El Festival Internacional de Fotografía Guatephoto presenta su Segunda Edición, a llevarse a cabo en noviembre 2012. Esta Segunda Edición busca romper con los esquemas de los eventos de arte de la región para convertirse en el principal festival de fotografía en Centroamérica y el Caribe. Encuentra más información sobre cómo participar con tus fotos en el OPEN CALL y de las actividades del festival en: www.guatephoto.org
f: Theresa Dennison
Patrocinador oficial:
Organiza:
EDITORIAL /
RARA 7 es un número “raro”. El símbolo de arriba y su gran variedad y complejidad de significados no podría dejar de ejercer cierta presión o influencia en los contenidos. La búsqueda de lo mismo nos ha llevado a girar e indagar un poco más en Centroamérica, acercándonos cada vez a una mayor riqueza y estar al tanto de la amplitud de nuestros territorios y culturas (sin afán de sonar a comercial): una sola y muchas a la vez. Sin embargo hay una cosa en la región que siempre sobresale: nuestros intereses, necesidades, inquietudes y búsquedas son muy similares. Voltaire dijo “un libro está
hecho, como una persona social, para las necesidades de los hombres”; lo mismo sucede con el diseño, el arte y la arquitectura. Son las necesidades del pueblo las que nos guían a desvelar o crear opciones que mejoren o resuelvan las circunstancias. El ensayo Esta casa como espacio de combate entre encierro y libertad, incluido en esta edición, nos habla de cómo las dinámicas de nuestras sociedades amoldan la construcción más allá de los ideales o cánones arquitectónicos, mientras que el proyecto Estrategias para organizar un ejército popular nos pone de frente con lo que en esencia somos. El pueblo establece sus ideales y sus reglas: lo vemos en Arquitectura Feoclásica Panameña y en Las Luchas del D.F.: Crónica enmascarada. Esto nos hace cuestionarnos
y replantearnos el camino y el papel del diseño, el arte y la arquitectura en nuestro contexto: vivimos en el contraste y la dualidad de un mundo influido por la tecnología, avances y mega creaciones occidentales y la innegable realidad de los “países en desarrollo”. El número 7 es perfección, pero perfección no necesariamente responde a belleza, balance, o armonía. La perfección debe ser parte de la creación de posibilidades, espacios y comprensiones; debe tener un impacto en una sociedad, acorde a su contexto, realidad y necesidades. Aboguemos por eso desde la creatividad, desde el diseño y desde el arte. Luisa González-Reiche
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THERE IS AN ENCHANTED PLACE WHERE SECRET STORIES ARE TOLD AND THE BEAUTY OF COLOR COMES TO LIFE.
M2/ THINK TANK: DAVID GARDA
15. TALLER/ CINCO PATAS AL GATO: DISEÑO, FAUNA Y ARQUITECTURA
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NUEVO ARQ./ ARQ. OCULTA, RESPUESTAS PARA NUEVOS TERRITORIOS
SIN TÍTULO/ FID: DE LA COMUNICACIÓN Y LA FUNCIONALDIAD A LA HERRAMIENTA ECONÓMICA
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30. INTROMISIÓN/ LUCIANO GOIZUETA: ALL YOU NEED IS TIME
GPS/ 19°26' N 99°08' O: MÉXICO D.F.
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44. ARCHIVO/ WALTERIO IRAHETA JULIO ZADIK
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MUSEOGRÁFICA/ ESTRATEGIAS PARA ORGANIZAR UN EJÉRCITO POPULAR
RETRATO/ REGINA JOSÉ GALINDO: CONTROL Y TRANSGRESIÓN
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REC/ ¿CUÁNTAS OBRAS CONCEPTUALES MÁS NECESITA EL MUNDO? FRANCISCO TÚN LA TRAMPA GRÁFICA CONTEMPORÁNEA
67. LABORATORIO/ LA ARQUITECTURA FEOCLÁSICA PANAMEÑA
70. INVESTIGACIÓN/ ESTA CASA COMO ESPACIO DE COMBATE ENTRE ENCIERRO Y LIBERTAD
POST/ ROBERT GILSON: QUARANTENA
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76. EPÍLOGO/ LUZ MÉNDEZ DE LA VEGA
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DIRECTOR: ANDRÉS ASTURIAS COORDINADORA EDITORIAL: LUISA GONZÁLEZ-REICHE DISEÑADOR Y DIAGRAMADOR: CEDRICK ARENALES EDITOR DE ARQUITECTURA: ERICK MAZARIEGOS ARÉVALO REDACTOR Y EDITOR: OSWALDO J. HERNÁNDEZ ASISTENTES DE COORDINACIÓN: ANITA GARCÍA Y ALEJANDRA ESTRADA ASISTENTES DE DISEÑO: ESTUARDO CHOC, CINDY RUANO Y ENRIQUE PONSA WEB: JAVIER RODAS PORTADA: LUCIANO GOIZUETA TAL PARA CUAL AGRADECIMIENTOS: DAVID GARDA, JOSÉ ROBERTO PAREDES, ROBERT GILSON, LUIS A. DE JESÚS, REGINA JOSÉ GALINDO, LUCIANO GOIZUETA, ALFREDO ENCISO, FRANCISCO SOLÍS, FELIPE SANABRIA, JOSE DÍAZ, JUAN JOSÉ ESTRADA T., CLARA DE TEZANOS, FIORELLA RESENTERRA, FUNDACIÓN LUZ MÉNDEZ DE LA VEGA, JASON BAX, LÉOPOLD LAMBERT, ENSAMBLE STUDIO, MICROCITIES, ALTRO-STUDIO Y ERICK MENCHÚ. INFORMACIÓN Y VENTAS: CONTACTO@REVISTARARA.COM (502) 2333 5518/ (502) 5203 0867 LOS 3,200 EJEMPLARES DE RARA SE IMPRIMEN EN PAPEL OBTENIDO DE UN BOSQUE RESPONSABLEMENTE REGULADO Y NORMADO BAJO LEYES AMBIENTALES. GUÁRDALA O RECICLALA POR FAVOR. UNA PUBLICACIÓN DE ESTUDIO A2.
COLABORADORES: JUAN BRENNER. DIRECTOR DE ARTE Y FOTÓGRAFO. DIRECTOR DE AMBUSH STUDIO. GUATEMALA. WWW.JUANBRENNER.COM CHRISTIAN KROLL-BRYCE. ESCRITOR, ARQUITECTO, GUITARRISTA Y DOCTOR EN ESTUDIOS CULTURALES Y LITERATURA LATINOAMERICANA. MAURICE ECHEVERRÍA. ESCRITOR Y PERIODISTA, COLUMNISTA EN VARIOS DIARIOS DE GUATEMALA. BUSCANDOASYD.BLOGSPOT.COM CARLA GARCÍA. GESTORA CULTURAL EN HOJA BIJAO Y PROYECTOS CULTURALES EN GALERÍA ARTCONSULT, PANAMÁ. LUIS A. DE JESÚS. FOTÓGRAFO NEOYORKINO DE PADRES PUERTORRIQUEÑOS. TRABAJA EN MÉXICO D. F. JORGE DE LEÓN. ARTISTA VISUAL Y DE PERFORMANCE DE GUATEMALA. SE ESPECIALIZA EN LA INTERVENCIÓN CORPORAL.
CIUDAD DE GUATEMALA ABRIL / MAYO / JUNIO 2012
VÍCTOR A. MARTÍNEZ. FOTÓGRAFO Y EDITOR DE IMAGEN. TRABAJA EN LA FOTOTECA, GUATEMALA.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN DE TEXTOS, IMÁGENES Y FOTOGRAFÍAS. © LOS AUTORES.
DARIÉN MONTAÑEZ. ARQUITECTO Y DISEÑADOR. COORDINADOR DE PRODUCCIÓN EN BIOMUSEO, PANAMÁ.
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KARINA SALGUERO. ESCRITORA, EDITORA EN REVISTA ORSAI; COLABORÓ EN REVISTA SU CASA Y SOHO, COSTA RICA.
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THINK
TANK
DAVID GARDA
Texto: Erick Mazariegos / Foto: Andrés Asturias Se trata de un nuevo proyecto del arquitecto David Garda, una sede central de operaciones para un high-tech especializado en el desarrollo de páginas web. Garda define el espacio como “liberador” (influenciado por la presencia de Steve Jobs en su estadía en Berkeley, así como la pieza maestra de Kubrik: A Space Odessey) por permitirle pensar en nuevas formas de hacer arquitectura vinculada al trabajo inmaterial y la tecnología, una condición que en las últimas décadas transformó el sentido de labor y producción relacionado a servicios en el espacio global y en este caso particular, también en lo virtual. Ocupando un nivel completo del recién concluido Design Center, el proyecto inicia con una clara intención respecto a su forma “rústica” original, en el que a diferencia de la típica oficina que esconde todas las infraestructuras de su contenedor, la propuesta expone cada una de ellas y las integra al nuevo diseño al darle un nuevo orden visual. Una cualidad que se refleja en todo el desarrollo del proyecto y que es más evidente aún, al observar en el ambiente de ingreso y recepción “multicolor”, unos servidores (aquellos que hacen posible toda logística informática y neurálgica de la sede), como principal objeto a mostrar en una especie de “vitrina tecnológica”. Con detalles variables, y como lo explica Garda: “el proyecto busca romper con todo lo ortodoxo”. Enunciado que le permite dar una respuesta lúdica en programa y materialidad. Respectivamente, el espacio se distribuye en tres principales ambientes que a su vez, responden a distintas escalas entre lo individual y lo colectivo o “vida pública”. El primer ambiente, las oficinas de los directivos, emplazadas como una hilera de cubículos, son el único espacio individual del proyecto, y sin embargo, fueron diseñadas de tal forma que a diferencia de la “contemporánea” oficina directiva, cerrada con vidrio sandblast, asumen
una apariencia local que anima a la experiencia urbana en donde el arreglo de los cubículos de forma lineal son pensados más como una serie de viviendas en donde las ventanas dan hacia la calle, revertiendo el hermetismo de una oficina distante de las actividades de la ciudad. El segundo ambiente, The Red Carpet o “La Alfombra Roja” por definición, una que flota ligeramente, es el espacio protagónico en donde creativos diseñan el “ciberespacio”, mediante grupos de trabajo orientados. Un espacio que no es del todo colectivo, sino relacional, condición que en su diseño activa el recurso intelectual con enfoques particulares y organizados como unidades o células productivas en módulos abiertos. Por último, el espacio colectivo o “de vida pública”, compuesto por dos principales espacios, una sala de juntas y un estar, muestra la forma más lúdica de trabajo en donde su total apertura permite a los usuarios crear la agenda de actividades múltiples y simultáneas. Ocio y productividad se diluyen aquí, una respuesta en donde el diseño “maxi016.
M2 / THINK TANK: DAVID GARDA
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miza los recursos”, una actitud inherente en esta elite de creativos tecnológicos. Los materiales varían entre lo rústico o expuesto del concreto, contrapuestos con muros blancos, algunos gestos de color en vanos y una entre mezcla de tecnología e industrialismo presentes en algunos detalles como la robusta puerta corrediza, y sin olvidar lo local, una hilada de izotes (flora endémica de la región) perfilan un paisaje que hacen del proyecto una “dicotomía abierta”, explica Garda. Un espacio siempre distinto desde cualquier lugar que se observa, al cual como elemento final, aparece una caja en embalaje de exportación de grandes proporciones que recuerda la idea de lo global en los puertos navieros y sin embargo en su interior se encuentra un espacios para crear y formular ideas, un verdadero Think Tank.
520.00 MTS. CUADRADOS DE DISEÑO INTERIOR. MATERIALES Y ELEMENTOS PRINCIPALES: CONCRETO EXPUESTO, BLOCK, LÁMINA DE ACERO, CORIAN, VIDRIO TEMPLADO. MUEBLES PARA OFICINA HERMAN MILLER, ILUMINACIÓN LED .
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CINCO PATAS AL GATO DISEÑO, FAUNA Y ARQUITECTURA Por: Karina Salguero-Moya
BUSCAR SOLUCIONES A NUESTRAS CIUDADES CENTROAMERICANAS ES COMO BUSCAR CINCO PATAS AL GATO. Y BUENO, QUIZÁ CENTROAMÉRICA ADEMÁS DE NECESITAR CINCO PATAS, REQUIERA TAMBIÉN UNA MANO.
José Roberto Paredes es un arquitecto salvadoreño que fundó Cinco patas al gato, un estudio de diseño multidisciplinario. Su fuerte es el diseño y la disciplina en la que mayormente se manifiesta es la arquitectura. Algunas de las fotografías que acompañan este artículo son de la “Casa Jardín – Jardín Casa”, un proyecto construido sobre la base de una forma de pensar. Una filosofía compartida que alude a la simbiosis, a compartir el espacio con naturalidad y naturaleza. Una de muchas construcciones con las que han propuesto un estilo en El Salvador. La estética en la arquitectura de Cinco patas al gato, esa práctica artificial de crear belleza a partir de las formas de vida, elementos comunes, culto, técnica y dinámicas de apropiación, es fundamental para diseñar y construir el bienestar, su principal objetivo. El arquitecto Paredes lo tiene muy claro y lo refleja en todas las áreas de su trabajo. RARA habló con él. Una entrevista que empezó en Skype, pasó al mail, involucró un Iphone, se completó en
Facebook. Mejor dicho, se valió de cualquier estrategia para ponerle cinco patas a José Roberto Paredes. Para entender sus proyectos hay que entender cómo piensa Paredes, cómo abordan los proyectos en su estudio y por qué el resultado es la fuerza que transmiten estas imágenes. “El tema es que desde nuestra profesión tenemos la capacidad de mejorar la forma de vida de las personas y al mismo tiempo jugar y disfrutar de lo que hacemos. Así sea un cliente privado o del sector público. Hay muchas formas de mejorar la vida de las personas de diferentes formas. Por ejemplo: a mí me gusta dar clases. A veces doy charlas en clases de amigos que son profesores o cuando me invitan. Me he puesto como meta dar clases a partir del próximo semestre”. De esto conversamos: ¿Por qué tu estudio se llama Cinco patas al gato? Comenzó con un juego de palabras cuando aún trabajaba
con mi padre, también arquitecto, y quería comenzar a diseñar y a producir muebles. Para diseñar los muebles había que cuestionar su función. A veces las cosas que no son las más evidentes son las correctas. Además no necesariamente son las más complicadas y el término se prestaba para esta forma de pensar. Cinco patas al gato es buscar algo que no existe. Y así después se trasladó al nombre de la oficina, cuando decidí independizarme. ¿Seguís buscando las cinco patas? Sí, en cada proyecto. Si no cuestionas, no evolucionas. A veces inclusive comenzamos o comienzo por desaprender lo que ya sé de un proyecto. O sea, si es una casa, comienzo por dibujar la típica casa, la "función correcta". Y después surgen las preguntas de por qué todas las casas funcionan igual o están distribuidas igual. Y no por cómo la familia las usa, o por el terreno o la orientación. Por ejemplo, por qué una casa tiene sala principal si nadie la ocupa. Aquí solo sirve para poner los sofás blancos y las fotos de la familia. Casi un museo. O por qué el tendedero da a la cocina y es tu vista y conexión
TALLER / CINCO PATAS AL GATO: DISEテ前, FAUNA Y ARQUITECTURA
FOTOS: JASON BAX
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FOTOS: PLASTIKA PHOTODESIGN
principal si quien más la ocupa son los dueños de la casa, a quienes les gusta cocinar y entretener a sus amigos. ¿Cuántas personas trabajan en tu estudio? Cuatro arquitectos, una diseñadora de interiores, un ingeniero industrial. Tenés mucha presencia en Guatemala. ¿Cómo surge esto? Hemos diseñado un par de cosas para clientes guatemaltecos: Como (que ya no existe), Imagen Films y MD (estudiamos en su momento la nueva imagen). Y en esas idas y venidas, conocí, en El Salvador, a Juan Lacape, arquitecto guatemalteco. Empezamos a darle vuelta a la idea de un colectivo, de cómo había sido difícil formarlo con colegas en nuestros mismos países. Y comenzamos con este tema, en conjunto con un arquitecto en Nueva York y otro de México D.F., que fuimos conociendo en su momento en distintas circunstancias. Por último, vino una pasante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala y a través de ella conocimos a unos desarrolladores jóvenes y planteamos un anteproyecto para un complejo turístico de 100 manzanas. También vendemos nuestros muebles en Piegatto. Una empresa de Guatemala dedicada al diseño, al arte y a la arquitectura. Además disfruto ir a La Antigua, adonde está la oficina de Juan Lacape. Tus muebles Hay una importante muestra de muebles de tu autoría. ¿Cómo inicia esta veta profesional? Mis muebles nacen de la pura necesidad. Hay 022.
que diversificar, ¿cierto? Bueno, me gustó diseñar muebles en mi posgrado en Cataluña. Pero cuando me regresé a El Salvador no encontraba muebles que me gustaran. Así que diseñé varios y me gustó. ¿Es caro el diseño salvadoreño? Nooooooo. Hasta hace poco se ha empezado a cobrar. Y ahorita hay muy buenos arquitectos y diseñadores y el brote ha coincidido. Varias personas buscando explorar en diferentes áreas. Y en el mismo rango de edad. ¿Cómo se percibe el arquitecto en tu país? En otras ciudades de la región han pasado años tratando de convencer a la sociedad de la importancia del diseño. Aquí también. Y los arquitectos por mucho tiempo le dieron valor a la construcción y no cobraban el diseño. Claro, revertir eso es complicado. Creo que aquí somos contados con la mano los que solo diseñamos. Pero en comparación, Guatemala y Costa Rica cobran mucho mejor por diseño. Diseñar es lo más complicado, en mi opinión. Hay mucha responsabilidad. Si te pones a pensar, cuánto se invierte en los muebles de la cocina para que ésta se vea bien, o cuánto deberías de invertir en el diseño para que toda tu casa se vea y funcione bien y sea el espacio con el que soñaste. A mí me gustó un proyecto en el que abordabas arquitectura y educación. ¿Hablaste con los estudiantes cuando diseñabas la escuela? No, en realidad hablé más con el director. Vamos a hablar con ellos más adelante. La participación ciudadana es
maravillosa, pero es peligrosísima también. Les vamos a preguntar cómo les gustaría que quedara su escuela. ¿Por qué peligrosa? El problema es que todos vemos nuestro entorno con una poderosa dosis de individualismo. Entonces, lo que cuesta entender, creo yo, es que visualicés tus deseos y tus sueños hacia el bien común. Pensar en el otro desde tu propia perspecitva. Cómo complacer a todos, mejor dicho, cómo diseñar para que todos vivan de la manera más digna. ¿Cómo? Creo que nunca van a estar todos felices. El tema de la democracia es algo que tiene que ver con la mayoría. Eso me gusta. Hablemos de democracia arquitectónica. Cuando me toca diseñar para una pareja por ejemplo, los entrevisto a los dos el primer día, todo es bonito, todo es un sueño, y de repente poco a poco empiezan a haber tensiones cuando entran más en el sueño, porque aparecen los individuos y eventualmente puede que desaparezca la pareja. Entonces lo que hago después es entrevistarlos individualmente. Que me cuenten su visión y hasta cosas que les gusta y no les gusta de la vida en pareja. Y hablamos de cómo el espacio afecta o promueve. Y de ahí no los vuelvo a juntar hasta que les presento el diseño, y se ven, la mayor parte de veces reflejados de alguna forma, la pareja, la familia, y el individuo. Al menos eso tratamos. Pero al final es buscar un punto medio. Eso es lo que deberías, siempre buscar la participación ciudadana.
TALLER / CINCO PATAS AL GATO: DISEÑO, FAUNA Y ARQUITECTURA
FOTO: VICTOR A. MARTÍNEZ
Voy a partir del hecho de que tu estudio, desde la gráfica, es particular. ¿Qué elementos se suman en Cinco patas al gato para convertirse en una propuesta de estudio tan única? La apertura en la discusión interna. Me gusta la forma en la que trabajan en publicidad. Buscan la personalidad clara, específica a un producto, marca, etc. Esto lo podés aplicar a un proyecto, a una familia. Entender ¿qué los vuelve únicos? Y en segundo lugar el trabajo de equipo, el proceso de brainstorming. He tratado de aplicar esto a la oficina. Como un híbrido, adonde el arquitecto propietario, no tiene la última palabra. Es un trabajo de equipo, todos aportan. Hay que saber identificar una buena idea y saber desarrollarla. Considero que soy un director creativo no un dictador en la oficina (risas). No tengo escritorio aparte, aunque a veces creo que necesito un espacio privado. Háblame de la sostenibilidad según tus cinco patas al gato. Creo que la podes controlar hasta cierto punto. En especial porque la palabra final la tiene el cliente y muchas cosas son más caras en el corto plazo. Pero creo, en mi opinión, que comenzar con una buena orientación, con un buen flujo de aire, con una buena adaptación al terreno y respeto a la naturaleza existente es un buen aporte. Por 023.
ejemplo, no hemos logrado utilizar paneles solares por costo. No lo pagan muchas veces. Eso sí, en el proyecto La Piscucha (cometa o barrilete) dejamos prevista una conexión, pero para alimentar inodoros en invierno. Era demasiado caro para riego para seis meses de época seca. Te mantenés muy activo en Facebook. ¿Quiénes opinan en tu FB? Pocos, muchas veces estudiantes, amigos, y poco a poco se han ido involucrando otras personas. Estamos tratando de estimular la opinión. Hemos hecho proyectos para clientes que nos contactaron por Facebook. En este momento ¿qué están haciendo en la oficina? Estamos diseñando una casa en el mar. Y acabamos de empezar a diseñar unos proyectos en Honduras y Nicaragua. En diseño de producto: muebles específicamente, ¿quién es tu mentor o el diseñador por el que sentís que tenés influencia? No tengo uno específico. Me gustan varios diseñadores. George Nelson, Gaetano Pesce, los hermanos Campana.
Pero también tengo una fascinación por el diseño japonés. Me encanta la sencillez, la pureza, aunque siempre compite con algo de lo enredada que tengo mi cabeza, como dirían varios de los que me conocen. Hay una película que me encanta. Hero, de Zhang Yimou. Es una película de un guerrero chino que en teoría caza a estos enemigos del imperio. Son unas imágenes impresionantes, batallas en medio de hojas rojas. Hay una escena en la que el maestro espadachín está en una academia, casi un templo de caligrafía. La cosa es que el actor sale practicando escribir una sola palabra. Una y otra vez. Practica cómo escribirla con sencillez, precisión, carácter, pureza. Es lo más difícil: hacer algo que parezca sencillo. Esa imagen la tengo grabada. El estudio Cinco patas al gato se adelanta a su época y a su momento histórico, pero es un fiel representante del nivel arquitectónico que puede ostentar El Salvador. La consigna que sigue es bajar el individualismo y que prime el bien común, pero en una medida balanceada en la que la estética y el bienestar construyan tendencia.
FOTOS: JASON BAX
José Roberto Paredes, Director Creativo. Nacido en San Salvador en 1974, se inspiró, entrenó y trabajó en el estudio de arquitectura de su padre desde los 19 años. Se graduó en 1999 de la escuela de Arquitectura UAE en El Salvador y realizó un post-grado en Diseño de Interiores en la Universidad Politécnica de Cataluña, España. Tres años después, regresó a El Salvador donde abrió su propia firma: Cincopatasalgato®. Sus trabajos han sido publicados en la portada de Dwell Magazine (mayo, 2009) y su línea de muebles fue presentada en 024.
la II Bienal Iberoamericana de Diseño en Madrid (2010). En Plataforma Arquitectura, Cookie Magazine, Mocoloco, Elle Decor Blogspot Sudáfrica. Es Premio Ingenio en Artes Aplicadas en San Salvador (2008), II Premio del Concurso de Diseño de Muebles CONTEMPO (2007), ganador en la Categoría de Diseño de Oficinas y Comercio (2006) y mención honorífica en la Categoría. Residencial (2008) de la VII Bienal de Arquitectura de El Salvador. www.cincopatasalgato.com
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Pegamos sus ideas en la pared. P L A Z A F U T E C A , 10 Av. 10-50, Zona 14, Ciudad de Guatemala D I A G O N A L 6 , 14-01, Zona 10, Ciudad de Guatemala (502) 2269 4745 / www.tapizgeniallatinoamerica.com
026. NUEVO ARQ. /
ARQ. OCULTA
RESPUESTAS PARA NUEVOS TERRITORIOS Por: Erick Mazariegos
Es posible que en las últimas décadas, los límites de lo que informa a la arquitectura hacia su concepción y materialidad ya no estén únicamente bajo el trazo de los avances en las tecnologías constructivas o estéticas visibles reguladas por una sociedad idealista y pretenciosamente estable, heredada de la modernidad. Por lo contrario, estos límites parecen ser cada vez más perfilados por situaciones contradictorias o extremas que reflejan la forma de vida en tiempos presentes, en donde pensadores como Walter Benjamin y Paul Virilio, Zygmunt Bauman entre otros, exponen una mirada crítica a nuestra realidad, principalmente al proyectar una época histórica marcada de conflictos o crisis latentes, en distintas escalas y formatos, que hoy en día dilatan con mayor frecuencia un espacio alterno para el debate y la construcción de hipótesis respecto a los alcances que la arquitectura tiene para la sociedad actual.
"IMAGINEMOS UN MUNDO QUE ABRAZA EL RIESGO, LA INCERTIDUMBRE, LO IRREALIZABLE, LA INESTABILIDAD Y EL CAPRICHO"
Studio que confronta esta estética visual con una una línea hacia la no-figura, y una adopción de un lenguaje cuasi mineral como límite entre lo visible y lo imaginable, con un hermetismo que exaspera la curiosidad por conocer su interior.
En cuanto a lo inestable, formulaciones como la propuesta de MICROCITIES, radicaliza la noción de trabajo con una relectura a los escritos de Karl Marx, los Grundrisse (1858), para establecer otros parámetros de la arquitectura entre el habitar y producir como respuesta a un creciente sistema en crisis económica (hecho recurrente en la historia de la humanidad), y que en la actulidad, se vincula al hecho que el capital está dejando de ser material hacia una cultura de servicios globales. Asimismo, la crisis o desgaste ambiental, tras el indigerible cambio climático y un efecto post-Chernóbil, hechos que han llevado a la humanidad a la aceptación del riesgo como cotidianidad, permite la construcción de propuestas en situaciones antes no imaginadas. Ejemplo de ello la Casa Bunker de la oficina italiana Altro-studio o el proyecto Iceberg Living Station de David Garcia Studio, ambos, con una mirada de resistencia y conquista a climas y condiciones meteorológicas insólitas.
"PARADISE NOW", KENNETH GOLDSMITH, 2012
A la manera de una píldora o comprimido de ideas esenciales, se expone aquí, algunas posibilidades; proyectos (algunos a edificarse y otros más en el camino de lo proyectivo) en donde el diseño es asumido como respuesta para territorios “distintos” por acotar una serie de condiciones resonantes en el extracto de Goldsmith, y entendidos como aquellos que no únicamente son físicos, sino también imaginarios, fuera de lo ideal por distópico. Ejercicios críticos que como resultado, son un manifiesto de conductas diferenciadas en el valor esperado de las edificaciones, una alternativa auto-referencial donde su producción parece oculta o inexistente en sí mismas, y en donde la arquitectura es llamada al “anonimato” como respuesta dominante, sin embargo, confrontativa a situaciones en donde la idea de confort, control, poder, productividad, seguridad e incluso estética “expuesta” son marcadas con duda. Ya sea por circunstancias culturales como la radicalización del valor de lo estético (lo bello) en una época de consumismo marcado por el placer de “lo que es visto”, crítica ya establecida unos años atrás por Juhani Pallasmaa, en su libro: Los ojos de la piel, y que señala a la estética exacerbada por la imagen y su hegemonía, como principal accionista de un imperio para la producción de arquitecturas etiquetadas de “contemporaneidad” por su valor visual. Y en donde, por lo contrario, surgen propuestas como The Truffle de Ensamble
Y si de incertidumbre se trata, las pugnas políticas y sociales localizadas en las ya conocidas “fronteras calientes” de Caveri, una condición al límite que dan origen a una forma distinta de la arquitectura en donde su resultado se presenta de manera subversiva ante modelos establecidos e imperantes de “orden” actual y destrucción. Propuestas que surgen en algunos casos a través del conflicto territorial, como es el caso de una “arquitectura como arma” de Léopold Lambert, publicada en su reciente libro Weaponized Architecture: The Impossibility of Innocence (Barcelona, dpr-barcelona 2012), una propuesta que se muestra como una forma defensiva y desobediente ante unas estructuras de violencia y colonización, que a su vez, desnudan las fuerzas políticas en territorios de fricción. Al final, proyectos que muestran de una u otra manera, intenciones que más allá de dar conclusiones finales, ponen sobre la mesa del oficio, preguntas acerca de cómo la arquitectura puede coexistir, a la manera de Gilles Deleuze y Felix Guattari, en un asentido futuro rizomático, en donde los nuevos territorios emergen, no por descubrimiento sino por actitud, y “lo oculto” aporta un nuevo ensayo en el devenir de la arquitectura para una sociedad de riesgo.
LÉOPOLD LAMBERT / WEAPONIZED ARCHITECTURE WEAPONIZEDARCHITECTURE.WORDPRESS.COM THEFUNAMBULIST.NET
Es una investigación acerca de la instrumentalización inherente de la arquitectura como un arma política, que a su vez, informa al desarrollo de un proyecto de arquitectura que intenta integrar estas características dentro de la escena de una lucha política que dramatiza la desobediencia palestina ante una legislación colonial impuesta en su territorio y se manifiesta como un refugio que expresa su ilegalidad a través de un vocabulario cuya incertidumbre se integra como un catalizador de la creatividad.
ENSAMBLE STUDIO / THE TRUFFLE WWW.ENSAMBLE.INFO
La trufa es un pedazo de la naturaleza construida con tierra, llena de aire. Un espacio dentro de una piedra que se sienta en el suelo y se mezcla con el territorio. La arquitectura y su ambigüedad entre lo natural y lo construido, así como lo complejo de la materialidad, proporciona el pequeño espacio arquitectónico a diferentes escalas. El diseño toma el "Cabanon" de Le Corbusier como motivo, recreando su programa y sus dimensiones.
MICROCITIES / GRUNDRISSE, HOUSING SOLUTIONS FOR THE IMMATERIAL WORKER WWW.MICROCITIES.NET | WWW.SOCKS-STUDIO.COM
Propuesta ganadora para el concurso Moral Borders, Grundrisse es una cuenca de “trabajo inmaterial”, una red de individuos que realizan tareas, asumiendo sus propias responsabilidades, frente a los riesgos. Basado en el acceso a tecnología de punta en un ámbito de producción globalizada, su arquitectura se resuelve a partir de una estructura combinada por diferentes tipologías de células, todas compuestas por un espacio donde habitar y trabajar se fusionan por completo.
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NUEVO ARQ. / ARQ. OCULTA: RESPUESTAS PARA NUEVOS TERRITORIOS
ALTRO-STUDIO / BUNKER HOUSE WWW.ALTRO-STUDIO.IT
Este proyecto se basa en utilizar un fenómeno catastrófico, como un acto de servicio a la arquitectura. Naturaleza y arquitectura de relación que va entre la razón y la imaginación. Una propuesta que hace uso de las inundaciones para transformar el espacio de habitar, adaptando a esta condición. La arquitectura está dentro del poder de la expresión de la naturaleza destructiva, donde el individuo es consciente de sus propios límites racionales.
DAVID GARCIA STUDIO / ICEBERG LIVING STATION DAVIDGARCIASTUDIO.BLOGSPOT.COM
Una estación subterránea habitable en la Antártida. Con el objetivo de generar un impacto ambiental mínimo, evita la "construcción" por medios tradicionales en donde la "arquitectura" se esconde en un iceberg con un área de alrededor de 2.5 kilómetros cuadrados. El proyecto prevé su caducidad alrededor de 7 a 10 años como parte del ciclo del calentamiento global. Sus espacios son realizados por excavaciones con maquinaria que permite crear “cavernas” permitiendo alojar a visitantes, proveyendo un programa diverso y necesario para su habitabilidad.
FID2 Texto: Luisa González-Reiche / Foto: Andrés Asturias y Cedrick Arenales
DE LA COMUNICACIÓN Y LA FUNCIONALIDAD A LA HERRAMIENTA ECONÓMICA
SIN TÍTULO / FID
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esde que el hombre tuvo la capacidad de comunicarse, hizo uso de la imagen como la forma más eficiente para hacerlo. Las cuevas de Chauvet, por ejemplo, han dejado una evidencia única acerca de la vida de aquellos hombres rupestres y con el trascurso de los años el arte ha perseguido el ideal de comunicar, transmitir, tocar a la audiencia, sea cual sea, desde diferentes creencias, convicciones, ideales... Así, la iglesia hizo uso de la imagen durante la Edad Media para llegar a las masas; a los iletrados, a los extranjeros, a los rebeldes, cubriendo de imágenes las excelsas fachadas e interiores sin igual de las catedrales góticas. El impacto de la imagen, en vitrales, en piedra, en pinturas o mosaicos tuvo su resultado. De la misma manera, el Renacimiento le dijo al hombre: “este eres tú, estas son tus capacidades, estos son nuestros valores” y más adelante las pinturas del clasicismo francés avisaban: “estamos hartos, debemos alcanzar la libertad, abajo la monarquía absoluta”. Y a esto le siguió una revolución, unas cuantas decapitaciones y la entrada del mundo moderno. A partir de ello surgen los nacionalismos y los movimientos artísticos que desde diferentes disciplinas se ocuparían de transmitir sus ideales. Y en medio de aquél barullo empezaron a establecerse nuevos estilos de vida, nuevas necesidades. En esa misma época el artista Toulouse Lautrec fue quizás el primero en dirigir su trabajo artístico a la publicidad, donde el texto complementa a la imagen, anunciando los famosos espectáculos del Moulin Rouge, de los que el mismo Lautrec era asiduo. Con la entrada del siglo XX el papel del artista se hizo más importante a la hora de comunicar y persuadir a la gente. La revolución rusa –y más adelante la Unión Soviética– hizo buen uso del recurso, dando paso a las primeras formas de diseño gráfico e industrial: las pancartas propagandísticas y los ideales del socialismo materializados en proyectos como los de Vladimir Tatlin. De la misma manera, el muralismo mexicano como representación y publicidad de los ideales de la revolución y la exaltación de la clase obrera. En 1919, la Bauhaus marcó el nacimiento y desarrollo del diseño, generando abundantes ideas a partir de la funcionalidad, que incluía objetos industriales, diseño de vestuario y escenográfico, arquitectura y diseño urbanístico. A su vez, en Holanda, el movimiento De Stijl y su principal representante Theo Van Doesburg establecía los 17 puntos de la arquitectura neoplástica y, a través de una serie de manifiestos, las bases del diseño. En el mundo actual, el arte y el diseño se han terminado de desligar como dos formas de comunicación diferentes. El diseño responde a las “necesidades”, ideales y convicciones del mundo Occidental, con la primacía del sistema capitalista. Aquélla que invita: “compra, consume, sé más feliz, alcanza el éxito, esto es lo que necesitas…”.
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Por un lado el diseño gráfico al servicio de la publicidad y por otro el diseño industrial, que establece el nuevo estilo de vida a través de la adquisición de objetos que responden a cierta estética. Reafirmando la supremacía del dinero como el estilo de vida del siglo XXI. Así, el diseño se ha convertido en una herramienta del consumismo, donde en muchos casos el enfoque central ha sido el de que los objetos sean entretenidos y deseables. Pero, ¿útiles? no necesariamente. En ese respecto resulta interesante plantearse, ¿qué pasa si en lugar de enfocarse sólo en el objeto el diseño se re-enfocara en la idea? El arte útil imaginado por los artistas de la Bauhaus se transformó en un arte muchas veces inútil al servicio de la estética, o cuya utilidad se ha centrado en el consumismo. Empiezan ya a verse, sin embargo, iniciativas conscientes de su alcance y su poder comunicativo, que comienzan a dar un paso desde el consumo hacia la participación. Pues lo lógico es que el diseño esté al servicio de la gente, enfocándose en sus necesidades. Esta perspectiva empieza a cambiar el estado de las cosas, a crear nuevas ideas e 032.
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innovaciones que van más allá del mundo del mercado. En cierto punto resulta importante reconciliar a las empresas de diseño con las personas. La capacidad humana de la creatividad y la innovación tiene el poder de resolver problemas e incluso cambiar el mundo. De ese mismo modo, la comunicación visual y su enorme alcance, como lo hizo a lo largo de la historia y hoy, más que nunca, por la facilidad del intercambio gracias a la tecnología y la globalización de los símbolos visuales. Y es que a través de la imagen y la forma todos hablamos el mismo idioma; o casi. Uniendo a varios de los más influyentes diseñadores contemporáneos, la segunda edición del Festival Internacional de Diseño (FID), llevado a cabo recientemente en Costa Rica y organizado por Pupila Estudio, constituyó un espacio de intercambio y de aprendizaje, tanto para los invitados como para el público. Entre sus invitados, el reconocido diseñador David Droga hizo referencia a la responsabilidad del diseño como generador de cambios y a la creatividad como una responsabilidad para resolver conflictos. El FID,
que atrajo a casi 2 mil personas de toda Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá y Europa, fue creado con la visión de reunir a diseñadores contemporáneos de varias disciplinas por medio de conferencias, talleres y exhibiciones. En esta ocasión sus invitados abordaron el tema del diseño desde una amplia variedad de perspectivas. Uno de los invitados más aclamados y festejados por el público fue el diseñador egipcio Karim Rashid (adolescentes frenéticas con pancartas frente a su hotel incluidas), quien describió su propio trabajo como una combinación de experiencias, comportamientos, temas económicos y políticos, interacción física y mental, forma, visión y comprensión de las culturas contemporáneas con la inversión, el mercado, facilitación de producción, diseminación, crecimiento, distribución, mantenimiento, servicio, calidad y temas ecológicos y de sustentabilidad; todo esto para generar “una cultura visual y la experiencia humana contemporánea”. Como su página web lo indica, su negocio es “el negocio de la belleza. Cada negocio debería ser totalmente consciente de la belleza pues ésta constituye una necesidad colectiva del ser humano”.
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En otras palabras, Rashid invierte su creatividad en la producción masiva de bellos productos, que van de floreros, basureros o sillas a identidad empresarial e interiores extravagantes. Su perspectiva es la de que el diseño no se trata de resolver problemas sino de un riguroso embellecimiento de lo que ya existe. No sorprende entonces que el trabajo de Rashid resultara en esta actividad un tanto fuera de contexto. En países como los nuestros donde aún quedan demasiados problemas por resolver el papel del diseño es otro. Al menos debería serlo. Así, la creatividad respondería a facilitar circunstancias, llenar vacíos, mejorar la vida de las personas, hacerlas pensar detenidamente en las circunstancias. La belleza tiene lugar, sí, pero detrás de ella debe haber una intención más profunda que la belleza en sí, y esta debe tener coherencia con la cultura a la cual se dirige. En nuestro caso los objetos hermosos de Rashid parecen más bien elementos que nos hacen olvidar el tedio y la problemática real de nuestros países. En relación a este tema, otro expositor en el FID, el austriaco Stefan Sagmeister, conocido por diseñar las 033.
portadas de los discos de las bandas más sobresalientes de los últimos años, trató de conciliar la competitividad del mundo comercial con sus propios intereses creativos y de impacto social (si bien estos siempre se dirigen a una campaña publicitaria). Su proyecto personal “Happy Film”, con el que lleva trabajando varios años, fue presentado en relación a su filosofía de vida, en la que ha repartido sus años de jubilación dentro de sus años de trabajo, tomando un año sabático cada siete años. Asimismo sus proyectos de tipografía conformando frases “inspiradoras” con las que ha cubierto las grandes ciudades. En su charla buscaba transmitir nuevas formas de ver al mundo e inspirar a tomar acciones diferentes en nuestras vidas. Hijo de una activista y nacido en Australia, David Droga, era consciente de que en el ambiente del diseño uno siempre se topa con el dilema de ambiciones de éxito vs. trabajo consciente o humanitario, pero aclaraba que en el diseño se puede hacer ambas cosas. Aprovechar las similitudes; valores generales, necesidades generales, verdades humanas. Indicaba que no pretende ser experto en nada pero está interesando en esos elementos humanos a la hora de
comunicar. En sus palabras, la mejor publicidad es la que te hace pensar, interactuar y actuar. La creación debe ser bella e inteligente pero a la vez inspiradora para el público. En su libro La Metamorfosis, Kafka decía: “Yo no leo anuncios. Pasaría todo el tiempo queriendo cosas”. En el mundo actual parece no haber escapatoria de la publicidad ni de querer cosas y el mundo del diseño es uno de esos grandes responsables. Ji Lee, diseñador de comunicación para Facebook y panelista del FID, por su parte planteaba ir más allá de ello con sus trabajos personales, como Bubble Project, en el que colocó burbujas de diálogo, como las de los cómics, sobre publicidad impresa, instalada en las ciudades, y en su momento decidía darle lugar al público a intervenirla, logrando un espacio de reinterpretación y reflexión. Su charla impartida en el FID resultó una de las más aplaudidas pues su apertura y su capacidad de conexión social era la más clara. La diseñadora de tipografía Jessica Hische, no obstante, explicaba que su trabajo tiene un gran mercado en los
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01. CONFERENCIA DE JE LEE / 02. CONFERENCIA DE JESSICA HISCHE / 03. STEFAN SAGMEISTER PARA ADOBE / 04. ANTIGUA ESTACIÓN DE LA ADUANA, COSTA RICA / 05. CONFERENCIA DE KARIM RASHID / 06. AFICHE DE JESSICA HISCHE / 07. CONFERENCIA DE RUY OTHAKE / 08. CONFERENCIA EDUARDO DEL FRAILE / 09. OSWALDO J. HERNÁNDEZ ENTREVISTA A CARLOS MARTÍNEZ / 10. STEFAN SAGMEISTER Y FIORELLA RESENTERRA, DIRECTORA DEL MADC, ENTRE EL PÚBLICO / 11. TALLER DE JESSICA HISCHE.
Estados Unidos y Europa y que notaba que aún es necesario que en Centroamérica nos eduquemos sobre el papel que tiene el diseño de alfabetos y su importancia. “La comunidad del diseño es muy entusiasta respecto a mi trabajo” agregaba, además de afirmar que su trabajo es un “trabajo feliz”. Esta diseñadora ha logrado vender sus diseños de letras alrededor del mundo, incluyendo el diseño de los títulos de la última película del reconocido director Wes Anderson. Sin embargo, su charla no dejaba de tener un gusto un tanto superficial, al igual que su trabajo. O quizás es que desde nuestra perspectiva, y como dice ella, aún nos queda mucho por recorrer antes de entender o necesitar sus creaciones. 034.
Entre otros invitados del FID, por ejemplo, se encontraba el arquitecto brasileño Ruy Ohtake, la diseñadora de modas Leanne Marshal, el arquitecto Carlos Martínez Gensler, el diseñador gráfico Eduardo del Fraile, el artista costarricense Federico Herrero, Bala Estudio de México, Raphael Abreu de Brasil, Benjamín García Saxe (acreedor del premio “La Mejor Casa del Mundo” del World Architecture Festival 2010) y el director artístico Carlos Argüello de Guatemala. Al lado de un sinnúmero de necesidades y problemas que aún hoy las sociedades enfrentan, no sólo en nuestra región sino alrededor del mundo, tales como el calentamiento global, la educación, el servicio médico, la segu-
ridad, el acceso al agua potable, etc. el diseño y su poder de comunicación se ha hecho de un espacio primordial y debemos aprovecharlo como tal. Quizás esto suceda una vez que las sociedades empiecen a encontrar su alimento espiritual y su felicidad más allá de poseer cosas. Cuando nuestra vida no necesite estar conformada solamente por pequeñas experiencias, muchas veces insignificantes; antes de que terminemos de ahogarnos en el mundo de la imagen mientras el resto sigue en crisis.
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ALL YOU NEED IS TIME Texto: Karina Salguero-Moya / Retrato: Andrés Asturias Piense que no es usted el que está viendo a Luciano en esta foto, sino que es él quien lo observa mientras usted lee esto. Este artista costarricense fija su mirada en usted y lo desarticula, descompone su imagen, su color de fondo y de pronto usted ya no es el mismo, ahora es parte de una idea, de una variación de su propia realidad. Así es. Eso parece. Luciano Goizueta sin pedirlo es uno de los artistas contemporáneos que más proyección nacional e internacional ha tenido. Es también, uno de los que más proyección va a tener. Es prolijo y apasionado con su trabajo. Su obra es producto de una observación desesperada, de una estética que propone repensar lo anodino. De una manera deliberada logra resignificar los elementos y como un maestro hace esto mientras se ríe. Y lo que es peor, sus cuadros también se ríen. Este es un artista de rutinas. No es cliché. Vive en Costa Rica. Trabaja desde la mañana. Se levanta temprano. Justo en el lapso en que la casa está en silencio, no están los otros integrantes: Luca y Caro. Se queda solo. Toma mate toda la mañana, que sería el único acto colectivo. El barrio no es silencioso, no hay lugares silenciosos en Curridabat ni en San José, Siempre hay esa sensación citadina, vial. Ese sonido de ambiente centroamericano. Que sin pensar en
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casualidades, está presente en su obra. Trabaja temprano por mil razones, una es que toda su obra está basada en la luz y sólo puede dimensionarla en el día. Durante el día se desdobla, hay dos Lucianos que trabajan. Uno es el que cada tanto acepta trabajos de publicidad. Los elige. El diseño gráfico lo mantiene al tanto de las diferentes manifestaciones gráficas y estéticas. Luego, todo eso, la manipulación digital de la imagen, las diferentes herramientas y las técnicas las recupera y reinterpreta en su obra plástica. Si una cosa lleva a la otra, está el otro
Luciano, que de manera casi simultánea se enfrenta generalmente a un canvas de gran formato. Es ése otro el que ha logrado vivir del arte. Ese tiene la tarea de expresar su afinidad por la luz. Los dos trabajan hasta el inicio de la tarde. A esa hora regresan Luca, su hijo, y Caro, su compañera y vuelve a ser uno solo, dedicado a lo evidente. Las cosas que tienen sentido.
omnisciente. El diseño está presente de maneras explícitas. Particularmente cuando incorpora motocicletas y automóviles clásicos. Una de las características principales de su trabajo. Este tipo de elementos lo obsesionan, conoce de ellos, de los pormenores de su manufactura, los materiales, los modelos, la coyuntura en que fueron producidos.
Goizueta estudió arquitectura y también diseño gráfico. Una combinación predecible para quien está profundamente ligado al diseño, que en esta obra es
No hay ligereza. Luciano no es hipster. Es en realidad un coleccionista de imágenes. Las graba y luego las reproduce. Y esto lo que genera es que esa imagen cree
INTROMISIÓN / LUCIANO GOIZUETA
tendencias. “Dentro de un cuadro hay muchos errores. Esos errores son maravillosos”, dice, como si esas trampas a la realidad le dieran calma.
aumento siempre, lo que hace parece aumentar la realidad. Lo hace técnicamente con una lupa. Hay lupas por toda su mesa de trabajo. Decenas.
mayores y se instalaron en Costa Rica, allí nació Luciano (el único tico), sin entender que él formaba parte de ese afán de retorno.
Trabaja con acrílicos sobre telas, también madera y actualmente este artista está dedicando parte de su tiempo a esculturas pequeñas. Pero la tela es fundamental, porque para lograr la luz parte de la ausencia. Pinta la tela de negro y va iluminando con color. La luz gana y se expande. Es una técnica compleja. Otro de sus rasgos en su trabajo es una graduación diferente en la visión. Es un
De vuelta al mate
Cuando se es hijo de inmigrantes, hay un doble juego en la crianza. Nada significa una sola cosa, sino varias. La tristeza en forma de nostalgia es natural, es cotidiana, familiar, sana, paradójicamente forma parte de la alegría. Todos los momentos de alegría tienen un sello de imposibilidad. En la casa de Luciano, hablar de Buenos Aires era algo similar a relatar una leyenda, una epopeya.
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Escribí mate y faltó el contexto. Vamos por partes. Los padres de Luciano son argentinos, ambos ligados al arte: uno músico y ella productora audiovisual. En condiciones intempestivas dejaron su país. De trasfondo hay exilio, desplazamiento involuntario. Salieron con sus dos hijos
Esa ambigüedad del lugar y el no lugar, se coló en sus imágenes de la infancia y cuando finalmente visitó Buenos Aires, a los 10 años, se contestó tantas preguntas y decidió quedarse con todo lo que vio. Desde siempre Luciano coleccionaba estampitas, recortes, fotografías, afiches, imágenes que pasaba horas contemplando y que luego reproducía con dibujos. Era una apropiación de lo que veía. Cuando regresó de Argentina esa práctica se intensificó. A partir de ese momento los cielos emulaban esa luz específica de su encuentro con la nación de sus padres. Fue en ese contexto en que hizo suya esa nostalgia que había heredado. Si la imagen idealizada e imposible explica su estética, pues bien, maravilloso, pero no es lo más importante. El error aquí sería tratar de explicar la producción de este artista, cuando se sabe tan íntima. Lo mejor es observar, reconstruir el proceso que siguen, transformar esas realidades. No pensar mucho. Pero más que eso, tomar el tiempo y conocer más de Luciano, en un discurso paralelo. 040.
La primera década del 2000 es muy confusa, muere un hermano en un accidente. Un año después enfrenta una enfermedad que lo recluye casi dos años. Cambios profundos en su realidad. La recuperación de todo eso es muy lenta, una vez más los paisajes son imposibles. Una vez más tiene que ajustar su realidad. Ya pasó. Hay mucho de autorreferencia en la producción de Luciano, es cierto. Es imposible desligar la obra de su biología. Esta manera de ver la luz que tiene Goizueta es casi imposible. Esta luz existe sólo en los recuerdos idealizados. Cuenta que en Basel, Suiza, una de las referencias constantes cuando se referían a su producción fue precisamente la luz. Una luz que desafía la realidad. Pero no es una luz solemne. Toda la obra de Luciano mantiene un tono de comicidad. Toca el bajo y la guitarra. En algún momento de la carrera pudo ser una opción, especialmente promovida por su padre, pero la plástica lo doblegó. Sin embargo hay algo de composición musical en sus cuadros, desde la forma en cómo los titula, hasta el ritmo con que se observan.
Hay una colección que funciona como autobiografía, se llama Lo que subyace. Allí se construyen muchas de sus referencias al tema de la ciudad y lo que alberga. Es una colección de imágenes intervenidas de autos y motos que sufren modificaciones en su uso. Con cada viaje Luciano va creciendo. El contexto siempre es urbano, estas modificaciones son producto de esos entornos, lo que reflejan además de la lucha por la supervivencia, es la necesidad de diferenciarse, en una forma quizás eufemística: distinguirse. El tiempo y el uso impactan todas las realidades y los elementos sufren transformaciones. Hablamos de un artista joven, emergente, del que con seguridad vamos a escuchar más. La línea de tiempo continúa con luces intermitentes, luces de ciudades y cielos imposibles. Luciano Goizueta nos sigue observando. Time is all you need.
INTROMISIÓN / LUCIANO GOIZUETA
PARA VER MÁS OBRAS DE LUICIANO GOIZUETA VISITA WWW.REVISTARARA.COM IMÁGENES CORTESÍA SOL DEL RÍO ARTE CONTEMPORÁNEA (GUATEMALA) Y KUNSTKLUB GALLERY / KLAUS STEINMETS CONTEMPORÁNEO (COSTA RICA).
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Nací, vivo y trabajo en Costa Rica. Pinto desde que tengo memoria. Estudié –más o menos formalmente– música, arquitectura, dibujo, artes gráficas y fotografía. No soy un hombre renacentista, pero quisiera. A veces pinto sin boceto, otras, intento capturar la realidad. A pesar de la contradicción: trato de regirme por lo aleatorio. Creo en fluir, diluirse, viajar en el tiempo, creo en el absurdo, en el efecto mariposa, en la polisemia, en cada fragmento del universo descontextualizado; en “decir y no decir” y en lo (ir)racional; esa es la forma en que se (de)construye mi trabajo. Y sobre todo creo en la pintura. – L.G. 042.
Cecilia Paredes Pollack / Archivo Natural Inauguración jueves 3 de mayo 7PM / Abierta hasta el 26 de mayo 2012
Artistas: Andrés Asturias, Lezzueck Asturias Coosemans, Marlov Barrios, Jamie Bischof, Daniel
Arte Contemporánea
Chauche, Luis Cornejo, Rudy Cotton, Joan Duran, Linda Roberts, Susan Fenton, Luciano Goizueta,
14 Ave. 15-56, zona 10
Luis González Palma, Walterio Iraheta, Dennis Leder, Marcos López, José Manuel Mayorga, Erick
(502)2368.0352
Menchú, Norman Morales, Ronald Morán, Cecilia Paredes Pollack, Lourdes de la Riva, Josue Romero,
soldelrio@soldelrio.com
Diana de Solares, Pablo Swezey, Verónica Vides, Paulo Whitaker, Julio Zadik.
d.f. gps: 19°26' N 99°08' O Las luchas del D.F.: cronica enmascarada
Por: Christian Kroll-Bryce / Fotos: Luis A. de Jesús El día que compré mí boleto al D.F. me imaginé parado en medio del Zócalo rodeado de miles de chilangos comiendo tacos al pastor, chilaquiles y chimichangas al son de decenas de bandas de mariachis, y no pude evitar sentir cierta angustia ontológica. Me tranquilicé, no obstante, segundos después al recordar que me acompañarían en la faena dos entrañables amigos argentinos, un psicoanalista y un sociólogo, y que por ende mi sanidad mental estaría en buenas manos. Como todo visitante sensato y precavido, lo primero que hicimos fue intentar conseguir un mapa del metro y nos sumergimos en la primera estación que encontramos suponiendo que sería el lugar idóneo para conseguirlo. Sabiendo de antemano las dificultades que los mexicanos tienen para entender el voseo argentino
(que atribuyo a un duelo tácito de egos nacionales), me apuré a preguntarle a la señorita que atendía la caseta donde venden los tickets, en el más universal de los españoles posibles, si tenía de casualidad un par de mapitas del metro que nos pudiera dar o, incluso, vender, si no fuera mucha molestia, por favor. La señorita, muy amablemente, eso sí, me respondió que lamentablemente no tenía ningún mapa del metro, agregando, luego de un momento, que lo más probable era que pudiéramos conseguirlo en una estación del metro. Sin ponernos de acuerdo, observamos detenidamente nuestro entorno intentando confirmar que estábamos dentro de una estación del metro y que no habíamos sido de pronto trasladados, como a veces sucede en Latinoamérica, a una comisaría u otra dependencia estatal. Optamos por no insistir pues si hay algo que sabemos los
latinoamericanos es que la realidad del ciudadano común y la del burócrata no siempre coinciden (y argumentar lo contrario puede tener las más nefastas consecuencias), y nos adentrarnos a lo que al menos para nosotros, incautos visitantes, parecía ser una estación del metro. La carencia del mapa no nos impidió llegar a Coyoacán, donde los padres de unos amigos nos hospedarían. Luego de los saludos de rigor, salimos a buscar algo de comer suponiendo que, siendo Coyoacán un barrio turístico, encontraríamos tanto el mapa como algún puesto que vendiera periódicos o revistas de esas que se llaman culturales. Al llegar a la placita donde está la Iglesia de Santa Catarina, mi amigo sociólogo se acercó a un vendedor de baratijas para preguntarle si sabía dónde vendían periódicos en el vecindario, intuyendo que los vendedores conocen el entorno en que se desenvuelven, más aún tratándose de un vendedor que ofrece su mercadería en un kiosco fijo con techo y paredes, y de quien podríamos suponer que lleva al menos un tiempo trabajando en el mismo lugar y que por ende conoce su entorno. Nuestras suposiciones, sin embargo, iban exponencialmente careciendo de cualquier respaldo empírico, pues el vendedor, con la mirada perdida en el horizonte, le dijo que periódicos sólo vendían en la Plaza de Coyoacán o en la Av. Miguel Ángel de Quevedo, ambas a unas seis cuadras de donde nos encontrábamos. Le agradecimos y, decididos a reemprender la marcha, dimos media vuelta sólo para darnos cuenta que en la esquina opuesta había una tienda de la que parecían colgar periódicos y revistas. Regresando la media vuelta dada, mi amigo sociólogo le preguntó al vendedor si en la tienda de la esquina, esa que está ahí no más, vendían periódicos. El vendedor, con una sonrisa quizás más amplia que la de la señorita del metro, le contestó que sí, que en efecto, que tenía toda la razón, que ahí también vendían periódicos y revistas. En la tienda se habían agotado, pero pudimos finalmente conseguir la revista en un puesto de comida oaxaqueña en el mercado de Coyoacán; el mapa, en un inesperado golpe de suerte, lo conseguimos minutos después en una cantina aledaña. Actuando en contubernio, la revista cultural y el mapa del metro nos llevaron al día siguiente a lo que se convirtió en el evento del viaje: la lucha libre. Si bien recordaba haber disfrutado allá por los ochentas de Titanes en el Ring y los míticos duelos entre Martín Karadagián y La Momia, mi gusto por la violencia espectacular es más bien escaso, pero mis amigos argentinos, que quizás vieron a Martín en vivo en Buenos Aires, demostraron tanto interés por ir que no pude evitar contagiarme de sus ganas, mismas que se incrementaron al llegar a la Arena México. Decenas de puestos de comida y cientos de puestos donde vendían, entre otros suvenires, las famosas máscaras de los luchadores (la de El Santo, el más querido y mítico de los luchadores mexicanos, siendo la más pedida), servían de preámbulo a
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lo que según los promotores era la pelea del año: Místico, la sensación del momento, se enfrentaría a Dragón Rojo Jr. por el cetro del Consejo Mundial de Lucha Libre. Adentro, sin embargo, la Arena estaba más bien vacía y pudimos concentramos, alternando mala con pésima cerveza, en las luchas preliminares para darnos una idea, antes del esperado combate final, de las reglas y ritos que rigen la lucha. Los combates de lucha libre son esencialmente perfomativos pues ritualizan una decisión que ha sido tomada de antemano por los promotores de acuerdo a sus intereses económicos. Antes de subir al cuadrilátero, antes de que la pelea pública en sí comience, ya ha sido pactado quién será el ganador y quién el perdedor. El público no sabe quién vencerá, pero sí sabe que la decisión ha sido ya tomada y que será partícipe del espectáculo que legitima esa decisión. Lo que el público viene a ver, por ende, no es tanto quién gana sino cómo gana; y claro, el público tiene sus preferencias. Algunos apoyan a los rudos que, generalmente, no respetan las reglas, se valen de cualquier artimaña y vencen más por la fuerza que por la técnica; otros prefieren a los técnicos, luchadores cuya técnica y respeto por la tradición y las reglas les da cierto carisma y dimensión ética. Así vista, la lucha libre es un fiel espejo de la política pues el espectáculo es más importante que las propuestas, las decisiones importantes no se toman en la arena pública sino tras bastidores, y las elecciones son simplemente el rito colectivo que legitima una decisión previa. Sucede en todas partes, sin dudarlo, pero en México, y sobre todo durante los más de 70 años que duró el gobierno del PRI, la puesta en escena es quizás más evidente. Al terminar la pelea final—que, como era de esperar, ganó Místico—nos dirigimos a una vieja cantina en Roma Norte esperando presenciar, en sintonía con la noche, algún duelo de borrachos al son de Pedro Infante, José Alfredo Jiménez o Vicente Fernández. Pero grande fue nuestra sorpresa al encontrarnos con una variopinta gama de personajes compartiendo placenteramente mientras sonaban canciones de Infante, Jiménez y Fernández, pero también de Ely Guerra, Caifanes y El Gran Silencio. Una pareja, los niños dormidos sobre la mesa, conversaba amenamente de política con unos señores mayores que jugaban al ajedrez, mientras en la mesa contigua un grupo de jóvenes con ropa de marca y los últimos gadgets en mano decidían a cuál discoteca en Polanco irían. Ahí empecé a sospechar lo que al día siguiente comprobaría: que el cuadrilátero de la lucha libre y la política partidista mexicana pertenecían a una concepción de la ciudad, la cultura y la sociedad mexicana completamente anacrónica. Habíamos decidido de antemano dejar dos lugares emblemáticos para el domingo asumiendo que ese día podríamos ver en su máximo esplendor los usos y abusos del espacio público: el barrio-mercado de Tepito y el Zócalo. Cuna de incontables luchas sociales y guarida de narcotra047.
ficantes y criminales, Tepito es hoy por hoy más conocido por ser la meca del mercado informal, el contrabando y la piratería. Si bien nos alentaba más el afán antropológico que el netamente mercantil, fue imposible no agenciarnos de algunos libros, MP3s, y uno que otro objeto de dudosa utilidad y procedencia. Pero más imposible fue no darse cuenta que Tepito es un cuadrilátero muchísimo más versátil y representativo que el de la Arena México; un cuadrilátero donde los combates pueden realmente ser a muerte y la decisión nunca está tomada de antemano sino, más bien, se construye día a día. Residentes del barrio defendiendo su derecho a no ser desalojados; familias de escasos recursos estirando el pago semanal; amas de casa buscando ese algo que les haga la vida más llevadera; jóvenes en busca del perfume, chaqueta o accesorio que, aunque sea chafa, eleve su status social; todos, de una u otra forma, luchadores de pequeñas y grandes combates entrelazando un poco de rudo y de técnico con mucho de espontaneidad e imaginación.
en Chiapas, exigiendo el fin de la guerra contra las drogas y la renuncia de Calderón, o reclamando por una educación gratuita y de calidad. Cientos de expresiones, demandas y reclamos populares que contrastaban profundamente con la enorme instalación construida en el centro del Zócalo para celebrar los 100 años de la Revolución Mexicana y los 200 de la independencia de España, misma que parecía más un larguísimo y monótono comercial del Instituto Mexicano de Turismo para atraer visitantes de amplio crédito, que una celebración de la compleja sociedad y cultura mexicanas. A todo esto, me dije, se debe la pérdida de popularidad de la lucha libre y el rechazo generalizado a los partidos políticos. Tanto la vida de la ciudad—sus bares, discotecas y cantinas, sus mercados y plazas públicas, sus taquerías y ventas ambulantes—como las múltiples luchas e identidades de su gente no pueden ser ya contenidas en un cuadrilátero, partido político o instalación oficial, ni tampoco reducirse a simples oposiciones del tipo buenomalo, rudo-técnico.
El Zócalo, por su parte y tal como lo imaginé, estaba en efecto repleto de chilangos comiendo tacos, chilaquiles y chimichangas al son de decenas de bandas de mariachi, pero también de decenas de grupos pidiendo por la libertad de los presos políticos, apoyando las luchas zapatistas
Por la hora, por el cansancio acumulado, por la necesidad de un poco de silencio y privacidad luego de un largo día en la cosa pública, decidimos tomar un taxi de regreso. Luego de que el taxista se cambiara de carril constantemente, se pasara las luces en rojo, vociferara a diestra y siniestra, y
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realizara una maniobra suicida para atravesar la Glorieta de la Diana Cazadora, mi amigo psicoanalista le preguntó retóricamente al taxista si era complicado manejar en el D.F. El taxista, tomando la pregunta como una invitación al debate metafísico, le contestó que sí, que tenía toda la razón, que en efecto era difícil manejar en la ciudad, que era un poco complicado eso de que unos fueran para la derecha, otros para la izquierda y otros siguieran recto. En efecto, me dije, de eso se trata. Las rancheras, la Virgen de Guadalupe, la Revolución Mexicana, Diego Rivera, El Santo, Frida Kahlo, Chabela Vargas, Zapata, Villa, Marcos, el Chapulín Colorado y la lucha libre, entre muchísimos otros, son la guía para intentar descifrar quién va para la derecha, quién para la izquierda y quién sigue recto sin desfallecer en el intento. Eso era precisamente lo que hacían la señorita del metro y el vendedor de baratijas, los borrachos, las familias, los jóvenes y los ajedrecistas, la muchedumbre en Tepito y la multitud en el Zócalo, e incluso el taxista mismo. El D.F. es como un monstruo de cien mil cabezas que amasa todos los ritos, rituales, personajes, costumbres, tradiciones, leyendas, símbolos y mitos, los macera y los sirve en cada esquina; y claro, como sucede con los tacos, cada quien intenta añadirle lo que le agrada y quitarle lo que le disgusta. Pero del chile y la tortilla nadie se salva.
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LUIS A. DE JESÚS R. FOTÓGRAFO NACIDO Y CRIADO EN NUEVA YORK DE PADRES PUERTORRIQUEÑOS. RESIDE EN LA CIUDAD DE MÉXICO DESDE EL AÑO 2000. HTTP://MYEPHEMERALITY.COM/
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050. Archivo 01 Walterio Iraheta: Escala de valores El trabajo de Walterio Iraheta (El Salvador, 1968) juega con aspectos esenciales de nuestra sociedad, nuestras vidas diarias, y lo que parece ser las constantes situaciones amenazantes que nos envuelven. Lo estético, el orden y la limpieza han sido características de su propuesta, y a todo ello le ha añadido un nuevo elemen-
to: el sentido de "número", la idea de cuenta, de medida, y del cálculo, refiriéndose a la estadística relacionada a la violencia, pero también pensando en cuán difícil podría ser modificar las pautas de conducta antisocial. Como medio, ha utilizado objetos de cuidado doméstico y tras su multiplicación agobiante dentro de la galería, consigue que adquieran un nuevo significado en un nuevo contexto.
Sus piezas, en este caso, con degradaciones tonales en colores monocromos, pueden ser leídas como metáforas para la tolerancia: un reflejo en el respeto de las ideas, las creencias o las prácticas que pueden estar más allá de nosotros. En una sociedad que ha sido polarizada durante largo tiempo, las nuevas expresiones reflexionan desde conceptos más democráticos.
WALTERIO IRAHETA LLUVIA DIMENSIONES VARIABLES CUCHILLOS DE MESA E HILO DE PESCA 2012 IMAGEN CORTESÍA DEL ARTISTA
052. Archivo 02 Julio Zadik El Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida en conjunto con Estate Julio Zadik, organizó una exposición de 16 impresiones en gran formato y una serie de antiguas imágenes, todas inéditas, que redescubrían una mirada más en el trabajo de Julio Zadik, el fotógrafo moderno de Guatemala. La muestra rescataba momentos remotos y descubría relatos escondidos en las fotografías.
Parques y plazas de pueblo, blanco y negro, automóviles, palomas, juegos de niños y ancianos, ocio, escala de grises, hombres jugando críquet luego del trabajo. Fotografías de la vida de una ciudad y una época extintas pero retratadas con una precisa sensibilidad de Julio Zadik. Viajero y apasionado coleccionista de irrepetibles fragmentos anecdóticos, las historias cotidianas que capturó a través
de su lente revelan una memoria presente y adyacente a la vida del fotógrafo. “Genera un archivo de pequeñas circunstancias. Así, sus imágenes resultan casi poesías: tienen ritmo, composición, metáforas y poseen su propia gramática”, indicaba el texto de la exposición.
JULIO ZADIK SIN TÍTULO 100 X 150 CM IMAGEN CORTESÍA: ESTATE JULIO ZADIK
CARLOS SIGUIENTE PÁGINA: ROSARIO
Estrategias para organizar un ejército popular 055.
Un proyecto de José Díaz y María Montero Vanguardia Popular es un proyecto documental abierto, que pretende identificar la noción de “pueblo” a partir de una premisa: El problema de lo visible es una cuestión política. La definición de pueblo que nos da el diccionario es muy simple: “Gente común y humilde de una población”. Pero, ¿qué es “el pueblo”? ¿Quién es esa “gente común y humilde”? ¿Cómo se ve “el pueblo”? Vanguardia Popular es, en primer lugar, una maniobra estética de organización popular en los alrededores del Mercado Central y el Mercado Borbón de Costa Rica. Estos retratos sin rostro, fueron concebidos como un ejercicio de traducción y de acumulación: es el tránsito de la palabra pueblo a la imagen pueblo y también la suma sin fin de modelos originales. El ejercicio sigue
MANUEL SIGUIENTE PÁGINA: GUILLERMINA
MUSEOGRÁFICA / ESTRATEGIAS PARA ORGANIZAR UN EJÉRCITO POPULAR
una serie de pautas formales para crear un ritmo en la diversidad y el caos, en una zona que es núcleo de la vida económica en San José desde 1877, particularmente de los llamados ‘sectores populares’. No hay jerarquías ni líderes ni consignas. El objetivo político es su sola presencia. Abrirles un espacio para ser y estar, meter sus verbos en grandísimo formato. Es lanzar golpes desde un lugar invisible. Es terrorismo existencial. Si somos lo que consumimos, Vanguardia Popular es un ejército de sujetos que, en su condición de consumidores, existen poco. Sin embargo, al mismo tiempo, son un batallón de autonomías despojadas pero resistentes: son exclusivos pero generosos; irrepetibles pero 057.
accesibles. Están agotados pero son vitales. Son los perdedores y sin embargo no son clones. Sus retratos no son reivindicativos, sino militantes. Roxana no se viste al azar. Para salir a vender su oso de peluche, se coloca dos blusas de colores y diseños complementarios y una gorra de baño. Don Lisanías viene desde muy lejos. Para ir hasta la esquina en la que le regalan un plato de comida, lleva sombrero, faja y zapatos negros. Rosario vive semidesnuda, en un eterno verano de extrema delgadez. Ana oculta sus manos con guantes, pero este ocultamiento magnifica sus ademanes, que combina con detalles celestes: párpados, collar, vestido, zapatos. Agustín es más largo que alto, es negro y trabajador y lleva
un pañuelo azul. Lo cubre el hollín. Es como si él mismo se despintara sobre su ropa. Lleva la ciudad encima. Cada retrato lleva su propia pregunta. La normalidad es un acto de fe y por lo tanto necesita ser desacreditada cuanto antes. El tomate y el aguacate están a ¢500 el kilo. Olga, la de los ojos enrojecidos, saluda despectiva. Sus compañeras de oficio aseguran que su marido la maltrata: cada vez que se emborracha, le recuerda que ha violado a sus hijos. En los altos de la Distribuidora Panamá hay un dormitorio para más de 100 personas que tienen la costumbre de no tener trabajo. Un racimo de diez plátanos también se vende a ¢500 y el kilo de huevos sale a ¢700. Los productos no
están rebajados: los productos circulan degradados. Vita María dice que tiene 80 años. Una cuadra más adelante, que tiene 85. Vanguardia Popular alude a la historia política local, a sus organizaciones de izquierda y al proyecto político popular fallido, pero también al populismo, al usufructo político de “lo popular”, a lo popular desechable, moneda común de la derecha y los partidos políticos tradicionales. Para nosotros, estos actores retratados en uno de sus entornos vitales siguen siendo la Vanguardia Popular: esa eterna vanguardia laboral que vive en la retaguardia del consumo y las oportunidades, 058.
la guerra cotidiana, la crisis, la carencia. Finalmente, con nuestro ejército de seres sin rostro, llegamos al punto de partida: El problema de lo visible es una cuestión política. ¿Qué decimos cuando decimos “pueblo”? ¿Qué vemos, qué escogemos mirar? De eso quisimos encargarnos. María Montero
IMÁGENES Y TEXTO CORTESÍA DE LOS ARTISTAS.
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CARLOS ALBERTO
¿IMAGINAS?
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REGINA JOSÉ GALINDO: CONTROL Y TRANSGRESIÓN Por Maurice Echeverría / Retrato: Juan Brenner Regina Galindo, artista contextual guatemalteca, inició su trabajo a finales de los años noventa. Menuda pero epatante, nerviosa pero aventada, tímida o radical, controlada pero transgresora y muy explosiva, ambigua pero oh tan directa, ha conseguido parir un territorio de ambivalencia poética en la performance, que le ha llevado a ganar el reconocimiento internacional (León de Oro 2005). Curiosamente, las entrevistas la ponen incómoda. Lo cual extraña en una mujer que se ha dejado electrocutar, ahogar, charcutar, moronguear, manguerear, confinar, esclavizar, vejar, oprimir, vender, y marginalizar… y que se somete con alegre recurrencia a rituales extremos autolesivos y denigratorios que habrá quien considere dramáticos y borderline. Si bien Regina Galindo ha fundado un ars poética en torno el exhibirse y la desnudez, guarda un sentido celoso de privacidad e intimidad, que vamos a respetar.
01. CRISIS HAIR (KARLIN STUDIOS. FUTURA, REPÚBLICA CHECA. 2009)
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02. ALUD (THESSALONIKI PERFORMANCE FESTIVAL, PARALLEL PROGRAMME OF THE 3RD THESSALONIKI BIENNALE OF CONTEMPORARY ART. TESALÓNICA, GRECIA. 2011) 03. BUSTO (X BIENAL DE LA HABANA. LA HABANA, CUBA. 2009) 04. CAPARAZÓN (CORPUS. ARTE IN AZIONE. MADRE, MUSEO D'ARTE CONTEMPORANEA DONNA REGINA. NÁPOLES, ITALIA. 2010) 05. LOOTING (COMISIONADA Y PRODUCIDA POR HOUSE DER KULTUREN DER WELT. BERLÍN, ALEMANIA. 2010) 06. PERRA (PROMETEOGALLERY DI IDA PISANI. MILANO, ITALIA. 2005)
¿No te da miedo perder brillo o filo por ingresar en una medida a la máquina administrativa del arte, al mercado artístico, el funcionariado de las galerías, a la lógica de los reconocimientos y los premios? Me da terror perder mi capacidad creativa, mi talento para generar ideas y proyectos. Pero creo que será más fácil que lo pierda por culpa propia que por culpa del sistema del arte. Se diría que has construido una relación artística con la agresión. ¿Percibís que tu relación con la agresión a un nivel digamos más cotidiano se ha modificado a partir de ello? Si mi ambiente ha cambiado en alguna medida, no es por mi trabajo: es porque he crecido, es porque he madurado, es porque tuve la suerte de encontrar un compañero que me da equilibrio, y es por el hecho de estar criando una hija que también me hace ser un poco más centrada. Aunque es cierto que con cada performance siento una descarga, un alivio. ¿No te ha ocurrido lo contrario: que con una performance te cargás más? No siempre quedo en alto. Punto ciego me afectó mucho. ¿Por qué? Porque fue una lección de vida. Al principio, 062.
yo veía a un pobre grupo de cieguitos que estaban siendo utilizados por la artista perversa para hacer su performance. A los quince minutos, las reglas del juego cambiaron: los perversos eran ellos. Terminada la obra, lo único que quería era bañarme. Me llegaron a meter la mano así en la vagina. ¿Y eso quedó registrado en el video? Lo edité y dejé afuera. Dejé dentro otras cosas, por ejemplo una parte en donde un tipo me besa el pezón. Pero esas partes en donde se pasaron de la raya, las quité: no era necesario ponerlas. ¿Sentiste talvez pudor? Sentí que se hubiera vuelto demasiado morboso el video, que hubiera perdido frescura. No era necesario llegar a eso. Algunas personas te conciben como alguien que no conoce límites. Hay un límite que es evidente: es el que separa a mi trabajo de mi vida. ¿No te da miedo que ocurra un accidente? Me gusta creer que las cosas están bajo control. Nunca me ha
RETRATO / REGINA JOSÉ GALINDO: CONTROL Y TRANSGRESIÓN
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pasado nada, así que pienso que lo he hecho bastante bien. Con Himenoplastía yo tenía a mi ginecólogo esperándome a la salida de la operación. Tomar esas precauciones es necesario si vas a trabajar con tu cuerpo. Si hay un accidente me cago en mi trabajo: tanto esfuerzo por nada. ¿Hay alguna diferencia entre la violencia que nos infligen y la violencia que nos infligimos a nosotros mismos? Ante el hecho de hacerle daño a un tercero o hacerme daño a mí misma, prefiero pagar el karma de dañarme a mí misma. ¿Es porque el otro es más valioso? En teoría, no. Pero es distinto lo que uno sabe a lo que uno vive. ¿Dirías que la mirada del guatemalteco sobre tu obra es distinta a la del extranjero, y, en qué manera? Un público especializado va a comprender tu trabajo de forma distinta a cómo lo va a comprender una señora del mercado central; y va a ser más valioso cómo lo va a entender la señora del mercado central, que es más humana y más honesta, a cómo lo va a analizar alguien de un museo en España, que ha visto un millón de obras y lo va a teorizar todo desde su egocentrismo de persona que sabe de arte. Por otro lado, si yo hago una performance enfrente de mis amigos de Guatemala, mis amigos van a verme como Regina. Pero si lo hago en otro país, es más fácil que mi cuerpo hable por otros cuerpos. Cuando hago una performance en Guatemala, ya hay cierto prejuicio incluido: “ve, otra vez la Regina en bolas”. Sabemos que tuviste una relación intensa con la publicidad. ¿Sentiste en algún momento que la publicidad podía potencialmente corromper tu visión artística y tu espíritu creador? Conmigo jamás lo hubiera conseguido, pues yo siempre tuve claro lo que quería. Pero hay mucha gente que se quedó metida en la publicidad y nunca logró desarrollarse. La publicidad es un medio en donde hacés dinero usando tu cerebro y tu talento para que otro serote haga más dinero. ¿Qué tanta importancia le das a la elegancia de la obra performática, me refiero al acabado formal, poético y conceptual de ésta? Yo te diría un ochenta por ciento. Y sin embargo no he logrado que mi trabajo se evalúe desde una perspectiva formal, más allá del contenido. Eso me hace pensar que hay una carencia en mi trabajo a nivel formal. Vimos cómo tu actividad performática se consolidó notablemente, mientras que tu actividad poética se terminó atrofiando, por lo menos públicamente. ¿Dirías que el poder expresivo de la poesía escrita es inferior a la acción? No. Es un campo más difícil para mí. No manejo las
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palabras con la misma facilidad con que manejo mi cuerpo. Tampoco me amputé por completo las ganas de escribir. Sigo escribiendo con muchas dificultades, y creéme que me gustaría hacerlo más seriamente en un futuro, cuando tenga más tiempo. Pero de momento no soy escritora: escribir un poema a la semana no es ser escritora. Estás en una posición como artista en donde ya podés observar tu trabajo como un corpus o conjunto, como una secuencia en el tiempo y en el espacio, y como un universo coherente de temas. ¿Esta apreciación totalizante modifica la dirección de tus nuevas acciones, y en qué medida? Es importante ver qué has hecho, qué caminos has tomado, y qué camino vas a intentar tomar. Me interesa encontrar nuevas formas de reformular el medio, para no estancarme. Yo ya trabajé la performance tradicional de usar el propio cuerpo; luego empecé a trabajar con otras personas bajo mi voluntad; para luego trabajar con voluntarios que toman ellos el poder. O está la cuestión de hacer esculturas a partir de ideas que surgen del cuerpo. Obras como Compartimiento o Tonel podrían ser la performance, pero con la diferencia que ya no muestro la performance, sino solo la estructura en donde estaría el cuerpo de la performance. Es una evolución de mi mismo pensamiento como performera. Hay un tipo de performance que es muy espontáneo y hay otro tipo de performance que es fríamente diseñado. Entre ambos polos, un sinnúmero de registros. ¿Tenés una tendencia automática hacia un registro en particular? Mi camino no es el de la espontaneidad, sino el camino del control. Yo no hago improvisación: me interesa la imagen que tengo en la cabeza. En el jueguito de hacer que otros ejecuten el poder, siempre soy yo la autora intelectual y quien da la orden. Todo lo que ocurre en el mundo ocurre porque hay detrás alguien dando una orden. Cuando cedo el poder a un grupo de voluntarios, en realidad solo lo hago hipotéticamente. Es cierto que hay un campo en donde los voluntarios pueden hacer o deshacer a su antojo, pero siempre les doy una guía o digo qué espero de ellos: estoy sesgándolos. Si ellos toman una decisión alejada de la imagen que tengo en mente, la obra fracasa. Si la obra fracasa, es porque he fallado a la hora de dar las instrucciones. ¿Qué obra tuya considerarías un fracaso? En el Museo Picasso de España, unos chavos movieron la instalación que yo había armado para mi performance. La obra era muy sencilla: nos pidieron a un grupo de artistas que hiciéramos algo en torno a la visión que tenían Degas y Picasso de la mujer: es decir la mujer como objeto pasivo de estudio de los grandes maestros. En mi obra, había una cama de época que pesaba como veinte kilos, y abajo estaba mi cuerpo desnudo. Entonces, para ver el cuerpo, las personas tenían que inclinarse hasta llegar al suelo, y
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RETRATO / REGINA JOSÉ GALINDO: CONTROL Y TRANSGRESIÓN
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así podían ver a la mujer desde otra perspectiva. Todo estuvo bien durante varias horas. Pero después llegó este grupo de chavitos escandalosos. Y entre todos movieron la cama. Y entonces alguien me cargó, me besó, me decía (Regina imitando a un español): “Oye, pero qué tetitas más lindas tienes…” ¡Hicieron conmigo lo que quisieron...! La curadora no debió permitir que movieran la cama. ¡Es lo mismo que mover un cuadro del museo! A lo mejor consideró que intervenir estaba fuera de lugar. Lo más gracioso es que ellos pensaron que la obra había sido buenísima: y la subieron a su sitio web, cuando yo ni siquiera la tengo en mi carpeta. ¿Fue buenísima de acuerdo a quién? Eso no fue una obra: fue un espectáculo. La obra salió de tu control, y para vos eso significó un fracaso. Para alguien más fue un triunfo artístico. ¿Quién en última instancia posee los criterios para determinar el éxito de una obra? ¡El artista! Al final es su trabajo. La gente puede interpretar lo que quiera, pero no modificar los elementos formales de una pieza. Es como si tú estuvieras escribiendo un texto, y alguien incorporara un párrafo por su cuenta. Puede que la 065.
incorporación haya sido maravillosa: pero el punto es que no es tu incorporación. En el caso de mi obra, puede que la intervención haya sido buena, pero entonces se trata de una buena pieza que hicieron estos chavos, y no yo. ¿Por qué el humor no ocupa más espacio en tu arte? El humor es muy difícil. Admiro mucho a los artistas que dicen cosas serias con mucho humor. Pienso en un poeta que se llama Frank Báez en Dominicana, por ejemplo. Al final es una cuestión de tu capacidad creativa. Talvez a mí no me da el cerebro para tratar las obras con humor. Hago lo que puedo hacer. La tortura es un registro de la experiencia humana. Pero hay otro registro de la experiencia humana que tiene que ver con el placer. ¿No es un registro que te llama la atención? De hecho, creo que hay muchas obras recientes que van en esa línea. Por ejemplo, obras en donde yo tengo una carencia determinada, y la gente resuelve para mí esa carencia, me cuidan. La pieza del refrigerador era bonita, porque la gente me sacaba del frío. Cada vez que alguien abría el refrigerador, yo sentía rico. O cuando hice Alud, en donde estoy llena de tierra, y la gente me limpia. En
muchas de mis últimas obras, busco que las personas hagan algo humano. A la hora de una acción, ¿sentís que estás jugando un papel, o bien hay coincidencia completa con la situación? ¿Es posible evitar la puesta en escena? Creo que no es posible evitarlo. Pero a diferencia de lo que te enseñan en los grupos de teatro –que te metás en el papel, y que vivás el papel que estás jugando– yo diría que en la performance hay que hacer lo contrario: no te metás jamás en el papel: no hay papel qué jugar. Se trata de no intervenir para que el cuerpo pueda hacer bien su trabajo, y ser un cuerpo neutral. ¿Qué tan importante es tener una cultura artística articulada para poder hacer lo que hacés? Siempre me vivo quejando de que no tuve una buena formación teórica, que me falta mucha información. Es muy importante, por una cuestión de simple autoestima. Te toca ir a una bienal, y estás rodeada de gente que estuvo diez años en una universidad de arte, y conocen todos los nombres y los ismos. Yo me siento insegura siempre que viajo, porque no tengo datos, porque no sé otro idioma.
RETRATO: JUAN BRENNER
Mucha de tu obra carecería de permanencia si no fuera por el registro fotográfico o en video. ¿Me podés hablar del proceso de documentación? Como artista, me interesa tener resultados, tener una carpeta que yo pueda mostrar, y con la cual pueda afianzarme. Desde la primera obra, fue fundamental documentarme. Si yo no puedo documentar la obra, no la hago. El documento es no solo la forma en que permanece la obra en el tiempo, sino la única manera que tengo de insertarme en el sistema del arte. Y yo quiero sostenerme económicamente por medio del arte. Me parece un gran logro que yo pueda hacer plata fuera de Guatemala, y que pueda traer esta plata a Guatemala, aunque sea mínima, y eso lo he conseguido a través de la documentación, que es lo que yo comercializo. ¿Te preocupa que la acción artística pierda actualidad? No. La acción nunca ha estado ni estará fuera. Es lo mismo que se decía de la pintura: que estaba muerta. ¿Cómo va a estar muerta la pintura, por Dios? Hay olas, tendencias. Uno puede ir viendo esas tendencias. Es posible que en determinada bienal haya más videoarte que pintura. El 2005, por ejemplo, fue puro video. Ahora vas a una bienal: puro dibujo. Pero no quiere decir que los demás medios 066.
queden desechados. Nuevos medios emergen, eso sí, y se van formalizando en el campo artístico. ¿No es la obra un velo conceptual entre el artista y la realidad? ¿No es posible que el arte, lejos de propiciar un encuentro directo con la vida, sea una elaborada forma de no vivir en ella? Uno no debería de forzar la simbiosis entre el arte y la vida. Claro, todo artista es detonado por su realidad. Sobre eso no hay discusión. Pero en la elaboración artística, la vida se transforma en ficción, en representación, y la representación deja de ser vida. Si tú quieres trabajar en la vida, entonces tu campo de acción no debería ser el arte. Mejor estudia leyes. Te preocupa que el artista adquiera alguna clase de rol social. Me preocupa. Me preocupa que otros le adjudiquen ese rol. Y me preocupa que el artista llegue a creérselo. El artista ya no es ese ente mediático que tiene la verdad del mundo. Hoy el artista es simplemente alguien que sabe hacer las cosas, como un albañil. Así debió ser siempre. No es una cuestión de inspiración: es cuestión de oficio.
Regina José Galindo. Guatemala, 1974. Es representada por las galerías Prometeo en Milano, Italia; La Caja Blanca en Palma de Mallorca, España; y espacio 9.99 en Guatemala. Su obra forma parte de colecciones como el Museo del Rivoli Torino, Italia; Fundación Daros en Zúrich, Suiza; Blanton Museum Texas, Estados Unidos; Meiac en Badajoz, España; Miami Art Museum, UBS y Cisneros Fountanal en Miami, Florida, Estados Unidos. Fue acreedora del premio Leon de Oro de la Bienal de Venecia en 2005 y recientemente del reconocimiento Principe Klaus.
REC 01 / ¿Cuántas obras conceptuales más necesita el Mundo? La política y el contexto. Las metáforas que hacen énfasis en una realidad de país construido a base de ironías y eventos ideológicos, pugnas diarias, y conflictos necesarios sobre cómo reaccionar a la incomodidad de nuestros contextos. ¿Cuántas obras conceptuales más necesita el Mundo?, una muestra del Gabriel Rodríguez, presentada en la Alianza Francesa, en febrero, era un compendio narrativo 067.
de la contemporaneidad guatemalteca. Una defensa y un reclamo. “Se requiere de nuestra propia sensibilidad para poder defendernos con identidad personal”, explicaba el texto museográfico. Dibujos, fotografías, objetos, textos, detalles gráficos, juguetes, notas periodísticas y esculturas planteaban un
hilo conductor para comprender el argumento principal de la exhibición: ¿Cuánto arte, en realidad, necesitamos para entender el mundo que nos rodea? Sin duda mucho más. La reflexión de Gabriel Rodríguez era una provocación moral, cultural, histórica y política. De reacción ante conceptos, ante un país como Guatemala.
REC 02 / Tún Proyectos Ultravioleta llevó a cabo una exposición del mítico artista guatemalteco Francisco Tún (1948-1989) en enero pasado. Si bien el trabajo de este artista fue poco conocido, en 1996 una exposición de la obra de Tún organizada por el Museo de Arte Moderno, resaltó sus cualidades artísticas pues, más que seguir tendencias y reglas pictóricas, Tún creó la suya propia; inventado compo-
siciones únicas –lo que Daniel Schafer llamaba “el Mundo de Tún”–. Otro elemento único e interesante en la obra de Tún (realizada entre 1969 y 1984) son las escenas, muchas veces como relatos de su vida cotidiana y bucólica, a veces con contraste de ciudad. En su trabajo quedaron evidencias como los cementerios, las cantinas, las escenas en el campo, los escapes de prisión y linchamientos, entre otros.
Resulta interesante que Proyectos Ultravioleta, característico por sus propuestas vanguardistas de arte contemporáneo, haya concuido un ciclo de exposiciones al mostrar a las “nuevas generaciones” la obra de uno de los más originales y marginales artistas guatemaltecos del siglo XIX, que exploró mediante sus pinturas las tonalidades básicas, las figuras simples y el dibujo de perspecitvas azarosas.
ALEX BOLIO
REC 03 / La trampa gráfica contemporánea A diferencia de las prácticas pictóricas de trayectoria, el dibujo y la gráfica se han convertido en géneros con un planteamiento revitalizado en el escenario del arte actual. Expandido, conceptual, las posibilidades de la línea se distinguen tanto por sus propuestas formales como por su libertad para integrar horizontes estéticos y tecnológicos tradicionales, modernos, posmodernos y posindustriales.
En este contexto, el Taller Experimental de Gráfica (TEG) cumplió cuatro años de existencia en el panorama del arte en Guatemala. Y con el interés de presentar algunas dinámicas de la línea para conmemorar este aniversario, trabajó, en conjunto con el proyecto La Trampa, un taller de producción gráfica ubicado en México D.F., la presentación de una diversa gama de grabado, dibujo y gráfica mexicana.
La muestra, montada en Cantón Exposición, de la Fundación G&T Continental y bajo la tutela de Ernesto Alva (Distrito Federal, 1982) y César López (Guerrero, 1980), era un compendio de muchas técnicas y muchas propuestas, reflexiones estéticas de sutiles relieves, enigmáticos collages, grabados en todas sus posibilidades de creación, tanto expresivas, figurativas y también abstracciones cromáticas.
Laboratorio / La Arquitectura Feoclásica Panameña: Con un pie en Atenas y el otro en Las Vegas Texto: Darién Montañez y Carla García de los Ríos / Fotos: Darién Montañez. Panamá es una ciudad moderna y orgullosa. A pesar de haber sido recientemente considerada por The Economist como la quinta ciudad más barata del mundo, cuenta con una arquitectura que simboliza todo lo contrario: Panamá manifiesta sus aspiraciones —y delirios— de grandeza construyendo alto y bonito. Lo que fue el primer asentamiento colonial en la costa del Pacífico americano está ahora sembrado de rascacielos, con un skyline de película que incluye las cinco torres más altas de Latinoamérica. La tendencia a lo vertical de su arquitectura y la tendencia al spanglish de su gente le ganan constantes comparaciones con Miami, a veces con orgullo, a veces con desdén. Y es que por apuntar a ser una metrópoli de primer mundo, nuestros edificios modernos son, con muy contadas excepciones, paralelepípedos con mucho cristal que de no ser por un par de balcones y aleros, bien podrían estar en cualquier sitio. 070.
Pero entre tanta modernidad genérica se da también un lenguaje alternativo, delirantemente decorado con ornamentos clásicos. En estas torres de apartamentos con nombre de casino de Las Vegas —The Mirage, Bellagio Tower, Venetian Tower— las columnas de orden gigante y capiteles corintios existen felizmente junto a losas planas y muros cortina. Esta es la Arquitectura Feoclásica Panameña. El epónimo proyecto de documentación y publicación, albergado en http://arquitectopana.com/feoclasico, busca contextualizar y valorizar este estilo de arquitectura que es producto de nuestra cultura de apropiación —en el sentido de tomar de otro lugar, adecuarlo al nuevo medio, o simplemente adoptarlo como propio— tan presente en todo lo que hacemos. Luego de una ponencia y un par de artículos, la etapa presente del proyecto consiste en un atlas en línea con las obras más relevantes en todo el país, acompañadas
con fotografías y datos interesantes sobre cada edificio: un work in progress inacabable. Empecemos explicando el neologismo. Feoclásico es un portmanteau: una palabra compuesta que designa esta degeneración de la arquitectura clásica grecorromana que todo buen esnob encuentra tan repulsiva. El Feoclásico es la alegre aplicación de decoración historicista, aplicada sin muchos escrúpulos. Junto a las arquitecturas clásica y neoclásica, la Arquitectura Feoclásica culmina un ciclo original-revival-decadencia. Es una arquitectura superficial y de superficies: de fachadas, y especialmente de la fachada frontal. Se hace recubriendo el edificio con los ornamentos que simbolizan la idea arquetípica de Arquitectura —columnas con capitel, balaústres, frontones— que tradicionalmente denota a instituciones respetables como templos, cortes
LABORATORIO / LA ARQUITECTURA FEOCLÁSICA PANAMEÑA
y bancos. Así, el Feoclásico inviste a cualquier construcción, por modesta que sea, con asociaciones simbólicas al poder político, eclesiástico y monetario; ¿y quién no querría eso de su edificio? Lo que distingue al Feoclásico de otros posmodernismos es que esta rocalla simbólica parece salir de la memoria y creatividad del arquitecto (o del cliente) y no del estudio concienzudo de los modelos clásicos y de las normas que regían su ornamentación. El Feoclásico aspira a Atenas, pero produce Las Vegas. Es una arquitectura lúdica y ludopática. Las Vegas se visita por pocos días —e idealmente en estado de embriaguez— pero el Feoclásico es un Las Vegas perenne donde hay que vivir toda la vida. El Feoclásico está también emparentado con la arquitectura efímera del carnaval de Las Tablas: carros alegóricos, tronos de coronación, fantasía y donaire, escarcha y lentejuela. El Feoclásico extiende estos excesos durante el resto del año, todos los años. Pueden distinguirse dos grandes clases de Feoclásico. El más abundante es el Feoclásico Popular, generalmente anónimo y de pequeña escala, que se utiliza en residencias y parques en todo el país para demostrar riqueza (“aquí viven profesionales de éxito”) o inspirar a la conmemoración (“I Am a Monument”). Aunque a veces se presenta en construcciones nuevas, generalmente aparece como un proceso gradual y aditivo sobre edificios preexistentes, revistiendo capitel por capitel y balaústre a balaústre una casa o una barriada completa. Más notable es el Alto Feoclásico, grandilocuente y particularmente ofensivo, endémico de la ciudad y de los suburbios y desarrollos vacacionales más exclusivos. Es alto por sus pretensiones más refinadas y porque se aplica principalmente en torres de apartamen071.
tos de lujo. A diferencia del Popular, éste es un Feoclásico de autor —de Arquitecto— de allí que también se llame alto por su precio. Como América se conquistó a inicios del siglo XVI, la primera Arquitectura con A mayúscula de nuestro continente fue de estilo Barroco, rica pero rigurosamente ornamentada. Este estilo, católico y de la contrarreforma, usaba sus fachadas y retablos profusamente decorados como herramientas evangelizadoras que expresaban la gloria de Dios y de la Santa Madre Iglesia. El Barroco de Indias es un estilo mestizo basado en la imitación de modelos europeos usando mano de obra local, por lo que es inevitablemente influenciado por la estética nativa. Estas características —siempre presentes en la arquitectura panameña— desembocan 500 años más tarde en el Feoclásico, que es la apoteosis de lo híbrido, lo imitativo y lo ornamentado. Puede decirse que el Feoclásico nació casi al mismo tiempo que Panamá. A pocos meses de fundada la República en 1903 el gobierno inicia una campaña de construcción de grandes edificios públicos para la capital. Para diseñarlos vino a Panamá el italiano Gennaro Ruggieri. Todos sus edificios —Teatro Nacional, Palacio Municipal, Instituto Nacional y Palacio de Justicia— usan un tosco y recargado estilo renacentista, una arquitectura que por medio de la imitación y el ornamento aspira a acercar a los panameños a las glorias del Viejo Continente. Durante el resto del siglo XX, la arquitectura panameña continuó inspirándose en otros sitios y otros tiempos, ya sea las misiones californianas en los treintas o la Brasilia Corbusiana en los sesentas. Las referencias a las glorias de Grecia clásica y la Roma imperial que nos ocupan aparecen a mediados de los noventa.
Inicialmente aplicado en residencias o pequeños proyectos institucionales, el Feoclásico rápidamente se extendió a proyectos de mucha más altura y mucha más visibilidad; para 2000 ya teníamos múltiples ejemplos, incluyendo hospitales y torres de apartamentos, y en los últimos 12 años se han hecho legión. Como todo movimiento de vanguardia, el Feoclásico ha sido grandemente ignorado por el establishment. La academia y la crítica generalmente lo descartan como el producto del mal gusto de los nuevos ricos, como mala arquitectura, como algo de lo que no se debe hablar, y discretamente miran hacia otro lado. Había que hacer algo al respecto. Primero lo primero: bautizar el fenómeno. Como Jencks panameños, en 2010 proponemos llamarlo Feoclásico, y —por alguna razón— el término caló rápidamente. Siguió una ponencia, una exhibición y un ensayo publicado en un libelo, todo para dar un contexto histórico y teórico a la Arquitectura Feoclásica Panameña, y reivindicarla como una manifestación válida y valiosa de la cultura local. La Arquitectura Feoclásica es una clara expresión de nuestro espíritu nacional, producto del amor latinoamericano por el ornamento y la ostentación. Está en todas partes, y hay muchos que lo aprecian sinceramente; nuestra tesis es que tenerle afecto no tiene nada de malo. Estamos convencidos de que es lo más interesante que ha surgido de nuestro medio construido en las últimas décadas. Cada vez hay más profesionales interesados en estudiarla y documentarla, y más edificios expandiendo los confines de esta Nueva Arquitectura. Queda por verse cuál es la siguiente fase de este proyecto: quizás una Fundación Amigos del Feoclásico o hasta un Congrès International d'Architecture Feoclassique.
ESTA CASA COMO ESPACIO DE COMBATE ENTRE
ENCIERRO Y LIBERTAD Por: Oswaldo J. Hernández / Ilustración: Jorge de León
Están allí todas las murallas del mundo, altas, electrificadas, imposibles. Las ciudades que hoy son hechas con otras ciudades en su interior, con demasiadas fronteras. Sesgos. Es lo que hay. Muros en todos lados. Nadie puede pasar. De un lado, un asentamiento. Del otro, un residencial. O un enorme Centro Comercial. Una autopista. Fincas cercadas. Calles con garitas. Casas con muros alrededor. Divisiones donde cada habitante, con algún marcado entusiasmo, parece decir, profesar, exclamar: “Mejor que los otros estén allá, lejos, porque en definitiva no somos iguales”. –Todos deben protegerse de los otros– anuncia, sudoroso, Ignacio Salvador, un maestro de obra, plantado frente a unos ladrillos y una mezcla de cemento, delante de una pared perimetral de un residencial en construcción en la periferia de la ciudad de Guatemala. Salvador, dice, construye muros. Esa es su especialidad. Junto a su equipo –una cuadrilla de cinco tipos– también hace garitas y pone portones, a veces talanqueras… “He protegido a media Guatemala”, sonríe, se ufana. La seguridad, le digo, también es arquitectura y a la vez urbanismo, aunque de esto, aun si Salvador es un experto, se ríe a carcajadas. También de los arquitectos presumidos que llegan a comentarle teorías y le hablan de una “ciudad llena de archipiélagos” donde él por ningún lado ve un mar o un océano o una gota de agua. Su metáfora del 072.
aislamiento, antes de pensar en islas dispersas, es más simple que todo eso: “Estamos presos”.
que tan solo buscan una medida de protección, de aislamiento.
Hoy construye otra pared, una alta y gruesa que separa a dos colonias: ni una lo bastante rica ni otra lo suficientemente pobre. Sin embargo, parecen dos guetos que tratan de evitarse el uno con el otro.
Desde luego, no es una condición exclusivamente local. El mundo cada vez más a menudo produce fronteras en los métodos de vigilancia y medidas de control: a mayor desigualdad social, más es el número de sesgos en el interior de la ciudad. Las urbanizaciones cerradas se vuelven activamente políticas, conflictivas, todo a punto de estallar, colapsar. Existen en Argentina, Irak, México, India o Brasil. Y en la historia, como reflexión del poder de la arquitectura y su capacidad de cambiar radicalmente una ciudad y el comportamiento de sus habitantes. Rem Koolhaas, Madelon Vriesendrop, Elia y Zoe Zenghelis, arquitectos de OMA, pensando en el muro de Berlín, por ejemplo, proyectaron en 1977 un Londres fragmentado, segregado y dividido a medida de un contexto en el que cada vez había más pobreza, y las élites cada vez reaccionaban más a la necesidad de aislarse de la miseria, obsesionados por la seguridad en La ciudad de los prisioneros voluntarios de la arquitectura. Perdiendo contacto.
“Este es un fenómeno del urbanismo contemporáneo realizado más inquietantemente: las urbanizaciones exclusivas, mal llamadas barrios cerrados o gated communities (ya que ni son barrios ni son comunidades), que, con muy diversas morfologías, proliferan en el mundo y que en cada lugar encuentran referencias reales o ficticias. Surgen de la obsesión manipulada para defenderse de la inseguridad y en ellas se aíslan clases sociales afines en condiciones cerradas”, el arquitecto Josep Montaner, lo plantea así en el libro Arquitectura y Política. Poco a poco, el mundo de lo abierto y de lo público desaparece. La tendencia de una ciudad llena de trincheras, cámaras de seguridad, agentes privados y casas entre encierro y libertad… es algo palpable. Tan sólo en Guatemala, la Municipalidad de Guatemala reporta 276 solicitudes de permisos en los últimos tres años para cerrar una calle o varias avenidas. Y tiene contabilizadas 52 colonias que se consideran amuralladas, entre residenciales, proyectos habitacionales y colonias
–El mundo es sólo eso, únicamente lo que existe detrás de los muros–, dice Salvador, colocando ladrillo sobre ladrillo. El problema es desde qué lado del muro se vea todo. El urbanista Jordi Borja plantea: “Hoy el funcionamiento eficaz y democrático de la ciudad se mide por la dialéctica entre movilidades y centralidades. La ciudadanía de todos
dependerá de la universalidad de ambos componentes del sistema urbano. Movilidad y centralidad tienen un componente de espacio público en relación a ciudadanía y democracia”. Arquitectos y contexto Tiene el dedo en el gatillo y así saluda a los visitantes. El arma, la escopeta que usa el agente privado Doroteo Moreno tiene óxido en todas partes. Le ha atado un lasito plástico para que se conecte firmemente a su hombro y se sostenga. A ciencia cierta, nadie, ni Doroteo, sabe si de su arma puede salir todavía un disparo. –Hasta el momento nunca la he disparado– admite. Él está allí, custodiando un muro perimetral, adentro de una garita de seguridad. A su alrededor hay una barda larga de ladrillos. Es lo único que se ve. No casas. No jardines. No gente. Un muro. Por lo general, los arquitectos, una vez graduados, no están preparados para enfrentar esta realidad. Este contexto. Este conflicto. Esa muralla. Roberto Quevedo, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Francisco Marroquín, dice que en la teoría se idealiza la arquitectura. “Ninguno de los alumnos imagina en sus proyectos el significado contundente de un muro perimetral –ni en maqueta ni en rendering– hasta que la práctica se lo exige”. No hay reflexión previa en las aulas. Sin embargo, es un fenómeno que está allí afuera, cerca, en la ciudad. –¿Qué pasa cuando un arquitecto construye un desarrollo en medio de contextos ya dados, digamos en el centro de una zona de asentamientos? –Cuando ya hay un contexto que ya existe, en el que hay un nivel económico muy bajo, te enfrentas a la manera de plantear un lugar fundamentalmente seguro, vendible– analiza el académico y arquitecto Víctor Cohen. –¿Es siempre prioritaria la seguridad al construir en Guatemala? –El enfoque primordial es el proyecto, lo habitacional. Un arquitecto no diseña pensando únicamente en lo seguro del lugar. Desde luego, no se ignora. Se piensa como parte de los elementos de todo el conjunto. Y a veces, en contextos como el nuestro, hay que regresar a construir zanjas para cocodrilos. Se radicaliza. –¿El muro perimetral otorga estatus? –Depende de dónde se construya. Pero en medio de 074.
asentamientos, lo da hacia adentro, no hacia afuera. Qué estatus, por ejemplo, puede dar a los asentamientos fuera del residencial: nada. El estatus es el miedo– dice Cohen. La crítica y urbanista Zaida Muxí, en una conferencia, dijo: la cultura y los valores urbanos se banalizan en todas estas operaciones, se sirven del discurso de la ciudad pero no cumplen la base necesaria para formar cualquier sociedad urbana: mezcla social, variedad de usos, ser abierto, convivencia y conflicto. La idea de ciudad vende, pero se ha de asegurar el valor de lo vendido, que solo es posible si no vienen los "otros". Y poco a poco se construyen las fronteras, las murallas. Las prisiones ahora son urbanas. Moreno y su escopeta a veces miran al otro lado de los cristales de la garita, lejos de los muros. Allá del otro lado de la calle. Y también observan –la escopeta y él– los tres monitores plasma que le cuentan la historia aburrida pero ecuménica de todo lo que sucede en el residencial. “Esta es una colonia de ricos”, tiene claro. Las 24 horas de su turno, dice, su trabajo consiste en hacer valer los límites. “Nadie se acerca, sin que yo lo vea o lo tenga bien choteado. La colonia está rodeada de barrios pobres”, argumenta. No obstante, a veces los arquitectos que construyen las fronteras suelen asomar la cabeza detrás y por encima de los muros para entender lo que hay alrededor. Quevedo explica que es un deber para ellos, es necesario. Los contrastes son cercanos, se dan roces involuntarios. Inevitablemente, siempre en medida de las restricciones, los vecinos se conocerán y evolucionarán de forma paralela. “Los asentamientos de champas, láminas y tablas de madera, por lo general tienden a formalizar sus viviendas. Son, de hecho, barrios muy exitosos. Vistos desde lejos, son ricos en actividad en las calles. Aunque su problemática es tener estadísticas de violencia”, dice el arquitecto. Caminar junto a Moreno y su escopeta adentro del residencial, a la hora de su recorrido, se vuelve fascinante. El proyecto de viviendas seriadas con finos acabados es enorme, “10 manzanas de terreno”, indica el guardia de seguridad. Resulta después de todo que sí hay jardines, que sí hay casas, incluso un parque y una iglesia detrás de aquellos muros. Gente, sin embargo, hay muy poca. Luego de media hora de caminata lo único que representa a la humanidad en este lugar es un niño realmente obeso en una bicicleta. –¿De qué o de quién los proteges? – le pregunto a Moreno. Con exactitud no lo sabe. Tampoco lo sabe Salvador que construye un muro en otra parte de la ciudad e insiste en que nos replegamos y nos encerramos. El enemigo es invisible. Es diferente. Está al otro lado de la calle.
INVESTIGACIÓN / ESTA CASA COMO ESPACIO DE COMBATE ENTRE ENCIERRO Y LIBERTAD
–Guatemala continúa siendo una guerra– responde finalmente Moreno y su escopeta y su uniforme. Si se les pregunta a los arquitectos, como Quevedo o Cohen, sobre si el encierro, creen, es un remanente de la guerra interna, de pasados Golpes de Estado, dictaduras militares, transiciones democráticas, están de acuerdo que no y que todo obedece a una evolución empírica de la ciudad. “Es global y no se focaliza por estos factores históricos”, resalta Cohen. “Todo arquitecto quisiera no pensar en un muro perimetral. Que su diseño sea visto. Pero todo es relativo al proyecto. Obedece al contexto. Y aunque no es un ideal arquitectónico se está transmitiendo lo que todos pensamos y vivimos: una paranoia donde el desarrollador pone las reglas”, contrasta Quevedo. Al atravesar la calle no deja de sentirse cierta tensión. De un lado las murallas, la garita. Del otro una fiesta en una colonia popular que alguna vez fue un asentamiento. Allí la niña Magalí cumple 15 años y la gente está viva y algo loca. En su entorno, tras una breve inspección periodística, hay más rejas que ventanas, y alambres de púas oxidados sobre las láminas y algunos techos. No hay muros pero también (y como pueden) se cuidan y se encierran. No obstante, en contraste de lo que esconden en ese mismo momento allá, a lo lejos, todos esos muros y escopetas, acá hay libertad, algarabía. Desafío.
“La ciudad resiste, y aparecen nuevas maneras de convivencia, no es sólo la realidad avasalladora de la huella de la globalización sobre las ciudades”, dice la urbanista Muxí en una entrevista. Agrega: “lo que sucede es que la gran diferencia ahora es el ahondamiento de las diferencias y la falta de un Estado con capacidad para igualar oportunidades”. Hay además propuestas y responsabilidades ante la manera en que las ciudades van creando la necesidad de sentirse un poco más seguras. El urbanista Borja resalta que una producción de ciudadanía y el rol de los gobiernos locales es un desafío político no exclusivo de éstos. “La política no reduce su espacio a las instituciones, los partidos y las elecciones. Hay otro espacio, el de la sociedad política (mejor que sociedad civil), que es el que crean y ocupan todos los organismos y formas de acción colectiva cuando van más allá de sus objetivos e intereses inmediatos y corporativos”, escribe. Los arquitectos se enfrentan a ciudades enteras, a construcciones habitacionales, espacio público con delimitaciones, urbanismo ante la demanda de una seguridad donde los otros, nada iguales, desde lejos, se entienden desde la perspectiva del encierro y algún indicio de libertad. Cada quién como una frontera, recluidos en sí mismos, con sus semejantes.
076. POST/
QUARANTENA
Robert Gilson presenta una radical propuesta con una arquitectura de “cuarentena”, proyecto que facilita el divorcio entre el hombre y la naturaleza, al potenciar la brecha tecnológica que separa lo humano de lo natural. Su diseño parte de un sistema de aislamiento por desviación del medio ambiente, y emplaza una red de viviendas en detención o cárceles para mil 500 detenidos (culpables de cargos delictivos contra la naturaleza) que cohabitan en 300 cápsulas que flotan dentro de una “atmósfera” incierta y por encima de una tierra mecanizada. Quarantena se recrea en Owens Valley, un desierto artificial a 14 mil pies y rodeado por las cordilleras Inyo Mountain y Sierra Mountain (geografía que hace de este valle el más profundo en los Estados Unidos), en donde parques nacionales y reservas de vida silvestre aíslan esta infraestructura física y burocrática para convertir el entorno natural en un valle seco. La propuesta concibe el aire, “atmósfera” o entorno invisible que nos rodea, como un arma geográfica, la cual puede ser activada como una especie de "anti-aire”. Una idea que surge en el pensamiento del filósofo alemán Peter Sloterdijk, al presentar el surgimiento de la guerra del medio ambiental, en la Batalla de Ypres de 1915, en donde tropas alemanas utilizaron gas de cloro para contaminar el medio ambiente de sus oponentes canadienses. Hecho que significó un cambio radical en la mente moderna, al marcar un punto de inflexión, ya que inauguró en la historia, la manipulación destructiva de la atmósfera, concepto que Gilson utiliza para pensar la arquitectura como un nuevo orden atmosférico. HTTP://SUPER-ARCHITECTS.COM/
IMÁGENES CORTESÍA ROBERT GILSON.
Epílogo Luz Méndez de la Vega 1919 - 2012
A los que vienen detrás
Por lo que sólo vale:
y borran con sus pasos
vivir plenamente:
nuestras huellas,
con amor,
nuestras voces,
con sueños,
y nuestros nombres,
con alegría,
les recuerdo:
con gozos, y con esperanzas,
que este mundo ha sido nuestro,
o con igual
y antes
intensidad
de otros y de otros y de otros infinitos olvidados nombres.
vivir, cuando llegan: el dolor, la angustia, el miedo,
Borradas fechas de heroísmos fueron
la cólera, la soledad y la desesperanza.
sus historias. Perdidos pasos
Certezas de estar vivos,
entre el dolor
paradójicos claroscuros,
y el gozo. Inexistentes testimonios, en la fugaz memoria del tiempo.
que nos rescatan del bostezo y del hastío.