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70 75 70_75. La Historieta Asturiana I. Páginas 70 a 75. Texto de Faustino Rodríguez Arbesú. Capítulo dedicado a varios autores asturianos


La historieta asturiana

La historieta autóctona y sus creadores

Un estilo adecuado a lo que narra

Otras historietas en bable Un bablista historietista Miguel Solís Santos es un joven biólogo de titulación y un espíritu renacentista por formación biológica. De entre las muchas facetas culturales que cultiva -escritor, dibujante, historiador, ilustrador, pintor, investigador, bablista, etceteracabe destacar sus espaciadas incursiones en el mundo de la historieta. Como miembro de la Academia de la Llingua Asturiana, era de rigor que escribiera -además de dibujante es también guionista- historietas en Bable. Por ello, y a pesar de que su trabajo en este medio es muy exiguo, es adecuado colocarle en el grupo de los creadores de comics astures,

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que han hecho su obra, o parte de ella, dentro del esquema de lo autóctono. Sus historietas, aunque muy alejadas de la actual concepción del comic, presentan características muy peculiares, y de alguna manera encajan con la temática de sus guiones. Nació en Avilés -8 de Mayo de 1956- y su trabajo en la historieta está marcado por un profundo y meticuloso estudio de investigación previo, que se traduce en una documentada ambientación, tanto en mobiliario como ropajes, monumentos y demás datos históricos concernientes a la historia que cuenta.

Su estilo de dibujo, un tanto naif, entronca directamente con algunas corrientes predominantes en el comic del pasado siglo, cuando la historieta era un medio embrionario en profunda evolución. Su forma de narrar, también está muy emparentada con las obras de esta época, cuando se utilizaban con profusión los textos a pie de viñeta y la historia que se contaba estaba más supeditada a estos que a la imagen. Dado que los trabajos que ha realizado para la historieta siempre han sido relacionados con la historia, con leyendas asturianas, su estilo es, en mi opinión, uno de los más adecuado para este tipo de trabajo; la mayor parte de los intentos que se han hecho en España de contar la Historia mediante el cómic, salvo muy honrosas excepciones, han quedado desdibujados, a medio camino y, a veces, hasta grotescos. La enorme extensión de lo que se trata de contar y el poco espacio de que se dispone -número de páginas-, hacen prácticamente inadecuado o imposible la utilización de la actual narrativa del cómic. Solís Santos así lo ha entendido, y ha acertado plenamente en su concepción. Con ello ha logrado una de las mejores historias, basadas en hechos históricos, que se han impreso. La Hestoria d’Aviles, que publicó el Ayuntamiento de la Villa del Adelantado de la Florida (Pedro Menéndez) en 1985, es un modelo para todo aquel que quiera penetrar con éxito en el nada agradecido género del cómic histórico, que hoy tanto se prodiga, patrocinado generalmente por las administraciones municipales o autonómicas. De entre las muchas actividades que desarrolla, se detallan a continuación aquellas que han tenido que ver con la creación de historietas y la ilustración. Entre 1982 y 1987, publica los cuentos para niños, escritos e ilustrados siguientes: L´Arcu Iris y Ñuberu ( 1982), Les cuatru estaciones y Ñuberu (1983), Los arboles, L´Ocalitu y Ñuberu (1985), Ñuberu y la Paz (1987), El Cuelebre y les Xianes (1984). Además de estos cuentos , escribe e ilustra varias novelas:


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Solís Santos Página de El Cuélebre d’Aviles, publicada en El Wendigo, nº 34 (1985)

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L´oxetu la caridá (1981), Les llamuerges doraes (1982), Astor (1982) y El trunfu prietu (1985). En cuanto a relatos cortos ilustrados, ha publicado, entre otros: Aquel requexu escuru (1981), La neuchi (1982) y Wells, Patinota y yo (1987). Ha escrito y dibujado las historietas siguientes: Revista El Bollo de Aviles, -La hestoria d´Aviles (1986), El Cuelebre d´Aviles (1985), Pedru Menendez d´Aviles (1986). Revista El revistin de Avilés.-Comics varios sobre biografías de compositores clásicos, antibelicistas y anti-O.T.A.N y la guerra de la independencia en Asturias. En esta revista ha trabajado intensamente como portadista e ilustrador. También ha publicado historietas en bable en las revistas El Wendigo (nº 341985), y en El Llapiceru (nº1-1988). Su trabajo en L’Hestoria d´Aviles es meticuloso, documentado y realizado a todo color sobre una producción de 48 páginas y con una tirada de cinco mil ejemplares. Hubo una reedición en 1992 de la Editorial Azucel. Ha expuesto en varias ocasiones sus cuadros al óleo y a la tinta china. Actualmente, ejerce como profesor de Ciencias naturales en un Instituto.

Alvarez Peña, por los caminos de la leyenda Tiene apellido rupestre y le hace gala. Su mayor afición es recorrer los caminos y “caleyes” de nuestra orografía, buscando nuestros orígenes, aquella historia que la Historia de alguna manera nos ha ocultado. Fiel a ese sabio razonamiento de que nuestra herencia esotérica, olvidada, ocultada, se encuentra en los recuerdos populares, en aquellos pueblos que aún no han sido contaminados por ese falso Dios del modernismo y posmodernismo “aldeano” que todo lo asola, en la creencia de que cualquier vestigio atávico pondría en evidencia su ignorancia. Los miles de caminos que ha andado le han llevado al conocimiento de historias no confesadas, leyendas, mitos, romances, búsqueda infructuosa de tesoros ocultos, soñados, anécdotas, gacetas y descubrimientos que, por transmisión oral, le proporcionan en los pueblos más recónditos el

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paisanaje de apariencia menos ilustrada. Más tarde, tras rigurosa investigación, sus anotaciones las reconduce hacia las formas expresivas que le son cercanas. Así, con el denominador común de ASTURIAS, surgen de sus lápices y plumas, ilustraciones, escritos y también cómics o historietas. Alberto Alvarez Peña nació en Gijón en Mayo de 1960. Estudió bachiller en el Instituto Calderón de Gijón y como desde pequeño quiso hacer honor a su apellido, además de dibujar, estuvo siempre interesado en todo tipo de piedra ancestral, en la arqueología. Enamorado de ella decidió realizar estudios universitarios que por ese camino le condujeran, lo que le llevó a la Universidad de Oviedo, en donde cursó un año en la facultad de Historia. Abandona estos estudios pues, según sus palabras, no encontró en ellos el camino buscado. Antes, cursa estudios en la Escuela de Artes y Oficios de la misma ciudad, en la rama de dibujo publicitario, finalizándolos en 1980. La observación de sus trabajos, en cualquiera de las modalidades que abarca, intuye un objetivo: dignificar y acercar al mundo de la cultura los cuentos y leyendas que del pueblo ha recogido.

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Alrededor, algunas de las colaboraciones de Alvarez Peña para El Llapiceru

Sus inicios públicos en el cómic los hace de la mano de la revista asturiana que publica en Bable El Llapiceru. Corría el año 1988. Desde entonces, hasta el presente (1998), sus dibujos e ilustraciones no han dejado de embellecer tan singular revista. Su colaboración con ella le ha supuesto un notable y mutuo enriquecimiento. Cuando su firma no aparece impresa, su ausencia se nota, no son capaces de cubrirla con otras colaboraciones.

Bablista por afinidad con sus gustos andarines por esos mundos de Dios. Resulta más fácil comunicarse con el pueblo llano de las aldeas, si “falas” asturiano, en su lengua. Es miembro desde hace años del Colectivo de Estudios etnográficos “Beleños”, razón por la que no necesita de traductor para escribir sus historietas en Bable. En El Llapiceru pueden encontrarse las historietas e ilustraciones que se detallan: El dragón (nº2); La bestia (nº4) y portada; Alcordanza (nº4), portada y contraportada; La cacería (nº6) y contraportada; La llobera (nº8) y portada; Las bagaudas (nº9) y contraportada; contraportadas de los números 10, 12 y 13. Con la llegada al mercado de la revistaperiódico en Bable, El gomeru, en la etapa en que fue publicada por la editorial asturiana Trabe, volvemos a encontrarnos con algunos nuevos y viejos trabajos de Peña. Estos son: Llobos (nº23 marzo de 1995); Las Bagaudas (nº24 abril de 1995); L’escriba (nº26 junio de 1995).


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Derecha, ilustración de La Güestia para Asturias Mágica

Otros campos de expresión Ha escrito, ilustrado y publicado, dos libros sobre Asturias, su mitología y leyendas: Asturias mágica, de la que se han hecho dos ediciones hoy agotadas (1992 y 1995) que contiene 40 ilustraciones, y Leyendes y tradiciones de Piloña (1997). Tiene en prensa actualmente Leyendes y tradiciones de Lena. El diario gijones El Comercio le ha publicado dos separatas de 16 páginas a color, que ha escrito e ilustrado con los títulos de: Un paseo por la mitología de Asturias (1997) y Castillos, el pasado legendario (1998). Ha ilustrado los libros Cuentos de Aller y Cangas de Narcea y Ello yera una vez de Fernando de la

Puente y Fontenebrosa de García Oliva. También ha ilustrado portadas para discos de temas asturianos, el catálogo del Museo de Grandas de Salime , ilustrado Astures para jóvenes, escrito por Yolanda Viniegra y láminas sobre el ecosistema para la Reserva Biológica de Muniellos. La editorial Martínez Roca tiene en imprenta el libro Ogros, cocos, etc., que él ha ilustrado para los textos de Jesús Callejo.

El estilo Su forma de dibujar historietas más que realista es minuciosa. Sus imágenes contienen todo tipo de detalles de forma casi obsesiva. Influenciado sin duda por el propio trabajo de ilustración, con el que obtiene inusuales cotas de calidad expresiva y comunicativa, merced a ese “encaje

de bolillos” que supone su meticuloso trabajo sobre los lápices, la pluma y la tinta china. Es un ilustrador que hace historietas, lo que le proporciona cualidades a favor y en contra. A favor, la singularidad y personalidad que les confiere, el dominio de las expresiones de sus personajes, la investigación y el detalle. En contra, cierto estatismo que trata de atenuar con variedad en la planificación, y deficiencias anatómicas. Debido a la gran cantidad de trabajo que emplea en cada una de sus viñetas, como consecuencia de ese dibujo de “orfebre”, es un autor que se prodiga muy poco, lo que representa un gran handicap en el mundo del cómic, en el que se valora muy poco la cantidad de trabajo empleado, aunque estéticamente sea reconocible.

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El Wendigo, nº 34 (1985)

No lograron editar más que el primer número (Vadio l’asturnauta), de una mediocridad que más aconsejaba no haberlo publicado. Lo único que tenía de calidad eran las intenciones y el papel en el que fue impreso.

Una revista de historietas en bable

Publicaciones de historietas en bable En la última década nacen al amparo de la lenta pero creciente difusión de nuestra lengua vernacular, el Bable, una serie de publicaciones de historietas, que emplean el lenguaje escrito de nuestros ancestros. Revistas cuyo principal objetivo no es la difusión del cómic en sí, sino que sirviéndose de este medio de expresión popular, tratan de llegar con mayor eficacia al lector asturiano no habituado a este lenguaje. La mayor parte de estas publicaciones poseen unos nexos que las apartan de las formas habituales de producción de este tipo de revistas. Son productos sin ánimo de lucro, no comerciales, escritas y dibujadas por no profesionales, en las que predominan historias de ambiente regional y en términos generales son apoyadas economicamente por las políticas lingüísticas, sin las cuales, su permanencia en el mercado sería muy efímera. La primera revista asturiana dedicada a los cómics, que publica por vez primera una historieta en Bable es El Wendigo. Se produce en su número 34, en los inicios de 1985, con la historieta en Bable de Solis Santos, El Cuélebre de Avilés. Luego vendran El Llapiceru y El Gomeru, ambas dedicadas en su totalidad a la publicación de historietas en Bable, algunas escritas exprofeso en esta lengua para ser publicadas, caso de El Llapiceru y otras traducidas en su casi totalidad, como las publicadas en El Gomeru. Tambien hubo en 1985 un intento, por parte de la Academia de la Llingua Asturiana, de crear una colección de comics en Bable. Fue un intento fallido.

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El Llapiceru es la única revista existente en el momento actual en Asturias, especializada en la publicación de historietas en bable y también la primera que lo ha hecho en su totalidad. Característica que la hace diferente del resto de las revistas que sobre cómics se han publicado y publican en nuestro Principado. Su objetivo principal es el de ser vehículo de proyección y difusión de la forma de hablar (“falar”) de nuestros ancestros. Revista creada para mayor gloria del Bable, a semejanza de otras existentes en algunas comunidades bilingües, y cuya muestra más antigua y persistente es la veterana Caball Fort, editada en Cataluña. Hasta el momento presente (1998) se han editado 15 números normales y un especial. Su andadura se inició en 1988 y es publicada por Conceyu Bable-Xixón, dirigida por Lluis Antón González y apoyada, desde su número dos, por la Consejería de Educación Cultura, Deporte y Juventud, además del Ayuntamiento de Gijón. Con estos antecedentes, es de suponer que tenga larga vida, y que ha de servir para que los jóvenes valores en embrión del cómic asturiano, con las limitaciones de acceso propias del bable, tengan una

publicación más en donde ver editados sus trabajos. El interés de esta publicación se centra, principalmente, en las singularidades siguientes: •No profesionalidad de los autores •Temática predominantemente de ambiente asturiano con trasfondo social •Ventana abierta a los autores noveles, en especial a los asturianos En 1991 se crea, patrocinado por esta revista, un Concurso de Cómic que viene siendo promovido desde esa fecha sin interrupción y que tiene la ventaja, sobre la inmensa mayoría de los concursos que se organizan en nuestro suelo patrio, de que las historietas ganadoras van a tener la fortuna de ser publicadas en la revista. En los números editados, han sido publicados los trabajos de los autores: Alberto Alvarez Peña, Eduardo, Bras Mariñan, Lluis Anton Gonzalez, Miguel Solis Santos, Manuel Asur, Baiña, Pardo, Francisco Gallego, A. Vega, Pablo Anton, Kostia, Sanchez Casas, Pili Fidalgo, Neto, Miguel A. Sangil, Igor Medio, Lluis Duran, Txus Cuende, Xuacu Pardo, Baiña, Pablo Anton, Andrea Parissi, Agustin Sierra, J. Fidalgo, Fernan Lechosa, Bernabe Suarez, A Solar, Xulio Lipe, Hugo Maggi, Niane, Cabal, Berto, Javier Rodriguez, German Garcia, Nel Amaro, Corominas, Xuacu Pardo, Guillermo Barroso, Xosé Nel, Huergo, etcétera. A esta publicación le cabe el honor de haber dado a conocer, al menos en lo que se refiere al que esto escribe, a uno de los mejores ilustradores de mitos y leyendas que ha dado el pueblo astur en los últimos años: Alberto Alvarez Peña.

Un periódico en bable Editado por una de las editoriales asturianas que se dedican a la publicación de material relacionado con el Bable; la editorial Trabe, y con el apoyo económico de la política lingüística, representada por la Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud del Principado de Asturias, en noviembre de 1992 se inicia la publicación de El Gomeru, coordinado por Isaac del Rivero. Revista impresa a tamaño y papel prensa. En su primer número contiene 24 páginas, la mayoría a


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Derecha, portada y viñeta de Constantino Turón

color, con historias de Isaac Miguel del Rivero, Robert, Manuel e Isaac Miguel del Rivero, Jesús Blasco, Víctor de la Fuente, Puigmiquel, Adolfo García, Batet, Chiqui de la Fuente, Fran Vaquero y la historieta ganadora del Premio Urriellu del Principado, en 1989, Xuan Cabritu, el Ñuberu de Gaspar Meana. 26 son los números que se publican entre la fecha de inicio y la del último número, junio de 1995. Dado que su periodicidad era mensual, deberían haberse editado 31 números. No fue así debido a que en la época estival, como su principal objetivo era la entrega gratuita de ejemplares en las escuelas, no tenía sentido su edición. Hubo un intento de comercialización del producto. De hecho los ejemplares llevan impreso un precio de 300 pesetas y se distribuyeron por quioscos, pero como era de esperar, dadas las características del producto (en Bable y con historietas reeditadas en su mayor parte), la venta resultó un fracaso. El apoyo económico de las instituciones debió de disminuir y la revista dejo de ser publicada por Trabe.

Miguel del Rivero, Gaspar Meana, G. Quintana, Esteban, Adolfo García, Chiqui de la Fuente (que publica su último trabajo inconcluso), Neto, Jan (el de Super López), Argham, Enrique Carballeira, De la Rosa, Germán García, Parissi, Silvia Granda, Pablo Velarde, De la Madrid, Ceacero Hernandez, Jose Manuel Rivero, Javi Rodriguez, Frank, Alvarez Peña, Antonio Acebal, Javier A. Marinas, Mesonero Herreros, etcétera. De esta revista, al igual que ocurriera con El Llapiceru, hay que reseñar la etapa en que introduce a nuevos valores del cómic asturiano. De entre los cuales destacan, por las cualidades que en ellos existen de poder llegar a ser profesionales del medio: Germán García, Javi Rodríguez e Igor Medio. Con anterioridad habían publicado en la revista El Wendigo en los números 50 (1990), 52 (1991) y 45 (1989) respectivamente.

Etapa en el diario El Comercio

Etapa en la que publicaron los autores siguientes: F. Baltet (El Coyote), A. Puig Miquel, Victor de la Fuente (Haxtur, historieta que quedó inconclusa en su primera parte y no se publicó la segunda), Robert, Jesús Blasco (Cuto), Adolfo Alvarez Buylla, Isaac del Rivero, Isaac

Existe una segunda etapa de esta revista que aún se mantiene en activo. El 21 de noviembre de 1996, junto con el diario gijonés El Comercio, se hace entrega de un nuevo número de El Gomeru, el 27. En él, el número de páginas ha sido reducido a 8 y sólo dos de ellas impresas a color. En el último número publicado antes de escribir estas líneas, el 83, el color ha desaparecido en su totalidad. A partir del momento en que La voz de Avilés pasó a formar parte del grupo editorial de El Comercio, los miércoles con bastante regularidad, junto con él, se hace entrega de esta publicacion.

Los nombres que con más asiduidad publican en esta etapa son: Marinas, Adolfo García, Isaac del Rivero, Jan, Buylla, G. Quintana, Esteban, Jorge Ivan, Jose Cobo, Rafa, Inclan, Naves, Escriña, Puig Miquel, Frank, Parissi y Alberto Huergo. En la edición colabora económicamente el Principado de Asturias.

Cómic-book en bable Hubo un intento fallido de autoedición de un cómic-book en Bable, por parte de dos jóvenes autores de cómic asturianos, que están dando bastante movimiento a este medio de expresión en los últimos años en Asturias: Javi Rodríguez e Igor Medio. Entre ambos publicaron, a partir de abril de 1997 bajo el sello Cactus Cómics, dos series de cómic-book de muy corta vida: Little Memo y Los aguarones. De la primera sólo apareció en el mercado un número cero, mientras que de la segunda llegaron a verse tres números diferentes. Hace largo tiempo que no se sabe nada de ellas, lo que hace suponer su desaparición. Nada extraño dado el paupérrimo estado del mercado español y mucho más de cualquier otro que, en España, se edite en otra lengua que no sea el Castellano.

La última publicación en asturiano: Constantino Turón En julio de 1998 se pone a la venta en el mercado asturiano, publicado por la editorial Trabe, un álbum recopilatorio de una historia sobre Constantino Turón (el último bandolero asturiano- 1871-1933) que había sido publicada en tiras diarias, a partir del mes de setiembre de 1997, en el diario La Nueva España. Son sus autores Montserrat Garnacho (guión) y Sergio Bances (dibujo). Personaje historico que nacio en Urbies en 1871 y que logró gran popularidad gracias a sus características de "ladrón de ricos- benefactor de pobres".

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