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LAS RELACIONES SEXUALES
Salud
Las relaciones sexuales
EN LA TERCERA EDAD
La sexualidad humana es un conglomerado de elementos biopsicosociales y está presente desde que nacemos hasta el día en que la vida se termina. Esto implica que la vida sexual de un ser humano no termina con la edad. Lamentablemente, alrededor del sexo en general, se han creado muchos mitos, siendo la tercera edad una etapa de vida que no escapa a las creencias falsas sobre las relaciones sexuales.
Generalmente, lo que las personas piensan del sexo en los envejecientes es que no existe. Socialmente se piensa que las personas mayores no tienen una vida sexual. De igual modo entienden que las relaciones sexuales no son de importancia para las personas en esta etapa, ya que se piensa que tanto las mujeres como los hombres cuando “entran en edad” no sienten deseo sexual. De igual modo, algunas personas entienden que las actividades sexuales pueden provocar infartos por la energía que se necesita para tener sexo, sin partir del hecho de que hay muchos ritmos en que se puede tener relaciones sexuales sin la necesidad de hacer grandes movimientos. Uno de los grandes errores es asociar la vida sexual solamente con la penetración, cuando hay muchas otras cosas que se pueden hacer.
De igual manera, se piensa que el sexo, en contraparte, es solamente para la gente joven. Siendo mal vistas las personas de la tercera edad que manifiestan abiertamente su deseo sexual y la satisfacción sexual que puedan sentir. Muchas personas no ven posible que los envejecientes puedan enamorarse, y entienden que la mujer se vuelve “seca” y sin deseo luego de la menopausia, cosa totalmente falsa, y que los hombres no tienen erección, cuando la realidad es que, aunque la respuesta sexual cambia, no desaparece, sino que hay que irse adaptando a los ciclos naturales de la fisiología sexual.
No obstante, hay una realidad que debe ser entendida desde el punto de vista funcional. Por ejemplo, hay enfermedades que podrían dificultar las relaciones sexuales por un tema físico, como en el caso de la artritis, los ACV, problemas ginecológicos, prostatectomía, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, patologías a nivel
Por el Dr. Ramón Emilio Almánzar Montás, Ph.D. Psicólogo Clínico, Sexólogo, Terapeuta de parejas/familiar
@realmanzar
Salud
psicológico y psiquiátrico. En algunos casos por inhabilitación física, en otros casos por autopercepciones de la propia condición de salud. Lo importante de todo esto, es que cada persona en la tercera edad le dé seguimiento a su condición de salud para que se maneje de la mejor manera y su vida pueda continuar con calidad, incluyendo las relaciones sexuales.
En el XVII Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual, realizado en Punta Cana en el 2014, dentro de los derechos sexuales del ser humano, se afirmó que la sexualidad es un proceso que dura toda la vida y requiere ajustarse a la edad de la persona, a su nivel de desarrollo y a su comprensión, involucrando a todas las instituciones sociales.
En tal sentido, hay que promover la educación sexual en todas las edades, incluyendo a los envejecientes, ya que es natural que la sociedad vaya envejeciendo progresivamente y debería permanecer en una dimensión afectiva, sentimental y relacional durante toda la vida. Se debe fomentar el respeto al cuerpo y a todos los aspectos presentes en cada fase de la vida, sobre la base de una ética respecto al papel de la sexualidad en la vejez que plantea reconsiderar estas actitudes que ocultan la existencia del problema, dificultando la solución. Estos planteamientos abren varias interrogantes: Como sociedad, ¿se está posibilitando una vida digna y de calidad a medida que se envejece? Como profesionales de la salud, ¿qué estamos prolongando o asegurando, calidad de vida o agonías?
Quiero terminar con una frase jocosa que leí en algún momento: “El sexo alarga la vida… ven aquí que te hago inmortal”.