ATENCO La ganadería más importante del siglo XIX Tomo III

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Anexo Nº 7 (1ª DE 3 PARTES) Participación del ganado bravo de Atenco durante el siglo XIX mexicano y los primeros años del XX. (1815 - 1915).

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PARTICIPACIÓN DEL GANADO BRAVO DE ATENCO DURANTE EL SIGLO XIX MEXICANO Y LOS PRIMEROS AÑOS DEL XX. (1815 - 1915).1

JUSTIFICACIÓN A ESTE APARTADO. Habiendo iniciado esta fascinante aventura allá por 1985, cuando me di cuenta de la importancia que cobraba día a día el protagonismo de tres historias entrelazadas: la hacienda de Atenco, Bernardo Gaviño y Ponciano Díaz, hoy, a 25 años de haber realizado ese “periplo”, tengo muy claro diversos aspectos que pretendo desarrollar aquí como un balance de todo ese quehacer. Fue necesario para ello realizar una exhaustiva revisión a diversas fuentes y luego, ya con todos los datos reunidos al respecto, concebir tres diferentes trabajos2 que quedan concluidos de manera definitiva. Y lo digo así, contundentemente, 1

NOTA ACLARATORIA: Tras exhaustiva investigación a fuentes bibliográficas, hemerográficas, de archivo; colecciones particulares y carteles, concluyo que en el periodo de un siglo de revisión, fue imposible localizar datos en 16 distintos años relacionados con los toros de Atenco; a saber: 1816-1817, 1819-1823, 1828-1829, 1831-1832, 1835-1837, 1839, y 1845. 2 José Francisco Coello Ugalde: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS Nº 10, SERIE: BIOGRAFÍAS TAURINAS, Nº 1. “Bernardo Gaviño y Rueda, español que en México hizo del toreo una expresión mestiza durante el siglo XIX. México, 2010. 337 p. Ils., fots., cuadros. Inédito. --: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS Nº 13, SERIE: BIOGRAFÍAS TAURINAS, Nº 2. “Ponciano Díaz Salinas, torero del XIX, a la luz del XXI. (Ampliado al año 2010). Biografía. Prólogo de D. Roque Armando Sosa Ferreyro. Con tres apéndices documentales de: Daniel Medina de la Serna, Isaac Velázquez Morales y Jorge Barbabosa Torres”. México, 2010, 383 p. Ils., fots., cuadros. Inédito. --: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS Nº 16. “Atenco: La ganadería de toros bravos más importante del siglo XIX. Esplendor y permanencia. Tesis que, para obtener el grado de Doctor en Historia presenta (…). México, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras. División de Estudios de Posgrado. Colegio de Historia, 2007. 251 p. + 134 de anexos. Ils., fots., maps., cuadros.

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puesto que puedo afirmarlo sobre el hecho de haber reunido si no toda, al menos sí la mayoría de la información que me permitiera generar una serie de conclusiones al respecto. En el caso particular aquí planteado, tengo que establecer algunos parámetros que permitan entender la dinámica a que fue sometida la rigurosa reunión de datos, misma que, por razones de ajuste viene a integrarse como un capítulo más de la tesis doctoral, no previsto en su idea original; más bien como un agregado posterior, alterando, pero enriqueciendo al mismo tiempo dicha investigación. Nunca imaginé que, como resultado de tan acuciosa revisión, tuviese reunido más de un millar de informes sobre la presencia de esta hacienda ganadera en el periodo 1815-1915, por lo que me parece oportuno presentar a continuación algunos aspectos interpretativos. A este trabajo podría denominarlo también como “... de los mil… encierros de Atenco”, como si me refiriera a la genial octava sinfonía “De los mil” 3 de Gustav Malher, monumental en sí misma, y que así se conoce por el hecho de que debe ser interpretada por 850 cantantes y 171 instrumentos que constituyen el gran orgánico que merece considerarla así. En el balance general que debo plantear, existe un importante conjunto de condicionantes que nos van a permitir entender la dinámica de esta hacienda ganadera misma que, por su capacidad primero. Y por su extensión después, (incluyendo los diversos conflictos que enfrentó), la capacidad para cumplir con todos y cada uno de los compromisos establecidos, mismos que aquí se relacionan. A lo largo de esta complicada revisión, entre bibliográfica y hemerográfica, sin dejar de incluir la del documento de archivo, carteles o impresos, puedo adelantar el siguiente balance: 1.-Que de una primera etapa de revisión hecha entre 1985 y 2006, se contaba únicamente con los datos reunidos en la tesis doctoral, además de aquellos tomados de las biografías de Ponciano Díaz Salinas y Bernardo Gaviño y Rueda. Para entonces, uno y otro mostraban los siguientes números: De la tesis doctoral: 523 encierros. 3

Monumental sinfonía coral compuesta entre junio y agosto de 1906 y orquestada y finalizada en la primera mitad de 1907. Estrenada en el Neue Musikfesthalle Múnich el 12 de septiembre de 1910, fue el mayor éxito del compositor durante su vida.

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Bernardo Gaviño: 532 festejos, de los cuales, 322 correspondían a ganado de Atenco; Ponciano Díaz: 352 festejos, de los cuales, 35 correspondía a ganado de Atenco. Hoy día, en este último balance, el resultado es como sigue: De la tesis doctoral: 1179 encierros (mismos datos que se encuentran reunidos en el presente trabajo); Bernardo Gaviño: 725 festejos, de los cuales, 391 corresponde a ganado de Atenco; Ponciano Díaz: 713 festejos, de los cuales, 75 corresponde a ganado de Atenco. 2.-Ahora bien, del balance a que me refiero, y para poder entender algunas de sus circunstancias, se aplicaron para ello varios criterios de justificación, a saber: a)Cronológico. Originalmente estaba previsto todo el siglo XIX. Sin embargo, dado que sólo se encontraban datos hasta 1815, decidí desplazar el rango a 1915, mismo que ahora tiene el presente trabajo. b)Gráfico y estadístico, contando para ello con varias tablas: b.1)La general, que diera en un gráfico de barras la presencia anual de los encierros en su conjunto; b.2)La particular por población, ciudad o país (sabiendo que no fue México el único país donde se lidió dicho ganado, sino también en Cuba, Guatemala y los E.U.A.); b.3)La de las plazas donde fueron lidiados; b.4)La de los toreros que los enfrentaron; b.5)La de carteles o comparecencia sin datos; b.6)Otros no previstos. 3.-Los criterios o síntomas que debieron producir ausencia de datos concretos, tales como: a)Antihispanismo; b)Antitaurinismo; c)Periodos de prohibición o de irregularidad en la integración no sólo de carteles, sino de temporadas más o menos estables; d)Posturas ideológicas o políticas de la prensa, reflejadas en el hecho de que mientras un periódico sí reportaba el cartel de cierto festejo para una fecha determinada, otro no lo hacía, aún a pesar de que en la sección de avisos, diversiones o diversiones públicas sí aparecieran otros datos que correspondían, en todo caso a funciones de teatro, pero no de toros; e)La natural repugnancia en la mayoría de las notas. El ejercicio de la crónica fue dándose lentamente y en otro sentido, es claro encontrar en posturas contrarias, como la de Guillermo Prieto y Enrique Chávarri en El Monitor Republicano por ejemplo, la crónica en sentido favorable o desfavorable, según aparecieran sus apuntes diaria o semanalmente, y f)Omisión de datos. 4.-La irregularidad en los festejos y su poca formalidad, en apego a las costumbres a ciertas normas, formó una idea de la poca seriedad en la organización del espectáculo en su conjunto. Sin embargo, con el balance alcanzado puede tenerse una idea del significado que alcanzó a tener esta hacienda ganadera, que no alcanzó, por otro lado, El Cazadero, hacienda que ni siquiera le iba a la zaga, pero que era con la que más encuentros tuvo a lo largo del siglo XIX.

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Ahora bien, a raíz de la exploración documental que se llevó a cabo, es preciso puntualizar que los valores se modificaron, por lo que ello significó la necesaria adecuación en los tres trabajos que se convirtieron en fuente original de información. Además, los datos se enriquecen con la evidencia gráfica de carteles e inserciones periodísticas, así como por la presencia de nuevas poblaciones y otros protagonistas que participaron a lo largo del siglo XIX mexicano. Es de hacer notar que la preponderancia de la hacienda de Atenco se elevó significativamente en el número de participaciones con el ganado que se enviaba a las plazas, así como por datos de su presencia no sólo en el país; también en el extranjero. Por lo tanto, como ya se sabe, el número se elevó a 1179, resultado de una minuciosa revisión. Es de lamentar que la prensa, en dos distintas corrientes y tendencias, así como por los intereses creados a su alrededor, no haya sido un elemento donde quedaran plasmados esos datos contundentes y comprobatorios alusivos al asunto aquí tratados. Esa “oscuridad” en los registros sobre diversiones como las corridas de toros dejen ver que el espectáculo no gozaba de buena reputación, fundamentalmente por razones en las que la empresa en turno estaba detentada por personajes “non gratos” o posicionados en una condición política de privilegios, lo cual también era reflejo de que los periódicos demostraran o minimizaran aquella actividad lúdico-comercial. Uno más de los efectos era la caótica composición de la corrida, sobre todo, con motivo de que seguía siendo un legado de herencia española y por el hecho de conservar fuertes síntomas de barbarie y retroceso, cuestionables a los ojos de mentalidades más avanzadas, que sellaron un pacto con el progreso. Asimismo, no debe olvidarse que a esa importante cantidad de festejos asistieron personajes de la política que impusieron sus reglas, o sus tendencias políticas que afectaban seriamente los intereses de una prensa limitada en su libertad de expresión, así que ignorando los entornos donde se movían dichos personajes, generaban su propio campo de difusión. Es curioso que, durante la celebración de una corrida, el registro se diera en un periódico pero en otro no, lo cual conlleva un significado de circunstancias como las referidas aquí.

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El rubro de las diversiones públicas ocupó, en términos de avisos e inserciones un espacio destacable, pero son las corridas de toros uno de esos elementos que no gozaron de buena reputación. Tan es así que en las notas aisladas que se publicaron al respecto, era notorio el rechazo con que se redactaba y salvo la apertura de algunos, se publicaban comentarios, sobre todo cuando se exaltaba el hecho de que la finalidad del festejo fuese con fines benéficos. De ese modo, y hasta antes de la aparición de la que se cree es la primera crónica taurina (El Orden. Nº 50, año I, del martes 28 de septiembre de 1852, correspondiente al festejo de dos días atrás en el Paseo Nuevo) la postura mediática era radical; dejándose notar el repudio a tal “diversión” pero sobre todo al hecho de lo que apuntaba líneas atrás; es decir, al rechazo a una herencia española que quedó grabada en el imaginario colectivo del nuevo país, al punto de su pervivencia y permanencia hasta nuestros días.

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Fierro quemador de Atenco con la divisa y sus colores que la distinguen: azul y blanco.

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Finalmente, debo mencionar que las ciudades o poblaciones a donde fueron lidiados los toros de Atenco, son entre otras, las siguientes: Desde luego, las plazas de toros en la ciudad de México como el Paseo Nuevo, San Pablo, y luego la de Bucareli, Paseo, Colón, Mixcoac, Tacubaya, la “Bernardo Gaviño”, y la de San Agustín de las Cuevas, en Tlalpan. También la “México” de la Piedad, la de la Villa de Guadalupe, Chapultepec y “El Toreo”. En el estado de México, las de Toluca, Amecameca, Tenango del Valle, Tenancingo, Texcoco, Calimaya, Zinacantepec, Santiago Tianguistenco, Cuautitlán, Tlalnepantla y el Huisachal, Mineral del Oro y San Bartolo Naucalpan. En Puebla, la de la ciudad capital. Pachuca, Hidalgo; en Veracruz, tanto la del puerto como en Orizaba. En Cuernavaca, Cuautla y Miacatlán. San Juan del Río, y la “5 de mayo” en Querétaro; León e Irapuato, Guanajuato; Morelia y Zitácuaro, San Luis Potosí, Monterrey, Nuevo León, Nuevo Laredo, Tamaulipas; y Saltillo, Coahuila. En el extranjero, cito los siguientes datos. 1895: CORRIDA VERIFICADA EN LA EXPOSICIÓN DE ATLANTA, ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA. 2, 3, 4, 5, 6 y 7 de diciembre 1897: PLAZA DE TOROS “CARLOS III”, LA HABANA, CUBA.-Domingo 25 de abril. Por primera vez se lidiaron toros mexicanos en el extranjero y fueron 2 de Atenco que estoqueó Juan Jiménez “El Ecijano”. 1898: PLAZA DE TOROS DE REGLA, LA HABANA, CUBA. 30 de enero. Existe el registro en verso de la corrida.4 PLAZA DE TOROS DE LA HABANA, CUBA. El Toreo, Madrid, del 28 de febrero de 1898, p. 4, aparece el siguiente e interesante dato: Habana.-De la corrida que se celebró el día 20 del actual se nos comunica por cablegrama el siguiente dato: “Se lidiaron tres toros de Miura y tres de Atenco, que no dieron buenos resultados. La corrida fue organizada por la colonia vasco-navarra. “Mazzantini, que mató los seis toros, logró cumplir. (En realidad, alternó con él José Centeno). “Al quinto lo banderilleó, siendo muy aplaudido”.

1907: PLAZA DE TOROS EN GUATEMALA. En El Toreo, Madrid, del 25 de febrero de 1907, p. 4, aparece la interesante nota que a continuación reproduzco: Guatemala 17 de febrero. Los toros de Atenco (4) fueron buenos y despenaron seis caballos. 4

Mismo que más adelante se incluye en su totalidad. (N. del A.)

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“Saleri” lanceó muy bien de capa los cuatro toros, escuchando palmas. A dos de ellos les puso banderillas al quiebro, siendo ovacionado. Y, por último, mató los cuatro bichos con tanta habilidad, que el público le sacó de la plaza en hombros, hasta dejarlo en el carruaje que le había de conducir al hotel.

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Revista El Toreo, año III Nº 78, del 17 de noviembre de 1920, p. 2a.

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TENCO: ENTRE LANCES INDEPENDIENTES Y PASES REVOLUCIONARIOS.

I Cuando los nombres y los hechos se asemejan en la historia, uno no puede sustraerse de los recientes hechos ocurridos en San Salvador Atenco, cuyos pobladores aún mantienen señas legítimas de combate ante las irregularidades e injusticias que cometieron en contra suya. Los atenqueños del rumbo de Texcoco, al igual que los otros atenqueños, estos del valle de Toluca, vivieron experiencias semejantes en dos momentos históricos: 3 de mayo de 2006 y entre el 26 y 28 de octubre de 1810, a dos días de la célebre y polémica batalla del Monte de las Cruces. De este segundo hecho me ocuparé a continuación. Conocidos ya el nombre híbrido de San Salvador Atenco, no puedo dejar de mencionar el de la Purísima Concepción de Atenco, que ha llevado desde el siglo XVI una de las haciendas ganaderas más emblemáticas, conservada hasta nuestros días en su nueva expresión de ex – ejido. Sucede que cuando avanzaban las huestes de Miguel Hidalgo y Costilla en su marcha hacia México, grupo constituido para esos momentos por alrededor de 80 mil hombres encabezados por el ya Generalísimo Miguel Hidalgo, así como por el Capitán General Ignacio Allende y Mariano Jiménez, nombrado Teniente General. El hecho es que habiendo sido tomada la ciudad de Valladolid por Hidalgo y su ejército el 17 de octubre, se planeó la entrada a Toluca y de ahí alcanzar el objetivo principal: la ciudad de México. Luego de dejar Toluca, ese numeroso contingente se movilizó inesperadamente por las lomas de Lerma y Atengo, debido al hecho de que el Teniente coronel Torcuato Trujillo, que formaba parte del ejército virreinal, en esos momentos intentó detener a Hidalgo en Ixtlahuaca, ocurriendo tal acción el día 20. Por tal motivo, Torcuato Trujillo dispuso, 6 días después engrosar su Caballería, para lo cual encontramos en la Relación Histórica de la ocupación del Valle de Toluca por el ejército del Cura Hidalgo, BATALLA DE LAS CRUCES y acontecimientos militares ocurridos en la ciudad de Lerma desde aquella época hasta el 27 de septiembre del año de 1821, escrita por un lermeño imparcial (…). Querétaro, Imprenta del Sagrado Corazón Águila 6 Bis, 1913 las que fueron instrucciones para detener la marcha de los rebeldes:

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que de las Haciendas adyacentes, que lo son, la de Atenco, S. Nicolás Peralta, Sta. Cata-(rina) y Da Rosa, se le remitieran montados los dependientes, aptos de armas tomar que en ellas huviese; lo que así se verificó (…) habiendo reunido como treinta o cuarenta de estos (…) 5

No está claro si dicha acción fue violenta o fruto de una labor de convencimiento. Cuando Trujillo creyó detener a los insurgentes en Lerma por medio de una organización rápida de defensas en la ribera derecha del río y sobre el puente de Atengo para interceptar el camino México-Toluca, pero los insurgentes maniobrando con toda habilidad y rápidamente, atacaron la posición realista con tanto vigor que no solo lograron tomar dicha posición sino amenazaron muy seriamente la línea de retaguardia de éstos, quienes optaron por la retirada hasta el Montes de las Cruces.

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Plano coloreado por Magdalena Juárez a partir de una ilustración del siglo XIX. Museo Regional de Querétaro, CNCA-INAH-MEX. Jean Meyer: Hidalgo. México, Clío, 1996, 64 pp. Ils., retrs., facs. (La antorcha encendida), p. 45.

Eso sí, y antes de emprender dicha ruta, y siendo 26 o 28 de octubre, pasaron tales fuerzas por la hacienda de Atenco cometiendo actos como los que se narran en el siguiente documento:

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Batalla del Monte de las Cruces. México, Comisión nacional para las celebraciones del 175 aniversario de la Independencia Nacional y 75 aniversario de la Revolución Mexicana, 1985. 55 p. Ils., maps., p. 25.

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Don José Mariano Guadarrama, teniente de los realistas de esta hacienda declara: (ser) vecino de esta hacienda y responde: Preguntado por los particulares de este (...) dijo: que le consta de oídos y de público y notorio que cuando se acercó a estas inmediaciones el cabecilla cura Hidalgo sufrió esta hacienda una extracción considerable de reses pues una partida acaudillada por un tal Camacho que fue sirviente en esta misma hacienda, en una vez se llevó ochocientas reses, quantos caballos, yeguas y mulas manzas había en los macheros y en el campo de esta hacienda que con motivo de que los yndios así arrendatarios y circunvecinos se insurgentaron, sabe el que declara que cada uno se tomó la cabeza que pudo, destruyendo zanjas y haciendo cuanto perjuicio pudieron (...). Continuó el saqueo (y) hasta las verjas de las ventanas de la principal, con la existencia de fierro y acero lo levantaron.

Aquí el testimonio de (...)Don Manuel Colina, Alférez de Realistas, y previa venia de su Jefe, en su persona que conozco le recibí juramento que hizo puesta la mano derecha sobre el puño de su espada bajo su palabra de honor ofreció decir verdad; y siéndolo al tenor del escrito dijo: que habiendo venido a ésta hacienda de dependiente en abril de ochocientos catorce, halló primeramente interceptado todos los lugares en este distrito y ocupados por los rebeldes, y luego fue sabedor que desde que se acercó a esta finca el cabecilla Hidalgo tuvo que lanzar la exacción de todo su ganado vacuno y lanar, (...) posteriormente que vino a presenciar no tenía un caballo en que montar los vaqueros, y que también se impuso porque lo vio en las cuentas, y comprobantes de los administradores que habían sido de aquí, las varias exhibiciones de reales que estos había hecho a los facciosos pedidas con violencia y amenazas, y ya estando sirviendo su destino de amanuense, empezó a ser testigo de vista de la multitud de ocasiones que ya Bargas, ya González, ya Rosas, ya qualquiera otro insurgente a nombre de estos o por sí solos, venían a pedirle reales, reses, caballos, borregos, semillas y todo género de esquilmos de estas fincas, a los administradores desde D. Mariano Piña á el presente señor y tenían que darlos forzosamente porque si no eran amenazados de muerte (...)6

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Biblioteca Nacional, Fondo Reservado, Condes Santiago-Calimaya En adelante [B.N./F.R./C.S.C.], Caja número 11, documento Nº 12 Testimonio de D. Martín Ángel de Michaus sobre los productos y beneficios de la hacienda de Atenco, 1818. Legajo 15 f.

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Atenco en la actualidad. Fotografía, cortesía de André Viard.

Debido a esa violenta intervención, dicha hacienda pudo recuperarse diez o quince años después. En ese sentido Eric Van Young apunta que la mayoría de los mexicanos que tomaron parte activa en el movimiento insurgente entre 1810 y 1821 fueron indígenas. En su estudio denominado La otra rebelión: Violencia popular, ideología y lucha para la independencia mexicana, 1810-1821, reitera que: Durante los diez años que duró el movimiento insurgente, la configuración de la violencia política en el medio rural mexicano fue un reflejo fiel de esta visión del mundo. La lucha entre insurgentes y el régimen colonial adoptó formas muy diversas, desde batallas a gran escala y la toma de ciudades fortificadas (por ejemplo, Cuautla en 1812), hasta una continua actividad guerrillera, pasando por un cierto bandidaje político y la simple criminalidad oportunista. Pero la expresión quizás más común de la violencia colectiva indígena fue el tumulto rural, muy arraigado en el campo mexicano como parte del repertorio de las formas de resistencia que los indígenas desarrollaron contra el régimen colonial, aunque ahora inserto en un contexto político distinto. Un ejemplo de la violencia extrema que caracterizó a estos episodios fue el tumulto que tuvo lugar a principios de noviembre de 1810 en el pueblo de Atlacomulco, ubicado al noroeste de Toluca, cuando el improvisado ejército rebelde del padre Hidalgo avanzaba hacia la capital. El linchamiento sumamente violento de cuatro españoles (dos de ellos europeos) a manos de la gente del lugar y de los indígenas del pueblo vecino de San Juan de los Jarros tuvo como antecedente una larga historia de concentración de tierras, tensiones étnicas y luchas internas.7 7

Eric Van Joung: La otra rebelión: Violencia popular, ideología y lucha para la independencia mexicana, 18101821, fragmento del estudio que se publicó en NEXOS, Nº 297 “Delirios de la Independencia” en septiembre de 2002, con un avance de la obra, bajo el título de “Los indígenas monárquicos... eran mayoría” (p. 47-49).

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Todo lo anterior, apunta hacia un severo ataque, donde los yndios así arrendatarios y circunvecinos se insurgentaron, ocasionando los desmanes ya conocidos, como una muestra fehaciente de esa forma de resistencia, no solo ocurrida en Atlacomulco. También en Atenco, tal y como lo dice el documento del fondo de los Condes Santiago-Calimaya traído hasta aquí. Finalmente, al episodio enigmático de la “Batalla de las Cruces”, Patricia Galeana sugiere, en peculiar entrevista a Miguel Hidalgo,8 la pregunta de ¿por qué no triunfó?, “(…) porque seguramente no avanzó a la Ciudad de México porque temía no poder tomarla, o para que no se diera una masacre como la de la Alhóndiga de Granaditas” a lo que responde el cura: Por ambas cosas.

II Por lo tanto, ganadería y agricultura sufrieron un atraso que se vio magnificado aún más por vías de comunicación deterioradas, y ni el propio consumo interno pudo remontar fácilmente este acontecimiento. En efecto, la inseguridad de los campos y caminos, obligó a los propietarios a refugiarse en las ciudades, dejando abandonadas sus posesiones; las levas en masa entre los campesinos, para engrosar las filas de los combatientes, la destrucción de sementeras y graneros para cortar víveres al enemigo y la penosa situación económica general del país, fueron condiciones que explican el estado de regresión y casi completo abandono de la agricultura (al que se sumó el de la ganadería. N del A), que produjo un panorama de grandes extensiones de terreno, que antes habían sido cultivadas, sin rastro de labores, así como haciendas deshabitadas y otros indicios del estado raquítico en que la agricultura había quedado.9

Así que, desde la independencia, pasando por ese otro proceso de guerras intestinas, la presencia de bandoleros, e incluso la afectación extrema de la naturaleza (en sequías, inundaciones y heladas) fueron creándose condiciones a las que tuvieron que adaptarse los nuevos propietarios, sus administradores y gentes que destinaron su mano de obra para superar ese ciclo reiterado de crisis. Sin embargo, Atenco consiguió distanciarse de tal condición, y ostentar en consecuencia, una etapa de esplendor permanente, durante todo el siglo XIX, con diversas etapas de altibajos. Patricia Galeana: Miguel Hidalgo y Costilla. México, Grijalbo, 2009. 119 p. (Charlas de café con…), p. 14. Diego López Rosado: Historia y pensamiento económico de México. Agricultura y ganadería. Propiedad de la tierra. México, UNAM-IIH, 1968. Textos Universitarios., p. 57-58. 8 9

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Cabecera de un cartel decimonónico. Colección del autor.

Luego de exhaustiva revisión al caso concreto de la hacienda de Atenco, mismo que se materializó en mi tesis doctoral,10 debo indicar que tras muchos años de investigación he llegado a la conclusión de que dicho “esplendor y permanencia” se refleja en más de un millar de encierros que dicha hacienda distribuyó a lo largo de un periodo que va de 1815 a 1915. Tal asunto se concretó en diversos estados del centro del país, como el de México, Puebla, Querétaro, Veracruz, Hidalgo, Michoacán, Morelos. También en San Luis Potosí y Monterrey y por lógica en la capital de la república y hasta en el extranjero, a donde fueron lidiados toros de Atenco en Estados Unidos de Norteamérica (en el estado de Atlanta, entre el 2 y el 7 de diciembre de 1896) y en la plaza de “Carlos III”, la Habana, Cuba (hecho que ocurrió el 25 de abril de 1897 y luego el 30 de enero y el 20 de febrero de 1898 respectivamente).

José Francisco Coello Ugalde: “Atenco: La ganadería de toros bravos más importante del siglo XIX. Esplendor y permanencia”. México, Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Filosofía y Letras, Colegio de Historia, 2006. 251 p. + CXXXIV (Anexos). 10

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Características particulares del ganado de Atenco. Fotografía de principios del siglo XX. Col. del autor.

Por tal motivo, me parece importante hacer estos comentarios pues no estamos ante un hecho aislado. La consistencia en el envío de encierros, 11 los cuales pudieron estar integrados desde dos y hasta doce toros, sin contar los que servían para el complemento lúdico denominado “toro embolado” o para el coleo, jineteo o jaripeo, hicieron de esta hacienda una de las más notables durante el periodo señalado, sin omitir sus capítulos históricos anteriores y que se encuentran concentrados en el periodo virreinal, así como el resto de su protagonismo a lo largo del XX, e incluso hasta nuestros días, donde todavía, y a pesar de lo reducido de su extensión, siguen criándose y lidiándose toros bravos, lo cual me parece excepcional. Y si acaso hay alguna duda al respecto, déjenme comentarles que el 15

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Acto de traer los toros o encerrar en el toril. En España ha constituido desde muy antiguo una manifestación popular en la que los mozos corren delante de los toros, que van arropados por los cabestros, hasta la plaza de toros.

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de septiembre de 2010, en histórica fecha, y en el emblemático sitio de San Miguel de Allende, Guanajuato, volverá por sus fueros la raza de ¡¡¡ATENCO!!! Incluso, me atrevo a afirmar que salvo algún otro caso, es la única ganadería en el siglo XIX y parte del XX que ha logrado enviar tal cantidad de encierros a diversas plazas de toros, lo que la convierte en un referente, pero también en un auténtico “caldo de cultivo” con capacidades como las ya enunciadas. Habiendo tenido alrededor de 10 mil hectáreas al comenzar el siglo XIX, y tras un capítulo poco claro de un inicial reparto agrario que se concretó en el año de 1834 con resultados poco favorables para las partes, tanto para el propietario que perdió tierras como para los indios del lugar, convertidos en nuevos poseedores que no hicieron el uso adecuado, que luego se declaró como “despojo”; tal episodio transformó la realidad de las extensiones, por lo que al finalizar el XIX y comenzar el XX, Atenco sólo poseía alrededor de 3 mil hectáreas. Aún así, logró concretar todo el capítulo de prodigios a que me he referido hasta el momento, lo que me lleva a considerarla como un auténtico patrimonio cultural.

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Los toros de Atenco en el campo bravo de nuestros días. Fotografía cortesía de André Viard.

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Para entender un poco dicho historial, me daré a la tarea de proporcionar algunos datos que permitan conocer tan impresionante historia.

III Su fecha de nacimiento se remonta al 28 de noviembre de 1528, cuando cedidas dichas extensiones territoriales al Lic. Juan Gutiérrez Altamirano, primo hermano de Hernán Cortés, quedaron formalizadas por aquel bajo la figura de encomienda. Es cierto que desde esa fecha son pobladas por ganados mayores y menores, y se ha creído en la falsa idea de que para 1552, fueron “doce pares de toros y de vacas” con simiente navarra las que dieron origen a su entorno de cabaña brava. No fue sino hasta muy avanzado el siglo XVIII en que dicha casta se hace presente y evidente gracias al hecho del envío de España a través de Francisco Javier Altamirano12 de las primeras reses bravas de sello navarro que fueron proporcionadas por el Marqués de Santacara o por sus descendientes”, dando con ello lugar al comienzo del toro bravo de Ultramar. Sabemos que se corrieron públicamente toros de los Condes de Santiago en 1652. 13 Así que entre los diversos ganados, el destinado para la lidia mantuvo su original condición de casta criolla, misma que pobló las riberas donde nace el rio Lerma, al sur del Valle de Toluca. Habiendo pertenecido la hacienda al condado de Santiago-Calimaya y su descendencia, desde 1616 y hasta 1879, es Rafael Barbabosa Arzate quien la adquiere en dicho año, convirtiéndose en dueño total de tierras y ganados atenqueños, quien debe haber seguido

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Al citar a Francisco Javier Altamirano, debe referirse al sexto conde de Santiago, Juan Javier Joaquín Altamirano y Gorráez Luna, Marqués de Salinas VII; Adelantado de Filipinas, quien, de 1721 a 1752 detentó el control –entre otras propiedades- de la hacienda de Atenco. Es, el sexto conde de Santiago el posible responsable de la negociación de la compra de una punta de ganado que ha causado confusión acerca del verdadero origen de la simiente que dio fundamento a la ganadería de toros bravos que aquí se estudia y que no deberá perderse de vista. 13 La primer aparición pública de ganado atenqueño se remonta al 3 de septiembre de 1652, por motivo del cumpleaños del virrey Luis Enríquez Guzmán, noveno conde de Alba de Liste, y con toros, que “se lidiaron en el parque, con tablados que se armaron, y dieron los toros los condes de Santiago de Calimaya y Orizaba y fr. Jerónimo de Andrada”, provincial de la orden de la Merced. En Gregorio Martín de Guijo: DIARIO. 1648-1664. Edición y prólogo de Manuel Romero de Terreros. México, Editorial Porrúa, S.A., 1953. 2 V. (Colección de escritores mexicanos, 64-65)., T. I., p. 199-200. Además: Heriberto Lanfranchi: La fiesta brava en México y en España 1519-1969, 2 tomos, prólogo de Eleuterio Martínez. México, Editorial Siqueo, 1971-1978. Ils., fots., T. I., p. 79-80.

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como los Cervantes –Michaus y Ayestarán-, últimos descendientes del condado, con las costumbres de seleccionar toros cerreros, cruzándolos a su vez con vacas de esas regiones. En 1867 las corridas de toros fueron prohibidas en el Distrito Federal y en algunos otros estados que hicieron suyo el decreto firmado por el Lic. Benito Juárez el 28 de noviembre de aquel año, lo que ocasionó un severo golpe en su continuidad, pues si bien la tauromaquia se refugió en provincia, y la ciudad de Toluca fue un espacio maravilloso para su continuidad, los festejos entraron en una condición bastante relajada, síntoma que permitió el estímulo de un nacionalismo que luego detentaría Ponciano Díaz. De igual forma, durante el período de 1867 a 1886, el ganado para la lidia sufrió un descuido de la selección natural hecha por los mismos criadores, por lo que para 1887 dio inicio la etapa de profesionalismo entre los ganaderos de bravo, llegaron procedentes de España vacas y toros gracias a la intensa labor que desarrollaron diestros como Luis Mazzantini y Diego Prieto. Fueron de Anastasio Martín, Miura, Zalduendo, Concha y Sierra, Pablo Romero, Murube y Eduardo Ibarra los primeros que llegaron por entonces.

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“La raza de Atenco da gracias al C. Presidente por la abolición de las Corridas de toros”. La Orquesta, 3ª época. T. I., Nº 58 del sábado 11 de enero de 1868. Colección del autor.

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Es sorprendente que en los años a que he delimitado estos apuntes, se desarrollara un proceso eminentemente intuitivo, basado en las labores cotidianas del ámbito rural, cuyos resultados eran más que evidentes en las plazas de toros. En este último ámbito urbano se concretaban muchos aspectos de la tauromaquia que luego, en misterioso diálogo entre el campo y la ciudad, se mantuvo enriquecida por mucho tiempo dicha expresión, al grado que hoy sobreviven en el mismo espacio atenqueño algunas manifestaciones como mojigangas, que fueron claro elemento integrador de muchas corridas de toros durante el siglo XIX. Lo que ha sido una constante: la del esplendor y la permanencia se reflejan no sólo en el número de encierros lidiados, sino también en el juego o desempeño durante la lidia, lo que favorece en buena medida los factores del comportamiento del toreo decimonónico, pues deben haber sido toros que pudieron ofrecer mejores condiciones, aprovechadas por los diestros que, como Bernardo Gaviño (quien lidió 388 encierros de Atenco) se inclinaron por su notoria predilección. Aquí una muestra de ese dicho: Cervantes, José Ma. le informa a su hermano del éxito de una corrida de toros y del entusiasmo de su afición a esa clase de diversión. Méjico, enero 26 de 1852. 1f. “Con mucho gusto te participo que la corrida de toros ayer ha sido tan sobresaliente que por voz general se dice que hacía mucho tiempo que no se veía igual: los toros jugaron como unos leones y á cual mejor, diez y ocho caballos hubo entre muertos, heridos y lastimados Magdaleno y otros dos picadores”. (...)Tu hermano José María.14

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[B.N./F.R./C.S.C.] CAJA 18, referencia 18, 18/2.

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Johann Salomón Hegi (1814-1896): “Cuadrilla española en la plaza de toros”. Siglo XIX. Acuarela sobre papel. 54 x 74 cm. Col. Salomón y Brigitte Schäter, Zurich, Suiza. En: Gustavo Curiel, et. al.: Pintura y vida cotidiana en México. 1650-1950. México, Fomento Cultural Banamex, A.C., Conaculta, 1999. 365 p. Ils, retrs., grabs. (p. 183).

Fueron labores comunes y cotidianas durante aquellos años y en la hacienda de Atenco las de la vaqueada, así como los herraderos. Por otro lado, se tenía la creencia de que ciertos toros a pesar de su mal color, se podía disponer de ellos para jugarlos. Además, otros factores que influyeron a la buena “crianza” son los de las tierras donde pastaban dichos ganados, para lo cual los grupos de vaqueros contaban con la ventaja de desplazar de un sitio a otro para optar por este o aquel, lo cual era un factor para decidir cuáles toros se enviaban a las plazas. El río Lerma también influyó en estos aspectos, pues existían procedimientos para hacer pasar por sus afluentes las puntas de ganado, primero para aprovechar su necesaria limpieza; segundo para evitar en cierta medida la presencia de insectos y sus posibles infecciones, asuntos que fueron atenuándose con la desecación del río Lerma, intentos que tuvieron lugar entre los años de 1757, 1857, 1870, 1907 y 1926. En cuanto al estilo que fue peculiar en los toros de la hacienda de Atenco, hubo caso en 1864, año en el que siendo José Juan Cervantes su propietario, establece un compromiso

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con el entonces empresario de la plaza de toros del Paseo Nuevo, ofreciéndole garantías en cuanto al ganado de su propiedad se refiere.15 Las 10 cláusulas representan la síntesis de la capacidad que para entonces ya había alcanzado una dedicada atención a la crianza (todavía sin el sentido profesional que comenzó a darse a finales del siglo XIX) de toros para la lidia, misma que se encuentra por encima de las otras haciendas que de igual forma nutren a las plazas para la celebración de festejos. El trabajo conjunto de vaqueros y toreros que están formados dentro del propio territorio atenqueño, o que visitan la hacienda elevan notablemente los índices de calidad que presentó el ganado. Entre esos toreros locales se encuentran Tomás Hernández “El Brujo”, junto con su hijos Felipe y José María “El Toluqueño” que, al lado de Bernardo Gaviño, Mariano González, Lino Zamora o Pablo Mendoza, y más tarde Ponciano Díaz seguramente influyeron, aportando ideas, interviniendo directamente en tareas selectivas como por ejemplo: el apartado y arreo, el 15

[B.N./F.R./C.S.C.] Caja 34, referencia 60, documento s/n). El Sr. D. José Juan Cervantes, se compromete bajo las bases siguientes á dar a D. José Jorge Arellano, los mejores toros del ganado de la Hacienda de Atenco para que se jueguen en las corridas que el Sr. Arellano tenga a bien dar en esta capital. 1a

. El Sr. Cervantes dará a Arellano los toros que este señor le pida para que se jueguen en esta capital. . El Sr. Cervantes se obliga a que por su cuenta y riesgo sean conducidos los toros hasta ponerlos en la Plaza, mandando para cada corrida uno más del número que se le tenga pedido, por si acaso no agradara al público alguno de los toros de la corrida y tenga que dejarse de lidiar. Sin embargo Cervantes no queda obligado al cumplimiento de esta cláusula siempre que por algún caso fortuito los toros se huyesen o murieren (sic) en parte o en todo. 3a . El Sr. José Jorge Arellano pagará al Sr. Cervantes 60 pesos por cada toro de los que fueren muertos en la plaza. 4a . El Sr. Arellano pagará al Sr. Cervantes, quince pesos por el toro que el público devolviese quedando además en ese supuesto, el toro a favor del Sr. Cervantes. 5a . El Sr. Arellano pagará al Sr. Cervantes 30 pesos por cada uno de los toros que hubiese servido para mojiganga, o como embolados o si habiéndose picado, se hubiese indultado a petición del público. Si algún toro embolado o de mojiganga muriere o fuere matado queda la carne a beneficio de Cervantes. 6a . El Sr. Arellano pagará al Sr. Cervantes 15 pesos por cada uno de los toros que de otra raza proporcione para jugar los embolados. 7a . El Sr. Arellano pagará al Sr. Cervantes el valor de los toros que hayan jugado en una corrida, al día siguiente de esta, y el mismo día de la corrida se hará el pedido para la corrida siguiente. 8a . El Sr. Cervantes disfrutará de una lumbrera gratuitamente en cada función para que la ocupe, y al efecto se le mandará a su casa la víspera la planilla correspondiente. 9a . Cuando S.S.M.M.Y.Y. asistan el regalo de moñas será hecho y por cuenta del Sr. Cervantes como dueño del ganado. 10a . Si el Sr. Arellano desgraciadamente perdiera en la primera o siguientes corridas que ha de dar, queda rescindido este contrato y no tiene el Sr. Cervantes derecho a demandar a Arellano daños, perjuicios ni a deducir acción alguna. México, Diciembre 19 de 1864. José Jorge Arellano (Rúbrica) 2a

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enchiqueramiento o la tienta, preparación de la corrida, el traslado y embarque e incluso el desembarque en la plaza a donde eran destinados los toros.

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Bernardo Gaviño y Ponciano Díaz, personajes que se involucraron profundamente con los toros de Atenco. La tarjeta de visita de B. Gaviño proviene del gabinete de los Hnos. Valleto, (ca. 1885). Detalle de Ponciano Díaz, posiblemente obtenido en el gabinete de Romualdo García, ciudad de Guanajuato (ca. 1890).

Dice el Manual del ganadero mexicano “que todas las grandes mejoras que han llegado a constituir distintas razas, se han alcanzado por el medio fundamental de la selección, que es la reunión de los tipos más selectos en que se encuentran especificadas las calidades que se procura desarrollar, hasta fijarlas en condiciones permanentes, como tipo característico de una raza”.16 La selección aplicada en el siglo XIX debió traer consigo excelentes resultados, independientemente de que la catalogue como autóctona, para diferenciarla de la que a partir de 1887 elevó aquella “selección” a su nivel profesional, respecto al hecho de la introducción 16

MANUAL DEL GANADERO MEXICANO. Instrucciones para el establecimiento de las fincas ganaderas, por el Dr. C. Dillmann. Obra revisada y aumentada por el comisionado de la Secretaría de Fomento Miguel García, Médico Veterinario. México, Imprenta y Litografía Española, San Salvador el Seco núm. 11, 1883. 419 p., p. 146.

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masiva de ganado español a las haciendas mexicanas, mismas que se aliaron a la vanguardia que se practicaba en España. Antes de esta época los métodos eran meramente intuitivos, como resultado de la cotidiana experiencia alejada de fundamentos dirigidos a buscar una selección más rigurosa que arrojara balances satisfactorios, mismos que servían seguramente para establecer principios que luego derivaban en sistemas aplicados, a los cuales se agregaban otras prácticas que, en conjunto, se utilizaban para lograr mejores resultados. En función de los documentos consultados en el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional, se encuentran datos concretos que revelan la magnitud y el volumen que se llegó a tener en ciertos años en Atenco, demostrándose un cumplimiento cíclico que superaba los años críticos, al grado de igualarlos o mejorarlos. Por razones que se desconocen, es hasta el año de 1848 en que comienzan a registrarse diversos reportes por parte más de los administradores que de los propietarios. Iniciada la segunda mitad del siglo XIX, puede decirse que las primeras ganaderías sujetas ya a un esquema utilitario en el que su ganado servía para lidiar y matar, y en el que seguramente influyó poderosamente Bernardo Gaviño, como ocurrió con Atenco, fueron San Diego de los Padres y Santín, enclavadas en el valle de Toluca. En 1835 fue creada Santín y en 1853 San Diego que surtían de ganado criollo a las distintas fiestas que requerían de sus toros. Por lo tanto, el concepto de la ganadería en cuanto sentido profesional aún no formaba parte de la vida común en la fiesta de los toros en México. Para España comenzó a fines del siglo XVIII. En nuestro país ocurrió un siglo después. Es un hecho de que el ganado se desarrolló de maneras muy distintas en nuestro territorio y que habiendo un carácter específico para las fiestas, en todo caso, los señores dedicados a la posible selección, pudieron aplicar un criterio en el que se aprovechara cierta "bravuconería" de toros la cual quedaba reflejada en diversas formas de embestir. Finalmente, el prestigio de Atenco, fue posible entenderlo luego de revisar toda una documentación que no fue de fácil acceso. Más bien por la complicada manera en que tuvo

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que articularse, haciendo de cada uno de ellos el uso debido en la interpretación, la cual nos entrega como resultado un despliegue maravilloso sobre los significados de una hacienda no siempre próspera, que vive las múltiples tribulaciones a que estaban sometidas este tipo de unidades de producción, e incluso a algunos excesos que dieron por consecuencia la elección de otras ganaderías. Pero eso sí, siempre constante en sus resultados, lo que nos lleva a entender una vez más, que el período perfectamente delimitado aquí, fue el de mayor esplendor y permanencia.

IV Debo hacer notar que otro de los alcances de mi tesis doctoral, giró en torno al caso particular de esta unidad de producción agrícola y ganadera de Atenco, con una revisión en sus actividades específicas y cotidianas, deteniéndose fundamentalmente en aquella vinculada a la crianza de toros para la lidia. Esta, es una actividad que parte de la cruza y selección sin más, que fue patrón de comportamiento en los primeros tres siglos virreinales. Ese primer espacio temporal, permitió que los toros de Atenco, junto con los de otras haciendas, fueran utilizados en fiestas o torneos caballerescos, cuya finalidad última estaba sustentada en el alanceamiento de los toros, lo que no exigía más que las condiciones de bravuconería que demostraba el ganado para defenderse del ataque y acoso de nobles caballeros, mismos que detentaron por cerca de 300 años el predominio y control protagónico en el espectáculo. Sin embargo, una recomposición obligada en estos espectáculos públicos, cuyo origen se dio en el momento de la asunción al control y poder de la corona por parte de los Borbones, y su consiguiente desarrollo y evolución, mostraron un escenario distinto. Ahora era el pueblo el que se apoderaba del control, demostrando esa nueva tauromaquia, que se bajó del caballo, con unos procedimientos que fueron mejorando al cabo del tiempo. El toreo a pie, en consecuencia, necesitaba otro toro, para lo cual los hacendados, pero sobre todo sus administradores y vaqueros se empeñaron en poner en práctica métodos de crianza los que, en un principio fueron eminentemente líricos o intuitivos. La práctica y la costumbre de esas rutinas les permitió acercarse a actividades más profesionales, cuyo sentido devino selección adecuada, búsqueda de una casta más definida

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en función del juego que debían dar en las plazas de toros, así como la bravura, ese factor que viene por añadidura cuando se tienen bien consolidados los propósitos en una hacienda o ganadería que pretende cumplir con esos principios. Durante el siglo XIX, Atenco logró conseguir destacados alcances con bastante buena notoriedad y resultado. No en balde, el balance que se ha visto en la presente revisión donde, a diferencia de otras haciendas ganaderas, estas quedaron rebasadas por el importante volumen de ganado que Atenco envió a las plazas en diversos años o períodos, contra otros donde, a raíz de diversos motivos (invasión de gavillas y asaltantes, heladas, inundaciones, enfermedad en el ganado, inestabilidad política y otros) se perciben fuertes caídas.

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Rodolfo Gaona, en opinión de José Alameda, fue el primer torero mexicano de órdenes universales. Col. del autor.

Finalmente debo mencionar el hecho notable de la influencia que ejerció Rodolfo Gaona al comenzar el siglo XX. Su tauromaquia fue un perfecto balance entre lo clásico y lo moderno, y tuvo marcadas preferencias por el ganado de Atenco, obteniendo triunfos resonantes con varios toros de esta hacienda. De ese modo, me parece que queda perfectamente cubierto el

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panorama que deja claro el transitar de la hacienda de Atenco por estos últimos doscientos años y permite entender que continuará por muchos más.

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José Francisco Coello Ugalde Maestro en Historia.

Marzo de 2013.

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ATENCO: Hacienda de cinco siglos y sus toros bravos. POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE MAESTRO EN HISTORIA, Y DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS TAURINOS DE MÉXICO, A.C. Cuando el matador de toros Marcial Herce me dijo meses atrás que se iban a lidiar toros de Atenco, en San Miguel de Allende, y todo ello alrededor de la emblemática fecha del 15 de septiembre, con lo que sabemos, se celebra en el calendario de la historia nacional un hecho de sobra conocido. Tal noticia representó para un servidor la mejor forma de afirmar, desde lo taurino un conjunto de conmemoraciones que hoy quisiera destacar ocupándome en presentar a todos ustedes una visión general sobre Atenco, por lo que procuraré la brevedad, dado que surge en 1528 y es, hasta nuestros días una hacienda viva. En apenas fugaces escenas, me ocuparé de algunos aspectos que destacan durante los años posteriores a la conquista, así como de los tres siglos virreinales, para luego hacer un recorrido por todo el siglo XIX, quizá el más importante de su existencia, concluyendo con algunos vistazos indispensables del XX y lo que va del XXI. Atenco surge como “encomienda” a favor del Lic. Juan Gutiérrez Altamirano, primo de Hernán Cortés el 19 de noviembre de 1528. La encomienda es una institución de origen castellano con raíces medievales, que pronto adquirió en las Indias perfiles propios que la hicieron diferenciarse plenamente de su precedente peninsular. La encomienda le permitió al rey recompensar a los conquistadores que acompañaron a la Corona en esta empresa, mediante la cesión que hacía el monarca de los tributos reales. Se obligaba éste jurídicamente a proteger a los indios que así le habían sido encomendados y a cuidar de su instrucción religiosa con los auxilios del cura doctrinero. Adquiría el derecho de beneficiarse del tributo real compuesto en un principio por un tributo en especie y otro en trabajo que luego fue suprimido en 1549. Por otro lado, se dice que en 1552 llegaron a dichas tierras “doce pares de toros y de vacas” de la región navarra (España) para consolidar su pie de simiente. Tal afirmación, me parece una más de esas “mentiras piadosas” de la historia, puesto que habiendo estudiado

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por 25 años esta hacienda no he encontrado documento que avale este dicho. En todo caso, es posible que durante el último tercio del siglo XVIII sí se haya consumado la compra-venta de un lote de ganado proveniente, en principio de la ganadería de don Antonio Ibarnavarro, de la que, con el tiempo Felipe Pérez Laborda seleccionaría ganado que luego fue uno de los de mejor prestigio en la España de principios del siglo XIX. Y todo esto viene a cuento pues en Atenco se identificó un tipo de toro con el tipo navarro, como lo afirma la prensa de finales del siglo antepasado. Una fotografía obtenida recientemente, y que data de 1888 nos permite corroborarlo plenamente. La hacienda de Atenco ha pertenecido, desde 1528 y hasta la fecha a tres familias, a saber: a Juan Gutiérrez Altamirano y toda su descendencia, que devino Condado de Santiago-Calimaya en 1616, por lo que fue, con el tiempo, propiedad de una de las familias más poderosas en la Nueva España. En 1879, la adquirió el señor Rafael Barbabosa Arzate, conservada, hasta 1964 por el Arq. Luis Barbabosa Olascoaga, quien a su vez la vendió al Ing. Juan Pérez de la Fuente y al morir este en 1988, pasó a sus hermanos Mari Carmen y José Antonio. De ser una extensión cercana a las 10 mil hectáreas, e incluso mayor a esa medida de superficie, hoy día es un ex – ejido con 92 hectáreas donde pastan poco más de 200 cabezas de ganado. La primera aparición pública del ganado atenqueño se remonta al 3 de septiembre de 1652, por motivo del cumpleaños del virrey Luis Enríquez Guzmán, noveno conde de Alba de Liste, y con toros, que “se lidiaron en el parque, con tablados que se armaron, y dieron los toros los condes de Santiago de Calimaya y Orizaba y fr. Jerónimo de Andrada”, provincial de la orden de la Merced. Antes de ocuparme de una serie de datos relacionados con el esplendoroso siglo XIX, debo mencionar una coincidencia histórica. Mañana se cumplirá un siglo cabal de que en la plaza de toros “El Toreo” de la ciudad de México, también se lidiaron toros de Atenco por los espadas Enrique Vargas “Minuto” y Diego Rodas “Moreno de Algeciras” como podemos comprobarlo en la exhibición del cartel anunciador. Y mañana mismo, 18 de septiembre de

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2010 aquí, en San Miguel de Allende, regresa de nuevo el ganado que pasta al pie del Valle de Toluca, para ser lidiado por Horacio Casas (rejoneador) y los “forcados sanmiguelenses”. A pie: Francisco Marcos y Fabián Barba. El cartel, por sí mismo, merece toda la atención para acudir al que, por circunstancias aquí planteadas, va a convertirse en un festejo “histórico” que se suma al resto de las otras celebraciones. Esperemos vernos en la plaza. Por otro lado, de una reciente y exhaustiva revisión hecha en torno a la presencia de la ganadería de Atenco entre los años de 1815 y 1915 quiero compartir con ustedes el hecho de haber logrado un registro impresionante, mismo que alcanza los 1179 encierros lidiados, indicativo de “esplendor y permanencia” que adquirió durante ese siglo la divisa azul y blanco. Encierros que van desde 2 y hasta 12 toros en una misma ocasión. En tal registro, puede comprobarse el hecho de que los toros de Atenco, además de haber sido lidiados en una importante cantidad de plazas de nuestro país –que ya detallaré-, también fueron enviados a Cuba, Guatemala y los Estados Unidos. Ahora bien, vale la pena decodificar esos “datos duros” con objeto de entender el nivel de importancia, así como los elementos claves que intervinieron para convertir a la hacienda de Atenco en nutriente maravillosa, sin dejar de mencionar los momentos críticos o de plena crisis y decadencia a los que se enfrentó, que no todo es “miel sobre hojuelas”. En la primera mitad del siglo XIX funcionaron en la ciudad de México plazas como el Volador, la Nacional, Necatitlán, de la Alameda, la de San Pablo, una plaza efímera instalada en Tacubaya sitios donde se lidiaron buena cantidad de atenqueños. También podemos seguirles el rastro en Tenango del Valle, Tenancingo, Texcoco y Puebla. Pero quizá uno de los datos más interesantes sea el reporte que, Román Sotero, administrador de la hacienda envió al dueño de la misma, el entonces Sr. D. José Juan Cervantes y Michaus en estos términos: Señor D. José Juan Cervantes Atenco, 22 de enero de 1847 (...) De ganado del cercado contamos hoy con 3000 cabezas, entre ellas muchos toros buenos para el toreo. Román Sotero (Rúbrica)

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Sólo que, si ustedes repararon en el año, ya se imaginarán el cuadro. México enfrentaba desde abril de 1846 serias asperezas con el gobierno norteamericano, mismo que declaró la guerra a nuestro país el 13 de mayo siguiente, por lo que la invasión fue materializándose desde ese momento, al punto que la presencia de los “gringos” en la ciudad de México ocurrió el 20 de agosto, culminando con el izamiento de la bandera de las barras y las estrellas en Palacio Nacional el 14 de septiembre por la mañana, comenzando minutos más tarde un desfile militar el cual causó sentimientos encontrados. Finalmente a todo esto, debo agregar que las corridas de toros quedaron en suspenso en diversas partes del país desde 1847 y hasta el 23 de febrero de 1850 en que abrió sus puertas la de San Pablo, precisamente con la lidia de “bravísimos toros de Atenco del Rincón de San Gaspar”, que era, además una de las estancias adjuntas al territorio mismo de la hacienda. Pero, ¿y qué pasó con aquellas 3000 cabezas? Es creíble que, o murieron en el rastro, o de viejos, sin dejar de incluir afectaciones como enfermedades propias del ganado; heladas, sequías, o por algunas “vendettas” siempre latentes en el campo. Incluso, y para dejar este asunto en paz, creo que no habrán faltado valientes toreros campiranos que pudieron haber probado fortuna lidiando a más de dos… En la segunda mitad del siglo XIX, los hechos son harto interesantes y abundantes. Quizá uno de los más destacados sea el de la inauguración de la plaza de toros del Paseo Nuevo, la tarde del 30 de noviembre de 1851. Dicho escenario funcionó como tal desde esa tarde y hasta el 22 de diciembre de 1867. En esos 16 años, por ejemplo, tengo el registro de 320 actuaciones de Bernardo Gaviño, siendo en su mayoría con toros de Atenco. En total, fueron 388 los encierros de esta ganadería los que enfrentó en su trayectoria el torero portorealeño, asunto que ocurrió entre 1842 y 1885. Por cierto, ya que ha aparecido en escena Bernardo Gaviño y Rueda, no puedo dejar de mencionar varios aspectos importantes de su influencia y relación durante el tiempo que se estableció en nuestro país, desde 1829 y hasta 1886.

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En un libro –inédito aún- y que es de mi autoría lo defino así: Bernardo Gaviño y Rueda: Español que en México hizo del toreo una expresión mestiza durante el siglo XIX. Bajo esa observación intento explicar el radio de influencia que ejerció este personaje, puesto que habiéndose convertido en un auténtico “patriarca” o “mandón” del toreo, no contaba con alternativa. Pero esto, para él, era lo de menos. Varias generaciones de toreros “aborígenes”, término con el que la prensa de la época definía a los nuestros, abrevaron de la experiencia de aquel “maestro” quien influyó no sólo entre la gente de coleta. También se codeó lo mismo con presidentes de la república que con el pueblo llano, así como con hacendados de la talla de un José Juan Cervantes y Michaus, o su hijo, Juan Cervantes Ayestarán, dueños en su momento de la hacienda de Atenco, como luego lo haría con el propio señor Rafael Barbabosa Arzate, a partir de 1879. Por ese tipo de trato, contaba con la absoluta confianza de tales personajes, acudiendo frecuentemente al campo bravo atenqueño para influir y decidir en aspectos relacionados con una crianza que, por aquellos tiempos se desarrollaba más por intuición que en términos profesionales, aspecto este último que se hizo un común denominador a partir de 1887. Tal circunstancia permitió a Gaviño el control absoluto de la tauromaquia en México de aquel entonces, pero sobre todo entendió que con el ganado de Atenco tenía garantizada la construcción de un “imperio” que luego devino “dictadura” pues imponía, fijaba línea, levantaba o tiraba muros, habiendo momentos en que su decisión estaba por encima de todo. El Bernardo Gaviño que he estudiado por muchos años, fue un torero que, según el rastreo de todas sus actuaciones, alcanza las 725 no sólo en nuestro país. También en Cuba, Venezuela y Perú, y aunque haya algunos autores que no le den la importancia que merece, todos esos años por ruedos nacionales y extranjeros no fueron mera casualidad. Sí un hecho concreto de realidades para entenderlo como una gran figura que legó, en este caso a nuestra tauromaquia los cimientos elementales que permitieron la adquisición de un espíritu que, en sus manos no podía ser ni nacionalista ni tampoco hispano, y menos en unos momentos de definición para el nuevo país. En todo caso se puso en práctica un nuevo

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mestizaje taurino, cuya puesta en escena fue un in crescendo fascinante tarde a tarde. Gaviño además, fomenta un espectáculo de ricos matices parataurinos cuya concepción va de la lidia convencional de varios toros, pasando por agregados como mojigangas, jaripeos, manganeos, toros embolados, globos aerostáticos, fuegos de artificio… y todo en una misma función. Esto se repitió intermitentemente hasta el punto de que aquellos pasajes se desgastaron tanto que ya no fue posible mantenerlos porque llegó el momento en que el gaditano envejeció y ya no pudo mantener su imperio. Una colateral importante en su periplo fue el torero atenqueño Ponciano Díaz, quien intensificó gracias a su expresión nacionalista el toreo híbrido, lo mismo a pie que a caballo. De Ponciano me ocuparé más adelante. Además de Gaviño hubo una serie de toreros secundarios que quedaron sujetos a los dictados del gaditano, como es el caso de Mariano González “La Monja”, el propio Ponciano y Felícitos Mejía, entre otros. Por su parte, Atenco fue una de las primeras haciendas o unidades de producción agrícola y ganadera que estuvieron sujetas a un esquema utilitario en el que su ganado servía para lidiar y matar, y en el que seguramente influyó poderosamente Gaviño, como también lo hizo en San Diego de los Padres y Santín, ambas enclavadas en el valle de Toluca. Sin embargo, el toro mexicano fue apropiado para que Gaviño desarrollara sus aptitudes artísticas preparadas por una enseñanza adecuada recibida en España y América respectivamente. La frecuencia con que toreaba igual en las plazas de toros, que en los corrales de las “haciendas” donde había ganado bravo, fue factor para que Gaviño conociera a la perfección las condiciones de lidia que tuvo entonces el toro mexicano. Menores en pujanza, impetuosidad y bravura que las del toro español, pero siendo el nacional menos bronco y más bravo que el sudamericano que Bernardo había toreado en plazas de toros como Montevideo, Venezuela o la isla de Cuba. Durante el período de 1867 a 1886, tiempo en que las corridas fueron prohibidas en el Distrito Federal, dicha expresión tuvo la ventaja de poder continuar en algunos puntos específicos del país. Lamentablemente el ganado destinado a dicha fiesta sufrió un descuido de la selección natural por parte de los mismos criadores, por lo que para 1887, al inicio la

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etapa de profesionalismo entre los ganaderos de bravo, llegaron procedentes de España vacas y toros gracias a la intensa labor que desarrollaron diestros como Luis Mazzantini y Diego Prieto. Fueron de Anastasio Martín, Miura, Zalduendo, Concha y Sierra, Pablo Romero, Murube y Eduardo Ibarra, los primeros toros españoles que llegaron por entonces. En el caso de la familia Barbabosa, poseedora de Atenco a partir de 1879, inicia esa etapa de mezcla entre su ganado criollo adquiriendo un ejemplar de Zalduendo para la reproducción y selección, que fueron entre otras las obligadas tareas de un ganadero de toros bravos. Por una curiosidad, puede decirse que retorna a Atenco el honor de ser la ganadería de toros con el privilegio de poner en práctica el concepto profesional para la crianza y todos sus géneros del toro bravo. Respecto a la prohibición impuesta a las corridas de toros, debo comentar lo siguiente: diversos fueron los motivos para sancionarla, debido al hecho de que por aquellos tiempos, comenzaba a consolidarse un ideal político impulsado por los liberales. A la cabeza de ese movimiento, estaba Benito Juárez, pero también Ignacio Manuel Altamirano y el Dr. Gabino Barreda. Sin embargo, creyéndose hoy día que Juárez fue quien las prohibió, puedo afirmar que así ocurrió, pues firmó, junto con Sebastián Lerdo de Tejada la Ley de Dotación de Fondos Municipales del 28 de noviembre de 1867. Sólo que en el fondo, todo se debió a la falta cometida por el empresario en turno, el señor Jorge Arellano Arellano, quien no estaba al día en el pago de impuestos. Por tal motivo, la prohibición se extendió por 20 años en la ciudad de México y a tal restricción condescendieron varios gobernadores emparentados con los ideales juaristas. Pero en buena medida, veinte años no significaron una pérdida significativa para el espectáculo, puesto que la provincia fue el recipiente o el crisol que fue forjando ese toreo, el cual habría de enfrentarse en 1887 con la nueva época impuesta por los españoles, quienes llegaron dispuestos al plan de reconquista (no desde un punto de vista violento, más bien propuesto por la razón). De ahí que el toreo como autenticidad nacional haya sido desplazado definitivamente concediendo el terreno al concepto español que ganó adeptos en la prensa, así como por el público que dejó de ser un simple espectador en la plaza para convertirse en aficionado,

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adoctrinado y con las ideas que bien podían congeniar con opiniones formales de españoles habituados al toreo de avanzada. Otro personaje central, del que no puedo sustraerme en esta ocasión es Ponciano Díaz Salinas, nacido, además en la propia hacienda de Atenco el 19 de noviembre de 1856. A él dedicaré los siguientes párrafos. Ponciano Díaz gozó la fortuna y la fama, pero también el desaire y el olvido por parte de una afición que lo hizo ídolo por varios años, y lo descalificó más tarde, al punto de verlo como traidor. Hijo de José Guadalupe Albino Díaz y de María de Jesús Salinas, pronto se identifica con labores campiranas propias de la hacienda, creciendo en un medio en el que se involucró con vaqueros como Tomás Hernández “El Brujo” y sus hijos Felipe y José María. Se integra a la cuadrilla de estos últimos y desde 1876 comienza a figurar en los carteles. El 13 de abril de 1879 recibe una alternativa apócrifa de manos de Bernardo Gaviño en Puebla y de ahí “pa´l real…” Su fama sube como la espuma del mar y como gran personaje le dedican versos, corridos; su figura queda registrada en grabados, cromolitografías. Lo cantan en marchas y zarzuelas. El 15 de enero de 1888, al inaugurar su plaza, la de “Bucareli”, tal ocasión se convirtió en un festejo inenarrable, ya que, entre otras cosas, su pecho fue cruzado por bandas tricolores, y su cabeza coronada por laureles. De los cielos descendió Joaquín de la Cantolla y Rico, al bajar de la canastilla, este “poncianista furibundo” le dio un fuerte abrazo. Y Ponciano, tanto a pie como a caballo hizo las delicias esa tarde, como ocurriría en muchas otras jornadas. El 17 de octubre de 1889 y en la plaza de Madrid, recibió la alternativa de Salvador Sánchez “Frascuelo” y Rafael Guerra “Guerrita”. Pero tal fecha parece haberse convertido en el parteaguas de su destino. Y es que Ponciano habiendo sido el pendón del nacionalismo taurino por varios años, hasta antes de la alternativa, por el sólo hecho de recibirla en España, tal circunstancia representó para él, pero sobre todo para la afición incondicional, el momento de la traición. Así que regresar a México y volver a torear ya no fue lo mismo. La afición le dio la espalda y Ponciano tuvo que refugiarse en provincia con afanes de recuperar viejas glorias. Pero ya nada fue igual. A este acontecimiento debe

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sumarse el hecho de que se convierte en empresario, y buen empresario para eso de los dineros, pero malo, muy malo para eso de los resultados en el ruedo. Adquiere ganado de dudosa procedencia y su plaza, la de “Bucareli” se convierte en blanco de la furia popular en más de una ocasión. Pero allí no para todo. Al “torero con bigotes” le dio por la bebida y al morir, el 15 de abril de 1899, precisamente de cirrosis hepática muere también el último reducto de aquellas manifestaciones híbridas, tanto a pie como a caballo de las que fue particular exponente, y guerrero en más de cien batallas frente a un ya bien consolidado ejército que detentaba el capítulo del toreo de a pie, a la usanza española en versión moderna, al parecer su máximo enemigo. Como dato curioso Debo agregar que en otra investigación de mi autoría denominada: Ponciano Díaz Salinas, torero del XIX, a la luz del XXI, trabajo que, en forma paralela realicé junto al de la hacienda de Atenco y a la biografía de Bernardo Gaviño y Rueda, concluyo que de las 722 actuaciones contabilizadas hasta este momento, Ponciano Díaz se enfrentó en 75 ocasiones a toros de Atenco. Y regresamos a Atenco de nuevo. Mencioné párrafos atrás que la identificación y comportamiento de esta hacienda se dejó notar en infinidad de sitios, tanto del país como en el extranjero. Citaré a continuación los más destacados, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX. Desde luego, las plazas de toros en la ciudad de México como el Paseo Nuevo, San Pablo, y luego la de Bucareli, Paseo, Colón, Mixcoac, Tacubaya, la “Bernardo Gaviño”, y la de San Agustín de las Cuevas, en Tlalpan. También la “México” de la Piedad, la de la Villa de Guadalupe, Chapultepec y “El Toreo”. En el estado de México, las de Toluca, Amecameca, Tenango del Valle, Tenancingo, Texcoco, Calimaya, Zinacantepec, Santiago Tianguistenco, Cuautitlán, Tlalnepantla y el Huisachal, Mineral del Oro y San Bartolo Naucalpan. En Puebla, la de la ciudad capital. Pachuca, Hidalgo; en Veracruz, tanto la del puerto como en Orizaba. En Cuernavaca, Cuautla y Miacatlán. San Juan del Río, y la “5 de mayo” en Querétaro; León e Irapuato, Guanajuato; Morelia y Zitácuaro, San Luis Potosí, Monterrey, Nuevo León, Nuevo Laredo, Tamaulipas; y Saltillo, Coahuila. En el extranjero, cito los siguientes datos.

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1895: CORRIDA VERIFICADA EN LA EXPOSICIÓN DE ATLANTA, ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA. 2, 3, 4, 5, 6 y 7 de diciembre. Bravos, salvajes y feroces toros, han sido importados a todo costo de los famosos ranchos de Cruces y Atenco, cerca de la ciudad de México. ¿Quiénes integraban la cuadrilla? Matador, Manuel Caballero.-Banderilleros: Rafael Muñoz, Mochilón, Margarito de la Rosa, Miguel Bello, Enrique Gabardón.-Picadores y Lazadores: Crescencio Rodríguez, Amado de la Vega. 1897: PLAZA DE TOROS “CARLOS III”, LA HABANA, CUBA.-Domingo 25 de abril. Por primera vez se lidiaron toros mexicanos en el extranjero y fueron 2 de Atenco que estoqueó Juan Jiménez “El Ecijano”. Abundando en estos datos, El Imparcial, D.F., del 14 de abril de 1897, p. 1, dice lo siguiente: El Ecijano parte para la Habana el día 18 y dará allí una serie de corridas en la plaza de Carlos III. Ya se embarcaron los picadores Gasparote y Calleja y los banderilleros Corito, Pollo de Málaga, Pepe-Hillo y Nava. Fueron llevados cuatro toros de Atenco, cuatro del Cazadero, dos de Miura, uno de Ibarra y otro del Marqués del Saltillo. El día 25 se da la primera corrida.

1898: PLAZA DE TOROS DE REGLA, LA HABANA, CUBA. 30 de enero. Existe el registro en verso de la corrida que allí se celebró. Veamos: Desde la Habana. 30 de enero de 1898. De regreso del antiguo gran imperio mejicano tenemos aquí a don Luis (Mazzantini), el matador de reaños que ha sabido colocarse en un puesto de los altos por su mucha voluntad ante los brutos astados. Da su primera corrida hoy, y aquí va a demostrarnos que lo que dicen de él es con motivos sobrados y si gran cartel se trae lo tiene muy bien ganado. Con él torea (José) Centeno un torero sevillano que ha sabido conquistarse

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en estos países cálidos un puesto de los mejores, porque es un torero bravo que ni le asustan las fieras ni ignora lo que entre manos trae delante de los públicos; viene en el puesto del maño, que se quedo mal herido En la patria de Ponciano. Con estos dos matadores y con tres toritos bravos de doña Celsa Fontfrede y tres toros mejicanos de la vacada de Atenco no resulta el cartel malo y esta la plaza de Regla que no sabe ni un garbanzo cuando don Luis y sus gentes hacen el paseo clásico entre la inmensa alegría de un público entusiasmado. (. . . . . . . . . . . . . . .) Anónimo.17 PLAZA DE TOROS DE LA HABANA, CUBA. El Toreo, Madrid, del 28 de febrero de 1898, p. 4, aparece el siguiente e interesante dato: Habana.-De la corrida que se celebró el día 20 del actual se nos comunica por cablegrama el siguiente dato: “Se lidiaron tres toros de Miura y tres de Atenco, que no dieron buenos resultados. La corrida fue organizada por la colonia vasco-navarra. “Mazzantini, que mató los seis toros, logró cumplir. (En realidad, alternó con él José Centeno). “Al quinto lo banderilleó, siendo muy aplaudido”.

En 1907: PLAZA DE TOROS EN GUATEMALA. En El Toreo, Madrid, del 25 de febrero de 1907, p. 4, aparece la interesante nota que a continuación reproduzco: Guatemala 17 de febrero. Los toros de Atenco (4) fueron buenos y despenaron seis caballos. “Saleri” lanceó muy bien de capa los cuatro toros, escuchando palmas. A dos de ellos les puso banderillas al quiebro, siendo ovacionado. Y, por último, mató los cuatro bichos con tanta habilidad, que el público le sacó de la plaza en hombros, hasta dejarlo en el carruaje que le había de conducir al hotel.

Ahora bien: ¿cómo entender todo lo que representó Atenco en el periodo de tiempo abordado aquí? El XIX no fue para Atenco un siglo de tranquilidad, sino todo lo contrario. En octubre 1810 sufre el paso de las huestes de Hidalgo quien iba rumbo a la ciudad de México. La hacienda 17

El Enano, Madrid, del 27 de febrero de 1898, p. 4.

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es blanco de rapiña, por lo que su recuperación toma varios años. En 1834 sucede un primer reparto agrario del que no salió bien librado el entonces propietario, José María Cervantes y Altamirano, décimo conde de Santiago-Calimaya, de ahí que quedaran mermadas y reducidas sus propiedades. Con los años, a pesar de mantener el prestigio, la ganadería registra etapas críticas que se reflejan lo mismo en jornadas memorables de toros bravos que aquellas dolorosas donde la prensa descalificaba el ganado, advirtiendo la decadencia en su bravura. La transición de propietarios en 1879 fue otro aspecto de crisis, mismo que tuvo la necesidad de recuperarse, por fortuna, con creces. Y ya, al finalizar aquel siglo, de nuevo es notorio ese síntoma, por lo que, al iniciar el siglo XX, los Barbabosa adquirieron una punta de ganado procedente del Marqués del Saltillo (esto en 1910) con lo que se modifica su casta, aunque se conserva, por misteriosas razones la simiente navarra, incluso hasta nuestros días, como me lo ha hecho saber su administrador. Esta ganadería tuvo épocas brillantes durante los siglos XIX y XX, sobre todo algunas jornadas célebres donde el protagonista fue Rodolfo Gaona, pero poco a poco fue cayendo en el olvido, luego en decadencia y más tarde en una casi pérdida total. Hoy ya solo la sostienen el recuerdo y un gran entusiasmo de los sucesores de Juan Pérez de la Fuente en coordinación con mi amigo, el señor Jaime Infante Azamar, su actual administrador, mismo que pone un entusiasmo a contrapelo de todas las adversidades. El nombre de Atenco ha dejado de escribirse en carteles; en la historia misma. Las más recientes apariciones de Atenco en este siglo XXI se han registrado en sitios tales como: Orizaba, noviembre de 2002; La Florecita, agosto de 2004; Villa Charra de Toluca, agosto de 2006; San Pablo Tecalco, Tecamac, noviembre de 2007, y San Pedro Arriba, en diciembre de 2008. Sus recuerdos solo forman un abigarrado conjunto de acontecimientos que han podido estar a nuestro alcance, y por tal motivo, el acontecimiento que mañana va a celebrarse, debe verse como un episodio con una fuerte carga histórica de la que seremos testigos. Conferencia dictada en San Miguel de Allende, Guanajuato 17 de septiembre de 2010.

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1810 Según como queda registrado en la siguiente nota periodística, y si se afirma lo dicho por el periodista que la redactó, tendríamos en este dato una de las primeras insinuaciones atenqueñas del siglo XIX, con motivo de ciertas fiestas celebradas ese año. Aquí el relato: JUEVES DE EXCELSIOR, del 17 de marzo de 1949, p. 34: PRECURSORAS DE CONCHITA CINTRÓN. (…) La historia es larga y copiosa. En 1820,18 cuando aquel mozo de Puerto Real que en vida se llamó Bernardo Gaviño, toreaba en la plaza de Carlos III de La Habana, tuvo ocasión de alternar varias veces con una torera criolla, María Ávila “Morenita”, que en la suerte de frente por detrás – hoy la repetida “gaonera”-, y con las banderillas, era algo de asombro. En México, en 1810, proclamación de la Independencia, hubo fiestas taurinas, en las que Pilar de la Cruz, mexicana cien por cien, floreó y banderilleó a caballo dos toros de Atenco –iniciación de aquella ganadería- y con un éxito apoteótico. Y esta mujer era tan brava, que de ella se dice que encontrándose discutiendo, cierto día, condiciones de contrato con un empresario de Puebla llamado Allende, llegó con él a las manos y con tales arrestos que le golpeó e hirió con un palo, dejando maltrechos y en el suelo a dos servidores del indicado Allende que se encontraba en la estancia.

Sea lo que fuere, el hecho es que Pilar de la Cruz se enfrentó en alguna de las plazas que entonces funcionaban en la ciudad de México a los toros de Atenco, pero debe operar en este caso no sólo la pertinencia; también la prudencia para evitar tomar la cita como verdadera, en virtud de la escasez de fuentes hemerográficas de aquella época, así como por la exactitud de su dicho.

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Sobre Bernardo Gaviño en Cuba, se tiene el dato de que estuvo allí pero hasta 1831 y no en 1820 como se afirma en esta nota. De igual forma, no pudo ser en la plaza “Carlos III” sino en la conocida como “Campo de Marte” (hoy Parque de la Fraternidad, 1825-1836). La de “Carlos III” se inauguró hasta el 15 de septiembre de 1885.

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Antonio y Manuel Navarrete: Trazos de vida y muerte. Por (…). Textos: Manuel Navarrete T., Prólogo del Dr. Juan Ramón de la Fuente y un “Paseíllo” de Rafael Loret de Mola. México, Prisma Editorial, S.A. de C.V., 2005. 330 p. ils., retrs.

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1815 PLAZA DE TOROS DEL VOLADOR, CIUDAD DE MÉXICO. Celebración de ocho corridas de estilo entre los días 25, 26, 27, 28, 30 y 31 de enero; 1º y 3 de febrero, en celebridad del “feliz advenimiento de nuestro Soberano el Sr. D. FERNANDO SÉPTIMO”. Se lidiarán toros escogidos de la acreditada hacienda de Atengo19 del Condado de Santiago,20 y de las del Paredón, Mextepec y Tecocomulco; los primeros con divisa encarnada, los segundos con azul, los terceros con amarilla, y los cuartos con blanca. Entre las dos cuadrillas, destacan: Antonio Rea, Pedro Escobar y Julio Monroy. Respecto a la segunda: Joaquín Rodríguez (que nada tiene que ver con “Costillares”), José María Montesinos y José María Ríos, y otros.

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A la izquierda aparece el Cartel de la plaza de toros del Volador, ciudad de México. Celebración de ocho corridas de estilo entre los días 25, 26, 27, 28 y 31 de enero; 1º y 3 de febrero. A la derecha, plano correspondiente a una de las tantas construcciones efímeras con que se erigió la plaza de toros del Volador, y que corresponde al año 1769. Cortesía del Lic. Francisco Daniel Montellano Ballesteros. Universidad Nacional Autónoma de México. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado.

AVISO AL PÚBLICO, fechado el 2 de febrero.

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Atongo, Atengo no son otra cosa que Atenco. Algún equívoco en la pronunciación debe haber creado desde principios del siglo XIX las erratas ya indicadas. 20 Puede concluirse que, al menos deben haberse lidiado dos encierros de Atenco, en virtud de que se compró ganado de cuatro haciendas. Además, la valoración que a partir de este momento se haga para los casos en que no se mencione número de toros lidiados, tendrá que ser de tal manera que se aplique un valor aproximado, o el que el sentido común considere a partir del mejor equilibrio posible. (N. del A.)

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Aviso al Público del 2 de febrero, donde se cita: “…Los toros que se lidiarán son de Atengo (Atenco) y de Tlahuelilpa…”

El documento menciona tanto “lunes y martes de Carnestolendas”, 21 días que deben haber estado incluidos en las fiestas de tabla,22 por su vínculo con el carácter religioso, sustento que privó ya muy avanzado el siglo XIX. 21

Carnestolendas, del latín caro, "carne", y tollendus, "que se ha de quitar", "quitar" o "retirar" la carne. El sistema de las fiestas religiosas en la Nueva España debe haber sido de suyo complicado. Existían las fiestas fijas, en fechas determinadas, y las fiestas movibles, cuyas fechas variaban en el curso de los años; las fiestas religiosas de precepto, que eran todas aquellas en que era obligatorio oír misa y abstenerse de trabajar; las fiestas de tabla y las fiestas votivas, en algunas de las cuales la celebración era obligatoria; los días de vísperas de tablas y los días de punto o períodos entre fiestas; por otra parte, estaban todas las fiestas religiosas ocasionales, en las cuales se llamaba a la celebración por medio de bandos. En conclusión, el conjunto de fiestas religiosas, además presentes todo el año, deben haber ocasionado un caos que, para las autoridades políticas o para el tipo de vida convencional eran contraproducentes, de ahí que se regularan pocos años después a la fecha del presente documento (1815) y quedaran, para 1822, como sigue: Decreto. Días feriados, fiestas de tabla y felicitación, y notas cronológicas en los calendarios. Agosto 16 de 1822. El soberano congreso constituyente mexicano, en vista de la consulta hecha por D. Mariano José Zúñiga y Ontiveros sobre días feriados, fiestas de tabla y de Corte, y notas cronológicas que deban fijarse en lo de adelante en los candelarios, ha tenido á bien decretar y decreta lo siguiente. 1º.-Continuará por ahora en México la festividad eclesiástica del santo mártir Hipólito, por ser su titular. 2º.-Continuarán también siendo días de tabla el de la Purificación de nuestra Señora, domingo de Ramos, jueves y viernes santo, el de S. Pedro y S. Pablo, la fiesta de Corpus Cristi y su octava, el de la Asunción de nuestra Señora, el de santa Rosa de Lima, y fiestas de la Virgen de los Remedios y de Guadalupe, agregándose á estos el 17 de Setiembre, en que habrá de celebrarse en las parroquias todas del imperio un aniversario por las víctimas de la patria. 3º.-Serán días de Corte todos los acordados por este soberano congreso en decreto de 1º de Marzo de este año, el 27 de Setiembre por la entrada triunfante del ejército de la capital, y el 12 de Diciembre, el más grande para esta América, por la maravillosa aparición de María Santísima de Guadalupe. 22

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AVISO AL PÚBLICO. No habiendo habido tiempo para forrar las Lumbreras y Tendidos a causa de los días de fiesta, se reservarán las primeras corridas de Toros para los días Jueves y Viernes de la presente Semana. En ellos y en todos los subsecuentes, se partirá la Plaza por la tropa con evoluciones diversas. Se correrán en cada día diez y seis Toros, los diez de Atengo (Atenco) escogidos y descansados, con la divisa de una roseta encarnada, y seis de Tenango que son de muy buena raza, también escogidos, y se señalarán con roseta blanca. Los Toreros se han elegido entre los que trabajaron en las corridas pasadas con aplauso, desechando los malos y reemplazándose con otros de habilidad. Todos los días por la mañana y tarde, será el último Toro embolado, por lo que agradan al Público los lances de los aficionados, procurándose en todo la diversión más completa sin perdonar gasto. El Jueves por la tarde al quinto Toro, figurarán los Toreros un convite ó merienda para plantar banderillas sentados, y concluida la corrida habrá fuegos artificiales de gusto e invención. El Viernes al quinto Toro, se echarán Cerdos para que los enlazen varios Ciegos, y á las seis se inflará un Globo para que todos lo vean elevar. La víspera de las demás corridas, se anunciará al Público la diversión extraordinaria que ha de haber en cada uno. -Comenzarán los Toros por la mañana á las once, y por la tarde a las cuatro, advirtiéndose al Público, que la Superioridad ha prohibido a los Toreros que echen saludos y pidan galas, para que no haya emulación ni gravamen en los concurrentes, a menos que alguno quiera voluntariamente darlas, con cuyo objeto se les han aumentado los salarios. México 4 de Abril de 1815. Ramón Gutiérrez del Mazo (Rúbrica). Fuente: Colección Julio Téllez García.

4º.-Proseguirán las notas cronológicas que se han hecho en los años anteriores; pero la época que antes se decía de conquista se designará en esta forma: de la dominación de los españoles en este imperio, y en el lugar correspondiente se pondrán estas otras: del glorioso grito de independencia en la América del Septentrión. De su absoluta independencia. De la instalación del soberano congreso constituyente. 5º.-Se arreglarán á los artículos anteriores todos los que quieran formar calendarios, como libremente pueden hacerlo. Fuente: Legislación mexicana o colección completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la independencia de la República. Ordenada por los licenciados Manuel Dublán y José María Lozano.

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Aviso al Público del 4 de abril de 1815 que señala: “…se correrán en cada día diez y seis Toros, los diez de Atengo escogidos y descansados, con la divisa de una roseta encarnada…”

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AVISO AL PÚBLICO. 07.04.1815. FIRMADO POR RAMÓN GUTIÉRREZ DEL MAZO. CHECAR DATOS EN FONDO RESERVADO. BIB. NAL.

“Aviso al público” En las tardes del Lunes, Martes, Miércoles y Jueves de la presente Semana, se han de continuar las corridas de Toros que el Exmo. Sr. Virey ha tenido a bien conceder a los Contratistas de la Plaza, para que resarzan las pérdidas que han sufrido, satisfaciendo al fondo de vestuario la contribución que se sirvió aceptar, como se anunció en aviso de 14 del corriente.

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Comenzarán los Toros a las cuatro y media de la tarde, y en cada una se lidiarán diez, cinco de Atengo (Atenco) con divisa encarnada, y cinco del Astillero y Golondrinas con la de color de Caña, repitiéndose al Público la Superior Orden, relativa a que al primer toque del clarín, todas las personas sin distinción de clases, salgan de la Plaza y entre barreras, para cuya observancia está destinada la tropa que haga efectivo el cumplimiento de esta providencia, a fin de que la que maniobre pueda con libertad y lucimiento hacer sus evoluciones, sin objetos que embarazen la extensión de dicha Plaza, no verificándose esto hasta tanto no esté libre y cerradas sus cuatro puertas. Las diversiones que ofrecen los Contratistas son las siguientes: LUNES: Al quinto Toro se pondrán dos mesas de merienda al medio de la Plaza, para que sentados á ellas los Toreros banderillen á un Toro embolado. Al mismo Toro embolado pondrá el loco Ríos una bandera parado sobre un barril y engrillado. Dominguejos de particular idea. MARTES: Por ser día de nuestro Católico Monarca, se pondrá el mayor esmero en las diversiones y función que se ha de dar, que se anunciará por otros carteles el día anterior. MIÉRCOLES: Liebres y Galgos. Se pondrán dos Monos al medio de la Plaza para diversión del Público. JUEVES: Se echarán Venados para que los cojan Perros sagüezos, diversión muy retirada en esta Capital. Se lidiarán dos Toros á un mismo tiempo, dividendo la Plaza por mitad con una baya portátil. México 28 de mayo de 1815. Ramón Gutiérrez del Mazo (Rúbrica) Fuente: Colección Julio Téllez García.

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Aviso al Público del 28 de mayo de 1815.

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Como las corridas que se celebraron en abril y luego estas de mayo presentaron un balance negativo, el virrey Calleja concedió licencia necesaria para una serie de otras cuatro corridas más, las cuales se verificaron en la primera semana de junio de 1815, aunque se desconoce la procedencia del ganado.

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Los toros de Atenco en la actualidad. Imagen cortesía de André Viard.

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1810 y 1818

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José Juan y Guadalupe Cervantes y Michaus. Obra de José María Uriarte, 1814. Óleo sobre tela (97.5 x 136 cm.). Col. particular.

ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. 1817: Operaciones de Guerra, vol. 790, exp. 105, (3 fs.) fs.,380-382. Fechas: 17-18/enero/1815. Productor: Comandante Eugenio Revilla. Titulo/descripción: Exo,105 Oficios referentes a la orden que se dá al jefe de Cuajimalpa para que auxilio para que auxilie una corrida de toros a México. Cuajimalpa. El virrey ordena al Comandante del destacamento de Cuajimalpa Auxilie una conducción de toros a Tacubaya. Vicente Lara avisa al virrey quedar enterado de la orden sobre auxiliar con la tropa de su Mando desde la hacienda de Atenco hasta una carta los Toros que debe servir para la corrida de México. Respuesta del virrey. Notas: Tomo 75.

Por disposición y a costa de su Abuelo D. Martín Ángel de Michaus, Ten. te Coronel y Sargto. Mayor del Regimto del Comercio, se sacaron estos retratos de los Niños D. José Juan y Da. Guadalupe Servantes y Michaus, Hermanos de edad de 4 años 6 meses el primero, y de 3 años 5 meses y 25 días la segunda, y para perpetua memoria se toma esta razón en 1º de Septiembre de 1814. José Ma. Iriarte lo pintó en México. / Por Auto de la Real audiencia de 4 de Enero de 1816, se declaró en los Títulos de Conde de Santiago Calimaya y Adelantado perpetuo de las Yslas Filipinas, a este Niño, de edad de 5 años 10 meses y 10 días, poniéndole en posesión en sus respectivos Mayorazgos de Altamirano, Arévalo, Legaspi y Castilla; y por la anexidad de los citados títulos, y Mayorazgos debiendo usar por lo tanto de los Apellidos y Armas; es llamado Señor Don José Juan Gutiérrez Altamirano de Velasco Castilla, Arévalo, Legaspi, Serbantes, Michaus y Oroquieta; habiendo tomado

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posesión el 15 del pasado por medio de su Curador; encargándole el manexo de sus binculos y Rentas desde dicho día a su Abuelo el Teniente Coronel y Sargento Mayor del Regimiento del Comercio Don Martín Ángel de Michaus con aprobación de su Alteza; y para memoria mandó poner esta razón el citado su Abuelo en este quadro. En México a 18 de marzo de 1816.

ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. 1817: Operaciones de Guerra, vol. 373, exp. 5, (101 fs.) fs. 62-162. Fechas: 31/julio/1817. Productor: Ramón Gutiérrez del Mazo, Intendente de México. Titulo/descripción: Correspondencia del intendente del Mazo que incluye oficios, partes y comunicaciones relativas a certificaciones, asuntos de las cajas de tesorería cuentas y hacienda, contribuciones, obras públicas, libranzas y retenciones de sueldo, asuntos de la insurrección envío de frutos de temporada, licencias, gratificaciones de campaña, festejos, aduanas y comercio, nombramientos, limpia, epidemias, comisarios de guerra y sueldos. Intendencia de México. (…) oficio de Nicolás Gutiérrez, subdelegado de Toluca con solicitud de la resolución en asuntos de libranzas por 25 toros escogidos de la hacienda de Atenco para el toreo de la capital con satisfacción de 1000 pesos de los 1500 pesos que costaron.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 11. 14)11/12 Testimonio de D. Martín Ángel de Michaus sobre los productos y beneficios de la hacienda de Atenco, 1818. Legajo 15f. Don Martín Ángel de Michaus, teniente coronel graduado, y Sargento mayor del Regimiento de Infantería Urbano de México, ante V. como mejor proceda digo: que he tenido en arrendamiento la hacienda de Atenco sita en esta jurisdicción de Tenango, propia del Conde de Santiago de Calimaya, nueve años hace, en cuyo tiempo he padecido extraordinarias extracciones de semilla, bueyada, caballada, mulada, torada alzada, ganado lanar y demás frutos a ella pertenecientes, por las partidas de insurgentes que en todo este tiempo han ocupado su territorio (...) Los administradores que la han manejado en este tiempo, y a quienes les consta todo lo que llevo dicho, han sido Dn. Agustín Peña, el R.P. Fr. José Moncayo y D. José Mariano Guadarrama Castañeda [quien] tuvo la desgracia de ser preso por los insurgentes muriendo entre ellos [en conjunto todos los mencionados fueron víctimas de los insurgentes]. Tenango del Valle agosto trece de 1818. Don José Mariano Guadarrama, teniente de los realistas de esta hacienda declara: [ser] vecino de esta hacienda y responde: Preguntado por los particulares de este (...) dijo: que le consta de oídos y de público y notorio que cuando se acercó a estas inmediaciones el cabecilla cura Hidalgo sufrió esta hacienda una extracción considerable de reses pues una partida acaudillada por un tal Camacho que fue sirviente en esta misma hacienda, en una vez se llevó ochocientas reses, quantos caballos, yeguas y mulas manzas había en los macheros y en el campo de esta hacienda que con motivo de que los yndios así arrendatarios y circunvecinos se insurgentaron, sabe el que declara que cada uno se tomó la cabeza que pudo, destruyendo zanjas y haciendo cuanto perjuicio pudieron (...). Las tropas del Rey se llevaron muchos caballos, unos en calidad de prestados, y otros quitándoselos á los sirvientes a donde los encontraban. Continuó el saqueo [y] hasta las verjas de las ventanas de la principal, con la existencia de

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fierro y acero lo levantaron. (...)Don Manuel Colina, Alférez de Realistas, y previa venia de su Jefe, en su persona que conozco le recibí juramento que hizo puesta la mano derecha sobre el puño de su espada bajo su palabra de honor ofreció decir verdad; y siéndolo al tenor del escrito dijo: que habiendo venido a ésta hacienda de dependiente en abril de ochocientos catorce, halló primeramente interceptado todos los lugares en este distrito y ocupados por los rebeldes, y luego fué sabedor que desde que se acercó a esta finca el cabecilla Hidalgo tuvo que lanzar la exacción de todo su ganado vacuno y lanar, (...) posteriormente que vino a presenciar no tenía un caballo en que montar los vaqueros, y que también se impuso porque lo vió en las cuentas, y comprobantes de los administradores que habían sido de aquí, las varias exhibiciones de reales que estos había hecho a los facciosos pedidas con violencia y amenazas, y ya estando sirviendo su destino de amanuense, empezó a ser testigo de vista de la multitud de ocasiones que ya Bargas, ya González, ya Rosas, ya qualquiera otro insurgente a nombre de estos o por sí solos, venían a pedirle reales, reses, caballos, borregos, semillas y todo género de esquilmos de estas fincas, a los administradores desde D. Mariano Piña á el presente señor y tenían que darlos forzosamente porque si no eran amenazados de muerte (...)

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Atenco en la actualidad. Foto del autor.

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1824 Plaza Nacional de Toros.-Para que ésta pueda ser repartida por cuartones es indispensable venderla toda como se anunció por avisos del 21 de este mes (enero), y que quede verificado precisamente el 28 del mismo, a fin de que haya tiempo de disponer las corridas en los días que restan hasta el 1º de febrero; y aunque a la fecha hay varios cuartones propalados, mas como aún no se completan, la nueva empresa espera que el que guste comprar los que le parezcan, ocurra en los días 26, 27 y 28 a tratar con el administrador, en el concepto de que para que puedan utilizar los compradores se darán los cuartones en sombra a 30 pesos y los de sol a 20 por cada tarde, siendo los toros que se lidiarán de la conocida y distinguida raza de Atengo (Atenco). México, 25 de enero de 1824).23 Si las “corridas” se celebraron desde el 28 de enero y hasta el 1º de febrero, entonces se desarrollaron cinco festejos. Si en esos cinco días se lidiaron exclusivamente toros de la raza de Atengo (Atenco), estamos ante el hecho de que fuesen cinco los encierros, formados cada uno por un promedio de siete toros, incluyendo “el embolado, con que dará fin” cada uno de ellos, según ya era costumbre de la época.

Curioso cartel de la PLAZA NACIONAL DE TOROS, enclavada en lo que hoy es la “Plaza de la Constitución”, o “Zócalo” de la Ciudad de México.24 PLAZA NACIONAL DE TOROS. Domingo 15 de agosto de 1824 (SI EL TIEMPO LO PERMITE) La empresa, deseando tomar parte en los justos regocijos por los felices acontecimientos de Guadalajara, no menos que en la debida celebridad del EXMO. Sr. D. NICOLÁS BRAVO, a cuya política y acierto se han debido, determina en la tarde de este día una sobresaliente corrida, en la que se lidiarán ocho escogidos toros de la acreditada raza de Atenco, incluso el embolado, con que dará fin. Con tan plausible objeto las cuadrillas de a pie y a caballo ofrecen llenar el gusto de los espectadores en cuanto les sea posible, esforzando sus habilidades. ENTRADAS SOMBRA: Con boletines que se expenderán a 4 reales en la primera casilla. SOL: Con boletines que se expenderán a 2 reales en las casillas 7ª y 8ª y se entregarán en la puerta. Las lumbreras por entero se arrendarán a cuatro pesos cada una con boletines de ocho 23

Heriberto Lanfranchi: La fiesta brava en México y en España 1519-1969, 2 tomos, prólogo de Eleuterio Martínez. México, Editorial Siqueo, 1971-1978. Ils., fots., T. I., p. 125-6. 24 Archivo Histórico del Distrito Federal [en adelante A.H.D.F.] Ramo: Diversiones Públicas, Vol. 856, exp. 71: Se convocan postores para la formación de la plaza en que han de hacerse las corridas en celebridad de la Jura del Emperador Agustín 1º. Año de 1823. Sobre reconocimiento de la plaza para las corridas por la coronación de Agustín 1º.-Fojas 10.

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personas en la alacena de D. Anacleto GonzĂĄlez en el portal de Mercaderes, desde el dĂ­a anterior hasta la una de este, y de esta hora en adelante en la puerta principal de la misma plaza.

En dicho cartel existe referencia a los toros de Atenco.

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28

Junto al cartel de aquella jornada, aparece una vista de la Plaza Nacional de Toros, boceto de William Bullock para “El panorama de John y Robert Buford” de 1824.

El Sol, D.F., del 14 de agosto de 1824, p. 4, dice lo siguiente: TOROS. Los empresarios de la plaza nacional deseando no ser menos en mostrar su júbilo y dar una prueba del interés que toman en todo lo que contribuye al restablecimiento del orden y prosperidad de la nación mexicana, para la tarde de mañana han dispuesto una sobresaliente corrida en obsequio del exmo. Señor D. Nicolás Bravo por el feliz resultado de los acontecimientos de Jalisco que con tanto tino y prudencia supo dirigir.

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1825 EL TIEMPO ILUSTRADO, D.F., del 11 de diciembre de 1898, p. 7: EFEMÉRIDES Mayo 9 de 1825: Amaneció quemada la plaza de toros de San Pablo, en México. EL SOL, D.F., del 4 de octubre de 1825, p. 3: (Sobre el) suceso del incendio de la plaza de toros de esta capital (se) hace la siguiente observación: Aquel edificio era uno de los únicos de todos los de la ciudad de México susceptible de ser consumido por el fuego, porque todos los demás están construidos de piedras volcánicas con muy poco material de madera. Esta plaza era un grande anfiteatro, construido de madera con tres o cuatro órdenes de palcos que podrían contener por lo menos doce mil almas; en el recinto había un grande espacio donde maltrataban y hacían padecer a los caballos y toros para diversión de las damas mexicanas. Como las corridas de toros hayan sido en todos tiempos los pasatiempos favoritos de los mexicanos de todas clases, edades y condiciones no hay duda de que estarán de duelo hasta que se les construya una nueva plaza de toros: Sic transit gloria mundi.

Carlos María de Bustamante: Diario Histórico de México. 1822-1848. En el CD Nº 1, y en el archivo correspondiente a Mayo de 1827, apunta lo siguiente: Lunes 9 de mayo de 1825 (Horrible calor) Esta mañana, a las tres, se anunció por la campana mayor de Catedral el horrible fuego que apareció en la plaza de Toros, que la ha reducido a pavezas; mañana referiré las circunstancias de este suceso, muy doloroso, de que me estoy informando.25 Martes 10 de mayo de 1825 (Verano hermosísimo) Mucho da qué decir y pensar el incendio de la plaza de Toros; a lo que parece, se le prendió fuego por varias partes, pues ardió con simultaneidad y rapidez. ¿Quién puede haber causado esta catástrofe? He aquí una duda suscitada con generalidad y atribuida con la misma a los gachupines para hacerlos odiosos y que caiga sobre ellos el peso de la odiosidad y persecución, opinión a que no defiero, no porque no los crea yo muy capaces hasta de freírnos en aceite, sino porque ellos obran en sus intentonas con el objeto de sacar la utilidad posible, y de éste ninguna sacarían. Otros creen que algún enemigo del asentista coronel Barrera fue el autor de este atentado y aun el mismo ministro; [hay] fuertes presunciones para creerlo; en la postura a la plaza se la disputó un poblano tenido por hombre caviloso y enredador, y tanto como encargado por el Ayuntamiento de esta capital de plantear la plaza de Toros para la proclamación de Iturbide, fue 25

CD Diario Histórico de México, 1822-1848 Diario Histórico de México, 1822-1848. Mayo de 1825, p. 9.

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necesario quitarle la encomienda por díscolo; en el calor de la disputa dijo con énfasis a Barrera: “Bien, de usted es la plaza, pero yo aseguro a V. que la gozará por poco tiempo” -expresiones harto significantes y que las hace valer mucho el cumplimiento extraordinario de este vaticinio. Se asegura que fueron aprendidos dos hombres con candiles de cebo; veremos lo que resulta de la averiguación judicial que se está haciendo; por desgracia, no tenemos luces generalmente de letras, sino de letras muy gordas y incapaces de llevar la averiguación acompañada de aquella astucia compatible con el candor de los juicios, ni hay un escribano como aquel don Rafael Luaro que supo purificar el robo de Dongo en los primeros días de la administración del virrey Revillagigedo de un modo que asombró a los más diestros curiales. En el acto del incendio ocurrió la compañía de granaderos del número primero de infantería, la que oportunamente cortó la consumación del fuego con la pulquería inmediata de “Los Pelos”, el que pudo haberse comunicado al barrio de Curtidores; esta tropa, al mando del teniente coronel Borja, trabajó tanto que dejó inutilizadas sus herramientas; del edificio no ha quedado mas que el palo de en medio donde estaba la asta bandera e incendiado en la puerta, lo demás es un cerco de ceniza que aún no pierde la figura de la plaza. Desde el día anterior se notó que en la tarde procuraron apagar con el cántaro de agua de un vendedor de dulces el fuego que aparecía en un punto de la plaza. Dentro de ella había cuatro toros vivos y tres mulas tiro; todas perecieron y ni aún sus huesos aparecen. De los pueblos inmediatos ocurrieron muchas gentes a dar socorro, pues creyeron que México perecía, tal era la grandeza de la flama que se elevaba a los cielos. El daño para el asentista es gravísimo, pues a lo que parece en la escritura de arrendamiento estipuló que respondía la plaza si pereciese por incendio u otro caso fortuito. ¡Cosa dura, vive Dios, que pugna con los principios de equidad y justicia! Además, tenía contratada una gruesa partida de toros para lidiar al precio de 50 pesos al administrador del Santiago Calimaya, de los famosos toros de Atengo. Todo esto nos hace sentir esta desgracia y pedir fervorosamente al cielo no queden impunes los autores de un crimen de tanta trascendencia, y que envalentonará con su impunidad a los malvados a cometer otros de la misma especie. 26

29 Retrato de Carlos María de Bustamante. 26

Op. Cit., p. 9-11.

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1826 PLAZA DE TOROS EN TENANCINGO, MÉX. Nos dice EL SOL, D.F., del 20 de diciembre de 1826, p. 4:

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En el pueblo de Tenancingo se van a lidiar en la próxima pascua tres corridas de toros superiores de Atengo (Atenco), en plaza formal y por toreros bien inteligentes; asimismo treinta tapados de treinta pesos con sus mochilleres (sic)27 de a cincuenta: la que se noticia a las personas que gusten ir a divertirse.

27

Se consideran gallos mochilleres los que pesan entre 2.700 Kg y 3.000 Kg y los casteos que hagan mención del término mochilleres se entenderá de manera expresa que los gallos contendientes estarán comprendidos entre esos pesos.

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31

Toro de Atenco, sangre navarra, a principios del siglo XX. Fuente: Heriberto Lanfranchi: Historia del toro bravo mexicano. MĂŠxico, AsociaciĂłn Nacional de criadores de toros de lidia, 1983. 352 pp. ils., grabs., p. 82.

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1827 Carlos María de Bustamante: Diario Histórico de México. 1822-1848. En el CD Nº 1, y en el archivo correspondiente a los anexos e 1827, apunta lo siguiente: Señores editores: Habiendo pasado la estación de las aguas, ha vuelto a comenzar la diversión de toros en Necatitlán. En los dos días últimos se ha lidiado excelente ganado que entiendo es de la hacienda de la Cañada, cuya raza según he visto no excede en belleza, agilidad y bravura a la de Atenco. Sería bueno que los empresarios anunciaran siempre al público de donde son los toros que le van a presentar, y consultando a sus intereses se les recomienda que no den ganado más que de Atenco o la Cañada y no compren por una economía mal entendida de aquellos partideños que solían echar a la plaza el año pasado. Es de ustedes afectísimo servidor. L. M. 28

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Por otro lado, El Sol, del 11 de octubre de 1827, publicaba en su pág. 3 la siguiente inserción, enviada por L.M. quien hacía una amable petición, al respecto del ganado que se estaba lidiando en la plaza de Necatitlán. 28

CD Diario Histórico de México, 1822-1848. Anexos, octubre de 1827, p. 49-50.

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1829 Atenco fue considerada abiertamente la “Hacienda Principal” a partir de 1829. Tuvo como anexas las haciendas de San Antonio, Zazacuala, Tepemajalco, San Agustín, Santiaguito, Cuautenango, San Joaquín así como la vaquería de Santa María y los ranchos de San José, Los Molinos y Santa María. Antes, cada hacienda tenía un administrador; desde ese año habría un sólo administrador para todas y, a lo largo del siglo XIX, diferentes individuos ocuparon ese puesto. Administradores de Atenco durante el siglo XIX Años

Administrador

1829 (agosto-octubre) 1829-1842 1854-1860 1865 1870-1875

José Rafael González Aragón José María González y Pliego Antonio Ortiz y Arvizu José Fuentes Jesús Suarez

Flora Elena Sánchez Arriola: La hacienda de Atenco y sus anexas en el siglo XIX, p.47.

También desde 1829 “La Principal” se dedicó únicamente a la ganadería, que desarrollaba en los siguientes potreros: Bolsa de las Trancas, Bolsa de Agua Blanca, Puentecillas, Salitre, Tomate, Tiradero, Tejocote, Tulito, San Gaspar y La Loma. Las demás haciendas sólo tenían los animales necesarios para la labranza y para el transporte de los productos.

33

Toro de Atenco, sangre navarra, a fines del siglo XIX. En: Heriberto Lanfranchi: Historia del toro bravo mexicano. México, Asociación Nacional de criadores de toros de lidia, 1983. 352 pp. ils., grabs., p. 88.

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1830 Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 38 65)s/n Sr. Coronel D. Antonio de Ycaza Atenco, octubre 26/830 (1830) (...) En cuanto á que ha parecido al muy corto el número de Becerraje, herrado en los días 11 y 12 del corriente, que fueron 258 cabezas, solo diré a V. que estas son las que hay, escepto diez cabezas que por estar demasiadamente flacas sin herrarse, y si se lograre que se reformen, se herraran y de ello daré a V. parte, pues de los que se recibieron como estaban las vacas picadas de enfermedad murieron algunas de ellas y de consiguiente las crías, y a más de estas otras que en razón de lo expuesto perecieron.

34

Casa de los condes Santiago-Calimaya. Ca. 1930.

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1833 PLAZA DE TOROS DE LA ALAMEDA.-La próxima Pascua (7 de abril) comenzará sin variación alguna la nueva temporada de toros para la que se ha recibido una remesa de las haciendas de Sajay, La Cueva y los Molinos, a toda prueba buena, escogida y que difícilmente se mejora. Las diversiones dispuestas para dicha Pascua en las tres corridas de once que habrá, podrán verse en el cartel y anuncios de estilo que se fijarán el sábado”. (El Telégrafo, Nº 86 del sábado 6 de abril de 1833).29 Además, en La Antorcha, D.F., del 6 de abril de 1833, p. 4, aparece el siguiente AVISO: Sobre toros en la plaza de la Alameda. La próxima Pascua comenzará sin variación alguna la nueva temporada de Toros, para la que se ha recibido una remesa de las haciendas de Sajay, la Cueva y los Molinos, a toda prueba buena, escogida, y que difícilmente se mejora; pudiéndose decir sin peligro de errar, que pueden competir con la mejor que se presente, lo que calificará y no podrá desmentir el juicio imparcial y buen gusto de los inteligentes. Las diversiones dispuestas para dicha Pascua en las tres corridas de once que habrá, podrán verse en el cartel y anuncios de estilo, que se fijarán el sábado. México 3 de abril de 1833.

Mencionados los toros de …los Molinos, esta referencia no puede ser más que para aquellos toros venidos de una de las fracciones o estancias de la hacienda de Atenco, denominada Molinos de los Caballeros, ubicada actualmente en el Municipio de Epitacio Huerta (en el Estado de Michoacán de Ocampo),

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29

Lanfranchi: Op. Cit., T. I., p. 131.

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36

Dos vistas de la hacienda “Molino de Caballeros” (imágenes fechadas en 1930), que fue, durante el siglo XIX una porción territorial más de la hacienda de Atenco. Archivo Histórico de Luz y Fuerza del Centro (en extinción). Domingo de Pascua, 7 de abril de 1833 (Mucho calor) Esta tarde se ha estrenado una magnífica plaza de toros en el barrio de San Pablo, construida de cuenta del coronel Barrera en el mismo lugar donde estaba la que se quemó el día que por desgracia llegó a Veracruz Mr. Poinsett. La concurrencia ha sido numerosísima y brillante con asistencia del vicepresidente Gómez Farías y el Ayuntamiento, pues dizque se hizo la función en celebridad de la instalación del Congreso y no en aumento y utilidad del bolsillo de Barrera. Excelentes caballos de los picadores, buenos arneses, pero mal ganado, sin embargo fueron despanzurrados dos caballos. También hubo toros en la plaza de Necatitlán y en la Alameda, he aquí una ciudad torera, que retrograda a la barbarie en vez de marchar a la ilustración gótica en el siglo XIX. El gobierno cree que así aleja las conspiraciones, como creen todos los tiranos cuando le hacen ruido al pueblo para que no piensen sobre su posición.30

Aunque también existen otros datos con una austeridad de información como la que sigue: EL FÉNIX DE LA LIBERTAD, D.F., del 6 de abril de 1833, p. 4: TOROS EN LA PLAZA DE LA ALAMEDA Con motivo de haberse esparcido varias especies tan infundadas como equívocas en orden a dicha plaza, atribuyéndolas gratuitamente, ya al gobierno, ya al empresario, se ha juzgado necesario para desengaño del público participarle que la próxima pascua verá comenzar sin variación alguna la nueva temporada de toros, de que se ha recibido una remesa de las haciendas de Sajay, la Cueva y los Molinos, a toda prueba buena y escogida, y que difícilmente se mejora, pudiéndose decir sin temor de errar, que puede competir con la que se le presente, lo que calificará y no podrá desmentir, el juicio imparcial y buen gusto de los inteligentes. Las diversiones dispuestas para dicha pascua en las tres corridas de once que habrá, podrán verse en el cartel y anuncios de estilo que se han fijado. LA ANTORCHA, D.F., del 7 de abril de 1833, p. 4:

30

CD Diario Histórico de México, 1822-1848 Diario Histórico de México, 1822-1848 Abril de 1833, p.7.

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TOROS. En la plaza de S. Pablo, en las tardes de estos tres días y en la de Necatitlán, hoy y mañana, de once; y pasado mañana en la tarde. LA ANTORCHA, D.F., del 9 de abril de 1833, p. 4: TOROS. Esta tarde en las plazas de S. Pablo y Necatitlán. LA ANTORCHA, D.F., del 20 de abril de 1833, p. 4: TOROS. Mañana en la tarde, en las plazas de S. Pablo, Necatitlán y Alameda. LA ANTORCHA, D.F., del 4 de mayo de 1833: TOROS En la plaza de la Alameda, de once; y en la de S. Pablo y Necatitlán, por la tarde. LA ANTORCHA, D.F., del 18 de mayo de 1833, p. 4: TOROS MAÑANA. En la plaza de la Alameda de once, y en la de Necatitlán y S. Pablo en la tarde. LA ANTORCHA, D.F., del 25 de mayo de 1833: TOROS En las plazas de S. Pablo y Necatitlán, por la tarde; y en la Alameda de once. De todo este conjunto de notas, seguramente debió lidiarse más de algún encierro proveniente de la hacienda de Atenco. (N. del A.)

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Ubicación de la antigua plaza de toros de la Alameda, en un plano de la ciudad de México. 1858. Se encontraba en el predio que marcan las calles de la Mariscala, la del Puente de los Gallos y la calle del Puente de la Mariscala.

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1834 Carlos María de Bustamante: Diario Histórico de México. 1822-1848. En el CD Nº 1, y en el archivo correspondiente al Viaje a Toluca de 1834, apunta lo siguiente: Sábado 27 de [septiembre] de 1834 (Lluvia y mal tiempo, aunque menos fuerte que ayer) La mañana de este día se anunció al pueblo de Toluca con mucho regocijo. Engalanándose desde bien temprano los balcones de las casas con cortinas, colocadas algunas de ella como en México, es decir ajustadas a los mismos balcones, que hacían mucha gracia. En algunas se colocaron además cuadros de estampas iluminadas, con marcos dorados y caprichos de cristal con candeleros y prismas que heridos por el sol formaban bellos iris. En la Plaza se colocó un templete de bello gusto, adornado en lo interior con alfombras, candiles y asientos para las corporaciones; en lo exterior se leían muy regulares poemas alusivas a la función del día. Anuncióse la función en la parroquia y demás iglesias con repiques a vuelo. A las nueve se reunieron las autoridades en el Palacio de Gobierno, presididas por el gobernador, y pasaron a la iglesia formando valla las tropas de la guarnición, y detrás una hermosa compañía de granaderos del activo. El señor obispo pasó a San Francisco, donde entró harto desairado porque la comunidad no salió a recibirlo por un descuido involuntario, y sobre lo que se le dio después satisfacción por el prelado. Cantó la misa de pontifical precediendo un Tedeum con exposición del Divinísimo Sacramento. La iglesia estaba muy concurrida de gente decente. Aunque el coro se esmeró en echar gorgoritos y se canto una Gloria Eterna, una desentonada voz lo echaba a perder; en el gradual no se cantó una antífona, como correspondía, sino una marcha, que venía en aquella ocasión y lugar como un par de pistolas en la cuerda de San Antonio. Dióse al fin bendición al pueblo y llamó la atención el señor obispo con mitra y báculo, no menos que las ceremonias del ritual romano, a unas gentes que hacía doce años que no veían a un obispo ni estas ceremonias. Concluida la misa, pasaron las corporaciones a la casa del gobierno, donde aguardaron inútilmente al señor obispo para que se incorporase en el paseo, porque le agarró un ataque apopléjico al que se le acudió con presteza. Salió por fin el paseo caminando por varias calles. Su acompañamiento era regular de gente decente, imitando el de México aunque en miniatura. Llegamos al templete y el oidor don José María Heredia, dirigiéndose al pueblo, dijo un discurso que agrado a todos y cual no había oído igual en su clase. Este magistrado es favorecido de las musas y ornamento de nuestro Parnaso; puede asociarse con el mayoral, el divino Tagle. Concluido este acto, la tropa de la guarnición marchó en columna de honor por frente del Palacio del Gobierno, precedida de gentiles, hacheros y gastadores. A su retaguardia marchó una compañía de caballería de cívicos con uniformes encarnados. Por la tarde hubo toros en una plaza de firme y regularmente puesta. La tropa cívica hizo sus evoluciones al partirla, que no hicieron por la lluvia, y por igual causa los toros, aunque el ganado de Atenco es lo mejor para estas bárbaras funciones.31

31

CD Diario Histórico de México, 1822-1848. VIAJE A TOLUCA Y ESTADA EN AQUELLA CIUDAD DESDE EL 25 DE SEPTIEMBRE AL 6 DE OCTUBRE SIGUIENTE, O SEA, INCIDENCIA DE ESTE DIARIO, p. 10 y 11.

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También son del mismo año estas notas de Bustamante: No quiero suponer que el gobierno español para consolidar su sistema de colonización, hubiese adoptado aquella máxima que dice... divide y mandarás, porque contra esto hay muchísimas leyes de Indias encaminadas a preservar a los indios de la opresión, principalmente de los negros y mulatos, que son sus enemigos naturales, digámoslo así; pero los efectos me enseñan la terrible y continua lucha en que han vivido todos como perros y gatos, y una escandalosa escala de odios recíprocos que han pasado de generación a generación. Efectivamente el criollo blanco aborrece por lo común la raza de su padre español, el mulato al negro, y uno y otro al indio; pero en términos tales, que hemos visto desaparecer pueblos de indios con sólo que hayan existido allí unos cuantos negros y mulatos; estos conservan su primitiva ferocidad africana, y la ejercitan sobre los débiles siempre que se les viene la ocasión a las manos. A la llegada de Colón estaban pobladas todas las islas de Santo Domingo, Jamaica, Habana, Puerto Rico, etc., etc., de millones de indios; en el día no se encuentra uno, porque los españoles con las guerras y trabajos de las minas a que los dedicaron, y después los negros que vinieron a reemplazar la falta de los indios, acabaron con el resto de ellos, y desapareció la raza. En vano procuraron los españoles amalgamar estas castas, pues ha sucedido con ellas al revés que con los ganados, que cruzándolas se mejoran y afinan y aquí se han empeorado ¿Qué cosa es un lobo, un tornatrás y un zambo? Puede definirse una tercera entidad que participa de las malas cualidades de las castas de que es resultado. Diráseme que todo se puede mejorar con la educación civil, es verdad, yo lo confieso; pero estamos en el mismo caso de aquel sabio griego, que viendo desmoralizada la sociedad, y consultado sobre el modo de reformarla, arrojó en el seno de una concurrencia una manzana y dijo: Si las queremos comer buenas sembremos estas pepitas... ¿y cuándo nacerán? Pregunto yo... La tierra en que las arrojamos está viciada, y no abonada; el pueblo está totalmente desmoralizado, el robo se mira como un patrimonio, la impiedad como una casualidad inherente a un espíritu ilustrado, la piedad como un fanatismo, el respeto a las autoridades comenzando por la paterna, como un servilismo bajo, y el libertinaje como una noble libertad... Tal es el cuadro de nuestra sociedad en que todo anda el revés, como decía un caballero dementado que hoy es el Diógenes de México. Fundemos pues un imperio cuyo jefe sea de esta miserable raza que ha vivido en la abyección y la miseria. ¿La obedecerán gustosas las castas que la han dominado? ¿No será este un semillero de discordias y un campo de Agramante en que todos se menudearán porrazos hasta aniquilarse sin darse punto de reposo? Los franceses en los primeros días de su revolución dieron libertad a los negros de sus islas, más apenas comenzaron a disfrutar de este bien, cuando con los fragmentos mismos de sus cadenas acabaron con sus señores, hicieron terribles matanzas, y los obligaron a emigrar del país, enseñoreándose de él. Bienes de esta naturaleza deben dispensarse; pero con sobriedad al modo que un sabio médico le va proporcionando la luz a un enfermo de los ojos, para que esta no hiera repentinamente la retina, y lo acabe de dejar ciego. Lo mismo digo con respecto a la ilustración en las artes y ciencias; espárzanse pero con sobriedad, el sol no alumbra al mundo repentinamente, primero aparece el crepúsculo, después sus rayos suaves y consoladores, últimamente se deja ver en su esplendor; llega al zenit, y aun para ocultarse guarda sobriedad pues las tinieblas van progresivamente sucediéndose hasta su total ocultación. ¡Qué daños no causarían a los hombres si la noche apareciese repentinamente! ¡cuántos se hundirían en el abismo en los precipicios sin poder avanzar adelante ni un paso por la instantánea falta de luz! Finjamos por un momento que se realizase ese plan; tenemos ya un monarca de la estirpe de Moctheuzoma; he aquí destapado el pozo de las langostas, y esparcidas por todos los ángulos de la América... Esto es nuestro, dirían los indios, vengan las haciendas de labor, y cuanto en ellas existe, mueran sus poseedores que han sido por sí y sus causantes robadores de lo nuestro, guerra a todos, y no quedo uno con vida... haec est hora vestra et Potestas tenebrarum. Se repetirían los excesos del año de 1810 contra los españoles, a quienes sólo por haber nacido mas allá de los mares, se les perseguía como en una batida de lobos, y se robaban sus bienes,

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entonces todos los blancos americanos se reunirían en masa, formarían cuerpos resistentes, y harían una guerra de justa defensa, talados los campos, sobrevendría el hambre y la peste... ¿Y entonces, que hacía ese ejército español que ha venido paulatinamente a La Habana, y está como agazapado a la manera que un gato para pillar al ratón? ¿Se estaría mano sobre mano, y de espectador pacífico? ¿No se lanzaría sobre nosotros para reconquistarnos? ¿No se le reunirían multitud de blancos americanos que preferirían salvarse entre sus filas, a morir entre los indios a palos y pedradas? ¿Quién podría prometerse otros procedimientos de los indios, si ellos se creyesen señores de este continente, y autorizados a perseguir a todo blanco y propietario? ¿Qué resultados podría dar una generación hundida en la ignorancia y repentinamente armada de poder? Ya lo hemos experimentado en pequeño en la hacienda de Atenco de ex-conde de Santiago. Don Lorenzo Zavala32 protegió la idea de distribuir las tierras de los ricos a los pobres, porque las leyes agrarias siempre han sido el recurso y arma favorita de los revolucionarios para granjearse el afecto del pueblo incauto, como sucedió en Roma con los Gracos; hízose el despojo, ocuparon los indios la hacienda, declaróse injusto y violento, y se calificó de despojo esta usurpación por la Audiencia de Toluca; se mandó hacer la restitución y amparo, y al ejecutarlo hubo muertes y motín; por fin, los indios se quedaron poseedores de hecho, y hoy lo son en daño de la parte interesada... Regulemos por este reciente suceso escandaloso, lo que sucedería en toda la América, y cuantos millares de desgracias no sobrevendrían a todo blanco. Si los autores de ese Plan se hubieran reunido en las cavernas de Plutón, llamando en su auxilio a los genios infernales y de la discordia para que les sugiriesen un medio el más seguro de reponer al gobierno español en la posesión de esta América y facilitarle la reconquista, no habrían escogido un medio más oportuno de realizarla; sí, ellos han dado en el hito de la dificultad, y pueden gloriarse de haberlo descubierto con la misma satisfacción que pudiera el que descubriese la cuadratura del círculo, o la causa del magnetismo. Si yo no conociera que el señor don Epigmenio de la Piedra siempre ha deseado la felicidad de los mexicanos cifrada en una paz sólida, no creería que en esta vez había obrado con la misma intención con que se prestó al virrey conde del Venadito a reducir al difunto general don Vicente Guerrero a que se sometiese al gobierno español. Para ejecutar este proyecto, salió de México el día 2 de agosto de 1820, y dio cuenta al virrey del resultado de su comisión en un papel de once fojas escrito todo de su puño y letra intitulado... Relación por Diario, exacta y puntual de todos los acaecimientos y trabajos que pasó el presbítero don José Epigmenio de la Piedra en el desempeño de la comisión, que para la reducción de los americanos disidentes del rumbo del Sur, se dignó confiarle el excelentísimo señor virrey conde del Venadito, por cuya orden la ha formado, y la presenta al mismo excelentísimo señor en México, a 12 de octubre de 1820. Como autorizado yo por el gobierno para revisar los archivos, y escribir el Cuadro Histórico de la Revolución, he leído este papel, en cuyo reverso hay la siguiente nota... Dada cuenta a su majestad por el ministro de Ultramar, en carta reservada número 101, de 31 de octubre de 1820. Al calce de esta representación, está puesta de puño y letra del conde del Venadito la siguiente nota. México, 14 de octubre de 1820. Pase al señor coronel, alcalde de 1ª. Elección constitucional de esta capital, don José Ignacio Aguirre Vengós, de toda preferencia, para que me informe lo que se le ofrezca y parezca sobre el contenido de este parte, y de que tiene antecedentes, Del Venadito.33

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CD Diario Histórico de México, 1835-1848. Diario Histórico de México, 1822-1848 Octubre de 1837, p. 10. Habíase mandado tropa a Toluca para dar posesión al conde de Santiago de su hacienda de Atenco, que Zavala por granjearse popularidad había adjudicado injustamente a los indios comarcanos, mas sabiendo el gobierno que estaban reunidos y armados varios pueblos para resistir el acto posesorio, el gobierno mandó suspenderlo. 33 CD Diario Histórico de México, 1822-1848. Diario Histórico de México, 1822-1848 Anexos, febrero de 1834, LA SOMBRA DE MOCTHEUZOMA XOCOYOTZIN, p. 16-18.

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38 Esta inscripción, corresponde a la antigua hacienda de Molinos de Caballeros, estancia que, en su momento perteneció al condado de Santiago-Calimaya. Archivo Histórico de Luz y Fuerza del Centro (en extinción). Nótese la vocal “A” del principio de la misma, tiene enorme semejanza con el fierro quemador de Atenco que se sigue utilizando en la actualidad.

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1838 PLAZA DE TOROS DE TENANGO, EDO. DE MÉX. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 9 4)9/17 Sor. Lic.do D. José Urbano Fonseca. Atenco 1º de octubre de 1838. Muy S.or mío qe aprecio: En uno de los días de la semana anterior ha pasado el Juez de Tenango acompañado de porción de vecinos del Pueblo á reconocer los terrenos del litigio, y ayer reunido con más de 30 hombres vino a la vaquería de Sta. María, en donde estuvieron coleando el ganado de esta; y mandando el Caporal á un vaquero para q´suspendieran el estropeo de los animales, mandó un recado dicho S.or Juez de q.e se le permitiera licencia para colear y la dió el caporal para que colearan algunos toros: pero ya metido el sol y encerrando los vaqueros sus ganados volvieron algunos de aquella reunión á querer seguir coleando el ganado, y reconvenidos por los vaqueros, resultó que hirieron á uno gravemente, a otro un machetazo en la cabeza y muy cintareado otro cuñado de uno de los heridos, cuyo hecho es de extrañar en un Juez por quien han delineado tales desordenes, debiendo V. inferir que á la vez me expondría yo mismo a los dependientes, impidiéndoles su objeto. D. Luis López a quien conocieron los heridos podrá declarar quienes fueron la segunda vez, y dudoso de si dirijiría esta queja al mismo Juez a elevarla al S.or Prefecto, lo comunico a V. para que tome medidas que halle por convenientes, sirviéndose V. comunicarme lo q.e en el particular me convenga a hacer. Es de V. afmo. y S. José Ma. González de Pliego.

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Heredia ilustró, Cumplido publicó. Escena fascinante de la REAL PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO. La fiesta poco a poco va mostrando signos de lo que ya es para la tercera década del siglo XIX. Fuente: Colección del autor.

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PLAZA DE TOROS PRINCIPAL DE SAN PABLO, D.F. Jueves 1ยบ de noviembre. Dice El Cosmopolita, D.F., del 31 de octubre de 1838, p. 4:

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El Cosmopolita, D.F., del 31 de octubre de 1838, p. 4.

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AVISO.-Para el jueves 1º del próximo Noviembre, ha dispuesto el empresario una excelente corrida de seis escogidos Toros de los que acaban de llegar de la hacienda de Atenco, con los cuales los gladiadores de a pie y de a caballo, ofrecen jugar las más difíciles suertes que se conocen en su peligrosa profesión. Luego que pase la lid del primer toro, se presentará en la plaza sobre un carro triunfal, tirado por seis figurados tigres el cadáver disecado, pero con toda su forma, y la corona del triunfo del famoso toro del Astillero, que en el memorable día 29 de Abril de este año, después de un reñido combate venció gloriosamente al formidable tigre rey, con general aplauso de un inmenso concurso que sintió la muerte de tan lindo animal, acaecida a los dos días de su vencimiento, como resultado de las profundas heridas que recibió de la fiera; y a petición de una gran parte de los que presenciaron aquella tremenda lucha, así como de muchas personas que no se hallaron presentes, se le dedica esta justa memoria, por ser muy digna de su acreditado valor. Este célebre toro, adornado con todos los signos de la victoria y acompañado de los atletas, será paseado por la plaza al son de una brillante música militar, hasta colocarlo sobre un pedestal que estará fijado en su centro; cuyo ceremonial no deberá extrañarse, mayormente cuando saben muchos individuos de esta capital, que iguales o mayores demostraciones se practican con tales motivos en otros países, y que sin una causa tan noble, existe por curiosidad en el museo de Madrid la calavera del terrible toro de Peñaranda de Bracamonte, que en el día 11 de mayo de 1801 quitó la vida al insigne PEPE-HILLO, autor de la Tauromaquia.34

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Me parece que la nota aquí reseñada, tiene al final de la misma una referencia importante. Se menciona, quizá por primera vez, y antes del apunte que en 1841 hizo el Conde de la Cortina, la “Tauromaquia” de José Delgado “Pepe-Hillo”, lo cual es una forma de demostrar que ya, para ese año de 1838 se tenía clara conciencia de que ese tratado era una destacada doctrina hecha por y para los toreros, no sólo en España. También para los americanos, y en particular, para los que actuaban en México. (N. del A.).

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1840 PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 10 de mayo. Se lidiarรกn seis de la raza de Atenco, siendo el cuarto embolado. A las 4 y media.

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PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 17 de mayo. Se lidiarán seis, cuatro de la raza de Atenco y dos de San Pedro de las Baquerías. A las cuatro y media.

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PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 24 de mayo. Se lidiarán seis, cuatro de la famosa raza de Atenco y dos de San Pedro de las Baquerías.

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PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 7 de junio. Se lidiarán seis, cuatro de la famosa raza de Atenco y dos de San Pedro de las Baquerías.

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PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 21 de junio. A beneficio de José María Clavería, se lidiarán seis gallardos toros de Piedras Negras y de Atenco, con intermedios de pantomima.

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PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 28 de junio. Se ejecutará en los mismos términos que el domingo anterior. A las cuatro y media. (Por lo tanto, quien intervino como primer espada fue José María Clavería, lidiando toros, tanto de Piedras Negras como de Atenco, con el complementario intermedio de pantomima. N. del A.).

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1841 PLAZA DE TOROS EL PASEO NUEVO PUEBLA, PUE. Domingo 11 de abril. Inauguración de la plaza. Bernardo Gaviño y cuadrilla, aunque no hay mayor referencia sobre el ganado, aunque se puede especular que se trató de toros de Atenco como fue costumbre por aquella época. Según el portal http://www.lostorosdanyquitan.com, y en la búsqueda relacionada con el año de 1886, mismo año de la muerte de nuestro personaje, aparece la siguiente información: (Ya establecido en México), posteriormente, llegó Bernardo Gaviño a Puebla, donde vivió con su cuadrilla y daba temporadas de treinta o cuarenta corridas por año. Era tanta la afición que se empezó a construir la Plaza de El Paseo Nuevo. Mientras tanto, los festejos se dieron en el palenque de Los Gallos, en 1840. Esta plaza fue construida de piedra y madera con capacidad para ocho mil espectadores, fue inaugurada el 11 de abril de 1840 (dice 1840; debe decir 1841. N. del A.) por el propio Gaviño, quien en este mismo escenario dio la alternativa a Ponciano Díaz, el 13 de abril de 1879, siendo la primera que se otorgó en nuestro país. La plaza de El Paseo Viejo de Puebla, México, ubicada en San Francisco, era de madera como las de ese tiempo, aunque duró únicamente tres años.

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Disponible noviembre 23, 2012 en: http://www.inehrm.gob.mx/Portal/PtMain.php?pagina=exp-ignacomonfort-galeria

H. Catenacci, Panorama del valle de Puebla, vista oeste, siglo XIX. Imagen tomada del libro: Mario de la Torre, editor, Testimonios de viaje, 1823-1873, México, Smurfit Cartón y Papel de México, S. A. de C. V., 1989, p. 161.

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1842 PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. En El Siglo Diez y Nueve, D.F., del 7 de febrero de 1842, p. 3, aparece el siguiente texto: Ah! Se olvidaba otro cartel. Plaza de toros de S. Pablo. El empresario, como todos los empresarios y todas las compañías, no tiene otro anhelo ni otro pensamiento que divertir al ilustrado público que lo honra con su asistencia; y al efecto expresa que se lidiarán siete bravísimos toros de la famosa hacienda del Astillero o de Atengo. Sucede que el público ilustrado grita: Cola, cola, toda la tarde; pero eso no es del caso, porque el empresario recibió ya la honra, que es lo que importa.

PLAZA DE TOROS EL PASEO NUEVO, PUEBLA. 14 de abril. Bernardo Gaviño con cinco toros de Atenco, presentándose el espectáculo de Indios Apaches y Comanches.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 38 66)s/n Sr. D. José Juan Cervantes Atenco, Dic. 14 de 1842 Quedo entendido en que la venta de ganado del brabo (sic) solo se hará de novillos, toros y vacas viejas. Román Sotero (Rúbrica)

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Desde la cúpula de la iglesia de San Pablo la corrida podía apreciarse en toda su magnitud. Litografía de Ignacio Cumplido, México, 1840. Fuente: Heriberto Lanfranchi. La fiesta brava en México y en España. 1519-1969, T. I., p. 133.

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1843 PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 19 de marzo. Seis toros de la acreditada raza de Atenco. Entre otros alternantes, José María Clavería.

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1844 PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO. Domingo 8 de septiembre de 1844. Por la tarde: Corrida de toros. Función extraordinaria dedicada a los gloriosos aniversarios de la Independencia de México. Se lidiarán 6 arrogantes toros de la acreditada hacienda de Atenco; el programa es el siguiente:

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PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO. Domingo 15 de septiembre de 1844. Es probable que en dicha ocasión se hayan lidiado toros de Atenco, debido a que el domingo 8 y luego el viernes 27 del mismo mes de septiembre, dichos festejos se concretaron con ganado atenqueño. Era costumbre por entonces (como puede comprobarse en el caso expuesto más adelante (correspondencia de noviembre de 1848 entre José Juan Cervantes –propietario de la hacienda de Atenco- y Francisco J. de Heras –empresario de la plaza de toros de San Pablo-) sobre el hecho de adquisición de lotes “es cierto que me ha da comprado (Heras) para las corridas ganado de la hac de Atenco pagándome (según afirma Cervantes) desde 29 hasta 407 cabezas. 2º Si así lo ha verificado no solo en corto número sino comprándome partidas hasta de 200 toros (…)”; entonces entramos en el hecho de que en celebraciones como las aquí referidas, haya ocurrido lo que se menciona en dicha correspondencia.

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CORRIDA DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO. Viernes 27 de Septiembre de 1844. En justa celebridad del aniversario de la entrada a esta capital del Ejército TRIGARANTE, y con el deseo de contribuir la empresa por su parte a aumentar las fiestas con que los mexicanos recuerdan este grande acontecimiento, ha dispuesto una sobresaliente función dedicándola al Excmo. Sr. presidente interino, D. Valentín Canalizo, que fue uno de los beneméritos ciudadanos que tan eficazmente contribuyeron a la independencia proclamada en IGUALA. La corrida preparada para hoy es de seis famosos toros puntales, de la

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acreditada raza de Atenco, sirviendo de intermedio unos muñecos de fuego que se colocarán en actitud de llamar al toro, y que embestidos por éste arderán inmediatamente. Concluida la lid de los seis toros, se colearán otros dos destinados a este efecto, concluyendo la función con unos VISTOSOS FUEGOS ARTIFICIALES, hábilmente combinados por el artista E. Yáñez.35

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 6 de octubre. 7 toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. La empresa, deseosa de contribuir por su parte a la satisfacción pública por el feliz enlace del Escmo. Sr. Presidente General Don Antonio López de Santa Anna con la Escma. Sra. Da. Dolores Tosta, ha dispuesto una sobresaliente corrida de toros. Programa: Una marcha militar y una salva de artillería que hará un fortín puesto al intento, anunciarán la llegada de la Escma. Sra. Presidenta. Pasado el despejo del circo, se lidiarán 3 toros, y en seguida el mismo fortín repetirá la salva, descubriéndose un grupo de la América sostenida por los antiguos aztecas. Estos, en celebridad de su digna presidenta, lidiarán con un toro, que en aquel acto saldrá adornado de listones y bandas, banderillándolo y dándole muerte con una macana de fuego. Seguirán otros 4 toros de la misma raza, y por fin de función se iluminará el fortín y dos pirámides, en cuyos remates se verá el retrato de la Escma. Sra. Presidenta y vivas a sus Excelencias.36

35 36

Lanfranchi, op. Cit., T. I., p. 135. Ibidem.

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Pero la Señora Presidenta no acudió al festejo en su honor, mandando un recado con un edecán, suplicando la perdonaran “porque se encontraba muy cansada”. El pueblo hizo bromas, y se divirtió toda la tarde, sin importarle que no estuviera presente la joven, bella… “cansada” Presidenta.

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1845 En El Siglo Diez y Nueve, D.F., del 8 de octubre de 1845, p. 1, aparece la siguiente nota: CÁMARA DE DIPUTADOS. SESIÓN DEL DÍA 1º DE SEPTIEMBRE. Se abrió a las doce y media por no haber estado presentes a la hora prefijada, los Sres. Altristain, Bustamante, Calderón, Covarrubias, Cumplido, Escandón, Estrada, Garay, García Conde, Guzmán, Iturbe, Garibay, Jiménez, Navarro, Ochoa Natera, Pérez (D. Felipe), Pozo, Rivera, Sagaseta, Vera y Zamacona. Leída y aprobada la acta de la celebrada el día 30 del próximo pasado, se dio cuenta con las comunicaciones que siguen: Del ministerio de justicia, avisando quedar sancionado el decreto del congreso nacional que autoriza al gobierno del Departamento de México, para arreglar con D. Juan Cervantes el negocio sobre las reclamaciones que ha hecho como dueño de la hacienda de Atenco.Al archivo.

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Aviso. PLAZA DE TOROS. GRAN FUNCIÓN EXTRAORDINARIA. Habiéndose obtenido el correspondiente permiso, hoy domingo en la tarde, además de la corrida de costumbre, se dará el imponente espectáculo de una LUCHA DE UN LEÓN AFRICANO CON UN TORO DE LA MEJOR RAZA DEL PAÍS. México, -Imprenta de I. Cumplido.-1845. Este es uno de los pocos festejos celebrados, mismo que ocurrió el 26 de octubre de 1845. Fuente: colección del autor.

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1846 PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 12 de abril. Toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño.

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Corrida de toros en la Plaza de San Pablo, John Moritz Rugendas, 1833. Óleo sobre cartón. Fuente: Colección del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, México.

PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 19 de abril. Toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. “La satisfacción que me acompaña al ver en parte cumplidos mis desvelos, que sólo tienden a divertir completamente a este público tan respetable como bondadoso, me obliga a manifestar que los toros de la corrida de hoy se presentarán, sin duda alguna, con más arrogancia y bravura que los de la anterior, por haberse desechado ya el cansancio del camino.

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“Se lidiarán esta tarde por la compañía cinco arrogantes toros de la muy acreditada vacada de ATENCO, y un toro embolado para la chistosa mojiganga del Chasco de los Viandantes, o la Entrega del Criado. “Concluyendo la función con un gran coleadero de cuatro toros a la competencia. BERNARDO GAVIÑO.37

PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 26 de abril. Toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Apunta El Espectador, año I, Nº 25 del 25 de abril de 1846: La empresa que se desvive por complacer a este recomendable público, de quien he recibido los más seguros testimonios de su generosidad y benevolencia, ha preparado para la tarde de este día una corrida de cinco arrogantes toros de la bien acreditada raza de Atenco, los que tan soberbiamente jugaron en la corrida pasada. Orden de la función.-Después de la lid del tercer toro, se presentará en la plaza la famosa travesura campestre de jinetear cuatro novillos a la vez. Concluida esta diversión, tan agradable el público, se echará un novillo, a efecto de que luzca la pericia y bravura de algunos perros de presa. Dando fin a la función con la lid de los demás toros de la misma raza y uno de cola.

PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉXICO. El naturalista y botánico Carl Bartholomaeus Heller (1824-1880), nacido en Moravia y entonces parte del Imperio austriaco, nos demuestra la gran tradición ganadera que surgió en alguna regiones como el Estado de México, pues al margen de describir también una corrida en la ciudad de Toluca a la cual asistió en 1846, destaca a los toros de la hacienda de Atenco como los más bravos y valientes38.

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Lanfranchi, Op. cit., p. 135. Carl Bartholomaeus Heller, Viajes por México en los años 1845-1848. Traducción y nota preliminar de Elsa Cecilia Frost, México, Banco de México, 1987, págs., 157-159. 38

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1847 Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 39 67)s/n Señor D. José Juan Cervantes Atenco, 22 de enero de 1847 (...) De ganado del cercado contamos hoy con 3000 cabezas, entre ellas muchos toros buenos para el toreo. Román Sotero (Rúbrica)

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SOBRE CORRIDAS DE TOROS EN 1847… Hasta hace algún tiempo se tenía la creencia de que, a raíz de la invasión norteamericana a nuestro país, y que se consumó de manera dramática el 14 de septiembre de 1847, cuando el ejército invasor entró a la ciudad de México, la plaza de toros de San Pablo, única que funcionaba por aquel entonces, fue desmantelada para que el maderamen sirviera como parte de las trincheras desde las cuales los soldados y voluntarios mexicanos pudiesen repeler el ataque en un momento verdaderamente tenso y amargo para la historia de nuestro

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país. Por otro lado, el dicho se va diluyendo en función de nuevas razones que le dan un giro al respecto. En primer lugar, existe el argumento de que ya advertidas las autoridades de la capital sobre la marcha emprendida por el ejército estadounidense hacia la ciudad de México, y entre las diversas medidas una de ellas fue organizar una comisión especial, al mando del Lic. José Urbano Fonseca con objeto de establecer los hospitales de sangre que fuesen necesarios para enfrentar el estado de emergencia. De esa forma, fue el 16 de agosto de ese mismo año, cuando el Gral. Manuel María Lombardini se dirige a Fonseca girándole instrucciones para que el Ayuntamiento dispusiera del edificio que pertenecía al colegio de los Agustinos de San Pablo. A dicho lugar fueron enviadas las hermanas de la Caridad con objeto de que estuviesen prestas a la atención de los heridos, habilitándose al interior de dicho espacio el hospital de campaña. Entre los requerimientos de infraestructura fue necesario desmantelar parte de la plaza de toros de San Pablo, aledaña a dicho claustro, de ahí que puertas y lumbreras se convirtieron en camas que sirvieron para dar acomodo a los enfermos. Así era la plaza de toros:

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México pintoresco. Colección de las principales iglesias y de los edificios notables de la ciudad. Paisajes de los suburbios. L. introducción por, Francisco de la Maza. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1967. Ils. Pocas imágenes existen sobre la Real Plaza de toros de San Pablo. Esta vista corresponde al apunte de un pintor anónimo quien, para 1853 alcanza la gloria de ver publicado su México pintoresco. De entre las 45 acuarelas, la Nº 11 ilustra los exteriores de la famosa plaza de toros de San Pablo, que funcionó entre 1788 y 1864 en la ciudad de México.

Antes de esta disposición, el domingo 17 de enero de 1847 se celebraba en San Pablo el siguiente festejo:

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Además, de la exhaustiva revisión a la prensa de la época fue posible encontrar datos en al menos dos festejos por aquellos días:

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Cartel anunciador para el festejo del 26 de septiembre de 1847, aparecido en The American Star, D.F., del 26 de septiembre de 1847.

Otro, en muy parecidas circunstancias ocurrió el 17 de octubre siguiente. Juan Bensley que ese era el nombre del empresario o “director de la compañía del Circo americano” estaba en nuestro país desde 1843, como puede comprobarse en el siguiente dato: 2479. 1843. Junio, 26. Juan Bensley solicita licencia para unas funciones que quiere presentar. Caja 77–A , exp. 37, 2 ff.39

Justo ese mismo año, Román Sotero, que era, a la sazón el administrador de la hacienda de Atenco, le planteaba a D. José Juan Cervantes, el propietario en la habitual correspondencia el siguiente asunto:

Señor D. José Juan Cervantes Atenco, 22 de enero de 1847 (...) De ganado del cercado contamos hoy con 3000 cabezas, entre ellas muchos toros buenos para el toreo. Román Sotero (Rúbrica) Yaminel Bernal Astorga: “Fondos del siglo XIX (1826–1861). Inventario de las cajas 43 a 111–A de la Sección D.” Archivo Histórico del Municipio de Colima. 2002. 533 p., p. 293. 39

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Lamentablemente, siendo tan pocos los datos, aún así ha sido posible concebir una idea del pulso taurino en un año por demás complicado como fue el de 1847.

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The American Star, D.F., del 17 de octubre de 1847.

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1848 Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 35 64)s/n (f. 12v. y 13): Demanda que ha instruido D. José Hernández contra D. José Juan Cervantes respecto a una sentencia de remate sobre ganado embargado, a lo que Cervantes mismo justifica que sí son razonables los elementos que le benefician, es decir, en los cargos a su favor. (José Hernández) Fundado en el derecho que tenía para designar los bienes, en que debía hacerse el embargo, señalo en ganado bacuno que tiene en la hacienda de Atenco de su propiedad y esperando que lo hacía del que se halla en el nombrado cercado de dicha finca, o de cuyo ganado según el estado u 38, último, que había recibido de las existencias de la mencionada hacienda, y que puso de manifiesto, había en 23 de septiembre próximo anterior, dos mil, setecientas, treinta y cinco cabezas (2,735), que a la fecha podían estar aumentadas, y el ministro ejecutor hizo y trabó la ejecución en el mencionado ganado en lo que bastare a cubrir la suerte principal y las costas. Pues bien cualquiera que no tenga inteligencia ni conocimiento en este ramo creerá que con esta ejecución se ha hecho algo, cuando en realidad no se ha adelantado nada. Ese ganado es el bravo de que absolutamente no se puede disponer, ni se puede sacar porque no hay quien lo compre y solo tiene uno para las corridas, cuando las hay, de que resulta como ha dicho, ilusoria la providencia y es de absoluta necesidad (...) Octubre 21 de 1848.

Sr. D. Francisco J. de Heras Casa de U. Nov. 30 de 1848 Mi apreciable amigo Estimaré a U. tenga la bondad de decirme al Juez de esta 1º Si en las varias épocas que ha tenido U. negociación de Toros, es cierto que me ha comprado para las corridas ganado da de la hac de Atenco pagándome desde 29 hasta 407 cabezas. 2º Si así lo ha verificado no solo en corto número sino comprándome partidas hasta de 200 toros. 3º Si esta se (tran) sin dificultad a los potreros q. U. ha tenido en las inmediaciones de México y se conserban en a ellas del mismo modo interin no se necesitan p. las corridas. 4º Si por esto y por el conocimiento que las expresadas compras le han dado del ganado creo que sea de fácil realisación. Agradeceré a U. se sirva manifestarme sobre cada una de las anteriores preguntas o

mandando la que guste a su afmo. am. q. B.S.M. José Juan Cervantes.

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PLAZAS DE TOROS DE NECATITLÁN Y PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Sor. Dn José Juan Cerbantes. Casa de U. y Dic. 1º/1848 Muy Sr. mío y apreciado amigo: en contestación a la que antecede debo decirle: que no solo lo gasté en la plaza de toros de mi propiedad en Necatitlán, sino también en la de San Pablo pagándole a U. pr. cada cabeza hasta el precio de 45 p.s En cuanto a la 2ª hemos contratado todo el ganado del cercado de Atengo que he necesitado para mis corridas, y espero de su amistad que me facilitare muy pronto cuanto necesite. En cuanto a la 3ª es cierta en todas sus partes. Respecto de la 4ª no solo tiene estimación preferente a otro ganado. p.a la lid, sino aun p.a el tajón por el incomparable sabor de su carne. Queda de U. afmo. y Atto S. Q.S.M.B. Francisco Javier de Heras (Rúbrica). Demanda que ha instruido D. José Hernández contra D. José Juan Cervantes respecto a una sentencia de remate sobre ganado embargado, a lo que Cervantes mismo justifica que sí son razonables los elementos que le benefician en los cargos a su favor.

GRANDES FUNCIONES EN TENANCINGO. Del 8 al 12 de diciembre. Se lidiarán veinticuatro toros de la acreditada raza de Atengo (Atenco) los días 9, 11, 14 y 17, para lo cual se ha contratado una buena compañía de toreros de México. Por lo tanto, son cuatro encierros de Atengo y/o Atenco los que se consideran para este registro.

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1849 PLAZA DE TOROS DE TENANGO, EDO. DE MÉX. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 39 68)s/n Señor José Juan Cervantes. Tenango. Diciembre 6 de 1849 Mi apreciable amigo y Sor. Mi compadre Dn. José María Garduño pasa a esa para cerrar definitivamente el trato de los quince toros escogidos de que le hablé a U. en mi anterior; bajo la inteligencia de que quieren los vecinos de este lugar que se pastoreen por cuenta de la hacienda, quince o veinte días antes de la fiesta, y que su condición hasta esta villa sea por cuenta de la misma hacienda. No puedo menos de reiterar a U. la misma súplica que le hice en mi anterior; y de recordarle que ahora un año me ofreció U. darme toros a veintiocho pesos. También me tomo la libertad de llamar la atención de U. a que no son los mismos los gastos y el maltrato de los bueyes para traerlos a esta población; que me parece indudable que el cercado tiene los toros bastantes para cumplir los compromisos de U. que para vender la corta partida de quince más; pues de lo contrario estoy persuadido de que no vendería U. un solo toro aunque le dieran por el quinientos pesos. Recivale U. mis repetidas molestias que disponga como gasto de la inutilidad de su sincero amigo y seguro servidor Q.S.M.B. Feliciano Sierra y Rosso (Rúbrica)

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1850 PLAZA DE TOROS DE TEXCOCO, MÉX. Del 24 al 31 de enero. Se lidiarán TOROS de las haciendas de Atengo, del Astillero y San José del Carmen: escusado es el recomendar dichas (4) corridas, pues bastará anunciar, está encargado de ellas el hábil profesor en la Tauromaquia, D. Bernardo Gabiño, por lo que el público no tendrá que desear. (El Universal, 9 de diciembre de 1949, p. 4).

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PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 23 de febrero. (…) para la corrida están separados los bravísimos toros de Atenco del Rincón de San Gaspar.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, PUEBLA, PUE. Domingo 31 de marzo de 1850. “Habiendo vuelto a esta capital el que suscribe, y deseoso de complacer al respetable público, tiene la satisfacción de presentarle una escogida compañía de toreros a lidiar en la tarde del Domingo 31 del corriente cincotoros de muerte y uno embolado, de la selecta raza de Atenco, ganado escogido y conducido por mí a esta ciudad, cuya función dedico al respetable público. La plaza está mejorada y pintada al estilo moderno de las de Europa; la compañía se compone de los mejores artistas en la Tauromaquia que he podido reunir en la república, y son los siguientes: Director y 1ª espada 2ª idem 2ª idem Banderilleros Idem

Picadores

Bernardo Gaviño Mariano González Fernando Hernández Idem Secundino Sánchez José Mendoza Francisco Cuellar Magdaleno Vera, (el Charro) Miguel Morado. Hilario Rojas, (maestro del Charro)

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Locos Cacheteros, lazadores

Antonio Escamilla José Perea José María Sánchez Resto de la compañía.

La música del batallón de Yturbide tocará una escogida obertura, a continuación seguirá la lid; y en uno de los intermedios se presentarán dos niñas, una de cinco y otra de nueve años, a ejecutar varias suertes y equilibrios, que han merecido la aceptación en los lugares que han trabajado conmigo. Esta es la función que ha pedido combinar nuestro servidor. Bernardo Gaviño. PAGAS Sombra 4 rs. Sol Lumbreras con 8 boletos 5 ps. Medias lumbreras con 4 boletos 2 ps. 4 rs. Boletos sueltos de lumbrera 5 rs. La función comenzará a las cuatro de la tarde. Imprenta de Atenógenes Castillero

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2 r.s


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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, PUEBLA, PUE. Domingo 7 de abril de 1850. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Probablemente toros de Atenco o Tascolpa, incluyendo el baile montañés “Los Tecomatitos”.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, PUEBLA, PUE. Domingo 14 de abril de 1850. Gran función de toros é indios apaches y comanches. Cinco toros de Atenco para la cuadrilla de Bernardo Gaviño.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, PUEBLA, PUE. Domingo 21 de abril de 1850. Gran función de toros é indios apaches y comanches. Cinco toros de Atenco para la cuadrilla de Bernardo Gaviño.

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Interior de la plaza de toros del “Paseo Nuevo” en Puebla. En Miguel Luna Parra / Federico Garibay Anaya: México se viste de luces. Un recorrido histórico por el territorio taurino de nuestro país. Guadalajara, Jalisco, El Informador, Ágata Editores, 2001.232 pp. Ils., fots., facs., maps., p. 155.

PLAZA DE TOROS DE TACUBAYA, D.F. Domingo 19 de mayo. El domingo 19 se jugarán cuatro tapados de a 50 ps. cada uno, y un mochiler de a 100, comenzando en punto de las 12, para dar lugar a que se presente el hábil profesor en la tauromaquia D. Bernardo Gaviño, a lidiar cinco toros de la acreditada raza de Atenco.

PLAZA DE TOROS DE TACUBAYA, D.F. Lunes 20 de mayo. Los gallos serán lo mismo que el día anterior, y en los toros se presentarán dos indios legítimos comanches, quienes matarán de un flechazo a un toro, y se ejecutarán otras varias equitaciones que agradarán al público. Participa la cuadrilla de Bernardo Gaviño. De hecho, se entiende que los toros procedían de Atenco.

PLAZA DE TOROS DE TACUBAYA, D.F. Martes 21 de mayo. Después del mochiler habrá Moros y Cristianos, siguiéndose la tapada y concluyendo con la última corrida de toros; en donde habrá uno embolado que será lidiado por los hombres Gordos de Europa. La empresa no ha omitido gasto ni sacrificio de ninguna clase para complacer al público con la función que ha arreglado en muy poco tiempo. Los toros serán todos puntales y de muerte. De hecho, se entiende que los toros procedían de Atenco. Los vestidos de los lidiadores llamarán la atención por su riqueza y novedad. Participa la cuadrilla de Bernardo Gaviño.

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PLAZA DE TOROS DE TACUBAYA, D.F. Domingo 2 de junio. Deseosos los encargados de estas funciones de corresponder debidamente a la buena acogida que han merecido del público, no han perdonado medio ni gasto de ninguna especie para que esta corrida sobrepuje, si es posible, a todas las anteriores. Los toros que se han de lidiar, son de la muy conocida y acreditada ganadería de ATENCO, los cuales, para que el público pueda conocerlos como es de costumbre en todas las piezas, se distinguirán con lujosas divisas, de la manera siguiente: NOMBRE DE LOS TOROS

DIVISAS

Orgulloso Bravo Terrible Sanguinario Arlequín

Rosa y blanca Morada y blanca. Azul y blanca Amarilla Azul y amarilla.

La cuadrilla está a cargo del muy acreditado y conocido primer espada, Bernardo Gaviño. Para el último toro, que será embolado, están dispuestos los Hombres gordos de Europa que tanta aceptación tuvieron en la última corrida.-Dicho toro será muerto con flecha por uno de los indios comanches de la cuadrilla. La corrida dará principio a las cuatro en punto de la tarde.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS EN EL PASEO NUEVO, PUEBLA. Domingo 20 de octubre. Mariano González “La Monja”, Fernando Hernández y Andrés Chávez, seis toros de la no común raza de la hacienda de Atenco.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS EN EL PASEO NUEVO, PUEBLA. Domingo 1º de diciembre de 1850. Mariano González “La Monja” y 8 toros de Atenco.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS EN EL PASEO NUEVO, PUEBLA. Domingo 8 de diciembre de 1850. Mariano González “La Monja” y 6 toros de Atenco.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 15 de diciembre. Primera y gran función de inauguración. Función dedicada al Exmo. Sr. Presidente de la República, general de división D. José Joaquín Herrera. Seis arrogantes toros del famoso cercado de Atenco serán lidiados por los diestros discípulos de Bernardo Gaviño. 40

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Op. cit., p. 136. Además: EL UNIVERSAL, 7 de diciembre de 1850, p. 4: AL PÚBLICO. Las corridas de toros. Este espectáculo, tan interesante para los mexicanos, ha sido siempre un objeto, al que he consagrado todos mis esfuerzos; mi afición decidida a esta diversión, el deseo de complacer al público, y las circunstancias de ser dueño de la plaza, me hicieron buscar con ahínco los medios de llegar al término de mi deseo. Llegúe al fin en virtud de fuertes sacrificios y crecidos gastos; pero ellos acaso hubieran sido inútiles, sin la justicia de mi causa y el auxilio de la mano benéfica de una persona sumamente recomendable, cuya reciente pérdida jamás cesaré de sentir. Debo tributarle este triste homenaje de afecto, pues aunque no parece a propósito cuando se trata de dar parte de un objeto festivo, nunca fue importuna la gratitud, ni lo será su expresión para los corazones bien nacidos. El grave disgusto de su pérdida, es lo único que viene a acibarar el placer que me figuré al anunciar al público que la plaza va, en fin, a abrirse, y acaso será antes que termine el presente año, para lo cual estoy trabajando con el mayor empeño, y que las corridas de toros se presentarán con una decencia, con un atractivo y un lujo que antes de ahora no habían tenido. Los toros que se lidiarán han de ser de la muy conocida y acreditada hacienda de Atenco. Los toreros, discípulos del insigne D. Bernardo Gaviño, cuya gracia y valentía será pronto uno de los más interesantes objetos del espectáculo. La música contratada, se compone de los hábiles profesores que sirvieron en el batallón 3º de línea. Los vestidos así de las compañías como de los músicos, y los arneses de los caballos y mulas destinados al servicio del espectáculo, son muy ricos y exquisitos. Como hay muchos señores que gustan ir a caballo a esta diversión, a fin de no causarles la molestia de acercarse a los puntos en que se expenden los boletos, se ha dispuesto, al poniente de la plaza, una casilla para que a ella ocurran dichos señores, quienes encontrarán también un lugar en donde dejar los caballos con toda seguridad y sin costo alguno. Nada absolutamente ha omitido la empresa para dejar contento al público y a sus amigos; si lo logra, quedarán recompensados los afines de su muy adicto S.S.-Javier de las Heras. México, Diciembre 6 de 1850.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS EN EL PASEO NUEVO, PUEBLA. Domingo 15 de diciembre. Mariano González “La Monja” y 6 toros de Atenco.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS EN EL PASEO NUEVO, PUEBLA. Domingo 29 de diciembre. Mariano González “La Monja”. Cinco toros a muerte de la conocida raza de Atenco y un embolado.

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1851 PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Hubo temporada en la recién abierta Plaza de San Pablo (15 de diciembre de 1850) hasta el domingo 2 y el martes 4 de marzo de 1851. Cada tarde fueron lidiados 5 ó 6 toros de Atenco, encargándose de torearlos la cuadrilla de Bernardo Gaviño (4). El número exacto de esta temporada asciende a 14 festejos, todos ellos con Gaviño a la cabeza. Esto es, que los festejos ocurrieron los domingos 22 y 29 de diciembre de 1850; 5, 12, 19 (toros de Atenco) y 26 de enero; 2 (toros de Atenco), 9, 16 y 23 de febrero; domingo 2, martes 4 y nuevamente el domingo 9 de marzo de 1851.

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Portón de la hacienda de Atenco (detalle) a Fuente: ARTES DE MÉXICO. El toreo en México. N° 90/91, año XIV, 1967, 2 . época.

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Aviso. GRAN CORRIDA DE TOROS EN LA NUEVA PLAZA DE SAN PABLO, PARA EL DOMINGO 19 DE ENERO DE 1851, en celebridad de la inauguración a la PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA en la persona del Excmo. Sr. general de división D. MARIANO ARISTA. Invitada la empresa por el Excmo. Ayuntamiento a solemnizar del mejor modo posible la exaltación del Excmo. Sr. general de división D. Mariano Arista a la presidencia de la República, y queriendo aquella dar un testimonio público del agrado con que ha recibido tan plausible suceso, así como de la complacencia con que ve las indicaciones de tan recomendable cuerpo, ha dispuesto una magnífica función, si no digna del objeto, si nunca vista en esta capital, cediendo al expresado Ayuntamiento la mitad de sus productos libres para el objeto de beneficencia pública a que S.E. quiera aplicarlos. PROGRAMA DE LA DIVERSIÓN. A las dos de la tarde se abrirán las puertas de la plaza para recibir al respetable público, quien la encontrará adornada con elegancia; a las tres, una música se situará en la parte exterior de la plaza para tocar diversas piezas de gusto, hasta el momento que llegue el Excmo. Sr. presidente en cuyo acto se izará la bandera nacional, la que será saludada con 21 tiros; en seguida, se hará el despejo de la plaza por una fuerza armada de cien hombres de uno de los cuerpos de la guarnición que se presentarán vestidos de gala. SEIS ESCOGIDOS TOROS De la brava y acreditada raza de ATENCO, lidiarán con todo el esmero y esplendor posible, recibiendo la muerte. Otros dos de raza distinta, servirán para el COLEADERO Para que la concurrencia que tanto nos favorece, de la que estamos tan agradecidos, y a la que queremos complacer de todos modos, ría a su satisfacción; se han dispuesto DOS FANTASMAS Y DOS ENANOS, A los que se les soltará un TORO EMBOLADO. Concluida la corrida de TOROS, al anochecer, repentinamente y en un momento, toda la plaza se iluminará con BRILLANTES Y ESCOGIDAS LUCES DE COLORES, para lo que no se ha omitido gasto alguno. Acto continuo, unos sobresalientes y exquisitos FUEGOS ARTIFICIALES Presentarán un espectáculo verdaderamente lucido y placentero, tocando a la vez una alegre diana tres músicas militares, que en toda la diversión se estarán alternando, a efecto de que no falte en ningún intervalo de ella. Como todo esto demanda grandes gastos, y por otra parte se tenga empeño en que la parte cedida para el noble objeto que se ha indicado sea la mayor posible, se han aumentado los precios de entrada, y suprimido toda donación, en los términos siguientes: PRECIOS DE ENTRADA SOMBRA Lumbreras por entero con 8 boletos 8 pesos Entrada general 1 idem. SOL Entrada general 3 reales. Nota. Los boletos de lumbreras por entero y los de sombra y sol, se expenderán desde la víspera de la función, en la sombrerería del portal de Agustinos núm. 2, en el cajón de la plaza del Mercado números 20 y 21, conocido con el nombre de la Equidad, y el día de la función, en la administración de la Plaza de las diez de la mañana en adelante. INTERESANTE. Teniendo que vencerse algunas dificultades, no se asegura el que haya despejo de la plaza; no obstante, se están practicando cuantas diligencias sean posibles para el efecto. IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. Vidal Hernández. Fuente: colección del autor.

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Aviso. MUY DIVERTIDA FUNCIÓN DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO, Para el domingo 2 de Febrero de 1851. Si los toros de la anterior corrida constituyeron en mucho a complacer a los dignos espectadores, se puede asegurar, sin temor de equivocarse, que los que han de lidiarse en la presente, llenarán completamente el espectáculo; porque a más de ser de los del cercado de Atenco, son escogidos de la estancia nombrada Fuentecillas, de cuyo sitio han complacido sobremanera, por su extremada bravura y corpulencia en la capital del Estado de México, donde se han jugado. La empresa, no queriendo perdonar medio alguno para proporcionar nuevas distracciones y amenizar del modo más divertido esta corrida con otros objetos que llamen la atención, sin detenerse en los gastos que se hagan, ha fijado el siguiente PROGRAMA SEIS DE LOS CITADOS TOROS están dispuestos para la lid, y después de lidiado el segundo, el tercero que será embolado, se soltará en el instante que el público salte al circo para apoderarse de TRES MONTES PARNASOS, Y tomar de ellos los varios efectos de ropa y frutas con que están vestidos; en el mismo acto aparecerá OTRO TORO MÁS, También embolado, llevando en su frente UN TAPAOJO ADORNADO DE MONEDAS DE PLATA, Con el objeto indicado en los Parnasos. Concluida esta travesura tan divertida, saldrá uno de los toros que están preparados para el COLEADERO. Terminado este intermedio, se presentará en la arena el tercer toro valiente, con quien los conocidos y acreditados gladiadores desempeñarán a satisfacción del respetable público, los lances que les pertenezcan. Sacado de la plaza este toro muerto, se aparecerá otro, también atenqueño, para combatir con los VALIENTES PERROS que se le echarán, cuya lucha ha merecido siempre un general agrado. También servirán de mucha diversión las travesuras que los locos desempeñarán en los subterráneos con tramoyas que al efecto se han hecho en la plaza. Para finalizar esta lucida función, han preparado los acreditados COHETEROS DEL BARRIO DE SAN PABLO, un grande y hermoso TORO ENCOHETADO, Que a la mayor imitación circulará por toda la plaza, iluminando con brillantes luces todo el espectáculo. La plaza estará adornada con un vistoso pabellón de bandillas. PRECIOS DE ENTRADA SOMBRA Lumbreras por entero con ocho boletos 6 ps. Entrada general 6 rs. SOL Entrada general 2 rs. INTERESANTE. No pudiendo esta empresa sufrir en silencio lo que refiere en su aviso de Toros, el señor empresario de la plaza de la villa de Tacubaya, sobre que tiene contratados a los mejores toreros que hay en México, para trabajar en aquella plaza, hace presente que los toreros mejores que están contratados y convenidos para trabajar en México exclusivamente, no es dable que se ocupen en el trabajo de otra plaza, sin la anuencia y consentimiento de la empresa de la

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plaza de San Pablo, y mucho menos para el presente domingo; por consiguiente, los mejores toreros que hay en México, trabajan sin duda alguna en la citada plaza de San Pablo, lo que se avisa al respetable público para su inteligencia. IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. Vidal Hernández. Fuente: colección del autor.

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Aviso. MAGNÍFICAS CORRIDAS DE TOROS EN LA VILLA DE TACUBAYA, LOS DÍAS 2 Y 4 DE FEBRERO DE 1851. Dedicadas al Excmo. Sr. general de división presidente de la República, D. MARIANO ARISTA, quien se ha dignado aceptarlas y concurrir. Las dos funciones indicadas se han dispuesto en el orden siguiente: A las tres de la tarde se abrirán las puertas de la plaza y se situará una magnífica música militar, que tocará diversas y variadas piezas de los mejores compositores modernos durante la función. Se lidiarán CINCO TOROS, de la muy sobresaliente y acreditada raza de ATENCO, y para que este espectáculo sea digno del patrocinio e ilustración del jefe de la República y del muy respetable público, se han contratado a los mejores toreros de México. Para terminar la función, cada día se echará un TORO EMBOLADO Para la diversión del público. Con el objeto de que las funciones tengan todo el lucimiento posible, el empresario no ha perdonado diligencia, como tampoco ha omitido gasto alguno para que los trajes de la comparsa, así como las banderillas y adorno de la plaza, sean de los más brillantes, no anhelando su ambición más que dejar complacido a un público tan benévolo. PRECIOS DE ENTRADA Palcos con ocho boletos $8 Entrada a la sombra $1 Idem en el sol 3 rs. Los palcos y billetes, se expenderán en México en la alacena de D. Antonio de la Torre, y en Tacubaya, en la tienda de Cartagena, de las 10 de la mañana a las 2 de la tarde, y de las 2 en adelante en las casillas de la misma plaza. IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. Vidal Hernández. Fuente: colección del autor.

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Aviso. CORRIDA DE TOROS EN LA VILLA DE TACUBAYA, El domingo 9 del corriente (Febrero de 1851). Habiendo visto el empresario de las magníficas corridas de toros en dicha villa de Tacubaya el entusiasmo del respetable público por el muy afamado PRIMER ESPADA MARIANO GONZÁLEZ, y siempre afanoso de complacerlo, se ha apresurado a contratar a este, para que acompañado de su célebre cuadrilla (a quien se ha mandado traer expresamente de Puebla) lidien CINCO TOROS de la muy acreditada raza de ATENCO, conocidos con los nombres de: 1° Polvorilla 2° Rayo 3° El Sierpe 4° El Hércules 5° El León Y aunque se había propuesto llenar un intermedio con algunos figurones a otra pantomima por ese estilo, persuadido de lo sobresalientes que son los cinco toros citados, no duda que el generoso público que honre esta función, quedará satisfecho. Por último, se echará un TORO EMBOLADO La compañía de toreadores, se compondrá de las siguientes personas: Primer espada, Mariano González Segunda idem. Fernando Hernández BANDERILLEROS José María Carrillo Guadalupe Hernández Urbano Villasana Dos locos PICADORES

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Magdaleno Vera Hilario Hernández Antonio Escamilla Muleros y demás comparsa. PAGAS Sombra 1 ps. Sol 3 rs. Lumbreras por entero con 8 boletos 8 ps. Los boletos se expenderán en Tacubaya, en la casa del Sr. D. Manuel Duarte, tienda de la esquina del portal de Cartagena, y en México en la alacena del Sr. D. Antonio de la Torres, esquina de los portales de Mercaderes y Agustinos. NOTA: Con el fin de evitar la confusión que se ha advertido en las lumbreras, los boletos de estas indicarán a la que pertenecen, y también irán numerados del 1 al 8 los de cada una. Comenzará la función a las cuatro en punto. También de acuerdo con el empresario de la PLAZA DE GALLOS, con el objeto de amenizar mas ese día, ha desafiado Dos tapados de a cien y cien. Dos careados de a 50 y 50. Cuatro tapados de 25 y 25. Uno idem de a 30 y 30. Los que comenzarán a jugarse a las doce del día en punto, para que el tiempo permita conciliar estos con la corrida de toros; y en la noche habrá BAILE, para lo cual se adornará el salón destinado al efecto, con el mayor esmero posible. Los precios de entrada a los gallos y baile, serán por separado. Fuente: colección del autor.

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PLAZA DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO, D.F. Domingo 23 de febrero. Discurriendo la empresa sobre los medios más eficaces y lisonjeros que puedan complacer al generoso público, ha combinado una función, que si bien mereció su aceptación la pasada, también será de su agrado la presente. PROGRAMA Los profesores músicos, situados dentro de la plaza, sonarán los clarines y demás instrumentos para que con anticipación se encuentre divertido el espectáculo, el que adornado con bandillas de muchos colores, formando un vistoso pabellón, hermosearán su perspectiva. Para la corrida están separados los bravísimos toros de Atenco del Rincón de S. Gaspar. INTERMEDIO SORPRENDENTE Y AGRADABLE. La victoria adquirida por CUATRO INDIOS APACHES. Por fin de función, saldrá un toro embolado para los aficionados.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 20 de abril. Toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. En dicha tarde se presentó un espectáculo sorprendente, uno de esos portentos que el arte moderno, destinado á realizar las creaciones que la fantasía de los griegos y de los árabes ha producido, será mostrado con todo el lujo y toda la ilusión que pueda desearte: EL CARRO DEL SOL. Dos toros para el coleadero, y otro que sostendrá una lucha con los perros. TOROS EN LA PLAZA PRINCIPAL DE SAN PABLO. Para el Domingo 20 de abril de 1851. El empresario de ella, que no cesa de renovar sus esfuerzos por presentar objetos dignos del público de esta capital, tiene el gusto de ofrecerle un espectáculo sorprendente para el citado día. Uno de esos portentos que el arte moderno, destinado a realizar las creaciones que la fantasía de los griegos y de los árabes ha producido, será mostrado con todo el lujo y toda la ilusión que pueda desearse. EL CARRO DEL SOL, Que por las puerta de rosa del Oriente salía todas las mañanas para dispensar al mundo la luz, la vida y el calor, y que atravesando la bóveda del cielo entraba al fin de la tarde a los palacios de Tetis en los mares de Occidente, se presentará con todo el acompañamiento que la mitología atribuye al dios del día, tocando apenas con la punta del pie uno de los polos de la esfera, girante sobre su eje, en rápida rotación con el cortejo de genios y sílfides, animados y suspendidos por encanto en los aires, tirado por seis hermosos caballos, conducidos por el Tiempo, y llevando a las deidades que simbolizan las bellas artes, la agricultura y la esperanza. Apolo, en el magnífico carro, dará dos y media vueltas en torno del circo con una velocidad admirable. Antes de exhibir, y para proporcionar la hora más conveniente, se verificará una brillante corrida de toros de Atenco, en que habrá dos de otra raza para el coleadero, y otro sostendrá una lucha con los perros. Los grandes gastos que exige esta función, obligan a la empresa a fijar los siguientes PRECIOS DE ENTRADA SOMBRA Lumbreras por entero con ocho boletos 12 ps. Entrada general 1 p. 4 rs. SOL Entrada general 4 rs. NOTA.-Los boletos de lumbreras por entero, y los de sombra y sol, se expenderán desde la víspera de la función en el cajón del Sr. D. J. Calderón, situado en la primera calle de Plateros núm. 14; en la sombrerería del Conejo en el portal de Agustinos núm. 2; en la barbería de la segunda calle de San Ramón, y el día de la función en la administración de la plaza, desde las diez de la mañana en adelante. Dará principio a las cuatro y media. IMPRENTA DE GARCÍA TORRES, a cargo de J. Vidal Hernández. Fuente: colección del autor.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 27 de abril. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. En dicha tarde y con el éxito que tuvo la primera exhibición del poético CARRO DEL SOL, puede calcularse por la incredulidad de varias personas, que no pudiendo concebir el prodigioso esfuerzo del arte, han asegurado ser figuras inanimadas, la de Apolo y la de las dos ninfas que van a sus lados. La empresa tendrá el gusto de volver a exhibir EL CARRO de un modo más perfecto y airoso del que se presentó la primera vez, en que las circunstancias de no haber dispuesto lo necesario para mantener su delicado equilibrio, impidió se colocasen las diosas que representan la Agricultura y la Esperanza. La combinación de los objetos que forman este interesante espectáculo, exige que solo algunos minutos pueda disfrutarse de él, y por esta razón al principio de la tarde se dará una CORRIDA DE TOROS, concluyendo dicha corrida con un Toro embolado para el pueblo.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 4 de mayo. Nueva representación del CARRO DEL SOL. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Se han elegido a satisfacción, unos toros, que desde luego merecerán la aprobación del público y de los cuales cinco serán de muerte y uno embolado para los aficionados del pueblo, cubriéndose los intermedios con el coleadero. (El Universal, 4 de mayo de 1851).

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Jueves 19 de junio. Para la tarde de este día está dispuesta una función mixta-jocosa, que deberá causar la más completa distracción a los dignos concurrentes. Con tan lisonjero fin, se presentará en forma de circo, la Gran Caravana, ó llámese mojiganga, acompañando á las FILIS CON SUS TARASCAS (...). Cuadrilla de Bernardo Gaviño. La denodada compañía de gladiadores trabajará a porfía con los valientes toros de pica, banderilla y muerte que les corresponda, manifestado en ello su hábil destreza. El ágil banderillero Victoriano Guevara, nombrado Chapalangar, ofrece hacer algunas suertes de difícil ejecución, con las cuales se presume agradar más al respetable público. Para amenizar más la presente fiesta, se han escogido a satisfacción los toros del coleadero.

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(Brantz Mayer) estuvo a punto de apresar algo del significado trágico del espectáculo cuando lo vio como un contraste entre la vida y la muerte; un "sermón" y una "lección" que para él cobró cierta inteligibilidad cuando oyó al par que los aplausos del público las campanas de una iglesia próxima que llamaba a los fieles al cercano retiro de la religión, de paz y de catarsis espiritual”. (Juan Antonio Ortega y Medina). Fuente: Antonio Navarrete. TAUROMAQUIA MEXICANA, Lám. Nº 19. “Plaza de Toros de San Pablo”.

PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 27 de julio. 7 toros de Molinos de Caballero (fracción de Atenco). Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Corrida en celebridad del cumpleaños del Exmo. Sr. Presidente de la República, general de división D. Mariano Arista. Después que se haya dado muerte al segundo toro de la lid, se presentará en el circo un artista mexicano, para hacer subir un hermoso Balón o globo. Los demás

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intermedios se cubrirรกn con dos toros para el coleadero. Hermosos y brillantes fuegos artificiales.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 7 de septiembre. Toros de Molino de Caballeros. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Varios individuos, a instancias de innumerables personas aficionadas a esta diversión, y merced a la benevolencia del Sr. D. Javier de Heras, han conseguido en arrendamiento la plaza para dar en ella la tarde de este día, una función que no duda dejará complacidos a los concurrentes. Se han mandado traer expresamente y con muy especial recomendación, siete arrogantes toros de la conocida raza de Molinos de Caballeros. Además, se ha dispuesto, para hacer más amena aún la corrida, una RIFA de una hermosa ternera y dos carneros. (...). Para los intermedios del segundo al tercer toro y del cuarto al quinto, se tienen dispuestos dos toros para el COLEADERO.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 21 de septiembre. Toros de Atenco, Molinos de Caballero (fracción de Atenco) y Xajay. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. La Gran Caravana, compuesta del HOMBRE GORDO, figurones y diablitos a lidiar con un valiente toro embolado. Dos toros del coleadero y un hermoso castillo, figurando la ciudad de Dolores, de cuyas portadas saldrán brillantes fuegos artificiales a imitación de un vivo tiroteo batiendo a los enemigos de la libertad, la que después de haber vencido, hará aparecer en la cúspide de una columna triunfal EL RETRATO DEL INMORTAL HIDALGO, iluminado con relucientes luces que el pueblo le consagra. La empresa suplica al señor juez que presida la presente función, se sirva elegir el toro de la lid que más le agrade, para que la carne o su producido se invierta en el hospital más necesitado. Aviso. GRAN FUNCIÓN DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO. Domingo 21 de septiembre de 1851. Deseando los propietarios de esta empresa dar una prueba inequívoca de sus sentimientos patrios en solemnizar, como es debido, EL ECO que por la vez primera resonó en el pueblo de Dolores por el inmortal Hidalgo, indicando a los mexicanos la senda de nuestra libertad, tienen dispuesta para la tarde del día de hoy una función suntuosa, arreglada en el orden siguiente. SEIS TOROS DE MUERTE, Arrogantes y bravos, serán los que causen en esta lid el mayor contento a los adictos de esta diversión; y será tanto mayor el entusiasmo, como que los toros escogidos al intento, son de la acreditada raza de Atenco, Sajay y Molinos de Caballero, distinguiéndose los primeros con una flor o moño verde, los segundos con blanca y los otros con la encarnada. Para que la digna concurrencia disfrute más a su placer por tan plausible memoria, de otras distracciones, se presentará en uno de los intermedios LA GRAN CARAVANA, Compuesta del HOMBRE GORDO, figurones y diablitos, a lidiar con un valiente TORO EMBOLADO, De la misma raza, cuyo toro se reservará para que los aficionados del pueblo se diviertan con él, haciendo reír a los espectadores. Los demás intervalos de la corrida se cubrirán con DOS TOROS DEL COLEADERO. La empresa se lisonjea en anunciar al público que ha contratado al muy acreditado picador Magdaleno, tan conocido en esta capital, y se estrenará en la presente función. Concluida la lid se presentarán en el circo los hábiles pirotécnicos mexicanos con grande aparato, para formar UN HERMOSO CASTILLO, Figurando la ciudad de Dolores, de cuyas portadas saldrán brillantes fuegos artificiales a imitación de un vivo tiroteo batiendo a los enemigos de la libertad, la que después de haber vencido, harán aparecer en la cúspide de una columna triunfal EL RETRATO DEL INMORTAL HIDALGO, iluminado con relucientes luces que el pueblo le consagra. La plaza se adornará e iluminará con magnificencia. La empresa suplica al señor juez que presida la presente función, se sirva elegir el toro de la lid que más le agrade, para que la carne o su producido se invierta en el hospital más necesitado. Sin embargo de los crecidos gastos que se han hecho para esta función, los precios de entrada serán los de costumbre. IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. V. Hernández. Fuente: colección del autor.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 5 de octubre. Gran función de toros. Segunda actuación del torero José Sánchez “El Niño”, que tantos aplausos se ganó el día de su presentación en la corrida anterior. Siete bravos toros de Molinos de Caballero cuya raza está bien conocida, porque se dice ser de la de Atenco. Se presentará “El Hombre Gordo” y sus figurones montados en burros, para picar y banderillear a un toro embolado de los siete anunciados. A esta travesura de unirá la compañera del hombre gordo, también gorda. Para los intermedios del coleadero están apartados dos toros.41 Aviso. GRAN FUNCIÓN DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO. Domingo 5 de octubre de 1851. Grande es la satisfacción de esta empresa al ver en parte cumplidos sus afanes y desvelos por corresponder a los deseos de sus amigos y demás favorecedores de esta capital, puesto caso que el torero JOSÉ SÁNCHEZ, EL NIÑO, Se presentará por segunda vez en esta plaza. En razón de que no solo fue bien recibido del respetable público en el momento de pisar el circo en la corrida anterior, sino que por la ejecución de sus trabajos mereció un aplauso general simpatizando al mismo tiempo con la digna concurrencia, que le observó la buena disposición en el auxilio de sus compañeros; y si en la primera función se ganó tantas voluntades, tanto mayor será su empeño en las que sigan para satisfacer dignamente tan distinguido aprecio. Para la corrida de esta tarde se han elegido SIETE BRAVOS TOROS De Molinos de Caballero, cuya raza está bien conocida, porque se dice ser de la de ATENCO, y con los cuales la valiente compañía de lidiadores desempeñará las suertes que demarca el libro del gran gladiador Francisco Montes, y otras que les dicte su valor y arrojo. A pedimento de muchos adictos a esta diversión, se presentará EL HOMBRE GORDO Y SUS FIGURONES MONTADOS EN BURROS. Para picar y banderillar a un toro embolado de los siete anunciados; cuya invención causa mucho gusto a los espectadores: a esta travesura se unirá la compañera del hombre gordo (TAMBIÉN GORDA). Para los intermedios del coleadero están apartados dos toros, y con ellos ofrecen los coleadores satisfacer a los aficionados. PAGAS DE COSTUMBRE. IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. V. Hernández. Fuente: colección del autor.

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Lanfranchi, Op. Cit., T. I., p. 138.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 19 de octubre. 6 toros de Molinos de Caballero (fracción de Atenco). Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Para más completar la diversión de la corrida, se presentará por primera vez la torera VICTORIANA SÁNCHEZ, la que picará con el acreditado picador CARALAMPIO ACOSTA, y banderillará al toro alevoso. Coleadero y toro embolado.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 26 de octubre. Gran función de toros. Para la tarde citada, se lisonjea esta empresa de anunciar al distinguido público que se presentarán los toreros Pablo Mendoza, Andrés Chávez, Victoriano Guevara y Vicente Guzmán, tan conocidos por su acreditada habilidad en esta plaza, los que no habían trabajado en las anteriores corridas en virtud de haber tenido la empresa que satisfacer un compromiso amistoso, los cuales ofrecen continuar sus tareas con la aplicación y entusiasmo de siempre. Seis toros de muerte y dos para el capeo de las muy recomendables razas

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de La Huaracha y Molinos de Caballero, distinguiéndose los primeros con la divisa encarnada, y los segundos con la blanca. Nombre de los bichos: 1º El Terrible 2º El Pendenciero 3º El Rayo

4º El Polvorilla 5º El Traicionero 6º El Busca Pleitos

Dos toros más habrá para el coleadero, finalizando la corrida con un valiente toro embolado para los aficionados del pueblo.42

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Lanfranchi, Op. Cit., T. I., p. 138.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 2 de noviembre. Toros de Molinos de Caballeros (fracción de Atenco) y la Huaracha. Estos datos pueden confirmarse en la publicación del cartel que apareció en El Ómnibus, D.F., del 8 de noviembre de 1851, p. 4, que dice, entre otras cosas: “…Seis bravos y arrogantes toros de los Molinos de Caballero y la Huaracha, cuyas acreditadas razas no dejaron que desear en la corrida pasada…”

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 9 de noviembre. Toros de Molinos de Caballeros (fracción de Atenco) y la Huaracha. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Habiendo llegado de Querétaro á esta capital la torera Dolores Baños, se presentará por primera vez en esta plaza á desempeñar el arriesgado lance de dar muerte al quinto toro con una banderilla que le pondrá en el testuz. Gran Mojiganga y toro embolado.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 16 de noviembre. Seis arrogantes toros de muerte: dos descendientes del bravísimo toro León, que salió del cercado de Atenco, dos de la acreditada raza de Guatimapé, y dos de la Estancia del Capulín. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Dos toros para el coleadero y toro embolado. Aviso. PLAZA PRINCIPAL DE TOROS EN LA DE SAN PABLO. CORRIDA DE TOROS Para la

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tarde del domingo 16 de Noviembre de 1851. Para la tarde de este día se jugarán SEIS ARROGANTES TOROS DE MUERTE: Dos descendientes del bravísimo toro León, que salió del cercado de Atenco, dos de la acreditada raza de Guatimapé, y dos de la Estancia del Capulín. DOS TOROS PARA EL COLEADERO Cubrirán los intermedios, y un bravo y bonito TORO EMBOLADO Saldrá por final de corrida para los aficionados del pueblo. IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. V. Hernández. Fuente: colección del autor. Los toros se llamaron: 1º El Alacrán 2º El Bravo 3º El Matagente

4º El Arrogante 5º El Fiero 6º El Leñero

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Gran corrida de toros en la Plaza Principal de San Pablo. Para la tarde del domingo 14 de diciembre de 1851, a las cuatro de la tarde en punto. Se lidiarán seis bravísimos toros de muerte de la ya muy conocida y muy acreditada ganadería del Infierno (procedentes de la muy conocida raza de Atenco, N. del A.), cuyos nombres son: 1, Satanás; 2, Quiebrahuesos; 3, Macacao; 4, Inquisidor; 5, Geremías; 6, Periodista. Gran lucha del oso “Cochero” con el toro “Notefíes”, la que tendrá efecto después del segundo toro de lidia. Concluido de lidiar y matar el toro “Inquisidor”, que es el cuarto, habrá en la plaza un divertidísimo jaripeo o manganeo de caballos y mulas serreras. Desde el principio de la función se hallarán en el circo dos estrambóticos Dominguejos perfectamente construidos para estrenarlos en la función de este día. Para cubrir intermedios se echarán de fiesta de coleadero dos toros y por fin de fiesta un embolado para regocijo del pueblo. Por su parte, la sobresaliente compañía tauromáquica de esta plaza, queriendo asimismo demostrar al público su agradecimiento con que la colma cada vez que en la lid se presenta, ha pedido a la empresa que para el referido día se anuncien las siguientes difíciles suertes que entre otras muchas se han de ejecutar: Los picadores montarán en pelo caballos serreros para picar uno de los toros de muerte. El espada José Sánchez, conocido por El Niño, ejecutará el difícil salto del célebre Montes sobre uno de los toros de lid, cuya hazaña se la ha granjeado los más estrepitosos aplausos cuantas veces la ha ejecutado. Precios de entrada: Sombra, Lumbreras por entero con ocho boletos, 5 pesos; entrada general con boleto, 6 reales; Sol: entrada general con boleto, 2 reales.

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PLAZA PRINCIPAL DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 21 de diciembre. Gran corrida a las cuatro en punto. Seis bravísimos toros de muerte de la famosa ganadería de El Infierno, procedentes de la muy conocida raza de Atenco. Por última vez se presentará en la plaza la célebre Soledad Gómez a ejecutar las difíciles suertes que ya conoce el público. En uno de los intermedios, tendrá efecto la divertida travesura de “El Hombre Gordo” con su correspondiente comparsa de figurones. Habrá dos toros para el coleadero y uno embolado. El acreditado y valiente picador Caralampio Acosta montará en un toro bravo y garrochará a uno de los toros de muerte”.43

43

Ibidem., p. 139.

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1852 PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 11 de enero. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 18 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18 19)18/3 Cervantes, José María, Sr., a su hijo (José Juan Cervantes) informándole de la venta de 8 toros para una corrida.-Méjico, enero 19 de 1852. 1f. “Mi querido hijo Varias veces me han visto algunas personas con el fin de que me interesara contigo para que bendieras toros; más yo siempre me he escusado de tomar parte en estos negocios para dejarte obrar con toda libertad que es necesario, pero anoche no he podido excusarme en un compromiso de esta especie, pues el ministro Ynglés y el Español personas apreciables y con quienes llevo relaciones me han sorprendido pidiéndome ocho toros de Atenco para una corrida particular que van a dar próximamente los toreros españoles (...)” “Al Sr. D. José Juan Cervantes. “Muy estimado amigo y Sor. Escribo a V. en la misma plaza, al mismo tiempo de concluir la corrida, para manifestar a U. la notabilísima diferencia que ha habido en la corrida de hoy,

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comparada con la del domingo pasado en términos de haberse metido el último toro por no haber jugado absolutamente. No sabemos si será porque este estuviera enfermo, o porque tal vez se haya traído equivocadamente sin ser de los del juego del cercado. “Pero lo que si no tiene duda es que la permanencia aquí de una corrida los ocho días que pasan después de su llegada los rebaja de tal manera que perdemos el crédito U. y yo, y solo lo podemos remediar trayéndose corrida por corrida aun cuando sea para U. más molesto, y que tengamos que erogar algún gastito en los baqueros conductores. Ese es el objeto de la presente que llegará a manos U. a tiempo de que pueda dar sus órdenes para que solo venga ahora una corrida de seis toros en lugar de los 12 pedidos. Creo que en esto además de hacernos a nosotros un servicio muy particular que agradeceremos a U. debidamente el crédito del ganado se conservará intacto, como hasta aquí y no volveremos a tener otro disgusto como el de esta tarde”. Vicente Pozo.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 25 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18 17)18/1 Pozo, Vicente, carta desde la ciudad de México, le comunica que ha recibido 13 toros de un pedido. Méjico, enero 25 de 1852. 1f. Sr. D. José Juan Cervantes Méjico enero 25 de 1852 Mi muy Apr.e amigo y Sor. Con su enviado Francisco Recillas he recibido ayer su muy grata fha 20 y con ella los trece toros (13) de mi pedido inclusos (sic) los siete que había separado Bernardo. Hoy deben jugar 6 según verá. V. por el anuncio adjunto y habría tenido una verdadera satisfacción si U. hubiera podido venir para verlos lidiar. Espero que será otro día, y mientras tanto me repito de V. afmo. amigo y S.S. Q.S.M.B.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18 18)18/2 Cervantes, José Ma. le informa a su hermano del éxito de una corrida de toros y del entusiasmo de su afición a esa clase de diversión. Méjico, enero 26 de 1852. 1f.

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“Con mucho gusto te participo que la corrida de toros ayer ha sido tan sobresaliente que por voz general se dice que hacía mucho tiempo que no se veía igual: los toros jugaron como uno leones y á cual mejor, diez y ocho caballos hubo entre muertos, heridos y lastimados Magdaleno y otros dos picadores”. (...)Tu hermano José María.

PLAZA DE TOROS EN METZTITLÁN (hoy estado de Hidalgo). Fiestas en Metztitlán, del 25 al 31 de enero de 1852. (…) Los días 27, 28 y 29, se jugarán veintiún tapados de gallos, habiendo en los mismos días corridas de toros, de los acreditados de Vaquerías. (La Vaquerías, o Vaquerías, fue una de las estancias de Atenco).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 1º de febrero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18

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20)18/4 Pozo, Vicente, le comenta la corrida de toros de ese día y nota sobre la organizada por J. Manuel Lebrija.-México, febrero 1 de 1852. 1f.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18 21)18/5 Pozo, Vicente, le comenta una corrida y pica de los toros, y le avisa de la selección de 6 toros para una corrida que hará Silverio Guzmán. Méjico, febrero 5 de 1852, 1f.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 8 de febrero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco.

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“Siendo una diversión constantemente solicitada la del coleadero, se eligirán (sic) dos toros para el efecto; y al fin de que los aficionados tengan una distracción más completa, el toro embolado de costumbre llevará la frente cubierta de monedas de plata, como se verificó en una de las corridas anteriores, con tanto agrado del público”.44

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 15 de febrero. Función a beneficio de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. El más feroz de esos bichos será 44

Ibidem., p. 142.

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adornado de lujosas banderillas por el beneficiado, quien las dedica expresamente al bello sexo de esta ciudad.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 22 de febrero. Función de Carnaval. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18

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22)18/6 Lebrija, José Manuel, le comenta una corrida de toros.-Méjico, febrero 23 de1852, 1f. “...la corrida de ayer fue muy buena, pero como el público a la vez de ignorante imprudente, hicieron meter el 5º toro porque no le entraba a la pica, que para los de a pie hubiera sido asombroso; según lo que ví fueron (...) nomás como 14 caballos”. José Manuel.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Martes 24 de febrero. Última función de carnaval. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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El siguiente dato es por demás interesante y revelador. En el Archivo de Notarías se encuentra un acta notarial, la Nº 47098, realizada frente al notario Francisco Villalón, para que la ganadería de Atenco se convirtiera en surtidora de 180 a 200 toros a partir del 16 de marzo de 1852. Por tener un significado relevante, me parece oportuno incorporar el resumen de dicho documento, presentado en la página virtual del Colegio de México en la siguiente forma:

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¿Qué trajo como consecuencia tal documento? A lo que parece, la hacienda de Atenco surtió por 29 tardes en lo que restó de aquel 1852 de igual número de encierros, lo que puede significar el cumplimiento de tal contrato.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 11 de abril. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 18 de abril. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. “Se destinarán como siempre dos toros para el coleadero, y por último el toro embolado de costumbre”.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 25 de abril. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 2 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 9 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros del cercado de Atenco, de los puntos de La Isleta y el Rincón de San Gaspar, que tanto éxito tuvieron el domingo pasado. Dos toros para el coleadero. “Con el designio de amenizar más la corrida, se repetirá por segunda vez la diversión de Manganear y Jinetear Potros Cerreros. Concluyendo la función con el toro embolado...”45 En El Ómnibus, D.F., del 8 de mayo de 1852, p. 4, aparece la siguiente observación: TOROS.-En las dos plazas que hay en esta capital, la de Bucareli y la de San Pablo, se está lidiando muy buen ganado; en ambas hay toreros y toreadores ágiles, diestros y atrevidos. En la plaza de San Pablo ya no se tiene por gracia poner banderillas con mango de tres 45

Ibid., p. 144.

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cuartas de largo, desde que Pablo (Mendoza) y Andrés (Chávez) inventaron clavar rosas a los bichos en el cerviguillo, con tanta facilidad como el torilero pone su moña en el lomo del animal al salir deslumbrado del toril. ¿Por qué no imita estas mejoras tauromáquicas la compañía de Bernardo Gaviño?

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 16 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 23 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco. Espectáculo extraordinario de Venados y Perros.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 30 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 6 de junio. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 10 de junio. Día de Corpus Christi. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 13 de junio. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 20 de junio. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 27 de junio. Última corrida de la temporada. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. Además: Toro de once y diversión de la Tarasca.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 23 de septiembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 26 de septiembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco.46

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Ib., 146-8. PLAZA DEL PASEO NUEVO. Domingo 26 de septiembre de 1852. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco. “Deseando la empresa proporcionar cuanto antes a sus numerosos favorecedores, la diversión de toros de que han carecido por tanto tiempo, ha dispuesto comenzar sus corridas en este día. “Se lidiarán 6 toros de Atenco. En el intermedio se echarán dos toros para el coleadero, concluyendo la función con el toro embolado de costumbre. La función comenzará después de la cuatro, si el tiempo lo permite. (El Siglo XIX, Nº 1367, del sáb. 25 de septiembre de 1852). Se trata de la primera crónica taurina publicada en México.

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Hubo un acontecimiento de importancia significativa derivada del festejo ocurrido el 26 de septiembre de 1852. Veamos de qué se trata. Heriberto Lanfranchi califica a la crónica de aquella tarde, como la primera de carácter taurino publicada en México. Dada la importancia del acontecimiento que se reseña, trasladamos aquí tal testimonio. En él, vamos a encontrarnos con características muy particulares de los toros lidiados aquella ocasión, y que cumplen con el fenotipo navarro. Enseguida de traer hasta aquí la reseña, necesaria para entender algunos factores sobre el tipo de toro de lidia criado en Atenco, me ocuparé abordando un tema en el que la influencia del gaditano pudo dejarse ver en dicha situación. PLAZA DEL PASEO NUEVO.-Domingo 26 de septiembre de 1852. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco. Deseando la empresa proporcionar cuanto antes a sus numerosos favorecedores, la diversión de toros de que han carecido por tanto tiempo tres meses, N. del A., ha dispuesto comenzar sus corridas en este día. “Se lidiarán 6 toros de Atenco. En el intermedio se echarán dos toros para el coleadero, concluyendo la función con el toro embolado de costumbre. La función comenzará después de las cuatro, si el tiempo lo permite. (EL SIGLO XIX. No 1367, del sábado 25 de septiembre de 1852). PRIMERA CRÓNICA TAURINA PUBLICADA EN MÉXICO: “FIESTAS DE CUERNOS.-...En la tarde de antier se presentaron seis animalitos de la famosa raza (Atenco), chicos, vellosos en la frente y cuello, y ligeros como todos los de la hacienda de don J. J. Cervantes (el dueño de Atenco en 1852. N. del A.). La concurrencia fue numerosísima en la sombra; en el sol, como pocas veces la hemos visto; y la azotea bien coronada de gente. El interior de la plaza no ha presentado novedad alguna, ni la necesita, pues se conserva tan primorosa como el día que se estrenó; más el exterior que tiene el soberbio adorno en su frontis de una hermosísima casa, que según sabemos, se destina para café, billares, etc... “A las cuatro y cuarto de la tarde comenzó la corrida con asistencia del Exmo. Sr. Presidente. La cuadrilla de Bernardo se presentó formada de dos espadas, cuatro banderilleros, dos chulillos, dos locos, cinco picadores y dos coleadores, todos bien vestidos, como se acostumbra siempre en esta plaza. “Antes de comenzar nuestros artículos de cuernos, suplicamos a los peninsulares no establezcan comparaciones entre sus cuadrillas y las nuestras; pues en España, en primer lugar, se hace un estudio especial y detenido de Tauromaquia, y en segundo, allá los grandes toreros tienen sueldos que equivalen a una fortuna, cosa que aquí no podría proporcionarse. Así, pues, huyendo de toda comparación y concretándonos a México, es como haremos nuestras calificaciones. “El primer toro que se presentó a la lid era colorado, muy velloso en la frente, corni-cerrado, muy bien armado, ligero y entrador: tomó cuatro varas de Ávila y tres de Magdaleno, una de éstas sobresaliente; y habiendo quedado muy mal herido su caballo, creemos que habrá muerto. Delgado y “El Moreliano” quisieron poner sus dos pares de banderillas adornadas, y sólo pusieron una cada uno; después puso el primero un par de corrientes bien, y otro regular, e igualmente “El Moreliano”, aunque el par que éste puso bien, nos gustó más que el de Delgado. La espada la tomó Bernardo Gaviño y mató al animal de un mete y saca regular. “Segundo toro. Colorado retinto, corni-cerrado, muy velloso, poco ligero y recelosísimo, pues rara vez se puso en suerte. Recibió cinco varas de “Champurrado” y dos de Cruz; del primero dos buenas, y una del segundo. El andaluz Joaquín le puso una banderilla muy adornada y dos corrientes, éstas bastante regular: al saltar este banderillero la valla, el toro quiso brincar tras él, y aunque no lo salvó, le rompió el calzón: repetidas desgracias de éstas le han sucedido y seguirán sucediendo a este andaluz por demasiado confiado al saltar la valla; mientras olvide que los toros de Atenco se distinguen por su tenacidad en seguir al bulto, recibirá más y más golpes, que algún

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día lo inutilizarán para siempre. Un nuevo banderillero que no conocíamos, José María, puso un par de banderillas adornadas y otro de corrientes bastante regular. Lo mató Mariano González de un mete y saca, que si hubiera sido un poco más alto habría recibido nuestros aplausos. “Tercer toro. Color oscuro, vulgarmente conocido bajo el nombre de hosco, y para que nos entiendan los rancheros, josco, corniabierto, el más grande de la corrida, muy ligero y entrador. Ahora es tiempo de hacer advertir a los picadores la ventaja que hay en esperar a los toros, sobre ir a buscarlos; cuando el animal sale del chiquero con toda su ligereza, corre por el circo deslumbrado, y si se le sigue, además de cansar al caballo, el toro se acostumbra a huir. Si nuestros picadores no abandonan esta manía de correr tras el bicho, y la de coger la pica larga, no saldrán nunca de chapuceros. Recibió cuatro varas de Ávila y ocho de Magdaleno, casi todas éstas buenas, una sobresaliente. “Champurrado” le dio un buen pinchazo, pero habiéndole derribado del caballo, el toro jugaba por el suelo con éste y su jinete; Bernardo, que nunca pierde de vista a toda su cuadrilla, cuando vio en tamaño conflicto al picador, tomó la cola al bicho, el que dando vueltas, hizo tropezar a aquél, y se vieron por algunos segundos a ambos toreros ser el juguete de los cuernos del animal. Sin embargo, se pararon ilesos, cosa que produjo un aplauso y entusiasmo en toda la concurrencia, difíciles de referir. Cruz dio dos piquetes, y en segundo hizo la barbaridad que otras veces, y que se le aplaude mucho en el sol, y por la que merece un mes de cárcel. El toro ensartó al caballo, y el picador se bajó de éste y cogió al bicho de los cuernos, queriendo dominarlo, como otras veces ha hecho con toros más chicos; el presente, que era grande y fuerte, no permitió el desacato, y a no ser por Bernardo, el bárbaro Cruz es víctima de su temeridad. No nos cansaremos en reclamar contra este acto de barbarie, digno de los comanches y apaches, ni de suplicar al empresario y a las autoridades que presiden, corrijan esta audacia imprudente que hará morir algún día a ese picador a la vista de todo el público. Delgado y “El Moreliano” pusieron cada uno su par de banderillas adornadas, y un chulillo, Manuel, clavó un par medio regular; no dudamos que llegue a ser un buen banderillero con el tiempo. Llevó la espada el capitán, y después de un golpe en hueso, le dio un buen mete y saca. “Toro cuarto. Del mismo color que el anterior, cornigacho y entrador. Recibió siete varas de “Champurrado” y seis de Teodoro: este muchacho acaba de salir de una larga enfermedad, así que nada extraño es que la falte pujanza para sostener a su cornudo antagonista; entre los piquetes del primero hubo tres buenos, y en uno de éstos dejó dentro la garrocha al toro por más de dos minutos; este bárbaro accidente, que llaman desabotonarse la pica, es visto con mucho desagrado por el público de la sombra, y quisiéramos que se tratara de corregir a toda costa. También vimos otra cosa que mucho nos desagrada, y es picar y poner banderillas al mismo tiempo. Esto fatiga mucho al animal y no le deja entrar bien para la muerte: hágalo enhorabuena Bernardo con el toro que ha de matar; pero no con los ajenos. Si este toro no hubiera sido por sí tan bueno, estamos seguros que Mariano habría degollado al bicho; Bernardo fue el único que puso banderillas, y fueron dos pares de adornadas con lujo y cinco pares comunes, todas bien puestas. El señor de la corrida fue Mariano González, que a la primera estocada en los rubios, o sea en la cruz, mató con gran primor al animal. Bien, muy bien don Mariano; si en las tres corridas siguientes dais la misma estocada, os ofrecemos llamarla, ya que hoy está de moda ese nombre, “la estocada Mariana”. ¿No veis el entusiasmo que produce en el público este modo de matar, mientras que da náuseas y horripila ver derramar bocanadas de sangre al pobre cuadrúpedo? Aplicaos a repetir la estocada de hoy, y contad con nuestros aplausos. “Toro quinto. Del mismo color que los dos anteriores; estaba muy corneado; recibió cuatro varas de Ávila, cuyo caballo murió; Magdaleno dio seis pinchazos, uno de ellos buenos, y otro Cruz; Delgado saltó bastante bien al trascuerno Pusieron regular su par de banderillas muy adornadas, “El Moreliano”, Joaquín y José María; éste, además, par y medio comunes, y Joaquín dos pares. Lo mató Bernardo a la segunda, de un bonito mete y saca. “Ultimo bicho. De color que llaman colorado bragado; era muy corniabierto y algo cansado: fue el único de la corrida que nos gustó poco. Las nueve varas que tomó de “Chapurrado” y Teodoro, no tuvieron nada de particular. “El Moreliano” puso muy bien su par de banderillas con esa audacia con que se mete al toro, y que al fin le ha de costar caro; además clavó cinco comunes;

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Delgado puso dos bien, cinco regular, todas de las comunes. El bicho pasó a mejor vida de manos de Magdaleno a caballo, del tercer pinchazo. “Entre el tercero y cuarto toros, hubo dos de cola muy mal servidos, a pesar de que el segundo era muy retrechero. Hablando en su idioma a los coleadores, les decimos que no refuerzan mucho el rabo, pues por esto se les queda en la mano, y ya no tienen modo de colear; que espíen el momento en que el toro queda parado en las cuartos delanteros, que es cuando más fácilmente va al suelo el animal. De siete veces que cogieron antier la cola los rancheros, sólo una tiraron al bicho. “Preciso es confesar que no obstante la tarde nublada y desagradable, la corrida estuvo muy bonita y animada, y si continúa el esmero por parte de la cuadrilla y de la empresa, las entradas seguirán en aumento. Se nos asegura que pronto será el beneficio del señor don José Juan Cervantes, dueño del ganado, y es de creerse que el de esa tarde sea de lo más bravo y escogido que haya pisado la plaza de Bucareli, pues además de que lo exige el honor de la persona, lo merecerá la concurrencia, que aseguramos ha de ser numerosísima”·. (El Orden. No 50, año I, del martes 28 de septiembre de 1852).47

En seguida comentaré las referencias más destacables de esta crónica. Al mencionar dos toros para el coleadero y además, el toro embolado de costumbre, ello nos refleja el carácter de mezcolanza habido durante buena parte del siglo antepasado, anejo indispensable y complementario de las diversas corridas efectuadas tanto en la Real Plaza de toros de San Pablo, como en la Plaza de toros del Paseo Nuevo, que tanto gustaban al público de entonces. No concebían una corrida si no llevaba como uno más de sus actos, el coleadero y el toro embolado. Como vemos, la cuadrilla de Gaviño, independientemente de la que presentara Mariano González “La Monja”, está constituida por: dos espadas, cuatro banderilleros, dos chulillos, dos locos, cinco picadores y dos coleadores. Es decir, un auténtico grupo formado con los elementos que por entonces exigía la tauromaquia concebida y realizada en México. Ávila y Magdaleno Vera eran, entre otros los picadores. Para la fecha en que ocurre este festejo, el primero de ellos, puede ser uno de los famosos hermanos Ávila, ya fuera Luis, Sóstenes o José María. En cualquiera de los casos, y si esto resultara verídico, encontramos que los toreros mexicanos aprovechaban cualquier circunstancia para poder actuar en la plaza, sobre todo cuando Gaviño aparecía anunciado en los carteles. Bernardo, en algún momento debe haber representado un centro de atención muy especial, puesto que la cantidad de festejos donde participó marcan la línea de un “mandón” de los ruedos, influyente en todo sentido y capaz de tener controlado todo el sistema que se movía alrededor de las corridas de toros. En cuanto a José Delgado y “El Moreliano”, de este último puedo decir que podría tratarse de Jesús Villegas, más tarde conocido con el remoquete de “El Catrín”. Era un torero de Morelia que se entusiasmó tanto cuando vio actuar a Gaviño en alguna plaza michoacana, que dejó a la familia y se fue a hacer la legua con el gaditano. Sin embargo, es Francisco Soria el verdadero “Moreliano” quien pertenece a la cuadrilla del torero español. En todo esto no hay más que una coincidencia y casualidad al mismo tiempo. La suerte del mete y saca era tan común que hasta hubo manera de identificar a cada torero a la hora de ejecutarla. No es casualidad que a grandes estocadas, como las de Mariano González “La Monja” se le conocieran con denominaciones como la “estocada Mariana”. Adjetivos de grandeza y “eficiencia” también. Siguiendo con las referencias señaladas, es ahora el “Champurrado”, picador de toros y Joaquín, banderillero español, a quienes dedico estas líneas. “Champurrado”, aparte de ser 47

Heriberto Lanfranchi: La fiesta brava en México y en España 1519-1969, 2 tomos, prólogo de Eleuterio Martínez. México, Editorial Siqueo, 1971-1978. Ils., fots., T. I, p. 147-8.

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el popular atole de masa de maíz con chocolate, leche, canela y azúcar, también es una denominación para calificar un mestizo a otro mestizo. En la época que nos detiene para su revisión el “Champurrado” debe haber sido un picador cuyas características nos pueden ser reveladas por esos maravillosos apuntes de costumbre, recogidos en Astucia de Luis G. Inclán. Joaquín López, banderillero andaluz, quizá estuvo integrado a la cuadrilla de don Bernardo, como un subalterno más. Ya vimos que Gaviño no aceptaba “intrusos” que empañaran su trayectoria artística, sobre todo a la hora de las ganancias, pero también del renombre que tenía de sobra, ganado por nuestro torero español y mexicano al mismo tiempo. José María, otro de los picadores, Pilar Cruz, el bárbaro Cruz, es uno más de los varilargueros, temerarios y valientes como el que más, y Manuel Lozano García, banderillero. José Juan Cervantes, es nada más y nada menos, que el dueño de la hacienda de Atenco, dehesa que nutre de toros y más toros a las corridas efectuadas por aquel entonces. A propósito, existe un documento de gran importancia que se relaciona con la presencia e influencia que pudo haber mostrado el gaditano. Se trata, precisamente de una correspondencia dirigida a José Juan Cervantes a la hacienda de Atenco en el mismo año de 1852. Dice el documento: Sr. D. José Juan Cervantes Méjico, enero 25 de 1852 e Mi muy Apr. amigo y Sor. 20 Con su enviado Francisco Recillas he recibido ayer su muy grata fha. y con ella los trece toros (13) de mi pedido inclusos (sic) los siete que había separado Bernardo. Hoy deben jugar 6 según verá V. por el anuncio adjunto y habría tenido una verdadera satisfacción si V. hubiera podido venir para verlos lidiar. Espero que será otro día, y mientras tanto me repito de V. afmo. amigo y S.S Q.S.M.B. Vicente Pozo (rúbrica).48

Como podemos ver, son dos las situaciones que encierra la epístola de Vicente Pozo, a la sazón, empresario de la plaza del Paseo Nuevo, a su amigo don José Juan Cervantes. Una de ellas es que menciona a “Bernardo” quien “había separado” los toros, es decir, gozaba el gaditano de libertad absoluta para escoger el ganado fuera en la plaza o en el campo. En cuanto a la segunda situación, ésta tiene que ver con un verbo y un propósito que comienzan a figurar con mayor fuerza en el ambiente taurino de aquel entonces: “lidiar”. La tauromaquia en cuanto tal, lleva implícito este significado que se enriquece con cada época, y para la que revisamos, resulta sumamente objetivo el propósito en el que se aprovechaban las embestidas de los toros que dieran en consecuencia, con un conjunto de lances o de pases que iban concretando los primeros pasos de un arte de lidiar reses bravas en nuestro país.

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[B.N./F.R./C.S.C.] Caja Nº 18 18/1 Pozo, Vicente, carta desde la ciudad de México, le comunica que ha recibido 13 toros de un pedido. Méjico, enero 25 de 1852, 1 f.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18 23)18/19 Lebrija, José Manuel, le comenta los preparativos de una corrida de toros del borrador de un folleto que repartirá al público y le solicita siete toros. También le avisa que solo le falta un párrafo para recapitular un escrito y llamar la atención del juez. Méjico, septiembre 27 de 1852, 1f. “Mi querido Pepe Juan “Con Tomás (Hernández) he remitido los 25 caballos que él mismo escojió en la partida que en mi concepto son muy buenos y que han sido pagados a diez y ocho pesos cabeza. “En seguida me fuí a ber a Bernardo y sin que precediera dificultad alguna queda arreglada la corrida bajo los términos del borrador que le incluyo y que es el que se ha de repartir al público en la corrida del domingo en número de 3,000 ejemplares sin perjuicio de los anuncios por los periódicos y de 80 rotulones que se fijarán el lunes en los carteles y esquinas de costumbre. “Para que U. se conbenza de su error el Domingo pasado comensó la función después de las cuatro se lidiaron 6 toros dos huvo de cola y el embolado de costumbre se terminó la función a las 6 y el público salió algo disgustado porque todavía havía mucha luz tanto por esto cuanto por las reflecciones que me hizo Bernardo sobre que aparecería mesquino la corrida siendo por el dueño de la Hda. misma de los toros conviene pues que mande U. los 7 para la lid sin perjuicio del embolado y de los de cola y con respecto a prever la contingencia de que alguno pueda inutilizarse en el camino U. sabrá lo que combina y me lo avisa con oportunidad”. José Manuel.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 3 de octubre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 1852. CUADRILLA DE BERNARDO GAVIÑO (lidiando) TOROS DE ATENCO.

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El Ómnibus, D.F., del 9 de octubre de 1852, p. 4.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18 24)18/21 Lebrija, José Manuel, en la que le comenta una corrida de toros. Méjico, octubre 11 de 1852, 1f.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 17 de octubre. Beneficio de don José Juan Cervantes. Siete toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. (“El dueño de la hacienda ha escogido en su cercado siete toros de los destinados para padres. Colores: amarillos, mecos, rayados y joscos). Actuación de Caralampio Acosta, picador.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 24 de octubre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 Toros de Atenco. En los intermedios manganeo. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 31 de octubre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. “Se jugarán seis toros de lo mejor del cercado de Atenco”.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 7 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 Toros de Atenco. Sorteo de 300 pesos, consistente en monedas de oro.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 14 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco. “Nueva diversión de monos, mulitas y perros”.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 21 de noviembre de 1852. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Seis arrogantes toros de Atenco. Beneficio del propietario de la hacienda.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 28 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco, entre los cuales “viene uno meco, rayas negras, de la misma tabla de donde se sacó el que se presentó en la corrida que a su beneficio dio el propietario de la hacienda de Atenco. Monte Parnaso”. (En esta corrida se indultó uno de los toros).

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 18 26)18/31 Lebrija, José Manuel, le avisa no haber concluido lo pendiente (...) le comenta una corrida de toros con algunos incidentes.-Méjico, noviembre 28 de 1852, 1f. “(...) los toros de esta tarde han estado más que buenos y el 5º como no había visto en mi vida pues volava los caballos como reguiletes, en una de estas piruetas safó a Avila de la silla le dio dos vueltas en el aire y cuando cayó ya tenía dos heridas en las piernas, a otro picador lo lebantó con todo y caballo y cayó contra la vaya muy lastimado, a vos populi lo indultaron (...)”

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 5 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. Diversión de los monos jineteando mulas cerreras (en esta corrida no se incluyeron perros). Mono africano en traje de Ranchero.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 12 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco. “La corrida en Bucareli estuvo regular por el ganado y buena por la cuadrilla. Bernardo mató bien el primer toro, el tercero regular y el quinto muy bien de un mete y saca muy bonito. Mariano mató el segundo bicho regular, el cuarto muy bien degollado y el sexto fue lazado. Picaron bien “Champurrado”, Magdaleno y Caralampio...”49

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Ib., p. 150-1.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 19 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. La comparsa de los hombres gordos, enanos y figurones en burros.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Sábado 25 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Toros de Atenco. “La corrida se amenizará con una comparsa de Pastores y Pastoras, que en compañía de los Hombres Gordos montados en burros, lidiarán un escogido valiente toro, como se verificó por la mojiganga la tarde anterior, que tanto placer causó a los espectadores, concluyendo la función con un toro embolados para los aficionados”. 50

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 26 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. Vistosos fuegos de artificio.

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Ib., p. 150.

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1853 PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 2 de enero. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. Palo guarnecido con piezas de ropa.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 9 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. Toro embolado.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 16 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco, de la tabla del Tomate, “iguales a los que se jugaron en las dos tardes de la Pascua de Navidad”. Cuatro árboles parnasos.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 23 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. “Se presentará por primera vez en esta capital una notabilidad en el ARTE para BANDERILLEAR A CABALLO, el famoso IGNACIO GADEA, quien desempeñará esa suerte con el caballo ensillado, poniendo también algunas flores en la frente, y después en pelo, arrojando atrevidamente la silla, sin apearse, colocará otros pares de banderillas. Teniendo además la habilidad de COLEAR de una manera enteramente nueva y desconocida en esta capital, dará también una prueba de ella”.51

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 30 de enero. Corrida extraordinaria. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Ocho toros de Atenco.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 6 de febrero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 7 toros de Atenco. Función de Carnaval. Uno de los toros fue banderilleado por Gaviño.

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Ib., p. 150-1.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Martes 8 de febrero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 7 toros de Atenco. Función de Carnaval. Mojiganga de enmascarados.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Sábado 19 de febrero. Nos dice EL UNIVERSAL, 19 de febrero de 1853, p. 3: EL BENEFICIO DE BERNARDO GAVIÑO. Recordamos a nuestros lectores que esta tarde deberá tener lugar una brillante corrida de toros a beneficio del primer espada Gaviño, quien pasó a escoger los mejores bichos a la hacienda de Atenco. Asegúrase que asistirán a dicha función SS. AA. SS. el general presidente y su esposa.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 27 de marzo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 3 de abril. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco, de las estancias de Santa Rita del Fuerte y la estancia de la Florida.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 10 de abril. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. Dos árboles parnasos y toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 17 de abril. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. La cuadrilla lidió en zancos un toro.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Lunes 25 de abril. Segunda magnífica y extraordinaria función en honor del general D. Antonio López de Santa Anna. Nueve toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Actuación de Ignacio Gadea.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 1º de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 10 toros de Atenco. Toro embolado y fuegos de artificio.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 8 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 7 toros de Atenco. Además, un torete, dos toros para cola y un embolado para los aficionados.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 26 de mayo. Se lidiarán otros ocho toros de las razas anunciadas en la anterior. Además, habiendo notado en la corrida del domingo que el público vio con agrado la lucha del perro, para complacerlo se echará en esta UN TORO DE ATENCO, con el objeto de que las personas que gusten puedan presentar sus perros para lidiar con él. (…)

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El siguiente es un informe que Vicente Pozo, por entonces asentista de la plaza de toros del “Paseo Nuevo” en la ciudad de México, envía a José Juan Cervantes Ayestarán (fechado el 15 de septiembre de 1853), con motivo de algún balance relacionado con uno de los frecuentes “beneficios” a que se hacían acreedores ya fuera el propio Pozo, Cervantes, e incluso los toreros actuantes; de lo cual se conocen varios casos donde Bernardo Gaviño resultaba ser el “tercero en disputa”.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 25 de septiembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Invitada la empresa días ha por muchas personas, para que cuanto antes dieran de nuevo principio las corridas de toros, gustosa habría accedido muy antes de ahora a los deseos de sus favorecedores si la tenacidad con que ha llovido en esta estación no hubiera sido un obstáculo invencible a su afán por complacerlos. Mas hoy que parece haber cesado ya tan fuerte inconveniente, se apresura a satisfacer la ansiedad de los aficionados a este género de diversiones; y al efecto ha dispuesto que en la tarde de este día se lidien siete toros de la muy conocida y acreditada raza de Atenco, concluyendo la función con el toro embolado de costumbre

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Martes 27 de septiembre. ¡Viva la Independencia nacional! México viva!! La cuadrilla de Bernardo Gaviño lidiará nueve toros de lo mejor y más famoso que ha podido escogerse entre todo el ganado de ATENCO. Concluida la lidia seguirá el toro embolado de costumbre.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 2 de octubre. Función en honor del General Santa-Anna. Actuación de Bernardo Gaviño en compañía de “Mariano la Monja”, lidiando 9 toros de Atenco. Para confirmar dicha corrida, nos remitiremos a la reseña que a manera de “agradables impresiones” dejó Antonio García Cubas en El libro de mis recuerdos.52 52

Antonio García Cubas: El libro de mis recuerdos. Narraciones históricas, anecdóticas y de costumbres mexicanas anteriores al actual estado social. Ilustradas con más de trescientos fotograbados. 7a. edición. México, Patria, S.A., 1978. (Colección "México en el siglo XIX")., pp. 356-361. De la función que en honor del General Santa-Anna se dio por el mes de Octubre de 1853 sólo te hablaré, caro, lector, de lo que produjo en mí agradables impresiones. La plaza del Paseo era hermosa y de gran extensión; todo lo más granado de la sociedad ocupaba las lumbreras y el tendido de la sombra, como henchidas por el pueblo estaban las lumbreras (sic) y el tendido del sol. Todo era allí alegría y animación, avivadas por las bulliciosas sonatas que ejecutaba una excelente música militar. El aspecto de aquella plaza era, como siempre en tales momentos, grandioso e imponente, y a la vez la imagen más neta y fiel de la seducción. La fiesta era de gala, y como a ella concurría S.A.S. el General SantaAnna y su esposa la Sra. Doña Dolores Tosta, hacía la partición o despejo de la plaza el famoso Cuerpo de Granaderos de la Guardia, con sus casacas encarnadas y altas gorras de pelo y chilillo rojo. La desaparición en nuestras costumbres, de este acto ejecutado por los cuerpos militares, es un adelanto, por cuanto a que el ejército, por su alta y noble misión, debe apartarse de servir de diversión al público, por más que aquel acto fuese muy vistoso y agradable. Consistía dicha partición en dichas evoluciones ejecutadas al son de la música por los soldados, que iban y venían en columnas, apartándose unas veces y juntándose otras, o girando sobre sus flancos en diversas direcciones para representar diferentes figuras, como en las cuadrillas lanceras, con sólo la diferencia de ser el paso tardo y mesurado. Concluidas dichas evoluciones y al agudo toque de una corneta, ordenado por la autoridad que, en tales momentos desciende de su alto solio para constituirse en directora de un espectáculo durante el cual no se le guardan por el público los miramientos debidos, salió la numerosa cuadrilla capitaneada por el famoso torero Bernardo Gaviño, quien traía a su lado al segundo espada, Mariano González, conocido comúnmente con el nombre de “Mariano la Monja”, al mismo tiempo que varios caporales salieron por otras puertas de la valla para ofrecer a Bernardo y a su segundo, hermosas capas de raso rojo, en cuyos bordados brillaban monedas de oro. La cuadrilla, por el orden que guardaba y por los ricos y vistosos trajes que ostentaban los toreros, echadas al hombro sus capas de diferentes y vivísimos colores, causóme una sensación indescriptible. Por delante venían los dos locos, que por sus Sandeces y simplezas, han sido con justicia suprimidos, y por detrás los picadores con sus sombreros de ancha ala y copas semiesféricas y sus abigarrados trajes de charro, recargados de bordados y alamares de plata, y a lo último, el vistoso tiro de mulitas. Después del saludo acostumbrado a las autoridades y al público, dividiéronse en diversos grupos los toreros, tomando por distintos rumbos; las mulitas a todo correr, desaparecieron detrás de la valla por las puertas que a su paso se cerraron, y los picadores se lanzaron hacia el toril, al galope de sus caballos, para colocarse a uno y otro lado de la puerta. Entre tanto, los locos, vestidos como los payasos de los circos, empezaron a ejecutar sus gracejadas, ya tirando por lo alto una naranja para recibirla en su enharinada frente, en la que aquélla se estrellaba, ya poniéndose a bailar, gesticulando y haciendo grotescas contorsiones. Otras de sus gracias consistían en acostarse al lado del toro, muerto ya, o en montarse en el vientre de éste para ser juntamente con él arrastrado por las mulas. Sonó la trompeta y casi al mismo tiempo se abrieron las puertas del toril. Un arrogante toro de Atenco, de esos de frente china, salió disparado como fecha, y no bien hubo visto a un picador, preparado ya con la pica en ristre, cuando se arrojó sobre él con ímpetu violento y tomó la primera vara, dando un airoso y oblicuo salto por el flanco del caballo; mas a la segunda, destripó a éste e hizo dar al jinete un soberano tumbo. Ya ves, querido lector, cómo también me permito el lujo de soltar algunas frases propias de la jerigonza taurina. Al hablar de toros, según costumbre establecida, no me preocupo con la gramática, ni me intimida la impropiedad de las figuras, y tal vez a estas circunstancias se debe la falta de sindéreses en este párrafo. Muy natural es que la suerte de la pica sea casi siempre desgraciada, pues ¿qué otra cosa puede resultar, caro lector, de un tallarín montado en un fideo, como generalmente son, entre nosotros, el jinete y su

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cabalgadura, que se ponen frente a frente de una fiera de tanta pujanza como el toro? La muerte segura del caballo y los frecuentes tumbos del picador, cuando bien librado sale. Lo mismo te digo respecto del mal éxito de las demás suertes, a causa de la misma ineptitud y desconocimiento del arte, que constantemente oigo echar en la cara a los toreros. No daré cuenta de todo lo que aconteció en aquella corrida, porque mi ánimo apocado, al decir, de los amantes de ese espectáculo, obligóme a salir de la lumbrera después de la desgracia referida, y a permanecer retirado en el corredor exterior, recargado en la barandilla y entregado a la contemplación de los hermosos panoramas que me ofrecía el nunca bien ponderado Valle de México y a la observación de aquel ir y venir de rodar de los carruajes en el paseo de Bucareli, monótona costumbre en qué consistía el desahogo de aquellos mis contemporáneos, en el escuálido lugar tan escaso de árboles como de paseantes pedestres, y tan abundante de agua sucia en sus acequias limítrofes, como falto de la limpia en sus dos mezquinas fuentes. ¡Cuán diferente es el aspecto que hoy ofrece el hermoso Paseo de la Reforma tan extenso, tan provisto de árboles, de hermosas quintas y de elegantes monumentos, que da principio en la grandiosa plaza de Carlos IV y termina en el sitio mágico de Chapultepec! Tiempo de sobra tengo para dar rienda suelta a las reflexiones que me sugieren las corridas de toros, e interrumpido ya el relato, poco importa que la digresión sea más o menos larga. No era poca la diversión que me proporcionaba el lento movimiento de los carruajes por aquella calzada llena de hoyancos que hacían saltar sobre sus muelles las cajas de los carruajes, tanto que una vez vi desprenderse de uno de ellos el asiento posterior de su lujoso lacayo quien, todo empolvado y maltrecho, hubo de seguir al coche, abarcando trabajosamente con sus brazos el estorboso mueble. ¡Una de tantas diversiones que nos proporcionan gratis, en todos tiempos, nuestros Ayuntamientos! Volvamos al relato de los toros. Sólo presencié de aquella función que se daba a beneficio del primer espada Bernardo Gaviño, el principio de que ya hablé, el medio y el fin. Como a las cinco de la tarde, entró en la arena una elegante carretela abierta, tirada por frisones, y en cuyos asientos posteriores iban dos preciosas niñas vestidas de azul y blanco. La carretela, a todo correr de los caballos dio una vuelta por el circo y se detuvo cerca del lugar en que se hallaba el primer espada. Las niñas descendieron del carruaje y se acercaron a éste para ofrecerle una hermosa corona cuajada de monedas de oro, en los momentos en que los atronadores aplausos y los vivas de la multitud espectadora se mezclaban con los alegres acordes de la música. Bernardo subió al carruaje con las niñas e hizo su paseo triunfal en aquella plaza, durante el cual no cesó el palmoteo y el entusiasmo del público. Día de un triunfo espléndido para aquel que millares de veces expuso su vida luchando con el toro, y la cual, ya anciano, predio al fin a causa de una tremenda cogida en la plaza de Texcoco, hace pocos años. Al terminar la función, el Presidente Santa-Anna, acompañado de su esposa, montó en otra elegantísima carretela, que lo condujo al paseo de Bucareli. Como de costumbre, iba por delante del carruaje un piquete de lujosos granaderos de la guardia, montados en soberbios alazanes; por detrás, un regimiento del mismo cuerpo sirviéndole de escolta, y a los lados, a caballo, los edecanes llenos de relumbrones. Toda aquella aparatosa comitiva dio velozmente una vuelta en el paseo, fuera de la línea de los coches particulares y se alejó después con igual velocidad y en dirección al Palacio. Al reanudar mi relación, empiezo por advertirte, caro lector, que yo pertenezco a esa minoría que, con ofensa de la gramática y del buen sentido, han dado en llamar “sensiblera”, y por tanto, me permito decirte, en uso de la facultad que me concede nuestra gran Carta, que el espectáculo de la corrida de toros es para mí horripilante, y lo considero como indigno de la cultura de un pueblo, tanto como la bárbara costumbre de los boxeadores de la ilustrada Inglaterra, y de la no menos culta nación norteamericana. Tal es mi opinión y si con ella te conformas, querido lector, mucho me holgaré de ello, mas si fuera mi parecer contrario al tuyo, que los dioses inmortales de la Roma de Nerón te concedan el galardón merecido por tu ánimo esforzado, y déjame, ¡triste de mí!, sumido en la condición del ciego que no puede apreciar las excelencias de los fuegos fatuos. Nunca, por agradar, he de decir lo que no siento, pues amo la verdad y odio el fingimiento, aunque persuadido estoy de que mi conducta ha de acarrearme el desagrado de muchos, de mil dicterios, mas he anticipádome en la aplicación de todos cuantos pudieran darme los taurómacos, como el de pusilánime, apocado, etc. Justas son las lamentaciones del toro y del caballo, y, además, hay que decir de éste que, olvidando el hombre sus nobles servicios, no se contente con sujetarlo al cruento sacrificio, sino que aún después de herido, lo martirice, introduciéndole de nuevo en el vientre los intestinos, cosiéndole la herida y levantándolo a puntapiés para que, débilmente movido por los últimos alientos vitales, vuelva a la arena. ¡Cuánta sensibilidad la tuya, me dirán, y cuánta crueldad la vuestra, contestaré!

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¿Y el torero? Ese me causa doble pena, porque a la vez tiene que atender a la fiera toro y a la fiera público. Este nunca se halla contento, por más que aquél demuestre valentía y arrojo y se esfuerce en complacerle procurando ejecutar las suertes con la mayor limpieza. Una cogida que le dé el toro puede acabar con su vida; pero una cogida del público lo lastima y lo ultraja con sobrada injusticia. Dícese en descargo de esa, para mí, fiera costumbre, que ella aparta al público del vicio de la embriaguez, impidiéndole que gaste todo su jornal en la bebida, y para probar tal aserción, se echa mano de la estadística criminal, y, por otra parte, se nos quiere demostrar que los espectáculos sangrientos infunden un valor esforzado y una poderosa energía en el hombre, cualidades indispensables de todo ciudadano que ha de aprestarse a la defensa de la patria. ¡Qué bellas teorías si fuesen ciertas! Dígaseme simplemente que el espectáculo es del gusto de muchos, y punto en boca, pues hay gustos para todo, ¡y vaya si los hay! Para mí lo mismo da que el famoso licor de la reina Xochitl, se tome en la calle de las Damas, que en las barracas situadas en las inmediaciones de las plazas de toros, y que se lleve en jarros, para beberlo en el tendido durante la corrida, y que se apuren copas de cognac en las cantinas de la misma plaza; mas no queriendo ofender a la estadística desconfiando de sus cifras, ni a la policía negándole la exactitud de sus cómputos, acepto los benéficos resultados obtenidos en pro del pueblo durante las dos o tres horas que dura una corrida. ¿Para reprimir, qué digo, para dar tregua por corto tiempo, a uno de los vicios populares más degradantes, se cree alcanzar mucho en la mejora social de ese pueblo con las corridas de toros? La observación demuestra lo contrario. ¿Acaso otras diversiones más nobles y honestas, como el teatro, por ejemplo, no alcanzarían resultados más provechosos? Honda pena causaría en mi ánimo una respuesta negativa, pues ella vendría demostrarme la falta absoluta de cultura del pueblo. Dénsele, con ofensa de la civilización, para que vocifere y se enloquezca, las corridas de toros, pero no como escuela de sobriedad y patriotismo. Estas cualidades sólo se adquieren en planteles especiales y con el buen ejemplo. Edúquesele convenientemente e instrúyasele en todo aquello que deba saber, pero tanto en la parte educativa como en la instructiva, han de estar infiltrados los grandes principios de la moral, freno de oro de las pasiones humanas, sin los cuales sólo se conseguiría que el hombre, en el caso de que se trata, en lugar de tomar el blanco “neutli” en escudilla de barro, lo apure en copa de cristal y que veamos en las calles, en vez de un borracho de frazada, a un ebrio de levita. Lo que comúnmente se observa. ¿Ni cómo puede ser escuela de buenas costumbres, una diversión en la que hasta la gente decente pierde el decoro que exige su educación, y se cree autorizada para vociferar profiriendo palabras inconvenientes y nivelándose con la hez del pueblo? Ya que tal espectáculo está a la orden del día, procure aquélla ser tan correcta como en sus otras reuniones, o por lo menos no rebaje su dignidad al dar rienda suelta a su expresión. Si el argumento referente a la tregua que se da al vicio de la embriaguez es falso, igualmente trivial y engañoso es el relativo al esforzado valor que se dice adquiere el espectador en presencia de las Sangrientas escenas de la lidia. El luchador, sí posee un valor temerario al ponerse frente a frente de la fiera embravecida, a pesar de las ventajas que sobre ella tiene; pero el espectador no aumenta su ardimiento, lo que adquiere es la fiereza de ánimo. Por eso grita desaforadamente el pueblo y se enloquece a cada tremendo episodio de la lucha, para ahogar, en su nacimiento, los nobles impulsos del corazón que tienen que iniciarse en todo ser humano, y para acallar los justos clamores de la conciencia. ¡Voces desentonadas y estrepitosas que contestan a los salvajes y terribles bramidos del toro, que piden venganza! Los espectadores en las plazas de toros me producen el mismo efecto que los padrinos en los duelos. La patria tiene necesidad del valor de sus hijos, pero no de ese valor brutal, sino el que infunde la dignidad, bellísimo don que sólo se adquiere por medio de las virtudes cívicas. Los romanos eran en extremo valientes y estaban habituados a la guerra; mas al perder las virtudes que en un tiempo fueron el sello de su carácter, esterilizaron aquellas grandes facultades. Por cientos de miles acudían a los grandes circos para presenciar los tremendos combates de las fieras y las inhumanas luchas de los gladiadores, sangrientas escenas todas a que el pueblo romano habíase connaturalizado desde que dio principio su nacionalidad. Habituado estaba su oído a los espantosos rugidos de las fieras, su vista a las repugnantes luchas en que se despedazaban los hombres con aquéllas, y sus corazones insensibles, a sus tradiciones guerreras y de su enérgico talante, bastó que Odoacro, jefe de los hérulos, sonase desde Rávena las manos, para que viniese a tierra el poderoso Imperio de Occidente. ¿Y sabéis por qué? Porque el valor digno y el patriotismo estaban refrenados por la corrupción, el perjurio, el latrocinio y tantos vicios como tenían enervada a la sociedad. Cuidemos de que la nuestra no llegue, por el desprecio de los principios morales, a esa extrema degeneración.

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Hase dicho en favor de las corridas de toros, parodiando la primera proposición de la famosa ley de la gravitación, que “la virilidad de un pueblo está en razón directa de sus espectáculos”, falsa proposición, porque en el presente caso, la segunda, que se ha omitido, destruye por completo a la primera enunciada. Esa segunda proposición es: “y en razón inversa del cuadrado de la inmoralidad”, la que tiene su comprobación en los mismos hechos declarados, que fueron la causa de la destrucción del poderoso imperio, minado en sus cimientos por la moral cristiana y herido de muerte por los pueblos germanos, viriles y vigorosos, sin estar habituados a los sangrientos espectáculos de los Calígulas, Nerones y Domicianos.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 9 de octubre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. Función extraordinaria a la Escma. Sra. Dª Dolores Tosta de Santa Anna. Un hermoso globo y música militar que tiene contratada la empresa, alternará en los intermedios con la que lleva la tropa designada para partir plaza. En estas fechas, debe haber actuado en la cuadrilla de Gaviño el banderillero Joaquín López “El Calderetero”, quien vino en compañía de Juan Pastor “El Barbero”, actuando, como ya se sabe ese diestro en la plaza de la Habana, Cuba.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 16 de octubre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. Dos toros para los coleadores Pedro y Cornelio.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 23 de octubre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. Rara comparsa de a pie y montados en burros, los que picarán, banderillarán y darán muerte a un valiente TORO EMBOLADO. El banderillero Lorenzo Delgado, restablecido de su salud, reaparece esta tarde.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 30 de octubre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. Coleadero y toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 6 de noviembre. Seis toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. La comparsa de la muerte con su acompañamiento de lechuzas, lidiarán un toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 13 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. Comparsa de la muerte.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 20 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. Monte Parnaso muy bien surtido de numerosas piezas de ropa, sombreros, paĂąuelos, etc.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 27 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. Mulas cerreras jineteadas en pelo por algunos aficionados.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 4 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de Atenco. La comparsa Gigantes, Fantasmas y Hombres Gordos. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 11 de diciembre. Corrida extraordinaria a beneficio de la Hacienda de Atenco y dedicada al Exmo. Sr. Presidente de la Nación, Benemérito de la Patria, don Antonio López de Santa Anna, y a su digna esposa Exma. Sra. doña Dolores Tosta de Santa Anna. Siete toros de Atenco. Cuadrilla de Bernardo Gaviño.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 18 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. Espectáculo de indios seminoles y florideños.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 25 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. Comparsa de Pastoras y Pastores. Toro embolado y toro de cola.

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1854 PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 1º de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 7 toros de Atongo (Atenco). Se jugará un becerro bravísimo por la cuadrilla en zancos.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 8 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco. Se jugará un becerro bravísimo por la cuadrilla en zancos. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 15 de enero. Solemne y extraordinaria función de obsequio dedicada a S. A. S. el Presidente de la República Mexicana, general de división, benemérito de la Patria, caballero gran cruz de la real y distinguida orden española de Carlos III y gran maestro de la nacional y distinguida orden mexicana de Guadalupe, D. Antonio López de Santa Anna, a su S. A. S. su digna esposa; y a los caballeros de dicha orden, en celebridad de la instauración de ésta, y cuya fiesta concurrirá S. A. S. el príncipe de Nassau, invitado por S. A. S. el presidente de la República. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis o más toros de Atenco.

178

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 22 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. “En uno de los intermedios se presentará la lucha de un toro con perros buldogs, de los cuales uno acaba de llegar muy recomendado por su destreza y valentía para esta diversión. “En otro de los intermedios aparecerán los Gigantes y Hombres Gordos, que lidiarán un arrogante toro embolado, cuya diversión agradó muchísimo la única tarde que se ha presentado en la temporada”.53

179 53

Lanfranchi, La fiesta brava en..., op. cit., p. 155.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 29 de enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atongo (Atenco). Toro parnaso encohetado, que además de las prendas de ropa, llevará la frente cubierta con monedas de plata. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 19 de febrero. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 7 toros de Atenco, saliendo todos con lujosas y vistosas moĂąas. Toro embolado y la graciosa mojiganga de los Hombres gordos en burros.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 12 de marzo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño, 6 toros de Atenco.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 18 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 8 toros de Atenco. Dos toros para colear y toro embolado. Brillante y sobresaliente corrida de toros, en celebridad del triunfal y feliz regreso a esta capital, de S.A.S. el general presidente de la república mexicana, benemérito de la patria D. Antonio López de Santa Anna, a quien le dedica la empresa, e igualmente a S.A.S. su digna esposa, por la cumplida satisfacción que experimenta con tan grato y plausible acontecimiento.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 21 de mayo. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 8 toros del Cazadero y Atenco. En el intermedio se elevará un hermoso aereóstato adornado con vistosas bandas, listones y demás alusivos. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 11 de junio. Corrida para celebrar el cumpleaños del Serenísimo Señor Presidente. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 8 toros de Atenco, propiedad de D. José Juan Cervantes. Un toro de cola –también de Atenco- y el embolado. Corrida que celebró el feliz cumpleaños de S.A.S. D. Antonio López de Santa Anna.

En El Siglo Diez y Nueve, D.F., del 8 de junio de 1854, p. 4, se apunta lo siguiente: Función de Obsequio. Para celebrar el cumpleaños de S.A.S., la sociedad de D. Juan Cervantes y Don José María de la Peña dará en la tarde del Domingo próximo, una sobresaliente corrida de toros, cuyos productos líquidos se dedicarán por SS.AA.SS. a los objetos de beneficencia que juzguen más conveniente. Los toros destinados para la lid serán todos del cercado de Atenco y escogidos, según sabemos, por el hábil torero Bernardo Gaviño.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 12 de noviembre. 6 toros, siendo 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Dos toros para el coleadero y el embolado que se presentará con la frente adornada de monedas de plata.

“CORRIDA DE TOROS.- Muy animada estuvo la de antes de ayer en la plaza del Paseo Nuevo. La concurrencia era numerosa y brillante: los bichos nada dejaron que desear. El primero que se lidio, de la raza de Atenco, dio muestra de extraordinaria bravura e hizo una espantosa carnicería de caballos; el penúltimo también de la misma raza, saltó valla y contravalla por el lado de la sombra yendo a dar hasta las gradas, en donde quiso la casualidad que se hundiera en uno de los agujeros que por ahí se encuentran. “La confusión que este suceso produjo entre los elegantes que ocupaban las gradas fue extraordinaria: hubo ligeros accidentes y alguno de nuestros amigos quedó mal parado; pero grave nada resultó. “Creemos que la buena elección que se tiene del ganado hará que las corridas estén más y más animadas en lo sucesivo. “No faltó, para acrecer el interés de la tauromáquica función, un torero lastimado...”54

185

54

Op. cit., p. 156.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 19 de noviembre. 6 toros: 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Mojiganga que lidiarĂĄ un toro embolado. Toro embolado para los aficionados.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 26 de noviembre. 6 toros: 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Manganeo de potros cerreros. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 3 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros: 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Valiente toro jineteado por un aficionado. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 10 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros: 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Comparsa de Gigantes, enanos y hombres gordos. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 17 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. 6 toros de tan sobresaliente calidad, como los que se han estado jugando (es decir: 3 de Atenco y 3 del Cazadero). Mojiganga: de Gigantes, enanos y hombres gordos que lidiarĂĄn un toro embolado de Atenco. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Lunes 25 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Seis toros de Atenco. Un arrogante toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 31 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros: 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Hermosos fuegos artificiales, aumentados con vistosos cohetes y bombas, como se verificó en la función anterior.

Cabeza de un toro de Atenco que enfrentó Rodolfo Gaona la tarde del 1° de noviembre de 1921, en la plaza de toros “El Toreo” de la Condesa. Col. “Centro Cultural y de Convenciones Tres Marías”. Morelia, Michoacán.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 9 BIS 6)9 BIS/9 Cuenta gral. de la hac.a de Atenco. Enero 24 de 1854. De el valor de 3/4 partes del valor de 19 toros a 71 p.s qe entiº Pozo deduciendo la parte correspondiente a el adelanto y 22 p.s 7 r.s de gastos de 3 corridas, Marzo 7. De 6 toros vendidos a Bernardo Gaviño de los que bolbió uno y queda p.r s/c De 4 toros id. a Mariano González á 70 p.s Noviembre 4. Haber por el importe de 7 toros a 60 p.s Noviembre 11. Yd. por el id. de 3 id. a id. Noviembre 18. Haber por el importe de 3 toros y 1 novillo. Noviembre 25. Haber por el importe de 3 toros a 60 p.s Debe por 80, valor de 2 toros que se metieron por mal juego. Diciembre 3. Haber por el importe de 3 toros a 60 p.s Debe por el valor de un toro que se devolvió por mal juego. Diciembre 10. Haber por el importe de 4 toros a 60 p.s Diciembre 17. Haber por el importe de 3 toros y 1 novillo. Debe por 40 importe de un toro que se devolvió por mal juego. Diciembre 25. Haber por el importe de 7 toros a 60 p.s Diciembre 30. Haber por el importe de 3 toros.

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1855 PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 7 de enero. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Seis toros: tres de Atenco y tres del Cazadero.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 14 de enero. 6 toros: 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. “Habiéndose disfrutado poco tiempo en la función pasada de la divertida cuadrilla de zancos, a solicitud de muchas personas, se presentará por segunda vez esta tarde y jugará un bravo toro embolado que picarán lo mismo que en la anterior: Don Quijote y Sancho Panza, terminando la corrida con el toro embolado de costumbre”. 55

194 55

Ibidem., p. 157.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 21 de enero. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Función a beneficio de Bernardo Gaviño, a la cual se dignará concurrir S.A.A. el general Presidente Don Antonio López de Santa Anna. Los toros saldrán a la plaza engalanados con vistosas moñas de raso y terciopelo. El 4º toro será banderillado a caballo por el más famoso caporal de la hacienda de Atenco. Se colearán dos ligeros toros. Entre el quinto y sexto toro saldrá uno embolado de la misma raza de Atenco, que será lidiado por la chistosa mojiganga de los “hombres gordos en burros, enanos y gigantes”.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 28 de enero. 6 toros de Atenco y del Cazadero. Un novillo para el coleadero. Bernardo Gaviño y cuadrilla. Beneficio del torero español.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 4 de febrero. Función a beneficio de las haciendas de Atenco y El Cazadero. Magníficos fuegos de artificio. Iluminación general de la plaza. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Función dedicada a S.A.S. Don Antonio López de Santa Anna y a su muy digna esposa, Sma. Da Dolores Tosta de Santa Anna.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 11 de febrero. Bernardo GaviĂąo y cuadrilla, con 6 toros 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Coleadero en pelo. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 18 de febrero. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros: 3 de Atenco y 3 del Cazadero. Bernardo Gaviño banderillará y floreará a caballo al toro que mejor se preste.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Martes 20 de febrero. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 4 toros: de Atenco y del Cazadero. Segunda función de carnaval la que se signará honrar con su asistencia S.A.S. Don Antonio López de Santa Anna y su digna esposa, la Sma. Sra. Dª Dolores Tosta de Santa Anna. Se echarán varios toros de cola. La cuadrilla se presentará de máscara compuesta de distintas parejas propiamente vestidas y lidiarán 3 toros. Toro embolado y fuegos de artificio.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 74)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 16 de mayo de 1855 (...) Me informó el conductor de los toros lo mal que habían jugado y la poca concurrencia, de manera que antes que llegara a mi poder la última apreciable de U., ya tenía malas noticias de la corrida, quizás en la próxima corrida se servirá la perdida porque efectivamente como U. dice no salen nunca las cosas tal cual se desean. Los toros se vaquearon el lunes y salen mañana conducidos según U. me encarga, no habiendo salido hoy porque ayer arrancaron todos para el cercado no fue posible contenerlos y como los noté tan briosos me pareció oportuno darles otro día de pastoreo. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 20 de mayo. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco y un novillo para el embolado. Función dedicada a S.A.A. la señora presidenta Dª Dolores Tosta de Santa Anna. Comparsa de la muerte en zancos. Dos toros para cola.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 3 de junio. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco y un novillo para el embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 7 de junio. Bernardo GaviĂąo y cuadrilla, con 6 toros de Atenco y un novillo para el embolado. La farsa de la tarasca, para lo cual se ha traĂ­do un famoso toro de Atenco. Dos toros para el coleadero.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Miércoles 13 de junio. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 7 toros de Atenco. Función extraordinaria dedicada a SS.AA.SS. el General Presidente Don Antonio López de Santa Anna y su digna esposa Dª Dolores Tosta de Santa Anna, por los propietarios de las haciendas de Atenco y el Cazadero. Dos toros para coleadero. Un becerro de Atenco que lidiará la cuadrilla en zancos. Toro embolado que tendrá la frente cubierta de monedas de plata. (Una nota aparecida en El Universal del 13 de junio nos aclara que: “Por no poder asistir hoy S.A.S. el general presidente D. Antonio López de Santa-Anna, a la función anunciada, se transfiere ésta para el próximo domingo”).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 17 de junio. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 7 toros de Atenco. Función extraordinaria dedicada a SS.AA.SS. el General Presidente Don Antonio López de Santa Anna y su digna esposa Dª Dolores Tosta de Santa Anna, por los propietarios de las haciendas de Atenco y el Cazadero. Dos toros para coleadero. Un becerro de Atenco que lidiará la cuadrilla en zancos. Toro embolado que tendrá la frente cubierta de monedas de plata.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 75)s/n Sr. D. José Juan Cervantes Atenco 18 de junio de 1855 El ganado del cercado está ya pariendo con fuerza; llevamos hasta hoy 198 cabezas de nacencia todo y generalmente está ya muy bonito. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40

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76)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 2 de setiembre de 1855 Hoy se vaquearon nueve toros de lo más brabo que U. quiere ver; mañana se pastoriarán para que

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entren al potrero. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 77)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 19 de setiembre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Tengo a la vista la siempre grata de U. 17 del corriente así como igualmente la copia que se sirve acompañarme de la cuenta que ha pasado a U. el S. Pozo concerniente a los toros en la que siertamente no estamos de conformidad y por lo mismo remito a U. nota de los toros remitidos a la empresa en el presente año así como igualmente los justificantes respectivos que se servirá U. debolverme cuando se haya terminado esa liquidación. Tampoco estamos conformes en los toros debueltos porque el novillo que aparece en el apunte que U. me manda si lo debolbió la empresa, no aparece apunte ninguno de que si lo haya remitido y mal podía devolver una cosa que no había recibido. Hubo en efecto un novillo remitido a esta pero correspondiente a la corrida que mandé el 4 de junio para U. y cuyos toros están pendientes por datarse así como igualmente lo que remití en 9 y 16 de mayo y 9 de junio. En el apuntito que U. se sirbe remitirme y de que queda hecha mención, aparecen 9 toros para la corrida del veneficio de Febrero, y no fueron de aquí más que 7 y 2 vacas las cuales se debolbieron, y de los 7 toros indicados quedó uno sobrante que se le cargó a la empresa. De esta partida no remito a U. justificantes porque como no hera por cuenta de la empresa no se le exigió el recibo á Ysidro. Las aguas no sesan un momento y todo el día de hoy nos ha sido imposible vaquear los toros que han de comenzar a entrar al potrero; haber si mañana ya amanece siquiera medio escurrido el llano y los comensamos a meter en número siquiera de 20 para que formen el pie con los bueyes cabestros, y si es que se da la corrida para el 27 tendré que vaquear los toros también mañana, de modo que si no tiene efecto sirbace U. mandarme avisar para soltarlos en el potrero. Ojalá y todas las corridas sean de esta fines así le sacaremos mas producto al cercado y sobre todo U. se auxiliará con su importe para los compromisos que me manifiesta U. tener, pues solamente U. puede desear mas que yo que se vea libre de ellos a cuyo fin hago y hede hacer cuanto me sea posible por no librarme un peso. Los toros que hay en el cercado son 266 pero he de rectificar la cuenta porque hay probabilidades de haberse equibocado al llegar contando por S. Gaspar. Abisaré a U. pues el resultado del recuento. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 78)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 24 de setiembre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. En vista de que hasta hoy no he recibido razón alguna de si hay corrida el día 27 he mandado soltar los toros al potrero los que están allá bien; no habiendo sucedido lo mismo con los que se trajeron directamente del llano para el referido potrero, pues en el momento de soltarse persiguieron a la gente de a caballo y después se hecharon dentro de la zanja, de modo que tuvimos trabajos para sacarlos no habiendo logrado que ninguno quedase en el potrero, no obstante que puce un pie de más de veinte bueyes mansos, razón por la que juzgo que para meterlos es preciso vaquearlos primero, soltarlos en el corral como lo hacemos y después de pastoriarlos dos días en el llano de Santa Cruz ya pueden entrar arriándose con los bueyes como ha sucedido con la corrida que estaba

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prebenida para el 27. (...) He dispuesto hacer mañana el herradero de los beserros y el jueves el de los potros para que yobiéndoles después desechen el maltrato que reciben por esta causa. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 79)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 26 de setiembre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Ayer se hizo el herradero de los beserros que ascendió a 212 cabezas con inclusion de 54 de media señal. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 80)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 17 de octubre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Mañana salen los 7 toros y un novillo que se sirve pedirme en la grata de U. de ayer que me entregó D. Francisco Togno. Los toros que están en el potrero son 32 y el viernes vaquearemos 14. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 18 de octubre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con toros de Atenco.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 21 de octubre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Dos toros para el coleadero y toro embolado.

240


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El Ómnibus, D.F., del 20 de octubre de 1855, p. 4.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 25 de octubre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 7 toros y un novillo para el embolado de Atenco.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 81)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 25 de octubre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Por la siempre grata de U. 23 del corriente quedo impuesto de que los toros de la corrida del domingo salieron flojos y que se atribuye al pastoreo que tuvieron en el potrero por cuya razón llevó Bernardo seis del llano y uno del potrero para hacer comparación en la plaza; sea lo que fuere suspendo con arreglo a las ordenes de U. la introducción de toros al potrero. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 28 de octubre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Dos toros para el coleadero y toro embolado. (Suspendida por mal tiempo).

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La Pata de Cabra, D.F., del 1° de noviembre de 1855, p. 2 apunta lo siguiente: CORRIDA DE TOROS. El domingo no se dio

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Porque el agua lo impidió; Pero tengamos paciencia, Y mañana se dará Si es que la lluvia nos dá Su licencia. La lluvia y los conservadores, convenga o no convenga, se han de mezclar en todo, y todo lo ha de aguar.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 1º de noviembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. 6 toros de Atenco, de los cuales, 2 fueron indultados.56 No habiéndose podido verificar la corrida anunciada para el domingo último, a causa del mal tiempo, tendrá lugar en la tarde de hoy, en los mismos términos.

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Biblioteca Nacional, Fondo Reservado: Condes Santiago de Calimaya, Caja Nº 40 s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 10 de noviembre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. No va el estado semanario porque me ha ocurrido la duda del precio a que debo abonar los dos toros que vinieron indultados de los cuales uno murió ayer y también que U. se sirba decirme lo que hay sobre el otro toro indultado que me abisaron los vaqueros haber quedado en esa por cuenta de U. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica)

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 4 de noviembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Mojiganga de la muerte y un arrogante toro embolado de Atenco escogido para el objeto. Terminará la función con toro embolado. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 82)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 6 de noviembre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Me he impuesto también de que la corrida de los toros del potrero fue muy buena lo que me hace confirmar mi opinión que le manifesté a Bernardo de que lo malo de la corrida anterior del potrero no era más que una de tantas rarezas que se ven en este ganado. Quedaron ayer vaqueados los toros para el próximo domingo y se ha procurado que sean de lo mejor quizás corresponderán con el empeño con que se escogieron. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 11 de noviembre. Bernardo GaviĂąo y cuadrilla, con 6 toros de Atenco y el Cazadero. Gran rifa de una silla vaquera. Toro embolado.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 84)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 15 de noviembre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Contesto la siempre grata de U. 12 del corriente diciendo que sin contar con los toros que haya en el potrero y deducidos los toros padres tenemos en el cercado 160 de los cuales serán cosa de 60 de cuatro años y el resto todos toros mansos lo que servirá a U. de gobierno para que se sirba formar el cálendo respectivo si es que piden de Puebla. Ayer han solicitado de Tenancingo 20 toros para las fiestas del mes entrante y contesté que para resolverles sobre el particular me era preciso escribir a U. como lo verifico para que se sirbiera comunicarme si se les podían dar y el precio al que los han de pagar ($60.00) así como igualmente me he comprometido en abisar el resultado el lunes próximo sin falta ninguna por lo que espero la contestación de U. sobre el particular al regreso de Zacarías. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 18 de noviembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Mojiganga de los “Hombres gordos y gigantes”. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 25 de noviembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Brillante y extraordinaria función de obsequio, dedicada al Escmo. Sr. Presidente interino de la República, general de división, D. Juan Álvarez. Magníficos fuegos de artificio y sobresaliente iluminación. Mojiganga de D. Quijote y Sancho Panza que lidiará un toro embolado. Dos toros de cola que los acreditados coleadores manifestarán sus habilidades en los caballos en pelo. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 2 de diciembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Mojiganga de mecos la cual, después de banderillar al novillo a propósito, le dará muerte con una macana, uno de los mecos. Toro embolado.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 85)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 2 de diciembre de 1855 Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Ysidro no ha visto el cercado mas que el día que vino Bernardo y por consiguiente no sabe la clase de toros que hay, puede U. creer que no se ha jugado uno en la presente temporada que no tenga cinco años para arriba: han sido si, chicos de cuerpo los de las últimas corridas por ser de S. Gaspar y que los más corpulentos del llano los metimos al potrero. La corrida que debe haber jugado hoy salió en el soltadero muy buena, especialmente un toro pando compañero del tapatío pero sufrieron mucho maltrato en el potrero porque dos ocasiones se pasaron todos al cercado; sin embargo de esto espero que hayan salido buenos aunque para este ganado no hay regla fija y lo que uno espera mejor sale peor. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 9 de diciembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 4 toros de Atenco. Ejercicios gimnásticos por el señor Turín. Cazadores de Sebastopol y toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 16 de diciembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 5 toros de Atenco. Ejercicios gimnásticos como: Cazadores de Sebastopol, el pecho de bronce y el arco triunfal o las águilas mexicanas. Toro embolado.

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250


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 23 de diciembre. Bernardo GaviĂąo y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Mojiganga de D. Quijote, Sancho y los Hombres gordos. Toro embolado.

213

El Ă“mnibus, D.F., del 22 de diciembre de 1855, p. 4.

251


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Martes 25 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Seis toros de Atenco. Rifa de cinco onzas de oro. Dos toros de cola.

214

El Ă“mnibus, D.F., del 25 de diciembre de 1855, p. 4.

252


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 30 de diciembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 4 toros de Atenco. Función extraordinaria a beneficio de las niñas Soledad y Victoria Turín. Se lidiarán primero dos toros de la sobresaliente raza de Atenco, y comenzará la familia Turín sus ejercicios gimnásticos. Continuará la corrida con el tercer toro, de la mencionada raza de Atenco. No habiéndose podido verificar en la última tarde, por falta de tiempo, se efectúa en esta El arco triunfal ó las águilas mexicanas, ejecutado por la señora Turín y sus dos niñas, vestidas con toda propiedad a desempeñar los vistosos y sorprendentes giros aéreos, las carreras romanas, El vuelo de los ángeles, Los vuelos de Mercurio, Los grandes vuelos de la Sílfide y de la Fama. Se jugará a continuación el cuarto toro de la corrida, y en seguida las niñas Turín harán ejercicios de grande agilidad y equilibrio sobre pirámides de botellas de cristal, casi increíbles a la vista de los espectadores. Terminada toda la función con el toro embolado. Aviso. PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO. Domingo 30 de Diciembre de 1855. Función extraordinaria a beneficio de las niñas Soledad y Victoria Turín. TOROS DE ATENCO. CUADRILLA DE BERNARDO GAVIÑO. Se lidiarán primero dos toros de la sobresaliente raza de Atenco, y comenzará la familia Turín sus ejercicios gimnásticos. Continuará la corrida con el tercer toro, de la mencionada raza de Atenco. No habiéndose podido verificar en la última tarde, por falta de tiempo, se efectua en esta El arco triunfal o las águilas mexicanas, ejecutado por la señora Turín y sus dos niñas, vestidas con toda propiedad a desempeñar los vistosos y sorprendentes giros aéreos, Los vuelos de Mercurio, Los grandes vuelos de la Sílfide y de la Fama. Se jugarán a continuación el cuarto toro de la corrida, y en seguida las niñas Turín harán ejercicios de grande agilidad y equilibrio sobre pirámides de botellas de cristal, casi increíbles a la vista de los espectadores. Terminando toda la función con el TORO EMBOLADO Para los aficionados. Precios de las localidades. Lumbreras por entero con 8 boletos 6 pesos Entrada general de sombra, sea en grada, tendido o lumbera no arrendada 6 reales Entrada general de sol 2 reales. Comenzará la corrida a las cuatro de la tarde. Fuente: colección del autor.

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1856 PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, EDO. DE MÉX. Enero. Cuadrilla de Bernardo Gaviño y toros de Atenco.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 86)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 7 de enero de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Tengo a la vista la siempre grata de U. 5 del corriente en la que se sirve comunicarme que para el 13 deberá darse una corrida de toros a nombre de esta finca y en la que por consecuencia deberá U. llevar parte, por cuya causa no se ha vaqueado hoy para que toda la corrida vaya de los toros del potrero, tanto por lo expuesto tanto porque el moso que U. me anuncia vendría hoy, no ha llegado y si vaqueamos los toros y por determinación piensa Ysidro llevar toda la corrida del llano resulta que los toros sobrantes tenemos que meterlos al potrero y en la época presente no se reponen del maltrato pues así lo he visto con tres o cuatro que ha cambiado el expresado Ysidro a lo que se agrega también que si como usted se sirva indicarme que no se dan corridas en la temporada chica nos alarman entonces los toros del potrero para la temporada actual que los del llano nos servirán para atender a la plaza de Toluca. La nasencia del cercado fue de 563 cabezas por supuesto deducidas las que se malograron y ratificando la cuenta en general resultó de conformidad con la existencia y la nasencia lo que aviso a U. para su satisfacción. En cuanto a los recursos de este ramo no pueden ser otros por ahora más que la extracción que haya de toros porque vacas no es conveniente estraer hasta el mes de julio en razón de que están entonces en mejor estado pues en la época presente bamos saliendo de una que otra fiada por muy flacas y viejas lo mismo sucede con los bueyes del desecho que están actualmente en los rastrojos para que concluidos estos entren a la volsa de Tepemajalco reservada con ese objeto. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 6 de enero. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Mojiganga del Tío Caniyitas y Toro embolado.

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El Ómnibus, D.F., del 5 de enero de 1856, p. 4.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 10 de enero. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 8 toros de Atenco. Valiente becerro de Atenco lidiado por la cuadrilla en zancos. Toro embolado. Corrida a beneficio de la hacienda de Atenco.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 87)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 11 de enero de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Fueron por fin para el veneficio 6 toros del potrero, dos del cercado, uno acerrado de los que jugaron en Santiago, y un torete, no habiendo remitido novillo en lugar del toro acerrado porque los que hay están delgados. Por razón de no haberse metido los toros en el potrero en la cantidad competente para las corridas de la temporada, se está notando una diferencia conciderable entre los toros del cercado y los del potrero pues que los vimos con motivo de haber adelgasado se ven chicos, y por lo mismo se juegan de poca edad en comparación de los del potrero, que como mantenidos en pastos reservados se han conservado en el mismo estado y aun mejores de lo que entraron; estas circunstancias hacen creer a la vista de menos edad los toros del cercado, pero la nacencia del ganado la cuenta de los toros que se hizo cuando se amarraron los del potrero, y la ratificación de la existencia del ganado brabo, son pruebas ebidentes de que tenemos ganado para dar las corridas del que se sirve U. ablarme en su siempre grata de ayer, y lo único que sí no debe esperarse es que los toros del cercado tengan la vista que los del potrero. Por lo que respecta a los toros que podremos tener para el año entrante sería muy difícil calcularlo ahora si para ello nos sirbiera de dato la simple vista del ganado, pero tomando en consideración la nacencia del año de 53 puede colegirse que deberemos tener de 240 a 250 toros de cuatro años, y como la separación para el potrero se ha de hacer cual corresponde y la experiencia indica, tendremos sin duda alguna mejor ganado que ahora. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 13 de enero. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 7 toros de Atenco. Valiente becerro lidiado por la cuadrilla en zancos. Un toro embolado que saldrá adornado con un rico tapaojo, cubierto con monedas de plata. Fuegos de artificio.

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El Ómnibus, D.F., del 12 de enero de 1856, p. 4.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 88)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 15 de enero de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Me dijo Cresencio que habían jugado bien los toros y que estubo bonita la corrida. Vinieron ó regresaron 3, el torete, el embolado, y uno de los del potrero, y a más otro toro que me dicen es de la empresa, y que lo mandan para que se cambie por otro en esta corrida inmediata; U. pues me dirá que se hace en esto. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 20 de enero. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Valiente becerro de Atenco lidiado por la cuadrilla en zancos. Toro embolado.

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El siglo XIX, 4ª época, año XVII, T. X, Nº 2576 del sábado 26 de enero de 1856: Plaza de toros del Paseo de Bucareli. No pudiendo verificarse la corrida de toros que se ha anunciado a beneficio de Bernardo Gaviño para el próximo domingo (27 de enero), por razones particulares, que no es del caso expresar, se avisa al público, para su inteligencia. México, enero 23 de 1856.-Manuel Gaviño. A causa de un incidente, del que se desconocen mayores detalles, se suspenden las corridas de toros momentáneamente.57

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 89)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 20 de enero de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Procuraré ver a Bernardo para que me diga los toros que se han menester para Toluca. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 90)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 26 de enero de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Lo mismo que U., creo que con los toros que hay en el potrero nos alcanzará y aun para dar corridas en Toluca pues se que el mismo Trevilla es dueño de la plaza y que le concedieron esperar y le hicieron vaja de un 25 por ciento. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica). Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40.

91)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 30 de enero de 1856. 57

[B.N./F.R./C.S.C.], Caja Nº 40 s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 5 de febrero de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Doy contestación a la siempre grata de U. 1º del corriente diciendo, que ignoraba yo si la causa porque se han suspendido las corridas de toros había sido el disgusto que tubo Bernardo según se sirve U. manifestarme este supuesto va a recaer en contra de U. por la entrada de reales que por medio de los toros nos proporcionamos por esto me serviré de gobierno para apurar en lo posible los otros ramos (...) Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica)

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Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Tengo el sentimiento de manifestar a U. que en los cercados se nos han enfermado un toro y un novillo de mal de lengua, los cuales mandé matar en el acto, porque si los dejamos era muy probable que se contagiase el ganado, y como que á este no se le puede atender con la eficacia que a los bueyes mansos, la perdida sería segura. U. calculará con el cuidado que estaré con el temor de que esta enfermedad no vaya a invadir el cercado. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 92)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 5 de febrero de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Doy contestación a la siempre grata de U. 1º del corriente diciendo, que ignoraba yo si la causa porque se han suspendido las corridas de toros había sido el disgusto que tubo Bernardo según se sirve U. manifestarme este supuesto va a recaer en contra de U. por la entrada de reales que por medio de los toros nos proporcionamos por esto me serviré de gobierno para apurar en lo posible los otros ramos (...) Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 94)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 15 de marzo de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Digo a la siempre grata de U. 9 del corriente que conforme á lo que en ella se sirbe prebenirme he vaqueado los ocho toros para introducirlos en el potrero y esperimentar con ellos si se vajan o no por razón de la época presente pues aunque el pasto del potrero está mejor que el del cercado tenemos en contra el maltrato que reciben en la vaqueada y U. mismo ha visto en este que al siguiente día de vaqueados se ven ya estragadísimos y los pastos en este tiempo por buenos que sean se logra cuando más mantener a los animales en el estado que entran en ellos; sin embargo de lo dicho me parece hacertado la medida de esperimentar con los ocho toros ya referidos. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

261


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. 23 de marzo. Primera corrida de la temporada. Seis toros de Atenco. Personal de la cuadrilla y primeros espadas: Mariano Gonzรกlez y Pablo Mendoza.58

219

58

220

Lanfranchi, Op. Cit., T. I., p. 159.

262


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. 30 de marzo. Cumpliendo la empresa con su programa, que no es otro, que el de complacer a sus numerosos favorecedores, ha dispuesto para la tarde de este día la segunda función en los mismos términos que la anterior. En la presente función se lidiarán: SEIS TOROS, de la raza mencionada de Atenco, que nada dejarán que desear por su bravura, pues se ha procurado hacer la mejor elección en el cercado. En los intermedios se echarán dos toros para el coleadero, y concluirá la corrida con el toro embolado de costumbre.59

221

El Ómnibus, D.F., del 29 de marzo de 1856, p. 3. 59

El siglo Diez y Nueve, D.F., del 29 de marzo de 1856, p. 4.

263


Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 95)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 3 de abril de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Hoy salen los nueve toros que se sirve U. pedir en su esquelita de antier, y suplico a U. que en lo sucesivo se sirva decirme; que sucede con los toros que debuelben pues unos regresan por mal juego y otros porque ni entran a la plaza y estos últimos no se si debo cargar algo por ellos a la empresa lo mismo que por los embolados que también devuelven. También suplico a U. se sirva decirme si pagó a Togno los 14 p.s que pidió para gastos de la primera corrida y si también ha cubierto a U. la empresa veinte y cinco p.s porque se ministraron para gastos de la corrida que con criados de esta hacienda mandé el 27 de diciembre y cuyos gastos no han mandado a esta. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

264


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. 6 de abril. Sin datos precisos dado el daño por rasgaduras y desprendimiento que presenta el ejemplar de El Siglo XIX del 5 de abril, p. 4. La única constancia verídica es que se lidiaron 7 toros de Atenco. Es muy probable que en dicha jornada se registrara la actuación de Bernardo Gaviño.

222

El Ómnibus, D.F., del 5 de abril de 1856, p. 4.

265


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. 13 de abril. Bernardo GaviĂąo y cuadrilla con 6 toros de Atenco. En uno de los intermedios se jugarĂĄ un becerro de la misma acreditada raza de Atenco, por la famosa cuadrilla en zancos.

223

266


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. 20 de abril. No hay datos de quien participó aquella tarde, aunque sí del ganado: 6 toros de Atenco.

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267


PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 20 de abril. Bernardo Gaviño y cuadrilla. 5 toros de Atenco.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 96)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 22 de abril de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. El beneficio de Bernardo se desgració por haber tenido él la desgracia de que se clavó una banderilla en el empeine y entró la púa bastante acia abajo por poco le cuesta la vida pero ya está fuera de riesgo. Solo 4 toros jugaron y de ellos, dos dice que son suyos aunque yo no tengo en mis apuntes semejante constancia, porque un bragado que bolvió por mal juego en su último veneficio y otro que no entró a la plaza en el penúltimo los rebajé de los que remití pero el dice que se los pagó a U. y por lo mismo debe 2 que me dice ajustó con U. a 50 p.s El 5º toro no jugó porque dicen que es una fiera y orrorisados ya de los cuatro anteriores y con la desgracia de Bernardo y de uno de los mejores picadores que está bastante mal herido se suspendió la corrida. Cuyos toros dicen que salieron extraordinariamente bravos. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

268


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 27 de abril. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Junta patriótica de 1856. Se contará con la asistencia al Escmo. Sr. Presidente de la república, general D. Ignacio Comonfort. Becerro lidiado por la cuadrilla en zancos. Toro embolado.

225

El Ómnibus, D.F., del 26 de abril de 1856, p. 4.

269


Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 97)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 27 de abril de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Bernardo se marchó a esa aliviado y sin cubrir el importe de los toros lo que aviso a U. para su gobierno así como igualmente que ayer no pidieron toros en Toluca. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

226

El Republicano, Distrito Federal, del 26 de abril de 1856, p. 4.

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 4 de mayo. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Gran función extraordinaria a beneficio de Manuel Esquino, la que se dignará honrar con su asistencia el Escmo. Sr. Presidente de la república, general D. Ignacio Comonfort. (Francisco Togno). Apunta Heriberto Lanfranchi: Mi buen amigo, el Sr. José Juan Cervantes me ha permitido elegir lo más selecto en el cercado de Atenco, y los toros que por su bravura los distinguían los vaqueros con los nombres siguientes:

270


Nombre

Colores

Mata Bueyes Maromero Tunante Artillero Tigre Búfalo Picadillo

Meco rabicorto Meco chinudo Josco bragado Josco sardo Meco cara rosilla Morado cachetes prietos Morado chaparro.

De estos toros se elegirá el más arrogante para embolarlo, y será lidiado por el conocido Tío Canillitas, acompañado de Mr. Fritz, Catana, Pepillo y demás personajes montados en burros. En uno de los intermedios se presentarán dos vaqueritos montados en magníficos caballitos, con el objeto de colear dos becerros de tamaño adecuado a su edad. 60

227

60

Lanfranchi, Ibidem., p. 159.

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228

El Ă“mnibus, D.F., del 3 de mayo de 1856, p. 4.

272


PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 22 de mayo. Bernardo Gaviño y cuadrilla con 5 toros de Atenco. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 98)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 23 de mayo de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Ayer se lidiaron en Toluca 5 toros cuyo importe me sirve de grande auxilio para la raya de mañana. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 1 de junio. Bernardo Gaviño y cuadrilla. 5 toros de Atenco.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 99)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 5 de junio de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. En la actualidad cuento con 250 p.s de los toros del domingo próximo pasado pero también tengo encima la cuenta de la aduana y la raya del próximo sábado. Probablemente el inmediato domingo habrá otra corrida y ya me servirá de auxilio para la entrante semana. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 12 de junio. Bernardo Gaviño y cuadrilla con toros de Atenco.

PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 15 de junio. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Cinco toros de Atenco. Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 100)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 18 de junio de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Tubo efecto la corrida del domingo en Toluca que como manifesté a U. me dijo Bernardo que hera en compañía de esta hacienda y todavía no sé el resultado pues quedó de traer la cuenta el viernes pero me supongo que el resultado no ha de ser nada favorable por razón de que la corrida se hizo lloviendo y la entrada dicen que fue pésima. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

273


Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 101)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 6 de julio de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Digo a la siempre de U. 3 del corriente que aun no se meten ningunos toros al potrero porque si lo verificamos tan temprano quedaría el pasto tan bueno como es debido y por otra parte sería por ahora inútil en razón de que en el cercado hacen bastante y por consiguiente creo que deberemos a empezar a meterlos desde mediados del que entra pues las primeras corridas empezarán cuando más temprano en septiembre y por último reservando el pasto hasta la época citada nos durará más y en las estaciones del invierno y seca conserbaremos los toros bien tratados: este es mi parecer y creo que el de U. también lo será pero en caso contrario U. tendrá la bondad de indicarme lo que sea de su agrado para comenzar a meterlos. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 16 de septiembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla. Toros de Atenco.

PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 21 de septiembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla. 4 toros de Atenco.

PLAZA DE TOROS DE TOLUCA, MÉX. 28 de septiembre. Bernardo Gaviño y cuadrilla. 5 toros de Atenco.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 103)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 1 de octubre de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Los únicos toros que han llevado p.a Toluca son nueve p.a las dos corridas que dió Trevilla y el producto de la primera sirvió p.a D. Agustín el mes p.do lo que indique a U. la última vez que estube en esa pues pida doscientos p.s p.a entregarlos en Toluca: ahora también tengo que pagar la Cta. de la aduana que aun no he visto pero debe importar cuando más 180 p.s. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 104)s/n Sr. D. José Juan Cervantes.

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Atenco 16 de octubre de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Con esta fecha remito al Sr. D. Vicente Pozo siete toros para lidiarlos a muerte y uno para envolado, lo que se servirá U. quedar impuesto para su inteligencia, así como que al regreso de los vaqueros se sirba U. abisarme los que vengan devueltos y de la manera que formo aquí los apuntes correspondientes, esencialmente con relación a los emvolados y de esta manera las mismas cartas de U. me serbirán de norma para que caminemos de total conformidad con la cuenta del Sr. Pozo. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

275


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 19 de octubre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. Cuadrilla: Director y primer espada: Bernardo Gaviño. Segunda espada: Mariano González. Tercera espada: Fernando Hernández. Picadores: Cenobio Morado, Caralampio Acosta, Magdaleno Vera, Vicente Guzmán, Serapio Enríquez y Esteban Delgado. Banderilleros: Andrés Chávez, Francisco Cuellar, Joaquín Pérez e Ireneo Méndez.61

229 61

Lanfranchi, Ibid.

276


Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 105)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 23 de octubre de 1856. Muy señor mío de todo mi aprecio y respeto. Con esta fecha remito al Sr. D. V.te Pozo siete toros p.a lidiarse a muerte y uno p.a embolado lo que servirá a U. de gobierno. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 26 de octubre. Bernardo Gaviño y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Dos toros para coleadero y toro embolado.

230

El Ómnibus, D.F., del 25 de octubre de 1856, p. 3

277


Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 106)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 30 de octubre de 1856. Remito con D. Ysidro Cartagena siete toros y un veserro a la corrida á veneficio a Bernardo Gaviño lo que servirá a U de gobierno. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

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278


PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 2 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Siete toros y un becerro para el embolado de Atenco. Corrida a beneficio de Gaviño. El primer toro será del rincón de San Gaspar (divisa encarnada); segundo de Punta del Río (divisa blanca); tercero de la Isleta (divisa azul); cuarto del Tomate (divisa blanca); quinto de las Puentecillas (divisa amarilla); sexto del Tejocote (divisa blanca) y séptimo de la Loma (divisa verde). 3 toros de cola para Primer pareja: Antonio Leyva y Cornelio Segunda “ Pedro Bastida y Pedro Trejo. Toro embolado.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 107)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco 5 nov.e de 1856. Con esta fecha remito al Señor D. Vicente Pozo seis toros y un veserro lo que pongo para su conocimiento para su inteligencia. Ramón Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 9 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Siete toros y un becerro para el embolado de Atenco.

Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 108)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco noviembre 12 de 1856. Con esta fecha remito al señor D.n Vicente Pozo con D. Ysidro Cartagena seis toros, lo que participo a U. para su conocimiento. Ramón Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 16 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. Presentación de Ángela Amaya.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 109)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco noviembre 19 de 1856. Muy señor mío de mi Respeto. Con esta fecha remito al señor D. Vicente Pozo seis toros p.a lidiarse en la plaza del Paseo lo que aviso a U. para su conocimiento. Por Ausencia del admor. Ramón Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 23 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. Coleadero en pelo.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 40 111)s/n Sr. D. José Juan Cervantes. Atenco noviembre 26 de 1856. Quedo impuesto de lo que se sirbe U. indicarme con respecto a los toros: hoy se vaquearon 20 y de hoy en ocho vaquearemos otros tantos para que den en el potrero todos los necesarios para la plaza del Paseo. De Yautepec no he recibido razón ninguna pero la tendré porque mañana tengo que mandar un propio y sin dilación avisaré a U. si por fin la localidad del teatro de lugar p.a dar las corridas de toros. Antonio Ortiz y Arvizu (Rúbrica).

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 30 de noviembre. Cuadrilla de Bernardo GaviĂąo. Seis toros de Atenco.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 14 de diciembre. Bernardo GaviĂąo y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Mojiganga de Gigantes y enanos. Toro embolado.

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 21 de diciembre. Bernardo GaviĂąo y cuadrilla, con 6 toros de Atenco. Manganeo y jineteo en mulas cerreras. Toro embolado. (Suspendida por mal tiempo)

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PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Jueves 25 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. (Datos en duda).

PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, D.F. Domingo 28 de diciembre. Cuadrilla de Bernardo Gaviño. Seis toros de Atenco. Dos toros para coleadero. Los coleadores realizarán la suerte con los caballos en pelo. Toro embolado.

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Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 9 BIS 7)9 BIS/12. Estado general de la hacienda de Atenco en el año económico de 1856. Ganado cerrero. Existencia del año anterior Cargo 484 becerros producto de la nacencia en el año Yd. 10 toros debueltos de la empresa de México Data 302 cabezas vendidas Yd. 54 id. muertos Yd. 150 id fiadas Yd. 8 toros que se remitieron á México para la corrida que se dio a beneficio de esta hacienda en 10 de enero p p.o y de la cual no se sabe el resultado, por cuya razón se hace solamente la data del ganado Ymporta el cargo Yd. la data Existencia para el año de 1857

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3136 484 10 302 54 150

8 3630 514 514 3116


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