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TALENTO LOCAL
Objetos salvajes
La confianza y el aprendizaje son las bases sobre las que Daniel Valero crea las piezas para Mestiz. Gracias a esto ha podido romper con algunas reglas tradicionales que antes dictaban la única manera de construcción. Trabajando con artesanos de manera paralela ha logrado un sincretismo que deriva en nuevos objetos salvajes.
POR ALAN GOBE
“A donde fueres haz lo que vieres”, es un dicho popular con una filosofía de aprendizaje y respeto. Daniel Valero de Mestiz lo aplica en su trabajo y proceso creativo que se cuece a fuego lento. “Para crear una colección –ya sea de tapetes, mobiliario o cerámica– se necesita mínimo un año”, cuenta Daniel. En parte por la experimentación, aunque la principal razón es la confianza.
Mestiz trabaja con diferentes talleres que utilizan técnicas tradicionales y su acercamiento con ellos es prudente. Primero aprende y conoce la manera en que trabajan los artesanos; su espacio, su arquitectura y su entorno natural. Luego comienza a crear a partir de las técnicas que ellos conocen, si es una canasta de mimbre redonda se comienza por hacer una canasta de mimbre redonda, si es un tapete rectangular, eso será.
Únicamente cuando hay una buena relación y confianza, empieza el proceso de experimentación, lo que los llevará a crear nuevos objetos y textiles. Daniel relata que una regla básica es nunca llegar con una idea preconcebida y decir: “quiero hacer esto”.
A pesar de trabajar a partir de un diseño base, si se salen del camino, no pasa nada. Esto da cabida a que el artesano pueda improvisar y expresarse. El punto también es que los objetos tengan variaciones, sean únicos e irregulares. Así hacen honor al adjetivo con el que describen sus creaciones: salvajes. Otra razón es porque estas formas les permiten “expandir los límites de la artesanía textil tradicional y romper con ciertas reglas”, como salirse de la idea de que los tapetes tienen que ser rectangulares.
La marca tiene ya seis años. Inició como un hobby en Saltillo, y en 2019 Daniel se mudó a San Miguel de Allende para asentarse de manera formal, principalmente por su ubicación, pues los talleres con los que trabaja están aldededor del país, en Saltillo (textil), Dolores Hidalgo (cerámica), Tequisquiapan (mimbre) y San Miguel de Allende (madera).
Cada región con la que trabaja Mestiz cuenta una historia a través de los materiales que utiliza y las técnicas que se han ido desarrollando y evolucionando en el curso de los años, gracias a la comunicación entre lo global y lo local. Daniel ahora forma parte de esta mezcla de pensamientos creando un nuevo sincretismo con tonos de color vivos que gritan un nuevo México.
En los textiles, el mobiliario y las piezas de cerámica encontramos una corriente de diseño con base en un proceso creativo similar al artístico que se escapa de algunas reglas tradicionales, pero que mantiene firmes los valores de respeto y confianza en el trabajo de las manos mexicanas. Nos urge tener unos sus tapetes adornando nuestras paredes, las macetas en nuestra terraza para dar vida a las plantas y tener una de esas lámparas de mimbre rosa que gritan “¡hazme volar!
MÁS CERCA Puedes ver su trabajo en su estudio, en la galería Ago Projects de la Ciudad de México, en Londres en el British Council y en la Galería Kneeland Co. de Los Ángeles.