GALERÍA CHARROS y TAUROMAQUIA

Page 1

GALERÍA ICONOGRÁFICA CHARRERÍA Y TAUROMAQUIA.. TAUROMAQUIA Y CHARRERÍA: DOS CAMIINOS, UNA CAUSA.

JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE


GALERÍA ICONOGRÁFICA CHARRERÍA Y TAUROMAQUIA. TAUROMAQUIA Y CHARRERÍA: DOS CAMINOS, UNA CAUSA.



GALERÍA ICONOGRÁFICA CHARRERÍA Y TAUROMAQUIA. TAUROMAQUIA Y CHARRERÍA: DOS CAMINOS, UNA CAUSA.


JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE ÓSKAR RUIZESPARZA

GALERÍA ICONOGRÁFICA CHARRERÍA Y TAUROMAQUIA. TAUROMAQUIA Y CHARRERÍA: DOS CAMINOS, UNA CAUSA.

MÉXICO, 2020


©

Oskar Ruizesparza. Reservados todos los derechos. 2020.

©

José Francisco Coello Ugalde. Reservados todos los derechos. 2020.

©

Centro de Estudios Taurinos de México, A.C. 2020.

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra -incluido el diseño tipográfico y de portada-, sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico, sin el consentimiento por escrito, tanto del autor como del editor. Imagen de la portada: Montando a caballo, en eso era Ponciano tan diestro, tan gallardo, tan conocedor de los secretos que en los ruedos o en el campo no hubo quien le igualara. Vestía además con elegancia. Fuente: Cortesía, Guillermo Ernesto Padilla.


ÍNTRODUCCIÓN. Y en efecto, no es más que el envío de un pequeño mensaje, el que encontraremos magnificado en la iconografía elegida y seleccionada en este pequeño volumen, seguramente el primero de varios, y en el cual se recuperará todo aquel conjunto de imágenes como grabados, pintura, cromolitografías, caricaturas que, acompañados de la fotografía en cuanto tal, nos darán una idea cabal sobre la forma en que han sido visto los toreros y los charros. Los charros y los toreros a lo largo, por lo menos del último siglo y medio, donde todas esas expresiones del arte dedicaron o siguen dedicando sus elocuentes sentidos de inspiración a dos manifestaciones de la cultura popular que han entrañado en la forma de ser del pueblo mexicano. Aquí están reunidas poco más de 140 piezas seleccionadas y que “ilustran” de manera evidente el sentimiento de un “álbum” entrañable que reúne, por primera vez ese entrelazamiento habido, a lo largo de los siglos de dos interpretaciones tan rurales como urbanas y cuyo registro viene a ser este conjunto de imágenes, valiosas a cual más unas y otras, partiendo del hecho de que su contenido refiere escenas campiranas de profundo arraigo, o las que llegaron a ocurrir en las plazas de toros, y donde la presencia compartida de toreros o charros es de suyo contundente. La presente galería, es complemento a un pequeño estudio que lleva el título “Charrería y Tauromaquia. Tauromaquia y charrería: Dos caminos, una causa” que viene a ser un nuevo proyecto que emprendemos Oskar Ruizesparza y quien suscribe, con objeto de conocer un poco más sobre estos ámbitos tan entrañables en la cultura nacional, cuyos impulsos con mayor notoriedad están concentrados en los siglos XIX y XX, pero no por ello escapan ni los siglos complementarios del virreinato, ni tampoco lo que venga ocurriendo en este otro, que nos ha tocado vivir, el XXI. Pues bien, demos paso al deleite que produzcan las imágenes reunidas en la presente “Galería”… y que disfruten de su contenido.

Oskar Ruizesparza y José Francisco Coello Ugalde Ciudad de Guadalajara, Jal.; Ciudad de México, diciembre de 2020.


1.-El diestro poblano Ignacio Gadea banderilleando a caballo a dos manos, en el apogeo de su carrera. (Litografía que ilustra un programa de la época). Fuente: Armando de María y Campos. Los toros en México en el siglo XIX, 1810-1863. Reportazgo retrospectivo de exploración y aventura. México, 1938.


2.-Un picador de toros hacia 1875 que combina el pantalón charro y una casaquilla torera primitiva. Esta imagen se tenía ubicada en ese año de 1875. Sin embargo, estudios recientes han podido ubicarla en 1859. Lograda por el francés Désiré Charnay bajo el título de “Tipos populares”, viene a ser la primera imagen con tema taurino tomada en México, antes de la de “Galini, y Cía” del 25 de diciembre de 1864 y la estereoscopía que nos muestra el interior de la plaza de toros del “Paseo Nuevo”, hacia 1870. (N. del A.) Fuente: Heriberto Lanfranchi. La fiesta brava en México y en España. 1519-1969, T. I., p. 177.


3.-Esta pintura que adorna uno de los muros de la finca de PASTEJÉ evoca la fiesta brava de hace siglo y medio. El toreo, que ha sufrido lenta transformación al paso del tiempo nunca ha perdido su colorido ni su sabor auténticamente valiente. Es la incógnita de siempre: la arena que puede cubrirse de flores o de un clavel de sangre. Fuente: Colección Julio Téllez García.


4.-Luis G. Inclán, autor de ASTUCIA. El jefe de los hermanos de la hoja. O los charros contrabandistas de la rama. Novela histórica de costumbres mexicanas con episodios originales. Allí vemos un fiel retrato de Bernardo Gaviño. Fuente: Hugo Aranda Pamplona. Luis Inclán El Desconocido.


5.-Ilustraciones hechas por Luis Inclán, para las “Reglas con que un colegial puede colear y lazar”. Fuente: Hugo Aranda Pamplona. Luis Inclán El Desconocido.


6.-Escenas que no sรณlo fueron comunes en el campo. La plaza se convierte en la extensiรณn perfecta donde brillaron todas estas demostraciones. Fuente: Hugo Aranda Pamplona. Luis Inclรกn El Desconocido.


7.-Caballeros dispuestos para ir a los toros. Escena a mediados del siglo XIX. Litografía de Casimiro Castro de la serie Trajes mexicanos en el libro México y sus alrededores. Imprenta Litográfica Decaén, Editor. México, 1864. Fuente: Hugo Aranda Pamplona. Luis Inclán El Desconocido.



8.-Cartel de la plaza de toros EN LA DE SAN PABLO para el martes 2 de febrero de 1858. PLAZA PRINCIPAL DE TOROS / EN LA DE S. PABLO. / BENEFICIO DEL PICADOR / Serapio Enríquez, / PARA LA TARDE DEL / MARTES 2 DE FEBRERO DE 1858. Considerando los empresarios de esta plaza los servicios que les tengo hechos, han tenido la bondad de concederme una función de beneficio; y considerando yo también los repetidos aplausos que generosamente han dispensado los dignos espectadores a mis débiles trabajos, me tomo la libertad de anunciar al respetable público y a mis favorecedores, que la tarde citada es la de mi beneficio, el cual les dedico bajo el orden siguiente: SEIS BRAVÍSIMOS TOROS De las acreditadas razas del CAZADERO y ATONGO (Atenco), que tan a satisfacción de la numerosa concurrencia jugaron en la corrida anterior, son los que he escogido a mi entero gusto para la presente, y creo que no desmentirán de su bien conocida bravura; señalándose los primeros con divisas blancas, y los segundos con encarnadas. Para aumentar la diversión de esta tarde, estoy dispuesto a picar yo solo el toro que salga más bravo de la lid, al que a su vez le daré muerte a caballo. Uno de mis compañeros ofrece montar un toro, después de sufrirle los furiosos reparos que le ha de dar, se le soltará otro de la lid para que lo pique sin apearse, cuya agradable travesura hace muchos años que no se ejecuta. Con el objeto de amenizar más esta función, se formará un / LUCIDO / MONTE PARNASO, / adornado de efectos de ropa, para que de él se surtan los aficionados que gusten tomarlos, a cuyo tiempo se les soltará un / VALIENTE TORO EMBOLADO. / Dos toros para el coleadero cubrirán los demás intermedios; concluyendo la corrida con el / TORO EMBOLADO DE COSTUMBRE. / Si esta función que ofrezco al respetable público y a mis favorecedores mereciere su aprobación, será cuanta fortuna alcance su muy afectísimo y humilde servidor / Serapio Enríquez. -Estado de conservación: Bueno. Es copia del original. -Imprenta: Tip. De M. Murguía. Fuente: Colección Julio Téllez García.


9.-Cartel de la plaza de toros DEL PASEO NUEVO para el domingo 7 de febrero de 1858. Fuente: Colección Julio Téllez García. MAGNÍFICA Y EXTRAORDINARIA FUNCIÓN / EN LA PLAZA DE TOROS DEL PASEO NUEVO, / PARA EL DOMINGO 7 DE FEBRERO DE 1858. / EN OBSEQUIO DEL EXMO. SEÑOR PRESIDENTE INTERINO, GENERAL / D. FELIX Zuloaga, / Y DE LOS DIGNOS GENERALES Y JEFES DEL EJÉRCITO. / TOROS DE ATENCO, / MAGNÍFICOS FUEGOS DE ARTIFICIO. / ILUMINACIÓN GENERAL. / EXTRAORDINARIO FENÓMENO ALEJO GARZA. / CUADRILLA DE BERNARDO GAVIÑO. Participando la empresa del regocijo público que justamente han causado los últimos festejos, que han dado por resultado un día de gloria a México y una fundada esperanza a la República toda, de que muy breve será restablecida la paz y el orden, se propone solemnizar la tarde de este día con una extraordinaria y sobresaliente función que honrará con su presencia el EXMO. SEÑOR GENERAL PRESIDENTE INTERINO DON FELIX Zuloaga, y tendrá su verificativo en el orden siguiente: Para mayor comodidad del público, a las dos de la tarde se abrirán las puertas de la plaza que estará (la reproducción de este cartel se encuentra cortada a partir de estas indicaciones).


10.-Cartel de la plaza de toros DEL PASEO NUEVO para el domingo 28 de noviembre de 1858. Fuente: Armando de María y Campos. Los toros en México en el siglo XIX, 1810-1863. Reportazgo retrospectivo de exploración y aventura. México, 1938.





11.-Cartel de la plaza de toros DEL PASEO NUEVO para el domingo 2 de diciembre de 1866. Apunte de Alejandro Campillo. PLAZA DE TOROS DEL PASEO-NUEVO. / GRAN FUNCIÓN EXTRAORDINARIA / A BENEFICIO / DE BERNARDO GAVIÑO, / PARA EL / DOMINGO 2 DE DICIEMBRE DE 1866. / Cuadrilla del beneficiado.-Toros de muerte de la muy acreditada hacienda de Atenco.Novillos / para coleadero, por parejas, con sus premios.-Torete para la mojiganga denominada: UN / CASAMIENTO DE INDIOS EN TEHUANTEPEC.-Banderillas a pie por el be- / neficiado, alternando con los picadores.-Banderillas a caballo.-Magní- / ficos FUEGOS ARTIFICIALES, por el hábil pirotécnico D. / Severino Jiménez. Siempre que llega un día como el de hoy, quiero decir, el día de mi beneficio, acudo a mi imaginación para poder confeccionar un anuncio que merezca el ser, ya que no de alguna capacidad para expresarme como hombre instruido, al menos para manifestar al respetable público de esta Capital, lo agradecido que le estoy en los largos años que me ha favorecido con su presencia, cada vez que me he presentado a trabajar en mi difícil y arriesgado arte de Tauromaquia; pero por más esfuerzos que hago para ello, no encuentro las palabras, y es tanto lo que me confundo, que me quedo sin decir nada. “Por la misma razón, y creyendo, de que tanto mis amigos como el público en general, a quien dedico este beneficio, habrán comprendido lo que yo no puedo explicarlo, (por lo que) pongo punto final, y pongo a continuación el siguiente programa y ORDEN DE LA FUNCIÓN 1º.-Se dará principio a la corrida con TRES ARROGANTES Y BRAVOS TOROS DE MUERTE De la hacienda de ATENCO 2º.-Concluida la lid del tercer toro, se procederá al COLEADERO DE TRES NOVILLOS Para el efecto. Estos serán coleados por parejas y el que lograre el dar CAIDA REDONDA tendrá un PREMIO DE UNA FLOR, conteniendo su respectivo ESCUDO DE ORO. 3º.-Se procederá a la presentación de la graciosísima MOJIGANGA, denominada: UN CASAMIENTO DE INDIOS / EN TEHUANTEPEC, La que lidiará un BRAVO TORETE de la misma hacienda de Atenco, y el cual será matado por la Novia India. 4º.-A continuación de la conclusión de la mojiganga, se lidiarán a muerte los Toros que se puedan mientras durare la luz del día. 5º.-Cuando ya la luz del día haya terminado, SE ILUMINARÁ LA PLAZA con hermosos FUEGOS DE BENGALA, HACHONES DE VIENTO y FAROLES en los tránsitos de las lumbreras; e inmediatamente se empezarán a quemar los magníficos FUEGOS ARTIFICIALES, Con los que terminará la función. El beneficiado pide indulgencia a sus amigos y al público en general que asista a esta función, a Lumbreras y tendido de Sombra, por el aumento de dos reales en la entrada que hace en esta corrida, por motivo de haber tenido que erogar gastos muy crecidos para presentar una diversión que cree será del agrado de sus favorecedores; si lo logra, nada más le queda qué desear a Bernardo Gaviño. -Estado de conservación: Bueno. Está restaurado. -Imprenta: Tip. Del Comercio, Cordobanes núm. 8. Fuente: Colección del autor.


12.-Cartel de la plaza de toros DEL MONTECILLO (SAN LUIS POTOSÍ), para el domingo 1º de octubre de 1865. Fuente: Cortesía, María Elena Salas Cuesta. OBSEQUIO AL COMERCIO DE ESTA CAPITAL / Beneficio de LINO ZAMORA. GRAN CORRIDA DE TOROS / EN LA PLAZA DEL MONTECILLO. / San Luis Potosí. Hoy que por deferencia de la Empresa puedo anunciar la función de mi beneficio, llena mi alma de gratitud tiene la satisfacción de dedicarla, como un pequeño obsequio, a los honrados y benévolos Comerciantes de esta hermosa capital, a esta clase entusiasta y protectora de la sociedad que forma la mayoría del generoso público que nos favorece con su asistencia. Conocedor de su delicado gusto, he dispuesto esta corrida de tal modo que sea digno de mis mecenas; gastos, trabajos, un decidido empeño y todo lo que ha estado a mi alcance he empleado para lograr mi objeto que, como he dicho, es el de proporcionar una tarde de positiva distracción a la concurrencia. El espectáculo se verificará, si el tiempo lo permite, según se expresa en el siguiente PROGRAMA A las tres de la tarde se hallará en la plaza la música que dirige el Señor D. Marcelino Leija, para divertir a los concurrentes con escogidas piezas. Con el permiso de la autoridad comenzará la lid de cuatro hermosos y arrogantes toros de / GUANAMÉ / que serán jugados a muerte con la mayor destreza por la cuadrilla, quedando el quinto a disposición de los aficionados. En el toro que mejor se preste ejecutaré el SALTO MORTAL, salvándolo a pulso de frente a cola. Difícil y muy peligroso es este acto, mas todo lo arrostrará por complacer a sus favorecedores. El beneficiado Tip. De Exiga.


13.-¿Ignacio Gadea poniendo banderillas a caballo? Fuente: Impresiones de un suavo en México. Dr. Schiving. 1857. Prólogo del Dr. Roberto Valles Martínez. México, Microprotecsa. Dirección de M. Quezada Brandi, 1961. Colección: Lic. Julio Téllez García.


14.-Los mestizos. Paseo de las Vigas. John Moritz Rugendas. ร leo sobre cartรณn. (ca. 1833). Fuente: Colecciรณn del autor.


15.-Gustavo Morales recreó la estampa conocida como “Deportes charros”. Seguramente dentro de esa realidad debe haberse desarrollado el popular torero de Atenco, y en sus inicios en el campo. (Cortesía de Guillermo Ernesto Padilla).

16.-“MANGANEANDO EN EL CAMPO”. Pintura de F. Alfaro. Fuente: ARTES DE MÉXICO, año XXIII Nº 200, México 1960, p. 22.


17.-“ESCENA VAQUERA EN LA CAMPIÑA MEXICANA”. Pintura de F. Alfaro. Fuente: ARTES DE MÉXICO, año XXIII Nº 200, México 1960, p. 23.

18.-Ernesto de Icaza. PAISAJE CON CARRUAJE. s/f. Oleo/tela 100.5 x 74 cm. Fuente: Colección Carlos Orozco Ibarra.


19.-Ernesto de Icaza. PAISAJE CON ESCENAS DE CHARRERร A. s/f. Oleo/tela 100.5 x 74.5 cms. Fuente: Colecciรณn Carlos Orozco Ibarra.

20.-Ernesto de Icaza. LAZANDO EN CAMPO ABIERTO, 1911 Oleo/tela 60 x 80 cms. Fuente: Colecciรณn Carlos Orozco Ibarra.


21.-Ernesto de Icaza. PAISAJE CON TEMA DE CHARRERÍA s/f Oleo/tela 50.5 x 40 cms. Fuente: Colección Carlos Orozco Ibarra.

22.-Antiguo grabado que representa un “derribo al acoso”. Anónimo. Fuente: Colección del autor.


23-24.-La suerte de “El Paso de la Muerte”. Fuente: ”Revista de Revistas. El semanario nacional”, año XXVII, Nº 1439, 19 de diciembre de 1937.


25.-”Banderillas a caballo”, pintura al óleo de Gustavo Morales. Oleo sobre madera (último tercio del siglo XIX). Col. Museo Nacional de Historia. Fuente: José de Jesús Núñez y Domínguez. Historia y tauromaquia mexicanas. México, Ediciones Botas, 1944.

26.-LAZANDO EN EL CAMPO. Pintura al óleo de Manuel J. Serrano (ca. 1830-?). Fuente: ARTES DE MÉXICO, año XXIII Nº 200, México 1960, p. 24.


27.-José Guadalupe Posada. Un par de banderillas a caballo colocado por “La Charrita mexicana”. Grabado en relieve de plomo. Fuente: Carlos Haces y Marco Antonio Pulido. LOS TOROS de JOSÉ GUADALUPE POSADA. México, SEP-CULTURA, Ediciones del Ermitaño, 1985.

28.-José Guadalupe Posada. Un par de banderillas a caballo colocado por “La Charrita mexicana”. Grabado en relieve de plomo. Fuente: Carlos Haces y Marco Antonio Pulido. LOS TOROS de JOSÉ GUADALUPE POSADA. México, SEP-CULTURA, Ediciones del Ermitaño, 1985.


29.-José Guadalupe Posada. Ahora es Arcadio Reyes, émulo de Ponciano Díaz en eso de poner banderillas a caballo. Cincografía. Fuente: Carlos Haces y Marco Antonio Pulido. LOS TOROS de JOSÉ GUADALUPE POSADA. México, SEP-CULTURA, Ediciones del Ermitaño, 1985.





30-37Cartelones y fotografías alusivas a la película ¡ORA PONCIANO! filmada por Gabriel Soria en Atenco el año de 1936. Fuente: Cortesía, Vicente Villanueva Rosales.


38.-Arcadio Reyes “El Zarco”, uno más de los compañeros de andanzas de Ponciano Díaz, llegó a picar toros y a dominar la suerte de banderillas a caballo como su contemporáneo, el espada de Atenco. Brilló “El Zarco” entre los últimos tres lustros del XIX y los dos primeros del XX. Fuente: “LA FIESTA” Nº 192, del 25 de noviembre de 1948.


39.-Cuadrillas de Diego Prieto “Cuatrodedos” y de Eduardo Leal “Llaverito”. Además: Enrique Merino “El Zocato”, “Naranjito”, “El Pipo”. “Torerín” y el “Madrileño”. (ca. 1895). C.B. WAITE, fotógrafo. Fuente: Colección Julio Téllez García.


40.-Agustín Oropeza, picador de toros y notable jinete. Fue varilarguero en la cuadrilla de Ponciano Díaz. Fuente: Lauro E. Rosell. Plazas de toros de México. Historia de cada una de las que han existido en la capital desde 1521 hasta 1936. Por (...) de la Sociedad Mexicana y Estadística, y del Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, Talleres Gráficos de EXCELSIOR, 1935. 192 pp., fots., retrs. ils.


41.-Vicente Oropeza, hermano de Agustín y también gran picador de toros. Fuente: Lauro E. Rosell. Plazas de toros de México. Historia de cada una de las que han existido en la capital desde 1521 hasta 1936. Por (...) de la Sociedad Mexicana y Estadística, y del Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, Talleres Gráficos de EXCELSIOR, 1935. 192 pp., fots., retrs. ils.


42.-José Díaz, hermano de Ponciano. Habilísimo en los quehaceres charros. (ca. 1890). Fuente: Cortesía, Sra. Elisa Recillas.


43.-En las afueras de la plaza “Bucareli”, un grupo de amigos esperando que Ponciano le salga a los toros. Fuente: Cortesía, Sra. Elisa Recillas.



44.-Este mozo inquieto, charro de muchos bríos, lazador certero y valedor hasta la raya es, por la época el famoso “Capitán de gladiadores” Ponciano Díaz que ascendió a dicha categoría en abril de 1879 de manos de Bernardo Gaviño. Fuente: Cortesía, Guillermo Ernesto Padilla.


45.-El esplendor del ídolo. Figura fue la suya representativa de los valores campiranos y taurinos que le hicieron formar parte de los elegidos. Fuente: “LA LIDIA. REVISTA GRÁFICA TAURINA” Nº 63, del 4 de febrero de 1944.


46.-Ponciano Díaz en compañía de un grupo de amigos. Fuente: “SOL Y SOMBRA, SEMANARIO TAURINO NACIONAL”, del 19 de abril de 1943.


47.-Montando a caballo, en eso era Ponciano tan diestro, tan gallardo, tan conocedor de los secretos que en los ruedos o en el campo no hubo quien le igualara. VestĂ­a ademĂĄs con elegancia. Fuente: CortesĂ­a, Guillermo Ernesto Padilla.


48.-Curiosa fotografía en la que Ponciano posa para el fotógrafo, indicándole como cita para banderillear a caballo. Fuente: José María Alvarez. Añoranzas. El México que fue. Mi Colegio Militar. México, Imprenta Ocampo, 1948.


49.-Banderillas a caballo en el campo (Fco. A Tovar). Fuente: Heriberto Lanfranchi La fiesta brava en México y en España 1519-1969, T. I., pp. 192-3.

50.-De Ponciano Díaz se conocen unas 70 ilustraciones entre fotografías, grabados y caricaturas. Las hay desde que es un buen mozo hasta de sus restos mortales en la capilla ardiente. El detalle de esta cromolitografía es fruto del mencionado cúmulo de imágenes. Fuente: Fernando Claramunt. HISTORIA ILUSTRADA DE LA TAUROMAQUIA. Madrid, Espasa-Calpe 1989, T. I., p. 407.


51.-Fuente: Colección del autor.

52.-Ponciano Díaz pareando a caballo. Fuente: Archivo General de la Nación [A.G.N.]. Hemeroteca. “EL MONOSABIO” Nº. 5, del 14 de enero de 1888.


53.-Manuel Manilla dejó para la posteridad la suerte de parear a caballo, interpretada por Ponciano Díaz. Fuente: Jesús Gómez Serrano. MERCADERES, ARTESANOS Y TOREROS. La feria de Aguascalientes en el siglo XIX, p. 37.

54.-Manuel Manilla supo recrear también la suerte de poner banderillas a dos manos y a pelo, en terreno comprometidísimo. Fuente: “MÉXICO DESCONOCIDO”, No. 152, octubre de 1989, p. 55.


55.-Fuente: “Torerísimo”


56.-Ponciano Díaz en una foto histórica. Es la tarde del 28 de julio de 1889. El escenario: La plaza de la Carretera de Aragón, en Madrid, España (Detalle). Fuente: Colección del autor. Cortesía, Antonio Castillo desde España.


57.-El picador José María Mota, “El hombre que ríe”, perteneció algún tiempo a la cuadrilla de Ponciano Díaz. Fuente: “LA FIESTA”, Nº 126 del 19 de febrero de 1947. Colección: Dr. Raúl Humberto Montes Ramírez.


58.-Ponciano Díaz, Celso González y Agustín Oropeza en España. Fuente: José María de Cossío. LOS TOROS. TRATADO TÉCNICO E HISTÓRICO, T. III., p. 240. Además en: Pan y Toros, Año 2, N° 49, del 8 de marzo de 1897, p. 3.


59.-Documento único que nos presenta a Ponciano Díaz poniendo banderillas en la plaza de toros de la Carretera de Aragón, el día 28 de julio de 1889. Este testimonio tiene un valor incalculable. Fuente: Cortesía, Antonio Castillo desde España.


60.-La estatura más bien regular de Ponciano Díaz se ve rebasada por la figura propia de la personalidad y popularidad que llegó, incluso a grados de idolatría mayor. Compararlo con los curados de Apam y con la virgen de Guadalupe.., eso no le decimos nosotros, lo dijo el pueblo en su tiempo. Fuente: Fernando Claramunt. HISTORIA ILUSTRADA DE LA TAUROMAQUIA. Madrid, Espasa-Calpe 1989, T. I., p. 407.


61.-Fuente: José María de Cossío. LOS TOROS. TRATADO TÉCNICO E HISTÓRICO, T. VIII., p. 624.

62.-Fuente: José María de Cossío. LOS TOROS. TRATADO TÉCNICO E HISTÓRICO, T. VIII., p. 623.


63.-Fuente: José María de Cossío. LOS TOROS. TRATADO TÉCNICO E HISTÓRICO, T. VIII., p. 621.


64.-Banderillas a caballo en el campo (Fco. A Tovar). Fuente: Heriberto Lanfranchi La fiesta brava en México y en España 1519-1969, T. I., pp. 192-3.

65.-Manuel Manilla grabó un arriesgado momento sufrido por Ponciano Díaz al ser embestido por un bravo toro. Fuente: Colección del autor.


66.-Ponciano Díaz de cuerpo entero (Caricatura) Fuente: EL MONOSABIO s/n (ca. 1888)


67.-Placeros y rancheros, litografía de Juan M. Rugendas. Tomado de México and the mexicans. Truber and Co. Londres, 1859. Cortesía del Centro de Estudios de Historia CONDUMEX. Tomado de: “México en el tiempo” Año 4, Nº 27, noviembre-diciembre de1998. Pág. 49.







68-73.-Los charros del siglo XIX. Por sus vestimentas conocemos que existían diferentes conceptos de engalanarse y engalanar este atuendo nacional. --: Antíoco Cruces, Fot. Tarjeta de visita. ca. 1870. Fuente: Colección particular. --: François Aubert. Sin título, de la serie Tipos populares. ca. 1865. Fuente: Colección, Arturo Aguilar Ochoa. --: Merillé. Sin Título. ca. 1870. Fuente: Colección, Jorge Carretero Madrid. --: Anónimo, Retrato de un charro, ca. 1870, Tarjeta de visita, Albúmina. Fondo Felipe Teixidor. Fototeca del INAH, Pachuca, Hidalgo. --: François Aubert (Atribuida). Charro. Albúmina. ca. 1865. SINAFO-FINAH (INV. 426333). --: Emiliano Zapata. Autor: Eulogio Alonso. México; ca. 1938. Loza de barro pintada.


74.-Ilustración de Raymundo Cobo sobre una actuación de Ponciano Díaz. Fuente: PÉREZ Y FUENTES, Pablo: Los toros en el tiempo. (Sinopsis del arte tauromáquico). México, Edición Chapultepec, 1977. 67 pp. Ilustraciones de Cobo. (Pág. 54).


75.-Del reportaje que cubre todos los detalles de la exhumación, capilla familiar, misa y traslado de los restos de Ponciano Díaz, a lomo de caballo, desde la hacienda de Atenco, al Panteón de Santiago Tianguistenco, Méx. el 15 de abril de 1998. Fuente: Colección particular.


76-77.-De izq. a der.: Carlos Barbabosa (hijo del Ing. Agustín Cruz Barbabosa, dueño de Santín). Antonio Barbabosa Saldaña, Sra. Laura Aguirre García de Quevedo de Barbabosa, segunda esposa de Antonio Barbabosa, (la primera fue María de Jesús Lechuga). Agustín Cruz Barbabosa y Doroteo Velázquez Díaz. Ca. 1935. Fuente: Cortesía, Doroteo Velázquez Díaz.


78.-También José Guadalupe Posada en este grabado suyo, nos presenta la suerte de varas donde un picador con el atuendo a la mexicana ejecuta la suerte de varas. Obsérvese que el caballo no ostenta ningún peto. Fuente: colección del autor.


79.-El picador Serapio Enriquez gozó de un beneficio la tarde del martes 2 de febrero de 1858 en la plaza de toros de San Pablo. El anunciaba su actuación en estos términos: “Para aumentar la diversión de esta tarde, estoy dispuesto a picar yo solo al toro que salga más bravo de la lid, al que á su vez le daré muerte a caballo. Uno de mis compañeros ofrece montar un toro, después de sufrirle los furiosos reparos que le ha de dar, se le soltará otro de la lid para que lo pique sin apearse, cuya agradable travesura hace muchos años que no se ejecuta”. Fuente: colección del autor.


80.-Hoja de papel volando que, con un grabado de Manuel Manilla, se representa la competencia que establecieron en la plaza de toros ColĂłn, en el mes de junio de 1887. Fuente: Heriberto Lanfranchi. La fiesta brava en MĂŠxico y en EspaĂąa. 1519-1969, T. I., p. 201.


81.-”El arte de echar un pial...” Fuente: “México en el tiempo”. Revista de historia y conservación, año 4 N° 28, enerofebrero, 1999, p. 26.


82.-Lazando a campo abierto. Óleo de Gustavo Morales (45 x 65 cm.) MNH. CNCA. INAH. MÉX. Fuente: “México en el tiempo”. Revista de historia y conservación, año 4 N° 28, enerofebrero, 1999, p. 10.


83.-Escena campirana. Probablemente obra de Manuel J. Serrano (ca. 1830-?) (...) Fuente: colecciรณn del autor.


84.-Para los espectadores que asisten a las corridas de toros, el toreo es una fiesta de luz y de color, en la que los diestros, ataviados de seda y oro, triunfan de la muerte -o caen gloriosamente heridos-, bajo un sol esplendoroso y nimbados por la aureola del éxito. Lo que desconocen quienes así piensan es el riesgo que corren los hombres por pura afición, llevados tan sólo del afán de sentir cómo la muerte los roza con sus alas, y cómo su arte les permite burlar la fiereza del toro... En esta foto, de un sabor mexicano insuperable, unos indios del Estado de Veracruz, aficionados de verdad a los riesgos de la lidia-, torean con sus sarapes a un toro, al que jinetea otro aficionado. No hay colores brillantes de púrpura de capotes ni de sedas joyantes en la foto. Tampoco la sonrisa de una mujer premiará la hazaña cuando la hazaña se realice. Ni se escucharán ovaciones, porque no hay público que presencie y aplauda los lances y la destreza de quienes los realizan. A ellos les basta el aplauso íntimo de su afición satisfecha. Que por algo son aficionados puros y en sortear al toro, y en burlar a la muerte, encuentran tanto placer como pueda encontrarlo el diestro famoso que da la vuelta al ruedo cosechando ovaciones y con la oreja del toro en la mano... Fuente: “El Ruedo de México”. Fundador y director: Manuel García Santos. Año IX N° 139, México, D.F., 1° de marzo de 1954, p. 5.


85.-Carátula de la primera edición de la “Tauromaquia ó arte de torear”, obra debida a la experiencia de José Delgado (alias) Hillo, y que salió de la Imprenta “Popular” de Juan C. Aguilar, en Orizaba el año de 1887. Recuérdese que en 1862, hizo lo mismo Luis G. Inclán con la Tauromaquia de Francisco Montes. a Fuente: ARTES DE MÉXICO. El toreo en México. N° 90/91, año XIV, 1967, 2 . época.


86.-Fuente: Luis G. Inclán: ESPLICACIÓN DE LAS SUERTES DE TAUROMAQUIA QUE EJECUTAN LOS DIESTROS EN LAS CORRIDAS DE TOROS, SACADA DEL ARTE DE TOREAR ESCRITA POR EL DISTINGUIDO MAESTRO FRANCISCO MONTES. México, Imprenta de Inclán, San José el Real Núm. 7. 1862. Edición facsimilar presentada por la Unión de Bibliófilos Taurinos de España. Madrid, 1995. Es interesante mencionar que al rematar dicha obra, apunta el autor: NOTA.-Quedan las páginas de este tratado abiertas, para que las personas que gusten ilustrarlas con sus luces, puedan dirigirse al editor, y sobre este arte tengamos una obra mexicana que llene su objeto.-LUIS G. INCLÁN. Además, véase el desglose de las 30 imágenes dentro de este mismo registro con los números: 881 a 910.


87.-Múltiples fueron las recreaciones que percibió el gran autor mexicano Luis G. Inclán, quien no dudó un momento al incorporarlas en la edición de la Tauromaquia de Francisco Montes, interpretación de reglas y cánones “a la mexicana”. Fuente: Luis G. Inclán: ESPLICACIÓN DE LAS SUERTES DE TAUROMAQUIA QUE EJECUTAN LOS DIESTROS EN LAS CORRIDAS DE TOROS, SACADA DEL ARTE DE TOREAR ESCRITA POR EL DISTINGUIDO MAESTRO FRANCISCO MONTES. México, Imprenta de Inclán, San José el Real Núm. 7. 1862. Edición facsimilar presentada por la Unión de Bibliófilos Taurinos de España. Madrid, 1995.


88.-Fuente: Luis G. Inclán: ESPLICACIÓN DE LAS SUERTES DE TAUROMAQUIA QUE EJECUTAN LOS DIESTROS EN LAS CORRIDAS DE TOROS, SACADA DEL ARTE DE TOREAR ESCRITA POR EL DISTINGUIDO MAESTRO FRANCISCO MONTES. México, Imprenta de Inclán, San José el Real Núm. 7. 1862. Edición facsimilar presentada por la Unión de Bibliófilos Taurinos de España. Madrid, 1995.


89.-Casimiro Castro y Juan Campillo: Trajes mexicanos. Publicado en “México y sus alrededores” en 1855-56. “El Fandango, fiesta popular”. Fuente: colección del autor.

90.-Hesiquio Iriarte: La china y El ranchero, publicados en “Los mexicanos pintados por sí mismos” en 1853-1855. Fuente: colección del autor.


91.-”Jelenet a Chalcoi (Sta. Anita) Esatornan Mexicoban”, litografía en dos piedras y acuarelada de Reiffensteir és y Rösch Bécsben, según dibujo de Rosti Pfny y Guztv Lkette, en el libro, Uti emlékezelek Amerikábol, de Rosti Pl Pfést, 1861.


92.-Escenas de mercado. “La Sorpreza”. Agustín Arrieta. Fuente: Museo Nacional de Historia.


93.-“San Agustín de las Cuevas”, en Casimiro Castro y J. Campillo, facsimilar de Niceto de Zamacois y otros. México y sus alrededores.

94.-Platón de cerámica vidriada, siglo XIX. Fuente: Museo Nacional de Historia.


95.-Portada del “Universal Taurino” N° 134 que representa a Ponciano Díaz poniendo un par de banderillas a caballo. Por Manolín. Colección del autor.


96.-Winfield Scott, El Jarabe, danza típica mexicana, México, 1907. Sinafo-INAH, núm. de inv. 374066. Fuente: Alquimia, ene-abr/1999, año 2 núm. 5. “El viaje ilustrado. Fotógrafos extranjeros en México”, p. 4.


97-98.-Toro “Bonito” de Arribas, Hnos., lidiado en la plaza de toros “El Toreo”, el 16 de febrero de 1908. En la foto de Agustín Víctor Casasola, aparece el torilero Miguel Bello. Fuente: Cortesía, Lic. María Elena Salas Cuesta.


99.-Francisco Gálvez: “El Coleadero”. Hubo varios pintores que se interesaron por la vida charra e ilustraron escenas en las cuales el hombre interactúa con los animales. Los más destacados fueron Francisco Gálvez, pintor jalisciense de mediados del siglo pasado y Ernesto Icaza, el pintor charro, de fines del antepasado y principios del pasado siglo. Francisco Gálvez relata en El Coleadero la práctica de colear las reses. Varios vaqueros, montados a caballo, persiguen una res. Al fondo se observan los edificios de una hacienda. El cuadro El Coleadero pertenece a la colección de Claudio Jiménez Viscarra. Otros cuadros suyos son Toreando al novillo y La monta del novillo. Fuente: Xavier Moysén, et. al.: José María Velasco. Homenaje. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1989. VIII-343 pp. Ils., retrs, grabs.


100.-Johann Salomón Hegi (1814-1896): “En el paseo de Santa Anita”-Siglo XIX. Acuarela sobre papel. 54 x 74 cm. Col. Salomón y Brigitte Schäter, Zurich, Suiza. Fuente: Gustavo Curiel, et. al.: Pintura y vida cotidiana en México. 1650-1950. México, Fomento Cultural Banamex, A.C., Conaculta, 1999. 365 pp. Ils, retrs., grabs., p. 176.


101.-Édouard Pingret (1788-1875): “El jarabe”, 1852. Óleo sobre tela. 73 x 61 cm. Col. Particular. Fuente: Gustavo Curiel, et. al.: Pintura y vida cotidiana en México. 1650-1950. México, Fomento Cultural Banamex, A.C., Conaculta, 1999. 365 pp. Ils, retrs., grabs., p. 161.





MUSEO-GALERÍA TAURINO MEXICANO. En realidad, don Luis G. Inclán tuvo la ocurrencia de dejarnos, desde aquel lejano 1862 con una tarea que no se si ya alguien la entregó o sigue pendiente de entregarse. Resulta que en la publicación SUERTES DE TAUROMAQUIA, de la que por cierto me estoy ocupando en la recién aparecida sección GLOSARIO Y DICCIONARIO TAURINOS, parte IX (http://ahtm.wordpress.com/2011/09/03/glosario-y-diccionario-taurinos-ix/) el propio impresor mexicano, en un detalle que se le agradece, incluye una lámina en la que se ilustran hasta 30 diversas escenas taurinas, tal y como se efectuaban en aquel célebre e histórico año, donde para el mes de mayo y en su quinto día, las armas mexicanas se cubrirían de gloria…

He aquí el interesante muestrario de suertes y otras circunstancias ocurridas en una tarde de toros, allá por 1862. Cada una de las escenas se explica por sí misma. En la primera de ellas, vemos al torero de a pie ejecutando la suerte de capa a la “verónica”. En la segunda, ejecuta la “navarra”, y donde el mismo diestro parece recoger o rematar esos primeros lances. En la tercera ejecuta lo que hoy conocemos como suerte “a la tijerilla” y que anteriormente se le denominaba “la Chartre”. En la cuarta vuelve a insistir por “verónicas”, aunque en realidad es una suerte “al costado o sea de perfil”. Y qué tal en la quinta, todo parece indicar que es un lance de frente por detrás, antecedente más que directo de la “gaonera”. En la sexta, el diestro corre el toro a una mano. En la séptima parece ejecutar un lance afarolado que, ya en desuso sabemos que “Tauromaquias” como la que ahora nos detiene a su revisión, denomina a esa suerte como un galleo denominado suerte del “Bu”, siendo uno de los últimos que la ejecutaron, “Joselito el Gallo”. En la octava, no es que parezca mostrarnos las habilidades de una toalla, sino de un lance que bien podríamos imaginar como “el quite de oro”, y que no era otra cosa que un remate. En la novena, aunque sin orden lógico, presenta al torero iniciando o la faena


o una serie de pases, con la muleta plegada en la mano izquierda. Para la décima estampa, dos toreros realizan la suerte denominada “al alimón” o “capear entre dos”. En la décimo primera, se observa la colocación de un par de “sobaquillo” (aunque en realidad es la suerte “al recorte”). En la Nº 12, se representa la suerte denominada “A topa carnero”. En todo caso parece un quiebro mientras el toro se encuentra en posición bastante provocativa, per. En la estampa Nº 13, además de que el peón ostenta unas banderillas tan de moda en esos tiempos, parece hacer la suerte de “dentro hacia afuera” culminando así el “cuarteo”. En las marcadas con el Nº 14 la suerte representada es “al sesgo, corriendo o a trascuerno”, mientras que la Nº 15 es una suerte que ocurre a la “media vuelta”. En las Nº 16 y 17, la suerte ejecutada es el “salto al trascuerno” y “el salto sobre el testuz”. En la Nº 18 vemos el salto con garrocha, suerte de la que no salió bien librado muchos años después, aquel recordado torero español cuyo alias era “Saleri”. La Nº 19 es exactamente la suerte descrita a continuación: Memela. Suerte de ponerle al toro los pies en la frente habiéndose el diestro tirado boca arriba en el suelo para recibirlo. Cuadros 20: “Estocada recibiendo o a toro recibido”, 21: “Estocada o vuela pie”, y 22: “Estocada a la carrera o a toro levantado” son tres distintas representaciones de la suerte suprema, realizada de frente, con la muleta plegada tal y como lo dictaban los cánones y la costumbre de aquel momento. De igual modo, la Nº 23 ilustra la suerte “a la media vuelta”. Nº 24: “Estocada a paso de banderillas”. Como suertes practicadas desde el caballo, podemos conocer la denominada “Capear a caballo” y que se ilustra en la figura Nº 25. Entre ellas, una de las de uso frecuente se denominaba “A Pica por alto”, donde alza el toreador la vara y no la baja sino hasta el momento de prenderla. O a “pica descansada”, (Fig. Nº 27), “Cuando (el toro) la toma (la vara) sostenida solo con la mano y antebrazo, con el codo a la altura del hombro, y al prenderla la afianza con violencia, dándole una media vuelta apretándola con la arca del brazo volteando la mano con las uñas arriba. La representada en la figura Nº 28 era de uso común entre los señores de a caballo, puesto que con frecuencia se encuentra citada en crónicas o pasajes vinculados con la charrería. Se denomina “A puente de freno”. Y lo explica primero Montes, y lo adapta Inclán al estilo de la tierra como sigue: “Cuando se tiene ya la pica asegurada en la arca y solo se alza un poco, para que prendiéndola al humillar, quede cuando más, cosa de media vara de pica distante del puente del freno a hocico del caballo”. Poner banderillas o matar montado desde el caballo son las suertes que se ilustran en las figuras 29 y 30. Por ahora, este es un mero adelanto general. En las siguientes entregas, aparecerá cada una de las ilustraciones, perfectamente explicadas conforme a los dictados de la época. En la continuación del tratamiento que vengo realizando a la obra de Luis G. Inclán a su impreso denominado: ESPLICACIÓN DE LAS SUERTES DE TAUROMAQUIA QUE EJECUTAN LOS DIESTROS EN LAS CORRIDAS DE TOROS, SACADA DEL ARTE DE TOREAR ESCRITA POR EL DISTINGUIDO MAESTRO FRANCISCO MONTES. México, Imprenta de Inclán, San José el Real Núm. 7. 1862, trabajo que por razones naturales se han combinado entre esta sección y la de MUSEO-GALERÍA TAURINO MEXICANO, retomo el asunto, en el entendido de que al existir una lámina que contiene 30 distintas interpretaciones de suertes del toreo, practicadas, según todo parece indicar, en el México de los años posteriores a la segunda mitad del siglo XIX es precisa una valoración y análisis. Y digo “según todo parece”, pues el trabajo de Inclán es un reflejo directo de lo que sucedía en los ruedos de aquella geografía taurina decimonónica, no alejada por cierto de las reglas


que, a distancia prudente se dictaban de manera contundente en España, México era espacio más relajado para su cumplimiento y ejecución. Aún así, existen suficientes razones para entender que tal circunstancia no fue síntoma de alejamiento; más bien de una aproximación que no negaba la pasada influencia hispana, no sólo espiritual; también técnica y estética, como veremos. Las traeré hasta aquí en el orden en que aparecen en la lámina ya conocida.

Figura Nº 1. LA VERÓNICA. Cuando el diestro se presenta con la capa desplegada de frente, manteniéndola con las dos manos, y al humillar el toro la cabeza, cambia de lugar por su terreno, retirando el engaño en la misma posición en que citó, o por arriba siguiendo el movimiento de la cabeza, quedando prevenido para repetirla.


Figura Nº 2. LA NAVARRA. Se sitúa el diestro en la misma forma que para la Verónica; pero teniendo cuidado de que el toro tenga sus piernas enteras, poniéndose corto lo cita y cuando embista le va tendiendo la suerte retirándose para atrás, se la carga cuando llegue al centro, y al estar bien humillado le arranca la capa con prontitud por debajo del hocico, dando al mismo tiempo una media vuelta con ella por dentro sobre una pierna, viniendo a quedar otra vez frente del toro, toma distancia para emprenderla de nuevo.


Figura Nº 3. LA CHARTRE O TIJERILLA. Se sitúa el diestro lo mismo que para las anteriores, con la diferencia de que cruza los brazos uno sobre otro al presentar la capa, y al instante de rematar la suerte los vuelve a su posición natural, retirando el engaño como si con él envolviera al toro.


Figura Nº 4. AL COSTADO O SEA DE PERFIL. Se hace con la capa por delante o por detrás; cuando es por delante, se pone el diestro de frente al terreno de adentro, teniendo la capa agarrada con la mayor parte de su vuelo en el lado del toro, el brazo bien tendido y la otra mano con el resto de la capa delante del pecho y el cuerpo perfilado cubriéndolo con el engaño; tan luego como llega el toro a jurisdicción, gana el terreno que éste ha dejado, retirando su capa con presteza y cambiando de frente, y la posición de los brazos, vuelve a perfilarse para continuar.


Figura Nº 5. DE FRENTE POR DETRÁS. Esta la ejecutan poniéndose el diestro de espaldas en la rectitud del toro, teniendo la capa por detrás lo mismo que si fuera de frente; en esta disposición hace la cita, y luego que el toro parte y llega a jurisdicción, le carga la suerte y se apropia del terreno que ocupaba dando el remate, y con una vuelta de espalda queda armado.


Figura Nº 6. CORRER LOS TOROS. Llámase así cuando se hace que siguiendo el toro al capotillo mude de sitio porque se conozca que quiere aquerenciarse para no dar lugar a que, se aplome o embarrere, o ya para ponerlo en mejor colocación y ejecutar las suertes que se preparan; generalmente practican esto los peones, y consiste su ejecución en asegurar el capotillo de una punta con una mano, y el resto tirárselo al frente al toro para que lo siga por el rumbo adonde se quiera mudarlo.


Figura Nº 7. GALLEOS. Así llaman a los quites que se hacen a favor de la capa ú otro engaño. El Bu, este galleo lo practican poniéndose la capa sobre los hombros o en la cabeza como si fuera un chal, en esta disposición se llama la atención del toro para que al seguir el bulto bajando los brazos se le saque la vuelta.


Figura Nº 8. Hay también otro que es cuando coge el diestro la capa del mismo modo que para la suerte de costado, por detrás se va hacia al toro descubriendo una curva cuyo fin es el centro de la suerte, concluyendo con dar una media vuelta para el terreno de adentro al instante de rematar.

Y aquí vienen otra serie de precisiones que el autor de Astucia hace partiendo del hecho de que en el despliegue de suertes practicadas con la capa, se practicaban algunas más con el mismo fin de evadir la embestida, evasión que implicaba un lucimiento. Nos vuelve a ilustrar Inclán, como sigue. También se hace otro con el capotillo recogido en la mano del lado en que ha de presentarse primero al toro, y cuando se llega al centro de los quiebros se la acerca para que humille, en cuyo acto toma el diestro la salida y cambia el engaño a la otra mano, haciendo un quiebro de cintura fuerte, con lo cual pasa el toro muy humillado por su espalda y tira la cabezada fuera. Se hace también con un sombrero, con la montera, un pañuelo o cualquier otro engaño pequeño. Esta suerte me hace recortar el famoso recorte al brazo que Antonio Reverte puso de moda a principios del siglo XX. Igualmente se hace otro galleo que sirve para destroncar a los toros y quitarles piernas, el cual consiste en que viniendo el toro levantado con dirección al diestro, éste se está quieto con el capotillo recogido, y al entrar el toro en jurisdicción se le tira al hocico, conservándolo agarrado de una punta para estirarlo velozmente al escapar el bulto pasándose con prontitud al terreno que traía el toro por el lado que le sea más favorable.


RECORTES. Son los quiebros de cuerpo que hace el diestro para evitarse un hachazo o derrote del toro, sin auxilio del engaño, cuando se ha encontrado con él en un mismo centro, y merced a esos quites se libra de un embroque saliendo con diferente viaje. CAMBIO DE VIAJE. Esto solo los puede ejecutar un diestro bastante inteligente, y que conozca desde luego la clase de juego del bicho: consiste su ejecución en hacer que haya un verdadero contraste, es decir, marcar la salida del toro por un lado de la suerte y dársela por el otro, trastornando el engaño al tiempo que va muy codicioso de cogerlo, y humillado, se le sigue hartando con él para que voltee y no se remata ni retira hasta que estén cambiados los terrenos, dándole viaje y salida por el mismo terreno en que venía, haciéndolo describir en el suelo una verdadera Z con los pies en que se apoya para rematar. Analicemos ahora la visión que tuvo en ese momento del siglo XIX Luis G. Inclán, acerca de la realidad misma que se reflejaba en las plazas, a partir de la interpretación que proporcionaba la “Tauromaquia” de Francisco Montes, que era, para ese momento, la columna vertebral del espectáculo ya no sólo en España. Como puede comprenderse, también el espíritu de la de “Pepe Hillo” y esta otra atribuida a Montes, comenzaron a permear y a abarcar el ambiente taurino mexicano, detentado en buena medida por Bernardo Gaviño, que, como español también influyó para cerrar ese propósito. Bernardo, en Puerto Real, apenas debe haber tenido vaga idea de quién fue José Delgado, puesto que habiendo nacido en 1812, sale de ese territorio gaditano más o menos en 1827 o 1828, embarcándose con destino y para siempre al continente americano. Por otro lado, Gaviño quizá pudo conocer algún ejemplar de la otra “Tauromaquia”, la de Montes, cuando el Conde de la Cortina, por cierto amigo suyo, debe habérsela mostrado, justo cuando el propio José Justo Gómez de la Cortina, publica entre 1840 y 1842 y en El Mosaico Mexicano, una reseña biográfica en torno a José Delgado, el diestro sevillano que se convierte en el padre intelectual de la celebérrima “Tauromaquia”, cuya primera edición, por cierto publicada en Cádiz, se remonta al año 1796.


Figura Nº 9. PASES DE MULETA. Estos se ejecutan doblando sobre un palo mediano la capa a que quede en forma de bandera, se puede manejar con una mano, y se practica de todos modos, principalmente con la izquierda. PASE REGULAR. Cuando el diestro presenta el engaño parado de frente o bien perfilado, y al humillar el toro remata la suerte lo mismo que en la verónica ya sea tendiéndola alzando o bajando la muleta.

DE PECHO. Cuando por haber tenido la suerte o ceñídose el toro, se ha metido en el terreno del diestro, y no pudiendo cambiar de mano la muleta por tener la derecha con la espada, perfila el cuerpo, avanza la mano izquierda, y frente a su pecho remata la suerte haciendo que vuelva el toro con su mismo viaje para mejorar de terreno, lo cual verifica desde luego con dos o tres pasos oblicuos para atrás. A proporción de la clase de toros, así se le aplican los pases regulares, tendiéndoles el engaño, dejarlos hartar de capa, perfilárseles de costado, o enrollar la muleta para que partan a un objeto más pequeño si son celosos del engaño.


Figura Nยบ 10. CAPEAR ENTRE DOS. Cada diestro toma una punta de la capa, y cruzando el brazo sobre el pecho; se cubren con ella para presentar al bicho un solo objeto. Al instante que el toro humilla se abren violentamente sin soltarla; rematando la suerte por arriba, hacen que siga su viaje pasando por en medio, y cambiando luego de mano, se le vuelven a presentar del mismo modo para repetir.

SUERTES DE BANDERILLAS De los cinco modos mรกs comunes, deberรก apropiarse a cada toro el que exige su calidad.


Fig. Nº 11. 1ª AL RECORTE. Este es el modo más difícil, más lucido, más expuesto, y por lo mismo de mucho más mérito. Se ejecuta yéndose el diestro al toro para hacerle un recorte, y al instante de que esté humillado hace el quiebro y tiene metidos los brazos con los rehiletes hasta que el toro en el hachazo que tira se los clava solito; entonces, haciéndole un recorte, sale del centro de la suerte sin que le alcance algún derrote; es sumamente expuesto, porque tiene el diestro que embraguetarse con el toro, conservándose ceñido hasta el momento en que remata la cabezada; ser muy ligero en los quiebros, tener mucha práctica en hacer recortes, y un vasto conocimiento de la calidad del bicho.


Figura Nº 12. 2ª A TOPA CARNERO. También se dice de pecho o a pie firme. El modo de efectuarse esta suerte, es pararse el diestro a larga distancia del toro y de cara con él, obligándolo a que le parta: se estará firme hasta que llegue a jurisdicción y humille, en cuyo momento con gran ligereza hará un quiebro, con el que saldrá del embroque, y cuadrándose le meterá los brazos, estando ya fuera de su jurisdicción, con lo que el remate es seguro, pues aunque se ciña al sentir, los piquetes de las banderillas toman distinto viaje.


Figura Nº 13. 3ª AL CUARTEO. Para esto se presenta el diestro delante del toro, bien a la larga o corta distancia, citándolo, y luego que haga por el bulto, saldrá formando un medio círculo igual al de los galleos, cuyo remate será el centro mismo del cuarteo, en donde cuadrándose con el toro, le meterá los brazos para clavarle las banderillas en el instante que humilla o trata de ceñirse, saliendo con pies al terreno de adentro, o dando una vuelta violenta para detrás del mismo toro para evitarse el alcance de su derrote.


Figura Nº 14. 4ª AL SESGO, CORRIENDO O A TRASCUERNO. Esto se efectúa solo con toros aplomados o de muy pocas piernas, y consiste su ejecución en pasar corriendo sin citarlo por algunos de sus lados, y que haga o no empeño para seguir el bulto, el diestro se las clave sin esperar que voltee, humille, ni cuadrarse sino que metiendo los brazos sigue su viaje sin detenerse.


Figura Nº 15. 5ª A MEDIA VUELTA. Son aquellas que se ponen al toro, yéndose el diestro por detrás de él, y citándolo para que se vuelva al instante que voltea, se cuadra, le mete los brazos y se les clava, procurando salirse por el terreno de adentro, que es el mismo para donde obligará al toro a dar la media vuelta; y se practica este modo, ya sea corriendo detrás del toro cuando va levantado en estado de parado o aplomado.

PARCHAR. Aunque esto ya no se acostumbra, sin embargo, se pone su explicación: consiste la suerte en ponerle al toro un trapo, papel o cualquiera otra ridiculez, pegada con trementina, lo cual se ejecuta de la misma manera que las banderillas, a media vuelta, o llamando al toro con la capa enrollada en el brazo izquierdo, al sacarle la vuelta pegarle el parche con la mano derecha en cualquiera parte del cuerpo. FLOREAR. Ponerle al toro una o dos flores en la frente, y lo practican también bajo las reglas prescritas para las banderillas, o practicando algún recorte o galleo si el bicho da oportunidad. Hace unos días, un amigo me preguntaba sobre cuál sería el estilo de torear en la época previa a la llegada de Bernardo Gaviño (misma que se fija entre 1829 y 1835), y de ahí hasta la primera mitad del siglo XIX. Mi respuesta no tuvo la suficiente firmeza, debido al hecho de que al desatarse el movimiento de emancipación en 1810, esto ocasionó una ruptura total –y no- con España. Sin embargo, se sabe que al menos tres grandes instituciones quedaron profundamente arraigadas en el espíritu de la nueva nación: La iglesia, el burocratismo que venía desde los tiempos de Felipe II y las corridas de toros. En ese sentido, la tauromaquia


practicada entre siglos XVIII y XIX, era una combinación de suertes lo mismo a caballo que a pie. Jerárquicamente aquellos seguían ocupando una posición de privilegio frente a estos, pero dudo mucho que, por otro lado, se practicara el toreo, sobre todo de a pie, conforme a los principios de que ya estaban permeadas las estructuras taurómacas españolas. Quizá se haya dado algún tipo de acercamiento o al menos, de insinuación entre los primeros toreros postindependentistas, entre quienes se encuentran los hermanos Luis, Sóstenes, José María y Joaquín Ávila (cuya presencia e influencia se dejó sentir entre 1808 y 1864). De ellos, salvo por el hecho de que sus nombres aparecen constantemente en carteles de múltiples festejos celebrados en la Real Plaza de toros de San Pablo, por lo demás, poco sabemos sobre las labores cotidianas que pudieron haber puesto en práctica, hasta convertir aquella condición en verdaderos esquemas o modelos que sirvieran a otros tantos diestros que, como Andrés Chávez, o el mismísimo Bernardo Gaviño; con objeto de servirse de ellos y así enriquecer su bagaje; en el entendido de que dichas propuestas terminaban siendo del gusto de aquellos públicos que disfrutaban tales puestas en escena. De ahí que el ejercicio por hacer, ha de contar con una buena porción imaginativa. Por ahora, lo que sigue es dar continuidad a la visión que para 1862 tuvo de todo esto nuestro autor invitado: Luis G. Inclán, quien a su vez está haciendo suya o reinterpretando la Tauromaquia atribuida a Francisco Montes. Habiendo revisado e ilustrado las primeras 15 descripciones, agregaré a este glosario nueve más de las 30, faltando seis para rematar el presente “tranco”.


Figura NÂş 16. SALTOS. SALTO A TRASCUERNO. Para dar este salto, se sale al toro con el cuerpo limpio, como se sale para hacer un recorte, pero tomĂĄndolo bastante atravesado; se procura que el toro conozca el viaje para que empiece a cortar tierra, y el diestro lo va deteniendo o acelerando para llegar al centro de la suerte, enteramente atravesado y con la salida tapada: en este caso, al humillarse el toro para recoger el bulto, el torero se aprovecha de este movimiento para saltar encima de sus cuernos y librar la cabezada. TambiĂŠn se hace cortĂĄndole al toro terreno, y al llegar al centro de la suerte, tirarle el capotillo enrollado para que humille, y emprender el salto sin detener el viaje.


Figura NÂş 17. SALTOS. SALTO SOBRE EL TESTUZ. Lo practican los muy ligeros diestros, a toro levantado y a toro parado, para lo cual lo cita de frente, y al tiempo mismo que humilla, le pisa el testuz o nacimiento de los cuernos, en medio de la cabeza, emprendiendo el salto para pasarlo todo y caer por la cola, pues al tirar el hachazo ayuda con ĂŠl a dar mĂĄs impulso al torero, y facilitarle salida con diverso viaje.


Figura Nº 18. SALTOS SALTO CON LA GARROCHA. Para éste toma el diestro una vara de las de detener, y prevenido con ella hace la cita corriendo en dirección del mismo viaje que el toro trae, para que al humillar para hacer por el bulto, emprenda el brinco, y soltando la vara encuentre salida por detrás del bicho.


Figura Nº 19. SALTOS. LA MEMELA. Para esta suerte se pone el diestro tirado en el suelo boca arriba, en línea recta del viaje que el toro trae o intenta tomar, y al tiempo de que humilla le pone los dos pies en la frente para que lo haga dar una machicuepa, siga su viaje y el torero salga por los pies del toro. De la misma manera se ponen flores con los pies, pero solo se puede practicar al salir el toro del coso para que no vuelva sobre el bulto. También junto a la puerta del coso se pica al salir el toro, estando un hombre sobre otro hombre, o se banderilla, y otra porción de suertes que particularmente discurren los diestros, según su inteligencia y valor, pero siempre ayudados o de la situación en esperar, a merced al engaño de la capa de sus compañeros, que para estos lances de previenen.


Figura Nº 20. SUERTES DE MATAR. ESTOCADA RECIBIENDO O A TORO RECIBIDO. Cuando el diestro esperando a pie firme estoquea sin abandonar su terreno, sino que tendiendo, perfilando o leando su muleta envaina su espada en el punto del cuerpo donde se la dirigió al toro y habiéndolo ejecutado remata la suerte haciendo un quiebro, con que se libra y saca su espada.


Figura Nยบ 21. SUERTES DE MATAR. ESTOCADA O VUELA PIE. La estocada que ejecuta el diestro dejรกndose ir sobre el toro sin dar tiempo a que le parta, rematรกndola con una media vuelta por su terreno para desenvainar.


Figura Nยบ 22. SUERTES DE MATAR. ESTOCADA A LA CARRERA O A TORO LEVANTADO. Cuando aprovechando el viaje que trae el toro le sale el diestro al encuentro y lo estoquea, sin haber antes intentando ponerlo en el terreno de la suerte.


Figura Nยบ 23. SUERTES DE MATAR. ESTOCADA A MEDIA VUELTA. Cuando se cita al toro por detrรกs, y al dar la vuelta para hacer por el bulto, se le estoquea a este modo vulgarmente se le dice, a la mala.


Figura Nº 24. SUERTES DE MATAR. ESTOCADA A PASO DE BANDERILLAS. Las que ejecuta el diestro embraguetándose con un toro que se ciñe, haciéndose el cite al trascuerno y cargándole la suerte lo remata sin hacer el vuelapié. DESCABELLAR. Cuando con la punta de la espada le pica el diestro la nuca al toro y lo remata por no querer prestarse a entrar en suerte y estar mal herido o muy aplomado. La calificación de estocadas es la siguiente: POR ALTO. Cuando entrándole al toro la espada por entre dos vértebras corta la médula espinal, y sin que haya entrado mucha espada causa la muerte muy violenta. Cuando la espada se ha introducido un poco oblicua y pasa por la herradura, bajando un tanto al pecho. La que por cruz y pecho trae dirección casi perpendicular, y si acaso ofendió los pulmones hace producir sangre por la boca (hocico), a cuya estocada llaman los toreros pasadas por pasar, y al toro que está herido de ella, pasado de parado, que muy bien se distinguen de las de gollete. POR LO BAJO, GOLLETE O DEGOLLADO. Cuando el toro habiendo sido herido por el pescuezo penetra la espada para el pecho, ofendiéndole el pulmón, hace que el toro arroje mucha sangre por boca y narices. DE PECHO. La que introduciéndose la espada por el pecho, también ofende el pulmón sin agraviar al corazón. POR CARNE. Cuando ciñéndose mucho el toro al entrar en suerte la espada toma dirección por el lado de afuera y solo ofende la espaldilla contraria, o porque al sentir el toro la punta de la espada, abandona su viaje antes de rematar, pues cualquiera de las dos causas hace que el diestro pierda su posición al esperar, y la puntería que con el estoque había formado a cuyas estocadas se les dice también envaines.


EN HUESO. Cuando por alguna de las razones dichas pica la espada en hueso y no halla lugar donde introducirse. ATRAVESADA. Cuando por entrar diagonal en el pecho asoma la punta por el otro lado del toro. DE DESCONCIERTO. Cuando entra la espada por la espaldilla, muy recta, y solo corta algunas vértebras o tendones, deja al toro desconcertado e inútil de afirmarse en las manos, procurando echarse desde luego. ATRONAR O REMATAR AL TORO. Si es con la espada sobre echado, es atronar, y si con la puntilla rematar. Práctica imprescindible tanto en el campo como en la ciudad fue la del repertorio de las suertes a caballo. Sin ellas, era difícil entender el devenir de la tauromaquia mexicana decimonónica, a la que se puso énfasis especial por parte, no sólo de protagonistas, que los hubo y muchos. Sino de autores como Luis G. Inclán, quien las exaltó en obras como Astucia, El Capadero en la Hacienda de Ayala, Reglas con que un colegial puede colear y lazar y luego, como editor en la que viene siendo motivo de exploración: Suertes de Tauromaquia. Inclán puede ser visto no sólo como espectador, sino como un actor permanente. Además de sus dotes como impresor, fue también empresario y no conforme con dichas actividades, dejó que la pluma corriera en detalladas descripciones que se pueden leer gozosamente en estas cuatro obras que ya he mencionado. Para continuar y terminar también con el tratamiento que de las Suertes… hace en la obra editada en 1862, daré paso a las descripciones faltantes.


Figura N° 25. CAPEAR A CABALLO. SUERTES A CABALLO. Este se practica a toro parado, llamándolo a la media vuelta a distancia corta, para lo cual se asegura una punta de la capa con la pierna derecha y la otra con la mano, para que extendiendo el brazo quede desplegada y como cubriendo la parte trasera del caballo, el cual se atraviesa muy poco para proporcionarle libre salida, y al instante que el toro humilla, se dispara el caballo, gobernándolo en dirección a la cola del toro para ocupar su terreno y quedar preparado a repetir, se puede rematar la suerte, o tendiendo la capa sobre la anca al sacar la vuelta, o alzarla siguiendo el movimiento del hachazo, procurando desde luego sacarle más medias vueltas de capa para no dejar al toro reconocer el bulto del caballo. Esta manera de sacar de capa, es lucidísima cuando se practica con un toro boyante y en un caballo de brío y buen gobierno.

PASAR EL TORO. Es lo mismo que el modo de correr al toro de los toreros, pues pasa el toreador frente al toro, le tira el engaño, y lo hace que mude de sitio. También puede capearse, citándolo a que de la media vuelta, alzando el engaño al mismo tiempo que el toreador toma por viaje el terreno de afuera. PICAR. Esta suerte consiste en esperar al toro con la vara o garrocha, y picándole el morrillo o palomilla, librarse de su arranque, haciéndole tomar distinto viaje, y lo ejecutan los toreadores de la manera siguiente: A TORO CORRIENDO O LEVANTADO. Cuando se coloca el toreador en el terreno de adentro, esperando a que en el viaje que trae el toro por el redondel le parta en su carrera. A TORO RECIBIDO O TORO PARADO. Cuando se le acerca el toreador retándolo de frente, y al emprender su arranque lo espera a pie firme.


A CABALLO LEVANTADO. Cuando se mete el toreador hasta el terreno del toro, levantando su caballo para prenderlo al humillar. A LA MEDIA VUELTA. Cuando se arrima el toreador por detrás del toro, y al estar en jurisdicción lo reta, prendiéndole su vara al instante de voltear. A PICA HUYE. Cuando al tiempo de que el toro va a rematar, saca el toreador su caballo, saliéndose de la suerte. SOBRE EL BRAZO O POR EL LADO CONTRARIO. Cuando para librarse en una seguida en que el toro viene a ofender por el lado contrario, atraviesa el toreador su vara sobre el brazo de la rienda para picarlo y hacerlo cambiar de viaje. En la forma de tomar la vara hay diferencia, pues cada toreador tiene su modo particular de acomodarse, pero los modos más comunes son:


Figura N° 26. A PICA POR ALTO. Alza el toreador la vara y no la baja sino hasta el momento de prenderla.


Figura N° 27. A PICA DESCANSADA. Cuando la toma sostenida solo con la mano y antebrazo, con el codo a la altura del hombro, y al prenderla la afianza con violencia, dándole una media vuelta apretándola con la arca del brazo volteando la mano con las uñas arriba.


Figura N° 28. A PUENTE DE FRENO. Cuando se tiene ya la pica asegurada en la arca y solo se alza un poco, para que prendiéndola al humillar, quede cuando más, cosa de media vara de pica distante del puente del freno u hocico del caballo.


Figura N° 29. PONER BANDERILLAS. Algunos sujetos saben parear, y esto se ejecuta a la media vuelta y caso de estar, el toro aplomado, al sesgo, corriendo, o al trascuerno, como lo ejecutan los toreros, y ya sea para parear o solo poner una, este es el modo común de ejecutarlo; algunos también prenden una banderilla al alcance, es decir, cuando el toro va embrocado en el mismo viaje que lleva el caballo, el jinete se echa para atrás y se la pone al toro cuando llega al alcance de su brazo.


Figura N° 30. MATAR. Como desde el caballo puede el toreador dominar con la espada, se le arrima al toro hasta entrarle en su terreno para estoquearlo, o lo cita a la media vuelta estando un poco abierto para recibirlo; llamándole al bicho la atención con el estribo a que humille.

La calificación de estocadas es la misma que la de los toreros, aunque muy pocas dan los toreadores por lo bajo, cuando se ha interesado el pulmón, causan hemorragias, aunque hayan sido dada de alto a bajo. Hasta aquí Luis G. Inclán. Además de haber podido entender algunas de las descripciones propias de las suertes del toreo, practicadas hace siglo y medio, es posible apreciar los significados que tuvo este espectáculo en unos momentos en los que la tauromaquia en México, se encontraba bien afirmada. Su territorio era un fértil campo de experimentaciones que no cesaba en aportar esta o aquella suerte; ese o aquel prodigio de los aderezos que tanto los de a pie como los de a caballo agregaban al amplio catálogo de esta diversión pública. El acercamiento habido aquí, nos permite apreciar detalles poco conocidos en el desarrollo de la fiesta, para lo cual estuvo presente un “lenguaje” que se dio no solo en la plaza. De ahí iba al campo, y entonces ese hilo conductor encontraba diálogo en esos dos ámbitos: urbano y rural, lo que da por resultado una serie de expresiones que hoy entenderíamos relajadas, pero que en su momento tenían razón de ser. El componente taurino estuvo nutrido o integrado de formas que lo mismo aceptaban el campo o la ciudad, con su particular dimensión a la que pertenecían, pues en el campo ocurría en forma natural, espontánea, sin el embozo de la puesta en escena profesional de lo citadino, que requería desde otros ropajes o se sujetaba


a usos y costumbres del propio significado profesional que caracterizaba o pretendía caracterizar a una corrida de toros. Una cosa eran hábitos y arraigos que daban razón de ser a la tauromaquia de esa época y otra, el hecho permisivo de tolerar, enriquecer o matizar el toreo de a pie con todos aquellos añadidos con los que se puede formar un catálogo bastante abultado. El que un festejo fuese distinto a otro, a pesar del poco tiempo de diferencia entre ambos, da idea de que la empresa y los toreros buscaban garantizar posicionamiento, pero sobre todo pingües beneficios económicos. De seguro una mercadotecnia en cierne, y conforme a los dictados de la época así lo hace suponer.

102 - 137


138.-Ponciano Díaz, se hizo este retrato, que luego se reprodujo en las particulares tarjetas de visita. La fotografía debe corresponder al año de 1885, aproximadamente. Tarjeta de visita. Fuente: cortesía del Lic. Humberto Ruiz Quiroz.


139.-Esta fotografía fue tomada en la plaza de toros de “La Petatera”, Colima el 22 de febrero de 2015. Su importancia radica en el hecho de que Antonio García “El Chihuahua”, uno de nuestros toreros contemporáneos, simple y sencillamente se sublimó en el par de poder a poder, llevando la vestimenta charra, lo cual es una clara señal de que tauromaquia y charrería, no están reñidas. Disponible en internet en el portal de internet https://altoromexico.com/index.php


Del mismo modo, y aquí se cierra, por el momento la presente galería, deseo agregar otro registro de los muchos que se han dado a lo largo de estos últimos años, donde en los festejos taurinos no falta quien vista orgullosamente el atuendo charro. Tal fue el caso de un festival celebrado en la Ganadería de Espíritu Santo, y donde entre otros estuvieron el diestro tlaxcalteca “Jerónimo”, así como Juan Pablo Sánchez, de quienes incluyo dos imágenes registradas por la cámara de Emilio Méndez. Esto ocurrió el domingo 29 de noviembre de 2020.

140

141

142

Imágenes disponibles en internet diciembre 14, 2020 en: https://altoromexico.com/index.php?acc=noticiad&id=38259


 EN MÉXICO, CIUDAD EN EL DÍA 14 DE DICIEMBRE DEL AÑO DE GRACIA DOS MILÉSIMO y VIGÉSIMO.

LAVS

 DEO


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.