Que venga el arte Por: Charly Flores Fotografía: Oskar Ruizesparza
charlyproductor@hotmail.com
La dicha de viajar al campo bravo Una de las delicias de viajar al campo bravo es el conocer paisajes extraordinarios, flores y fauna singular además de los aromas Un breve recorrido desde la puerta del rancho de San Mateo, empezando por abrir las puertas de seguridad lo hago con gran alegría y comienzan los olores y la sensación de ir penetrando al mundo del toro bravo, a los lados del camino se encuentran los potreros unos con, vaquillas otros con novillos, unos más con sementales y así hasta llegar a la finca donde ya nos esperan los caporales junto con el ganadero para dirigirnos al ruedo de tientas. El pasar por los potreros camino arriba nos deleitamos con un hato de vacas y su semental, echados, descansando en su hábitat natural, lo cual hace que la travesía sea un oasis visual, pintura digna de tener en ese rincón taurino de nuestra casa. Observar con detenimiento como el ganadero platica con su caporal organizando cuantos becerros del hierro de San Mateo se van a tentar y en qué orden. El ganadero Ignacio García Villaseñor y su hijo Marcos inician el ritual de la tienta, Silencio… vamos a comenzar todo se convierte en expectación, el picador listo, toreros invitados a la tienta piden permiso al
ganadero para iniciar sus primeros movimientos; los invitados en las gradas en total silencio, en el ruedo torero y bestia demostrando cada uno su potencial. La tienta en esta ocasión será de 34 becerros todos los movimientos se ejecutan a cuerpo limpio, pues a diferencia de la vacas que