ELLE PROYECTO

El Low Sofa, en terciopelo y mohair morado, es un diseño de finales de los setenta. El Camaleonda Sofa de Mario Bellini for B&B Italia, en piel chocolate.

¿Qué darían por tener estas piezas mega cool en la sala?

Todo el mobiliario de Azotea es único y cada tanda es completamente diferente, así que la cantidad y los precios varían.

POR DANIELA KAM FOTOS NURIA LAGARDE

Ignacio y Esteban, mejor conocidos como el equipo responsable de Azotea, siempre han denominado este proyecto su refugio creativo. Todo empezó con una pasión y adicción al mobiliario. Durante la pandemia, los diseñadores y esposos se dieron cuenta de que querían trabajar juntos, así que se decidieron a restaurar unas sillas para sus oficinas y de ahí, bueno, el resto es historia y se cuenta mejor con imágenes.

Les gustó tanto la experiencia y el producto final que empezaron con colecciones pequeñas. Después de dos semanas y más de veinticinco sillas restauradas, abrieron su cuenta de Instagram (@__azotea). “Es un laboratorio de exploración en donde cada mes ofrecemos a nuestros clientes algo nuevo y en cantidades limitadas”, así definen sus creadores el proyecto con sede en la Ciudad de México. Además de ser su propio estudio de diseño, restauran mobiliario de autor, rediseñan y hacen upcycling de piezas de los años sesenta hasta los noventa. Recientemente decidieron empezar a diseñar muebles originales y en cantidades limitadas, producidos únicamente por ellos, ¡wooohooo!

Acercarse a conocer este proyecto es toda una experiencia, desde que visitan la azotea (de hecho el nombre se refiere a la azotea en la que trabajan), tanto como por la búsqueda y la compra de objetos recuperados en un lugar tan inspirador, lleno de diseño interesante y mucho color.

Sea el mes que sea, siempre hay un buen stock de todos los colores, texturas, tamaños e incluso épocas, pero lo que más van a encontrar son sillones y sillas. Su upcycling estrella es el sofá Trani, que realizan a partir de módulos de oficina recuperados y que probablemente sea uno de nuestros favoritos, por las infinitas maneras de acomodarlo y por lo tanto, la facilidad de adaptarlo a cualquier espacio. Entren a su Instagram y búsquenlo para verlo con sus propios ojos. Por otro lado, algunas de las piezas que más les gustan a los creadores de este proyecto son el Camaleonda Sofa de Mario Bellini, fabricado por B&B Italia (1970) en piel chocolate o las sillas Yucatán de Edmond Spence, fabricadas por Industrial Mueblera en los cincuenta.

Estas piezas fotografiadas son algunas de nuestras favoritas: El sillón naranja es un Chiclet sofá de finales de los setenta, diseñado por Ray Wilkes para Herman Miller, y está tapizado en terciopelo italiano.

(1970) restaurada en piel natural.

Los morados se pueden considerar una sala baja o low sofas, su base es de bouclé italiano y vienen en su tapiz original de terciopelo. Por último, y la que más nos gusta, es la mesa rosa, una stair case table de finales de los setenta, fabricada en fibra de vidrio y laca rosa almidón.

Hacen ventas mensuales a las cuales les llaman “tandas”. Para los que como nosotros buscan tener varias cosas (o por lo menos una), pueden seguirlos en Instagram y ahí ver las fechas para visitarlos. La siguiente tanda es el 17 de febrero (de nada) y estamos listos para llevarnos uno de cada uno. Las compras se pueden hacer por DM o directo en el estudio en la colonia Escandón. Este es un proyecto que tienen que visitar sí o sí.