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FINANZAS PÚBLICAS

EL FIN DE LOS FIDEICOMISOS: RECURSOS A LA ‘BOLSA’ DEL GOBIERNO

POLITICA. EXPANSION .MX

Con la extinción de 109 fondos y fideicomisos, los beneficiarios estarán, cada año, a expensas de la negociación política del presupuesto para conseguir recursos, y su desaparición no significa que, en automático, haya transparencia.

POR: Ariadna Ortega

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El recuerdo del temblor de 1985 revivió 32 años después. Edificios caídos, casas y comercios colapsados estremecieron a Oaxaca, Morelos y Ciudad de México. Tras la devastación que dejaron los sismos de septiembre de 2017, se activaron recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para la rehabilitación de escuelas y viviendas afectadas, así como para ayudar a miles de damnificados. A través de este instrumento financiero, se entregaron 18,380.5 millones de pesos para la reconstrucción. Tres años después, no se tiene claro el paradero de 240 mdp y están pendientes por aclarar en la Auditoría Superior de la Federación (ASF). La recuperación de esos recursos es una incógnita, al igual que el mecanismo para financiar daños por desastres naturales a partir de la desaparición de este fideicomiso, junto con otros 108 más, por parte de la mayoría de Morena en el Congreso y por orden expresa del presidente Andrés Manuel López Obrador. “Tenemos que pensar con mucho cuidado cómo vamos a estar fondeando las contingencias”, reconoció el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, previo a la desaparición de los fondos con alrededor de 68,400 mdp, destinados, en su mayoría, a ciencia y tecnología, a dar apoyos a deportistas, artistas, defensores de derechos humanos, víctimas y periodistas. Malos manejos de los recursos, como los del Fonden, dieron pretexto al gobierno federal para extinguirlos. “Se convirtieron en cajas chicas”, aseguró el presidente, al insistir en que estos mecanismos se prestaban para la corrupción.

De acuerdo con Fundar, el 93% de los recursos en estos instrumentos no tenían controles de vigilancia. Haydeé Pérez Garrido, directora de la organización, reconoce que la opacidad, la falta de transparencia y el uso discrecional de recursos que caracterizaron los fideicomisos, hacían pensar que eran “la antesala de la corrupción”, pero lamenta que en la discusión se haya tenido un discurso “maniqueo” de estar a favor o

LOS FIDEICOMISOS NO SON FIGURAS OPACAS QUE INCENTIVEN LA CORRUPCIÓN, ES EL USO QUE SE LES HA DADO. A LO LARGO DE LOS AÑOS HAN PERMANECIDO EN UN MANTO DE DISCRECIONALIDAD Y OPACIDAD.

Haydeé Pérez, directora de Fundar.

109FIDEICOMISOS EXTINTOS FIDEICOMISOS EXTINTOSFIDEICOMISOS EXTINTOS fideicomisos se extinguieron.

68,400 MDP TESORERÍA TESORERÍATESORERÍA de los fondos ahora irán a la Tesorería.

31,980 MDP SEDENA SEDENA SEDENA están el fideicomiso de la Sedena.

contra, en vez de analizar cada uno y desechar los que no funcionaran.

Advierte que, actualmente, no existen mecanismos para poder garantizar los apoyos a los grupos objetivo de los fideicomisos.

A LA BOLSA DE LA TESORERÍA Luego de que el Congreso aprobó la desaparición, la mayor parte de los 68,400 millones de pesos irán a la ‘bolsa’ general de la Tesorería de la Federación (Tesofe) y serán recursos líquidos a disposición de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Al desaparecer los fideicomisos, será a través de la vía presupuestal que el dinero se direccione para los distintos sectores y beneficiarios, aseguró Herrera, al explicar que antes, las transferencias pasaban de la Tesorería a los fideicomisos y de ahí, a los destinatarios, lo que era un camino largo e ineficiente.

“Cuando se utiliza el camino corto desde Hacienda, podemos garantizar que el beneficiario recibirá los recursos, cuando se hace por otro mecanismo no porque perdemos visibilidad”.

De acuerdo con los datos de la SHCP, en 2019, se tuvo un gasto de 6.1 billones de pesos, de los cuales solo 29,000 mdp se transfirieron vía estos vehículos financieros.

Erasmo González, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, afirma que lo único que cambia es la forma en la que se van a hacer llegar los recursos a los beneficiarios, pero la responsabilidad del gobierno permanece. “En algunos casos, ni siquiera se van a enterar que cambió el modelo de cómo llegó el recurso a su cuenta”, asegura. ¿A qué se destinarán estos recursos? Los legisladores y autoridades han insistido en que los apoyos se van a mantener para los diferentes sectores que los recibían, pero el dictamen acordado en el Congreso indica que los ingresos excedentes se destinarán en términos de la Ley de Ingresos para el Ejercicio Fiscal correspondiente, con prioridad de los programas y acciones en materia de salud, especialmente, para la atención del

LAS MAREAS DE LOS RECURSOS CAMBIAN CON LOS POLÍTICOS QUE ESTÁN EN EL CONGRESO. SI EN EL CONGRESO SE DECIDE PRIORIZAR UNA COSA, LOS RECURSOS SE MUEVEN PARA UN LADO U OTRO.

Oliver Meza, investigador del CIDE.

En el limbo De los 109 fideicomisos extinguidos, una cuarta parte corresponde a tres bolsas: para el campo, zonas mineras y para la atención de desastres naturales. Cifras en millones de pesos

12,563.3 Fondo de la Financiera Rural. 7,463.7 Fondo para el Desarrollo de Zonas de Producción Minera (Fondo Minero). 6,861.1 Fondo de Desastres Naturales (Fonden). 3,980.2 Fondo Metropolitano. 3,323.5 Fondo Regional. 3,280.7 65 fondos de ciencia y tecnología. 25 centros públicos de investigación.

1,933.3 Fideicomiso para promover el acceso al financiamiento de MIPYMES y emprendedores. 1,106.2 Fondo para el Fortalecimiento de Sociedad y Cooperativas de Ahorro y Préstamo de apoyo a sus ahorradores. 678.6 Programa de Cooperación Energética para Países de Centroamérica y el Caribe. 574.5 Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral (FAARI).

250.3 Fondo para la Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. 224.2 Fideicomiso Fondo de Inversión y Estímulo al Cine (Fidecine). 213.4 Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar). 142.4 Fondo de Apoyo Social para Extrabajadores Migratorios Mexicanos.

141.9 Fondo Nacional de Seguridad para Cruces Viales Ferroviarios. 108.9 Fondo para el Cambio Climático. 48.7 Fondo para el Fomento y Apoyo a la Investigación Científica y Tecnológica en Bioseguridad y Biotecnología (Fondo CIBIOGEM). 38.5 Fondo Nacional de Cooperación Internacional (Foncid).

FUENTES: SHCP y dictamen de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.

covid-19, incluyendo la obtención de la vacuna y las dosis necesarias. En segundo lugar se estipula que serán para procurar la estabilización del balance fiscal federal y, en tercero, para el pago de obligaciones previamente contraídas en los fideicomisos.

Oliver Meza, investigador y miembro del Sindicato del Personal Académico del CIDE, considera que los fideicomisos eran “bolsitas” para garantizar recursos en medio de la “marea del presupuesto” que se realiza cada año, por lo que al entrar todos a la Tesorería, ahora estarán a expensas de las prioridades del gobierno en turno. “Ahora quedamos completamente desprotegidos. Es como robarnos el futuro, la posibilidad de tener proyectos que no se atoren cada año con las discusiones de presupuesto”, señala.

Ana Laura Barrón, investigadora de Ethos Laboratorio de Políticas Públicas, también afirma que una vez que los recursos se reintegren a la Tesorería será más difícil darles seguimiento. “Los fideicomisos respondían a una lógica distinta a la del presupuesto, eran instrumentos financieros que servían para destinar recursos a un fin específico y garantizaban su uso para el fin destinado”, explica.

Con la extinción de estos instrumentos, en el Presupuesto de Egresos deberán incluirse las previsiones para atender los fines de los fideicomisos. En ese contexto, las secretarías y dependencias que absorberán las responsabilidades de los fondos necesitarán más recursos para cumplir con esas obligaciones y mantener los apoyos.

CUANDO SE UTILIZA EL CAMINO DE HACIENDA, PODEMOS GARANTIZAR QUE EL BENEFICIARIO RECIBIRÁ LOS RECURSOS; CON EL OTRO CAMINO PERDEMOS VISIBILIDAD.

Arturo Herrera, secretario de Hacienda.

¿DESAPARECER LA CORRUPCIÓN? La idea de extinguir los fideicomisos surgió del presidente López Obrador, quien lo incluyó, desde antes de tomar protesta, en sus 50 Lineamientos Anticorrupción. En abril de este año, se emitió un decreto para hacer desaparecer 28 fondos, con 250 millones de pesos y para el segundo bloque, se echó mano del Congreso, debido a que los fideicomisos contaban con una estructura legal.

Al cierre del segundo trimestre de 2020, se tenían registrados 332 actos jurídicos que establecen fondos y fideicomisos, con saldo de 728,381.7 mdp, de los cuales, 32 estaban en proceso de terminación, a los que se suman los 109 que desaparecerán, por lo que siguen abiertos 191. Entre ellos, los operados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cuyos saldos se incrementaron 1,048% con el gobierno actual.

Leonardo Núñez, investigador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), detectó que, al tercer trimestre de 2019, los fideicomisos de la Sedena registraban 2,505 mdp y, en tres meses, pasaron a 26,252 mdp. Durante 2020, los recursos alcanzaron 31,980 mdp. Esta cifra representa el 46.7% del monto que se espera recuperar con la extinción del centenar de fideicomisos desaparecidos.

Eso es una contradicción, a decir de la investigadora de Ethos, quien cuestiona cómo se desaparecen unos y permanecen otros. Los fideicomisos, subraya, eran figuras complejas en las que había sospechas de malversaciones, pero no quiere decir que la figura, por sí misma, fuera mala.

Pérez Garrido coincide: “Cuando hay un ánimo de transparentar, de rendir cuentas y de explicar el ejercicio y el destino de los recursos públicos, se puede gestionar a partir de fideicomisos públicos o cualquier otra figura”, afirma. Para el diputado de Morena, el mecanismo de fideicomisos falló mucho y se desvirtuó: “Había excesos de opacidad y ociosidad en el ejercicio de los recursos”, comenta, al asegurar que el dinero de estos se regirá por las leyes actuales de fiscalización y rendición de cuentas, además de insistir en un voto de confianza a la política de “cero corrupción” del gobierno federal.

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