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APRENDE A MANEJAR TUS EMOCIONES DE FORMA APROPIADA Por: Minoshka Liquet, Psy.D. Psicóloga Clínica Universidad Carlos Albizu, Centro de Mayagüez Cuando hablamos de regulación emocional, estamos hablando de la capacidad que tenemos todos los seres humanos para manejar nuestras emociones de forma apropiada. Es muy interesante que, aunque todos nacemos con esta capacidad de regular nuestras emociones, en muy pocas ocasiones este potencial se convierte en una habilidad o destreza desarrollada de manera natural. La realidad es que la mayoría de los seres humanos necesitan trabajar de manera consciente e intencionada para lograr desarrollar la habilidad o destreza de regular sus emociones, ya que, aunque es una capacidad que “traemos de fábrica”, no es una que sea desarrollada de manera formal a través de la educación, como lo son otras capacidades como por ejemplo las físicas, cognitivas y del lenguaje. Regulación emocional se define como la destreza de las personas y el proceso deliberado que requiere esfuerzo para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos de manera adecuada y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás de manera voluntaria (Ribero-Marulanda & Vargas Gutiérrez, 2013). Entre las habilidades que necesitamos desarrollar para lograr la regulación emocional se encuentra la identificación de la emoción, el control de los impulsos, la expresión emocional apropiada, autogenerar emociones positivas y desarrollar estrategias de afrontamiento. Al desarrollar estrategias de afrontamiento utilizamos estrategias de autorregulación para manejar la intensidad y duración de los estados emocionales. Ante la presencia de un estado emocional intenso, podemos poner en práctica la identificación de la emoción, escuchar la información que nos trae la emoción, emplear el control del impulso al notar lo que tenemos ganas de hacer y evaluar si es efectivo en el momento, y así lograr la expresión adecuada
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de la emoción no llevando a el comportamiento la intensidad de la emoción y finalmente lograr la autogeneración de emociones positivas con el fin de modular la respuesta externa e interna emocional. La regulación emocional es un proceso dinámico que mejora mediante el adiestramiento y la práctica, es una habilidad que se puede desarrollar desde etapas tempranas en el desarrollo humano. El ambiente familiar y la relación entre madre/ padre e hijo ha sido uno de los vínculos que ha revelado ser de fundamental importancia para el desarrollo de estrategias de regulación emocional. El apego y la validación en el ambiente familiar influye grandemente en el desarrollo y mantenimiento de estas habilidades. Idealmente el ambiente familiar debería reconocer los estados emocionales de los niños y atender los mismos sin juzgarlos, de esta manera los menores no tendrían que generar expresiones intensas para comunicar sus estados emocionales y por consiguiente el proceso de autorregulación sería facilitado. Sin embargo, reconocemos que no es tarea fácil y que lograr la regulación emocional es un proceso que requiere de adiestramiento. Al tratarse de habilidades susceptibles a ser modificadas y entrenadas, el rol del profesional de la psicología es muy importante ya que mediante intervenciones adecuadas se puede ayudar a los individuos a generar estrategias de regulación emocional.
