“A la caza de la víctima”, de Fernando López Milán, es una reflexión sobre el neoindigenismo en Ecuador y el papel de los intelectuales en la creación de la idea de los indígenas como víctimas.
El papel que han asumido los intelectuales ecuatorianos en relación con los indígenas es la expresión de un modo de ser y pensar, y de asumir las relaciones con los “sectores subalternos” de gran parte de los intelectuales latinoamericanos. De aquellos que se ubican en lo que, en la actualidad, se denomina “progresismo”.
América Latina, en los últimos quince años, ha debido sufrir varios gobiernos de esta tendencia política. Gobiernos que, como el que presidió Rafael Correa en Ecuador, Chávez y Maduro en Venezuela, y los Kirchner en Argentina, han dejado a sus países divididos y en la bancarrota. En estos años, los intelectuales orgánicos, coherentes con su modo de ser, se negaron a ver los atropellos y atentados contra la democracia cometidos por los gobernantes “progresistas”.