MI 11 DE SEPTIEMBRE 24 PERIODISTAS RELATAN SU VIVENCIA
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MI 11 DE SEPTIEMBRE
Septiembre 2017 Presentación del Libro Mi 11 de Septiembre Es una publicación de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Central de Chile. Decano Prof. Sergio Campos Ulloa Edición de Textos Joselyn Manríquez Arancibia Diseño y Diagramación Ramón Badillo Alarcón
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EDITORIAL Mi 11 de Septiembre Por Ignacio Paz Palma
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PRÓLOGO Su Excelencia la Presidenta de la República Michelle Bachelet Jeria
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EDITORIAL OCCIDENTE Palabras del Gerente General Mario Cabezas Thomas
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DECANO Palabras del Decano Sergio Campos Ulloa
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PRESIDENTA Palabras de Su Excelencia la Presidenta de la República Michelle Bachelet Jeria
Fotografías Fotos de la Universidad Central Jesús Inostroza Fotos de la Presidencia de la República Visítanos en: www.ucentral.cl/facom www.fococentral.cl Escríbenos a: facom@ucentral.cl Facebook: /FacomUcen Twitter: @FacomUcen YouTube: /ArchivoFacom
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GALERÍA DE FOTOS
RECTOR Palabras del Recor Santiago González Larraín
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COBERTURA DE PRENSA
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EDITORIAL
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sta recopilación de 24 testimonios conmueve, remece y enseña”, fueron las sensaciones expresadas por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, al recorrer las páginas del libro “Mi 11 de Septiembre”. Aquello también resume el objetivo planteado por la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Central de Chile (FACOM) al organizar la presentación de esta obra a través de un acto con un sólido componente académico donde las más altas autoridades del país compartieran junto a la sociedad civil las vivencias de estos periodistas el día en que el destino de Chile quedó marcado a fuego, sangre y dolor. El reconocimiento y promoción de los Derechos Humanos es una tarea que por antonomasia debe ejercer el mundo académico, por eso nuestra labor docente avanza con la convicción de entregar una educación integral donde periodistas y publicistas ejerzan el rol social de sus profesiones,
fomenten la estricta defensa de los DD.HH y mantengan presente los acontecimientos que dieron tropiezo al andar democrático de la Nación. El historiador francés Jacques Le Goff postula que “la memoria intenta preservar el pasado para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros. Procuremos que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento”. Desde FACOM volcamos los esfuerzos para que nuestros futuros profesionales aseguren que esos legados se mantengan en la memoria colectiva contribuyendo al desarrollo de una sociedad informada, educada, proclive al diálogo, al respeto de las diferencias ideológicas, religiosas y étnicas. Con el acto de presentación del libro Mi 11 de Septiembre se busca mantener vivo el aprendizaje de que las democracias se desmoronan si la sociedad en su conjunto
no cuenta con una formación republicana. En lo académico pretende plasmar lo que de manera magistral estableció el periodista polaco Ryszard Kapuscinski: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos... Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”. Frente a lo anterior tenemos la convicción que lo formativo debe volcar sus esfuerzos tanto en el desarrollo valórico como en el actuar ético de la profesión. El patrocinio a una obra de esta envergadura es la punta de lanza para continuar por una senda que aporte a que nuestro país se convierta en un lugar más justo, igualitario y tolerante.
Ignacio Paz Palma Secretario de Facultad Facutad de Comunicaciones Universidad Central de Chile
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PRÓLOGO
NADA NI NADIE ESTÁ OLVIDADO Hay historias que creemos conocer
de memoria. Narradas una y otra vez, asumimos que sabemos detalle por detalle qué ocurrió en un día determinado, más aún si ese día, como sucede con el 11 de septiembre de 1973, marcó nuestro devenir como sociedad para siempre. Y sin embargo, cada año, con cada aniversario del Golpe de Estado, con alguna reciente investigación periodística, con el hallazgo de algún
historiador, descubrimos nuevos matices, nuevos testimonios, nuevos ángulos para iluminar ese día gris y amargo. Es lo que sucede con este libro que tienen en sus manos. Escrito por un conjunto de periodistas, y por lo tanto con cierta aproximación común a los hechos de “el once” —casi todos ellos ejercían su oficio en ese momento, ya sea en medios de comunicación o en reparticiones
públicas— esta recopilación de veinticuatro testimonios conmueve, remece y enseña. Conmueve porque más allá de cualquier consideración partidista o ideológica, encontramos aquí la vivencia humana de chilenos y chilenas, muchos de ellos muy jóvenes, que nos cuentan qué hicieron ese día, sin dramatizar, sin adjetivar siquiera. Y son, sin embargo, testimonios
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24 PERIODISTAS RELATAN SU VIVENCIA dramáticos, en que aparece la sombra ominosa de nuestra democracia demolida hasta los cimientos, la violencia que se desataba sobre la patria, la afrenta, la traición y la cobardía; pero encontramos también la solidaridad elemental de los anónimos, el sentido del humor que nos rescata aún en los peores momentos, la música, la belleza incluso en medio de las lágrimas. Remece, porque casi podemos oler el miedo y el dolor que invadía nuestra patria en ese día triste. Y enseña, porque aprendemos que, en los instantes más negros, alguien estuvo dispuesto a tender una mano solidaria; a facilitar el asilo político; a hacer una oferta de trabajo cuando todos los horizontes parecían cerrados; a escuchar, a compartir una comida, a tocar un long play de Carole King mientras rugían los Hawker Hunters sobre Santiago. Conmueve también comprobar que, a pesar de la diversidad enorme de experiencias y relatos que este libro contiene, hay cuestiones que se repiten. La conciencia compartida, por ejemplo, de que nuestra democracia estaba amenazada y al borde del colapso, y la sensación de inevitabilidad del golpe de Estado, nos recuerdan que quizás pudimos y debimos hacer más para preservar el Estado de Derecho (aunque como sabemos hoy, los promotores del Golpe no estaban dispuestos a retroceder y habían tomado sus decisiones mucho antes de 1973). Ese era el sentido del llamado a plebiscito del Presidente Allende, programado para el mismo martes 11. Quizá esta conciencia compartida sea tan necesaria para el Nunca Más como la memoria, que en
estas páginas se conserva, también, de todos aquellos quienes sufrieron la muerte, la tortura, la desaparición forzada y el exilio. Saber que nada ni nadie está olvidado, como nos demuestra este libro con sus recuerdos llenos de emoción y ternura, es reconfortante y nos ayuda a seguir en el camino de la verdad, la justicia y la reparación.
Agradezco a cada uno de los autores y autoras, a través de Leonardo Cáceres, su editor, esta contribución sincera a la construcción de un Chile en el que la memoria orienta, con su luz, la creación de un futuro mejor, más justo y más libre para todos y todas. Michelle Bachelet Jeria Presidenta de la República
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PALABRAS DEL RECTOR Excelentísima
Señora Presidenta de la República Michelle Bachelet Jeria; señor Ministro de Defensa José Antonio Gómez Urrutia; señor Presidente de la Honorable Junta Directiva de la Universidad Central Ricardo Napadensky Bausa; señoras y señores Embajadores y Miembros del cuerpo Diplomático; señoras y señores periodistas autores del libro “Mi 11 de Septiembre”; señor Mario Cabezas Tomas Gerente General de la Editorial Occidente; señoras y señores Rectores de Universidades; señoras y señores Miembros de la Junta Directiva y de la Asamblea General de la Universidad Central; señoras y señores Vicerrectores y Decanos, invitados especiales, académicos, funcionarios administrativos, muy estimadas y estimados estudiantes de Santiago y nuestra sede de La Serena.
Y es por ello que esta publicación nos transporta a través de la pluma de estos destacados periodistas a nuestro propio 11 de septiembre, a un instante en que muchos de los aquí presentes, jóvenes estudiantes en aquella época, vimos destruidas en un minuto nuestras más sentidas aspiraciones y sueños de un Chile justo, más solidario e inclusivo con que soñábamos para nuestro país.
principios y valores republicanos, el respeto a los derechos humanos y el espíritu solidario que nunca debió abandonarnos. La Universidad Central de Chile se funda sobre sólidos principios, que reflejados en su misión y visión, rescata para nuestros estudiantes lo mejor del ser humano, su capacidad de pensar reflexivamente, su interés
“
Para la Universidad Central de Chile constituye un gran honor recibir hoy la visita de la señora Presidenta de la República en un acto tan significativo para nuestra institución y en particular para la Facultad de Comunicaciones. El lanzamiento del libro “Mi 11 de Septiembre”, escrito por 24 destacados periodistas, rescata un momento trágico y doloroso de nuestra historia, de gran significación para todos nosotros y que marcó de forma permanente nuestras vidas y el país.
Por más profunda que sea la adversidad que debamos enfrentar como seres humanos y por más dolorosas que sean las experiencias vividas en nuestra historia, finalmente haciendo frente a la adversidad, recuperamos como país la senda de nuestros principios y valores republicanos”
Hoy, visto a través de la historia y luego de transcurridos 44 años de aquel día, la lectura de las experiencias de estos hombres y mujeres, nos dan cuenta de que por más profunda que sea la adversidad que debamos enfrentar como seres humanos y por más dolorosas que sean las experiencias vividas en nuestra historia, finalmente haciendo frente a la adversidad, recuperamos como país la senda de nuestros
por el estudio y la investigación, y su compromiso con la comunidad y su país. Luego de 35 años de vida, nuestra institución se caracteriza hoy por ser una universidad inclusiva, independiente, sin vínculo alguno con poderes económicos, ni grupos religiosos, administrada por sus propios académicos, respetando la diversidad y asumiendo una tarea relevante para el país.
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MI 11 DE SEPTIEMBRE Abordamos nuestro compromiso con la educación superior desde la excelencia y la formación integral de personas, sustentado en un marco valórico y buscando crear nuevas oportunidades para nuestros estudiantes en un ámbito en que se promueve la inclusión y la solidaridad. La Universidad Central asume desde hace muchos años el compromiso de educar a los jóvenes sin distinción, y especialmente a los más necesitados, aquellos que como nosotros provienen principalmente de la educación pública y que a través del estudio se abren paso en la vida buscando nuevos y mejores horizontes, no solo para ellos y sus familias sino que solidariamente para su país.
Es por eso que hoy nos sentimos tan orgullosos que este proyecto académico de universidad privada, singular en su concepción en Chile, haya perdurado exitosamente, que pueda mostrar a la sociedad sus más de 20 mil profesionales egresados de nuestras aulas y que día a día se fortalece, crece y se consolida en el largo plazo. Quiero terminar estas palabras felicitando y agradeciendo a los 24 periodistas autores de este libro por elegir a nuestra universidad para su lanzamiento, destacar también el compromiso de la Editorial Occidente por su significativo aporte en concretar esta publicación. Reiterar mis agradecimientos a la señora Presidenta de la República,
a las autoridades que hoy nos acompañan, así como a todos los presentes por compartir con nosotros este aporte a la cultura y a la historia reciente de nuestro país que se presenta hoy con la colaboración de nuestra Facultad de Comunicaciones. Felicitar al Decano, el señor Sergio Campos Ulloa por esta iniciativa que da cuenta de la preocupación de la Universidad Central de Chile por su historia y su gente. Muchas Gracias. Santiago González Larraín Rector Universidad Central de Chile
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PALABRAS DE LA EDITORIAL OCCIDENTE S
u Excelencia la Presidenta de la Republica, Señora Michelle Bachelet Jeria; Embajador de la República de Panamá, don José Antonio Sosa Rodríguez; Embajador de la República de Cuba, señor Adolfo Curbelo Castellanos; Cónsul General del Estado plurinacional de Bolivia, señora Magdalena Cajías de la Vega; presidente de la Honorable Junta Directiva, señor Ricardo Napadensky Bauzá; Rector de la Universidad Central de Chile, señor Santiago González Larraín; Decano de la Facultad de Comunicaciones, señor Sergio campos Ulloa: Quiero que me permitan agregar solamente dos saludos muy especiales que para nosotros como editorial tienen un motivo de vocación y recuerdo muy especial, primero saludar a la señora Ángela Jeria con quien compartimos hace algunas horas en esta casa central y también saludar a don Alberto Gamboa, el famoso Gato Gamboa, Premio Nacional de Periodismo.
MARIO CABEZAS THOMAS Gerente General Editorial Occidente
Señoras y señores, con una contenida emoción, motivado por los recuerdos de nombres, caras, vivencias y situaciones, hemos llegado esta mañana a esta casa de estudios superiores a presentar este documento que consideramos histórico. Un libro
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que recoge de manera conmovedora las experiencias de 4 mujeres, 20 hombres profesionales del periodismo y un abogado que nos hablan de sus horas de vida transcurridas el día 11 de septiembre. Este recuerdo nos permite ahora con un poco de mayor seguridad y tranquilidad de espíritu, adentrarnos y conocer algo más de nuestra historia reciente. En palabras del editor esta es en cierta forma la pequeña historia del golpe de Estado vista a través de los ojos de 24 periodistas que han reiterado su deseo de no olvidar lo que ha ocurrido en nuestra historia. Entendemos que en la redacción del libro Mi 11 de septiembre no hubo una suerte de dirección superior
por parte del editor por coordinar forma y fondo, pero mágicamente se nos aparece -luego de leer los relatos- la existencia de un suave y delicado hilo conductor que para nosotros adquiere un significado y materialización concreta de lo que es la coherencia y el compromiso. Otra cosa no explicaría la permanencia de estos testigos de la historia en esos lugares donde se arriesgaba la vida, ya sea por el paso de los aviones hawker hunter o bien por los disparos de la tropa a cargo del asalto al poder. Editorial Occidente agradece muy sinceramente a los integrantes de la mesa Don Camilo que nos hayan permitido sumarnos a esta iniciativa como editores y responsables
posteriores de su comercialización. Somos una editorial en crecimiento cuyo transitar está orientado por convicciones, valores y principios donde los postulados de libertad, igualdad y fraternidad propugnan las justicias sociales, combate los privilegios y la intolerancia; desde esta atalaya observamos nuestro diario trabajo. Estoy seguro que nada será mejor en estos instantes que recordar la frase de Horacio, poeta lírico y satírico romano, que dijo: Carpe Diem-aprovecha el día presente, y es justamente lo que hoy día hemos hecho al entregar este documento al conocimiento de todos los chilenos. Muchas gracias.
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PALABRAS DEL DECANO
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Estimadas
amigas,
estimados
amigos:
En este septiembre de 2017, vamos al encuentro con la historia. Han pasado 44 años de la ocurrencia del golpe civil-militar. La ruptura del sistema democrático en Chile, el bombardeo a La Moneda y la inmolación del presidente Salvador Allende, se esparció como reguero de pólvora por todo el planeta. Un gobierno constitucional fue derrocado por las fuerza de las armas destinadas a la defensa de la patria. Es quizás el acontecimiento más doloroso de nuestra existencia colectiva. Una experiencia que nos marca de por vida. Sin contar los sufrimientos de la exoneración, el exilio, la tortura, las ejecuciones sumarias, el secuestro y la desaparición de personas. El terrorismo de Estado se impuso. La supresión de una plumada de todos los derechos civiles, incluido el derecho a la comunicación, trascienden como hito en la historia de Chile. Tanto la comisión Rettig como la comisión Valech trabajaron con ahínco para establecer la verdad oficial. Queridos amigos y amigas, quiero contarles que hace más de un año, varios periodistas nos agrupamos en una mesa de fraternidad profesional bajo el alero del fundador de la Aurora de Chile, Fray Camilo Henríquez, inspirador y realizador del primer medio de comunicación formal
destinado a sumar voluntades para impulsar la causa patriótica de la Independencia.
Pero no todo lo ocurrido el 11 de septiembre está registrado para el conocimiento de las nuevas generaciones.
Era el afán del ilustre valdiviano, de erradicar la ignorancia y la ceguera de quienes aún no veían que Chile debía ser un país libre del dominio extranjero.
Por eso, en la mesa de Don Camilo nació la idea de relatar la experiencia personal de quienes vivimos en carne propia el trauma del Golpe.
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El derecho a la comunicación tiene reparos severos. Es necesaria la protección jurídica de todas las personas en condiciones de igualdad material de información y conocimiento, sin someterse a las leyes del mercado, permitiendo la libre expresión y el acceso a la cultura de los habitantes de esta tierra”.
En el Chile de hoy, hubo quienes se negaron constantemente a reconocer las atrocidades durante el gobierno dictatoria, pero la verdad se fue develando aquí y en el mundo. Revistas como Análisis, Cauce, Apsi, La Bicicleta, Hoy, Pluma y Pincel, Solidaridad (de la Vicaría), Mensaje y los diarios La Época, Fortín Mapocho y otros medios clandestinos, fueron rompiendo el cerco informativo.
Como bien dice la Presidenta de la República en la introducción del libro Mi 11 de Septiembre, cada día descubrimos nuevos matices, nuevos ángulos, nuevos testimonios para iluminar ese día gris y amargo. Este grupo de periodistas, que siempre representamos la realidad de otros en los medios, ahora usamos la pluma para compartir desde nuestra intimidad, la experiencia singular del once.
Emisoras como Radios Cooperativa, Chilena, Nuevo Mundo, Santiago, José Miguel Carrera, se ganaron la confianza ciudadana por sus esfuerzos para informar en medio de la censura previa, la censura represiva e incluso la autocensura. Radio Balmaceda, desgraciadamente se quedó en el camino.
El afán que anima a la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Central de Chile, se inscribe en el propósito de hacer pedagogía enfocada en nuestra razón de ser: nuestros muchachos y muchachas, nuestros estudiantes en las nueve facultades de la Universidad Central. Ese es el valor de la Memoria.
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Vale la pena el conocimiento verídico del pasado común, como aglutinante social que este puñado de 24 escritores piensan que debe transmitirse a las nuevas generaciones. Queremos que la memoria individual se socialice, como ha ocurrido junto a miles de libros, crónicas, reportajes, documentales y obras de teatro que han conocido la luz desde aquel aciago 11 de septiembre. Estimadas amigas, estimados amigos, esta universidad, que pertenece a sus académicos, tiene un gran compromiso con el país. Desde
la
Facultad
de
Comunicaciones, con la generosidad y el apoyo de la Editorial Occidente, le entregamos a la sociedad este pequeño pero significativo aporte de Memoria. Sentimos que estamos fortaleciendo la formación integral de nuestros estudiantes con un profundo compromiso social en la promoción de valores como la tolerancia, la inclusión, el pluralismo y la equidad. Gracias por seguirnos en cualquier parte del mundo vía streaming y por el 107.1 fm, Radio Universidad Central. Agradecemos en forma muy especial a dos grandes caricaturistas con espíritu latinoamericano y libertario.
Palomo que vino especialmente desde México para estar aquí y Hervi que vino del maulino sur, para compartir este momento. A nuestro entender, los dibujos con sentido crítico, constituyen la forma más eficaz de hacer periodismo de opinión. Gracias Hervi, Gracias Palomo. Nuestra gratitutd, además, al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Señora Presidenta de la República Michelle Bachelet, estamos profundamente agradecidos de su presencia en este acto de homenaje a quienes dieron su vida por un destino mejor para la patria.
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Usted ha sido protagonista en el impulso de cambios fundamentales que apuntan a un mejor destinos de millones de compatriotas. Algunos se han concretado, otros son motivo del debate, como corresponde en democracia. En este septiembre de 2017 deseamos plantear un Tégase Presente, en función del mejoramiento de la calidad de vida de los chilenos. A nuestro entender el derecho a la comunicación tiene reparos severos. Es necesaria la protección jurídica de todas las personas en condiciones de igualdad material de información
y conocimiento, sin someterse a las leyes del mercado, permitiendo la libre expresión y el acceso a la cultura de los habitantes de esta tierra. Estamos hablando de un derecho humano fundamental, así lo explicita el informe Macbride de Naciones Unidas a través de UNESCO en 1980. Por esa razón, desde la academia decimos que se hace necesaria una ley de medios. Sólo un botón de muestra: en el ranking de libertad de expresión de Reporteros sin Fronteras, Chile figura en el lugar 33.
Esa será la única manera de garantizar los derechos humanos, de fortalecer la vida social, económica y cultural de la sociedad chilena. Compartimos este homenaje de septiembre saludando la Memoria de quienes dieron su vida por un Chile democrático en que se respeten plenamente los derechos fundamentales. Ese es el futuro que queremos para nuestros jóvenes y para las generaciones futuras. Gracias a cada uno de ustedes por compartir este ejercicio de Memoria histórica. Gracias. Muchas gracias.
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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA
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Amigas y amigos: Septiembre nos encuentra siempre con esta mezcla de emociones que provoca el despertar de la primavera, el momento de una fiesta que une a chilenos y chilenas en torno al aniversario patrio, y la conmemoración de uno de los momentos más difíciles de nuestra historia, que aún hoy, 44 años después de los hechos, echa un manto de luto sobre nuestras conciencias y pone pesadumbre en nuestros corazones. Cuando Sergio Campos me invitó a participar de este acto –y a escribir el prólogo del libro– pensé que el 11 de septiembre de 1973 es uno de esos acontecimientos que muchas veces creemos agotados. Nos parece que ya conocemos cada detalle, que conocemos porque las leímos, porque las vivimos o porque nos las contaron, hasta las anécdotas más ínfimas. Pero no: un día tan cargado de historia, de miedo, de dolor, no se agota jamás. Nunca terminará de sorprendernos, nunca terminaremos de saber lo que ocurrió, quién tuvo ese gesto de grandeza secreto, quién traicionó o renegó de sus ideales, cómo se produjo cierto aparente milagro. Y hay muchas historias que todavía quieren ser contadas. Y ese es, precisamente, el mérito de Mi 11 de Septiembre, en el que estos 24 periodistas nos cuentan las horas previas a esa jornada, el mismo “once” y los días que siguieron. Podemos leer aquí, de primera mano y en detalle, sobre el papel
que cumplieron las radioemisoras –Corporación, Magallanes, Nacional, Sargento Candelaria, entre otras– la labor de periodistas y técnicos que sacaron al aire los últimos mensajes del Presidente Salvador Allende, pero además se ocuparon de salvar el registro de su último discurso. Alguna de esas historias las conocíamos, pero leerlas en primera
Nos ayuda a rememorar la manera en que todos sabíamos que el Golpe se acercaba, aunque muchos años después entenderíamos que acabar con la democracia chilena era, quizás, una decisión tomada desde el momento mismo en que el Congreso ratificó –como se hacía entonces– la elección de Salvador Allende Gossens.
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Necesitamos conocer y reconocernos en esas historias para que el ‘Nunca Más’ sea una fuerza viva y operante en nuestra convivencia cotidiana”.
persona conmueve y estremece. Y conmueve que esta iniciativa haya nacido de un grupo de amigos que a pesar -o precisamente porque no todos piensan exactamente igual- tienen algunas opiniones diversas de la vida y la política, se reúnen una vez al mes a conversar, a intercambiar opiniones, como cuenta en su introducción Leonardo Cáceres. Narrar la pequeña historia de la jornada del Golpe de Estado, invitar a un conjunto de colegas a sumarse a este esfuerzo, y construir de algún modo un relato coral desde la vivencia sin adjetivos, sin grandes ambiciones, nos ayuda a entender mejor el estado de ánimo, la temperatura política de esos días.
Es cierto que todavía hay mucho que analizar sobre el papel de las instituciones, las dirigencias políticas, los gobiernos extranjeros, en la gestación y ejecución del Golpe y el desarrollo de una dictadura cívico militar. Tenemos mucho que aprender aún, y hay grandes investigaciones pendientes sobre cómo se planificó y ejecutó la represión y cuáles eran sus objetivos generales y específicos. Pero a Chile, a los jóvenes de hoy, a los periodistas y a los estudiantes de periodismo, les hace bien también entender cómo se vivió un momento clave de la historia en un mundo anterior al Internet y las redes sociales: un mundo de teletipos y teléfonos fijos, de radiofotos y rollos de película, de papeles con recados y direcciones –y yo diría– y
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teléfonos, aprendidos de memoria. Otro mundo, claramente. Sobre todo, importa conocer la vivencia de quienes luego, en el ejercicio del periodismo, estarían obligados a tomar partido porque simplemente era imposible no hacerlo y, de hecho, permanecer en la neutralidad era ya tomar partido. Pocas veces se ha visto una división tan grande en la labor que realizó esta noble profesión, fuera denunciando, arriesgándose, resistiendo o fuera encubriendo y acallando crímenes de Estado. Y las determinaciones que tomaría
cada periodista, se comenzaron a sellar -cómo no- en esos fríos días de septiembre. Y las trenzas de complicidades que marcarían el futuro comenzaron también a enhebrarse en esas horas. Por eso nos importa recordar la intimidad de cada relato; lo aparentemente anecdótico que, con el tiempo, se iría haciendo trascendental. Los recuerdos que guardamos y compartimos para poder armar nuestra propia trama de la historia y de la humanidad. No son recuerdos fáciles, pero son recuerdos necesarios. Reivindicarlos
y compartirlos es un acto de resistencia, de mirar la herida de nuestra nación en toda su extensión y toda su magnitud, para entender quiénes hemos elegido ser y cómo pudimos alumbrar la esperanza, la ternura y la confianza en las horas más oscuras que vendrían. Porque quizá la mayor lección que estos testimonios nos entregan es que aún en los momentos más difíciles y exigidos, es posible rescatar el gesto fraterno, la ayuda desinteresada, la solidaridad espontánea de las personas sometidas a una situación extrema. Todos los que vivimos esos días los
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conocimos de una u otra manera: la sonrisa de un desconocido, la ayuda inesperada de un familiar lejano, la palabra de aliento susurrada o dicha en voz alta y desafiante.
Presidencial bombardeado, el día 13 de septiembre, una persona que salía de un edificio cercano le dijo: “Saque fotos, para que el mundo sepa lo que han hecho estos bárbaros”.
Hace unos días, recibiendo en el Palacio La Moneda el Premio a la Trayectoria Antonio Quintana, el fotógrafo Marcelo Montecino –una de cuyas imágenes tiene un papel protagónico en este libro– contaba que cuando se acercó al Palacio
Cuarenta y cuatro años más tarde, aún necesitamos relatos, imágenes, historias que nos recuerden lo que el desencuentro y la destrucción de nuestra democracia significaron y significan hoy para Chile y su gente.
Necesitamos conocer y reconocernos en esas historias para que el Nunca Más sea una fuerza viva y operante en nuestra convivencia cotidiana. Necesitamos testimonios como los que conforman este libro porque nos ayudan a comprendernos mejor y a avanzar en el camino de la verdad, la justicia y la reparación. Y por todo eso muchas gracias a ustedes, muchas gracias a la Universidad.
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Sergio Campos, Ricardo Napadensky, Michelle Bachelet, Santiago González.
Sergio Campos, Santiago González, Michelle Bachelet, Ricardo Napadensky.
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Los 24 autores del libro “Mi 11 de Septiembre” junto a la Presidenta Michelle Bachelet.
Alberto “Gato” Gamboa, Michelle Bachelet.
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Presidenta Michelle Bachelet saluda a los autores del libro “Mi 11 de Septiembre”.
Ángela Jeria, Ricardo Napadensky, Michelle Bachelet, Santiago González, Sergio Campos.
Santiago González, Michelle Bachelet, Ricardo Napadensky.
Neftalí Carabantes, Isabel Margarita Morel, Sergio Campos.
Seidy Zevallos, Agustín Hertstein, Josefa Fernández.
Ilustrador Pepe Palomo junto a Manuel García.
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Manuel García interpretando “Canción del desvelado”, inspirada en la Caravana de la Muerte.
Karen Kanzúa, Neftalí Carabantes, María Pilar Calderón Manuel García, Luis Henríquez.
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Santiago González, Michelle Bachelet, Manuel García.
Catalina Maluk, Michelle Bachelet, María Teresa del Río, Karen Kanzúa, Ana María Zlachevsky, María Pilar Calderón, Anamaría Lisboa.
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COBERTURA DE PRENSA
Nota de 24 Horas - 07 de septiembre de 2017
Cooperativa - 07 de septiembre de 2017
Emol - 06 de septiembre de 2017
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Diario La Tercera, pรกgina 27 - 08 de Septiembre de 2017
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El Mostrador - 07 de septiembre de 2017
24horas.cl - 07 de septiembre de 2017
Radio Biobio - 06 de septiembre de 2017
Radio ADN - 07 de septiembre de 2017
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Diario La Segunda, pรกgina 41 - 08 de Septiembre de 2017.
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