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ATCO ENERGÍA, EN STAND BY
UNA PAUSA PARA LA INVERSIÓN
ATCO Energía reevalúa los proyectos que tiene en el mercado mexicano en medio del golpe de timón que la nueva administración ha dado a las reglas para el sector eléctrico.
POR: Diana Nava
as compañías del sector eléc-
Ltrico que operan en México navegan sobre aguas turbulentas. La pandemia de coronavirus y los constantes ajustes que ha emprendido la actual administración a las reglas enmarcadas en la reforma energética han llevado a las empresas a reevaluar sus estrategias y a los inversionistas, a revalorar los riesgos.
ATCO Energía, una filial del conglomerado canadiense Grupo ATCO, que llegó al país en 2014 alentada por las nuevas oportunidades de negocio que traería la apertura del sector energético a la inversión privada, ahora avanza de manera “más cautelosa” en el mercado mexicano.
“No estamos parados, de ninguna manera, pero la incertidumbre empieza a reducir la velocidad con la que pensábamos implementar la estrategia de inversión”, explica Ramón Basanta, CEO de ATCO Energía, en entrevista telefónica.
A fines de 2017, la compañía adquirió una central hidroeléctrica de 35 megavatios (MW) en Veracruz, que, según información de la empresa, suministra a más de 200 tiendas de conveniencia en México, entregando energía a “un costo competitivo” y permitiendo a los clientes cumplir con sus obligaciones de energía limpia. Esta central evita la emisión de 48,950 toneladas al año de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, equivalente a 10,230,817 litros de gasolina.
La compañía también suministra electricidad a los clientes del parque industrial World Trade Center (WTC), en San Luis Potosí, mediante un proyecto que incluye una subestación de alta tensión,
VISIÓN. Para el CEO de ATCO Energía, tener paraestatales fuertes no está peleado con tener un mercado abierto y dinámico.
ESTÁ DEMOSTRADO QUE EL INCLINARSE POR LOS MONOPOLIOS SÍ CREA INEFICIENCIAS EN LAS CADENAS DE SUMINISTRO, EN LOS PRECIOS Y EN LA INVERSIÓN.
Ramón Basanta, CEO de ATCO Energía.
cinco unidades generadoras de electricidad de gas natural de alta eficiencia y una red de distribución asociada.
En 2018, ATCO precalificó en la licitación del proyecto para interconectar el sistema eléctrico de Baja California con el Sistema Interconectado Nacional, que convocó la Secretaría de Energía. Pero, en enero de 2019, el gobierno mexicano decidió cancelar el proyecto.
La nueva administración, que entró en funciones en diciembre de 2018, ha emprendido una serie de modificaciones en el mercado eléctrico, como cambios en la forma de emisión de los Certificados de Energías Limpias o aumentos en las tarifas que algunas centrales pagan a la Comisión Federal de Electricidad, bajo el argumento de mantener la confiabilidad del sistema eléctrico.
Daniel Sánchez, socio de la Práctica de Energía de Baker McKenzie, considera que los últimos cambios en el sector han mermado la confianza de los inversionistas y han frenado la dinámica que el mercado tomó tras las subastas eléctricas. “Estas medidas del Ejecutivo han frenado la evolución del mercado eléctrico”, asegura.
En mayo pasado, el gobierno canadiense envió una carta a la administración mexicana en la que mostraba su preocupación por el futuro de las inversiones que algunas compañías de su país hicieron en México, debido a los últimos cambios realizados en el sector. Grupo ATCO fue una de las empresas mencionadas.
La compañía no reveló cuáles son sus siguientes proyectos en el país, pero Basanta confía en que la empresa podrá seguir con su estrategia. “El mercado siempre es más grande y más fuerte que las corrientes políticas, una vez abiertos los mercados, ellos van a trabajar por sí mismos, independientemente de quien esté en el poder”, dice.