SALUD & BIENESTAR

Salud

Muchas veces tenemos la preocupación de estar saludables, sin embargo, nos pasamos los días sin ocuparnos de ello. Cuando hablamos de salud debemos entender que hablamos del todo, comprendiendo que salud ya no es solo como la definíamos antes según los libros: la ausencia de enfermedad. Sino que la salud es un total bienestar físico, orgánico y mental, donde intervienen múltiples factores, siendo uno de ellos la alimentación. Tener una conducta alimentaria en paz y en armonía con nuestro yo debería ser el norte, sin embargo, cuando pensamos en estar sanos, nos imaginamos procesos mal llamados dieta, que muy lejos de proporcionarnos bienestar nos angustian, ponen tristes, aburridos y sin el menor de los deseos de hacerlo un hábito. ¿Y por qué? Porque efectivamente ese no es el camino a la salud por la vida alimentaria. El camino va con todos los alimentos y su carga nutritiva, sabiendo equilibrarlos y balancearlos y, conforme tengamos una necesidad tal o cual, entonces saber cómo consumirlos.

Alimentarnos es un acto fisiológico normal, es una necesidad real, pero si además de pensar en comer para alimentarnos nos enfocamos en hacerlo nutritivamente, entonces vamos un paso más allá. ¿Sabían ustedes que con cualquier cosa nos llenamos? Sin embargo, ¿fue eso que comimos realmente nutritivo y de provecho? Y es cuando entra el nivel de consciencia en la salud. Empezar a comer de forma responsable nos ayuda a tener controles y a saber decidir lo más adecuado para nuestro cuerpo. Recordemos que existen nutrientes

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que son esenciales para poder estar saludables: los carbohidratos, que nos suplen de energía, las proteínas, que son formadoras de tejidos y reestructuradoras, las grasas que también nos aportan energía, las vitaminas, minerales, fibra y agua. ¿Y saben por qué se llaman esenciales? Porque no podemos vivir sin ellos, porque nuestro cuerpo los necesita para poder desempeñar sus actividades y regular funciones fisiológicas.

Pero, si yo deseo bajar de peso, ¿qué

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hago? Porque siempre me dijeron que debía dejar de comer, ¿qué hago? Entonces te digo que dejar de comer para estar en salud y lograr un fin tal en tu cuerpo no es la solución. La solución siempre está y estará en los alimentos. La clave estará en manejar las porciones, cuidar las combinaciones y mantener un equilibrio entre lo que comemos y lo que quemamos con la actividad física que realicemos.

¿Cosas puntuales que debemos tener en cuenta para llevar una vida sana, plena y en bienestar? Que debemos comer para vivir. Que la alimentación es vida, es salud. Que los alimentos son nuestra gasolina y los que tenemos vehículos siempre tratamos de ponerle gasolina de la buena, ¿verdad? Entonces es lo mismo. Somos nuestro activo.

Funciona muchísimo para llevar una alimentación saludable el organizar un menú semanal. A la mayoría de nosotros, por llevar una vida tan acelerada se nos pasa, y es en esta falta de planificación que se daña todo y podemos hacer desarreglos que afecten nuestra alimentación.

Recordemos, siempre debemos comer 5 veces por día, si fuera necesario hasta 6: desayuno, merienda, almuerzo, merienda, cena. Aumentemos el consumo de frutas y vegetales, son carbohidratos buenos que nos llenan de energía buena, además de sus propiedades nutritivas y, lo mejor, bajísimos en calorías.

Comamos equilibrado, todos los grupos de alimentos son igualmente importantes, no supriman ninguno.

Hidratarnos, ¡qué punto tan importante y dejado de lado! Vivimos en una media isla y no tenemos cultura de tomar agua. Aumentemos el consumo. No es un cliché decir que el agua es vida, es una realidad.

Hagamos alguna actividad física, lo que sea; busquen un deporte que les agrade, bailen, naden, sean activos.

Yo soy partidaria, como nutrióloga clínica, de que mientras más nos apegamos a querer vivir en salud más efectivo será cualquier proceso que deseemos hacer. Cuando empezamos a ver los alimentos como aliados entonces las cosas fluyen y podemos generar los cambios necesarios. El efecto rebote es una realidad de los procesos restrictivos y de falta de nutrientes. Ya no castigues más a tu metabolismo con procesos no saludables y empieza a vivir un proceso alimentario bonito y en bienestar. Cuando bajas unos cambios y te quitas la presión de hacer las cosas por desesperación y sin orientación, todo fluye, todo llega, todo es para bien. Comer sano es el camino, vivir feliz es su consecuencia.

Por la Dra. Taiana A. Ubiñas Pérez Nutrióloga Clínica Doctora en Medicina con Maestría en Alimentación y Nutrición.

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