Volume 1 • Issue 00
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April 14 - April 28
¿Tranvías en Topeka? ¿Pronto? G
ran parte de la destrucción del paisaje de Topeka ha sucedido a lo largo de las últimas décadas debido a la eliminación del centro como un destino empresarial. Esto ha sido ocasionado por el gran escándalo del tranvía de los 1950s dirigido por General Motors y sus afiliados en la industria del combustible fósil y petróleo, que compraron parte de las compañías de tranvías para hacer pedazos las vías, eliminar los tranvías y promover el transporte con motores de combustible fósil. Este gran escándalo arrancó la tela que conformó nuestras ciudades y vecindarios entre 1890 y 1940. Las vías del tranvía, siendo infraestructuras fijas, atraían inversionistas de esa coloridad época a colocar sus intereses cerca del paso de las vías. Este desarrollo ocurrió junto con la alineación de varias cuadras en todas direcciones. La permanencia
Por John Davis
de las vías de acero en el concreto prometía una garantía de inversión a largo plazo para los promotores inmobiliarios. Esto, a cambio, ofreció a la gente lugares amigables para caminar y comprar a lo largo de las vías con lugares interesantes para reunirse. Esos lugares incluían área pequeñas de compras con quizá una tienda de abarrotes pequeña, una nevería y un parque pintoresco con una pequeña glorieta. La gente podía tomar el tranvía hasta la mitad y salir a caminar en varios puntos a lo largo de las vías. Sin embargo, después del escándalo, no existió más transporte público deseable. Los autobuses solamente atrajeron a un número desesperado de pasajeros, que disminuyeron al tiempo que aumentó considerablemente el uso del automóvil. Este suceso, aunado con el objetivo del escándalo – conductores dependientes del petróleo que pudieran ir a cualquier PAGE 2>
Streetcars in topeka? soon? By John Davis
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uch of the destruction of Topeka’s cityscape has occurred over the past few decades because of the elimination of the downtown core as a business destination. This has been caused by the great streetcar scandal of the 1950s led by General Motors and its oil and fossil fuel industry affiliates, who bought out the streetcar companies to tear up track and eliminate streetcars and promote fossil-fueled piston-engine transportation. This great scandal uprooted the fabric that shaped our cities and neighborhoods between about 1890 and 1940. Streetcar tracks, being fixed infrastructure, lured investors of that colorful era to place their interests near the alignment of the tracks. This development occurred along the alignment within several blocks in all directions. The permanence of the steel tracks in concrete promised long-term investment
ADENTRO
AUTOBUSES
RETROCESO EN DREAM ACT
security for developers. This, in turn, offered people-friendly walking and shopping places along the alignment with interesting places for people to hang out. The places included turn-ofthe-century mini-shopping areas with maybe a small grocery store, ice cream parlor and quaint little park with a bandstand. People could ride the streetcar partway and get out and walk to various hangouts along the tracks. After the scandal, however, no more desirable public transportation existed. Buses attracted only a desperate ridership, which declined while automobile usage increased greatly. This occurrence, coupled with the scandal’s objective – oildependent motorists being able to go anywhere they wanted, as far as they wanted, whenever they wanted – left us with nice little monuments of the past in the form of pedestrian-friendly neighborhoods, where walking remained a healthy pastime. PAGE 2>
SALIDAS DIARIAS
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FARANDULA
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SPORT EXERSICE NUTRITION
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AUTOBUSES LOS PAISANOS
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