Suplemento Ni A Palos Numero 186

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SUPLEMENTO JOVEN DE MIRADAS AL SUR Domingo 4 de noviembre de 2012 Buenos Aires, Argentina. Año 2 Número 186

Apocalipsis Now Elecciones en los Estados Unidos: el lugar de los jóvenes y el show de la política en el corazón del capital

entrevista a los editores de Chamuyo Web:

“En el periodismo autogestivo todos nos asumimos como trabajadores” Además: La semana, la mala leche , fronteras, trasvasamiento, ESTEREOTiPOS, fechitismo, D.R.E.A , whiskypedia, tumor gráfico y falsa escuadra


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LA SEMANA

Miércoles 31/10. Estudiantes secundarios celebran en el Congreso la aprobación del proyecto de ley que habilita el voto a partir de los 16 años. Nuevos derechos en tiempos de participación juvenil.

EL LUGAR

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Galaxia

La internacional nerd vibró con la noticia: Disney compró Lucasfilm -la responsable de Star Wars- por la friolera de 4050 millones de dólares y anunció que preparará la séptima entrega de la saga para 2015. Un sable láser para Mickey.

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EL OBJETO

Nunca Más

Raro: Magdalena denunció compungida y alarmada que habían sacado la firma de Sabato del prólogo del Nunca Más y al toque se constató que nunca, en ninguna edición, figuró su nombre. ¿Lady “gagá” o mala leche torpe? komosaber.

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EL PERSONAJE

Diego

D10S cumplió 52 años y los festejos fueron la excusa perfecta para repasar, una vez más, en tele o en YouTube, los mil y un episodios maravillosos de una vida de novela. Feliz cumpleaños, mostro.

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EL TWEET

@GargantaPodero Oh, caramba: el jefe narco “Mi Sangre”, al final, vivía en Nordelta: ¿Reharán el mapa del delito o seguirán buscando en barrios sin cloacas?

Clarín (Agencia de Viajes) La Agencia de Viajes Clarín es una agencia de turismo de la República Argentina, reconocida en el país por su excelencia a la hora de brindar su servicio, pero fundamentalmente por su exclusividad a la hora de elegir a sus clientes, lo que la convirtió en una agencia de viajes de alta gama. No debe ser confundida con Clarín, el diario; ni con Clarín, la Editorial Prensa Gráfica; ni con Clarín, la organizadora de eventos, ferias y exposiciones; ni con Clarín Oportunidades; ni con Clarín Tinta Fresca; ni con Clarín, Artes Gráficas Rioplatenses; ni con Clarín, Cablevisión, entre otras empresas pertenecientes al Grupo Clarín, sujetas a confusión por el hecho de pertenecer todas, y algunas muchas más, al Grupo Clarín.

Servicio

WHISKYPEDI A La enciclopedia ebria Contenido [ocultar] 1. Definición 2. Servicio 3. Plan de las Carreras

La Agencia de Viajes Clarín ofrece un servicio único en la República Argentina, razón por la cual incluso algunos consideraron que se trataba de un monopolio, aunque dichas acusaciones fueron minimizadas por los propios empleados de la Agencia. Es que no se trata de una posición dominante en un mercado pre existente, sino la creación misma de un mercado, razón por la cual esa ventaja es natural. El mercado de clientes de la Agencia de Viajes Clarín tiene como principal segmento al Poder Judicial argentino y fundamentalmente, a aquellos jueces que deben decidir sobre causas que involucran al Grupo Clarín, multimedio al que pertenece la Agencia de Viajes Clarín, aunque no necesariamente opine de la misma manera que el Grupo Clarín. Así como en su momento para pertenecer a Google+ uno necesitaba una invitación de alguien que ya esté adentro, como forma de mantener la exclusividad, la Agencia de Viajes Clarín tiene como requisito previo para sus clientes que los mismos posean causas judiciales que se relacionen con el Grupo. Dicho requisito acotó el margen de clientes a unos pocos casos, motivo por el cual muchos dudaron de la rentabilidad de dicho emprendimiento comercial, aún cuando el mismo habría venido funcionando hace tiempo.

Plan De las Carreras

De tan escasa la cartera de clientes, la Agencia de Viajes Clarín logró un grado de personalización de los productos ofrecidos jamás visto en la historia del capitalismo moderno, desde que un ñato se le dio por inventar la locomotora hasta la fecha. Es que el mercado se volvió tan segmentado, debido al criterio de otorgar la prestación del servicio sólo a jueces que decidieran sobre determinadas causas judiciales, que finalmente la Agencia tenía dos, tres clientes. Tal es así incluso que los planes ofrecidos tomaban el nombre de su beneficiario, como el Plan De las Carreras, que incluía un viaje a Miami a cargo de Clarín, la Agencia de Viajes, a vivir una experiencia de playas blancas, desayuno abundante y baños de libertad de expresión. Fue tan exitoso dicho plan que incluso la Agencia decidió innovar en lo que hace a las relaciones sociales de producción y la transacción de productos por metálicos e, incluso, dejó de cobrar por su servicio para pasar a pagarlo por sí mismo, haciéndose cargo de la planificación, traslado, alojamiento y también, los gastos del viajado. Dicha práctica, que algunos sugirieron iba en contra del sentido capitalista de acumular riquezas, generó suspicacias entre quienes consideraron que abonar un viaje a Miami al juez Francisco de las Carreras, que debía decidir sobre la causa de la Ley de Medios, resultaba al menos un tanto polémico.


Domingo 4 de noviembre de 2012 / NI A PALOS

ESTEREOTIPOS HOY: El que cuando no tiene razón dice “celebro el debate”

* También dice “lo importante es competir”. * Suele utilizar metáforas deportivas para casi todo los ítems de la vida. * Le gusta el programa de entrevistas del gordo Palacios. * Siempre vota candidatos que sacan menos del 5% de los votos. * Cree que todo asunto es “opinable”. * Es un gran polemista de temas que “vio en la tele”. * Su tópico preferido de discusión estéril son los “dos o tres temas” en los que tenemos que acordar todos los argentinos. * No puede precisar, ni acordar ninguno. * Se cree buen perdedor. * Fue alguna vez a una actividad de Poder Ciudadano. * Es el que te cuenta que el padre lo llevaba a la cancha a ver a los equipos que jugaban bien. * No puede creer que alguien putee al juez de línea. * Confió mucho en Elisa Carrió en 2002. * Tiene de biografía en Facebook que no está de acuerdo con lo que dices pero que daría su vida para que puedas seguir diciéndolo. * En los mundiales hincha primero por equipos sudamericanos y luego por africanos. * Pero más que nada padece el mal de ser hincha de la Selección. * Hincha por clubes argentinos en certámenes internacionales también. * Le cabieron mucho los Juegos Olímpicos. Y sobre todo las ceremonias inaugurales y de cierre, más que los deportes. * Dona el vuelto en el súper, para que el súper lo pase como donación y pague menos impuestos. * Alguna vez juntó tapitas para el Garrahan. * Weberianamente, es un chabón que actúa sólo con arreglo a valores. * Es kirchnerista de Sietecase y/o anti kirchnerista de Maxi Montenegro. * Pero muere por Varsky, en el fondo. * No sabe opinar sobre Maradona. * Cree que los legisladores deben ser individuos libres que toman decisiones por sobre la postura partidaria. * Y en el parlamentarismo. * Y en que las dos sentencias precedentes no son contradictorias entre sí.

estereotipo del domingo que viene La fanática de los descuentos

Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a contacto@niapalos.org o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos.

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D.R.E.A. Diccionario de la Regeneración del Español Argentino Por Sonny Corleone

Piringundín. Sust. Lugar pequeño donde hay mucho revuelo. // –Che, cómo estaba el Congreso el otro día, parecía un piringundín! –Pero qué decís, mostro, se estaba aprobando el voto joven, parecés Magnetto hablando así… -Y si había un quilombo bárbaro –Es que la oposición no se la bancó, corrieron y los tuvimos que ubicar en sus casillas por lonshis.

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TUMOR GRÁFICO

Clarín miente

Refritar. Utilizar iguales argumentos pero camuflados para que no parezcan los mismos. // Primero tuvimos que escuchar a Sanz hablando de las drogas y la Asignación Universal y ahora Lilita ‘delirio místico’ Carrió lo refritó y salió a decir que, por el voto a los 16, van a cambiar drogas por votos. Vamooossss con la creatividad! Chichonear. Seducir, coquetear. //

–Cómo están estos dos, eh, desde que llegamos están chichoneando… -¿De quién hablás? –Boludo, de la Negra y Tincho, no pararon de tirarse tiros toda la cena– Noo, lo voy a matar a ese pelado botón, estoy tratando de chamuyarmela desde que la conocí, ese tono chileno que tiene me vuelve loca…

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FECHITISMO

por Julián Eyzaguirre

Fechitism’ style Un día como en el que la Santa Iglesia parió maldita en tierras americanas a la Santa Inquisición, un curaca inca se levantaba en armas contra los españoles, aboliendo la esclavitud negra por primera vez en América. Ese día, es el mismo en que asumiera el primer virrey del Río de La Plata, un liberal imperialista que le cabía negrear esclavos a los pavote. El día, en cuestión, es un día como el de hoy, igual al que vio nacer a la emblemática obra freudiana, la Interpretación de los sueños. Y claro, no podía ser de otro modo, ese día tan loco, es un 4 de noviembre. Un 4 de noviembre cualquiera, como el de hoy, sobrecargado de fechitism’ style, como le dicen en el Bronx; aunque hoy, el Bronx, esté en otra, adelantándose a las elecciones del martes en Estados Unidos. Elecciones como las de hace 148 años, cuando ganaba Abraham Lincoln; o 60, cuando triunfaba Ronald Reagan. O sino, como hace 4 años, cuando Obama le sacaba mucha distancia en los votos electorales al republicano McCain. Pero antes de acabar preguntándonos cómo saldrá la elección norteamericana, sigamos nuestro paseo fechitista. Saltando de banda presidencial a otra, saltemos a una más loable en la historia:

la de Salvador Allende que le fue colocada hace, exactamente, 42 años… Claro, un 4 de noviembre, como hoy, día que, en 1933, vio nacer a la Juventud Socialista de Chile, cuna de tantos militantes allendistas. Si usted es socialista -pero de los científicos, utópicos o humanistas, no de los otros- no deje de celebrar esta fecha y brinde por Don Chicho y su pandilla. Eso sí, no piense en mandar una carta a algún colega, porque es el Día del Cartero y seguramente no le resulte agradable al Mr. Postman tener mucho trabajo mañana lunes, siendo hoy su fecha anual de reconocimiento y día domingo,

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con lo cual mucho no puede disfrutarlo. Además, seamos sinceros, sin ánimo de desemplear al cartero, las cartas ya no se usan. Hoy tenemos internet, manejamos el correo electrónico; hasta nuestros abuelos que mueven sus cabezas al compás del movimiento del mouse, generando una ternura intergeneracional tan inocente como la de un niño, lo usan a diario y se olvidaron del cartero sin ningún problema. Ahora hagamos mea culpa con los carteros, carajo, que es su día. Mea culpa con los carteros y mea-mea de pis sobre todos los gringos que votan a Romney. No es que sea mucho peor que Obama, esas cosas con el presidente yanqui nunca se saben, pero sabemos que el hecho de que se trate de un afroamericano suma unos puntos. Aunque hayan dicho por ahí que el grone Barack era un potencial candidato a ser el Anticristo anunciado por Nostradamus, y causar la III Guerra Mundial. Eso nos tiene sin cuidado, para eso tenemos a los pibes del Bronx, que de fechitism cazan una bocha, y saben que si Obama se pone medio anti-Jesús y se calza una remera de Marilyn Mason o Iron Maiden, se le pudre el rancho. Estás avisado, negro, asi que ojito.

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nota de tapa

La gran novela americana El martes se celebra una nueva elección presidencial en los Estados Unidos. De un lado, el actual presidente Barack Obama, el hombre que llevó la antorcha de la esperanza en 2008. Del otro, Mitt Romney, contrincante republicano que busca recuperar por derecha la grandeza americana. Y al sur de la frontera, en el medio de la politización argentina, un Supermartes yanqui que nos empuja a hacernos algunas preguntas sobre este proceso gigantesco y lleno de particularidades. ¿Qué lugar ocupa el voto joven en estas elecciones? ¿Qué se pone en juego alrededor de la gran escenografía electoral americana? ¿Cómo se vive la política y cómo se milita en los Estados Unidos? Cuatro lecturas generacionales sobre la campaña más grande del mundo.

¿Para qué votar? por Fernando Saltiel ““Eduquense, abran una empresa”, les sugiere el candidato republicano, Mitt Romney, a los alumnos de la Universidad Otterbein, en Ohio. ¿Cómo propone hacerlo? “Pidanle un préstamo a sus padres”. Más allá de esta respuesta alejada de la realidad de los estudiantes universitarios, el Partido Republicano también ha propuesto aumentar la tasa de interés en los prestamos para ir a la universidad y eliminar la reforma alentada por Obama que permite a los chicos de entre 22 y 26 años mantener la obra social de sus padres. Dadas estas posiciones extremas, sería entendible que los jóvenes apoyaran con fuerza a Obama. Pero la situación no es tan sencilla. A pesar de que encuestas muestran una ventaja de 20 puntos sobre Romney, existe un desencanto generalizado con la presidencia de Obama. Sería fácil echarle la culpa a la elevada tasa de desempleo entre los jovenes de 16 y 24 años, la cual está en 17,1%, pero sus problemas con la juventud estadounidense van más allá de los números. En su candidatura en el 2008, Obama se presentó como una persona capaz de cambiar la forma de hacer política en Washington y de integrar a los jóvenes. Su campaña, basada en promesas de “esperanza y cambio” ilusionó a los chicos de este país, quienes fueron a votar en masa, apoyándolo con un 66% de los votos. Durante la campaña, se lo pudo oir proponer ideas radicales que tuvieron amplio apoyo en este sector como subsidiar con U$S 4.000 anuales la educacion universitaria de los alumnos que se comprometiesen con 100 horas de servicio comunitario, cerrar la base militar en Guantánamo y combatir al cambio climático. Sin embargo, la propuesta de educación nunca fue presentada en el Congreso, Guantánamo continúa abierta y EE.UU. sigue siendo uno de los grandes emisores de dióxido de carbono. Al mismo tiempo, Obama logró expandir el programa de prestamos Pell (que subsidia los prestamos de los estudiantes de bajos recursos), bajó la tasa de interés de los

prestamos universitarios, eliminó la ley que le prohibía a los homosexuales participar en el ejército y fue el primer presidente en apoyar explícitamente el matrimonio igualitario. El problema es que los jóvenes no sienten que estos cambios representen un giro en la forma de hacer política. Estos logros no son reconocidos como significativos y ponen el foco en la incapacidad de Obama de presentar programas nuevos y concentrados en resolver los problemas de la juventud. Ninguno de los dos candidatos ha presentado planes específicos para los jovenes del país. Mitt Romney sólo menciona su plan para crear 12 milliones de puestos de trabajo en 4 años sin centrarse particularmente en este grupo, mientras que Obama habla bajar los costos de la universidad, sin presentar propuestas para aquellos sin estudios universitarios. La data muestra que sólo un 66% de los chicos de entre 18 y 24 piensa votar, pero no hace falta hablar con más de 2 o 3 de ellos en la calle para darse cuenta que se sienten decepcionados con la falta de cambio de la presidencia de Obama y con las propuestas de Romney, pero, más que nada, con un proceso político que no toma en cuenta sus preocupaciones. Es muy comun escucharlos decir “¿Para qué votar? Sea quien sea el presidente no afecta mi vida”. Mientras Obama propone aumentos en los impuestos a los ricos y bajar el gasto militar, Romney pide reducir el gasto social y aumentar la creación de empleo. Aunque ambos difieren en puntos importantes, sus plataformas coinciden en la falta de énfasis sobres los temas que afectan a los jóvenes. Los analistas argumentan que esto surge de una falta de involucramiento juvenil, pero ellos dicen que nadie propone soluciones que puedan afectar sus vidas. A corto plazo, es poco probable que alguno de los dos candidatos pueda cambiar esta situación: a lo sumo cambiará el costo de la universidad o la tasa de creación de empleo, pero, para ver cambios reales a largo plazo, va a ser necesario un candidato que mire los problemas que afectan a la juventud y que ponga esfuerzo en buscar su voto.

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El relato negro por diego sánchez Hace unos años, la serie 24 narró la gestión de un presidente negro. Se llamaba David Palmer. Corría 2001 y su historia, mucho antes de Obama, parecía el negativo de otra gran promesa americana: John Fitzgerald Kennedy. Como JFK, Palmer era un hombre carismático, amante de la sintáxis implacable de la convicción y que habría de abandonar este valle de lágrimas con un tiro en la cabeza. Como JFK, también, tenía un hermano: Wayne, réplica made in Fox de Robert Francis Kennedy. Al igual que Bobby, Wayne era un cadete hábil y pragmático al que el mito post mortem de su hermano mayor terminaría convirtiendo en un referente fogoso del idealismo liberal norteamericano. La única diferencia fue que Wayne pudo llegar a la presidencia: Bobby, en cambio, fue asesinado un mes antes de que su sonrisa católica e irlandesa fuera aceptada por la convención demócrata. Bobby más que Jack fue el Kennedy en el que se reflejó la figura de Obama en aquellos primeros días de 2008. Aún cuando su estrella ya había eclipsado al aparato de Hillary, todavía pesaba sobre él la larga historia de las esperanzas fallidas. Nadie esperaba que pudiera llegar vivo a las elecciones. El Yes We Can tenía ese mensaje subliminal: sí podemos llegar al cuarto oscuro sin que un maniático nos acribille antes. Obama encarnó así uno de los tantos sueños americanos: la realización del presidente que no fue. Una ilusión que sólo se apoyaba en muertos o personajes de ficción: Barack no era ni Clinton ni Carter, se reflejaba más en Palmer o en Jed Bartlet, el presidente progre de The West Wing. Era lo que nunca había ocurrido; un halo de esperanza movido por la extensa maquinaria narrativa. Hoy Obama enfrenta el sendero

de la reelección con cuatro años a sus espaldas: fue el presidente de la reforma de salud, el Nobel de la Paz por una guerra en fade, el cazador de Osama y el que devaluó el dólar por la avalancha china. Un presidente real. Y así todo, cuando vimos su rostro en la última convención, cuando lo vimos tuitear y cantar y correr por izquierda a su oponente mormón, volvimos a ver eso: el blues brother de Chicago brillando sobre el mic del gran show electoral. A comienzos de los 60, Norman Mailer escribió “Superman va al supermercado”, un texto sobre la campaña que consagraría a Kennedy. Mailer fue un autor que hizo de las crónicas electorales uno de los géneros más ricos de la literatura norteamericana. Cubrió el florecimiento de JFK, la muerte temprana de su hermano y el galopante cromosoma asesino de Nixon. Vio un destello de país en cada elección. Las campañas, para él, eran la intersección perfecta del gran sueño imperial americano y la monotonía empaquetada y gris del ciudadano medio. Superman en el supermercado. Según Mailer: “Estados Unidos fue también el país que con más apasionada persistencia conoció el dinámico mito renacentista de que todo ser humano es potencialmente extraordinario. Estados Unidos era la tierra en la que la gente aún seguía creyendo en héroes”. A su manera, Mailer entendió que las elecciones son también eso: la síntesis escenográfica de una nación que busca su Historia. ¿Qué hay detrás de la coreografía electoral? Tal vez como Disneylandia, que esconde la mano callosa del trabajador mexicano en la réplica del castillo de Fantasía, lo que haya es lo mismo de siempre: rosca, tensiones, la mugre de un sistema monstruoso. El futuro. Lo que queda después de este gran show, no parece otra cosa que la larga carretera de un mundo en transición.

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Domingo 4 de noviembre de 2012 / NI A PALOS

Pequeñas anécdotas sobre las cotidianidades estadounidenses por marisol de ambrosio 1. Once upon a time, Rosa Parks se convirtió (en los libros) en la primera mujer negra que se negó a cederle el asiento de un transporte público a un blanco; hoy tiene una placa homenaje arriba del primer asiento de muchos colectivos de línea. Yo me sentaba enfrente para observarla, las pocas veces que viajé durante 2008 en Tampa, Florida, mi hogar en reiteradas ocasiones ese año. En ese entonces, Obama podía ser quien escriba las palabras finales del cuentito de los dreams comes true, o más bien, de la lucha de los negros por la reivindicación de su ciudadanía y su humanidad: el stablishment lo había aceptado como candidato, pero lo que se ponía en juego no era el imperio económico sino la chance de aceptarse como la nación diversa que son, donde la heterogeneidad de razas, colores, tamaños y culturas es sorprendente; o quedarse en el ostracismo racista que en ese momento reivindicaban McCain y Sarah Palin. El debate era puertas adentro y la interacción, con la tele y con internet. No existían esos puentes tan llenos de engrudos y graffitis partidarios como acá, sino que la potencia de los candidatos estaba en los debates televisivos, en los noticieros abiertamente tendenciosos o el debate “popular” por internet. Ahí estaba la militancia: cuando los candidatos pedían donaciones de sus votantes y quienes podían colaborar con U$S 20 y hasta el infinito y más allá, no dudaban en hacerlo, y eso los convertía inmediatamente en partícipes del proceso electoral. 2. En Estados Unidos, en donde nunca en mi vida escuché con tanto fervor acumulado en los labios la palabra freedom, no podía entender cómo esos seres humanos presos del consumo excesivo entendían a la libertad como la capacidad de comprar mucho, con muchas opciones, y todo barato: para ejemplificar, un tostador salía U$S 5, las

comidas congeladas, centavos, los jeans de Levi’s unos U$S 30. Para ellos, la libertad de acción es comprendida como la capacidad de elegir en una excesiva variedad de productos; y aunque en ese momento los candidatos a presidente eran 13, las corporaciones económicas, como siempre, avalaban sólo a dos. Jamás escuché, salvo a modo anecdótico, la plataforma de los restantes candidatos; pero no me cansaba de ver carteles enormes en las autopistas, con las caras de McCain y Obama con una bandera flameante detrás. En EE.UU. la libertad nunca se llevó bien con la democracia de las urnas. 3. Contextualicemos: en Argentina aparecía la derecha agropecuaria, era la época de los primeros cacerolazos que no tenían hambre, el vicepresidente había traicionado. Sobre eso, dos puntos: nuestra derecha creyó el discurso norteamericano de la libertad de mercado, pero nunca comprendió que si hay un país con un Estado fuerte ese es Estados Unidos (por ejemplificar, el gobierno de Alaska les

paga a sus habitantes por vivir allí, y los ciudadanos debajo de la línea de pobreza no pagan impuestos federales). En segundo lugar, es inaudito para ellos protestar en época de bonanza con intentos destituyentes: derrocar a un presidente es traicionarse como nación; no pueden concebir que un vicepresidente abandone el barco en el medio de la noche: automáticamente son desterrados de la virtuosidad estadounidense. La militancia pasa por las banderitas colgadas en todos lados, por el debate virtual, pero también hay una simbología muy arraigada que antepone la Nación y sus instituciones por sobre los gobiernos de turno; son un gran “nosotros” que me llevaba a pensar que la militancia no se vive, se siente. Cuando le comentaba a los norteamericanos la situación argentina, me miraban perplejos y, alguna vez hasta me llegó a decir uno -un troglodita, obviamente- que es por eso que “nosotros ponemos el ojo en todos los países, sino, ¿quién va a cuidar a este mundo de sus desmanes?”.

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El voto joven en el medio por mariano montes La campaña demócrata ha resaltado, desde un comienzo, el contexto de crisis económica recibida por Obama. El actual presidente llegó conviviendo con la peor crisis desde la Gran Depresión, observando cómo, cada mes, se perdían 800.000 puestos de trabajo. En cada uno de los debates, Obama enfatizó la aprobación de la Affordable Care Act, una medida transformadora en materia de salud pública, brindando salud de calidad y al alcance de la mayoría de los estadounidenses. La finalización de la guerra en Irak, el asesinato de Bin Laden, la búsqueda de un cierre para los enfrentamientos en Afganistán, la aprobación de la “Reforma de Wall Street”, el recorte de impuestos a millones de trabajadores, la defensa de los derechos de la mujer en materia de salud y la construcción de una educación superior más accesible para los jóvenes, aparecen como las medidas más destacadas. También se cuentan aquí los acuerdos con Rusia y China para aprobar sanciones internacionales contra el gobierno iraní. Romney, por su parte, critica el “amplio” gasto público de los últimos años (propone recortes de aproximadamente U$S 500 mil millones por año), propugna reducir los impuestos, crear 12 millones de puestos de trabajo, endurecer la política exterior respecto a China y Rusia y fortalecer la posición del país ante gobiernos considerados antidemocráticos, particularmente Cuba y Venezuela. Además, propone mantener el presupuesto en defensa, mientras que el líder demócrata es partidario de reducirlo.

En este marco general de discusión, el “voto joven” representa un caudal electoral insoslayable. En EE.UU. hay 45 millones de votantes entre 18 y 29 años (14,6% de la población) con una participación creciente en relación a décadas pasadas. Si bien los jóvenes tienden a votar por Obama, el nivel de entusiasmo es menor que el evidenciado en las elecciones de 2008, en gran medida debido a la brecha existente entre las expectativas que generó su victoria, respecto a las evaluaciones que realizan amplios sectores de la ciudadanía luego de cuatro años de administración, comprendiendo que los jóvenes no son marginales a estas percepciones. No obstante, todas las encuestas marcan ciertamente una ventaja considerable en favor del candidato demócrata en este grupo de electores. ¿Representa esto, entonces, un problema para el Partido Republicano? Si

los jóvenes siguen masivamente a los demócratas, es un problema para el partido desafiante, en la medida que existen estudios que postulan que las personas tienden a no modificar su pertenencia partidaria con el paso de los años. De todos modos, los republicanos están modificando su postura en determinados temas (por ejemplo, muy pocos hablan del matrimonio entre personas del mismo sexo, mucho más aceptado en la sociedad actual), con lo cual es prudente guardar cierto escepticismo y no afirmar definitivamente que perderán ese electorado conforme a sus posiciones en aquellos issues que son principales en la escala de preferencia de los jóvenes (por supuesto, el ajuste será problemático, porque los sectores ultraconservadores republicanos resistirán esta tendencia -la misma existencia del cada día más reforzado tea party fortalece esta hipótesis-). Si bien Romney y Obama permanecen cerca en las encuestas nacionales, en los sondeos por Estado para el Colegio Electoral se exhibe un liderazgo con una tendencia casi irreversible en favor del demócrata. La hipótesis central es que logrará una cómoda victoria en los swing states más relevantes (esto es, en aquellos Estados que no tienen una orientación partidaria definida tradicionalmente), quizás, con la excepción de Florida, pero parece estar empeorando en los Estados republicanos, no competitivos, aunque de gran población, como Georgia o Texas. Desde estas páginas creemos que la victoria de Obama en el colegio electoral y en el voto popular (más disputado en esta última modalidad), será inobjetable. Pero los votos se cuentan en las urnas, y para eso, tenemos que esperar.

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entrevista a los editores de Chamuyo Web

“Nos parece que lo mejor que nos puede pasar es autogestionarnos todo el tiempo” Una pareja de periodistas de Lugano decidió armar en febrero de 2010 un emprendimiento periodístico sobre política y cultura: una revista digital mensual con galerías de fotos, una agenda de actividades culturales, cortos audiovisuales propios y compilados musicales. Definido por ellos mismos como un “experimento cultural”, Chamuyo Web es, sobre todas las cosas, un medio autoconsciente que, todos los meses, reflexiona también sobre el poder de la autogestión. Noelia Tellez Tejada y Hernán Buodo, sus creadores, nos narran el origen del proyecto, cuentan cómo hicieron para diseñarlo y mantenerlo y nos explican el orgullo de haber formado y de trabajar en un medio que les gusta y que volverían a elegir. Una charla sobre el sí se puede (periodístico), la escena cultural popular porteña, las nuevas expresiones artísticas y las tijeras presupuestarias del gobierno de la Ciudad.

Foto: Patrick Haar

Por Jimena Rosli ¿Cómo nace Chamuyo Web? Hernán Buodo: La veníamos pensando desde mitad de 2009. Nace a partir del gusto de nosotros, de la intención de leer una revista que no existía, que no encontrábamos en la oferta periodística. Que mezclara un poco de políticas culturales con la escena cultural de Buenos Aires y que tuviera voces representativas de los distintos palos de la cultura argentina y sobre todo de la cultura popular. ¿Cuál era el contexto de ese momento? HB: Quizás lo pensamos en el 2001, con un resurgimiento de la cultura popular y de mirar con un poco más de respeto y dedicación esas cosas. Lo lanzamos con un especial sobre murgas, que es un género cultural y artístico bastante ninguneado. Noelia Tellez Tejada: El primer número fue impreso, serio y con un abordaje interesante. Pero también queríamos una edición linda para guardar. Fue una primera apuesta que luego mantuvimos. HB: Nos sigue resultando un desafío abordar las temáticas de la cultura popular. Y más hacerlo de buena calidad, porque en general hay un ninguneo con lo popular, con respecto a quién lo consume y quién lo produce también. Y lo hacemos desde una mirada particular: para nosotros lo popular no se contrapone con la “cultura” y no es algo menor ni valorativa ni simbólicamente ¿Por qué denominar “cultura” a ciertas prácticas culturales y “cultura popular “a otras? NT: Lo que nosotros queríamos plantear se fue dando incluso hacia adentro de la redacción de la revista. Salimos diciendo que eramos una revista de cultura popular porque creíamos que era así, pero haciéndola surgió esta discusión: ¿por qué no tratarla como “cultura” a secas? Y pasó a ser una revista de política y cultura. Porque en realidad son políticas culturales las que definen que haya cultura popular y que hayan diferentes estamentos culturales. Ahí está plasmado el cambio de paradigma, que se ve en términos de entender la comunicación como una herramienta de construcción política. Para nosotros también fue una batalla cultural hacer eso. Es una larga discusión ¿Ustedes cómo definirían lo popular? HB: Es difícil… Son aquellas prácticas que están arraigadas en un sector importante de la población que quizás no tenga que

“Lo hacemos desde una mirada particular: para nosotros lo popular no es algo menor ni valorativa ni simbólicamente ¿Por qué denominar ”cultura” a ciertas prácticas y ”cultura popular” a otras?” ver con lo masivo. Popular y masivo no son sinónimos. El tango no es masivo pero es popular, representa al habitante de Buenos Aires, lo habla y lo interpela constantemente. Nosotros en alguna medida somos tango. Es masiva la murga, el carnaval porteño es la fiesta popular más importante de Argentina, la que más gente lleva todos los fines de semana. No hay ninguna que concentre tanta gente. Y también es el teatro comunitario, con la mirada sobre el arte y el ejercicio teatral de quienes lo integran. NT: Es un ida y vuelta, entre todas esas experiencias hay procesos de apropiación de la cultura popular. En la murga hay apropiación del espacio público, de la fiesta, del barrio, de la historia. Y un reentenderla todo el tiempo y ponerla en la calle. El teatro comunitario también, no es gente del teatro, son vecinos que se ponen a hacer teatro y que se apropian de un club de barrio que en ese momento

oficia como usina del arte. Eso también es cultura popular. No son necesariamente las grandes marquesinas. Son espacios más chicos pero con fuerte anclaje en un lugar, en un grupo, en un momento. HB: Que represente un poco la mirada y la forma de entender de un pueblo. Que quizás no tenga lugar en los grandes teatros y salas de cine, pero que sin embargo están presentes. En la manera de decir, en la manera de hablar, la manera de mirar, gesticular. Las expresiones artísticas y culturales tienen mucho de eso: de representar quiénes somos. Reconstruir permanentemente ese caudal simbólico a través del cual nosotros miramos el mundo. ¿Y cuál es el límite de las temáticas que entran o no en Chamuyo? Si es que lo hay NT: En términos musicales hay un recorte muy fuerte, que es el folclore de Buenos Aires,

entendido como tango, milonga, candombe, murga. Toda la música y expresiones propias de la ciudad. Hay rock que es argentino, pero también hay otros medios que se dedican a eso. ¿Por qué no dedicarle un medio al folclore porteño o del área Metropolitana? HB: La actualidad de ese folclore. Porque no hay muchos medios que lo aborden. El tango tiene una actualidad y una presencia que no es masiva, pero que es muy fructífera. La murga también, cada vez conlleva mayor complejidad en su hacer. El candombe está oculto, aunque sigue estando. En el cine entra la producción local, independiente o la que surge de los concursos del INCAA. NT: Y el cine con vecinos, que surge de una experiencia madre en Saladillo en la que los vecinos se organizaron y se pusieron a hacer cine. Un pueblo haciendo cine, te explota la cabeza. Y ahora se empezó a dar en otros lados. Es autogestivo, los motiva más el


Domingo 4 de noviembre de 2012 / NI A PALOS

“El chamuyo no es solamente la mentira o el engaño, eso es una acepción de la palabra. También es una manera de hablar del porteño. Es una manera de desarrollar un diálogo, una plática entre vecinos, entre gente de la ciudad”

querer hacer que el saber o el poder. La libido por delante, siempre. HB: Buenos Aires es la ciudad con más salas de teatros independientes del mundo. Y muchas están fuera del circuito comercial de Avenida Corrientes: están en Abasto, en Almagro... NT: En el Conurbano. En Banfield se armó un corredor de teatro que está bueno. Y el teatro que se da en las salas públicas, que también es una oferta enorme y que se hace de otro modo, con otro respaldo económico. HB: Tenemos esas tres patas y trabajamos sobre eso: lo público (cine, teatro, música, artes plásticas), lo independiente y lo comunitario. Desoímos o no tratamos lo comercial. ¿Y cómo sobrevive la cultura ante el cierre de espacios culturales y festivales que hizo el gobierno porteño? NT: Alentando mucho la autogestión. Toda esa política de hacer en la ciudad se traduce en mucha autogestión. HB: Lo mejor que le otorga un gobierno conservador a un pueblo es la capacidad o el desafío de poder construir políticas de >

Fronteras

resistencia a esas políticas oficiales. Y ese es un ejercicio muy creativo. Dificultoso, pero es donde de conquistan derechos, porque se pelea por ellos. Que son los únicos derechos que luego, en definitiva, al ser consciente de ellos, son los más difíciles de eliminar. Porque hubo toda una movilización para conquistarlos. No fueron dados per se. Y hay una lógica permanente de reinventarse, autogestionarse todo el tiempo y de ver cómo se contrapone las políticas culturales de un gobierno que tienden a ser marketineras y sobre todo pensadas para un publico del extranjero, turista. Y de ganar espacios finalmente. Está esa idea de que la autogestión es lo que te queda cuando un gobierno no te da un espacio y me parece que hay que dejar de pedir tanto al poder de turno, porque en definitiva el poder de turno, cualquiera sea, porteño, nacional o provincial, tienden a hacer políticas para mantenerse en el poder y quizás no vayan de la mano de los intereses de los que son gobernados. Lo mejor que nos puede pasar, me parece, es autogestionarnos todo el tiempo y cada vez más. Y así ir ganando espacios y margen de emancipación. Logrando lazos comunitarios, creativos y de poder también. Debe ser difícil mantener un proyecto siendo pareja, a pulmón y, solos NT: Es una locura. Pero también es querer hacer algo y hacer todo para que no quede en un mero deseo. Una parte del “cómo” es haciendo. Levantarse todos los días y sentarte a laburar, y organizarte. HB: El trabajo es mucho y lo hacemos los

dos. A mí me encanta este oficio y hago lo que quiero hacer dentro del periodismo. El oficio es muy divertido de por sí. Y más si uno hace lo que le gusta. Hoy, si yo tendría que armar de cero un medio periodístico, armaría Chamuyo de vuelta. Quizás dentro de diez años no, decidamos enfocar otros laburos. Consumo muchos medios, pero ahora hago lo que quiero hacer. Lo hacemos con dedicación y respeto. Somos dos y no queremos ser más que dos. ¿Por qué no más de dos? NT: Porque está bueno así. La respuesta está en construir algo en la medida propia. ¿Por qué todo tiene que ser un imperio? ¿Por qué la ambición tiene que ser algo para lo que se necesite una tropa de gente? A escala, somos dos, hacemos esto, funciona. ¿Por qué tiene que haber un “holding Chamuyo”? ¿Por qué eligieron ese nombre? HB: El chamuyo no es solamente la mentira o el engaño, eso es una acepción de la palabra. También es una manera de hablar del porteño. Es una manera de desarrollar un diálogo, una plática entre vecinos, entre gente de la ciudad. NT: Es poner en valor el espacio de la charla y la conversación. HB: No es meramente hablar, chamuyar es ese proceso que se da en una picada entre amigos de Buenos Aires. Entre amigos de Holanda no creo que se de, en ese caso charlan. Chamuyar se da entre un vecino y el encargado de su edificio, entre un flaco y una mina. Y en un automovilista que quiere chamuyar al vigilante que le quiere hacer una boleta. En la web dicen que “buscan lo difícil de encontrar” NT: Porque buscamos historias, otras miradas que no sean las levantadas por

los grandes medios. Y porque hay otros parámetros para delimitar lo que es una buena historia para Chamuyo. HB: Es un desafío que nos atraviesa a todos: hacer una agenda distinta que no sea la de los intereses comerciales, empresariales y tampoco los políticos partidarios. NT: Hay otro modo de entender a la noticia y también al par. En el ejercicio del periodismo termina habiendo tanta competencia entre pares, con una mirada muy corta de la aspiración a intelectual que se pierde un poco el rol del periodista como trabajador. En el periodismo autogestivo todos nos asumimos como trabajadores: todos somos cadetes, recepcionistas, los que limpian y los jefes de redacción. Cuando nos encontramos con pares parecemos un grupo de autoayuda, hablando de los conflictos con los distribuidores o cargados con los trámites que cada uno está haciendo. No es la idea del periodista que va a la redacción, se desentiende de todo, labura y después se va a su casa. HD: Con premisas falsas de “búsqueda de verdad”. ¿Por eso definen también como “fieles a sí mismos”? NT: Sí. Es tratar de construir juntos, de entender juntos quiénes somos, qué nos pasa. No desde el aspecto psicoanalítico ¿Qué nos pasa como sociedad? ¿Por qué reaccionamos como reaccionamos? HB: Chamuyo nos representa, cualquiera de sus secciones habla de nosotros. Yo no sé si un editor o director de un gran medio público o privado puede decir lo mismo. Nosotros si lo podemos decir, y eso ya es mucho.

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¿A qué le dicen ni a palos? HB y NT: A la falta de respeto y de dignidad del hombre.

“La respuesta está en construir algo en la medida propia. ¿Por qué todo tiene que ser un imperio? ¿Por qué la ambición tiene que ser algo para lo que se necesite una tropa de gente? A escala, somos dos, hacemos esto, funciona. ¿Por qué tiene que haber un holding Chamuyo?”

Por Juan O’Farrell (especial para Ni a Palos, desde Atenas, Grecia)

El vacío político europeo y la generación Easyjet La actual crisis europea está lejos de ser sólo financiera o, incluso, económica. Lo que se encuentra detrás es una crisis política del proyecto de integración. Una de las facetas de esta crisis es que mientras se aceleró la centralización de la toma de decisiones a nivel europeo (con su contrapartida de disminución de poder de los gobiernos nacionales), esto no fue acompañado por un cambio en la conciencia y acción política de los ciudadanos, la mayoría de los cuales sigue pensando la política en términos nacionales. La ausencia de referencias a Europa cómo espacio político se ve especialmente entre los jóvenes. La mayoría desconoce en gran medida cómo funciona la estructura de la UE y cómo ésta afecta su vida. Que los jóvenes sub-30 no perciban a Europa como espacio político en el que se toman las decisiones que afectan su vida llama la atención: los jóvenes son los que más están sintiendo el impacto de las políticas de ajuste (desempleo, salarios de 1000 euros o menos, universidad cada vez más cara, entre otras), las cuales son implementadas por gobiernos nacionales pero dictadas desde Bruselas, Frankfurt y Berlín, donde están la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el ejecutivo Alemán respectivamente. Pero llama la atención también porque es la generación con más sentido de identidad europea, al menos a nivel cultural y afectivo. Los jóvenes sub-30 forman parte de lo que se podría llamar la ‘generación Easyjet’, la que con vuelos de bajo coste recorrió Europa, yendo de Atenas a Londres o Paris, en menos tiempo y plata que lo que le insume a un porteño visitar Mar del Plata. Y es también la ‘generación Erasmus’,

la que disfrutó de programas de intercambio universitario y voluntariado, y subsidios y becas para trabajar y estudiar en otros países de la UE. Este intenso intercambio cultural entre jóvenes reforzó su sentido de pertenencia e identidad europea. Sin embargo, no se tradujo en una conciencia sobre Europa como espacio político. El vacío político europeo llega a los movimientos sociales y de protesta que surgieron los últimos años. Estos movimientos, liderados principalmente por jóvenes, representan uno de los procesos de resistencia y rebeldía más importante que haya visto el continente desde, por lo menos, el Mayo de 1968. Un estudio reciente de la London School of Economics analiza estos movimientos a través de siete países europeos, e indaga en las percepciones que sus integrantes tienen sobre Europa. Las conclusiones son contundentes: para ellos Europa es ‘invisible’, no juega un rol relevante en los debates y protestas. “Mientras muchos de los entrevistados se definen cómo europeos en cuanto a experiencia de vida y se interesan en temas globales, Europa como comunidad política y espacio público parece sólo existir para una pequeña minoría de ‘expertos”. ¿Cómo se explica que entre tanto activismo brillen por su ausencia las referencias al futuro de Europa? Por un lado está la apatía política de la sociedad europea en su conjunto que caracterizó al período previo a la crisis. La ilusión del fin de la historia y la bonanza del crédito barato hicieron de Europa un continente políticamente muerto. Con la explosión de la burbuja inmobiliaria comenzó un proceso de re-politización de la juventud, sin embargo, los que venían durmiendo

cuando se estrelló el auto se despiertan y no entienden mucho que pasa a su alrededor. Saben que alguien les prometió prosperidad y derechos y lo que ven es lo contrario, entonces se indignan. Pero lo que no tienen muy claro es donde apuntar su indignación. La apatía política ante la UE muestra también el triunfo de la idea de que las decisiones a nivel regional no son una cuestión política, sino técnica, y por lo tanto no requieren de democracia, si no de transparencia . ¿Qué deben hacer para adaptarse a esto los movimientos sociales, la sociedad civil, los sindicatos y partidos políticos? ¿Cómo se recupera el espacio perdido? ¿Cómo se redefine e interviene en la ‘esfera pública’ donde se cuecen las reglas que rigen la UE? Hay señales de que las cosas están cambiando. Se escuchan más conversaciones o propuestas de alianzas entre movimientos sociales alrededor de Europa. Desde los sindicatos, la posibilidad del primer paro general paneuropeo esperanza a muchos. Mientras tanto, América Latina haría bien en prestar atención a este proceso europeo, para no repetirlo. Hace 20 años la integración europea dejó de tener como objetivo la pacificación y la democracia, y fue lentamente capturada por intereses económicos. Esto sólo pudo suceder ante la apatía de ciudadanos y actores políticos que de alguna manera u otra aceptaron que la integración regional es un proceso técnico y no político.

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8 NI A PALOS / Domingo >

4 de noviembre de 2012

LA MALA LECHE

I

nfancia clandestina es una sugestiva película que impacta sobre todos los públicos posibles, pero también sobre un núcleo de gente (me incluyo) vinculada afectivamente a la historia que cuenta. Una aclaración (no una respuesta): la historia acaso sea –a mis ojos- el alegato más fuerte contra la “Contraofensiva”, desde la historia de una familia, nunca una apología. Es decir, sobre ese momento particular en tiempo y espacio de la vida de Montoneros. No alcanza a toda su historia ni a todas las clandestinidades anteriores. El texto que sigue está escrito a partir de la columna de hace dos domingos. Bienvenido. MR

Infancia clandestina. La buena leche. Por Camilo Juárez

“Lo que le sucede a un hombre le sucede a todos” Jorge Luis Borges. Infancia clandestina te la muestra, sintetizaba un compañero, días pasados, te la muestra toda con ojos de niño, no toma partido, ni deja de ser una mirada crítica. Es una polaroid cruda de un momento oscuro de nuestra historia. Y mucho se ha escrito y filmado sobre la violencia política de los 70 y sus consecuencias. Sin ir más lejos las dos películas argentinas premiadas por la academia yanqui están inmersas en la misma temática: La historia oficial (1985, Luis Puenzo) y El secreto de sus ojos (2009, Juan José Campanella). Lejanas en el tiempo, dos miradas que aportaron lo suyo (¡y ninguno de los 2 directores es hijo de!). El film de Benjamín Ávila, nominado al Oscar y al Goya, emociona, incita debates, despierta polémicas, arranca llantos, risas y suspiros. Entenderla como una apología de la contraofensiva es solamente un caso de miopía desproporcionada. Infancia clandestina tiene valores humanos universales que trascienden la realidad argentina y conmueven hasta las lágrimas, incluso al público de Cannes que quizás no tiene idea de qué cosa fue Montoneros. Concurrí unos días antes del estreno a una función especial en el Centro Cultural Haroldo Conti, que funciona en el Espacio para la Memoria creado en la exEsma por iniciativa de Néstor Kirchner, un reflejo de los paradigmáticos cambios culturales, sociales y políticos en los que se halla inmersa la Argentina de hoy. Me acompañó mi hermano Javier. Ambos vivimos en la clandestinidad (no lo llamaría cautiverio) durante la persecución a nuestro padre Enrique Juárez, delegado de Luz y fuerza, cineasta, militante montonero finalmente desaparecido en ese mismo centro clandestino. En aquella infancia clandestina conocimos a nuestro hermano menor, nacido en el ojo del huracán y de quien mi padre se jactaba de haberle hecho él mismo el nudo del ombligo. Fueron unos meses terribles y complicados pero estábamos juntos. Es muy difícil trasmitir en pocas líneas lo que eso significa, pero poné que fuimos felices… y era 1976. Conmueve el personaje del tío (Alterio hijo, un actorazo), la relación y las actitudes que tiene hacia Juan/Ernesto. Lo que intenta y logra, lo que encarna. Era así, tal cual. Entiendo como un gran acierto de la película que en los momentos de mayor tensión, en las escenas de violencia, irrumpe en la imagen la animación frenética y onírica de Andy Riva que evita el golpe bajo y la crudeza y conecta con otra mirada, de mayor distancia, indispensable. (Gracias Benjamín x cuidarnos así). Nuestros padres no fueron soldados, ni fanáticos religiosos buscando inmolarse, tenían fe como consecuencia de sus convicciones políticas, tenían amor y del producto de esa fe y ese amor, tuvieron hijos. No fueron asesinados por la fe, sino por el terrorismo de Estado. Benjamín Ávila, el director no narra su infancia, no es una biografía. Él maduró esta película entremezclada con sus contradicciones propias y su subjetividad así como el autor de la crítica publicada por Ni a Palos lo hizo entremezclando las suyas propias. No hay privilegio ni linaje. Hay una necesidad de contar nuestras historias y está el derecho de haberlo ganado, en este caso, con prepotencia de trabajo. Derecho exclusivo que Benjamín nunca se arrogó: simplemente cuenta una historia desde la autoridad que da la experiencia propia. No puedo parar de escribir sobre mis viejos, y sobre lo que me pasa a mí con esa historia. No hay forma que me centre en otra historia, aflora aún cuando me centro en alguna otra. A muchos hijos les pasa lo mismo. Y si Benjamín NO cuenta su historia, ¿quién la va a contar? Su mirada en ningún momento se coloca en la posición de medir o intentar medir quien sufrió más, la crítica tampoco debería hacerlo. Lo que nos pasó nos pasó a todos. Infancia clandestina lo cuenta maravillosamente. Y será capaz de llegar al corazón de la gente. Los hijos nos apropiamos de la peli porque la sentimos muy cerca y representante de nuestras emociones, que tanto aprietan por dentro. Me importa y me enorgullece de quien soy hijo. En ese orgullo me afirmo y renazco de él. En el tiempo transcurrido he reflexionado sobre esas muertes. Me he preguntado si tenían otro camino. La respuesta brota de lo más profundo de mi corazón. Es ese el mismo lugar donde habitarán por siempre.

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TRASVASAMIENTO CULTURAL Por Benito Messina

Pampa húmeda La revista PAMPA celebra. ¿Qué? Quizás el número que saldrá antes de que concluya el 2012. Pero después de vivir a pleno el año de la fiebre decidieron anticiparse a todos los festejos y el viernes 9 de noviembre a las 21 horas abren con doblete: música y poesía. Tocan el genial Compañero Asma y la enorme Paula Maffía y recitan los poetas del carajo Alfredo Jaramillo y Walter Godoy. Será en el Centro Cultural Oliverio Girondo, Vera 574. Barrio de Villa Crespo. CABA.

> Falsa escuadra

Yo no quiero volverme tan madre Me cansé de los que quieren que sea madre. Y me cansé, sobre todo, de las que quieren que sea madre. La maternidad no es más que un concepto. O es, mejor, nada más y nada menos que un concepto. Y como tal, es una construcción cultural. Pero andá a explicárselo hasta a las mentes flexibles como la plastilina. Hace poco charlaba con un amigo acerca del supuesto instinto maternal. Eso de que las mujeres somos como perras o gatas o vacas que no comen por días con tal de que sus crías no mueran. -Hasta vos, que no creés en eso, de chica acunabas a tu muñeca y hacías que le dabas de comer, la protegíasme decía. -Sí, porque no tuve autitos, ponele. Creo que el mito del instinto maternal nace en una confusión. Porque somos enroscadas, contamos los pozos en piernas ajenas, pero también tenemos una capacidad resolutiva sorprendente: somos pulpos repartiendo tildes en el complejo multiple choice de la cotidianidad. Y a eso, aunque nos favorezca (¿nos favorece?), también lo nutre la cultura patriarcal. Yo no quiero ser Maru Botana, con su molta felicidad. Podrán decir que cualquier mujer puede estar meta parir si tiene los medios para sustentar una fábrica de sirvientas cama adentro que peinen bucles en escalera y conozcan cada una de las

Staff Director/

Federico Scigliano

suplemento joven de miradas al sur

Editor/

Diego Sanchez

cacas de los exponentes de la prole. Igual, no podría. Yo levanto la vista para mirar la cúspide de la pirámide. Tampoco encarno la figura de las pibas que terminan el secundario y ya tienen chicos. Es que estoy en ese segmento difuso como niebla de madrugada que todavía goza, mediante el estudio y el trabajo, de cierta moratoria social. Clase media, le dicen. Cuentan que tener hijos te cambia la vida. OK, seguro. Y también aseguran que cuando sea madre voy a entender de qué va la existencia. Genial, pero, ¿hasta entonces voy a ser una tonta perdida en el Triángulo de las Bermudas de mi propia biografía? Y sobreviene indefectible la pregunta que juega de anticristo en la religión de las mamaderas y pañales: ¿si no tengo hijos qué pasa? Sí, ya sé: seré una ameba pensante en el mundo feliz de las mamis. Tranquilas, no corran, no soy de las renegadas que odian a los críos. Puedo limpiar mocos sin asco y desterrar el cuento de la cigüeña con altura. Solo digo que, aunque me sienta responsable y preparada, no quiero tener hijos. No, al menos, por ahora. Y no es por hacerme la cool. Para eso me vuelvo a tatuar. Así que, padres, institución familia, amigos, mundo: por las dudas, no esperen de mí un pequeño. Siempre me pareció un acto egoísta el querer completarse, como sostienen por ahí, con un hijo. Disculpen, pero no soy un álbum

Redactores /

Julia Mengolini Martín Rodríguez Zappa Fede Vázquez Benito Messina Tomás Aguerre Salvador Salinas Franco Dorio Laila Manubes Paz

Julián Eyzaguirre

Arte /

Diego Paladino

Fotografía /

Ivana Garda

POR romina sánchez

de figuritas. ¿Echarle el lastre de mis conflictos a una pobre criatura que encima va a depender de mí? ¡Paso! Te vas a realizar, te tiran en la cara con un gesto presuntamente revelador, como si te estuviesen advirtiendo que dios existe. Entremos en el discurso de la performance: yo ya me siento realizada. El concepto de mujer sigue ligado, casi de un modo siamés, al de la maternidad en su peor sentido: el fracaso. ¿Les cuento lo que pasa con los muchachos? Que yo sepa, si el hombre no tiene hijos no es ningún perdedor. Y así vamos a todas partes, a regañadientes pero asumiendo nuestra condición. Andamos presas de la pulsera electrónica de nuestra culpa. Una amiga, muy sabia, dice que la sociedad busca escindir a la persona de su propio ser cuando se trata de la descendencia. Y se pregunta todo el tiempo, indignada, sobre cómo es posible educar y amar, ¡amar! a otro si dejamos de ser nuestro propio eje. Cualquier vieja copada nos revelaría la filosofía del dar todo por el otro. Es que ya la conocemos de memoria, señora, como el Padrenuestro o el Arroz con leche…el Arroz con leche. Violencia Rivas debe haber cantado de lo lindo sobre este asunto. Pero Violencia fracasó, Violencia no existe. Entonces insistamos, a falta de grandes banderas y líderes carismáticos, que ninguna mujer nace para madre. Ninguna nace para madre obligada.

Redacción: Uriarte 1656 (CP1425) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: contacto@niapalos.org Departamento comercial: Tel.: 4776-1779 Internos: 156 y 159.

Venta de ejemplares atrasados: Azopardo 455. Tel.: 4342-8476 Impresión: Editorial AMFIN S.A. Paseo Colón 1196. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires:New Site. Baigorri 103, CABA. Distribución en el interior: Inter Rev S.R.L. Av. San Martín 3442. Caseros Provincia de Buenos Aires.


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