Etograma para la evaluación de la genética en hatos de lidia

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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia


Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

David Calero Quintero

Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de: Doctor en Ciencias Agropecuarias

Directores PhD, Médico Veterinario, Daniel Bartolomé Rodríguez PhD, Ingeniero Agrónomo, Jaime Eduardo Muñoz Flores Asesor: MsC, Ingeniero de Sistemas, José Reinel Uribe Ceballos

Línea de Investigación: Producción Animal Tropical Grupo de Investigación: Programa de Investigación del Toro de Lidia

Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Agropecuarias Palmira, Colombia 2016


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¡Tarde de toros! Rumor de ola que espumajea crispada al viento… Fiebre de vida, luz, movimiento… ¡Nervios en marcha! ¡Sangre española! Este es tu ritmo y este es tu acento, risa en los labios, sangre en las venas, pueblo genuino, genuina raza… Nada tan tuyo como el aliento con que en las calles bulles y truenas cuando desfilas hacia la plaza.

Víctor Domingo Silva


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Contenido

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Dedicatorias A mi abuela Nohemy, el ser más especial que pudo cruzarse en mi camino, por todo su amor, su ejemplo en perdón y generosidad, por toda su ternura… la misma de un ladrillo, por la felicidad que siente mi alma al ver a sus ojos... A la memoria de mis padres, por sus enseñanzas y lecciones de vida que aún en su ausencia siguen llegando. A mi amada Pao, la mujer de mi vida. Gracias por toda tu paciencia. A la memoria de Memo Valencia, el toreo en su forma más perfecta. A Ernesto González, excepcional ganadero, artista y maestro en la forja del Toro Bravo.


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Agradecimientos 

Al Programa Hartón, a quien debo la mayor parte de este doctorado y de mi experiencia profesional.

Al programa de Investigación del Toro de Lidia.

Al Profesor José Reinel Uribe Ceballos, coautor de este trabajo, ejemplo de dedicación y excepcional amigo.

A Daniel Bartolomé Rodríguez, Director externo de este trabajo, por su confianza, disposición permanente y apoyo.

Al profesor Jaime Eduardo Muñoz, Director interno de este trabajo, por su disponibilidad permanente y paciencia.

A las ganaderías “Ernesto González Caicedo” y “Salento”, siempre presentes en mi formación académica.

A María Fernanda González Valencia, por la confianza depositada y generosidad en la información proporcionada.

A Hernando Henao Posada “Chicuelo de Colombia”, pieza fundamental en la duplicación de los libros ganaderos.

A Eduardo Madriñan Nuñez y Hernán Darío Bayona, colaboradores generosos en la toma de información.

Al excepcional aficionado francés, Julien Aubert por sus valiosos aportes en los libros genealógicos y enriquecedoras conversaciones taurinas.

A Samir Julián Calvo.

A la Universidad Nacional de Colombia, Sede Palmira, a su Comité Asesor de Posgrados y al Consejo de Facultad, siempre dispuestos a solucionar.


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Resumen y Abstract

XI

Resumen Se diseñó un etograma para desagregar el comportamiento del ganado de lidia durante las faenas de tienta y de lidia, con el propósito de cuantificar la bravura y dar mayor objetividad en la selección. El estudio se realizó en la ganadería colombiana de Ernesto González Caicedo, con encaste Santa Coloma, ubicada en el municipio de Popayán. Las variables etológicas identificadas fueron: fijeza, prontitud, distancia de arrancada, recargar, ausencia de dolor, grado de encelamiento, recorrido, humillar, repetir, tipo de embestida, y fuerza. El número de individuos analizados fue 1720 (933 hembras y 787 machos). Toda la información se recopiló y procesó con el software para ganaderías bravas DeLidia (v. 2.0.1505), desarrollado especialmente para este estudio y con el que se evaluó el comportamiento de los animales durante la tienta y la lidia. Se evaluaron los efectos que sobre las variables etológicas tuvieron la consanguinidad, el sexo, lugar, tipo de festejo, número de varas y torero. Se estimaron para cada una de ellas las frecuencias fenotípicas, los índices de herencia, las correlaciones fenotípicas, genéticas, y los valores de cría de los sementales empleados. Los valores de h2 fueron de bajos a moderados, entre 0.06±0.03 y 0.36±0.026, correspondientes a las unidades comportamentales de FZA y REP; el promedio de todas las unidades fue de 0.21±0.05. Todas las rg fueron positivas a excepción de las involucradas con FZA que dieron negativas; el valor positivo más bajo de rg fue de 0.1 para GEN y HUM, mientras el más alto fue de 0.79 para FIJ y RDO. Las tendencias de los VG fueron positivas y diferentes de cero (P<0.01), excepto FZA que dio negativo (0.004±0.0004). Las ganancias por año, como parte porcentual de la media, estuvieron entre -0.191 % para FZA y 1.024% para REP. Los resultados encontrados para h2 y VG en este estudio sugieren su utilidad en programas de selección, favoreciendo un mayor progreso genético.

Palabras clave: Etología, unidades comportamentales, etograma, heredabilidad, correlación genética, valores genéticos.


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Contenido

XIII

Abstract An ethogram was designed to disaggregate the behavior of fighting cattle through tienta and lidia not only to quantify the bravery but also have greater objectivity in the selection. The study was conducted in the Colombian Farm of Ernesto Gonzalez Caicedo, mating with a line from Santa Coloma, located in the city of Popayan. The ethological variables identified were: concentration, readiness, distance, desire to push the (mount) horse, pain manifestation, focus and concentration during the attack of the (mount) horse, trajectory of charge, lowering of head, repetition, type of lunge and strength. The total number of animals analyzed was 1720 (933 cows and 787 bulls). All information was collected and processed with the specific and purpose built software, DeLidia (v. 2.0.1505) in order to study and evaluate the behavior of the animals during tienta or lidia. The evaluations included consanguinity, sex, location, type of show, number of varas, lancer and bullfighter. Each instance was evaluated for phenotypic responses, hereditary traits, genetic correlations, and breeding values of sires used. The estimates of h2 were from low to moderate magnitude, between 0.06±0.03 and 0.36±0.026, corresponding to the behavioral units FZA and REP; the average of all units was 0.21±0.05. All rg values were positive excep those involved with FZA that were negative; the lowest positive value of rg was 0.1 for GEN and HUM, while the highest was 0.79 for FIJ and RDO. VG trends were positive and different from zero (P <0.01), except FZA that was negative (-0.004 ± 0.0004). Earnings per year, as a percentage of the mean, were among -0191% to 1.024% for FZA and REP. The results for h2 and VG in this study suggest its usefulness in selection programs, promoting greater genetic progress.

Keywords: Ethology, behavior traits, ethogram, heritability, genetic correlation, breeding values.


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Contenido

XV

Contenido Pág. Resumen ...........................................................................................................................XI Abstract...........................................................................................................................XIII Lista de figuras............................................................................................................. XVII Lista de tablas ............................................................................................................... XIX Lista de Símbolos y abreviaturas ............................................................................... XXII Introducción ...................................................................................................................... 1 Objetivos ............................................................................................................................ 3 1. Capítulo 1: Observar y medir la bravura .................................................................. 5 1.1 El tentadero de hembras ................................................................................... 7 1.2 La tienta de machos .......................................................................................... 9 1.3 Estandarización de la bravura ......................................................................... 11 1.3.1 Variables etológicas involucradas en el concepto de bravura.............. 14 1.3.2 1.4

1.5

Modelos de etogramas empleados por diversos autores ..................... 16

Materiales y métodos ...................................................................................... 22 1.4.1 Origen de la información ...................................................................... 22 1.4.2

Manejo de la información ..................................................................... 24

1.4.3

Etograma utilizado................................................................................ 24

1.4.4

Estimación de frecuencias fenotípicas. ................................................ 35

Resultados y discusión ................................................................................... 36 1.5.1 Parámetros poblacionales .................................................................... 36 1.5.2

Frecuencias fenotípicas de las unidades comportamentales ............... 38

2. Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales .................... 45 2.1 El ambiente y la bravura ................................................................................. 45 2.1.1 Factores ajenos a la lidia...................................................................... 46 2.1.2 2.2 2.3

Factores propios de la lidia .................................................................. 47

Coeficiente de consanguinidad ....................................................................... 50 Materiales y métodos ...................................................................................... 52


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2.4

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

2.3.1

Determinación de los efectos ambientales sobre el comportamiento .. 52

2.3.2

Cálculo de la consanguinidad .............................................................. 54

Resultados y discusión ................................................................................... 55 2.4.1 Influencia del sexo y la edad sobre las unidades comportamentales .. 55 2.4.2

Factores propios de la lidia y su efecto sobre el comportamiento ....... 57

2.4.3

Niveles y tendencias de la consanguinidad ......................................... 60

2.4.4

Efectos de la consanguinidad sobre las unidades comportamentales 67

3. Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales. ............... 71 3.1 Parámetros genéticos. .................................................................................... 71 3.1.1 Heredabilidad (h2) ................................................................................ 71

3.2

3.1.2

Correlaciones ....................................................................................... 74

3.1.3

Valores genéticos o de cría .................................................................. 77

Materiales y métodos ...................................................................................... 78 3.2.1 Origen y manejo de la información ...................................................... 78 3.2.2

3.3

Estimación de parámetros y valores genéticos .................................... 78

Resultados y discusión ................................................................................... 81 3.3.1 Heredabilidades de las unidades comportamentales .......................... 81 3.3.2

Correlaciones ....................................................................................... 85

3.3.3

Tendencias genéticas .......................................................................... 88

4. Conclusiones y recomendaciones ......................................................................... 95 4.1 Conclusiones .................................................................................................. 95 4.2 Recomendaciones .......................................................................................... 97 Anexos ............................................................................................................................. 99


Contenido

XVII

Lista de figuras Pág. Figura 1-1:

Escala de valoración del EBL-10 desarrollado por García et al. (2005)…………………………………………………………………....

19

Figura 2-1:

Tendencias de la consanguinidad en la ganadería EGC…………..

66

Figura 2-2:

Cambio de la consanguinidad por período de tiempo………………

67

Figura 3-1:

Tendencias genéticas de las UC fijeza, distancia y prontitud………...

89

Figura 3-2:

Tendencias genéticas de las UC recargar, ausencia de dolor y grado de encelamiento…………………………………………………...

90

Figura 3-3:

Tendencias genéticas de las UC recorrido, humillar y repetir………...

90

Figura 3-4:

Tendencias genéticas de las UC tipo de embestida, fondo y fuerza...

91

Figura 3-5:

Tendencias genéticas de las notas globales del estudio y del ganadero …………………………………………………………………

53

Figura A1-1:

Terrenos del ruedo en una plaza de toros......…………………………

99

Figura A2-1:

Formulario de entrada al sistema. .……………………………………

104

Figura A2-2:

Formulario de acceso a fichas de animales …………………………

104

Figura A2-3:

Datos básicos del ejemplar ……………………………………………

105

Figura A2-4:

Genealogía del ejemplar y resumen de sus descendientes.………

105

Figura A2-5:

Reseña del herradero del ejemplar...…………………………………

106

Figura A2-6:

Reseña de tienta o lidia del ejemplar ....………………….…..………

106

Figura A2-7:

Formulario del etograma para evaluación por reseña de tienta (DL-ERT) …………………………………………………………………

Figura A2-8:

Formulario del etograma para evaluación por reseña de lidia (DL-ERT)…………………………………………………………………

Figura A2-9:

107 107

Etograma por series para evaluación del desempeño en varas durante la tienta (DL-EST) ……………………………………………

108

Figura A2-10: Etograma por series para evaluación del desempeño en la muleta durante la tienta (DL-EST).……………………………………….……

108


XVIII

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Pág. Figura A2-11: Frecuencias alcanzadas en la fracción de muleta durante la tienta.

109

Figura A2-12: Puntuaciones totales alcanzadas durante las fracciones de la lidia.

109

Figura A2-13: Pantalla con la fotografía del ejemplar………………………………..

110

Figura A2-14: Pantalla con fotografía de los folios del ejemplar existentes en los libros de la ganadería …………………………………………………..

110

Figura A2-15: Pantalla de reproducción de video de la tienta del ejemplar...……..

111

Figura A2-16: Formulario de baja del ejemplar ……..………………………………..

111

Figura A2-17: Pantalla de ingreso a la opción de libros de la ganadería……..…...

112

Figura A2-18: Formulario del libro de tientas ….…..………………………………....

112

Figura A2-19: Formulario con el índice MAB de un ejemplar, correspondiente al libro de vacas …………………….…..……………………………..…..

113

Figura A2-20: Formulario del rendimiento de padres correspondiente al libro de sementales ……………………………..………………………………..

113


Contenido

XIX

Lista de tablas Tabla 1-1:

Pág. Ejemplo de códigos categóricos empleados para la calificación de machos

y hembras durante las faenas de lidia y tienta………………………………………………....12 Tabla 1-2:

Ejemplo de una reseña de tienta de una vaca aprobada en la ganadería

Torrestrella, propiedad de Álvaro Domecq y Díez…………………………………..……....17 Tabla 1-3: Escala de valoración de apartados de la lidia en el Baremo de Bravura (Barga, 1989)………………. ..………………….……………………………………………….17 Tabla 1-4: Baremo para la apreciación del grado de bravura en la muleta (Barga, 1989)………………. ..………………….………….…………………………………………….18 Tabla 1-5: Etograma DL-ERT empleado para evaluar el comportamiento durante la tienta por el método de reseña (Calero et al. 2008)………………………………………….20 Tabla 1-6:

Etograma DL-ERL empleado para evaluar el comportamiento durante la lidia

por el método de reseña (Calero et al. 2008)………………………………………………….20 Tabla 1-7:

Cuestionario relleno para evaluación de los caracteres de comportamiento

(Domecq, 2009)….……………………………………………………………………………….22 Tabla 1-8:

Etograma DL-ESC empleado para evaluar el comportamiento en la fracción

de capote por el método de series ……………………..……………………………………….28 Tabla 1-9:

Etograma DL-ESV empleado para evaluar el comportamiento en la fracción

de varas por el método de series ……………………………………………………..……….29 Tabla 1-10:

Etograma DL-ESC empleado para evaluar el comportamiento en la fracción

de muleta por el método de series ………………………………………………….………….30 Tabla 1-11:

Clasificación de los tipos de claudicación en el ganado de lidia (Garzón et

al., 2000) …...……….…………………………………………………………………………….33


XX

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Tabla 1-12:

Pág. Escala de valoración de las unidades comportamentales observadas en la

suerte de varas (V) por el método de series …………………………………….…………….34 Tabla 1-13:

Escala de valoración de las unidades comportamentales observadas en el

capote y la muleta por el método de series …………………………………..….…….……….35 Tabla 1-14:

Categorías creadas para el cálculo de frecuencias fenotípicas según la

calificación alcanzada durante las faenas de tienta o lidia…...………………….…….……….36 Tabla 1-15:

Clasificación de las frecuencias fenotípicas de acuerdo a la proporción dentro

de la población ……………………………………………….…….…………………………….36 Tabla 1-16:

Estadísticas descriptivas para las unidades comportamentales dentro de la

población en la ganadería EGC (n = 1720)……………….…………………………….……….37 Tabla 1-17:

Frecuencias fenotípicas para UC dentro de la población (n=1720)……….….39

Tabla 1-18:

Tabla comparativa de las proporciones alcanzadas por las UC en las

categorías C y A dentro de la población (n=1720)………………………….…………………..40 Tabla 1-19: Tabla comparativa de las proporciones alcanzadas por las UC en las categorías C y A para hembras (n=933)..……………………………………………………....41 Tabla 1-20: Tabla comparativa de las proporciones alcanzadas por las UC en las categorías C y A para machos (n=787)…………….…………………………….…….……….42 Tabla 1-21: Frecuencias fenotípicas de UC para hembras y machos (n=1720)....……….43 Tabla 2-1:

Efectos del sexo y la edad sobre las unidades comportamentales

observadas durante la tienta y la lidia (n= 1720) …………………………………....……….56 Tabla 2-2:

Efectos

de

los

factores

inherentes

a

la

lidia

para

unidades

comportamentales observadas durante la tienta y la lidia (n= 1720) ….……………………57 Tabla 2-3:

Número de individuos y valores de F (%) por generación en la ganadería

EGC ……………………………………………………………………………………………….60 Tabla 2-4:

Hierros que intervienen en la formación de la ganadería EGC..……………61


Contenido

Tabla 2-5:

XXI Pág. Indicadores poblacionales sobre fundadores y ancestros en la ganadería

EGC.………………………………………………………………………………………………62 Tabla 2-6:

Intervalos generacionales y edad media de los padres al nacer los hijos en

la ganadería EGC ……….…………………………………………………………………….... 63 Tabla 2-7:

Consanguinidad (Fx %) a través de los años en la ganadería EGC.....….....64

Tabla 2-8:

Porcentajes de individuos consanguíneos y sus promedios de Fx (%) a través

de las épocas de nacimiento en la ganadería EGC …………..……….……………….………65 Tabla 2-9:

Efectos de la consanguinidad sobre las unidades comportamentales

observadas durante la tienta y la lidia (n= 1720) .………………………..…………….………68 Tabla 3-1:

Clasificación de los índices de herencia …………………………….……….…79

Tabla 3-2:

Clasificación

de

los

coeficientes

para

correlaciones

fenotípicas

y

genéticas……………………………..……………………………….……………………………81 Tabla 3-3:

Heredabilidades, errores estándar y diferencias entre sexos de unidades

comportamentales comunes en la tienta y la lidia (n=1720)…………………………..………82 Tabla 3-4:

Heredabilidades, errores estándar y diferencias con alguno de los sexos de las

unidades comportamentales en conjunto para hembras y machos de la ganadería EGC (n=1720)……………………………………………………….………………………..….………83 Tabla 3-5:

Correlaciones genéticas (sobre la diagonal), fenotípicas (bajo la diagonal) y

heredabilidades (en la diagonal) de unidades comportamentales en conjunto para hembras y machos de la ganadería EGC (n=1720)………………………………………………….………87 Tabla 3-6:

Soluciones BLUP de las UC observadas durante la tienta y la lidia..………88

Tabla 3-7:

Valores de cría y soluciones BLUP de las notas del estudio (GE) y global del

ganadero (GG) ..……………………………………………..…………………………….……125


Contenido

XXII

Lista de Símbolos y abreviaturas Tipos de festejos o espectáculos taurinos Abreviatura CP CT F NP NSP PC TTA

Término Curso práctico Corrida de toros Festival Novillada con picadores Novillada sin picadores Lidia a puerta cerrada Tienta

Unidades comportamentales o variables etológicas Abreviatura AUD BD BG BP CFP CH CR DIS DOL FIJ FON FZA GE GEN GG HUM LC LP MAD ME MF MFN MH MIAM MP MR

Término Ausencia de defectos Ausencia de dolor en banderillas Perseguir en banderillas Prontitud en banderillas Fijarse pronto en el capote Humillar en el capote Recorrido en el capote Distancia de arrancada Ausencia de dolor Fijeza Fondo Fuerza Nota global del estudio Grado de encelamiento en el caballo Nota global del ganadero Humillar Nota de lidia al caballo Nota de lidia a pie Ausencia de defectos en la muleta Tipo de embestida en la muleta Fijeza en la muleta Fondo en la muleta Humillar en la muleta Ir a más en la muleta Prontitud en la muleta Recorrido en la muleta


Contenido Abreviatura MS MSE MT MZ NCG NM NMG NV PRO REP RDO RGR TEM TC TP UC VAD VD VE VF VGE VH VIAM VP VR VS VZ

XXIII TĂŠrmino Distancia de arrancada en la muleta Seriedad en la muleta Repetir en la muleta Fuerza en la muleta Nota al caballo del ganadero Nota a la muleta del estudio Nota a la muleta del ganadero Nota al caballo del estudio Prontitud en la arrancada Repetir las embestidas Recorrido en la embestida Recargar en el caballo Tipo de embestida Nota de tienta al caballo Nota de tienta a pie Unidad comportamental Ausencia de defectos en varas Ausencia de dolor en varas Tipo de embestida en varas Fijeza en varas Grado de encelamiento en varas Humillar en varas Ir a mas en varas Prontitud en varas Recargar en varas Distancia de arrancada en varas Fuerza en varas


XXIV

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia


Introducción Al observar el comportamiento del toro de lidia, surgen muchos interrogantes sobre todo lo que hace el animal en el ruedo. Todos estos cuestionamientos, aunque parezcan sencillos, son de gran importancia y constituyen el primer paso para una investigación etológica en la especie. Existen una serie de reacciones sucesivas que ocurren con cierta rapidez, que a veces pueden pasarse por alto detalles que son fundamentales. La Etología o estudio biológico del comportamiento animal, aplica diferentes metodologías para dar respuesta a tal vastedad de interrogantes, buscando solucionar aspectos desconocidos de las especies animales. Estas investigaciones etológicas están cobrando importancia en la ganadería brava, ya que no sólo brindan información sobre el comportamiento de la especie en particular, sino que contribuyen en la solución de inquietudes sobre su evolución, ecología, aspectos de manejo y aún sobre su conservación como recurso genético. Siendo el principal producto del toro de lidia su bravura, el ganadero contemporáneo no debe desligarse del entorno en el que esta se desarrolla. Las explotaciones de carne y leche han ido perfeccionando los sistemas, no sólo en pro de un incremento en la producción, sino también en su calidad. De igual forma, es importante registrar el comportamiento del toro de lidia de manera ordenada, de tal manera que permita una cuantificación de la bravura con mayor precisión, tanto en el incremento de cada una de las variables que la conforman, como en la expresión de la mejor versión cada una de ellas. Durante más de dos siglos la selección del ganado de lidia se ha basado en la respuesta de los animales frente a los diversos estímulos planteados a lo largo de las faenas de tienta y de lidia, considerándose principalmente las posturas del animal observadas frente al caballo del picador y la muleta del torero. Los métodos empleados en la mayoría de fincas ganaderas continúan basando la selección en medidas conceptuales, apoyándose en las reseñas escritas tomadas por el ganadero al momento de torear a las reses. En consecuencia, las


2

Introducción

calificaciones generadas generalmente tienen un alto componente subjetivo, debido a la dificultad de cuantificar los resultados de las variables de comportamiento. Para el ganadero es muy importante entender que la ecología del comportamiento del toro, permitirá analizar y comprender los vínculos de su comportamiento con el ambiente propio de la lidia. El estudio detallado de las pautas de comportamiento muestra que para esta especie, dentro de un marco general fijo, tanto los componentes innatos como los derivados de la prueba varían en los diferentes individuos y en las poblaciones, y sin duda sobre ellas ha actuado la selección realizada, determinando la preservación de los patrones de conducta adecuados para la lidia. La observación del comportamiento para una evaluación genética, desagregando la bravura en sus diferentes unidades comportamentales, se viene realizando de manera sistemática por el Programa de Investigación del Toro de Lidia de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira desde el año de 1998, en una ganadería colombiana de origen Santa Coloma. Los resultados alcanzados sugieren la importancia de realizar nuevos estudios en el tema y en encastes diferentes, además de mejorar las metodologías empleadas en la valoración de los caracteres de comportamiento de los ejemplares. En este trabajo, se pretende dar continuidad a los estudios realizados en 1998 y 2008, mejorando las metodologías y la calidad de la información. Para aumentar la precisión de la valoración de los animales se desarrollaron varios etogramas que permiten medir con mayor exactitud las unidades de comportamiento observadas durante las faenas de tienta y de lidia, permitiendo mayor confiabilidad en la estimación de las frecuencias fenotípicas, índices de herencia y correlaciones fenotípicas y genéticas entre las variables, mejorando la valoración genética tanto de hembras como de machos con el fin de seleccionar los individuos superiores y conseguir avances genéticos dentro de la explotación. Para el adecuado manejo de la información, se incorporaron mejoras en el software DeLidia, desarrollado por el Programa de Investigación en el año 2005. Con la información obtenida, se construyeron las genealogías de los ejemplares para el posterior cálculo de la consanguinidad, estimándose además los parámetros genéticos y los valores de cría de las características analizadas.


Introducción

3

Objetivos Objetivo general Elaborar un etograma que desagregue el comportamiento en los diferentes actos o posturas observados durante la tienta o la lidia para una mayor precisión en la cuantificación de la bravura y que permita, además, estimar los parámetros y valores genéticos para las unidades comportamentales de fijeza, prontitud, distancia de arrancada, recargar, ausencia de dolor, grado de encelamiento, recorrido, humillar, repetir, tipo de embestida, fondo y fuerza, en una población de lidia en Colombia de Origen Santa Coloma.

Objetivos específicos 

Identificar las unidades comportamentales más relevantes observadas durante la tienta o la lidia y determinar los diferentes matices existentes para establecer los criterios y escalas de valoración en ellas.

Desarrollar una herramienta que permita evaluar el desempeño de los animales durante los tentaderos y diferentes modalidades de lidia, permitiendo mayor precisión en la puntuación de unidades comportamentales.

Estimar los coeficientes de consanguinidad y determinar su grado de incidencia sobre las unidades comportamentales valoradas durante la tienta o lidia.

Determinar los efectos que el sexo, la edad y las variables ambientales propias de las faenas de tienta y lidia puedan tener sobre las unidades comportamentales evaluadas mediante el etograma.

Estimar la heredabilidad, y las correlaciones genéticas y fenotípicas, para las unidades comportamentales de fijeza, prontitud, distancia de arrancada, recargar, ausencia de dolor, grado de encelamiento, recorrido, humillar, repetir, tipo de embestida, fondo y fuerza.


4 

IntroducciĂłn Estimar los valores y tendencias genĂŠticas para cada una de las unidades comportamentales evaluadas mediante el etograma durante la tienta y la lidia.


1. Capítulo 1: Observar y medir la bravura La bravura, es una característica que reúne un conjunto de comportamientos en el ganado de lidia, y que ha sido observada, evaluada y moldeada según ha ido evolucionando el toreo. Originalmente, en los ganados que pastaban libremente por diversos puntos de la geografía española, la bravura se suponía según la rusticidad de la crianza y el grado de esquivez de los mismos, considerando, también, los antecedentes de su casta. El trato con las reses en su hábitat natural permitía apreciar con claridad las intenciones y posibilidades de cada animal, sin ningún tipo de ensayo previo. Una vez comienzan a aparecer ganaderías destinadas exclusivamente a la cría de reses para ser lidiadas en plazas de toros, se vio la necesidad de cerciorarse de la bravura de los animales antes de ser lidiados (Cossío, 1995). Las prácticas iniciales se reducían a pruebas sencillas como el colocar un cesto o muñeco en el centro de un corral mientras se iban soltando uno a uno los becerros después de ser marcados o herrados a fuego, para observar su reacción al dolor y su conducta frente al objeto, deduciendo de ella su acometividad y temperamento. Ésta fue la forma, como en principio, se midió la bravura por los procedimientos más elementales (Cossío, 1995). La acometividad del toro parece estar sometida a ciertas reglas fijas y ser algo estereotipado según las ganaderías, siendo la base del buen toreo, el conocimiento de tales modalidades de la res. Los ganaderos, desde tiempo atrás, han puesto en práctica modernos métodos para la selección, de los cuales puede decirse que son la aplicación del método Columbia para la valoración de los instintos por las reacciones al dolor, que es la base para la prueba de la bravura del toro (Cossío, 1995). No puede determinarse con precisión la fecha en que empiezan a practicarse estos métodos, ni tampoco es posible precisar el grado de rigor tenían, sin embargo, ya eran mencionados junto a otras operaciones de campo en el siglo XVIII. La Tauromaquia de Montes, publicada en 1836, constata que ya se practicaban con generalidad, y que se tenían en gran consideración. Cuando en esta obra se hablaba de toros aptos para la lidia pedía que fueran de casta conocida, entre otras razones porque “sufren una tienta en la cual el que no es muy


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bravo se aparta para buey o para el matadero”. Y más adelante se añade, insinuando la idea de que para aquel entonces se practicaba la prueba con todo rigor que “los cuneros, aun cuando algunos hayan sido tentados, nunca es con la escrupulosidad que los otros (los de casta)...”. Más adelante, la Tauromaquia de Guerrita (1896), confirma que la costumbre de la tienta fue generalizándose en la mayoría de ganaderías (Cossío, 1995). Actualmente, los procedimientos de la tienta han ido perfeccionándose junto a la exigencia de los ganaderos, a medida que han sido mayores las exigencias para la lidia, al punto que esta operación se ha convertido en esencial e imprescindible para la selección en cualquier ganadería. Son los tentaderos, de hembras y machos, la manera más eficaz para evaluar las potencialidades que tiene un ejemplar para transmitir las características deseables a su descendencia. El comportamiento observado en los ejemplares durante esta labor, constituye el principal mecanismo que el ganadero posee para ejercer el control de la explotación (García González-Gordon, y otros, 2003). En esta prueba, la suerte de varas es similar a la ejecutada en la lidia durante una corrida de toros, pero en ella se emplea una puya mucho más reducida que la reglamentada para las corridas. Durante esta faena el ganadero mide la respuesta del animal al dolor, su reiteración en la embestida, su toreabilidad, resistencia y bravura, asignándole al final una nota según haya sido su desempeño (Purroy, 1988). González (2007) considera que los tentaderos de machos y hembras son funciones que el ganadero debe presenciar personalmente puesto que constituyen el banco de pruebas de la ganadería brava, siendo la única oportunidad para que un buen fenotipo se traduzca en un genotipo favorable. Argumenta además, que la retienta es una labor innecesaria debido al notable instinto de estos animales de recordar lo que se les ha hecho en oportunidades anteriores, por lo que llevarlos a la plaza por segunda vez arrojará resultados totalmente diferentes que pueden equivocar al ganadero. Antes de la tienta, los animales deben estar suficientemente preparados y desarrollados para que llegado el momento no sean la falta de alimentación y crecimiento un razón para evaluar la fuerza del ejemplar sin absoluta rigidez. Durante la tienta debe tenerse claro que el objetivo primordial es la evaluación del comportamiento del animal, siendo el lucimiento del torero algo secundario. La duración de la faena de muleta en esta prueba debe llevar al animal a la extenuación, permitiendo al ganadero observar cómo se mantiene la actitud


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combativa, fundamental para evaluar la bravura como capacidad de lucha hasta la muerte (Domecq Solis, 2009).

1.1 El tentadero de hembras La edad promedio para esta prueba en las hembras son dos años, seleccionándose como futuros vientres de la ganadería aquellas de mejor rendimiento. El picador ha de estar en el ruedo antes de entrar la becerra en él, y situándose en el extremo opuesto a su salida, exactamente al frente de la puerta de toriles, lugar al que se le denomina contraquerencia. El sector de la puerta de toriles se denomina querencia natural, y es un lugar por el que sienten preferencia aquellos animales que quieren rehusar la pelea, el cual está asociado como punto de retorno a la libertad del campo del cual vienen (Anexo A1). Una vez dentro del ruedo se analiza minuciosamente la manera cómo se comporta; algunos ganaderos dejan que la becerra corretee por unos instantes sin que aparezca algún capote y, por medio de las voces de los toreros se trata de situarla «en suerte», frase tradicional que indica se ha colocado en el sitio y la distancia justas que considere el ganadero como óptimas para su posterior encuentro con el picador; otros la recogen o paran de salida, y después de unos lances con el capote la colocan de igual manera a la distancia que el ganadero determine. El toreo con el capote durante la tienta es lo más breve posible para dejar la becerra puesta en el punto preciso para que se fije en el caballo (Domecq Diez, 1984). Generalmente la primera embestida de la res es ciega y requiere de orden, es decir, del compás del capote, para poco a poco ir aquietando al animal y que acuda al caballo de manera más reposada. Tradicionalmente no salía ningún torero al encuentro de la becerra hasta que el ganadero avisara y lo permitiera, aunque algunos ganaderos han roto esta tradición por creer que las carreras y los refilonazos que les suministra el picador al pasar las becerras semihuídas, sólo sirven para disminuir fortaleza para la prueba posterior. Actualmente la mayoría de ganaderos, hacen que al salir la becerra sea llamada con el capote y se le den unos lances para colocarla ante el picador que se encargará de probarla. Se cree que el animal no está del todo enterado para embestir y crecerse en esa embestida, pues normalmente las becerras recién traídas del campo, tardan (unas más y otras menos), en acoplarse y empezar a embestir de verdad; en ello también


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influyen las herencias transmitidas, por ejemplo, es notorio que la rama o encaste Parladé tardará bastante en embestir seriamente (Domecq Diez, 1984). Una vez cuadrada, el picador la provoca desde el lugar donde se encuentra hasta suministrarle el número de puyazos que el ganadero considere convenientes. Anteriormente, al haber menos facilidades para la embestida de los animales, las plazas de tientas eran muy pequeñas, alrededor de unos 20 metros de diámetro, pero hoy se han agrandado hasta los 32 metros, motivo por el cual, actualmente se tientan las becerras a más distancia del caballo. Esta es una forma de seleccionar con la distancia, una de las cualidades más vistosas de la bravura: el arrancarse de largo y con prontitud desde el lugar donde ha sido colocada. De igual manera debe observarse el galope y la velocidad de la arrancada, la codicia con que la realiza, la furia con la que se estrella en el peto, la fijeza en él, y si mueve o no la cabeza, si hace sonar o no los estribos, y la resistencia en el persistir y volver de nuevo, a la menor insinuación del picador, asimismo como las distancias desde las que acomete. No debe tener tendencia alguna a refugiarse en la querencia natural, así como tampoco debe manifestar ningún tipo de dolor durante su pelea con el caballo (Domecq Diez, 1984). Fernando Domecq Solís, rejoneador y ganadero español, en una ponencia presentada durante un seminario sobre tauromaquia en la Menéndez y Pelayo de la Universidad de Sevilla (1983), aconsejaba que el caballo de varas de las tientas fuera pequeño y el peto flexible, a fin de que la becerra pueda moverlo y no se sienta derrotada, para que de esa manera se le multipliquen las ganas de embestir y de soportar ocho o diez puyazos seguidos. Después de la pelea con el caballo, se procede a torearla con la muleta, prueba que actualmente se considera tan trascendental como la otra, debido a la belleza plástica y al terreno que se pisa hoy en el toreo, y es aquí en donde el ganadero podrá apreciar el estilo o la toreabilidad de la res. En ella le exige al torero los terrenos en donde deberá torearla, las distancias, así como también el tiempo que debe permanecer frente a ella. Observará el recorrido que tiene, la suavidad de la embestida, si lo hace por derecho y no se cansa de seguir el engaño, la falta de brusquedades, y si conserva la fiereza y la casta durante toda la lidia. Anteriormente, la vaca que era brava en el caballo y después no tenía bravura suficiente para embestir como se debe en la muleta podía ser aprobada, pero en la actualidad no sucede así. Esto se debe a que el ganadero ha


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tomado conciencia que una de las condiciones más importantes exigidas a la bravura en este momento es su duración (Domecq Solís, 1983).

1.2 La tienta de machos La forma como debe realizarse la selección de sementales mediante el tentadero de machos fue descrita con precisión y claridad por Castro (1999), resaltando su importancia, debido a que desde el punto de vista de la transmisión de caracteres, la escogencia de estos es vital al constituirse como máximos multiplicadores de bravura o mansedumbre, pues cada uno de ellos puede cubrir alrededor de treinta hembras por año y un número mucho más amplio si se emplea la inseminación artificial. Previamente, los posibles candidatos a reproductores deben pasar por una serie de filtros antes de ser considerados. En los libros de la ganadería, se escogen aquellos machos de dos a tres años de edad con mejor pedigrí, basados en las calificaciones o notas de bravura de todos sus antepasados familiares, tanto machos como hembras. En cuanto se disponga de este listado de candidatos a la tienta, se va al campo y se observan sus características morfológicas: tamaño, tipo y longitud de encornadura, rectitud de lomo, mano corta, en resumen, lo que se denomina en el argot ganadero como hechuras de embestir. Se observan además varias características y disposiciones etológicas del animal, como el descuelgue o posición de la cabeza al desplazarse en el campo, nobleza y fijeza en la mirada de los objetos que se mueven, y la tranquilidad del campo (Castro Botero, 1999). Superados estos filtros, se prueba la bravura de los ejemplares en la plaza de tientas. Este momento es determinante en el futuro de cualquier ganadería y depende de la habilidad del ganadero para poder realizar la adecuada escogencia de los machos portadores de aquellas características que se quieran introducir o acrecentar en la explotación. El comportamiento de los asistentes es fundamental, deben guardar el más perfecto silencio, no hacer comentarios que no se hayan pedido, evitar realizar cualquier tipo de movimiento, etc. Este tipo de situaciones pueden afectar la concentración tanto del novillo como del ganadero, el cual debe estar atento a los más mínimos detalles (Castro Botero, 1999). Debido a la facilidad para aprender y recordar de estos animales, los novillos no pueden ser toreados bajo ninguna circunstancia al inicio de la tienta. Sólo pueden ser llevados al caballo mediante las voces de los toreros, que ayudados de ramas que mueven para fijarlo


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y llamarle la atención, dejándolo situado frente a la cabalgadura. La mejor forma de llevarla a cabo es ejecutarla a dúo o en colleras por dos profesionales del toreo, generalmente matadores, que conozcan muy bien el oficio. Se debe correr el toro y ponerlo fijo en el lugar adecuado para citarlo a las varas. La razón por la cual se hace siempre en colleras es para que el novillo no se encele en uno solo de los toreros y lo persiga muy rápido con el peligro de una cogida, sino que al ver a dos personas al mismo tiempo, no persigue a ninguna en particular yendo detrás de las ramas sin decidirse por alguna, y así se lleva templado al sitio necesario. Esta faena es más difícil de hacer pero tiene la ventaja que si el novillo no supera la prueba de varas y al no habérsele mostrado el capote, pueda lidiarse posteriormente en corrida de toros, puesto que no ha sido toreado (Castro Botero, 1999). El encuentro con el caballo de picar debe ser lo más exigente posible. Una vez puesto en suerte, la primera vara se realizará con el novillo situado desde el burladero de toriles, luego, en la práctica, a medida que avanza el número de puyazos, se va poniendo desde los medios hacia toriles. Normalmente se suministran entre cinco y ocho puyazos al animal para apreciar su bravura, entendiéndose por puyazo, cuando el toro una vez fijado y parado, arranca hacia el caballo del picador y recarga en el peto. Cinco puyazos muy bien tomados, al galope, de largo, sin tardear, ni distraerse y recargando bien, son suficientes para que un ganadero aprecie bien al animal. Si este camina, no recarga inicialmente lo suficiente, o presenta algún defecto leve, se irá aumentando el número de puyazos con el objeto de observar si este se va a más y supera los defectos, o se viene a menos y se le abre la puerta (Castro Botero, 1999). Al superar la prueba del caballo se da paso a la faena de muleta, la cual debe ser lo más larga posible, hasta donde lo permita la salud y la resistencia física del novillo. Se debe buscar un semental que llegue al final de la faena de muleta, rayando en el calambre muscular, y que por el excesivo esfuerzo provocado por el galope de su embestida llegue a tardear un poco al inicio de las últimas series, pero nunca perder el recorrido. Los animales realmente bravos pueden llegar a morir parados, mientras los de menor bravura terminan descomponiendo su embestida y rehusándose a pelear. El ganadero debe saber distinguir este momento y el matador deberá obedecerle en el acto y poner fin a la lidia pues los pases de más pueden matar un novillo en este punto de la faena. Es el ganadero quien debe indicar cuando lo tenga visto en la muleta para cederlo a otro matador o novillero, lo que se denomina cambio de mano, muchas veces acusado por el novillo cuando no es lo suficientemente bravo o cuando la nueva mano no es lo suficientemente


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experimentada. Si la prueba de muleta es superada, se deja como semental de prueba en la ganadería y, en caso contrario, será sacrificado por ya no ser apto para la lidia (Castro Botero, 1999).

1.3 Estandarización de la bravura Como ciencia del comportamiento, la psicología tiene una historia larga y fructífera en el ámbito de la etología animal y cierta tradición en su relación con el mundo de los toros (Boakes, 1989; Claramunt, 1984). Por otra parte, una rama de esta disciplina, que tiene por objeto de estudio precisamente la medición de variables intangibles es la psicometría. A este respecto, por ejemplo, la inteligencia o la depresión son dos conductas que no son tangibles como pueden ser el peso o la altura. No obstante se pueden medir y cuantificar la inteligencia y la depresión mediante los test, que son instrumentos de evaluación científicos, cuya construcción siguen unas normas estrictas y unos requisitos de calidad como son la fiabilidad y la validez (Cossío, 1995). Actualmente pocos ganaderos se han dado a la tarea de diseñar instrumentos que permitan reducir la subjetividad que existe en la selección del ganado bravo, teniendo en cuenta aspectos bastante importantes en el toro de lidia como son la bravura, la toreabilidad y el desempeño físico. No existen unas bases objetivas para la apreciación de dichas características (Calero Quintero, 2008). Entre las dificultades a las que se enfrenta el productor surge en primera instancia la demora para apreciar los resultados de los reproductores o pruebas de progenie, ya sean estos positivos o negativos, pues tardan en constatarse algunos años, con todos los riesgos que ello conlleva. Otra dificultad, es que la prueba de la tienta es irrepetible debido a que en ella el animal aprende una serie de comportamientos que invalidan cualquier prueba posterior (Popelin, 1964). La tienta o lidia de un ejemplar es, por lo tanto, un proceso único e irrepetible que dura tan sólo de 20 a 30 minutos y que no puede prolongarse más allá de lo que dura la energía del animal. Además, durante la tienta todo sucede de manera muy rápida, siendo un proceso que no se puede detener ni posponer, situación que hace difícil el desagregar y apreciar detalladamente el comportamiento de las reses. Al final del tentadero debe decidirse si el


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destino del animal será la reproducción, la venta a otra ganadería o el matadero (García González-Gordon, y otros, 2003). Tradicionalmente, para valorar el comportamiento del animal el ganadero utiliza un sistema de evaluación sencillo, en el cual se califica al animal durante las fracciones básicas del tentadero, observándose primero el desempeño con el caballo del picador y el juego en la muleta. De estas observaciones se desprenden unos códigos categóricos representados por letras con su respectivo significado y un equivalente numérico (tabla 1-1). Otros ganaderos no utilizan el sistema de letras, implementando escalas numéricas de 1 a 5 o del 1 al 10, apoyándose además en las notas del animal referentes al comportamiento recogidas durante la prueba. Estas notas o reseñas sobre el comportamiento durante la tienta o la lidia condensan en muy pocas palabras una extraordinaria cantidad de información, utilizándose unos términos y giros que tienen una gran riqueza literaria (García González-Gordon, y otros, 2003). Tabla 1-1: Ejemplo de códigos categóricos empleados para la calificación de machos y hembras durante las faenas de lidia y tienta.* Machos S BS B -B +R R -R M

Superior Bueno Superior Bueno Menos Bueno Más Regular Regular Menos Regular Malo

Hembras S BS B A V DB D M

Superior Buena Superior Buena Aprobada Vaca Desecho Bueno Desecho Mala

Equivalencia Numérica 5 .0 4.5 4.0 3.0 2.5 2.0 1.0 0.0

* (González Caicedo, 2007)

Este sistema presenta una serie de limitantes desde el punto de vista de la selección genética. Si un animal es observado por dos evaluadores diferentes pueden existir amplias diferencias en la calificación final aunque dichos evaluadores sean experimentados (González Caicedo, 2013). Además, al ser este método un sistema global y abierto, existen grandes probabilidades de pasar por alto aspectos importantes a evaluar, generándose un registro incompleto, y además, en la mayoría de casos los registros se llevan de manera manual en donde el proceso de búsqueda y procesamiento de información no cuantitativa registrada resulta dispendiosa si se compara con un proceso sistematizado (Cañón & Gutiérrez, 1998).


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

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Muy pocas ganaderías emplean instrumentos que orienten hacia un manejo adecuado de las explotaciones y que además permitan obtener resultados claros y precisos sobre las notas de tienta y de lidia. Generalmente el ganadero toma nota de los aspectos más relevantes que van sucediendo durante dichas faenas, generando al final una calificación para el comportamiento de la res frente al caballo y otra para el comportamiento frente al capote y la muleta. El promedio de las dos notas será la calificación final (Calero Quintero, 2008). Otro aspecto a considerar son los sesgos que se pueden producir a la hora de evaluar. Muchos ganaderos, con el transcurrir de los años sufren un proceso de endurecimiento selectivo o de relajación, de manera que, por ejemplo, una nota de 2.5 actual podría equivaler a una nota de 3 o de 4 de hace varios años (González Caicedo, 2013). Adicionalmente, este proceso de evaluación también está sujeto a otros componentes subjetivos, como por ejemplo, si en un mismo tentadero la nota otorgada a un ejemplar tentado en quinto lugar puede verse influenciada por el comportamiento presentado por los cuatro anteriores. Si dicho comportamiento ha sido pésimo, el animal regular podría puntuarse como bueno, pero si por el contrario dicho comportamiento ha sido excelente, un buen animal podría clasificarse como regular (García González-Gordon, y otros, 2003). Los mismos autores manifiestan la necesidad de cambiar el sistema de clasificación tradicional por un sistema estandarizado argumentando que resulta más completo debido a que la forma en la que se observan y registran los comportamientos está determinada de antemano, de manera que es más difícil que se pasen por alto aspectos relevantes a evaluar. Este sistema permite una mayor confiabilidad en los datos, debido a que tanto la naturaleza de la información que se busca, como la manera empleada para recolectar esta información, son más homogéneas. Adicionalmente, dicha información, resulta operativa en la medida en que es cuantificable, fácil de informatizar y susceptible de someter a cálculos numéricos y estadísticos, permitiéndole al ganadero desarrollar modelos estadísticos para definir fenómenos tan complejos como la bravura, o la falta de fuerza en los animales. Con esta información puede construirse a corto plazo un sistema de indicadores estadísticos sencillos que permitan evidenciar la evolución de la ganadería en el tiempo.


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1.3.1 Variables etológicas involucradas en el concepto de bravura Lo anteriormente expuesto lleva a considerar la importancia de mejorar el método de evaluación empleado de manera que el ganadero pueda registrar en forma detallada las observaciones realizadas durante los tentaderos, corridas de toros y de todo cuanto acontece a lo largo de estos procesos, para generar información más precisa (Vallejo, Gonzalo, & Cañón, 2001). Un primer paso consiste en desagregar la bravura en sus múltiples componentes. La bravura es una sumatoria de características que en conjunción de unas con otras hacen de cada ejemplar un individuo único e irrepetible. Estas características comportamentales pueden venir en tantas definiciones o versiones como investigadores hayan, sin embargo existe un puñado de ellas en las que todos coinciden (Calero Quintero, 2008). Álvaro Domecq (1984) argumenta que durante el encuentro con el picador se sopesa la velocidad del arranque, la furia con la que se estrella en el peto, la fijeza en él sin mover o moviendo la cabeza, sin que suenen o suenen los estribos, y la resistencia en el persistir y volver de nuevo, a la menor insinuación del picador, asimismo como las distancias desde las que acomete. Después de la pelea con el caballo, que es la piedra de toque, se torea para ver cómo anda con la muleta, prueba que, actualmente, se considera tan trascendental como la otra, porque la belleza plástica, el terreno que pisa hoy el toreo, ha llenado de importancia esta prueba. Ha de observarse con especial detenimiento el recorrido que tiene, si embiste derecho y no se cansa de seguir el engaño, y, finalmente, la falta de brusquedades, la cantidad de suavidad que atesora, sin perder fiereza ni casta. Enfatiza lo siguiente: “Cierto que la que parece brava en el caballo, pero después no tiene bravura suficiente para embestir como hay que embestir a la muleta, antes se aprobaba y ahora no. Y esto porque sabe el ganadero que una de las condiciones exigidas, en este momento, a la bravura, es su duración. Para nada sirve una bravura como la antigua, donde después de los puyazos los toros se arrinconaban en las tablas”. Al definir los aspectos positivos de la bravura como tal resalta cuatro grupos de características: 1. Fuerza, codicia, movilidad, prontitud, venir de largo. 2. Raza, casta, fiereza.


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

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3. Fijeza, temple, galope, meter la cara, embestir derecho. 4. No dolerse, durar tiempo, igualdad o venirse arriba. Como aspectos negativos menciona: 1. Falto de fuerza, de codicia, de movilidad, tardo. 2. Falto de raza, distraído, trotón, andarín, sin casta y fiereza, pereza en la embestida. 3. Cara alta o no baja en la embestida, escarbar. 4. Se cuela, se duele, se viene abajo, desigualdad en la embestida, salirse suelto, andar para atrás. Las características que normalmente se observan tanto en la tienta como en la lidia durante la suerte de varas en el siguiente grupo: fijeza, distancia de arrancada, prontitud en la arrancada, modo de acudir, forma de recargar, posición de la cabeza en el peto, grado de encelamiento durante la pelea y fuerza. Para la muleta menciona: fijeza, distancia de arrancada, prontitud en la arrancada, modo de acudir, posición de la cabeza en la embestida, longitud del recorrido, repetición de la embestida, transmisión, fondo o duración y fuerza (Castro Botero, 1999). En 2011 se inicia en España un programa en el que se pretendía, desde una perspectiva científica, entender y conocer las características comportamentales del toro de lidia mediante la elaboración de una escala estandarizada para la evaluación de la bravura en bovinos de lidia (EBL-10). Para ello elaboraron una escala con 10 dimensiones, de ponderación numérica, y con dos descriptores opuestos en cada extremo de la dimensión o ítem medido. Las características a medir fueron: movilidad-falta de movilidad, acometividad-indecisión, fijeza-distraibilidad, embestida al caballo con clase-sin clase, embestida a los engaños con clase-sin clase, fiereza-docilidad, nobleza-sentido, fuerzadebilidad, transmisión-falta de transmisión y crecerse-decrecerse (Almenara Barrios & García González, 2011). Domecq Solís (2009) dividió el conjunto de caracteres que conforman el núcleo del comportamiento del toro de lidia en 24 que, a su vez, los encuadra en tres grupos: 

Generales: arrancarse de lejos, escarbar, fijeza, movilidad, galope, casta o fiereza, caerse, alegría, querencia, desarrollo.


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Ante el Caballo: apretar, Salir suelto.

Ante los engaños: rectitud, recorrido, meter la cara, emplearse, ritmo, nobleza, repetir, reponer, frenarse, gazapear, cabecear, fuerza.

La apreciación del comportamiento, desagregado en todas estas variables, lleva una complejidad adicional, pues además de la rapidez en la que van sucediendo una por una durante la lidia o el tentadero, solo se pueden evaluarse de manera adecuada una sola vez en la vida de cada animal. Por esta razón, Calero (2008) y Domecq (2009), sugieren el video como una herramienta fundamental para la selección, pues la filmación total y sin cortes (en la medida de lo posible) del juego de cada uno de los ejemplares permite un análisis más detenido del comportamiento, aunque la medida de los caracteres etológicos sea compleja.

1.3.2 Modelos de etogramas empleados por diversos autores Aunque la bravura generalmente ha sido evaluada de manera conceptual y agrupada, el ganadero de lidia siempre ha sido conocedor de los caracteres individuales que la componen, y con el tiempo el sistema de la escala de letras y/o numérica se vio acompañado del primer modelo de etograma conocido en ganadería de lidia que fue el método de la reseña, la cual pretendía sintetizar de manera muy completa e ilustrativa el desempeño de los animales durante las faenas de tienta y de lidia. Esta modalidad es utilizada casi por la totalidad de ganaderos en la actualidad (Calero Quintero, 2008). Domecq Díez (1984) estableció inicialmente un sistema de clasificación con las reglas: S.B.T.R.D. en donde «S» significa superior en el caballo y en la muleta, «B» muy buena, «T» toro o buena, «R» regular y «D», desecho. Estas letras fueron sustituidas posteriormente por una escala numérica del 1 al 10, o del 1 al 5, según se quiera matizar más o menos. Así el 10 es la «S» y el 1 la mínima nota para «D». En la tabla 1-2 se aprecia un ejemplo de reseña de finales de los años 50 en la ganadería de Torrestrella, en donde el ganadero complementa que en la actualidad, este resumen vendría más detallado en la parte correspondiente a la fracción de muleta “matizando qué tal metía la cara y las brusquedades que se le notaran, así como la fiereza, la casta, la raza que denotara, su movilidad y si transmitía algo esencial en la bravura”.


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

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Tabla 1-2: Ejemplo de una reseña de tienta de una vaca aprobada en la ganadería Torrestrella, propiedad de Álvaro Domecq y Díez.* Reseña de Tienta Vaca No. 235. Chicharra. Chorreada, hija de Gabrioto. Tres refilonazos, quedándose en el caballo. Primer puyazo: pronta y bien, quedándose en el caballo. Segundo puyazo: lo mismo. Tercer puyazo: desde más largo viene galopando, se queda y aprieta. Cuarto: lo mismo con mucha clase, llegando muy fuerte. Quinto: lo mismo y larga. Sexto: tarda algo, pero viene igual. Séptimo: llega más fuerte. Octavo: con gran clase se estrella contra el caballo. Nota «B». Muleta: se arranca galopando con gran estilo. Suave, yendo muy larga. Nota «B». La rejoneó Alvarito con el caballo «Universo». La toreó con la muleta Rafael Ortega y un aficionado de Jerez llamado Luis Parra. Día 19-3-59. La vaca se aprueba. * (Domecq Diez, 1984) Barga Bensusán (1989) en un ejercicio en el que pretendía establecer unas bases objetivas en la apreciación del comportamiento del toro para cuantificar la bravura, creó un modelo de etograma al que denominó Baremo de Bravura, en el que dividió la lidia en cinco fases: salida al ruedo, capote, varas, banderillas y muleta. En cada una de ellas se analizan los signos positivos y negativos de comportamiento que influyen en la lidia. Para usar este método, se debe aplicar a cada una de las características de comportamiento la puntuación correspondiente asignada como signo de bravura o mansedumbre. Posteriormente se hace un balance para cada uno de los apartados y se establece la puntuación definitiva para el mismo. Un balance a favor de los signos negativos se puntúa como 0 para el apartado considerado. Al finalizar se suman los puntos de cada uno de los apartados y se compara con la tabla de valoración, aplicándole las designaciones de manso, mediano, bravo, muy bravo o de bandera, de acuerdo con los puntos obtenidos (tabla 1-3). Tabla 1-3: Escala de valoración de apartados de la lidia en el Baremo de Bravura (Barga, 1989) Apartados

Puntos

Puntos

Puntos

Puntos

Salida

0-4

5-6

7-8

8-10

Capote

0-10

11-13

14-17

18-20

Varas

0-15

16-20

21-26

27-30

Banderillas

0-10

11-13

14-17

18-20

Muleta

0-10

11-13

14-17

18-20

Total puntos

0-49

54-65

70-85

Calificación

Manso

Mediano

Bravo

89-100 Muy bravo o Bandera

* (Barga Bensusán, 1989)


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

El paso de una a otra calificación está claramente marcado, por ejemplo, del animal mediano al bravo tan sólo por 5 puntos (de 65 a 70). Para analizar el toro que presente una puntuación intermedia entre 65 y 70 hay que fijarse en la puntuación obtenida en la suerte de varas, y si no ha alcanzado la máxima de 20 puntos, no podrá calificársele de bravo, quedando en mediano. Lo mismo cabe hacer en el caso del bravo a muy bravo, 85 y 89 puntos, respectivamente, de límite. El desempate se establece exigiéndole la máxima puntuación señalada para la suerte de varas de su grupo, en este caso 26. Para considerar a un toro de bandera es necesario que obtenga 95 puntos como mínimo y una calificación mínima de 29 en la suerte de varas. La tabla 1-4 hace referencia a las características consideradas por Barga (1989) para la fase de muleta. Se aprecian 20 caracteres deseables o signos de bravura, con sus correspondientes versiones negativas o signos de mansedumbre. Con esta herramienta, para la fracción de muleta, cada virtud del animal se califica con un punto, mientras que los defectos restan uno. Tabla 1-4: Baremo para la apreciación del grado de bravura en la muleta (Barga, 1989).* Signos de bravura o poder

Puntos

Signos de mansedumbre

Se fija bien

Distraído

Arranca de largo

Arranca en corto

No hay que porfiarle

Hay que porfiar y cambiar terrenos

No sale suelto del viaje

Rehúye y sale suelto

Embiste por derecho

Busca el bulto

No puntea Cara baja al iniciar la embestida y a media altura en el embroque y salida Templa la embestida

Puntea Cara baja que levanta al embroque Se descompone

No levanta la cara

No se vence ni da gañafones

Levanta la cara No dobla bien o sale por el lado contrario Se vence y da gañafones

Boca cerrada

Boca abierta

A la salida ni se paga ni se va

Pegajoso o se va

No se queda en el viaje No acorta el viaje a medida que transcurre la faena No berrea ni cocea

Se queda

No escarba No aprende ni cambia la conducta Mantiene el ritmo

Escarba

Cuadra bien y pronto

Tarda en cuadrar

Dobla bien a ambos lados

Puntos

Total

Va acortando el viaje Muge, cocea o ambas cosas

Aprende y cambia conducta Se agota

* Este apartado se valora con 20 puntos. Uno por cada característica. Suman las positivas, restan las negativas.


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

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El método desarrollado por Almenara et al. (2011) establece una escala con 10 dimensiones, de ponderación numérica, y con dos descriptores opuestos en cada extremo de la dimensión o ítem medido. Este modelo pretende caracterizar al animal en cuanto a su bravura con una única calificación, consistente en la sumatoria de todas las puntuaciones obtenidas en cada dimensión. La figura 1-1 explica de manera gráfica el funcionamiento de esta escala trayendo como ejemplo la movilidad, primera de las 10 variables involucradas en el estudio: 1. FALTA MOVILIDAD Escasez, torpeza y pesadez de movimientos.

1. MOVILIDAD Actividad constante, galopando, con recorrido, ritmo, agilidad y rapidez.

Mucha Falta Movdad

Bastante Falta Movdad

Un poco Falta Movdad

Un poco Movdad

0

1

2

3

Indicadores negativos: Tiempo durante el que está parado Tiempo durante el que anda o trota

Bastante Movdad

Mucha Movdad

4

5

Indicadores positivos: Tiempo durante el que galopa Tiempo promedio que tarda en arrancarse Número promedio de trancos por pase

Figura 1-1: Escala de valoración del EBL-10 desarrollado por Almenara et al. (2011).

El método de evaluación por reseña (MER), hace un análisis del comportamiento a través de los resúmenes escritos del ganadero. El etograma empleado para la tienta (tabla 1-5), considera nueve unidades comportamentales en el caballo y once en la muleta, respectivamente, generándose una nota de cada apartado, y una tercera denominada “nota de tienta”, que es el promedio de las anteriores. El etograma utilizado en la lidia (tabla 1-6), está compuesto por tres unidades comportamentales para el apartado de capote, cuatro para varas, tres en banderillas y once para la muleta, observándose como un poco más del 50% de la nota se genera en éste último apartado. A diferencia de la tienta y, debido a las circunstancias en las que se desarrolla la lidia, de este etograma se genera una sola calificación, que resume el comportamiento durante toda la faena (Calero Quintero, 2008).


20

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Tabla 1-5: Etograma DL-ERT empleado para evaluar el comportamiento durante la tienta por el método de reseña.* Animal:

157 Violinista / 05 Tienta

Tipo Espectáculo:

VARIABLE

6

Nº Varas:

RESEÑA ESCRITA

CAB

MUL

TOT

Fijeza

2

2

4

Prontitud

1

1

2

Nacida en Marzo 14 de 2005.

Distancia

2

2

4

NOTA DE TIENTA. Tentada el 19 de Febrero de 2007. Abanta de salida. Un puyazo sin pararla en el que pelea muy bien. Una vez parada se desplaza bien en el capote, humillando y alegre. Toma cinco puyazos más en los que acudió de largo, pronta, galopando, peleando bien al llegar aunque con la carita un poco a media altura. Al final tardeó algo. Justa de fuerzas Varas: B.

Embestida

2

2

4

Recargar

2

Muleta: fue seria, fija, pronta, alegre, acudiendo de largo y repitiendo. Mejor por el lado derecho. Tuvo pases. Defectos: cara un poco a media altura y a veces tardeó algo. Justita de fuerzas. Muleta: B

NOTA GANADERO Letras: Números:

2 1

1

1

2

Repetir

2

2

Fondo

2

2

Recorrido Humillar

1

Ir a más

1

1

2

Fuerza

1

1

2

Defectos

1

1

2

CAB

MUL

GLOB

B

B

B/B

Puntos

13

16

29

4.0

4.0

4.0

TOTAL

3.61

3.64

3.62

* (Calero Quintero, 2008) Tabla 1-6: Etograma DL-ERL empleado para evaluar el comportamiento durante la lidia por el método de reseña.* Animal:

42 TABAQUERO

Espectáculo:

CT1

Varas:

VARIABLE 1

RESEÑA ESCRITA Nacido en Diciembre 17 de 1987. Peso en la ganadería 490 kg. NOTA DE LIDIA.- Lidiado en la Plaza de Cañaveralejo en Cali el 26 de Diciembre de 2003. Matador: José Pacheco “El Califa”. Remata. Alegre y noble, se fija pronto aunque sin demasiado recorrido inicialmente. Humilla. Un puyazo en el que tardea pero se emplea, recargando bien y sin dolerse. Sale fácil. Fuerza justa. Es tardo en un par de banderillas pero va pronto en los otros. No se duele en ninguno y no persigue. A la muleta, fue alegre, serio, pronto y fijo. Tuvo clase, fue largo, acudiendo a media distancia, humillando y repitiendo, con fondo. Fuerza justa. Califa hace faena de dos orejas que malogra con la espada.

NOTA GANADERO Letras: Números:

* (Calero Quintero, 2008)

Global

CAB

BAN

MUL

Prontitud

0

1

2

Recargar

2

Capacidad Fijarse

CAP 2

TOT 2

Perseguir Dolor

2

Encelamiento

1

3 2

0

0

2

4 1

Seriedad

2

2

Fijeza

2

2

Distancia

1

1

Embestida

2

2

Recorrido

1

2

3

Humillar

2

2

4

Repetir

2

2

Fondo

2

2

Fuerza

1

1

Defectos

1

1

B

Puntos

32

4.0

TOTAL

3.81


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

21

La escala empleada en esta metodología consta de tres categorías posibles, dependiendo del nivel de ocurrencia: 

Dos (2): cuando la versión deseable de la unidad comportamental se manifiesta de manera permanente durante toda la lidia.

Uno (1): cuando aparece con intermitencia o parcialmente.

Cero (0): cuando la versión deseable de la unidad comportamental está ausente durante toda la lidia. Constituye el defecto correspondiente para esa variable.

Domecq Solís (2009), emplea un modelo en el que desagrega la bravura en 24 caracteres comportamentales, dándole a cada uno de ellos tres categorías: si lo tiene, si no lo tiene o si lo tiene en grado intermedio. En los casos donde el comportamiento puede ser distinto al ser toreado con la mano derecha o con la izquierda, lo ha aumentado con la situación complementaria de si lo hace por un lado o por los dos. En la actualidad, ha incrementado con el grado «extra» a la mayoría de los caracteres, con el objetivo de ampliar la desviación típica de los resultados en aras de continuar la progresión de la mejora genética. De este método se desprenden dos notas, una de Bravura y otra de Toreabilidad. Existe una tercera nota categórica con un sistema de letras que él conserva del sistema anterior de evaluación pero que en la actualidad considera de menor relevancia.


22

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Tabla 1-7: Cuestionario para evaluación de los caracteres de comportamiento en las ganaderías de Juan Pedro Domecq.* Lugar: Plaza de Toros de Alicante Orden de Lidia Código Res Nombre Padre Torero Apretar Salir suelto Arrancar de lejos Emplearse Fiereza Fijeza Movilidad Galope Escarbar Caerse Fuerza Alegría Querencia Desarrollo Rectitud Recorrido Meter la cara Ritmo Nobleza Repetir Reponer Frenarse Cabecear Gazapear NOTA

Fecha: 3 de Agosto de 2007

1

2

3

4

5

6

2003M179 Palmero 70 Cordobés

2003M147 Disparate 11 Liria

2002M90 Mentiroso 6 Conde

2003M21 Pastelero 40 Cordobés

2002M96 Vaporoso 26 Liria

2003M56 Ballenito 70 Conde

Si No Med Extra 6 Si Si Si Si No 6 Med No Med Si L-L Extra Si Si Si No No No No 7-8-T

Si No Si Extra 6 Si Med Si Med No 6 Med No Med Si L-L Si Si Si Med No No No No 7-8-T

Med No Med Si 7 No Med Si No No 7 Med No Med Si L-L Si Si Si Med No No No No 6-6-R

Si No Med Si 6 Si Med Si No No 6 Med No No Si L-L Si Si Si Med No No No No 6-7-R

Si No No Extra 7 Si Med Si No No 7 Med No Med Si L-M Extra Si Si Si No No No No 8-8-T

Si No Si Extra 7 Si Si Si No No 7 Si No Med Si L-L Si Si Si Si No No No No 9-9-B

* (Domecq Solis, 2009)

1.4 Materiales y métodos 1.4.1 Origen de la información La información en su totalidad procede de la ganadería de lidia colombiana de “Ernesto González Caicedo” (EGC), con divisa verde y oro y una antigüedad que data del mes de enero de 1980. Lidia bajo el mismo nombre de su dueño, Médico de profesión, y procede directamente de la ganadería “Las Mercedes”, que fue fundada en el año 1946 por el Abogado Ernesto González Piedrahita, padre del actual propietario. Durante este mismo año, González


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

23

Piedrahita realiza un recorrido por el campo bravo mexicano con el objetivo de enterarse del estado actual de la ganadería de lidia en este país, y tras un meticuloso análisis, se decide a comprar una punta de ganado compuesta por veinte becerras y dos sementales de la ganadería de “San Mateo”, propiedad de don Antonio Llaguno, quien a su vez había adquirido sus reses en España en los años 1908 y 1910 al Marqués de Saltillo (Origen Vistahermosa). Posteriormente, al iniciarse la década de los 50, González realiza una nueva importación de 28 becerras y 3 sementales más de la ganadería de “Torrecillas” de don Julián Llaguno, hermano de don Antonio y de idéntica procedencia (González Caicedo, 2007). Hacia el año 1950, “Las Mercedes” realiza la importación de 20 becerras y 2 sementales de la ganadería española de “Isaías y Tulio Vázquez”, de origen García - Pedrajas, linaje muy diferente al existente en ese momento y que no ligó bien con el ganado mexicano, razón por la cual se eliminaron totalmente los ejemplares procedentes de este cruce. Después de estos resultados y tras no encontrar en España ganaderías puras de origen Saltillo, se toma la decisión de iniciar un proceso de cruza absorbente con 2 sementales de don Joaquín Buendía Peña y uno de don Felipe Bartolomé en el año 1955 - ganaderías sevillanas de procedencia Santa Coloma, encaste conformado por sangres de Ibarra y Saltillo - y adquiriendo 2 más de Buendía en el año 1966. Este encaste ligó perfectamente con los productos de San Mateo y Torrecillas, debido muy probablemente a sus orígenes comunes en la sangre de la ganadería Saltillo. Tras la muerte de González Piedrahita en el año 1970, la ganadería sigue lidiando bajo el mismo nombre hasta que en el año 1979 sus herederos deciden realizar la partición de la misma originándose dos nuevas ganaderías: la de “Salento” y la de “Ernesto González Caicedo” (González Caicedo, 2007). En el año de 1980, lidiando ya bajo el nombre de la nueva ganadería, se realiza una última importación de un lote de 6 sementales y 20 vacas de procedencia Buendía, y de un semental y 12 vacas de la ganadería de don Dionisio Rodríguez García, igualmente de origen Santa Coloma (Calero Quintero, 2008). 1.4.1.1 Descripción y ubicación del predio: Desde la partición de “Las Mercedes” la ganadería se estableció en cercanías del municipio de Popayán, en la hacienda “Santa Teresa de los Andes” ubicada en la vereda Quintana, departamento del Cauca, en el suroccidente colombiano. Se encuentra en un rango de altura entre los 2600 a 2900 metros sobre el nivel del mar, clasificada dentro de la zona ecológica de Bosque muy húmedo premontano (Holdridge, 1967), con una temperatura promedio anual de 15º C y una precipitación promedio anual de 1300 mm. La extensión total es de 700 hectáreas, en donde


24

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

aproximadamente el 69% está destinado a la ganadería, 11% a la agricultura y el 20% restante se encuentra distribuido entre bosques naturales y bosques plantados. Sus suelos son de origen volcánico (andisoles) con una topografía de ondulada a fuertemente ondulada y las pasturas predominantes son el Kikuyo (Pennisetum clandestinum Hoscht), Trébol blanco (Trifolium repens l.), Falsa poa (Holcus lanatus l.) y pasto azul (Dactylis glomerata l.). El número actual de animales se ha reducido casi en un 50%, pasando de 400 a un número apróximado de 200 reses, y de 180 a 102 vientres.

1.4.2 Manejo de la información Los datos iniciales se obtuvieron de 15 libros de la ganadería, con información de 2.797 animales pertenecientes a los hierros de Las Mercedes, Sierra Morena, Ernesto González Caicedo y Halma Valencia de González. Se duplicaron fotográficamente 4.409 folios con los registros de 789 vientres y 112 sementales, en donde cada una de las madres posee un folio con su respectiva genealogía, los índices MAB (Madre-Abuela-Bisabuela) y de parientes colaterales (Nietos-Sobrinos-Primos), además de las reseñas de tientas y lidias de cada una de sus crías. Para el estudio, se desarrolló un software ganadero denominado DeLidia (Calero Quintero & Uribe Ceballos, 2015), el cual se encuentra en su segunda versión (v.2.0.1508), que permite almacenar y procesar los datos de manera eficiente y ordenada. De cada individuo se recopiló la siguiente información básica: número y nombre del ejemplar, sexo, ganadería de procedencia, fecha de nacimiento, número y nombre del padre, ganadería de procedencia del padre, número y nombre de la madre, ganadería de procedencia de la madre y, coeficiente de consanguinidad. En lo referente a la tienta y la lidia se tomaron los siguientes datos: fecha de tienta o de lidia, lugar de tienta o de lidia, tipo de festejo, peso a la lidia, número de varas, matador, picador, reseña escrita de tienta o de lidia, nota al caballo del ganadero, nota a la muleta del ganadero y la calificación global del ganadero. Una vez organizada la información se exportó como tablas a Microsoft Access (2013), que se emplearon para la elaboración de la base de datos definitiva con la cual se creó el instrumento de evaluación para la captura de variables (anexo A2).

1.4.3 Etograma utilizado Para identificar las unidades comportamentales, se realizaron una serie de entrevistas en las que intervinieron un total de 26 expertos en selección y comportamiento del ganado de lidia,


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

25

en los que se encuentran: 14 ganaderos, 4 matadores de toros, 2 rejoneadores, 4 aficionados prácticos y 2 maestros de tauromaquia; se discutieron y analizaron los diferentes matices de las UC y las metodologías empleadas al momento de evaluar los animales. Para identificar de manera práctica los actos y posturas de los animales y de sus diferentes matices (escalas), se presenciaron en directo tentaderos realizados de diferentes ganaderías y se observaron un gran número de videos de faenas de tienta y corridas de toros. Considerando que no existen antecedentes en la utilización de herramientas, que permitan evaluar la bravura desagregando las UC que la componen, y que la cuantifiquen de alguna manera, para el diseño del etograma a utilizar y, determinar los criterios y escalas de valoración, se tomaron como referencia las recomendaciones de investigaciones anteriores realizadas por el Programa de investigación del toro de lidia, de la Universidad Nacional de Colombia (González Caicedo et al., 1997; Calero Quintero, 2008). El comportamiento de cada animal fue evaluado por el método de series (MES), consistente en el seguimiento de las variables etológicas de manera más minuciosa durante las series de las que consta la tienta o la lidia, empleando los etogramas DL-ESC, DL-ESV y l DL-ESM, incluidos en el software ganadero DeLidia (Calero Quintero & Uribe Ceballos, 2015). Para las correcciones y ajustes realizadas a esta herramienta se siguieron las metodologías planteadas por Zerda (2004) y se contó con la asesoría de un Biólogo experto en Etología del Zoológico de Cali y de una Bióloga con Maestría y Doctorado en Evolución y Etología de las Universidades de Paris y Rennes, Francia (Galvis, 2014; Rodríguez, 2015). La tienta ha sido dividida en tres fracciones, capote, caballo y muleta, y la lidia en cuatro, pues existe en esta la suerte de banderillas. Las fracciones del caballo y banderillas se han subdividido en cada una de las varas y en cada par de banderillas que el animal recibe. Las fracciones de capote y muleta en ambas faenas pueden subdividirse a su vez en series, entendiéndose por serie a un conjunto de pases ligados unos con otros que culmina al retirarse el torero del animal. Generalmente, estas series son cortas, entre cuatro o cinco pases con su respectivo pase de remate para la finalización de la misma. En la tienta el número de series de capote puede ser igual e incluso superior al número de varas que tome el animal, puesto que para colocarlo frente al caballo se le debe llevar toreándole de capa, mientras que en la lidia el uso del capote se reduce sustancialmente. En el caso de la muleta, las series durante la tienta dependen en gran medida de la resistencia que tenga el animal y


26

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

del número de muletazos que este tome claramente; mientras que en la corrida de toros, además de la resistencia y la claridad en las embestidas, debe considerarse que el tiempo de permanencia del animal en el ruedo es limitado. Una ventaja sobre el método de evaluación por reseña (MER), en donde cada fracción de la tienta o la lidia consta de una columna única para calificar las variables, es que en la metodología de series existen múltiples columnas, que además de permitir observar las variaciones existentes en el comportamiento a lo largo de la tienta o la lidia, lo cuantifican de manera más precisa, generando una nota con valores continuos de cero a cinco para cada UC. En las tablas 1-8, 1-9 y 1-10 se observan los etogramas empleados para la valoración de las unidades comportamentales en el capote, el caballo y la muleta por la metodología de series. 1.4.3.1 Definición de las unidades comportamentales: Cada una de las características evaluadas en este estudio se describe a continuación: 

Fijeza (FIJ): Capacidad de concentración del animal ante cualquier estímulo que le provoque, reteniendo totalmente su atención en él, con ausencia total de distracciones, atacando únicamente al caballo de picar o los engaños del torero.

Prontitud (PRO): Acudir de inmediato al llamado, arrancándose al caballo del picador o a los engaños del torero sin vacilaciones, desde el lugar en que encuentre.

Distancia de arrancada (DIS): Distancia en la que se encuentra ubicado el animal antes de ser citado o llamado por el picador o el matador. Lo ideal es acudir de distancias largas.

Tipo de embestida (TEM): Hace referencia al modo en el que el animal inicia su embestida una vez es llamado por el picador o el torero, siendo lo ideal el galope, el cual debe ser sostenido, con temple y son (se observa mejor a mayor distancia). La embestida debe tener transmisión, ser alegre, con nervio y mucha movilidad. Lo contrario se considera como una embestida sosa.

Recargar (RGR): Empujar en el caballo, peleando sin defenderse y haciendo fuerza con todo el cuerpo tratando de mover la cabalgadura.

Grado de encelamiento (GEN): Es un signo de bravura en el que el animal no atiende al llamado de los toreros cuando se le trata de sacar de la pelea en el caballo con el cual se encuentran encelados. Se requiere de muchos cites por parte de los toreros o de colearlo en un caso extremo.


Capítulo 1: Observar y medir la bravura 

27

Ausencia de dolor (AUD): No mostrar signos de acobardamiento ni dolor durante la pelea en el caballo o en el tercio de banderillas. Estos signos pueden manifestarse de diversas formas: moviendo la cabeza violentamente de arriba para abajo tratando de quitarse la vara de picar o los palos de banderillas; tratando de descolocarse buscando el rabo del caballo como maniobra defensiva; recostándose en el peto en lugar de empujar a éste con los dos pitones formando un ángulo de 90º; berreando o saliendo francamente huidos o rebrincados de la suerte.

Recorrido (RDO): Capacidad del animal de desplazarse más allá de la distancia que le marca el lidiador con el capote o la muleta sin quedarse en la mitad de la suerte, revolverse demasiado pronto, o buscar el cuerpo del torero.

Humillar (HUM): Acción de llevar la cabeza baja al embestir en el peto del caballo de picar, durante las embestidas en los lances de capa o los pases de muleta.

Repetir (REP): Es la acción de embestir reiteradamente durante las series de capote o muleta, sin vacilar ni cambiar la calidad de la embestida, conservando el recorrido y permitiendo al lidiador la iniciación de un nuevo lance o pase.

Fondo (FON): Capacidad de duración del animal, especialmente en la muleta, permitiendo que se le instrumenten muchos pases, conservando la buena calidad en sus embestidas, yendo a más o por lo menos sin ir a menos. En la tienta, debe explorarse esta característica, haciendo que se toree mucho a la becerra o al macho que se está probando para semental.

Fuerza (FZA): Demostrar fortaleza durante toda la lidia, sin blandear y con ausencia de caídas.

Ausencia de defectos (AUD): Los defectos hacen referencia a ciertos comportamientos indeseables manifestados en la muleta durante la tienta o la lidia, que por su gravedad e importancia hay que anotar en el lugar correspondiente. Ejemplo de estos pueden ser el distraerse en exceso, buscar el cuerpo del torero, embestida sosa, escarbar, retroceder, etc.

1.4.3.2 Escalas de medida: Para dar mayor precisión en la medición de cada una de las unidades comportamentales, se estableció una escala de razón de uno a cinco, en donde uno se asigna cuando el comportamiento observado corresponde a la versión no deseable de la variable, y cinco cuando este corresponde a la mejor expresión.


Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

28

Tabla 1-8: Etograma DL-ESC empleado para evaluar el comportamiento en la fracción de capote por el método de series.

FORMULARIO DE SERIES AL CAPOTE ANIMAL

TORERO

Serie

LUGAR

FECHA

CC

Nº SERIE PITÓN CARACTERÍSTICAS Fijeza Distancia Prontitud Tipo de Embestida Recorrido Humillar Repetir Ir a Más Fondo Fuerza ADICIONALES Defectos Características

Observaciones:

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

TOT


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

29

Tabla 1-9: Etograma DL-ESV empleado para evaluar el comportamiento en la fracción de varas por el método de series.

FORMULARIO DE VARAS ANIMAL

PICADOR

Nº VARAS

CARACTERÍSTICAS Fijeza Distancia Prontitud Tipo de Embestida Recargar Humillar Manifestación de dolor Encelamiento Ir a Más Fuerza ADICIONALES Defectos Características

Observaciones:

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

TOT


Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

30

Tabla 1-10: Etograma DL-ESM empleado para evaluar el comportamiento en la fracción de muleta por el método de series.

FORMULARIO DE SERIES A LA MULETA ANIMAL

TORERO

Serie

LUGAR

FECHA

CC

SERIES PITÓN CARACTERÍSTICAS Fijeza Distancia Prontitud Tipo de Embestida Recorrido Humillar Repetir Ir a Más Fondo Fuerza ADICIONALES Defectos Características

Observaciones:

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

TOT


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

31

Cada escala intermedia corresponde a los diferentes matices que se pueden encontrar en las UC. Según la categoría alcanzada en cada una de las series se asigna un puntaje que genera una nota ponderada de cero a cinco para cada característica (Rodríguez Pedraza, 2015). De esta manera, los ejemplares obtienen una calificación para cada una de las fracciones de la tienta o la lidia, que corresponden a un porcentaje de la nota final, la cual estaría calculada con más precisión y mayor objetividad. Los porcentajes asignados a cada fracción y que determinan la nota final, dependen del peso que le dé el evaluador a cada una de ellas y pueden ser ajustados en el sistema en cualquier momento. Existen variables comunes en cada una de las fracciones de la tienta y la lidia, aunque también hay algunas específicas de cada fracción. Son comunes en todas las fracciones la fijeza, prontitud, distancia de arrancada, tipo de embestida y humillar; específicas del capote y la muleta son el recorrido y repetir; común para varas y muleta únicamente, la variable ir a más; común a varas y banderillas, ausencia de dolor; específicas del apartado de varas son recargar y grado de encelamiento; específicas de banderillas el perseguir. La fijeza, definida claramente con anterioridad, consiste en la ausencia de distracciones del animal, por lo que puede suponerse que a mayor número de distracciones menor grado de fijeza. Sin embargo, al establecer las categorías para cuantificar esta variable se considera que un número de distracciones igual a tres en la vara o serie correspondiente, es suficiente para marcar la categoría más baja, con una puntuación de uno. Igualmente en esta variable, debe considerarse que durante la suerte de varas, especialmente en los tentaderos, la distancia a la cual es colocado el animal puede hacerlo susceptible en mayor o menor grado de distraerse. Durante la tienta, si las condiciones del animal lo permiten, esta distancia puede llegar a los 30 metros aproximadamente (generalmente las plazas de tienta tienen 32 metros de diámetro, pero deben descontarse los dos metros que se encuentra retirado el caballo de la pared), mientras que los toros lidiados en una corrida normalmente son situados a dos metros del caballo, lo que reduce en gran medida las posibilidades de distracción. La prontitud en la arrancada del animal se mide de manera diferente en la suerte de varas que en el capote y la muleta. Al torear el animal se consideran el número de toques o cites


32

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

dados por el torero necesarios para que el animal acuda, aunque podría considerarse el tiempo en segundos que toma el animal en reaccionar después del primer cite del torero. En la suerte de varas, dada la irregularidad en el llamado del picador, no es tan fácil determinar el número de cites dados por este antes que el animal acuda, lo que sumado a la influencia de la distancia nuevamente, hace que la manera más exacta de medir esta variable sea tomando el tiempo que el animal emplea en acudir al caballo una vez el picador le ha llamado por primera vez. La distancia de arrancada consta de cinco categorías tanto para las varas como para el capote y la muleta, sin embargo, la medida en cada una de las categorías es diferente en el primero de los casos. La manera como está planteada la tienta hace que durante la suerte de varas se le exija al animal, si sus condiciones lo permiten, el alargar esta distancia al máximo posible (30 metros aproximadamente), considerándose como muy corta aquella distancia inferior al cuarto de plaza (menos de seis metros); sin embargo, aunque en la tienta el ganadero se permite explorar esta característica durante el toreo de muleta, normalmente no se le exige al animal que acuda de larga distancia en cada una de las series. Por otro lado, distancias que son consideradas como cortas en el caballo se pueden categorizar como medias en la muleta, en donde arrancarse de muy largo equivale a distancias mayores a los 15 metros y arrancarse muy en corto equivale a distancias inferiores a un metro. Un factor importante considerado siempre ha sido el desempeño físico del animal, que generalmente ha sido medido por la fuerza del animal y que, en realidad, va más allá de la simple presencia o ausencia de caídas. Para ello se tuvo en cuenta el modelo propuesto por Garzón et al. (2000), en el que se analizan los tipos de claudicación, resultantes de una modificación hecha a la clasificación realizada por Gaudioso et al (1994), que se definen textualmente en la tabla 1-11. La escala resultante para este estudio consta de cinco categorías, donde las dos primeras no involucran ningún tipo de caída, haciendo referencia la primera de ellas a aquellos animales con “exceso” de fuerza, en la que hay una manifestación muy evidente de su poderío. En la segunda se ubican esos individuos que se denominan como justos de fuerza, lo que significa que no se expresan de igual manera a los anteriores, pero tampoco llegan a manifestar ningún tipo de debilidad. La categoría tres ubica a los animales que blandean (tipo 1, tabla 1-1), primer síntoma de debilidad observado, consistente en cierta


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

33

dificultad para apoyar los miembros anteriores sin que se observe ningún tipo de claudicación. La categoría cuatro consiste en la pérdida de manos momentánea y en la quinta se clasifican las postraciones ventrales o decúbito laterales, sin tener en cuenta el tiempo que duren estas claudicaciones. Tabla 1-11: Clasificación de los tipos de claudicación en el ganado de lidia*. Tipo

Definición Es la condición de “blandear”, consistente en una locomoción irregular,

Tipo 1

con contacto de la cara dorsal de la pezuña y/o de la zona articular proximal interfalangea con el suelo. Es la pérdida de manos, que consiste en una flexión momentánea durante el apoyo de la articulación carpo-metacarpiana o tarso-

Tipo 2

metatarsiana, existiendo o no contacto de dichas articulaciones con el suelo. Contacto transitorio con el suelo durante menos de 10 segundos, bien

Tipo 3

del esternón, papada y/o cabeza, o bien del corvejón, flanco y/o nalga, según se trate de las extremidades anteriores o posteriores. Posición ventral total o en decúbito lateral siempre que su duración

Tipo 4

sea superior a 10 segundos e inferior a 20 segundos. Posición ventral total o en decúbito lateral con una duración mayor a

Tipo 5

20 segundos.

* (Garzón C, Castro D, Sánchez G, & García C, 2000)

En las tablas 1-12 y 1-13 se describen detalladamente cada una de las categorías de las características de comportamiento en la evaluación por el método de series. Se ha observado en muchas oportunidades, cómo algunos animales a pesar de ser justos de fuerza o blandear durante la lidia, permiten a sus lidiadores instrumentar un gran número de pases, es decir, que manifiestan esa característica denominada como fondo, que lo que pretende es medir la duración del animal durante la tienta o la lidia, conservando la calidad. El fondo puede explorarse mejor durante los tentaderos donde el ganadero no tiene límite de tiempo y puede exigir todo al animal. La mejor manera de determinarlo es mediante el


34

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

conteo de las series sin descartar el número de embestidas en una lidia ordenada. Si se considera un número ideal de series entre 10 y 12, y calculando un promedio de cinco a seis muletazos en cada una de ellas, el número de embestidas al final puede estar alrededor de 60. Estas consideraciones pueden cambiar en el caso de las corridas de toros, debido, por un lado, al limitante del tiempo y, por otro, al juicio del torero. Algunas faenas consideradas como buenas en las que el torero corta las orejas, están alrededor de las cinco o seis series con solo 25 o 30 muletazos, en donde el toro puede tener un buen comportamiento y no mostrar signos de falta de fuerza o fatiga. Tabla 1-12: Escala de valoración de las unidades comportamentales observadas en la suerte de varas por el método de series. UNIDAD

DESCRIPCIÓN

COMPORTAMENTAL

Fijeza (FIJ)

1. Cero número de distracciones = 5 puntos; 2. una a dos distracciones = 4 puntos; 3. tres o más distracciones = 1 punto. 1. Animales muy prontos (0 – 5 seg.) = 5 puntos. 2. Animales prontos (6 – 10 seg.)

Prontitud (PRO)

= 4 puntos. 3. Animales promedio (11 – 35 seg.) = 3 puntos. 4. Animales tardos (36 – 60 seg.) = 2 puntos. 5. Animales muy tardos (> 60 seg.) = 1 punto 1. Se arranca desde toriles (30 m) = 5 puntos; 2. Arrancada desde 3/4 de plaza (22

Distancia de

m) = 4 puntos; 3. Arrancada desde los medios (14 m) = 3 puntos; 4. Arrancada

arrancada (DIS)

desde 1/4 de plaza (6 m) = 2 puntos; 5. Arrancada desde menos de 1/4 de plaza (< 6 m) = 1 punto.

Tipo de Arrancada (TEM) Recargar (RGR) Humillar (HUM) Ausencia de dolor (DOL)

1. Galope = 5 puntos; 2. Trote y galope o Pasos y galope = 4 puntos. 3. Pasos, trote y galope = 3 puntos. 4. Trote o pasos y trote = 2 puntos. 5. Pasos = 1 punto. 1. Empuja tratando de romanear el caballo = 5 puntos; 2. Empuja sin romanear = 3 puntos; 3. Se deja pegar sin empujar = 1 punto. 1. Cara baja al embestir en el peto = 5 puntos; 2. Cara a media altura al embestir en el peto = 3 puntos; 3. Cara alta al embestir en el peto = 1 punto. 1. No demuestra dolerse ante el castigo = 5 puntos; 2. Trata de quitarse el palo moviendo la cabeza de un lado a otro = 3 puntos; 3. Rebrinca al sentir el palo = 1 punto.

Grado

1. Se niega a salir y hay que colearlo = 5 puntos; 2. Sale insistiéndole = 4 puntos;

Encelamiento

3. Salida fácil tras uno o dos toques del torero = 3 puntos; 4. Sale solo sin tocarle =

(GEN)

2 puntos; 5. Sale huido = 1 punto. Tiene cinco categorías: 1. Animal con mucha fuerza = 5 puntos; 2. Fuerza justa sin

Fuerza (FZA)

exceso = 4 puntos; 3. Blandea = 3 puntos; 4. Pérdida de manos = 2 puntos; 5. Postración ventral o decúbito lateral = 1 punto.


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

35

Tabla 1-13: Escala de valoración de las unidades comportamentales observadas en el capote y la muleta por el método de series. UNIDAD

DESCRIPCIÓN

COMPORTAMENTAL

Fijeza (FIJ) Prontitud (PRO) Distancia de Arrancada (DIS)

1. Cero número de distracciones = 5 puntos; 2. una distracción = 3 puntos; 3. dos o más distracciones = 1 punto. 1. Cero cites a un cite = 5 puntos; 2. dos cites = 3 puntos; 3. tres o más cites = 1 punto. 1. Se arranca de muy largo (> 15 m.) = 5 puntos; 2. Arranca de largo (9 – 15 m) = 4 puntos; 3. Arrancada de media distancia (2 – 8 m) = 3 puntos; 4. Arrancada en corto (1 – 2 m) = 2 puntos; 5. Arrancada de muy en corto (0 – 1 m) = 1 punto. 1. Embestida alegre, con nervio y mucha movilidad = 5 puntos; 2. Embestida en

Tipo de Embestida (TEM)

estado intermedio entre alegre y boyante = 4 puntos; 3. Embestida boyante, muy suave, con mucha clase = 3 puntos; 4. Embestida en estado intermedio entre boyante y sosa; 5. embestida sosa, carece de transmisión y tiene poca movilidad = 1 punto. 1. Recorrido que va más allá de la distancia que le marca el torero (Va largo) = 5 puntos; 2. Recorrido que va justo en la distancia de que le marca el torero (Justo)

Recorrido (RDO)

= 4 puntos; 3. Aproximadamente tres cuartos de la distancia marcada por el torero (Corto) = 3 puntos; 4. Se queda en la mitad de la distancia marcada (Medio) = 2 puntos; 5. Va directo al cuerpo del torero (Vencido) = 1 punto.

Humillar (HUM) Repetir (REP)

1. Cara baja al embestir = 5 puntos; 2. Cara a media altura al embestir = 3 puntos; 3. Cara alta al embestir = 1 punto. 1. repite la embestida sin tocarle = 5 puntos; 2. es necesario dar un toque para repetir la embestida= 3 puntos; 3. No repite = 1 punto. 1. Animal con mucha fuerza = 5 puntos; 2. Fuerza justa sin exceso = 4 puntos; 3.

Fuerza (FZA)

Blandea = 3 puntos; 4. Pérdida de manos = 2 puntos; 5. Postración ventral o decúbito lateral = 1 punto. 1. número de series mayor o igual a 10 = 5 puntos. 2. Entre 8 y 9 series = 4 puntos.

Fondo (FON)

3. Entre 6 y 7 series = 3 puntos. 4. Entre 4 y 5 series = 2 puntos. 5. Menor a 4 series = 1 punto. Debe conservar las características deseables.

1.4.4 Estimación de frecuencias fenotípicas. El cálculo de las frecuencias fenotípicas se realizó mediante la observación de las categorías de clasificación de las unidades comportamentales observadas durante la tienta y la lidia según el sistema de evaluación empleado. Para ellos se crearon 3 categorías según la calificación alcanzada en cada la unidad comportamental (tabla 1.14).


36

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Tabla 1-14: Categorías creadas para el cálculo de frecuencias fenotípicas según la calificación alcanzada durante las faenas de tienta o de lidia. CATEGORIA

RANGO NOTA

A (bajas)

Entre 0.00 y 1.67

B (medias)

Entre 1.68 y 3.34

C (altas)

Entre 3.35 y 5.00

Una vez creadas las categorías se utilizó el procedimiento de frecuencias (PROC FREQ) del paquete estadístico SAS/STAT Software 9.3 (SAS Institute Inc, 2015). En la tabla 1-15 puede apreciarse la clasificación empleada para las frecuencias fenotípicas, según la proporción en la que se encuentra cada unidad comportamental dentro de la población. Tabla 1-15: Clasificación de las frecuencias fenotípicas de acuerdo a la proporción dentro de la población *. CLASIFICACIÓN

RANGO (%)

Muy bajas

< 20

Bajas

20 – 40

Moderadas

40 – 60

Altas

60 – 80

Muy altas

> 80

* Modificado de: Cardelino y Rovira (1987); Steel & Torrie (1980).

1.5 Resultados y discusión 1.5.1 Parámetros poblacionales Para el presente estudio el número total de individuos fue de 1720 de los cuales 787 correspondieron a machos (678 lidiados en eventos picados y 109 en eventos sin picar) y 933 hembras. La escala de calificación empleada por el ganadero es de 0 a 5, en donde a las hembras se les asignan 3 notas: una al caballo o varas, otra a la muleta y una global o nota de tienta, que es el promedio de las dos anteriores, encontrándose promedios para éstas de 2.93, 3.23 y 3.08, respectivamente. Los machos obtienen una sola calificación, denominada nota de lidia, siendo su promedio de 3.07. Los datos de la ganadería se procesaron de dos formas: de manera conjunta y diferenciada por sexos. A pesar de la similitud en los etogramas utilizados, existen algunas diferencias en


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

37

la evaluación debido a que en la de los machos aparece la fracción correspondiente a banderillas, existiendo unidades comportamentales comunes en ambos métodos y unas pocas propias de la lidia únicamente. La escala de calificación para cada unidad comportamental de ellas fue de 0 a 5 al igual que para las notas del ganadero y del estudio. Al analizar la información en conjunto se observa que la variable etológica más baja fue AUD, con un promedio de 1.50 y, la más alta, DOL con 4.31. Los promedios de las notas globales fueron de 3.16 para el GE y 3.08 para el GG (tabla 1-16). El número de hembras analizadas fue de 933, donde la más joven tuvo una edad a la tienta de 12.55 meses y la mayor de 58.8 meses, siendo el promedio de 24.04 meses (n=933). Tabla 1-16: Estadísticas descriptivas para las unidades comportamentales dentro de la población en la ganadería EGC (n = 1720).* Variable

N

Media

Varianza

DS

CV

Min

Max

Edad CoefCons FIJ DIS PRO RGR DOL GEN RDO HUM REP TEM FON FZA AUD GE GG

1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720 1720

33.55 12.26 3.49 3.37 3.08 3.60 4.31 2.46 3.85 3.97 3.88 3.24 2.61 2.10 1.50 3.16 3.08

162.57 37.65 2.67 2.01 2.61 2.63 1.91 1.61 2.38 2.14 2.07 3.12 2.89 0.96 1.67 0.72 0.57

12.75 6.14 1.63 1.42 1.62 1.62 1.38 1.57 1.54 1.46 1.44 1.77 1.70 0.98 1.29 0.85 0.76

38.01 50.05 46.78 41.97 52.46 45.04 32.09 56.27 40.07 36.85 37.01 54.53 65.21 46.78 86.01 26.83 24.63

12.55 0.00 0.82 1.02 0.72 0.51 0.60 0.64 0.89 1.03 1.37 0.92 0.51 0.90 0.21 0.25 1.00

76.25 33.98 4.40 4.52 4.28 4.47 4.80 4.26 4.57 4.67 4.64 4.63 4.10 4.21 4.09 4.90 5.00

* FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

La variable más baja fue AUD con un promedio de 1.63 y la más alta, la de REP con 4.23. Las notas globales arrojaron promedios de 3.05 y 3.08, para el GE y el GG, respectivamente.


38

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

De los 787 machos analizados bajo el sistema de evaluación por reseña, 507 fueron lidiados en corridas de toros, 81 en novilladas picadas, 43 en festivales, 45 en novilladas sin picadores, 68 en cursos prácticos de la escuela taurina de Cali y 16 a puerta cerrada. La edad promedio a la lidia fue de 46.22 meses, siendo el macho más joven de 19.87 meses y el mayor con 76.25 meses (n=678). El peso promedio fue de 442.84 kg, donde el animal más liviano tuvo 180 kg. y el más pesado 620 kg. La variable de menor promedio en los machos fue la AUD con un promedio de 1.37 y el mayor promedio lo obtuvo la variable DOL con 4.31. Las notas globales promedio fueron de 3.27 para GE y 3.07 la GG. Los anexos A2 y A3 resumen los parámetros poblacionales para hembras y machos aisladamente.

1.5.2 Frecuencias fenotípicas de las unidades comportamentales Al agrupar las UC según los puntajes alcanzados en cada una, puede observarse como ninguna de ellas alcanzó proporciones muy altas para la categoría C, que es aquella que reúne los individuos con promedios superiores dentro de la población. Nueve de 14 UC alcanzaron proporciones de moderadas a altas en esta categoría, siendo los porcentajes mayores de 68.43% y 63.55% para de DOL y REP, respectivamente (tabla 1-17). Características fuertemente ligadas a la clase o toreabilidad, como HUM, RDO o FIJ, se encuentran en proporciones de moderadas a altas para la categoría C (60.76%, 55.87% y 53.02%). En otra vía, cuando se observan las proporciones alcanzadas por aquellas características relacionadas con el rendimiento físico del animal, pueden apreciarse porcentajes de bajos a muy bajos, como es el caso de FON (27.03%) y FZA (1.8%). Lo anterior coincide con la opinión de diversos autores y expertos en el tema, quienes manifiestan que la selección a favor de las características de toreabilidad causa pérdida de aquellos genes responsables de la fuerza y del rendimiento del animal (tabla 1-18). Si se observan los individuos con las puntuaciones más bajas, agrupados en la categoría A, correspondiente a la manifestación de defectos de las UC, se aprecia como los porcentajes fluctúan en una franja menos amplia, que va desde moderados a muy bajos, encontrándose entre los de mayor valor estas mismas características, con 21.92% y 20.99% para FON y FZA, respectivamente.


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

39

Tabla 1-17: Frecuencias fenotípicas para UC dentro de la población (n=1720).* VAR FIJ DIS PRO RGR DOL GEN RDO HUM REP TEM FON FZA AUD GE GG

CAT A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C A B C

FREC 168 640 912 64 857 799 238 619 863 164 643 914 111 432 1177 155 1039 526 164 595 961 121 554 1045 87 540 1093 263 601 856 377 878 465 361 1328 31 738 934 48 64 1046 610 27 1341 352

% 9.77 37.21 53.02 3.72 49.83 46.45 13.84 35.99 50.17 9.53 37.38 53.14 6.45 25.12 68.43 9.01 60.41 30.58 9.53 34.59 55.87 7.03 32.21 60.76 5.06 31.40 63.55 15.29 34.94 49.77 21.92 51.05 27.03 20.99 77.21 1.80 42.91 54.30 2.79 3.7 60.8 35.5 1.54 77.97 20.49

FREC ACUM 168 808 1720 64 921 1720 238 857 1720 164 807 1720 111 543 1720 155 1194 1720 164 759 1720 121 675 1720 87 627 1720 263 864 1720 377 1255 1720 361 1689 1720 738 1672 1720 64 1109 1720 27 1368 1720

% ACUM 9.77 46.98 100 3.72 53.55 100 13.84 49.83 100 9.53 46.92 100 6.45 31.57 100 9.01 69.42 100 9.53 44.13 100 7.03 39.24 100 5.06 36.45 100 15.29 50.23 100 21.92 72.97 100 20.99 98.2 100 42.91 97.21 100 3.7 64.5 100 1.54 79.51 100

* FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, IAM = Ir a más, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.


40

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Tabla 1-18: Tabla comparativa de las proporciones alcanzadas por las UC en las categorías C y A dentro de la población (n=1720).* CATEGORÍA C

CATEGORÍA A

VAR

CLAS

FREC

%

VAR

CLAS

FREC

%

DOL

A

1177

68.43

AUD

M

738

42.91

REP

A

1093

63.55

FON

B

377

21.92

HUM

A

1045

60.76

FZA

B

361

20.99

RDO

M

961

55.87

TEM

MB

263

15.29

RGR

M

914

53.14

PRO

MB

238

13.84

FIJ

M

912

53.02

FIJ

MB

168

9.77

PRO

M

863

50.17

RGR

MB

164

9.53

TEM

M

856

49.77

RDO

MB

164

9.53

DIS

M

799

46.45

GEN

MB

155

9.01

GE

B

610

35.5

HUM

MB

121

7.03

GEN

B

526

30.58

DOL

MB

111

6.45

FON

B

465

27.03

REP

MB

87

5.06

GG

B

352

20.49

DIS

MB

64

3.72

AUD

MB

48

2.79

GE

MB

64

3.7

FZA

MB

31

1.8

GG

MB

27

1.54

* VAR: FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, IAM = Ir a más, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero. CLAS: A = Altas, M = Moderadas, B = Bajas, MB = Muy bajas.

En la expresión de los fenotipos de las UC analizadas, puede observarse la variación existente entre individuos dentro de la población, atribuible, en gran medida, a factores genéticos y al medio ambiente propio que envuelve cada una de las faenas evaluadas (tienta y lidia), sin descartarse la posibilidad de una interacción genotipo por ambiente. Al evaluar los tentaderos o el desempeño de los machos lidiados en corridas de toros y novilladas, se desechan permanentemente individuos portadores de características no deseables en cuanto a comportamiento, o por el contrario, se aprueban aquellos que manifiestan las cualidades que se quieren conservar o incrementar dentro de la ganadería. Esto necesariamente conlleva a una alteración de las frecuencias fenotípicas para las UC, reflejándose la presión ejercida por el ganadero al escoger sus animales. 1.5.2.1 Frecuencias fenotípicas por sexo: Al separar las UC por sexo, se observa cómo en las hembras ninguna alcanzó proporciones muy altas para la categoría C (tabla 1-19).


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

41

Tabla 1-19: Tabla comparativa de las proporciones alcanzadas por las UC en las categorías C y A para hembras (n=933).* CATEGORÍA C

CATEGORÍA A

VAR

CLAS

FREC

(%)

VAR

CLAS

FREC

(%)

REP HUM FIJ DIS TEM PRO RGR RDO DOL GEN FON GE GG IAM AUD FZA

A A M M M M M M M M B B MB MB MB MB

675 573 547 541 537 526 511 509 507 384 286 280 132 50 35 15

72,35 61,41 58,63 57,98 57,56 56,38 54,77 54,56 54,30 41,16 30,65 30.0 14.1 5,36 3,75 1,61

AUD FZA IAM FON PRO RGR RDO GEN DOL TEM HUM FIJ GE REP DIS GG

B B B MB MB MB MB MB MB MB MB MB MB MB MB MB

360 225 197 174 114 109 103 82 75 63 60 59 42 29 22 19

38.59 24.12 21.11 18.65 12.22 11.68 11.04 8.80 8.10 6.75 6.43 6.32 4.50 3.11 2.36 2.10

* VAR: REP = Repetir, HUM = Humillar, FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, TEM = Tipo embestida, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, RDO = Recorrido, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, FON = Fondo, GE = Global estudio, GG = Global ganadero, IAM = Ir a más, AUD = Ausencia defectos, FZA = Fuerza. CLAS: A = Altas, M = Moderadas, B = Bajas, MB = Muy bajas.

Valores considerados como altos, se presentaron en REP y HUM con 72.35% y 61.41%, respectivamente. Porcentajes inferiores al 20%, considerados como muy bajos, se observaron en IAM (5.36%), AUD (3.75%) y FZA (1.61%). El resto de variables estuvo en rangos moderados (tabla 1-21). Los defectos de mayor proporción dentro de la ganadería (categoría A) fueron para las unidades AUD (38.59%), FZA (24.12%) e IAM (21.11%) dentro de rangos bajos. Para el resto de variables los porcentajes se consideraron como muy bajos, con valores entre el 18.65% y 2.10% para FON y GG respectivamente. En los machos, la variable DOL alcanzó un valor muy alto en el porcentaje de sus frecuencias fenotípicas para la categoría C, DOL con 85.1%. Le siguen HUM, RDO y RGR, con valores moderados de 59.29%, 55.90% y 51.18%, respectivamente. Los menores valores fueron para GEN (17.99%), AUD (1.77%) y MZ (1.47%), con porcentajes considerados como muy bajos (tabla 1-20).


42

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Tabla 1-20: Tabla comparativa de las proporciones alcanzadas por las UC en las categorías C y A para machos (n=787).* CATEGORÍA C

CATEGORÍA A

VAR

CLAS

FREC

%

VAR

CLAS

FREC

%

DOL HUM RDO RGR REP FIJ GE PRO TEM DIS GG FON GEN AUD FZA

MA M M M M M M B B B B B MB MB MB

670 467 440 403 387 338 330 311 293 248 219 171 142 14 12

85.10 59.29 55.90 51.18 49.12 42.92 42.00 39.53 37.17 31.56 27.90 21.68 17.99 1.77 1.47

AUD TEM FON FZA PRO FIJ GEN RDO HUM REP RGR DIS DOL GE GG

M B B MB MB MB MB MB MB MB MB MB MB MB MB

385 222 211 139 132 120 73 66 64 64 55 48 36 21 8

48.97 28.17 26.84 17.70 16.81 15.19 9.29 8.41 8.11 8.11 6.93 6.05 4.57 2.60 0.95

* VAR: DOL = Ausencia dolor, HUM = Humillar, RDO = Recorrido, RGR = Recargar, REP = Repetir, FIJ = Fijeza, GE = Global estudio, PRO = Prontitud, TEM = Tipo embestida, DIS = Distancia arrancada, GG = Global ganadero, FON = Fondo, GEN = Grado encelamiento, AUD = Ausencia defectos, FZA = Muleta fuerza. CLAS: MA = Muy altas, M = Moderadas, B = Bajas, MB = Muy bajas.

En cuanto a los porcentajes alcanzados por los defectos, expresados en categoría A, los rangos se movieron entre moderados y muy bajos, siendo la característica con porcentaje más alto la de AUD con un valor del 49.0%, seguida por TEM (28.17%), FON (26.84%), y PER con el 24.19%. El valor más bajo en la proporción de un defecto fue del 4.57% para variable DOL, seguido de las notas globales con 2.60% y 0.95% para GE y GG, respectivamente (tabla 1-20). En la tabla 1-21 se resumen la totalidad de las frecuencias fenotípicas de las UC para ambos sexos en esta ganadería. Al compararse hembras y machos en la categoría C, se aprecian diferencias muy bajas (< 5%) en los porcentajes de las variables de FZA, RDO, AUD y HUM con valores de 0.14 (1.61% y 1.47%) para la primera, 1.34 (54.56% y 55.9%) para la segunda, 1.98 (3.75% y 1.77%) para la tercera y 2.12 (61.41% y 59.29%) para la cuarta.


Capítulo 1: Observar y medir la bravura

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Tabla 1-21: Frecuencias fenotípicas de UC para hembras y machos (n=1720).* HEMBRAS (n=933) MACHOS (n=787) Frec % Frec % Frec % Frec % acum acum acum acum A 59 6.32 59 6.32 120 15.2 120 15.2 B FIJ 327 35.1 386 41.4 330 41.9 449 57.1 C 547 58.6 933 100 338 42.9 787 100 A 22 2.36 22 2.36 48 6.05 48 6.05 B DIS 370 39.7 392 42 491 62.4 539 68.4 C 541 58 933 100 248 31.6 787 100 A 114 12.2 114 12.2 132 16.8 132 16.8 B PRO 293 31.4 407 43.6 344 43.7 476 60.5 C 526 56.4 933 100 311 39.5 787 100 A 109 11.7 109 11.7 55 6.9 55 6.9 B RGR 313 33.5 422 45.2 330 41.9 385 48.8 C 511 54.8 933 100 403 51.2 787 100 A 75 8.1 75 8.1 36 4.6 36 4.6 B DOL 351 37.6 426 45.7 81 10.3 117 14.9 C 507 54.3 933 100 670 85.1 787 100 A 82 8.8 82 8.8 73 9.3 73 9.3 B GEN 467 50.0 549 58.8 572 72.7 645 82 C 384 41.2 933 100 142 18 787 100 A 103 11 103 11 66 8.41 66 8.41 B RDO 321 34.4 424 45.4 281 35.7 347 44.1 C 509 54.6 933 100 440 55.9 787 100 A 60 6.43 60 6.43 64 8.11 64 8.11 B HUM 300 32.2 360 38.6 257 32.6 320 40.7 C 573 61.4 933 100 467 59.3 787 100 A 29 3.11 29 3.11 64 8.11 64 8.11 B REP 229 24.5 258 27.7 337 42.8 400 50.9 C 675 72.4 933 100 387 49.1 787 100 A 63 6.75 63 6.75 222 28.2 222 28.2 B TEM 333 35.7 396 42.4 273 34.7 494 62.8 C 537 57.6 933 100 293 37.2 787 100 A 174 18.7 174 18.7 211 26.8 211 26.8 B FON 473 50.7 647 69.4 405 51.5 616 78.3 C 286 30.7 933 100 171 21.7 787 100 A 225 24.1 225 24.1 139 17.7 139 17.7 B FZA 693 74.3 918 98.4 636 80.8 775 98.5 C 15 1.61 933 100 12 1.47 787 100 A 360 38.6 360 38.6 385 49.0 385 49 B AUD 538 57.7 898 96.3 388 49.2 773 98.2 C 35 3.75 933 100 14 1.8 787 100 A 42 4.5 42 4.5 21 2.6 21 2.6 B GE 611 65.5 653 70 436 55.4 457 58 C 280 30.0 933 100 330 42 787 100 A 19 2.1 19 2.05 8 0.95 8 0.95 B GG 782 83.8 801 85.9 560 71.2 568 72.2 C 132 14.1 933 100 219 27.9 787 100 * FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, IAM = Ir a más, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero. OJO Variable

Cat


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Se encontraron diferencias consideradas como bajas en esta misma categoría (> 5% a 10%) en FON con un valor de 8.97 y porcentajes de 30.65 y 21.68 para hembras y machos, respectivamente. No se presentaron diferencias moderadas para ninguna de las variables (>10% a 15%). Las variables FIJ y PRO presentaron diferencias altas (>15% a 20%) con valores de 15.71 (58.63% y 42.92%) la primera y 16.85 (56.7% y 42.9%) la segunda. Una explicación a la diferencia observada en la variable FIJ a favor de las hembras pueden atribuirse al ambiente controlado durante el tentadero, dónde interviene un número de personas muy reducido y conocedoras del oficio, sin olvidarse, además, de la dirección del ganadero, contribuyendo todo ello a que las posibilidades de distracción durante la faena de muleta sean mínimas. Las diferencias encontradas en la variable PRO a favor de las hembras pueden deberse a diversos factores, siendo el castigo que sufren los machos en varas tal vez uno de los más importantes, puesto que, a pesar de acudir tan solo en un par de oportunidades, el tamaño de la puya disminuye en gran medida su desempeño físico pudiendo ocasionar una demora en acudir al cite del torero; otro factor determinante es el nutricional, puesto que es muy frecuente que se lidien toros con sobrepeso y alimentados con dietas inapropiadas, lo que también puede disminuir considerablemente la rapidez del animal en responder a la provocación del torero, ocurriendo lo contrario en las hembras, que van alimentadas sin excesos y con el peso justo, aunque existen excepciones. Las variables TEM, REP y DIS presentaron diferencias muy altas (>20%) al compararse hembras y machos, con valores de 20.39 (57.56 y 37.17) para la primera, 23.23 (72.35 y 49.12) para la segunda y 26.42 (57.98 y 31.56) para la tercera, respectivamente. DIS es una variable que el ganadero se puede permitir explorar con mayor facilidad en la tienta más no en una corrida de toros debido al tipo de control que puede ejercer en cada uno de estos festejos, siendo este, tal vez, uno de los principales motivos por el cual se presentan porcentajes mucho más altos en las hembras que en los machos. Otros factores adicionales que pueden explicar el bajo porcentaje en los machos pueden ser las mismas dadas ya para PRO en cuanto al castigo proporcionado en varas y los factores nutricionales, puesto que al disminuirse en gran medida su desempeño físico, al animal se le hace más difícil acudir a distancias mayores. Una explicación similar puede darse en el caso de REP.


2. Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales 2.1 El ambiente y la bravura Durán (1999) divide en dos grupos los factores ambientales que influyen sobre las características de bravura, toreabilidad y fuerza: aquellos inherentes a las faenas de tienta o de lidia, como son el transporte a la plaza, el manejo previo a la lidia, la plaza (tamaño, ruedo, condiciones del terreno, etc.), el personal de la lidia (torero, picador y banderilleros) y el juicio de quien valora la nota de tienta o lidia (generalmente el ganadero). En segundo lugar estarían los factores no inherentes a estas faenas, como son todos aquellos propios del entorno donde se crían hasta el momento de su lidia, como la nutrición (condición de pastoreo y alimentación suplementaria), el clima, las enfermedades, la topografía y el manejo en general (Durán Castro, 1999). A manera de ejemplo, un animal puede tener un genotipo para una nota de tienta de 4.5, pero estos genes no se manifiestan en su totalidad si las condiciones ambientales son desfavorables, como puede ser el desempeño del animal afectado por mala nutrición o alguna enfermedad. En otro caso, un individuo que tiene un genotipo para una nota de tienta de 3.0, no puede mejorar su comportamiento frente al caballo o la muleta aun cuando se le suministren alimentos concentrados y un buen plan sanitario (Durán Castro, 1999). Domecq (2009), define como ambientales a todos aquellos factores que influyen sobre las notas que no son genéticos. Así, mediante su identificación, se puede valorar si los animales son mejor o peor puntuados en plaza o durante la tienta; si se evalúan mejor o peor a los machos o a las hembras; o si existe una tendencia del calificador a ser más estricto o más benevolente con el paso de los años. Diferencias en el manejo, clima, alimentación, etc.


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2.1.1 Factores ajenos a la lidia 2.1.1.1 Edad del animal: La edad es un factor importante al momento de torear las reses. Para las hembras, la faena de la tienta se realiza generalmente cuando tienen entre dos a tres años de edad. Algunos ganaderos prefieren los tres años para darle más seriedad a la vaca y otros, más impacientes, a veces las tientan con uno. A los dos años de edad ya se puede juzgar suficientemente a la becerra y se adelanta el proceso selectivo en un año, ya de por sí muy lento. Con un sólo año, los animales son demasiado jóvenes, más inocentes, no existe ningún temor al torearlos y los resultados pueden llevar a engaño (Domecq Solis, 2009). En el caso del tentadero de machos, con una buena crianza, los dos años y medio de edad son ideales para realizar esta prueba, con el objeto de que el novillo pueda aguantar las altísimas exigencias a las que es sometido su estado físico durante el tentadero desde el punto de vista de (Castro Botero, 1999). La lidia tiene diferentes edades reglamentarias, dependiendo del tipo de evento, siendo los cuatro años la edad mínima para corridas de toros. 2.1.1.2 Nutrición: El toreo de hoy exige un toro de mayor volumen, lo que necesariamente obliga al uso de concentrados, que en los volúmenes actuales que se utilizan desencadenan generalmente en una acidosis ruminal, causante de todo un conjunto de trastornos digestivos y hepáticos, que impiden al toro salir a la plaza en plenitud de facultades físicas. La proporción de fibra en la dieta es fundamental para contrarrestar este tipo de problemas (Bartolomé Rodríguez, 2011). Se debe anteponer la eficiencia de la ración para conseguir que el toro, con una presentación adecuada, esté además en plena forma, y su estado físico sea más importante que la velocidad de engorde, siendo a su vez objetivo predominante sobre el coste de la alimentación (Domecq Solis, 2009). En España gran cantidad de ganaderos se han visto en la necesidad de elaborar un plan de entrenamiento físico, partiendo del principio que el toro es un atleta que se juega todo en los 20 minutos de su lidia. Este entreno consiste en correr los toros en una pista, un determinado número de veces semanales por un tiempo que se va incrementando gradualmente. Con esto se consigue que resista mucho mejor la lidia y que alcance una mayor capacidad de recuperación a lo largo de la misma, evitando que se pare, a la vez que se aumenta su movilidad al conseguir una mayor capacidad pulmonar y, por lo tanto, una más rápida recuperación física tras los esfuerzos. Estudios recientes han demostrado


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que se requieren como mínimo seis meses de preparación para llegar a la lidia en forma perfecta (Agüera Buendía, y otros, 2009). 2.1.1.3 Tamaño y peso del animal: Este factor va estrechamente relacionado con la nutrición. Para soportar las exigencias de la tienta o la lidia, los animales deben estar bien alimentados sin llegar al sobrepeso para no asfixiarse al ser esta prueba dura y exigente. Animales muy pequeños, débiles o de poco peso, no podrían aguantar el castigo. En el caso contrario, animales muy desarrollados podrían dificultar esta labor, no solo por el riesgo que conlleva para los actuantes, sino que puede equivocarse el juicio del ganadero al mezclar la bravura con el poder. El ideal es el punto intermedio en el que el caballo, picador y el personal de a pie, puedan con el animal exigiéndole al máximo, y permitirle a este demostrar su bravura y clase (Castro Botero, 1999).

2.1.2 Factores propios de la lidia 2.1.2.1 Lugar: Cada sitio donde es toreado un animal tiene sus propias particularidades: la posición geográfica, la altitud, el régimen de lluvias, la temperatura en cada época del año y el tamaño del ruedo son alguno de los factores que hacen de cada lugar un sitio único. No existe un tamaño de ruedo estándar aunque muchos criadores hayan escogido los 32 metros de longitud como tamaño ideal para sus plazas de tienta (Castro Botero, 1999). En el caso de la tienta de machos, ruedos demasiado grandes (mayores de 40 metros de diámetro) como los de las plazas de toros normales, pueden dificultar la labor de templar y parar el novillo con las ramas tornándola peligrosa. Lo ideal es realizar el tentadero de machos y hembras en la plaza de tientas de la misma ganadería, cuyo ruedo generalmente tiene un diámetro apropiado, y en donde el animal puede acudir con mayor facilidad desde el burladero de toriles, apreciándose muy bien su desempeño y bravura en el caballo. El exagerar la distancia de arrancada al caballo (de 40 a 50 metros) hace que muy pocos animales acudan al llamado del picador. Un aspecto importante del ruedo es que el piso debe ser igual al que se utiliza en las corridas de toros: firme, no resbaladizo, ausente de piedras y con la suficiente humedad para no levantar nubes de polvo (Castro Botero, 1999). Dependiendo del piso térmico en el cual se ejecuta la faena, la hora del día se vuelve un factor importante a considerar antes de lidiar los animales. En climas cálidos se debe tentar en las primeras horas del día o cayendo el sol en horas de la tarde, pues si se realiza en


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horas que el sol calienta más y la temperatura es alta, disminuye el rendimiento físico del novillo afectando directamente su desempeño, enmascarando así, por efecto del ambiente, la apreciación real de su bravura. En climas fríos puede tentarse a cualquier hora del día, siendo lo ideal en las horas con mayor luminosidad y temperatura templada (Castro Botero, 1999). 2.1.2.2 Torero: Debe tener ante todo el valor necesario, profesionalismo, deseos de hacer las cosas bien, excelentes facultades y mucha serenidad. Cumple dos roles totalmente diferentes pero igual de importantes al tratarse de la tienta o de la lidia. En el primero de los casos, por más importancia que tenga el torero, este debe tener muy claro que es el ganadero quien dirige el tentadero y que sus órdenes deben ser seguidas en el acto y al pie de la letra respecto a la manera como quiere que se efectúe la lidia, los terrenos en donde realizarla, las distancias en los cites, y sobretodo saber medir la resistencia, puesto que los animales realmente bravos pueden morirse embistiendo (Castro Botero, 1999). Un aspecto importante que el torero debe tener claro, es que no está toreando ante el público sino mostrándole las virtudes y defectos del toro al ganadero, que no se trata de un lucimiento personal sino de profesionalismo en el desarrollo del tentadero. No solamente debe conocer bien la técnica del toreo, sino tener la sintonía adecuada con el ganadero respecto a lo que este busca dilucidar, que no es otra cosa más que la bravura de la res (Castro Botero, 1999). En el caso específico de la tienta de machos, el fijar al novillo con las ramas, además del valor, exige mucho estado físico e igualmente el conocimiento de los terrenos del toro y del caballo. El templar al animal con las ramas en su arrancada, llevarlo encelado y dejarlo en el sitio preciso, al correr más rápidamente con la finalidad de que este pierda el objeto y se quede en el sitio indicado para ser citado por el picador, es todo un arte. Cuando se tientan machos para sementales el supuesto es que se torean los más bravos, siendo esta precisamente la clave de todo, pues entre más bravo sea el ejemplar en tienta, mayores y mejores facultades en todos los aspectos deben tener el matador, el picador y el caballo. Por esta razón, no siempre los primeros matadores del escalafón son los mejores tentadores, puesto que la selección de un semental no está ligada a romper el récord de corridas toreadas y orejas cortadas (Castro Botero, 1999). Durante la lidia es diferente puesto que el ganadero no desempeña papel alguno. Los terrenos, las distancias, el número de varas, el pitón por donde se va a torear, todo lo que


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acontece en el ruedo es responsabilidad directa del torero y su cuadrilla, lo que de alguna forma ocasiona un ambiente más cambiante que en el caso de la tienta (González Caicedo, 2007). 2.1.2.3 Picador: Al igual que el torero, debe tener un alto grado de profesionalismo y ser excelente campero. El valor, saber montar (posición sobre la silla, equilibrio, soltura, mano suave a la rienda, uso de la pierna o ayudas que ordenan algún movimiento al caballo), agilidad, saber citar al animal con la voz y con el movimiento del caballo y en qué momento hacerlo, saber medir al animal tanto en no dejarlo estrellar contra el peto como en propinarle un castigo moderado con el objeto de que se pueda poner varias veces, y debe recordar que no está en una corrida de toros a órdenes de un matador cuya norma casi siempre es taparle la salida al toro, con el objeto de darle en un sólo puyazo todo el castigo necesario para prepararlo para la faena de muleta, todas son condiciones que deben estar presentes en el picador que se escoja para la faena de tienta (Castro Botero, 1999). 2.1.2.4 Número de varas: En la tienta, un animal puede acudir entre cinco y ocho veces al caballo, o más si es el caso, pero al medirle exageradamente en el número de puyazos, puede afectarse considerablemente el desempeño del ejemplar en la muleta, y el toreo actual requiere de un equilibrio adecuado entre el caballo y la muleta. La colocación de los puyazos en el lugar preciso es de vital importancia y deben rectificarse de no caer en buen sitio. Los puyazos traseros traen consecuencias negativas en la faena de muleta, igualmente los puyazos caídos, pues afectan las paletas con el consiguiente deterioro de la locomoción del animal (Castro Botero, 1999). La puya de tienta debe infringir castigo pero no destrozar, puesto que se pone varias veces y además el animal debe curarse después. En el caso de la corrida de toros, esta debe hacerle sangrar, mermándole su poder con el objeto de lograr una embestida templada a la muleta, pero no debe destruir los tejidos al penetrar el encordelado, muchas veces afectando las apófisis espinosas de la columna vertebral. Si el picador posee el valor adecuado y es lo suficientemente profesional empleará la puya requerida, de lo contrario, aquellos con un valor muy justo, emplearán puyas excesivamente grandes con las que prácticamente desangran al animal o le castigan demasiado castigado al colocarle varias veces al caballo, aplomándose excesivamente en la faena de muleta (Castro Botero, 1999).


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2.1.2.5 Caballo de picar: Debe estar acorde con la edad y el peso de los animales a juzgar, de manera que no se estrellen contra una pared, pero tampoco lo derriben con facilidad. Un caballo débil es un gran riesgo para el picador pudiendo ocasionar un grave accidente, pero si es excesivamente grande, el animal no podrá manifestar al máximo su bravura con la clase necesaria, al dificultarse la recargada, puesto que parecería una pared inamovible, y en el estrellón, si no es bien medido por el picador - cosa muy difícil con novillos de mucho poder - puede causarle daños cervicales que pasan inadvertidos, pero que tendrán efecto en la lidia con la muleta. Otros factores de gran importancia en el caballo de picar son su obediencia a la rienda, su movilidad, la agilidad para adelantarse y retroceder en los cites, su estabilidad al aguantar la embestida, y su valor al repetir estos movimientos una y otra vez a órdenes de su jinete (Castro Botero, 1999).

2.2 Coeficiente de consanguinidad Al cruzarse individuos emparentados las probabilidades de expresión de algunos genes, tanto deseables como indeseables, aumentan; es por esto que la consanguinidad puede afectar de manera positiva o negativa las variables de comportamiento que conforman la bravura, siendo indispensable un adecuado esquema de cruzamientos para que no se constituya en un problema. En México se realizó un estudio en 12 ganaderías del estado de Tlaxcala, reportando problemas reproductivos, atribuibles posiblemente a los altos niveles de consanguinidad (González Pérez J. A., 1964). Otro estudio realizado en 43 ganaderías de lidia mexicanas, encontró que uno de los principales problemas, además de una alimentación deficiente, era un inapropiado control genético al programar los empadres, dando como resultado una consanguinidad muy elevada (Álvarez Romo, 1967). En ambos estudios no se cuantificó el grado de consanguinidad. Haro González (1973) mediante el análisis genealógico de 619 animales en México, abarcando un periodo de 1905 a 1971, reportó un promedio de consanguinidad en la ganadería de lidia de 19.5%, mientras que para los animales nacidos en 1971 (n=56) fue de 32.4 ± 4.6 %. También obtuvo un coeficiente de correlación negativo (rp=-0.32, p<0.01) entre la nota de tienta del individuo y su coeficiente de consanguinidad. Para disminuir la consanguinidad, el autor recomienda la formación y el cruzamiento de líneas o familias de hermanos medios paternos, aprovechando sementales consanguíneos, no emparentados


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que presentan mayor prepotencia (Lush, 1945), con excelente nota de tienta y "en tipo" (prueba de comportamiento) y que ya estén probados preferiblemente. Coeficientes de consanguinidad más bajos fueron reportados nuevamente, en un estudio genético-ambiental de una ganadería en México, utilizando 936 registros de animales en el período de 1919 a 1969, encontró una tasa de consanguinidad de un 1% por generación y, además, estimó que para 1973, el hato tendría un nivel de consanguinidad de 4.9, 3.3 y 2.1% para crías, vientres y sementales, respectivamente. Los dos autores mencionados anteriormente coinciden en que la consanguinidad causa efectos negativos sobre la nota de tienta (González Pérez J. M., 1973). Rodero et al. (1985) estimaron la consanguinidad de cinco ganaderías de lidia en España a partir de las genealogías de hasta siete generaciones, así como sus coeficientes de variación y las correlaciones entre los valores del coeficiente de consanguinidad para distintas profundidades de las genealogías. Los resultados obtenidos se comparan con los de otros autores concluyendo que el valor más probable del coeficiente de consanguinidad a esa fecha podía oscilar entre 0.12 y 0.13. Mendieta y Gutiérrez (1996) en una ganadería de reses bravas en Tlaxcala, México, utilizaron los pedigrís de 1155 individuos y mediante un modelo mixto que incluyó los efectos fijos de año de nacimiento y sexo, la covariable consanguinidad del individuo y el efecto aleatorio del semental, encontrando que un 25% de los animales fueron consanguíneos. El promedio de los coeficientes de consanguinidad en animales consanguíneos y en toda la población fue bajo (6 y 1.56%, respectivamente). Aunque el porcentaje de animales consanguíneos se incrementó a través del tiempo, su coeficiente de consanguinidad promedio disminuyó. Por cada unidad porcentual que se incrementó la consanguinidad en el individuo, la bravura, la fuerza y la nota de tienta disminuyeron (p<0.06) en 0.3, 0.3 y 0.2 unidades. La calificación numérica es de 1 a 10 y para la nota de tienta la calificación promedia mínima para machos debe ser mayor o igual a 7, mientras que las hembras deber ser mayor o igual a 6. Ramírez et al (2004) calcularon los coeficientes de consanguinidad en un ganadería de lidia en Querétaro, México, para 2834 animales nacidos entre 1900 y 2002, encontrando un 52.7% de individuos consanguíneos. El promedio de la consanguinidad en el total de animales fue de 3.6%; sin embargo, cuando consideraron sólo los animales consanguíneos se elevó hasta 6.8%. Además, de los 426 sementales analizados, 231 fueron consanguíneos con coeficientes de 4.8% y 8.7%, respectivamente. Así mismo, identificaron 1383 vacas cuyos


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niveles de consanguinidad fueron más bajos que en el caso de los sementales, siendo el promedio de consanguinidad en todas las vacas de 3.4%, y en las vacas consanguíneas (626 animales) de 7.6%. En este estudio el nivel de consanguinidad alcanzado no presentó efecto alguno en el comportamiento de los animales frente al caballo y la muleta. Domínguez et al (2005), en un estudio realizado en cuatro ganaderías mexicanas en el que se analizaron las notas de las variables Tienta al Caballo (TC), Tienta a Pie (TP), Lidia al caballo (LC) y Lidia a Pie (LP) encontraron que los coeficientes de consanguinidad promedio fueron de 12.74%, 4,12%, 5.23% y 2.44% para cada ganadería, respectivamente, sin que se reportara ninguna incidencia sobre alguna de las variables involucradas en el estudio. Calero (2008) reporta efectos altamente significativos de la consanguinidad sobre la variable de comportamiento recargar en el caballo en hembras con incrementos de 0.01084 en el promedio. Efectos significativos en las variables de muleta fijeza, fondo y fuerza con valores de 0.00647, 0.00856, -0.00516 y 0.00791, respectivamente. No encontró significancia para ninguna de las variables en machos, pero al analizar ambos sexos en conjunto observó que las variables de recargar en el caballo y fuerza en la muleta se vieron afectadas con cambios en sus promedios de 0.00634 y -0.00403. Domecq (2009) manifiesta haber utilizado la consanguinidad para fijar caracteres deseados dentro de su ganadería, viéndose posteriormente en la necesidad de abrir líneas para poder trabajar con todo el abanico de posibilidades del banco genético creado, teniendo especial cuidado en no incrementarla.

2.3 Materiales y métodos 2.3.1 Determinación de los efectos ambientales sobre el comportamiento El estudio de los efectos ambientales abarcó un periodo de 41 años, entre 1970 y 2011, empleando un total de 1720 animales, siendo 787 machos y 933 hembras. Para determinar el nivel de incidencia de los efectos ambientales sobre las UC, se utilizó toda la información disponible en la ganadería EGC, evaluándose el comportamiento de los animales mediante los etogramas DL-EST y DL-ESL del software ganadero DeLidia (Calero Quintero & Uribe Ceballos, 2015). Las UC consideradas fueron FIJ, PRO, DIS, RGR, DOL, GEN, RDO, HUM, REP, TEM, FZA y AUD. Estas variables se emplearon para generar la nota global del animal


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para este estudio (GE). Se consideró, además, la calificación asignada por el ganadero al observar el desempeño de los individuos durante los tentaderos y las lidias en sus diferentes modalidades. En la escogencia de los modelos que mejor explicaran cada una de las UC, se utilizó el método BACKWARD del procedimiento GLMSELECT del paquete estadístico SAS/STAT Software (SAS Institute Inc, 2015). Como parámetros a incluir, se consideraron los efectos fijos de sexo, número de varas, tipo de festejo, lugar de lidia y torero, además de las covariables lineales de edad y consanguinidad. En la comparación de los modelos se emplearon los criterios de información de Akaike (AIC) y el criterio de información Bayesiano (BIC), descritos como: 2

2

2

en donde K es el número de parámetros del modelo, -2Ln L corresponde al valor máximo de la función de probabilidad, y N es el tamaño de la muestra. Los modelos con menores valores de AIC y BIC fueron seleccionados para cada característica (Kaps & Lamberson, 2004). El modelo utilizado para evaluar los efectos fue:

donde:

Yijklm = unidad comportamental evaluada (FIJ, PRO, DIS, RGR, DOL, GEN, RDO, HUM, REP, TEM, FZA, AUD, GE y GG) en el sexo i, torero j, el lugar k, tipo de festejo l, número de vara m, coeficiente de consanguinidad y edad. Si, Tj, Lk, Fl, Vm = efectos fijos de sexo, torero, lugar de lidia, tipo de festejo, n° de varas. Co, Ed = efecto de las covariables coeficiente de consanguinidad y edad.

µ = media general de la unidad comportamental evaluada.

εijklm = error aleatorio.


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2.3.2 Cálculo de la consanguinidad En la elaboración del pedigrí se utilizaron todos los animales actuales e históricos disponibles en la base de datos, incluyendo los ancestros pertenecientes a otras ganaderías. Los datos necesarios se obtuvieron de los libros de genealogías y de vacas pertenecientes a las ganaderías de Las Mercedes, Sierra Morena y Ernesto González Caicedo, con de 60 años de información. Se duplicaron fotográficamente 4.409 folios con registros de 789 vientres y 112 reproductores. Debido a que la Unión de Criadores de Toros de Lidia de España (UCTL), no proporciona la información necesaria para la corrección de inconsistencias, fue necesario recurrir a un experto en registros genealógicos del encaste Santacoloma, en la Universidad de Toulouse, Francia, quien ha realizado un trabajo importante en la reconstrucción de los árboles genealógicos de la rama Buendía, con 120 años de información disponible, aproximadamente (Aubert, 2015). El estudio de la consanguinidad abarcó un período de 94 años, comprendidos entre 1918 y 2012. Los pedigríes utilizados incluyeron 2797 animales, de los cuales 1108 eran machos y 1651 hembras. En la base histórica de la ganadería figura que han intervenido 19 hierros en su proceso de formación, siendo los hierros de mayor participación los españoles de Joaquín Buendía (71.73%) y Dionisio Rodríguez (5.17%), tras una importación realizada en el año 1980. Los cálculos de los coeficientes de consanguinidad para cada individuo se realizaron inicialmente mediante el software Pedigree Viewer (Kinghorn, 2015), y confirmados posteriormente mediante el software Endog 4.0 (Gutiérrez & Goyache, 2005), con el que se realizaron, además, las estimaciones de población base, tamaño efectivo de la población base, consanguinidad promedio esperada, número de animales en la población de referencia, número efectivo de ancestros, aportaciones porcentuales e intervalos generacionales. Como población base se consideraron aquellos individuos con al menos uno o los dos padres desconocidos, y como población base real se definieron aquellos con un solo padre conocido (medio fundador). Para la población de referencia se consideraron únicamente a los individuos de los que se conocen ambos padres, siendo por lo tanto este valor inferior a la población real utilizada.


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

55

El número efectivo de ancestros se define como el número de ascendientes, fundadores o no, necesarios para explicar la constitución genética total de la población. La estimación de este parámetro tiene en cuenta que la contribución de los reproductores puede estar desequilibrada y considera, asimismo, los posibles cuellos de botella que haya podido experimentar la población estudiada debido a un excesivo uso de algunos reproductores. El tamaño efectivo de la población base, es el número de animales con padres desconocidos y estima el número de fundadores necesarios para explicar la constitución total de la población, suponiendo que todos ellos realizaran la misma contribución (Boichard, Maignel, & Verrier, 1997). El intervalo generacional se estimó como la edad media de los progenitores cuando nace su progenie seleccionada, para las cuatro vías: padre-hijo, padre-hija, madre-hijo y madrehija (Gutiérrez, y otros, 2003).

2.4 Resultados y discusión 2.4.1 Influencia del sexo y la edad sobre las unidades comportamentales El sexo solo tuvo efectos algo significativos (P<0.05) para la variable FIJ y RGR, lo cual puede indicar, en primera instancia, que la evaluación de las variables etológicas comunes presenta cierta uniformidad entre hembras y machos, y que las diferencias existentes pueden deberse en gran medida a otros factores propios de las faenas de tienta o de lidia (tabla 2-1). Para el caso de las hembras, de las que debe recordarse solo intervienen en la faena de tienta, es necesario considerar ciertas particularidades al analizar esta variable. En primer lugar, al realizarse el tentadero en una plaza casi vacía, con muy pocos espectadores, el animal es susceptible de detectar con mayor facilidad cualquier movimiento que se realice en los graderíos, al igual que dentro y fuera del ruedo, lo que puede influir en el número de distracciones. Otro aspecto a considerar, es que durante la tienta, el ganadero explora con mayor rigurosidad la distancia de arrancada, tanto en la suerte de varas como durante la faena de muleta, lo cual puede afectar sustancialmente el grado de concentración del animal antes de iniciar su embestida, haciéndose más fácil distraerse entre mayor sea la distancia desde la que es citado.


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

En la lidia de los machos, los movimientos en los graderíos son casi imperceptibles cuando son lidiados en espectáculo público. Además, es menos frecuente que el torero se coloque a gran distancia al animal, por el peso del animal y el riesgo que conlleva citarle de lejos, siendo menos frecuente que se generen distracciones a cortas distancias, aunque pueden también manifestarse. Tabla 2-1: Efectos del sexo y la edad sobre las unidades comportamentales observadas durante la tienta y la lidia (n= 1720)*. VARIABLE FIJ PRO DIS RGR DOL GEN RDO HUM REP TEM FON FZA AUD GE GG

SEXO 0.0279 0.8338 0.2108 0.0408 0.4885 0.5221 0.7155 0.2615 0.5871 0.7971 0.8393 0.2471 0.3241 0.1260 0.2565

EDAD . NS NS . NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS

0.7273 0.1086 0.1622 0.0321 0.5459 <.0001 0.554 0.0095 0.3751 0.6512 0.8894 0.5679 0.3812 0.1551 0.2556

NS NS NS . NS *** NS * NS NS NS NS NS NS NS

. (*) NS = no significativo. ( ) = algo significativo. * = significativo. ** = muy significativo. *** = altamente significativo. * FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

En cuanto a la variable recargar, observada únicamente en la suerte de varas, es posible que se aprecie con mayor facilidad en los machos, debido a las diferencias en el tamaño y la fuerza de los animales. Para la edad se presentaron ciertos grados de significancia en tres de las UC. Efectos algo significativos en RGR (P<0.05), significativos en HUM (P<0.01) y altamente significativos para GEN (P< 0.0001). En el caso de RGR, puede esperarse que en cierta medida, animales de mayor edad tengan más facilidad para empujar con fuerza en el peto del caballo. Similar argumento puede darse en el caso de la variable GEN, que resultó altamente significativa en donde la edad puede asociarse a cierto grado de seriedad del animal haciéndole tener mayor


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

57

grado de codicia al pelear en el caballo. Resultados similares fueron reportados por Domínguez et al. (2010), en un estudio desarrollado en dos ganaderías mexicanas, reportando que la edad resultó significativa (P<0.05), en donde a medida que la edad aumentaba se incrementaban las notas al caballo.

2.4.2 Factores propios de la lidia y su efecto sobre el comportamiento Los factores ambientales propios de la lidia sobre las unidades comportamentales observadas durante la tienta y la lidia para la ganadería EGC fueron: número de varas, tipo de festejo, plaza y torero. Adicionalmente, Los niveles para cada uno de estos efectos fueron de 10 para el número de varas, 7 para tipo de espectáculo, 36 para lugares y 43 para matadores. No se analizó el efecto de picador para el conjunto de datos que involucra ambos sexos por no tener información suficiente en el caso de los machos. El número de varas fue el factor que mayor incidencia tuvo sobre las variables, siendo altamente significativo (P < 0.0001) para casi todas las UC (diez en total), a excepción de PRO y TEM en donde fue significativo (P < 0.01), algo significativo para RDO (P < 0.05) y sin significancia para HUM y FZA, variables en las que se podrían esperar resultados diferentes, debido al agotamiento causado por los sucesivos puyazos que afectan considerablemente el rendimiento físico del animal, además de la posición de la cabeza durante la embestida. El tipo de festejo solo presento efectos algo significativos (p<0.05) en las UC exclusivas de la suerte de varas, como son RGR, DOL y GEN. Una explicación a esto puede ser que existen diferencias sustanciales durante el encuentro del animal con el picador dependiendo de su tipo de lidia. Si el tipo de festejo es un tentadero, el número de oportunidades para observar el desempeño del individuo es mayor, lo que da origen a una valoración mejor lograda para cualquiera de estas variables. Si el festejo, por el contrario, es cualquiera de las modalidades de lidia, el número de encuentros con el picador es muy reducido, generándose una observación poco precisa. Los machos lidiados en festejos de mayor relevancia como corridas de toros (CT) y novilladas picadas (NP), pueden ser, en teoría, mejor evaluados en el caballo que aquellos lidiados en plazas de provincia o cursos prácticos (CP) de las escuelas taurinas. Tabla 2-2: Efectos de los factores inherentes a la lidia para unidades comportamentales observadas durante la tienta y la lidia (n= 1720)*.


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

VARIABLE FIJ PRO DIS RGR DOL GEN RDO HUM

NVAR

FES

LUG

TOR

<.0001 *** 0.0740 NS 0.1534 NS 0.0001 *** 0.0034

*

0.3398 NS 0.2274 NS 0.1899 NS <.0001 *** 0.4009 NS 0.2569 NS 0.0428 . <.0001 *** 0.0480 . 0.0089 * 0.0325 . <.0001 *** 0.0259 . 0.1955 NS 0.4349 NS <.0001 *** 0.0319 . 0.0121 . <.0001 *** 0.0207 . 0.8210 NS 0.6415 NS 0.0212 .

REP

0.9270 NS 0.9677 NS 0.1399 NS 0.1847 NS 0.0001 *** 0.2079 NS 0.0307 . <.0001 ***

TEM

0.0098

FON

<.0001 *** 0.6899 NS 0.7147 NS 0.0958 NS

FZA

0.4779 NS 0.5855 NS 0.5198 NS 0.8223 NS

AUD GE

<.0001 *** 0.9016 NS 0.2501 NS 0.2974 NS <.0001 *** 0.3087 NS 0.0008 ** 0.0282 .

GG

<.0001 *** 0.2008 NS 0.0183

*

0.5355 NS 0.1334 NS 0.0039

.

0.0262

*

.

. (*) NS = no significativo. ( ) = algo significativo. * = significativo. ** = muy significativo. *** = altamente significativo. * FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

En el anexo B2 puede observarse como en las UC evaluadas durante la lidia, el tipo de festejo afecta de manera altamente significativa a DIS, PRO, TEM, REP y GE, y de forma significativa a GEN y RDO. Tras realizar una prueba de medias, se observó cómo los promedios más altos corresponden a las categorías de festejo con animales más jóvenes como son cursos prácticos, novilladas sin picadores y novilladas picadas indicando muy posiblemente que la edad y el peso ejercen cierta influencia en estas variables, razón por la cual resulta de gran utilidad el considerar los registros de peso y edad al momento de lidia. El lugar está asociado, además de los espacios físicos en los que se desarrolla la lidia, a factores propios de la geografía en donde se torea a los animales, tales como la altura sobre el nivel del mar, temperatura y régimen de lluvias. Este factor fue muy significativo (P < 0.001) para GE, significativo (P < 0.01) para RGR y algo significativo (P < 0.05) GEN, REP y GG. En el resto de unidades no tuvo ninguna relevancia. El torero fue el segundo factor con mayor efecto en las UC, teniendo alguna incidencia en un total de nueve variables. Efectos altamente significativos (P < 0.0001) se observaron en FIJ,


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

59

GEN y REP, en los cuales la técnica juega un papel muy importante. En el caso de la fijeza, animales con alguna tendencia a distraerse pueden ser retenidos en los engaños con herramientas como la voz y los toques, consistentes en movimientos cortos y precisos realizados para que la res centre su mirada en ellos. El grado de encelamiento en el caballo, requiere la intervención del torero con frecuencia para sacar aquellos animales que debido a su codicia no quieren abandonar la pelea. La característica de repetir las embestidas, también puede verse influida por la técnica con cierta frecuencia. Algunos animales, a los que les cuesta un poco tener esa continuidad, deben ser estimulados con el recurso del toque o de dejarles la muleta más adelantada de lo normal para obligarle a iniciar una nueva embestida. Efectos significativos (P < 0.01) se encontraron en TEM y algo significativos en DIS, RGR, RDO, GE y GG. La distancia desde donde arranca el animal es una característica que en muchas oportunidades se explora poco, especialmente en corridas de toros, por el riesgo que supone citar un animal con media tonelada de peso desde 10 o 15 metros. El recorrido, que define la longitud del trayecto durante la embestida requiere también de la técnica adecuada y el valor suficiente para conducirla durante el tiempo que esta dure. En cuanto a las notas globales del estudio y del ganadero, es de esperarse que al ser consecuencia de las UC y estas encontrarse influenciadas en cierta magnitud por el efecto del torero, también muestren alguna significancia para este factor. Si se observan la totalidad de los efectos ambientales sobe las variables etológicas para hembras y machos aisladamente (anexos B1 y B2), puede observarse como el torero no genera efecto alguno en las hembras, seguramente debido al control ejercido por parte del ganadero al dirigir la faena de tienta. Ocurre lo contrario en el caso de los machos, en donde afecta un número considerable de variables y en donde el ganadero no ejerce ninguna influencia. En el anexo B2 puede observarse como en las UC observadas durante la lidia (machos), el tipo de festejo afecta de manera significativa las variables GEN y RDO; afecta de manera altamente significativa las variables de BP, BG, MSE, MP, MS, ME, MT, GE y GG. Al realizar una prueba de medias de Duncan, se observó cómo los promedios más altos corresponden a las categorías de festejo con animales más jóvenes, como son CP, NSP y NP indicando muy posiblemente que la edad y el peso ejercen cierta influencia sobre estas variables. Sería de gran utilidad para futuros estudios considerar los registros de peso y edad al momento de la lidia.


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

2.4.3 Niveles y tendencias de la consanguinidad La población original utilizada para los análisis relacionados con la consanguinidad, tuvo un tamaño de 2797 individuos, en donde el número más alto de generaciones fue de 18, alcanzado por un total de 20 individuos (tabla 2-3). El valor promedio del número de generaciones conocidas establecidas fue de 9.96. Tabla 2-3: Número de individuos y valores de F (%) por generación en la ganadería EGC. NIVEL

N

F (%)

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

29 14 20 45 60 71 98 124 156 184 310 415 390 339 250 178 94 20

0.00 0.00 0.00 1.39 1.67 2.46 2.94 4.08 2.76 6.51 9.29 11.57 13.51 13.99 12.34 10.88 12.62 12.50

La estructura genética de la ganadería se presenta en la tabla 2-4, en donde se aprecia la proporción en la que intervino cada uno de los hierros que dieron origen a la población de referencia. Se observan nueve ganaderías españolas, con una representación del 83.12%, siendo la más importante la de Joaquín Buendía (JB) con 71.73%. Las ganaderías colombianas, seis en total, aportaron el 11.18%, siendo la de Las Mercedes (LM), la de mayor representación con el 8.42%. El resto de hierros participantes, en menor proporción (5.7%), fueron originarios de México y Portugal. El tamaño de la población base, con al menos uno o los dos padres conocidos, fue de 249 individuos, mientras que la población base real, con uno solo de los padres conocidos, fue


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

61

de 230.5. El número de animales que explica la constitución total de la población (tamaño efectivo de la población base) fue de 24.15. Tabla 2-4: Hierros que intervienen en la formación de la ganadería EGC. HIERRO

% POBLACION

PAIS

JB LM DR TOR ITV SMT DGU UEC UAR FR JMS UFB UGP UAP DES UGG MUR HVG PDH

71.73 8.42 5.17 3.23 2.63 1.43 1.31 0.92 0.90 0.81 0.71 0.66 0.46 0.41 0.34 0.30 0.24 0.22 0.12

ESP COL ESP MEX ESP MEX COL ESP ESP COL POR ESP ESP ESP DES COL ESP COL COL

Si se toma como población de referencia los individuos en los que se conocen ambos padres, el tamaño de población disminuye a 2506, siendo el número de ancestros que dan origen a esta población de 205 en total, lo que representa el 8.18%. De igual manera, el número de ancestros que explican el 50% del pedigrí fue de 4, mientras el número efectivo de hierros fundadores en esta población fue de 19. Esto sugiere que la ganadería ha estado sometida a cierto grado de aislamiento relativo, pudiendo existir bases u orígenes en común entre los hierros fundadores de la misma. La tabla 2-5 resume los indicadores poblacionales sobre los fundadores a partir de coeficientes de relación media y de ancestros según la metodología de Boichard et al. (1997).


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Tabla 2-5: Indicadores poblacionales sobre fundadores y ancestros en la ganadería EGC. INDICADOR Tamaño de población Población base Tamaño efectivo de la población base1 Consanguinidad promedio esperada según el número de ancestros fundadores Número de animales en la población de referencia2 Número de ancestros que dan origen a la población de referencia Número de ancestros que explican el 50% del pedigrí Máximo número de crías de un semental Promedio del número de crías por semental 1

VALOR 2797 249 24.15 2.07 2506 205 4 245 11.11

Individuos con al menos un padre desconocido. 2 Considera a los animales nacidos en la última generación.

De igual manera, en una investigación realizada en una ganadería de lidia española, encontró que el 35% de los genes provenían únicamente de tres individuos, similar a lo encontrado en este estudio (Santa Martina, 2001). Domínguez et al. (2010), reportan valores similares a los de este estudio en cuatro ganaderías de lidia mexicanas, en donde el 50% del pedigrí fue explicado por un número de ancestros entre 3 y 13 animales. Menciona también, como estudios similares realizados en México por Lanfranchi (1992) y Castillo (2003), reportan que la genealogía de los animales fundadores en diversas ganaderías, se relaciona entre sí a través de los hierros fundadores comunes (Domínguez Viveros, y otros, 2010). Álvarez et al., (2004), manifiestan que cuando un número reducido de ancestros determinan un alto porcentaje de la constitución genética de una población, es un claro indicador de que las poblaciones han sido sometidas a una alta presión de selección, en donde ha existido la tendencia de utilizar intensivamente un reducido número de reproductores por parte de los ganaderos (Domínguez Viveros, y otros, 2010). La edad promedio de los padres al nacer los hijos fue de 8.30 años y el intervalo generacional promedio de 7.96 años, siendo estos valores superiores a los encontrados en otros tipos de poblaciones bovinas, como carne o leche. Tan solo 10 reproductores en un período de 32 años, han sido padres de 993 crías, equivalentes al 35.5% de los animales en la base de datos, y al 57.7% de los evaluados para el estudio genético de comportamiento. De estos sementales los tres con mayor número de hijos (589 en total), han sido utilizados por espacios


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

63

muy amplios, de 24, 23 y 14 años. Domínguez et al. (2010) manifiestan que estas diferencias pueden deberse a los diferentes esquemas en el manejo reproductivo del ganado de lidia, en donde los reproductores se utilizan con muchas reservas al inicio de su vida reproductiva, hasta no tener un número suficiente de crías evaluadas con resultados satisfactorios. En la tabla 2-6 se observan los intervalos generacionales y edades promedio de los padres al nacer los hijos dentro de la ganadería. Tabla 2-6: Intervalos generacionales y edad media de los padres al nacer los hijos en la ganadería EGC. VÍA

INTERVALOS GENERACIONALES

EDAD MEDIA PADRES

Padre-hijo

8.33 ± 0.37

10.29 ±0.18

Padre-hija

9.02 ± 0.36

9.34 ± 0.16

Madre-hijo

7.71 ± 0.29

6.89 ± 0.11

Madre-hija

6.88 ± 0.24

6.90 ± 0.11

Totales

7.96 ± 0.09

8.30 ±0.07

Aunque el número promedio de crías por semental dentro de la explotación fue de 11.11, se encontraron algunos con un alto número de hijos, siendo los mayores valores alcanzados de 245, 209 y 135, respectivamente, lo que posiblemente haya ocasionado que se encontrará un alto número de individuos con valores de Fx (%) por encima del 15% durante el período comprendido entre 1986 y 1995, época en la que se intensificó el uso de estos sementales dentro de la ganadería EGC (tabla 2-6). Lo anterior podría indicar, que aparte del reducido número de sementales, la ganadería ha estado cerrada a la utilización de reproductores provenientes de otras ganaderías. A pesar de ello, cabe resaltar que en el año de 1980, se realizó una importación de 7 sementales y 32 vacas de origen Santa Coloma, procedencia de los hierros españoles de Joaquín Buendía y Dionisio Rodríguez. Los promedios de consanguinidad más altos fueron para las épocas de nacimientos comprendidas entre los años 1986 a 1990 y de 1991 a 1995, con porcentajes estimados de 13.55 (± 5.20) y 14.06 (± 5.97), respectivamente. Apreciándose, además, que los valores en cuanto a consanguinidad no son tan uniformes en cada época (CV de 38.36%


64

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

y 42.46%). El promedio de la consanguinidad en la población fue del 9.74% (± 7.39), observándose valores superiores al 4% a partir del año 1961. Las medias y otros valores estadísticos descriptivos de estos coeficientes de consanguinidad se muestran en la tabla 2-7, la cual se divide en dos períodos importantes (1921-1980 y 1981-2010). Tabla 2-7: Consanguinidad (Fx %) a través de los años en la ganadería EGC. Media %

DS ±

Época

N

< 1921

101

0.00 0.00

1921 a 1930

10

1931 a 1940

51

1941 a 1950

CV %

Individuos Consanguíneos

Ind no

<5

5-10

10-15 15-20 20-25 25-30 >30 Total

cons

0.00

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0.00 0.00

0.00

0

0

0

0

0

0

0

0

10

0.00 0.00

0.00

0

0

0

0

0

0

0

0

51

87

1.20 6.68 555.09

1

3

2

2

1

0

0

9

78

1951 a 1960

154

3.28 5.77 175.76

1

10

7

13

4

0

0

35

119

1961 a 1970

228

4.63 6.63 143.24 24

28

22

14

8

2

0

98

130

1971 a 1975

150

7.44 7.50 100.78 31

38

20

9

3

7

2

110

40

1976 a 1980

292

9.50 6.32

66.55 54

68

49

59

15

4

0

249

43

1981 a 1985

330

11.56 5.19

44.89 46

51

135

67

16

2

0

317

13

1986 a 1990

361

13.55 5.20

38.36 26

35

137

111

31

8

0

348

13

1991 a 1995

365

14.06 5.97

42.46 25

50

102

113

45

14

1

350

15

1996 a 2000

246

12.44 5.14

41.36

8

44

72

68

18

7

0

217

29

2001 a 2005

217

11.52 4.57

39.63

8

71

90

32

7

1

2

211

6

2006 a 2010

174

10.99 4.14

37.70 12

60

65

22

8

0

0

167

7

Total

2766

9.74

7.39 75.92 236

458

702

513

156

45

6

2116

650

Hembras

1653

9.09

7.54 82.95 130

270

393

271

92

25

4

1185

468

Machos

1113

10.70 7.07 66.07 106

188

309

242

64

20

2

931

182

Si se analiza la información a partir de la época 1981 -1985, inicios de la ganadería bajo el manejo por el actual propietario, pueden apreciarse valores muy similares en los promedios de Fx (%), siendo el porcentaje más bajo de 10.99 (± 4.14) para la época 2006 - 2010, y el más alto de 14.06 (± 5.97) para 1991 -1995, sin considerar el último quinquenio por tener un tamaño de muestra de tan sólo 5 animales. El promedio de Fx para este período fue de 8.1 (± 4.9), con un CV de 60.52%. El total de la base muestra un 76.5% de individuos consanguíneos en los 2766 animales estudiados (<1921 a 2015), aumentando del 0.00% en la primera época (< 1921) al 95.97% en la última (2006 a 2010) con una consanguinidad de 11.25% (tabla 2-8).


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

65

A partir del período de inicio del hierro actual (1981-1985) el porcentaje de individuos consanguíneos se incrementa al 95.06%, manteniéndose relativamente estable hasta la actualidad, con una media de 13.22% (± 5.16), con un CV de 39.07%, indicando esto un manejo de reproductores consanguíneos durante toda la existencia de la ganadería. Tabla 2-8: Porcentajes de individuos consanguíneos y sus promedios de Fx (%) a través de las épocas de nacimiento en la ganadería EGC. Época

N

< 1921 1921 - 1930 1931 - 1940 1941 - 1950 1951 - 1960 1961 - 1970 1971 - 1975 1976 - 1980 1981 - 1985 1986 - 1990 1991 - 1995 1996 - 2000 2001 - 2005 2006 - 2010 1921-1980 1981-2010

101 10 51 87 154 228 150 292 330 361 365 246 217 174 1073 1693

Nº Ind Cons 0 0 0 9 35 98 110 249 317 348 350 217 211 167 501 1610

% Ind Cons 0.00 0.00 0.00 10.34 22.73 42.98 73.33 85.27 96.06 96.40 95.89 88.21 97.24 95.97 46.69 95.10

MEDIA %

DS ±

CV %

0.00 0.00 0.00 11.63 14.45 10.78 10.14 11.14 12.04 14.06 14.67 14.10 11.85 11.25 11.09 13.22

0.00 0.00 0.00 6.68 5.77 6.63 7.50 6.32 5.19 5.20 5.97 5.14 4.57 4.14 6.61 5.16

0.00 0.00 0.00 57.42 39.95 61.57 73.91 56.75 43.12 36.98 40.72 36.48 38.54 36.81 59.58 39.07

Los valores encontrados en este estudio son superiores a los encontrados por Ramírez et al. (2004) en una ganadería de lidia mexicana con 2834 animales nacidos de 1900 a 2002; de éstos 52.7% fueron consanguíneos y los promedios en el total de la población y en los animales consanguíneos fueron 3.6% y 6.8%, respectivamente. También fueron superiores a los valores encontrados en dos trabajos realizados en México por González (1973) y Domínguez et al., (2005), a excepción de una de las ganaderías la cual presentó un promedio de 12.74%. Sin embargo, las consanguinidades aquí encontradas son inferiores a las encontradas por Haro (1973) en México y similares a los de Rodero et al. (1985) en España. En la figura 2-1 pueden apreciarse las tendencias de la consanguinidad de la ganadería a través del tiempo. Se encontró que el modelo de mejor ajuste fue el de regresión cuadrática,


Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

66

con un R2 de 0.7347 y un valor de BIC de 164.75. Lo anterior indica que los cambios de la consanguinidad por efectos del tiempo se explican en 73.74% por este modelo. 18

Consanguinidad Fx (%)

16 14 12 10 8 6 4

y = ‐0.015x2 + 0.7111x + 4.9537 R² = 0.7347

2 0 0

2

4

6

8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46

Época

Figura 2-1:

Tendencias de la consanguinidad en la ganadería EGC.

La ecuación de regresión obtenida es:

4.9537

0.7111

0.015

La figura 2-2 muestra el cambio en la consanguinidad por periodo de tiempo, el cual se explica por la ecuación de la primera derivada del modelo anterior, así:

0.7111

0.03


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

67

Consanguinidad Fx (%) 0.8

y = ‐0.03x + 0.7111 0.6 0.4 0.2 0 0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

‐0.2 ‐0.4 ‐0.6 ‐0.8

Figura 2-2:

Época

Cambio de la consanguinidad por período de tiempo.

Lo anterior significa que por cada periodo de tiempo considerado (1 año), la consanguinidad disminuye en 0.03. El punto de corte en el eje de X muestra que aproximadamente en la época 25, correspondiente al año 1995, el valor de Fx (%) alcanza su punto máximo (15.48) y comienza a decrecer. A pesar de la importación de vientres y sementales españoles realizada en 1980, el inicio del descenso en el promedio de este coeficiente en la ganadería tardó 15 años, muy posiblemente a causa del uso prolongado de los reproductores mencionados anteriormente.

2.4.4 Efectos de la consanguinidad sobre las unidades comportamentales Para toda la población solo dos UC se vieron influenciadas, DIS con un incremento en b de 0.01335 (P<0.05), y FZA, altamente significativa (P< 0.001), presentando un efecto depresivo al disminuirse en -0.01517 (b) por cada unidad porcentual de incremento en la consanguinidad. Este hallazgo no es consistente con lo encontrado anteriormente, pues no se ha observado un incremento en los promedios por época de esta variable a partir del descenso en la consanguinidad en 1995. El uso de animales consanguíneos dentro de la ganadería, efectivamente rindió sus frutos en la fijación de algunos caracteres deseables,


68

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

muy posiblemente la falta de fuerza sea consecuencia de ello también. Esta característica presenta una fluctuación muy estrecha en sus valores, con promedios por año desde 1.39 hasta 2.5 en una escala de cero a cinco, y para mejorarla, deberá recurrirse a la búsqueda de reproductores en otras ganaderías en lo posible bien distantes genéticamente. Los efectos de la consanguinidad sobre cada una de las UC observadas durante la tienta y la lidia en la ganadería EGC pueden observarse en la tabla 2-9. Tabla 2-9: Efectos de la consanguinidad sobre las unidades comportamentales observadas durante la tienta y la lidia (n= 1720)*. VAR

HEMBRAS (n=933) Pr > F b

MACHOS (n= 787) Pr > F b

CONJUNTO (n=1720) Pr > F b

FIJ

0.2447

0.00959

NS

0.6897

-0.00407 NS

0.4677

0.00474

NS

PRO

0.0184

-0.02217

.

0.1975

0.01334

NS

0.5298

-0.00440

NS

DIS

0.1605

0.01023

NS

0.1202

0.01242

NS

0.0161

0.01335

.

RGR

0.0035

0.02707

*

0.3824

-0.00838 NS

0.0830

0.01136

NS

DOL

0.4005

-0.01992 NS

0.3189

-0.00768 NS

0.4164

0.00051

NS

GEN

0.3874

-0.02109 NS

0.0491

0.01565

.

0.1116

0.00154

NS

RDO

0.4918

0.00631

NS

0.7980

0.00235

NS

0.5388

0.00401

NS

HUM

0.0178

0.01952

.

0.6035

-0.00478 NS

0.1686

0.00844

NS

REP

0.8183

-0.00162 NS

0.3854

0.00789

NS

0.4290

0.00456

NS

TEM

0.0856

0.01433

NS

0.9857

0.00021

NS

0.1445

0.01046

NS

FON

0.0655

0.01712

NS

0.1923

-0.01312 NS

0.5380

0.00423

NS

FZA

0.0011

-0.01993

*

0.1522

-0.00853 NS

0.0004

-0.01517

**

AUD

0.1730

0.01007

NS

0.0513

-0.01494 NS

0.9017

-0.00066

NS

GE

0.1006

0.00677

NS

0.5180

0.00301

NS

0.1680

0.00430

NS

GG

0.0073

0.00916

*

0.2192

-0.00516 NS

0.3522

0.00248

NS

. (*) NS = no significativo. ( ) = poco significativo. * = significativo. ** = altamente significativo. *** = muy significativo. * FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

Al aislarse los sexos se observa que en las hembras se encontraron efectos hasta en cinco UC, siendo significativos en RGR, FZA y GG (P< 0.01), en donde por cada unidad porcentual que aumente la consanguinidad la primera aumentará en 0.02707, la segunda disminuirá en -0.01993 (b) y la tercera se incrementará en 0.00916 (b). Efectos poco significativos (P<0.05) se encontraron en PRO y HUM, con un efecto depresivo la primera, disminuyendo en -


Capítulo 2: Factores que afectan las unidades comportamentales

69

0.02217 (b) por cada unidad porcentual que aumente el coeficiente de consanguinidad, mientras la segunda se incrementa en 0.01952 (b). En machos solo GEN presentó efectos poco significativos con un valor en b de 0.01565 (P < 0.05). Mendieta y Gutiérrez (1996), en un estudio sin desagregar en UC, encontró resultados diferentes a los de este trabajo en cuanto a las características bravura y nota de tienta donde por cada unidad porcentual que se incrementó la consanguinidad disminuyeron (P<.06) en 0.3 y 0.2 unidades en una escala de 1 a 10; mientras que en la ganadería de EGC la característica recargar en varas, que puede considerarse como un equivalente a la bravura (P<0.08) aumentó en 0.01136 unidades sin ninguna significancia, con una escala de valoración de 0 a 5 y, la nota del ganadero (P<0.35) también aumentó en 0.0248 unidades en una escala de 0 a 5. En cuanto a la variable fuerza en la ganadería EGC el coeficiente de regresión (b) fue significativo (P<0.0004) con un valor de -0.01517 indicando una disminución como lo encontrado en los estudios realizados en México por Mendieta y Gutiérrez (1996), y Nuñez y Castro (1998). Los resultados de este trabajo también contrastan con los de los estudios de Ramírez et al., (2004) y Domínguez et al., (2005) de México, donde no se encontraron efectos de la consanguinidad sobre el comportamiento de los animales frente al caballo y la muleta. Para una ganadería de procedencia Parladé, Calero et al. (2008) reportó un aumento en la nota global del ganadero para hembras (P<0.008) de 0.056 unidades en una escala de 1 a 10, similar a lo encontrado en las hembras de este estudio, con 0.009 (P<0.0073). Domínguez et al. (2010) encontró resultados similares para en hembras en dos ganaderías mexicanas, en donde la nota de tienta aumentó conforme aumentaba la consanguinidad.


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia


3. Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales. 3.1 Parámetros genéticos. 3.1.1 Heredabilidad (h2) La heredabilidad (h2), es un concepto estadístico introducido por Lush en el campo del mejoramiento genético animal, el cual hace referencia a la fracción de la varianza fenotípica que se debe a las diferencias entre los genotipos de una población. Se aplica un carácter dentro de dicha población en un momento determinado, y su valor puede variar entre cero y uno (Ossa Saraz, 2003). Al ser el parámetro genético de mayor importancia, determina la estrategia a utilizar en el mejoramiento de una característica cualquiera (Falconer y Mackay, 2001; Cardellino y Rovira, 1987). En el año 1973 se realizaron dos estudios en Tlaxcala (México), en ganaderías diferentes, para estimar la h2 de la nota de tienta que involucraban los promedios de bravura, fuerza y estilo. El primero de ellos, reportó valores de 0.10 ± 0.14 para la nota de tienta, considerados como bajos (Haro González, 1973). En el segundo, se encontró un valor de h2 para la nota de tienta de 0.14 (González Pérez J. M., 1973) Nuevamente en Tlaxcala, México, se realizó otro estudio para estimar la h2 de la nota de tienta en hembras, empleando los métodos de hermanas medias paternas con un valor en el índice de herencia de 0.21, y de regresión de hijas sobre madre con un valor de 0.62, siendo este valor posiblemente sobrestimado por presentarse fuentes de error debido a las diferencias ambientales entre madres e hijas (González Z, 1985). En Colombia se llevaron a cabo dos estudios en los años 1993 (González et al.) y 1994 (Domínguez et al.), en una ganadería situada en el departamento del Cauca. En ambos no se encontraron diferencias significativas entre la nota de tienta y la de lidia, con un valor en los índices de herencia de 0.24 para ambas notas y R por debajo del valor de h² con 0.18,


72

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

también para las dos notas, lo cual puede explicarse, según los autores, en términos de variaciones ambientales específicas de la etología animal, pues la "bravura" de los ejemplares puede ser afectada al momento de ser evaluada por muchas condiciones como: lugar, condiciones climáticas, torero, picador, efecto de las condiciones de transporte, manejo previo al entrar a la plaza, etc. Otro detalle importante a considerar es que la evaluación sólo puede medirse de manera válida una vez en la vida del animal. Al observarse los coeficientes de determinación (R²) de los modelos utilizados, se infiere la existencia de sesgos que pudieran deberse en parte a la subjetividad del sistema de calificación utilizado, sugiriéndose el desarrollo de una técnica de descomposición de los factores observados, que permitan disminuir el efecto del evaluador. Mendieta y Gutiérrez (1996) realizaron un estudio en una ganadería mexicana localizada en Tlaxcala, para estimar coeficientes de consanguinidad e índices de herencia para el comportamiento durante la tienta, encontrando valores de heredabilidad para las variables registradas durante la tienta entre 0.19 y 0.37, siendo 0.26 el de la nota de tienta. El primer estudio publicado donde se desagregaron las notas de tienta y de lidia en características puntuales de comportamiento, se realizó en Colombia en el año 1997 (González et al., 1997; Calero et al., 1997). Las heredabilidades para hembras y machos se estimaron por el método de hermanos medios paternos, encontrándose que los rangos para todas las características durante la tienta fluctuaron entre 0 y 0.3, y para la lidia entre 0 y 0.37. Al comparar las heredabilidades estimadas para las características comunes en la tienta y la lidia se encontraron resultados similares en las variables fijeza en la muleta (0.15), humillar en la muleta (0.3 y 0.31) y fuerza (0.11). Los valores de h2 para las notas globales de tienta fueron de 0.12 ± 0.05 la estimada por el ganadero y 0.09 ± 0.04 la del estudio, mientras que las notas globales de lidia tuvieron un valor de h2 de 0.27 ± 0.08 tanto para la estimada por el ganadero como la encontrada en el estudio (Calero Quintero, Durán Castro, & González Caicedo, 2007). El Centro de Investigación del Toro de Lidia con sede en Salamanca, España, inició un estudio para estimar los parámetros genéticos de 4 variables morfológicas y 23 de comportamiento, además de las notas globales obtenidas por el ganadero al caballo y a la muleta. En un primer avance de este estudio – el único encontrado hasta ahora - se presentaron índices de herencia para las notas del ganadero al caballo y la muleta en tres de las diez ganaderías involucradas. Los valores de h² para la nota al caballo fueron de 0.27 para


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

73

la primera ganadería, 0.36 para la segunda y 0.06 para la tercera; para la nota a la muleta fueron de 0.35, 0.17 y 0.35, respectivamente. Los grados de asociación de las varianzas o covarianzas genéticas entre las dos variables fueron para las tres ganaderías de 0.86, 0.64 y 0.51, respectivamente. Los autores manifiestan que las diferencias en los índices, especialmente en la nota al caballo en la tercera ganadería, pueden deberse al volumen de información disponible, además que estos caracteres son diferentes en cada ganadería (Santa Martina, 2001). Domínguez et al. (2005), determinaron los índices de herencia, correlaciones genéticas y los valores genéticos para las variables tienta al caballo (TC), tienta a pie (TP), lidia al caballo (LC) y lidia a pie (LP) en cuatro ganaderías mexicanas, encontrándose que los valores de h² en las cuatro ganaderías involucradas para TC estuvieron entre 0.31 a 0.51, entre 0.33 a 0.45 para TP, 0.16 a 0.47 para LC y 0.25 a 0.54 para LP. Otro estudio en Colombia, en una ganadería de encaste Parladé, ubicada en El Bordo, departamento del Cauca, se analizó el comportamiento de 571 individuos, considerando las variables nota al caballo (NC), nota a la muleta (NM), nota de fuerza (FZA) y nota global (NG). Para la tienta los valores de h2 fueron de NC: 0,17 ± 0,15, NM: 0,16 ± 0,14, FZA: 0,15 ± 0,25 y NT: 0,21 ± 0,15, mientras en la lidia estos valores fueron de 0,00 ± 0,10, 0.11 ± 0,17, 0,28 ± 0,20 y 0,04 ± 0,15 para NC, NM, FZA y NG, respectivamente (Calero Quintero, 2008). El Programa de Investigación del Toro de Lidia, en Colombia, publicó los resultados de un trabajo desarrollado en una ganadería ubicada en Popayán, departamento del Cauca, en donde se evaluó el comportamiento de 786 hembras durante la tienta. Las variables identificadas frente al caballo fueron las de fijeza, prontitud, distancia, alegría, recargar, humillar, ir a más, fuerza y ausencia de defectos. En la muleta se observaron fijeza, prontitud, distancia, recorrido, humillar, repetir, alegría, ir a más, fondo, fuerza y ausencia de defectos. Los rangos de h2 de las variables para el caballo fluctuaron entre 0,093 ± 0,073 y 0,5 ± 0,141 para ir a más y fijeza, respectivamente. En la muleta los valores estuvieron entre 0,017 ± 0,051 y 0,345 ± 0,115 para las variables distancia y repetir. Las notas al caballo, a la muleta y de tienta tuvieron valores de 0,26 ± 0,105, 0,231 ± 0,098 y 0,257 ± 0,105 cada una (Calero Quintero, Durán Castro, & Uribe Ceballos, 2009c).


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

En la misma investigación, se evaluó el desempeño durante la lidia de 533 machos, considerando para el capote las variables de fijarse pronto, recorrido y humillar; en la suerte de varas se observaron prontitud, recargar, no dolerse y encelamiento; en banderillas, prontitud, perseguir y no dolerse; en la fracción de muleta se evaluaron seriedad, fijeza, prontitud, distancia, recorrido, humillar, repetir, alegría, fondo, fuerza y defectos. Los rangos de h2 de las características correspondientes a la primera mitad de la lidia (capote, varas y banderillas), fluctuaron entre 0,03 ± 0,074 y 0,51 ± 0,168 para fijarse pronto en el capote y prontitud en banderillas respectivamente. En la muleta, los valores estuvieron entre 0,075 ± 0,084 y 0,341 ± 0,138 para las características ausencia de defectos y fondo. La nota de lidia tuvo un valor de 0,522 ± 0,170 (Calero Quintero, Durán Castro, & Uribe Ceballos José Reinel, 2009b). Juan Pedro Domecq (2009) realizó un trabajo con la Universidad Complutense de Madrid para estimar los índices de herencia y correlaciones genéticas, en una ganadería ubicada en la región de Andalucía, de 16 variables de comportamiento: bravura, toreabilidad, fuerza, emplearse, fijeza, movilidad, galope, caerse, querencia, desarrollo, recorrido, meter la cara, rectitud, ritmo, nobleza y repetir. Los valores de los índices de herencia fueron de bajos a moderados, oscilando entre 0.08 y 0.37 siendo el más bajo para rectitud y el más alto para toreabilidad (Cañon, 2009).

3.1.2 Correlaciones El valor económico de un animal es el resultado de la manifestación de un número de caracteres deseables que influyen en su expresión, siendo indispensable al hacer la selección para uno de estos caracteres, conocer su grado de asociación a otros igualmente de interés (Ossa Saraz, 2003). La correlación mide el grado de relación lineal entre dos caracteres, el cual oscila entre -1 y +1. Cuando su valor es igual a +1 se dice que hay una relación lineal positiva directa entre las dos variables, mientras que si es igual a -1 hay una relación lineal negativa (Elzo A & Cerón Muñoz, 2008). En una investigación realizada en una ganadería mexicana (Haro González, 1973), se encontró que los coeficientes de correlación fenotípica entre la nota de tienta del individuo con la de sus padres, fueron de 0.23 para la del padre (p=0.01) y 0.34 para la madre (p=0.01).


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

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Otro estudio, también en México (González Pérez J. M., 1973), reportó una alta correlación entre las notas de tienta para las características de bravura, fuerza y estilo (rp = 0.49; p = 0.01). Las correlaciones entre las notas de tienta de los individuos con las de sus padres y sus madres fueron de -0.13 y 0.09 (p<0.01), respectivamente, considerablemente menores que las reportadas por Haro (1973). En un trabajo realizado en cuatro ganaderías mexicanas, se calcularon las correlaciones genéticas para las variables tienta al caballo (TC), tienta a pie (TP), lidia al caballo (LC) y lidia a pie (LP), encontrándose que todos los valores de rg fueron positivos, siendo el valor más bajo 0.17 al correlacionar LP con TC en la primera ganadería, y el más alto de 0.98 al correlacionar LP con LC en la cuarta (Domínguez Viveros, Núñez Domínguez, Ramírez Valverde, & Ruiz Flores, 2005). En Colombia se realiza una investigación estimando las correlaciones fenotípicas (rp), genéticas (rg) y ambientales (ra) para las características de comportamiento durante la tienta y la lidia separadamente. Las hembras

tuvieron sus valores más bajos al

correlacionar prontitud en varas con humillar en la muleta (rp = 0.01), prontitud en la muleta con humillar en la muleta (rg = -0.17) y prontitud en varas con humillar en la muleta (ra = 0.01). Los valores más altos de rp, rg , y ra correspondieron para las tres a prontitud en la muleta con distancia de arrancada en la muleta con 0.7, 0.75 y 0.72 respectivamente. Los machos, por su parte, tuvieron sus valores más bajos al correlacionar recorrido en la muleta con prontitud y recargar en varas (0.13), recargar en varas con recorrido en la muleta (0.01) y prontitud en varas con prontitud en la muleta (0.13), respectivamente; los valores más altos de rp, rg y ra correspondieron para las tres a distancia de arrancada en la muleta con repetir en la muleta, obteniendo valores de 0.75, 0.83 y 0.74, respectivamente. Se presentaron también valores altos en rp, rg, y ra al comparar las notas del ganadero y del estudio, siendo los valores en hembras y machos de 0.92 para los tres tipos de correlación en las primeras, y 0.89, 0.90 y 0.89 en los últimos. Al correlacionar genéticamente la nota de lidia valorada por el ganadero con las características puntuales frente al caballo y ante la muleta, se observa que todos los estimados fueron altos (rg = 0.44 a 0.86), excepto para la fuerza (rg = -0.25), indicando que la toreabilidad y el estilo están afectados por muchos genes en común y que muy probablemente la fuerza no (Calero Quintero, Durán Castro, & González Caicedo, 2007).


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Cañón (2009) estimó las correlaciones genéticas en una ganadería española, ubicada en la región de Andalucía. Los valores positivos más altos de rg fueron de 0.89 para toreabilidad vs emplearse y movilidad vs repetir, mientras los negativos más altos fueron de -0.89 para querencia vs desarrollo y de -0.87 para fuerza vs nobleza. Los investigadores concluyeron que los ajustes matemáticos son mejores a mayor número de caracteres incluidos en el modelo. Otro estudio, también en Colombia, estimó las rg, rp y ra para hembras y machos por separado. Las variables estudiadas fueron prontitud y recargar en el caballo, y fijeza, prontitud, distancia, recorrido, humillar, repetir, alegría, ir a más y fondo en la muleta. Adicionalmente se consideraron la nota al caballo del estudio (NCE), la nota a la muleta del estudio (NME), la nota global del estudio (GE) y la nota global del ganadero (GG). En las hembras se encontraron para rg entre -0.23 (prontitud en la muleta y humillar) y 0.70 (prontitud en el caballo y prontitud en la muleta); las rp presentaron rangos entre -0.05 (prontitud en el caballo y humillar) y 0.58 (recorrido y fondo); los rangos de las ra estuvieron entre -0.03 (prontitud en el caballo y humillar) y 0.59 (recorrido y fondo). Al correlacionar NCE, NME, GE y GG con las variables etológicas, se observaron los valores más bajos de rg para NCE y humillar (0.0), NME y prontitud en el caballo (0.28), GE y humillar (0.28), GG y humillar (0.20). Los coeficientes más altos de rg para estas notas fueron NCE y prontitud en el caballo (0.72), NME y fondo (0.82), GE y repetir (0.73), GG y distancia (0.72) (Calero Quintero, Durán Castro, & Uribe Ceballos, 2011a). Para los machos, los valores de rg fluctuaron entre -0.04 (prontitud al caballo y humillar) y 0.83 (prontitud en la muleta y repetir). Las rp presentaron rangos entre 0.06 (prontitud al caballo y humillar) y 0.61 (fijeza y fondo prontitud en la muleta y repetir). Los rangos de las ra estuvieron entre 0.08 (prontitud al caballo con recorrido y humillar, respectivamente) y 0.60 (fijeza y fondo). Al correlacionar NCE, NME, GE y GG con las variables etológicas, se observaron los valores más bajos de rg para NCE y humillar (0.11), mientras que la prontitud al caballo fue la variable más baja tanto en NME (0.24), GE (0.48) y GG (0.33). Los coeficientes más altos de rg de estas notas fueron para NCE y recargar (0.88), NME con repetir y fondo (0.84), GE con repetir y alegría (0.80) y GG con fondo (0.79) (Calero Quintero, Durán Castro, & Uribe Ceballos, 2011b).


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

77

3.1.3 Valores genéticos o de cría La intensidad de la mejora que puede lograrse mediante el uso de diversos reproductores, se obtiene mediante los valores de cría o valores reproductivos, constituyéndose en una herramienta de suma importancia en mejoramiento animal. Los valores de cría de los individuos tomados como reproductores dependen de la población que se haya tomado como base, de la cual se extraen al azar los animales con los que se van a aparear. Reproductores que son considerados como superiores en una población determinada y que tienen altos valores de cría pueden no tener los mismos efectos en otras poblaciones con genotipos superiores (Cardellino & Rovira, 1987). Cuando una característica es variable y medible, puede ser estudiada para determinar la superioridad genética de un individuo (Falconer & Mackay, 2001). Solo dos estudios a la fecha se conocen en los que se han calculado los valores genéticos en ganado de lidia. Domínguez et al (2005), estimaron valores genéticos en cuatro ganaderías de lidia mexicanas para las variables Tienta al Caballo (TC), Tienta a Pie (TP), Lidia al caballo (LC) y Lidia a Pie (LP), encontrándose en general los mayores rangos en la tercera ganadería, mostrando intervalos entre -2.74 a +2.79, -2.54 a +2.48, -2.49 a +2.46 y -2.65 a +2.5 para TC, TP, LC, y LP respectivamente, con unas tendencias genéticas expresadas como porcentajes de las medias de las características de 1.6, 1.31, 1.35 y 1.38% en cada una de estas variables. Las escalas de medición utilizadas para cada una de las variables fueron de 1 a 10. Calero et al. (2011e), estimaron los valores de cría de variables etológicas comunes a la tienta y la lidia en una población de procedencia Santacoloma. Las variables involucradas fueron prontitud (VP) y recargar (VR) al caballo, y fijeza (MF), prontitud (MP), distancia (MS), recorrido (MR), humillar (MH), repetir (MT), alegría (ME), fondo (MFN) y fuerza (MZ) en la muleta. La escala utilizada fue de cero a dos. Para las notas del estudio al caballo (NCE), muleta (NME), global (GE) y global del ganadero (GG), se utilizó una escala de uno a cinco. Los promedios de las variables estuvieron entre 0.84 ± 0.43 (MZ) y 1.68 ± 0.59 (MT), mientras los promedios para las notas fueron 3.45 ± 0.95 (NCE), 3.05 ± 0.99 (NME), 3,11±0,79 (GE), y 3,05±0,68 (GG). Los rangos de valores BLUP fueron VP: -0,57 a +0,68, VR: -0,56 a +0,41, MF: -0,57 a +0,62, MP: -0.83 a +0.67, MS: -0.66 a +0.39, ME: -0.57 a +0.48, MR: -0.6 a +0.43, MH: -0.81 a +0.49, MT: -1.03 a +0.47, MFN: -0.71 a +0.48, MZ: -0.34 a +0.66. Las soluciones BLUP para las notas fueron NCE: -0.95 a +1.02, NME: -1.04 a +0.82, GE: -0.89 a +0.78 y GG: -0.63 a +0.57.


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

3.2 Materiales y métodos 3.2.1 Origen y manejo de la información Para la estimación de parámetros genéticos y valores de cría se empleó la información recopilada en los libros de tientas y lidias de las ganaderías de Las Mercedes, Sierra Morena y Ernesto González Caicedo. Se emplearon también 4.409 folios duplicados fotográficamente con los registros de 789 vacas de vientre y 112 sementales. Los animales evaluados abarcaron un período de 41 años, comprendidos entre 1970 y 2011. Solo se emplearon individuos evaluados por el propietario, correspondiendo el último de ellos al mes de diciembre de 2011, fecha a partir de la cual se cambió el evaluador. Los registros utilizados incluyeron inicialmente 1720 animales, siendo 787 machos y 933 hembras. Se utilizó la información básica de cada individuo: sexo, fecha de nacimiento, número y nombre del ejemplar, número y nombre de sus padres y fecha de tienta o lidia, edad a la lidia, peso a la lidia en el caso de los machos y coeficiente de consanguinidad. Como efectos fijos se tuvieron aquellos propios de la tienta o lidia: lugar, tipo de evento o espectáculo, peso a la lidia en el caso de los machos, número de varas, matador y picador (solo en hembras), realizándose ajustes en aquellos que resultaron significativos en cada variable. Toda la información fue almacenada y procesada en el software ganadero DeLidia (Calero Quintero & Uribe Ceballos, 2015), con el cual se evaluó el comportamiento de los animales mediante el uso de los etogramas DL-EST y DL-ESL.

3.2.2 Estimación de parámetros y valores genéticos La estimación de los parámetros y valores genéticos se realizó sobre las observaciones de las unidades comportamentales para la tienta y la lidia, incluyendo los efectos fijos de sexo, varas, festejo, lugar, torero, y las covariables edad, consanguinidad y peso, además del efecto aleatorio del animal. Los análisis se realizaron por el procedimiento de máxima verosimilitud restricta libre de derivadas mediante el software MTDFREML desarrollado por Boldman et al. (1995).


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

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El modelo propuesto, fue el siguiente:

y  X  Z   y = vector de las unidades comportamentales observadas X = es la matriz de incidencia que relacionan los efectos fijos con las características de comportamiento. β = vector de los efectos fijos de sexo, torero, picador, lugar, tipo de espectáculo, consanguinidad y edad a la tienta o lidia, para las unidades comportamentales. Z = es la matriz de incidencia que relaciona el efecto aleatorio de animal con los valores genéticos a ser calculados (Predichos). α = es el vector desconocido de efectos aleatorios. E = es el vector de residuos

Las heredabilidades se obtuvieron mediante análisis uni-característicos, empleando la fórmula:

 2a h  2  a   2e 2

en donde: h2 = heredabilidad de la unidad comportamental

 a2 = varianza genética aditiva  e2 = varianza ambiental En la tabla 3-1 puede apreciarse la clasificación empleada para los índices de herencia de las características puntuales de comportamiento.


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Tabla 3-1: Clasificación de los índices de herencia. * CLASIFICACIÓN

Heredabilidades (h2 )

Muy baja Baja Moderada Alta Muy alta

< 0.05 0.05 a 0.2 0.2 a 0.4 0.4 a 0.6 0.6 a 1.0

* (Cardellino & Rovira, 1987) ; (Steel & Torrie, 1997)

Las correlaciones fenotípicas, genéticas y ambientales para las unidades comportamentales observadas durante la tienta y la lidia, se estimaron mediante análisis bi-característicos, utilizando para todas los mismos efectos fijos. Para estimar las correlaciones fenotípicas se utilizó la ecuación planteada por Falconer & Mackay (2001):

rp  X ,Y  

Cov P  X , Y 

 P2  X   P2 Y 

donde: rp (X,Y) = correlación fenotípica entre las unidades comportamentales X y Y CovP (X,Y) = covarianza fenotípica entre las unidades comportamentales X y Y σ2p (X) = varianza fenotípica de la unidad comportamental X σ2p (Y) = varianza fenotípica de la unidad comportamental Y

Las correlaciones genéticas se estimaron mediante la ecuación:

rg  X ,Y  

Cov A  X , Y 

 A2  X   A2 Y 


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

81

donde: rg (X,Y) = correlación genética entre las unidades comportamentales X y Y CovA (X,Y) = covarianza genética aditiva entre las unidades comportamentales X y Y σ2A (X) = varianza genética aditiva de la unidad comportamental X σ2A (Y) = varianza genética aditiva de la unidad comportamental Y En la tabla 3-2 puede apreciarse la clasificación empleada en los coeficientes de correlación para las unidades comportamentales.

Tabla 3-2: Clasificación de los coeficientes para correlaciones fenotípicas y genéticas. * CLASIFICACIÓN

Correlación positiva (+)

Correlación negativa (-)

Muy baja

0 a 0.05

0 a –0.05

Baja

+0.05 a +0.2

-0.05 a –0.2

Moderada

+0.2 a +0.4

-0.2 a –0.4

Alta

+0.4 a +0.6

-0.4 a –0.6

Muy alta

+0.6 a +1

-0.6 a -1

* (Cardellino & Rovira, 1987) ; (Steel & Torrie, 1997)

Para la estimación de los valores genéticos de los animales para las unidades comportamentales, se analizó la información por el método del mejor predictor lineal insesgado (BLUP),

ajustando los registros por aquellos efectos fijos que resultaron

significativos (P< 0.05). Este método se aplicó acorde con las indicaciones teóricas de Saxton (2004), Searle (2012) Quass et al., (1984), Henderson (1973, 1974, 1975, 1990) y Littell et al. (1996).

3.3 Resultados y discusión 3.3.1 Heredabilidades de las unidades comportamentales Los valores de h2 encontrados en esta ganadería para las UC analizadas en las faenas de tienta y lidia estuvieron en el rango de muy bajos a moderados, tanto para hembras y machos


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

separadamente como para la población completa. Si se observan los resultados obtenidos en la tienta para las hembras, el mayor valor alcanzado fue para REP con 0.35, seguido de HUM y FIJ con valores de 0.30 y 0.23, respectivamente. Los valores más bajos se obtuvieron en las variables DIS con 0.01, seguido por AUD con 0.09 y RGR, FON y FZA con valores de 0.12 las tres. Las notas del estudio y del ganadero presentaron valores de h2 muy similares con 0.23 y 0.24 para GE y GG, respectivamente. En la tabla 3-3 se incluyen todos los valores de h2 y errores estándar para las UC en esta ganadería. Tabla 3-3: Heredabilidades, errores estándar y diferencias entre sexos de unidades comportamentales comunes en la tienta y la lidia (n=1720).* VAR FIJ DIS PRO RGR DOL GEN RDO HUM REP TEM FON FZA AUD GE GG

Hembras (n=933) 2

h 0.23 0.01 0.17 0.12 0.09 0.15 0.22 0.30 0.35 0.17 0.12 0.12 0.09 0.23 0.24

EE 0.069 0.027 0.061 0.062 0.053 0.056 0.070 0.072 0.077 0.061 0.053 0.057 0.056 0.065 0.071

Machos (n=787) 2

h 0.27 0.16 0.35 0.30 0.07 0.20 0.22 0.29 0.39 0.18 0.20 0.04 0.02 0.34 0.21

EE 0.092 0.086 0.109 0.108 0.053 0.097 0.090 0.099 0.106 0.086 0.087 0.042 0.041 0.100 0.084

Diferencias 0.04 0.15 0.18 0.12 0.02 0.05 0.00 0.01 0.04 0.01 0.08 0.08 0.07 0.11 0.04

Sexo a Favor M M M M H M A H M M M H H M H

* FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

Durante la lidia, las UC presentaron valores, al igual que las hembras, entre muy bajos y moderados. El valor más alto fue de 0.39 para REP, considerado como moderado, seguido por valores de h2 también para PRO (0.35), RGR (0.30) y HUM (0.29). En la categoría muy baja aparecen AUD con 0.02 y FZA con 0.04, seguidas por DOL con 0.07, considerada como baja. Las notas del estudio y del ganadero, ambas moderadas, tuvieron valores de h2 de 0.34 y 0.21. La tabla 3-3 se incluyen todos los valores de h2 y errores estándar para las UC para hembras y machos en esta ganadería.


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

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Al comparar los valores de h2 en las UC para ambos sexos, se observan diferencias muy bajas (<0.05) para FIJ, DOL, GEN, RDO, HUM, REP, TEM y GG; diferencias bajas (>0.05 a 0.10) en FON, AUD y FZA; diferencias moderadas (>0.10 a 0.15) para DIS y GE; diferencias altas (>0.15 a 0.20) para PRO y RGR. Resultados similares a los encontrados en este estudio fueron reportados por Calero et al. (2009 b y c), en la misma ganadería, empleando el método de evaluación por reseña (MER) y estimando la heredabilidad por hermanos medios paternos. Las UC evaluadas durante la tienta de hembras fueron RGR (0.13 y 0.12), DIS (0.02 y 0.01) y REP (0.34 y 0.35). En los machos lidiados las UC más parecidas fueron RGR (0.33 y 0.30), DIS (0.19 y 0.16), HUM (0.27 y 0.29) y GG (0.24 y 0.21). La tabla 3-4 muestra los valores de h2 para las variables etológicas comunes a machos y hembras determinados de manera conjunta. Tabla 3-4: Heredabilidades, errores estándar y diferencias con alguno de los sexos de las unidades comportamentales en conjunto para hembras y machos de la ganadería EGC (n=1720).*

VAR FIJ DIS PRO RGR DOL GEN RDO HUM REP TEM FON FZA AUD FZA GE GG

Conjunto (n=1720) h

EE

Dif con Sexos **

0.24 0.17 0.20 0.09 0.04 0.12 0.26 0.27 0.36 0.22 0.15 0.06 0.12 0.06 0.27 0.23

0.051 0.052 0.047 0.050 0.049 0.076 0.052 0.053 0.056 0.051 0.042 0.032 0.045 0.032 0.051 0.051

E > E < < < > E E > E E E E E E

2

* VAR: FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero. ** E: Entre alguno de los sexos; <: Menor que alguno de los sexos; >: Mayor que alguno de los sexos: I: Igual que alguno de los sexos.


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

En primera instancia se calcularon de manera independiente para determinar las tendencias de cada una de las variables aislando el efecto de sexo y el tipo de lidia que conlleva cada uno. Al trabajar de esta manera, se observa claramente como los estimados tienden de alguna forma a “normalizarse” bajando en algunos casos o ubicándose en algún valor del rango de los índices de hembras y machos, salvo en el caso de DIS, RDO y TEM en donde superan los valores de ambos sexos. Los valores encontrados estuvieron entre muy bajos a moderados, siendo los más altos REP (0.36), HUM (0.27) y RDO (0.26). Los valores de h2 más bajos se presentaron en DOL (0.04), FZA (0.06) y RGR (0.09). Las notas finales tuvieron valores cercanos de h2 con 0.27 para GE y 0.23 para GG. Al compararse estos resultados con los reportados por Cañón (2009), se observan diferencias muy bajas (≤ 0.05) en las unidades FIJ (0.22 y 0.24), RDO (0.28 y 0.26), HUM (0.32 y 0.27) y TEM (0.27 y 0.22). Los diferentes factores medioambientales propios de la tienta y de las diversas modalidades de lidia, afectan, en mayor o menor grado, los valores de las varianzas ambientales, resultando diferencias de h2 clasificadas de moderadas a altas para algunas de las unidades comportamentales comunes a hembras y machos. Sin embargo, aunque se ha especulado mucho si reduciendo al máximo las diferencias existentes en las maneras de realizar la tienta y la lidia, facilitaría que los resultados estimados de h2 fuesen similares, la respuesta es incierta, puesto que aún en un ambiente tan “controlado” como el de los tentaderos seguirán ejerciendo presión aquellos factores no genéticos propios del tipo de faena. Aunque el ganadero puede tener una especie de “guion” preestablecido sobre la forma de efectuar los tentaderos, tratando de reducir al máximo el “ruido” producido por los diferentes factores externos, por ejemplo, la mayoría de veces se realizan en un mismo lugar (generalmente la plaza de la ganadería), aunque las condiciones de orden público por las que atraviesan algunos sectores de la geografía colombiana ha llevado a los ganaderos a salir de sus explotaciones y realizar la selección en ruedos de otras plazas, introduciéndose un poco más de variación en el factor plaza. El caso de la lidia de machos para esta situación especialmente es imposible de controlar puesto que la lidia puede ocurrir en cualquier lugar. Otra forma de controlar el ambiente es proporcionando a los animales las mismas condiciones en el momento de tentarlos, como tratar de emplear, en la medida de lo posible, las mismas


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

85

distancias en los cites al caballo y la muleta, suministrar el mismo número de varas, propinar el mismo número de series y muletazos, etc. Aun ejerciendo este tipo de control siempre existirá algún factor que dificulte realizar la faena lo más ceñida posible al guion mencionado. Las reacciones del animal, los efectos climáticos, como un exceso de calor o de lluvia, la misma nutrición o el factor humano, como la disposición del matador o el picador al momento de realizar la tienta, y aún la dirección de la misma por el propio ganadero, están sujetos a ciertas variantes muy difíciles de controlar. Debe aclararse, que valores bajos o altos en los índices de herencia, no se traducen en estas mismas proporciones para las respectivas frecuencias fenotípicas. A modo de ejemplo, el peso al destete en ganado de carne en rebaños especializados pueden tener promedios de producción muy altos (por ejemplo de 270 kg. a los 9 meses de edad), y, sin embargo, el valor de h2 de esta característica estar alrededor de 0.25, considerada como moderada.

3.3.2 Correlaciones La correlación que se puede calcular directamente entre dos caracteres es la fenotípica o la observada entre ellos. Esta correlación no es necesariamente genética, lo cual quiere decir que aunque haya una correlación fenotípica positiva entre dos variables, la selección por una no resultará necesariamente en una respuesta o ganancia genética por la otra. Así mismo, una correlación fenotípica igual a cero no indica una total independencia genética entre las dos variables. La dependencia genética está dada por la correlación genética entre las dos variables (Elzo A & Cerón Muñoz, 2008). Correlaciones genéticas altas y positivas (rg) indican un alto grado de asociación de los genes responsables de las dos características comparadas, permitiendo que al seleccionar una de ellas se obtenga una respuesta favorable de la otra. Cuando estas correlaciones son negativas o cercanas a cero indican que al seleccionar una característica determinada no se está mejorando la otra, incluso, puede desmejorarse esta dentro de la ganadería (Elzo A & Cerón Muñoz, 2008). Al analizar únicamente la información correspondiente a unidades comportamentales sin tener en cuenta las notas (GE y GG), puede observarse que de las 78 parejas posibles, 37 tienen valores de rg por encima de los considerados como muy altos, de los cuales 23 se encuentran por encima de 0.7, siendo el mayor para FIJ-RDO con 0.79. La fijeza (FIJ), que entre otras cosas, se refiere a la ausencia de distracciones, permite al animal seguir el trazo


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Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

que el torero va marcando con sus brazos al correr los engaños, lo que se traduce en el recorrido del animal (RDO), siendo lo ideal que este sea lo más largo posible, quizás uno o dos pasos más de lo que el brazo marca, permitiendo al matador girar sobre su cuerpo y quedar listo para la siguiente embestida. Sin embargo, el valor de rp para este par de UC es de 0.55 lo que denota una alta influencia de factores ambientales en su expresión, como podrían ser el torero, o un exceso de peso, que influiría fuertemente en la capacidad de desplazarse. FIJ presentó valores muy altos también de rg al correlacionarse con REP (0.76). Muy alto fue el valor de rg entre PRO-REP (0.74), existiendo cierta similitud entre estas dos variables puesto que ambas denotan cierta rapidez del animal. Esta rapidez, en el caso de PRO, consiste en acudir sin demora al llamado; en el caso de REP, es embestir seguidamente, sin pausas ni demoras, una vez se le ha instrumentado el primer pase de cada serie tanto en el capote como en la muleta. PRO presenta también valores altos con DIS, RDO, TEM y FON (0.60, 0.51, 0.57 y 0.60). El conjunto REP-TEM por su parte obtuvo un valor muy alto con 0.73, ambas UC relacionadas con cierta facilidad de movimiento del animal. Puede decirse que parte de los genes involucrados en las variables mencionadas, son responsables del comportamiento del animal de estar presto a atacar a la más mínima provocación, indicando también cierto grado de pleiotropía. Las variables que han sido consideradas tradicionalmente como “responsables” en gran medida de la toreabilidad del animal son las de FIJ, RDO y HUM. HUM presenta valores altos de rg con estas dos variables (0.45 y 0.51, respectivamente) siendo sus valores de rp de 0.41 y 0.40. El valor de rg entre FIJ y RDO es muy alto (0.79) e igualmente alto el de rp (0.55). FIJ presenta rg de moderadas a muy altas con muchas variables (excepto con fuerza, rg = -0.44), y ejerce una influencia grande en recorrido, puesto que individuos con un alto grado de esta característica generalmente se desplazan mejor que los distraídos. Similares argumentos pueden emplearse al correlacionar esta variable con FON, en donde los valores de rg y rp fueron de 0.77 y 0.59; ejemplares con un alto grado de FIJ permiten a los toreros permanecer más tiempo delante de ellos. El Fondo (FON), que hace referencia a la duración del animal, conservando su bravura y toreabilidad, está fuertemente asociado también con RDO (0.74) y REP (0.73), siendo altos sus valores de rp (0.52 y 0.51, respectivamente). Estas UC son altamente trascendentales para que el individuo continúe embistiendo sin decaer la durabilidad de la faena.


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

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En la tabla 3-5 se muestran las correlaciones fenotípicas (rp) bajo la diagonal, las genéticas (rg) sobre la diagonal y los valores de h2 en la diagonal, estimadas de manera conjunta para hembras y machos, de las diferentes unidades comportamentales comunes en la tienta y la lidia. Las correlaciones de todo tipo con la variable FZA dieron en su mayoría valores negativos, alcanzando los valores de rg más altos con DOL (-0.53), seguidos por FIJ (-0.44), GEN y FON (-0.40 ambas), todos dentro de rangos considerados negativamente altos y moderados. Los valores de rp para estos conjuntos fueron de -0.08, -0.15, -0.02 y -0.07. Tabla 3-5: Correlaciones genéticas (sobre la diagonal), fenotípicas (bajo la diagonal) y heredabilidades (en la diagonal) de unidades comportamentales en conjunto para hembras y machos (n=1720).*

FIJ

FIJ

DIS

PRO RGR DOL

GEN RDO HUM REP

TEM

FON

FZA

AUD

GE

GG

0.24

0.39

0.65

0.28

0.55

0.34

-0.44

0.55

0.78

0.75

0.79

0.45

0.76

0.69

0.77

DIS

0.42

0.17

0.60

0.32

0.55

0.49

0.34

0.32

0.55

0.39

0.60

-0.24

0.66

0.75

0.76

PRO

0.30

0.51

0.20

0.27

0.59

0.41

0.51

0.24

0.74

0.57

0.60

-0.34

0.48

0.78

0.73

RGR

0.22

0.24

0.17

0.09

0.35

0.26

0.28

0.17

0.30

0.23

0.44

-0.31

0.43

0.47

0.46

DOL

0.16

0.09

0.06

0.55

0.04

0.69

0.45

0.23

0.55

0.52

0.59

-0.53

0.49

0.67

0.64

GEN

0.22

0.19

0.11

0.55

0.52

0.12

0.19

0.10

0.38

0.31

0.35

-0.40

0.36

0.51

0.45

RDO

0.55

0.28

0.16

0.14

0.15

0.14

0.26

0.51

0.64

0.62

0.74

-0.31

0.55

0.69

0.68

HUM

0.41

0.23

0.14

0.22

0.13

0.13

0.40

0.27

0.43

0.48

0.53

-0.07

0.48

0.56

0.53

REP

0.52

0.55

0.54

0.31

0.15

0.26

0.30

0.27

0.36

0.73

0.73

-0.30

0.59

0.83

0.78

TEM

0.47

0.50

0.33

0.32

0.13

0.2

0.33

0.35

0.52

0.22

0.67

-0.15

0.53

0.75

0.71

FON

0.59

0.48

0.32

0.21

0.11

0.13

0.52

0.37

0.51

0.50

0.15

-0.40

0.74

0.83

0.83

FZA

-0.15 -0.06 -0.10 -0.03 -0.08 -0.02 -0.08 -0.06 -0.12

0.04

-0.07

0.06

-0.15 -0.33 -0.32

AUD

0.51

0.47

0.64

-0.05

0.12

0.74

0.76 0.95 0.23

0.44

0.32

0.21

0.18

0.09

0.46

0.37

0.41

GE

0.61

0.57

0.53

0.52

0.39

0.45

0.53

0.47

0.62

0.59

0.65

-0.01

0.61

0.27

GG

0.60

0.59

0.47

0.39

0.25

0.29

0.52

0.41

0.57

0.58

0.69

-0.05

0.67

0.87

* FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

Cuando se correlacionan genéticamente las variables GE y GG con las diferentes unidades comportamentales, se observa como todos los estimados fueron de altos a muy altos, siendo los más altos con las UC para FON y REP con 0.83 para ambas, seguidas por FIJ y PRO con 0.78 para las dos. La fuerza presentó valores negativos de -0.33 y -0.32. Este resultado sugiere que posiblemente los genes responsables de la toreabilidad y la clase en la


88

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

embestida, no son los mismos que controlan la fuerza. Además, es posible deducir que las variables que conforman la toreabilidad y la clase o el estilo del animal, respondan a efectos aditivos mientras que la fuerza responda a efectos no aditivos, lo cual se puede ratificar al observarse valores bajos de h2 y coeficientes de regresión negativos con el coeficiente de consanguinidad. Resultados similares a este trabajo fueron reportados en un estudio realizado en las ganaderías españolas de Juan Pedro Domecq, con rg de -0.87 entre fuerza y nobleza (Cañon, 2009), mientras en otra investigación realizada en León, España, se concluye que la falta de fuerza durante la lidia está estrechamente relacionada con acidosis ruminal (Bartolomé Rodríguez, 2011). Las bajas h2 encontradas para esta UC y la alta incidencia del síndrome de la caída o falta de fuerza en esta ganadería sugieren que el manejo nutricional puede ser una de las principales causas de esta situación En cuanto a las notas totales, GE-GG tuvieron valores de rg y rp 0.95 y 0.87, indicando que el grado de confiabilidad de los procedimientos empleados es bastante alto. Los resultados de rg reportados por Calero en 2008, para los conjuntos de variables mencionados arriba, fueron de altos a muy altos, alcanzando valores de 0.63 (FIJ-RDO), 0.44 (FIJ-REP), 0.56 (PRO-REP), 0.52 (PRO- DIS), 0.37 (PRO- RDO), 0.11 (PRO-TEM) y 0.25 (PRO-FON), 0.46 (REP-TEM), 0.56 (FON- FIJ), 056 (FON-RDO) y 0.44 (FON-REP). Las diferencias existentes, al compararlos con este estudio, fueron bastante amplias y, pueden deberse a que se utiliza la metodología de hermanos medios paternos, además de la evaluación por reseña (MER) y al tamaño de la muestra.

3.3.3 Tendencias genéticas Para estudiar la evolución en el tiempo de las UC involucradas en este estudio, se consideró un periodo de análisis de 40 años, comprendidos entre 1970 y 2010. En la tabla 3-6 se presentan los intervalos de los VG predichos para las variables analizadas en la ganadería EGC durante las faenas de tienta y de lidia. Los valores medios de estas variables fluctuaron entre -0.21 y 0.55 para TEM y DIS, respectivamente, con un promedio general de 0.093. Todas las tendencias de los VG fueron positivas y diferentes de cero, a excepción de FZA que dio valores negativos (-0.004±0.0004). Las ganancias por año, estimadas por los coeficientes de regresión lineal (β, tabla 3-6) presentaron valores entre -0.0040 y 0.0398 para con un promedio de 0.0169, mientras las


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

89

magnitudes de estas ganancias anuales, expresadas como porcentaje de la nota promedio de cada UC ((β/y) x 100), estuvieron entre -0.191% para FZA y 1.024% para REP. En la figura 3-1 se observan las tendencias de las variables PRO y DIS, con pendientes de 0.029 y 0.011, mantuvieron VG negativos hasta los años 1991 y 1995, respectivamente. FIJ (b=0.031), también en este grupo, obtuvo valores positivos durante todos los períodos, siendo la única variable con esta tendencia dentro de la ganadería. El valor más alto de VG lo presentó PRO en el año 2009 (0.8493). Tabla 3-6: Soluciones BLUP de las UC observadas durante la tienta y la lidia *

UC FIJ DIS PRO RGR DOL GEN RDO HUM REP TEM FON FZA AUD GE GG

VG PREDICHOS -0.11 0.55 0.20 0.10 0.10 0.11 -0.05 0.04 0.06 -0.21 0.16 -0.04 0.17 0.16 0.15

TEND GEN

Min

Max

β ± EE

Pr

-1.54 -0.55 -1.26 -0.65 -0.45 -0.76 -1.60 -1.91 -1.92 -1.76 -0.79 -0.41 -0.61 -0.75 -0.63

1.15 1.26 1.22 0.64 0.40 0.81 1.23 1.03 1.20 0.90 1.35 0.33 0.71 0.81 0.69

0.031 ± 0.002 0.011 ± 0.001 0.029 ± 0.002 0.011 ± 0.001 0.009 ± 0.001 0.006 ± 0.001 0.027 ± 0.001 0.007 ± 0.002 0.040 ± 0.002 0.028 ± 0.002 0.019 ± 0.002 -0.004 ± 0.000 0.008 ± 0.001 0.019 ± 0.001 0.013 ± 0.001

<.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001

Prom

Gma %

R2

3.49 3.37 3.08 3.60 4.31 2.46 3.85 3.97 3.88 3.24 2.61 2.10 1.50 3.16 3.08

0.893 0.328 0.928 0.313 0.206 0.240 0.696 0.169 1.024 0.870 0.742 -0.191 0.523 0.597 0.430

0.8509 0.7286 0.8832 0.7201 0.8858 0.6702 0.8006 0.2015 0.9184 0.8752 0.8045 0.7262 0.7761 0.9224 0.9205

* FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

Las variables RGR, DOL y GEN (figura 3-2), corresponden todas al tercio de varas, muestran tendencia ascendente permanentemente, con valores negativos durante la primera década, momento en el que cambian los VG a positivos para todas ellas, siendo la serie de datos con valor más alto para RGR (2008, 0.3528). En el caso de RDO y REP (figura 3-3), permanecen en negativo por un periodo de casi dos décadas (1991 y 1995), mientras HUM se mantiene con una tendencia muy plana, entre valores positivos y negativos muy cercanos a cero hasta el año 1999. Las tres UC alcanzaron sus VG más altos en el año 2009, con 0.7168 (b=0.027), 0.6986 (b=0.040) y 0.4331 (b=0.007), respectivamente.


Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

90

FIJ

PRO

DIS

1990

1995

1 0.8

VALORES GENÉTICOS

0.6 0.4 0.2 0 1970 ‐0.2

1975

1980

1985

2000

2005

2010

‐0.4 ‐0.6 ‐0.8

AÑO

Figura 3-1: Tendencias genéticas de las UC fijeza, distancia y prontitud (Grupo 1). RGR

DOL

GEN

1985

1990

1995

0.4

V A L O R E S G E N É T I C O S

0.3 0.2 0.1 0 1970 ‐0.1

1975

1980

2000

2005

2010

‐0.2 ‐0.3 ‐0.4

A Ñ O

Figura 3-2: Tendencias genéticas de las UC recargar, ausencia de dolor y grado de encelamiento (Grupo 2).


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

RDO

HUM

REP

1985

1990

1995

91

0.8 0.6 V A L O R E S G E N É T I C O S

0.4 0.2 0 1970 ‐0.2

1975

1980

2000

2005

2010

‐0.4 ‐0.6 ‐0.8 ‐1 ‐1.2

A Ñ O

Figura 3-3: Tendencias genéticas de las UC recorrido, humillar y repetir (Grupo 3). TEM

FON

FZA

1985

1990

1995

0.8

V A L O R E S G E N É T I C O S

0.6 0.4 0.2 0 1970 ‐0.2

1975

1980

2000

2005

2010

‐0.4 ‐0.6 ‐0.8

A Ñ O

Figura 3-4: Tendencias genéticas de las UC tipo de embestida, fondo y fuerza (Grupo 4).


92

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

GE

GG

0.7 0.6

V A L O R E S G E NÉ T I C O S

0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0 1970 ‐0.1

1975

1980

1985

1990

1995

2000

2005

2010

‐0.2 ‐0.3 ‐0.4

A Ñ O

Figura 3-5: Tendencias genéticas de las notas globales del estudio y del ganadero. Las variables FON y FZA, con pendientes muy bajas (0.019 y -0.004), permanecen ambas con valores muy cercanos a cero, aproximadamente hasta el año 1990, en donde la primera inicia un notorio ascenso, llegando a su punto más alto en el 2005, con 0.7132 de VG, mientras la segunda decrece de una forma casi imperceptible, llegando a valores bastante críticos (2008, -0.1288). TEM es la UC que inicia con los VG negativos más bajos (1971, 0.7343) y aunque presenta una tendencia en ascenso bastante fuerte, solo pasa a valores positivos en el año 1995, llegando a su mejor VG en el 2009 con 0.3980. GE y GG, siempre con tendencias ascendentes, permanecieron con promedios negativos de VG hasta los años 1982 y 1984, con valores en b de 0.019 y 0.013, respectivamente, llegando en el 2009 a sus valores máximos, con 0.5800 y 0.4716 Las diferencias existentes en las tendencias genéticas de las UC dentro de esta ganadería, pueden atribuirse a diferencias en parámetros genéticos, objetivos de selección definidos por el propietario y particularidades en la valoración aplicada a cada una de ellas. Como pudo observarse, la mayoría de ellas presentaron un comportamiento ascendente continuo durante todo el periodo analizado, con valores negativos inicialmente para todas ellas, a excepción de FIJ que presentó valores positivos durante todos los períodos, siendo la única variable con esta tendencia dentro de la ganadería. Esta situación, que dura entre 10 y 15


Capítulo 3: Valoración genética de las unidades comportamentales

93

años, puede tener explicación en dos momentos muy puntuales dentro de la explotación, en los que cambiaron los criterios de selección debido a nuevos manejos. El primero de ellos en el año 1970, correspondiente a la sucesión tras la muerte del fundador de la ganadería, poniendo fin a 24 años de manejo con otros esquemas de selección, momento en el que sus herederos asumen el control de la explotación, transición que dura 10 años. En el año 1979 se inicia una nueva etapa, dividiéndose la ganadería en dos hierros, Salento (SAL) y Ernesto González (EGC). Durante esta fase, se realiza una migración de genes importantes, provenientes de hierros españoles, que será determinante en la estructura genética de la población. Resultados similares a los encontrados en este estudio fueron reportados por Domínguez et al. (2014) en un estudio realizado en cuatro ganaderías mexicanas, empleando pedigrís bien estructurados y completos que igualmente tuvieron origen en un reducido número de ancestros. Además, las evaluaciones del comportamiento no presentaban diferencias sustanciales en el tiempo debido a que fueron realizadas por la misma persona. El mismo autor manifiesta que las variables analizadas son controladas por loci autosómicos y que no se derivan de genes ligados al sexo.



4. Conclusiones y recomendaciones 4.1 Conclusiones Dada su naturaleza, la evaluación del comportamiento siempre estará sometida a cierto grado de subjetividad. La evaluación del comportamiento en el ganado de lidia durante los tentaderos o en corridas de toros puede resultar una labor compleja si se tiene en cuenta el gran número de características involucradas y sus diferentes matices. A diferencia de otras variables en otros tipos de explotaciones animales, las cuales se pueden cuantificar de manera precisa y expresarse como kilogramos de carne, litros de leche o el número de huevos por postura, el comportamiento, dada su confusa naturaleza, tendrá cierto grado de subjetividad. La experiencia adquirida en el desarrollo de este estudio, de investigaciones anteriores, y lo poco encontrado en la literatura, deja en claro la existencia de un número de características bien definidas por ganaderos e investigadores, siendo estas, las que en conjunto, conforman ese concepto de “bravura integral” del toro que hoy se lidia en las plazas y de la que hablan algunos expertos en el tema. Las notas de tienta y de lidia son entonces las encargadas de cuantificar las características que resumen esa bravura mencionada, quedando el interrogante de la importancia de algunas de ellas o la necesidad de involucrar otras que sean las que devuelvan al toro actual esa fiereza perdida y a la fiesta misma la sensación de riesgo que reclama gran parte de los aficionados. Los múltiples factores ambientales que interactúan en las faenas de tienta y de lidia incrementan la dificultad en la selección, enmascarando en muchos casos la expresión fenotípica de algunas unidades comportamentales. En este estudio, el sexo solo presentó efectos en un par de unidades comportamentales, indicando uniformidad en la valoración de las unidades comportamentales para hembras y machos.


96

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

El factor matador afectó a los machos en un gran número de unidades comportamentales de la lidia, ocurriendo lo contrario en las hembras, dónde el ganadero es quien ejerce el control de la faena de tienta. El tipo de espectáculo incidió significativamente en un gran número de unidades comportamentales sobre los machos, encontrándose los valores más altos en animales jóvenes y de menor peso, lidiados en cursos prácticos, novilladas sin picadores y novilladas picadas. Se encontró una asociación negativa altamente significativa entre el nivel de consanguinidad y la fuerza, al considerarse todos los individuos evaluados. Sin embargo, al tratarse separadamente los sexos, las hembras manifestaron una relación positiva y significativa para cuatro unidades comportamentales diferentes, e igualmente negativa para la fuerza, que presentó un efecto depresivo. Las diferencias de las frecuencias fenotípicas encontradas entre sexos para las variables fijeza, prontitud, distancia, tipo de embestida y repetir, se deben, principalmente, a las maneras de realizar las faenas de tienta y de lidia. En el encaste estudiado se observaron heredabilidades de muy bajas a moderadas para las variables etológicas, y baja para fuerza debido a los efectos ambientales que ejercen gran influencia en los valores de sus varianzas. Todos los valores de correlación genética entre la fuerza y las unidades comportamentales estudiadas fueron negativos. La fuerte presión de selección realizada sobre el resto de variables, especialmente sobre aquellas responsables de la toreabilidad y estilo, ha llevado a una disminución considerable en la fuerza de los animales. Esto se puede explicar si se considera que estas variables deben tener efecto aditivo, haciendo que su respuesta a la selección sea alta, confirmándose al observar sus frecuencias fenotípicas y los coeficientes de regresión respectivos, cuyos estimados fueron positivos y significativos. El conocimiento de las tendencias genéticas en el tiempo es de vital importancia para el ganadero para la valoración del progreso genético y en el reajuste de criterios y objetivos de selección, permitiendo un cambio en la estructura genética de la población con el incremento esperado en las unidades comportamentales, basados en el uso de los VG predichos.


Conclusiones

97

4.2 Recomendaciones Deben unificarse los criterios de los criterios de selección entre ganaderías, identificando las variables etológicas de mayor importancia con sus diferentes escalas de medición. Debe considerarse el uso del video como una herramienta indispensable para la evaluación de las faenas de tienta y de lidia. Las filmaciones deben realizarse de forma ininterrumpida, de principio a fin y, de ser posible, emplear más de una cámara, que permita la posibilidad de cubrir diferentes ángulos. Fortalecer las agremiaciones o asociaciones de ganaderos de lidia, utilizando los criterios de selección estandarizados e iniciar las pruebas de toros en varias explotaciones, para determinar el verdadero valor genético de los animales. Realizar un manejo más adecuado de la consanguinidad mediante el cruzamiento de individuos no emparentados para lograr disminuir el efecto depresivo en la fuerza de los animales a través de la heterosis. Adelantar una investigación que utilice el análisis de componentes principales de la técnica multivariada, con el propósito de examinar la variabilidad y la relación existente entre las diversas unidades de comportamiento y de la fuerza, para la construcción de un índice de selección confiable y práctico que pueda ser adoptado por las ganaderías de lidia. La variabilidad encontrada en los VG de las UC analizadas, sugiere su utilidad para la implementación de programas de mejoramiento genético. Su utilización en la selección de animales de reemplazo favorecería en gran medida el progreso genético dentro de la ganadería.


98

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia


Anexos A1. Terrenos del ruedo en una plaza de toros

1- Medios. 2- Tercio. 3- Terreno de tablas. 4- Querencia Natural. 5- Contraquerencia. 6- Raya de picar. 7- LĂ­nea exterior. 8- Burladeros. 9- Puerta de toriles.


100

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

A2. Software para el manejo de información y evaluación del comportamiento Desde el año 2005 se ha venido desarrollando un programa ganadero denominado DeLidia, el cual se encuentra en su segunda versión (v.2.0.1508), que permite el manejo de la mayor parte de registros que se llevan en una explotación de este tipo. El usuario accede a los datos introduciendo un nombre de usuario y una contraseña para así proteger la información (figura A-2). De entre todos los apartados del programa dos son fundamentales: el de registros de animales y el de libros ganaderos. A continuación se mencionan los aspectos más importantes dentro de ellos. A2.1 Registro de animales Esta opción abre un formulario que permite la consulta o creación de animales dentro de la ganadería. Existen cuatro filtros de búsqueda: por ganadería, por sexo, por número del animal y por nombre. Cada uno de ellos puede usarse de forma independiente pero también pueden usarse conjuntamente en donde el uso consecutivo de cada uno de ellos va aplicando un filtro que permite localizar con mayor rapidez al individuo que se quiere. Los campos de búsqueda están diseñados en forma de cuadros combinados, que permiten autocompletar la información en cada uno de ellos si los datos que se están introduciendo ya existen en la base, o escoger directamente de una lista que se despliega con las información disponible (figura A-). A manera de ejemplo, si se escoge la ganadería de Ernesto González, el sistema automáticamente aplica un filtro en la base trayendo a los campos siguientes todos los animales marcados con este hierro. Posteriormente, se aplica un segundo filtro al seleccionar el sexo del animal que se está buscando, ocurriendo lo mismo que en el caso anterior, llegando a los campos de número y nombre en la lista de ejemplares de la ganadería seleccionada y del sexo escogido. El último filtro consiste en seleccionar el número o el nombre del animal; al escoger el número el sistema carga en el listado todos los animales que comiencen por ese número mostrando al frente el nombre correspondiente, permitiendo escoger el animal de la lista. La misma explicación puede darse en el caso del nombre. Tanto la opción de búsqueda como la creación de animales dan entrada a un formulario con los datos básicos del animal, en donde se maneja toda la información pertinente de los ejemplares.


Anexos A. Frecuencias fenotípicas 

101

Datos básicos: Contiene toda la información básica del animal en donde se incluyen su identificación, sexo, ganadería a la cual pertenece, su procedencia en caso de no haber nacido en la misma, fecha de nacimiento con su correspondiente guarismo, coeficiente de consanguinidad, padre, madre y se tiene acceso a su genealogía. Cuando el animal se está creando el formulario llega en blanco, y el sistema asigna un código automáticamente para uso interno del programa, independiente del número y nombre designados por el propietario. Los campos correspondientes a ganadería, sexo, hierro, padre y madre están diseñados a manera de cuadro combinado cargando automáticamente del sistema el listado respectivo para cada uno de ellos (figura A-3).

Genealogía: Se va construyendo automáticamente a partir de la información de los padres. En la información desplegada se incluyen el año de nacimiento y el hierro de cada uno de los individuos del árbol y pueden observarse hasta seis generaciones.

El

sistema

no

calcula

directamente

los

coeficientes

de

consanguinidad, pero permite exportar a Excel esta información, la cual no se limita a las seis generaciones en pantalla sino que incluye todos los ancestros disponibles en la base para el animal consultado, y posteriormente realizar los cálculos respectivos en el paquete estadístico SAS 9.3 (2011). En la figura A-4 se observa el árbol genealógico de un ejemplar con información sobre su descendencia. 

Destete / herradero: En algunas ganaderías se aprovecha el momento del herradero (marcación a fuego con los números del animal) para realizar el destete, sin embargo, estos dos eventos pueden realizarse en momentos diferentes dependiendo del criterio de cada ganadero. Por esta razón, en este formulario existen campos independientes para la fecha de cada evento, y el sistema calcula las edades al momento de su ocurrencia (figura A-5).

Reseña de tienta / lidia: Este formulario permite registrar la manera como tradicionalmente se ha manejado la calificación de los animales en las ganaderías. Registra las fechas de tienta y/o lidia generando las edades para cada una de estas faenas; los campos que corresponden a lugar de tienta y de lidia, matador, picador y tipo de espectáculo (tentadero, corrida de toros, novilladas, festivales, etc.) están igualmente diseñados como cuadros combinados trayendo el listado respectivo para cada uno de ellos. Las notas del ganadero pueden almacenarse en el sistema


102

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

numérico o en el sistema de letras, permitiendo al ganadero describir de forma completa el comportamiento del animal a manera de resumen (figura A-6). 

Etogramas: Este apartado es el de mayor importancia dentro del programa puesto que permite registrar cada una de las variables etológicas expresadas por el animal durante las faenas de tienta y/o de lidia brindando acceso a todas las modalidades de etogramas del sistema. El usuario debe seleccionar mediante cuadros combinados el tipo de faena a evaluar (tienta o lidia) y el tipo de etograma: reseña, series o embestidas (figuras A-7, A-8, A-9 y A-10).

Puntuaciones: Después de evaluar un ejemplar en la modalidad de series o embestidas durante las faenas de tienta o lidia en cada una de sus fracciones se puede consultar toda la información sobre su desempeño. El usuario debe seleccionar en un cuadro combinado cuál de las dos opciones va a revisar; si el animal revisado es una hembra sólo estarán activos los botones de los apartados correspondientes a la tienta. En cada uno de estos apartados podrá observarse el número de veces que el ejemplar estuvo situado en una determinada categoría calculando el porcentaje alcanzado en cada variable. Adicionalmente puede consultarse un formulario resumen que muestra todas las fracciones de la faena con el porcentaje de las variables y el puntaje total del ejemplar (figuras A-11 y A-12).

Fotografías del ejemplar: Opción que carga automáticamente las fotografías existentes del animal seleccionado (figuras A-13 y A-14).

Videos: Permite visualizar todo el material fílmico existente del ejemplar (videos de tienta o lidia) además de brindar la información correspondiente a otros medios de almacenamiento existentes para los mismos (DVD, cintas, archivos de distintos formatos, etc.) como el número del video, la fecha de tienta o lidia y posición del animal en el video (figura A-15).

Baja del animal: En esta opción se puede crear o consultar la salida de los animales de la explotación. Consta de dos campos, uno en el que aparece la fecha de salida y otro con la causa, la cual se selecciona de un cuadro combinado. En los animales lidiados en corrida de toros, la fecha de salida generalmente es la misma fecha de lidia, salvo que el animal haya sido indultado y regresado a la explotación como reproductor (figura A-16).


Anexos A. Frecuencias fenotípicas

103

A2.2 Libros ganaderos Esta opción abre un formulario que permite la consulta o enseña el desempeño de los padres (sementales y vacas) de la explotación. En primera instancia el usuario deberá escoger en las opciones de búsqueda el sexo del progenitor que quiere observar, lo que cargará automáticamente un listado con todos los padres o madres de la explotación sin importar la ganadería de la que procedan. Igualmente estos se pueden buscar por número o por nombre (figuras A-17 y A-18). Una vez encontrados el padre o la madre debe seleccionarse el tipo de consulta que se desea realizar, si es el rendimiento del progenitor por notas del ganadero o por las notas generadas en el sistema (reseña, series o embestidas). Una vez dentro del formulario de rendimiento, en la parte superior del mismo se aprecia el nombre del animal consultado, el número de hijos por cada sexo y el total de ambos. La información se presenta en columnas en donde aparecen el número y nombre del animal con que fue apareado el respectivo progenitor, las fechas de nacimiento de cada una de las crías, el sexo, sus fechas de tienta o lidia, y las notas alcanzadas por cada una de ellas en las fracciones de las faenas respectivas (salida, capote, varas, banderillas y muleta).


104

Etograma para la cuantificaciĂłn de la bravura y la evaluaciĂłn genĂŠtica en hatos de lidia

Figura A2-1: Formulario de entrada al sistema.

Figura A2-2: Formulario de acceso a fichas de animales.


Anexos A. Frecuencias fenotípicas

Figura A2-3: Datos básicos del ejemplar.

Figura A2-4: Genealogía del ejemplar y resumen de sus descendientes.

105


106

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Figura A2-5: Reseña del herradero del ejemplar.

Figura A2-6: Reseña de tienta o lidia del ejemplar.


Anexos A. Frecuencias fenotípicas

107

Figura A2-7: Formulario del etograma para evaluación por reseña de tienta (DL-ERT).

Figura A2-8: Formulario del etograma para evaluación por reseña de lidia (DL-ERL).


108

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Figura A2-9: Etograma por series para evaluación del desempeño en varas durante la tienta (DL-EST).

Figura A2-10: Etograma por series para evaluación del desempeño en la muleta durante la tienta (DL-EST).


Anexos A. Frecuencias fenotĂ­picas

Figura A2-11: Frecuencias alcanzadas en la fracciĂłn de muleta durante la tienta.

Figura A2-12: Puntuaciones totales alcanzadas durante las fracciones de la lidia.

109


110

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Figura A2-13: Pantalla con la fotografía del ejemplar.

Figura A2-14: Pantalla con fotografía de los folios del ejemplar existentes en los libros de la ganadería.


Anexos A. Frecuencias fenotĂ­picas

Figura A2-15: Pantalla de reproducciĂłn de video de la tienta del ejemplar.

Figura A2-16: Formulario de baja del ejemplar.

111


112

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Figura A2-17: Pantalla de ingreso a la opción de libros de la ganadería.

Figura A2-18: Formulario del libro de tientas.


Anexos A. Frecuencias fenotĂ­picas

Figura A2-19: Formulario con el Ă­ndice MAB de un ejemplar, correspondiente al libro de vacas.

Figura A2-20: Formulario del rendimiento de padres correspondiente al libro de sementales.

113


Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

114

A3. Estadísticas descriptivas para unidades comportamentales en hembras (n = 933).* Variable

N

Media

Varianza

DS

CV

Min

Max

Edad

933

24.04

21.55

4.64

19.31

12.55

58.80

CoefCons

933

12.47

37.18

6.10

48.90

0.00

33.98

FIJ

933

3.77

2.30

1.52

40.19

1.16

4.58

DIS

933

3.61

2.11

1.45

40.25

1.15

4.56

PRO

933

2.98

3.12

1.77

59.32

0.64

4.11

RGR

933

3.59

2.91

1.71

47.56

0.76

4.42

DOL

933

3.87

2.01

1.42

36.69

0.77

4.27

GEN

933

2.84

3.50

1.87

65.85

0.53

3.98

RDO

933

3.60

2.84

1.69

46.83

0.80

4.43

HUM

933

3.89

2.11

1.45

37.37

1.33

4.66

REP

933

4.23

1.70

1.30

30.75

1.81

4.82

TEM

933

3.72

2.43

1.56

41.89

1.06

4.54

FON

933

2.82

2.89

1.70

60.33

0.32

4.10

IAM

933

1.98

1.47

1.21

61.04

0.40

4.48

FZA

933

2.09

0.97

0.98

47.11

0.67

4.34

AUD

933

1.63

1.68

1.29

79.35

0.34

4.24

GE

933

3.05

0.77

0.88

28.81

0.25

4.89

GG

933

3.08

0.61

0.78

25.31

1.00

5.00

* FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, IAM = Ir a más, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.


Anexos A. Frecuencias fenotípicas

115

A4. Estadísticas descriptivas para unidades comportamentales en machos (n = 787).* Variable

N

Media

Varianza

DS

CV

Min

Max

Edad

787

46.22

81.25

9.01

19.50

19.87

76.25

CoefCons

787

11.75

38.73

6.22

52.94

0.00

30.82

Peso

787

442.84

21,030.80

145.02

32.75

180

620

FIJ

787

3.21

3.06

1.75

54.52

0.48

4.23

DIS

787

3.14

1.91

1.38

43.95

0.90

4.48

PRO

787

3.18

2.15

1.47

46.04

0.81

4.44

RGR

787

3.61

2.36

1.54

42.54

0.27

4.51

GEN

787

2.73

1.61

1.27

46.54

0.67

4.52

PER

787

2.86

3.62

1.90

66.53

0.53

3.98

DOL

787

4.52

1.51

1.23

27.22

0.92

4.91

RDO

787

4.10

1.96

1.40

34.13

0.98

4.72

HUM

787

4.06

2.18

1.47

36.35

0.74

4.68

REP

787

3.53

2.47

1.57

44.51

0.92

4.46

TEM

787

2.75

3.89

1.97

71.61

0.78

4.72

FON

787

2.40

2.90

1.70

70.96

0.70

4.10

IAM

787

2.27

2.04

1.43

62.99

0.64

4.38

FZA

787

2.11

0.96

0.98

46.45

1.13

4.07

AUD

787

1.37

1.65

1.29

93.95

0.08

3.94

GE

787

3.27

0.67

0.82

24.99

0.60

4.90

GG

787

3.07

0.54

0.74

23.95

1.00

5.00

* FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, GEN = Grado encelamiento, PER = Perseguir, DOL = Ausencia dolor, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, IAM = Ir a más, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.

OJO



A5. Factores propios de la tienta y su efecto en las unidades comportamentales para hembras (n=933)*. VAR

Lugar

Picador

Torero

FIJ

0,2289

NS

0,0210

*

0,1338

NS

DIS

0,3781

NS

0,3960

NS

0,7537

NS

PRO

0,2460

NS

0,3442

NS

0,1910

NS

RGR

0,1471

NS

0,9681

NS

0,3956

NS

DOL

0,0179

NS

0,0635

NS

0,4046

NS

GEN

0,0745

NS

0,0861

NS

0,2799

NS

RDO

0,1771

NS

0,1770

NS

0,2867

NS

HUM

0,0048

**

0,3886

NS

0,5311

NS

REP

0,0004

**

0,0711

NS

0,1917

NS

TEM

0,0205

*

0,1238

NS

0,5860

NS

FON

0,6894

NS

0,2839

NS

0,9866

NS

FZA

0,6372

NS

0,0071

**

0,2536

NS

AUD

0,1005

NS

0,0463

*

0,8514

NS

GE

0,0101

*

0,0027

**

0,3806

NS

GG

0,0172

*

0,0921

NS

0,2944

NS

. (*) NS = no significativo. ( ) = poco significativo. * = significativo. ** = altamente significativo. *** = muy significativo. * FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.


118

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

A6. Factores propios de la lidia y su efecto en las unidades comportamentales para machos (n=678)*. VAR

LUGAR

FESTEJO

TORERO

FIJ

0,1114

NS

0,0633

NS

0,0726

NS

PRO

0,5834

NS

0,0007

**

0,8710

NS

DIS

0,0761

NS

0,0039

**

0,8414

NS

RGR

0,0420

*

0,1221

NS

0,3941

NS

DOL

0,3042

NS

0,6792

NS

0,3022

NS

GEN

0,0071

**

0,0219

*

0,0137

*

RDO

0,4231

NS

0,0274

*

0,0016

**

HUM

0,1100

NS

0,3750

NS

0,1994

NS

REP

0,1858

NS

<0,0001

**

0,0116

*

TEM

0,0015

**

0,0001

**

0,0156

*

FON

0,0945

NS

0,2716

NS

0,0231

*

FZA

0,0855

NS

0,8229

NS

0,4563

NS

AUD

0,2773

NS

0,2645

NS

0,5093

NS

GE

0,1174

NS

0,0003

**

0,1457

NS

GG

0,0733

NS

0,1605

NS

0,3015

NS

. (*) NS = no significativo. ( ) = poco significativo. * = significativo. ** = altamente significativo. *** = muy significativo. * FIJ = Fijeza, DIS = Distancia arrancada, PRO = Prontitud, RGR = Recargar, DOL = Ausencia dolor, GEN = Grado encelamiento, RDO = Recorrido, HUM = Humillar, REP = Repetir, TEM = Tipo embestida, FON = Fondo, FZA = Fuerza, AUD = Ausencia defectos, GE = Global estudio, GG = Global ganadero.


Bibliografía Agüera Buendía, E. I., Castejón Montijano, F., Requena Domenech, F., Rubio Luque, M. D., Tovar Bustos, P., & Escribano Durán, B. M. (2009). Contribución del entrenamiento a la mejora del rendimiento físico del toro bravo. Departamento de biología celular, fisiología e inmunología. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba. En J. P. Domecq Solís, Del toreo a la bravura (págs. Ap. 4: 409-420). Madrid, España: Alianza editorial S.A. Almenara Barrios, J., & García González, G. (June de 2011). Assessment scale for behaviour in bulfighting cattle (EBL 10). Reliability and validity studies. Archivos de zootecnia, 60(230), 215-224. doi: https://dx.doi.org/10.4321/S000405922011000200006 Alonso de la Varga, M. E. (1994). Estudio de la manifestación del síndrome de la caída en la raza de lidia y su relación con determinados parámetros etnológicos y sanguíneos. Tesis doctoral. León, España: Universidad de León. Álvarez Romo, L. D. (1967). Algunos aspectos zootécnicos-económicos de la explotación del ganado de lidia en el centro del país. Tesis Profesional. México, DF: Escuela Nacional de Medicina Veterinaria, UNAM. Álvarez Sevilla, A., Gutiérrez, J. P., Fernández, I., Álvarez, I., & Goyache, F. (2004). Conservación de la oveja Xalda de Asturias. Animal Genetics Research, 34, 4149. Aubert, J. (2015). Reconstrucción genealógica de la rama Santacoloma vía Buendía. Lic. Idiomas, Literaturas y Civilizaciones Extranjeras, Universidad de Nimes (Fr); MsC Estudios hispánicos, Univ. de Toulouse (Fr); PhD (C) Artes del espectáculo, Univ. de Tolouse (Fr). (D. Calero Quintero, Entrevistador)


120

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

Barga Bensusán, R. (1989). Taurología : la ciencia del toro de lidia. Madrid, España: Espasa-Calpe. Bartolomé Rodríguez, D. J. (2011). Influencia de la acidosis ruminal en la caída y el comportamiento del toro bravo en la plaza. Tesis doctoral. León, España: Servicio de Publicaciones de la Universidad de León. Boakes, R. A. (1989). Historia de la psicología animal: de Darwin al conductismo. Madrid: Alianza editorial S.A. Boichard, D., Maignel, L., & Verrier, E. (1997). The value of using probabilities of gene origin to measure genetic variability in a population. Genetics Selection Evolution, 29(5), 5-23. doi:DOI: 10.1186/1297-9686-29-1-5 Boldman, K., Kriese, L., Van Vleck, D., Van Tassell, C., & Kachman, S. (1995). A manual for use of MTDFREML. A set of programs to obtain estimates of variances and covariances (Draft). USA: USDA, Agricultural Research Service. Obtenido de http://aipl.arsusda.gov/curtvt/mtdfreml.html Calero Quintero, D. (1998). Parámetros genéticos de características puntuales en el comportamiento del ganado de lidia. Trabajo de grado en Zootecnia. Palmira, Colombia: Universidad Nacional de Colombia. Calero Quintero, D. (2008). Estimación de parámetros genéticos y valores de cría de variables etológicas expresadas durante las faenas de tienta y de lidia en dos ganaderías de reses bravas del sur-occidente colombiano. Maestría en Ciencias Agrarias. . Palmira: Escuela de posgrados, Universidad Nacional de Colombia. Calero Quintero, D., & Uribe Ceballos, J. R. (2015). DeLidia: Software para evaluación del comportamiento de ganado de lidia (Vol. 2.0.1508). (P. d. Lidia, Ed.) Palmira, Colombia, VC: Universidad Nacional de Colombia. Calero Quintero, D., Durán Castro, C. V., & González Caicedo, E. (2007). Parámetros genéticos de características puntuales en el comportamiento del ganado de lidia. Revista colombiana de ciencias pecuarias, 20(4), 588-589.


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122

Etograma para la cuantificación de la bravura y la evaluación genética en hatos de lidia

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