entre China y Estados Unidos, y China no lograra una victoria decisiva, entonces –dada la ofensiva propagandística interna del partido durante muchos años proclamando el inevitable ascenso de China– Xi probablemente caería y la legitimidad política general del régimen se derrumbaría. Décimo, también para Xi: “Es la economía, estúpido”. Salvo 30 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
una derrota en cualquier acción militar futura, el mayor factor que podría contribuir a la caída de Xi es el fracaso económico. Eso significaría un desempleo a gran escala y la caída del nivel de vida de la población china. El pleno empleo y el aumento del nivel de vida son los componentes esenciales del contrato social tácito entre el pueblo chino y el PCCh desde la convulsión de la Revolución Cultural. La lista de tareas internas fundamentales que Estados Unidos debe abordar como parte de cualquier estrategia eficaz para tratar con la China de Xi es conocida. Todas ellas son estructurales, a largo plazo y con dividendos que solo se obtendrán a lo largo de una década o más. Incluyen, pero no se limitan a lo siguiente: ■ Revertir el descenso de las inversiones en infraestructuras económicas nacionales críticas, incluidos los sistemas móviles 5G de próxima generación. ■ Invertir el descenso de la inversión pública en la enseñanza de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), en las universidades y en la investigación científica básica. ■ Garantizar que Estados Unidos siga siendo el líder mundial en las principales categorías de innovación tecnológica, incluida la inteligencia artificial (IA). ■ Desarrollar un nuevo consenso político sobre la naturaleza y la escala futura de la inmigración en Estados Unidos para garantizar que la población estadounidense siga creciendo, se mantenga joven y evite las implosiones demográficas que amenazan a muchas otras economías desarrolladas y emergentes, incluida la propia China, al tiempo que se retiene a los mejores y más brillantes de todo el mundo que vienen a Estados Unidos a estudiar. ■ Rectificar la trayectoria presupuestaria a largo plazo de los Estados Unidos para que la deuda nacional se mantenga finalmente dentro de unos parámetros aceptables, acomodando la nueva política monetaria expansiva sin crear una crisis de inflación ni debilitar el papel del dólar estadounidense. ■ Resolver, o al menos reducir, las graves divisiones actualmente endémicas en el sistema político, las instituciones y la cultura, que socavan la capacidad de acordar, tomar y mantener decisiones nacionales a largo plazo, fundamentales para la consolidación de las fortalezas históricas y la explotación de nuevas oportunidades. ■ Abordar la cuestión crítica de la futura determinación política nacional de proteger, construir e incluso ampliar el orden internacional liberal, en lugar de aceptar o abrazar una nueva ola de aislacionismo que inevitablemente arrastrará a los Estados Unidos hacia el interior en lugar de hacia el exterior, y demostrar que China se equivoca en su cálculo de que esta determinación estadounidense está disminuyendo.
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 31
documento
Cómo disuadir e impedir que China cruce las líneas rojas de Estados Unidos La lista de líneas rojas de Estados Unidos debe ser corta, centrada y aplicable. La táctica de China durante muchos años ha sido desdibujar las líneas rojas que podrían conducir a una confrontación abierta con Estados Unidos demasiado pronto para el gusto de Pekín. Estados Unidos debe tener muy claro qué acciones chinas tratará de disuadir y, en caso de que la disuasión falle, provocará la intervención directa de Estados Unidos. Éstas deben comunicarse sin ambigüedad a Pekín a través de los canales diplomáticos de alto nivel para que China quede advertida. Esta lista de líneas rojas debería incluir estos elementos: ■ Cualquier acción con armas nucleares, químicas o biológicas por parte de China contra Estados Unidos o sus aliados, o por parte de Corea del Norte cuando China no haya tomado medidas decisivas para impedir dicha acción norcoreana. ■ Cualquier ataque militar chino contra Taiwán o sus islas exteriores, incluido un bloqueo económico o un ciberataque importante contra las infraestructuras e instituciones públicas taiwanesas. ■ Cualquier ataque chino contra las fuerzas japonesas en su defensa de la soberanía japonesa sobre las islas Senkaku y su zona económica exclusiva (ZEE) en el Mar de China Oriental. ■ Cualquier acción hostil importante de China en el Mar de China Meridional para seguir reclamando y militarizando islas, para desplegar la fuerza contra otros Estados reclamantes o para impedir las operaciones de plena libertad de navegación de Estados Unidos y las fuerzas marítimas aliadas. ■ Cualquier ataque chino contra el territorio soberano o los activos militares de los aliados de EEUU. Áreas de mayor preocupación para la seguridad nacional Existe otra categoría de preocupaciones importantes para la seguridad nacional de Estados Unidos que también justificarán una respuesta estadounidense, pero no necesariamente de carácter militar. Se trata de intereses de seguridad nacional de carácter no vital, pero no por ello menos importante. Hay múltiples herramientas en el kit de herramientas de EEUU que pueden ser desplegadas para estos fines que no solo enviarán un mensaje a los altos mandos de la dirección china de que se ha cruzado una línea, sino que también administrarán un dolor real y medible. Una vez más, estas medidas deben ser comunicadas con antelación a través de la diplomacia privada de alto nivel. Esta lista debería incluir: ■ La negativa continuada de China, dentro de un plazo definido, a participar en conversaciones bilaterales o multilaterales de reducción de armas nucleares estratégicas, con el objeti-
vo de asegurar un límite al programa de modernización y expansión nuclear de China. ■ Cualquier acción de China que amenace la seguridad de los activos espaciales de EEUU o los sistemas de comunicación globales. ■ Cualquier ciberataque importante de China contra cualquier infraestructura económica, social o política crítica de Estados Unidos o de sus gobiernos aliados. ■ Cualquier acto de beligerancia militar o económica a gran escala contra los aliados de EEUU u otros socios estratégicos críticos, incluida la India. ■ Cualquier acto de genocidio o crímenes contra la humanidad contra cualquier grupo dentro de China. Áreas de competencia estratégica declarada Una cosa es disuadir ciertos comportamientos estratégicos chinos, especialmente en el ámbito de la seguridad, y otra castigar otros comportamientos en los que están en juego otros importantes intereses de seguridad nacional de Estados Unidos. Establecer una idea más amplia de competencia estratégica, especialmente en los ámbitos diplomático y económico, también es una parte importante de una estrategia plenamente calibrada. Es posible tener las tres categorías dentro de un mismo marco estratégico. La justificación para establecer la “competencia estratégica” es abordar aquellas áreas en las que los dos países tienen agendas políticas claramente conflictivas, pero en las que se considera que estos conflictos pueden resolverse por medios distintos a la amenaza o el uso de la fuerza, o por otras medidas coercitivas o significativamente punitivas. Se deduce que, aunque los intereses en juego son importantes, no son de naturaleza existencial ni crítica. Estos intereses pueden incluir áreas de actividad política que son preparatorias para el eventual uso de la fuerza, como las áreas relacionadas con la preparación militar y económica a largo plazo. O pueden incluir áreas que, por su naturaleza, nunca implicarán el uso de medios letales. No obstante, la característica común a todas estas áreas de competencia estratégica debe ser la confianza en que Estados Unidos puede prevalecer y lo hará, ya que las fortalezas y los valores subyacentes de Estados Unidos siguen proporcionando la baza más fuerte para jugar en lo que sigue siendo un entorno internacional abierto y competitivo. Estas áreas de competencia estratégica contra China deberían incluir lo siguiente: ■ Mantener los actuales niveles de fuerzas estadounidenses en la región del Indo-Pacífico (porque lo contrario haría que China concluyera que Estados Unidos ha comenzado a retirarse de sus compromisos de alianza), al tiempo que se modernizan la doctrina militar, las plataformas y las capacidades para
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 31
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 32
estado de la cuestión
garantizar una sólida disuasión en toda la región. ■ Estabilizar las relaciones con Rusia y fomentarlas entre Rusia y Japón. ■ Concluir una Quad (Quadrilateral Security Dialogue) plenamente operativa con India, Japón y Australia, induciendo a India a abandonar sus últimas reservas políticas y estratégicas contra dicho acuerdo. ■ Facilitar la normalización de las relaciones entre Japón y Corea del Sur para evitar que Corea siga derivando estratégicamente en dirección a China. ■ Dar prioridad a las relaciones comerciales, de inversión, de desarrollo, diplomáticas y de seguridad entre Estados Unidos y cada uno de los Estados del Sudeste Asiático, especialmente con los aliados de Estados Unidos, Tailandia y Filipinas, para evitar una mayor deriva estratégica del Sudeste Asiático hacia China. ■ Proteger el estatus de moneda de reserva mundial del dólar estadounidense. ■ Proteger las nuevas tecnologías críticas, tanto estadounidenses como aliadas, de su adquisición por parte de China. ■ Integrar, en la medida de lo posible, las economías de Estados Unidos, Canadá y México en un mercado sin fisuras de quinientos millones de personas, con el fin de apuntalar la fortaleza económica a largo plazo en relación con China. ■ Renegociar el acuerdo de asociación transpacífico y adherirse a él. ■ Negociar una asociación transatlántica de comercio e inversión con la Unión Europea y adherirse a ella, junto con otros posibles acuerdos sobre tecnología u otros temas. ■ Hacer cumplir los compromisos de China en materia de liberalización del comercio y la inversión, subvenciones estatales, dumping y protección de la propiedad intelectual, en colaboración con amigos y aliados, mediante un mecanismo reformado de resolución de conflictos comerciales multilaterales. ■ Reformar y revitalizar la Organización Mundial del Comercio (OMC), su maquinaria de resolución de conflictos y la integridad del derecho comercial internacional, en lugar de permitir una mayor deriva hacia el proteccionismo mundial ■ Invertir a gran escala, junto con los aliados de EEUU, en el Banco Mundial y en los bancos regionales de desarrollo, con el fin de proporcionar a las economías emergentes un medio eficaz para financiar el desarrollo de sus infraestructuras nacionales, fomentando así el uso del Banco Mundial (incluidas sus normas de gobernanza transparentes) como una alternativa creíble a la BRI. ■ Revitalizar la ONU y otras instituciones multilaterales e internacionales como piedras angulares de la gobernanza política mundial.
32 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
■ Reconstruir el Departamento de Estado, incluidos sus presupuestos operativos y sus niveles de personal, para poder competir diplomáticamente con China a nivel mundial. ■ Aumentar la ayuda al desarrollo de EEUU en el extranjero a través de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) y las agencias humanitarias establecidas de las Naciones Unidas (ONU) para, junto con los aliados de EEUU, mantener el dominio de los donantes sobre China a través de la entrega coordinada de ayuda mundial. ■ Reforzar, en consonancia con los tratados internacionales existentes, los acuerdos institucionales multilaterales en materia de derechos humanos para mantener la presión multilateral tanto sobre las prácticas internas de China en materia de derechos humanos como sobre la legitimidad política internacional del Partido Comunista.
Áreas de cooperación estratégica continua Hay otra serie de retos políticos en los que interesa a Estados Unidos, junto con los aliados, seguir participando en la cooperación estratégica bilateral o multilateral con China. Esto no es para que los estadounidenses se sientan mejor o para ser amables con los chinos. Se trata de que, en estas áreas, los intereses de Estados Unidos avanzan mejor si se trabaja con Pekín en lugar de contra ella. En las circunstancias actuales, las áreas de cooperación estratégica con China serían las siguientes: ■ Negociar un acuerdo de control de armas nucleares con China para que este país entre por primera vez en el régimen mundial de control de armas y evitar una nueva carrera armamentística. ■ Colaborar en la desnuclearización real de Corea del Norte. ■ Negociar acuerdos bilaterales sobre ciberguerra y ciberespionaje. ■ Negociar acuerdos bilaterales sobre el uso pacífico del espacio. ■ Negociación de protocolos sobre las futuras limitaciones de los sistemas de armas autónomas controlados por IA. ■ Cooperar en el Grupo de los Veinte (G20) en materia de estabilidad macroeconómica y financiera mundial para prevenir futuras crisis y recesiones mundiales. ■ Cooperar multilateralmente a través del G20 y de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, bilateralmente en la reducción de los gases de efecto invernadero y trilateralmente con la India, tercer emisor mundial. ■ Colaborar en un proyecto de investigación mundial sobre tecnologías climáticas innovadoras, como el almacenamiento de energía solar a largo plazo, en el marco de un consorcio de investigación mundial.
22-33 The long Telegram:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:11 Página 33
documento
■ Cooperar en la futura investigación médica y farmacéutica basada en la IA para desarrollar nuevas respuestas a las principales categorías de enfermedades que afectan a ambos países, incluido el cáncer. ■ Cooperar en el desarrollo de una futura notificación y gestión eficaz de la pandemia mundial, así como en el desarrollo de vacunas.
ligencia. Esto significará que los futuros asesores de seguridad nacional (aumentados con el mejor y más brillante personal de apoyo de alto nivel) tendrán que ser responsables individualmente de la plena coordinación y ejecución final de la estrategia de Estados Unidos a largo plazo para China.
Conclusión No hay razón para creer que sea imposible, si se sigue con éxito dicha estrategia, que Xi sea sustituido con el tiempo por Y que gane el mejor bando en la batalla global por las ideas la forma más tradicional de liderazgo del Partido Comunista. Las ideas siguen siendo importantes en la política y las relaXi, como se ha señalado anteriormente, ya está provocando ciones internacionales. No es solo una cuestión de equilibrio importantes reacciones contra sí mismo y su actual rumbo de poder, por muy crítico que sea. La forma en que un pueblo estratégico. A largo plazo, el propio pueblo chino puede llegar se concibe a sí mismo, los tipos de sociedades que se construa cuestionar y poner en tela de juicio la proyen, las economías que se desarrollan y puesta del partido, que lleva un siglo, de las políticas que evolucionan para resolque la antigua civilización china está destiver las diferencias conforman profundanada para siempre a un futuro autoritario. mente las visiones del mundo. Este conSin embargo, esto último es, en última inscurso de ideas continuará. Xi ya ha lanzatancia, una cuestión que compete al propio do el desafío ideológico a Estados Unidos pueblo chino y no a la estrategia estadouniy Occidente con su concepto de un modedense. En cambio, la ambición de la estratelo capitalista autoritario y su supuesta gia estadounidense para las próximas décacomunidad con un futuro compartido das debería ser hacer que los dirigentes del para la humanidad. Para los norteameriPartido Comunista de China cambien de canos, los europeos y otros que creen en rumbo estratégico, con o sin Xi al frente. economías abiertas, sociedades justas y En definitiva, el principal problema al sistemas políticos competitivos, el reto es que se enfrenta Estados Unidos para hacer seguir confiando en la eficacia inherente frente a la China de Xi no es el de las capade las ideas en las que se basan. cidades militares, económicas o tecnológicas. Es un problema de autoestima. Hay Implementación: El papel fundamental una fuerza sutil, pero corrosiva, que ha Portada de la revista Time (abril, 2016) de los aliados estado actuando en la psicología nacional Esta estrategia de siete partes debe aplide Estados Unidos desde hace algún tiempo, generando dudas carse a nivel nacional, bilateral, regional, multilateral y munsobre el futuro de la nación y fomentando la sensación de que, dial. Este ha sido el enfoque de China durante décadas. De como país, los mejores días de Estados Unidos pueden haber nuevo, aquí es donde los aliados ya no son opcionales, sino pasado. Los adversarios y los aliados también lo perciben. cruciales, dado que a menudo pueden lograr lo que Estados Objetivamente, no hay base para tal desesperación. Estados Unidos no puede, ya sea en países, regiones o instituciones Unidos, como país, es joven, y su capacidad de innovación es concretas. Estados Unidos debería tener siempre presente que insuperable. Los valores que defiende han resistido la prueba China no tiene más aliados que Corea del Norte, Pakistán y del tiempo. Aquí es donde el liderazgo de la nación debe estar Rusia, lo que sitúa a Pekín en una considerable desventaja de nuevo a la altura del desafío, no solo para proporcionar a la estratégica a nivel mundial con respecto a Estados Unidos. Los nación una visión, una misión y un propósito; no solo para aliados son una gran ventaja. Este enfoque requerirá un nivel enmarcar la estrategia y ponerla en marcha, sino para hacer de coordinación política nacional e internacional de Estados que el pueblo estadounidense vuelva a creer en la nación y en Unidos sin precedentes. Requerirá la reconstrucción del servisu capacidad para proporcionar un liderazgo global eficaz cio exterior estadounidense y de la USAID. Requerirá la compara el siglo que viene. Al hacerlo, la nación debe llevar tampleta integración de los esfuerzos de los Departamentos de Esbién a sus amigos y aliados a creer de nuevo en los Estados tado, Defensa, Tesoro y Comercio, la Oficina del Representante Unidos ■ Comercial de Estados Unidos, USAID y la comunidad de inte-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 33
34-39 conflicto social 6pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:19 Página 34
estado de la cuestión
Desalojo de la acampada del 15M en Barcelona (2011)
34 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
34-39 conflicto social 6pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:19 Página 35
conflictosocial
Lucha de clases en la actualidad Por Aleksandro Palomo Garrido
S
e presenta convulso el horizonte social que en los años próximos se avecina. En la última década han proliferado las protestas por todo el mundo. Estados Unidos, Rusia, Francia, España, Grecia, Chile, Colombia, Hong Kong, Argelia, Túnez, Birmania… son solo algunos de los países donde las protestas han alcanzado niveles sin precedentes.
La conflictividad social está mostrando fracturas importantes a nivel mundial. Analicemos, por consiguiente, cuáles son las causas de esta conflictividad social. Las motivaciones de las protestas son muy variadas, pero en todas ellas hay un trasfondo de declive económico. Y es que buena parte del malestar en amplias capas de la sociedad tiene causas económicas. La acentuación de la globalización (de ahora en adelante Globalización, en mayúscula), iniciada con fanfarrias en la década de los noventa, no ha beneficiado a todos. Los tres vectores por los que se desplegó el proceso de Globalización (1. la expansión comercial, 2. la reorganización productiva de alcance global, y 3. la expansión financiera) provocaron un círculo virtuoso de crecimiento económico a nivel global que duró un par de décadas. Sin embargo, durante ese círculo de crecimiento económico, la riqueza que se generó se repartió de manera muy desigual. Principalmente, benefició a los grandes financieros e inversores, que triunfaron gracias a la libertad de circulación de capitales y la desregulación del sistema financiero. También a los sectores empresariales relacionados con el comercio de importación y exportación, que prosperaron al calor de la apertura de las barreras comerciales. Por el contrario, para muchos productores y trabajadores, la Globalización y su apertura de fronteras significó el inicio de un mercado mucho más competitivo que los perjudicó.
Este reparto desigual de la riqueza durante la Globalización alumbró una nítida división social entre los beneficiados por el proceso de Globalización y los perjudicados. Mientras se mantuvo el círculo virtuoso de crecimiento económico, y aunque el reparto de la riqueza era muy desigual, el sistema globalizador mantuvo una amplia base social que apuntalaba el proceso. Sin embargo, a partir de la crisis de 2008, el círculo virtuoso se transformó en una espiral de depresión económica que todavía no ha tocado fondo. La crisis económica que se está avecinando después de la pandemia es el último episodio de esta caída. El derrumbe económico ha debilitado decisivamente la base social con la que contaba la Globalización. A medida que se reduce el número de beneficiados por el proceso de Globalización, o lo que es lo mismo, aumenta el número de excluidos, se va desgarrando la paz social. El declive económico está generado una polarización social importante. En la actualidad, una línea divisoria atraviesa todo el planeta y marca la frontera entre los defensores del proceso de Globalización y sus oponentes. A lo largo de esta fractura se articulan los conflictos sociales internos de cada nación y el juego de intereses particulares en el interior de los Estados. Las reivindicaciones de los que protestan pueden ser de carácter nacionalista, religioso, por los derechos civiles, o de género, pero el catalizador que las ha impulsado ha sido el fracaso de la Globalización.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 35
34-39 conflicto social 6pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:19 Página 36
estado de la cuestión
Un romance de verano Mientras la economía crecía, a las clases altas que disfrutaban de los beneficios de la Globalización se unieron aquellas clases medias de los núcleos urbanos especialmente dedicados a prestar servicios a la actividad financiera y exportadora. En esta prestación de servicios figuraban desde funcionarios hasta abogados, médicos, técnicos, comerciantes, etc. Otros grupos sociales de la clase media no tan vinculados a la actividad económica que impulsaba la Globalización fueron cooptados, como por ejemplo los intelectuales. Las clases altas eran conscientes de que, si las condiciones económicas de las clases medias se deterioraban, éstas podían volverse críticas con el sistema. Por tanto, las élites dominantes procuraron mantener controlado el descontento favoreciendo parte de los intereses de las clases medias.
——> Las motivaciones de las protestas son muy variadas, pero en todas ellas hay un trasfondo de declive económico.
Entre las clases altas y las clases medias se firmó un pacto social que no solo implicaba beneficios económicos para ambos grupos sociales, sino que, a cambio de la paz social, se le hacían una serie de concesiones políticas a las clases medias. Con este pacto la paz social estuvo asegurada gracias a que reforzaba la capacidad del sistema político para reprimir y controlar a los excluidos de los beneficios del proceso de Globalización. La incorporación de una amplia clase media al bloque social dominante aislaba más a quienes se encontraban en los escalones inferiores del sistema productivo, que eran los más perjudicados con el proceso de Globalización y los más interesados en subvertir el orden social. La crisis ideológica de la izquierda tras la caída de la Unión Soviética también debilitó decisivamente las reivindicaciones obreras que habían persistido a lo largo de la Guerra Fría. ¿De qué manera las élites lograron ganarse a las clases medias? Aparte del consecuente derrame económico que se producía entre los sectores más beneficiados por la Globalización, las clases altas evitaron perjudicar a sus aliados de la clase media. A pesar de los preceptos neoliberales que propugnaban el recorte del gasto social, el desmantelamiento del Estado social del bienestar impulsado por las clases altas fue
36 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
progresivo, buscando no ofender a las clases medias. Por otra parte, las clases medias se beneficiaron, hasta la crisis financiera de 2008, de una generalizada rebaja o congelación de la carga impositiva. La clase media también se vio favorecida por un descenso en los precios de determinados artículos de consumo, que se producían a menor coste en cualquier parte del mundo gracias al proceso de Globalización. Esto generó un relativo incremento de su poder adquisitivo a pesar de que los salarios con el tiempo tendían a estancarse. Sin embargo, para cuando los salarios comenzaron a congelarse, el sistema financiero tenía otra carta que ofrecer a las clases medias: la concesión de créditos fáciles y baratos. Esta medida mantuvo la capacidad de consumo de las clases medias y su disfrute de las ventajas del proceso de Globalización durante algunos años más, por lo que estos sectores de población se mantuvieron fieles al pacto social con las clases altas hasta la gran depresión económica que se inició en 2008. Los miserables Por otra parte, los excluidos de los beneficios del proceso de Globalización contribuían a disgusto en el esfuerzo de consolidación de este proceso. Los principales núcleos humanos que quedaron excluidos del crecimiento económico impulsado por la apertura comercial, la reorganización de la producción y la expansión financiera fueron los trabajadores poco cualificados de escasos salarios, que aportaban la mano de obra barata para que los otros grupos sociales obtuvieran beneficios. La mayoría de estos trabajadores se localizaban en gran parte del continente africano, en la América indígena, en algunas zonas de Asia, y en las enormes periferias de las grandes metrópolis de todo el mundo. Muchos pertenecían a familias de migrantes o
Disturbios en Estambul durante el “Occupy Gezi”. Junio de 2013
34-39 conflicto social 6pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:19 Página 37
conflictosocial
Los trabajadores emigrantes eran utilizados como mano de obra barata en los países de destino y esto provocó no pocos conflictos con los trabajadores oriundos. Los trabajadores nativos percibían a los emigrantes como una competencia directa a la hora de acceder al mercado de trabajo y a los servicios sociales. Este conflicto entre emigrantes y nativos se vio adornado con una colisión de aspectos culturales en muchos casos.
Enfrentamientos durante el “paro general” en Colombia. 25 de abril de 2019
Enfrentamientos durante el “paro general” en Colombia. 21 de noviembre de 2020
también eran desclasados de las ciudades que dependían de las ayudas sociales. Este enorme grupo social de excluidos constituía el lumpen de la Globalización que aglutinaba una fuerza laboral de reserva que se empleaba en los períodos de bonanza, pero se desechaba en los períodos de crisis. Las clases altas que controlaban el sistema supieron abrir válvulas de escape que aliviaran la presión social cuando se acumulaba. Por ejemplo, se alivió con el fenómeno de las migraciones. En los países que todavía se estaban industrializando y contaban con un exceso de población en el campo, estas migraciones fueron internas. Mientras que en los países en los que la migración interna no era posible, se originaba una migración externa. En este caso los trabajadores de los países pobres se trasladaban a los países ricos en busca de mejores condiciones laborales. Este afán de prosperar estimuló movimientos migratorios como no se veían desde el siglo XIX.
La crisis de 2008 Mientras el sistema económico fue capaz de mantener un crecimiento mínimo, los grupos sociales dominantes pudieron atraer a su lado a la clase media e incluso a sectores de las clases bajas, mediante la promesa de seguridad en el empleo y alto consumo de masas. Cuando el círculo virtuoso del crecimiento económico comenzó a atascarse, debido a las crisis financieras provocadas por la especulación, el incremento de la competitividad y el estancamiento de la demanda, la polarización social comenzó a ser más visible generando la desafección paulatina de las clases medias al bloque social hegemónico. La crisis global que se inició en 2008 marca el punto en que la paz social comenzó a romperse. La inestabilidad financiera y el plan de austeridad que asumieron los gobiernos para poder pagar el rescate de los bancos provocaron fugas masivas de capitales y dificultades de financiación tanto para los Estados, como para las empresas. Esta anemia en las finanzas impedía directamente cumplir con las promesas de seguridad en el empleo y cercenaba el crédito que había sido el artífice del consumo. Además, se recortaba el gasto público de manera drástica, lo cual afectaba decisivamente a los servicios sociales y a sus principales beneficiarios que eran la clase media y la clase baja. Cada vez era más obvio que las promesas de bienestar que habían hecho las clases altas a las clases medias no podían cumplirse.
——> La Globalización significó un mercado mucho más competitivo que perjudicó a muchos productores y trabajadores. Las clases medias y bajas empezaron a quedar acorraladas por las políticas de reducción del gasto social y la depresión económica acompañada de desempleo. Esta tenaza estranguló lentamente a las clases medias que se empobrecieron rápidamente en un período muy corto de tiempo. Perdieron buena parte de sus privilegios y nivel de vida, a la misma velocidad que desaparecían los servicios públicos. Esta pérdida de privilegios provocó malestar e inconformismo, lo cual aumentó su predisposición al conflicto social en contra del proceso de
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 37
34-39 conflicto social 6pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:19 Página 38
estado de la cuestión
Globalización. Fue el momento del surgimiento de los movimientos de protesta de los “indignados”: el 15M en España; “Occupy Wall Street” en EE.UU.; Yosoy132 en México; “Occupy Gezi” en Turquía; etc. Estos movimientos de protesta de la segunda década del siglo XXI estaban integrados principalmente por individuos de las clases medias (estudiantes, profesiones liberales, funcionarios, etc.). El descontento social que provocó el resquebrajamiento de la alianza entre las clases altas y las clases medias fue explosivo, ya que generó una amplia hostilidad en la sociedad hacia las clases altas, debilitando su hegemonía cultural y política. Las demostraciones de lujo y consumo derrochador de las clases altas provocaban resentimiento en unas clases medias y bajas, cada vez más golpeadas por la crisis económica y que perdían gradualmente poder adquisitivo. Este resentimiento, así como el crecimiento de las desigualdades comportaba la corrosión del conformismo de las clases medias que buscaban recuperar los privilegios perdidos.
Protestas en Santiago de Chile. 18 de mayo de 2020
——> Una línea divisoria atraviesa todo el planeta: la frontera entre los defensores del proceso de globalización y sus oponentes. El impacto político de esta ruptura entre las clases medias y la clase privilegiada se tradujo en una crisis de legitimidad generalizada sobre el sistema político. Los perjudicados por la crisis económica empezaron a plantearse si el sistema político no estaba al servicio de la plutocracia y, por tanto, no era posible intervenir en las decisiones de gobierno, al menos si estas decisiones perjudicaban los intereses de los grandes oligarcas. La legitimidad del sistema estaba siendo cuestionada y, por ende, el dominio de las élites estaba en peligro. Si el descontento se extendía y los grupos sociales excluidos aumentaban su tamaño, podrían asaltar el sistema y organizar cambios estructurales. Fractura en las élites El siguiente episodio en este proceso de deterioro de la paz social ha sido la ruptura de la unidad entre las élites. La persistencia de la crisis y la intensificación de la competencia a nivel internacional han generado las condiciones básicas para romper el equilibrio entre las clases altas. En poco tiempo, ha surgido una fractura en las oligarquías capitalistas a nivel interno de cada Estado. A un lado se han posicionado los empresarios que todavía se benefician con la expansión comercial y, al otro lado, los que han quedado expuestos a la contracción de la
38 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
Asamblea de la “Nuit debout” en la plaza de la République. París, abril de 2016
Asamblea del 15M en la Puerta del Sol, Madrid (2011)
demanda y la intensificación de la competencia. En el bando liberal y globalista se han alineado los financieros y los productores que dependen del mercado internacional, mientras
34-39 conflicto social 6pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:19 Página 39
conflictosocial
combina con un conflicto internacional en aumento, debido a la intensificación de la competencia económica y hegemónica interestatal. Esta situación invita a otros gobiernos a intervenir en la política interna de sus competidores y tratar de influir en los procesos sociales que pueden desembocar en cambios de gobierno.
Movimiento YoSoy132. Ciudad de México, 2012
Policía del Capitolio de los Estados Unidos durante el asalto al edificio. 6 de enero de 2021
que en el bando proteccionista se sitúan los productores que ven cómo la competencia internacional les ha dejado sin su mercado habitual. Esta ruptura en la cúpula del sistema debilita la estructura de dominación y amplía las posibilidades de éxito de las revueltas protagonizadas por los excluidos. La actuación reivindicativa o subversiva de los excluidos comienza a adquirir mayores posibilidades de éxito, a medida que se resquebraja la unidad de las élites y se debilitan sus estructuras de dominación. Parte de las élites podían unirse a las protestas actuando desde dentro del sistema, lo que podía debilitar de manera significativa las estructuras de éste. La toma del Congreso en Washington en enero de 2021 con Donald Trump arengando a las masas desde su estrado, es la imagen icónica de esta nueva fase en el proceso de fractura en las élites. El aumento en el número de descontentos y las desavenencias en el interior de las élites pueden generar el estallido de revueltas que provoquen cambios de regímenes políticos a nivel nacional o regional, ya que el equilibrio de fuerzas de clase se ha deteriorado. Además, esta inestabilidad interna se
La llama del conflicto El lenguaje revolucionario ha comenzado a prender en la segunda década del siglo XXI. Al mismo tiempo que la extremada polarización de la riqueza, asociada a la depresión comercial y a la especulación financiera salvaje, conducen inevitablemente a una situación en la que las clases medias e inferiores se sienten cada vez más explotadas y humilladas por sus superiores sociales. La riqueza y la miseria se perciben, cada vez más, como variables concomitantes y relacionadas con la interdependencia creciente en la Globalización y sus lógicas de beneficio y exclusión. Gracias a las nuevas comunicaciones como internet, las desigualdades se perciben de manera más nítida y los pobres pueden ver a través de los medios de comunicación las mejores condiciones de vida en otros lugares. También gracias a los nuevos medios de comunicación, se puede extender e intensificar por todo el país una revuelta focalizada en un lugar concreto. Una protesta iniciada en una esquina del mundo puede inspirar y servir de ejemplo a otra en la otra esquina del mundo. Las grandes zonas urbanas son los espacios más fértiles para el estallido de revueltas generalizadas, ya que allí las desigualdades son mayores. Además, la explosión demográfica y la rápida urbanización de la población crean aglomeraciones humanas en las que se amontonan grandes masas de jóvenes, cada vez más impacientes, y cuyo nivel de frustración crece en términos exponenciales. No en vano, los jóvenes de las zonas urbanas están siendo los grandes protagonistas de las protestas en Chile, Cataluña, Colombia, etc. En una situación de conflicto social como la que flota en el ambiente de los años veinte, cualquier chispa puede prender el combustible derramado. Las medidas adoptadas por las autoridades para controlar la epidemia de la COVID-19 ya están movilizando a miles de personas en distintas partes del mundo y están dando lugar a protestas y disturbios. En el escenario de la crisis económica pos-pandemia, el incremento de la especulación alrededor de los bienes de consumo más básicos puede provocar que los precios de los artículos de consumo más necesarios aumenten espectacularmente su precio, lo que podría convertirse en el detonante para una revuelta generalizada ■
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 39
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 40
estado de la cuestión
40 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 41
controllaboral
¿Los derechos humanos como límite al poder de dirección de las empresas? A próposito de un día de clase Por Pepa Burriel Rodríguez-Diosdado
E
l desarrollo de las tecnologías, aplicadas al ámbito laboral, no solo puede comportar el control y la disciplina de los trabajadores, sino también la vulneración del derecho a la intimidad: somos poco conscientes del uso, y naturaleza, de los datos personales que son obtenidos durante nuestra vigilancia.
Hace algunas semanas me ofrecieron la oportunidad de impartir una charla en un instituto en Barcelona, algo que es muy estimulante para una profesora de una universidad presencial que lleva sin ver estudiantes más de un año. Acepté. Tras conversar con el docente que me invitaba, escogimos el tema de los derechos de las personas trabajadoras como límite del poder de dirección de las empresas. Uno de mis temas estrella, de investigación y docencia, al que llevo dedicándome mucho tiempo y que pone el acento en el difícil equilibrio entre los derechos humanos y el casi omnímodo poder real de la empresa. Por cierto, se me olvidó decir que soy profesora del Derecho del Trabajo y de la Seguridad social y que creo firmemente que no podemos olvidarnos de los orígenes de esta disciplina que comienza con el movimiento obrero y con la creación de medidas legislativas fundamentales de contención del poder de la empresa. Junto con la importancia del tema en sí mismo, no podemos olvidar que nos implica a todas las personas, como personas candidatas a un empleo y trabajadores o como futuros o potenciales empresarios, y que, hoy en día, los ya difíciles equilibrios entre los derechos humanos y el poder de las empresas se desequilibran continuamente con la extensión y alcance de las denominadas nuevas tecnologías.
Debido a la escasa extensión de la clase, no era posible abarcar todos y cada uno de los derechos fundamentales, por lo que escogí dedicarme a los siguientes temas: la dignidad, el derecho a la intimidad, a la propia imagen, al secreto de las comunicaciones y a los datos personales, y el derecho a la igualdad y a la no discriminación. Muy ambicioso, lo sé. Con carácter general, les expliqué que, tras la Segunda Guerra Mundial, aparece la positivización de los derechos humanos, la cual es considerada como la gran invención humana del siglo XX, para algunos, incluso por encima de la penicilina. En esta era, los derechos humanos se desconectan de cuestiones ontológicas o metaéticas; se proyectan estándares internacionales, se coloca al ser humano como el titular de esos derechos, que finalmente se expanden de modo horizontal o transversal en la sociedad. En este proceso, hay que apreciar las diferencias entre Europa y América Latina, porque esta última fue inmune a las principales guerras mundiales, pero, por otra parte, vivió el siglo de oro de las Dictaduras militares (al menos hasta la década de los 80–90). Los derechos humanos pueden definirse como “aquellos derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua o cualquier otra condi-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 41
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 42
estado de la cuestión
ción” (definición del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos). En una relación laboral, regida por el derecho privado, se debe tener en cuenta que existe una obligación de respeto de los derechos humanos entre particulares. Pero, la doctrina generalizada de nuestros tribunales autoriza la limitación legítima de un derecho fundamental –de un derecho humano– siempre que exista una habilitación legal –un resquicio normativo que permita la restricción–, y que esa limitación supere el denominado juicio de proporcionalidad –que sea adecuada, necesaria y ponderada–. Por lo que respecta a la dignidad, comencé explicando que, en realidad, no se trata de un derecho fundamental, de conformidad con la Constitución española, sino que lo interpretamos en el ámbito interno como “el derecho de los derechos”; es decir, como uno de los valores supremos que inspiran y sirven para la aplicación de cada uno de los derechos fundamentales que se encuentran comprendidos en los artículos 14 a 29 del texto constitucional. Sin embargo, es curioso –o premeditado, según se mire– cómo la Los equilibrios entre los dignidad sí aparece en derechos humanos y el po- la Declaración Universal de Derechos Humader de las empresas se dese- nos, tanto en el artículo quilibran con la extensión y 1, indicando que los sealcance de las nuevas tecno- res humanos nacen libres e iguales en dignilogías. dad y en derechos, como en los artículos 22 y 23, relacionados con el ámbito del trabajo, esto es: el primero, el derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables a la dignidad de las personas, y el segundo, el derecho a una remuneración equitativa que asegure una vida digna a la persona trabajadora y a su familia. En este marco se encuadrarían el trabajo forzoso y el trabajo esclavo o la explotación sexual, como situaciones totalmente contrarias a este derecho a la dignidad. * * * Partiendo de la breve referencia normativa –en clase, sí fui más breve que ahora–, les expliqué que cuando hablamos de la dignidad en el trabajo no es fácil encontrar una definición, pero que los doctrinarios del derecho laboral solemos indicar que el trabajo constituye una forma de desarrollo de un pro-
42 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
yecto personal y profesional, y en la idea de dignidad late la necesidad de reconocer, respetar y proteger que la persona pueda desarrollar sus propios planes de vida, en los que la actividad laboral ocupa un punto central; de ahí su importancia. Y así, proyecté la primera diapositiva en la pizarra con dos menciones: un fantástico chiste de Mafalda (“Prohibido pisar el césped”, indica un cartel, y Mafalda increpa: “¿Y la dignidad no?), y con una frase, atribuida a Martin Luther King: “Todo trabajo que enaltece a la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse con excelencia esmerada”. A continuación, formulé la pregunta al aula: ¿estáis de acuerdo con esta última afirmación? Esperé ansiosa las voces…y se alzaron tres voces, una que consideraba que sí, con rotundidad, y dos que no. Le di la palabra a la primera de las voces y afirmó que todo trabajo es digno porque no hay problema en dedicarse a una u a otra profesión o actividad. Totalmente cierto, pero tras su breve intervención, les proyecté la siguiente diapositiva con tres ejemplos en imagen, explicándolos. Eran los siguientes: 1º) Un titular de periódico que indicaba “Liberada en Agost tras ser explotada por 100 euros al mes y vivir un año en un garaje”, y la foto de la misma noticia que mostraba el lugar donde vivía esta persona (Información, 19-02-2021). En la población de Agost, en Alicante, una mujer vino de Argelia con unos compatriotas que la convencieron del viaje, bajo la promesa de un contrato de trabajo de empleada de hogar para obtener la autorización de residencia y trabajo en España. 2º) Una fotografía de jornaleros en el campo. En los últimos meses, en plena pandemia, las noticias sobre el trabajo en el campo se han repetido a lo largo y ancho de nuestro país, denunciándose abusos de jornadas de trabajo, los ínfimos salarios, insalubres condiciones de trabajo y vida e, incluso, abusos sexuales. Algo que no es nuevo en el sector, pero que, en tiempos de COVID–19 han dejado todavía más expuestas a estas personas trabajadoras. 3º) Un nuevo titular de prensa: “el cocinero Jordi Cruz defiende que los becarios trabajen sin cobrar en su cocina porque están aprendiendo” (Europa Press, 2-05-2017). Una polémica de hace casi 5 años que situó al cocinero con estrella michelín en el punto de mira, porque parecía defender que el privilegio de formarse con los mejores podía sustituir un salario mínimo. Tras los ejemplos, reformulé la pregunta, ¿cualquier trabajo es digno o estamos confundiendo realizar un trabajo de manera digna con la dignidad que debe tener cada trabajo? La respuesta fue rotunda. En el último medio siglo, se ha producido una cierta personalización del derecho del trabajo, reivindicaciones de los tra-
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 43
controllaboral
bajadores a ser tratados y respetados con arreglo a la dignidad de su persona. Pero ¿qué contenido le damos a ese valor? No es fácil averiguar qué es lo digno –y el diccionario de la Real Academia de la Lengua, no aporta claridad en este tema–; aunque todas las personas podamos tener una idea más o menos intuitiva de su contenido, este no es inmutable, sino que está vinculado al momento histórico y a las circunstancias concretas de cada situación. La dignidad constituye un mínimo invulnerable, un punto de partida básico, si prefieren, para crear a partir de él, en nuestro ámbito, unas relaciones laborales alejadas de la precariedad, y de los tratos vejatorios. Como cierre de este punto, quizás podríamos afirmar que la dignidad se constata ante momentos de indignidad, y el trabajo subordinado no está exento de estos últimos, por mucho que se articulen mecanismos de protección de los trabajadores que obliguen, en último término, a la reclamación vía inspección de trabajo o ante los órganos jurisdiccionales a través de una demanda.
vernos obligadas a hacerlo por la empresa. Por su parte, el derecho a la propia imagen es también un derecho de la personalidad, de la identidad que una persona construye de sí misma, a través de su vestimenta, cuidado de los rasgos físicos y conductuales, para presentarse en sociedad; este derecho protege, entre otras cuestiones, de las reproducciones y captaciones de la imagen de una persona que pueden lesionar su vida íntima pero también lesionar su “buen nombre”. El secreto de las comunicaciones tiene su fundamento en el derecho a la intimidad personal y familiar, pretendiendo proteger la comunicación a través de diferentes vías –postal, telefónica o telemática– entre las personas. Y, por último, el derecho a la protección de datos parte del
* * * El segundo de los bloques a explicar se componía de varios derechos íntimamente conectados y que tienen una mayor incidencia en el ámbito laboral. Me refiero al derecho a la intimidad y a la propia imagen, al secreto de las comunicaciones y al derecho a la protección de los datos personales, que defino brevemente a continuación. Intimidad y vida privada son dos cosas diferentes. El derecho a la intimidad permite disfrutar de un ámbito privado, libre de intromisiones ilegítimas, incluidas las que provienen de la empresa; hoy en día, la intimidad en relación con el entorno digital es un derecho de las personas trabajadoras. La intimidad constituye una derivación de la dignidad de la persona e implica un ámbito propio y reservado frente a la acción y el conocimiento de los demás, algo necesario, según las pautas de nuestra cultura, para mantener una calidad mínima de la vida humana. El concepto legal de derecho a la intimidad no existe, por lo que nos encontramos, en la práctica, con diferencias si se trata de personas con un cargo público (o proyección pública) y personas que nada tienen que ver con la vida pública. Asimismo, se incluye la intimidad corpórea, el derecho a no enseñar aquellas partes de nuestro cuerpo que consideremos y a no
derecho de las personas a controlar todos sus datos personales, su uso y su destino, teniendo en cuenta que los datos que se obtienen para una finalidad y con el consentimiento de la persona que los cede no pueden usarse para otra distinta; en el ámbito de la empresa, salvo aquellos datos que sean necesarios para el desarrollo de la relación laboral, la petición de otros debe estar sujeta a la autorización expresa y escrita por parte de la persona trabajadora. De manera significativa, les hablé de la expectativa de intimidad razonable, que existe también en los puestos de trabajo, es decir, que las personas no dejamos de tener intimidad cuando trabajamos y esperamos estar “resguardadas” de intromisiones no justificadas. Por lo que, con carácter general, y en teoría, las empresas deberían romper esta expectativa de inti-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 43
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 44
estado de la cuestión
midad para aplicar medidas de control que puedan suponer una restricción de nuestro derecho a la intimidad, puesto que, aunque seamos trabajadores, somos seres sociales y no colgamos nuestro derecho a la intimidad –y otros– en una percha al entrar en el trabajo. También les hablé de si la empresa puede imponer una forma de vestir determinada y un uniforme, respondiendo a lo que se denomina “esencia del negocio”, que atienda a una aparente restricción de derechos; siempre que responda a motivos de adecuación, mínima intervención y ponderación de los derechos en juego. Pero el debate sobre los medios de control tecnológicos fue mucho más interesante. En el aula proyecté una gran diapositiva con múltiples imágenes en las que aparecían cámaras de videovigilancia, carteles de zona videovigilada, el control o monitorización del ordenador de una persona trabajadora por la empresa, una
noticia de hace algunos años sobre el control a través de GPS de los barrenderos de Girona, el dibujo de un detective privado, un mapa de los diferentes datos biométricos del cuerpo humano y un dibujo sobre la secuencia básica del ADN. Vayamos por partes. Primero, los interrogantes sobre si una empresa puede controlar a los trabajadores a través de cámaras de vídeo. Esta cuestión no suscitó muchas dudas, afirmaron que sí, pero creían que esas cámaras no podían estar situadas en cualquiera de los puntos de la empresa. Les aclaré que, en teoría, las cámaras no se pueden instalar de manera oculta, ni en lugares que se consideran privados, como son los vestuarios, los aseos o los comedores para trabajadores. Aunque también hice alu-
44 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
sión a la actual doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos –y que tiene su reflejo en nuestros tribunales nacionales–, estableciendo la posibilidad de que las cámaras estuvieran de manera oculta, y temporalmente, siempre que la empresa tuviera una sospecha razonable y fundada de incumplimientos de los trabajadores. No le sorprendió, aunque a mí sigue pareciéndome excesivo y vulnerador de los derechos humanos. Continúe discurriendo, ahora, los sistemas de geolocalización (GPS). Con la utilización de este sistema en el ámbito laboral (dentro de un vehículo, de un teléfono móvil o de una tableta u ordenador portátil, también denominados GMS), se sabe en cada momento donde está la persona trabajadora, permite un conocimiento minuto a minuto, dentro y fuera de la empresa, y del horario laboral. Insistí en que, aunque sus móviles no tuvieran activado la localización por GPS, existen muchas aplicaciones en las que es imposible hacer desaparecer esta opción; algo que puso de manifiesto una investigación realizada por la Universidad de Northeastern (EEUU). Incluso en España, en octubre de 2019, el Instituto Nacional de Estadística puso en marcha un estudio para obtener matrices de movilidad a través de los desplazamientos de las personas por las ciudades, utilizando los datos de posicionamiento de los teléfonos móviles (particulares o no) proporcionados por algunas de las compañías telefónicas. Hoy en día los sistemas de geolocalización han evolucionado, a través de los denominados “wearables” –poco costosos–, que permiten no solo la localización de las personas, sino que también revelan datos de salud de quién los lleva, como, por ejemplo, los utilizados en el ámbito del deporte profesional. Así, lancé mi siguiente pregunta al aula: ¿os parece un mecanismo útil el control por GPS o podría vulnerar alguno de los derechos humanos enunciados? Y aquí llegó mi sorpresa. Entendían que no podía vulnerar ninguno de los derechos y que al trabajo –cito textual– “se iba a trabajar”; por ello, estar localizado permanentemente –yo, insistía, con mi voz más persuasiva: minuto a minuto, segundo a segundo–, no les parecía excesivo. Centrándome en las tecnologías avanzadas de los sistemas
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 45
controllaboral
de geolocalización, me situé en el deporte profesional, donde con GPS pegados al cuerpo o en camisetas o chalecos, se obtienen datos fisiológicos de los deportistas –frecuencia cardíaca, nivel de oxígeno o fatiga, por ejemplo–, aspectos cinemáticos –distancia recorrida, velocidad o aceleración– e, incluso tácticos –como mapas de calor–. Si bien es cierto que la utilidad de estos dispositivos –de ser usados como medidas de prevención de riesgos laborales– es extraordinaria porque revelan el estado de salud de los trabajadores, uno de los principales problemas, desde mi punto de vista, se relaciona con el rendimiento y los datos de salud que se pueden revelar, sin el consentimiento de la persona que los porta. Así que insistí en si no les parecía excesivo. Al contrario, estaban totalmente convencidos de que aporta más ventajas que inconvenientes, y de ninguna manera veían un lado negativo en su aplicación en el mundo del trabajo. Continúe provocando. La compañía Amazon patentó una pulsera que emite alertas hápticas al personal de almacén, indicándoles el recorrido a realizar para recoger los productos e indicando cuando invierten más tiempo del que la inteligencia artificial que hay detrás considera oportuno. Todo ello para optimizar recursos, ser más eficientes y poder mantener precios de venta competitivos. Los trabajadores de la compañía han manifestado en continuas ocasiones en medios de comunicación que su estrés laboral es insoportable y que –con perdón– “no tienen tiempo ni para mear”. ¿Correcto, adecuado, respetuoso con los derechos de las personas? No conseguí nada. Tampoco les pareció invasivo el control del ordenador por
parte de la empresa, en todo momento y bajo cualquier circunstancia. No insistí. Y pasé a otro de mis temas favoritos, los datos biométricos y el ADN. A grandes rasgos están basados en el estudio mensurativo de los procesos biológicos, son únicos en cada persona y pueden estar basados en rasgos físicos intrínsecos o conductuales, o combinar varios de ellos. Los ejemplos más habituales son la huella digital, la palma de la mano, las venas, el iris, la retina, la córnea, la voz, la morfología del rostro –que evalúa nuestro estado de ánimo y emociones–, la firma, la forma de caminar, de teclear en un ordenador y, recientemente, se utiliza también el olor corporal. Estas característi- ¿Estamos confundiendo cas biométricas de una realizar un trabajo de persona son intransfe- manera digna con la ribles a otra. dignidad que debe tener Para que estos datos cada trabajo? sirvan como sistemas de reconocimiento existen diferentes posibilidades y combinaciones con otras tecnologías. Los más extendidos a nivel mundial son los sistemas de biometría típicos donde las características de las personas se registran y se procesan en un algoritmo numérico, almacenado en diferentes formatos como un chip o una base de datos, que cuando te identifican hacen una coincidencia, “un match”.
Manuel Cañada
La dignidad, última trinchera Prólogo de Julio Anguita Epílogo de Juan Andrade
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 45
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 46
40-47 Pepa Burriel 7 falta 1-2 publi:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:25 Página 47
controllaboral
Casi a diario usamos sistemas que nos exigen datos biométricos, sin ser conscientes de ello y sin que nos hayamos parado a pensar si queríamos realmente que esos datos tuvieran esa finalidad o si teníamos otra opción. En el ámbito de las relaciones laborales, los datos biométricos se utilizan para el registro de la jornada, el acceso a un determinado centro de trabajo o para encender nuestro ordenador. Pero el problema principal es que estos datos revelan otras informaciones (ritmo cardíaco, nivel de glucosa en sangre…), por eso se consideran datos personales especialmente sensibles, y se parte a nivel normativo del principio de minimización, es decir, utilizarlos solo cuando sea necesario, cuando no sea posible utilizar métodos menos invasivos, y siempre con garantías en su recogida y tratamiento. Exactamente lo mismo en el ámbito laboral, pero, de manera previa, sería necesario realizar una evaluación de impacto relativa a la protección de esos datos. Aunque es cierto que la biometría es una técnica más antigua de lo que se cree –utilizada incluso por los faraones egipcios que usaban el color de los ojos, las cicatrices o la dentadura para identificar a una determinada persona–, implica una invasión en la esfera más personal y única de los seres humanos; además, es cierto que, la biometría, es “para toda la vida”, lo que puede implicar determinadas discriminaciones en el ámbito de las relaciones laborales y peligrosas situaciones si se produce la “falsificación” o el robo de estos datos. No causé el efecto deseado. Todos estuvieron de acuerdo en que son sistemas más prácticos que cualquier otro, y no vieron ningún problema para usarlos en la relación de trabajo. Incluso les parecían sistemas válidos para el control del trabajo a distancia, fundamentalmente, el teletrabajo. Insistían en la idea de que “al trabajo se va a trabajar” y en que, si ya cedes esos datos para otra finalidad, por qué no para el trabajo. Tampoco era mala su lógica. Pero ¿controlar a los trabajadores en sus casas a través de estos medios? Les parecía que era la mejor manera de que no se desviaran a hacer cualquier otra cosa no relacionada con el trabajo. Precisamente esto me hizo dar un respingo. Porque la implantación de un “teletrabajo forzoso” durante la pandemia generada por la COVID–19 ha hecho que nuestras jornadas de trabajo se encuentren absolutamente diluidas, sin que exista realmente una limitación de la jornada ni un derecho a la tan afamada desconexión digital. Además, en el ámbito de nuestros hogares –y también en los centros de trabajo– estar exento de control no implica trabajar menos. * * * Es aquí donde ya podía afirmar, sin lugar a duda, que la
vorágine de las tecnologías ha sido y es excesiva para los menores de 18 años, pero no solo eso. Se han acostumbrado al control –tanto a ser controladores, como a ser controlados– y, por tanto, el control tecnológico es solo un tipo más, dentro de lo La implantación de un que es su rutina. No “teletrabajo forzoso” ha les parece invasivo hecho que nuestras que su teléfono intelijornadas de trabajo se gente se desbloquee con su voz o su huella encuentren absolutamente dactilar, o que les di- diluidas. ga, sin habérselo preguntado, cuánto van a tardar en llegar de su casa al instituto. Yo todavía me asustaba cuando, durante el primer estado de alarma, el teléfono me indicaba que mi recorrido al trabajo estaba poco concurrido ¡y eso que no recuerdo haberle trasmitido al móvil dónde estaba mi trabajo! Los avances de las tecnologías y sus nuevas potencialidades son cada vez más rápidos y su aplicación al mundo laboral ha supuesto un desafío tanto para el ámbito normativo como para el ámbito práctico. Si bien nos considerábamos controlados cuando se colocaron las primeras cámaras de videovigilancia en las calles de las ciudades (la Plaza Orwell en Barcelona, 2009, ¡nótese la ironía!), el problema actual es que ni siquiera somos conscientes –ni los jóvenes, ni los menos jóvenes– de la cantidad de nuestros datos personales que circulan y de la vigilancia a la que estamos sometidos en el mundo, laboral o no. Tampoco somos conscientes de lo que podemos hacer al respecto, ni de qué derechos nos amparan. Pues, aunque parezca que debemos someternos a dichas restricciones en el ámbito de la empresa, no es así. No hay razón por la cual aceptar nuestra inmersión en una sociedad de control. Debemos tomar conciencia de qué es necesario y de qué no, así como de cuál es la información que deberían transmitirme al respecto cuando ingreso en una organización como persona trabajadora. Todos los controles no son válidos, ni necesarios, para el desarrollo de la relación laboral. Por lo que debemos evitar, a toda costa, el efecto perverso de la aplicación de las tecnologías en las relaciones laborales, que nos convierten en trabajadores de cristal, despojados de nuestra dignidad y derechos humanos. Y aunque el siguiente punto que traté –el derecho a la igualdad y a la no discriminación– anunciaba ser muy entretenido, por hoy lo dejamos aquí, porque sigo centrada en por qué mi teléfono inteligente me felicita mi cumpleaños –incluso en modo avión– antes que mis mejores amigos ■
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 47
48- 55 Diana:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:32 Página 48
estado de la cuestión
Diana Padrón Alonso
48 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
fotografías de Rafael Arocha
48- 55 Diana:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:32 Página 49
feminismo
Feminismo Entre la izquierda y el narcisismo Entrevista a Diana
Padrón Alonso
Por Alejandro Fortuna
D
iana Padrón Alonso (Las Palmas de Gran Canaria, 1984) es doctora en Sociedad y Cultura: Historia, Antropología, Artes, Patrimonio y Gestión Cultural. Comisaria, investigadora y docente (Universitat de Barcelona), ha publicado textos en diversos volúmenes colectivos y catálogos y ha colaborado en varias revistas de arte y pensamiento contemporáneo.
—Empecemos con un clásico: ¿cómo se politizan hoy el arte y la cultura? ¿Qué debe entenderse hoy en día por «arte político»? —Curioso: estaba dispuesta a hablar de feminismo, pero supongo que, al indagar en mi currículum y descubrir que me dedicaba a la curaduría y la crítica de arte, debí resultar «sospechosa». A ver ahora cómo lo arreglo… Más que una «politización de la estética», lo que es un clásico es la «estetización de la política», ya lo diría Walter Benjamin… Me refiero a la voluntad de dotar de un goce estético –ya sea por bello, divertido o bienintencionado– a una determinada ideología. Claro que Benjamin se refería a la estetización del fascismo… Hoy en día nos toca ser mucho más agudos a la hora de detectar la propaganda estética del «nuevo espíritu del capitalismo». En este sentido, habría que decir que podría existir una estetización de lo político no solo en el «arte político» que se exhibe en centros de arte, galerías o bienales, sino también en el cine, la publicidad y la cultura visual digital, así como en ciertas manifestaciones o performances de movimientos sociales en el espacio público. La politización de la estética, en cambio, me parece una operación mucho más interesante y es donde me sitúo profesionalmente. He escrito sobre ello anteriormente, por ejemplo: en un artículo titulado “Argumentos a favor de una estética destituyente. Una reflexión desde la Teoría Política”. Se trata de ubicar ideológicamente las prácticas artísticas o culturales, sean o
no sean explícitamente políticas. Esto es más una tarea de crítica cultural que de propaganda. Desde esta perspectiva, no es tan importante interrogarse por la efectividad «política» del arte, sino por el lugar que ocupa en «lo político», partiendo de la definición que da al respecto Carl Schmitt (y que ha sido asumida por tanta izquierda). En cualquier caso, ante la pregunta por el estatus político del arte, no estaría mal recordar el lugar de la vanguardia rusa en los años previos a la revolución. —Pensé que era importante comenzar con una pregunta de ese tipo, en la medida en que una carrera dedicada al arte puede dar un enfoque particular al hablar sobre política y, en concreto, sobre feminismo. Dicho esto, ¿también el feminismo puede verse afectado por la estetización de lo político? Y si es así, ¿de qué forma? —Me ha parecido más que adecuado comenzar así. Es más, creo que esa «crítica cultural» de la que te hablaba puede ser un buen punto de partida a la hora de afrontar la «batalla cultural» en la que nos encontramos. Efectivamente, el feminismo se ha visto profundamente afectado por una estetización de lo político, hasta el punto de que plantear un debate crítico al respecto puede llegar a ser considerado una forma de arruinar la fiesta. Ahora bien, cabría matizar que el factor ideológico no es el feminismo en sí, obviamente el feminismo no es de ningún modo una ideología, sino un campo de batalla. Podríamos
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 49
48- 55 Diana:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:32 Página 50
estado de la cuestión
decir, en todo caso, que la ideología puede utilizar el feminismo como categoría estética para «lavarse la cara» o, si quieres, que cierto feminismo se encuentra atrapado hoy por la ideología dominante. —¿La existencia de un amplio espíritu festivo en el feminismo puede alimentar la ideología dominante? ¿Pueden ser nocivos para el movimiento los lemas del tipo «Si no puedo bailar, no es mi revolución»? —No puedo saber si el compromiso feminista y de clase de Emma Goldman está en la mente de todas las que entonan hoy dicha consigna, pero es cierto que actualmente sería fácil malinterpretarlo. Sabemos de sobra hace ya tiempo –un rato antes del taquillazo de Joker– que la fiesta, la música y el baile han sido centrales en la redefinición de la protesta, que la performance y la banda sonora no solo son excelentes tácticas para despistar a la pasma, sino sobre todo para visibilizar y viralizar el empoderamiento de «las multitudes». Por supuesto, no se nos escapan las herencias del 68 en esta original organización de la acción directa, pero sobre todo la lógica millennial que viene de los movimienHay que diferenciar el enemigo con tos antiglobalización de claridad y eso no pasa por una criba prin cipios del 2000, se guidos por los Occupy, un de género sino ideológica. modelo luego asumido por movilizaciones ecologistas, antirracistas y, desde luego, feministas. Más allá de las críticas que ya se han vertido desde la izquierda sobre el «sujeto revolucionario de la multitud» –y en las que quizás no sea necesario insistir–, sí que podría enumerar algunos inconvenientes que encuentro en este modus operandi y que me preocupan en concreto para la potencial continuidad del feminismo. Por un lado, una obviedad: que en esa celebración festiva de las diferencias y singularidades de la multitud convivan todo tipo de ideologías sin desencadenar un conflicto de clase, asumiendo que «el objetivo supera cualquier ideología». Es curioso, porque si el objetivo del feminismo no era otro que denunciar una realidad socioeconómica, patriarcal y cultural que reproduce desigualdades y exclusión, sería lógico que no estuviera protagonizado por sujetos con privilegios de clase. Pero igual –y esto nos lleva al siguiente punto que quiero enumerar– es que ese «nuevo espíritu del capitalismo» favorece, de hecho, las aptitudes de determinados sujetos privilegiados en tanto que, desde su autonomía, esos sujetos son capaces de innovar y aplicar soluciones creativas que, en nombre de una «transformación política», reproducen las condiciones de la ideología dominante. Para ir más al grano, esta estetización de la lucha feminista se traduce en un desprecio de las masas
50 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
que no presenten dichas habilidades, como es el caso de gran parte de la clase trabajadora, la mayoría de los colectivos trans, los migrantes, las putas o el lumpemproletariado. Para cerrar esta enumeración de preocupaciones, no me parece en absoluto baladí que el Día de la Mujer Trabajadora haya pasado a ser el Día de la Mujer. Algunas podrían justificarlo apelando a que, de hecho, las mujeres siempre trabajan, ya sea profesionalmente como a través del trabajo inmaterial, reproductivo y los cuidados. Por supuesto, esto no es cierto en todos los casos: no solo hay algunas mujeres que no trabajan, sino que estas pocas no lo hacen en tanto que explotan a la clase trabajadora, incluso para que ejerzan sus propios trabajos reproductivos y de cuidados. Pero además de la ya argumentada «convivencia ideológica» en el seno del feminismo, creo que en la desaparición del Día de la Mujer Trabajadora entra en juego un factor fundamental, y es que –como ya se ha constatado en más de una ocasión– ya casi nadie se reconoce por su trabajo sino por sus formas de ocio. De ese modo, la efeméride antaño inscrita en la lucha de clases se transforma en una «fiesta de las mujeres» donde estamos convocadas a gozar cual consumidoras en nuestro tiempo libre. Valga decir que, evidentemente, no me ocupo aquí de condenar el goce, la fiesta o el desparpajo, nada más lejos del creciente puritanismo: lo que me parece inaceptable –por no decir narcisista– es que algo se pueda considerar legítimo por el mero hecho de que te haga gozar. Un tema, por cierto –el del narcisismo– del que me estoy ocupando en estos momentos y que no me parece en absoluto lejano a ciertos movimientos sociales. —Encuentro especialmente interesante la idea de una «llamada al goce feminista» y la posibilidad de que esta clase de convocatoria tenga un componente exclusivo. Para Althusser, el fenómeno ideológico es un ejercicio de interpelación («¡Oye, tú…!»); en Žižek, esta interpelación toma la forma de un imperativo: «¡Goza…!». Has señalado antes que «el feminismo no es de ningún modo una ideología». Si aquella «llamada al goce feminista» puede interpretarse en cierta medida, siguiendo a Žižek, como un fenómeno ideológico subjetivante, entiendo que debemos juzgarla, ante todo, como artefacto del «nuevo espíritu del capitalismo» al que has hecho referencia. ¿Es correcto? —No creo que la llamada se haga «al goce feminista» e insisto en no abordar el feminismo como mera ideología o «falsa conciencia». En este punto convendría incluso reivindicar la posibilidad –tan extendida– de hablar en términos de «feminismos», pero no tanto desde la idea del pluralismo neoliberal de las diferencias culturales, sino precisamente para señalar las pugnas ideológicas en ese campo de batalla. Por supuesto, Žižek ha sido muy hábil actualizando a Althusser, y sus ideas
48- 55 Diana:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:32 Página 51
feminismo
del «mandato al goce» o la frustración política como «robo del goce» creo que son más que adecuadas para aproximarnos al escenario actual: desde los feminismos a los desafíos nacionalistas. Precisamente por eso, es fundamental tener en cuenta que el problema no es el feminismo, sino el «mandato al goce». Una subjetividad en la que pueden caer ciertos movimientos feministas, pero también comunidades misóginas antagónicas como Incel (Involuntarily Celibate). Unas y otros parecen reclamar el «derecho» a gozar y en esto habría que ser contundentes: gozar no es en absoluto un derecho. Por eso los argumentos a favor de la regulación de la prostitución son inadmisibles. De lo que se trata, en definitiva, es de hacer un ejercicio de «gran política» que nos permita diferenciar con claridad el enemigo y eso, evidentemente, no pasa por una criba de género sino ideológica. —¿Qué opinión te merece la intensa batalla que se está librando en el seno del feminismo? ¿Son la teoría y el movimiento queer, como denuncian sus detractores, productos neoliberales que ponen en riesgo la lucha feminista? ¿Está justificado el temor a un «borrado de las mujeres»? —Me encuentro fuera de esa disputa y asisto perpleja a la batalla por la inclusividad preguntándome si acaso existe una estructura en la cual, en lugar de derrocar, merezca la pena estar incluidx, y con ello creo que queda resumida mi posición. Dicho esto, es cierto que existe algo de los movimientos queer que puede funcionar como un potencial revulsivo: la ruptura definitiva del esencialismo feminista, ese imaginario ligado a la lógica burguesa de la economía doméstica. Esto, claro está, siempre y cuando se considere lo queer como la voluntad de difuminar los roles y no de subrayarlos. Es cierto, además, que la mayoría de los colectivos trans –cada vez menos en España, pero de manera más que evidente en muchos otros países– forman parte de las clases subalternas y en muchos casos han tenido que lidiar con la prostitución. En los planteamientos del feminismo esencialista contra estos colectivos creo reconocer un profundo clasismo y, tal vez, ese temor que dices tiene que ver también con ese «robo del goce» del que hablábamos antes: las trans nos roban la revolución. Ahora bien, no podríamos dejar de decir que en el interior de la cultura queer se ha cola-
do, en efecto, la enésima maniobra del «nuevo espíritu», pero esto no es nada que esté por debatir: lo hemos confirmado en la última campaña Gucci protagonizada sin pudor alguno por Paul B. Preciado. —Decía Preciado en esa campaña que estamos ante la revolución del amor, ante una revolucionaria transformación del deseo. Sí, Preciado, uno de sus principales teorizadores, ha entregado sin reparos esta subversión amorosa al poder, al privilegio y a la frivolidad. Diría que nos encontramos, en realidad, a las puertas de una revolución lampedusiana. —Me consta que esa campaña ha despertado el descontento de buena parte de sus seguidores, por el contrario, a mí me ha parecido un gesto de honestidad que hay que agradecerle. El propio posestructuralismo que Preciado reivindica ya puso sobre la mesa que la «transformación del deseo» es una operación del «biopoder», y lo único que hace Preciado es ejercerlo. Está claro que «el amor» es un temazo, pero ¿basta reivindicar el amor sin más? Existe un amor (philia) en la camaradería, en la fraternité y se dice también que en la «sororidad»; ahí está, por supuesto, la apología del amor de San Pablo o el pensamiento cristiano de San Agustín que Hannah Arendt traslada a su amor mundo. Tenemos incluso el condenado amor romántico y el poliamor de turno, pero también un amor a la patria, así como una «filantropía» (una práctica ligada a ciertas clases sociales basada en la necesaria existencia de subalternidades que permitan llevar a cabo las acciones sociales y el correspondiente crecimiento personal de los que las ejercen). «La revolución del amor» ya fue anunciada primero por Berlusconi, y creo que aquello que nos ha traído la mayor parte de las «políticas de reconocimiento» parece más bien el definitivo triunfo del amor de Narciso. Más que una revolución lampedusiana, quizás podríamos decir incluso que el neoliberalismo ha sabido realizar una especie de «revolución permanente». —El cuerpo ocupa un lugar de honor en las políticas de reconocimiento y a menudo estimula esa fijación narcisista a la que apuntas. Ahora bien, el cuerpo es, al fin y al cabo, el gran punto de encuentro entre lo privado y lo público. Dadas su importan-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 51
48- 55 Diana:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:32 Página 52
estado de la cuestión
cia y su centralidad actual tanto en la reflexión teórica como en la acción política, ¿puede ser hoy el cuerpo un referente destacado para un proyecto colectivo distinto al de las políticas de reconocimiento/identitarias? —Me parece una estupenda pregunta. Evidentemente el cuerpo es uno de los ejes que articulan las reflexiones identitarias y es central en esa consigna de que «lo personal es político». Pero, precisamente por eso, porque el cuerpo es quizás el lugar más evidente para observar la producción y reproducción de la cultura dominante, sigue siendo oportuno pensar en él… Por no decir que queda mucho que reflexionar aún sobre el fenómeno de la «autocosificación». Por otro lado, diría que la referencia al cuerpo no estimula únicamente una fijación narcisista, pues no es lo mismo reivindicar el cuerpo como entidad autónoma y autosuficiente que el cuerpo subordinado: el cuerpo de «la parte sin parte». De hecho, Marx y Engels apuntaron todo el tiempo al cuerpo denunciando la explotación y organización de los cuerpos de mujeres, hombres y niños en las fábricas, y el cuerpo es crucial, además, en las reflexiones antropológicas sobre el patriarcado y el esclavismo en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado –un texto, por cierto, a reivindicar en las bibliografías feministas–. Para tratar de responder a tu pregunta, y sin dejar de considerar, por supuesto, que existen injusticias de orden «cultural» que afectan al feminismo, tal vez afrontar un proyecto distinto al de las políticas de reconocimiento pase por una reflexión sobre cómo afectan hoy a los cuerpos las injusticias de clase: desde los controles a la movilidad impuestos a los migrantes, el abismo entre los trabajos manuales o presenciales y aquellos de la economía inmaterial o cognitiva, la cuestión de la vivienda y las condiciones de vida hasta, claro está, los privilegios en el acceso a la salud tan evidentes en los tiempos que estamos viviendo, lo que se traduce no solo en un reparto desigual de los tratamienEl feminismo no es de ningún modo una ideología, sino un campo tos y las vacunas, sino en una obscena brecha en la de batalla. esperanza de vida. —Parece que la pandemia está ahondando, además de la de clase, la brecha de género. —Claro, aquí entramos en el eterno debate de si la brecha de género es un problema a resolver por las políticas de reconocimiento o por las de redistribución. Mi posición en esto –como
52 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
creo que ya ha quedado manifestado– se remite a la idea de la politóloga y feminista Nancy Fraser de que la brecha de género se inscribe, de hecho, en las injusticias de clase, más allá de que además exista una injusticia cultural en el modo en el que nuestra sociedad reconoce a las mujeres y a otros colectivos. La brecha de género tiene su origen en la división del trabajo y en una lógica distributiva injusta, por lo que no podemos pensar en un proyecto realmente revolucionario o de transformación colectiva si no abordamos una profunda reestructuración de dichas relaciones de producción que es, en definitiva, el proyecto que tendría que afrontar la izquierda. Y, por supuesto, hablo en términos de una transformación colectiva –y no exclusiva– porque de lo que se trataría aquí no es de afirmar las diferencias, sino de abolirlas. Es esa diferencia o división del trabajo la que ha agravado durante este año la brecha de género, desplazando a muchas mujeres de sus ya precarios puestos de trabajo al ámbito del trabajo reproductivo y de los cuidados, tan esenciales durante una pandemia. —¿Es iluso creer que pueden alcanzarse los principales objetivos del feminismo en un orden capitalista? —La ilusión supongo que tiene que ver con la falsa conciencia… No creo que puedan identificarse unos objetivos concretos en el feminismo, puesto que, como ya apuntábamos, se trata de un movimiento heterogéneo en el que conviven diversas ideologías, perspectivas y tradiciones, de ahí esa pugna actual que señalabas antes. Desde luego que hay ciertas demandas de un «feminismo liberal» o incluso de un «feminismo progresista afirmativo» que pueden alcanzarse en el interior de un orden capitalista, pero es precisamente eso lo que debería preocuparnos: que se apueste por un feminismo que no contemple una transformación radical de la sociedad en la que vivimos. Ahí está, por ejemplo, la cuestión de la flexibilización laboral tan ligada a la lógica neoliberal… En mi opinión, para combatir la «ilusión» en el interior del feminismo, creo que deberíamos fundar una «escuela de la sospecha» feminista. —¿Cómo podría construirse una «escuela de la sospecha» feminista verdaderamente influyente? ¿Qué figuras del feminismo (histórico o actual) la representarían? —Me cuesta pensar en un proyecto verdaderamente influyente que no esté apoyado por una unión de las clases subalternas y depauperadas. En todo caso, creo que apenas alcanzo a identificar figuras que puedan resituar el problema o incluso ser
48- 55 Diana:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:32 Página 53
feminismo
capaces de abrir debates que me parecen necesarios… En el fondo, la coyuntura actual es en gran medida una continuación de la «segunda ola del feminismo», al menos a la hora de poner el acento en las diferencias culturales. Pero existe toda una tradición de feminismo propiamente de izquierda que parece haber quedado en el olvido: me refiero al feminismo de Aleksandra Kolontai, de Clara Zetkin, o incluso el de Rosa Luxemburg. Hoy en día tal vez queda algo de ello en el discurso de Silvia Federici –con la que quizás estoy en parte de acuerdo– y, aunque con cierta distancia, creo que Brigitte Vasallo está poniendo sobre la mesa contradicciones fundamentales, como las que parece que recoge en su recientísimo Lenguaje inclusivo y exclusión de clase (2021), un ensayo que de momento apenas he comenzado pero que creo no está mal encaminado y que, por cierto, prologa Remedios Zafra, a quien también aprecio. Por supuesto, tenemos figuras como Nancy Fraser, a quien ya reivindicaba antes por su posicionamiento a favor de las políticas de redistribución y quien, por otro lado, no niega las injusticias culturales que afectan a las mujeres, lo que en cierta medida le acerca a Judith Butler (a pesar de que hayan mantenido una apasionada discusión intelectual al respecto, me consta que se llevan muy bien). Porque de lo que se trata no es de negar realidades manifiestas como el feminicidio o la violencia de género, sino de buscar soluciones en el interior de un proyecto de izquierda a gran escala que desde luego no surgirá de la mera implementación legislativa en nuestras democracias liberales desde una lógica punitivista o desde el paternalismo de la protección. Por no decir que, en la época de la apología del derecho y la transparencia, es absolutamente imperativo sospechar de los discursos moralistas y sin fisuras. Y en relación con esto último, además de lo ya dicho, creo que Simone de Beauvoir sigue siendo más que necesaria, quizás también Julia Kristeva y hasta me atrevo a decir que Catherine Millet (que no solo por francesa es la versión antagónica de la feminista estadounidense Kate Millett). —¿Qué rumbo crees que tomará el feminismo en los próximos años? —Bueno… anclados como estamos en la pugna –social, institucional y corporativa– de quién es «más feminista», quién usa de manera más sofisticada ciertas retóricas o, incluso, quién es más «mujer», la situación no invita a mucho entusiasmo. Básicamente porque esa batalla de identidades es una aporía, no hay manera de resolverla al tiempo que multiplica nichos de mercado. Pero tampoco es una novedad, ya pasó durante los 70 y lo que ocurrió fue que la lucha feminista quedó desplazada de los problemas de la ciudadanía. Posiblemente ese sea el destino más previsible del futuro de gran parte de los feminismos ac-
tuales, y no creo que sea casualidad que las clases empobrecidas se dejen camelar cada vez más por discursos reaccionarios. Pero, justamente por eso, tal vez sea entonces el momento más oportuno para reivindicar un feminismo verdaderamente de izquierda, un feminismo que quiera desmarcarse de las agendas neoliberales y se interese por reconectarse con los problemas de la clase trabajadora reconociéndola como la Tal vez sea el momento oportuno que nunca dejó de ser la para reivindicar un feminismo verdadera «comunidad de verdaderamente de izquierda. las mujeres». —La extrema derecha abandera el antifeminismo y lo exacerba, pero también se sirve del antifeminismo existente como un importante factor de arrastre (en parte, para muchos hombres de clase trabajadora). ¿Qué debería hacer la izquierda al respecto? ¿Qué opinas de quienes enarbolan desde la izquierda un antifeminismo tan crudo e insistente como el de la extrema derecha? —El caso es que ese antifeminismo al que te refieres no parece estar protagonizado únicamente por hombres, creo que sería caer en una especie de negacionismo no reconocer que hay muchísimas mujeres asumiendo esos discursos. Se dijo algo de eso en el caso de EE.UU. y luego confirmamos que millones de mujeres habían votado a Trump. Por no hablar del arrastre entre las clases populares de lideresas de extrema derecha en Francia, en Madrid… Es algo que, por otro lado, no debe extrañarnos, ya que son muchísimas las mujeres que, junto a muchos hombres, forman parte de esas clases depauperadas que sienten que la izquierda les ha abandonado entre tanto ensimismamiento identitario. Obviamente, ese conflicto no se va a resolver con una batalla entre mujeres y hombres: se trata de un conflicto de clase y la clave está en el empobrecimiento extremo que arrastramos desde hace décadas. El lumpen se define precisamente como aquel sector absolutamente marginalizado, sin acceso a la producción, sin conciencia de clase, que es fácilmente arrastrado por cualquier corriente ideológica y el neoliberalismo ha sido, en efecto, una colosal fábrica de desempleo y lumpemproletariado. En lugar de nuestro desprecio, esa profunda herida merece la urgente atención de la izquierda (y de lo que de ella queda en el feminismo). No, no seremos las universitarias, las académicas, las intelectuales o las artistas las que hagamos la revolución, en todo caso nos toca buscar nuestro lugar junto a esas clases empobrecidas que no piensan como nosotras. Como bien dijo Walter Benjamin a propósito del lugar que debería ocupar el artista o el intelectual de izquierda, ese acercamiento no puede ser de ningún modo paternalista, porque eso significaría ocupar el lugar del patrón, del mecenas ideológico: un lugar imposible ■
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 53
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 54
estado de la cuestión
54 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 55
democracia
Por una democracia democrática Entrevista a
Andrés de Francisco
Por Salvador López Arnal
A
ndrés de Francisco (n. 1963) es doctor en Filosofía y profesor titular en la Universidad Complutense de Madrid. Autor de La mirada republicana (Catarata, 2012), ha sido editor de Harrington, Stuart Mill y Marx. Su último libro publicado es Visconti y la decadencia (El Viejo Topo, 2019).
—¿Cuál es actualmente la situación de la democracia en el mundo? —Es una pregunta muy amplia.
al índice de The Economist, desde 2006 el promedio mundial ha bajado de 5,52 a 5,37; en Europa Occidental de 8,60 a 8,29; y en América del Norte de 8,64 a 8,58. Y hay casos muy llamativos.
—Demasiado amplia. Discúlpame. —Para abrir boca, yo empezaría dando algunos datos. Por ejemplo, según el último informe anual del V-Dem Institute de Gotemburgo1, el porcentaje de la población mundial que vive bajo regímenes en proceso de autocratización ha pasado del 6% en 2009 al 34% en 2019. La llamada “tercera ola de autocratización” (desde 1994) se ha intensificado y acelerado. No solo ha habido quiebras en algunas democracias, sino fuerte deterioro en otras muchas y en algunas incluso de países del G20 como India, Brasil o EE.UU. Según el índice de desarrollo democrático de The Economist 2, en 2020, de los 167 países analizados, solo 23 son considerados democracias plenas: un 13,8% del total con solo el 8,4% de la población mundial. Y 57 son regímenes autoritarios: un 24,1% del total. Como ves, las democracias plenas son muy minoritarias y la autocratización ha aumentado a escala mundial. El capitalismo se ha globalizado; las democracias, no. Globalmente, además, y volviendo
—Por ejemplo... —En Europa, Francia, Bélgica, Italia y Portugal están clasificadas como flawed democracies, democracias imperfectas. En América del Sur, solo Chile (que ha ido mejorando paulatinamente año a año), Uruguay (que ha hecho una progresión espectacular hasta un 8,61) y Costa Rica son consideradas democracias plenas. Estados Unidos desde 2016 no levanta cabeza y ha perdido el rango de democracia plena, a diferencia de Canadá, que ha ido subiendo hasta la actual puntuación de 9,24, una de las más altas del mundo. España ha bajado al puesto 22 (desde el 18 en 2019), pero sigue siendo una democracia plena con un 8,12, aunque en el límite ya, y por debajo de Irlanda (número 8 del ranking), Taiwan (11), Uruguay (15) y Chile (17), aunque por encima de Francia (24), USA (25), Portugal (26) o Bélgica (36). Parece que la democracia en el mundo no goza de buena salud. Y, para no variar, las mejores democracias son las de
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 55
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 56
estado de la cuestión
siempre: los países nórdicos, con Noruega a la cabeza, junto con Canadá y Nueva Zelanda. Habría que preguntarse por qué. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la democracia representativa moderna es muy joven: poco más de 200 años la más antigua, que es EE.UU. Pero es que hay muchas que están en su período de lactancia. En 2015, la democracia en Kósovo tenía 4 años de edad, en Nepal 8, en Nigeria 7, en Serbia 10, en Pakistán 8. Y hay un montón de jovencísimas democracias con menos de 20 años3. Están por consolidarse.
ca de la democracia, te contesto afirmativamente: el grado en que un pueblo –un demos– puede expresar sus preferencias es clave para entender su poder democrático. Sin duda. Ahora bien, el problema es que detrás de las preferencias manifiestas hay muchos mecanismos, más o menos ocultos, de formación de preferencias que tienen que ver con la distribución del poder social y económico. Más aún: hay mecanismos de poder para excluir preferencias de la agenda política y hay mecanismos de poder para que determinadas preferencias ni siquiera afloren a conciencia. El propio Dahl hizo una evolución muy interesante hasta reconocer que el capitalismo quebraba el pluralismo necesario para el buen desarrollo democrático: muchas preferencias –intereses, necesidades– se quedan fuera, no se escuchan o no se atienden. Ya sabes por donde voy.
—Pero estos rankings... —Ya sé que estos rankings hay que tomarlos con cuidado, pues no todos trabajan con los mismos indicadores, y se refieren a las democracias en el sentido de la poliarquía de R. Dahl. Pero son muy informativos y sistemáticos, e imprescindibles a efectos de comparación. El índice de The Economist utiliza 60 indi—Me imagino por dónde vas, pero permíteme que insista. Emcadores agrupados en cinco categopiezo por una pregunta muy general. Torías. En cualquier caso, hay cosas que mando pie en lo que comentas sobre la El capitalismo chino tiene muchas no “varían con respecto a otros índievolución político-intelectual de Dahl, ¿el similitudes con el capitalismo ces. La calidad democrática de los paícapitalismo es entonces incompatible con franquista a partir del plan de ses nórdicos, por ejemplo, sigue sienla democracia bien entendida? do de las más altas en el ya citado Índi—Es una pregunta complicada. Para emestabilización del 59. ce de Democracia Global del V-Dem de pezar, el capitalismo ha sido el factor Gotemburgo. Este es un índice muy causal fundamental en el advenimiento interesante: aparte de cuán liberal es una democracia mide de las modernas democracias con sufragio universal y partidos también su carácter más o menos igualitario, participativo y de masas. En un estudio ya clásico, Rueschmeyer, Stephens & deliberativo. Curiosamente, de los 180 países analizados, Stephens4 demostraron –desde un enfoque neomarxista– que sin proletariado no habría habido democracia, y el proletariaEspaña es la 9ª democracia liberal del mundo, pero es la 18ª do lo pone el capitalismo. La burguesía, más la grande que la por su nivel de igualdad política, y la 26ª por sus niveles de parpequeña, se habría conformado con las oligarquías propias del ticipación y deliberación. XIX, con el parlamentarismo burgués del liberalismo doctrinario a lo Guizot. Por otro lado, el carácter autoritario –no demo—Decías que estas listas se refieren a las democracias en el sencrático– de los capitalismos ruso y chino, por poner dos ejemtido de la poliarquía de R. Dahl. ¿Nos explicas en qué consiste plos muy relevantes, se debe más al hecho de haber transitado esta perspectiva? ¿Alguna relación con la idea clásica de la dedesde regímenes totalitarios que al capitalismo en sí. mocracia como poder del pueblo? Dicho esto, por supuesto, el capitalismo tiene un enorme —Es una perspectiva de análisis empírico de las democracias poder de corrupción del poder político. Como decía Stuart Mill, basado fundamentalmente en las preferencias de los indivilos intereses del capital están más concentrados y tienen un duos. Como te puedes imaginar, que los ciudadanos podamos gran poder de combinación. Y, añado yo: de penetración en el formular y manifestar nuestras preferencias en el sistema políaparato de Estado, de influencia en los cuerpos legislativos, de tico implica muchas cosas importantísimas: libertad de asociacapacidad de esquivar al poder judicial. Esto lo saben los libeción, de expresión, de voto, competencia electoral, pluralismo rales desde hace mucho tiempo. De hecho, Lenin se basa en un informativo, debate público, elecciones libres e imparciales, gran liberal como Hobson para escribir su Imperialismo, fase etc., etc. Sobre esa base se pueden construir indicadores que superior del capitalismo. nos permitan calibrar el grado de desarrollo y calidad de la dePero el capital no es el único agente corruptor. mocracia. Si hiciéramos un análisis comparado de las democracias antiguas, necesitaríamos indicadores igualmente para —¿Y qué otros hay? poder cuantificar. —Los partidos políticos también pueden colonizar el Estado, Sobre si esto tiene alguna conexión con la perspectiva clási-
56 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 57
democracia
generar privilegios entre los suyos, promover intereses que les resultan electoralmente más rentables, etc., sin que nada de eso beneficie a la acumulación del capital. Y la Iglesia católica también ha intentado e intenta poner al Estado de su parte, arrancándole privilegios, inmunidades, garantías, etc. Y –¡cuidado!– hasta los sindicatos. Por poner un ejemplo extremo: los sindicatos argentinos, que son verdaderos focos de corrupción, parásitos del poder político. Allí donde hay privilegios individuales, de grupo (incluso de mayorías), la democracia se resiente, sobre todo si la entendemos en un sentido republicano. Por eso es tan importante el buen funcionamiento de las instituciones.
capitalismo: el grueso de la producción se realiza con medios de producción privados, la mayoría de los trabajadores son asalariados, y los mercados son el principal mecanismo (descentralizado) de fijación de precios. En 1978 el 100% de las empresas eran públicas; hoy apenas el 20%. Antes de las reformas, casi el 80% de toda la fuerza de trabajo urbana era empleo público; hoy menos del 16%. Antes el Estado fijaba el 93% de los precios agrícolas, el 100% de los industriales. Ya desde mediados de los noventa, el mecanismo del mercado era ampliamente dominante en la fijación de precios. Sin embargo, pace Weber, podría hablarse, en el caso de China, de capitalismo político: con una fuerte burocracia muy tecnocrática, un gobierno de partido único muy intervencionista (sin frenos legales: no hay imperio de la ley), y mucha corrupción. La élite tecnocrática se comporta en buena medida como una mafia. Es posible, como cree Milanovic, que esa corrupción sea funcional a un sistema tan decisionista, y que por eso solo se frena cuando supera un determinado umbral. En mi opinión, el capitalismo chino tiene muchas similitudes con el capitalismo franquista a partir del plan de estabilización del 59. —Decías también que donde hay privilegios individuales o de grupo, la democracia se resiente, sobre todo “si la entendemos en sentido republicano”. ¿Y cómo se entiende la democracia desde esa perspectiva republicana? —Esta pregunta daría por sí sola para una entrevista, o varias.
—Me salgo un momento de nuestro tema. Decías antes que, desde tu punto de vista, no sólo en Rusia sino en la República Popular en China rige un sistema económico de carácter capitalista. No hay socialismo, en cualquiera de sus variantes, en el país asiático. ¿Entiendo bien? —En esto sigo a Milanovic5. La economía china cumple con los requisitos del modelo marxiano-weberiano estándar del
—Soy consciente de ello. Te pido una sucinta aproximación a un tema que da para ensayos. —Por abreviar, hay dos cosas fundamentales en la tradición republicana: la corrupción como mal a evitar y la igualdad como condición social de la república. La corrupción no solo en el grosero sentido del viejo PP o de la antigua Convergència del 3%: eso era una forma extrema de corrupción como robo directo. La corrupción se sutiliza en las mil caras del clientelismo, en la asignación de cargos al margen del mérito, en el faccionalismo partidario, en la impunidad de la mentira, en las puertas giratorias. Y de forma más sutil aún, la corrupción entra en el alma –del político y del ciudadano– en forma de cinismo, de oportunismo y de falta de coraje. A su vez, una sociedad polarizada, con grandes niveles de desigualdad, pierde el valor de lo público como bien común, los valores y símbolos compartidos, y cae más fácilmente en la demagogia populista. Sin cultura cívica, de poco sirven las leyes y los checks and balances. Se subvierten. Sin necesidad de dar golpes de Estado. Y las democracias, como dicen Levitski y Ziblatt, mueren, desde dentro. Al leer su libro –How democracies die–6 me llamó la atención que los autores subrayaran una virtud por encima de
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 57
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 58
estado de la cuestión
todas, el autodominio (forbearance), que es la virtud central de la cultura republicana clásica: la enkrateia. Esta virtud se ha debilitado mucho. Y sin ella, los Trumps y los autócratas disfrazados de demócratas encuentran el terreno abonado. Hay cosas que no se pueden hacer. Hay que contenerse. Y esa autocontención se está perdiendo. Hay políticos que se saltan el turno de vacunación. Y otros hacen todo lo posible por controlar los medios de comunicación o el mismísimo poder judicial. Y mienten sin rubor alguno. Etc. Pura incontinencia. Es como si hubieran perdido la vergüenza. Por lo demás, hay una clara relación entre corrupción y desigualdad.
fenómenos de dichas tensiones. Y esto es un peligro añadido. Porque, al menos en mi opinión, la democracia liberal es un bien. De hecho, creo que es una síntesis no superada entre libertad individual y soberanía popular, frágil y sin duda mejorable, republicanamente mejorable, pero que tendríamos que defender como un preciado bien, para no tenerlo que añorar si lo perdemos. —Señalabas también antes que muchas preferencias (intereses, necesidades) se quedan fuera, no se escuchan, no se atienden. ¿Nos das algún ejemplo? ¿Qué sectores sociales quedan silenciados?
—¿En qué sentido actúa esa relación? —Los países menos corruptos suelen ser los menos desigualitarios. No solo eso, también disfrutan de mayores niveles de algo tan importante como la confianza interpersonal. Más aún, estos países –como los nórdicos–, menos corruptos, menos desiguales, más confiados, también dan elevadas puntuaciones en el índice de buen gobierno del Banco Mundial. España, por cierto, ha caído dos posiciones en el ranking global de corrupción de Transparency International en 2020. No es una buena noticia. Y también ha aumentado la desigualdad. En 2003 teníamos un Gini de 31,8; en 2019, de 33, por encima de la media europea. Seguro que después de la pandemia habrá aumentado. Y la democracia española, como antes hemos comentado, no atraviesa su mejor momento. —Me apunto esto que acabas de señalar, luego te pregunto sobre ello. Hablabas antes de mecanismos, más o menos ocultos, de formación de preferencias relacionados con la distribución del poder social y económico. ¿Quiénes mueven los hilos de esos mecanismos? ¿Qué se pretende? ¿Marcar una agenda unilateral al servicio de determinados intereses? —Yo no creo en las tesis conspirativas sobre agendas unilaterales. La derecha antiglobalización insiste mucho en eso. Yo creo que el mundo es demasiado grande y demasiado complejo. Lo que hay es un capitalismo global que impone una mercantilización generalizada de la vida social, que tensiona enormemente las agendas de los Estados hacia la creciente desregulación económica, la flexibilización de los mercados laborales y la privatización de bienes públicos. Y esto está generando enormes tensiones políticas, también en los países ricos, dado el aumento de la desigualdad y la segmentación social. Todo esto genera también mecanismos de formación y deformación de preferencias (muchas adaptativas), sesgos varios, pensamiento grupal, dicotómico... La polarización política y el ataque de los populismos a la democracia liberal también son epi-
58 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
—Aparte de los de siempre, banca y grandes empresas, en España el colectivo más protegido es el de los pensionistas. Con diferencia, y matizo este “con diferencia”. No quiero decir que los jubilados naden en la abundancia ni que no haya pensiones muy bajas. Pero los datos son tozudos. Por ejemplo: los mayores de 65 años son –con diferencia– los que menor riesgo de pobreza padecen de entre todos los tramos de edad. Por ejemplo: la pensión inicial media ya supera el salario medio en un 16% (!!!) y supera incluso el salario mediano.
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 59
democracia
—¿Quiénes son los más olvidados entonces? —Los más olvidados en España son los parados, los trabajadores no cualificados, la infancia y, sobre todo, los jóvenes. El mayor riesgo de pobreza y exclusión lo sufren –¡con diferencia!– los menores de 29 años. Para colmo, nuestro mercado laboral es una anomalía a nivel europeo: lejos de favorecer la contratación indefinida, promueve la segmentación y la precarización. Mis alumnos de la Universidad se sienten fracasados antes de tiempo. Sinceramente, a este paso, no sé cómo vamos a poder seguir financiando nuestro edificio de protección social, ni hasta cuándo podremos seguir endeudándonos. En mis momentos más pesimistas, llego a pensar que entre las tendencias económicas, tecnológicas y demográficas presentes nos dirigimos hacia una tormenta perfecta de dualización social, polarización política, brecha generacional, oportunismo rampante y frustración generalizada.
Pero su peor dato siempre es mejor, incluso sustancialmente mejor, que el mejor dato de España o Uruguay. Vemos también que España ha empeorado en cinco de los seis indicadores desde 1996; y que Uruguay ha mejorado notablemente. De hecho, nos supera, en 2019, en tres de los indicadores, sobre todo, en el último: control de la corrupción, que es el indicador en el que más hemos caído nosotros. Y ahí voy. En España arrastramos una larga estela de corrupción y padecemos un sistema político muy clientelar.
—¿Y eso a qué se debe? —Se debe, en buena medida, al crecimiento del poder de los ejecutivos (un fenómeno muy generalizado, por otra parte) frente a los otros poderes del Estado (sobre todo, frente al parlamento), y a la falta de mecanismos de control. La desparlamentarización de la vida política convierte a los ejecutivos en gobiernos cuasi-monárquicos con prerrogativa real y mucho poder para tejer clientelas. Mira la discrecionalidad (con el —No ahondo sobre este punto, aunque debería hacerlo. Recojo consentimiento del parlamento) con la que se van a repartir los un hilo anterior. ¿Por qué crees que la democracia española no fondos de recuperación europeos. Las grandes empresas (del atraviesa su mejor momento? ¿Quiénes empujan en esa direcIBEX o no) están frotándose las manos. Vamos a rescatar (una ción? Las organizaciones nacionalistas vez más) incluso a las que ya eran insolde Cataluña suelen remarcar una y otra ventes antes de la pandemia, pero cuenEspaña ha caído dos posiciones en vez ese nudo que comentas. Sabino tan con tentáculos (por utilizar la metáel ranking global de corrupción de Cuadra hablaba también de democrafora de Sabino) en el gobierno. Y mira la Transparency International en 2020. cia plana, que no plena. relación entre el nacional-secesionismo No es una buena noticia. —También la llama democracia buen Cataluña y el clientelismo. Es de mañuelo (por estar vacía) y democracia nual y, por cierto, muy de derechas: la chipirón (por sus tentáculos franquisclase obrera está excluida (vota PSOE tas). Yo creo que echaríamos de menos esta democracia tan mayoritariamente). Ni siquiera la CUP recoge voto obrero. Y plana si volviera el franquismo de verdad. Sabino, por ejemplo, mira el complejo mediático-gubernamental: toda una relación no podría haber sido diputado ni escribir lo que escribe en antirrepublicana entre patrón y cliente, y mucho dinero públiRebelion.org. No habría un Rebelion.org en el que escribir. co de por medio. Y mira la falta de democracia interna dentro Cuando se asimila nuestra democracia representativa al frande los partidos. Por cierto, el más cesarista, el de la “nueva” quismo yo me acuerdo de Manolo Sacristán, con lo que le jodió izquierda morada. Todo esto supone un serio deterioro para la el franquismo (como a tantos): ¡qué diferente habría sido su democracia. vida en una democracia tan plana, tan buñuelo y tan chipirón como esta! —Por cierto, ya que hablamos del tema, el 17 de febrero de 2021, en Nuestro sistema representativo es perfectamente homologauna sesión de control del Congreso de Diputados, Gabriel Rufián, ble a los sistemas parlamentarios más avanzados, y si quereel portavoz parlamentario de ERC, comparó a la democracia espamos entender sus deficiencias ganaremos mucho comparánñola con una chabola. ¿Qué te sugiere este comentario? dolo con ellos. Y los estudios clasificatorios y comparativos —El discurso político se ha empobrecido muchísimo. Cada vez internacionales son muy ilustrativos. No te quiero aburrir con la brocha es más gorda. Y hay casos extremos como el de los índices, pero los del Banco Mundial (desde 1996 a 2019) Rufián, del que no he escuchado sino simplezas tonitronantes. sobre buen gobierno son muy interesantes. Si nos comparaEs como si fuera incapaz de hilvanar una argumentación y mos con Noruega y Uruguay, por poner dos países muy difetuviera que refugiarse permanentemente en el eslogan o el tirentes y para hacernos una idea, vemos que Noruega ha mejotular. Debe ser el estilo twitter de hacer política. Dicho esto, rado en tres de los seis indicadores y empeorado en los otros. seguro que él no vive en una chabola. Por otro lado, la demo-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 59
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 60
estado de la cuestión
cracia catalana no es precisamente un palacio. Rufián pertenetiene más poder que el parlamento, o a la opacidad de la toma ce a una generación de políticos que están haciendo mucho de decisiones a puerta cerrada. Y no le faltaría razón. daño a Cataluña. Cataluña fue antaño un país cosmopolita y faro de la modernización en España. Hoy se está sumiendo en —Destaco tu acuerdo con esas críticas. el provincianismo y la decadencia. No está Rufián para dar lec—A mí me preocupa también la lentitud en la toma de decisiociones de democracia. Y, por si no lo sabe, Cataluña tiene un nes y la poca eficacia ejecutiva en la Unión Europea. La pandeíndice de corrupción bastante mayor mia ha puesto estas deficiencias de manique Madrid, según el estudio regional fiesto. Europa, por otro lado, se está queEn España arrastramos del Instituto de Gotemburgo antes dando atrás en la división internacional una larga estela de corrupción citado. De hecho, es de los más altos del trabajo. Está perdiendo la cuarta rey padecemos un sistema de España (-0.392), solo superado por volución tecnológica ligada a la IA y la Galicia, Valencia, Baleares y Canarias. biotecnología. La industria farmacéutica político muy clientelar. ha perdido músculo; incluso la industria —Dejemos constancia de ello. Te preautomovilística está perdiendo cuota de gunto ahora por la UE. El pasado mes de marzo Yanis Vamercado mundial. Tal vez el modelo a seguir sea el del consorroufakis afirmaba que “en la UE hay tanta democracia como cio público-privado tipo Airbus, que ha dado excelentes resuloxígeno en la Luna: cero”. ¿Esa es la situación, desde tu punto de tados para la industria aeroespacial europea. Pero no veo esa vista? capacidad estratégica en la UE. —Sí, lo leí. Fue una entrevista un poco contradictoria, a mi —Déjame resumir una crítica que suele formularse en colectivos entender. No hay democracia en Europa, dice, China lo está de izquierda: muchas elecciones, muchas instituciones supueshaciendo de lujo, pero a la vez reconoce Varoufakis que en tamente democráticas, muchas referencias a la soberanía del China él estaría encarcelado. En Europa, sin embargo, se pueblo, etc. etc, mucha parole, parole, parole, pero, realmente, mueve como pez en el agua, ha montado su partido, da conlas grandes decisiones las toman otros y en otros lugares. No es ferencias bien pagadas y nadie ha pensado por supuesto en en el Congreso de Diputados donde se toman las decisiones que encarcelarlo. Afortunadamente, porque la suya es una voz determinan nuestro presente y nuestro futuro. inteligente de la izquierda europea. —Claramente, hay grupos de interés muy poderosos que tieDicho esto, yo no diría que en la UE hay cero democracia. Lo nen gran capacidad de influencia política. Como en su día que hay es un modelo dual de representación, muy complejo, escribieron J. Cohen y J. Rogers, “Cuando los capitalistas están que combina métodos indirectos y directos de elección. La molestos, hacen mucho ruido. Cuando andan, sus pisadas comisión se elige indirectamente a través del Consejo Europeo, retumban. Y cuando necesitan hablar con alguien, alguien resformado por los primeros ministros de cada Estado miembro. ponde al teléfono”7. A menudo no tienen ni que abrir la boca Pero, en ningún caso, hay poderes dinásticos. Aunque el parlapara que sus intereses sean priorizados por los gobiernos. Pero mento ha ganado poder en los últimos años (vota el presuyo creo que los gobiernos y las democracias pueden hacer puesto de la Unión y puede proponer leyes vinculantes para los muchas cosas, y las pueden hacer mejor o peor. Por eso hay Estados miembros), sigue siendo un poder débil frente a la diferencias entre unos países y otros. Más transparencia, meComisión. Hay en Europa incluso mayor hipertrofia del ejecunos corrupción, menos desigualdad, más seguridad jurídica, tivo que en los Estados miembros, y esto sin duda rebaja la calimás gasto social, más independencia del poder judicial, más dad democrática del edificio en su conjunto. ayuda familiar, más cultura cívica, burocracias más racionaliYo no sé qué reformas haría Varoufakis para mejorar este zadas, sistemas fiscales mejor optimizados, mejores mercados modelo dual (directo e indirecto) de representación, pero dudo laborales, menos clientelismo. O al contrario. que tenga una solución mágica en tanto en cuanto Europa no Maquiavelo creía que el innovador político –el principe nuosea propiamente un Estado federal, sino una unión de Estados. vo– debía establecer nuevos ordini y nuevas leyes para ennoEl modelo dual de representación permite un equilibrio o blecer a su país y hacerlo más próspero. Yo creo en este sentido reparto de soberanía entre Estados y ciudadanos. de la política, y en que hay margen para la innovación. Los paíDe todas formas, supongo que Varoufakis se refiere a cosas ses nórdicos eran muy desigualitarios a principios del siglo XX, como que en Europa son los países más ricos los que más mantanto como España, y relativamente pobres. Míralos ahora. dan, o a que están mejor representados los intereses de las Algo habrán hecho bien sus príncipes nuevos. grandes empresas que los de los ciudadanos, o a que el BCE
60 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
54-61entrevista de Francisco 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:35 Página 61
democracia
—¿No los idealizas en exceso? La Suecia de 2021, por ejemplo, no es la Suecia de Olof Palme. —No. Es una cuestión de mera comparación entre países. Han salvado mucho mejor los muebles del Estado del bienestar ante el impacto de la globalización grancapitalista, y han logrado muy buenos equilibrios entre eficiencia y equidad. Ahora, perfectos no son, desde luego.
conquistado, ¿no son, en general, democracias que siguen siendo demasiado masculinas? —La judicatura puede ofrecer un interesante patrón dual. Ya hay más juezas (54%) que jueces (46%) en España. Sin embargo, las mujeres solo representan el 21% de los nuevos altos cargos del poder judicial. Aunque hay interesantes variaciones según los países, el techo de cristal está ahí, y no va a ser fácil romperlo, por diversas razones. En política, sin embargo, pare—¿Las democracias realmente existentes permitirían actualce que están cambiando las cosas. En el actual gobierno hay 11 mente, si hubiera mayorías parlamentarias para ello, cambios ministras de 23 ministerios. Y, en diciembre de 2020, el 47,5% de orientación socialista como los intentados por Allende y la de los cargos ejecutivos de los partidos estaban ocupados por Unidad Popular Chile en los setenta del siglo pasado, o bien hay mujeres. Sin embargo, sorprenden los nuevos partidos, al melímites, el capitalismo como sistema económico por ejemplo, nos dos de ellos. Vox es el partido más masculinizado: solo que son infranqueables? tiene 25% de mujeres en cargos ejecutivos, y concentra el ma—La mayoría de las reformas sanitarias, educativas o sociales yor porcentaje de voto masculino (un 72%). El caso de Unidas que intentó Allende no habría que hacerlas porque ya están Podemos es ambiguo. Por un lado, tiene paridad en la distribuconseguidas y superadas. Nuestro sistema de protección social ción de cargos; por el otro, es el segundo partido con menor es muy potente: gastamos en torno al 25% del PIB en gasto porcentaje de voto femenino (solo un 35,9% en las generales de social, prácticamente como Alemania. Repito: en torno al 25% 2019). Y los comportamientos del líder de Podemos, Pablo del PIB. Iglesias, lejos de ayudar en ese sentido, sorprenden a la mentaEn cuanto a la reforma agraria, seguramente haya margen lidad feminista. Su último movimiento no solo ha sido internapara aumentar el número de cooperatimente poco democrático, autoeligiénvas agroalimentarias en España, pero dose sin primarias e intentando impoMe preocupa la lentitud en la toma sin olvidar que entre 2006 y 2018 aunérselas a Mas Madrid, sino viripotente de decisiones y la poca eficacia mentaron su facturación en un 46%, y en las formas (“quítate, Isa Serra, que ejecutiva en la Unión Europea. que cubren casi la mitad de la facturavoy yo”). No me extraña la contundente ción total del sector. Otra cosa son las respuesta de Mónica García (candidata nacionalizaciones. En el marco eurode Más Madrid), pidiendo menos tespeo serían prácticamente inviables y en muchos casos indetosterona y menos machismo. seables. Yo prefiero los mecanismos de regulación y los diseños de incentivos para lidiar con las grandes empresas. Las nacio—Sé que el tema daría para mucho más, es inagotable. Pero lo nalizaciones no son ninguna panacea. tenemos que dejar aquí. ¿Quieres añadir algo más? —Pues que espero no haber aburrido con los datos y los índi—¿Están nuestras democracias suficientemente atentas y ces dichosos. Como siempre, un placer dialogar contigo y un actuantes ante un peligro tan global y tan decisivo como el honor ser entrevistado para El Viejo Topo, más aún en un núcalentamiento global? mero tan especial como éste ■ —Obviamente, no. Steven Pinker es el más optimista entre las Notas mentes científicas del momento que yo conozco. En su libro, 1. Cfr. https://www.v-dem.net/media/filer_public/ de/39/ de39af54En defensa de la Ilustración, fundamenta su fe en el progreso 0bc5-4421-89ae-fb20dcc53dba/ democracy_ report.pdf. con millones de datos. Es un libro muy divertido. Pero cuando 2. Cfr. https://www.eiu.com/n/campaigns/democracy-index-2020/. 3. Cfr. ourworldindata.org/democracy. llega a este problema del calentamiento, ahí ya no puede, ahí 4. D. Rueschmeyer, E.H. Stephens & J.D. Stephens (1992), Capitalist se desmorona su optimismo. Porque los datos y las estimaciodevelopment & Democracy, Oxford: Politiy Press. nes racionales apuntan a un proceso irreversible de conse5. B. Milanovic (2019), Capitalism, alone, Cambridge, Mass: The cuencias devastadoras. La mayor tragedia de nuestro tiempo, a Belknap Press of Harvard University Press. mi entender y al del más optimista de los científicos ilustrados 6. Steven Levitsky & Daniel Ziblatt (2018), How democracies die, Nueva del momento. York: Crown. —Las democracias realmente existentes, sin olvidarnos de lo ya
7. J. Cohen y J. Rogers ( (1983), On Democracy, Nueva York: Penguin Books, p. 61.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 61
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 62
estado de la cuestión
Ouverture Of Something That Never Ended (artículo ilustrado con fotogramas de la miniserie)
62 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 63
ideología
Progresismo Cuando los poderosos respiran tranquilos Por Genís Plana
¿P
odría pensarse el progresismo contemporáneo –caritativo y compasivo, vanguardista y festivo– como el programa sociocultural del capitalismo? El autor nos invita a pensar el progresismo como un conglomerado ideológico, principalmente de corrientes lúdicas y sensibilidades éticas, surgido de la misma ontología liberal a la que asiste.
No podrá negarse que, en comparación con tiempos no tan lejanos, han sido considerablemente comprimidas las perspectivas viables de implementar transformaciones políticas de amplia envergadura. La socialdemocracia de posguerra dejó de ser esa fuerza política cuyo desiderátum histórico parecía ser la contención de los desmanes del capitalismo para asumir el nuevo cometido de contener el descontento popular que generaba un capitalismo que ahora se encontraba desatado. Siendo prácticamente análogas las políticas económicas que realizan las antiguas formaciones democristianas y las socialdemócratas, las segundas, que cuentan con la necesidad imperiosa de diferenciarse de las primeras, asumen una estandarizada retórica progresista. Por consiguiente, la divisoria de lo que a la opinión pública se le presenta como izquierda y derecha se ubica entre aquello que queda del lado del progresismo y aquello que aparentemente se le opone. Creyéndose el cuento del progresismo como criterio de distribución de las posiciones políticas, a las formaciones políticas que se reivindican a la izquierda de la otrora socialdemocracia no les queda otra que radicalizarse a partir de la asunción de un elenco de propuestas y algazaras progresistas. Así pues, aquello que distinguiría la socialdemocracia al uso con las formaciones políticas que se consideran a sí mismas verdaderamente de izquierdas es que estas últimas han redoblado la apuesta progresista. Quedando encasilladas en ese espacio simbólico, las formaciones supuestamente de izquierdas serían abanderadas de
temáticas progresistas. Ahora bien, ¿es la izquierda soluble al progresismo? ¿Qué entendemos por progresismo? La tesis que pretenderemos contrastar es que el estatuto ontológico del progresismo resulta definido por el liberalismo. Para entender el mundo en que vivimos debemos comprender las lógicas subterráneas que operan por debajo de aquellos fenómenos cuya escorrentía es superficial, pues no es sino a un determinado estrato de profundidad que se observa la composición de los materiales que configuran el relieve litológico de una determinada formación social. A tenor de lo cual, nos será posible considerar que el capitalismo actúa como agente dinámico en la morfogénesis del progresismo, influyendo así en la fisonomía sociocultural de nuestro paisaje humano. Los orígenes del progresismo Por lo que respecta a su génesis conceptual, podríamos considerar que el origen del progresismo se encuentra en aquella tendencia política surgida tras 1968: el gauchismo. Si por algo se caracterizó inicialmente ese gauchismo (izquierdismo a la francesa, podríamos decir) fue por el desprecio hacia los obreros. ¿Por qué? Desentendiéndose de las revueltas de Mayo, a las que consideraban aventurismo espontaneísta, las organizaciones comunistas en que los obreros se encuadraban (CGT y PCF) aceptaron beneficios laborales (Acuerdos de Grenelle) y, de este modo, contribuyeron al mantenimiento del sistema político. En virtud de lo anterior, los obreros resultaban ser conserva-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 63
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 64
estado de la cuestión
dores a criterio de muchos de aquellos estudiantes universitarios que, posteriormente, ocuparían puestos de mando en el ámbito administrativo, serían cuadros políticos o nuevos académicos. Estos profesionales, tanto más asumían posiciones de poder, más se alejaban de unos obreros que, habiendo traicionado al espíritu sesentayochista, generaban amplia aversión. Dicho esto, tal vez solo sea necesario seguir la pista de Daniel Cohn-Bendit… seguir su recorrido, paso por paso, hasta su apoyo a Emmanuel Macron. Desde una perspectiva amplia con la que pretender abarcar el conjunto del sistema-mundo, Wallerstein observa que los incidentes de 1968 fueron el momento culminante de un ciclo revolucionario de alcance mundial1. El desvanecimiento de las expectativas generadas, principalmente por las inaplazables ansias revolucionarias de la juventud, comportó el descrédito de los movimientos sociales de orientación obrera (la «Vieja Izquierda») en sus distintas modalidades: el socialismo, el comunismo, y los movimientos de liberación nacional en los países descolonizados. Habida cuenta de ello, los movimientos sociales –«movimientos antisistémicos», según la expresión de Wallerstein– modificaron 1) sus formas organizativas, y 2) la estrategia política que guía su horizonte de actuación. La disposición con-
64 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
céntrica resulta sucedida por otra reticular: el centralismo democrático da lugar a formas de organización flexibles y horizontales. Asimismo, la clase obrera (concebida como sujeto activo del proceso de producción y, a la vez, objeto de explotación) resultará desbancada por «las denominadas gentes olvidadas» (mujeres, homosexuales… así como minorías religiosas, étnicas, raciales…)2. En lo concerniente a la estrategia política, debe decirse que el movimiento obrero tradicional asumía un planteamiento secuencial: la toma del poder estatal era fundamental para que, en una segunda fase, fuese posible transformar la sociedad. Pero los nuevos movimientos sociales, surgidos tras los acontecimientos del 68, desconfían de unas instituciones a las que consideran un espacio de burocratización y corrupción. Con el propósito de prescindir del armazón estatal –que a partir de la II Internacional se consideraba imprescindible para alterar las relaciones de poder–, estos movimientos sociales posteriores al 68 asumirán las prácticas localistas y autonomistas propias de la política prefigurativa. A partir de ese momento, la revolución ya no será tanto una cuestión de acumulación y concertación de fuerzas políticas, sino de sensibilidad. Si los obreros no hicieron la revolución, por cuanto que se habían vendido a cambio de mejoras en el ámbito laboral, ¿quién estaba llamado a realizar la revolución? Tal vez aquellos que se encontraban en los márgenes sociales: colectivos especialmente discriminados como los locos, las prostitutas o los inmigrantes. Pero ¿acaso seguía siendo válido un concepto como el de revolución? Tal vez fuera mejor expresar nuestras ansias de desarrollo humano y plenitud emocional por medio de nuevas gramáticas de impronta estadounidense que, antes de ser estrictamente políticas, podrían considerarse morales o sentimentales3. Estos radical sixties que inicialmente se vinculaban a planteamientos izquierdistas, cuya influencia del racionalismo marxista resultaba variable, se fueron aburguesando en la medida que se insertaban en las estructuras políticas y económicas. Su actitud transgresora e iconoclasta se expresaba por medio de una sensibilidad libertaria que ya no debía preocuparse al respecto de la organización del movimiento obrero, pues, a decir verdad, la libertad se encontraba mucho más acá de le grand soir: en esos pequeños detalles, gestos, espacios o paréntesis que conforman la vida cotidiana, aquello que Georges Perec denomina «lo infraordinario». Sobre esa cotidianidad es que se desplegó una crítica al capitalismo cuya movilización, no solo resultaba adaptarse a su propia dinámica –la dinámica del proceso de acumulación de capital–, sino que, además, lograba propulsarla. A esa crítica los sociólogos Boltanski y Chiapello la han denominado «críti-
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 65
ideología
ca artista», y la caracterizan del siguiente modo: «hunde sus productivas para unas clases medias emergentes que, por meraíces en la invención de un modo de vida bohemio» y recurre dio de su sensibilidad por lo singular y su anhelo de autorrealia la indignación ante «el desencanto y la inautenticidad» derización personal, al capitalismo le proporcionaban significados vada de la «opresión» sobre «la libertad», «la autonomía» y «la emancipadores7. 4 Aquello que se está diciendo es que, «para lograr la adhesión creatividad» . Asimismo, la crítica al ambiente asfixiante y pode las personas –afirman Boltanski y Chiapello–, el tencialmente totalitario que supuestamente carac- Las expresiones capitalismo tuvo que incorporar un espíritu susterizaba a las organizaciones y a los países al servi- de la acción ceptible de proporcionar perspectivas de vida cio de la clase obrera favoreció que los elementos seductoras y excitantes, [ofreciendo] argumentos colectiva destacados del izquierdismo, haciendo de la liberamorales para poder continuar haciendo aquello contestataria son que se hace». En otras palabras, «el nuevo espíritu ción del individuo su principal combate, asumieran tácitamente el liberalismo. En consecuencia, absorbidas, del capitalismo» –según lo han llamado estos sono será difícil trazar un itinerario que nos lleve des- moduladas y ciólogos– es «este conjunto de creencias asociadas de la enfatización de la autenticidad personal del promovidas por al orden capitalista que contribuyen a justificar izquierdismo libertario a, posteriormente, la ecloel propio sistema dicho orden y a mantener, legitimándolos, los mosión de un mercado de identidades. dos de acción y las disposiciones que son cohecapitalista. Pero los «valores auto-expresivos», según dirá rentes con él». Ronald Inglehart, se encuentran en concordancia Aunque pudieran resultar insuficientes, las concon el movimiento sistémico de las sociedades occidentales. sideraciones expresadas permiten sostener que la fase posforPorque la aparición y continuidad de los nuevos actores sociadista del capitalismo, cuya consolidación precisó de las políticas les no puede desvincularse de aquellos factores estructurales neoliberales aplicadas a partir de los ochenta, requería legitique se relacionan con la reorganización del capitalismo. Alumarse por medio del imaginario que aportaba ese izquierdismo dimos a las reestructuraciones económicas que, a partir de los radical o izquierdismo libertario que, empapándose de liberalisaños setenta, dan lugar a una sociedad posfordista donde el mo, ha devenido finalmente en aquello que aquí entendemos consumo de bienes y servicios asumirá amplia prioridad con como progresismo. respecto a la producción fabril. A este respecto, Alberto Melucci prestó especial atención a la influencia que tuvieron, sobre la experiencia cotidiana de los sujetos, los procesos de transformación estructural de las sociedades en el capitalismo avanzado. «En este tipo de sociedades, afirma Melucci, las circunstancias han cambiado radicalmente con respecto a épocas precedentes, cuando los individuos disponían de anclajes referenciales sólidos y permanentes». Ahora, «el yo debe ser capaz de jugar y aprender a decidir quién es y qué quiere»5. Por su parte, Michel Clouscard supo observar con perspicacia que el izquierdismo radical de marchamo sesentayochista (al que denomina «liberalismo libertario») resulLa unidad de sentido del progresismo tó una palanca con que alzaprimar, por medio de un proceso Después de rastrear su proceso embrionario, resulta perticultural lúdico y libidinal, el advenimiento de un «capitalismo nente considerar que el progresismo sería, a un mismo tiempo, de la seducción» impulsor de mercados de deseo y de modelos revolucionario y antirrevolucionario. Revolucionario porque de consumo transgresivo6. Aumentaban las profesiones imasiste en el plano sociocultural a aquellos desarrollos econó-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 65
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 66
estado de la cuestión
micos que dinamitan las formas de vida que se resisten a ingreficación cognitiva que requiere un sistema de producción sosar a los circuitos de reproducción ampliada de capital. Ancial que, para poder sobrevivir –ampliando o generando nuetirrevolucionario porque logra desviar aquellas energías revovos mercados–, debe estar constantemente alterando –podríalucionarias susceptibles de canalizarse por medio de un promos decir: revolucionando– sus propios resortes. Esta idea yecto político superador del modo de producción capitalista. parte de un presupuesto, ya visto por Marx y Engels8, que ha sido debidamente expresado por David Harvey: Las dos características referidas en ningún caso suponen «El capital es un proceso de reproducción de la vida social a una contradicción constitutiva del progresismo por cuanto través de la producción de mercancías […]. Sus pautas operaque, antes bien, le otorgan su unidad de sentido. De hecho, si tivas internalizadas están destinadas a garantizar el dinamislo que queremos es sistematizar el progresismo, no podemos mo y el carácter revolucionario de un modo de obviar los aspectos a los que nos acabamos de organización social que, de manera incesante, referir: estas dos características (revolución y transforma a la sociedad en la que está inserto. antirrevolución) constituirían los cometidos axia- La fascinación El proceso enmascara y fetichiza, crece a través les del progresismo. Serán desarrollados a lo largo que causa el Otro de la destrucción creativa, crea nuevas aspirade este escrito, pero los podemos resumir aquí: diferente induce ciones y necesidades, explota la capacidad de 1) Aclimatar las condiciones socioculturales que trabajo y el deseo humanos, transforma los esfavorecen el desarrollo del sistema económico ca- a pensar que la pacios y acelera el ritmo de la vida»9. pitalista y, particularmente, la evolución de la eco- diversidad Ahí está el meollo de la cuestión; ahora en nomía posfordista hacia las industrias creativas de resulta palabras de Esteban Hernández: «El capitalismo la cultura y del entretenimiento individualizado instrumentalizada no puede desplegar una nueva etapa de desde masas. A tales efectos, el progresismo deconspara ocultar la trucción creativa o de acumulación por despotruye las instituciones sociales con el propósito de sesión sin transformar al mismo tiempo las esdescomponerlas en una serie de estilos de vida desigualdad. tructuras y las bases culturales. Debe revolucio(identidades) subordinados a la mercantilización nar las relaciones de producción, y con ellas las generalizada del mundo. Como veremos, el prorelaciones sociales, y para ello precisa tanto de un conjunto de gresismo es a lo sociocultural ese proceso de destrucción creaacciones como de una legitimación discursiva»10. tiva que el (neo)liberalismo resulta ser, más específicamente, En efecto, no descubrimos nada afirmando que el modo de en el plano de la política económica. producción capitalista, lejos de ser inherentemente conserva2) Impedir una crítica cabal, por medio de un desarrollo teódor o renuente al cambio, se encuentra necesitado de rupturas rico riguroso, susceptible de materializar formas de agregación por medio de las cuales asumir nuevos impulsos; o lo que es lo sociopolíticas conducentes al socialismo o, por no emplear ese mismo, el capitalismo solamente puede dilatarse temporalconcepto proscrito, a una sociedad en la que se halla democramente si se halla jalonado por reajustes y reconversiones. De tizada la ganancia resultante del excedente socialmente produahí la importancia del progresismo, y de sus manifestaciones cido. Como veremos, el progresismo se nutre de las mismas empíricas: los movimientos activistas que, en el plano sociofuentes ideológicas –el liberalismo– que promueve el capitaliscultural, facilitan la incesante tarea del capitalismo por reinmo y, por ello, puede entenderse como un subproducto sofistiventarse. cado de éste: favorece sus necesidades productivas al tiempo No sería disparatado suponer que eso a lo que denominaque expresa una actitud levantisca e irreverente que neutraliza mos capitalismo, que imprime a la sociedad una aceleración una crítica política efectiva. constante, ha contribuido más que cualquier movimiento En síntesis: el progresismo podría considerarse revolucionasocial a la erosión del patriarcado o de la moral sexual tradiciorio porque contribuye a acelerar las fuerzas productivas, y es nal. Como sostiene Pietro Barcellona11, «el proceso productivo antirrevolucionario porque contribuye a congelar las relaciose presenta objetivamente como un gran flujo […] que atravienes sociales de producción. Digámoslo ya: la progresía es la sa los espacios tradicionales destruyéndolos y que anula las mascarada del capitalismo, su cabalgata iconoclasta. El progredistancias temporales». Significa esto que las sociedades capisismo es gatopardismo refinado, disidencia de bandera falsa. talistas se encuentran en movimiento perpetuo, y eso sería algo que actualmente el progresismo contribuiría a legitimar. El progresismo es revolucionario Ahora bien, no debemos ser malinterpretados: aquello que A ratos de manera festiva y libertina, a ratos abnegada y purile podemos reprochar al progresismo no está en que socave las tana, el progresismo nos introduce dentro de la esfera de signi-
66 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 67
ideología
bases de una autoridad y de un orden que ya fueron puestos en entredicho desde el surgimiento mismo de la modernidad, sino en que, en la medida que lubrica las reconfiguraciones del (des)orden capitalista, arramble con la consistencia y permanencia del ecosistema social que necesita la vida humana a fin de parapetarse de la acometida del capital. La competencia virtual entre diferentes grupos sociales que buscan un reconocimiento específico de su identidad particular dificulta que los sectores populares generen anticuerpos defensivos a los procesos de explotación y desposesión. La tarea que inconscientemente cumplen los progresistas es, en buena medida, adaptar los esquemas de pensamiento dominantes, así como las formas de vida asociadas a susodichos modelos mentales, a las exigencias concomitantes a las transformaciones del capitalismo en su fase contemporánea. Una afirmación como la anterior puede sostenerse desde el momento en que reconocemos que los valores tradicionales auspiciaban una organización estable del empleo, así como una demarcación relativamente nítida entre la producción y la reproducción social, que son incompatibles con el patrón de acumulación posfordista que caracteriza nuestras sociedades: las nuevas modalidades de empleo, mayormente intermitentes e inconsistentes, así como la intensificación de los procesos de consumo por encima de los procesos productivos, requieren de nuevas formas de legitimación social. La flexibilidad y discontinuidad del mercado laboral encuentra su correlato en la fluidez e intercambiabilidad de las identidades personales y de los vínculos afectivos que promueven determinadas modas progresistas, así como la necesidad de una fuerza de trabajo itinerante y remplazable encuentra su
expresión en el sinfronterismo e inmigracionismo. Sobre esta última cuestión, piénsese en la promoción del libre tránsito de personas, a escala internacional, que propala ese progresismo ingenuo que se ampara en abstracciones tales como la ciudadanía mundial. Aunque peligroso sea suscribirlo no pareciera insensato sostenerlo: «el capital nos quiere a todos migrantes y desarraigados, es decir, “ciudadanos globales”, más precisamente, ya no ciudadanos de los Estados nacionales con derechos y deberes»12. ¿Debemos ocultar que la inmigración repone la fuerza de trabajo sin los costes asociados a la crianza y a la educación, y que contribuye a la devaluación salarial por cuanto que incrementa la oferta de mano de obra y, por consiguiente, limita el poder de negociación sindical?13. Y, después de lo anterior, podríamos seguir planteando un largo etcétera de propuestas o sensibilidades progresistas bajo las cuales, a poco que se rasque sobre su lustrosa superficie, se encuentran aquellas mutaciones sociales y culturales que necesita el capitalismo de vanguardia para desembarazarse de las regulaciones que pautaban el mundo fordista. A fin de darle consistencia a planteamientos tan abstractos, veamos unos ejemplos más. ¿Qué supone la legalización de la marihuana sino un negocio de amplia rentabilidad por explotar, además de una forma por medio de la cual tratar de disipar la conflictividad social? Ahora más cerca de la positivización jurídica: la ‘Ley Trans’… ¿Qué supone la autodeterminación subjetiva del sexo, además de un nuevo impulso para la industria fármaco-quirúrgica, sino el fleco del cual estirar a fin de deshilachar la urdimbre social sobre la cual se dibuja cualquier identidad que no se encuentre a la deriva de las flotantes y mudables inercias del mercado? Tengamos por un momento presente que la extensión del comercio, en aras de conformar un mercado único mundial, requiere fulminar las trabas arancelarias que protegen la producción nacional frente a la competencia internacional. De la misma manera, el progresismo contribuye a desgastar aquellas relaciones sociales que preservan a las personas de las formas mercantiles de interacción que, en su autopropulsada
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 67
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 68
estado de la cuestión
aceleración, se dilatan por la formación social. ción de los cuerpos gordos, consumo plastic free, talleres de El capitalismo persigue la expansión de la mercantilización teoría queer para niños, performances artísticas contra el made la vida, lo cual resulta posible cuando las personas se quechismo, cementerios para animales de compañía, mannedan inermes ante unas necesidades –o unos caprichos– que quin challenges por la igualdad, aplicaciones de citas para solo el mercado puede saciar. La desagregación de los vínculos veganos… sociales resulta acelerada por esa sensibilidad delicuescente de Cualquier cosa se puede encontrar en la tómbola de las frusla que participan los desarrollos más originales del progresislerías de la feria progresista. Sin embargo, no todo son sandemo, y que tan bien se encuentra representada en ces. A los anteriores casos debemos sumarle los trasmundos proyectados por la serie-comercial otros más inquietantes. Un ejemplo es la creade Gucci: ‘Ouverture of Something That Never ción de un plan piloto para impartir religión isláEnded’, es el epítome de una humanidad aséptica, La importancia mica en los institutos públicos. Otro, la así llama14 solipsista y sumisa . da perspectiva de género en derecho penal, con el que tiene la ¿Cuándo la psicología humana resulta en mayor producción y subsiguiente riesgo de que éste deje de ser deremedida permeable a los impulsos de la moda y, por cho de acto y devenga derecho de autor18. distribución de Podríamos decir que el progresismo es esa neextensión, a los estímulos mercantiles? Cuando los bulosa de pensamientos y sensibilidades –muprocesos de configuración de las identidades, en la riqueza es algo chas veces incoherentes y contradictorios– sobre lugar de remitir a las relaciones sociales en las cua- que se desvanece la sociedad y su cultura que irradia las necesiles los individuos se encuentran objetivamente in- en el sentir dades –instrumentalmente coherentes–, por parsertos, son experimentadas como estilos de vida al de época 15 te del capitalismo, de descomponer el ordenavaivén de preferencias coyunturales . Y esto es alprogresista. go que el progresismo potencia en su alborotada miento social y la cultura material compartida celebración de las identidades, exhibidas como por los miembros de la sociedad. A falta de instimodelos de cartón en un escaparate16. tuciones socioculturales a partir de las cuales «¡Qué devenir inagotable para las inversiones mercantiles el acomodar los usos y las costumbres de la vida común, resulta surgimiento, en forma de comunidad reivindicativa y de predable sospechar que el mercado gane importancia como martendida singularidad cultural, de las mujeres, de los homoseco de sentido desde el que sentir, pensar y actuar. xuales, de los minusválidos, de los árabes! Y las combinacioEstas consideraciones nos invitan a pensar que las identidanes infinitas de rasgos predicativos, ¡qué ganga! ¡Los homosedes proteicas que enarbola el progresismo pueden considerarxuales negros, los serbios minusválidos, los católicos pedófise como los catadióptricos que reflejan la obsolescencia prolos, los islamistas moderados, los sacerdotes casados, los jóvegramada presente en el ámbito de la producción material e nes ejecutivos ecologistas, los parados sumisos, los jóvenes ya inmaterial. Una economía basada en la producción de bienes y viejos! En cada momento una imagen social autoriza nuevos servicios efímeros predispone una sociedad basada en relacioproductos»17. nes e identidades efímeras. Y viceversa. Una sociedad líquida, Como si se tratase de un proceso digestivo que rápidamente en que la inconsistencia e inestabilidad que caracterizan el metaboliza los imaginarios novedosos dándoles un afeite reluámbito productivo se han extendido ya a las relaciones persociente, nada más eficiente que el progresismo a fin de preparar nales y a las identidades subjetivas19. Pero, a fin de no desviarnos del asunto, recordemos brevelas condiciones psicosociales con las que hacer proliferar nuemente la prosapia que le atribuimos al progresismo: el desavos segmentos de mercado ¡éticamente responsables! Fácil serrollo histórico del proceso de producción capitalista resulta ría suponer que el dechado corresponde al comercio de los lubricado cuando las expresiones de la acción colectiva conproductos alimenticios ecológicos, orgánicos, biológicos… (sin testataria son absorbidas, moduladas y promovidas por el prolugar a duda, un patrón de consumo que debiera poder unipio sistema capitalista. ¡Open Society Foundations! Son los versalizarse). mismos valores de diversidad y de tolerancia, así como de Pero hay más. Otras tantas muestras de progresismo cuyos apertura e innovación, aquellos que orientan, simultáneamenlímites y/o inconsistencias son evidentes: señales de tráfico te, el progresismo ético-político y el desarrollo económico-eminclusivas, guías para el uso no sexista del lenguaje, comida presarial. halal en los comedores escolares, concentraciones para la digNo es necesario sacar a colación los ya clásicos ejemplos de nidad de las plantas, festivales de cine de diversidad afectivoCoca-Cola y de Benetton. Asimismo, sería fácil acudir a los sexual, realfooding para mascotas, campañas de normaliza-
68 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 69
ideología
semánticos que contribuyen a embellecer las transformaciones de la estructura productiva de nuestras formaciones sociales. Poco importa hacia donde nos lleva el progresismo, pues de lo que se trata es de avanzar. En el progresismo se ensambla el culto a la innovación tecnológica con la idolatría a la novedad cultural; en el progresismo se imbrica el movimiento de la sociedad con el desarrollo de las fuerzas productivas.
mensajes con que se publicita una ‘startup’ de ecoturismo, coaching o aprendizaje de idiomas. Pongámosle el ojo al reciente anuncio de una empresa dedicada a la logística de hidrocarburos: “Inventar soluciones para el progreso de las personas; crear un mundo mejor para todos; crecer y adaptarnos al cambio; [somos] una compañía ágil y flexible, que aprovecha su experiencia en la gestión de productos químicos para diversificar sus actividades e innovar en nuevos sectores”20. Ahí se encuentra el cometido del progresismo: situar en el centro de gravedad del debate público una serie de núcleos
El progresismo es antirrevolucionario El progresismo contribuye a que la clase social –o si lo preferimos, el pueblo– estalle en una miríada de proyectos particulares. El resultado es una diversidad de grupos de interés que, como si fueran pequeños lobbies, exigen mercancías diferenciadas para su peregrina e hipertrofiada identidad. En sus vanas pretensiones de reformar o, en algunos casos, incluso superar al capitalismo, el progresismo da lugar a una plástica multiplicidad de formas de vida que son necesarias para absorber una oferta de mercancías que, a causa de la dinámica del modo de producción capitalista, se encuentran en constante proceso de renovación21. Pero debemos destacar otra consecuencia, si cabe más relevante, de esa espiral de fragmentación de grupos minoritarios con reivindicaciones autorreferenciales. Como tratará de argumentarse en las siguientes líneas, el progresismo supone una constelación de estilos de vida supuestamente subversivos que contribuyen a opacar una crítica verdaderamente coherente y consistente a los procesos que producen y reproducen nuestras formaciones sociales. En su crítica al capitalismo, el progresismo se encuentra formateado a partir de los mismos presupuestos ideológicos que participan del capitalismo y propagandizan su catálogo mercantil. Para empezar a dilucidar la cuestión, empecemos por mencionar que el núcleo duro del progresismo encuentra su nicho social entre aquellos que aspiran a ganarse la vida en el ámbito creativo o en la industria cultural. En otras palabras, la base social del progresismo se sitúa, principalmente, en los segmentos de población cuyo espacio profesional potencial se halla modulado por las innovaciones económicas del capitalis-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 69
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 70
estado de la cuestión
mo en su fase posfordista. Nos referimos a la juventud urbanita, de estilo de vida cosmopolita, principalmente orientada a las tecnologías de la comunicación. Al respecto de lo cual, resulta pertinente citar a Marvin Harris: «Los problemas de la sociedad no deben explicarse en lo sucesivo en función del modo de producción, sino del modo de discurso, y la generación de conocimiento se considera más importante que la producción de bienes o servicios. ¿Puede concebirse una teoría mejor predispuesta a la aprobación de aquella parte de la población activa que se gana la vida vendiendo palabras?»22 Precisamente el «giro lingüístico» es uno de los puntales de ese academicismo posmoderno que, fundiéndose con los intereses objetivos de las clases dominantes, da lugar al progresismo contemporáneo. Porque las estructuras de poder son completamente inmunes a la imprecisa fraseología posmoderna, así como a la indeterminación y a la contingencia como posibilidad política que glorifica el pensamiento posmoderno23. Pero las lógicas desmovilizadoras del posmodernismo colisionan con una realidad, demasiado testaruda, que arraiga en la insatisfacción de las expectativas sociales. Puesto que en demasiadas ocasiones las promesas del capitalismo posfordista resultan incumplidas, la actitud indignada del progresismo goza de mayor predicamento entre los «jóvenes defraudados en sus expectativas y radicalizados ante el riesgo de “exclusión”». Esta «juventud urbana compuesta de
70 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
diplomados sin empleo fijo» (a la que podríamos considerar como una suerte de «neoproletariado posindustrial de diplomados mileuristas») corre el riesgo constante de confundirse, a razón de las circunstancias laborales existentes, con los trabajadores sin formación académica24. Debían estar llamados a engrosar la antigua clase media, a saldar su compromiso para con los demás mediante donaciones regulares a alguna ONG y no solo firmando peticiones de change.org, pero la situación histórica proyecta sobre los profesionales de la producción inmaterial un constante riesgo de desclasamiento. En razón de la precariedad que caracteriza las condiciones materiales de estos segmentos de población, su prestigio radica en un elevado capital cultural que debe ser enfatizado por medio de la extremada pulcritud ética que resulta consustancial al progresismo. Se entiende así que, ante la amenaza persistente de declive social, los jóvenes precarios con elevada formación profesional asuman constelaciones de sensibilidad ideológica que tanto contrastan con los sistemas de valores y creencias característicos de aquellos grupos de población que simbólicamente se encuentran por debajo de su ubicación social. De lo que se trata, inconscientemente, es de diferenciarse de la clase obrera sin cualificación profesional que, en buena medida, sigue valorando aquella regulación fordista de la vida que dotaba de estabilidad y certidumbre a las trayectorias biográficas y que posibilitaba expectativas de progreso material intergeneracional. En oposición a unas actitudes populares que son percibidas como arcaicas, rebosantes de prejuicios apegados al terruño, el progresismo tenderá a la sofisticación petulante del pensar y del actuar. La percepción de los profesionales progresistas al respecto de sí mismos será la de ciudadanos del mundo, algo que se encuentra en concordancia con unas aficiones y/o actividades laborales directamente conectadas a redes globales. Asimismo, esta circulación –sea aspiracional o efectiva– por un espacio social y económico transfronterizo contribuye a difuminar cualquier atisbo de orgullo patriótico25. Una consideración como la anterior puede resultar de utili-
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 71
ideología
dad para comprender la veneración del progresismo a la alteridad cultural, pero también sexual, racial… De hecho, la fascinación que en el progresismo causa el Otro diferente –la transustanciación de su buena conciencia humanista– induce a pensar que la diversidad resulta instrumentalizada como una forma de ocultar la desigualdad: en la cartografía cognitiva progresista, donde resultan sobredimensionadas diferencias tantas veces irrelevantes, apenas se hallan representadas aquellas segmentaciones sociales verticales que diferencian a los ricos de los pobres. Cuando el progresismo observa nuestro entorno humano aquello que visualiza es un compuesto nacarado de colectivos diversos cuyo grado de agravio o subrepresentación padecido resulta el criterio principal por medio del cual conceptualizar la totalidad social. Nos encontramos ante un descriptivismo fenoménico (en muchas ocasiones movilizado por fuerzas emocionales criptoidealistas) que no es más que la secuela postestructuralista de la incapacidad de pensar sistemáticamente pautas de relaciones sociales que respondan a factores objetivos. Se empieza ya a vislumbrar el relativismo liberal… El progresismo se focaliza –y se escandaliza– a partir de expresiones fenoménicas (sean lingüísticas, culturales, psicológicas…), en ocasiones sumamente particulares (un gesto, una frase, una costumbre…), que carecen de esquemas explicativos: el fenómeno que debe explicarse (explanandum) se confunde con la explicación de ese fenómeno (explanans). Y en ocasiones ciertas abstracciones sociales son conceptualizadas a partir de explicaciones que bordean la falacia circular: “la prueba de la existencia del patriarcado son las actitudes machistas que existen a causa del patriarcado”26. Las propuestas del progresismo, en el caso de ser específicamente políticas y no simplemente éticas, raramente se encuentran precedidas por análisis rigurosos que tengan en consideración los condicionamientos objetivos, las oportunidades y las constricciones de los cursos de acción colectiva. Estas limitaciones teórico-praxeológicas suelen ser tanto más acusadas cuanto mayor es la estridencia y los aspavientos que las oculta: por un lado, su agresividad aparentemente transgresora y, por otro lado, la simplificación y/o adulteración de las posiciones políticas en el debate público. De lo anterior se sigue que todo aquello que no se deje arrastrar por las corrientes progresistas sea inmediatamente tildado de fascismo, machismo o xenofobia. Ante posibles discrepancias, no hay argumentación necesaria: son cada vez más los grupúsculos progresistas que identifican la crítica –pongamos por caso a la libre circulación de trabajadores, mercancías y capitales– como una expresión inconfesada de fascismo, de racismo y de cuantos sambenitos se sirvan para anatematizar a
quienes no comulgan con el dogma progresista. Tal vez el heteropatriarcado sea la favorita de sus maladies imaginaires. Aunque sean múltiples y abigarradas sus variantes, en no pocas ocasiones el progresismo, en tanto que campo de sentido compartido, es una comparsa carnavalesca de activistas alborotadores, agitadores de Twitter pertrechados por su crítica moral y su armamento emocional, incapaces de cuestionar los fundamentos del (des)orden socioeconómico establecido. «Entonces, nuestras batallas electrónicas giran sobre los derechos de las minorías étnicas, los gays y las lesbianas, los diferentes estilos de vida y otras cuestiones de ese tipo, mientras el capitalismo continúa su marcha triunfal»27. A fin de no reconocer la contradicción Capital-Trabajo, es característico del progresismo fantasear foucaultianamente con una trama de relaciones de dominación que enmaraña cada parcela de lo social. La oposición entre el accionariado y los empleados de base es remplazada por la controversia sobre el uso de la falda como parte del uniforme. Cualquiera que sea la discriminación susceptible de ser percibida sirve para soslayar que la subsistencia vital de los trabajadores –independientemente de su condición de género o sexual, étnica o racial– depende en grado amplio de los detentadores de capital. Esto no significa que las clases sociales sean «la única categoría de agrupamiento social o de acción colectiva», ni que no existan «otras contradicciones susceptibles de generar confrontación», pero cierto es que «el capitalismo puede ir integrando las diferencias de otro tipo, pero nunca las de clase»28. Se comprende, por tanto, que la descollante importancia que para cualquier sociedad tienen las formas en que se produce y distribuye la riqueza es algo que se desvanece en el sentir de época progresista. El progresismo no está orientado a la supresión de la explotación de unas personas por otras, algo que –nos recuerda Erik Olin Wright– halla su origen en las relaciones sociales de producción. La explotación es remplazada por la ofensa, y darle dignidad moral al agraviado es la forma de avenirse al mundo realmente existente. «Parece como si una sociedad de minorías, empeñadas en autopresentarse y narrar su identidad, aboliese las condiciones mayoritarias de vinculación (y desvinculación) con el proceso productivo y los mercados de trabajo»29. En una sociedad carente de vínculos profundos y de compromisos amplios, una sociedad cuyas inercias atomizantes nos sitúan a las puertas de un cosmopolitismo desarraigado y huero, es comprensible que los individuos sientan una ineludible necesidad de reivindicar una identidad singular o grupal susceptible de reconocimiento. Pero la constatación de esta situación no faculta para disimular que, en nuestras sociedades, sean estructurales, y de naturaleza socioeconómica, aque-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 71
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 72
estado de la cuestión
llas circunstancias que a las personas nos impiden vivir una vida en condiciones dignas. Las identidades son para el progresismo como los colores: la diversidad de las identidades, representada por variopintos grupos minoritarios, es esa paleta policromática por medio de la cual colorear –tratar de camuflar– unas desigualdades sociales que, lastimosamente, persisten bajo las capas de pintura vertida. Desde la comunidad elegebeté a los antiespecistas macrobióticos, pasando por aquellos cuya identidad ha sido marcada por haber padecido body shaming durante la adolescencia. ¡Opresiones por doquier! Pero en el esnobismo propio de los progres no hay conciencia de clase, pues el progresismo es en sí mismo el resultado de sepultar las clases sociales situando encima cuantas discriminaciones y exclusiones la alquimia progresista sea capaz de concebir. Nada que no contribuya a solucionar una película made in Hollywood cuyos protagonistas sean mujeres, negros o gais. No en vano, el progresismo carece de aspiraciones consecuentemente radicales. ¿Acaso sea liberalismo cultural recubierto de una actitud subversiva? ¿El progresismo es liberalismo? Aunque anticipásemos la respuesta, no sería posible entender que el progresismo sea un afluente del liberalismo a menos que advirtamos lo siguiente: de la misma manera que la rasante del liberalismo es la apelación a la libertad (negativa) de los individuos como mecanismo conceptual por el cual escindirse de los asuntos comunes, la unidad de las clases populares resulta diluida por medio del credo progresista a las identidades particulares. Puesto que las dimensiones de este escrito exigen simplificar la cuestión, deberemos prescindir de aquellas fundamentaciones conceptuales que sustentan un planteamiento como este: así como el liberalismo privilegia las iniciativas individuales por encima de cualquier diseño político elaborado en pos del bien común, el progresismo suele anteponer los marcos de actuación particulares de las comunidades étnico-culturales –pero también de tribus urbanas y otros colectivos identitarios– por encima de cualquier proyecto que interpele al conjunto de los miembros de la sociedad política30. Las elaboraciones teóricas del academicismo posmoderno, campo de cultivo del que se nutren buena parte de las ideas del progresismo, se ensamblan ergonómicamente a la configuración cultural del liberalismo. La operación fundamental consiste en ampliar el espectro de unidades autorreferenciales y autotélicas: de los individuos –liberalismo– a los grupos minoritarios –progresismo–, manteniendo un relativismo axiológico por el cual resulte inviable gestar algo así como una ‘voluntad
72 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
general’ que mancomune los miembros de la sociedad en aras de un proyecto político compartido. Dicho de otro modo: la exaltación liberal de las identidades subjetivas –cuya razón de ser radica en fragmentar el cuerpo social susceptible de ser encarnado por las clases populares– es recogida por un progresismo cuya aptitud consiste en su capacidad para declinar esas identidades no ya solo individualmente, sino también grupalmente, y reproducirlas ilimitadamente por mor de las múltiples combinaciones que permite la interseccionalidad identitaria. De modo que, por ejemplo, un ‘hombre homosexual’, al considerar que su orientación sexual –por sí misma– le sitúa en un mundo subjetivo/percibido específico, asumiría un compartimento identitario distinto al de un ‘hombre heterosexual’. Esa casilla identitaria aún podría resultar en mayor medida excluyente si ese hombre cuenta con otras características –como ser mestizo, disléxico o vegetariano– que poder incardinar a su identidad a fin de definir su singularidad. Identidades que se quieren minoritarias... hasta ser identificadas como ganado de selecto rancho31. El progresismo promociona un mosaico arrebolado de grupos constituidos por particularidades o parcialidades vitales (desde orígenes etnolingüísticos a preferencias sexuales) incapaces por sí mismos de disputar el sentido de la totalidad social. Esta dispersión de formas de vida particulares se encuentra en consonancia con que cada una de las cuales se sitúe al mismo nivel jerárquico, lo que resulta ser, a la postre, la artimaña –auspiciada por el relativismo axiológico del pensamiento débil– con que impedir la politización de los asuntos relevantes para el interés general. Como lo ha pretendido mediante otras lógicas el liberalismo, el progresismo actual es un disgregador social. Es la forma por la cual disolver los compromisos sociales sustanciales que pudieran delimitar el perímetro de la comunidad política; la forma de desmenuzar un ethos cuyo alcance propicie una comunidad de intereses compartidos que permita –pongamos por caso– someter los recursos privados estratégicos al bien público. En definitiva, las perspectivas particularistas de las que se compone el progresismo impiden fraguar «decisiones públicas sobre asuntos generales y de interés común»32. Por consiguiente, no incurriríamos en un disparate si, identificando al progresismo con el liberalismo, y asumiendo que éste último ha sido históricamente la doctrina política que en mayor medida ha vehiculizado el proyecto económico de la burguesía, afirmásemos que el progresismo es ese lugar –ubicado entre el hedonismo de lo selecto y el victimismo de lo minoritario– en que los poderosos respiran con tranquilidad.
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 73
ideología
Conclusiones Si es correcto lo que aquí se sostiene, entonces el progresismo, inscrito en la matriz ontológica del liberalismo, forma parte de la agenda de unas élites económicas cuyo ámbito de operaciones –sustentado por un patrón de acumulación con ramificaciones globales– resulta ya planetario. Pero lo funesto del asunto es que, en no pocas ocasiones, el progresismo resulta ingenuamente asumido como la panoplia ideológica por medio de la cual combatir esas mismas élites. En ese sentido el progresismo es la espada roma, tomada por el filo, que nos ofrece el enemigo. Al representar el ideal liberal de la «sociedad abierta» popperiana, el progresismo, que no es sino la traslación neocomunitarista del multiculturalismo liberal, contribuye a materializar los programas de la globocracia u oligarquía planetaria. Pero no seamos tan botarates de pensar que detrás del progresismo se encuentra algo así como un comité de expertos propagandísticos al servicio del capital. No es una cuestión conspirativa, sino una dinámica consustancial a la adaptación sociocultural de las transformaciones de la estructura productiva en la fase contemporánea del capitalismo. El modo de producción capitalista, en la medida que se fundamenta en un proceso continuado de valorización de capital, debe expandir sus dinámicas mercantiles, avanzando sobre superficies de la vida humana que previamente se encontraban resguardadas del dominio que el valor de cambio impone sobre el valor de uso. Pues bien, nos aproximamos a la mercantilización absoluta de la existencia humana cuando susodicha mercantilización es vivida como una posibilidad de autonomía o autodesarrollo, sea individual o grupal. Cuando eso ocurre, la forma-empoderamiento resulta ser el reverso de la forma-mercancía. Obcecados en la supuesta opresión que ejercerían aquellas instituciones, como la familia y la Iglesia, que durante las últimas décadas no han dejado de perder influencia a pasaos agigantados, los progresistas avanzan sobre un sendero ya demarcado. Porque si empezamos a andar por la senda del libertarismo, incluso más allá del izquierdismo ácrata o de la pseudoizquierda posmoderna, aquello que encontramos son los segmentos innovadores y audaces de la burguesía: el capitalismo no solo les tomó la delantera, sino que además les señala el camino. ¿Qué es el progresismo sino la huida hacia adelante del capitalismo? Su cometido es el de apretar el acelerador de los cambios socioculturales que le resultan propicios a la morfología del capitalismo en
su etapa contemporánea. Acompañar al capitalismo a fin de legitimar sus sucesivas mutaciones: podríamos decir que esa es la misión histórica del progresismo, específicamente en lo que respecta a los nodos de intelección a partir de los cuales se organiza y discurre la vida en común, y se conforma el orden simbólico de lo social. Debe reconocerse, no obstante, que la amplia mayoría de las cuestiones progresistas responden a preocupaciones y aspiraciones, genuinas y legítimas, que no pueden explicarse únicamente por unos procesos de reproducción ampliada de capital. Ahora bien, estos procesos contribuyen a sobredeterminar el contexto sociohistórico dentro del cual se sitúan susodichas preocupaciones y aspiraciones. Cierto es, por tanto, que los anhelos que pueden motivar reivindicaciones progresistas no se autorregulan internamente, por sí mismos, como si fueran autistas o plenamente autónomos con respecto al contexto en el cual se insertan. Que cualquier expresión ideológica esté condicionada por la forma capitalista de sociedad no significa que susodicha expresión ideológica haya sido concebida con el propósito de reproducir miméticamente esa sociedad. Es más: aun cuando esa expresión ideológica acabe resultando funcional al capitalismo no tiene por qué haber sido preconcebida para cumplir esa función. Que progresismo y capitalismo acaben confluyendo lo único que apriorísticamente evidencia es que el primero no es incompatible con el segundo. En resumidas cuentas, no existe tal cosa como un grupo de magnates, reunidos en una sala lúgubre, que conspiran malévolamente, aprovechándose de la ingenuidad biempensante de los progres, mientras acarician un gato de oscuro pelaje. La progresía no surge con el propósito preconcebido de crear
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 73
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 74
estado de la cuestión
nuevos nichos de mercado ni con el cometido premeditado de atenuar o disgregar el radicalismo político de la juventud urbana… pero resulta oportuno para tales efectos. Y antes de ponerle al ensayo su punto final, sería conveniente agregar una puntualización epistemológica. Porque si siguiéramos al primer Marx, al que de manera combativa opone las concepciones materialista e idealista, al que se interesa por la «alienación» y alerta de la «falsa conciencia», entonces debiéramos concluir que, en efecto, el progresismo es la fase superior del liberalismo, la nueva modalidad que adopta la ideología burguesa.
Pero si tomásemos la referencia del último Marx, entonces consideraríamos que el progresismo es la verdad mistificada de la dinámica real de la sociedad: para el Marx maduro, el del «fetichismo de la mercancía», la ideología ya no está en la consciencia sino en las relaciones humanas condicionadas por la división social del trabajo; y, puesto que la ideología resulta ser la proyección mistificada de la producción social, el progresismo sería la apariencia con que se manifiestan las relaciones humanas implicadas en una determinada fase histórica de la dinámica económica: el capitalismo posfordista. Desde esta última mirada se observa que es el modo de pro-
Notas 1. «La revolución de 1968 contó, por supuesto, con un componente particularmente marcado de espontaneidad no planificada [en la que] la contracultura pasó a formar parte de la euforia revolucionaria». Wallerstein, Immanuel. “1968, revolución del sistema mundial”. Geopolítica y geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial. Kairós, 2011, p.102. 2. Wallerstein, Immanuel. “Crisis estructural en el sistema-mundo. Dónde estamos y a dónde nos dirigimos”. Monthly Review, núm. 12, septiembre de 2012. 3. Por gramáticas estadounidenses nos referimos a los marcos mentales que legitiman los modos de vida asociados al epicureísmo noratlantista. Desde las contribuciones de Edward Bernays en el despegue de una sociedad de consumo pletórica, ya en los años veinte, hasta la French Theory propalada, a partir de los ochenta, a los catecúmenos universitarios. Todo ello pasando por el clima contracultural en el que teorizaban los miembros de la Escuela de Frankfurt durante su estancia en el país de las barras y estrellas. 4. El yo entendido como una obra de arte. «Esta crítica pone en primer plano la pérdida de sentido […] de lo bello y de lo grandioso que se desprende de la estandarización y de la mercantilización generalizada y que no sólo afecta a los objetos cotidianos, sino también a las obras de arte». Boltanski, Luc & Chiapello, Ève. El nuevo espíritu del capitalismo. Akal, 2002, p.85. 5. Casquette, Jesús. Política, cultura y movimientos sociales. Bakeaz, 1998, p.136. 6. Clouscard, Michel: Le Capitalisme de la séduction: critique de la social-démocratie libertaire (1981) y Critique du libéralisme libertaire: généalogie de la contre-révolution (1986). 7. De aquellos polvos, estos lodos. «El neoliberalismo ahora nos ofrece cosas como la autonomía personal, la libertad sexual y la “autorrealización individual”; aunque, por supuesto, éstos a menudo adoptan la forma siniestra de la precariedad, la inseguridad y la presión continua para actuar». Shaviro, Steven. “Accelerationist Aesthetics: Necessary Inefficiency in Times of Real Subsumption”. E-flux. Junio de 2013. 8. «La burguesía ha desempeñado un papel altamente revolucionario en la historia. Allí donde ha llegado al poder, la burguesía ha destruido todas las relaciones feudales, patriarcales, idílicas». Marx, Karl & Engels, Friedrich. Manifiesto Comunista. Alianza Editorial, 2019, p.52. 9. Harvey, David. La condición de la Posmodernidad: Investigación sobre los orígenes del cambio cultural. Amorrortu, 2008, p.375. 10. Hernández, Esteban. El tiempo pervertido: derecha e izquierda en el siglo XXI. Akal, 2018, pp.137-138. 11. Barcellona, Pietro. Posmodernidad y comunidad. El regreso de la vinculación social. Trotta, 1992, p.23. 12. Fusaro, Diego. El Contragolpe. Interés nacional, comunidad y democracia. Ed. Fides, 2019, p.85. 13. Balibar denomina a este proceso «globalización desde abajo», y lo describe como la desestabilización de la correlación de fuerzas, en favor del capital, «al recurrir de manera masiva a la fuerza de trabajo inmigrante, marginada o excluida por las organizaciones históricas de la clase obrera, en el contexto de una competencia poscolonial». Balibar, Étienne. Ciudadanía. Adriana Hidalgo editora, 2013, pp.90-91. 14. Ausente de densidad social y atravesada por el consumo. A las claras: el epítome de una humanidad difunta. La miniserie, dirigida por Alessandro Michele y Gus Van Sant (2020), cuenta con la aparición estelar del filósofo Paul B. Preciado, conocido por sus contribuciones a los estudios sobre el género y, en particular, a la teoría queer. 15. Digámoslo en palabras del sociólogo Manuel Castells: «La identidad se está convirtiendo en la principal, y a veces única, fuente de significado en un periodo histórico caracterizado por una amplia desestructuración de las organizaciones, deslegitimación de las instituciones, desaparición de los principales movimientos sociales y expresiones culturales efímeras. Es cada vez más habitual que la gente no organice su significado en torno a lo que hace, sino por lo que es o cree ser». Castells, Manuel. La era de la información (Vol.1): economía, sociedad y cultura. La sociedad red. Alianza Editorial, 1998, p.29. 16. No tiene desperdicio el spot publicitario de Tinder en que la plataforma anuncia la posibilidad de expresar nuevas identidades de género. 17. Badiou, Alain. San Pablo. La fundación del universalismo. Anthropos, 1999, p.11. El feminismo contemporáneo probablemente sea, de entre todos los progresismos, aquel que ha contribuido en mayor medida a un nuevo espacio de consumo. Son conocidos los cursos de “La revolución feminista” que las Towanda Rebels ofrecían a 150. Pero fácilmente se pueden encontrar otros tantos negocios. Por ejemplo, Andrea Bergareche, fun-
74 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
62-75 gines:memoria polo, 6pp copia 20/4/21 16:53 Página 75
ideología
ducción capitalista en su fase actual el que impone el progresismo como estructura de sentido ecuménica: puesto que «el carácter fenoménico de la superestructura ha de tener un momento de verdad objetiva, que ciframos precisamente en su funcionalidad para captar o canalizar la energía del exterior»33, al progresismo le podríamos atribuir la capacidad de deglutir en el plano semántico o cultural (eso a lo que llamamos superestructura) las energías materiales correspondientes al desarrollo de las fuerzas productivas. Durante estas líneas hemos abordado la cuestión siguiendo indistintamente los puntos de vista atribuidos –a partir de la
discutible distinción entre dos periodos– al Marx joven y al Marx maduro. Por lo que, para los fines que perseguimos –ambiciosos o promiscuos, como se quiera–, la última observación pretende ser la confluencia de ambos enfoques. El progresismo es la consecuencia de la retroalimentación de dos factores. Esta ósmosis o influencia mutua se da entre, por un lado, las necesidades objetivas del modo de producción capitalista en su fase posfordista y, por otra parte, los núcleos de significado, sobre los cuales ya han sedimentado los detritos expelidos por el liberalismo, a partir de los cuales resulta troquelada la subjetividad humana ■
dadora de Lápiz Nómada, ofrece talleres y organiza «aventuras para mujeres guerreras. Viajes al mejor estilo mochilero en donde viajaremos en un equipo lleno de girl power para explorar y explorarnos juntas mientras viajamos». 18. Las estadísticas pueden recubrirse muy fácilmente de ideología. ¿Y si la mayor parte de maltratadores o criminales son personas de una etnia o nacionalidad determinada? ¿Y si son extranjeros? En ese caso, ¿estaría justificado aplicar una perspectiva nacional en el derecho? Al ser múltiples los resultados que se pueden obtener combinando datos y percepciones, nos encontramos ante gimnasia artística …opuesta a cualquier axioma jurídico. 19. «Con el paso del capitalismo fordista al biocapitalismo, la relación social representada por el capital tiende a volverse interna al ser humano. Pero lejos de ser el capital lo que se humaniza, es la vida de los individuos la que se vuelve capitalizable». Morini, Cristina. Por amor o a la fuerza. Feminización del trabajo y biopolítica del cuerpo. Traficantes de Sueños, 2014, p.29. 20.Incluso aquellas actividades que a priori no serían percibidas como benefactoras ni sugerentes logran presentarse como si lo fueran por medio de la expresión destilada del progresismo. Es el caso de Exolum (2021): https://www.youtube.com/watch?v=gSFYT3XhXXc. 21.Por ejemplo: «La incorporación de este colectivo [LGBTI+] al modelo capitalista se da sobre todo por la posibilidad de incluirlo en la rueda del consumo y aumentar los beneficios de las empresas». Bigas, Núria. “El ‘pinkwashing’, ¿estrategia de marketing o cambio de mentalidad?”, UOC. 13 de agosto de 2020. 22. Harris, Marvin. Teorías sobre la cultura en la era posmoderna. Crítica, 2007, p.156. 23.Una muestra de la complacencia con que algunos académicos observan las posibilidades políticas que ofrece una filosofía impregnada de flogísticas jitanjáforas: «Se trata, para Agamben, de imaginar una política de la inoperancia, de pensar la vida en su absoluta inmanencia, una vida infra-ordinaria, la vida perezosa». Seguimos con Juan Evaristo Valls Boix: «La política derridiana de la confesión es, así, una política de la sangre, una política de las heridas incurables». 24.Erriguel, Adriano. Pensar lo que más les duele. Ensayos metapolíticos. Homo Legens, 2020, pp.146-148. 25. Téngase presente la noción de «izquierda indefinida» para dar cuenta de aquellas autodenominadas izquierdas que carecen de un proyecto político definido con relación al Estado. Bueno, Gustavo. El mito de la izquierda. Ediciones B, 2003. 26. Si no es posible anclar los fundamentos explicativos de los fenómenos observables en el andamiaje que sostiene la vida social, no podremos evitar la aporía que supone este bucle de retroalimentación. 27. Zizek, Slavoj. “Multiculturalismo o la lógica económica del capitalismo multinacional”. Estudios Culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo. Paidós, 2008, p.176. 28. Erice, Francisco. En defensa de la razón. Contribución a la crítica del posmodernismo. Siglo XXI, 2020, pp.456,458,464. Son las clases –y no los individuos, los colectivos sexuales o las minorías étnicas– las entidades que, al ocupar una posición estructural en las formaciones sociales capitalistas, son susceptibles de actuar como agentes históricos. 29. Alonso, Luis Enrique & Fernández, Carlos J. Los discursos del presente. Un análisis de los imaginarios sociales contemporáneos. Siglo XXI, 2013, p.138. Sirva esta nota a pie de página para indicar que el concepto de clase obrera, prácticamente en desuso a causa de las connotaciones anacrónicamente marxistas que posee, ha sido substituido por la lírica vaguedad de multitud o multitudes. También el concepto precariado suele usarse para descafeinar la excesiva carga política que posee clase obrera. 30. A lo sumo, la tan cacareada hegemonía progre-populista pretende articular discursivamente («cadena de equivalencias») las luchas de los distintos grupos en una síntesis («significante vacío») siempre dilatada, que posterga indefinidamente su presunta capacidad por convertir la plebs en el único populus legítimo. Véase: Laclau, Ernesto. La razón populista. FCE, 2016. Tal vez sea sensato suponer que la política no es simple aritmética y, por tanto, «conquistar mayorías no equivale a sumar minorías». Hobsbawm, Eric. “La izquierda y la política de la identidad”. New Left Review, núm. 0, enero-febrero 2000, p.121. 31. Se trata de un juego de identidades que, de alguna manera, posee una lógica matrioshka: de lo macrológico a lo micrológico. Así pues, del hiperónimo ‘mujeres’ pasaríamos, más específicamente, a las ‘feministas’, y de éstas surgirían otros marcadores identitarios como son ‘radfem’, ‘cis’… o ‘trans’, y de ahí saltaríamos a lo ‘queer’ para acceder a un abanico de opciones inagotable: el símbolo + que sigue a LGBT. 32. Xaubet, Hèctor. “El discurso de la identidad y la reacción”. Mientras Tanto, núm. 182, septiembre de 2019. 33. Bueno, Gustavo. Primer ensayo sobre las categorías de las “ciencias políticas”. Biblioteca Riojana, 1991, p.84.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 75
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 76
estado de la cuestión
76 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 77
medioambiente
Irresponsabilidad, destrucción y muerte Por Salvador López Arnal
N
o es posible crecer indefinidamente en un planeta finito. Aunque necesario, el desarrollo científico y tecnológico no es capaz de resolver las amenazas que comporta un sistema económico cuya depredación de materias primas y de energía resulta insaciable. Se necesita un nuevo sistema económico y social.
Para Berta Cáceres (1971-2016), in memoriam et ad honorem (y para las 50 personas defensoras del medio ambiente que han sido asesinadas en Honduras desde 2016).
1. Hybris El sistema económico hegemónico –llamémosle globalismo neoliberal, capitalismo sin bridas, crematística compulsiva de dinero o como mejor nos parezca– tiene como característica esencial la competitividad despiadada entre empresas (Apple vs. Facebook, por ejemplo) por la venta de mercancías y servicios. Una de las consecuencias de esta lucha “por la supervivencia del más fuerte”, que no excluye ‘alianzas estratégicas’ ocasionales y apoyo mutuo en defensa de privilegios, es la tendencia intrínseca a abaratar la producción (a costa de golpear derechos básicos y remuneraciones de los trabajadores en muchos casos) y a producir un volumen cada vez mayor de productos, servicios y también desechos. Esta tendencia intrínseca al crecimiento, este tener que expandirse sea como sea, conlleva inexorablemente un consumo creciente (y acelerado) de materias primas y energía; energía que hoy por hoy es producida, de manera generalizada, por el uso de combustibles fósiles que al quemarse generan los gases de efecto invernadero (GEI)1. Se necesitaron 217 años, de 1751 a 1967, para liberar a la atmósfera 400.000 millones de toneladas de CO2 (el dióxido de carbono es el principal GEI, junto con el metano, el óxido nitroso y el ozono); bastaron 23 años, de 1968 a 1990, para liberar la misma cantidad; 16 entre 1991 y 2006 y solo 11 años
entre 2007 y 2018. Con palabras de Jorge Riechmann: ¡desde la crisis económica de 2007 hasta 2018, tanto como en los dos primeros siglos de sociedad industrial! Crecimientos exponenciales en la fase de la Gran Aceleración destructiva, sin estancamiento o marcha atrás: la emisión global de CO2 fue de 22.637 millones de toneladas en 1990 y de 37.887 millones en 2018. Más del 67%2. Los clásicos de las tradiciones emancipatorias fueron bien conscientes de las turbulentas relaciones del capitalismo con el medio ambiente. Marx, en el capítulo XIII de la sección 10, “Gran industria y agricultura”, del libro primero de El Capital, nos advertía que “todo progreso de la agricultura capitalista es un progreso no solo del arte de depredar al trabajador, sino también y al mismo tiempo del arte de depredar el suelo; todo progreso en el aumento de su fecundidad para un plazo determinado es al mismo tiempo un progreso en la ruina de las fuentes duraderas de esa fecundidad.” Por eso, añadía, “la producción capitalista no desarrolla la técnica y la combinación del proceso social de producción más que minando al mismo tiempo las fuentes de las que mana toda riqueza; la tierra y el trabajador” [las cursivas son mías]. Observaciones similares pueden verse en la obra de Engels, que ya con 19 años describía críticamente la destrucción del paisaje y la contaminación del agua en su Wuppertal natal. En términos similares se expresaba en La situación de la clase obrera en Inglaterra o en Esbozo de crítica de la Economía Política, un texto escrito con apenas 23 años, donde señalaba que el capitalismo industrial moderno y la competencia cada vez
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 77
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 78
estado de la cuestión
más feroz entre empresarios agrícolas (capitalistas que no eran campesinos) podía dañar a la naturaleza, especialmente al suelo, la primera condición de nuestra existencia, punto básico de toda producción y reproducción. En parecidos términos se han manifestado pensadores (y activistas) de otras tradiciones de emancipación como Tolstói, Kropotkin o Murray Bookchin. Son innumerables los autores que, más recientemente, nos han advertido de que las actividades humanas en la época industrial son causantes del cambio climático, del aumento de las temperaturas medias de la atmósfera y del aumento del nivel del mar. Jeremy Rifkin, por ejemplo, señala que hemos tenido otras pandemias en los últimos años y que se habían lanzado advertencias de que algo muy grave podía ocurrir “porque hemos alterado el ciclo del agua y el ecosistema que mantiene el equilibrio en el planeta. Los desastres naturales van a continuar: la temperatura en la Tierra sigue subiendo y hemos arruinado el suelo”. Hay dos efectos, añade Rifkin, que no podemos ocultar: 1. El cambio climático antropogénico provoca movimientos de población humana y de otras especies. 2. La vida animal y humana se acercan cada día más como consecuencia de la emergencia climática y de nuestras prácticas económicas expansivas. Sus virus viajan juntos. Hemos excavado los cimientos de la Tierra para extraer gas, petróleo y carbón; hemos creado una civilización basada enteramente en el uso de fósiles (con las implicaciones geopolíticas conocidas y las guerras imperiales anexas). Hemos perdido el 60% de la superficie del suelo del planeta y tardaremos, si es el caso, miles de años en recuperarla. No existe nada –simple contradicción en los términos– que sea capitalismo y moderado al mismo tiempo. No existe un “capitalismo verde” que sea viable, sostiene Antonio Turiel, quien nos recuerda que en estos momentos consumimos una media de 96 millones de barriles diarios (Mb/d) de “petróleo” (entendiendo como tal todos los hidrocarburos líquidos que son más o menos asimilables a petróleo). Como cada barril contiene 159 litros, “unos 5,6 billones de litros de petróleo al año, o lo que es lo mismo, 5,6 kilómetros cúbicos anuales”. Incontables ejemplos muestran que la alarma de Rifkin, Turiel, Ribeiro, Puig Vilar, Riechmann y de tantos otros no es alarmismo. La tragedia del calentamiento global es tan solo el mayor síntoma de todo lo que funciona mal en nuestro sistema económico. El mayor síntoma, no la única tragedia que nos
78 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
acecha. Paul J. Crutzen y Eugen F. Stoermer acuñaron en 2000 el término Antropoceno para designar la fase de la historia de la Tierra en que los humanos hemos devenido una fuerza planetaria capaz de producir transformaciones similares a las producidas por las fuerzas naturales. Aquí estamos. No hemos hecho caso de la advertencia de César Manrique formulada ¡en 1985!: “Es el momento de parar”. Sin ser apocalípticos, visitemos el infierno terrestre que hemos ido creando. 2. Amenazas, catástrofes. La radiación solar que penetra en la Tierra depende tanto de los cambios en la órbita terrestre y la inclinación de su eje de giro como de los ciclos solares (11 años). Ambos factores pueden favorecer el inicio de una etapa de mayor radiación y, en consecuencia, de calentamiento. Pero hay acuerdo pleno entre las comunidades científicas: esos cambios orbitales y de radiación solar no se han producido durante estos años ni durante toda la época industrial. No hay una explicación alternativa donde no figure la acción humana, no hay ninguna evidencia de la acción de otros ciclos naturales que hayan podido intervenir. Además, en las últimas décadas, las de mayor calentamiento, la radiación solar ha ido disminuyendo3. En un estudio publicado en Nature a finales de 2019, se señalaban los nueve puntos de nuestro planeta que están en peligro por daños graves, alteraciones o riesgo inminente de desaparición: el hielo marino ártico, la capa de hielo de Groenlandia, los bosques boreales, el permafrost (la capa de suelo permanentemente congelada en regiones frías), el sistema de corrientes del Atlántico, la selva amazónica, los corales de aguas cálidas, la capa de hielo antártico occidental y partes de la Antártida Oriental. Estos puntos de inflexión climática están ya activos y podrían desencadenar cambios irreversibles a largo
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 79
medioambiente
plazo a nivel global. Algunas ilustraciones de la situación, una global, pero la costa este de USA, Europa Occidental y el suresbreve muestra: te asiático son los territorios en los que su incidencia en la tasa 2.1. Entre Groenlandia y la Antártida hay hielo para elevar 65 de mortalidad prematura es mayor. En España pueden impumetros el nivel del mar. Donde se ha notado más la desaparitarse a esta causa unas 44.600 muertes anuales de media estos ción del hielo ha sido en el Polo Norte (el calentamiento global últimos años. no es igual para todo el planeta, es mayor en las 2.4. El Mediterráneo pasa por un momento latitudes por encima del círculo polar ártico). El transcendental para los 500 millones de personas Ártico, el espacio situado al norte del círculo, está El Ártico está que habitamos en sus orillas. La necesidad de avanzando muy rápidamente hacia la desaparición agua, alimentos, energía y empleo crece con avanzando muy total del hielo marino en los meses de verano. La fuer za en toda la región. Se calcula que el aurápidamente desaparición del hielo marino, aun siendo un grave mento de temperatura es aquí un 20% superior hacia la desastre ecológico, no es preocupante por la subida al del resto del mundo, lo que agrava la escasez del nivel del mar, generada tan solo por el hielo desaparición de agua dulce, destinada principalmente, en un continental: Groenlandia y la Antártida. En el norte total del hielo 80%, a usos agrícolas. El aumento de la temperanos interesa especialmente lo que ocurre en Groentura marina y el vertido de contaminantes están marino en los landia, donde hay hielo para que el mar suba 7 mediezmando a las poblaciones piscícolas y vegetameses verano. tros y donde más deshielo está provocándose. Por les del mar. Avanza también sin freno la desertifiel deshielo de los glaciares de las grandes cordillecación y la pérdida de biodiversidad, a pesar de ras y los casquetes de hielo polar (un 60%), y por la expansión tener el 7% de las especies marinas en solo el 0,8% de todos térmica del agua, más voluminosa a mayor temperatura (un los océanos. 40%), el nivel del mar ha subido ya más de 20 cm desde princi2.5. El Banco Mundial estima que Latinoamérica, el África pios del siglo XX. Desde 1993 la subida ha sido de 1,7 mm por subsahariana y el sudeste asiático generarán otros 143 milloaño; desde 2006, 3,6 mm. nes de migrantes climáticos hacia 2050 y que esa no es sino En la Antártida también se pierde hielo de forma creciente, y una más de las migraciones creadas por la crisis climática. No la situación es aún más preocupante. Por dos razones: porque solo los humanos estamos buscando desesperadamente sitios almacena la mayor parte del hielo que hay en la Tierra y porque más habitables, también lo hacen los peces de las aguas oceáestá sufriendo algunos procesos recientemente detectados que nicas que se están calentando a toda velocidad y que han nos podrían obligar a cambiar las previsiones que se han hecho hasta ahora. Un informe conjunto de la NOAA, la NASA y la NSF de USA señala que, en un escenario de altas emisiones como el actual, cabe la posibilidad en 2100 de una subida de 2,4 metros. Si nos situamos en 2060, la NOAA afirma que en un escenario extremo el mar podría subir ese año 105 cm por encima del de principios del siglo XX (85 cm por encima del nivel actual, que ya ha subido 20 cm; la previsión del IPCC es de 40 cm). 2.2. En el Pacífico hay países-isla o archipiélagos –Vanuatu, Kiribati (dos islas desaparecidas), Tuvalu, Fiyi, Islas Salomón (con islas que han perdido el 50% de su territorio), Nauru, Tonga, Islas Marshall (han perdido ya el 20% de sus costas)– que no tardarán en desaparecer si no hay cambios drásticos e inmediatos. Lo mismo sucederá en países del Índico como las islas Maldivas (1.200 islas e islotes, con más de medio millón de habitantes). 2.3. La quema de combustibles fósiles expulsa a la atmósfera CO2 y N2O, pero también PM 2,54. Son muchos los estudios que atribuyen a estas micropartículas 8 millones de muertes prematuras al año, una de cada cinco de las que se producen en el mundo. El problema de estos contaminantes PM 2,5 es
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 79
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 80
estado de la cuestión
absorbido más del 90% del exceso de calor causado por las encuentro de la COP se celebró en Kioto en 1997. En él se adopemisiones de efecto invernadero. tó el conocido como “Protocolo de Kioto”, concluido en La Ha2.6. El Norte imperial no está fuera de este mundo. Se estaba ya en 2001 y en vigor desde 2005. Se establecieron nuevos megestando la ruptura desde principios de enero de 2021 y, finalcanismos institucionales de control, se incentivó el desarrollo mente, el vórtice polar, que suele contener el frío extremo dende medidas de reducción de emisiones y se creó el mercado tro del Círculo Polar Ártico, se rompió, provocando que el frío internacional del carbono. Estados Unidos no lo ratificó; Case desplazase mucho más al sur. Se generó un desenlace tráginadá se retiró después. China, que luego se convertiría en el co en la segunda semana de febrero, afectando a la práctica tomayor emisor (no en términos acumulativos), no participó. talidad de Estados Unidos. El martes 16 de febrero Tampoco India y Brasil. Rusia y Japón no intervifue más cálido en Groenlandia, Alaska, Noruega y nieron en la prolongación de Kioto celebrada en Suecia que en Texas (máxima 0°C/mínima -12°C en La Tierra no Doha en 2012. Houston), partes de Arkansas y el Valle del Bajo Se requería un nuevo acuerdo global. Se alcanzó ofrece metales y Mississippi. Unos 150 millones de estadounidenses en París en 2015. La COP21 alumbró, no sin grandes dificultades, el “gran acuerdo” al que se aspiraestuvieron bajo un severo tiempo invernal, millo- minerales ba. Allí se estableció la necesidad de que a finales nes de tejanos se quedaron sin electricidad duran- suficientes para del siglo XXI no se alcanzaran los 2 ºC de calentate días. Texas estuvo literalmente al borde de “un sustituir los miento global respecto a los niveles preindustriafallo catastrófico” que podría haber generado apa- combustibles les5. Los gobiernos tomaron nota de los riesgos gones de muy larga duración. fósiles por elevados que significaban los 2 ºC y acordaron que 2.7. Según Germanwatich, en las dos últimas dérenovables de harían todo lo posible para no superar 1,5 ºC. cadas han muerto en el mundo 475.000 personas Sin embargo, 2020 ha culminado el decenio más por fenómenos meteorológicos extremos deriva- alta tecnología. cálido desde que se dispone de registros. La temdos del clima. España ocupa el puesto 32 de los paíperatura de la biosfera es ahora 1,25°C más alta que la media de ses más afectados (700 fallecimientos al año) y el 29 con más la era preindustrial (promedio 1850-1900). Si suponemos, pérdidas económicas (900 millones de euros). según cálculos, que la temperatura está subiendo un 0,25 °C No es necesario continuar. ¿Hemos hecho algo para frenar cada decenio, estamos a una década de superar el aumento de estas situaciones? Veamos. 1,5°C, y a dos décadas de superar los +1,7°C, lo que supone, según el Informe Especial del IPCC presentado el 8 de octubre 3. Acuerdos, praxis y escenarios de futuros. de 2018, un punto de no retorno (tipping point), momento en el Hace más de 40 años (Ginebra, 1979), científicos de 50 nacioque se pierde la capacidad de revertir los hechos. Volver atrás, nes se reunieron en la Primera Conferencia Mundial sobre el revertir la situación, supondría un esfuerzo de captura de carClima y acordaron que las tendencias –ya entonces alarmanbono imposible. De seguir como hasta ahora se llegará a +2°C tes– del cambio climático exigían actuar con urgencia. Unos 10 antes de mediados de siglo, no a finales6. años después, en 1988, se celebró en Toronto la Conferencia Sin dudar de la importancia del logro internacional de París, Mundial sobre la Atmósfera Cambiante (se recomendó, sin éxi¿de qué tipo son las medidas acordadas? En el artículo 4.2. se to alguno, recortar un 20% las emisiones entre ese año y el afirma: “Las partes procurarán adoptar medidas de mitigación 2005), y ese mismo año se creó el Grupo Intergubernamental internas con el fin de alcanzar los objetivos de esas contribude Expertos sobre el Cambio Climático, el IPCC por sus siglas ciones”. En el 4.19: “Todas las partes deberían esforzarse por foren inglés. mular y comunicar estrategias a largo plazo para un desarrollo El primer tratado internacional –jurídicamente vinculante– con bajas emisiones”. En el artículo 4, se sostiene que el punto llegó en 1992, cuando se celebró la Cumbre de la Tierra en Rio máximo de emisiones debería “alcanzarse lo antes posible”, sin de Janeiro y se aprobó la Convención Marco de las Naciones mayor determinación. Las partes procurarán, deberían esforUnidas sobre el Cambio climático, después de que el IPCC prezarse… La libre actuación de las partes, de los Estados, tienen sentara en 1990 su primer informe de evaluación. En él se refleun peso enorme en la concreción del texto acordado. Nada se jaban las investigaciones de 400 científicos: el calentamiento dice en el acuerdo de los combustibles fósiles que en ese misatmosférico de la Tierra era real. mo año proporcionaban el 86% de toda la energía que consuTras la entrada en vigor de la Convención Marco en 1994, los mía en el mundo. países que firmaron se han reunido anualmente en la Conferencia de las Partes (COP por sus siglas en inglés). El tercer El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
80 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 81
medioambiente
nos informa de lo sucedido en estos últimos años, tras los Acuerdos de París. Se emitieron en 2016, 51,9 Gt de CO2-e; en 2017: 53,5; en 2018: 55,3. En 2019, según un informe preliminar preparado por la COP25 de Madrid referido solo al CO2, hubo un incremento del 0,6%. Así, hasta la irrupción de la pandemia del coronavirus en 2020, las emisiones fueron creciendo. Los Acuerdos están muy lejos de cumplirse7. En resumen: la concentración de CO2 y gases GEI afines en la atmósfera no ha dejado de crecer y ningún acuerdo climático ha servido de momento para detener ese crecimiento. En los informes presentados a la COP25 de Madrid se afirmaron cosas parecidas. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señalaba que, con las dinámicas actuales, estaremos emitiendo 60 Gt anuales en 2030. De seguir como hasta ahora, vamos a un calentamiento en este siglo de entre 3,4 y 3,9 ºC. Cumpliendo a rajatabla los actuales compromisos de los gobiernos, situación muy distante de la realidad, se alcanzarán los 3,2 ºC. La revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, Proceeding of the National Academy of Science, en su número de agosto de 2020, publicó un estudio que señalaba que, con las actuales políticas podríamos estar en un escenario que nos llevaría a un calentamiento en 2100 de entre 3,3 ºC y 5,4 ºC. En síntesis: la mayoría de los gobiernos del mundo (y de las multinacionales asociadas) hablan y hablan de limitar el calentamiento global a 2 ºC, ¡incluso a 1,5 ºC!, pero lo que hacen o permiten hacer tiene poco que ver con ese objetivo. Miguel Pajares lo ha expresado así: “sufrimos una disonancia cognitiva que nos permite felicitarnos efusivamente por acuerdos como el de París, al mismo tiempo que lamentamos que las emisiones de GEI y el correspondiente calentamiento global siga creciendo, sin que lo segundo nos lleve a cuestionar la validez de lo primero.” Esbocemos sucintamente algunos escenarios de futuro: Con un calentamiento de 2 ºC, según dos centros de investigación alemanes, los daños se repartirían de forma desigual. Aunque los países ricos se verían afectados, son los países insulares y los tropicales empobrecidos los que sufrirían en mayor medida. Se darán situaciones generalizadas de escasez de alimentos, olas de calor sin precedentes, ciclones más intensos. Afectará a la disponibilidad de agua potable, a las cosechas, a la supervivencia de los bosques, a las ciudades costeras, a los recursos marinos, y disminuirán considerablemente el caudal de ríos muy importantes. Las pérdidas de bosque serán extensas, por la temperatura excesiva y por la mayor incidencia de incendios. Los arrecifes de coral se verán afectados, y se perderá gran número de especies de peces que tienen ahí su hábitat. Afectará fuertemente el desarrollo económico, y comportará el
riesgo de exceder la capacidad de adaptación de los sistemas más vulnerables. La salud de los seres humanos también se verá afectada por las olas de calor, incendios forestales, desnutrición (por menor producción de alimentos), expansión de enfermedades como la malaria y el dengue (los mosquitos que las propagan amplían sus rangos espaciales y temporales). Además, la pandemia del COVID ha avisado sobre el posible auge de enfermedades zoonóticas por medio de virus, hongos o bacterias. Con 4 ºC, los riesgos son superiores y generalizados. En palabras del que fuera presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, nada sospechoso de alarmismo anticapitalista, “tendremos un cuadro dramático de un mundo de fenómenos climáticos y meteorológicos extremos que causan devastación y sufrimiento humano”. En el período que va desde 2008 a 2018, ambos inclusive, hubo un total de 265,3 millones de personas desplazadas por desastres repentinos. Una media de 24,1 millones por año. En esa media, el 86% son desplazados por desastres meteorológicos (unos 20 millones por año) y el 14% por desastres geofísicos. Para hacerse una idea comparativa, el número de desplazados internos por conflictos bélicos representan una media de 7,5 millones anuales. La mayoría de estos desplazados internos por desastre medioambientales repentinos vienen produciéndose en el sur, este y sudeste de Asia: India, China, Bangladesh, Vietnam y Filipinas. No es necesario continuar. ¿Soluciones? ¿Las renovables y nuestra prudencia y racionalidad nos sacarán del apuro? 4. Las renovables y sus límites. Abandono completo de los combustibles fósiles, renovables cien por cien, mayor eficacia energética, algo menos de desa-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 81
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 82
estado de la cuestión
rrollismo, algunas pinceladas más... y a seguir más o menos coInsuficiente si consideramos la sustitución completa del actual mo hasta ahora. ¿Es eso? No es eso. consumo de energía no renovable. Para Turiel, entre las enerEnergías renovables son las que no se agotan con el paso del gías renovables, es la tecnología con más problemas (escasean tiempo. Por ejemplo, la energía hidroeléctrica, la geotérmica, la materiales para la fabricación de los paneles fotovoltaicos) y eólica y la solar8. Durante las últimas tres décadas, la energía peor rendimiento. Por otro lado, la energía solar de concentraeólica ha experimentado un despegue sin precedentes. ción permite que se alcance en un único punto grandes temRepresenta en la actualidad el 1% de toda la energía primaria peraturas que pueden ser usadas para producir vapor o mover que se produce en el mundo. Aun así, un 1% es un turbinas. No requiere materiales escasos ni de porcentaje muy escaso y, si tenemos en cuenta las una alta tecnología. Sin embargo, se trata de una diversas limitaciones de la energía eólica, es muy La transición instalación de gran envergadura que, al final, probable que nunca sobrepase el umbral del 5 o el 6% energética a las proporciona una cantidad de energía por metro del actual consumo de energía primaria. Requiere renovables cuadrado de ocupación que no es mejor que la además del consumo de grandes cantidades de enerimplica dejar de fotovoltaica y que es, además, más propensa a gía fósil: para la elaboración (acero, hormigón armasufrir las inclemencias del tiempo. do) de los aerogeneradores (un mástil de 40 metros crecer, ir hacia Veamos el asunto del coche eléctrico. Richard de altura y tres aspas de 20 metros de longitud), para economías de Herrington y algunos otros científicos británicos el transporte a los puntos de instalación, para las ex- ‘estado han calculado que, para reemplazar todos los cavadoras que preparan el terreno, para las repara- estacionario’ y coches del Reino Unido por vehículos eléctricos, ciones, para el desmantelamiento, etc. sin incluir camiones ni vehículos pesados, haeliminar toda La energía solar para la producción de electricidad rían falta al menos 207.900 toneladas de cobalto, representa actualmente menos del 0,5% del total de actividad 2,3 millones de toneladas de cobre, 264.600 tola energía primaria consumida en el mundo. Se seña- superflua. neladas de carbonato de litio y 7.200 toneladas la en ocasiones que la energía que nos llega del Sol es de neodimio y disprosio. Con cifras de 2018, solo casi 10.000 veces superior a la energía que consume para un país y suponiendo el uso de baterías actualmente la humanidad. Pero recordemos que el 80% del muy eficientes. De modo que, para un solo factor (el coche flujo electromagnético proveniente del Sol no se puede aproeléctrico) de la denominada transición ecológica, se necesitavechar: o llega con demasiado ángulo o se refleja en la atmósría casi el doble de la producción mundial anual de cobalto, la fera o, directamente, en la superficie planetaria. Por lo demás, casi entera producción mundial de neodimio, el 75% de la prono es verosímil construir parques fotovoltaicos en mares y ducción mundial de litio y, al menos, la mitad de la producción océanos, ni tampoco en desiertos o en zonas montañosas. Un mundial de cobre9. Situémonos a nivel global y empleemos datos tan oficiales estudio del GEEDS mostró que el potencial máximo fotovoltaicomo son los del Banco Mundial (BM). El 11 de mayo de 2020, co de la Tierra podría corresponderse con aproximadamente el el BM publicó el informe Minerals for Climate Action: The 25% de nuestro consumo vigente global de energía primaria. Mineral Intensity of the Clean Energy Transition, donde se describe qué se necesita para conseguir la transición energética, y detalla cuánto se debería aumentar la producción. Hacen falta, se afirma, 3.000 millones de toneladas de minerales y metales estratégicos: cobre, níquel, cobalto, litio, cromo, molibdeno, grafito, aluminio, indio, hierro, plomo, manganeso, neodimio, plata, titanio, vanadio y zinc, para desplegar la transición a eólica, solar y geotérmica. La producción de grafito, cobalto y litio, esenciales para el almacenamiento, debería aumentar un 500% hasta 2050 para hacer frente a la demanda de materiales para las tecnologías energéticas limpias que eviten el aumento de 2 ºC de la temperatura media de la biosfera. En síntesis: la corteza terrestre no ofrece metales y minerales suficientes para una supuesta transición ecológica planteada en términos de sustitución de los combustibles fósiles por
82 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
76-83 medio ambiente 8pp:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 17:59 Página 83
medioambiente
ñar todas las protecciones que queramos contra los potenciales escenarios de cambio climático, “pero no hay ninguna protección para un episodio sistémico”. Al carecer de la voluntad política de confrontar nuestro propio comportamiento, “estamos suponiendo que el cambio climático se puede abordar con una actualización mínimamente disruptiva y financieramente neutra –o inclusive rentable– del sistema operativo actual”. La pandemia de la COVID-19 nos ha advertido con claridad contra esta presunción■
Notas
renovables de alta tecnología, sin olvidarnos, por otra parte, la devastación de ecosistemas que supondría la intensificación de la actividad minera. Para Antonio Turiel, una estimación realista del potencial máximo que pueden proporcionar las energías renovables estaría entre un 30 y un 40% del consumo total mundial actual. Su análisis: la transición energética a las renovables implica forzosamente dejar de crecer, ir hacia economías de ‘estado estacionario’, incluyendo tres decenios de esfuerzo equiparables a una economía de guerra que eliminase toda actividad superflua y concentrase todos los recursos económicos en dicha transición. Se trata de una transición a nuevos sistemas de producción, distribución y consumo incompatibles con el actual sistema socioeconómico mundial. Este es el reto. De nuevo: socialismo democrático en armonía con la Naturaleza o desastre, muerte y destrucción. Si llegásemos a la segunda mitad del siglo XXI, ha señalado Jorge Riechmann, “habiendo logrado evitar un descenso demográfico catastrófico y estuviéramos en camino de construir sociedades mucho más sencillas, frugales e igualitarias, basadas en tecnologías intermedias robustas, que se olvidasen del PIB como supuesta medida de bienestar, que usan muchos menos materiales y energía, lo habríamos hecho lo mejor posible en las difíciles circunstancias actuales”. Esta perspectiva es la que viene sugiriendo llamar ecosocialismo descalzo. Katharina Pistor, profesora de Derecho Comparativo en la Facultad de Leyes de Columbia, nos ha advertido que la Tierra no nos rescatará cuando las cosas salgan mal. Podemos dise-
1. Según la Organización Meteorológica Mundial, la concentración de CO2, NH4 y N2O en la atmósfera no tiene precedentes en los últimos 3 millones de años. Recordemos, por otra parte, que sin esos gases que atrapan calor la temperatura de la superficie terrestre sería de -18 ºC. Su adecuada proporción es absolutamente imprescindible para la vida tal y como la conocemos. 2. Otra forma de computar nuestra hybris: según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y utilizando la unidad de medida CO2-e (CO2-equivalente), se han emitido, desde el inicio de la era industrial y hasta 2010, unas 2.000 Gt (1 Gigatonelada = mil millones de toneladas) de CO2-e. La mitad desde 1970. USA ha emitido hasta la fecha más CO2 que cualquier otro país del mundo. Son responsables del 25% de las emisiones históricas. 3. El valor máximo de 1980 fue parecido al de 1990, pero el alcanzado en 2001 fue ligeramente inferior. Los ciclos solares, desde 2003 en adelante, han resultado ser significativamente más débiles que los anteriores. 4. Micropartículas contaminantes con gran capacidad de penetración en el sistema respiratorio. Miden 0,0000025 m. de diámetro, entre 15 y 20 veces menos que el grosor de un cabello. 5. Ya se había acordado lo mismo en la COP15 celebrada en Copenhague seis años atrás, en 2009. 6. Los incrementos, por otra parte, no son homogéneos. En Cataluña, según Marc J. Prohom, del Área de Climatología del Servicio Meteorológico, “2020 ha tenido una anomalía de temperatura cercana a los 2°C respecto a la media del periodo preindustrial”. 7. Según estos acuerdos, teniendo en cuenta los 2 ºC a finales del XXI, o el preferible 1,5 ºC, ¿cuánto más GEI podemos arrojar a la atmósfera? El IPCC sostuvo en 2013 que para no superar los 2 ºC sería necesario limitar a unas 2.900 Gt las emisiones acumuladas. Se habían arrojado ya 2.000 Gt hasta 2010. Quedarían por tanto 900 Gt por emitir. Es decir, ¡en 90 años deberíamos emitir menos CO2-e que el que se emitió en los 40 años anteriores! 8. Estos tipos de energía sí se agotan con el paso del tiempo porque la materia del sol se está “quemando” y el sol acabará por extinguirse, de la misma manera que el interior de la Tierra acabará enfriándose. Pero, de hecho, estas fuentes energéticas se debilitan tan lentamente que pueden considerarse constantes, o 100% renovables. 9. Aproximadamente, la mitad de todo el cobre de las minas existentes ha sido ya extraído.
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 83
84-88 entre. CUesta:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 18:05 Página 84
estado de la cuestión
84 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
84-88 entre. CUesta:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 18:05 Página 85
medioambiente
Es el sistema, estúpido Entrevista a Alberto
Cuesta
Por Miguel Riera
¿E
s inevitable la catástrofe? Lo es, en la medida en que en realidad el sistema no quiere –no puede– evitarla. Es como tratar a un enfermo con parches medicinales cuando la única solución es la cirugía. Sin cambios radicales del sistema, el desastre está garantizado.
—¿Desde cuándo está alertando la ciencia de los efectos catastróficos del cambio climático? —Realmente las advertencias son bastante anteriores a lo que comúnmente se cree. Ya en 1896, el físico sueco Svante Arrehnius (premio Nobel de Química en 1903) advirtió de los efectos que podrían tener las emisiones de dióxido de carbono sobre la temperatura de la Tierra, con estimaciones sorprendentemente acertadas. Pero este aviso permaneció ignorado durante largo tiempo. Las mediciones sistemáticas sobre la concentración de dióxido de carbono atmosférico comenzaron en 1959 en el observatorio de Mauna Loa en Hawái. Sin embargo no sería hasta 1988 cuando dos hitos hicieron más visible la problemática climática ante la opinión pública: uno fue la comparecencia en el Congreso de los Estados Unidos de James Hansen, climatólogo jefe de la NASA, afirmando que el cambio climático había comenzado ya, y que había una relación causaefecto entre emisiones de gases de efecto invernadero y calentamiento observado; el otro hito fue la creación, ese mismo año, del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (más conocido como IPCC por sus siglas en inglés). Desde entonces las advertencias no han dejado de crecer.
–Hasta ahora han predominado más las recomendaciones que las medidas concretas y, cuando éstas han existido, han sido insuficientes. Como es sabido, la primera gran cumbre mundial para abordar la problemática del cambio climático se celebró en Kioto en 1997. Permíteme recurrir nuevamente a la cronología porque es importante situar esta cumbre en su contexto. Diez años antes, en el informe de las Naciones Unidas Nuestro futuro común se creó un nuevo concepto, el de Desarrollo Sostenible, que trata de hacer compatibles tres objetivos (crecimiento económico, justicia social y sostenibilidad medioambiental); este concepto se popularizó en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992, y posteriormente llegó el Protocolo de Kioto. Estos tres eventos, separados por una década, tienen en común el situarse en el contexto de un capitalismo triunfante frente al colapso soviético, y explica que las decisiones tomadas no cuestionasen el modelo de crecimiento económico (y por lo tanto de emisiones) en el que se basa el capitalismo. Por esta razón la lógica de las medidas a adoptar siempre ha estado bajo la lógica del capitalismo, y no han funcionado por varias razones.
—Mucho tiempo, desde luego. Recuérdanos por favor qué medidas concretas se han acordado en las últimas décadas entre los países más desarrollados –y por tanto más contaminantes– y cuál ha sido su grado de cumplimiento.
—¿Cuáles? —En primer lugar, como mencionaba antes, han predominado las recomendaciones sobre las medidas. En segundo lugar estas no han sido vinculantes, ni existen hasta la fecha (tampo-
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 85
84-88 entre. CUesta:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 18:05 Página 86
estado de la cuestión
co tras el Acuerdo de París de 2015) sanciones para los países que incumplan sus objetivos, las reducciones de las emisiones son voluntarias por parte de cada Estado. Las medidas más concretas han consistido en los llamados Mecanismos de Desarrollo Limpio, que son una suerte de créditos de carbono. Lo explico con un ejemplo tomado de Luis González Reyes: si en un país empobrecido se acomete una instalación con altas emisiones, una empresa de un país desarrollado puede proponer allí la instalación, por ejemplo, de un parque eólico con menos emisiones. Esto permite a esa empresa tener unos bonos por la reducción de emisiones en el país empobrecido, que le permite poder aumentar las suyas, además de presumir de ser verde, y mejorar su cotización en bolsa.
La ingeniería climática pretende, además de salvar el mundo, salvar el capitalismo.
En realidad es una trampa al solitario; recuerda también que el Protocolo de Kioto es tan solo tres años posterior a la creación de la Organización Mundial del Comercio en 1994, que conllevó la aceleración de la globalización y la deslocalización industrial hacia los países empobrecidos. Para los países desarrollados es posible presentar un historial (moderado) de reducción de emisiones ya que gran parte de lo que consumimos se produce fuera, y las emisiones computan en el lugar de origen. Por ejemplo, casi la mitad de las emisiones de China se destinan a satisfacer el consumo de los países desarrollados occidentales. Sin embargo hay otra causa, forzosa, de la reducción de las emisiones en los países desarrollados desde 2007, la llegada del pico del petróleo convencional a nivel mundial.
Es evidente que una reducción de la radiación solar afectaría al funcionamiento de todos los ecosistemas. —Es decir, que en realidad todo lo que se ha hecho es proponer paliativos sin entrar en el fondo del asunto. ¿Es así? —Es así. Como afirmas, la cuestión es el fondo del asunto. El cambio climático es un efecto de algo, pero ¿cuál es la causa? Como sucede en medicina no podemos eliminar los síntomas si no actuamos sobre la causa de la enfermedad. Establezcamos una relación causal bastante elemental. ¿Qué causa el calentamiento global? El aumento de emisiones de gases de
86 /El Viejo Topo 400/ mayo 2021
efecto invernadero. ¿Por qué aumentan las emisiones? Por el incremento de la quema de combustibles fósiles. ¿Por qué ha aumentado la quema de estos combustibles? Porque son imprescindibles para el continuo crecimiento económico que necesita para perpetuarse el sistema productivista capitalista. Como afirma Jorge Riechmann “el síntoma se llama calentamiento climático, pero la enfermedad se llama capitalismo”. Abordar en serio la lucha contra el cambio climático, es decir, abordar en serio la supervivencia de buena parte de la humanidad significa asumir que debemos abandonar de inmediato el sistema capitalista. El informe sobre la disparidad en las emisiones de 2019 de Naciones Unidas advierte que para no superar un aumento de la temperatura de 1,5 grados respecto a la época preindustrial (estamos ya en un incremento de 1,2 grados), debemos reducir a nivel global un 55% nuestras emisiones en tan solo una década y, por justicia histórica, hacerlo en una proporción mayor en los países desarrollados. Esa es la receta, pero nadie está dispuesto a cumplirla. —Entonces, de no producirse el derrumbe del capitalismo, ¿estamos abocados a sufrir las consecuencias del cambio inexorablemente? —No es necesario un derrumbe del capitalismo (o en general de todo el productivismo orientado al crecimiento que incluye también al modelo chino, le llamemos como le llamemos), también es posible una salida voluntaria y organizada del actual sistema, que es lo que propone el decrecimiento. Lo que es evidente es que el crecimiento de la economía implica un incremento del consumo de materiales y de energía, que redunda en un mayor calentamiento del planeta. Remito nuevamente a Jorge Riechmann: ¿Cómo solucionar la crisis económica? Consumiendo más, ¿cómo solucionar la crisis ecológica? Consumiendo menos. Por lo tanto, no hay solución a la crisis dentro del sistema capitalista. La pandemia nos está enseñando cómo el credo del crecimiento económico se impone sobre la vida de las personas. José David Sacristán tiene una frase lapidaria al respecto sobre la tenacidad del sistema capitalista por perpetuarse: el sistema no cambiará porque se destruiría, pero se destruirá porque no cambia. Es necesario construir otro modelo de sociedad que se relacione de otro modo con la realidad a todos los niveles. Tendremos que cambiar, desde ya, por las buenas o por las malas. —Sin embargo, lo que en realidad sucede es que no se hace nada en serio para combatir a fondo el calentamiento, y en cambio se pone el esfuerzo en la ingeniería climática, lo cual señala a mi juicio los verdaderos objetivos del sistema. Hablando de ingeniería climática, ¿puedes indicarnos cuáles
84-88 entre. CUesta:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 18:05 Página 87
medioambiente
rables variables complejas entre sus organismos, frente a estas intervenciones. Aunque fuesen posibles estas tecnologías, que creo que no lo son ni técnica ni económicamente, sus resultados no se verían sino a largo plazo (tiempo del que no disponemos), y es más, es probable que contribuyesen aún más al desequilibrio de los ecosistemas. Hay que tener en cuenta que el planeta Tierra, debido a la colaboración de todos los seres vivos, autorregula su temperatura, con tecnologías infinitamente superiores y más eficientes de las que disponemos nosotros, y que se han ido implantando a lo largo de unos dos mil millones de años. De modo que la geoingeniería climática no es más que propaganda de una sociedad tecnólatra, que cree que nuestra tecnología puede solucionar en unos pocos años los problemas climáticos creados, que la Tierra, mucho más poderosa y eficiente tardará muchos siglos en equilibrar. Se cuentan noticias de esta índole, al igual que otras como la colonización de Marte, para tranquilizar a la opinión pública bajo el paraguas (o sombrillas) de nuestra omnipotencia, y mantener el statu quo.
son sus principales campos de investigación? —Existen varias líneas de investigación en cuanto a ingeniería climática, las dos principales son la captación de dióxido de carbono de la atmósfera para su posterior almacenamiento en el subsuelo, y el intento de reducir la radiación solar que llega a la Tierra, por ejemplo mediante reflectores como gigantescas “sombrillas” o espejos en el espacio. Sin embargo estas propuestas adolecen de varios defectos. El primero sería (en el supuesto poco probable de que fuesen viables tecnológicamente) cuánta energía e inversiones billonarias se necesitarían para hacerlo. Pero la cuestión más importante es de índole faústica. Creemos en nuestra soberbia que lo conocemos todo, y sin embargo no disponemos del conocimiento de cómo reaccionaría el sistema Tierra-Vida (tal vez Gaia) con inconmensu-
—Dicho de otro modo: la ingeniería climática pretende, además de salvar el mundo, salvar el capitalismo. Quizá por ello Bill Gates está financiando un proyecto que consiste en sembrar la atmósfera de partículas de carbonato cálcico para impedir la llegada a la tierra de parte de la radiación solar. También China está intentando, creo, abrillantar las nubes. ¿Sabes si hay otras líneas de investigación en marcha? —Sí, otras propuestas son la fertilización de los océanos con nutrientes para hacer crecer el fitoplacton y así aumentar la captura de dióxido de carbono, o la liberación de aerosoles en la estratosfera con compuestos sulfúricos para reducir la radiación solar. Pero repito estas ideas son parte de un proyecto faústico difícilmente ejecutable y, de serlo, con unas consecuencias absolutamente impredecibles. Por ejemplo un aumento de la cantidad de azufre en la estratosfera podría afectar gravemente a la capa de ozono. O sin entrar en tecnicismos, es evidente que una reducción de la radiación solar afectaría al funcionamiento de todos los ecosistemas. No creo que la ingeniería climática pretenda salvar el mundo, ya que la
El Viejo Topo 400/ mayo 2021/ 87
84-88 entre. CUesta:memoria polo, 6pp copia 16/4/21 18:05 Página 88
estado de la cuestión
Tierra siempre se recupera por sí misma, creo que trata de aparentar disponer de un poder tecnológico, que realmente no tiene para tranquilizar a la opinión pública y que ésta no ponga en tela de juicio al sistema capitalista. —Así pues, el panorama es negro, negrísimo. Parece que se pretende poner parches, como sustituir los vehículos que consumen derivados del petróleo por los eléctricos, y restringir mínimamente la utilización de plásticos, etc. Algo evidentemente insuficiente. ¿Hemos de resignarnos a esperar el advenimiento de la catástrofe? ¿Qué podemos hacer para evitarla? —El descenso en la disponibilidad de energía y el calentamiento global marcan, sin duda el final de una época. El cambio será bastante rápido en términos históricos, pero más paulatino a escala vivencial, tal y como vamos experimentando desde 2008. Pero no hemos de resignarnos a un futuro catastrófico. La crisis energética y climática determinan lo que no podemos seguir haciendo, pero deja un futuro abierto a otras posibles formas de vivir. No hay que olvidar que el actual sistema está basado en la explotación de la naturaleza y de las personas, y en grandes desigualdades,
88 / El Viejo Topo 400/ mayo 2021
injusticias y conflictos armados. Este sistema de explotación puede que sea más difícil de mantener en un mundo con menor disponibilidad energética, de modo que puede ser un alivio para muchos lugares del mundo. Sobre el derrumbe del ac tual mo delo surgirán otros nuevos. No va a suceder lo mismo en todos los lugares, y aquellos que ha yan construido previamente un mayor tejido social tendrán más posibilidades de construir sociedades emancipadoras. En cuanto a ¿qué podemos hacer? El futuro pasa irremediablemente por una menor riqueza material en los países desarrollados, que se puede compensar con una mayor calidad de las relaciones sociales. En este sentido debemos decrecer materialmente, diferenciando lo necesario de lo superfluo, y redistribuyendo la riqueza. La
La principal consecuencia que traerá la merma de energía fósil será un derrumbe del transporte mundial. No podemos eliminar los síntomas si no actuamos sobre la causa de la enfermedad.
principal consecuencia que traerá la merma de energía fósil será un derrumbe del transporte mundial, con lo cual habrá que relocalizar la producción, dando prioridad absoluta a la producción de alimentos. Para ello será necesaria una reprimarización de la economía y del trabajo, y una recuperación del mundo rural. Decrecimiento, relocalización y ruralización deben ser los pilares de una sociedad resiliente basada en el apoyo mutuo ■
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 89
Libros SOBRE UN ILUSTRE CARTERO LA BARBARIE DE LA IGNORANCIA. CONVERSACIÓN CON ANTOINE SPIRE George Steiner Trad. Pablo Hermida. Alfabeto, Madrid 2021. 107 pp.
El periodista Antoine Spire, redactor de Matin de Paris y productor en France Culture durante más de veinte años, donde dirigió el programa Staccato, mantuvo una larga conversación con George Steiner en enero de 1997, que, sumada a otra más breve del 8 de diciembre de 1998, para Staccato, conforma este breve y delicioso libro. Un pequeño homenaje a ese humanista impenitente, fallecido en Cambridge el año pasado, que fue George Steiner. Steiner nació en París, en 1929, pero sus orígenes eran los de la gran cultura centroeuropea del cambio de siglo. Sus referencias culturales y familiares son las que caracterizaron a la Viena efervescente que sirvió de crisol a la última modernidad intelectual, la que cobijó a Freud y dio paso a las vanguardias artísticas, a la renovación del pensamiento y la pintura contemporáneas. Steiner es un hijo de la alta cultura europea y un continuador de ese linaje. Educado en varios idiomas, tutelado por unos padres que le introducen en la mejor tradición cultural de la época, acostumbrado a la disciplina que exige el conocimiento riguroso, George Steiner se aproxima a la figura del sabio, mas de un sabio no exento de polémica. Inevitablemente elitista, Steiner, con cerca de setenta años durante las entrevistas, parece estar dispuesto a conocerlo todo, pero se enfrenta a los límites con los que cualquier persona topa: la edad y la inabarcabilidad de la experiencia. No entiende los nuevos fenómenos de masas, las nuevas músicas. Y es lógico. Prefiere a Bach,
prefiere su mesa de trabajo, los auditorios repletos de jóvenes que escuchan atentamente sus palabras. Tiene derecho a ello: se ha ganado su puesto entre los mejores críticos de la segunda mitad del pasado siglo. Es un lector atento, un intérprete riguroso y expresivo, un mediador privilegiado, pues es consciente de que él no es el centro de atención. Lo explica con una cita, con una anécdota, una de las tantas que para deleite del lector prodiga. Pushkin decía: “Vosotros los profesores, los críticos, sois los carteros; lleváis las cartas y eso está muy bien. Yo las escribo”. Y jamás, certifica el parisino, deben confundirse ambas cosas. Reconoce que es duro, pero igualmente, es cierto, es su empeño, su satisfacción. Spire, quien reconoce en el prefacio la escasa simpatía que, en principio, profesaba al crítico, luego queda atrapado por su cortesía, por su educación y su envolvente discurso. El periodista trae a colación a Heidegger, una figura humanamente viscosa pero filosóficamente ineludible, a la que Steiner admira como filósofo y reprueba moralmente, y que provoca, como cuenta en el epílogo Spire, la furia del intelectual, que incluso duda si abandonar la entrevista. Y hablan de judaísmo, de la vida del erudito, de sus influencias, su padre, su obra. Y de los tiempos actuales, del pesimismo de Steiner que no ve en el horizonte nuevas gran-
des obras que continúen esa espléndida tradición a la que ha dedicado su vida. Apenas rozan la política, pues lo que Steiner ama son las palabras, la música, el arte. Y si en ocasiones parece ser pesimista sobre el futuro del gran arte, en otras se George Steiner muestra optimista, eufórico, al narrar otra anécdota, la de una prisionera soviética que, sabiendo de memoria el Don Juan, de Byron, prácticamente lo tradujo así, sin apoyo alguno, al ruso, dando lugar a la traducción que se lee habitualmente allí de la pieza. Y asegura, como consecuencia, que “el espíritu humano es indestructible”, que “la poesía puede salvar al hombre”, y que “tenemos que sentirnos muy felices”. Hay al menos dos Steiner, como vemos en estos diálogos: un Steiner que rezuma esperanza, que la necesita para ser profesor, para profundizar en sus investigaciones, y un Steiner que desprecia el optimismo ilustrado, que se burla de la ingenuidad de la izquierda progresista confiada en la mejora de la humanidad. Está el Steiner que se arrebata pensando en lo proeza filosófica de Heidegger, y el crítico que se pregunta desolado cómo es posible que la cultura, que la gran cultura de la que es devoto, no solo no haya podido someter la barbarie y la brutalidad que la historia nos muestra, sino que, a menudo, haya sido su ornamento, su filigrana, su voluta. Pero atrapado en esa paradoja, el escritor no se arredra: a su edad, se ha ganado ese derecho. Y el lector le adivina sonriendo socarrón. El escritor define lo que es un clásico, que se lee y se relee, en un acto carnal; defiende el “coraje de sus prejuicios”, la “gramática de la esperanza” de las lenguas, y, para finalizar, el periodista cita al
El Viejo Topo 400 / mayo 2021 / 89
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 90
Libros
propio Steiner, en Errata: “En cuanto un joven o una joven haya estado expuesto al virus de lo absoluto, en cuanto haya visto, oído, olido la fiebre en aquellos que persiguen la verdad desinteresada, sub-
sistirá algo de esa incandescencia residual”. Es, a la postre, la versión optimista, esperanzada, de un crítico sagaz, de un “cartero” fundamental en esa, a menudo, ingrata labor de transmitir el pen-
samiento, el arte, la gran literatura, en un mundo sometido al imperio de lo efímero, de lo banal, de lo inmediato.
rarios que pudieron dar pábulo a la leyenda: “El bibliómano o el nuevo Cardillac”, publicado en la Gazette des Tribunaux y detonante del bulo; “Bibliomanía”, de un casi adolescente aún Flaubert; “El bibliómano”, del visionario Charles Nodier, quien, siguiendo las pesquisas del estudioso catalán, podría muy bien ser el anónimo autor del artículo que inaugura la leyenda; y “Mademoiselle de Scúdery”, del fantasioso y fantástico E.T.A Hoffmann, el cuento más extenso y, muy probablemente, la inspiración que auspició todo el engaño. Estos cuentos son ya un reclamo suficiente para interesarse por el libro, pero el trabajo de Ramon Miquel i Planas no desmerece en absoluto. Al contrario, su presentación de la leyenda es impecable, y su esfuerzo de clarificación un dechado de rigor, claridad y exposición precisa y exacta. Un auténtico modelo de escritura e investigación. El tema es sugerente y macabro: un antiguo monje barcelonés, dedicado al negocio de los libros viejos y antiguos, que acumula tal pasión por ellos que termina quemando las librerías de sus rivales y asesinando a los compradores de sus piezas más valiosas para, a continuación, robárselas y recuperarlas. No existió nunca el tal Vicents, como de-
muestra nuestro detective, pero el personaje fue tan verídico que pasó por ser real. Otra muestra, tal vez, de la capacidad que tienen los libros, en nuestro imaginario social, ya desde don Quijote, para provocar locura en quien los frecuenta sin tasa y sin medida. No hay que olvidar que, en este caso, como le sucediera a ese otro obcecado amante de los libros que fue Mendel, el trágico personaje de la exquisita nouvelle de Zweig, el obseso no sabe casi ni leer. No le interesa lo que los libros expresan realmente, sino que su desmedido amor es a los puros objetos: a su tacto, a su olor, a su rareza. Vicents quiere ser el único dueño, celoso de su posesión hasta el punto de matar por ella, de la obra selecta, preciosa, rara, que enriquece su colección. No es, por tanto, un sabio: es un coleccionista perverso. De la mano de Ramon Miquel i Planas recorremos la historia de la España decimonónica, conocemos detalles de la vida de Charles Nodier y recuperamos el pintoresquismo de Mérimée, en busca de los orígenes de una leyenda bibliófila, barcelonesa y violenta que hará las delicias de los lectores que se embarquen en este viaje con aroma de otros tiempos.
Antonio García Vila
AMOR POR LOS LIBROS:
DE LA FASCINACIÓN A LA LOCURA EL LIBRERO ASESINO DE BARCELONA Ramon Miquel i Planas Piel de Zapa. Barcelona, 2020, 233 pp.
Es un indudable acierto la decisión de Piel de Zapa de ofrecer este peculiar libro, un regalo para los bibliófilos y los aficionados a la literatura y a la erudición. Su autor, Ramon Miquel i Planas, nacido en 1874 y muerto justo a mitad del pasado siglo, fue uno de los más destacados editores catalanes. Especialista en la cultura catalana moderna, también fue responsable de la divulgación de textos medievales. Presidente del Instituto Catalán de las Artes del Libro, miembro de la Asociación Catalana del Libro, responsable de la “Biblioteca Catalana” y de “Històries d’altres temps”, en 1928 confeccionó un trabajo al tiempo erudito y novelesco. Un estudio que desvelaba un misterio, generaba una intriga y resolvía un caso; fue La leyenda del librero asesino. Leyenda porque, al fin y al cabo, a pesar de la apariencia de veracidad, el caso tratado del monje bibliófilo y criminal, no se sostenía en ningún hecho comprobable. Y Ramon Miquel i Planas los comprobó todos, con minuciosidad de entomólogo. El resultado de sus indagaciones, de la encuesta, es lo que dio a conocer en el libro que vio la luz en los años 20, y a esa labor detectivesca, rigurosa y muy entretenida al tiempo, se suman ahora, en la estupenda edición de Josep Sarret, los textos lite-
90/ El Viejo Topo 400 / mayo 2021
Antonio García Vila
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 91
Libros
MUCHÍSIMO MÁS QUE UN SEGUNDO VIOLÍN FRIEDRICH ENGELS. EL BURGUÉS QUE INVENTÓ EL MARXISMO
Michael Krätke Trad. e Introducción de Àngel Ferrero. Bellaterra, Barcelona 2020. 169 pp.
Un breve (e innecesario) apunte sobre el autor de este libro (de título poco afortunado en mi opinión), que merece ser leído y estudiado: consejero científico de la Fundación Rosa Luxemburg, de ATTAC y de la nueva edición crítica de las obras completas de Marx y Engels (MEGA), Michael Krätke, miembro también del consejo editorial de sin permiso, ha sido profesor de economía política de la Universidad de Amsterdam y de la de Lancaster. Se anuncia un nuevo libro suyo: El proyecto inacabado de Karl Marx: ¿qué hacer con El Capital en el capitalismo actual? La composición de este Friedrich Engels: Introducción, tres capítulos, bibliografía, tres apéndices y datos biográficos. Los capítulos: 1. “Friedrich Engels o cómo un burgués inventó el marxismo”. 2. “Friedrich Engels y las grandes transformaciones del capitalismo”. 3. “Federico el grande”. La idea central de este justo y necesario homenaje al autor de La situación de la clase obrera en Inglaterra, en el año del bicentenario de su nacimiento, se recogen en las palabras con las que Krätke abre su primera aproximación: no habría Marx sin Engels. La idea de que Engels no entendió, o no entendió bien, a Marx, cometiendo graves errores en su interpretación, es un infundio (Krätke salva a Samuel Hollander del ensordecedor coro de denigradores de Engels). Marx quedó profundamente impresionado por el texto de su joven amigo (24 años): “Esbozo
de una crítica de la economía política” (1844). Lo cita varias veces en El Capital. Sin Engels, Marx no habría pasado tan rápidamente de la filosofía idealista alemana a la economía política. Sin Engels, “Marx no hubiera conocido el socialismo y el comunismo contemporáneos ni tan rápido ni tan profundamente”. Sin Engels, Marx hubiera tenido muchas más dificultades para contactar con el movimiento obrero de su época. Sin su más que amigo y compañero, “Marx habría metido la cabeza en el nuevo mundo del capitalismo industrial mucho más tarde”. Sin Engels, “el Manifiesto del Partido Comunista posiblemente jamás se hubiera escrito”. Sin Engels, nos recuerda Krätke, “Marx apenas habría conseguido en los años revolucionarios de 1848 y 1849 convertir la Nueva Gaceta Renana en el principal portavoz de los demócratas radicales”. Sin Engels, la familia Marx no hubiera podido sobrevivir en el exilio británico. Sin Engels, “Marx no hubiera tenido ningún éxito como periodista y como corresponsal del periódico con mayor tirada del mundo de la época, el New York Daily Tribune”. Sin el compañero de Mary Burns, la principal obra de Marx no se hubiera escrito. Sin los denotados esfuerzos de Engels, no hubiera aparecido en primer libro de El Capital en septiembre de 1867, “quizás ni se hubiera publicado en vida de Marx”. Sin “Friedrich el grande” (la broma es de Krätke), hubiera sido muy, muy difícil que se hubieran publicado el segundo y el tercer libro de El Capital después del fallecimiento de Marx (que nunca ocultó su admiración por él). Sin Engels, “no hubiera existido en Europa ningún movimiento
obrero socialista que, al menos en Alemania, Austria y Suiza, seguía a Marx”. Sin Engels, en definitiva, no hubiera existido la tradición político-filosófica marxista. Marx, con total seguridad, supo que Engels era mucho más que un talento o un segundo e interesante violín, y sabía bien que no hubiera llegado muy lejos sin él. Basta pensar en las referencias a la obra de Engels en su gran clásico. Michael Krätke nos desasna del antiengelsismo que casi todos llevamos encima y da cuenta documentada de diferentes aspectos de la vida y de las más
Michael Krätke
importantes aportaciones de Engels. Para abrir apetito lector, una breve selección de las enseñanzas de Krätke: 1. Sobre Dialéctica de la Naturaleza. En 1925, nos recuerda, “apareció un libro con el título de Dialéctica de la Naturaleza, que Engels nunca escribió. Se trataba de una antología escrita por los editores a partir de fragmentos, anotaciones y manuscritos incompletos de Engels”. Engels, en su opinión, “nunca habría publicado sus manuscritos y borradores incompletos de la forma en que se hizo”. El marxismo-leninismo promocionó Dialéctica de la Naturaleza “como un clásico que había que sentar los cimientos del llamado materialismo dialéctico. Nada que ver
El Viejo Topo 400 / mayo 2021 / 91
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 92
Libros
con Engels, quien, al final de su último manuscrito, anotó: Revisar a fondo todo esto” (pp. 37-38). 2. La edición del segundo y tercer libro de El Capital. Tras la muerte de Marx, comenta Krätke, “Engels pudo permitirse una observación más precisa del estado de la cuestión. Dedicó días y semanas enteras a examinar el legado de su amigo”. La cantidad de documentos que encontró fue de tal magnitud “que decidió prolongar el alquiler de la casa de Marx un año más parta poder ordenar con calma y cuidadosamente todos sus papeles. Creó listas y directorios con el fin de ordenar debidamente las pilas de manuscritos y apuntes existentes” (p. 41). Su primera preocupación no tardó en aparecer: “¿Dónde estaban los más importantes?, ¿dónde se encontraban los manuscritos del segundo y tercer libro de El Capital?”. Gracias a Helene Demuth, la incomprendida o menospreciada, dio “Engels con el manuscrito y, con él salvaguardó el mayor tesoro de todos”. Para Krätke, pocos marxólogos mejor informados y ubicados que él para emitir un juicio así, “quien quiera ver con ojos limpios constatará que las formulaciones de Engels coinciden en todos los casos con las intenciones de Marx”. Una de sus ilustraciones, sin duda muy sustantiva: la ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia. 3. Sobre el Anti-Dühring. Krätke nos recuerda que “Marx respaldó por completo el proyecto. A él pertenece todo un capítulo sobre la historia de la teoría económica”. La participación activa de Marx en el clásico engelsiano es, para quienes desprecian (que no son pocos) el trabajo de Engels, “un asunto más bien embarazoso. De ser cierto que Marx conocía el texto y estaba de acuerdo con este tipo de compendio de sus puntos de vista,
92/ El Viejo Topo 400 / mayo 2021
que incluso apoyó activamente el proyecto, el apreciado mito de Engels, el zote que nunca entendió al genial Marx, se tambalea” (p. 49). Recordemos que en idénticos términos se manifestó entre nosotros Manuel Sacristán ya en 1964, en su prólogo para su traducción castellana del Anti-Dühring. 4. Historicidad y autocrítica. Krätke sostiene que “Engels fue claro sobre la duración limitada de los diagnósticos científicos de su época, y así lo muestran los prólogos y nuevas ediciones y traducciones de las obras de Marx y sus propios textos, que prolíficamente escribió en sus últimos años”. No se cansó de explicar, añade, “el contexto histórico en el que surgieron los textos que más tarde fueron declarados “clásicos” y supuestamente intocables, como si se tratase de escrituras sagradas”. Engels subrayó sin avergonzarse, otro de sus grandes atributos como intelectual comprometido, “cuántas veces y con cuánta frecuencia él y Marx se habían equivocado: no nos habíamos formado aún lo suficiente, lo habíamos escrito para “aclararnos nosotros mismos”, apenas teníamos una idea y la historia nos ha contradicho en todo”. En aparente paradoja, son palabras de Krätke, “Engels inventó el marxismo y, sin embargo, no era marxista. Se puede decir que era un revisionista y que, siéndolo, estaba en buena compañía” (p. 61). 5. Leer a Engels en el siglo XXI. Usando expresiones de Lakatos, Krätke apunta que “las diversas exposiciones del programa de investigación conjunto –escrito en los últimos años de su vida, en no menos de cuatro intentos– son mucho más iluminadoras que los trabajos más breves de Marx”. Desde su punto de vista, “las formulaciones más avanzadas e incomprendidas de lo que más tarde se llamaría “materialismo histórico” se en-
cuentran en Engels, no en Marx. Quien quiera saber cómo Engels vio en su vejez el programa de investigación que había redactado Marx en 1845-1846 en forma polémica, debería leer la conclusión a su escrito sobre Ludwig Feuerbach y el fin de la economía clásica alemana de 1866” (pp. 134-135). Para nuestro autor, allí se encuentra el esbozo más extenso de “la interpretación de la historia de Marx” que tenemos de los dos grandes clásicos. “Allí Engels expresó de la manera más certera en qué debería consistir la nueva dirección de la historia social positiva, empírica e histórica: en el intento de comprender “toda la historia de la sociedad” con la ayuda de la “historia del desarrollo del trabajo [como] clave”. Consideración final: en el tercero de los textos, señala Àngel Ferrero en la introducción, “Krätke aborda la capacidad fuera de lo común de Engels para tratar un amplio abanico de temas, desde la ecología… hasta la teoría política y la evolución de la estrategia militar, un campo que puede que sorprenda ver en esta lista a algunos lectores, pero en el que el autor de La situación de la clase obrera en Inglaterra fue considerado un importante e influyente en su día”. El arco de conocimiento del General parece casi inabarcable. No hay que perderse las notas al pie de página; no son meramente indicaciones bibliográficas. Hay en ellas hipótesis y sugerencias de interés. En mi opinión, hubiera ayudado a los lectores la inclusión de un índice nominal y conceptual. El libro, un libro, como les decía, para releer y estudiar, también en seminarios, está dedicado a la memoria de Antoni Domènech. También esta reseña.
Salvador López Arnal
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 93
Libros
EXPERIENCIAS ACTUALES DE DEMOCRACIAS DELIBERATIVAS LA DEMOCRACIA ES POSIBLE. SORTEO CÍVICO Y DELIBERACIÓN PARA RESCATAR EL PODER DE LA CIUDADANÍA.
Ernesto Ganuza y Arantxa Mendiharat Prólogo de Jane Mansbridge. Consonni, Bilbao, 2020. 172 pp.
Estupendo y claro este libro, que se basa en experiencias en muchas partes del mundo (sobre todo de los países más enriquecidos) sobre las nuevas formas que vienen a complementar los fallos de las democracias en que vivimos. Hay referencias a las documentadas experiencias en este siglo de las Asambleas Ciudadanas en Irlanda, Canadá u Holanda, por ejemplo. También se refieren y describen los Registros de Iniciativas Ciudadanas de Oregón (USA), o las experiencias del Observatorio de la Ciudad del municipio de Madrid, o de la región este de Bélgica, basados en muestras y sorteos para que la población civil pueda entrar a tomar decisiones de políticas públicas. Pudimos participar en la facilitación de una Asamblea Comunitaria que pretendía reunir a 1.000 personas de la base social de Madrid en 2017, y desde esa experiencia y de otras con cientos de personas (divididas en grupos pequeños deliberativos) en variadas ciudades, nos atrevemos a calificar este libro como innovador y conveniente para muchos políticos y movimientos sociales. El tema es importante ante los problemas que presentan las democracias que seleccionan a sus élites mediante partidos y sistemas de competición electoral. El libro hace una crítica de estos sistemas pero presenta las nuevas metodologías como complementarias, no tanto como
Arantxa Mendiharat
sustitutivas. También advierte del “regalo envenenado” que suponen las “redes digitales”, basándose en el “teorema de la polarización” (pg. 48), es decir, que la moda de usar las redes digitales para plebiscitar decisiones de partidos y gobiernos se acaban polarizando las opiniones, lejos de que haya unas deliberaciones democráticas, constructivas e inclusivas. Es un libro con documentación y ejemplos de propuestas muy pragmáticas que deberían hacer perder el miedo a gobernantes y a movimientos sociales para el avance hacia democracias más legitimadas y cercanas a la gente. En el libro hay importantes avances que debemos señalar. En algunos casos (como el de Irlanda) se trató de sacar adelante decisiones que los partidos no se atrevían a tomar mediante una deliberación y amplia consulta ciudadana, que legitimó la legislación posterior. Desde la experiencia se trata de hacer funcionar Observatorios o Laboratorios cívicos donde se puedan hacer deliberaciones entre profesionales expertos en determinados temas y personas del común (mediante “muestras” de tipo representativo y sorteos) que puedan abordar temas candentes, como podría ser la actual pandemia, o la polarización de soluciones territoriales, la elaboración de una
Constitución, y otros asuntos que no se queden en que unos le imponen a otros un 51% de votos, y se perpetúen los enfrentamientos hasta los extremos más partidistas. En las páginas 138 y 140 se dan cifras de la participación de los RIC de Oregón entre 2010 y 2014, y nos confirman que es clave que la comunicación pase por un 25% de la población (lo que son los “nodos retransmisores o comunicadores”) que no va a estar asociada o acude a reuniones, pero que su opinión es clave para la opinión pública de base (esa mayoría silenciosa de un 50-60%) que en general no tiene opinión formada sino que la consulta con sus “nodos” de referencia en los diversos tejidos sociales en que hace su vida cotidiana. Nuestros estudios del 15 M, o de algunos procesos electorales, o simplemente de un barrio, nos indican que solo un 0,1% son los activistas, que quien acude a reuniones no pasa del 1 o 2%, y que sin embargo la gente suele decir que allí “estaba todo el mundo” aún con esas cifras. Y eso es porque para esas proporciones suele darse una diversidad de personas de base que justifica posibles debates, deliberaciones y procesos inclusivos cuando se llega a algunos acuerdos básicos. Es el avance significativo de “el teore-
El Viejo Topo 400 / mayo 2021 / 93
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 94
Libros
Ernesto Ganuza
ma de la predicción de la diversidad” (pág. 69), es decir, que la “inteligencia colectiva” no depende tanto del “número de personas como de su diversidad”. No se trata por tanto de juntar a mucha gente (como en un campo de fútbol o un mitin) donde se dan por supuestas las fidelidades, sino de mezclar en una diversidad creíble personas dispuestas a debatir y deliberar para llegar a ciertos acuerdos y propuestas razonables. Es posible partir de polarizaciones que ya existen en la sociedad, pero estas experiencias indican que se puede cambiar de opinión y acercarse a soluciones más inclusivas, cuando se cuenta con nuevas informaciones profesionales y debates colaborativos. Todos ganan en legitimidad en la medida en que se previenen las corruptelas del poder y la gente puede ver la transparencia con que se argumenta desde el sentido común, y no desde intereses partidistas. Para ello hace falta un proceso claro y con controles, no es un simple sorteo para que la gente diga lo primero que se le ocurra y se pongan a pelear sin más. Ya existen abundantes metodologías para la participación en pequeños y grandes grupos, y el papel de los/as facilitadores/as pasa a ser clave en estos procesos. Por ejemplo, en una sucesión
94/ El Viejo Topo 400 / mayo 2021
de sábados de un mes o varios meses, se puede pagar una cantidad compensatoria a aquellas personas que resulten escogidas y voluntariamente acepten formar parte de estos grupos de “paneles ciudadanos”. Algo parecido a los “jurados” para algunos casos de juicios, generalizados en muchas legislaciones. Cada año se pueden abrir varios tipos de asuntos que pasen a ser deliberados por este sistema, en grupos pequeños y en plenarios grandes de propuestas cívicas, entre expertos profesionales del tema y gentes de la base social que representan el sentido común de la calle. Luego el abanico abierto de propuestas se pueden acabar de legitimar con unas consultas o referéndum abiertos (como en Suiza o en algunos estados de Norteamérica). Hay diversos límites que también se señalan en este libro (pág. 147 a 151). Y de ahí surgen algunas preguntas adicionales que aún debemos ir debatiendo y experimentando. Por ejemplo, no queda claro: ¿quién es preferible que inicie el proceso en cada caso, las temáticas que se deben debatir, y quién formula las preguntas iniciales? Es decir, quién marca la agenda, y en qué medida todo esto depende del gobierno, del parlamento, o de un laboratorio independiente. Además ¿cada uno de los temas que se aborden se pueden tratar de reducir a un dilema entre dos posiciones que presentar a la población, o bien abrir a una variedad de posibilidades, para que no sean tan solo blanco o negro? ¿puede haber propuestas más matizadas según lo casos realmente posibles? De esta manera también ¿serían convenientes hacer “votaciones ponderadas”, es decir,
que cada persona pueda distribuir sus puntos entre los varios apartados de las distintas opciones? Se están abriendo en todo el mundo nuevos procesos para la toma de decisiones en políticas públicas que van más allá de las formas habituales de legitimación. En este caso es un libro de divulgación que se lee fácil y rápido y muy centrado en los países del Norte. Hay otras experiencias en varios países del Sur que también vienen aportando experiencias desde nuevas legitimidades ciudadanas, como son los presupuestos participativos o la planificación descentralizada. Es cierto que bastantes de los llamados presupuestos participativos han retrocedido a formas no tan legitimadoras como lo eran en el primer Porto Alegre (o en la primera experiencia aquí de Sevilla), o que la planificación descentralizada de Kerala (32 millones de habitantes) ha tenido fluctuaciones en su ejecución, pero no dejan de ser síntomas de que hay que ir mejorando los sistemas de gobernanza con otro tipo de participaciones desde la base social, y no solo de élites auto-seleccionadas. Tenemos ahora el reto de bastantes Comunidades Autónomas que se plantean “gobiernos abiertos y transparentes”. Pero pocas Direcciones Generales de este tipo cuentan con presupuesto y personal, y sobre todo con Laboratorios que permitan que avancen en direcciones realmente participativas. Ni siquiera se les ocurre acordar con Hacienda o con Presidencia políticas de consulta que se basen en las nuevas formas de “paneles ciudadanos”, “presupuestos participativos”, “iniciativas legislativas de base”, etc. Esperemos que los movimientos sociales se preocupen de conocer o reivindicar estas nuevas formas de democracias más avanzadas.
Tomás R. Villasante
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 95
Libros
AMOR Y SEXUALIDAD EN EL CAPITALISMO ESCÓPICO EL FIN DEL AMOR. UNA SOCIOLOGÍA DE LAS RELACIONES NEGATIVAS Eva Illouz Ed. Katz. Madrid, 2020, 356 pp.
Eva illouz es una socióloga muy interesante a la que conocí a través de la lectura de un ensayo que me pareció revelador: “La salvación del alma moderna. Terapias, emociones y cultura de la autoayuda”. Continué leyéndola con “Intimidades congeladas. Las emociones en el capitalismo” y hace poco con otro libro imprescindible, escrito con Edgard Cabanas y titulado “Happycracia. Como la ciencia y la industria controlan nuestras vidas”. Sus trabajos forman parte de un conglomerado de estudios mucho más amplio, del que tampoco puede faltar “La mercantilización de la vida íntima. Apuntes de la casa y del trabajo” de Arlie Russell Hochschild. Se trata de ensayos sociológicos muy críticos, pero también muy rigurosos metodológicamente, que pretenden describir, entre otras cosas, cómo funciona la mercantilización de las emociones en la fase actual del capitalismo. Planteamientos que tienen que ver, por supuesto, con la conceptualización de Zygmund Baumann de que vivimos en una sociedad líquida. Pero también con los trabajos de Richard Sennett, del que diría que uno de sus primeros libros, “El declive del hombre público”, es un innegable referente para este ensayo. El libro de Eva Illouz está inscrito en un trabajo de largo recorrido, que la autora empezó hace ya dos décadas (y en el que se sitúan los libros anteriormente citados), sobre la manera cómo la cultura del tardocapitalismo en el que estamos inmersos ha transformado nuestra subje-
Eva Illouz
tividad y nuestras prácticas e ideas relacionadas con nuestra vida emocional, sexual y romántica. Lo que llama el capitalismo escópico, entendido como centrado en la pantalla y en la imagen. Su idea de relación negativa es la de una relación que empieza con fecha de caducidad, sea porque tiene desde el inicio la marca de lo efímero o la de lo incierto. La autora va analizando y ejemplificando con fragmentos de entrevistas, lo que son las dinámicas de unas relaciones amorosas sin cortejo ni ritual, de la sexualidad causal, de la presencia del fantasma del desamor acompañando siempre a la del amor. Temas muy complejos, que llevan finalmente a la problemática de la libertad y, más específicamente, a la de la libertad sexual. Idea liberal de libertad, entendida de manera unilateral como capacidad de elegir y, en el marco de una sociedad capitalista, condicionada por el mercado y por sus medios de formación y de manipulación de los deseos. Lo que se plantea Eva Illouz, radicalmente, es el precio que estamos pagando por esta idea de libertad sexual, lo que estamos dejando en el camino. Y sobre todo hay en ella una reivindicación de la dignidad de lo humano que me parece muy interesante. Las relaciones, la sexualidad, el amor parecen haber traspasado una
medida, haber caído en lo que los griegos antiguos llamaban la Hybris. La falta de normas reguladoras de las relaciones da lugar, no a una mayor espontaneidad en las relaciones, sino a un aumento de la incertidumbre. Las relaciones están marcadas por la confusión, no hay rituales ni de inicio ni de final, el compromiso y la fidelidad se consideran obstáculos a la libertad. Pero la alternativa es que la libertad sea menos individualista y más social (“la libertad social” que reivindica Axel Honneth), y quizás este tipo de libertad líquida, inconsistente, conduzca, como decía Richard Sennett, a la “corrosión del carácter”. Podemos pensar una manera interna de entender la libertad, vinculada al compromiso y a los vínculos, y que justamente necesita un carácter sólido y consistente, no “un hombre sin gravedad” según la expresión del psicoanalista Charles Telman. Estoy completamente de acuerdo con el planteamiento de Eva Illouz: no se trata de defender un retorno a los valores conservadores sobre la sexualidad, el matrimonio y la familia, pero sí a una reflexión crítica sobre la deriva a la que conduce la creencia y las prácticas asociadas a considerar que la libertad (sobre todo la sexual) no es simplemente capacidad de elegir. Porque este planteamiento supuestamente abstracto, lo que hace es eludir el contexto en el que se inserta, que es el capitalismo y las fuerzas que lo mueven, totalmente devastadoras. Hay que pensar también si es una buena opción entender todas las relaciones humanas, en sus variados registros, como relaciones contractuales. El libro de Eva Illouz, como ella misma dice, no es un libro normativo. No es ésta la función del sociólogo. Aunque tampoco lo es mantener una aséptica “objetividad” basada en las estadísticas y que pasa por “imparcial” cuando es una aceptación de las premisas ideológicas hegemónicas, es decir del statu quo. Porque el científico social debe man-
El Viejo Topo 400 / mayo 2021 / 95
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 96
Libros
tener siempre, como hace la autora del libro, la tensión entre la parcialidad de una actitud crítica que problematiza y el ideal de objetividad de quién quiere describir y explicar los procesos sociales. La autora apuesta por una sociología cualitativa y comprometida que cuestione lo que se nos quiere hacer pasar por normal cuando es totalmente contingente y sometido a intereses que no se quieren mostrar. Cierto es que las entrevistas seleccionan un grupo social muy específico, el de la clase media de las sociedades
liberal. Pero seguramente es el colectivo donde todo lo que plantea el libro resulta más evidente. Un ensayo, en definitiva, muy interesante. Que abre un horizonte muy sugerente que vale la pena profundizar con los libros anteriores de la autora y con otros que resultan complementarios. Me parece importante entrar en temas por los que Eva Illouz pasa de puntillas como el de la crisis del patriarcado y de la figura del padre y las reacciones defensivas que provoca en los hombres. También
¿HACIA UN HUMANO DESCORPORIZADO?
manera cómo, durante casi un año, este acontecimiento que supone la pandemia del COVID-19 nos ha afectado. Lo hace de manera poliédrica y matizada, sugerente se podría decir, apartándose de los tópicos al uso. La pandemia nos afecta a todos, y lo hace de maneras diversas: asombro, miedo, rabia, pero también amor y solidaridad. Para muchos, el duelo por la muerte de un ser querido… El autor plantea la necesidad de superar lo que Spinoza llamaba las “pasiones tristes” y los malestares subjetivos que ha desencadenado. También hay la necesidad de combatir las formas de odio que pueden aparecer para defendernos (mal) de la vulnerabilidad que ha puesto de manifiesto esta situación. La segunda parte me parece todavía más interesante, porque nos da algunas claves para abordar un tema que me parece imprescindible tratar si queremos hacer una “ontología de la actualidad”. Se trata de la manera como el empuje hacia lo virtual nos afecta como sujetos corporales. Esto empezó, por supuesto, antes de la pandemia, y de manera muy evidente implica a los nacidos en el siglo XXI. Se trata de la dinámica que transforma los lazos sociales: la presencia de los cuerpos que, cada vez más, se manifiestan a través de las pantallas. La pandemia ha reforzado esta tendencia, y no sabemos hasta qué
EL MUNDO POS-COVID. ENTRE LO PRESENCIAL Y LO VIRTUAL José Ramón Ubieto Ed. NED. Barcelona, 2021, 192 pp.
José Ramón Ubieto es un psicólogo clínico y psicoanalista de orientación lacaniana que, desde una serie de conceptualizaciones y de análisis muy fecundos que viene aportando ya hace años, aborda los fenómenos que presenta hoy la adolescencia. En esta ocasión, nos presenta un ensayo que, en parte, enlaza con un trabajo anterior cuyo significativo título es Del padre al iPod. Digo “en parte” porque los temas que aborda aquí van más allá de la adolescencia, incluso de lo presencial y lo virtual, ya que entra directamente en los efectos de la pandemia y de las medidas gubernamentales para paliarlo. El libro, que por subtítulo tiene ¿Cómo están cambiando los lazos sociales, la educación y la salud?, está dividido en dos partes: La primera parte la titula “Un mundo en cuarentena” y la segunda “Entre lo presencial y lo virtual”. En la primera parte, el autor aborda la
96/ El Viejo Topo 400 / mayo 2021
sería importante entrar en el tema, bien trabajado por el psicoanálisis de orientación lacaniana, sobre la manera de abordar la temática del libro desde la diferencia entre placer y goce; entre lo simbólico, lo imaginario y lo real; desde el narcisismo y la diferencia entre necesidad, demanda. En todo caso este libro nos ofrece un buen material para lo que Michel Foucault llamaba una ontología de la actualidad.
Luis Roca Jusmet
José Ramón Ubieto
punto de manera irreversible. Aquí, como en la parte anterior, el autor combina el análisis con las propuestas. La conversación, el humor, la capacidad de mantener la sorpresa, la cooperación, la creatividad… son armas que tenemos para salir juntos del túnel. La pandemia es, efectivamente, aunque ya sea un tópico decirlo, un peligro, pero también una oportunidad. Se abren muchos interrogantes. Es importante que aprendamos lo que es esencial en nuestras vidas para no volver a una normalidad poco deseable. Siempre sabiendo que somos cuerpos hablantes y que éste es el núcleo del que parte nuestra experiencia y nuestra la relación con los otros. Un libro, en definitiva, que vale la pena leer, lleno de sugerencias sobre las que habrá que volver y profundizar. El psicoa-
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:15 Página 97
Libros
nálisis de orientación lacaniana tiene mucho que aportar, y lo hace, para entender los síntomas contemporáneos. Hay que agradecer a José Ramón Ubieto que haga un esfuerzo por hacer accesibles los –siempre difíciles– conceptos lacanianos. Pero no es sencillo explicar la complejidad. Todavía no podemos despertar de la pesadilla del COVID, pero hemos de transformar la impotencia en posibilidad. Aceptar los límites que en estos momentos no podemos franquear y trabajar hacia una salida digna, que es a la vez ética y política.
Aceptar no quiere decir conformarse con lo que hay, sino ir avanzando para ir cambiando de la mejor manera posible las dinámicas que operan en nuestra sociedad. Un libro, en definitiva, que vale la pena leer, lleno de sugerencias sobre las que habrá que volver y profundizar. El psicoanálisis de orientación lacaniana tiene mucho que aportar, y lo hace, para entender los síntomas contemporáneos. Hay que agradecer a José Ramón Ubieto que haga un esfuerzo por hacer accesibles los
conceptos, siempre difíciles, lacanianos. Pero no es sencillo explicar la complejidad. Todavía no podemos despertar de la pesadilla del Covid, pero hemos de transformar la impotencia en imposibilidad. Aceptar los límites que en estos momentos no podemos franquear y trabajar hacia una salida digna, que es a la vez ética y política. Aceptar no quiere decir conformarse con lo que hay sino ir avanzando para ir cambiándolas de la mejor manera posible.
LA BUENA Y NO TAN BUENA
consumo minadas de curiosidades durante el último decenio. El autor expone amplios conocimientos repartidos en diez bloques que agrupan unos capítulos muy bien estructurados y encabezados por preguntas que inducen la posible respuesta o que sirven para desvelar otros aspectos que sí son los centrales. Ello aporta variedad y un punto agradecido de imprevisibilidad. En ocasiones no responde las preguntas y deja al lector la deducción de la respuesta. No tiende a digresiones innecesarias o estériles e integra multitud de referencias expuestas con un tono riguroso, claro y con una redacción carente de la vacuidad e inexactitud de buena parte de la divulgación musical actual. Especialmente en libros de personalidades mediáticas y para poco iniciados. El elemento académico aparece equitativamente expuesto con un estilo directo y accesible, mientras que la extensión de materias incluye de todo un poco: aspectos psicológicos, antropológicos, históricos, formales, estéticos, físicos y neurobiológicos, técnicos y de lenguaje, etnomusicología y concluye con dos bloques que salpican temas distintos dentro de un cronológico. El remate del capítulo 100 reflexiona sobre el futuro de la música desde una perspectiva ontológica y antropológica. En
conjunto, el libro demanda una lectura atenta por la densidad de una información que se halla muy bien inserida en un discurso que intenta ser amplio dentro de sus márgenes, sin más reiteraciones ni recordatorios entre capítulos que los necesarios. Plantea símiles y comparaciones acertadas con los que huye de lugares comunes, a la vez que se posiciona y desmonta tópicos como la universalidad de la música como lenguaje. Ofrece una visión actual, que evita con habilidad la imposición germano-céntrica del discurso y la historiografía. En lo concreto refuerza su afán expeditivo con temas como el fade out, el muzak, los tipos de escucha, la relación entre música y números, la música pop, el jazz y el blues o el oído absoluto de Shakira y Mozart. Entre lo más sugerente cabe destacar el dedicado a los trovadores; el de las similitudes entre Bach y Quevedo; y el de la estructura del Canon de Pachelbel como pasacalle. Aunque quien no tenga nociones de lenguaje musical seguirá sin asimilar las combinaciones y relaciones de acordes. Éste no es un problema exclusivo de este título, si no de muchos títulos parecidos que no incluyen audio-guías en un cedé complementario o códigos QR para localizar links en internet. En cuanto a los puntos perfectibles
DIVULGACIÓN MUSICAL LA MÚSICA EN 100 PREGUNTAS ESENCIALES
Jorge Escavias Ediciones Nowtilus, Madrid, 2019. 350 pp. ASÍ ES LA MÚSICA
John Powell A. Bosch Editor, Barcelona, 2012. 250 pp.
Una de las tendencias e incluso modas editoriales sobre materias humanísticas y artísticas radica en la exposición de un número elevado de cuestiones esenciales en torno a una materia, expuestas en varios capítulos específicos. Algunos libros de esta cuerda son más sintéticos. En otros la redacción es simplona, pobre y demasiado directa. En otros, la exposición es insulsa, parcial o redunda en banalidades, sean de fondo o de forma. El que el musicólogo y profesor Jorge Escavias dedica a la música para la serie 100 preguntas esenciales de Ediciones Nowtilus no peca de nada de ello, demuestra una sólida formación y sigue uno de los modelos que han modernizado este tipo de publicaciones de
Luis Roca Jusmet
El Viejo Topo 400 / mayo 2021 / 97
89-98 reseñas:libros junioOK copia 16/4/21 18:16 Página 98
Libros cabe señalar la ausencia de la importancia del órgano en la banda sonora musical de Interestellar. Tampoco convence el capítulo 38 en el que opone la ópera y la zarzuela como géneros diferentes: la zarzuela es una tipología operística y, por lo tanto, requiere una perspectiva diferente a la elaborada por Escavias. No incluye la estética alhambrista en relación a la música árabe. En el capítulo 58 podría haber abordado la sinestesia o dedicarle un capítulo, mientras que en el 76, el de la afinación de las orquestas, descuida la afinación de Sergiu Celibidache que empezaba por los contrabajos. Por otra parte, falta matizar que, en el capítulo 87, la hipotética enemistad entre Wagner y Brahms responde más al conflicto y tensiones en la política y sociedad vienesas del momento y dos grandes bloques enfrentados que a una oposición –tan real como cuestionable– de su lenguaje compositivo. Un bando era el de los pangermanistas reunidos en la Akademischer Wagner Wein (Asociación Académica Wagneriana) que promovían la pureza racial, el antisemitismo y un populismo basado en el folclore. El otro bando lo integraban mecenas vieneses procedentes de la élite liberal y propugnaban el anticlericalismo y el laicismo. Este conflicto, por cierto, que marcó significativamente en los estrenos y la recepción de las sinfonías Bruckner. Quizá le falte un glosario terminológico o en su defecto unas notas al pie de página para esclarecer algunos términos que el lector profano desconozca, quedando descartada una frase explicativa –lo más eficaz y cómodo– para el lector como convendría al concepto notación (capítulo 14, pág. 197). Discutir sobre si son 100 las cuestiones fundamentales, y en concreto éstas, es estéril. Se trata de un compilatorio en el que no hay aportaciones menospreciables que, de intuirse alguna, la misma respuesta justifica su interés. Sin duda es una monografía muy completa en el que las referidas ausencias son pruritos de perfeccionismo que no lastran su alto nivel divulgativo, ni la consideración de hallarse entre lo mejor en este perfil de bi98/ El Viejo Topo 400 / mayo 2021
bliografía musical publicado en lengua española durante los últimos años. Por último, la edición cuenta con algunos gráficos e ilustraciones, una tipografía y un diseño elegante con unos destacados grisáceos para la recomendación de un par de obras contrastantes vinculadas a cada capítulo, que redondean una lectura fluida e instructiva tanto para el iniciado y el melómano común como para el profesional. Así es la música Otro ejemplo en una línea parecida aunque estructuralmente distinta es la traducción inglesa de How is music del científico y compositor John Powell, que hace una década apareció en el mercado español y sigue presentando su validez como herramienta formativa y de consulta. Se trata de una contribución con puntos de interés pero con aspectos discutibles y que dista de ser un referente. El libro sigue uno de los modelos británicos que el último decenio han modernizado el perfil de publicaciones divulgativas con cierto aire de iniciación. Powell estructura un discurso transversal de cuestiones y ejemplos que van desde la etnomusicología a la física del sonido o la psicología de la música, así como a la organología y su mecánica (clarinete, violín, guitarra, glockenspiel, tin whistle, sintetizador). También aborda temas como la improvisación, los sistemas de reproducción (analógico y digital), las dinámicas y proporción del crecimiento del sonido y su mesura (decibelios y sonios). No hay incisos de partituras que suelen asustar al lector neófito y no faltan referencias a música pop y rock para un perfil de lector más amplio. Hay, pues, un repaso a los fundamentos de la música en una línea convergente en históricos manuales fácilmente localizables en español como los de Károlyi, Casini, Valls Gorina, Copland; cuyo hincapié en las bases del lenguaje musical Powell da por medianamente conocidas, centrándose sólo en algunas muy fundamentales. Por ello, el lector que desconozca aspectos como las escalas y las modula-
ciones o la relación de intervalos le seguirán pareciendo igual de áridos y arduos. Los capítulos referidos a esta materia son más un complemento educativo que una primera instrucción. Y es que lo significativo de la labor de Powell es la exposición más que lo expuesto. De este modo se entienden algunos chistes y comentarios graciosos que reflejan un origen como conferencias a cuya fluidez, construcción y extensión se asemejan. Por otro lado, hay una clara voluntad de familiarizar al lector con el sonido más que con la música, debido en buena parte a su formación como físico. Este bloque resultará árido para el melómano común, aunque es un buen complemento a estudios de introducción a la música y al sonido desde la física y, puntualmente, desde las bases del lenguaje musical. A pesar de lo positivo, en conjunto no es una aportación especialmente singular ni destacable ante otras opciones parecidas. La editorial no ha acertado en su elección comercial: la sociología, la psicología, la estética en sus vertientes musicales a la par que un sinfín de monografías de compositores e intérpretes siguen sin traducción al castellano. Algunos son errores puntuales de traducción: “timpani” en vez de timbales (página 41), timbrístico por tímbrico (página 79). Otros inducen a conceptos ambiguos como el término ruido, demasiado frecuente en las primeras páginas del libro; o el término género que en sociología musical y en análisis formal remite a conceptos distintos (página 228). Otros son errores terminológicos como la designación de rabillo en vez de plica (pág. 181) o la mención de rango a lo que es tesitura (pág. 164). Finalmente, también consideraciones tan discutibles como que el modo menor transmita una sensación menor de autoestima (pág. 141) o la referida a unos “científicos asquerosamente inteligentes” (pág. 224) que sale de los márgenes decorosos de la lectura si la frase no lleva algún signo que indique un cambio de tono humorístico.
Albert Ferrer Flamarich