NARRATIVA
COLIBRÍ Rafael Santos
C
laro que quieren que me quede quieto. Si ellos no saben de esto, de lo que se siente ser el más cabrón de tu barrio y que los chavitos te admiren y las jainas se deshagan cuando te ven en la rila en chinga. No saben lo que se siente ver las sonrisas de mis cuates cuando llego. No saben lo que es ser adorado. Verlos casi casi soltar espuma por la boca. No saben lo que se siente tener un propósito, mucho menos el de ser mensajero de los deseos y el guardián de sus sueños; ni de lo que es zumbarte a cualquiera de cualquier barrio por hocicón, o nomás porque estamos vivos y locos. Y la neta, no sé ustedes, yo ando jugando a ver quiénes nos morimos primero. Pero yo no me muero, ya me dijeron que mientras fuera así de rápido ni la muerte me alcanza. Es pura cuestión de ritmo a la hora de moverla en la calle, a quiénes y a qué hora tienen ganas, y correrle para que no te los ganen, venderla bien, es cosa de saberle a este pedo de los empresarios. Y más cuando sacan pa´ topar y te pinchas y te corre por las venas y te arde todo el cuerpo con ese fuego sabroso que nos bombeamos al corazón para que vaya a 180 millones de kilómetros por hora y ver la ciudad a la velocidad de la luz. Ellos no saben lo que es esto, nadie, ni mi jefecita ni mis cuates ni el patrón. Por eso me andan buscando, los culeros. No saben lo que es la libertad, bróder. Lo que es andar brillando de un lado a otro. Con todos coreando tu nombre, sintiendo tu luz. Y así vamos todo el día en chinga, por toda la barriada, por el centro, por las maquilas, por los cerros tapizados de muertos que no fueron tan rápidos, o por los nuevos barrios donde se espantan nomás de verlo a uno. De aquí para allá, corriendo, pateando, golpeando, aleteando. Porque así es esto, así es esta vida. Aquí nos tocó vivir y está pocasumadre. Muchas flores y un hambre de la chingada. Y yo estoy hasta arriba, yo soy el más rápido. Los veo a todos en cámara lenta y sin broncas los dejo
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REVISTA ESPEJO HUMEANTE #5/ CIUDADES