GUARDIAS INTERDISCIPLINARIAS EN SALUD MENTAL ¿ESCENARIOS POSIBLES O IDEALES?

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XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014

Eje

temático:

Intervención

profesional:

contextos,

escenarios

y

estrategias

metodológicas GUARDIAS INTERDISCIPLINARIAS EN SALUD MENTAL ¿ESCENARIOS POSIBLES O IDEALES? Hugo Malventano1 Natalia Calciano2 Brenda Glowakrzywo3 Mara Mattioni4 Resumen Los equipos interdisciplinarios de salud mental tienen su entrada triunfal en las guardias de los hospitales generales tiempo después de la sanción de la ley 448. Fue en el devenir de esta experiencia que nos encontramos experimentando una particular forma de pensar las intervenciones en la urgencia a través de la interdisciplina Pensar en un desarrollo interdisciplinario es más que la simple yuxtaposición de disciplinas o su encuentro casual. La construcción conceptual común del problema que implica un abordaje interdisciplinario, supone un marco de representaciones común entre disciplinas y una cuidadosa delimitación de los distintos niveles de análisis del mismo y su interacción. Caracterizar a la labor profesional como interdisciplinaria, no depende de creer o no creer en ella cual religión. Lejos de ello, aspiramos a tomar distancia de sus características dogmáticas, para posicionarla como el resultado final de un ejercicio de transformación; como producto posible de un continuo trabajo de construcción y deconstrucción de la práctica cotidiana.

El advenimiento de la modernidad líquida ha impuesto a la condición humana cambios radicales que exigen repensar los viejos conceptos que solían articularla. Ya lo promulgó ZygmuntBauman (2000): la era de la modernidad sólida ha llegado a su fin; y a diferencia de los líquidos que se transforman constantemente y fluyen; los sólidos 1

Médico. Jefe de Unidad. Departamento de Urgencias. del Hospital de Agudos Dr. Cosme Argerich. Correo electrónico: homalven@intramed.net 2 Lic. en Psicología. Miembro titular del Equipo Interdisciplinario de Salud Mental del Departamento de Urgencias del Hospital de Agudos Dr. Cosme Argerich. Docente en la Universidad de Buenos Aires. Correo electrónico: natical@hotmail.com 3 Médica Psiquiatra. Miembro titular del Servicio de Salud Mental del Hospital de Agudos Dr. Cosme Argerich. Correo electrónico: brendazywo@gmail.com 4 Lic. en Trabajo Social. Miembro titular del Equipo Interdisciplinario de Salud Mental del Departamento de Urgencias del Hospital de Agudos Dr. Cosme Argerich (actualmente en Licencia sin goce de haberes). Perito de la Curaduría Oficial de Alienados Departamento Judicial San Martin. Docente en la Universidad maramattioni@hotmail.com Nacional de La Matanza. Correo electrónico:


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conservan su forma y persisten en el tiempo: duran. En esta versión de la modernidad no hay pautas estables ni predeterminadas y cuando lo público ya no existe como sólido, el peso de la construcción de pautas y la responsabilidad del fracaso caen total y fatalmente sobre los hombros de los individuos; y allí es donde pareciera irrumpir “la interdisciplina”. Los equipos interdisciplinarios de salud mental tienen su entrada triunfal en las guardias de los hospitales generales tiempo después de la sanción de la ley 448, cuando los concursos que dieron lugar a la ocupación de los cargos terminaron de rodar su burocracia característica. Si bien no puede negarse que el ingreso de las tres disciplinas a la guardia de un hospital polivalente incrementa el “crisol de razas” y multiplica las diversas formas de concebir los procesos salud enfermedad a la par de las distintas especialidades y/o profesiones, hay una sensación compartida que atraviesa: la de ser extranjero en la propia tierra, la de ir gradualmente promoviendo la permeabilidad de aquellas fronteras que separan las especialidades y/o disciplinas dando lugar a un único “tipo” de paciente: seres humanos biopsico sociales en un contexto “líquido” donde pareciera que todo se desvanece en el aire y que los padecimientos se multiplican a cada paso. A pesar de los encuentros y desencuentros es fundamental recordar que es el formato de equipo aquel que avala el ingreso de las tres disciplinas a las guardias hospitalarias; presentándose la salud mental como la temática que convoca a intervenir. Reconocer los límites y las prioridades al circunscribir las intervenciones al dispositivo en cuestión, es un posicionamiento que también necesita ser ejercitado solo a partir de aciertos y desaciertos para poder ser aprehendido. Fue en el devenir de esta experiencia que nos encontramos abordando casos que nos trasladaron a lugares novedosos de implicancia y ejercicio, planteando nuevos desafíos, como el que elegimos reseñar a continuación a modo ilustrativo. Fue ante cada ensayo y error que nos permitimos experimentar una particular forma de pensar las intervenciones en la urgencia a través de la interdisciplina. En esta oportunidad, dentro del amplio espectro de casos y experiencias singulares, optamos por hacer foco en la intervención del equipo ante la llegada de Ezequiel y su papá a la guardia de un Hospital Polivalente un sábado por la tarde: “Se recibe interconsulta de pediatría a partir de la concurrencia a la guardia de un hombre junto a su hijo, Ezequiel, de seis años con el objetivo de solicitar atención y/o asesoramiento en torno a problemática compatible con abuso sexual padecida por su hijo, según refiere, una semana atrás, que habría manifestado en el día de la fecha"


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Las situaciones compatibles con la violencia en cualquiera de sus formas en la franja etárea de la niñez y la pre adolescencia encuentran al equipo de salud mental compartiendo abordajes con el equipo de pediatría ya desde su inicio, desde la escucha, la construcción y la re construcción tanto de la demanda como de la urgencia subjetiva de cada paciente, y porque no a veces, de cada profesional que recibe. Cabe destacar que lo característico de dicha franja etárea, es el hecho de que un niño nunca consulta sólo, siempre es traído por un Otro (padres, escuela, etc), quien será en primera instancia aquél que articulará en su discurso el malestar que supone en el niño, aquello que ubica como lo que irrumpió quebrantando la homeostasis de la escena infantil. Habrá que trabajar para diferenciar allí las distintas urgencias en juego. En este caso separar la urgencia propia del padre y su fantasmática singular, de aquella que en un segundo momento y a partir de la intervención de los profesionales pueda construir en su relato o poner en juego el niño en cuestión. La ampliación de las disciplinas intervinientes, tal como sucede en estas situaciones y en el escenario de la guardia, invita a caracterizar lo interdisciplinario como un efecto de trabajo colectivo, y por ello, exige una larga labor grupal. Al decir de Follari (2003), nadie es personalmente interdisciplinar ni escribe por sí solo interdisciplinariamente, ello implica una contradicción en los términos: la interdisciplina supone poner a trabajar juntos a académicos que conozcan adecuadamente las disciplinas en que están sistemáticamente formados. De lo contrario, encontraremos larvadas hegemonías disciplinares, sosteniendo un discurso que supone ponerse por encima de tales hegemonías. A diferencia de la guardia, la organización administrativa de las instituciones públicas presenta organigramas que responden a las lógicas tayloristas (separación y jerarquización) por lo que encontramos generalmente la división en departamentos, direcciones, servicios o secciones que se agrupan por profesiones (departamento de Servicio Social, de Psicología, Servicio de sicopatología, etc.), lo que estructura una forma de trabajo que favorece la parcelación. El “nexo” aparece entonces como derivaciones. Estamos frente a un problema administrativo, que articula concepciones epistemológicas y políticas. En cambio, en el dispositivo de urgencia, la interconsulta, la consulta o el debate se plantean en tiempo presente, tienen abordaje al momento y se debaten para pensar en términos de toma de decisión en el transcurso de las horas subsiguientes. Este privilegio, promueve que el nexo que hace cadena en los profesionales sea el discurso de cada disciplina embanderado en cada sujeto, en lugar de tratarse de una


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comunicación diferida y/o transferida que en líneas generales genera ruidos en la comunicación e incoherencia en el diseño de intervenciones. "En entrevista con el equipo de salud mental el padre refiere haber observado y percibido recientes modificaciones en la conducta: cambios en el juego, agresividad con las niñas, modificación en el rendimiento escolar, entre otras. A partir de estas cuestiones, manifiesta haber mantenido una conversación con su hijo en la que el niño habría referido que un tercero le habría bajado los pantalones, y le habría colocado el pene sobre su ano y su rostro sin su consentimiento y bajo amenaza de maltrato físico en caso de socializarlo con otro adulto. Respecto del tercero, el padre refiere que se trataría de un vecino de doce años de sexo masculino, quien compartiría la vivienda colectiva donde residen. Prácticamente finalizando el relato, el padre del niño agrega que él no quería que esta situación se prolongara en el tiempo, debido a que de niño habría atravesado un episodio de abuso intra familiar, al cual ubica como un obstáculo en varios momentos de su vida. A partir de la primera entrevista conjunta del equipo con el padre del niño, se decide iniciar un diagnóstico de situación que incluya a todos los actores presentes. Por ello, al momento de iniciar la evaluación de la situación, y a la par, la del grupo familiar el equipo decidió dividirse, acordando entrevistar un miembro al niño, otro al padre y el tercero a los dos hermanos del paciente". A medida que la evaluación de la situación arribada avanzaba, afloraban los prejuicios, las contradicciones y los criterios difusos. Un hombre padre denunciando una situación de violencia padecida por su hijo y una madre ausente al momento, invitaba a algunos a pensar en un encubrimiento, a otros en una vía de escape, a otros los dejo perplejos y sólo unos pocos, por momentos, los incito a continuar evaluando una consulta que si bien se presentaba de un modo claro y lineal, gracias al imaginario simbólico impresionaba transformarse gradualmente en un encubrimiento a develar. Característica propia de las consultas por guardia, la complejidad de las situaciones que cada semana recibimos pareciera dotarlas de múltiples aristas a ser analizadas, cual calidoscopio, que permiten diversas modalidades de abordaje; y como se ha dejado entrever, la interdisciplina se postula como “el” abordaje fundamental de los problemas complejos. Ahora bien, ¿De qué hablamos cuando utilizamos el concepto de la complejidad? ¿Qué quiere decir que un problema es complejo? Siguiendo la línea de Stolkiner, Nora Elichiry (1987) enfatiza el surgimiento de las intervenciones interdisciplinarias a partir de los problemas y no de las disciplinas que


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intervienen. Los problemas no tienen fronteras disciplinarias, los límites de cada disciplina

no

están fijos

y determinados para

siempre. Por lo

tanto, la

interdisciplinariedad deja de ser un producto ocasional para convertirse en la condición misma del progreso. Edgar Morín (2000), por su parte, agrega que la complejidad “comprende también incertidumbres, indeterminaciones, fenómenos aleatorios, relacionándose con el azar” (Morín: 2000). De esta forma, se advierte que la complejidad no implica completud, aporta una visión multidimensional de la realidad que permite la observación en un hecho de entrecruzamientos múltiples, modalidad en íntima consonancia con la modalidad de trabajo de la guardia como dispositivo. Así, considerar que un problema es multidimensional supera a toda visión unidimensional que es pobre, parcial y especializada; por lo tanto, toda estrategia colectiva, multidisciplinaria y, aún más, interdisciplinaria se tratará de un abordaje superador. Aspirar a la complejidad lleva a querer lograr una completud, aunque sepamos que no podemos escapar de la incertidumbre y que jamás existirá un saber total. (Morín: 2000). Ahora bien, ¿Qué sucede cuando nos encontramos ante un problema complejo como sucede en la urgencia hospitalaria? Morín propone emprender una acción que implica tomar una decisión. Como referimos anteriormente, tomar decisiones se trata de hacer una apuesta, en la cual haya cierta conciencia de la incertidumbre y el riesgo. “Toda estrategia, en cualquier dominio que sea, tiene conciencia de la apuesta” (Morín: 2000). La estrategia permite imaginar escenarios posibles de acción, escenarios sujetos a modificación de acuerdo a la información que ingrese en el curso de la acción y según los elementos aleatorios que surjan. Construir una estrategia requiere de innovación y creatividad ante el azar, a diferencia de un programa en el cual las conductas a seguir están automatizadas. “La complejidad no es una receta para conocer lo inesperado, nos vuelve prudentes, atentos, no nos deja dormirnos en la mecánica y la trivialidad aparente de los determinismos”. Prosiguiendo con la entrevista, el padre del niño manifiesta haber concurrido a la guardia de un hospital general a partir de la referencia de una vecina, quien le habría mencionado la presencia de equipos "con muchos profesionales (y no solo médicos)" en este dispositivo. Tal como se presenta el dispositivo de guardia en sí mismo, la interdisciplina es la conjunción delenguajes diferentes, que hablan de cosas distintas, en términos


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diferentes; y por lo tanto implica un arduo esfuerzo mancomunar puntos de vista, acercar diferencias de significado de palabras y construir marcos (Cazzaniga: 2007). Poco a poco la población de los hospitales generales de CABA comenzó a observar, detectar e internalizar y hasta, porque no, naturalizar la presencia de otras disciplinas en la guardia y el abordaje en conjunto de los profesionales de la Salud Mental. Las situaciones a las cuales se suele aplicar la expresión "interdisciplina" cubren un amplio espectro. El tema de la interdisciplina siempre retorna. Establecido en el imaginario de la completud que superaría las fraccionalidades propias de cada disciplina, o en el de la feliz mezcla que todo lo reúne hacia un pastiche disolutor de las peculiaridades aislacionistas, vuelve con la insistencia de los arquetipos inconscientes, y se establece de nuevo en cada ocasión como si fuese la primera. De modo que otra vez está en escena la reinventada propuesta de lo interdisciplinar, reprimida en su origen para que no sea advertida en lo que tiene de repetición y de retorno (Follari: 2001) Estas situaciones mencionadas, que requieren sin e qua non un abordaje interdisciplinario por su complejidad al ser evaluadas y al diseñarse su estrategia de resolución, si bien con habitualidad llegan al equipo a través de interconsultas de otros médicos que, evaluando situaciones clínicas detectan algún indicador, lo rico y llamativo de esta consulta fue que aquí no se presentaron rodeos ni hubo consulta primaria y secundaria. La concurrencia al hospital fue espontánea y presencial, para consultar por una situación de violencia y convocando directamente al equipo interdisciplinario de salud mental; más allá que la burocracia del dispositivo haya colocado a los pediatras en el rol de receptores de la demanda. Al entrevistar al niño, si bien no se evidencian alusiones explícitas al episodio referido por el padre, es posible reseñar que ante la indagación por el motivo de consulta al hospital, se observa cierta inhibición, retraimiento y silencio, así como lenguaje corporal que parecería denotar incomodidad y/o tensión. Respecto del plano gráfico al invitarlo a auto ilustrarse, expresa preferencia por graficar una casa. El mismo no evidencia indicadores que permitan ni afirmar ni descartar el episodio que habría acontecido. Resulta fundamental aclarar que la entrevista realizada al niño se trató de un espacio de evaluación acotado y encuadrado en la atención por guardia, no así en el marco de un tratamiento. Finalizados los tres abordajes paralelos se efectúa reunión de equipo, junto a los profesionales de pediatría con el objetivo de acordar criterios y establecer estrategias. Se reitera entrevista con el padre a quien se informan pasos a seguir (realización de la denuncia en la Comisaría más cercana, evaluación al niño de parte de un médico


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forense, abordaje de parte del Equipo contra la violencia sexual, re evaluación del grupo familiar conviviente) en relación a la problemática aseverada por el mismo. Este confirma su acuerdo con lo indicado y su intención de efectuar la denuncia correspondiente, permaneciendo el niño alojado en la guardia hasta tanto cada uno de los pasos fuese cobrando forma. Recapitulando, el ingreso de la psicología, la psiquiatría y el trabajo social a las guardias de los hospitales generales, también se da en un contexto que motiva e incentiva la tarea en términos interdisciplinarios; nutrido por la Ley 448, la 26.657 y el paradigma impulsado por la Convención internacional de Discapacidad y Principios para el trabajo con las Personas con Padecimientos mentales, entre tantos tratados internacionales que ya se han transformado en derecho interno. En el debate actual sobre lo interdisciplinario, se superponen con una cierta yuxtaposición dos tipos de prácticas: la de la reflexión interdisciplinaria y la de la configuración de equipos interdisciplinarios asistenciales. Esta yuxtaposición es esperable dado que la diferencia es de énfasis en cuanto al producto. En el caso de la investigación/reflexión el énfasis es la producción de conocimientos. En el caso de los equipos asistenciales el énfasis está en la producción de acciones. Nadie, no obstante, podría separar de manera absoluta la investigación de su efecto en las prácticas y nadie podría suponer que el desarrollo de acciones no produzca, o deba producir, simultáneamente, conocimientos. Más aún, sería esperable un futuro en que esta diferencia se diluyera a su mínima expresión (Stolkiner: 1999). Así, a la luz de Stolkiner, es posible pensar los dos tipos de prácticas en torno a la interdisciplina como susceptibles de desarrollarse en el dispositivo de guardia. En primer lugar es posible conocer sujeto, atender a su aparente demanda, reconstruirla; luego en reunión de equipo delimitar un sujeto de intervención y otro de conocimiento, intercambiar puntos de vista y de abordaje para así diseñar un plan de intervención con un horizonte compartido, aunque al menos acordado, que distribuya tareas en función de objetivos comunes de resolución en el corto y mediano plazo. Pensar en un desarrollo interdisciplinario es programar cuidadosamente la forma y las condiciones en que el mismo se desenvuelve. Ya es sabido que la simple yuxtaposición de disciplinas o su encuentro casual no es interdisciplina. La construcción

conceptual

común

del

problema

que

implica

un

abordaje

interdisciplinario, supone un marco de representaciones común entre disciplinas y una cuidadosa delimitación de los distintos niveles de análisis del mismo y su interacción. Para que pueda funcionar como tal, un equipo asistencial interdisciplinario requiere la inclusión programada, dentro de las actividades, de los dispositivos necesarios. El


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tiempo dedicado a éstos -sean reuniones de discusión de casos, ateneos compartidos, reuniones de elaboración del modelo de historia clínica única, etc.- debe ser reconocido como parte del tiempo de trabajo; ya que está claro que para lograr acciones interdisciplinarias se requiere algo más que un grupo heterogéneo de profesionales trabajando a destajo. En el transcurso de la espera, el padre del niño desaparece con el paciente y sus otros dos hijos. Se efectúa la correspondiente denuncia al 911. Minutos más tarde el Sr. vuelve al hospital traído por el patrullero junto a sus tres hijos. Manifiesta haberse retirado para poder alimentar a sus hijos evaluando que tal vez pasarían la noche allí. Reconsiderando esta situación, se evalúa junto al equipo de pediatría la posibilidad de internar al niño en la Sala de Pediatría con el objetivo de que sus necesidades básicas se encuentren satisfechas hasta tanto se finalice la intervención en la urgencia. Ante el obstáculo del género (los niños no pueden quedar al cuidado de figuras masculinas en la Sala de Pediatría de ningún hospital de CABA) se reitera entrevista con el padre del paciente planteando la situación controversial. Luego de una extensa entrevista se acuerda convocatoria a la madre de niño que se encontraba trabajando y a parte de la familia extendida del niño: abuela materna y tía con el objetivo de que puedan encargarse del cuidado del paciente y además ser entrevistadas por el equipo de salud mental a fin de ampliar la información de la situación problema; y por otro lado para permitir que el padre del niño puedan concurrir a la Comisaría a efectuar la denuncia. Finalmente, luego de haber efectuado el padre del niño la denuncia correspondiente, de haber concurrido al hospital la madre y parte de su familia extensa quienes aportaron mayor información y de haber sido evaluado el niño por el médico forense, se conversa y acuerda en relación a los pasos a seguir. Considerando que el grupo familiar tenía conjugada la atención pediátrica en el CESAC correspondiente al radio del hospital, donde además habían efectuado una consulta a los profesionales del área de psicología por sugerencia de la esfera escolar tiempo atrás, se indica concurrencia al CESAC el primer día hábil, comunicación de la situación a la institución escuela por posibles recurrencias del niño a posteriori de lo sucedido, y evaluación de alojamiento habitacional transitorio en la vivienda de la abuela materna. Teniendo en consideración que el equipo de salud mental interdisciplinario de la guardia externa había evaluado la falta de criterio de permanencia del niño en el nosocomio, así como también la resolución de la urgencia arribada al hospital, con el objetivo de dejar indicado seguimiento, se establece contacto con el CDNNyA a fin de


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que los equipos de seguimiento de dicho dispositivo puedan enlazar con la Defensoría y efectuar un acompañamiento del abordaje ambulatorio De este modo, si bien se puede reconocer desde las diferentes disciplinas aspectos de incumbencia específica, la comprensión de las situaciones que se abordan merecen un análisis complejo que ponga en juego las especificidades de los saberes profesionales en clave de totalidad, o dicho en otras palabras se construya, en un diálogo fecundo y horizontal, el objeto teórico de intervención. De allí se podrán dibujar las estrategias de acción, y en ellas las intervenciones particulares que siempre deberán configurarse desde la complementariedad. La capacidad de argumentar, la rigurosidad teórica y la intervención responsable, posicionan de otra manera y otorgan condiciones para el ejercicio de poder, en este caso poder decir, poder hacer, poder construir. “Lo interdisciplinar reconoce que la realidad no es algo univoco y simple, sino que es contradictoria. Se basa en la complejidad y unidad de la realidad por un lado, y en la división del trabajo científico necesario para la evolución de la ciencia por otro“(Stolkiner: 1987) La

interdisciplinariedad

incluye

intercambios

interdisciplinarios

que

producen

enriquecimiento mutuo y transformación, implican además la interacción, cooperación y circularidad entre las disciplinas, con intercambio de instrumentos, métodos, técnicas, etc. Sin embargo no se debe olvidar que lo interdisciplinar requiere de la especificidad de cada disciplina a partir de la cual se podrán establecer enlaces y relaciones. Situaciones de vulnerabilidad social como la descripta, suelen ser asociadas con las diferentes formas que puede adquirir la violencia, con la acumulación de experiencias traumáticas infantiles correspondientes al espectro de la violencia, la compulsión a la repetición y el pasaje transgeneracional de patrones de conducta violentos y/o de sometimiento. Todas estas aristas constituyen elementos a considerar en el entramado actual del padecimiento mental. Este punto de encuentro entre la interdisciplina y la guardia como espacios o modalidades de trabajo que promueven la conjunción de lenguajes diferentes, permitiría afirmar que el dispositivo de guardia de un hospital polivalente, se torna no sólo

propenso

sino

casi

ideal

para

pensar

intervenciones

en

términos

interdisciplinarios, considerando el espacio físico compartido durante 24 hs, los tiempos muertos que se presentan como ocasiones ideales para el debate y la reflexión, la interconsulta cara a cara, la posibilidad de la escucha simultánea y del encuentro posterior inminente tan fructífero para el análisis, y el privilegio del armado


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de un registro conjunto, entre otras de los múltiples facilitadores. Esta propuesta, de carácter teórico, epistemológico y reflexivo, tuvo como objetivo primordial socializar la experiencia de un equipo interdisciplinario que lejos de contemplar al dispositivo de trabajo tan solo como parte del encuadre de la tarea, lo transformó en una herramienta para planificar, realizar y evaluar las intervenciones colectivas. Posicionando la ley nacional de salud mental como herramienta y principal disparador, pensar la salud mental bajo una perspectiva de abordaje interdisciplinario desde la guardia de un hospital general se ha transformado en un eje convocante del equipo para instituir definitivamente esta nueva práctica privilegiada de debatir casos, rever intervenciones y plantear interrogantes al resto de los compañeros, e incluso al sistema que contiene, como parte inherente al dispositivo y a las temáticas convocantes. Por ello, concluimos que intentar caracterizar a la labor profesional como interdisciplinaria, no depende de creer o no creer en ella cual religión. Lejos de ello, aspiramos a tomar distancia de sus características dogmáticas, para posicionarla como el resultado final de un ejercicio de transformación; como producto posible de un continuo trabajo de construcción y deconstrucción de la práctica cotidiana; al decir Kafkiano, como una metamorfosis. Bibliografía Bauman, Zygmunt (2000): Modernidad líquida, Editorial Fondo de Cultura económica Argentina, Buenos Aires. Bertalanffy L. von, y otros (1981): Tendencias en la teoría general de sistemas, Editorial Alianza, Madrid Bourdieu, Piere (1975): El oficio del sociológico, Editorial Siglo XXI, Buenos Aires. Capra, F. (1985). El punto crucial. Barcelona: Integral. Cazzaniga, Susana (2007): Hilos y nudos. La formación, la intervención y lo político en el Trabajo Social, Espacio Editorial, Buenos Aires. D´Angelo,R; Carbajal, E; Morchilli, A; (2003): Una introducción a Lacan, Buenos Aires, Lugar Editorial. Elichiry, Nora (1987): El niño y la escuela. Reflexiones sobre lo obvio, capítulo: Importancia de la articulación interdisciplinaria para el desarrollo de metodologías interdisciplinarias, Editorial Nueva Visión, Buenos Aires. Follari, Roberto (1990): Modernidad y posmodernidad: una óptica desde América Latina, Aique-Rei-IDEAS, Buenos Aires Follari, Roberto (1992): Apuntes Seminario Epistemología (mimeo), Facultad de Ciencias de la Educación, UNER, Paraná.


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