JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE
TRATADO DE LA POESÍA MEXICANA EN LOS TOROS SIGLOS XVI – XXI.
SIGLO XX (I)
TOMO I 1985-2020
TOMO III
TRATADO SOBRE LA POESÍA MEXICANA EN LOS TOROS. SIGLOS XVI – XXI
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE
TRATADO SOBRE LA POESÍA MEXICANA EN LOS TOROS. SIGLOS XVI – XXI TOMO III: SIGLO XX CON LA COLABORACIÓN DE: LUCÍA RIVADENEYRA ELIA DOMENZÁIN
MÉXICO, 1986 - 2009
SIGLO XX
INTRODUCCIÓN Raro es el siglo que tiene la particularidad de iniciar su marcha temporal junto con otros procesos sociales o políticos. Estos más bien, hallan un puente por donde cruzar y por donde seguir. El siglo XX mexicano aparece en escena con un síntoma de continuidad en el régimen porfirista, lo que por un lado marca cierta estabilidad económica y política; por el otro, la intranquilidad social. Sin embargo, la respuesta de muchos inconformes, merece una atención especial. Por una parte los trabajadores de algunas fábricas despertaron el ánimo rebelde que llegó a oídos de muchos integrante del pueblo1 que probablemente no imaginaron sumarse a la bola, término que se le dio a las multitudes que participaron en el movimiento armado de 1910. La bola bien a bien no tuvo una idea clara que sí tuvieron sus dirigentes, cabecillas y “caudillos”, los cuales, además de tener bien definido el propósito de eliminar todo rastro de la dictadura sostenida por el General Porfirio Díaz, 2 aprovecharon la coyuntura para encaramarse en puestos estratégicos de la lucha por el nuevo poder, independientemente de que operó un constituyente el cual, para el 5 de febrero de 1917 logra poner en circulación un nuevo documento rector para la nación, desplazando al que estuvo en boga desde 1857. Por otro lado, se tenía la idea de que el trabajador en las haciendas mexicanas fue un elemento de explotación indiscriminada. Pero en muchas de ellas se ha encontrado un paternalismo entre el hacendado y los peones. Esos arreglos de conveniencia hacen ver que las relaciones laborales, determinada por ciertas presuposiciones en torno al peonaje, de la transmisión hereditaria de deudas, de la ruindad de la “tienda de raya”, 3 así como de los créditos y adelantos impuestos a los trabajadores, del pago del salario en “vales” o “fichas”, del empleo de deportados a la fuerza pero sobre todo, de la utilización de la violencia física, ha hecho que muchos autores encuentren una relación entre las características del sistema y las acciones de la revolución agraria. Ahí se condensan los atributos del sistema de hacienda supuestamente inaguantables, vistos en conjunto como la variable independiente de una considerable, si es que no decisiva, participación de los trabajadores agrícolas en la revolución de 1910-40.4 1
Para mí el concepto "pueblo" es utopía al no existir una razón que lo defina como tal. Las luchas civiles entre señores -durante el siglo XIX, el XX y el que ya transcurre-, utilizan las masas humanas como instrumento para conseguir intereses personales, sustentados en el término pueblo, el mismo que funciona para satisfacer -sí y solo sí- los intereses. Cubierta esa necesidad, el pueblo vuelve a su estado utópico, en tanto que terrenable es o son masas (todo ello bajo el entorno latinoamericano). 2 Los gobiernos del General Porfirio Díaz en plena República Central van del 5 de mayo de 1877 al 30 de noviembre de 1880; posteriormente del 1º de diciembre de 1884 al 25 de mayo de 1911, con una breve interrupción que recayó en su “compadre” el General Manuel González del 1º de diciembre de 1880 al 30 de noviembre de 1884. 3 La expresión “tienda de raya” implica el reproche de que la tienda en las haciendas fue un instrumento de explotación en manos del hacendado o de su administrador, a través de la sustracción directa del salario (rayar = remunerar). 4 Herbert J. Nickel (ed): Paternalismo y economía moral en las haciendas mexicanas del porfiriato. México, Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia, 1989. 217 p. Ils., grafs., tablas. (V Centenario 14921992. Comisión Puebla. Gobierno del Estado).
En la peculiar rareza del inicio de un siglo que no tiene ninguna necesidad de partir de su principio elemental (ahí está el caso de que para el XXI, su crudo comienzo tuvo lugar el 11 de septiembre de 2001), esto va a ocurrir en el toreo mexicano. Poco más de 10 años bastaron para que la expresión nacionalista encabezada fundamentalmente por Ponciano Díaz fuera liquidada por la “reconquista vestida de luces”, que se estableció en México desde 1882. Ya sabemos que aquel grupo de diestros españoles encabezado por José Machío, Luis Mazzantini, Ramón López o Saturnino Frutos Ojitos, junto con la labor doctrinaria de la prensa cimbraron la estructura de la tauromaquia mexicana, resultante de una sustancia híbrida –a pie y a caballo-, enriquecida con los “aderezos imprescindibles” denominados mojigangas, ascensiones aerostáticas, fuegos de artificio y otros. El débil andamiaje que todavía quedaba en pie en el postrero lustro del XIX fue defendido por el último reducto de aquella manifestación. Me refiero de nuevo a Ponciano Díaz quien con su muerte, ocurrida el 15 de abril de 1899 se lleva a la tumba la única parcela del toreo nacional que quedaba en pie, pero que ya no significaba absolutamente nada. Era ya sólo un mero recuerdo. 1901 amaneció para México dominado por la presencia torera española, en contraste con una floja puesta en escena de diestros nacionales, encabezados por Arcadio Ramírez “Reverte mexicano”, lo que representaba un desequilibrio absoluto, una desventaja en el posible despliegue de grandeza, mismo que se dejará notar a partir de 1905, con la aparición de Rodolfo Gaona. La del leonés no fue una presencia casual o espontánea. Surge de la inquietud y la preocupación manifestada por Saturnino Frutos, banderillero que perteneció a las cuadrillas de Salvador Sánchez Frascuelo y de Ponciano Díaz. Ojitos, como Ramón López decide quedarse en México al darse cuenta de que hay un caldo de cultivo cuya propiedad será terrenable con la primer gran dimensión taurina del siglo XX que campeará orgullosa desde 1908 y hasta 1925 en que Gaona decide su retirada. Rodolfo Gaona Jiménez, había nacido el 22 de enero de 1888 en León de los Aldamas, estado de Guanajuato. Con rasgos indígenas marcados, y sumido en limitaciones económicas, el muchacho, solo no tenía demasiado futuro. Se dice que Saturnino Frutos emprendió el difícil camino de buscar promesas taurinas en el bajío mexicano, sitio en el que estaba gestándose uno de los núcleos más activos, sin olvidar el occidente, el norte y el centro del país. El encuentro de Frutos y Gaona se dio en 1902, imponiéndose desde ese momento una rígida preparación, bajo tratos despóticos soportados entre no pocas disputas o diferencias por Rodolfo, único sobreviviente de una primera cuadrilla que luego se desmembró al no soportar el ambiente hostil impuesto por el viejo banderillero, convencido de la mina que había encontrado en aquel joven que lentamente asimiló el estudio. Pero sobre todo el carácter. El “indio grande”, el “petronio de los ruedos”, el “califa de León” y otras etiquetas determinaron y consolidaron la presencia de ese gran torero quien, como todo personaje público que se precie, también se involucró en algunos oscuros capítulos, que no vienen al caso. Rodolfo Gaona, el primer gran torero universal, a decir de José Alameda, rompe con el aislamiento que la tauromaquia mexicana padeció durante el tránsito de los siglos XIX y XX. Ello significó el primer gran salto a escalas ni siquiera vistas o comprobadas en Ponciano Díaz (9 actuaciones de Ponciano entre España y Portugal en su primera y única temporada por el viejo continente), no se parecen a las 81 corridas de Rodolfo solo en Madrid, repartidas en 11 temporadas, aunque son 539 los festejos que acumuló en todo su periplo por España. Sin embargo, los hispanos se entregaron a aquel “milagro” americano.
Gaona ya no sólo es centro. Es eje y trayectoria del toreo aprendido y aprehendido por quien no quiere ser alguien más en el escenario. Independientemente de sus defectos y virtudes, Rodolfo –y en eso lo ha acentuado y conceptuado con bastante exactitud Horacio Reiba Ibarra-, sobre todo cuando afirma que Rodolfo Gaona es un torero adscrito al último paradigma decimonónico. Y es que el leonés comulga con el pasado, lo hace bandera y estilo, y se enfrenta a una modernidad que llegó al toreo nada más aparecieron en el ruedo de las batallas José Gómez Ortega y Juan Belmonte, otros dos importantes paradigmas de la tauromaquia en el siglo XX. Tal condición se convirtió en un reto enorme para el torero mexicano-universal, sobre todo en un momento de suyo singular: la tarde del 23 de marzo de 1924, cuando obtuvo un resonante triunfo con QUITASOL y COCINERO, pupilos de don Antonio Llaguno, propietario de la ganadería de San Mateo. Esa tarde el leonés tuvo un enfrentamiento consigo mismo ya que, logrando concebir la faena moderna sin más, parece detenerse de golpe ante un panorama con el que probablemente no iba a aclimatarse del todo. Los toros de San Mateo no significaron para Gaona más que una nueva experiencia, pero sí un parteaguas resuelto esa misma tarde: Me quedo con mi tiempo y mi circunstancia, en ese concepto nací y me desarrollé, parece decirnos. Además estaba en la cúspide de su carrera, a un año del retiro, alcanzando niveles de madurez donde es difícil romper con toda una estructura diseñada y levantada al cabo de los años. Es importante apuntar que la de San Mateo era para ese entonces una ganadería moderna que se alejó de los viejos moldes con los que el toro estaba saliendo a las plazas: demasiado grandes o fuera de tipo, destartalados y con una casta imprecisa. El ganado que crió a lo largo de 50 años Antonio Llaguno González recibió en buena medida serias críticas más bien por su tamaño –“toritos de plomo”- llegaron a llamarles en términos bastante despectivos. Pero en la lidia mostraron un notable juego, eran ligeros, bravos, encastados; incluso una buena cantidad de ellos fueron calificados como de “bandera”. Volviendo con Gaona, su quehacer se convirtió en modelo a seguir. Todos querían ser como él. Las grandes faenas que acumuló en México y el extranjero son clara evidencia del poderío gaonista que ganó seguidores, pero también enemigos. De regreso a la hazaña con el toro QUITASOL de San Mateo ocurrida el 23 de marzo de 1924, con ella concibe el prototipo de faena moderna. Si JOSÉ ALAMEDA da a Manuel Jiménez “Chicuelo” el atributo de haber logrado con CORCHAÍTO de Graciliano Pérez Tabernero ese nivel,5 nosotros se lo damos al leonés con aquella obra de arte que un polémico periodista de su época, Carlos Quiroz “Monosabio” recoge en espléndida reseña que presentamos en su parte esencial. Aquella tarde sucede un hecho memorable: Rodolfo Gaona, en una de las varias vueltas al ruedo que emprendió para agradecer las ovaciones, se acompañó de don Antonio Llaguno. Fue la única ocasión en que Gaona lo hizo con un ganadero, mismo que está proporcionándole a la fiesta un toro nuevo y distinto. El toro moderno para la faena moderna que a partir de esos momentos será una auténtica realidad. Además, “Monosabio” logró conseguir un perfil biográfico junto con la obra humana y artística del “petronio de los ruedos” en MIS VEINTE AÑOS DE TORERO,6 libro llevado a la 5
La faena a Corchaíto, que fue una maravilla en sí misma, tuvo sobre todo el don de la oportunidad. El “milagro” ocurrió en Madrid (el 24 de mayo de 1928) precisamente cuando el público intuía, sentía, “necesitaba” que a los toros ya más afinados se les hiciera otro toreo: el toreo ligado, enlazado, que permita la unidad de la obra y la prolongación de la faena, sacándola del reducido molde belmontino en que venía manteniéndose. Pues si el toro verdaderamente propicio no salía todas las tardes, digamos, con la liberalidad de ahora, salía ya con la relativa frecuencia necesaria para que la evolución del arte pudiera producirse. 6 Carlos Quiroz (Monosabio): Mis veinte años de torero. El libro íntimo de Rodolfo Gaona. México, Talleres Linotipográficos de “El Universal”, 1924. 279 p. Ils. Fots.
prensa en dos ediciones con miles de ejemplares vendidos, y que hoy está convertido en verdadera reliquia de bibliotecas. PAGINAS TAURINAS DE MONOSABIO ¿CUAL DE LAS DOS? Han pasado ocho días y aún se comentan las faenas que Gaona realizó con los toros "Quitasol" y "Cocinero", de la ganadería de San Mateo. Todavía no nos hemos puesto de acuerdo acerca de cuál de ellas tuvo mayor mérito. Unos juzgan que la de "Quitasol" fue una maravilla de acabado. Perfecta obra de orfebrería. Dechado innegable de perfeccionamiento en el manejo de la muleta. Y es que consideran que las condiciones en que "Quitasol" llegó a poder del matador: sosote, obedeciendo despacio y aún tuvo momento en que quiso trotar al hilo de las tablas. Y otros, resueltamente, votan por la faena de "Cocinero", el cuarto, que acometió con más nervio y tuvo más poder y traía la cabeza suelta. Y fue que si en la primera contemplaron suprema sapiencia en la aplicación de la flámula, en ésta hubieron de certificar no sólo esa maestría insuperable, sino algo que es más raro: la inteligencia, el dominio que con la muleta puede alcanzarse. Sí: porque todos vimos que al cuarto muletazo "Cocinero" que empezó achuchando y revolviéndose codicioso, estaba con la lengua fuera, muy quieto y permitió que el leonés le volviese la espalda, cual si ya lo considerase enemigo insignificante. Es verdad que en la faena del primer bicho se realizó el milagro de ligar seis pases naturales sin perder terreno en ninguno, haciendo que el bruto girase en torno al diestro. Seis pases naturales que en realidad constituyeron uno sólo: en redondo y que fueron rematados con el clásico pase de pecho, complemento obligado del pase natural. Seis pases en los que el diestro sujetó al toro para que no saliera de la muleta. Pero -agregamos no pocos- con todo y haber sido una maravilla la faena de "Quitasol", siempre, la de "Cocinero", queda algunos codos más alta. En "Cocinero" hubo más enemigo; más nervio, mayores dificultades que vencer. Por eso, su mérito es más grande, incuestionablemente. Sin embargo, no han faltado los Zoilos de ordenanza, pretendiendo aguar la fiesta. Sueñan con tapar el sol con un dedo. Basta lijera -sic- glosa de sus afirmaciones, para darse cabal cuenta de lo qué entienden de estas materias. Uno dice: "En banderillas se resiste a entrar -habla de "Quitasol"-. Escarba y huele, y nada. Un banderillero arroja su montera a la jeta del burel, mas este se contenta con juguetear y no arranca..." "El bicho ha llegado a la muerte como una seda. Ideal. El bicho sigue el engaño como babosa. Y no pierde de vista la muleta. En cualquier momento lo único que llama su atención es el trapo rojo..." Y allí, al lado de tan luminosas frases, una pequeña instantánea del Indio muleteando a "Quitasol". En ella se mira cómo "Quitasol" se marcha al hilo de las tablas, y el Indio que le mete la pierna en los ijares y le flamea la muleta para recogerlo... Luego, no en todos sus movimientos lo único que llamaba la atención de "Quitasol" era la muleta. Y cuando un toro se queda y echa la jeta por los suelos -como dice que hizo "Quitasol"- ya no es tan de seda. Alguna aspereza debió tener. Y torearlo primorosamente como lo toreó Gaona, es indudable que representa no poco esfuerzo, máxime si hay momento en que el enemigo intente marcharse con viento fresco. Del cuarto, dice: "Un toro que comienza saltando al callejón, que sigue dando brincos. Que se queda en varas... ¿Acaso toro en tales condiciones es un pedazo de azúcar?
CONVENGA O NO Hay quienes reprochan al Califa el poco clasicismo que empleara al torear a "Quitasol". Hubieran preferido de buena gana que, después de los seis pases naturales y el de pecho, hubiese entrado a matar: habría sido faena completa y clásica, porque así debió haberlo hecho el propio "Chiclanero". ¿Para qué torear con la diestra, cambiándose de mano el engaño, etc? Y, si Gaona hace tal, entonces las exigencias serían de otro género. Esa faena impecable la entenderíamos media docena de los que estábamos en la plaza, no los doce mil que había en los tendidos. Y, como el sol sale para todos, hay que contentar a la mayoría. De lo contrario, aparte de que la brega habría tenido menor emoción y escaso lucimiento, le pondrían toda suerte de reparos: éste, diría que no supo sacar el partido a que obligaba la nobleza del cornúpeto; aquél, quizás dudaría de la afición del torero, de su deseo de complacer a la clientela; porque, si con un borrego no se hacía aplaudir a rabiar, quien sabe para cuando reservaría su tan decantada maestría. El caso era poner laguna tilde, conviniese o no. Y no todos están por los clasicismos, que es éste un capítulo en el que se "vacila" más de lo necesario. Cuando, después de meternos en el cráneo algún pesado librote taurómaco entramos a la realidad de las cosas, salimos pidiendo a gritos el toreo clásico: mucha mano izquierda; torear exclusivamente con los pases fundamentales: el natural y el de pecho. La estocada recibiendo... Con arrebatadora suficiencia doctrinamos de esta guisa, queriendo reducir a la nada algún diestro que tarde a tarde se lleva de calle a los públicos: -Mientras no reciba un toro, no puede considerársele un gran estoqueador!... Y resulta que ejecuta exclusivamente los pases naturales y los de pecho, y viene la consumación de la suerte máxima, y aplaudimos, pero no hemos quedado satisfechos. Y ya estamos poniéndole reparos y nos hundimos en prolijas disquisiciones acerca de si debió o no debió haber recogido el pie izquierdo, o el derecho, o levantado más la mano. Y unos dicen que recibió a ley, y otros lo niegan y el torero con cuatro palmadas no queda contento, y jura no volver a meterse en semejantes belenes. Todo se debe a que, la verdad, la suerte que creímos portentosa ya de viso nos parece tener poca miga. Esperábamos que despertaría mayor alboroto, que nos causaría más impresión. Y no. Lo acabamos de certificar recientemente: Nacional recibió cuatro, cinco veces. Y ya nadie se acuerda de eso. Y no porque Nacional hubiese consumado la suerte suprema con mayor o menor perfección, -que en alguna llenó todos los trámites- hemos de confesar que sea consumado estoqueador, un Maestro. No. Comprendimos que su talla aventajada le permite intentar la suerte de recibir; pero que todavía está verde para codearse con los Mazzantini. En cambio, después de ver torear a Gaona un toro, chico o grande, como los ha toreado en esta temporada, tenemos que concluir perfectamente convencidos: es un maestro. Y han sido porque en esa faena ha despertado emoción. Ha dado el sello de su personalidad inconfundible, como en la de "Quitasol" que no la redujo al clásico capítulo inicial, del toreo sobre la zurda, el que le enseñara "Ojitos", sino que, al prolongarla, buscó no caer en monotonía. De aquí que sus hazañas fueran todas distintas. Y la faena de "Quitasol" en nada se pareció a la de "Cocinero". Si los dos toros eran igualmente nobles y faltos de respeto, como se dice por allí, cualquier otro lidiador los hubiese toreado con el mismo procedimiento, hasta hacer creer que era uno mismo. Y esto lo vemos a diario: antes de que extienda la muleta el matador, ya sabemos que va a hacer y hasta podemos irle marcando el repertorio. Porque es uno mismo, reducido, monótono, falto de interés. Gaona, en estas dos faenas tan diferentes, probó no sólo que es quien más domina con la muleta, quien en ella posee positiva arma ofensiva y defensiva, sino que es el más "largo". El único, en los tiempos que corren, capaz de entretener y entusiasmar a los aficionados y sumirlos
en un mar de perplejidades, porque, como hoy ocurre, no sabe por cual decidirse: si por la faena arrobadora en que brillan los seis pases naturales ligados a la perfección, como brillan sobre el terciopelo los brillantes y las perlas, o por la faena de dominio absoluto, de ligereza asombrosa y de adorno variado e inagotable. Y hoy no se habla de estocadas, sino del toreo de muleta. El torero ha vencido al matador, lo cual no es una novedad porque así ha ocurrido siempre. No voy a negar que los grandes estoconazos levanten en vilo a los públicos y arrancan ovaciones estruendosas. Pero es cierto que jamás el matador ha podido aplastar al torero: "Lagartijo" no fue opacado por "Frascuelo"; ni "Guerrita" por don Luis; ni Fuentes por "Algabeño". "Machaquito", con lo valiente y seguro estoqueador que fue, vio con pena que el cetro no estuvo en sus manos, sino en las de "Bombita", que era el torero. CUALQUIER TIEMPO PASADO… Y al pretender menguar el mérito de lo que viéramos hacer con "Quitasol" y "Cocinero", se hace hincapié en que fueron toros chicos. Terciados, no chotos, como dicen. En efecto: la corrida de San Mateo fue una corrida terciada, adelantada. Pero los más terciados fueron los dos últimos, que no correspondieron a Gaona. Y sin que yo pretenda hacer el elogio de los toros chicos, sí debo recordar que no sólo los toros grandullones saben dar cornadas, ni son los que mayores dificultades ofrecen a los lidiadores. A menudo los chicos y escurridos de carnes tienen más ligereza y nervio que los regorditos y corpulentos. Tenemos un caso reciente: Los toros de San Mateo lidiados en la corrida a beneficio de la Casa de Salud del Periodista. El más corpulento y en mejor estado de carnes, fue el "Silveti", toro bravísimo y de nobleza ideal, que se dejó hacer cuanto quiso el "Hombre de la regadera". Y el de menos libras, pero con mucho poder y nervio, fue el más pequeño: el "Facultades", aquel que ya con todo el estoque hundido en lo alto y listo para que de él diera cuenta el puntillero, se levantó y persiguió a Paco Peralta de tercio a tercio, y por poco le echa mano. "Relojero", de Piedras Negras, el bicho que cogió a Nacional, no fue un toro grande. Nacional toreó a muchos otros de mayor respeto, y el que le atravesó un muslo fue el de menor tipo... Y, se explica: todos traen cuernos y sangre; y las cornadas no las dan con los años, sino con lo que llevan en la cabeza. Siempre, es costumbre inveterada que quienes han conocido otros tiempos se entreguen a lanzar suspiritos de monja, añorando aquellas épocas en que veían lidiar reses con los cinco años cumplidos, con muchos kilos sobre el lomo y con pitones kilométricos. Y lo creen como lo dicen. Están convencidos de que conocieron algo mejor de lo que nos sirven hogaño. Hace veinte años yo escuché los mismos suspiros. Entonces se envidiaba a nuestros abuelos, que no vieron lidiar chotos. En aquellos tiempos, yo ví a Mazzantini lidiar seis becerros del Cazadero, muy bravos, por cierto; y con ellos Don Luis y Villita dieron la más lucida tarde de aquella temporada. En la extinta plaza "México", Minuto y Fuentes, torearon seis ratitas de Saltillo, noblotas y bravas. Fue corrida brillantísima y fue entonces cuando Antonio ensayó la suerte de recibir, con el cuarto. A Mazzantini, a Lagartijillo y a Fuentes, yo los ví lidiar la primera corrida de Piedras Negras, con cruza española. Fueron seis bichos pequeños y de asombrosa bravura. ¿Bueyes? En aquéllas épocas pretéritas se lidiaban a pasto. Pocas veces escapaban los toros del Cazadero sin ser quemados. Atenco estaba por los suelos. Dígalo aquella bronca de la segunda corrida de Reverte. Cuando Reverte volvió a torear en la plaza "México", domingo a domingo, se las veía con mansos, sacudidos de carnes y mal encornados de San Diego y de Santín. En cambio, a últimas fechas y a partir de las corridas que se dieron en Tlalnepantla, han menudeado los toros bravos en todas las ganaderías. Hemos visto bravura ejemplar en algunos
bichos de Atenco y San Diego de los Padres, de Piedras Negras, La Laguna, Zotoluca, Coaxamaluca, y San Mateo. Y, si ayer Tepeyahualco presentaba corridas de soberbio trapío, hoy La Laguna nada tiene que envidiarle. En el beneficio de Gaona, Atenco mandó una corrida grande, brava, gorda y de largos pitones. De San Diego este año hemos visto una corrida muy dura, y de San Mateo una con un nervio que no conocieron nuestros padres. Sin embargo, los abuelos repiten su vieja cantinela. ¡Ah, aquellos tiempos!''' Suspiran por los días en que también se lidiaban mansos, y chotos, como ahora y como siempre. Jorge Manrique lo dijo: Cómo a nuestro parecer Cualquier tiempo pasado Fue mejor. Pero estar repitiendo tonterías, resulta una necedad. MONOSABIO.7
FERMÍN ESPINOSA ARMILLITA, FORJADOR DE UN GRAN IMPERIO. Hace poco más de dos décadas que Fermín Espinosa Armillita dejó la mortalidad para incluirse en el terreno de los inmortales. Después de Rodolfo Gaona, el diestro saltillense abarca un espacio que comprende la “edad de oro del toreo” en su totalidad (1925-1946) extendiendo su poderío hasta el año 1954. O lo que es lo mismo: treinta años de dominio y esplendor. Como se ve, al cubrir las tres décadas se convierte en eje y timón para varias generaciones: una, saliente, que encabezan Juan Silveti y Luis Freg, la emergente, a la que perteneció; y más tarde otra en la que Alfonso Ramírez Calesero, Alfredo Leal, Jorge Aguilar El Ranchero o Jesús Córdoba -entre otros- se consolidan cada quien en su estilo. Para entender a Fermín debemos ubicarlo como un torero que llenó todos los perfiles marcados en las tauromaquias y reclamados por la afición. Federico M. Alcázar al escribir su TAUROMAQUIA MODERNA en 1936, está viendo en el torero mexicano a un fuerte modelo que se inscribe en esa obra, la cual nos deja entrever el nuevo horizonte que se da en el desarrollo del toreo, el cual da un paso muy importante en la evolución de sus expresiones técnicas y estéticas. España es caldo de cultivo determinante y decisivo también en la formación de Armillita a pesar de que en 1936, el “boicot del miedo” encabezado, entre otros, por Marcial Lalanda intenta frenar la carrera arrolladora del “maestro”, y aunque regresa a México en compañía de un nutrido grupo de diestros nacionales, su huella es ya insustituible. Fermín nace en casa de toreros. Su padre, Fermín Espinosa ha ejercido el papel de banderillero. En tanto, Juan y Zenaido hermanos mayores de Fermín hijo, buscan consagrarse en hazañas y momentos mejores. Juan recibe la alternativa de Rodolfo Gaona en 1924, y años más tarde se integra a las filas de los subalternos, convirtiéndose junto con Zenaido en peones de brega y banderilleros, considerados como mejor de lo mejor. Ambos, trabajaron bajo la égida de Fermín.
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El Universal. El gran diario de México. Director: José Gómez Ugarte. Domingo 30 de marzo de 1924. Año IX, Tomo XXX, Nº 2716, Cuarta sección, pág. 4.
Gaona se despide el 12 de abril de 1925. Ocho días después, Fermín actúa en la plaza de toros CHAPULTEPEC, obteniendo -como becerrista- un triunfo mayor, al cortar las orejas y el rabo de un ejemplar de la ganadería de El Lobo. Uno se va el otro se queda. Sin embargo, la afición no asimila el acontecimiento y cree que al irse el “indio grande” ya nada será igual, todo habrá cambiado. Ese panorama “pesimista”, se diluyó en pocos años, justo cuando “Armillita chico” está convertido en figura del toreo. Al lado de los hispanos Victoriano de la Serna, Domingo Ortega, Joaquín Rodríguez Cagancho, y de los mexicanos David Liceaga, Alberto Balderas, Lorenzo Garza, Luis Castro El Soldado y José González Carnicerito protagonizan una de las mejores épocas que haya registrado la tauromaquia mexicana del siglo XX. Fermín acumuló infinidad de grandes faenas que dejaron una huella imborrable en la memoria del aficionado, quien recuerda con agrado los mejores momentos que han llenado sus gustos, las más de las veces “muy exigentes”. CLAVELITO de Aleas en España, JUMAO, PARDITO o CLARINERO en México son apenas parte del gran abanico que despliega este poderoso torero a quien llamaron el “Joselito mexicano” pues mandando con el capote y la muleta fue capaz de dominar a todos los toros con que se enfrentó. La técnica, la estética se pusieron al servicio del diestro de Saltillo, siendo el primer concepto el que predominó en manos de quien fue el “maestro de maestros”, atributo mayor, etiqueta envidiable que se han ganado pocos, muy pocos. Analizando a Fermín Espinosa Armillita con la perspectiva que nos concede la historia, apreciamos a un ser excepcional que por ningún motivo podemos ni debemos matizar en grado superlativo, porque esto nos pierde en las pasiones y por ende no nos deja ver el panorama con toda la claridad necesaria para el caso. Por eso, lo que normalmente apreciamos en la plaza y nos conmociona en extremo es emoción que con el tiempo se atenúa. Aquella gran tarde de gozo y disfrute, termina siendo acomodada en los anaqueles de nuestra memoria. Armillita nos deja apreciar a un torero completo en todos los tercios, favorito de multitudes, que se ganó el aprecio de la afición en medio de la batalla más sorda, desarrollada entre toreros que también hicieron época. No podemos olvidar sus tardes apoteóticas al lado de Jesús Solórzano, lidiando toros de LA PUNTA. De alguna de estas jornadas fueron recogidas las escenas de la célebre película SANGRE Y ARENA, protagonizada por Tyron Power. Armillita surge en unos momentos en que la revolución culminó como movimiento armado, y brota el cristero con toda su fuerza. En el campo cultural se da un reencuentro generoso con los valores nacionalistas que “revolucionaron” las raíces “amodorradas” de nuestra identidad, las cuales despertaban luego de larga pesadilla matizada de planes, batallas y luchas diversas por el poder. Sin embargo, el toreo se mantenía al margen de todos estos síntomas, como casi siempre ha ocurrido. Fermín, al igual que otros toreros, iba reafirmándose como cabeza principal de su generación, en la cual cada quien representó una expresión distinta que siempre sostuvo el interés de la afición, misma que gozó épocas consideradas como relevantes en grado máximo. Al romperse las relaciones taurinas entre México y España, se gestó un movimiento auténtico de nacionalismo taurómaco el cual alcanzó estaturas inolvidables. Fermín permeó a tal grado aquel espacio que su quehacer vino a ser cosa indispensable en todas las plazas donde le contratan, garantizando la papeleta pues su compromiso fue nunca defraudar. Que tuvo enemigos, todo gran personaje los acumula. Se le señalaba frialdad mecánica en sus faenas, un mando de la técnica por encima de la estética, aspecto que no prodigaba a manos llenas por no ser un torero artista. Pero no se daban cuenta de que cualquier gran artista primero forja su obra en planteamientos que van rompiendo el recio bloque o dando color a un lienzo blanco, enorme dificultad a la que se enfrenta hasta el mejor de los pintores.
Y así, cualesquier torero plantea su faena moldeando y mandando al toro. Dominándolo en consecuencia. Fermín ya lo he dicho, tuvo en todos sus enemigos, animales a los que entendió y “dominó” en su plena dimensión. Por eso, el trauma de BAILAOR nunca pasó por su mente. BAILAOR fue el muro que detuvo la carrera de otro torero considerado “poderoso”: José Gómez Ortega Joselito aquel 16 de mayo de 1920 en Talavera de la Reina. Curiosamente llegó a decirse que, para ver a Juan Belmonte -pareja de José- había que apurarse, pues cualquier día lo mataría un toro. Juan se suicidó en 1962 víctima de la soledad. En cambio Joselito o Gallito quien demostraba con su toreo ser indestructible ante los bureles, fue liquidado por uno de ellos. Armillita ya no solo parecía llenar, llenaba todos los perfiles de un gran torero que España conoció en una proporción menor a la de México. Sin embargo en nuestro país es donde alcanza estaturas mayores. Sólo cuatro cornadas, una de ellas en San Luis Potosí, el 20 de noviembre de 1944 desequilibran el concepto de invencible que hasta entonces se tenía de él. En 1949, precisamente el 3 de abril, se retira como los grandes encerrándose con 6 punteños, en la plaza capitalina, dejando testimonio de su grandeza al ejecutar 18 diferentes quites, banderilleando a tres de los seis toros. Sus faenas no brillaron tanto porque aquella fue una tarde en la que el viento se apoderó por completo del escenario y poco pudo vérsele. Sin embargo, “hubo doblones, naturales, pases de la firma, de pecho, de pitón a rabo, el de la muerte, el cambio por delante, los de tirón para cambiar de terreno, los trincherazos rematados rodilla en tierra…”, como nos dice “Paco Malgesto” en el libro ARMILLITA. EL MAESTRO DE MAESTROS. XXV AÑOS DE GLORIA del año 1949. Años después tuvo necesidad de regresar, demostrando que seguía siendo tan buen torero como antes, maduro, dueño de sí mismo. Conchita Cintrón al escribir ¿Por qué vuelven los toreros? los encuadra dentro de esa búsqueda por las palmas, pero sobre todo por el placer de sentir que nadie ha ocupado el lugar que dejaron desde su retirada. Fermín pasaba por un mal momento, pero aún así fue capaz de mostrar su poderío. Con el paso de los años y ya en el retiro definitivo fue llamado a participar en infinidad de festivales siendo uno de los últimos el que se celebró el 18 de noviembre de 1973 en la plaza de toros MÉXICO que resultó inolvidable pues alternaron con él figuras como Luis Castro El Soldado, Silverio Pérez, Alfonso Ramírez Calesero, Fermín Rivera y Jorge Aguilar El Ranchero. Muere el 6 de septiembre de 1978 en la ciudad de México, habiendo nacido el 3 de mayo de 1911 en Saltillo, Coahuila. Sus hijos Manuel, Fermín y Miguel han perpetuado la dinastía en diferentes proporciones y de ellos se espera que la cuarta generación se aliste en el inminente siglo XXI. Fermín Espinosa, 1ª generación; Fermín Espinosa Saucedo, 2ª generación; Manuel, Fermín y Miguel, 3ª generación, todos con el sello de la casa Armilla constituyen una de las familias taurinas que viene heredando la estafeta en armónico cumplimiento generacional, como ha pasado con otros casos: los Litri, los Bienvenida, los Girón, los Rivera de Aguascalientes, los Solórzano, los Caleseros, los Vázquez de San Bernardo. MANOLO MARTINEZ: DE LA VIDA A LA LEYENDA. Manolo Martínez pertenece a la inmortalidad desde el 16 de agosto de 1996, al abandonar este mundo luego de haber logrado uno de los imperios taurinos más importantes del pasado siglo XX. Cuando me integré de lleno a la fiesta, el diestro de Monterrey mandaba y regía en el espectáculo de modo muy especial. Era la figura torera por antonomasia. Ocupaba el lugar
de privilegio que tuvieron en su momento figuras como Rodolfo Gaona, Fermín Espinosa, Lorenzo Garza, Silverio Pérez o Carlos Arruza. Sin embargo, me consideraba antimartinista porque en esos años ejercía un papel de mando que hacía infranqueable cualquier posibilidad para que algún torero se acercara a sus terrenos. Eso por un lado, y por el otro realizaba un toreo que atentaba los cánones más puros al abusar de ciertos privilegios que da el mando y el control sobre los demás, a partir de un ejercicio donde lo limitado de su quehacer, así como detalles en el uso y abuso del pico de la muleta y lo crecido de ésta, daban la impresión de un marcado exceso cercano más a la comodidad que al compromiso por ser modelo a seguir. Ahora, al paso de los años, de sensibilizar más en el significado de la fiesta en cuanto tal, me doy cuenta de ciertas equivocaciones. Mi cerrazón como aficionado tradicionalista o conservador no me permitieron observar una serie de situaciones que hoy analizo con más reposo. Una de ellas, creo que la principal, es su personalidad, dueña de un carisma cercano al aspecto dictatorial. Mi observación no pretende calificar con tono peyorativo su papel protagónico, pero el hombre se convierte en una figura emergente que poco a poco se fue adueñando del terreno que pisaba siempre con mucha fuerza, aspecto que al final convenció a miles de aficionados que, por "istas", fueron legión. Verle caminar con aquel donaire y desaire a la vez lo convierte en centro de atención y polémica. Manolo se desenvuelve con un desenfado y una arrogancia que no compró ni copió a nadie. El mismo supo crearse esa imagen que pocos toreros han logrado. Su sola presencia inmediatamente alteraba la situación en la plaza, pues como por arte de magia, todos aquellos a favor o en contra del torero revelaban su inclinación. Parco al hablar, dueño de un gesto de pocos amigos, adusto como pocos, con capote y muleta solía hacer sus declaraciones más generosas, conmoviendo a las multitudes y provocando un ambiente de pasiones desarrolladas antes, durante y después de la corrida. Mientras, en los mentideros taurinos se continuaba paladeando una faena de antología o una bronca de órdago. Ese era Manolo Martínez, el hombre capaz de provocar las más encendidas polémicas entre aficionados y prensa, como de entrega entre estos mismos sectores cuando se dejaban arrobar por una más de sus hazañas. Surge el regiomontano en una época donde la presencia de Joselito Huerta o Manuel Capetillo determinan ya el derrotero de aquellos momentos. Dejan ya sus últimos aromas Lorenzo Garza y Alfonso Ramírez Calesero. Carlos Arruza recién ha muerto y su estela de gran figura pesa en el ambiente. En poco tiempo Manolo asciende a lugares de privilegio y tras la alternativa que le concede Lorenzo Garza en Monterrey (la continuidad de la jerarquía, el mando y la personalidad están garantizadas), inicia el enfrentamiento con Huerta y con Capetillo en plan grande, hasta que Manolo termina desplazándolos de la escena. Su ascensión a la cima se da muy pronto hasta verse sólo, allá arriba, sosteniendo su imperio a partir de la acumulación de corridas y de triunfos respectivamente. Pronto llegan también a la escena Eloy Cavazos, Curro Rivera, Mariano Ramos y Antonio Lomelín con quienes cubrirá la época más importante del quehacer taurino contemporáneo. Por muchas razones, su mejor y más importante presencia queda plasmada en México, al cubrir todos los rincones del país, llegando incluso a darse una etapa de corridas que se montaron en improvisadas plazas de vigas. Un hecho sin precedentes. Alrededor de su carrera taurina siempre están las estadísticas y los datos fríos que permiten entender la grandeza donde supo mantenerse. He aquí el concentrado de 26 años de trayectoria:
COMO NOVILLERO
COMO MATADOR DE TOROS
Novilladas Novillos Orejas Rabos Patas
34 73 15 3 1
Cornadas Patas Avisos Percances
1 3 107 17
Corridas Toros Vueltas Orejas Rabos
1344 2943 220 1500 189
Como puede verse en la frialdad de los números, éstos no determinan la totalidad de su trayectoria y su quehacer. En todo caso, como torero, un término estadístico dice mucho, 8 pero dice aún más el quehacer en su conjunto, el que acumuló a partir de su presencia y permanencia como "figura del toreo". En eso, nadie le pondrá alcance, pues cada diestro, dueño de aura y estela propias, determinan la trascendencia a que se han hecho acreedores luego de un largo trayecto, mismo que ha servido para moldear el estilo propio, la línea original que, como ser humano se ha propuesto lograr. Hombre solitario, artista capaz de dar rienda suelta a sus emociones internas, a través del capote y de la muleta. Un artista, por lo general es introvertido, alejado del mundo, dispuesto a renunciar a la vida común y corriente para asumir la de aquellos pocos seres humanos cuyo destino es haber sido elegidos por la mano bondadosa de la virtud estética. Carácter recio, diríase que despótico, era su característica principal en la plaza. Indiferente, reacio e incluso, insolente se dejaba ver a la hora de desbordar su propio caudal de misterios profundos, muy suyos. Al ver las escenas de antiguos tiranos o dictadores como Hitler o el "Ducce" Mussolini, parece que en ellos veo la imagen de Manolo Martínez quien, con su peculiar forma de ser en el ruedo causaba el ambiente propicio de "pasiones y desgracias", como dijera Miguel Hernández. Martínez poseía algo más allá que la sola personalidad. Era la viva imagen del "mandón" en la fiesta. LOS MANDONES EN LA HISTORIA. Una rápida mirada a la tauromaquia en los últimos cien años nos da idea de lo poco numerosos que han sido los mandones en la fiesta. Durante la postrer década del siglo antepasado solo sobresalen dos cabezas: Ponciano Díaz en México y Rafael Guerra "Guerrita" en España. Ambos toreros juegan en solitario, sin pareja, sin rival permanente, invadiendo terrenos y ganando batallas hasta quedarse solos mientras el boomerang de su propia dictadura se vuelve contra ellos. El primero fue sacado con lujo de fuerza. Su éxito le había proporcionado medios económicos para construir su propia plaza en la capital mexicana: la de Bucareli. Ahí se había instalado para vivir en compañía de su venerada madre y en ese mismo templo de su magisterio recibe, sin estar en casa, a la furibunda turbamulta, que acude vengativa a cobrar los "agravios". La tromba humana, vigorizada por la gota que derramó el vaso, arremetió sin gobierno, destruyendo todo lo que encontró a su paso. En tiempos mejores se decía que en México había tres indiscutibles. La Virgen de Guadalupe, Ponciano Díaz y los curados de Apan. No faltó el aficionado que mantuviera prendida una veladora ante la imagen del Charro de Atenco, ni los que apedreaban a los "agachupinados" que se atrevían a elogiar a Luis Mazzantini, el elegante diestro importado de la época. 8
Guillermo H. Cantú: Manolo Martínez un demonio de pasión. México, Diana, 1990. 441 p., ils., fots.
Mismo destino de terminación abrupta sufriría Rafael Guerra en España cuando" "Tras desnudarse, con lágrimas en los ojos, dijo: no me voy, me echan". Las carreras de ambos toreros finalizan en 1899. Ponciano descansa para siempre en el mes de abril [de 1899] y El Guerra se retira a la vida privada en octubre del mismo año, junto con el siglo XIX. A ninguno de los dos lo sacó otro torero sino los anticipos de la muerte, el tedio o la volubilidad de los aficionados. Es curioso, pero ninguno de los mandones de la fiesta ha sido movido de su pedestal por otro torero, como veremos más adelante. No se puede ser mandón sin ser figura. No es mandón el que manda a veces, el que lo hace en una o dos ocasiones, de vez en cuando, sino aquel que siempre puede imponer las condiciones, no importa con quién o dónde se presente. Ser mandón tiene mucho que ver con el carácter del individuo, con su estructura psicológica, su fuerza natural, sus maneras de enfrentar al mundo y con su capacidad para conjugar a su favor las necesidades internas del hombre cara a la presión del ambiente externo. El mandón es dueño de la determinación de hacer valer su voluntad por sobre todas las cosas, sin importarle el costo, es decir el esfuerzo que eso requiera. Puede sostenerse firme en su atalaya psicológica porque, al contrario de los demás, esto refuerza el andamiaje básico de su personalidad. En la fiesta han habido muy pocos mandones y bastante menos los que han podido aquí y allá. Por un tiempo mayor a dos temporadas ninguno. Es muy difícil mantenerse en el mando. El toreo es de machos, de hombres valientes, de ejercicio continuo de la voluntad, de control de las emociones, de dominio del miedo, de seguridad interior, de aguante. En esta profesión, nadie se deja... si puede. Por eso, ser mandón se da muy pero muy ocasionalmente. Exige una concentración agotadora, demanda olvidarse casi de todo lo demás. Pocos han estado dispuestos a pagar el precio. Por eso, llegar a ser un mandón resulta poco menos que inaccesible.9
El significado que adquiere la figura de Manolo Martínez se convierte en la que les confiere a monarcas y su cetro, ese sentido de jefatura que controla el horizonte que se le pone enfrente, que elimina enemigos y se hace de muchos correligionarios. Desmenuzando el acontecimiento que nos congrega, me doy cuenta que mucha gente, incluso poco afecta a asistir a la plaza, se entera del sucedido y hasta cuenta sus propias experiencias luego de haber sabido algo, o de haber tenido la suerte de presenciar cierta corrida cubierta de recuerdos o de anécdotas, como aquella en la que las cosas no iban bien para Manolo. El público, impaciente, comenzaba a molestarlo y a reclamarle. De repente, al sólo movimiento de su capote del que se bordó una chicuelina, aquel ambiente de incomodidad pasó a uno de reposo, luego de oírse en toda la plaza un ¡olé! que hizo retumbar los tendidos. Para muchos, el costo de su boleto estaba pagado. Otros también me cuentan que aunque no les parecía nada agradable su carácter, éste era capaz de dominar a las masas, de guiarlas por donde el regiomontano quería, hasta terminar convenciéndolos de su grandeza como "mandón". "Mandón" -que ya vimos en qué consiste-, es también una forma que rebasa todo lo previsible, sin darnos oportunidad más para contemplar, antes que examinar y comentar el quehacer torero en su justa medida. Así logró muchas, muchas tardes uno y otro triunfo, así como fracasos de lo más escandaloso el diestro neoleonés. Con un carácter así se llega muy lejos. Nada más era verle salir del patio de cuadrillas para encabezar el paseo de cuadrillas, los aficionados e "istas" irredentos se transformaban y ansiosos esperaban el momento de inspiración, incluso el de indecisión para celebrar o reprobar su papel en la escena del ruedo. De Manolo Martínez se ha escrito la interesante biografía realizada por Guillermo H. Cantú. Ahora, sólo basta dejar que pasen los días inmediatos a su muerte, donde trascienden datos de frialdad estadística que no dicen demasiado si no buscamos dar con el perfil real de su 9
Op. Cit., p. 87-93.
personalidad. Mientras todo esto ocurre, recuerdo que, a la muerte de Ponciano Díaz (15 de abril de 1899) la afición de hace poco más de un siglo lo veneró, e incluso hasta se suspendió la corrida más inmediata a su deceso que se efectuaría en la plaza de toros "Bucareli", su plaza, la plaza que, sin saberlo, levantó como un monumento propio y donde dio rienda suelta a sus mejores expresiones taurómacas y charras. Años más tarde, el 17 de enero de 1907 moría, víctima de una cornada el diestro español Antonio Montes a quien el pueblo mexicano hizo suyo. Antonio Fuentes tomó entonces la iniciativa de suspender la corrida del domingo siguiente. Viene a la memoria el recuerdo por la muerte de Alberto Balderas, aquel 29 de diciembre de 1940. El "Torero de México" estaba en el corazón de muchos aficionados. A los ocho días, se congregó en la plaza "El Toreo" un público que, respetuoso guardó "un minuto de silencio" y si bien, la corrida no se suspendió, ésta se celebró dentro del más emotivo de los recuerdos. Carlos Arruza moría el 20 de mayo de 1966, víctima de un accidente en carretera. Apenas unas semanas antes del deceso, toreaba y triunfaba vestido de corto en la plaza "México". También -al parecer- suspenden en señal de duelo, la novillada que se efectuaría el domingo siguiente a su muerte. Rodolfo Gaona nos deja en mayo de 1975. La distancia de su época de mayores glorias y los escasos aficionados que sobreviven a la misma, no alcanza las proporciones que creo yo, merecía el "indio grande". Recuerdo también las muertes inmediatas y cercanas de Lorenzo Garza y de Fermín Espinosa Armillita, allá por 1978. A cada cual se le prodigó un sentido homenaje, pero nunca, en las proporciones que ahora vemos con el caso de Manolo Martínez. Esta revisión necrológica no puede ignorar la tarde en que las puertas de la plaza de toros de san Marcos se abrieron para recibir los restos de Rafael Rodríguez, que también fueron llevados en andas por sus seguidores. También he de mencionar una novillada, allá por 1990, cuando por la puerta de cuadrillas salió Curro Rivera llevando en sus manos la urna que contiene las cenizas de su padre. Aquella escena fue conmovedora. Reposan los restos del gran diestro potosino en la capilla de la plaza de Insurgentes. Ante lo apuntado hasta aquí, nada es comparable con las muestras de cariño que se dieron en el homenaje póstumo a Manolo Martínez. Creo que es de mal gusto comentar situaciones generalmente llevadas a la intimidad familiar, pero el sólo nombre de Manuel Martínez Ancira fue suficiente para celebrar una misa de cuerpo presente en el ruedo de la plaza de sus triunfos. Luego, sin que se pudiera evitar, fue el público quien se volcó sobre el féretro y lo paseó una, dos, quizás tres veces al ruedo deseando en aquel momento eternizar los instantes. Las escenas, conmovedoras en sí mismas, evocaron aquella ocasión en que también los restos de Antonio Bienvenida fueron paseados en andas por sus seguidores. En algunas imágenes que la televisión preparó y difundió al mundo, podemos apreciar las muestras de cariño, devoción y fanatismo prodigadas por unos 15 mil aficionados que se dieron cita aquella tarde del lunes 19 de agosto a la plaza de toros "México", como sabemos, la plaza de sus triunfos. Homenajes al héroe, al gran personaje, al mito, como he escrito párrafos atrás, no lo había visto sino hasta esta ocasión. La muerte, por sí misma, crea un impacto y un halo de misterio cercano sólo a la intimidad. Aquí nada de eso existió. Todo fue espontáneo, como las flores, los ramos, las coronas, los gritos ensordecedores de "¡Manolo, Manolo y ya!". "¡Torero!" "¡¡Torero!!" "¡¡¡Torero!!!". Ese acto espontáneo y popular se lo han ganado unos pocos. Y en el toreo, parece que el recuerdo va a acaparar las muestras de cariño y de devoción que desbordó la afición para con su torero.
Por la noche de aquel 19 de agosto, sus restos "polvo eres, y en polvo te convertirás" descansan en un nicho, pequeño punto del gran monumento que ahora es su morada. Discutible el asunto, pero fue, al fin y al cabo, decisión final de un hombre que dejó lo mejor de su vida en ese recinto, lugar que lo proyectó a estaturas muy elevadas y donde supo mantenerse, admirando y teniendo el mando, durante muchos años, siempre desde arriba, sin riesgo alguno de perderlo. De Manolo Martínez hay mucho que escribir, mientras no sea la verborrea que por montón se ha desatado. Manolo también es un ser humano, de carne, hueso y espíritu al que le toca protagonizar un papel hegemónico de la mayor importancia en los últimos 30 años de nuestro siglo XX. Manolo Martínez procedía de una familia acomodada, desde temprana edad dio muestras de rebeldía lo que provocó el rechazo familiar, él quería dejar fluir sus instintos, sus necesidades que se dejan ver en actos de riesgo, en un permanente enfrentar a la muerte no sólo ante los toros, sino también en otras circunstancias como la de tomar una moto y buscar los caminos más difíciles y riesgosos, pilotear una avioneta y describir piruetas en el aire ante el asombro de muchos. Quizás su fuerte no fue su facilidad para expresarse oralmente y externar sus emociones. Sin embargo, como artista tenía una fuerza poderosa capaz de demostrar su yo interno, donde aquellos hilos de comunicación se entrelazaban en un diálogo estentóreo, misterioso que conmocionaba los cimientos de cualquier plaza, causando un caos de emociones fuera de sí. Como figura fue capaz de crear una serie de confrontaciones entre sus "istas", que eran legión y los enemigos. Su quehacer evidentemente estaba basado en sensaciones y emociones, estados de ánimo diverso que decidían el destino de una tarde y así como podía sonreír en los primeros lances, afirmando que la tarde garantizaba un triunfo seguro, también un gesto de sequedad en su rostro podía insinuar una tarde tormentosa, tardes que, con un simple detalle se tornaban en apacibles, luego de la inquietud que se hacía sentir en los tendidos. Ese tipo de fuerzas conmovedoras fue el género de facultades con que Manolo Martínez podía ejercer su influencia, convirtiéndose en eje fundamental donde giraban a placer y a capricho suyos las decisiones de una tarde de triunfo o de fracaso. Era un perfecto actor en escena, aunque no se le adivinara. De actitudes altivas e insolentes podía girar a las de un verdadero artista que no estaban dispuestas en el guión de la tarde torera. Pesaba mucho en sus alternantes y estos tenían que sobreponerse a su imagen, puesto que en apenas unos movimientos de manos y pies, conjugados con el sentimiento, se transformaba todo el sentido de un momento. Manolo era Manolo, diría Perogrullo. Yo soy yo y mi circunstancia, apuntaba José Ortega y Gasset, nada era imitación, todo era natural y espontáneo en él, de ahí que esto influyera para que las huestes martinistas aumentaran considerablemente, sin faltar aquellos aficionados desbocadamente locos que lanzaban al ruedo el bastón, sombrero, saco, chaleco... (¿recuerdan a Don Susanito?). Hacedor de un perfil distinto, lo supo mantener durante toda su trayectoria como matador de toros, incluso a su retorno y en los momentos más difíciles de esta segunda época, cuando ya no era el Manolo de los primeros años, con facultades físicas mermadas que lo llevaron a algunas escenas desagradables. A partir de estos momentos, nos encontramos apostados en el horizonte de la revisión del papel que ejerció Manolo Martínez durante su vigencia como matador de toros. En vida se le criticó y se le alabó en ambos sentidos. Hoy, las perspectivas deben ser distintas y suficientes para entenderlo durante su predominio como figura del toreo. Así como a Ponciano Díaz o a Rodolfo Gaona ya se les ha revisado con minuciosa precisión, es el momento de hacerlo con el diestro de Monterrey. Todos quienes tenemos un acercamiento a
la fiesta, en cualquiera de sus sentidos, debemos despojarnos de la camisa de las pasiones y de los alegatos sin sentido, para ir entendiendo la misión del martinismo en México. Su extensión hacia otros países también deja una honda huella que se reconoce perfectamente, a pesar de las posibles omisiones, inválidas a partir de este momento, puesto que bien o mal, su obra quedó escrita en el universo taurino. Me reconozco un arrepentido que ahora intenta revalorar toda esta suma de condiciones que alteraron la historia taurina de México en la fase terminal de nuestro siglo XX. Manolo Martínez al trascender como un novillero de peso, se gana la alternativa y sus pasos se convierten en amenaza para otros tantos diestros que lo enfrentan y hasta se ven derrotados o desplazados por su fuerza arrolladora. Como no recordar las jornadas donde se puso al tú por tú con Joselito Huerta y sobre todo con Manuel Capetillo, dos figuras que poseían un sitio, pero así como lo tuvieron, así también lo vieron amenazado hasta que Manolo se apoderó de todo el terreno, en un alarde de señor feudal que se apoderó del control y terminó por mandar, terminó por imponerse. Un quehacer de esta índole se ve de vez en vez y hasta el momento, no ha habido nadie que se atreva a realizarlo. El lugar que deja es un trono vacío, a la altura de sus circunstancias, un lugar enorme, sin dimensiones. La tauromaquia martiniana es una obra perfectamente condensada de otras tantas tauromaquias que pretendieron perfeccionar este ejercicio. Sus virtudes se basan en apenas unos cuantos aspectos que son: el lance a la verónica, los mandiles a pies juntos y las chicuelinas del carácter más perfecto y arrollador, imitadas por otros tantos diestros que han sabido darle un sentido especial y personal, pero partiendo de la ejecución impuesta por Martínez. En el planteamiento de su faena con la muleta, todo estaba cimentado en algunos pases de tanteo para luego darse y entregarse a los naturales y derechazos que remataba con martinetes, pases de pecho o los del "desdén", todos ellos, únicos en su género, puesto que el sentido impreso a cada uno de ellos creaban un estado de emociones muy intensas y emotivas. La plaza era un volcán invertido, cuyas explosiones se desbordaban hasta que el estruendo irrepetible de cien o más pases dejara pasmados y sin ya más que fuerzas para agitar las manos, después de tanto gritar. Capote y muleta en mano eran los elementos con que Manolo Martínez se declaraba ante la afición. Lo corto de sus palabras quedaba borrado con lo amplio y extenso de su ejecución torera. Era su auténtica y genuina forma de comunicación con los aficionados que encontraban a un Manolo Martínez totalmente despojado de sus adentros, vacío, pero satisfecho de la obra que acababa de realizar. El toreo es un arte efímero que se goza al instante y se evoca, por instantes a lo largo del recuerdo que nos otorga la vida. Las faenas realizadas por Manolo Martínez son muchas, todas ellas, de una u otra forma recreadas por sus seguidores y/o correligionarios. Es ahí donde debemos hacer descansar el peso del examen a su vida y trayectoria. Alrededor de él existen una serie de testimonios que, por lo menos para mí, no vienen al caso mencionarse y son todos aquellos que sirven para crear la imagen del torero fuera de la plaza, del ciudadano Manuel Martínez Ancira que se hizo rodear de un grupo de personas de toda condición, pero también de toda laya, broza y baja estofa. Qué mejor recuerdo que vestido de torero, haciendo subir y bajar el termómetro de las pasiones a escalas inverosímiles. Sus tardes de apoteosis, de bronca, de "nada de nada" son las que dicen, una a una, el sentido de majestad y grandeza asumida por el gran diestro neoleonés. Sus competencias con los toreros ya mencionados son gestas difíciles de olvidar. Si volvemos la vista a la prensa escrita y hojeamos las miles de páginas que se prodigaron a su favor o en contra, encontraremos de todo, pero desde luego una riqueza excepcional de información que forja la perfecta imagen de un personaje dueño de un destino sin igual, convertido ahora en leyenda.
¿Que tuvo muchos enemigos? Desde luego. Y de ese conjunto algunos que pesaron mucho en su carrera. Se trata de ciertos periodistas que, o no lo entendieron, o se quejaron de modo subterráneo por no haber recibido favor alguno del diestro. Entre la prensa, se tiene la idea de que sin dinero de por medio no pueden escribirse crónicas sentidas. Por supuesto hay evidencias significativas desde hace un buen número de años. No referiré, porque no viene al caso, el ambiente donde giran algunos personajes de la prensa, pero es un hecho que bajo el mando de Manolo las cosas se dieron en ese sentido. También se dio con él otro aspecto que era el del frente de periodistas incondicionales que se desbordaron en crónicas, elogios y otros inciensos que proyectaban al diestro al Olimpo. Manolo veía todo desde la cima, controlaba muy bien su imagen partiendo del hecho de sus propios actos, consolidados en imagen gracias a la administración que tuvo de su lado. Probablemente dicho sistema haya sido culpable en elevar más allá de un sentido racional lo que debía conservar una imagen más original. El hecho es que la época martinista deja descubrir infinidad de situaciones que ponen en un lugar más ponderado al diestro de Monterrey. El solo hecho de que la afición lo recuerde acudiendo a infinidad de sucedidos, es la mejor forma en que su testimonio como torero se fortalece cada día que se separa del parteaguas de la mortalidad con respecto a la inmortalidad. Manolo Martínez cimenta durante todo su recorrido profesional la imagen que ahora, en su etapa inicial de recuerdos se fortalece gracias al sin fin de acontecimientos de que fue capaz. Hombre de contrastes y de situaciones extremas podía alcanzar la gloria pero tambalearse en el fracaso. Era, a fin de cuentas una actitud asumida por los grandes artistas, por los genios que no se conforman con medias tintas. Tan particulares personajes exponen su riqueza de conocimientos en las pruebas. El artista también lo hace frente al lienzo, a la partitura por iniciar, a la hoja blanca donde esbozar todas las ideas del sentimiento o del pensamiento, al bloque de piedra que al cabo de un tiempo nos mostrará la fuerza de la creación. Pero cuando no logran dar con el ideal, todas esas obras quedan inconclusas o destruidas. Aunque puede suceder lo contrario. Sus logros creativos alcanzan estaturas inconcebibles. Es decir, hablamos de un extremismo maniqueo, del bien o del mal, del amor o del odio. De la vida o la muerte. Mis respetos a este tipo de artistas que por eso han trascendido a niveles universales. Y Manolo Martínez, con todo lo que para el toreo representa, se convierte también en una figura por recordar. Manolo supo forjar momentos de grata memoria, pero también de aciaga condición. Quizá se quedó en algún momento compartiendo con la incertidumbre de los términos medios, de la mediocridad, pero me convenzo cada vez más que lo que él quería era compartir su obra con los grandes de todos los tiempos. EL HILO CONDUCTOR DE LA TAUROMAQUIA ENTRE MANOLO MARTÍNEZ Y ENRIQUE PONCE. Sin afán de polemizar, sólo de aclarar, ofrezco a continuación mi postura sobre la discutida e interesante tesis que planteó Julio Téllez en su programa TOROS Y TOREROS del canal 11 de televisión mexicana, en el sentido de que Enrique Ponce debe buena parte de su toreo a la influencia ejercida por el desaparecido Manolo Martínez. Fue en la emisión del día 28 de febrero de 1999 hizo un planteamiento, que aún no termina, el cual sostiene que la tauromaquia de Enrique Ponce se encuentra enriquecida por el efecto manolomartinista, en cuanto a que el diestro neoleonés es hoy en día una fuente de inspiración, no sólo para el valenciano. Lo es para muchos de los toreros que forman parte de la generación inmediata a la que perteneció el torero mexicano. Y no se trata sólo de los
nacionales. También del extranjero. Esto es un fenómeno similar al que se dio inmediatamente después de la despedida de Rodolfo Gaona en 1925; muchos toreros mexicanos vieron en “el petronio de los ruedos” un modelo a seguir. Querían torear, querían ser como él. No estaban equivocados, era un prototipo ideal para continuar con la tendencia estética y técnica impuesta durante casi veinte años de imperio gaonista. Sin embargo, estaban llamados a ser representantes de su propia generación, por lo que también tuvieron que forjarse a sí mismos, sin perder de vista el arquetipo clásico heredado por Gaona. Pero el asunto no queda ahí. La tauromaquia tiende a renovarse, y aunque pudiera darse el fenómeno de la generación espontánea, en virtud de que algunos toreros importantes se formen bajo estilos propios, estos se definen a partir de cimientos sólidamente establecidos por diestros que han dejado una estela destacada que se mete en la entraña de aquellos quienes llegan posesionándose del control, para convertirse en nuevas figuras. En el mismo programa TOROS Y TOREROS, surgió una razón que explica el dicho anterior. En inteligente entrevista formulada a Julián López El Juli se le preguntó: -¿Quién es para ti el “paradigma de todas las virtudes”? A lo que contestó el joven espada: -Desde luego Manuel Rodríguez Manolete, José Gómez Ortega. Y luego refirió el nombre de otros personajes trascendentales en su formación. Es decir: El Juli, Enrique Ponce o quien sea, no pueden hacer hablar sus tauromaquias si no las sustentan en el “abc”, en el vocabulario o las “reglas gramaticales” que dejaron a su paso los “paradigmas” que han ejercido poder y presencia en el toreo como expresión universal. Y digo universal porque ya no puede considerarse ni local, ni tampoco como resultado de una escuela específica, y mucho menos nacional. El toreo es en nuestros días una manifestación universal debida a la nutriente que circula por sus misteriosos vasos comunicantes cuyas salidas secundarias son las plazas de tienta. Las primarias, son las plazas de toros. En esa permanente convivencia ha trascendido el quehacer taurino de la que no es ajena el público, la afición en su conjunto. Así como es testigo presencial de la consolidación mostrada por el torero que ha llegado a su punto de madurez profesional, también aprecia la puesta en escena de quien se incorpora como candidato a ser un modelo establecido. Y aún más, el “paradigma de todas las virtudes” para toreros de generaciones venideras que ocuparán sitio de privilegio. Y aquí surge ya el argumento que fortalece esta disección: las generaciones, el ritmo generacional con que también las sociedades han consolidado su presencia a través de los años, en un constante renovar que se genera. Hoy hablamos de Pepe Illo, de Paquiro o del Guerra porque dejaron a su paso la experiencia del quehacer taurino a fines del siglo XVIII; el primer tercio del XIX y finales de este. En sus “tauromaquias” se concentró la summa de sus correspondientes generaciones, recordando que summa es la reunión de experiencias que recogen el saber de una gran época. Se habla de las escuelas “rondeña” sustento que viene desde el esplendor de los Romero de Ronda, de estilo pulcro. La “sevillana” de Cúchares, salpicada de “duende”. Incluso se menciona la escuela “mexicana” del toreo. El caso de Silverio se revisa aparte. La sola mención de Silverio Pérez como uno de los representantes fundamentales de tal “escuela”, nos lleva a surcar un gran espacio donde encontramos junto con él, a un conjunto de exponentes que han puesto en lugar especial la interpretación del sentimiento mexicano del toreo, confundida con la de “una escuela mexicana del toreo”. La etiqueta escolar identifica a regiones o a toreros que, al paso de los años o de las generaciones consolidan una expresión que termina particularizando un estilo o una forma que entendemos como originarias de cierta corriente muy bien localizada en el amplio espectro del arte taurino.
Escuela “rondeña” o “sevillana” en España; “mexicana” entre nosotros, no son más que símbolos que interpretan a la tauromaquia, expresiones de sentimiento que conciben al toreo, fuente única que evoluciona al paso del tiempo, rodeada de una multitud de ejecutantes. Que en nuestro país se haya inventado ese sello que la identifica y la distingue de la española, acaba sólo por regionalizarla como expresión y sentimiento, sin darse cuenta de su dimensión universal que las rebasa, por lo que el toreo es uno aquí, como lo es en España, Francia, Colombia, Perú o Portugal. Cambian las interpretaciones que cada torero quiera darle y eso acaba por hacerlos diferentes, pero hasta ahí. En la tauromaquia en todo caso, interviene un sentido de entraña, de patria, de región y de raíces que muestran su discrepancia con la contraparte. Esto es, que para nuestra historia no es fácil entender todo aquello que se presentó en el proceso de conquista y de colonia, donde: dominador y dominado terminan asimilándose logrando un producto que podría alejarse de la forma p ero no del fondo, cuyo contenido entendemos perfectamente. La frase de Silvio Zavala nos ayuda a comprender este complejo panorama: Los mexicanos tenemos una doble ascendencia: india y española, que en mi ánimo no se combaten, sino que conviven amistosamente. Entramos a terrenos más complejos, pues del orden generacional pasamos al sincretismo, argumento que si utilizamos con prudencia -para no perdernos en el mar de explicaciones-, resulta bastante útil si pretendemos manejarlo como elemento que nos aclare la superposición y fusión de circunstancias de distinta procedencia. Los toreros de estilo definido como Antonio Bienvenida o Antonio Ordóñez, surgidos ambos de familias con fuerte dosis de influencia taurina, aunque no se constituyan como efecto directo para un Enrique Ponce, torero cuya expresión experimentará la transición de siglos y de milenios también, acoge en su interior la misteriosa presencia de estos dos enormes “paradigmas”. Su razón no es torear como ellos, ser una réplica barata y estandarizada de los prodigios mencionados. Lo que sucede es que gracias a ellos se debe la respetable conducción del toreo por rutas más definidas, donde sus capotes son lienzos para la belleza, soportados por una técnica impecable. Y luego, gracias al planteamiento original en sus faenas de muleta, que desarrollado devino obra maestra, permitió los grados de perfección que conocemos. Bajo este influjo escalaron sitios preponderantes en el toreo. Enrique Ponce, seguramente se mira en ellos a través de un espejo, pero sin que deje de ser el mismo Enrique Ponce plantado en su propio presente. El debate sobre la estética y la técnica que Ponce ha puesto en evidencia, se debe a que ha encontrado techo, límite en su quehacer. Esto no significa obstáculo, sin más. Es el reto a trascender otro nivel de expresión, totalmente nuevo, apoderándose de él con fuerza y dominio hegemónicos. Para él la consigna es NO CLAUDICAR. Dicen muchos que Ponce, torea “bonito”. Esa calificación, en el fondo ligera, o si se quiere “kitsch”,10 puede interpretarse también peyorativa. Con todo esto, Enrique Ponce asume un enorme reto. También, y en esa misma proporción un riesgo. Como “figura” se le exige cada vez más, así se le exigió a Manolo Martínez y a muchos otros toreros de esta talla. Y Manolo, y los otros respondían, sabían que no perder el 10
Jean Duvignaud: El juego del juego. México, 1ª ed. en español, Fondo de Cultura Económica, 1982. 161 p. (Breviarios, 328), p. 144 y 150. Como es sabido, la palabra aparece en Europa Central a fines del siglo pasado, para designar al “mal gusto” de las clases sociales que hasta entonces permanecían ajenas a la estética de las élites. Clases que por entonces ingresan, de manera más o menos fácil, en el mercado de la creación. Al parecer, el kitsch es la negación de la estética pero también es en sí una estética. Una estética sin “arte”, una libre investigación de lo imaginario hundida en la trama de la vida que, pro primera ocasión, se siente “moderna”, es decir, contemporánea de sus propias ideas y necesariamente perecedera...
control y manejar la situación como el mejor estratega significaba volver a la normalidad después de la tormenta, disfrutando una vez más las mieles del triunfo, del afecto popular. Manolo Martínez legó al toreo cosas buenas y malas también. Ese espejismo maniqueo posee un peso rotundo cuyos significados se revelan a cada tarde, como si durante cada corrida de toros se leyera una página del testamento DE LA DOBLE M donde quedaron escritas muchas sentencias por cumplir o excluir. Ese legado, entendido como una tauromaquia subliminal para muchos diestros, herederos universales de aquel testimonio sigue provocando controversias, polémicas como todo lo causado ahora con la influencia o no por parte de este último “mandón” del toreo mexicano, del que a continuación presento un perfil por demás, necesario. En sus inicios como torero, el regiomontano Manolo Martínez, comparte una época donde la presencia de Joselito Huerta o Manuel Capetillo determinan ya el derrotero de aquellos momentos. Dejan ya sus últimos aromas Lorenzo Garza y Alfonso Ramírez Calesero. Carlos Arruza recién ha muerto y su estela de gran figura pesa en el ambiente. En la plaza, el público, impaciente, comenzaba a molestarlo y a reclamarle. De repente, al sólo movimiento de su capote con el cual bordaba una chicuelina, aquel ambiente de irritación cambiaba a uno de reposo, luego de oírse en toda la plaza un ¡olé! que hacía retumbar los tendidos. Para muchos, el costo de su boleto estaba totalmente pagado. Con su carácter, era capaz de dominar a las masas, de guiarlas por donde el regiomontano quería, hasta terminar convenciéndolos de su grandeza. Como ya se dijo: No se puede ser “mandón” sin ser figura. No es mandón el que manda a veces, el que lo hace en una o dos ocasiones, de vez en cuando, sino aquel que siempre puede imponer las condiciones, no importa con quién o dónde se presente. (Guillermo H. Cantú). El diestro neoleonés acumuló muchas tardes de triunfo, así como fracasos de lo más escandalosos. Con un carácter así, se llega muy lejos. Nada más era verle salir del patio de cuadrillas para encabezar el paseo de cuadrillas, los aficionados e "istas" irredentos se transformaban y ansiosos esperaban el momento de inspiración, incluso el de indecisión para celebrar o reprobar su papel en la escena del ruedo. Manolo también es un ser humano, de “carne, hueso y espíritu” al que le tocó protagonizar un papel hegemónico dentro de la tauromaquia mexicana en los últimos 30 años de nuestro siglo XX. Manolo Martínez nace el 10 de enero de 1947 en Nuevo León. Sobrino-nieto del presidente constitucionalista Venustiano Carranza, mismo que, de 1916 a 1920 prohibió las corridas de toros en la ciudad de México, por considerar que ...entre los hábitos que son una de las causas principales para producir el estancamiento en los países donde ha arraigado profundamente, figura en primer término el de la diversión de los toros, en los que a la vez que se pone en gravísimo peligro, sin la menor necesidad la vida del hombre, se causan torturas, igualmente sin objeto a seres vivientes que la moral incluye dentro de su esfera y a los que hay que extender la protección de la ley. Su padre, el Ingeniero Manuel Martínez Carranza participó en el movimiento revolucionario, para lo cual se unió a las filas del Ejército Constitucionalista, llevando el grado de Mayor. A su madre, doña Virginia Ancira de Martínez le hizo pasar tragos amargos, porque Manuel, desde un principio dio muestras de rebeldía, integrándose a la práctica de la charrería que combinaba con sus primeros acercamientos al toreo, gracias a que su hermano Gerardo contaba con una ganadería, no precisamente de toros bravos. Todo esto motivó el rechazo familiar. El colmo es cuando anuncia que deja los estudios de veterinaria en la Facultad de Ingeniería del Tecnológico de Monterrey para cumplir con su más caro deseo: hacerse torero. “Déjenle que pruebe sus alas y sus ilusiones...” dijo doña Virginia a la familia. Y antes de
partir a los sueños impredecibles, le advirtió a Manuel: “Ve, anda, si quieres ser torero, demuestra tu valor. Si no eres el mejor, regresa al colegio. Recuerda que en esta casa no hay cabida para los mediocres...” Tales palabras sonaron a sentencia en los oídos del joven, que ya no tenía más voluntad que la de convertirse en una gran figura del toreo. A pesar de que no había problemas económicos en la familia Martínez Ancira, Manuel se marchó empezando sus correrías sin más ayuda que su deseo por verse convertido en “matador de toros”. Puede decirse que a partir del domingo 1° de noviembre de 1964, tarde en la que triunfó en la plaza de toros AURORA, comienza a bordar el sueño que lo obsesiona. Nace así, la gran figura del toreo mexicano. Consagrado sufrió serias cornadas, siendo la de BORRACHON, de San Mateo la que lo puso al borde de la muerte, dada la gravedad de la misma. Fue un percance que alteró todo el ritmo ascendente con el que se movía de un lado a otro el gran diestro mexicano. De hecho, la muerte casi lo recibió en sus brazos, de no ser por la tesonera labor del cuerpo médico que lo atendió. Tal herida causó un asentamiento de firmeza en el hombre y en el torero. Se hizo más circunspecto y calculador. De ahí probablemente su altivez, pero, al fin y al cabo una altivez torera. Ese tipo de fuerzas conmovedoras fue el género de facultades con que Manolo Martínez pudo ejercer su influencia, convirtiéndose en eje fundamental donde giraban a placer y a capricho suyos las decisiones de una tarde de triunfo o de fracaso. Además, era un perfecto actor en escena, aunque no se le adivinara. De actitudes altivas e insolentes podía girar a las de un verdadero artista a pesar de no estar previstas en el guión de la tarde torera. Pesaba mucho en sus alternantes y estos tenían que sobreponerse a su imagen; apenas unos movimientos de manos y pies, conjugados con el sentimiento, y Manolo transformaba todo el ambiente de la plaza. Quienes estamos cerca de la fiesta, al acudir a la razón, tenemos que despojarnos de la camisa de las pasiones y de los alegatos sin sentido, para ir entendiendo la misión de uno de los más grandes toreros mexicanos. Su proyección hacia otros países también deja una honda huella que se reconoce perfectamente, a pesar de las posibles omisiones, su obra queda inscrita en el universo taurino. El toreo es un arte efímero, pero gracias a la memoria podemos retenerlo y evocarlo a lo largo de la vida. Las faenas realizadas por Manolo Martínez son muchas, todas ellas, de una u otra forma recreadas por sus seguidores y correligionarios. Manolo Martínez cimentó durante todo su recorrido profesional la imagen que nos dejó, ahora perdura sólo el recuerdo del gran torero olvidando rencillas y rencores inclusive entre sus más declarados enemigos. Hombre de contrastes y de situaciones extremas podía alcanzar la gloria pero tambalearse en el fracaso. Era, a fin de cuentas una actitud asumida por los grandes artistas, por los genios que no se conforman con simples apuntes de una obra que pretenden mayor. Sus triunfos, pero también sus fracasos como torero dejaron huella. Es decir, hablamos de los extremos, del bien o del mal, del amor o del odio, de la vida o la muerte. Manolo supo forjar momentos de grata memoria, pero también de aciaga condición. Como todo gran torero, España fue otra meta a seguir. En 1969 logra sumar 49 actuaciones a cambio de tres cornadas que le impidieron llegar a las 80 corridas. El espíritu de conquista se dio con Manolo, puesto que logró convencer a la exigente afición hispana. España es un terreno difícil de conquistar por parte de extranjeros que intentan izar su bandera junto a la nacional que ondea en todas las plazas de la península. Manolo el hombre, la figura que, enfundada en el hábito de los toreros -el majestuoso traje de luces-, legó multitud de recuerdos que hoy nos causan emoción.
He aquí un pequeño rasgo de la majestad torera, del sentido humano alcanzados por el mejor torero mexicano de los últimos tiempos: MANOLO MARTINEZ. Si con todo esto aún no es suficiente entender que una influencia de semejantes magnitudes como la de Manolo Martínez en el ejercicio tauromáquico de Enrique Ponce no ha bastado, pues entonces sepamos, para decirlo de una vez, que los aspectos hereditarios en su entorno más íntimo y misterioso se filtran en el espíritu de muchos matadores de toros que trascienden su arte y su técnica a partir de los basamentos con que se constituyen para proyectar su propia voz en el concierto al que fueron convocados. Sin embargo, cada quien hablará de su expresión con una tesitura distinta y particular. De ahí que encontremos siempre estilos distintos. Concluyo el presente ensayo, afirmando que en este caso, con Manolo Martínez y Enrique Ponce encontramos dos etapas de una misma obra de creación personal dueñas de sí mismas. Bien, es hora de partir por los senderos del amplio muestrario poético que se produjo durante el siglo XX. 1901 PARA ANTONIO ORTIZ “MORITO” “Canto” acciones “épicas” que exaltan nuestras almas con hálito infinito… El saber y valor, con que se esmaltan las “vulgares” hechuras de “Morito” ¿no han causado vibrantes impresiones y un grato entusiasta frenesí y muchas prolongadas ovaciones jamás tan merecidas? Hasta a mi que no aplaudo, ni silbo, ni me ocupo más que de tomar datos cumpliendo mi deber de revistero, sólo esta tarde él supo, con sus grandes hazañas de torero, obligarme a perder en ciertos ratos mi carácter severo o acaso indiferente o… que sé yo… Aun recuerdo este grito brotado de mi alma enardecida: ¡Viva la bendecida madre que te parió…! aplaudí como un “bárbaro” a “Morito” sus lances con la capa, cual clavado en medio de la arena; su toreo valiente, desaogado, y su notable faena con el toro segundo: su labor tan vistosa y tan sencilla al toro quinto que pareó en la silla; su desprecio profundo por ataques, derrotes y coladas; su “vista para ver” que las cornadas, si bien le pasan cerca, no le hieren;
sus pases tan ceñidos y arrogantes y el mirar que, redondos, caen y mueren los toros a sus pies, en medio de frenéticos olés y entre palmas y bravos delirantes, todo lo que ejecuta, nos revela saber, valor, vergüenza, y un gran ojo avisor, adiestrado desde antes de ser niño, en la barriga de la que le dio el “ser” ese “Moro” quizás debió al nacer huir a una dehesa: una boñiga acaso fue su cuna; y el segundo desliz, sin duda alguna, fue correr, desde Triana, al campo “moro” una rumba e los cuernos de algún toro. .......... Señor Antonio Ortiz, alias “Morito”: si usted sale con bien en esos “mutis” cuando rueda delante de los cuernos sin que toquen al cutir, por lo cual, en verdad, le felicito, contrata tendrá usted cuantos inviernos -que es aquí la estación de temporadacuantos inviernos quiera, mientras Dios le conserve, como espada esa sangre torera.11 1901 EPÍSTOLAS DOMINICALES. A… Cúchares. ¡Oh, memoria de Cúchares, que mides en la eterna afición, cual buen torero, el tamaño de nuestros adalides! Ampara estas epístolas: pues quiero, ya que en EL POPULAR hoy se me ofrece acogida cordial de… “temporero”. adoptar, por lo propio que parece, estilo epistolar, que a mí, lo mismo que a sus muchos lectores favorece. Preferir al actual revisterismo un sistema de máximas doctrinas, consejos o impresiones de efectismo entre mil divergencias peregrinas, podrá ser un recurso conveniente 11
El Arte de la Lidia. Año XIII, 1ª Serie. México, marzo 3 de 1901, N° 55, p. 2-3. Esos versos provienen de la crónica escrita para dar cuenta de la décima quinta corrida de la temporada de 1900 a 1901, celebrada el domingo 24 de febrero en la plaza de toros “México, misma que no muestra ninguna autoría. En dicha ocasión actuaron “Valentín” y “El Morito” con seis toros del Venadero.
que dé luz en polémicas taurinas. Tiene cada maestro un excelente “librito”, ante el que norma, sin temores, su prestigio o cartel constantemente; que adquirir el despacho de “doctores” en taurómaca ciencia es árdua cosa, si autorizan el acto espectadores que saben toros ver, donde rebosa el rigor para dar títulos tales, sancionados por crítica juiciosa, que analiza con plumas imparciales y severas, hazaña tras hazaña, en aquellas corridas nacionales, fiesta característica de España. ¿O es una firme fama aquí ilusoria y un cartel adquirido una patraña? Existe la difícil trayectoria que desvía opiniones y produce impresión por demás contradictoria en asuntos de toros. ¡Qué! Si luce un espada de veras, y el ganado, por ser siempre un misterio, se traduce… en tres reses que son de nuestro agrado y otras tres que no aceptan cabal lidia, ¿puedo decir nadie: “¡Fui engañado!”? Sin toros no hay toreo; aunque fastidia las suertes más hermosas ver frustradas a causa de la guasa y la perfidia de unas fieras que han sido prestigiadas por su ley y bravura, con inmensa resonancia en las otras temporadas. No salgo de Santín a la defensa; pues que no un año solo, muchos años, lo pruebo con el público y la prensa, lucieron energías y tamaños y adquirieron prestigio y alabanzas merecidas, de propios y de extraños. ¿Por qué, caros amigos, rompeis lanzas contra el hoy contrariado ganadero que en ellos fe tenía y esperanzas…? ¿Se acabaron los toros…? Claro, infiero, al salirme esta epístola tan seria, -porque soy mucho más zaragatero y alegre y retozón que un clown de feriaque es preciso tratar de la corrida para pronto dar fin. Entro en materia. Don Luis estuvo bien. Labor cumplida fue la suya en verdad con tales resos. Dígalo, si nó, aquella aplaudida faena al empezar. ¿Surgen reveses donde hay bravos y palmas y sombreros para el rey de los buenos “volapieses”? Al segundo le dio, entre verdaderos
olés, un buen pinchazo y una honda de esas que no tienen nunca “poros”. y al tercero, que andaba en la rotonda huyendo como un corzo, dos pinchazos y un doble metisaca. ¿Hay quién responda? Imposible hacer más. Pues torerazos con los que él compitió, como Frascuelo, Lagartijo y Guerrita, no de brazos cruzábanse ante toros de recelo y sin sangre: el recurso preferían de “encender allí mismo a dios el pelo”. Quites providenciales, que aplaudían los más intransigentes, guapos trances y “tó” lo que los bichos permitían. Con que… o soy de poquísimos alcances en asunto de cuernos, o es lo cierto que con toros así no hay otros lances. “Lagartijillo”, espada bien experto, también fue ovacionado varias veces y víctima fue igual del desconcierto que el ganado produjo. Hasta las heces repetiré que en toros nadie sabe “prejuzgar”: ni su dueño, quien mil preces habrá a Dios elevado porque acabó la fiesta sin sufrir tan gran maltrecho. Le disculpo nomás; no es que le alabo. La corrida pasó; y a lo hecho, pecho; pues de Atenco se anuncia la segunda que dará, lo supongo, honra y provecho a la Empresa, que tiene una profunda pena por el contraste, que cuadrillas forman con el ganado, si se fenda en runrunes o díceres o hablillas de cuatro descontentos malamente por causas, a mi ver, las más sencillas. La primera ¿qué importa? ¿Hay buena gente que torea y que mata? ¿Hay buen ganado para la otra corrida? Pues… ¡corriente! Y… hablo así porque soy aficionado. Román Rodríguez Peña.12 1901 Ayer pasé por tu casa… Ayer pasé por tu casa Y estaba el balcón cerrado Y oí decían las gentes: ¡Se acabaron los espantos!
12
El Popular. Ciudad de México, 2 de diciembre de 1901, p. 1.
Cuando yo voy a los toros, Al ver clavar banderillas, Me acuerdo de aquellos pares Que tu madre me ponía. Olé los toros! ¡mi gloria! Y seguro que no hay diez Que hayan visto volapiés Dignos de entrar a la historia! Yo conozco de memoria Lo mejor que hay de un torero: Pases limpios, con esmero Y al “tirarse” superiores… ¿Pues que es usted el matador? Algo más… soy “puntillero”. Anónimo.13 1901 Adiós… cuernos. ¡Pues señor, se van los toros! Está la marcha dispuesta; Se va la clásica fiesta De españoles y de moros. Lo de “moros” no es tirada, Hablo con ánimo sano, No me refiero al gitano Que es “Moro” y no es de Granada. Ya cada “maleta” lía Su capa, estoque y muleta, Y prepara su maleta Toda la “maletería”. Vayan con Dios y con su arte “Valentín” y “Llaverito” El “Villita” y el “Morito” A dar “Guerra” en otra parte. ¡Diestros de fama en efecto Y matadores de bríos, Todos muy señores míos Y personas de mi afecto. “Valentín”, todo maltrecho Se presentó y muy arizco, Del izquierdo tuerto y vizco, 13
El Cómico, D.F., del 3 de febrero de 1901, p. 1.
Medio ciego del derecho. Víctima del inhumano Destino y la suerte ingrata, Medio manco de una mano Medio cojo de una pata. Cierto es que tiene decoro ¡Y también muchas cogidas! Pasa el chico las corridas Entre las astas del toro. Hoy en la Habana el calvario Taurino, de evitar trata; Está metiendo la “pata” En cuentas de su “rosario”. “Villita”, con toda fe, Atado de pies y manos, Se entrega a sus cirujanos Los toros de Guanamé. Y si algo en esto ha perdido, Le queda aún lo suficiente Y en su lugar, -que es valiente-, El alma y el buen sentido. El “Morito”… ¡extraño moro!Se le encoge el alma “toda” Si le afocan una “Koda” Y ríe si le embiste un toro. “Llaverito”, buen espada, Pundonoroso torero; Llegó como buen “llavero” A cerrar la temporada. Es muchacho de provecho, Toda situación la salva Y es, a pesar de la calva, Un diestro de “pelo en pecho”. Se retira por el fondo Ramón López, empresario, Rebozando numerario, Salud y vientre redondo. Y hace promesa formal Que para otra temporada No ha de haber “Zayas” ni nada Que pase lo natural. ¿Y el ganado?
Muy mediano. ¿Y el servicio? De lo peor. ¿Qué cosa fue lo mejor? Eso quedó en el arcano… Aunque no me he equivado, Hubo algo muy claro ¿Qué? El eminente Perlé Que es superior al ganado. ¡Soberbio! ¡No hay dos iguales! Hizo cartel, es buen diestro! Sería en el Circo el maestro De todos los animales. Y acabo, y quedo, me quedo, Como Quevedo decía, Y cual quedarse quería Sin quedarse, Don Tancredo. Y al lector tiendo la mano, Y me guardo mi muleta, Y me corto la coleta Como hoy lo hace el “Gaditano”. Y aunque a la lidia me incita La temporada que llega Con novillos, agua y… pega No toreará éste. Capita.14 1901 El Toro. No hay nadie de seguro, Que en todo el Universo, Tema tanto a los toros Como Pepita Puerto. Pues un día, en el acto En que iba a darle Pedro Un dije de brillantes Y perlas de gran precio, Alguno dijo, -¡el toro! ¡El toro! Y en efecto, Allí, a los pocos pasos, Apareció un berrendo, Gallardo, aparatoso, Boyante, corniabierto, Sacudido de carnes. 14
El Cómico, D.F., del 24 de marzo de 1901, p. 10.
Y bizco del izquierdo. ¡Horror, terror, catástrofe!! ¿Qué hace Pepita Huerta? Pues echa garra al dije, Se lo guarda en el seno, Y después de guardarlo, Cae privada al suelo. ¿Verdad que en trance análogo, Y en peligro tan serio, Toda mujer haría Lo que Pepita Puerto? Palomino.15 1901 EPÍSTOLAS DOMINICALES. A… Cúchares. ¡Oh, memoria de Cúchares, que mides en la eterna afición, cual buen torero, el tamaño de nuestros adalides! Ampara estas epístolas: pues quiero, Ya que EL POPULAR hoy se me ofrece acogida cordial de… “temporero” adoptar, por lo propio que parece, estilo epistolar, que a mi, lo mismo que a sus muchos lectores favorece. Preferir al actual revisterismo un sistema de máximas doctrinas, consejos o impresiones de efectismo entre mil divergencias peregrinas, podrá ser un recurso conveniente que dé luz en polémicas taurinas. Tiene cada maestro un excelente “librito” ante el que norma, sin temores, su prestigio o cartel constantemente; que adquirir el despacho de “doctores” en taurómaca ciencia es ardua cosa, si autorizan el acto espectadores que saben toros ver, donde rebosa el rigor para dar títulos tales, sancionados por crítica juiciosa, que analiza con plumas imparciales y severas, hazaña tras hazaña, en aquellas corridas nacionales, fiesta característica de España. ¿O es una firme fama aquí ilusoria y un cartel adquirido una patraña? Existe la difícil trayectoria que desvía opiniones y produce 15
El Cómico, D.F., del 5 de mayo de 1901, p. 9.
impresión por demás contradictoria en asuntos de toros. ¡Qué! Si luce un espada de veras, y el ganado, por ser siempre un misterio, se traduce… en tres reses que son de nuestro agrado y otras tres que no aceptan cabal lidia, ¿puede decir nadie: “¡Fui engañado!”? Sin toros no hay toreo; aunque fastidia las suertes más hermosas ver frustradas a causa de la guasa y la perfidia de unas fieras que han sido prestigiadas por su ley y bravura, con inmensa resonancia en las otras temporadas. No salgo de Santín a la defensa; pues que no un año solo, muchos años, lo pruebo con el público y la prensa, lucieron energías y tamaños y adquirieron prestigio y alabanzas merecidas, de propios y de extraños. ¿Por qué, caros amigos, rompéis lanzas contra el hoy contrariado ganadero que en ellos fé tenía y esperanzas…? ¿Se acabaron los toros…? Claro infiero, al salirme esta epístola tan seria, -porque soy mucho más zaragatero y alegre y retozón que un clown de feriaque es preciso tratar de la corrida para pronto dar fin. Entro en materia. Don Luis estuvo bien. Labor cumplida fue la suya en verdad con tales reses. Dígalo, si nó, a aquella aplaudida Faena al empezar. ¿Surgen reveses donde hay bravos y palmas y sombreros para el rey de los buenos “volapieses”? Al segundo le dio, entre verdaderos olés, un buen pinchazo y una honda de esas que no tienen nunca “peros”. Y al tercero, que andaba en la retonda huyendo como un corzo, dos pinchazos y un doble metisaca. ¿Hay quien responda? Imposible hacer más. Pues torerazos con los que él compitió, como Frascuelo, Lagartijo y Guerrita, no de brazos cruzábanse ante toros de recelo y sin sangre; el recurso preferían de “encender allí mismo a dios el pelo”. Quites providenciales, que aplaudían los más intransigentes, guapos trancos y “tó” lo que los bichos permitían. Conque… o soy de poquísimos alcances en asuntos de cuernos, o es lo cierto que con toros así no hay otros lances. “Lagartijillo”, espada bien experto,
también fue ovacionado varias veces y víctima fue igual del desconcierto que el ganado produjo. Hasta las heces repetiré que en toros nadie sabe “prejuzgar”; ni su dueño, quien mil preces Habrá a Dios elevado porque acabe La fiesta sin sufrir tan gran maltrecho. Lo diosculpo nomás; no es que le alabe. La corrida pasó; y a lo hecho, pecho: pues de Atenco se anuncia la segunda que dará, lo supongo, honra y provecho a la Empresa, que tiene una profunda pena por el contraste, que cuadrillas forman con el ganado, si se funda en runrunes o díceres o hablillas de cuatro descontentos malamente por causas, a mi ver, las más sencillas. La primera ¿qué importa? ¿Hay buena gente que torea y que mata? ¿Hay buen ganado para la otra corrida? Pues… ¡corriente! y… hablo así porque soy aficionado. Román Rodríguez Peña.16 1902 LA MANTILLA ESPAÑOLA Airosamente prendida con alfileres de plata, blanco búcaro de encajes que sostiene una guirnalda, gracioso o digno remate de una figura gallarda... No hay en el mundo un tocado como la mantilla clásica. Sombreritos de colores con plumas negras o blancas, gorritos de terciopelo, capotas estrafalarias... Han conquistado la tierra de calañés y la fana, y a nuestras pobres manolas, preferidas y olvidadas, mademoiselles y misses arrollaron en España. Es la mantilla el emblema del garbo y de la arrogancia, recogida en la peineta y sobre el hombro terciada. 16
El Popular. Ciudad de México, 2 de diciembre de 1901, p. 1.
Sólo guarda entre sus pliegues la gentileza y la gracia, y ¡ay del día en que las hembras cañís no sepan llevarla y en lo más hondo del cofre se apolille abandonada! Con ella se irán por siempre la guapeza legendaria, los aromas andaluces y la altivez castellana. Ya sólo luce en el coso entre silbidos y palmas, difundiendo la alegría en los palcos y en las gradas, mientras en el fiero bruto los aguijones se clavan y en la muchedumbre loca férvido entusiasmo estalla. ¡Y es que allí se han refugiado de nuestros padres las almas, que olvidaron a sus hijos en los campos de batalla! Poetas y mercaderes, es imposible amalgama ya de su sangre reniegan, su cobardía declaran, y en asambleas y libros procuran con sus palabras destruir a picotazos nuestra leyenda dorada. Pero ¿quién sabe? En el mundo todo vuelve, todo cambia; los poderosos de antaño pudieran serlo mañana y recobrar sus dominios, nuestra lengua y nuestras armas. Delito grave sería renunciar a la esperanza mientras la raza subsista, ¡mientras lleven nuestras damas en la mantilla española la bandera de la patria!17 SINESIO DELGADO. 1902 FOLKLORE TAURINO
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EL ARTE DE CÚCHARES. Semanario Taurino y de Espectáculos. Año I, México, diciembre 7 de 1902, N° 2.
LO QUE MAS GUSTA A LA GENTE O ALELUYAS DE REVERTE. Aquí tenéis, bravo y fuerte, al diestro Antonio Reverte. Vino en Alcalá del Río al mundo con gran tronío. De chico no iba a jugar sino al campo a torear. Siguiendo sus aficiones torea en las poblaciones. Viniendo luego a Madrid, para lucirse en la lid. Lo que logra con gran brillo en unión de Bonarillo. Hay por alcanzar billetes, disgusto, fila y cachetes. Capote al brazo entusiasma a los públicos y pasma. Quebrando con banderillas lo hace a las mil maravillas. Herido y todo no quita, le dio el título Guerrita. De Santa María un toro le cornea sin decoro. En Salamanca es cogido resultando mal herido. Y queda para otra vez la corrida de Aranjuez. Si no es en la de la Cruz Roja herido, ¡la mueve floja! Va con Guerrita a Bilbao y allí le deja aplastao. En Valladolid mató él solo, y con entusiasmo. Sigue vencido en Sevilla el astro de Monterilla. Sobre la testuz se acuesta y es el héroe de la fiesta. A Rafael en Jerez se lo merienda otra vez. En Madrid, sin desperdicio, viene y nos saca de quicio. Descabellando certero halla éxito lisonjero. Córdoba le aplaude a Antonio aunque alguien se da al demonio. En Madrid pone su vida en peligro otra cogida. Siendo el torero del día de mayor talla y valía.
(Ilustradas con pintorescos dibujos estas aleluyas a Reverte circularon mucho, en México y en España, a principios de este siglo).18 1902 ¡La Gran Destrucción y Terrible Incendio de la Plaza de Toros de Puebla el 12 de enero del presente año! ¡Un muerto, muchos heridos y contusos! (1902) Estaba de bote en bote la hermosa plaza de toros, la entrada fue colosal; como se ha visto muy poco. El escándalo inicióse desde que estaban lidiando el tercer toro que al público no le fue de mucho agrado. Unánime fue el disgusto, pero sólo se expresó con mil gritos y silbidos, y de allí ya no pasó. Al llegar el cuarto toro que a Reverte le aporreó, la concurrencia calmóse y nada manifestó. Siguieron los otros toros y la bronca ya siguió, a pesar que los gendarmes pusieron su intervención. El que inició el gran siniestro fue un individuo español, que un cojín con toda fuerza al redondel arrojó. Fue aprehendido el imprudente y en la noche estuvo preso, pero salió al otro día con pagar doscientos pesos. Toditos al “gachupín”, toditos lo secundaron, y así empezó el “mitotote”. . . piedras muchas y sillazos. 18
Toros. Programa de lujo-obsequio (s.e. y s.p.i.), para la corrida del domingo 10 de mayo de 1959 en la plaza de toros “México”, cuyo cartel fue: 6 toros de Valparaíso. Matadores: Fernando de los Reyes “El Callao”, “Joselito” Huerta y “Curro” Ortega.
El público hecho una fiera gritaba loco y frenético, más que gentes, parecían los demonios del Infierno. Toda la madera en breve, lo mismo que la barrera quedó destruida, y los palcos derribaban con violencia. Y luego prendieron fuego al destrozo formidable, y hasta algunos jovenzuelos de familias de alta clase, Destruyendo varias gradas con ímpetus de salvajes Las puertas de los toriles y del gran patio de arrastre fueron muy pronto arrancadas sin tener temor a nadie. No se sabe cómo y donde Consiguiéronse aguarrás Y petróleo del más fuerte Para mejor incendiar. El último toro allí Hecho ceniza quedó, Y un caballo que sacaron De las cuadras ¡oh qué horror! Empezó el fuego a la vez En cinco partes diversas Y el público, cual apaches Avivaba las hogueras, En otros departamentos Un banquete improvisaron, Comiendo la carne cruda De toros y de caballos. Aquello fue horripilante; Gritos, piedras, alaridos Lumbre, golpes y destrozos… ¡El colmo del salvajismo! Mirando el Jefe político Que todo era insuficiente Para contener un tanto La fiereza de la gente.
Mandó traer doscientos hombres Del Batallón “Zaragoza” Que hicieron varias descargas Al aire… en aquellas horas. Mas esto valió de nada; Al contrario, más furiosos Los salvajes se pusieron, Y apedrearon más rabiosos. Era una lluvia de piedras De cojines y de palos. Entre el humo del incendio Y los gritos de los bárbaros. A todo esto se aumentó El susto de las familias Y ayes también de dolor Porque salieron heridas. ¡Qué aspecto tan espantoso Presentaba aquella plaza! Parecía el día del juicio… ¡Satanás con su comparsa! Los concurrentes pasaban Según se vio, de seis mil, Y de estos, décima parte Hicieron el sanquintín. Cuando el fuego hubo tomado Grande fuerza, llegó presto, Un piquete de soldados Para apagar el incendio. Pero aquello no dio efecto Porque el agua no encontraron Hasta que al fin los Bomberos El fuego todo apagaron. Fueron muchos los heridos Y contusos a la vez; Varias señoras y niños Se accidentaron también. Entre lesionados se hallan El Sr. Marcial Carrillo, Jefe segundo rural Que es bastante conocido. El Sr. Mariano Jofre, Municipal Secretario, Y el Sr. Jefe político
Que se hallaba apaciguando. Un oficial además Del Batallón “Zaragoza” Un gendarme y diez soldados Que estuvieron en la bola. Y muy cerca de la plaza Un cadáver se encontró Con muchísimas lesiones, Sin saber quien le mató. Se ha logrado averiguar Los nombres de los primeros Que hicieron el gran escándalo Y se encuentran ahora presos. El Sr. Bernardo Tello, De las suertes director Expuso que aquel ganado Venía en el tren que chocó. La mañana de ese día; Y esto el fracaso causó, Porque los toros tan bravos Llevaron un susto atroz. De cualquier modo que fuera Los poblanos “se lucieron” Con su estudiasmo tan vivo Y proceder tan frenético. En ninguna ciudad nunca Se vio tanto salvajismo, Aquello no tuvo nombre Fue inaudito, horribilísimo. Por supuesto que no todos Pueden llevar se mote; En Puebla, hay gentes muy cultas No hay regla sin excepciones. Seguro es que en ese Estado La autoridad prohibirá Por completo las corridas; Lo mejor eso será. La diversión del toreo, Aunque muchos no les cuadre, Es inmoral y recuerda El tiempo de los salvajes. ¡Ojalá y que pudiera
Por todas partes prohibir! En favor de la cultura Verdadera de un país. En fin aquí se termina El escándalo de Puebla, Que tantos males causó Y sobre todo ¡vergüenza!19
Versos dedicados a don Joaquín de la Cantolla y Rico. Ca. 1901-1905 VALONA de Don Joaquín de la Cantilla y Rico, famoso aeronauta mexicano. Giraba por los setenta y a todo trapo en el viento el trompo de los transcursos, cuando –sin venir a cuentodel cielo cayó al país un niño que vino en globo posando de cumbre en cumbre: Ni lo trajo la cigüeña, ni siguiendo la costumbre lo encargaron a París. Y como vino de arriba, en lugar de hacer barquitos como todos los muchachos, le dio por construir globitos con engrudo y con papel; y los inflaba con humo soltándolos hacia el techo y se pasaba las horas espiándolos y en acecho del más pequeño vaivén. 19
El anverso de la publicación original de este corrido lo encontré reproducido en las siguientes obras: “José Guadalupe Posada, ilustrador de la vida mexicana”, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Fondo Editorial de la Plástica Mexicana, México, D.F., 1992, página 289. Además: “Posada´s popular Mexican prints” seleccionado y editado por Roberto Verdecio y Stanley Appelbaum, Dover Publications, Inc., Nueva York, Estados Unidos de América, 1972, página xiii. Igualmente, cabe mencionar que el texto del corrido se reproduce en la siguiente obra, aunque únicamente el proveniente del anverso del mismo: Del Razo Lazcano, Blanca. Plaza de toros del Paseo Nuevo. Orígenes de la fiesta brava en Puebla, colección tercer milenio, serie Las casas de Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Dirección General de Fomento Editorial, primera edición, Puebla, Pue., 2000, páginas 39 a 40. Igualmente, cabe mencionar que el texto del corrido se reproduce en la siguiente obra, aunque únicamente el proveniente del anverso del mismo: Del Razo Lazcano, Blanca. Plaza de toros del Paseo Nuevo. Orígenes de la fiesta brava en Puebla, colección tercer milenio, serie Las casas de Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Dirección General de Fomento Editorial, primera edición, Puebla, Pue., 2000, páginas 39 a 40. Todo él recuerda el terrible incendio que ocurrió la tarde del 12 de enero de 1902, como se indica.
Flotaban en el espacio sus ideas por ir al cielo, o al menos por levantarse algunos metros del suelo que es nuestra eterna ilusión; y así concibió el proyecto de estudiar como aeronauta y adquirir conocimientos -por experiencia o por pautadando cuerda a su afición. Echó raíces muy hondas su elevarse por los aires y cual pájaro en las nubes llegar hasta Buenos Aires o cualquier otra Ciudad; pero amigos, lo de siempre, cuando hay lumbre no hay pajuela, cuando hay pa´carne es vigilia, y entonces no había ni escuela para aprender a volar. Tuvo que escoger carrera y no encontrando otra pista que acerque el cielo a la tierra, se volvió telegrafista del Sistema Nacional. con estos antecedentes -como aguacate en la ollase maduró el aeronauta don Joaquín de la Cantolla, que sin genio, fue genial. Popular y pintoresca su inconfundible figura, como una vara de pesca levantada su estatura más allá de lo normal, larga y enjuta la cara, la nariz, y muy atrevida, y en virtud de una caída un ojo pequeño y negro el otro ojo de cristal. El cabello muy escaso tirando a calvo de plano, el valor hasta en los poros, el corazón en la mano y la actitud liberal. Negra y alta la chistera, y a propósito de tacos pa´beber fue sibarita,
hecho un taco en su levita, pa´comer no tuvo igual, pues por gusto y por apuesta tragó velones de sebo, verdes cáscaras de tuna y cascarones de huevo, afirmando de verdad que yendo todo a la panza -de la sopa a los frijoleslo mejor es la escamocha con coles y estoperoles en demócrata igualdad. En demócrata igualdad, convencido hasta las cachas, construyó un globo de manta que a pesar de algunas tachas juzgó pa´l caso eficaz; le adaptó una canastilla con mecates hechos greña, lo llenó de humo caliente, quemando trapos y leña empapada en aguarrás. Así los preparativos y escudriñando el Arcano, por vivir de humo y de fango, llamó a su globo “Vulcano”, y en “Vulcano” se subió. Audaz y valientemente y ya en la cesta de marras, ordenó a sus ayudantes que cortaran las amarras y hacia el éter se elevó. Subió espantando palomas y asombrando a los gorriones; y con los pelos de punta lo miraban los mirones subidos en Catedral, o andando en la Plaza de Armas como hormiguero espantado, pues era la vez primera que nuestro suelo estrellado trataba con un mortal. Mientras “Vulcano” ascendía, la muchedumbre gritaba con entusiasmo sincero y Cantolla tremolaba la bandera tricolor. Así pasaron las horas, mas perdiendo lentamente su fuerza el humo y los gases,
por el rumbo del poniente descendió el explorador. El Pueblo aplaudió a Cantolla lo acomodó en carretela, y quitando los jamelgos, por calles, barrio y plazuela, lo aclamaba con furor, y una y cien veces subió dándole alazo el ala, en unas con buena suerte Y en otras con suerte mala, pero siempre con valor. Tuvo varios accidentes notables y aparatosos, pues nadie se halla seguro si en los cielos borrascosos soplan rachas al azar. Perdió un ojo, dos costillas, sufrió herida tras herida y en ocasiones aciagas por nada pierde la vida en su empeño por volar. Sufrió sustos, sobresaltos y triunfos y aclamaciones, se cubrió de cicatrices, que eran condecoraciones de su audacia y su actitud. Alternando con la Muerte, una vez cayó en los Toros; y otra vez en el Senado -en plena sesión de lorosles perforó el tragaluz. Cierta ocasión cayó envuelto bajo su propio aparato y salió como el Demonio: Negro, cambujo, mulato y tiznado de carbón. En otra de tantas veces se achicharró hasta el pellejo, pues lo agarró la de malas cayendo en el aparejo de una paila de jabón. En las fiestas de la Patria fue número de programa y el Presidente le daba -con u pañuelo de lanay en la Plaza de San Lucas la señal para ascender.
Narraciones y aventuras dictaba a los periodistas y en El Siglo XIX, se describen las conquistas del rival de Montgolfier. Hubo vez en que les dijo: “Con un cielo tan hermoso y en medio de nubes blancas, el arranque fue impetuoso y el jalón fue de verdad; pero yo prefiero estar allá arriba y en mi globo que en las luchas de la tierra, lejos del hombre hecho lobo y solo en la Inmensidad”. En memorable festejo subió el globo y a caballo descendió como de rayo causando la admiración. Un último ascenso tuvo con Braniff el deportista. ¡Y subió en el Centenario. Así fue este gran valiente aeronauta mexicano, el de las fiestas del Pueblo, el del humor campechano y la férrea voluntad. Derrochando simpatías, lo imposible fue acicate de sus celestes empresas y hasta su gran paliacate gozó popularidad. Daniel Castañeda.20 1903 Las señoritas toreras… Las señoritas toreras lo están haciendo muy bien, pues clavan por alfileres, banderillas que es de ver. Cosen el toro a estocadas, y barren el redondel con sus capas, como escobas 20
Armando de Maria y Campos: La navegación aérea en México. México, Compañía de Ediciones Populares, S.A., 1944. 196 p. Grabs., fots., p. 185-193.
de amaranto o de clavel. Bordan el lomo del toro, y lo ponen cual vergel, convirtiéndolo en maceta de mil flores de papel. Forma surtida cocina el coso que aquí se ve, con los ajos y cebollas que les tiran por doquier. Olé por las españolas, por las toreras, olé, que en vez de sexo de enaguas, sexo de calzones es.21 1903 DON TANCREDO Y SOCIOS. ¡Qué becerrada tan tosca La de Carlos Obregón!... Don Tancredo se hizo rosca, Y encabezaron la mosca Julio Segarra y Gaszcón. Sale pisando la arena En flaco rucio alazán, Don Eduardo Arozamena… El ronco clarín resuena Y la murga echa el Can… cán. Grita el público muy hondo Arrojando sus sombreros, Y salen, de dos en fondo, Los nietos de Gavilondo Vestidos de panaderos. Ajitan entusiasmadas Las reinas los abanicos; Se oyen cien mil carcajadas, Y una lluvia de miradas Cae sobre esos pericos. Sobre el toril arremete El torilero que soba Los moños de rehilete. Y sale el primer torete Con más hambre que una loba. Escardó y Leopoldo Gil, Con trancas descomunales, Le dan una entrada vil De puyazos de albañil A Don Toribio Grajales. 21
El poeta era el moreliano Mariano de Jesús Torres. El Centinela, tomo XI, Núm. 22, Morelia, 13 de diciembre de 1903, suplemento número 22.
Y DonToribio que es ducho Y siente los atracones, Les da, sin trabajo mucho, Un tango de capirucho Con su copla de pitones. Llega el capeo… ¡qué capeo! ¡Qué navarras!... ¡qué verónicas! Qué Judas!... ¡qué Cirineo!... Fue aquello un batiboleo Digno de ocupar cien crónicas. Qué pares de banderillas De Arzamendi y Pardavé! Por el lomo… en las costillas… En la cola… en las canillas… Y en la… resérvese usté! Obregón sacude el trapo, Y lo pesca a piernas juntas El bicho, y le da un sopapo… Tal vez creyendo el muy guapo Que estaba en “Toros de Puntas”. Para cortar el enredo, Sale el famoso Morales A fungir de Don Tancredo, Y parece sobre el ruedo Muñeco de a veinte reales. ¡Qué pifia! ¡qué cuchilladas En corchea y en sí bemol! ¡Qué brincos!... ¿qué revolcadas! ¡Qué gritos y carcajadas Tanto en sombra como en sol! Y por compasión propongo Que no peguen otra lata… Mejor que les den mondongo Las que cantan el Morrongo Aunque metiendo la pata. EL PUNTILLERO.22 1903 PITONES Y COLETAS. Ramón López, alias Latas, da el camelo al populacho, anunciando a un “mamarracho” y correteando seis “ratas”. Hasta levantó las patas “Bebé” con su “gran toreo”, pues le dieron tal “meneo” a ese diestro de ¡jindama”, que hasta con su pobre “máma” 22
EL COLMILLO PÚBLICO, D.F., del 10 de septiembre de 1903, p. 7.
lo mandaron a paseo. “Macaco”, el Zorpilotito, “paese” que salió garrote, pues que toreó “zorpilote” en lugar de berreguito: Con razón el muy maldito se ciñó hasta los pitones… Pero no nos dan canciones, que conocemos el arte. a echar pulgas a otra parte! no somos “villamelones!” Si quiera con los carneros se va arriesgando el pellejo; pero el toreo a la Mesejo es propio de curanderos… Si son deveras toreros los que nos trae Don Ramón, ¿por qué entonces de un jalón no les echan elefantes a esos Quijotes andantes, sino un mísero “mamón”? Si continua el empresario de toros haciendo el timo y vienen buscando arrimo los del timo estrafalario, será justo y necesario mandarlos apergollar… Y los que van a ensalzar a tan torpes “jindamones” que se den veinte sentones en la de San Baltazar! POSTEMILLA.23 1903 Cuando se presentaban triunfalmente en cuanta plaza pisaran su ruedo, la cuadrilla de “Señoritas toreras” daba motivo para diversas reacciones. Así que el 21 de mayo de 1903, partieron plaza en la plaza “México” de la Piedad, D.F., para lidiar 5 toretes de Santín. De su actuación, se desprendieron estos inspirados versos: MINIATURAS. ¡Embolados! ¡Vive Dios que me encanta la bravura cuando arraiga en los pechos de las hembras, y ya estoy impaciente por probarles a las niñas toreras 23
EL COLMILLO PÚBLICO, D.F., del 22 de noviembre de 1903, p. 10.
que he decidido derrochar mañana los pocos entusiasmos que me quedan! ¡Todo por el tupé del bello sexo, todo por la afición, todo por ellas! ¿Qué más dará que pinchen en el rabo del buró respectivo, o en la oreja, si dentro de la airosa taleguilla palpita carne sonrosada y tierna?... Pero debe tratarse a las señoras con la delicadeza que merece un ser débil… ¡el más débil de todos los que existen en la tierra! Los cuernos no le asustan al que gasta peludo el corazón, rala la trenza; pero, en caso contrario, algo debe imponer la cornamenta. Y sería, además, indecoroso que, al hacer de Tancredo la Tancreda, se pudiese dejar sus vestiduras en las agudas astas de la fiera. Ante tal espectáculo, ¿quién no se moriría de vergüenza?... Pido, pues, que se suelte a los santines con regulares bolas en la cuerna, si han de quedar a salvo, en el anillo, la moral, el decoro y la decencia. de otro modo, ¡no soy yo el que responde de lo que allí se vea! Chiste-gramas.24 1903 La temporada taurina… La temporada taurina Anuncia Don Ramón López Con un bombo exagerado Y con grandes cartelones. Verán ustedes que pasa Después de tanto derroche De anuncios y de promesas: Que los toros son ratones Y los diestros, mamarrachos Que por mor de los frijoles Se exponen, no a una cogida, Porque esos toros no cogen; Mas sí a sacar la cabeza, Con veinticinco chichones, Producto de proyectiles Que el público les arroje. 24
El Correo Español, D.F., del 20 de mayo de 1903, p. 2.
Anónimo.25 1903 Los Toros!! “Valiente diversión de papanatas! El arte de torear! Qué retroceso! Unos monos con boinas y alpargatas Y un torito que apenas es travieso. Y celebran muy serios las contratas, Y anuncian de los siglos el suceso, Para darnos al fin las grandes latas! Qué lunar en el rostro del progreso!” Así habla Don José de Labastida, Protector de animales, gente honrada; Mas ¡ay! que llega el día de la corrida Y a su mujer, que se halla embarazada, La deja dando a luz comprometida Y se larga a aplaudir una estocada! OTHÓN LÓPEZ M.26 1903 En LA IDEA DEL SIGLO, D.F., del 11 de junio de 1903, p. 4 se publicaban las siguientes CHARADAS. I A la niña María de la Luz Huerta. El sonido de un tambor Mi primera te dará, Y la tres es una nota De la escala musical. Dos y tres es la oración Más divina, más sublime, Que tú, como buena niña, Con fervor has de rezar; Y la suerte peligrosa Que ejecuta mi total, Si fueres a ver los toros Muy gustosa aplaudirás. DOLORES ACEVES. 1904 25 26
EL KIKIRIKÍ, D.F., del 11.10.1903, p. 7. EL KIKIRIKÍ, D.F., del 01.11.1903, p. 6.
Gualda y Rojo… Dedicado a A. Sánchez Quezada. Sol estival. Las vívidas lumbreras Ostentan oriflamas y pendones, Hay chispas de topacio en las barreras, Y toques de granate en las banderas Prendidas con donaire en los balcones. Suena el clarín…! Al golpe del acero Se lanza un toro zaíno rebrincando: Es roja su divisa; es el primero Que arranca de lo negro del chiquero A saltos gigantescos “derrotando”. Ya se alsa la estruendosa gritería. Se agitan los capotes encarnados, Y allá con el crepúsculo del día Prosigue la fantástica armonía Del juego del color en los brocados. Saluda el picador entusiasmado; La fiera escarba el suelo, enfurecida, El jaco se resiste, encabritado, Y luego, al recular, ¡desventurado” Recibe en el “encuentro” la embestida! Un peón valiente que en lucir se afana Empuña los “zarcillos” enflorados; Los muestra con orgullo á su gitana, Clavándolos después, de buena gana, En medio del morrillo ensangrentado. Después de una estocada que recrea Se aleja el diestro en actitud serena, Y el zaíno, á media plaza, cabecea, Contempla el cielo azul y bambolea Rodando al fin por la sangrienta arena. Rodrigo Gamio.27 1904 El último toro. (A José A. Pérez) Al fin se revolcó sin esperanza Hundido entre las sombras del chiquero: 27
México Taurino, año I. México, octubre 20 de 1904, Nº 1.
Ese espasmo feliz no era de holganza, Era un golpe de vida en la tardanza Que tuviera en abrir el torilero. Y ágil al (…) en su primer carrera, Saltó el burel a la candente arena… ¡Oh que tarde sol! ¡qué primavera! A lo lejos el bosque y la pradera Aquí el ¡olé! de la gentil verbena. Y mugiendo después en su tristeza En medio de la plaza enardecido Alzó febricitante la cabeza, Y al golpe del acero, en su fiereza Al querer derrotar cayó vencido! Rodrigo Gamio.28 1905 A un terno… eterno. A ti te canto ¡oh terno infeliz; terno caduco, que un día fuiste color de esmeralda pura; y aún vives lacio, y falto de brillante estuco debido estar durmiendo en la… amargura! ¿Por qué tu dueño te castiga tanto, y te suda, y te quita el poco brillo de aún te resta de cuando fuiste de Pepe-illo? Piedad de ti no tiene; es un tirano, y el que del viejo no se apiada, merece que su nalga sea azotada. Verde fuiste, cuando tuve abuela, y hoy eres verde pimiento de Orihuela; hora es ya que descanses de la lucha y dejes de cubrir el cuerpo de esa trucha. Huye ya de una vez de tan monumental pellejo y que otro terno nuevo te reemplace, que ya traje no eres; eres ultraje que vas calléndote de viejo. Atribuido a Carlos Quiroz.29 1905 La muerte del toro. 28 29
Ratas y Mamarrachos. Año III, Nº 63. México, marzo 12 de 1905, p. 1. Ratas y Mamarrachos. Año IV, Nº 82. México, octubre 30 de 1905, p. 7.
De la tarde los últimos fulgores iluminan el coso. Las palmadas cual grupos de palomas asustadas escapan entre músicas y flores. Se envuelven los gentiles matadores en sus capas de púrpura adornadas… Y solo, con las astas despuntadas, bregando con sus últimos dolores, el toro, ya sin fuerzas, bamboleando, se acerca a los “tableros” inclinando la escultórica testa ensangrentada; y al morir, en sus lóbregas pupilas, asoma con sus lánguidas esquilas un cortejo doliente: la vacada. Rodrigo Gamio.30 1905 UNA FIESTA QUE IGUALA. Toro y torero Y es el peor modo De gastar dinero. Al ver lidiar unos toros Acto bárbaro y cruel, El pueblo marcha en tropel Cantando como los toros. Libre, feliz y sin penas Se estima en sus ilusiones Y no ve los eslabones Que esto añade a sus cadenas. Desde el duque al menestral, Se cuentan, triunfan y gozan, Y alegres todos destrozan El bien, y traen el mal. Dejan las ciencias, las artes, Y con bulla y malos dichos A ver matar unos bichos Acuden de todas partes. Llegan: invaden la plaza Bajo un sol achicharrante. 30
Ratas y Mamarrachos. Año IV, Nº 85. México, octubre 30 de 1905, p. 1.
Y sin perder un instante, En blasfemar se dan traza. Con modales no decentes, Y trajes abigarrados, Puestos de pie o sentados Todos gritan impacientes. Allí no hay grados ni clases, Ni respeto al bello sexo, Sólo se nota el exceso De descomedidas frases. El noble, el rico y el rata, Sin remilgos, y compactos Sin conciencia de sus actos, Esperan su fiesta grata. Luego sale un alguacil, Aplaudido por la gente, A quien tira el Presidente, Los llavines del toril. Después suenan los timbales Y aparece la cuadrilla, Y al son de la musiquilla Se da principio a los males. Tierno, gozoso y ufano El picador sin más tregua, Montado en una yegua Embiste garrocha en mano. La pica clava en la fiera, Esta da muerte al caballo, Y el picador de soslayo Cae de cualquier manera. Después del banderillero Lo estoquea el matador, Y rindiéndolo el dolor Lo remata el puntillero. Todos… (dejemos el nombre) Se gozan en la agonía De un animal que Dios cría Para el provecho del hombre. Acto cruel; negro vicio, Es el matar sin provecho A un animal que fue hecho Para nuestro beneficio.
¿Cómo puede placentero El pueblo ver sin desdoro Que un caballo mate un toro Y un toro mate un torero? ¿Qué ventaja, qué cultura, Qué adelanto representa Un acto que nos afrenta Lleno de saña y locura? Nada se alcanza con leyes Que permitan tales males: Hay, pues, fiestas morales, Menos toros y más bueyes. Deja esa fiesta de moros. No tardes, que el tiempo vuela, Y pon siquiera una escuela En cada plaza de toros. J. PALOMO.31 1905 DE PÚRPURA. (Libro inédito). Ágil, nervioso, indómito y salvaje, Muy alta la cerviz, saltó a la arena, Y al escuchar atronadora y plena La salva del aplauso, con coraje Se detuvo de pronto, hirió en el suelo Y alzó el testuz para aprestarse al duelo. Sonaron los clarines y atambores En una diana levantando un coro, En tanto el sol volcaba el polvo de oro De su luz, en la fiesta de colores, Y emergía del coso deslumbrante, Un vértigo triunfal y delirante. Ante los ojos de la fiera altiva, Cruzaban encendidas y radiosas Como fuego, las púrpuras vistosas Y los trajes de luces, y en la viva Claridad de la tarde, en que se inflama Cada charca de sangre, es una llama. De pronto ve un relámpago brillante Que al ir a acometer luce en extrañas 31
EL ALDEANO, SALTILLO, COAHUILA, del 24 de enero de 1905, p. 2.
Radiaciones, después en las entrañas Siente que le penetra algo punzante, Y rueda doloroso, ya vencido, Y muge, y es su voz grito y rugido! Se esfuman en redor oros y rojos, Sólo escucha el aplauso que resuena, Y piensa al sucumbir, en la serena Campiña donde libre entre rastrojos Y ya a la occidua luz en la hondanada, Irá lenta y rumiando la vacada. Allá, bajo las frondas irán lejos, Y recuerda sus ansias y sus celos, Sus ímpetus, sus iras, sus anhelos, Y de sus campos verdes los reflejos Que se fijan por siempre en sus pupilas, Muy tristes y muy glaucas y tranquilas! Manuel Larrañaga Portugal.32 1907 Desde el tendido… Prende cárdeno sol sus flecos de oro en los ternos de luz de los toreros y deja en las mantillas y sombreros, irizado matiz multicoloro. Al toque agudo del clarín sonoro abren sus negras bocas los chiqueros, y ya, garrocha en ristre los piqueros, salta a la arena el arrogante toro. Y comienza la lucha de la fiera que el castigo al sentir se desespera y embiste, y brama, y con furor se agita; mientras el pueblo, en incesante broma, como en los tiempos de la antigua Roma, ebrio de gozo y de entusiasmo grita. Anónimo. 1907 TRISTÍSIMOS RECUERDOS DE ANTONIO MONTES MATADOR DE TOROS, MUERTO EN MÉXICO EN 1907
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México Taurino. Semanario ilustrado. Año II, México, Enero 28 de 1905, Nº 12. Col. de Julio Téllez García.
Desgraciado Antonio Montes! la malhora le ha llegado, que aquí en nuestra plaza “México” un toro lo ha despachado. Cuando salió de Sevilla grandes lágrimas lloró, y ya en la escala del buque de España se despidió. El trece del mes de Enero que era domingo en la tarde, le cogió a Antonio Montes el toro para matarle. Médicos no le faltaron a Montes junto a su lecho, pero no pudo vivir pues el mal ya estaba hecho. En su breve testamento Antonio les encargó que se llevaran su cuerpo para Sevilla veloz. Al saber su pobre madre el accidente tan cruel, lloró lágrimas amargas tan amargas como hiel. Le hicieron sus funerales en el Panteón Español, y hasta coronas tenía y de ceras un montón. parece que sobre Montes había alguna maldición, pues que su cuerpo ha quedado toditito hecho carbón. Cuatro cirios alumbraban el féretro a medio arder, encontrándose distantes del catafalco muy bien. A las seis de la mañana del veintitrés de este Enero, el señor Pedro Gutiérrez avisó por teléfono. también al Presidente de Beneficencia Hispana, comunicó la noticia del fuego con grande alarma. La autoridad acudió para el hecho esclarecer, y horrorizados quedaron de lo que pudieron ver. Las llamas consumido habían la mesa y el buen cajón, y sobre el suelo mirábase informe y denso montón. El mismo señor Gutiérrez
provisto de regadera trata de apagar violento aquel rescoldo que humea. También ya estaban ardidas las coronas que pusieron, en los grandes funerales que al pobre Montes hicieron. El Prefecto de Tacuba ordenó pronta aprehensión, de dos de los veladores y del Administrador. Uno de los veladores fue quien notó el accidente a las seis de la mañana del veintitrés del presente. Los aprehendidos dijeron que la culpa no tenían, pues que alguno de los cirios al catafalco caería. El pobrecito de Montes perdió mucho de la cara, porque la piel por entero se notaba bien tostada. Los ojos se destruyeron y solo tenía dos pozos, y el pie izquierdo separado muy próximo de su tronco. En resumen aquel cuerpo con aquella combustión, parecía lo habían formado con cisquito de carbón. Además el buen barniz que cubría bien al muerto, barniz con que le untaron en el embalsamamiento. Los veladores González y Ávila estaban pagados para cuidar el cadáver con dos pesos duros diarios. Y sin embargo de aquesto no notaron el siniestro, se durmieron de seguro al velar al pobre diestro.
Se cree que las causas fueron por ejemplo que la llama, de alguno de aquellos cirios comunicara a las tablas. Todas son pues, conjeturas y no se sabe realmente, la causa que ocasionó aquel terrible accidente. Mandóse hacer otra caja idéntica a la quemada, para los restos de Montes y mandarlos luego a España. Fuentes y Torres costearon misa de réquiem cantada, y allá en Santo Domingo tuvo efecto en la mañana. Todos, todos los toreros se encuentran horrorizados, de aqueste acontecimiento que es deveras tan extraño. El número 13 se halla en los actuales sucesos, el 13 fue la corrida y eran 13 los toreros. Tiene el nombre 13 letras de Antonio Montes el diestro, el día 13 cae su santo y 13 sus lances serios. Abunda el número 13 y aunque sea supersticioso, en 13 le cogió el toro y luego… se hizo carbón.33 1907 ROMANCE DE ANTONIO MONTES
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Imp. De Antonio Vanegas Arroyo, 2ª Calle de Santa Teresa Núm. 43. México. Además: Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): Igualmente, cabe mencionar que el texto del corrido se reproduce en la siguiente obra, aunque únicamente el proveniente del anverso del mismo: Del Razo Lazcano, Blanca. Plaza de toros del Paseo Nuevo. Orígenes de la fiesta brava en Puebla, colección tercer milenio, serie Las casas de Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Dirección General de Fomento Editorial, primera edición, Puebla, Pue., 2000, páginas 39 a 40.
Antonio Montes y Vico, el sevillano rondeño, sin cascabel ni alegrías, grave, profundo y severo, fundido en el clasicismo, sin tonos churriguerescos; toda verdad y energía, fuiste de Pedro Romero, el reflejo más exacto, en estos tiempos modernos. Nada supiste de adornos ni de correr bullanguero, ni de faroles y largas, mariposas ni galleos, de abanicos y mandiles, de serpentinas ni quiebros; pero sí fue tu verónica del lance esencial modelo que llevaba en su desmayo, todos los lánguidos dejos del árabe primitivo, en que Ronda tejió sus sueños y fue más lanza que caña en las justas y torneos. Tu corazón era bronce y tu voluntad acero; corazón y voluntad, que animaban su toreo, firme como el corazón, cual la voluntad entero; ceñido a lo más preciso, sin punto de más ni menos, pero guardando constante medida y ritmo perfectos, por lo que, si pierde en gracia, gana en hondura y misterio. Era tu muleta un ritmo, como tu espada fue un cetro, e igual que todo lo grave no ganabas al momento la admiración de los públicos ni las simpatías del pueblo. Era preciso gustar, varias veces tu toreo, para notar el sabor, a clasicismo perfecto, que como especias de Oriente sazonaban tu sereno gesto, y labraban constantes los perfiles del recuerdo.
Tan dramático tu arte, como fue tu sino adverso, lo que otros lograron pronto, tardaste tú en obtenerlo, pues no es condición humana, rendir su tributo al mérito. ya consagrado y famoso, gozando de un primer puesto, a refrendarlo viniste ante el público de México, y entre Fuentes y “Bombita”, estrellas de entrambos cielos, lo mismo aquí que en España, brillaste como un lucero. Hasta que una tarde triste, su fecha, trece de enero, surgió la siniestra traza de un toro, que en el encierro, desentonaba por basto, por cornalón y por feo. se llamaba “Matajacas”, y Montes exclamó al verlo, un ¡ojalá no me toque!, que fue una frase y un rezo. Pero implacable la suerte se le mostró en el sorteo a Antonio, y fue “Matajacas” el que le tocó primero. Preocupado llegó Montes, más en cuanto pisó el ruedo, y oyó vítores y aplausos, volvió a ser aquél sereno triunfador de adversidades que nunca se rindió al miedo. “Matajacas” en la arena demostró su torvo genio, pero el capote de Montes le detuvo con empeño y la res, sino vencida quedó dominada, al menos. Ya sonaron los clarines y los timbales al viento dando la señal de muerte. ¡Muerte de toro o torero! “Matajacas” en las tablas, defiende su vida fiero, y Montes, con la muleta, tiende a destroncar el cuello del animal que afirmaba con su maldad y recelo,
los juicios de quienes antes, se horrorizaron al verlo. Por fin el valor de Montes, se hace de la bestia dueño, y ya igualmente en las tablas, la ataca a volapié neto. la estocada es formidable, y el toro corta el resuello, mas “Matajacas” traidor, sabe la esgrima del cuerno, y para dar la cornada al infortunado diestro pone su peor intención, junto a su postrer esfuerzo. El espada mal herido y la lucha con la muerte entablan famosos médicos. la muerte los vence al fin y el dieciocho de enero de mil novecientos siete exhala el último aliento Antonio Montes y Vico, el sevillano rondeño que sus públicos más fieles, tuvo en Sevilla y en México.34 Anónimo. 1907 La sensacional cogida y muerte del famoso torero español Antonio Montes. (1907) El trece del mes de enero de mil novecientos siete un toro tepeyahualco a Montes le dio la muerte. Sucedió en la plaza “México” esta tremenda desgracia el trece del mes de enero, de las fechas la más mala. La plaza estaba repleta y comenzó la corrida a las horas de costumbre con formalidad debida. Fue el primer toro jugado 34
La Lidia. Revista gráfica de espectáculos. Año IV, N° 165, México, D.F., 1° de febrero de 1946.
sin ninguna novedad, y Montes el descabello le clavó sin vacilar. Llega ya el segundo toro muy renegro y muy abierto, tres verónicas dio Montes y al último dos galleos. Aquí principió de malas pues el toro le cogió, y en los aires fue lanzado pero nada le pasó. Los picadores bien le pican al toro tepeyahualco, y escuchan bastantes palmas llenándolos de entusiasmo. “Blanquito” le pone luego de banderillas un par y entra Montes al segundo comenzándole a torear. Pero lo encuentra acostado puesto del lado derecho y ya se teme un percance y todos ven con acecho. El toro en momento dado de la cogida mortal pues a Montes lo derriba y lo recoge brutal. Lo balancea en las astas y Montes vuelve a caer, pasando a la enfermería sin poderse ya valer. Y continuó la corrida según costumbre, lo mismo, como si nada pasara ni hubiese ningún herido. Hubo muchas, muchas palmas para “Antolín” y “Triguito”, lo propio para Ricardo y Fuentes toca el morrillo. Casi todos los toreros esta tarde tienen palmas, y gozan emocionados mientras Montes …¡en la cama!
Que fue la mejor corrida de toda la temporada, dicen muchos; mas la peor para Montes, ¡Qué desgracia! La cogida fue muy grave; la herida fue por el vientre, curándole los doctores Cuesta Gama y Villafuerte. Esa tarde muy contento Antonio Montes se hallaba, ¿quién se lo había de decir que la muerte le acechaba? Siguió ya muy grave el lunes y el martes, pues fue lo mismo, el miércoles por la noche fue terrible para el herido. Casi nada se quejaba y casi ni se movía. En postración se quedó, preludiando la agonía. El jueves en la mañana tuvo alta temperatura y extrema debilidad, que tantos males augura. La herida los doctores volvieron a inspeccionar; y duda ya no les cupo que Montes iba a expirar. El cuerno quebró ese hueso que de la “colita” llaman, y penetró para arriba llegando a la espina iliaca. Eran las dos de la tarde y el estado del torero ningún cambio había tenido: estaba ya casi yerto. En cuarto del Hotel “Edisson” el herido se encontraba, y en el patio los toreros que siempre le acompañaban. Todos querían informarse del estado del paciente,
temiendo ya con razón de una hora a otra el accidente.
A las cuatro de la tarde fijaron un cartelón en las ventanas de allí, dando así la prevención. Decía que era gravísima la situación del enfermo, pero que podría salvarse sin embargo de todo eso. El viernes al medio día Montes hizo testamento, ante todo declarando a España llevar sus restos. A su amante deja Montes la suma de tres mil pesos, un anillo y un prendedor que siempre usaba en el cuello. El resto de su fortuna es una finca en Utrera, otros fondos en metálico y alhajas de lo muy bueno. Grace es la amante de Montes y natural de Chicago, la cual sufre horriblemente por el trance tan amargo. Como a las seis de la tarde sufrió un síncope el paciente, y dijo que había soñado comer muy buenos bistekes. Fijaron otros carteles diciendo la gravedad y a las ocho de la noche la muerte era de esperar. Entró luego la agonía y el lecho fue rodeado por muchísimos toreros con ademán agitado. Por término de un momento fue el silencio sepulcral, el silencio de la muerte se extendió en aquel lugar.
Dos o tres veces Antonio intentóse incorporar, pronunciando allí incoherentes algunas palabras ya. Sólo escuchársele pudo estas frases singulares: “En muy buena me he metido” “Me voy, me voy a otros lares” A Joaquín García Elorz dirigió aquestas palabras que fueron pues ya las últimas de aquel torero de fama. Las nueve y cinco minutos de la noche de este jueves, Antonio Montes murió como lo hacen los valientes. García cerró los ojos a aquel diestro infortunado, y se fijó un cartelón dando aviso del fracaso. Los restos de Antonio Montes fueron luego embalsamados, y en el Panteón Español quedaron depositados. El veinticinco de enero será llevado a Sevilla, para que allí le sepulten según Montes dijo en vida. México siente la muerte con toda sinceridad del primer torero Montes y nunca lo olvidará.35 1907 El cadáver de Antonio Montes Convertido en carbón En el depósito del Panteón Español de la Capital de México. Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): Este corrido fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1907. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. El anverso de la publicación original de dicho corrido lo encontré reproducido en la siguiente obra: “Posada´s Mexico”, editado por Ron Tyler, Library of Congress y Amon Carter Museum of Western Art, Washington, Estados Unidos de América, 1979, página 202. 35
MONTES ANTES DE LA CORRIDA DEL DÍA 13 (de enero) Y DESPUÉS DE CARBONIZADO. Parece que sobre Montes Había alguna maldición Pues que su cuerpo ha quedado Todito hecho carbón. En el fondo de la huerta Del buen Panteón Español, Por un muro separado El Depósito está hoy. Depósito de cadáveres En forma de una capilla Con un altar y su retablo De maderas esculpidas. Un Crucifijo se encuentra Dominando aquel altar Un Crucifijo muy grande De escultural singular. Al centro de esta Capilla Grande mesa se miraba Y allí estaba colocado El cadáver en su caja. Cuatro cirios alumbraban El féretro a medio arder, Encontrándose distantes Del catafalco muy bien. A las seis de la mañana, Del Veintitrés de este Enero El señor Pedro Gutiérrez Avisó por el teléfono. Este señor es de allí Tiempo hace Administrador Y dio aviso del percance A General Inspección. También al Presidente De Beneficencia Hispana Comunicó la noticia Del fuego con gran alarma. La autoridad acudió Para el hecho esclarecer Y horrorizados quedaron De lo que pudieron ver.
Las llamas consumido habían La mesa el buen cajón Y sobre el suelo mirábase Informe y denso montón. Todavía estaba humeando Y escapaban llamaradas Y un hedor insoportable A la capilla llenaba. El montón denso e informe No era otro que el del cadáver Que estaba carbonizado Casi, casi en mayor parte. El mismo señor Gutiérrez Provisto de regadera Trata de apagar violento Aquel rescoldo que humea. También ya estaban ardidas Las coronas que pusieron En los grandes funerales Que al pobre Montes hicieron. El Prefecto de Tacuba Ordenó pronta aprehensión De dos de los veladores Y del Administrador. Uno de los veladores Fue quien notó el accidente A las seis de la mañana Del veintitrés del presente. Los aprehendidos dijeron Que la culpa no tenían, Pues que alguno de los cirios Al catafalco caería. El pobrecito de Montes Perdió mucho de la cara Porque la piel por entero Se notaba bien tostada. Los ojos se destruyeron Y sólo tenía dos pozos Y el pie izquierdo separado Muy próximo de su tronco. Las manos aún se conservan Sólo la piel se ha quemado, Los dedos están abiertos
Y un poco nomás arqueados. En resumen aquel cuerpo Con aquella combustión Parecía lo habían formado Con cisquitos de carbón. No cabe duda que había Combustible en abundancia, La cera de cuatro cirios La mesa de secas tablas. Los muchos abullonados De seda en aquel cajón Y la cubierta de plomo Que estaba en su interior. Además el buen barniz Que cubría bien al muerto Barniz con que le untaron En el embalsamamiento. Los veladores González Y Ávila estaban pagados Para cuidar el cadáver Con dos pesos duros diarios. Y sin embargo de aquesto No notaron el siniestro Se durmieron de seguro Al velar al pobre diestro. Se cree que las causas fueron Por ejemplo que la llama De alguno de aquellos cirios Comunicara a las tablas. Pero esto era muy difícil Por estar en sus blandones Los que eran bastante grande Y de clase, superiores. Otros creen que alguna cera Se dobló con el calor Y sobre el féretro aquel Probablemente cayó. Pero estaban retirados Del catafalco los cirios Y solo terceras partes Se encontraban consumidas. Dicen otros que tal vez
Un fuerte viento sopló Y que eso derribaría Algún cirio en el cajón. Pero el aire desde luego La llama hubiera apagado De aquellos cirios que ardían Antes de haberlos tirado. Todas pues son conjeturas Y no se sabe realmente La causa que ocasionó Aquel terrible accidente. Mandose hacer otra caja Idéntica a la quemada Para los restos de Montes Y mandarlos luego a España. Todos todos los toreros Se encuentran horrorizados De aqueste acontecimiento Que es deveras tan extraño. El número 13 se halla En los actuales sucesos: El 13 fue la corrida Y eran trece los toreros. Tiene el nombre 13 letras De Antonio Montes el diestro, El día 13 cae su santo Y 13 sus lances serios. Abunda el número 13 Y aunque sea supersticioso En trece le cogió el toro Y luego… se hizo carbón. Es propiedad del Editor. Imprenta de Antonio Vanegas Arroyo. México, 1907. 1907 GRAN CORRIDA DE TOROS EN EL JARDÍN DEL ZÓCALO DE MÉXICO. Nunca había sido el Zócalo teatro de una corrida de toros, como lo fue el día 9 de Febrero, gracias al descuido y pocas precauciones que se toman para la conducción de ganado al Rastro de la Ciudad.
Varias desgracias hubo que lamentar, entre las cuales se cuentan una señora anciana lastimada por el Portal de las Flores, un vendedor de pañuelos en el Puente de Palacio yun gendarme por el mismo sitio. Dos toros se iban a mater al Palacio Nacional, no lográndolo mas que uno de ellos, pues el otro fue contenido por un centinela que le dio un bayonetazo en el pescuezo, llendo a morir por la Academia Nacional. El otro toro después de visitar las guardias de Palacio, se dirigió al zócalo sembrando el espanto entre todos los transeúntes. Para hacer mayor la confusión de este suceso, los gendarmes disparaban sus pistolas sobre los toros, logrando así meter en orden a los revoltosos animalitos. Por las calles de Jesús, hubo otra mujer lastimada que según dicen, murió a los pocos instantes. Algunos hacen subir a once el número de muertos. Muchos fueron lastimados, no por los toros, sino por que en medio del terror que los dominaba no veían cómo escapar del peligro, atropellándose y dándose terribles caídas. Según hemos sabido, tres de estos toros, estaban encerrados en el Panteón de Santa Paula, a donde ellos mismos de dirigieron. Ya es inútil que concluyan la nueva Plaza de toros, puesto que a los bichos les parece apropiado el zócalo para mostrar su valentía. Heridos y revolcados, Por los toritos malvados. El día nueve de Febrero Los toros que se llevaron Para el rastro de ciudad En huelga se declararon. En la calle Real del Rastro El miércoles a la siete, Los toros se alborotaron Al oír el trueno de un cohete. Y poniendo mal cachete Luego echaron a correr; Aquello si era de ver Pues por Jesús y Venero, Todas las puertas cerraron El día nueve de Febrero. En distintas direcciones Los bichos se dividieron Y por las calles y plazas Muchas desgracias hicieron. A una señora la hirieron Por el Portal de las flores; Corrían todos los señores Mas a algunos alcanzaron Y lo cornaron muy bien, Los toros que se llevaron. Los que a los toros veían Gritaban, “válgame Cristo, Los que no sabían lo que era Creían que era el antecristo. Nunca, jamás se había visto Alboroto tan tremendo
Pues parecía aquello infierno. Pues hasta en la vecindad La gente no más miraba Para el Rastro de Ciudad. Uno de estos animales Se encontraba tan furioso, Que en carro se lo llevaron Amarrado como un oso, La gente no halló reposo Hasta que a todos juntaron Y cuando al rastro llegaron, Dice Pancho, álias el Belga, Con el cuchillo su cuelga, Que en huelga se declararon. Dos a palacio se entraron Y uno que era más valiente, A bramidos explicaba Que quería ser presidente. El otro que era amarillo Y también era muy listo, Una cartera quería Para parecer ministro. Dueños del Palacio ya Estos bichos se creían, Y con ojos enojados Por todas partes veían. En fin, el susto pasó, Por vida de mi camisa; Esta corrida famosa A todos les causa risa. Tip. y Encuadernación de A. Vanegas, Encarnación 9 y 10.-México.36 1908 A Antonio Montes. La afición recordará De aquel siglo diecinueve, Y el veintitrés de diciembre El año novenda y dos. En el barrio de Triana Nació un valiente torero; Por su arrojo y valentía Fue siempre de los primeros. A México se marchó 36
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Donde tuvo un gran cartel, Unido a sus compañeros Sin saber si iba a volver. Era el día trece de enero La tarde que toreaba El valiente Antonio Montes En la plaza mexicana. El valiente Antonio Montes Cuando embarcó en la Estación, Se despidió de los suyos Y parte de la afición. Antes de partir el tren Que a Cádiz se dirigía, La madre con gran cariño A su hijo le decía. -A México se que vas, Adiós querido, del alma, A ver si pronto me escribes De la tierra mexicana. Cuando a México llegó En unión de su cuadrilla, Todo el mundo lo aplaudía Diciendo: ¡Viva Sevilla! Todos vieron el programa Incluso las señoritas, Que mataban alternando: Fuentes, Montes y “Bombita”. Llegó el día de la corrida, Aquel día tan funesto; Para la afición taurina Fue un profundo sentimiento. Los toreros en la fonda Al punto se prepararon, Y en amigable campaña A la plaza se marcharon. Hubo un hecho terrible En aquel circo taurino. ¡Quién había de decir Que allí había un toro asesino! Dieron suelta al “Matajaca”, El cual se hallaba en los medios, Le dio unos cuantos pases Que todos lo aplaudieron. Fue a tirarse a matar Olvidándose de todo. Y el valiente Antonio Montes Fue cogido por el toro. Sevilla, 1908.37 37
El Eco Taurino. Año XII, México, D.F., enero de 1937. En este número se conmemoraron los treinta años del fatal percance que enfrentó el popular diestro sevillano Antonio Montes. Por tal motivo, se reprodujo la letra de un pasodoble cuyas notas se escucharon por entonces.
1908 LA CALAVERA TAURINA Ya llegó a todo correr, Gritando con mucha muina: ¡Qué toreros van a ver! La muerte comisionó de un torero el esqueleto, y para el mundo lo envió, pues quiero saber lo cierto de si hay toreros o no. Y el pobre aquí se encontró que el único iba a morir... y al pronto comunicó: ¡De México hay que decir que habrá toreros... y no! Está la flaca enojada, pues no hay diestros de de veras y a todos de una palada ¡Los volverá calaveras! Ya se cansó de buscar: le corren como al burel... Hoy sí los va a amontonar en medio del redondel! Al único que pensaba la flaca hacerle valona al que más consideraba era al mentado Gaona... Pero ese... ¡ya se murió! con qué gusto lo descubre... ¡Un toro se lo mandó el día dieciocho de Octubre! Se armó entonces con la roña y de una metida fiera ¡A “Chiquito de Begoña” me lo volvió Calavera! A un picador veterano el de las picas bien puestas lo difuntó y el hermano dijo llamarse “Agujetas”. A “Chanito” y a “Charel” también les dio su estocada,
y al montón del redondel los mandó de una patada... “Aguilita” y “Almendrito” murieron en un desliz, y también “Marinerito” con el zoquete Alaniz. Después de tanto trasteo, de la “México” pasó también la de “El Toreo” y allí... ¡qué gusto se dio! Recetó luego, lueguito al que es listo como ardilla, al diestro “Relampaguito” sumiéndole una costilla... -Y ora tu debutador, dijo, -¡Pa que no te rasques! ¿Matas recibiendo, no? Pues... ay te va Martín Vázquez! Del caballo se calló, y se reventó el hocico... Nada más de eso se murió el pobre “Portugués Chico”! Juntos en un agujero “Minuto” con el “Negrito” además el “Castañero” y también con “Corchaíto”. Con ninguno se aquerencia que no es toro mansurrón, y hasta “Pepín de Valencia” los enterró de un jalón. Y por andar destanteao, remata en una cogida con el diestro “Remellao” y... se acabó la corrida! Que ya ninguno le queda digno ya de su atención y no es porque ya no pueda, ni que tenga compasión. Pues que a vengar sus agravios mandó a su comisionado el que hasta de monos sabios la plaza limpia ha dejado.
Estos los dejó en la puerta porque llevaba de a pares, que así recetó a Luis Huerta, igual que a Arnulfo Juárez. Y tan no se había cansado, que arremetió a los tendidos y ninguno se ha escapado de verse allí confundidos en ese montó malvado. A los de sombra y de sol barrió de un solo huesaso, y a todos se los cargó nada más debajo el brazo y a su cantón se peló. Allá estarán hoy llorando desde el Juez hasta el torero, del mono sabio que dando sus fierros fue al agujero para llorar lamentando su afición por el toreo... Y querrán de buena gana volver del triste paseo, pero, niguas; la mangana de la flaca fue deseo...38 1908 DE LA COGIDA DE RODOLFO GAONA EN PUEBLA (Efectos del número trece) ¿No han de ser supersticiosos mirando lo que ha pasado. lo que es hoy... ojos llorosos traerán los aficionados. Será que el diablo le ayuda O de las malas, si os parece, mas por lo visto no hay duda que es el número malo “el trece”. Pues en una misma tarde, bueyes mansos, pero arteros, con la mano del cobarde a los tres buenos toreros con que México ha contado, el día trece (mala suerte) de diciembre se han mirado 38
Imp. De Antonio Vanegas Arroyo, 2ª Calle de Santa Teresa Núm. 43. México, 1908.
a las puertas de la muerte. En Celaya, muy ufano, luciendo su habilidad el Reverte Mexicano torea con felicidad; pero el día trece llegó por obra del mismo pingo. La de malas le cayó en el merito domingo. Y al Reverte Mexicano el toro hirió gravemente, pues no halló nuestro paisano a ningún toro valiente; por eso que tan confiado toreaba tan quietecito, que si otro poco le ha dado, ¡al panteón de segurito! La verdad es que el torero lleva una vida muy dura y al decirlo me refiero al gran Vicente Segura. Por nada un buey criminal lo obligaba a que dejara esa carrera triunfal por allá en Guadalajara. Cero y van dos, lector mío, ¡atención!, que a la tercera la vencida desconfió, ésta sí es la mera-mera. Gaona, héroe del día, tema de toda conversa, por nadita se moría y un “Trasquila” se lo almuerza. Toreando Gaona en Puebla el día trece malhadado, la bueyada fue tan buena, que buen susto nos ha dado. llegaron al toro quinto que a Gaona le tocó: Alto de agujas, retinto, como ochos veces brincó. Al callejón. ¡Si lo habría tan mañoso y criminal, pues a la flámula huía! Debió mandarse al corral en un de repente el toro arrancó sobre el torero
con ese rencor del moro hipócrita y traicionero. Gaona la vuelta dio la fuga emprendiendo ya, pero el bicho le alcanzó y sin decirle: -¡Agua va!, con el izquierdo pitón lo levantó según hecho que fue con vil precaución pasándoselo al derecho, con el cual sí lo amoló. Dicen que la herida hecha por el cuerno en la región isquio-rectal derecha veinte centímetros tiene nomás de profundidad y cinco de ancha. ¡Se muere! Donde llegó en automóvil seguido de inmensa turba. Se le hizo una operación que don Aureliano quiso, y la primera curación, que en mismo Puebla se le hizo, fue por manos del doctor de la Plaza el señor Moya, que ayudó al operador el mismo doctor Urrutia. México de luto está, porque muriendo Gaona seguro se quedará sin esa gloria sazona que conquistan los toreros, pero cuando son a prueba valientes y verdaderos sí les truene o les llueva. En Puebla no hay buen ganado, puros bueyes mañosos, mirando lo que ha pasado. ¿No han de ser supersticiosos? Fueron por lana de a pila nuestros diestros afamados mas torearon a “Trasquila” y salieron trasquilados.39
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Vicente T. Mendoza: Lírica narrativa de México. El corrido. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1964. 419 p. Ils., retrs., facs. (Estudios de Folklores, 2)., p. 342343. Hoja suelta impresa. Ed. Antonio Vanegas Arroyo, 1908. México.
1908 Nuevo corrido o sea canto taurino, dedicado a Rodolfo Gaona. (1908) ¡Bien por la fama sazona que merecer ha sabido, el gran Rodolfo Gaona, victoriado en mi corrido! Pues Señor, se necesita ser un idiota cabal, para ignorar la famita del diestro ya universal. Desde España a nuestro suelo se ha extendido su valor, ¡eso es emprender el vuelo y llegar a matador! Nunca lo hubiera soñado “Ojitos” su profesor, tener tan buen resultado su discípulo de honor. Según se dice, Gaona, en León su gira empezó, nacido en humilde cuna pronto gloria conquistó. En un billar se encontraron Gaona y el “maistro Ojitos” y sus genios igualaron. . . ¡desde entonces van juntitos! Veinte años tiene Gaona pero están tan bien empleados, que las cartas amontona de sus novias. . . van contados. Cosa de noventa líos que el no quiere caso hacer, pues dice que en amoríos tiene miedo a la mujer. Que más peligro se corre metiéndose en jaula de oro, que cuando Dios los socorre entre las astas de un toro . . . Quiere comprar la casita donde en su niñez fue hogar, pues en verdad necesita
a Dios la vida comprar. Pues, bien puede suceder que con más astucia y arte que tuviera una mujer, un cornúpeto lo ensarte. . . Y entonces. . . ya no hubo nada, que quien lo sepa alabar ¡cuando lleve una cornada lo había de resucitar! En un hilo está su vida, su fortuna es bien ganada; si le alcanza una cogida . . . ¡entonces ya no hubo nada! Hoy que goce hasta el espasmo de la fama que le adorna, gritemos con entusiasmo ¡bien por Rodolfo Gaona! Que si en España lució, que son tan . . .conocedores, ya México lo nombró: ¡padre de los matadores! Nunca la fama ha probado su poder universal, como esta vez que la ha dado esa gloria tan cabal. Y así, lector, habrás visto su efigie por todo el mundo, como la historia del Cristo de aquel escritor fecundo. Que quiso a cuestas se echara, para librarse del mal, un Cristo que apenas era de tamaño natural. . . Y en México y en España han admirado a Gaona, ¡bien por su sangre y su maña! ¡bien por su fama sazona! ¡Viva el diestro mexicano que se ha sabido lucir, que al tan famoso Ponciano ha sabido sustituir! La “Plaza México” gana
cada entrada un dineral, ¡ya no podrán dar la lana los toritos de a real! Ya hay cigarros cuya marca su nombre orgullosa muestra, ya hay una bonita marcha expreso para él compuesta. En postales su figura la vemos todos los días, pues la tienen, se asegura, ¡todas las fotografías! Y aquí se acabó cantando esta historia tan sazona, alcemos la voz gritando: ¡bien por Rodolfo Gaona!40 1908 Gran corrida de toros y Alameda de México (El miércoles santo del año de 1908) Catorce toros escapados. Dentro de una periquera llegaron a esta Ciudad por el tren de “Buena Vista” dieciséis toros, ¡caray! Sin novedad los cornúpetos en la “corraleta” entraron, pero uno de aquellos bichos quebró la puerta muy bravo. El parte se dio al momento a la Inspección General, y los gendarmes corrieron la palabra muy vivaz. Las gentes que se encontraban en una gran multitud, Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…) El texto de este corrido fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1908. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. El anverso de la publicación original de dicho corrido lo encontré reproducido en la siguiente obra: “Posada´s Mexico”, editado por Ron Tyler, Library of Congress y Amon Carter Museum of Western Art, Washington, Estados Unidos de América, 1979, página 202. Igualmente, cabe mencionar que las primeras dos estrofas o coplas del corrido se reproducen en la siguiente obra: “Literatura popular publicada por Vanegas Arroyo: textos que conservó la memoria”, Aurelio González, en Literatura mexicana del otro fin de siglo, editado por Rafael Olea Franco, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, Serie Literatura Mexicana VI, primera edición, México, D.F., 2001, página 460. 40
por “puestos” de la Alameda llevaron susto non plus. Unos corrieron al kiosko y otros treparon los árboles, con rapidez nunca vista y procurando librarse. Tres de los prófugos toros llegaron a la Alameda, a los “puestos” embistiendo y a los pradizos y yerbas. Siguieron por la Avenida que de “Juárez” se ha llamado, y trenes y aún automóviles los torazos atacaron. Un muchacho que llevaba su canasta en la cabeza, con ella toreó a un cornúpeto quedando bien en la brega. Varios toreros que estaban de charlita en una esquina, al ver dos de aquellos toros corrieron como unas niñas. Después por distintos rumbos aquellos toros feroces, fueron haciendo averías con gente, trenes y coches. Con un trabajo grandísimo fueron en variadas calles, lazados por “los del pueblo” en algunos arrabales. Las víctimas fueron doce y algunas de gravedad, entre mujeres y niños que no supieron torear. Parece la causa ha sido la corraleta muy vieja, pues por esto, el primer toro echó abajo aquella puerta. Y por ella se salieron los toros a toda prisa, recorriendo tanta calle, haciendo sus fechorías.
Estos toros tan “rebravos” de Nopalápam vinieron, y eran para una corrida que tendría pronto efecto. Y aquí se acaba el relato de los sustos y desgracias, ocurridas en las calles por toros de Nopalápam.41 1908 MACHAQUITO. (Versos para cantarse con el popular pasodoble titulado “Machaquito”). Ya no me voy a los toros A presenciar la función, Voy a tomar mi barrera, Asiento en fila primera. Yo ya me voy a los toros Voy a ocupar mi lugar Que Machaquito el valiente Va a matar. Salen en fila Los lidiadores, Banderilleros Y matadores. Todos con trajes Resplandecientes Llenos de garbo Bravos, sonrientes La gente al verlos Entusiasmada Prorrumpe en gritos Y da palmadas. La banda toca un aire Militar Y la cuadrilla empieza A desfilar, Se aprontan los toreros A luchar Y toman sus capotes De lidiar. Arrójase la llave Al alguacil Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): Este corrido no lo encontré reproducido en alguna obra en particular, sino que fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1908. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. 41
Y este franquea la puerta Del toril. La fiera entonces Aparece al fin, Y empieza luego La brillante lid. Son los bravos Picadores Los primeros En bregar A la fiera Ponen varas Y procuran Humillar ¡Bravo! bien Son las corridas Una gran fiesta Del valor Por eso pica! Esa estuvo En su lugar! ¡Ya mataron Un caballo! Y se aplaude Sin cesar, Sin cesar, Sin cesar. Cuando se mira Toda la plaza Con ardor! Se ciega el alma Arde la sangre con calor. Seguid la faena Del matador. Si Machaquito Toma el estoque ¡Qué placer! Lleno de garbo Con gran destreza Va a vencer, Es el torero Más bien plantado Bien Machaquito Olé, olé. Yo ya me voy a los toros Que comenzó la función, Voy a tomar mi barrera Asiento en fila primera
¡Qué bellas son las corridas! Voy a ocupar mi lugar, Que Machaquito el valiente Va a matar. Sigue la suerte De banderillas Es en los toros La que más brilla. El peón se afana Por complacer, Y al toro adorna Como a mujer. Si el diestro logra Poner un par, Aplauden todos Hasta rabiar. La banda toca un aire Militar, El matador al toro Cita ya; Los pases de muleta Lucen bien, ¡Qué pases más ceñidos” Dos y tres! Es Machaquito el diestro Que los dá No hay otro que los ponga Más allá. Esa estocada estuvo De primor; El toro en la tarde La ovación. Son los bravos Monosabios Los que cierran La función; A la fiera Ya vencida Se la llevan De rondón ¡Bravo! ¡Bien! Son las corridas Una gran fiesta Del valor Por ese mozo Que la arena Fue a besar…! Y la gente Goza y ríe
Y se aplaude Sin cesar, Sin cesar, Sin cesar. Cuando se mira Toda la plaza Con ardor, Se ciega el alma, Arde la sangre Con calor. Seguir la faena del matador. Es el torero Más bien plantado ¡Bien! Machaquito Olé, Olé, Olé.42 1908 ¡VIVAN LOS TOROS! Lidia salvaje y bravía que por el peligro atrae, y que crece y no decae sino que cobra ardentía; ya verá llegar el día en que triunfe la razón y se acabe la “afición” que hay hoy por la fiesta brava, que todo lo malo acaba, y los toros son baldón. El toreo a todos desquicia, vuelve a la gente cruel, es el fatal redondel fiesta al delito propicia. Pueblo que encuentra delicia en asistir en tumulto a ver cómo muere estulto un hombre frente a una fiera, dígase lo que se quiera, ese pueblo es pueblo inculto! Anónimo.43
Disponible en internet marzo 19, 2018 en: http://ipm.literaturaspopulares.org/Inicio “Machaquito”. Escogidas y bonitas canciones publicadas para el presente año. (…) México, Imprenta de A. Vanegas Arroyo, 1908. 43 EL DIABLITO ROJO, D.F., del 26 de julio de 1908, p. 1. Encima de estos versos, aparece un grabado de José Guadalupe Posada. 42
1908 En la curiosa publicaciĂłn de Ratas y Mamarrachos, aparecieron en su nĂşmero correspondiente a octubre de 1908 unos interesantes versos que no me resisto a reproducir tal cual saliĂł a la luz:
ALMA ESPAÑOLA A Rodolfo Gaona en su beneficio He soñado la España de la alegría, Con sus fiestas de luces y de colores, Con sus hijas gallardas de Andalucía, De ojos grandes, muy negros y soñadores; Con sus bosques de olivos, huertas, vergeles, Azahares, geranios y manzanillas, Castañuelas alegres y cascabeles Y saetas y coplas y seguidillas: Con sus juergas, sus bailes y sus canciones, Sus ventanas que adornan blancos jazmines, Sus manolas airosas con sus mantones Y el murmurio del agua de los jardines; Con las casas muy blancas de su Sevilla, Con los cantos chirriantes de sus cigarras, Con su enhiesta Giralda que maravilla Y el rasguear armonioso de las guitarras; Con sus plazas de toros, de sol bañadas, Donde esplenden mantones con sus caireles, Rojas capas que fulgen cual llamaradas Y madroños, verbenas, peinas, claveles; Desfilar de cuadrillas cubiertas de oro, Que le rezan muy quedo a la Macarena, Pasodobles vibrantes, mugir de un toro Que levanta furioso nubes de arena; Con sus noches azules llenas de estrellas, Sus naranjos que mueve ligera brisa, Y sus rejas moriscas, donde las bellas Paroltean con los novios, muertas de risa…! No soñé con Fortuny, Goya o Pradilla, Pues visión tan hermosa me vino sola, Al mirar el revuelo de la mantilla Y los ojos rasgados de una española!
Facsímil de Ratas y Mamarrachos. Año VII, N° 154, octubre de 1908.
Nicolás Jiménez. 1908 Todo lo puede el amor. Mi amigo Marcos Toril de las corridas reniega, y asegura que los toros y los toreros apestan; que no encuentra ningún mérito en la lucha con la fiera, y que la fiesta española no tiene nada de fiesta,
y es espectáculo innoble, baldón de esa hidalga tierra. Y es el caso que mi amigo se enamoró de Carmela, una chica de salero, muy guapa y muy madrileña, que no pierde una corrida y tiene sangre torera. Sus distintos pareceres ponen al amor barreras: El reniega de los toros, los defiende ella frenética, y cada dulce coloquio termina con una gresca. .................... Sucedió… lo que tenía que suceder a la fuerza: Que el infelizote Marcos se ha casado con Carmela, por supuesto… transigiendo con los cuernos… ¡Bueno fuera! Anónimo.44 Ca. 1908 LA CALAVERA TAURINA. ¡Aquí está la calavera más valiente y habladora más fachosa y más torera y la mejor picadora! Una tarde que la flaca a ver los toros entró, vió una corrida tan mala que a todos los difuntió. A José Claro Pepete, loa afianzó de una lazada con su cuás el Manolete, Manuel Rodríguez es… pada. Y también a Revertito lo alcanzó con su mecate, igual que a Mazzantinito y al fantasioso Rodarte. Después al banderillero Recortes y al otro sordo, lo mismo que al jardinero 44
Ratas y Mamarrachos. Año VII, Nº 154. Octubre de 1908.
y Almendrito por más gordo. Y me tumbó de un moquete al pobre Marinerito y recetó por zoquete a su cuate Fajerito. Y luego a los picadores yor chambones y miedosos casco por más habladores a los más escandalosos. Le aplicó con mucho tino al mentado Posalillo una vara en el… hornillo, ¡y así murió Bernardino! Allí también en La Indita se encontró al primer espada el aplaudido Silveti y le pegó una cornada, también a Farfán le dio su cuesco y al aceitero justo con el artillero y a Berrinches enterró. Trescalés y Agujetillas de un terrible guadañazo cayeron como tortillas y luego cascó de paso. A los monos correlones, que de tan sabios que son, les enseñan a los peones a correr sin dilación. Si vieran a Luis Amante que carrerota pegó hasta renunció al instante y empleadillo se volvió. Su primo de Josefina que también era… torero recibió tal chamusquina que se volvió peluquero. Así muchos toreritos que se creen de lo sazón se arrepentirán contritos desde el primer revolcón. Y sentía doña Pelona sus nervios (¿?) tan exitados,
que se siguió la sazona con esos aficionados. Muchos gastan la dieta y se quedan sin comer, por ir a ver al torero ¿qué diablos le iran a ver? Por ejemplo ven con un simplón que hasta flaco se ha quedado el pobre Carlos Reliot que en toros todo ha gastado. El pobre sastre Sotero de su pobreza se asombra, pero gasta su dinero porque a fuerza va a sombra. Nachirrir el tocador de guitarra está fundido por un diestro matador que lo endrogó en un descuido. Zeferino el carpintero a su mujer Genoveva le compró un barril entero y quiere que se lo beba. A ver si así algo le saca para irse a mirar su toro y carga con su chamaca Rosita, la bucles de oro. Gregorio el estanquillero, el paisano de Relión se quedó ya sin dinero, calavera y sin cajón. Y los pobres vendedores que afuera prueban su suerte, también hallaron la muerte por los maletas traidores. El maistro Kaiser y el Nene fueron a vender galleras cuando que la flaca viene y los volvió calaveras! Doña Márgara y Ramona vendían allí deshiladas y que la fe la pelona y las hizo mantecadas.
Y se los dio a doña Flavia que estaba con don Cornelio en una cantesta sabia… (¿?) y les arregló el… sepelio. Estaba allí Juan Vergara vendiendo cohetes de luz y de un puntapié de a vara lo mandó a Salina Cruz! A Cacoro Mondinguia que estaba vendiendo peras y a Jorge y a San Martín me lo hizo calaveras. Esos pobres motoristas Calaveras son también, De aquellas que son tan listas Y no… se las lleva el tren. Corriendo van a la plaza y dejar sus pasajeros, de allí su suerte no pasa porque también son toreros. Y luego Antonio Fernández porque bruja se quedó por comer queso de Flandes ¡Si nunca lo conoció! Con tal de llevar a Chelo y a veces hasta a Inesita se quedaba Antonio al pelo ¡Fachosa calaverita! Ese si fue buen muchacho ¡Lástima que se murió! hubieran visto al buen Nacho cuánto tiempo le lloró. Malvada flaca asesina ¡Cuantas cuastas calaveras aguardate si haces favor y tu dices si te esperas, que la muerte en un descuido por el camino hallarás vete a…, ¡los toros seguido y calavera serás! Y aquí se acabó el centavo y do hagan por esa mohína si no se los come al cabo la Calavera Taurina!
Tip. A. Vanegas Arroyo. C. de Santa Teresa, 1. México. 45 1908 MACHAQUITO. (Versos para cantarse con el popular Pasodoble titulado “Machaquito”). 1 Ya yo me voy a los toros A presenciar la función, Voy a tomar mi barrera, Asiento en fila primera. Yo ya me voy a los toros Voy a ocupar mi lugar Que Mzchaquito el valiente Va a matar. 2 Salen en fila Los lidiadores, Banderilleros Y matadores. Todos con trajes Resplandecientes Llenos de garbo Bravos, sonrientes La gente al verlos Entusiasmada Prorrumpe en gritos Y da palmadas. 3 La banda toca un aire militar Y la cuadrilla empieza a desfilar, Se aprontan los toreros a luchar Y toman sus capotes de lidiar. Arrójase la llave al Alguacil Y éste franquea la puerta del toril. La fiera entonces aparece al fin, 45
Disponible en internet marzo 24, 2019 en: http://ipm.literaturaspopulares.org/Inicio
Y empieza luego la brillante lid. 4 Son los bravos Picadores Los primeros En bregar. A la fiera Ponen varas Y procuran Humillar ¡Bravo! bien. Son las corridas Una gran fiesta Del valor. Por esa pica Esa estuvo en su lugar! ¡Ya mataron Un caballo! Y se aplaude Sin cesar, Sin cesar, Sin cesar. 5 Cuando se mira Toda la plaza Con ardor Se ciega el alma Arde la sangre Con calor Seguir la faena Del matador. Si Machaquito Toma el estoque ¡Qué placer! Lleno de garbo Con gran destreza Va a vencer, Es el torero Más bien plantado Bien Machaquito Olé, Olé. II I
Ya yo me voy a los toros Que comenzó la función, Voy a tomar mi barrera Asiento en fila primera ¡Qué bellas son las corridas! Voy a ocupar mi lugar Que Machaquito el valiente Va a matar. 2 Sigue la suerte De banderilla; Es en los toros La que más brilla. El peón se afana Por complacer, Y al toro adorna Como a mujer, Si el distro logra Poner un par, Aplauden todos Hasta rabiar. 3 La banda toca un aire militar, El matador al toro cita ya; Los pases de muleta lucen bien, ¡Qué pases más ceñidos! ¡Dos y tres! Es Machaquito el diestro que los da No hay otro que los ponga más allá. Esa estocada estuvo de primor; El toro en la tarde la ovación. 4 Son los bravos Monosabios Los que cierran La función; A la fiera Ya vencida Se la llevan De rondón
¡Bravo! ¡Bien! 5 Son las corridas Una gran fiesta Del valor. Por ese mozo Que la arena Fue a besar…! Y la gente Goza y ríe Y se aplaude Sin cesar, Sin cesar, Sin cesar. 6 Cuando se mira Toda la plaza Con ardor, Se ciega el alma, Arde la sangre Con calor. Seguir la faena Del matador Si Machaquito Toma el estoque ¡Qué placer! Lleno de garbo Con gran destreza Va a vencer Es el torero Más bien plantado ¡Bien! Machaquito Olé, Olé, Olé. Anónimo.46 1909
En 1909 fue editado, tanto septiembre como en octubre el “Cuaderno de Brindis Taurinos y Coplas Humorísticas” por Antonio Vanegas Arroyo. Por el interés que tiene para este tratado, incluyo a continuación, los versos allí reunidos.
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Cuaderno de brindis taurinos y coplas humorísticas. México, Impr. Antonio Vanegas Arroyo, 1909. 16 p. Ils.47 Brindis al Señor Juez. Señor Juez: brindo con alma, Porque maté a la primera Por alcanzar una palma De mi chula zandunguera. ¡Por la gracia de las mozas, Por mi coleta querida, Por las reinas tan airosas Que animan esta corrida! ¡Porque viva el señor Juez Con la dicha tan deseada, Porque despacho a la res A la primera estocada! Señor Juez: mi brindis tiene Porque el ganado que viene Sy tantico de tristeza A hacernos sufrir empieza. Pero sé a fe de torero Que en éste desquitaré, Puesto que seré el primero Que con él me luciré. La tierra está esperando Y mi brindis se prolonga Señor juez… (ininteligible) 47
Disponible en internet octubre 18, 2019 en: http://ipm.literaturaspopulares.org/%C3%8Dndice:Cdebrindistaurinos.djvu
¡No sea que… (ininteligible). Brindis a los tendidos de Sombra. A la entendida afición Dedico mi pobre faena; No es brillante, ni lucida, Pero yo quiero ofrecerla, Como testimonio firme De la voluntad sincera Que tengo de complacer A todos los que me alientan Con su aprobación, aplausos Y repetidas finezas. Si la suerte se remata, Con brío, o con destreza, Se deberá, más que a mi, Al público que me alienta, A mis constantes amigos Que en esta plaza se encuentran Y que galantes me animan. En mi riesgosa carrera Reciban, como expresión De mi gratitud sincera La faena que voy a hacer Para la suerte suprema. A los tendidos de Sol. Pueblo noble y generoso Que has acudido esta tarde, Para olvidar tus fatigas Y un momento solazarte, A ti dedico la muerte De la fiera que aún combate. Si logro salir airoso, Y con fortuna del lance, Débese a la voluntad Que tengo por agradarte. A todos pues, les dedico, De la corrida esta parte; ¡Mis deseos se colmarán Si me aplaudes esta tarde! BRINDIS PARA LAS REINAS ¡Oh reinas de esta corrida! ¡Oh reinas de la hermosura! que dominais esta plaza con encanto y donosura con satisfacción sincera os brindo este toro ahora, pues sois dignas con justicia
de tal oferta que me honra: Sois dignas no solo de esto sino de honores más grandes pues teneis belleza y garbo y simpatía sin alarde, aceptad pues este brindis, que os dedico con fervor: Y así con vuestro permiso a matar al toro voy.48 DE UN TORERO ESPAÑOL A LOS MEXICANOS. En prueba de simpatía, Y agradecimiento vivo A vosotros mexicanos Este cornúpeto os brindo. Vuestras palmadas valiosas Me animan y dan confianza Para matar a este bicho A la primera estocada. Pero si pierdo os suplico Me tratéis con indulgencia Y si triunfo ya os espero Para tomar las cervezas. AL TENDIDO DE SOMBRA. Ilustrada concurrencia Que presenciais la corrida, Tengo el gusto de ofrecerle Mi toro que aquí ya miras. No es tan malito que digamos, Pero yo tengo valor Y así espero darle muerte Y obtener tu aprobación. AL TENDIDO DE SOL. Pueblo sincero que estimo, Con el alma y corazón, Te dedico mi faena En la presente función. Si mato al toro palmadas Pido yo en profusión Y si el toro a mi me mata Un responso y se acabó. A UN AMIGO ÍNTIMO. ¡Uh mi amigo queridísimo, 48
Cuaderno de brindis taurinos y coplas humorísticas. México, Impr. Antonio Vanegas Arroyo, 1909. 16 p. Ils.
Voy a matar a este toro, El cual porque lo mereces Te lo dedico con gozo! Tu presencia me reanima Porque tu eres muy valiente Acoge pues este brindis Y sé conmigo indulgente. AL GANADERO. Tú que eres el ganadero Es justo que te dedique La arriesdica faena Que a las mujeres aflige. Yo no conozco temores Pues si la raya no llega Ni cien toros bastarían A quitarme la existencia. Por esto pues voy tranquilo Este toro a despachar, Acepta el ofrecimiento Y así pues a trabajar. AL EMPRESARIO. A vos señor empresario De estas corridas de toros Tengo el honor verdadero De brindaros este toro. Sois digno de ello y es justo Que os lo dedique gozoso En prueba de gratitud Y de cariño amistoso. A LOS TAURÓFILOS A vosotros los taurófilos De sincera vocación, Os dedico la faena Que pondré en ejecución. Este toro pues os brindo En la fiesta del valor; Si la fortuna me ayuda Tendré gran satisfacción Aceptad mi oferta ingenua Con indulgencia mayor, Que ya voy a dar principio; Asi pues, mucha atención. AL JUEZ DE PLAZA Con el respeto debido Este toro, señor Juez
Os lo brindo muy gustoso Muy sincero y sin dobles. Si consigo mi propósito ¡Qué contento quedaré, Y altamente satisfecho, Con ver el bicho a mis pies! A LAS REINAS Y A TODAS LAS SEÑORITAS Señoritas que de reinas Estais en este lugar, Yo os dedico jubiloso Al que voy a despachar Con un valiente entusiasmo Voy la faena a empezar,, Que vuestra bella presencia Tan solo me animará. Por vosotros lindas reinas Que tan atentas mirais, Y por todas las morenas Y blancas en general. AL PÚBLICO. Tú, público generoso, Espero que complaciente No te mostrarás celoso, Ni sensible, ni exigente. Es mi deber darte gusto, Por ello me afanaré; Hay que abandonar el susto… Y al toro despacharé! AL PÚBLICO EN GENERAL Brindis de la muerte del 2º toro. ¡Oh público bondadoso Que me haces un gran favor Al perdonar los defectos Que tengo cual matador. Este es el segundo toro Y os lo brindo con placer, Esperando que resulte mucho mejor que el primero. Aceptadlo, yo os lo oferto Con el cariño más cierto. AL PÚBLICO EN GENERAL Brindis como sustituto. A mi pobre compañero Que inutilizado fue, Por la cogida que tuvo
A sustituirlo hoy iré. Este toro tan completo Os lo brindo respetuoso Esperando en la faena Quedar limpio y victorioso. POR PETICIÓN DEL PÚBLICO Brindis a él. Pedís que mate al cornúpeto Dispensándome favor. Pues me falta la maestría Aunque sobre valor. Voy a daros ese gusto, Y en pago de vuestro afecto Os brindo el toro esta tarde Rebosando de contento. AL PÚBLICO EN GENERAL, Brindando la muerte del toro que lastimó a los picadores. Este toro que tan bravo Se mostró con picadores, Por haberlos lastimado, Tendrá castigo veloce, Con gran gusto yo os lo brindo Al público en general, Pidiendo si bien lo mato Tus palmadas y… la mar! Brindis de un aficionado que debuta. Por vez primera Voy a matar A este torete Sin vacilar Y con gran gusto Te lo dedico… Perdona atento Si no soy listo. A los aficionados mexicanos de la Tauromaquia. Brindis de un debutante. A vosotros que el toreo Conocéis aquí muy bien Os dedico con gran júbilo El torito que ya veis Al debutar esta tarde. Es mucha honra para mi Dedicar a mexicanos
La fiera que haré morir. Brindis juveniles. Brindo este toro bonito Que pronto muerto será Por el recuerdo bendito De mi amor que lejos está. Este toro he de matar En menos que canta un gallo, Y si no… vamos a brindar Que mejor me parta un rayo! Brindo, señor juez, este toro Que sucumbirá a mi espada Por la morena que adoro Y por nuestra patria amada! Está mi espada impaciente Por hundirse en el morrillo De ese toro tan valiente… ¡olé la gracia chiquillo! Bien sencillo es el brindar Por la salud de mi juez, Pero el toro ¡qué dirá? ¡que lo he de matar, rediéz! Brindo el toro señor juez, Que haré rodar por la arena, Por mi madre y la de usted, Por su salud y mi morena. BRINDIS (De un diestro matador) ¡Brindo por los negros ojos De mi andaluza querida, Que por cumplir sus antojos Gustoso expongo la vida! ¡Brindo por el Dios que adoro, Que me libre de la fiera, Por dar muerte bien al toro Y por la sangre torera! ¡Brindo por la gente mía Que me ha dado bríos y maña, Por el sol de medio día Que alumbra el cielo de España! ¡Por mi mare y por mi pare Por mi patria y mi morena; Que Dios no me desampare Y tienda al toro en la arena!
México, octubre de 1909. 1909 GAONA SE MUERE… Allá en Palma de Mallorca a Gaona el matador, el cinco de julio actual, bravo toro lo cogió. Cuando Rodolfo pasaba de la muleta al marrajo una vuelta le dio el bicho, cogida de gran tamaño. Horrible herida en el pecho a Rodolfo se miró, por el pulmón y la pleura... Gaona se muere y no! Con mucho cuidado hicieron al diestro la curación que la cogida fue grave como pocas hasta hoy. Vas dos veces que lo agarra en su vida de torero, la primera vez en Puebla y en España la de riesgo. La vida tiene en un hilo el gran diestro matador; con la muerte está toreando... Gaona se muere y no! La de perder le ha tocado ¿Quién se lo había de decir? Cuando siempre tan valiente al toro le hacía morir. Se acuerda de Antonio Montes y también de “Romerito” que á los dos los malhoriaron unos toros tan bonitos. A poco ya a mi me toca dice el pobre matador y los que le cuidan piensan: Gaona se muere y no! La gravedad continua ¡Ay pobrecito torero! Y la madre llora mucho
la madre del joven diestro. ¡Ah que desgracia caramba! a Rodolfo le pasó! Ya debía de dejar el arte, si encuentra la salvación. Será un milagro patente si sana del revolcón, en dudas está su vida: Gaona se muere y no! La tauromaquia es terrible que no hay arte tan riesgoso como lidiar con las fieras en las arenas del coso. Los diestros ganan dinero como pocos, yá se vé; pero eso sí es un descuido la muerte ganan también. Con esta sí no se juega, ni se le puede matar, que no hay pase de muleta con que poderla engañar. A Gaona ya le huele a tierrita del panteón, y por lo pronto á esta hora Gaona se muere y no! será deveras desdicha que se retire Gaona, pues a México le ha dado con su valor mucha honra. Es muy bueno ser torero pero torero en el Zócalo que allí los toretes hablan y no matan como otros. Ay Rodolfo, Rodolfito, no te resistes, no, no, mira que es buena la vida y hay muchachas por mayor. Sana, sana, no seas guaje, que harás pesos de a montón, y entonces todos diremos: ¡Se murió Gaona ¡y no!49 1909 49
El Cancionero popular, hoja Núm. 5. México, Imp. De A. Vanegas Arroyo, Calle de Santa Teresa núm. 1. Grabs.
A un añojo… Tienes lucia la piel, color bermeja, Glaucos los ojos, dulce la mirada, Y un manchón en tu frente despejada A fuer de albo lucero se refleja. A una naciente luna se asemeja Tu testa precozmente coronada, Y airoso mueves, cual de flor preciada, Un pétalo rosáceo en cada oreja. Tal vez mañana en la coyunda opreso, Surques el haza emasculado toro, Símbolo de trabajo y de progreso; Hoy eres un gentil becerro de oro, Y aunque no soy idólatra, confieso Que por bello y mirífico te adoro. El buey viejo. En un confín de la dehesa, echado Un magro buey con lasitud medita: En el ocaso de su edad marchita Evoca tristemente su pasado. Ya no soporta el yugo ni el arado, La glacial senectud le debilita, Y con pereza rumia y regurgita El reseco rastrojo que ha tronzado. De urgente sol bajo la lluvia de oro, A una grácil novilla un pingüe toro Acaricia sensual del buey no lejos; Y éste, presa de celos y de furia, Muge desesperado en su lujuria Con la inerme impotencia de los viejos. Juan B. Delgado.50 1909
La Libertad Caucional del famoso diestro Rodolfo Gaona Apunta Xavier González Fisher51 que en Mis Veinte Años de Torero, Gaona contó a su vez a Carlos Quirós Monosabio, que una señorita hija de alemanes, María Luisa Noecker, se aficionó a los toros y se hizo gaonista, pretendiendo conocer al torero a través de un
50 51
Los Toros. México, noviembre 28 de 1909.
hermano de Refulgente Álvarez y de Enrique Frutos, sobrino de Ojitos, quienes la invitaron a una fiesta, a la que supuestamente asistiría Rodolfo. Al parecer, la dama asistió al festejo de marras, bebió más de la cuenta y después alguno de los asistentes abusó de ella aprovechándose de su estado inconveniente, lo que motivó que ella optara por suicidarse. Entre las cosas que se encontraron en la cercanía de su cadáver, estaba un retrato de Gaona y un medallón con una fotografía del diestro. Al iniciarse las averiguaciones del hecho, se logró saber que para trasladar a la señorita Noecker a la fiesta, se presentó un automóvil en su domicilio y el conductor indicó que iba de parte de Rodolfo Gaona, motivo por el cual, se le llamó a rendir declaración ante las autoridades investigadoras, pero al establecer fehacientemente que estuvo en el teatro y en algún restaurante acompañado de Remigio Frutos Algeteño, su mozo de estoques, fue dejado en libertad. Los periódicos El Imparcial, El Heraldo y El País iniciaron de inmediato una campaña en contra del torero, exigiendo su detención y enjuiciamiento y así, se libró en su contra una orden de captura, por lo que fue ingresado en la cárcel de Belén, donde fue compañero de celda de El Tigre de Santa Julia. Verduguillo narra lo siguiente de ese pasaje de la vida del Califa de León: …fúmese un cigarro de éstos… ¿De qué marca son?… Son de una marca especial. Los hago con una yerba que traigo aquí dentro de los botines… ¿Y qué clase de yerba es esa?… Usted no pregunte más y dele tres chupadas… Poco después Gaona se sintió invadido por una oleada de optimismo. Y por primera vez se puso a conversar afablemente con su compañero de reclusión. Le dijo que era torero y que estaba preso por la muerte de una señorita a quien ni siquiera llegó a conocer. El otro también refirió por qué se encontraba allí: tuvo que matar un policía, dijo con cierta tranquilidad, porque me quería agarrar nomás por ganarse quinientos pesos que le habían ofrecido… Y terminó aquella conversación con el intercambio de lo que podríamos llamar tarjetas orales… Yo me llamo Rodolfo Gaona… A mi me dicen El Tigre de Santa Julia… 52
Rodolfo Gaona y Jiménez fue dejado en libertad veintiún días después de su captura, al quedar claro para la autoridad judicial que no había tenido absolutamente nada que ver en los hechos que culminaron con el suicidio de María Luisa Noecker. Dijo el Petronio al respecto: A los veintidós días, una mañana me dijeron que estaba libre, por… falta de méritos. Me privaron de la libertad, me difamaron, me escarnecieron y luego: Puede usted retirarse, porque no hay méritos… La justicia ni siquiera me dijo ‘Usted dispense’… A las puertas de Belén me esperaban como dos mil personas que, cuando me vieron aparecer en las puertas de la cárcel, me dieron una ovación. Esa ovación no podré olvidarla. Es de las que más he agradecido: era la satisfacción que se me dio por lo que la prensa y la justicia me habían hecho… 53
La noticia de la liberación de Rodolfo Gaona fue también comentada e ilustrada por el equipo de Posada – Vanegas, así como comentada en verso, como se observa de la hoja volante que se imprimió para la ocasión titulada La Libertad Caucional del famoso diestro Rodolfo Gaona
52 Rafael Solana “Verduguillo”, Tres Décadas del Toreo en México 1900 – 1930, Bibliófilos Taurinos de México, 1ª edición, México, 1990, Págs. 23 – 24. 53 Rodolfo Gaona – Carlos Quirós “Monosabio”, Mis Veinte Años de Torero, Biblioteca Popular de El Universal, 3ª edición, México, 1925, Págs. 95 – 96.
El más bonito año nuevo Que Rodolfo recibió Fue salir bajo fianza De bartolina y prisión El día 30 de diciembre De la tarde al ser la una Rodolfo dejó la cárcel Con muchísima fortuna. No es la libertad completa Pues está bajo caución Pero al menos ya en la calle Podrá arreglarse mejor.54 Ya puede hacer más gestiones para salir de una vez, si acaso no fue culpable de lo que llegóse a creer. En muy buena carretela salió el diestro de Belén, con “Ojitos” y abogado y empresarios a la vez. Fueron a casa de “Ojitos” con gran animación, y allí le dan mil abrazos con sincero corazón. A las tres era la hora de quedar en libertad, pero a la una ha salido para escándalo evitar. Tal vez no le es permitido mientras está así, el torear, pero irá con sus amigos corridas a presenciar. ¡Y hace recuerdos palpables del tiempo que ya pasó, cuando con traje flamante a tanto toro mató. Y de aquellas ovaciones y palmadas que alcanzó, pues su valor y maestría con que en la plaza toreó. Esperan todos que pronto quede absuelto de una vez, Arturo Jiménez, “Desmantela El Fisgón el mito de Posada como un revolucionario”, en La Jornada, 8 de septiembre de 2005. 54
y él también espera alegre por su crédito volver. Intertanto le daremos grande felicitación, deseando que pronto acabe su riesgosa situación.55 1909 “Muerte del banderillero Alfredo Romero (á) Romerito de Asturias. (En la Plaza “El Toreo” de México el 27 de junio de 1909). El veintisiete de junio de mil novecientos nueve ocurrió la gran desgracia que a México le conmueve. La corrida dio principio en la tarde al dar las tres, tocó ya el segundo toro y fiera salió la res. “Almanaque” se llamaba el gran toro matador, era negro y muy ligero y puntal que daba horror. Desde la “capa” notóse que era en extremo ladrón, y cada vez se miraba su terrible condición. ¡Que venga a los “tercios” dijo un valiente toreador, y “Romerito” al momento decidido lo corrió. “Almanaque” desafiando brutalmente se arrancó, sobre el diestro muy ligero y correr no le valió. Metióle el cuerno en la faja Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): El texto de este fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1910. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. Cabe mencionar que el anverso de la publicación original de dicho texto popular lo encontré reproducido en la siguiente obra: “Posada´s Mexico”, editado por Ron Tyler, Library of Congress y Amon Carter Museum of Western Art, Washington, Estados Unidos de América, 1979, página 201. 55
y en alto lo levantó, escuchándose del público un grito de gran horror. Los compañeros formaban una muralla cabal, para cuando el toro bravo llegara el bulto a soltar. Pero no soltó su presa porque en esa hora fatal corrióse la faja al punto y el astazo fue mortal. Hundióle el cuerno en el pecho al diestro hasta la raíz, y salió dejando un chorro de sangre color rubí. “Romerito” como pudo del suelo se levantó; con esfuerzo formidable, a la barrera llegó. Se apretaba con las manos la herida por el dolor, y la sangre le salía en violento borbotón. ¡Lo ha matado! ¡Lo ha matado! gritaron todos allí, y el diestro aun tuvo fuerza para del coso salir. Y pronto a la enfermería trataron de conducir al pobre de “Romerito” que estaba para morir. Y continuó la corrida pero el público pidió que al corral se le volviera aquel toro matador. Bastantes espectadores se fueron de aquel lugar, y la música callóse y el pueblo gritaba más. La corrida llegó al término mas ya sin gusto, claro es; y mientras la triste víctima estaba por perecer.
Los médicos le operaron pero inútil todo fue. . . ¡mis hijos! decía tristísimo, ¡yo quiero agua! ¡tengo sed! ¡Los ojos ya se le ponen vidriosos y se hunden más!, los labios amoratados y la muerte llega ya. Le conducen a una cama y le viene convulsión; quiere sentarse con fuerza y se desploma ¡oh terror! “Romerito” quedó muerto cuando señaló el reloj cuatro y cincuenta minutos ¡oh qué cuadro de dolor! “Morito” preguntó quedo ¿algún encargo nos dio? y contestaron entonces que a sus hijos recordó. “Morito” dijo: “Yo a uno me encargo de recoger”, y yo del otro agregó “Ecijanito” también. La empresa Bravos encargóse del entierro funeral, cuyos gastos fueron grandes sin nada economizar. A las ocho de la noche el cadáver quedó ya tendido en la enfermería, con lujo muy especial. Se formó capilla ardiente y al centro de este lució el ataúd en su féretro que “Romerito” ocupó. Cristalina fue la tapa, sólo el rostro se vio del torero infortunado que al otro mundo partió. Veláronle en esa noche de toreros multitud,
que silenciosos se miraban en torno del ataúd. El lunes le sepultaron en el Panteón Español, haciendo antes suntuoso y elegante funeral. Ay! ¿quién a decirle iba al “Romerito” asturiano, que en la plaza de “El Toreo” la vida hubiese dejado? Diez años toreado había con éxito singular, sin tener cogida alguna pues bien se supo librar. De San Diego de los Padres fue el toro que le mató, y todos a ese ganado le verán ya con horror. Y aquí se acaba el relato de la cogida mortal que despachó a “Romerito” en domingo tan fatal. Un sudario muy devoto recémosle y ya no hay más, al pobrecito asturiano que la tierra cubre ya.56 1909 “Reflexiones dolorosas de Rodolfo Gaona en su bartolina de Belem” (1909) Aquí me encuentro ya preso en obscura bartolina, por el delito horroroso, que aclara el Juez con pericia. La víctima está ya muerta, se suicidó por su honor; que por andar en la juerga desacertada perdió. Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): Este corrido no lo encontré reproducido en alguna obra en particular, sino que fue tomado directamente de su publicación original (“El cancionero popular”, número 4), que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1909. Pertenece a la colección Jean Charlot y me fue facilitado por Ellen Chapman, quien labora para la Universidad de Hawai. 56
Yo aparezco delincuente, como autor de su deshonra, y aquí estaré padeciendo perdida también mi honra. Yo era el ídolo del público, y hoy me verá con horror; por buen torero que sea ya nunca tendré ovación. Sirva de ejemplo palpable lo que a mí me pasa hoy, tengan presentes los males que sufro en esta ocasión. Me despido del toreo, ya no hay remedio, no, no, se acabó el goce del arte; perdí mi reputación. ¡Qué desgracia tan tremenda a mi lado se eslabona! Ya no habrá gusto ninguno para Rodolfo Gaona.57 1909 “Sufrimientos, reflexiones y consejos de la suicida María Luisa Noeker: en la otra vida” (1909) ¡Ay! qué horrible sufrimiento tengo en aqueste lugar, me figuro que estoy viva, que no me pude matar. Sin embargo que la bala certera fue a destrozar a mi cerebro aturdido, yo no me sentí acabar, Aquí me encuentro clavada en mi cuarto ¡qué dolor! con la pistola en la mano Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): El texto de este documento fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1909. Pertenece a la colección Jean Charlot y me fue facilitado por Ellen Chapman, quien labora en la Universidad de Hawai. La primera estrofa o copla del texto también se reproduce en la siguiente obra: “Literatura popular publicada por Vanegas Arroyo: textos que conservó la memoria”, Aurelio González, en Literatura mexicana del otro fin de siglo, editado por Rafael Olea Franco, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, Serie Literatura Mexicana VI, primera edición, México, D.F., 2001, página 459. 57
sin saber si vivo o no. Dos heridas me he causado; Y me mana sangre de ellas: en la cadera una se halla y la otra en la cabeza. El arma querían quitarme pero yo les dije fiera: le pego un tiro en el acto al que quitármela quiera. Me suicidé por la honra que en una noche perdí, por estar con los toreros que se burlaron de mí. Juntos tomamos licores Y gozamos sin medida; Cirilo Pérez llevóme a esa fiesta maldecida. Yo estaba apasionada, de Rodolfo el gran torero, y por conocerlo he ido ignorando el plan artero. Sufro aquí terribles penas pues creí con el suicido quitarme padecimientos pero al contrario ha salido. ¿Quién se hubiera imaginado lo que iba a suceder? Yo fui la más candorosa en dejarme convencer. Experiencia no tenía, por ser de tan corta edad, así es que me traicionaron con mucha facilidad. Ya remedio no hay ninguno, a mi horrible situación, perdí la honra y la vida por el goce y diversión. Hoy reflexiono y ya es tarde, no lo puedo subsanar: sólo serviré de ejemplo a todas las de mi edad. Mis pobres padres hoy sufren
con esta desgracia cruel, y esto agrava mis martirios y me hace más padecer. ¿Qué cosas no sentirían al saber mi deshonor, y que me había suicidado en aquella situación? Hoy solo puedo mis faltas, aligerar con consejos, que voy a dar muchachas afectas a los toreros. También quiero dirigirme a los padres de familia, para evitar estos casos que abundan tanto en la vida. A las jóvenes les digo que no se dejen llevar, de pasiones cual la mía ni de promesas sin par. El mundo es muy pervertido aunque parezca muy bueno, la intención que creemos sana oculto tiene el veneno. Nunca vayan a un a fiesta de gentes que no conozcan, porque el riesgo es evidente, el riesgo de la deshonra. No dejen que galanteos les digan ni se seduzcan, pues muchos hombres tan solo brutal goce solo buscan. Las apariencias engañan; en esto no hay que dudar; y piensen mucho lo que hagan para no después, llorar. Los resultados son crueles, terribles como no hay más; el ejemplo en mi lo tienen, víctima de la maldad. Padres de hijas inocentes, nunca solas las dejéis, cual los míos me dejaron porque irán a padecer.
Vigiladlas a toda hora porque débiles irán, en un descuido pequeño a los brazos de Satán. Enseñadles lo que es malo, y lo que es bueno a la vez, para que así lo distingan y se salven de caer. Muchos les muestran tan solo lo sencillo y lo legal, y al no conocer lo malo, lo malo creerán bondad. Infundidles sin descanso la Religión y Moral, que deben cuidar su honra por ser prenda principal. Su valor es inaudito, n tiene comparación, y perdida ya no se halla nunca en ninguna ocasión. Ya me despido de todos en medio de mi sufrir, recen por mi, se los pido para que salga de aquí. No se olviden de esta pobre que un infierno tiene en sí; dispensen su falta grave que fue víctima de un vil. Se despide pues por último ya sin honra y ya sin vida, la incauta joven que hoy llaman “María Luisa la suicida”.58 Ca. 1910 Al señor Vicente Segura
Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): Este texto fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1909. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. Cabe mencionar que el anverso de la publicación original de dicho texto popular lo encontré reproducido en la siguiente obra: “Posada´s Mexico”, editado por Ron Tyler, Library of Congress y Amon Carter Museum of Western Art, Washington, Estados Unidos de América, 1979, página 199 58
España, tierra del Cid, dióle a usted palmas y flores, triunfos, alegría y amores, su rico sumo, su vid; lo ensalzó siempre en la lid, de ovación en ovación; mas México, la Nación que es de usted madre querida, dióle más, dióle su vida, su sangre, su corazón.59 Miguel M. Bracho.
En la época en que Rodolfo Gaona era ya una consumada figura, sonaba esta copla popular: 1910 REAPARICIÓN DEL DIESTRO MATADOR DE TOROS RODOLFO GAONA EN LA PLAZA DE TOROS “EL TOREO” EN 1910 Domingo nueve de Enero Gaona fue ya a torear, y la plebe se previno para ese acto vitorear. En la Plaza de “El Toreo” de esta culta Capital, su reaparición famosa tuvo en la tarde lugar. Y seis toros españoles traídos de Peñalver, entraron en buena lidia y fueron dignos de ser. Castor Ibarra, el espada fue a Rodolfo acompañar con “Cochero de Bilbao” que es de fama singular. La corrida estuvo magna como pocas en verdad, y Gaona entusiasmado, como nunca se verá. Ya se acababa, de fijo, por salir al redondel que es de vocación torero, no solo por interés. Qué ovaciones se le hicieron! ¡Qué rumbosa recepción! 59
Armando de Maria y Campos: Memorias de Vicente Segura. Niño millonario. Matador de toros. General de la Revolución. México, Compañía Editora y Distribuidora de Publicaciones, 1960. T. I. 135 p., ils., fots., p. 38-39.
La plaza veníase abajo de palmas por mayor. Manifestación ruidosa en “El Toreo” se miró, y Rodolfo contentísimo como ninguno, gozó, grande concurrencia tuvo esa corrida ¡caray! Porque fue de las mejores, que se han visto por acá saludemos pues, contentos, al torero sin rival, ¡Viva Rodolfo Gaona! ¡Viva México! Y no hay más.60
Claro, se dejaron escuchar los siguientes versos en honor de Vicente Segura: Ca. 1910 Si no fuera millonario… Si no fuera millonario valdría más de un millón sólo por su corazón. Es lo más extraordinario que salió de la afición.61 Ca. 1910 Corrido del diestro banderillero Antonio Soriano (á) Maera Chico (Muerto involuntariamente el 31 de diciembre de 1910 por el picador Antonio El Inglés). Qué triste fin de año tuvo el pobre Antonio Soriano, que sin querer lo matara su amigo, casi su hermano. Primera vez que a este México vino y a perder la vida; no volvió al barrio de Triana ni a su Sevilla querida. El día último del año de mil novecientos diez, andaba con sus amigos, en ellos Toño “El Inglés”. “El Inglés” era tocayo de “El Maera” y tan amable 60 61
Imp. De Antonio Vanegas Arroyo, 2ª Calle de Santa Teresa Núm. 43. México. Op. Cit., p. 127.
que era su amigo, su hermano, compañero inseparable. Del brazo y todos contentos, ¡oh, suerte, cómo te inicias! Se reunieron en su casa, Tercera de las Delicias. Era una casa de huéspedes donde vivían los toreros “El Maera” y “El Inglés”, dos francotes compañeros. Queríanse desde pequeños y eran los dos casi hermanos, se conocían de cuando eran los dos “niños sevillanos”. Salieron, pues, referíamos, a disfrutar sus dineros en unión de los amigos que también eran toreros. Todos sabían el horror que “Maera Chico” tenía a las pistolas, temor que olvidar nunca podía. Siempre que veía cargada una pistola, decía: -“Guárdenla o me voy”- le daba en el corazón, que un día muerto sería de un balazo. . . ¿Que ello fue superstición? Sea lo que fuere, es el caso que Antonio tenía razón. Y, sin embargo, ¡oh, destino! “Maera Chico” se olvidó de ese cruel presentimiento que implacable se cumplió. De regreso del paseo, en las Delicias, la esquina, llenos de gusto y deseo entraron a la cantina. Y bebiendo amontillado, y bailando peteneras, cantaban coplas toreras del terruño tan amado.
¿Cómo pensar que la suerte cambiara tanta alegría en lúgubre, triste y fría residencia de la muerte? Así fue, pues, “El Inglés”, bailando más que una bola, sintió que le molestaba en la bolsa la pistola. La sacó, y como era buena, lo rodearon para verla, y él empezó a manejarla, estando de balas llena. . . Después que hubo descargado, creyó que ya no tenía ni una bala y le oprimía el gatillo muy confiado. . . Pero una bala traidora la recámara guardaba, que disparó a la mera hora que ninguno la esperaba. . . De pronto palideció “Maera Chico” y lentamente al pavimento cayó con un balazo en la frente. . . “El Inglés”, enloquecido, al ver cumplirse el destino, y que él era el asesino y sin haberlo querido. . . Que él había muerto a su hermano, el que tanto lo quería. . . llorando le hablaba . . . en vano. . . ¡su amigo no respondía! Sus nervios muy excitados le sacudían fuertemente, al grado que, brevemente, estaban los dos privados. . . Trasladados a su casa, fueron muy pronto atendidos; la cosa fue tan violenta que se hallaban confundidos. El doctor Miralles era un amigo muy sincero del simpático “Maera”,
del guapo banderillero. Y por más esfuerzo que hizo por remediar tanto mal, murió el diestro al poco rato de llegado al hospital Sepultaron a “Maera” en el panteón Español, con el lujo que en su honor su valentía mereciera. La autoridad ya conoce de todos estos detalles, pues tiene declaraciones de testigos presenciales. Que fue todo un accidente, que ocasionó tantas cosas, del manejar imprudente de esas armas peligrosas Inspira también temor la enfermedad de “El Inglés”, de ese pobre picador que asesinó sin querer. ¡Qué triste fin de año tuvo el pobre Antonio Soriano, que, sin querer, lo matara su amigo, casi su hermano! Primera vez que a este México vino y a perder la vida. . . ¡Adiós su barrio de Triana y su Sevilla querida!62 Anónimo.63 1910 MÁXIMAS PARA LOS BANDERILLEROS. Dos peones a la cola, dos espadas en los medios, cuatro amigos en barreras, que avisen con los sombreros; Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…). Apunta Eduardo E. Heftye Etienne: Localización del “Corrido del diestro banderillero Antonio Soriano (á) Maera Chico”. Este corrido no lo encontré reproducido en alguna obra en particular, sino que fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1911. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. 62 63
seis monos que hagan lo suyo, cuatro capotes corriendo: Que le saquen para afuera, que lo metan para adentro, que lo lleven, que lo traigan y lo agarren por los cuernos; que lo fijen y lo cuadren y lo claven en el suelo. Entonces, vas y te pasas dos o tres veces, y luego entras como el rayo y dejas un palito en el pescuezo. Así queda el que presume de sin par banderillero. REGATERO.64 1910 Gaona y Lagartijillo… Gaona y Lagartijillo con seis toritos de Urcola, también temible ganado porque su dueño lo engorda, dándole grano abundante, según el vulgo rumora. Hay un público selecto que a D. Porfirio65 ovaciona cuando en su palco de gala su gentil figura asoma. CHIRONI.66 1910 El Chico de las de Gómez… El Chico de las de Gómez por álias Relampaguito67 y Rodarte68 y Jesús Ténes 64
La Lidia. Semanario Taurino. Año I, México, lunes 17 de enero de 1910, Nº 17, p. 4. Se refiere al General Porfirio Díaz, que sigue acudiendo a cuanta corrida de toros le permite su investidura, pero que lo hizo con notoria frecuencia. Esa tarde, Rodolfo Gaona le brindó un toro al oaxaqueño. Lamentablemente el “Indio Grande” resultó herido. 66 El Imparcial Taurino. Semanario Ilustrado. T. IV, Nº 21, México 20 de febrero de 1910. p. 3. Fragmento de la crónica que “Chironi” (probablemente seudónimo de Carlos Resendi, editor propietario de este semanario) incluyó para lo ocurrido en la Plaza de “El Toreo” en la vigésima corrida de la temporada 1910-1911. La publicación de este periódico corresponde a la misma fecha en que se celebró el festejo, por lo que se convierte, lo mismo que El correo de los toros o El Loro, en el tipo de edición que salían a las pocas horas de haber ocurrido el festejo del domingo. 67 Julio Gómez. 68 Rodolfo Rodarte, matador de toros coahuilense. 65
serán los tres toreritos que esta tarde en “El Toreo” nos distraerán un ratillo. El ganado es de saldo,69 tres son de dueños distintos y otros tres de los Padres de San Diego, muy bonitos. CHIRONI.70 1910 Corrido a una “Riesgosa cogida de Rodolfo Gaona” (En la Plaza de “El Toreo”, el 20 de febrero de 1910). El día veinte de febrero de mil novecientos diez, se organizó una corrida de extraordinario valer. Sus productos destinaron para la festividad del Centenario presente que pronto tendrá lugar. A esta famosa corrida el Magistrado Primer, General Porfirio Díaz, asistió a ella muy bien. Primer toro: muchas palmas hubo a los diestros allí, y fue muerto con pericia por Moreno sin desliz. Llega el segundo muy bravo llamándose “Gorgojito”, “Aguilita” le echó capas y Gaona siempre listo. Aplaudiéronle a Rodolfo con mucha sinceridad, pues sus verónicas fueron muy bien hechas de verdad. A Gaona ya le toca el “Gorgojito” matar, y brinda la muerte presto 69
Además de los tres toros de San Diego de los Padres, se lidió uno cada uno de Miura, Arribas Hnos., y Pablo Romero 70 El Imparcial Taurino. Semanario Ilustrado. T. IV, Nº 22, México 27 de febrero de 1910. p. 3. Fragmento de la crónica a la corrida celebrada el 27 de febrero, donde Jesús Ténes recibió la alternativa de matador de toros.
por la Presidencia ya. Con Blanquet al lado suyo, empezó el diestro de León; da tres pases de muleta, con muy poca previsión. Sin dejar correr la mano como debía ya de ser; da el último de los pases, y aquí le tocó perder. Saliendo de un ayudado, es Gaona ¡ay! cogido, permaneciendo algún rato en la testera del bicho. Al cabo lo suelta el toro y entran al quite ya Blanquet y además “Lagartijillo” con muchísimo interés. Gaona quedó tan pálido como muerto del panteón; y cojeando muy patente a la barrera se dirigió. Se agarraba recio el vientre, pues allí tocó la herida, y a pocos minutos era llevado a la enfermería. Siguió la corrida aquella, muy buena ni que dudar, luciéndose los toreros con su valor singular. De esta corrida ha salido el público satisfecho, y tan solo lamentando de Gaona aquel evento. José Moreno el “Lagartijillo” se lució de veras bien; y realmente en tal corrida hizo completo cartel. Rodolfo Gaona tiene dos heridas en el cuerpo; la primera es en el punto del muslo que es el derecho. La segunda fue encontrada
en la parte occipital, y ambas un poco graves, en tejido celular. Dicen los facultativos que antes de los quince días, Rodolfo sanará por completo para otra buena corrida. El diestro Gaona ha sido llevado en coche cerrado para casa en compañía de “Ojitos” su amigo franco. Y aquí termina el relato de la cogida que dio, aquel toro tan bravito al gran diestro de León.71 1910 SEGUIDILLAS TAURINAS Para La Risa. Que el “Bienvenida” viene, Viene el “Cochero”, Dizque vienen Gaona Y el Pachuqueño: “Lanzzeta” cree Que la mejor venida Es la de Fuentes. Ha toreado “Minuto” Y hasta ha matado Y el público en la plaza No se ha enterado: ¡Como que apenas Sobresale al estribo De la barrera! Que el leonés con los toros Viene crecido, En virtud del divorcio Del maestro “Ojitos”; Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…) Este corrido solamente lo encontré reproducido parcialmente (únicamente el anverso de su publicación original) en la obra que a continuación se indica, pero su texto completo fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1910. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. “Posada, el grabador mexicano”, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Junta de Andalucía, Secretaría de Cultura, Editorial RM, Sevilla, España, 2006, página 67. 71
¡Cuidado, nene, Que aquí hay un Freg que vale Por treinta y nueve! Que ha pasado, me dicen, Grandes trabajos Don Pepe del Rivero Con sus contratos: ¡Sudar amares Sin lograr la venida Del de Tomares! ¿Qué se pirran las damas Por “Bienvenida” Si lo ven en la suerte De banderillas? No es nada extraño Con esas facultades Para los palos. PESPUNTE. Puebla.72 1911 Corrido de Rodolfo Gaona y otros toreros. Un torero mexicano ¡oh, qué orgullo, patria mía! no el público aplaude en vano si es Gaona, ¡quién diría! que este chico, con Segura, Lombardini y López diera la prueba más limpia y pura ¡viva la sangre torera! ¡Viva Rodolfo Gaona! ¡Viva Carlos Lombardini! ¡Pedro López, también viva! La afición siempre corona con aplausos su faena ¡viva siempre y donde quiera la espada que sale buena! ¡viva la sangre torera! Antonio Fuentes también es un buen diestro español que emociona a ambos a vez tendidos de sombra y sol. “Cocherito de Bilbao”, “Lagartijillo” y Luis Freg 72
LA RISA, D.F., del 1º de octubre de 1910, p. 6.
nunca se la echan de “lao” porque lo saben hacer. Y repita el orbe entero en entusiasmo encendido, y cantando este corrido ¡que viva el que es buen torero! Españoles, mexicanos, que vivan, y ante la fiera les griten todos ufanos: ¡viva la sangre torera!73 1911 “La gran novillada y banquete en obsequio de los papeleros” (1911) Qué lindo es México, mano, ya lo debes recordar, con motivo del banquete en que te vi platicar. Toda la prensa nos quiere, que somos sus voceadores, no más me dices si no ¡o te reclamo favores! Aquello era la reunión ¡oy! cuanto gusto me da, en la que nos juntamos en nuestra fraternidad. Las músicas, mano, fueron y “juerte” y bueno tocaron, y después la novillada con la que nos obsequiaron. No se te olvide jamás este grande suceso, ahora quiero mi chamba: será mi gusto y por eso. La sopa “el Diario” la dio, Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…) Este corrido fue tomado directamente de su publicación original (anverso de “El cancionero popular” número 24), que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1911. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. La publicación original del citado corrido original también la encontré reproducida en las siguientes obras: “Posada´s Mexico”, editado por Ron Tyler, Library of Congress y Amon Carter Museum of Western Art, Washington, Estados Unidos de América, 1979, página 198. “Hacia otra historia del arte en México. La amplitud del modernismo y la modernidad (1861-1920)”, tomo II, serie Arte e Imagen, coordinado por Stacie G. Widdifield y Esther Acevedo, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Dirección General de Publicaciones, primera edición, México, D.F., 2004, página 432. 73
y el arroz “Frivolidades”, y “Revista de Revistas” la barbacoa, bien lo sabes. Vente conmigo a tomar que traigo mi ferrolana, y vámonos luego a “cambiar”, ¡ay qué Patria Mexicana! El mole de guajolote “El Imparcial” nos lo dio, “México Nuevo” frijoles del restaurant nos envió. “El Heraldo Mexicano” enchiladas y tortillas, y el parcial “Multicolor” fruta y pan y mantequilla. Y la “Semana Ilustrada” dulce, “Gil Blas”, gelatinas, y carbonato “la Risa” y otras muchas golosinas.74 1911 La calavera taurina. Prepárense aquí en la tierra, Los hombres más peleoneros, A leer la calavera De toditos los toreros. Metido en una tahona Bebiendo cerveza güera; Está el famoso Gaona Convertido en calavera. Mas señor ¡qué desventura! Huyendo de triste perra Va corriendo ya Segura Convertido en calavera. Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): Este documento tampoco lo encontré reproducido en alguna obra en particular, sino que fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo en el año de 1911. Fue ilustrado por José Guadalupe Posada, y en el grabado aparece Don Chepito, un personaje que apareció en muchos grabados del propio Posada. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. Sobre don Chepito, es el mismo Heftye quien cita lo siguiente: “Como los grandes ilustradores del siglo XIX en Europa, como Daumier y su Roibert Macaire: como Gahona y su Don Bulle-Bulle, Posada creó un personaje imaginario para divertir y hacer crítica social: Don Chepito. Esta animadísima figura monta a caballo, torea, boxea, hace discursos, fuma marihuana, pasea, baila, enamora, corteja a las casadas, le dan de palos y acaba con sus huesos en la cárcel.” Justino Fernández, op. cit.¸ página 198. 74
Ojitos, con su bastón, Y su cuerpazo de toro Calavera del montón Le tocó ser sin desdoro. También Pepito Rivero, Notable como empresario, Le toco ser calavera Yendo a parar al osario. Machaquito; gran torero Ya muy famoso en la tierra, Fue también al gusanero Convertido en calavera. Bombita, se fue también Con su morrongo y bastón Y su cachucha en la sien, Calavera hasta el montón. Un bravo banderillero Que prendía a la carrera Le tocó ser el primero En volverse calavera. Un paciente picador De muy notable bravura Le tocó ser lidiador Y picar la sepultura. Un mono sabio valiente, Listo con la guarnición, Le tocó pelar el diente Yendo a dar hasta el montón. Un reyista aficionado, Siempre piedra en la carrera, Le tocó a este desdichado Convertirse en calavera. La encargada de la puerta Asistiendo a una corrida Perdió un ojo y quedó tuerta Y en la huesa fue podrida. Lagartijo, el aficionado, Estudiante muy valiente, En un ruedo fue volado Yéndose a pelar el diente. Guerrita; gran matador De gran cartel y carrera,
Se fue con un picador A volverse calavera. Mazzantini, gran torero De fama muy verdadera, Se fue de este mundo artero A volverse calavera. Valencia, con noble acción, Toreó bien, su vida entera Y al fin fue a dar al montón Convertido en calavera. Un entusiasta abonado, Que empeñaba la camisa, Por asistiro al toreo Fue calavera pajiza. Un borrachín peluquero, Amante de las corridas, Quiso una vez ser torero Y sufrió tales heridas. Que con una pata tiesa, Un pie roto y un chichón, Fue a terminar a la huesa Clavera del montón. Un mentado profesor, Que iba a corridas de gorra, A la huesa de favor Fue a dar en una camorra. Una endiablada portera, Que asistía a la fiesta brava, Se convirtió en calavera Cuando a la plaza llegaba. Los toritos del Jaral De gran raza ganadera, Han ido en tiempo patal A volverse calavera. Muchos revolucionarios, Allá en la plaza de Puebla, Fueron a dar al osario Quedando allí en la tiniebla. Los caballos de Güimera, Con otros de un batallón, Se volvieron calavera Aumentando otro montón.
“Chico de Bilbao” valiente Pues, de la gente torera, Ya se fue a pelar el diente Convertido en calavera. Testarudo, mono sabio Que empezaba su carrera, Se fue sin mover el labio A volverse calavera. El chato, bizco picador, En la lidia muy valiente, Se fue triste el buen señor Al panteón pelando el diente. El chismeante papelero, Que iba al Toreo con la güera, En un tumulto matrero Se convirtió en calavera. La escandalosa frutera, En una brutal corrida Se convirtió en calavera Siendo en la huesa podrida. Un descarado vinatero, De afición y de carrera, Por meterse de torero Se convirtió en calavera. Tu también, caro lector, Que lees esta lista entera, Aunque no seas picador, Te volverás calavera. Anónimo.75 1911 De un festejo ocurrido el 3 de diciembre de 1911 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, encuentro en una reseña la siguiente nota acompañada de un delicioso poema: En Guadalajara hubo una fiesta verdaderamente tropical, que mereció acompañamiento de guajiras y habaneras. Vamos á vé, niñita… Vamos á vé, niñita los toros bravos de Guanamé… de Guanamé; 75
LA CALAVERA TAURINA. Grabador: José Guadalupe Posada. Impresor: Antonio Vanegas Arroyo, 2ª de Santa Teresa Nº 43. México, Octubre, 1911. Fuente: Biblioteca Nacional. UNAM.
veras qué salito para pasarlos esta Merced. Y el bravo Marchenero hará prodigios con su való, vamos niña hechicera, si tú no vienes, solo iré yo. ¿No es verdad que trae esto a los oídos algo del soniquete del danzón? Pues sí, señores; toreaban el paisano Merced Gómez y Luis Muñoz “El Marchenero”, quedando el mexicano mucho mejor que su camarada, pues a sus dos toros los muleteó con estímulo, valor y gana de aplausos, despachando con una estocada ligeramente caída a su primero, y con otra en lo alto y buena a su segundo, oyendo dianas y músicas de palmitas. “Marchenero” hizo alarde de una respetable cantidad de jinda, y al meterse lo hizo desde lejos y cuarteando y rajándose, para alcanzar solamente los bajos. Lo inesperado fue, como siempre, lo mejor, pues el banderillero “Alegría”, que pidió permiso para matar el toro, regalo de la empresa, quedó superiormente.76 1911 LA POESÍA DE LA FIESTA (A José del Rivero) Autores de nota, Machado, Marquina Ramón N. Franco y el vate Medina han hecho primores y versos preciosos hablando de lances y diestros famosos de “largas” y picas, pares, marronazos, pases, y cogidas y otros costalazos. Han puesto en las nubes a Fuentes y al Guerra al Bomba, al Cochero… y al “Hijo de Perra”, nos hablan de toros noblotes y bravos provistos de cuernos finos como clavos de tendidos llenos de bellas mujeres que compran mantones y venden placeres; de chulos muy monos y mulas muy mulas. Todo bajo el cielo de la Andalucía a la luz magnífica de un templado día y visto a través de una buena bota llena de jerez. Y agregan que en vista de su manzanilla y de sus toreros, no hay otra Sevilla; pues allí torean hasta los chiquillos antes que les hagan unos calzoncillos; y hasta en buenos versos nos han relatado que el “Descamisado” mató, en el fondo del vientre materno, un novillo manso que le metió el cuerno. ¡Olé por España, tierra de la lidia! Nosotros, ni envidia! Desde que contamos con Pepe Rivero, todos los domingos nos da un herradero cuatro fogonazos, quinientas piruetas 76
El Toreo. Madrid.-Lunes 1º de Enero de 1912. Año XXXIX, Nº 2247, p. 3.
y un doble retablo de niños maletas que por cada “coba” piden mil pesetas. Los toros son mansos, las tardes lluviosas no hay en los tendidos morenas capelosas Ni rubias de encargo ni liados mantones; hay una compacta masa de melones que aplauden jarabes y danzas macabras y gritan dislates y malas palabras. Cuando echan seis toros, los echan tan mal que van cuatro y medio corriendo al corral; y si acaso alguno pega a los piqueros y le pone verdes los cuartos traseros, el biombo, alquilado, defiende a la cuadra y cambia la suerte y el público ladra. Si hablamos, señores, de banderilleros, casi todos clavan pinchos delanteros o ponen un palo en los costillares o sobaquillean siempre medios pares y se abren de capa y hacen mil monadas indignas de fiestas bien organizadas. En cuanto a esos chicos que llaman “colosos”, califas, pontífices, maestros grandiosos, fenómenos raros de acierto y valor… ¡sólo nos deleitan “cuando están de humor” pues si amanecieron con bilis o achares (o con una “jinda” de las tutelares) amigo, ese día ponen en el ruedo su carnicería pues de un toro noble de Miura o Carreras hacen más raciones que los carniceros, y a cada trapazo toman el olivo o se domicilian detrás del estribo. Tienen taleguilla, babuchas y trenza y sólo les falta tantita vergüenza. ………………………………………… ¡Oh santo empresario Pepe del Rivero! si quieres ganarte la mar de dinero no sueltes bueyazos ni traigas maletas: no compres al biombo ni importes peones que se nos revelen como jindamones. A ver si fijándote bien los calzones consigues que Gaona, Machaco y Pastor a los que pagamos, nos hagan favor de salir al ruedo, cuando “están de humor”.77 ER MICROBIO CHICO.78 1910-1912
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Y si nos hacen favor de cumplir diles que no tengan prisa de venir. LA RISA, D.F., del 14 de octubre de 1911, p. 4.
DE RODOLFO GAONA Gracias, León de los Aldamas, como tu victoria clamas, que lo sepa el mundo entero, que resuene allá en Madrid, tierra de gracia y salero, ue tenemos en la lid a Gaona, gran torero. Que resuene allá en Sevilla, perla donde el arte brilla y a su horizonte se asoma con sus matices de grana al sonar una campana como arrullos de paloma. Allá en la mansión de flores, de amorosos soñadores donde el saber consumado se prodiga sin pasión allá en el suelo manchado que el buen torero ha dejado con sangre de su pasión. Nosotros ya te aplaudimos, tu serenidad ya vimos acercándote a la fiera, que tus pies, como trinquete, para que el bravo respete tu valor por dondequiera. Con el capote te sientes tal vez transformado en Fuentes79 en terrenos de cobrar, clasicismo son tus trazos viendo a los toros pasar rozando su costillar por debajo de tus brazos. No abusas de monerías –en toreros, niñerías-, ni tocas tú los pitones, para que el tonto admirara al torero de riñones, ni te gustan achuchones ni al toro escupes la cara. Con tu muleta flamante al público delirante 79
Se refiere a Antonio Fuentes, diestro español, que vino a México a finales de 1899. Más tarde en 1911 y finalmente en 1922.
provocaste sensación dando pases de pitón para salir por el rabo, sin verte nunca encerrado. ¡Vaya un muchacho de León! Y tus pases ayudados de toreros acabados para tirarse hasta el fundo son tu clásica faena y esos pases en redondo al grande Neyra80 responden te nacieron de lo hondo. Veinte mil espectadores con hurras atronadores no se te olvidarán jamás, ni tampoco la arrogancia cuando mides la distancia quitando ese paso atrás que sólo da la ignorancia. El cuerpo metes erguido de torero ya esculpido para matar de verdad sin temor a la cogida que marcas tú la salida con pasmosa agilidad. Yo también soy mexicano y admiro al valiente hispano, pero al tender la rodilla con el pase aquel airoso que en esa tarde te ví, loco grité de alborozo: ¡Viva el arte de Sevilla!, representado por ti. Aún de él tengo un latido, como tú, de agradecido, quieres a tu maestro anciano,81 que salvo la acometida sin un temor a su vida por enseñar al indiano. A él la gloria le debes, a negarlo no te atreves. ¡Ah, qué bella es la gratitud! Como tus horas lozanas 80
Se refiere a Sánchez de Neira, uno de los más importantes tratadistas españoles que se ocuparon de darle un perfil académico a las corridas de toros, donde la estética y la técnica se conjugaron armónicamente. 81 Saturnino Frutos “Ojitos”, banderillero español que llegó a nuestro país desde 1889 y murió en 1912.
comparadas con sus canas, ¡qué vale tu juventud? No lo olvidarás tú nunca, que tu porvenir no trunca, al contrario, la riqueza; la gratitud es tesoro, no la comprarás con oro, que vale más la nobleza. Como arrullo de paloma lleguen mis cantos, Gaona, no a conmover, no lo creo, como puético (sic) celaje de admiración, de homenaje por tu clásico toreo. Gracias, León de los Aldamas, como tu victoria llamas, tengo por ti fe devota también en tu cielo hay grana, mansión de flores galana donde el horizonte brota saludando a la mañana.82 1912 EL CASAMIENTO DE RODOLFO GAONA. El popular diestro mexicano, el KALIFA del toreo, Rodolfo Gaona, está a punto de ser embestido por un “bicho” temible en la lidia de la vida, porque embiste con los ojos abiertos… muy abiertos… una hermosa y seductora cupletista española, nombrada PAQUITA ESCRIBANO, con la que se quiere casar o… lo quieren casar, no se sabe a punto fijo, porque las noticias de EL HERALDO DE MADRID no son categóricas a este respecto. “La petición de Paquita”, al decir de ese periódico y de otros de España, la hizo Gaona el día de la Virgen del Pilar, 13 de octubre de 1912 y en la ciudad de Zaragoza. Parece sin embargo, que Gaona no quiere casarse, tanto por ser joven, pues apenas cuenta veinticuatro años de edad, cuanto por ser torero y en verdad que esto si es pensar como hombre de juicio y no a lo… torero. ¡Es de ver que una hermosa mujer se muere por sus “hechuras” y que éste “la trastea” con razones de peso y juicio…, la verdad que eso si es “sentar cátedra”. Bien merece una ruidosa ovación por la “magistral y colosal” faena con la Paquita, sin haber salido “empitonado” no obstante haber estado en los mismos “terrenos” de ella, como él acostumbra, Olé por Gaona! COPLAS ¡Caracoles, amigo!... ¡Qué pasa? Pues, figúrese usted, nada más Que, en Madrid, ya Gaona se casa… 82
Mendoza: Lírica narrativa..., op. cit., p. 343-345. Procede de hoja suelta impresa. Ed. Eduardo Guerrero. Texto de Rafael Islas “El Leñero”.
Ya se casa o… ¡lo quieren casar!... Pero entonces el “chico” nos deja, Al casarse ¿ya no volverá? De seguro se irá con su “maja”; Si no quiere dejar a mamá. ¿Y se corta también la coleta?... ¡Eso tema ya, aquí, la afición! El amor ni esas cosas respeta… Se ha acabado el “CHIQUILLO DE LEÓN”! Y las niñas que aquí suspiraban, Y soñaban quizá con su amor, Hoy llorando: “Oiga usted” …preguntaban… “¿Es verdad que se casa, señor? “Diga usted a Rodolfo en sus versos, “Que aquí hay hembras que mueren por él, “Que darían su existir por sus besos, “Porque es guapo, y ya tiene cartel. “Que recuerde que ya hubo un chien “Que su vida por él inmoló; “¡Y era hermosa, cual pocas, y rica! “¿Ya tan pronto ese lance olvidó? “¿O es, acaso, que ya le ha gustado “Aquel clima, aquel Cielo, aquel Sol? “¿O tal vez, que se habrá acostumbrado “al “caló” del lenguaje español? “La noticia es un golpe de mano “Que nos hunde en terrible “ficción… “¡Ay Paquita! ¡Paquita Escribano! “Y, tal vez, Rodolfo se queda “Sin un cuarto, …y tendrá que morir!... “Y nosotras acá, lamentando, “Los estragos del pérfido amor, “Viviremos sin paz esperando “Que otro “Chico” varíe la… cuestión. “O será dentro de veinte años “Que Rodolfo nos de su pasión; “Mas nos hace el más cruel de los daños… “Otra GLORIA, nos hace ya en León. “Aquí hay hembras también primorosas, “Aquí plata sabemos gastar: “Aquí encuentra a la vez muchas cosas:
“Mil amores, riquezas… ¡la mar!”83 1912 EL MANTÓN DE MANILA (REPUTADÍSIMO PASODOBLE) PRIMERA PARTE Soy la guapa de Manila, He toreao en Carabanchel; Y el serrano que me mira, Mi mira entre el redondel. (Repetición) Con mi mantón floreao Y mi cintura de reina, Cualquiera dice alelao: Olé tu gracia morena! SEGUNDA PARTE ¡Olé tu gracia, mi niña! ¡Bendita sea tu mirada Que corresponde a mi pasión! ¿Pídeme el alma o la vida Y te la entrego serrana… A cambio de ese corazón! TRÍO.-TERCERA PARTE Y es el Mantón de Manila El orgullo de miraza, Y el que al mirarme se pasa… Es que en verdaá no me mira… Es el Mantón de Manila La prenda de esta chulapa, Y apellidada “La Guapa”… ¡Viva la gracia! Y ¡olé! (Repetición) (Repite cada parte sencilla y acaba con el Trío repetido).84 Ca. 1910-1913 LA DERROTA DEL COMERCIO.85
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Disponible en internet marzo 22, 2019 en: http://ipm.literaturaspopulares.org/Inicio Disponible en internet marzo 22, 2019 en: http://ipm.literaturaspopulares.org/Inicio
En la esquina de las Flores oí decir a un loquito, qué ha sucedido señores con el valiente torito? ¡Ah qué suerte! dice Andrea el comercio está perdido, ninguna lucha ha valido porque la cosa está fea. Llora también Dorotea de ver que han dado de frente, llora y en la vez presente, levantan todos el grito, no hallamos que hacer señores con este bravo torito. El comercio por entero se queja en esta ocasión, el entrante, el resgatón y también el rebocero; llora y dice el carpintero, pobres de los artesanos apretándose las manos se ven en grande conflicto, a esos ha revolcado hermanos este valiente torito. El comercio está perdido y en semejante conflicto, todos andamos llorando qué haremos tata Pachito. A los que venden licores buen chasco les ha tocado pues también han derrotado en varias partes señores; no se oyen más que clamores de todo el que es borrachito, porque le falta el pulquito llora y dice apesarado, que también lo ha revolcado este valiente torito. Lloran todas las puesteras lloran con grande aflicción lloran también en unión las señoras atoleras, y también las tortilleras todas lamentan sus ruinas. 85
Con ver lo pobre de la gente, andan todos llorando, quejándose amargamente, o sea un torito enjoscado que a todos ha revolcado.
Van cargando sus barcinas diciéndole a tío pachito, ya no hallamos ni quehacer con el valiente torito. Los comerciantes famosos han perdido el capital, por causa de este animal andan todos pesarosos. No se oyen más que sollozos en el comercio todito, preguntó, Don Josesito Seguirá esto en adelante? Y si así está el año entrante, Más bravo será el torito. Lloran todas las niñitas Porque muy mal les ha ido Nada en este año han tenido, ¡pobrecitas jovencitas! Sevariana y Angelita lloran con crecido afán, pues no hallan a un barbaján con quien tener dinerito; todas perdidas están, con el valiente torito. Ellas bajan por el puente que parecen cucarachas, y otras que vienen borrachas tropezando con la gente; viene con ellas Vicente, Damasia, Juana, Lugarda, y se van por la calzada a tomar su licorcito, y se vienen bamboleando luego que ven al torito. También los del varatillo (sic)86 tienen venta muy escasa, traen camisa, calzoncillos mas no pueden hacer basa. Las zapateras se atrasan, qué hacemos turrón tantito; lloran sin colación, dicen todas en unión la nueva revolución87 86
Debe decir Baratillo. Si con motivo de escribir la letra de esta canción o corrido fue necesario sugerir la figura del “valiente torito” para convertirla en “la nueva revolución”, entendemos que el presente impreso se publicó apenas iniciado el movimiento social de 1910, o fue acaso en otros momentos, tan álgidos como los de la “Decena trágica”, capítulo ocurrido en el mes de febrero de 1913 en la ciudad de México. 87
trajo este bravo torito. Las niñitas del venado verlas es cosa bonita pues viven de día y de noche bailando la palomita; se quejan con madre rita diciéndole, pues ¡qué haremos! Para la luz nos iremos a pasearnos un ratito, y allá nos escaparemos de este valiente torito. En fin, nos ha revolcado este malvado animal, y como es toro puntal, ninguno se le ha escapado; todo, todo se ha escaseado en el comercio todito88 por falta de dinerito. No se oyen mas que quejidos, porque están adoloridos de los golpes del torito. Anónimo.89 Ca. 1912 Ricardo Torres "Bombita" Ricardo Torres "Bombita" ha pretendido a la Goya y la Goya no le quiere porque tiene poca historia, mi vida, porque tiene poca historia. salero, salerito, el salero de Madrid para salero, Saleri que con más sal no le ví. A los toreros borra del mapa, cuando Pepe Luis Vázquez se abre de capa. Qué filigranas, cuando torea el capote por sevillanas.
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Uno de los sectores que padecieron aquella revuelta fue el del comercio, que queda reflejado en sus diversos matices, oficios, gremios y demás circunstancias. 89 Biblioteca Nacional. Fondo Reservado (…). Letra de una canción anónima, publicada por la Imp. De Casillas.
Juan Silveti es Juan sin Miedo, es un as, as del valor, y es el ídolo del pueblo, que le tiene gran amor. Como Gaona es admirado por su valor sin igual, que al torear da la impresión de un duelo excepcional. Gracias, León de los Aldamas, como tú, victoria clamas, que lo sepa el mundo entero, que se sepa, allá en Madrid, tierra de gracia y salero, que tenemos en la lid a Gaona, gran torero.90
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Manuel Martínez Remis (Compilador): CANCIONERO POPULAR TAURINO. Madrid, Taurus Ediciones, S.A., 1963. 183 p., p. 51-52.
1912 La revista española The Kon Leche. Krónica taurómaka (que) se servirá con gotas los domingos entre dos luces. Sinceridad, imparcialidad y poca amistad con los TOREROS, y en su N° 15, del año I, fechada en Madrid a las seis y media de la tarde del 14 de julio de 1912, aparece «El sol indio” se conmueve al saber la novedad de que el “paisano» Gaona se dispone á estoquear seis toros de Trespalacios, en una tarde no más, eligiendo para el caso la “mezquita» principal del pueblo que un tal Frascuelo asombró en lo de matar. «El sol indio» se enternece y su mejilla tostá surca una lágrima ardiente de emoción canicular. Ya «el sol indio» conmovido, pide al colega de acá, calme sus rayos de fuego con una nube juncal,
durmiendo una siestecita que nos permita apreciar, sin sudar la gota gorda, si el inca mete la espá; pero nuestro «sol hispano” no camela tal bondad de una manera absoluta, y aunque á ratos el truhán tira un rentoy al celaje, vuelve en seguida á lanzar su caliginoso aliento, asándonos sin piedad. Hay quien dice que este Febo tiene lio y exacerba la materia patriótica y taurómaca á la par, y se siente «gachupín» sin poderlo remediar. Nos ha dicho Lombardini, López, Freg y alguno más de esos diestros mejicanos, que aqui han venido á gravar en el ramo de coletas la producción nacional, que su colega Gaona “está bueno” de verdad,
. desde que á Torrelodones se fué el hombre á oxigenar. Si el ambiente frascuelino se filtró en su humanidad, vamos á verlo ahora mismo, pues la cosa empieza ya. Hay “género” por delante, afición, curiosidad, Recursos en el que oficia, Tipo y salda por demás Luego, estos versos se ven acompañados de una extensa crónica sobre la actuación que Gaona tuvo en Madrid encerrándose con seis toros del conde de Tres Palacios seguramente la víspera en que fue publicado el curioso semanario. 1912 Corresponde a este año la publicación, por vez primera no de la Oda Funambulesca,91 sino de la Oda a Rodolfo Gaona, precisamente el 4 de noviembre en las páginas de El País. A continuación, incluyo la reproducción facsimilar del mencionado diario:
ODA FUNAMBULESCA u ODA A RODOLFO GAONA. Musa errante y libre, musa de mis cinco sentidos princesa y esclava, armoniosamente risueños, tus coros entona y levanta; que tu acento vibre 91
La cual mereció diversas ediciones y reediciones al paso de los años. Sin embargo, y al parecer, esta es la primera ocasión en que se publicó, justo en la edición de El País, con fecha 4 de noviembre de 1912, p. 12.
en los rojos triunfos de la fiesta brava, la fiesta de toros. I Resuene el clarín, redoble el tambor, y entre un gran clamor, inmenso, sin fin, avanza en cortejo, con rítmico paso triunfal, la cuadrilla. Tras las alguaciles marchan los infantes por el redondel. el oro fulgura, resplandece y brilla, en los alamares de la chaquetilla, sobre los bordados de la taleguilla, en el traje todo de sedas lucientes que viste el tropel. Y cual dardo de oro que los aires cruza, aun suene el agudo clangor (¿?) del clarín. La tarde, como una andaluza, lleva en los cabellos rosas de carmín. II Cubre el sol de púrpuras quemantes la arena, las gradas, las claras lumbreras; enciende en las roncas gargantas resecas las risas, los gritos, las bromas, de las muchedumbres compactas y fieras, el loco entusiasmo latino de las viejas Romas. Revienta en las almas deseos, cual rosas de pétalos rojos que riega la linfa sensual y feroz de la raza. Mil fiebres están en los ojos buscando la traza de antiguos empeños, de hazañas, de gesta... y un trueno retumba en la plaza, señal de la olímpica fiesta. III Rebota en la arena, ligero, un fiero astifino, listón, capuchino, y a más botinero, luciente por fino. Muestra altivamente su testuz esbelto. mientras su arrogancia suspende a la tropa de los lidiadores, magnífico el toro ruge y se contrae, y allá una morena con hondos ardores sueña en Pasifae, y una rubia sigue por mares fenicios el rapto de Europa... IV
Recogen las crónicas, glorias maravillas, navarras, recortes, verónicas y los peregrinos cambios de rodillas del flamante Califa leonés; al hijo de este propio suelo, que a las elegancias del gran “Lagartijo” aduna los modos sobrios de “Frascuelo” el de quietos pies. (Esto no pensaron de Aquiles los sabios Homeros cuando en las ilíadas elogian al héroe de los pies ligeros...) V Contra el caballero del bravo torneo arremete el toro trágico y puntal, y se yergue luego llevando el trofeo de un Cartago mísero en la cornamenta mortal y sangrienta, sangrienta y mortal. El niño despliega la capa, afronta a la fiera, la engaña, la corre, la empapa en vuelos que fingen vistoso abanico: Y con regio porte la gracia del chico remata la suerte marcando un recorte, castigo y quebranto de toros. Y el cálido aplauso derrite sus oros sonoros que incesan la gloria del quite. (Los ojos de “Ojitos” son de alcances largos y maravillosos cual los ojos de Argos.) VI La tarde risueña, dorada, lujosa cual reina andaluza que baja de un bello albaicín, insensatos goces y sueños carnales despierta y aguza con la risa loca que entreabre sus labios llenos de carmín, y mira el torneo. Con las banderillas, cual tallos de rosas, avanza el artista bordando figuras airosas. Resaltan los golpes de luz de su traje, diseña, gentil, un paseo, y cambiando el viaje, en la misma cara del toro consuma el cuarteo. Vinos dionisíacos alegran las almas y ruedan con palmas, tabacos, tabacos y palmas. Los címbalos cantan la gloria del Diestro que un Olimpo surge por él redivivo. (Emerson completa su libro maestro
registrando el último Representativo.). VII Viene el más supremo de los ejercicios donde el arte justo del leonés se ensancha; el arte supremo de los “Desperdicios”, de los “Chiclaneros”, de los “Cara-Ancha”, y de aquél gran Montes que sobre ideales Giraldas triunfante se empina, y, sol de la fiesta taurina, descubre horizontes que aún hoy ilumina. El sin par Califa lleva en la substancia de su sangre criolla finuras de esteta que hubieran tentado la fuerte paleta de Goya. El sin par Califa va por la alcatifa que un himno sonoro extiende a sus plantas de príncipe moro vestido de oro. Suspiran, suspiran las bellas, y suerte que brinda, merece fijar las estrellas que tuvo en sus ojos la llama de Cava Florida. La loca fortuna le sirve de esclava sumisa, la gloria le da su embriaguez, y la fama exclama con una sonrisa: “Fuera un majo digno de alegrar los ocios de la reina Luisa en las cortesanas, en las áureas fiestas reales de Aranjuez”. VIII Después de la fiesta, cansada como una odalisca, la tarde, en sus palcos aún resta con enervamiento de esclava morisca. Mas luego recoge sus briales de reina andaluza: sus labios sensuales, sus mejillas pálidas de seda rosada perdieron su antiguo arrebol, quién sabe a qué Alambras divinas se va enamorada de un príncipe bello, y audaz, y valiente, tras la lumbrada del sol. Rafael López.92 1913 Corrido de Juan Belmonte 92
La Fiesta. Semanario gráfico taurino, año 1, Nº 29 del 11 de abril de 1945.
Juan “Fenómeno” le llaman a ese torero famoso que vino desde Sevilla a torear a nuestro coso. Su figura desgarbada, más su valor temerario, electriza su faena cuando da un pase contrario. Siempre se arrima a los toros al bregar con la muleta, y a más de ser elegante se tira como un atleta. Nunca le vuelve la cara a la fiera en su faena, que puede perder la vida pero él se afirma en la arena.93 Anónimo.94 1913 ¡A los toros! Cubre la triunfal mantilla Sus cabellos abundantes; Y con su gracia sencilla Tomó claveles fragantes, Y la prendió a maravilla. Los madroños juguetones, Veían la falda vistosa, Con pérfidas intenciones, Pues su malla caprichosa Va enredando corazones. En sus ojos lleva el día, En su boca los amores: Es una flor de alegría Que va esparciendo colores, Perfumes y lozanía.
Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…) Agradezco al autor me haya permitido la presente cita. 94 Citado en: Cancionero popular taurino (antología). Manuel Martínez Remis, compilador, Colección Ser y Tiempo, Temas de España, volumen 21, Taurus Ediciones, S.A., Madrid, 1963, p. 50. En esta obra únicamente se reproducen las dos primeras estrofas o coplas del corrido. Además: Cancionero taurino (popular y profesional). Bonifacio Gil García, Librería para Bibliófilos, Madrid, España, 1964-1965, tomo III, p. 158. 93
Como el delirio la sueña, Con donaire, la manola El pie breve y lindo enseña ¡¡Paso!! Paso a la española Que va a los toros risueña!! María Caracuel de Ruiz.95 1913 CARTAS TAURINAS DE CARAMELO A V. LETO. SOBRE BELMONTE. Tu casa, Diciembre quince del presente año. Mi bueno y nunca bien ponderado cual lo mereces, V. Leto: Al requerir hoy los chismes propios del “periodiquero” -para mí tan conocidos como te consta-, deseo no supongas que lo hago con mala intención: mi objeto al hilvanar estas líneas, es aquilatar los méritos que adornan a Juan Belmonte como estrella del toreo. Soy, caro amigo, ante todo, imparcial y justiciero: al que merece mis palmas con gusto se las ofrezco: mas si es digno de censura así se lo manifiesto, que no es ni leal ni honrado el que se anda con rodeos. Sentado este precedente me voy al grano y… comienzo pidiéndote mil perdones si por franco, te molesto. Con franqueza te diré que para mí el fenómeno -o fenómeno Belmonte, pues al fin escribo en verso (¿?) y en verso está permitido poner y quitar acentos-, no es la santísima Virgen, ni fenómeno, ni un diestro de la talla proclamada con bombo, a los cuatro vientos, en la coronada Villa 95
El Correo Español, D.F., del 9 de junio de 1913, p. 3.
por el parcial don Modesto, quien por antífrasis lleva tal seudónimo; el soberbio que se juzga, já já já, el rey de los revisteros…! Perdona, mi buen amigo de franca risa este acceso: mas la pretensión del hombre merece tal devaneo! ¿Cómo pensar otra cosa del zorro de Don Modesto si para él todos son astros -Rodolfo Gaona excepto-, de primera magnitud que lucen con brillo intenso? ¡Qué otra cosa suponerse del crítico de toreros que a Bomba llamó pontífice sin razón ni fundamento? porque si bien es verdad que Bombita era un buen diestro, le faltaron escalones para llegar al cielo… Mas estoy ya divagando por más que ofrecí, V. Leto, expresarte mi opinión, -humildísima por cierto-, sobre Juanito Belmonte hoy por hoy, el gran (¿?) torero. Así pues, hablaré claro, sin ambajes ni rodeos. El “fenómeno” Belmonte que deslumbró a los iberos por su arrojo y valentía ante una fiera con cuernos, no sabe lo que se carga señor mío, en los traseros, pues fuera de sus verónicas, de sus recortes y arrestos, es un cerito a la izquierda en cualquiera de los ruedos. Lo dicho, dicho se queda, donde gusten, lo sostengo! Que es valiente? No lo dudo, por el contrario, lo creo; ya verás si yo soy justo confesando lo que siento. Pero que Don Juan Belmonte sea fenómeno en toreo… hay tanta distancia, hermano, como de la tierra al cielo, porque Juanito, no sabe…
¡vaya! pisar sus terrenos; figurándose el buen chico que pulpa es igual a peco. Coge a los toros en tablas, aculados o en los medios y arrea adelante, sin ver si han juntado o no los remos; recorta al salir, al toro, de manos de los piqueros, cosa que está prohibida aunque lo nieguen los necios; y para evitar percances significativos, cruentos, se pega invariablemente de la fiera, en el pescuezo. Así, cualquiera lo pesca, o dime si no, V. Leto? En total, como decíamos allá en nuestros años tiernos, Belmonte, apenas si mata al quince o veinte barrenos: no banderilla, ni “pisa”, porque no sabe, el terreno, que le corresponde; y siempre pirueteando ante los cuernos, proporcionará ilusiones de arrojadísimo diestro, valiente, como muy pocos pero nunca buen estético. Tengo en cartera otras cosas de suma importancia; pero los guardo para la próxima, mi caro amigo V. Leto. Entre tanto, como siempre te saluda CARAMELO.96 1913 ¡¡¡EL COLOSO!!! Fui el domingo a la corrida y les juro por mi honor, que la juzgué la peor de las que he visto en mi vida, puesto que apenas (Juan) Belmonte tras de un lance muy ceñido, fue por su desgracia herido se ennegreció el horizonte, y ya no vimos después 96
EL HIJO DEL AHUIZOTE (1912-1914), D.F., del 20.12.1913, p. 3.
en el otro matador ni elegancia, ni valor, ni deseos, ni interés, pudiéndose asegurar que resultó la corrida la cosa más aburrida que se puede imaginar. ¡Ay que lances! ¡Qué trasteos! ¡Qué serie de bajonazos! ¡Cuántos y cuántos pinchazos! ¡Qué “prudencia”! ¡Qué cuarteos! A un toro, que era muy chico, de un modo se le pinchó, que el pobre nos pareció más que un toro, un acerico, y todavía bostezo cuando llego a recordar que ví tres veces dejar el estoque en el pescuezo… ¡Y qué modo de tirarse! ¡y qué modo de salir! ¡y qué manera de huir sin pretender acercarse! Y el presidente dormido, cosa al cabo natural y “aquel” público “imparcial” sumamente divertido, mientras los aficionados que entienden y saben de eso se mostraban con exceso profundamente indignados. En fin que fue la corrida de lo malo lo peor, sin “sustancia”, sin color, desesperante, aburrida. Y cuando todos creímos que la prensa iba a juzgar mejor dicho, a criticar lo mucho malo que vimos, un revistero “famoso” nos habla con gran ternura del “Petronio” y asegura que ¡ay! estuvo hecho un “coloso”. Y más de un aficionado cuando tal cosa leyó, como es lógico, quedó confundido y asombrado, no comprendiendo, en verdad tal modo de discernir, ni que se pueda decir semejante atrocidad. Y hoy la afición arremete contra el crítico famoso…
¿Con que un coloso?... ¿Un coloso? ¡A lo sumo un “colosete”! Juan Manuel Gallego.97 1913 BELMONTE. ¡Paso al gran burlador! Nada en su planta al pronto nos revela gallardía; pero llega ante el toro, y su osadía artística y serena nos espanta. El corazón se sube a la garganta, cuando con temeraria valentía, parece que se entrega, y con maestría la furia de la res burla y quebranta. Fenómeno le llaman por su arresto, por lo sin par de su taurino gesto, de hispano arranque y ático ademán. ¿Y dónde apareció tal maravilla?... ¿Dónde había de nacer… sino en Sevilla?... ¡Si es burlador y llámase don Juan! JOAQUÍN ALCAIDE DE ZAFRA.98 1913 LOS TOREROS La vecina de allá en frente es una buena cristiana que va a misa por la tarde y vuelve por la mañana. A la jota, jota, vivan los toreros, viva la cuadrilla de banderilleros, a la jota, jota, vivan los amores, ...olé salao alza y viva tu madre... viva la cuadrilla de los picadores. La vecina de allá en frente me mató mi guajolote porque le andaba rascando la semilla del chayote. A la jota, jota, vivan los toreros... 97 98
El Correo Español, D.F., del 26 de diciembre de 1913, p. 1. Novedades Taurino. Revista gráfica semanal. México, año I, Nº 5, 1º de diciembre de 1913.
La vecina de allá en frente me mató mi gallo blanco porque le andaba rascando la semilla del culantro. A la jota, jota, vivan los toreros...99 1914 Corrido del amor y la trágica muerte de Amparito Ramírez y el mayor Ángel Redín. Abril del año catorce, cuando la feria acababa, murió un amigo sincero: Ángel Redín se llamaba. ¡Quién se lo hubiera anunciado que habría de pagar tan caro el cariño que le tuvo a su idolatrada Amparo! Don Aureliano le dijo a su hija cuando se fue: - ¡Amparo, Dios te perdone, yo no te perdonaré! Los celos fueron la causa de todo lo que pasó: queriéndola con el alma Ángel la sacrificó. Un domingo fue la fecha en que el cielo tenía escrito que la muerte encontraría la infortunada Amparito. Inolvidable domingo, domingo de Carnaval, en que Rodolfo Gaona tuvo una tarde triunfal. Amparo estaba preciosa con su traje de satín, muy lejos de figurarse que había llegado su fin. Saliendo de la corrida Estos versos se cantaban en la pieza “Las musas del país” que tuvo gran éxito en 1913. En Jorge Miranda (Comp.), Del rancho al bataclán. Cancionero del teatro de revista. Museo Nacional de Culturas Populares, Secretaría de Educación Pública, 1984. 99
se fueron luego a bailar; Ángel sus negros tormentos sentía en el alma bramar. Con rumbo desconocido la carretela partió, y al salir de Guadalupe ella algo extraño sintió. Era una noche de luna, toda de blanco nupcial y en el panteón se agrandaban las sombras de un funeral. - ¿Qué hacemos en el panteón? dijo la bella mujer. No te preocupes por eso, eso lo vas a saber. Tu alma encomiéndala al cielo, de aquí no vas a salir: te quiero más que a mi vida, prepárate a bien morir. - Me matas porque estás ciego, ¡Dios te lo demandará!, tus celos son infundados y tu alma lo pagará. Ángel le dio dos balazos y el arma se le embaló: su intención era matarse luego que la asesinó. Una semana después del triste fin de Amparito, los jueces dictaminaron su trágico veredicto. Dijo don Benito Díaz, gobernador militar: - Donde mató la muchacha mañana la va a pagar. Una descarga cerrada estremeció el paredón, y en el mismo camposanto se consumó la expiación. Vuela, paloma, y que te oigan todos los enamorados: son obra infame del diablo los celos exagerados.
Ya no llores, palomita, cesa ya de recordar, el cielo así lo dispuso y así tenía que pasar.100 Anónimo.101 1914 POESÍA leída en la velada a la memoria de Miguel Freg. Era una de esas fiestas españolas De las tardes espléndidas. Los oros Reflejaban la luz. Vivas aureolas Brillaban en la sangre de los toros… Y se poblaba el aire con los sones Que gratos nos recuerdan las manolas De ojos negros y ardientes corazones. El público, al seguir con mudos gestos Del valor los arrestos, Premiaba con mil aclamaciones La consumada suerte Por aquel cuyas justas ambiciones El destino truncara con la muerte… Y fue en la tarde espléndida, en aquella En que acaso creyó que de su fama Iba a encender la estrella, Pensando como aquellos adalides. Que en las tremendas lides A Dios se encomendaban y a su dama. El ruidoso torrente de alegría, De aplausos y de músicas y flores Del sol primaveral a los fulgores, Que el apretado circo estremecía, De pronto enmudeció. La bestica mece Al torero en sus puntas afiladas; La sangre, los bordados humedece; Las multitudes callan espantadas; Aun escucha el valiente en su agonía Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…). Apunta Eduardo E. Heftye Etienne: Localización del “Corrido del amor y la trágica muerte de Amparito Ramírez y el mayor Ángel Redín”. Este corrido se puede localizar en las siguientes obras: El ardiente verano. Mauricio Magdaleno, Fondo de Cultura Económica, colección letras mexicanas, volumen 17, cuento Las carretelas, primera edición, México, D.F., 1954, páginas 82 a 84. Espuma y flor de corridos mexicanos. Andrés Henestrosa, Editorial Porrúa, S.A., primera edición, México, D.F., 1977, páginas 119 a 122. Letras sobre Aguascalientes. Antonio Acevedo Escobedo, compilador, Gobierno del Estado de Aguascalientes, México, segunda edición, México, 1981, páginas 319 a 320 (en esta obra se reproduce el corrido del libro de Mauricio Magdaleno anteriormente citado). 100 101
Los ecos de la música postrera, Se le oscurece el sol y todavía Sueña en el triunfo que en la lid le espera. Cuando al espada deja El toro por seguir los paños rojos, Parándose después de que se aleja Mirando todo con tranquilos ojos, Ya tan sólo ha quedado una memoria; Por la sanrienta herida Se ha escapado una vida Que con fe caminaba hacia la gloria. Fue en una de esas fiestas españolas, En una tarde trágica; en los oros Desmayaba la luz; tristes aureolas Brillaban en la sangre de los toros… Y se poblaba el aire con los sones Que a las almas recuerdan que están solas Haciendo entristecer los corazones. E. Ortega.102
Ca. 1914 Corrido “De un valiente del Bajío” Aquí estoy porque ya vine, porque quiero y porque sí, 102
El Arte Taurino. Madrid, 28.09.1914, Año IV, N° 61, p. 9. Originalmente, dicha reproducción apareció en el semanario Novedades, en la ciudad de México.
vengo a ver si encuentro uno que pueda igualarse a mí. Soy de Ranchería de Amoles, de la pura sierra soy. . . y soy de lo más hombrote a cualquiera parte voy. Traigo mi caballo prieto; buena silla de montar, una rechulona cuarta y espuelas de apuntillar. Suave reata, buen machete, y mis pistolas de a par, mi jorongo potosino; mi charrito del Palmar. Toquilla de “ciertopelo”, barbiquejo de juglar, ando forrado de cuero como charro caporal. Porque me da la real gana y a ningún cuerno le va. . . con mis tacos de vaqueta que a mí retebién me están. Al pinto que no le cuadre que se vaya a rebuznar, y sabrá lo que es la leche que se toma en mi corral. Yo he lidiado toros bravos, no gatos de garbanzal. . . no más no “regüelvan” la agua porque así la han de tragar. He bajado por el pueblo, porque los vengo a tantear; buscando a los jugadores que juegan tan bien billar Mi machetito es el taco, las ganas me han de sobrar, la mesa el purito campo donde hemos de juguetear. No le hace que sean grandotes ¡si nos lo he de cargar!. . . y si se encuentran muy débiles gordas llevo en mi costal.
No crean que de hambre estoy flaco, mis carnes así han de estar, no porque me ven chaparro crean que he de reventar. . . La ley está en los chaparros y se los puedo probar, lo único que les encargo: no se vayan a rajar. Con ustedes me recreo y me los llevo a pasear, no le hace que se amontonen a todos puedo tantear. Traigan sus viuejas si quieren, Yo las puedo contentar. . . Les mantendré a la familia Soy “poche” pa’ trabajar. Y atórenle y no reculen que no los voy a tragar: no se espanten con la sangre ni se vayan a llamar. . . Soy su papacito, chulos a quien han de “respeitar”. . . no más no “regüelvan” la agua porque así la han de tragar. Ahora me voy a la fiesta donde se van a casar, porque tengo muchas ganas de cantar y de bailar: de comer chivos asados y palomas en “pepián”. Nada más pídanle al diablo no me vaya a emborrachar. . . porque entonces ni un . . .conejo se me queda en su lugar. Donde me cuadre la novia a mi cuaco va a parar, y aunque brame su marido y empiecen todos a ahullar. . . Si me cuadra la madrina también la puedo cargar. . . al padrino me lo echo aquí junto al costillar. Al suegro de dos garnuchos
lo despacho a patalear, a la suegra me la aviento con su mamá y . . . y a. . . rezar. . . A los cuñados y amigos y parientes y la mar, los despacho a festejarse en casa de Satanás. ¡Ah, caramba! ya parece que les echo su bozal! y los bajo a tomar agua, pero pura agua de sal. . . Retírense que ahoritita voy mi caballo a montar. . . a salú de tanto . . . amigo un litro voy a tomar ¡Hurra, cuaco, ja! ja! ja!. . . ya me comienzo a “enjoscar” no más no regüelvan el agua porque así la han de tragar. Sírvame doce cervezas que la sed me va a matar. . . voy a beber con los hombres esos que saben pelear Esos que dicen son buenos, esos que saben tomar, esos que parecen gringos ¡grandotes! La pura mar! Mírenme bien pa’ que sepan con quien la van a trabar. . . soy prieto, retinto, oscuro, y china tengo la crin. Tengo los ojos del águila y he nacido por abril. . . ¡Ah qué bien me cuadras, charro! no te lo quería decir! Abájense esa puntita; mas no vayan a chillar. . . ¡allá va! te “jerré” hermano, no entró más que la mitá. . . Daca el brazo no te asustes, eso no fue nada ¡cabal! toma un litro de aguardiente, ya te mandaré curar. . .
No más padrecito chulo, no te vayas a rajar. . . porque te mando allá lejos donde saben enterrar. Vete mi alma, pa’ tu casa, silencito y sin chistar, que soy del mero Bajío donde puros machos hay. Y a mi no me espanta nadie Ni soldados ni ¡la mar! Yo me río de los chismosos Porque no me hacen cabal. . . no más no “regüelvan” la agua ¡porque así la han de tragar! J. M. Romero103 1914 En la fiesta celebrada por la asociación “Club Taurino de México”. Pues, señores, muy bien… Pues, señores, muy bien. Ya que se trata De decir unos versos alusivos A toros y a toreros, Que resulten hermosos y expresivos, Y que os gusten también por lo sinceros; Yo no voy a invocar ninguna musa, Que estoy seguro que a llorar vendría… Y esto es una reunión, pues ya no se usa, Y además, que la fiesta se aguaría. Yo, por tanto, señores, me concreto A pasar por taurófilo discreto, Y así como Pastor o el gran Belmonte Con el percal engañan a los toros, Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…): El texto de este corrido fue tomado directamente de su publicación original, que fue realizada en la imprenta de don Antonio Vanegas Arroyo. Pertenece a la colección de Mercurio López Casillas. También lo encontré reproducido en las siguientes obras, aunque en su texto se suprimen algunas partes. “Canciones, cantares y corridos mexicanos”, Higinio Vázquez Santa Ana, Ediciones León Sánchez, México, 1926, páginas 192 a 194. “La revolución mexicana a través de los corridos populares”, Armando De Maria y Campos, Tomo II, Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, México, 1962, página 420. El anverso de la publicación original del corrido se reproduce en las siguientes obras: “Posada´s Mexico”, editado por Ron Tyler, Library of Congress y Amon Carter Museum of Western Art, Washington, Estados Unidos de América, 1979, página 145. “José Guadalupe Posada, ilustrador de la vida mexicana”, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Fondo Editorial de la Plástica Mexicana, México, D.F., 1992, página 43. 103
Cito a la inspiración, pero de frente, Con versos bien sonoros; Después de una verónica, recojo, Y en lances que demuestran cúal mi arrojo Fijando bien los pies ya no desbarra, Igual que con los bichos españoles, Ya podéis anotar varios faroles Y en frente de la fiera una navarra. Cambia el tercio, señores, Que han quedado muy bien los picadores. Mas a esta inspiración que va conmigo, Ya que la traigo hoy por las costillas Creciéndose también si la castigo, Pues habrá que ponerle banderillas. Levanto bien los brazos y aguantando… ¡¡Qué aberración, señores: Estoy, la inspiración, banderillando!! Bueno; ya oigo clarines y tambores; Yo no voy a brindar, porque la fiera Está muy aplomada. ¿Qué os parece? Mas todo lo pasado ya está hecho, Y si ya salió mal, pues no respondo. Le doy pases de pecho Y al aplicarle varios en redondo El público me aplaude, ¡Estoy hecho un Pastor en esta suerte! Arrojo la montera Y después de cuadrar… pues no la mato: Si me dejo llevar de mi arrebato ¿Con qué vuelvo a torear? Y que esta fiera Es además mi sola compañera. Vuelva la inspiración para mis males A pastar otra vez a los corrales. E. Ortega.104 1917 En el coleadero. Para Ángel Delgado. Ágil, decidido y fuerte; Con vivo garbo y ademán airoso, Monta el jinete en su retinto brioso Y parte raudo a ejecutar la suerte.
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La Temporada. Semanario Taurino Ilustrado. T. II, México, 18 de febrero de 1914, Nº 15, p. 9.
No duda nunca que su pulso acierte; Desenreda la reata presuroso; Listo la arroja y en un vuelco hermoso, El toro rueda hasta quedar inerte. En la atmósfera azul, serena y vana Asciende el polvo en remolinos de oro; El cuadro baña el sol con luz galana; Y entre mil gritos en vibrante coro, Atado siempre por la cruel mangana, Inmóvil y doliente muge el toro. Agustín Correa.105 1917 Alborada en la hacienda de Atenco. Volvieron mis pasadas alegrías con la vida del campo dulce y quieto Valle de Atenco y cercanías. ¡Salud! ¡Salud! azules lejanías amanecí contento y hasta poeta. Desperté y salí al toque de campana; me quedé contemplando la mañana, los montes, la llanura, el manso río y al ver todo el conjunto de belleza que nos muestra la gran naturaleza exclamé: ¡Bendito seas, Dios mio! Volví la cara por seguir mirando y ví que junto a mí estaba temblando Vicente y don Juan llenos de frío. Arnulfo tiritaba encapotado; Mariano su cabeza se envolvía, y Daniel junto al teléfono parado, bostezando, en calzones, aún dormía en el patio, al “turrón” Javier limpiaba y Gumaro a Santiago saludaba; Antonio junto entró con Secundino, y tras ellos, como un marrano cuino muy gordo, Salomé también entraba risueño y más envuelto que un tamal semejaba, del polo un esquimal. Después fueron llegando hasta mi vista friolentos los demás trabajadores; en la puerta, don Juan, les pasó lista y fuéronse a entregar a sus labores. 105
Mefistófeles. T. I., N° 9 del 14 de abril de 1917, p. 3.
Este es el cuadro que a la luz primera vi en la Hacienda de Atenco al levantarme, una hora antes de que el sol saliera, y lleno de emoción muy placentera muy contento, subí a desayunarme!!! Hacienda de Atenco, a enero de 1917. Manuel M. Barbabosa.106 1917 EDICIÓN ESPECIAL DE CANCIONES, COPLAS, CORRIDOS, VERSOS y POESÍAS CÉLEBRES. COLECCIONADAS Y PUBLICADAS POR LA TIP. DE LA TEST. DE ANTONIO VANEGAS ARROYO. TORERITO… TORERAZO. DE PAQUITA ESCRIBANO. Soy torerito, desde chiquito Con más hechuras que Joselito, No hay en mi puesto Quien me desmonte Menuda envidia Me tié Belmonte, Cuando en la plaza Con sal me ciño Me gritan todos Ese es mi niño Y las mujeres las más salás, A coro gritan entusiasmás: Torerito, torerazo, Cuando vas a quererme, pelmazo, Yo las deo, porque al fin A mi prim, a mi prim, a mi prim. Cuando no hay toros, Toa la cuadrilla Nos vamos juntos A la Bombilla, Y las muchachas Se vuelven locas Cuando bailamos Chotis o polkas Si oyen del piano Su sonsonete, Enseguidita pierden la te-te Y cuando bailan Luis Barbabosa Olascoaga: “Atenco y Don Manuel”. Toluca, Edo. de Méx., 1988. 292 h. ils. Fots. Cuadros. Con un prólogo de José Francisco Coello Ugalde. (Trabajo inédito)., h. 47. 106
Conmigo, así Muy zamaleras suelen decir: Torerito, torerazo, Cuando vas a quererme, pelmazo, Yo las deo, porque al fin A mi prim, a mi prim, a mi prim. Anónimo. 1921 A RODOLFO GAONA Nunca el verso cantar ha sabido lo que al verte torear he sentido, ¡Oh, Petronio, de augusta memoria!; faltan vida y calor a mi estro... ¡Salve artista, glorioso maestro, las campanas de León, tañen gloria... Yo te he visto triunfante en el ruedo despreciando la vida y sin miedo, a las fieras retar con bravura... si realizas tu clásico lance, siempre sales airoso del trance y se impone tu inmensa figura... Tu figura de artista, invencible; tu figura gallarda y plausible, que levanta alborozo profundo, cuando esquivas, airado, a las fieras y ejecutas tus bellas “Gaoneras” que no tienen igual en el mundo... Y moviendo el percal con soltura, aparece tu egregia figura como un cuadro de plásticas luces, y ejecutas, sereno la suerte, sin pensar que tan cerca la muerte desafiándote está en los testuces... Y preludian clarines guerreros al compás de timbales severos, anunciando que el tercio fenece, y te vas con el arma en la diestra, y ejecutas faena maestra y tu nombre de artista se acrece... Los clamores del pueblo que grita proclamaron tu gloria infinita, que en el Arte Taurino es inmensa; sin que puedan menguar esa gloria,
ni la envidia que nace en la escoria, ni el despecho... que es odio y ofensa... Tu renombre que vuelve de España, -tierra Madre que a México entraña, y que es cuna y es Reina del Arte-, proclamó que tu fuiste el ungido... Podrá haber quien pudiera igualarte; pero nunca quien te haya vencido... Y tampoco podrán en la vida arrancar de tu historia querida, que cual flor de laureles deshaces porque en ella la fama pregona, esta frase que es himno: “GAONA” primer “AS” entre todos los “ASES”... Nunca el verso cantar ha sabido, lo que al verte torear he sentido, ¡oh, Petronio, de augusta memoria!; faltan vida y calor a mi estro... ¡Salve artista... glorioso maestro, las campanas de León tañen gloria!...107 CARLOS EZETA Coyoacán, 3 de enero de 1921.
De las muchas opiniones que en su momento le fueron prodigadas a Rodolfo Gaona, la que escribió Armando de Maria y Campos108, mereció una encendida ofrenda que atiende los aspectos abordados en este trabajo. Veamos. Rodolfo Gaona es el torero para los poetas, para los pintores, para los escultores, para todos los artistas, en una palabra. Cuando un artista, ya pintor, ya poeta, ve a Gaona frente al toro, siente vivos deseos de crear, de eternizar las actitudes gallardas y gentiles del gran torero. Juan B. Delgado, el pulido y sensible poeta mexicano, una vez estuvo en Sevilla cumpliendo comisiones diplomáticas de su carrera, y tuvo oportunidad de ver en la plaza sevillana al torero leonés. Esa tarde Gaona, triunfó entre los sevillanos, y dio tan grande tarde, que Juan B. Delgado salió trémulo de emociones a escribir un bello poema que cautivara los lances de Gaona y escribió Una tarde de toros en Sevilla 109, cálido elogio del arte de Rodolfo, que merece ser unánimemente conocido. Juan B. Delgado, taurógrafo de pura sangre, pone en la primera página de ese poema las siguientes líneas: “A Rafael Guerra Guerrita, a quien fui a saludar durante mi estada en la tierra de los Califas, y cuyos labios autorizados en achaques de toros parláronme larga y sabrosamente a favor de Gaona”, que no tienen comentario. El bello poema en elogio de Gaona, es, también, una viva impresión de las tardes de toros en Sevilla, y por eso lo reproducimos íntegro, que, mutilarlo, sería como presentar una gran tarde taurina, sin el tercio de banderillas, por ejemplo. 107
GAONA. PERIÓDICO TAURINO. Director: Carlos Ezeta. Vol. I. México, 20 de octubre de 1921. N° 1. Armando de Maria y Campos: GAONERAS (Ensayos sobre Estética Taurina). México, “El Día Español”, 1921. 101 p. Ils., fots., p. 78 y ss. 109 Juan B. Delgado: Una tarde de toros en Sevilla. Lagos de Moreno, Jal. Imp. Guadalupana, 1916. 34 p. Llama la atención que años antes, este autor haya escrito un trabajo que luego modificó al simple título de “Una tarde de toros” para celebrar alguna de las importantes hazañas de Rodolfo Gaona. 108
1921 Tarde de toros o también Una tarde en Sevilla. Sevilla: Tarde de toros. limpio cielo de zafir con relámpagos de sol. Lluvia de púrpuras y oros que al herir simulan hacer hervir el gran crisol del Guadalquivir. Camino del coso. La Giralda Mauritania dice en la tarde dorada: “el viento ha plegado el ala”. Por la calle de las Sierpes va serpenteando la gente en pos de sangre y de muerte. En berlinas y calesas, -rosas de Castilla en cestacruzan manolas goyescas. Galeras y carromatos por briosas jacas tirados vuelan, que no corren, rápidos. Colúmbranse por San Telmo, negligentes, pintorescos, todos luces, los toreros. Y émulos de Don Quijote, flaco rocín, lanza enorme, les siguen los picadores. Vamos camino del coso: buena tarde, ambiente rojo, no sopla el viento... ¡A los toros! En el coso El coso es un morisco jardín de Andalucía, florido de mujeres y de mantones ricos; regado por la lluvia quemante de un sol flavo, donde estallan sangrientos claves de alegría, y donde vanidosos, como colas de pavo, abren su varillaje sedeños abanicos.
En el aire detonan la luz y los colores: ¡Olé por el salero de las humanas flores! ¡Olé por los gachones ojos de extraños brillos! ¡Olé por la elegancia y el fru-frú de los trajes Y olé por las mantillas cuyos albos encajes bordaron en la Alambra traviesos geniecillos! El coso es un morisco jardín de Andalucía donde exultan mezclados en loca algarabía los gritos pregoneros de ambulantes garzones: -Cangrejos, langostinos y frescos camarones... -Horchata y tamarindo... -La garapiña helada y las naranjas dulces como la mermelada. Y al beso de fiesta que emborracha y que brilla, en transparentes cañas corre de mano en mano la olorosa y dorada y añeja manzanilla que ha dormido sus sueños en tonel jerezano. Una plaza de toros (ya lo dijo un poeta) es alegre y redonda como una pandereta. El Juez A su palco llega el Juez que va a presidir la bárbara fiesta española que sedujo al Cid. Aplausos y gritos resuenan, y resuenan los roncos timbales y el claro clarín. Giran las puertas en sus goznes, se abren y asoma el Alguacil cabalgando una jaca en cuya seda la luz no cesa de reír. Y en su pos aparece la cuadrilla policroma, gentil, tal como la pintara en su abanico la nipona nikkí. El paseo Y al comenzar el paseo bizarro de la cuadrilla, sobre el ruedo se desgreñan profusas las serpentinas. todas las manos aplauden y todas las bocas gritan, y Cielo Andaluz revienta
sus jocundas armonías. Estruendoso clamoreo, retumbante algarabía, taurofilitis aguda, fiebre de la Roma antigua... (...tiendo a los tiempos de Flavio una mira retrospectiva). El toro Sale un toro corpulento, un bravo toro andaluz que está de sangre sediento, y que corre tan violento que hace crujir con el viento la moña de su testuz. El maestro Y Gaona, el Prometeo que ha robado fuego del Arte a Lagartijo y Frascuelo -dos colosos inmortalesGaona, el bravo Gaona, petronio por lo elegante, en los tercios aprovecha de la fiera el raudo viaje. Cambio de rodillas Se hinca, y en esa postura desafía la bravura del animal, que llega, acomete ciego, y que es despedido luego con una serpentina juego del percal... Verónicas y gaoneras Y tras el cambio de rodillas que levantó una polvareda, para engranar vistosas suertes Gaona clávase en la arena: De la verónica los tiempos mide con gracia y gentileza, y estremecer hace la plaza cuando ejecuta la gaonera, esa gaonera cuya fama es la mejor de sus proezas, esa gaonera que en cantares al son de la guitarra vuela...
Un tumbo Un estruendoso tumbo... y alaridos de pena: Caballo y caballero están tendidos y teñidos de rojo en la arena. el picador va en brazos de los mozos hacia la enfermería, y el jamelgo, mostrando sus destrozos, tiembla con estertores de agonía. Un galleo Una en cada mano, cual varas floridas, cual tirsos de rosas, levanta Gaona las dos banderillas: Avanza hacia el bruto, paso a paso, como ceremonioso, frente a Rosalinda, un marqués tejiera graciosa pavana al son de los dulces violines de Hungría. ¡Mirad! En las astas practica el galleo con el ágil quiebro de una culebrina. Banderillas Y ya fijo el toro siguen los prodigios de la hechicería: enraíza en la arena los pies el artista, y valientemente burlando los riesgos de la acometida, Clava en todo lo alto del crespo morrillo los dos zarzos que hacen un solo zarcillo y que juntos caben dentro de un anillo. Después... vociferaciones, y bravas exclamaciones, y nerviosas convulsiones, y sombreros, y bastones, tabacos... y hasta mantones. Y entre los objetos que arrojó el pagano júbilo, hay un roto guante femenil; un guante de Sucia fragante y enano... (¿Será de la mano de Paca Escribano?) ¡Su dueña lo ha roto de tanto aplaudir! Pases de muleta
Pases de todas marcas, pases de todo género; de la muerte, redondos, de rodillas, pases altos, de pecho, de pitón a pitón, de molinete... ¡Toda la gama luce el torero! En medio del redondel, como un Cúchares, Gaona, a un rey de altiva corona le forma triunfal dosel. Muerte Y a cada pase de artista trepida el coso con estruendo, y más trepida cuando al toro se deja ir veloz y recto hasta dormirse en el morrillo en donde clava el fino acero... El toro ha rodado cadáver en la arena del coso gigante dejando su reguero de sangre... Y belísonos resuenan las trompas, los atabales, los aplausos jubilosos, y el tin-tín de los collares de crótalos y campanas de las mulas del arrastre... .................... Epílogo La tarde con claveles reventones orna su sien de pálida andaluza. Los luceros apuntan cual botones en un campo de azur... De pronto cruza en lujosa calesa tirada por bridones de pura sangre y gran alzada, esa rica perla de Triana, adorable mujer que, aunque gitana, tiene el porte real de una princesa sevillana. La tarde presta todo su misterio y toda su tristeza ensoñadora,
a la mirada mora de Pastora imperio. Alirrota salió de la corrida, y en tornar al paso tiene empeño, pues añora la dulce edad florida en que El Gallo jugábase la vida al brindarle la muerte de un miureño. A lo lejos, el crepúsculo hace alarde de prender múrices viejos. La donairosa Giralda ciñe de rúbeos reflejos en su talle una guirnalda. Febo moribundo arde venus vierte claro lloro. ...Y en el oro de la tarde se hunde la Torre del Oro. ......................... Juan B. Delgado ¡Aleluya!110 1921 Los más grandes festejos “Populares” que registra la historia. Cómo vio “Martín Galas”, con todo su optimismo, las Fiestas Centenarias,111 el lujo y el… cinismo.112 (. . . . . . . . . .) Otra corrida y… ¡baile! Cuando de toros se trata, y más, si torea Gaona, no hay una sola persona que no se gaste la plata. Así, cuando se anunció nuestra fiesta favorita… ¡hasta de “La India Bonita”113 todo el mundo se olvidó! El día veinte, por la tarde,114 110
Op. Cit., p.78-88. Se refieren a las fiestas del “Centenario” de la consumación de la Independencia. 112 “Edición del Centenario”, El Demócrata, México, martes 27 de septiembre de 1921. 113 Es el caso de María Bibiana Uribe que acompañó al carro alegórico dispuesto por la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. 111
cierra el comercio sus puertas; pero, en cambio, están abiertas las de nuestro coso, que arde de entusiasmo y de alegría. No hay más nota discordante, a mi entender, que un chocante “bailable” de pulquería, pues el público aplaudió cuando los “chicos” de Lerdo115 nos trajeron el recuerdo de algo muy grato… Siguió, de las “reinas”, por el coso el desfile convenido; y que también fue aplaudido porque resultó vistoso: pero estalló la ovación más grande, más imponente, cuando llegó el Presidente, y se instaló en su “balcón”. De la corrida, en conjunto diré que dio muy buen juego el ganado de San Diego; y que, como siempre el punto culminante, fue Gaona, ese torero genial que no encontrará rival del arte de que blasona. ¡Qué derroche de valor! ¡Qué magnífico torero! ¡Qué enorme banderillero! y, ¡qué buen estoqueador! Y “Platerito”, ante aquel amo y señor del toreo, si no colmó su deseo, tampoco hizo mal papel. Lombardini, se arrimó más que otras veces, y es claro, que el público, sin reparo, sus faenas aplaudió; ya que toreó con reposo, banderilleó con finura y no hizo mala figura 114
De hecho se llevaron a cabo dos festejos. El primero, ocurrió el 11 de septiembre, donde actuaron Rodolfo Gaona, Gregorio Taravillo “Platerito” y Samuel Solís, lidiando seis toros de Santín. La segunda tarde fue la del 20 de septiembre. En esa ocasión, se presentaron: Rodolfo Gaona, “Platerito” y Carlos Lombardini, quienes se las entendieron con toros de San Diego de los Padres. 115 Orquesta tipica “Lerdo de Tejada”, organización musical cuya presencia fue importante a lo largo de muchos años del siglo XX.
ante Gaona el coloso. En resumen, la corrida dejó la impresión más grata y aunque no fue tan “barata”, sí se vio muy concurrida. (. . . . . . . . . .) Martín Galas.116 1920-1925 Solamente con Gaona Solamente con Gaona, Silveti estuvo parejo, que es torero valiente y Rodolfo es el maestro El gran Rodolfo Gaona ha causado sensación dando pases muy valiente y de pitón a pitón; por eso quiere la gente al muchacho de León. Con la capa fue Gaona, y también con banderillas, con Belmonte y con José, torero de campanillas.117 1920 La Virgen de Guadalupe La Virgen de Guadalupe es una virgen morena, los toreros mexicanos le dedican sus faenas, desde el Ponciano Díaz hasta el maestro Gaona, piden siempre a nuestra virgen que les guarde sus personas.118 1920
116
México: Independencia y Soberanía. México, Secretaría de Gobernación, Archivo General de la Nación, 1999. 196 p. Ils., fots., p. 180. 117 Martínez Remis (Compilador): CANCIONERO POPULAR... op. cit., p. 30-31. 118 Op. Cit., p. 35.
Nunca le tropezó un toro… Nunca le tropezó un toro al señor Pedro Romero por eso acabó sus días en un triste matadero. Para buenos vinos, Francia; para almendras, Alcalá; para tener elegancia, la de Cayetano Sanz. En un rancho del Estado del famoso Guanajuato, nació Juanito Silveti, del público idolatrado.119 1920 DE MIGUEL RUVALCABA Serían las tres de la tarde, Miguel andaba coliando, y en menos de un cuarto de hora Miguel está agonizando. Rancho de Santa Isabel, un martes y día feriado, murió Miguel Ruvalcaba, el caporal afamado. Decía Miguel Ruvalcaba: -Me atengo a que soy buen gallo, al asionar ese toro se destanteó mi caballo. ¡Ay Dios! ¡Válgame Dios!, me duele mi corazón: ¡Qué muerte tan lastimosa, no tuvo comparación! Decía doña Teodorita: -Su corazón le avisaba, que bien le decía Miguel que el caballo lo tumbaba. Su esposa lloraba mucho, su madre con más razón; de ver a Miguel tendido que murió sin confesión. Le trajeron un ministro, por ver si lo administraba, no lo pudo administrar, porque la sangre lo ahogaba. Y el caballo de Miguel no es pinto ni colorado, es un caballo alazán120 del fierro del licenciado.121 1920 La fiesta de las fiestas. 119
Ibidem. Propietario del Rancho de Santa Isabel. 121 Mendoza: Lírica narrativa..., op. cit., p. 274. Procede de Guadalajara, Jal., 1920. Comunicó la señora Esiquia García. Recogido en México en abril de 1943. 120
Escúchame un momento, charrita mía. Ya se acerca la fiesta de la alegría ¡Sol y mujeres! Y hombres que juegan vidas casa y placeres. Verás güerita linda que encantadora es en estos países la fiesta mora y es lo primero; porque trae remembranzas del pueblo ibero. Cuando del toril sale enfurecida la fiera, los toreros su acometida buscan de prisa y morían en sus labios una sonrisa. Que de fijo para unos será tristeza, mas para muchos otros es de entereza bien conocida entre los que con toros ganan su vida. Y verás varias suertes encantadoras y la Muerte, cirniéndose a todas horas con el torero, que se enfrenta con ella, noble, altanero. Pero no te figures que siegas vidas los toros en sus brutas acometidas ¡Es poca parte! ¡Al valor de la fiera le vence el arte! En el ruedo perecen pocos, ¡muy pocos! De esos que el arte llama toreros locos
con pretensiones, pero como no hay reglas sin excepciones. El torerito fino y habilidoso puede verse en un trance bien angustioso y en cualquier suerte que airoso dominaba ¡hallar la muerte! Pero si hay en el mundo algo brillante es sin duda esta fiesta febricitante, de sensaciones, que nos llena a todos las emociones. Ponte mantilla y flores charrita mía. vamonos a la fiesta de la alegría ¡Por sus quereres! Contribuye al gran día. ¡Sol y mujeres!122 1920 LA FIESTA DE LAS FIESTAS. Escúchame un momento, charrita mía. Ya se acerca la fiesta de la alegría ¡Sol y mujeres! y hombres que juegan vidas casa y placeres. Verás güerita linda que encantadora es en estos países la fiesta mora y es lo primero; Por que trae remembranzas del pueblo ibero. Cuando del toril sale enfurecida 122
La Temporada. Semanario Taurino ilustrado. Año III, octubre 19 de 1920, Nº 1. En este caso, el autor se desconoce por encontrarse mutilada la revista justo en la parte inferior de la misma.
la fiera, los toreros su acometida buscan de prisa y morían en sus labios una sonrisa. Que de fijo para unos será tristeza, mas para muchos otros es de entereza bien conocida entre los que con toros ganan su vida. Y verás varias suertes encantadoras y la Muerte, cirniéndose a todas horas con el torero, que se enfrenta con ella, noble, altanero. Pero no te figures que siegan vidas los toros en sus brutas acometidas ¡Es poca parte! ¡Al valor de la fiera le vence el arte! En el ruedo perecen pocos, ¡muy pocos! de esos que el arte llama toreros locos con pretensiones. Pero como no hay reglas sin excepciones. El torerito fino y habilidoso Puede verse en un trance bien angustioso y en cualquier suerte que airoso dominaba ¡hallar la muerte! Pero si hay en el mundo algo brillante es sin duda esta fiesta febricitante, de sensaciones, que nos llena a todos las emociones.
Ponte mantilla y flores charrita mía. Vámonos a la fiesta de la alegría. ¡Por sus quereres! Contribuye al gran día. ¡Sol y mujeres! Anónimo.123 1920 FIESTA DE TOROS. A José García del Portillo. El sol derrama su luz ardiente sobre la arena; en los tendidos la muchedumbre bulle y se agita; y un chulo vierte junto al oído de una morena, con un piropo, toda su alma de nazarita. Hay un concierto desconcertado de voces claras y aguardentosas; sobre la plaza flota una vaga neblina de oro; y los claveles en las cabezas de las hermosas, parecen manchas de la caliente sangre del toro. Cruzan altivos los lidiadores, con el capote plegado al brazo, sembrando amores en el regazo de las chisperas, de ojos profundos y soñadores. Suenan los broncos sones augustos de los clarines y los timbales; se hace el silencio, ese silencio de los momentos emocionales. Ceremonioso, brinda el espada: -¡Por mis paisanos! ¡Por la castiza fiesta española! ¡Por la mirada de las pupilas de mi manola! Sale hasta el centro del áureo anillo, lento, arrogante, majestuoso y con un noble gesto jocundo dice a sus bravos banderilleros: -¡Fuera to el mundo! Todo su cuerpo se ajusta al ritmo, breve y menudo de sus andares. Cita gallardo. Se arranca el bruto, noble y rabioso, sus finas astas rozando los alamares, y la muleta queda ondulando como un invicto pendón glorioso. Ruge la fiera. Murmura el hombre frases absurdas e incoherentes. La emoción cubre bajo sus alas la plaza entera. Y un fuerte grito rasga el silencio: -¡Ahí los valientes! Detiene el toro sus locos ímpetus ya jadeante; su fatigoso mugir de angustia puebla los vientos; y de sus morros cuelga un hilillo bamboleante de espumarajos sanguinolentos. 123
La Temporada. Semanario Taurino Ilustrado. año III, México, octubre 19 de 1920, Nº 1. Col. Julio Téllez García.
Llegó la hora: arma el espada su brazo fuerte y en el morrillo de su enemigo hunde la muerte. Vivas y aplausos atronadores; las campanillas de las mulillas; sombreros; flores; un pasacalle, chulo y jovial; y las pupilas de las mujeres, bajo la sombra de las mantillas, que audaces clavan en el espada una mirada sentimental. Juan José Llovet.124 1920 ASÍ HABLAN MUCHOS. ANTES DE LA CORRIDA. -Ya verá usté lo que es bueno. Voy a banderillear mis tres toros, y a matar en un palmo de terreno. Y me aplaudirán de fijo, por que aquí voy a hacer yo cosas, que… ¡vamos! Que no las hace el Lagartijo. EN LA PLAZA -¡A la cárcel, so morral! -¡Jindamón! ¡Tuno! ¡Embustero! -¡Maleta! ¡Mal novillero! -Qué se lo echen al corral! De los cabestros en pos, marcha el toro a los corrales y gritan unos chavales; -¡Al corral y ya van dos! DESPUÉS DE LA CORRIDA -Has estado desgraciado y moroso en ir al bicho; pero todo el mundo ha dicho que la culpa es del ganado. -Claro. No he visto en mi vida toros así pa´ la muerte, y es que me han tocado en suerte los huesos de la corrida. 124
La Temporada. Semanario Taurino Ilustrado. año III. México, octubre 26 de 1920, Nº 2. Col. Julio Téllez García.
No me han servido los bríos, ni hacer de valor excesos y gracias que aquellos huesos no han hecho polvo los míos. EL TELEGRAMA 7 tarde.-Casas Viejas. Corrida de hoy excelente El Nene ha estado valiente Y le han dado tres orejas. Con la espada, superior; en quites ni dibujado; público le ha proclamado como inmenso matador. Después de ovación tan viva a México sale El Nene, donde el domingo que viene le darán… una Comida. Anónimo.125 1920 ESTAFETA TAURINA. Por Telégrafo. Telegramas que publica un periódico de claque dedicado a dar noticias de los arrestos, desplantes, bizarrías, gentilezas, ardimientos y donaires, que realiza en todo México la torería andante. Querétaro, 25.-El Indio despachó tres elefantes de tres grandes estocadas, saliendo en dos por el aire y sacando en la refriega hecho pedazos el traje. El pueblo le llevó en hombros por las plazas y las calles, y ahora en el café del Loro dan en su honor chocolate. El espada Celestial ha trabajado esta tarde 125
La Temporada. Semanario Taurino Ilustrado. año III. México, diciembre 30 de 1920, Nº 9. Col. Julio Téllez García.
con arte y habilidad y derrochando coraje. Toreando al alimón y a la naranja, notable; en banderillas un monstruo; matando, ni Costillares. Le han tocado muchas palmas, y se ha hecho un cartel tan grande que no cabe en la maleta en que trae el equipaje. Guadalajara 25.-Cinco y cuarenta. Corrida de hoy memorable. Ganado fino, muy bravo, y con pitones y carnes. El Califa gustó mucho. Toreó como un arcángel. Ha estado bien con el trapo y superior con el sable. Arrancándose a matar causaba miedo mirarle, pues se acostó en los morrillos como el que se echa en un catre. Esta noche en el Casino se le obsequia con un baile, y terminará la fiesta con fuegos artificiales. ¡Y aún habrá quien asegure que está en decadencia el arte! Miente la lengua bellaca que tal especie propale. ¡Cuándo se han visto en las plazas tantas heroicidades! El valor y el desahogo cunden ya por todas partes, hasta el punto que no ha habido época en que demostrasen tanta bravura los toros, diestros y… corresponsales. DON EMBUSTES.126 1920 SOBRE RAFAEL GASCÓN AQUILUÉ Cada domingo de toros, principalmente en las plazas “El Toreo” de la colonia Condesa y la “México”, se interpretó y se sigue interpretando, sea en festejo mayor o en novillada un pasodoble flamenco tan característico, que se ha convertido desde 1920 y hasta nuestros días, en una especie de himno con el que da inicio la corrida de toros como tal. Me refiero a “Cielo Andaluz”, cuyas 126
Op. Cit.
primeras notas van acompañadas de un “¡¡¡ooole!!!” peculiarísimo e irrepetible, pues en ninguna otra plaza sucede una reacción como la que aquí se comenta. Su autor, fue el compositor Rafael Gascón Aquilué. Quien mejor ha dado idea del perfil de tan singular personaje es, sin duda Daniel Medina de la Serna, al escribir en uno de los cuadernos de Bibliófilos Taurinos de México su trabajo “Rafael Gascón, autor de Cielo Andaluz, un pasodoble para partir plaza en México”. Medina de la Serna apunta: Esta historia comienza en 1895. A la ciudad de México, que hacía infructuosos esfuerzos para parecerse cada día más a París, llegan dos personajes. Uno viene de Puebla de los Ángeles, es un soñador y bohemio poeta que sigue las corrientes del modernista Duque Job; gasta bastante melena, mosquetil bigote y desmesurado corbatón. Se llama José Elizondo y tiene apenas quince años. El otro llega de España, es un baturro nacido en Calatorao, un poblado que se cita en la Zarzuela Gigantes y Cabezudos y que dista 55 kilómetros de Zaragoza. Tiene veinte años y es hijo de madre francesa. Su nombre Rafael Gascón Aquilué. Viene como director de orquesta de una compañía infantil de zarzuela. Esta compañía con el nombre de La aurora infantil se presentó en el teatro Orrín con músicos reclutados por el maestro Gascón en el Conservatorio Nacional.
Caricatura publicada en el Popular, D.F., del 16 de septiembre de 1901, p. 2. Poco después de la aventura de la Aurora infantil, Rafael Gascón ingresa en el Teatro Principal como Maestro Director, puesto que ocupará, con muy breves interrupciones, por casi diecisiete años. Rafael Gascón fue un trabajador infatigable y gracias a ello, y a sus economías rabiosas, logró amasar una buena fortuna y construir para sus hijos una casa que era casi un palacio. Aparte de su chamba en el Teatro Principal, donde dirigía la orquesta con gran vigor y logrando las más de las veces "superiores instrumentaciones", debía asistir a ensayos con el único regalo y sedante que le proporcionaba un buen puro del que nunca se separaba. Gran dedicación le dio a la organización de grupos musicales como una banda flamenca Gascón, alguna típica de obreros o alguna de señoritas (Aquí está el gran batallón/ de que se sirvió Gascón/para triunfar en el arte/ con estas hijas de Marte/ ¿quién no siente un sofocón?). La rondalla aragonesa y varias orquestas.
Portada de la partitura de Cielo Andaluz, denominado pasodoble flamenco. La lista de sus composiciones es muy larga. En 1899 estrena "Madre mía", una romanza y meses más tarde su primera zarzuela, "La mancha roja", basándose en un libreto español. En 1902 hace la música para "La gran avenida", inspirada en La Gran Vía española. Desde su estreno fue un éxito. El 16 de Mayo de 1903 se estrena "La sargenta". Poco después compuso "Regalo de boda", con fuerte influencia de las melodías mexicanas, de la que gustaron especialmente sus coplas y un movido "Cake-Walk", el baile de moda en esos momentos. En 1910 estrena un Schottis reeleccionista titulado "Caray, caray" y entra de lleno en la sátira política que tan trágicas consecuencias le acarrearían años más tarde.
Guillermo Ernesto Padilla: Historia de la plaza EL TOREO. 1907-1968. México. México, Imprenta Monterrey y Espectáculos Futuro, S.A. de C.V. 1970 y 1989. 2 v. Ils., retrs., fots., T. II., p. 432. Muchos fueron los géneros musicales que abarcó en su producción. Pero aún se pueden añadir por ejemplo las romanzas La noche, La cubanita, y la marcha Honor al ejército que fueron estrenados en
la noche del 26 de mayo de 1899. Gloria a México fue un himno dedicado a su amigo Porfirio Díaz. Sin embargo llama la atención que, siendo aragonés, en toda la extensión de la palabra, es decir, alegre, decidor y testarudo, esto último en dosis respetable, no haya compuesto ninguna jota y sí, en cambio, fue prolífero haciendo pasodobles, pues aparte de los mencionados y que eran parte de zarzuelas, compuso: Sangre torera (1900), Fuentes (1900), Alma gitana (1905), Blanquito (1907), Belmonte, El verdadero Bell, Quiebros y requiebros, Gaona, Serrana mía, Machaquito (1908) y desde luego Cielo Andaluz en 1912 al que puso letra José F. Elizondo. La última pieza registrada de Rafael Gascón fue otro pasodoble que en 1914 dedicó a Pancho Villa.
Letra del pasodoble referido. El 15 de Junio de 1914 entran en la capital de México las tropas revolucionarias y Rafael Gascón, que las había satirizado en sus composiciones musicales, pasó meses escondido y cuando salió a la calle había perdido la razón. Así después de mucho tiempo de estar escondido el 10 de Mayo de 1915 murió Rafael Gascón, según parece de un derrame cerebral. Pero queda su obra, entre la que destaca "Cielo Andaluz", que fue, casi desde su creación, muy popular, prueba de ello es que en algún periódico de 1914 se lee, como un timbre de identificación y para que no cupiera duda de que se trataba de él: "El célebre compositor de Cielo Andaluz" Y en 1920 buen tino tuvo el maestro Genaro Núñez en escoger esta pieza para partir plaza en la Monumental de México y provocar, al iniciar sus compases, el estentóreo ¡olé! que a todos enchina el cuerpo. Y de esto hace ya más de setenta años.
El General Genaro Núñez, director por muchos años de la banda de música, tanto en “El Toreo” como en la plaza “México”, enfatizó el pasodoble flamenco de Gascón con un arreglo personal, que todavía le dio más carácter a “Cielo Andaluz”. Caricatura de Rafael Freyre. Por supuesto, habiéndose publicado dicho trabajo en 1992, hoy no queda sino agregar que “…de esto hace ya poco más de noventa años…” Buen motivo para recordar el quehacer de un compositor que legó tan entrañable pieza musical, como también para rememorar a Medina de la Serna, con todo y que entre él y este servidor siempre hubo marcadas, muy marcadas diferencias.
Portada del ejemplar Nº 19 de la colección “Lecturas Taurinas” que Daniel Medina de la Serna dedicó a Rafael Gascón. 1921 De España ha llegado…
De España ha llegado un gran matador, que entre los toreros es de lo mejor. Sánchez Mejías es el torero que trae loquito al mundo entero.127 A continuación, los versos completos de este corrido. 1921 CORRIDO DE SÁNCHEZ MEJÍAS De España ha llegado un gran matador que entre los toreros es de lo mejor. Con las banderillas es fenomenal y matando un toro vale un dineral. Sevilla, jardín de flores el alma de Andalucía, la perla de los amores tú eres nido de alegría. Bendita tierra gitana donde ha nacido el torero que la afición mexicana lo prueba como el primero. Sánchez Mejías es un torero que trae loquillo al mundo entero; sus banderillas son especiales que no hay torero que las ponga iguales. Cuando valiente se va a matar, todos aplauden hasta rabiar. ¡Que viva España y la afición! ¡Viva el torero de corazón! ANÓNIMO. 1921 DE “JUAN SIN MIEDO”
127
Martínez Remis: CANCIONERO POPULAR..., Ibid., p. 49.
(Juan Silveti)
(Bola suriana)
Aquí estoy, mis vales, yo me hago presente pues quiero contar a ustedes todita la historia del gran cuatezón el merito Juan Silveti. En un Rancho del Estado del famoso Guanajuato nació Juanito Silveti, del público idolatrado. Desde muy pequeño se portó muy bien con todos sus familiares, pues es de los hombres de gran corazón para remediar los males. .............................. Como fue creciendo le gustó tener dinero pa´ la versada y desde pequeño empezó a tener profesión muy arriesgada. En su tierra trabajaba todito el día en el Rastro de ahí nació su afición para llegar a ser astro. Era Juan Silveti un muchacho listo muy bueno pa´ las capeas, en sus ratos de ocio se solía ensayar con unas vacas muy feas. Como esas no le llenaban para sus aspiraciones empezó a torear novillos ante sus admiradores. Juanito ha tenido toda su vida el corazón muy bien puesto, él quería llegar a la Capital para ocupar un buen puesto. Se presentó en “El Toreo” y con tan buena fortuna, la Empresa lo contrató para una prueba muy dura. Toreó con toditos los que más picaban y le vinieron muy flojos, a esos novilleros Juanito les dijo: -¡Ahí va el peine!, ¡ábranse, piojos! Después de tanto luchar le dieron la alternativa y a España reparó luego muy rápido su salida. Llegó a los Madriles, se hizo popular, “El Meco” de Juan Silveti en todos los lados se dio a respetar con el público exigente.
Luego de vuelta a su tierra fue el terror de los toreros pues tiene tan gran valor pa´ meterte entre los cuernos. Juanito Silveti, por todos querido, es el amo del cotarro, pues es el torero a quien más le cuadra andar vestido de charro. Con su puro y su mascada, con su pistola al cinto, sombrero de calavera va en su caballo retinto. A todos saluda, a nadie hace menos, por eso lo quieren bien; le hablan al diputado, le habla al general como al preso de Belén. Cuando va en auto amarillo (los técnicos) le saludan128 él se arregla su mechón, sabe guardar compostura. A todos él quiere, si al paso se encuentra les tiende franca su mano; “Manito”, le dice al hijo del vecino para él todos son hermanos. Por eso cuando torea, aunque haga mucho calor, ahí están sus cuatezones todititos los de Sol. En España tuvo una gran cornada de un sufrimiento tremendo, se la dio en Valencia un toro español cornigacho y muy berrendo. Cuando salió de esta herida a México se volvió, y a toditos sus paisanos, que es muy hombre, demostró. Por aquel entonces aquí hacían furor Belmonte y Sánchez Mejías y el guanajuatense, con su regadera, les daba los buenos días. Solamente con Gaona se ha portado muy parejo pues Silveti es muy valiente y Gaona, su maestro. Se fue Juan Silveti a torear a Lima y su trabajo gustó, el público a gritos pedía que volviera, la empresa lo contrató. Volvió a su tierra contento, lleno de satisfacción, su público fue a esperarlo a la merita Estación. 128
Policías de tipo británico llamados “Técnicos” durante el Gobierno del general Plutarco Elías Calles, 1925-28.
La empresa fue a verlo y lo contrató pa´torear la “Covadonga” con Sánchez Mejías y con Algabeño lo que de luego aceptó. Toros de “Coaxamalucan” mandaron pa´la corrida y el primer toro le dio a Juanito gran cogida. -¡Juanito se muere! –la gente decía y los doctores con tristeza, si les preguntaban que cómo seguía, nomás movían la cabeza. La Providencia Divina quiso que al fin se salvara de las garras de la muerte por esa gran cornada. Todos a Silveti debemos querer, pues lleva sangre de hermano, porque él nunca niega y a orgullo lo tiene ser purito mexicano. Aquí se acaba el corrido del “Cuatezón Juan Silveti”, el orgullo de la raza por lo noble y lo valiente.129 Andrés Alcántara. 1921 Lalanda es el as del arte… Lalanda es el as del arte, petronio de la elegancia, su toreo es un bordado que el público ve con ansia. De España vino Marcial a demostrar su buen arte a la tierra de Cuauhtémoc donde tanto se le aplaude.130 1921 LOS TOREROS EN SONETO. Sánchez Mejías. Seis verónicas magnas eslabona, Pisando los terrenos de la fiera; Tan cerca se le vé, que se creyera Que el toro en cada lance lo empitona. 129
Mendoza: Lírica narrativa... op. cit., p. 347-350. Letra de Andrés Alcántara. Hoja impresa. Ed. Eduardo Guerrero (s/f). 130 Martínez Remis: CANCIONERO POPULAR..., op. cit., p. 49-50.
Toma los garapullos; va a la zona De la verdad; cita de adentro a fuera; Cuadra y aguanta, de tan gran manera, Que no lo hiciera “El Gallo”, ni Gaona. Ya con los chismes, marcha decidido, Trasteando iguala, tírase de frente, Deja en los rubios el estoque hundido; Rueda el toro a sus pies, y ¡oh maravilla! Ante prodigio tal, seguramente Tembló el mágico Alcázar de Sevilla. Luis Chosa F.131 1921 EL TORERO TAUMATURGO A Rodolfo Gaona: el Califa de León. Cuando el cielo se adormece de bochorno, en las distancias, bajo el sol que desparrama sus fastuosas pedrerías, estremeces los penachos de tus brujas gallardías y desdoblas los pendones de tus regias elegancias. Ritmo y luz, color y forma, victoriosamente escancias de tu estético joyero de radiantes joyerías, y dibujas, sobre lienzos instantáneos, melodías que revientan en gloriosos estallidos de fragancias!... ¡Oh maestro taumaturgo de una cábala triunfal, -en la hondura de la roca transparencia de joyel filigrana en el escueto salvajismo del puñal!Tú haces bella la barbarie transformándola en laurel, como un brujo que en el barro plasma eurítmias de cristal y en los belfos sanguinarios desenhebra hilos de miel!... México, invierno de 1921. Horacio Zúñiga Especial para “El Universal Taurino”.132 1921 LA COGIDA DEL PITO. Fue el Pito tras el Corito, a parear un torete 131 132
El Universal Taurino. Tomo I, Nº 7, México, Noviembre 28 de 1921. El Universal Taurino. Tomo I, Nº 8, México, Diciembre 5 de 1921.
y al clavarle un rehilete enganchó el torete a Pito. Viendo yo lo mal que cita y el miedo con que se mete exclamé: -Se compromete el Pito o lleva una pita. Así fue: puesto en un brete pierde el Pito la chaveta y la fiera le receta en mala parte un boquete. Es decir, hablando en plata: que por ser un poco zote no se libró del derrote el Pito y metió la pata. Por eso afirma Torcuato (que está conmigo en el siete) que aunque al Pito no le pete el Pito ha pagado el pato. Anónimo.133 1922 A OCHO DIAS VISTA Vamos a los toros, que hay mucho que ver: Gaona y Silveti van a contender con toros de Atenco, que dice un ujier son gordos, muy finos y de gran poder. Y a la plaza fuimos en un calesín, vulgo “carretela”, asaz saltarín, que a rastras llevaba un viejo rocín, muy torpe, muy flaco, muy poco andarín, cuyos costillares eran un violín; y que a cada paso, haciendo un mohín, decía al auriga: “Lindo serafín; No sigas castigándome por mi menudo andar, yo sé quien anda menos y consigue llegar, porque ya ves, yo marcho a fuerza de “pez-uñas”, y otros que el “pez” se comen progresan con las “uñas”. 133
La Temporada. Semanario Taurino Ilustrado. año III. México, enero 10 de 1921, Nº 10. Col. Julio Téllez García.
Modera, pues, tu saña y el látigo no ciernas: no ves que si así sigues, hoy me desencuadernas? Ya estamos en la plaza; ya estamos en el coso!... ya salen las cuadrillas de Gaona, el coloso, y de Juanito, el tigre feroz de Guanajuato, que harán a los seis toros, morir abintestato. Garbosos van los “ases” de nuestra torería; mas no sé por qué causa, a su paso este día no se escuchan las palmas y gritos de los conciertos!... ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos! Y sale al ruedo el primer toro, castaño oscuro, y que en el rol de la vacada figuró siempre con elegante nombre: “Pipiol”. Mansurronea, aunque le tenga como res brava el protocolo; manes taurinos, por vuestras glorias, que no resulte “Pipiol”, pipiolo! Gaona para a la fiera con lances de capotillo, según dice Verduguillo. Yo acepto, aunque sea falsa, su aserción que me embelesa, por no conocer más salda que la “salsa mayonesa”. Y moja Frontana, y moja Conejo con pincho fatal; y loco, se afana rompiendo el pellejo del pobre animal. Y Gaona que es muy fino, él mismo lo justifica, notando calor al toro, en un quite lo abanica. Y a petición del público las banderillas toma, y de frente al torillo
un par trasero engoma; y luego un par sesgando y con desigualdad, mas ganando la cara con grande habilidad. Y en un par al cuarteo, el astado villano, le largó en el derrote un puntazo en la mano. Y Juan Silveti coge los trastos, y por vengarse de aquella fiera, la da unos pases bastante bastos y en tres pinchazos la manda afuera. SEGUNDO Es aldinegro, y es “Huacalero”; sale el segundo al anfiteatro, y como señas, en el trasero, se trae un número: el 24. Silveti le lancea, Mota le pica y Juan y Lombardini valientes quitan; pero lector amigo, quiero que notes que son, de Juan los lances muy superiores. De banderillas, mejor no hablemos: Pues con los palos todo fue embrollo. ¿Del Hoyo y Güemes... Bueno, cantemos el “gori, gori”, y el muerto al Hoyo! El toro está sin fuerzas, el toro exhausto está, y Juan de Guanajuato se luce al trastear. Muletazos, desplantes, toques al cabezal... y por fin, muy derecho, media en el balandrán, que manda al otro barrio al astado animal. ¡Ovación tremebunda! Dos orejas!... ¿Qué más? TERCERO A este tercero, en la ablución, dieron el nombre de “Napoleón! Pero yo juro por su cerviz,
que si encuentra en Austerliz, corrido hubiera como un coyón. Y como el toro se va, cual arma que se dispara, el diestro de Guanajuato lo torea por la cara. Y Frontana enristra el chuzo y pone una buena vara. Y don Juanito, en un quite de hombre valiente, le ampara. Y va Patatero, y dos pares pone de esos que la Musa es bien que pregone. Y así, de este modo muestra al mundo entero, que banderilleando no es un “patatero”. Silveti le muletea, sin que nada hermoso vea; pero afirma la afición, que si la faena es sosa, no se mereció otra cosa, este falso “Napoleón”. Y cuarteando alza la espada, y le da media adelantada. Sus dos peones cortan la oreja, y con frescura, que se moteja, piden al “Presi” aquel trofeo. El lo concede, pero esto es lo feo. CUARTO Es el cuarto, el toro más grande que admiramos en el redondel. si es un manso, Dios se lo demande; más si bravo, habrá palmas para él. Con el capote, nada!... ¿Silveti está cansado? Señores no lo sé; mas es cosa anotada, que en nada se ha adornado,
y yo no sé por qué. Le pican los de tanda de manera vitanda y Antonio Conde y Luis Güemes no alcanzan ejecutoria porque los pares que ponen no son de pena ni gloria. Aquí, en este cuarto toro, valiente como un jabato, nos suelta el de Guanajuato de su guapeza el tesoro. Hay suavidad, elegancia, pases de pecho apretados, y todos ejecutados con arte y con arrogancia. Y levanta la tizona. Y le larga una estocada que resulta atravesada, por lo que el diestro se encona, porque el pueblo le moteja; y adueñado de otro estoque da media que es el disloque, y que merece la oreja. El que preside suspende un momento la corrida, porque don Juan en la diestra se ha producido una herida! Es una cosa, señores, que no había visto en mi vida. QUINTO Y SEXTO No merece la pena que quinto y sexto se gaste en reseñarlos prosa ni verso. Pues aunque los moruchos malos no fueron, por floro o por ignaro, el tercer diestro en campo de “agramante” convirtió el ruedo. ¿Qué puso banderillas... sí señor, pero ¡Cómo mató, Dios mío, con cuánto miedo!... Si es que llega a venderle se hace... banquero! .................... Ya la noche caía
del alto cielo, y el público tomándolo todo a choteo, aplaudía y gritaba que era un contento! Lombardini, según dicen, se apellida ese torero, ¿Lombardini?... ¿Lombardini?... eso suena a gondolero!134 Don SOMBRA. 1922 Un retrato del Califa de León. Esta cara que tiene de nahoa y de trianero Por los ojos indianos de morisca negrura Y la piel con el tono de la oliva madura O de arcilla pasmada por nativo alfarero. Esta cara de charro convertido en torero Con las líneas que evocan mexicana bravura Y algún toque gitano de indolente finura, Es la auténtica efigie de Rodolfo Primero. Rostro de hombre que tiene la leyenda dorada De Califa opulento, sabio, artístico y fuerte. Lo ha besado la gloria; lo ha querido la suerte. Y parece que lleva como a fuego grabada, La impresión del que tiene su existencia entregada A tremendos amores con el sol y la muerte. Francisco Doria.135 1922 A OCHO DÍAS VISTA. PRAGMÁTICA QUE SOLO HOY…
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El Universal Taurino. Tomo II., México, D.F., lunes 26 de noviembre de 1922, Nº 58, p. 19. Reseña de la corrida celebrada el domingo 25 de noviembre de 1922 en la plaza de toros “El Toreo”. Rodolfo Gaona y Juan Silveti (sobresaliente, Carlos Lombardini), con 6 toros de Atenco. 135 El califa de León. El arte de Rodolfo Gaona. Edición especial de “El Demócrata”. Cía. Editora Latino Americana, México, D.F., 1922.
Publicado en El Universal Taurino.
1923 LA GUITARRA TAURINA COPLAS Recuerda afición dormida, aviva el seso y despierta contemplando cómo la coleta huída, ya de México la puerta va tomando. Cuán presto se va el placer: como, después del anhelo seductor, los “ases” al parecer quieren tomarnos el pelo ¡Oh, dolor! Mas, pues vemos al presente cuán en un punto se han ido, es muy cuerda manera, que sabiamente se vayan, por do han venido, a la... cuerda! No se engañe nadie, no; y conmigo toda gente diga a coro, que en las corridas (¡gachó!) quien resulta más decente es el toro!136 JORGE MANRIQUEZ 1923 EL ESTRIDENTISMO EN LOS TOROS OTRA CORRIDA LÍRICA. La Avenida Oaxaca, sistemática y grave, presenta ostentaciones de glaucas armonías, los coches endémicos se debrayan unánimes pletóricos de anémicos. Ya el circo está esclerótico, no caben más anémicos, sin embargo en las puertas 136
El Universal Taurino. Tomo III., México, D.F., lunes 26 de febrero de 1923, Nº 72, p. 33.
se agolpan cinemáticos los retardados clínicos que pugnan cual clemátidas por divisar de lejos los lances anatómicos. Ya los paraguas cónicos a las damas protegen del rubicundo Febo. Ya los tristes periódicos tramitan emociones y los gritos cromáticos de los bárbaros celtas, parecen remembrarse entre las multitudes que se alzan matemáticas. Los acordes prosódicos de una murga estridente ululan cual funestos sonidos pentagrámicos. ¡Oh, la música glauca! ¡Oh, los tristes periódicos! ¡Todo esto es muy hermoso! El mecanismo eléctrico de un reloj metafísico marca la hora unánime y un obeso académico ordena la apertura de la fiesta volcánica. Un grupo abigarrado de gladiadores químicos avanza vertical entre la arena cálida. Las caras de estos hombres parecen melancólicas y amarillean grisáceas cual tímidas crisálidas. Ya las miradas fijas de mil espectadores esperan hidrofóbicas la fiera astada y brava. por fin se abre una puerta; salta a la arena el toro y nótase voltaico mover de seda y oro. Le presenta una capa a manera de pauta y la burla sangrienta toma sus tintes trágicos. Mas luego estridentista se siente el indio grave y arrodíllase impúdico ante la fiera ingrávida. Luego, estiliza un diptongo de garapullos clásicos que coloca estruendoso entre aplausos polícromos. La fiera embravecida suena como un relámpago y clava sus pitones en las carnes fosfóricas del torero amarillo. Y se escucha un programa. Un ambiente de drama se oye entre las gradas
y un enjambre de lágrimas florece entre las damas. Mas pronto un nuevo artista derrápase sonámbulo y a la fiera derriba en forma telegráfica. Soy máquina sangrante, dice el toro traumático y así exhala un apéndice de carne arenizada. Una caja de aplausos se prodiga al atleta que ha matado vengando la sangre intoxicada.137 J. P. Jr. (Paco) 1923 Aromas, esplendores, auras puras... Aromas, esplendores, auras, puras, opulentos claveles perfumados entre los rizos negros y rizados; banderas y vistosas colgaduras. Todas las entusiastas hermosuras que el arte brinda en sedas y brocados, en el circo, cual mirlos alocados, revuelan cuando él luce sus hechuras. Engendra al fascinar júbilo intenso en gallarda figura y arrogancia, que es sutil como nube azul de incienso, Y ruda cual del bravo la jactancia. por eso siempre fue Gaona inmenso árbitro del toreo en elegancia.138 1923 Si alguna vez le denostó mi lira... Si alguna vez le denostó mi lira, que al soplo del amor y la fe santa siempre dice verdades cuando canta, porque nunca la mancha la mentira. No fue porque su arte no la admira, no fue porque su arte, no la encanta; 137 138
El Universal Taurino. T. III., México, D.F., martes 5 de junio de 1923, Nº 86, p. 15. Lauro E. Treviño: Rodolfo Gaona. Gloria Nacional. México, SEI, S.A., 1975. 186 p. Ils., fots., p. 116.
fue porque mi admiración se desencanta cuando no la dan todos a lo que aspira. Mas, que es Gaona un ejemplar torero, y es artista en verdad de cuerpo entero, ¿quién lo puede negar al lado mío? ¿Te vas?... ¡Adiós!... Surcando el turbulento mar verás pronto la feliz ribera de aquella España que en mi edad primera, madre amorosa, me enseñó su acento. Fernando Tejedor, “Don Sombra” 139 1923 Flotando quedan en el manso viento... Flotando quedan en el manso viento los aplausos que el público te diera; y tu arte que las plazas conmoviera queda escrito en mi noble sentimiento. Surca el mar, gran torero, llega a España, y allí realiza una genial campaña domeñando del toro la fiereza. Vete a España; que allí los mexicanos os quieren, tú lo sabes, como hermanos, porque es ley de españoles la nobleza...140 1923 La presencia auditiva de la porra… Poema Aeronáutico por L. U. T. Río A mis amigos táuricos S. R. CH y R. A. -Es una historia fétida. -¿Se trata de algún muerto? -No me hables de esas cosas que entristecen mi espíritu De un grupito equilátero. ………………………… -¿Acaso no me entiendes? Su fetidez proviene, sistemáticamente, -Se trata de la “porra”! -Se dicen tantas cosas…
139 140
Op. cit. Ibidem.
En tardes radioeléctricas, de entusiasmo analítico, cuando admiróse unánime un triunfo equinoccial, ¿no has oído que gime? -Eso es muy natural Porque falta su ídolo. -Pero esto no es verdad! Si el ídolo faltase, ese grupo equilátero Que me huele tan mal Su presencia inequívoca no hiciera resaltar. -Entonces no te entiendo. -Te lo voy a explicar. Los gritos paroxistas en tardes siderales, son el reflejo glauco de los triunfos acéfalos que, allá, de tarde en tarde, acompañan melódicos al torero vernáculo. Para el grupo auditivo hay tonos romboidales en cada movimiento. Cuando la capa gira en forma de manubrio, describiendo en el aire constelaciones gráficas, es tanto su entusiasmo, es tanta su locura, que parecen histéricos. Y no creas que exagero. Los signos caligráficos en manos del torero son algo acompasado en medio del silencio. se derraman sus nervios, y el sonido amarillo calla sobre sus ojos para admirarlo todo. En el último tercio el delirio es temático. hay contorsiones, gritos, meditación, telégrafos… Pero si otro torero, en competencia diáfana, se enfrenta con el ídolo, la cosa luego cambia. Se oprimen sus vidrieras; el entusiasmo náufrago se convierte en etc.; la tarde siendo azul ha quedado morada,
y todos hacen gárgaras de plata electrizada. Para aquel diestro incólume que ha salido a la arena a ofrendarles su vida, aquel grupo famélico, en palabras mojadas que no son de almanaque, se deshace en insultos que parecen percheros. -¿Me comprendes ahora? ¿Te das cuenta perfecta del gemido estridente? -Ya está todo entendido. -Pues adiós… -Nos veremos… México, D.F., junio 1º de 1923.141 1923 Vicente Segura ha sido… Vicente Segura ha sido El diestro más discutido De los “ases” mexicanos Y por eso, sus paisanos Lo han silvado y aplaudido. Que mata, nadie lo niega, Ya que casi siempre llega Con los “dátiles” al pelo; Y en eso cifra su anhelo El matador que se entrega. Con la muleta, se estira, Cuida la línea y no mira Ni el peligro, ni el provecho. Para muestra, va “el de pecho” Que estas quintillas inspira. Anónimo.
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El Universal Taurino, T. III., Nº 87, del 12 de junio de 1923.
Esta es la portada a que se refiere el remate de las presentes quintillas, y que ilustró el Nº 2, del Tomo I de La Lidia. Semanario Taurino. Director (Rafael Solana) “Verduguillo”. México, agosto 22 de 1923. Los fotógrafos eran Casasola y Seijas.
1923 CARTA DE MARTÍN GALAS (Para entrega inmediata) México, agosto 21 Sr. Rodolfo Gaona Alicante… o Barcelona. Mi buen amigo: Ninguno de los muchos partidarios con que cuentas en tu tierra, ha declarado la guerra a los diestros y empresarios que te pusieron el “veto”, como yo. Seguramente, tú debes tener presente todo lo que hice, en concreto; pero, por si tu memoria dice todo lo contrario, estimo que es necesario hacer un poco de historia142 y decirte lo que pasa: Figúrate tú, que un día, estando en la bolería donde suelo darme grasa tomé el diario matutino que tuve más a la mano; y, como buen mexicano, leí… lo que me convino de las cosas del momento, Dice Rafael Solana. “Nota de Verduguillo: En este periódico, cada escritor opina como le da la gana, y al mismo tiempo es responsable de sus opiniones. Yo no comulgo con las ideas de “Martín Galas”, con respecto al tratamiento que ha recibido nuestro gran torero Rodolfo Gaona, de los toreros y de las empresas de España; pero publico esa interesante CARTA para que los aficionados de todos los credos taurinos vean que en esta casa vivimos bajo techo de IMPARCIALIDAD. 142
Desde el crimen proditorio hasta el detalle “ilusorio” sobre el reconocimiento, que, aseguran, es “probable”; y ya que me disponía a dejar la bolería, pude enterarme del cable que dirigiste a la prensa, tratando de la campaña tan innoble, que en España te hicieron… ¡Fue tan intensa mi emoción, que “por poquito” caigo al suelo desmayado… ¡¡¡Gaona está “boycoteado”!!! ¡¡¡Eso sí que es inaudito!!!... Rodolfo, no te exagero. Se armó tal algarabía en aquella bolería, que hasta el chamaco bolero resultó perjudicado, porque en el mismo momento, dejé el establecimiento… ¡sin haber liquidado la “boleada” y la propina…! En las calles y plazuelas, en los hoteles y escuelas, en el teatro, en la cantina, en los sitios “reservados” y en… los mismos ministerios, donde mil asuntos serios duermen años, arrumbados, no se hablaba de otra cosa que del “boicot” dirigido contra el diestro consentido de esta tierra generosa. Entonces yo, que te quiero como el que más, porque estimo que… cuando nos das el timo, eres el mejor torero, fui a la oficina, escribí un artículo furioso, elocuente y… “ponzoñoso”, para defenderte a ti. ¡Lo que dije, caracoles! ¡Cómo puse, en mi arrebato al famoso sindicato y a los diestros españoles…! Todo el mundo me alabó y te digo, con franqueza, que a muchos causó extrañeza que te defendiera yo. Y después, vino el segundo y el tercero; y mi campaña
¡con cuanta satisfacción en… Shangay… en todo el mundo… fue conocida en España, me dí cuenta de mi acierto y como supe, por cierto despertar a la afición que aletargada dormía, hasta provocar, en ésta, la más sonada protesta, llena de patriotería, porque el pueblo mexicano te idolatra, noble amigo…! De lo que hice, fue testigo el mismo “Chano” Lozano; y este te podrá decir si una sola vez, siquiera, fui a pedirle que me diera lo que suele repartir entre algunos revisteros que alzan sus voces en coro… solamente por el oro que les brindan los toreros… Pero… ¡tras la tempestad, volvió a renacer la calma; y me arrepentí, en el alma, de tanta barbaridad y de tántas frases “rojas” que venía publicando, porque… estaba yo tomando el rábano por las hojas… Pues… al final, me enteré de que la “innoble” campaña que te hacían en España era un mito. Yo no sé, cómo obtuve tántos datos; pero, como soy consciente, se que obraron cuerdamente los “famosos” sindicatos que te pusieron el “veto” porque la actitud airada, era casi una “tanteada” y una falta de respeto a aquellas instituciones… ¡Fuíste a España “de paseo” y exhibiste tu toreo… para almacenar doblones y pediste, por corrida, una suma fabulosa que resultó… cualquier cosa, por darte la despedida! La afición, en tal virtud,
no quiso que en fiestas caras, a España le demostraras tu innegable gratitud. Entonces el sindicato te comenzó a “trabajar”, hasta, al fin, hacerte dar con la horma de tu zapato. Tú lanzaste mil bravatas, que nadie en serio tomó y por esto, sucedió que volaran las contratas. Mas, siendo, como eres, dicho en la materia y sabiendo que aquí estábamos sufriendo, porque te queremos mucho, te pusiste a “vacilar”, redactaste un cablegrama que logró encender la llama del odio al peninsular; y fue tanta tu osadía y tantos tus aspavientos, que en los precisos momentos en que la empresa quería combinar la temporada, tu “indomable” gratitud, tu innegable patriotismo, tu insuperable cinismo y tu brillante actitud hacia los del sindicato, dieron al traste con todo a tal grado, ¡que ni modo de ofrecerles un contrato…! ¡Y yo, que te defendí, que puse el grito en el cielo, que dejé tomarme el pelo como nunca lo creí, lamento sinceramente haberme puesto en ridículo, por escribir un artículo por demás inconveniente, para darte tantas alas; pero en cambio, te prometo que deber temerlo al “veto” que te ponga. Martín Galas.143
La Lidia. Semanario Taurino. Tomo I, Nº 2. Director (Rafael Solana) “Verduguillo”. México, agosto 22 de 1923, p. 5. Martín Galas es el seudónimo de Edmundo Fernández Mendoza. 143
1923 Cuando tú te vayas… La tarde que te vayas, por siempre de la arena, En el cielo taurino, se habrá eclipsado el sol; El público de toros, nunca ahogará su pena Y el día que contemplemos tu última faena Inundarán sus ojos el Indio y Español… Torero… cumbre inmensa. Cuando se llegue el día En que se eclipse tu astro, que como sol brilló, La fiesta de los toros, que es toda gallardía Se morirá de inmensa y cruel melancolía Como rosal desecho a quien el rayo hirió… ¡Artista soberano… Nos diste bellas horas…! Con tu impecable línea el arte revistió: Tuviste tardes grandes, tan bellas y sonoras, Que proclamó tu triunfo la luz de las Auroras Y en mármoles tu nombre, la fama cinceló… La envidia que es punzante y cruel como el martirio A tu alma generosa causóle hondo dolor. Pero saliste limpio como la flor de un lirio, Y aquellos que pensaron hundirte, en su delirio, Tuvieron que rendirse al verte vencedor. ¡Adiós, artista inmenso…! Mi labio ha enmudecido Mi alma se conmueve de angustia y de emoción… Jamás podré decirte que para mi “TE HAS IDO”, Pero guardo tu recuerdo tan grande y tan querido, Aquí en el templo augusto, llamado Corazón… Horacio de Echegaray.144 1924 Brindo por Usía. Luce el cielo límpido azul que ilumina del sol el fulgor cual lluvia de oro en el lul con magnífico esplendor. En la plaza va a terminar la corrida en que aquel matador su destreza, valiente lució y de su arte grandioso, la hermosura sin rival derrochó!
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El Redondel. El periódico de los domingos. Año LI, México, D.F., domingo 12 de noviembre de 1978, Nº 2590, p. 2.
Los tendidos atruenan la ovación al estallar. Del toro, el juez ordena la muerte, y las notas vigorosas que da el clarín dominan la ovación delirante, al gallardo matador que mostró valor. Y frente al amplio palco lucido que adornando está un mantón que es un esplendor, de la marquesita que es gloria de España, la virtud del sol. Llega el torero y pinturero brinda galante allí a la marquesita, así: brindo este toro a quien tesoro es de bellezas mil a Usía, mujer gentil. Amado R. Vicario, 1924. 1924 RIPIOS TAURINOS ¿Cómo fue la Corrida del Papelero me preguntas, mi vida? Te llo diré de un modo brusco y certero: ¡muy aburrida! Seis chotos chicos, mansos, tuertos y bizcos; ¡lástima de cencerros!... (De los seis, dos triscaban en los apriscos… ¡Qué dos becerros!...) Ni que decirte tengo que los dos chivos con aspecto de mona, fueron, -quizá por jóvenes, inofensivos-, para Gaona. De seis gatos, los bichos fueron un calco; tal como lo escucháis, ¡Oh, manes del antiguo Tepeyahualco!... ¿En dónde estáis? EL HOMBRE DE LA ALTERNATIVA ¿Es cierto que el nuevo “astro” que hoy fulmina lleva catorce años
de lucha taurina? ¿No miente quien dice que el hombre Danglada lleva toreando esa “temporada?... tras de catorce años de activo servicio, ¡aún no sabe el hombre nada del oficio! Con la capa, cero; con las banderillas no sé si hará pupa o si hará cosquillas; y con la muleta, -¡que Dios me perdone!no sabe el amigo ni donde se pone… con “la espá” tampoco pasa de “cadete”; él la mete toda, más, ¿cómo la mete?... ¿Por qué se doctora?... ¿Será por la edad?... ¡¡Lo habrán ascendido lor antigüedad!! EL HOMBRE DE LAS OVACIONES Ya dije que los dos chotos más chotos, caro lector, le tocaron al señor de los grandes alborotos. Ni modo de que el cerote invadiera al Colosal Indio; (a pesar de lo cual nada hizo con el capote). Pero en banderillas, sí sentó Gaona sus reales; surgió el Petronio, y ahí hay tres pares colosales. Dominó con la muleta de la que es dueño y señor; le “echó” a la cosa valor y prontitud de esteta. A su segundo, el más chico de aquel rebaño indecente, lo toreó tranquilamente sentadito en el estribo. Y como “el imberbe” ya
no podía con el rabo, Gaona se mostró “bravo” y se fue tras de la “espá”. Hubo dianas y excesos y ovaciones a granel; salta un “socio” al redondel ¡¡y cubre al Indio de besos!! Gritos, desmayos de viejas, deshabillés indecentes, ovaciones cntinuadas, el rabo y las dos orejas. Del cielo rasgando el tul asoma el sol en la arena… (Yo prefiero la faena que hizo el Indio a “Sangre Azul”). EL HOMBRE DE LOS VOLAPIES Tampoco estuvo la tarde, para Luis Freg, de primera; le faltó el toro de empuje, faltó la emoción intensa, y Luis no pudo lucir esa valentía ingénita. Así y todo, se estiró, dio el parón; toreó cerca, dio un pinchazo pistonudo y luego sopló una entera consumando el volapié como acostumbra; a distancia. Su segundo fue un guasón tuerto y con una cabeza igual que un ventilador o que una devanadera; y Luis pasó “las morás” y sudó la pena negra y… si el toro no se muere aún no se acaba la fiesta. Resumen: una de cal nos dio Luis, y otra de arena. RESUMEN Seis chotos, sin excepción. Una fúnebre sesión que fue bastante aburrida. ¡Vamos, que fue una corrida de Semana de Pasión!... CURRO FAROLES.145
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El Taurino. T. VI. México, D.F., 14 de abril de 1924, N° 129, p. 12.
1924 EL INDIO Era la tarde azul, el sol, de oro. te ví luchar contra la brava fiera; y en magna suerte en que el saber luciera te hincaste con la espalda frente al toro. Y alelado y atónito, en desdoro de su feroz bravura ¡quien creyera! te miró el animal, y ni siquiera los párpados movió por su decoro. Te pusiste de pie serenamente conforme a tu prosapia y tu maestría; y como ruge el mar, así la gente Gritaba con estruendo y te aplaudía. la tarde azul en tu morena frente, con sus oros de luz resplandecía.146 Noviembre 23 de 1924. AGUSTÍN CORREA Ca. 1924 A Juan Silveti. Que yo les dé mi opinión sobre el valiente Don Juan? Como torero, un león, como hombre, un cacho de pan. Es valiente en lo torero charro montando a caballo; y es consumado gallero poniendo el cuchillo a un gallo. Su bravura conocida le dio gloria, y de esta suerte, Silveti pasa la vida, traficando con la muerte. Cierto que en el no hay finura! No es Petronio y es esteta; pero ha llegado a figura y está pisando la meta. Peleando en buena lid 146
El Universal Taurino. Tomo VII., México, D.F., diciembre 1º de junio de 1924, Nº 162, p. 24.
con ardor y con deseo, cortó orejas en Madrid que es la Meca del toreo. Por eso a nadie le extraña que siendo Silveti así se le quiera allá en España como se le quiere aquí. Fernando Tejedor (Don Sombra)147 1924 Versos que no se escriben nunca… Pensando en esos versos que no se escriben nunca, al corazón le vienen extraños arrebatos, bella Chucha. Pero hoy creo que broten, hoy espero que surjan como el agua que corre entre las peñas, como la voz de la verdad desnuda. ¿Sabes por qué, Chuchita…? Porque hay gentes que tienen la frescura de afirmar que yo soy antigaonista, y hoy se presenta en la taurina justa, el indio de León, el gran Kalifa, el sol, y las estrellas, y la luna del Firmamento táurico, donde surge la luz que nos alumbra. Con que, voyme a los toros, y a ver qué pasa, Chucha, “pensando en esos versos que no se escriben nunca”. ¡Camarada, qué entrada!: -entusiasmada exclamaba una niña de líneas grecas;yo aseguro, señores, con esta entrada, que “los cuartos de Luna” se hacen aztecas. LOS TOROS Ni clarines, ni timbales merecen, ni alegre diana apuestos siete animales cuya estampa no es lozana. Eran finos de puñales, y a la par fieras bonitas… Para el que huya “catedrales” 147
Juan Soto (seud. Sotillo): El libro de Juan Silveti. Biografía. México, s.e., s.a.i. (ca. 1924). 32 p. Ils., fots., p. 25.
y le gusten las “ermitas”. Don Lubín, no debe mandar esas reses…! Sus toros son toros de sangre, a mi ver; pero tan pequeños, de tan pocos meses, y todos tan faltos de fuerza y poder…! GAONA Bien comienza el de León pues aunque en sus dos primeros no calentó los braseros de la taurina afición, al fin sacón del arcón su estuche de monerías y lució con más bujías que el mayor arco voltáico, sacando el toreo arcaico; ¡el de sus mejores días! Le perdono el bajonazo que en el segundo largara. Arqueó y volvió la cara al dar al papirotazo. Pero fue tan torerazo luego, que de corazón quiero unirme a la ovación que ardiente surgió en su abono; y todo se lo perdono al Kalifa de León. Buen debut tuviste, maestro Gaona, si así continúas, mi musa tranquila cantará las gracias de tu arte y persona. Y sabrá ofrendarte sabroso “The-Kila”. VALENCIA I Este “Valencia”, Roger, de “Valencias” el primero, dejó de actuar de bañero y pasó bañado a ser. En sus primeros bureles hizo de dominio alarde; pero no estaba esta tarde para almacenar laureles. Por eso hizo en su postrero una faena de aliño. Vamos, que hoy no alcanzó el niño el ser “Valencia” y Primero. LOS DEMÁS No os hablo de los demás, porque, del arte en los senos, no es verdad que son de más
pues que todos son de menos. Los chulos no hicieron nada que se merezca escribir. No lograron conseguir ni un pito, ni una palmada. Pues ¿y de los picadores…? Cuelgo la pluma y me enrosco; no ha picado bien ni “El Mosco”, lo que es el colmo, señores! Anónimo.148 1924 Aunque hablamos con ardor… Aunque hablamos con ardor del genial diestro leonés, hacemos esta labor sin el menor interés. Es más. Aquí lo ensalzamos y como ninguno es siervo, hasta la fecha ignoramos cómo se conjuga un verbo. Que antes no se hallaba en listas pero que hoy, a mi entender, casi todos los cronistas conjugan con gran placer. Por esa palabra extraña, según lo sospecho yo, en México y en España se ha alabado a Juan Anlló.149 Asegurando un sujeto de allá, que el aragonés, es un torero completo de la cabeza a los pies. Pero basta de prefacio. ese verbo singular, que está ocupando un espacio en el léxico, es MANGAR. (. . . . . . . . . .) La noticia me da grima, 148
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, Nº 6, México, noviembre 17 de 1924, p. 4. 149 Se refiere a Juan Anlló “Nacional II”
porque revela algo grave: que este Velasco no sabe dónde está situada Lima. Se impone, pues, con porfía, que a este atrevido señor, lo mande algún inspector a que estudie geografía. ¿O no es colmo entre los colmos, asegurar, firmemente, que al Indio le quitó gente desde Lima el joven Olmos? No creo a Velasco un zulú: Más que estudie con constancia para que vea a qué distancia se halla Anáhuac del Perú. (. . . . . . . . . .) A esto que hace el semanario citado, aquí, en buen romance, se llama ser partidario del terrorífico “avance”. Lo mío no podrás copiar -dice en “Zig-Zag” Luis Uriarte-;150 pero yo voy a observar a ver qué puedo robarte. Y de buenas a primeras, reproduce, “frescamente” lo que publicó “GAONERAS” en un número reciente. No nos molesta el detalle; pero sí un acto inmoral, que don Luis Uriarte calle dónde está el original. Porque excluídas las quimeras, la verdad real, sobreviene: “Don Luis” copia de “Gaoneras” aquello que le conviene. Lamberto Ortega CLO-CHANO.151 “Don Luis”, seudónimo de Luis Uriarte y que publicaba notas taurinas en “Zig-Zag” GAONERAS. SEMANARIO TAURINO. EL DEFENSOR DE LA AFICIÓN. México, 26 de febrero de 1924, Nº 26, p. 3. El autor de estos versos defiende en la crónica alterna una serie de descalificaciones e imprecisiones existentes por entonces respecto a la labor de otro torero con quien alternó Gaona en Lima y cuyo nombre es Rosario Olmos. Dichas notas aparecieron en el periódico “Torerías” 150 151
1924 A RODOLFO GAONA. Especial para “GAONERAS” y dedicado al Sr. Dr. Cuesta, “Roque Solares Tacubac” ¡Salve, egregio Maestro, que del arte taurino Eres el astro fúlgido que marca esplendoroso La cima; y que has llegado, tras un luchas glorioso, A conquistar la fama del esteta genuino! ¡Salve, Petronio; tú, que las lides cruentas Has llegado a trocar en visiones exentas De la brutal idea del peligro que mata! ¡Salve, Artífice; el único a quien baten las palmas Del entusiasmo ardientes de veinte miles de almas Que se esparce con ruido de hirviente catarata! ¡Salve, Cumbre Sublime; que en tu agitada historia Registras como páginas de excelsitud y gloria La lidia inmarcesible de inmortal “Bordador”, Y que con “Pirinolo!, “Peineto” y “Carbonero” Nos sigues demostrando que tú eres EL PRIMERO, Y mantienes el lauro que te dio “Curtidor”! Y esos lauros de oro, de oro en campo de gul, Que en España arrancaste a “Beato” y “Rebocillo” Aquí los rememoras en el táurico anillo Ya sea frente a un “Florista” o ante el gran “Sangre Azul”! Y al recordar los nombres de “Flecha” y “Chalupero”, Y al pensar el milagro que vivió en “Revenido”, No habrá quien ponga en duda que tú eres EL TORERO, Que tú eres EL PONTÍFICE, que eres EL ELEGIDO! A tu gloria, a tu nombre, y al de mi Patria amada, Que al ver triunfar su artista, se siente alborozada, Elévase mi canto en homenaje austero, Austero por humilde, sencillo por sincero. Negóme la Natura los dotes del poeta, No tengo la elocuencia de palabra galana, Pero admiro la esencia de tu toreo esteta, Tu valor, tu estoicismo, tu sangre mexicana…!! México, D.F., en marzo de 1924. Luis Escontria Salín.152 1924 A GAONA. Cuando al frente de tu cuadrilla cruzas el coso, 152
GAONERAS. SEMANARIO TAURINO. EL DEFENSOR DE LA AFICIÓN. México, 11 de marzo de 1924, Nº 21, p. 3.
y en la arena del circo posas tu planta, no permanece muda ni una garganta de tus admiradores, ¡Indio Coloso! Cuando comienza tu arte puro y hermoso, derrochando elegancia tu real persona, todos los labios dicen: siempre GAONA ha de ser en los ruedos el más famoso. Eres la elegancia completa y bella; en el cielo de tu arte eres la estrella más brillante y más grande que existe hoy día; no es que sólo te alabe por mexicano; es que en el arte pasas por soberano, amo y Señor de toda la torería. Julián Bear.153 1924 Torero inmenso, artista mexicano… Torero inmenso, artista mexicano, mimado de la suerte cual ninguno, alternando con todos mano a mano, aquí en tu Patria y en el suelo hispano, ocupaste un lugar: el número UNO. Jefe supremo de la grey torera; maestro de maestros; jamás para tu estilo hubo frontera; con él venciste quiera o no se quiera; con él inspiras, a la vez, los estros. Bien, torero. Mi numen, sin cultura, producto del cerebro de un obrero, irá a decirte la verdad más pura, basado en la experiencia bien madura, que entre todos, tú eres el PRIMERO. Sí. Yo te he visto venturosos días alternar con la Rosa y con Mejías, con Merino, Casielles y Belmonte, con Lalanda y El Gallo, y tu horizonte nunca opacado fue. Por más que hicieron tus alternantes, ¿cuándo te vencieron? Eres torero grande, eres inmenso, y yo soy ignorante, pero pienso 153
GAONERAS. SEMANARIO TAURINO. EL DEFENSOR DE LA AFICIÓN. México, 25 de marzo de 1924, Nº 23, p. 15.
y puedo asegurar, que eres querido en esta Patria tuya, que es la mía. como aquel dulce Nervo que se ha ido, tú eres el hombre popular del día. La Barra, Tampico, 12 de marzo de 1924. Julián Bear.154 1924 Son los que escriben en “El Taurino”… Son los que escriben en “El Taurino”, con “Varetazo” por capitán. son poco rectos, son insinceros, son los vampiros de los toreros, a los que nunca reposo dan. Son los que escriben en “El Taurino”, con “Varetazo” por capitán. Embaucadores empedernidos, muy bien trazado llevan su plan. por chifladura, brega “Chaquetas”; más otros lo hacen porque pesetas únicamente buscando van. embaucadores empedernidos, muy bien trazado llevan su plan. Altos, enanos, flacos, rechonchos, legión innocua (sic) formando van. es “Mala-Sombra” cobarde tío, aun cuando ostenta todo el trapío del terrorífico orangután. Altos, enanos, flacos, rechonchos, legión innocua formando van. Son los que escriben en “El Taurino”, con “Varetazo” por capitán. pasan vigilias aterradoras; a veces comen cada veinte horas… pero presumen de restaurant. Son los que escriben en “El Taurino”, con “Varetazo” por capitán. Anónimo.155 1924 154
Op. Cit. GAONERAS. SEMANARIO TAURINO. EL DEFENSOR DE LA AFICIÓN. México, 1º de abril de 1924, Nº 24 (En portada). Tales versos son la respuesta que, traducida en polémica abierta, sostuvieron redactores de dichas publicaciones: Gaoneras y El Taurino. 155
¡¡A LOS TOROS!! De gala, hoy, se viste alegre la Ciudad de los Palacios!... Cesaron, por fin, las lluvias que en nuestras calles formaron cayendo en horribles baches, los indecentes barrancos, y el sol reclama sus fueros; y están más verdes los campos, y un cielo de azul de índigo aviva nuestro entusiasmo. ¡A los toros, caballeros! ¡Arriba, señores!... Vamos a esa fiesta de luz y oro fiesta de gracia y de garbo, donde el hombre ante una fiera muestra lo que son redaños, y entre toques de elegancia derrocha de arte un ensalmo. ¿Qué a veces penetra el cuerno en las tripas de un caballo, y pone al aire el bandullo, y suelta al ruedo, en regalo, verdes materias fecales que adornan el espectáculo?... Y ¿qué? ¡Que viva el toreo, el arte de Yllo y del Tato; y afuera gazmoñerías, y a pie, en camión, en auto, o en tranvía, marchemos al Toreo a ver los guapos. Que la afición no se acaba aunque ande renqueando por mor de toreros “litris”, que cobran muchos “morlacos”, pero que no matan toros sino que matan limacos. Pero esto ha sido hasta ahora; porque, señores, este año habrá toros y toreros y valentías y aplausos, y, tan sólo, por “Madero” veremos pasar los mansos. ¡A los toros! ¡A los toros, villamelones y sabios;
que en esta noche del arte, siendo Luna el empresario, y estando en “cuarto” creciente, ¡creo que veremos claro!... Don SOMBRA.156 1924 Aleluyas de la Corrida de ayer… Lector, comí con cachaza, y luego me fui a la plaza. En un tren con alambrera, lo mismo que una perrera. Y de lo que yo vi allí, el extracto dejo aquí. La entrada, según infiero, no hizo perder el dinero. Mas se puede asegurar que no fue para ganar. LOS TOROS Ni muy grandes ni pequeños son los seis Zotoluqueños. Pero no los crió mal D. Aurelio Carbajal. No fue cosa de locura su poder y su bravura. Pero de ninguno, en ley, puedo afirmar que fue buey. Es decir, que fue el ganado, sino aplaudido, aceptado. LUIS FREG Luis Freg, de oro y amatista, se mostró muy poco artista. con la manta y la franela, ni ahora ni antes cuela.
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The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, Nº 1, México, octubre 13 de 1924.
Es el chico de Nonoalco más serio que un catafalco. Y a eso de “El Rey del Acero” hay que ponerle un pero. En el quinto oyó una pita, que no es ni para descrita. Intentó descabellar diez veces, sin acertar. Así es que el “Rey del Valor” ni dio frío ni calor. VALENCIA I Toreó José Valencia, con ganas, arte y decencia. Es por lo tanto, a mi ver, un buen torero Roger. En su primero y tercero fue valiente y postinero. Por su faena pareja pidió el público la oreja. Pero el señor Regidor no quiso darle ese honor. En lo cual obró prudente, pues hay que ser exigente. Ya lo dijo Monosabio, eso es un extraordinario. Yo le alabo al Concejal si es para todos igual. LOS PICADORES Los picadores, señores, no son malos, son peores. Su ineptitud tan notoria “está picando”… en historia. No hay ni uno para un remedio que no marre y no de tedio. Y son, del toro juguetes,
ni toreros, ni jinetes. LOS PEONES No han hecho en esta corrida nada que escribirse pida. Si por esa vía van muy lejos no llegarán. Y a algún peón ver yo espero de peón… de caminero. Es esta, lector amado, la impresión que yo he sacado. Bonita, pero aburrida, fue la primera corrida. Anónimo.157 1924 ¡Oh! Luna del corazón… ¡Oh! Luna del corazón, aunque novel empresario,158 de tu cartel el sumario ha gustado a la afición. Porque es verdad que en toreros los gustos más exigentes tienen maestros valientes y maestros postineros. Pero el ganado, querido,159 ¿no saldrá como el pasado al que, mejor que ganado se pudo llamar perdido?... De las vacadas el hierro 157
Op. Cit. Dichos versos se refieren a la corrida inaugural de la temporada taurina 1924-1925. Plaza de toros “El Toreo”. Domingo 12 de octubre de 1924. 1ª corrida: Luis Freg y José Roger “Valencia I”, con 6 toros de Zotoluca. 158 PADILLA, Guillermo Ernesto: Historia de la plaza EL TOREO. 1907-1968. México. México, Imprenta Monterrey y Espectáculos Futuro, S.A. de C.V. 1970 y 1989. 2 v. Ils., retrs., fots., T. I., p. 331. En el curso del mes de agosto de 1924 se efectuó un cambio en la empresa que había venido explotando la plaza de toros “El Toreo”, formándose la escritura constitutiva de una nueva sociedad formada por un grupo de aficionados cuya mesa directiva quedó formada de la manera siguiente: Presidente, don Ignacio Soto; Gerente, Dr. Jesús Luna; Director Técnico, don José del Rivero. 159 Op. Cit. Fueron adquiridos encierros de nuestras mejores ganaderías, como Atenco, San Diego de los Padres, Santín, San Nicolás Peralta, Piedras Negras, San Mateo, Zotoluca, La Laguna y Coaxamalucan. Del campo bravo español se trajeron dos corridas, una de Veragua y otra de Vicente Martínez.
sométase a austeras leyes, y a aquel que nos mande bueyes, que se le obsequie un cencerro. De los ases en loor, porque su historial lo abona, será Rodolfo Gaona el primero y el mejor. A no ser que el hado esquivo le envíe la mala suerte, y se ría de la muerte dejando algún toro vivo. Freg, don Luis, en su país mostrará que a nadie engaña, y como lo fue en España será aquí valiente, Luis. Que llenen bien su cartel sus volapiés con coraje, y que el yodo y el vendaje no tengan que ver con él. Valencia, José, jactancia pondrá de su arte en la esencia; pues se sabe que Valencia tiene arte y tiene elegancia. Que no se apodere el miedo jamás de su corazón, y de palmas un ciclón oirá sonar en el ruedo. ¿Montes?...160 En los horizontes del torero toledano no tiemblan pecho ni mano: ¡es todo un valiente Montes! Es un torero inquietante; y es tal su arrimen, que ignoro cómo hace para que el toro no le lleve por delante. “Chicuelo”:161 el rey del canguelo al llegar a Veracruz; y si quiere ver la luz que se muestre catedrático. “Valencia II”,162 el chato, 160 161
El autor se refiere a Mariano Montes. Manuel Jiménez.
afirman que es gran torero y que cuando dice quiero él solo cobra el barato. Pues bien, que largue su ciencia del arte de torear, y no nos venga a dejar a la luna de Valencia. Flores163 matador novel, dicen que viene dispuesto a colocar alto el puesto de su nombre, en el cartel. Si te quieres arrimar, ganarás nuestros loores; pero si no lo haces, Flores, Flores te vas a secar. Márquez,164 que tan aplaudido ha sido allende los mares, de sus machos y alamares mostrará el oro bruñido. A ver si yo soy profeta!... en aquesta temporada, la coleta más mimada será la de este coleta. En resumen, el torero existe sin duda alguna. Si es el toro bravo y fiero, la afición, según infiero, felicitará a Rivero y aplaudirá a Chucho Luna. Mas si por mala fortuna los toros son novillejos, como nuestra voz hombruna dirá a jóvenes y viejos, claros y buenos consejos ¡puede quebrarse la Luna!... (la luna de los espejos). VARITA.165 1924
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Victoriano Roger. José Flores, mejor conocido como Joselito Flores. 164 Antonio Márquez. 165 Ibidem. 163
DÉCIMAS QUE NO DICEN NADA. Ya empezaron las corridas, y empiezan las discusiones que por mil y una razones resultan muy divertidas. Las pasiones divididas hacen que cada uno aclame a su torero, y le llame “el as”, “el Kalifa” “el Rey”… “¡El que por su gusto es buey hasta la coyunda lame!” Avante, pues, los toreros; que cada uno de ellos dé cuanto tiene, que “el parné” y los aplausos sinceros no los ganan los “fulleros”. y, pues que hay que arremeter, por lo que pueden traer con su zumbido las moscas, “cuidado y no hacerse roscas porque se os pueden comer”. ¿Qué los toreros nativos tienen más valor y arte?... ¿Qué los de aquella otra parte se comen los toros vivos?... Toread, desaprensivos, sin temor al “colosal”; que a veces el más genial suele sufrir anestesias… “¡Hemos visto caer iglesias cuanto ni más un jacal!”166 Pero si los matadores no dán al testuz el pecho, y se creen que en barbecho es como el campo dá flores, a no quejarse, señores, cuando os silbe la gente; y sabed que es meramente culpa de vuestros pecados: “¡si es que sois malos pescados pues… vos lleva la corriente!” A luchar, pues, como buenos, sin trucos y sin engaños; que nunca causará daños ver lidiadores serenos de la fiera en los terrenos; 166
En términos muy coloquiales se diría: “cuanti mas un jacal!”
y, pues las famas se acaban más fácil aún que se graban, y esto no es cuestión de argolla, ¡a darle, que es mole de olla y las tortillas se acaban!” Que el torero que es torero y siente grande afición, y tiene su corazón en su muleta y su acero, adquiere fama y dinero. Pero el que lo toma a broma y al morrillo no se asoma, ese nunca ha de brillar, y siempre se ha de quedar “como el que chifló en la loma”. Anónimo.167
El propósito de este segmento (y también el que corresponderá a 1925), es recoger los materiales poéticos que aparecieron en publicaciones como The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón (1924-1925). En dicha publicación, fue común denominador la aparición de diversos textos, algunos de los cuales poseen la calidad que persigue un compendio como el presente. Pero he de confesar que pretendo reproducir todo aquel conjunto de “poemas” cuya calidad deja mucho que desear. Sin embargo, es pertinente aclarar que, por tratarse de materiales raros, aunque de mala calidad, no dejaré de incluirlos, quedando claro cuál era el tipo de construcción literaria que se utilizaba o producía en las épocas en que salieron publicados. En The-Kila hay incluso un propósito por remedar a autores como Espronceda, o Becquer, pero el resultado francamente es pésimo, y deja mucho que desear la sola intención de tan atrevidos copistas, que lo hacen además desprejuiciadamente. 1924 Al público. ¡Oh!, público amado, tengo que advertirte que en cuestión de toros debes instruirte. Que el toro de lidia, aunque lo veas mal, no debe ir por manso jamás al corral. Que al manso, señores, aunque no se crea, el que es buen torero 167
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, Nº 2, México, octubre 20 de 1924.
también le torea. Por eso te advierto, ¡oh! público amado, que ayer por la tarde, vamos, te has colado. Y el que presidía, no he sabido quién, por hacerte caso se coló también. Así es que a esa tarde, por estas razones, llamarla debieran de las “colaciones”. El buen presidente al público oyó; y como secuela claro, ¡se coló! Anónimo.168 1924 Humoradas Taurinas. (Con permiso de Campoamor). No te exaltes loando a los toreros, Porque el demonio, a veces, con sus tretas, Hace “maletas” de “ases” verdaderos Y hace “ases” de “maletas”… En la fiesta taurina Más de un detalle nos resulta feo, Más, así y todo, igual aquí que en China, La fiesta popular es el toreo. Aunque por tu modestia no lo creas, Tus verónicas de hoy fueron muy feas. Si la codicia del torero es mucha, Pedirá, pero Luna no le escucha. A todo ser creado Le gusta ver al diestro muy pegado; Más cuando el toro llega ¡el más guapo, lectores, se despega! 168
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., octubre 20 de 1924, Nº 2.
Al toro sorprender con mil medidas Querías; más ya viste… ¡ni por esas!, Que hay “moruchos” que tienen siete vidas, Y ellos dán al torero las sorpresas… “El niño de Bustablao” “se encuna” sin duda alguna, Pero, ¿niño” y en “la cuna”?... ¡Creo que saldrá cacao! En cuanto al bien y al mal, nada hay lejano; A cualquier diestro se le vá la mano… Ya sé, ya sé que con formal empeño Soñaste matar bien… ¡pero fue un sueño! Voy a decirte una verdad, y es ésta: ¡aquélla puya estuvo muy mal puesta”. Anónimo.169 1924 AL CORRAL. Ya empezó la temporada; y juzgando la “tourada” dice un profeta ideal, hechura de Pepe Moro, que hogaño no irán los toros al corral. Mas, por si acaso el profeta con ribetes de poeta hubo calculado mal, yo sólo digo: ¡”quién sabe”! mientras preparo la llave del corral. Si un torero postinero de los de mucho dinero, va a la plaza y queda mal; con traje de seda y oro debe ir, cual si fuera un toro al corral. El “pincharratas” tumbón que alrededor del pulmón abre un “siete” colosal, 169
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., octubre 20 de 1924, Nº 2.
merece, por justas leyes que vaya como los bueyes, al corral. Los peones inhumanos, que torean a dos manos y doblan al animal partiéndole los riñones, deben ir por mil razones al corral. El cambiador impreciso, que para dar el “aviso” no se conserve neutral; y cambia muy mal las suertes, debe ir, entre pitos fuertes, al corral. Esos miembros de la porra que a los toros van “de gorra”, y, que lo haga bien o mal, vituperan a un torero porque otro les dio dinero, al corral. Y en fin, el pobre poeta que esta letrilla os espeta con “frescura” sin igual, vosotros decís, lectores, si se va con sus honores al corral. Uno CUALQUIERA.170 1924 CARTAS A CHUCHA. (En Puruándiro, Mich.).171 COPLAS DE LA CORRIDA DE AYER. Ay, Chucha de mi alma, tiritando, te escribo esta misiva, dulce amor mío!... por Puruándiro debe de estar nevando porque es aquí Chucha, muy grande el frío. Pero, ¿qué vas a hacerle?, con frío y todo me voy a la corrida, por de contado. 170
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., octubre 20 de 1924, Nº 2. 171 Quizá deba decir “Desde Puruándiro, Mich.”
si hace frío me calo mi sobretodo; si no, ¿para qué es uno aficionado? La entrada, me dice Luna, que es para hacer fortuna. Pero creo que exagera al hablar de esta manera. No está la plaza atestada, mas hay una buena entrada. Si así sigue su fortuna, algún astrónomo abuelo hablará sin duda alguna de las estrellas del cielo y “de los cuartos de Luna”. Hoy, con Valencia alterna Montes, Mariano; y es un cartel de egregia categoría: ¡Valencia que en finuras es cortesano! ¡Montes que es pura esencia de valentía! Vamos a ver lo que hace esta pareja de la que espera tanto toda la gente; mas, ¡ay!, que la esperanza es una “vieja” que nos “pinta un venado” muy fácilmente. Ya estamos en la plaza; el lapicero esgrimo, y con los ripios voy a la lucha; escucha las canciones de tu coplero, porque hoy hay cosas buenas, escucha Chucha: LOS TOROS. “Una boyada hasta allí, con una “guasa” hasta acá. mal empieza Atenco así. ¿Seguirán los bueyes? –Sí. ¿Hasta cuándo? “Chi lo sá” Como por la muestra basta para poder deducir, es una verdad que aplasta que bueyes han de servir hasta que acabe la casta. Y vámonos ya a otra cosa; porque según creo yo no merece voz ni glosa la “bueyada” que mandó don Antonio Barbabosa. VALENCIA I.
Hoy, Valencia ha rayado a gran altura; gracia y arte, elegancia, ángel, bravura, que es lo que del toreo forma la esencia. realizó unas faenas tan soberanas que hubo palmas, sombreros, olés, dianas, y hubo hasta el “desenviruten”, para Valencia. Hizo dos cosas malas, fuera de tono: pero con mucho gusto se las perdono, pues en el toro sexto… ¡ay, hijo mío!, de alabar a tu madre me puse ronco; que así torean y matan un toro bronco los que saben hacerlo y tienen brío. MARIANO MONTES Muchas palmas escuchó en cuanto que salió al ruedo, Montes Mariano, el gachó que nunca conoció el miedo. Pero este año mal empieza, pues aunque al primer morucho le toreó con destreza y hasta apretándose mucho; tantos desarmes sufrió pasando al cuarto animal, que allí, a mi cuenta, empezó el desarme universal. Y, ¿luego al matar?... ¡Qué lata! Al ver su faena sosa le cantaba una beata con música religiosa: “Mira que te mira Dios, mira que te está mirando, que al toro quieres matar sin saber cómo ni cuándo”. Le agarró el toro sexto de una manera como “pa” darle el hipo a otro cualquiera. Tres veces le echó al aire el fiero astado, y me temí un horrible desaguisado. Mas salió el hombre ileso de aquesta liza, aunque debió llevarse la gran paliza. RESUMEN.
Los toros, bueyes de acción, y Valencia hecho un vergel, saliendo del redondel en hombros de la afición. Montes, dando la emoción, arrimándose al burel, y sufriendo un desnivel por causa de un revolcón. ¿Los demás?... Una ovación a Ferro, con un laurel, por un par que ni a cincel. y aquí acaba mi misión. Catarino.172 1924 Cartas a Chucha. Aleluyas de la corrida de ayer. ¡Viva “Valencia”, señores, quiere hoy gritar el coplero”… No la tierra de las flores, ¡viva “Valencia I”. ¡Ay Chucha del alma mía, hoy fui a la plaza también, y ya sé lo que es hombría y toreros de “chipén”. Con “Valencia”, el madrileño, es decir el cortesano, toreó su hermano pequeño que se llama Victoriano. Y de lo que allí pasó la impresión te quiero dar, justa, como lo soy yo. pónte, Chuchita, a escuchar: LOS TOROS
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The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., octubre 20 de 1924, Nº 2. La crónica en verso reproducida aquí, corresponde al segundo festejo que se llevó a cabo en el “Toreo” de la ciudad de México, la tarde del 19 de octubre de 1924, donde lo notable y desalentador es la presencia, una vez más de un mal encierro de Atenco. El autor, hace referencia de estar haciendo su quehacer “poético” desde la población michoacana de Puruándiro. Claro, habrá que tomar en cuenta la carga humorística que impera en The-Kila para entender que la construcción de dichos versos tampoco fue hecha bajo los más rigurosos esquemas, aunque no deja de ser notoria la intención de concebir lo mejor del lenguaje poético.
Nueve toros, y ninguno nos largó Antonio Llaguno. si siguen así, no creo en toros de San Mateo. la mayor parte del flete estaba aún en el destete. Eran chicos de techumbre y grandes en mansedumbre. pues no sacó ni un novillo la bravura de Saltillo. Mas del ganadero en prez sacaron su pequeñez. Nueve salieron al ruedo y ocho corrían de miedo. Y sólo uno, por decoro, hizo pelea de toro. Ya puede afirmar Llaguno que de nueve se lleva uno. Y que en su alteza taurina hoy se le clavó una espina. Es verdad que “lo sintemos” (sic) ¿Se la sacará?... ¡Veremos! VALENCIA I Alguno dijo que Pepín era torero fino, pero medroso; y yo, Chuchita, pensé que así era. Mas esta tarde su audacia fiera con sus bravuras nos llenó el coso. Así, Pepito, así se mata; y así se ganan las ovaciones. ¡Capote en ristre, ciencia sensata! ¡Muleta en mano, qué catarata! Y en todo, cuántos… cuántos riñones! Si así prosigues, en el “The-Kila” tendrás amigos, tendrás reclamo; y pues tu arte mieles destila, si tu alma brava jamás vacila andarás cerca de ser el amo. VALENCIA II “Valencia II, el chato, según dicen en España, es bravo como un jabato y en la taurina campaña suele cobrar el barato. Pero hoy la suerte enemiga le hizo trastornar sus leyes;
pues dígalo quien lo diga, nunca se pudo a los bueyes pasarlos por la barriga. Dá Victoriano el parón como he visto pocas veces, y es torero de emoción, y no es de los que están peces cuando despliega el mantón. Mas si he de decir verdad, con el estoque, este chico, no es una celebridad. Mata más un merolico de los de nuestra ciudad. Catarino.173 1924 HUMORADAS (Con permiso de Campoamor). En cuestión de toreros siempre verás iguales derroteros. Después que la afición los ha subido, prosigue fementida esta rueca incesante de la vida: estimación, aplauso, y luego olvido! En el matar, lo mismo hoy que antaño, debes hacer lo que haces en el baño; porque en los dos la gracia y la belleza consiste en que “se salga con limpieza”. Dices que tu toreo es efectista. No es menester que tú nos lo propales. ¡Qué bien “giras” en pases naturales!... “Giras” a España letras a la vista! La vida es un bostezo continuado, han dicho los filósofos a coro. Unas veces porque es un buey el toro; otras porque es el “diestro” un desahogado! En materia del arte de torear siempre estoy por la suerte de matar. Este aserto aquilata; pues si sigues con tanto contratiempo, muy pronto no tendrás una contrata 173
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., octubre 27 de 1924, Nº 3.
y te vamos a ver matando… el tiempo! Por no saber torear, -la gente exclama-, que de cada corrida haces un drama! ¿Qué a comprender aspiras cuando el torero tiene exposición?... De cuantas veces causa tu emoción la mitad por lo menos son mentiras. Cuando te vió torear, cantó el poeta, admirando tu arte pura y neta: “Venciendo a tus rivales, con la muleta escribes madrigales”. No cesa en la querella de maldecir su sino malhadado: cuando iba para estrella, le cogió un toro y resultó estrellado! El fotógrafo mío, no se puede negar que es todo un tío. ¿Pues no quiere que crea que dio Valencia una estocada fea?... Ya es torero mi chico; y sube… sube… y subió en un derrote hasta una nube. Anónimo.174 1924 Calaveras en versos agresivos De varios muertos y varios “vivos”. MUERTOS Y VIVOS. Con faenas inmortales el Kalifa os llevó de la gloria a los umbrales; mas por designios fatales que el padre Satán dictó, ¡ved, amigos fraternales que el más inmortal soy yo!
JESÚS LUNA Tuvo talento y fortuna; sus socios contaron, hartos, 174
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., octubre 27 de 1924, Nº 3.
las dobles, una por una, y admiraron a la “luna” que siempre les daba “cuartos”. “MARTÍN GALAS” Fue un buen escritor festivo; sainetero de recibo que triunfó entre los artistas; pero este “muerto”, fue “un vivo” para enderezar revistas. ALBERTO G. TINOCO Fue el Sindicato su hechizo; y dejó esta vida triste donde famoso se hizo, por los efectos de un chiste que le hizo “El Pato Cenizo”. “EL CABALLERO LÓPEZ” Su ingenio fue soberano, -de esto no hay la menor duda;y una tarde de verano se marchó a la tumba, ufano, por efecto de una “cruda”. JUAN SILVETI Fue un “as” de la aviación; “as” del puro y del mechón, y, para no perder ripio, quiere, por una elección, hacerse “as” del municipio. “EL CALIFA” Fue un “as” que hasta el infinito ganó fama, honra y cartel; murió del mal de San Vito. (Nota breve: “Charolito” murió mucho después que él). LUIS FREG Como es público y notorio vino al cartel por tris a hacer del valor emporio; mas siempre será Don Luis el segundón de Tenorio. “JUAN GALLARDO”
Cuate de Silveti era; mas cuando perdió este bardo su nombradía torera, se concretó a ser “gallardo” y un tantito “calavera”. “CURRO FAROLES” Fue culto, gran humorista y excelente autor teatral: Murió de un callo infernal, mas antes, en su revista, abrió a muchos en canal. “VALENCIA I” Buena “espá”; torero fino; verónicas bien templadas!... En su dinero, sin tino, se lo ha gastado en portadas de “El Universal Taurino”. JESÚS JANET Cervecero de pupila, gerenteó la Toluca, y en su cojera intranquila aún cerveza destila desde los pies a la nunca. llevó la administración de “THE-KILA”; más, “e vero” que murió de inanición; pues, señor, ¿qué hace un cajero en donde no hay ni un botón? EL OTRO LUNA Como a su hermano, ninguna estrellita le importuna en el cielo peregrino, este es, lector, la otra luna del firmamento taurino. “DON SOMBRA” Por caprichoso así se nombra; y aun cuando es buen español que a sus paisanos asombra, jamás se pasa “Don Sombra” la vida tomando el sol. “MONOSABIO”
Luchó en la vital contienda más años que quince loros; puso de adjetivos tienda, e hizo crónicas de toros… (y alguna que otra vivienda). PANCHO CARREÑO Entre líos judiciales y entre copas y tamales, sin perder paciencia y tino, se hicieron sus funerales ha poco en el “Club Taurino”. “VERDUGUILLO” Juan pagaba un comedor, pero él, lleno de rubor, se disfrazó de virtud; ¿quién pagará el ataúd de este ladino escritor? “VARETAZO” “El Universal Taurino” entregó a cierto beduino y se lo perdió por bobo; pero no importa; Regino pronto subirá en “El Globo” PEPE DEL RIVERO Murió el señor del Rivero: orlado de siemprevivas pongámosle este letrero: “¡Tres quiebras consecutivas y no usó nunca braguero!” “DON NADIE” Viendo la gloria perdida se escondió tras del anónimo con constancia decidida; y así, pasó por la vida siendo lo que su pseudónimo… “VALENCIA II” Se presentó en el “Toreo”; su debut resultó feo y hoy se encuentra en una pausa… ¡Caray!... ¡Y todo por causa
de un manso de San Mateo! RAMÓN LÓPEZ Este es el más ofendido… a otros dio gloria y honor y él se quedó convertido en el buen Comendador de aquel negocio fallido… Anónimos.175 1924 Fiesta de toros… vista por un estridentista. Vamos a los toros con todo y sombrilla, que allá en las alturas el sol fuerte brilla. Para llegar raudos tomamos un Ford que nos lleve pronto con todo confort. Faltan dos minutos para dar comienzo, estamos los justos, no sobra un asiento. Las cuadrillas hacen el paseo triunfal entre el griterío del pueblo animal. El clarín sonoro manda sacar toro y sale un berrendo de mucho trapío que causa pavor tremendo entre los chulos que se hacen un lío. Se adelanta el matador, nos baila una danza apache. por el ballet del señor la bronca se oye en Larache. Mata varios pencos el toro de Xajay, ¡Caballos! ¡Caballos! grita el pueblo soberano y desde el callejón les hace con la mano la seña de que no hay. Broncazo se oyó en Sanghai, ¡La Pólvora! ¡La dinamita! El desmiguen y el ¡ay! ¡ay! Se quedan por los tendidos los muertos y los heridos. La gente de luto se viste. 175
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., noviembre 2 de 1924, Nº 4.
¡Fui a la plaza alegre… y vuelvo triste!... (ah, y en la refirega perdí la sombrilla). Don TRANQUILO.176 1924 Décimas que no dicen nada. El Tigre de Guanajuato, que igual a un potranco ensilla que pone a un gallo cuchilla, sufrió este año un arrebato y no pudo cerrar trato. Mas viendo su desacierto ya quiere entrar en concierto con la nueva Sociedad: “en tiempo de… tempestad ¡cualquier agujero es puerto!” ¡Qué bien estuvo “Valencia” el diecinueve (domingo)! Puso en “El Toreo” el mingo de lo que es valor y ciencia. ¡Eso es la “circunspitencia” (sic) del arte de torear! Y en el sexto “pa acabar” dijo soltando los frenos: “sólo oísteis relampaguear, Ora escucháis ya los truenos”! Pero ahora viene su hermano; ¡quien sabe si se le trepe, y en la lucha mano a mano venza Pepe a Victoriano, o bien Victoriano a Pepe! Mi musa, no es agorera; pero, anciana, en su chochera a mi oído refunfuña que “es siempre la mejor cuña la de la mejor madera”. Que es fácil que este “fratelo”, mano a mano con José, nos enseñe el A. B. C. del toreo sin camelo. Y si hay amor propio y celo, apretará en la tarea; y a su hermano, en la pelea, le dirá sin que se empache: “ora lo verás, huarache, 176
Op. Cit.
¡ya pareció tu correa!” Anónimo.177 1924 CARTAS A CHUCHA. Igual que un globo de fuego… Igual que un globo de fuego el sol en lo alto brillaba; Flores veían las sendas de mi juventud lejana…! ¿Por qué hoy, al ir a los toros, se posa y trina en el alma un recuerdo de los tiempos en que ilusiones yo hilaba…? Es, Chucha, porque esta tarde van a actuar en nuestra plaza dos tipos de los “madriles”; de aquella Corte de España, en la que, en mis juventudes, los incensarios de plata de mis labios y quereres quemaron la mirra santa. ¡Ay Chucha, cuántos recuerdos! Pero, vamos a la plaza a ver que hacen los dos “gatos”, si es verdad que tienen garras. VALENCIA II Ha de estar en candelero, ganando “guita” y cartel y ovaciones a granel, porque es valiente torero. Hoy, vendiendo corazón, hizo en valor mil alardes; pues dice que los cobardes nunca ganan la ovación. Y en su ansia de brillar con más kilates que el oro, en su segundo, (buen toro), se hizo aplaudir a rabiar. Del oro y aplauso en pos, puede ir como torero. Muy bien, Victoriano; pero no descabelles, por Dios! ANTONIO MÁRQUEZ
177
Ibidem.
Torero de nueva hornada, en la plaza de “El Toreo” aún casi que no hizo nada; pero lo hará, según creo. Sigue muy fácil bregando, y fácil con los rehiletes; y aunque no es MARTE matando tiene en maestro ribetes. Esperamos que algún día muestre de su arte el sello; hasta ahora es una bujía que sólo dio algún destello. Catarino.178 1924 Guitarra The-Kilera. No te quedes en la cara al tirarte el coladero porque Dios o el toro quitan a aquel que tapa lo bueno. Tengo un dolor no sé donde, nacido de no sé qué… Nació con la voltereta que te largó el toro ayer. Acá dentro del pecho tengo un gusano: ¿también a mí me baña mi caro hermano? “Donde hay gusto, no hay disgusto”; es verdad ese cantar. Pero donde hay toro hay suerte. Quiero decir y no digo, y estoy sin decir diciendo que a pesar de “Monosabio” eran mansos tus becerros. Anda, y vé, y dile a tu madre que dice un cantar muy viejo, que aquel que maneja el látigo, es que nació “pa” cochero. No presumas más, chiquillo!... Si no has de matar el toro 178
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., noviembre 10 de 1924, Nº 5.
“pa” que mirarle al morrillo? Yo vivo de lo que como y bebo de lo que hay; pero el “THE-KILA” señores no me lo puedo tragar. “Sombra le pedí a una fuente agua le pedí a un olivo”, te pedí a ti educación… ¡yo ya no sé lo que pido! Anónimo.179 1924 Suertes del Toreo. Pepe, que siempre ha tenido afición hasta las cachas, hoy con un par de muchachas, a recrearse ha salido. Y yo al verle en tal recreo, le dije ¡Hola! ¿Qué tal? y él contestó: don Marcial, ya ve usted, haciendo el paseo! En cambio el guapo Ruperto, que a Paz pidió relaciones, al decirle Paz que “nones” se “ha caído al descubierto” y ahora pierde la chaveta al no alcanzar su querer; y todo por no saber “empaparla en la muleta”. Y ¿qué hace doña Crisanta cuando un día y otro día acompaña a Ana y María Y a sus dos novios…? “Aguanta” ¿Y Margarita que vive de alguna que otra visita…? ¿Qué suerte hace Margarita…? Pues Margarita “recibe”. Y aquí callo, y no prosigo, no sea que a la mejor quiere ponerme el lector “una vara de castigo”. porque a veces el coplero, cargado de alevosía, con la pobre poesía actúa de “puntillero”.
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Op. Cit.
UNO CUALQUIERA.180 1924 CARTAS A CHUCHA. “Pensando en esos versos…” “Pensando en esos versos que no se escriben nunca”, al corazón le vienen extraños arrebatos, bella Chucha. Pero hoy creo que broten, hoy espero que surjan como el agua que corre entre las peñas, como la voz de la verdad desnuda. ¿Sabes por qué, Chuchita…? Porque hay gentes que tienen la frescura de afirmar que yo soy antigaonista, y hoy se presenta en la taurina justa, el indio de León, el gran Kalifa, el sol, y las estrellas, y la luna del Firmamento táurico, donde surge la luz que nos alumbra. con que, voyme a los toros, y a ver qué pasa, Chucha, “pensando en esos versos que no se escriben nunca”. ¡Camarada, qué entrada!: -entusiasmada exclamaba una niña de líneas grecas; yo aseguro, señores, con esta entrada, que “los cuartos de Luna” se hacen aztecas. LOS TOROS Ni clarines, ni timbales merecen, ni alegre diana aquestos siete animales cuya estampa no es lozana. Eran finos de puñales, y a la par fieras bonitas… Para el que huya “catedrales” y le gusten las “ermitas”, don Lubín, no debe mandar esas reses…! Sus toros son toros de sangre, a mi ver; pero tan pequeños, de tan pocos meses, y todos tan faltos de fuerza y poder…! GAONA Bien comienza el de León 180
Ibidem.
pues aunque en sus dos primeros no calentó los braseros de la taurina afición al fin sacó del arcón su estuche de monerías y lució con más bujías que el mayor arco voltáico, sacando el toreo arcaico: ¡el de sus mejores días! Le perdono el bajonazo que en el segundo largara. Arqueó y volvió la cara al dar el papirotazo. Pero fue tan torerazo luego, que de corazón quiero unirme a la ovación que ardiente surgió en su abono; y todo se lo perdono al Kalifa de León. Buen debut tuviste, maestro Gaona, si así continúas, mi musa tranquila cantará las gracias de tu arte y persona y sabrá ofrendarte sabroso “The-Kila”. VALENCIA I Este “Valencia”, Roger, de “Valencias” el primero, dejó de actuar de bañero y pasó bañado a ser. En sus primeros bureles hizo de dominio alarde; pero no estaba esta tarde para almacenar laureles. Por eso hizo en su postrero una faena de aliño. Vamos, que hoy no alcanzó el niño el ser “Valencia” y Primero. LOS DEMÁS No os hablo de los demás, porque, del arte en los senos, no es verdad que son de más pues que todos son de menos. Los chulos no hicieron nada que se merezca escribir. No lograron conseguir ni un pito, ni una palmada. Pues ¿y de los picadores…? Cuelgo la pluma y me enrosco: no ha picado bien ni “El Mosco”, lo que es el colmo, señores.
Catarino.181 1924 GUITARRA THE-KILERA. Ven acá y haremos paces… Ven acá y haremos paces pues no está puesto en razón que a un torero arrepentido no se le otorgue el perdón. Por ti y por mí lo dijeron; y al cabo de días mil los dos cobran las carátulas… en el agua donde ha de ir. Arrímate al toro; arrímate, niño. Porque agüita pasá, compañero, no mueve molino. Tu pensamiento y el mío son fáciles de cumplir: Tu quieres matar bien toros; y yo verlos bien morir. No hay torero más garboso y más torero que tu; por supuesto, cuando quieres: Lo juro por mi salú! El carbón que ha sido áscua al ver la lumbre se enciende; quien ha sido buen torero torea bien… cuando quiere. A la puerta de tu casa voy a escribir con carbón: A todo el que codillea le da el toro un revolcón”. Dos caminos “tié” el torero para quedar con decoro: El de arrimarse a su casa y el de arrimarse a los toros. Malhaya quien lleva y trae Y quien da malos consejos; 181
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., noviembre 17 de 1924, Nº 6.
Malhayan los secretarios Que tienen los revisteros. Revistero que te vendes, ¿cuándo Dios permitirá Que puerta a donde tu llames La encuentres “clavetea?” La encuentres “claveteá” Y ostentando este letrero: “si quiere vivir del toro Ten valor y sé torero”. La respuesta que me han dado No te la quisiera dar: Dicen que de los dos nuevos Ninguno vá para “as”. Tengo de escribir tu vida Y la he de publicar; Que sepa el mundo las veces Que entras a descabellar. Algún día querrá Dios Que la fortuna se vuelva Y seas buen matador. Anónimo.182 1924 CARTAS A CHUCHA. Aleluyas de la última corrida… Cielo azul qué maravilla; un sol que en lo alto brilla como rojo reververo, esto aquí igual que en Sevilla es un gran día torero. Vayamos, pues, a la fiesta del color y los pitones; que indudablemente es ésta donde más se manifiesta el ardor de las pasiones. Alterna hoy con el de León, el Petronio campeón, un mozo que es madrileño, y tiene el cuerpo pequeño, Y muy grande el corazón. Vamos, pues; arrea, auriga. a los jamelgos hostiga, 182
Op. Cit.
y hacia “El Toreo” con fe; y a quien San Juan se la dé San Pedro se la bendiga. LOS TOROS Mandaron al elenco, seis toretes de Atenco. Y eran “pa” causar pavura pero tenían bravura. Pues aunque hay que conceder, que no tenían poder, su sangre no era de horchata, sin ser una catarata. Por eso, hasta este momento, de Atenco es el lucimiento. GAONA Después de aquella faena, impecable por lo buena, que había hecho a “Brillantino” yo no creí que Gaona con su pereza tumbona volviera a escanciar su vino. Mas salió el toro “Faisán”, y sintiéndose Sultán, o sea el amo y señor, volcó en la plaza el tesoro del arte, y en este toro, fue su faena mejor. Eso es maestría y arte, aquí y en cualquiera parte; y eso es ritmo, y es cadencia. Hoy rememoro los días de elegancia y bizarría en Sevilla y en Valencia. VALENCIA II Ya despertó “El Chato”. Y qué despertar!... Es un arrebato que produce flato de tanto temblar! Tan cerca del bicho se larga el parón, que es verdad el dicho: Pone en entredicho la respiración. Si así sigues por el mundo, tan valiente y tan torero, va a dudar hasta el cartero
si eres “Valencia”, el segundo, o eres “Valencia”, el primero. Deja que tu mano estreche, y hoy el cantarte aproveche como artista consumado. ¡Esto es torear parado y lo demás es… Campeche! CHULOS Y PICADORES Cuando la cosa está buena todos luces en la escena. Por eso en diversos modos hoy estuvieron bien todos. Sobresaliendo “tantito” Cárdenas y “Rosalito”. RESUMEN ¿Resumen…? Una corrida de esas que se llaman locas, porque se pescan muy pocas en el correr de la vida. Y que sin más alegato, como dijo una “pelona”, que venga otra vez Gaona “al alimón” con “El Chato”. Catarino.183 1924 GUITARREOS. Ya camino de la plaza marcha el torero contento, en la cara una sonrisa y la procesión por dentro. Te lo digo francamente, torerito de cristal: Puedes creer a tu amigo ¡con la capa estás muy mal! ¿Qué bregas muy bien…? Conformes. Pero: ¡ay!, banderilleando… ¡Mejor no me lo recordes! ¿Qué el trapo rojo en tus manos se convierte en filigrana? 183
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., noviembre 24 de 1924, Nº 7.
Está bien; mas no hay derecho a tener tanta jindama. Desde que te ví matar dije para mi capote, no será nunca este niño un virtuoso del estoque. Bendita el agua del mar que tiene sal y salero. y bendita sea la hora que te quites de torero. Ya con esta me despido y no te quejes de mí, si aquí no te canto elogios hasta pronto “mon ami”. Don TRANQUILO.184 1924 Guitarra THE-KILERA. ¡Cómo siente un melonero… ¡Cómo siente un melonero que le roben un melón…! Lo mismo siente el que paga por ver un mal matador. Las ilusiones son, niña lo mismo que el mal torero; los dos vestidos de oro se pasan la vida huyendo. ¡Ha tenido gran fortuna…! Grande fortuna ha tenido: ¡salió ileso de la cuna! No tienes tú la culpa; yo al toro culpo de que ayer te llevaras aquel gran susto. La cartilla del torero la pasé letra por letra, y en cuanto llegué a la V, allí me quedé diciendo: Eso es: “¡valor y querer!” Aunque vas por la calle 184
Op. Cit.
tan postinero, no le digas a nadie que eres torero. No le digas a nadie que eres torero, aunque vas por la calle tan postinero. Yo te digo la verdad: Si vale el consejo mío, no vuelvas a torear. Alza la voz, pregonero; pregonero, alza la voz, y dí por calles y plazas que tiene arte y valor. Tu torear lo comparo con la mudanza del tiempo; ya se nubla, ya se arrasa, ya diluvia, ya hace bueno. Con toreo “efectista” tu no me engañas; que si tú tienes conchas, yo tengo escamas. Compañerito del alma, por la salud de tu madre, un par de banderillas no se lo cuentes a nadie. La fortuna que tú tienes; que no tengo mala lengua; como has “picao” a ese toro no lo sabe ni la tierra. Si mi pluma se vendiera cuánto me estabas debiendo!... Pero como no se vende ni me debes ni te debo. En los libros, del Olvido toda la visa se atora, mas yo no puedo olvidar la faena de Gaona. Anónimo.185 1924 185
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., diciembre 1º de 1924, Nº 8.
CARTAS A CHUCHA. Aleluyas de la última corrida. Hermosa está la tarde, Chucha mía, Esta es tarde de fiesta!... Ha protestado en el Stadium Calles, Mientras la multitud le victorea; Y es el cielo un remanso, en cuyos claros Cristales transparentes se refleja, Sobre la paz del mexicano suelo, Una era feliz que hoy alborea. Me voy pues, al Toreo, linda Chucha, Gaona y Márquez hoy allí torean, Y el indio le dará la alternativa A un chaval del Saltillo, que ya hombrea. Le llaman “Armillita”; allá veremos si es que debe alternar o es que no alterna. LOS TOROS Los toros de Zotoluca Traen poder en la nuca, Pues son, amada lectora, Los más grandes hasta ahora. Sin menester obligallos Acuden a los caballos. Pero afirmar es leal Que fueron broncos, tal cual. Es más noble y el más bravo Fue el quinto, llamado “Pavo”. ARMILLITA Ya está en el cancel!... Tú, que no sabes Porque al correr del arte los jardines Es muy triste el olor de los jazmines Cuando estos versos de leer acabes Quizá la frente pensativa inclines, Y a recoger aplausos te encamines Entre toreros, ya doctores raves. Haz un firme propósito en tu alma: Que el valor te rebose por los poros, Y así del arte cortarás la palma. Pues hoy por hoy, lo digo sin desdoros, Toreas, tienes arte, y tienes calma; Más te despegas mucho de los toros. GAONA Gaona, que hoy ejerció De profesor, pues que dio A “Armilla” la investidura,
En su primero, enseñó Lo que es canguelo y “paura”. ¡Oh! gran “as” de mi baraja; En este toro, al fungir, No me gustaste ni miaja, Pues no hiciste más que huir, Es decir, “irte de naja”. En cambio diste en el clavo, Como las cosas se piden Con la faena, que alabo, A aquel toro que era “Pavo” Y no era moco de ídem. Muy bien como rehiletero; Grande como muletero; Eso lo alaba cualquiera; Pero matando… embustero, Siempre te has echado fuera. ANTONIO MÁRQUEZ Templa con el capote, Lo que es gran dote; Banderilleando es fino, Tiene arte y tino; Con la muleta es suave, Como ala de ave; Y también cuando mata Saber delata. Pero es lo cierto Que, aunque sin desacierto, Y con ribetes, No me emociona Ni en capa, ni en rehiletes, Ni en la franela, ni en la tizona. LA QUE VIENE Para el domingo, “Chicuelo”. Dizque alterna con el chato. Veremos si es un modelo De artistas o de canguelo El sobrino del “Zocato”. Que “Chicuelo” es elegante, Y que es torero brillante Lo afirman en toda España. A ver si no nos engaña Y se echa el niño “pal ante”. Catarino.186
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Op. Cit.
1924 CARTAS A CHUCHA. Aleluyas de la última corrida. A siete de diciembre, Amada Chucha: Esto no es una tarde del Invierno: Es algo así como una llamarada de tus ojazos negros de esos ojos que yo nunca he llamado, como un cursi poeta, dos luceros, porque son algo más: son dos centellas que de tu alma alumbran el misterio!... Hace una tarde, hermosa Chucha amada; y a los toros me voy, donde “Chicuelo”, que es un joven que tiene cara niña, pero que dicen que es un gran torero, hoy va a hacer su debut. Espera, Chucha, tantito, y lo que pasa allí te cuento. LOS TOROS Los toros de Piedras Negras son más bien chicos que grandes, es decir, de los que gustan a los toreros fiambres. El primero y el tercero es posible que pesasen quince o diecisiete arrobas, ¡señores, qué catedrales! ¿Y por estos caracoles dan los mil pesos del margen? Vamos, bueno que se cobren, pero malo que se paguen. ¿Qué son unos brutos finos y más suaves que un laxante?... Está bien; pero no son de respeto para nadie. ¿He dicho algo, o no he dicho algo? Pues entonces, adelante. CHICUELO La trompeta de la Fama, (al par que el tío Zocato), que él merece el califato con voz poderosa clama; pero hoy se lo comió “el chato”. ¿Qué es torear es básico, y que es su arte aristocrática?... Es una verdad dogmática pero dentro de lo clásico
nos dio una tarde linfática. Es cierto que es la primera, y hace esperar, y se espera, que ha de estar mucho mejor, porque hay hechura torera aunque no hay mucho valor. Pero, esperando días buenos, hoy confesamos serenos ser también verdad dogmática que “Chicuelo” mata menos que una receta homeopática. VALENCIA II “Valencia” estuvo de “buten” al torear y al matar; ¡Eso es salirla a buscar, y eso es el “desenviruten”! ¡Cómo se arrima al morucho, y cómo aguante el embroque! ¡Eso es ser un “aguilucho”, y es irse tras el estoque! Hace el corazón pedazos de tanta y tanta emoción. ¡Cómo dá este hombre el parón! ¡Cómo dá los muletazos! Cuándo vuelva a torear, aunque sé que no se estila, a la plaza ha de llevar catorce tazas de tila y seis de agua de azahar. LOS OTROS Hubo un poco de barullo. A cada uno lo suyo; pero afirman mil versiones que han “estao” bien los peones. Palmas llevando y no pitas sobresaliendo “Magritas” el gran piquero “Barana” puso una puya galana; y se llevó un gran porrazo en un feo marronazo. RESUMEN Este es el resumen mío,
escrito en verso y al vuelo: si es que en otra, oh hado impío, nos dá más gusto “Chicuelo” que se lo cuente a su tío. Catarino.187 1924 Humoradas Taurinas (Con permiso de don Ramón de Campoamor). Si hago al juicio una llamada me responde en su clamor, que hay torero si hay valor, y si no hay valor no hay nada. ¡Qué verdad, oh matador, dice el que jura y perjura que, aunque es grande, es tu “pavura” de tus faltas la menor. En cuanto te ví ahuecar he llegado a presumir que poco debe torear quien tanto piensa en huir. Si dócil a mis consejos los pretendes acatar, no estés del toro tan lejos, porque eso no es torear. Así en inútil porfía, pasa la vida traidora de tu toreo, “arma mía: yo pidiéndote que “ahora”, tú diciendo que “otro día”. La rueda de tu toreo, es así en su pesadez; pinchar, pedir otro estoque, para pinchar otra vez. Como César llegó aquí, y enseguida pronunció el yo “vine, ví y vencí”; mas vino, vió y… no venció. ¿Qué ese toreo es verdad, y ese toreo bravío?... 187
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., diciembre 8 de 1924, Nº 9.
Vaya, niño, en caridad, vé y cuéntaselo a tu tío. Lo recuerdo de tal modo, que aún creo que estoy mirando cómo te fuíste “najando”, y cómo encorvaste el codo. Con permiso del Eterno dudo cuál será mejor, si el torero dulce y tierno o el torero de valor. Anónimo.188 1924 CARTAS A CHUCHA. Aleluyas de la última corrida. Poca gente en la plaza; la fiesta del valor, de nuestra raza, es hoy como una fiesta de familia. Y pienso en este instante que “Luna” está en “menguante”, y la caja de Luna de vigilia. ¿Es la proximidad de las “posadas”? ¿Es que las gentes estarán asqueadas, de tanto buey y tanto caracol?... No lo sé, Chucha mía; lo cierto es que la plaza está vacía lo mismito en la sombra que en el sol. Se ve que el “gran” “Chicuelo” no nos armó el revuelo ni produjo en las gentes arrebato. Es torero; no cabe duda alguna; mas los “cuartos de Luna” “menguan” con el sobrino “der Zocato”. LOS TOROS No estaban mal de estampa sus toretes, don Antonio Llaguno; mas en poder y en sangre eran pobretes, si exceptuamos a dos, o más bien a uno. Don Antonio, don Antonio, amigo mío querido aquel valor, patrimonio fe sus toros, ¿dónde ha ido?... ¡Ay, se lo llevó el demonio!
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Op. Cit.
Yo, que alabé a San Mateo, en toros fuertes y bravos, hoy con pesadumbre veo que no son dignos sus “pavos” de alabanza ni trofeo. A renovar la vacada, y otra vez será alabada, y otra vez se hará aplaudir. Ya lo dijo… José Estrada: “o renovarse o morir”. VALENCIA I Es orgullo de tus tardes toreras, oyes palmas y vítores sin cuento; y en castillos fantásticos, al viento están de tu valor regias banderas Y no son ilusiones, ni quimeras; es que con tu valor y tu ardimiento al público levantas de su asiento y de los corazones te apoderas. Sigue así con muleta y con estoque; vete siempre derecho hasta el embroque; y lauros mil te brindará la suerte! Así, no temas nunca la cogida; que, en el toreo, el despreciar la Muerte, es ganarse las palmas y la Vida. CHICUELO Oirás este verso mío, salido del corazón, y largársele a tu tío A manera de ablución. Ningún hombre que es torero, como eres torero tú, pincha a un caracol cuatrero más que pincha Belcebú. Coplas soñé en tu loor, y mi canturria doliente, sus notas de surtidor soñó elevarte ferviente. Más de lo cierto al misterio, y pisoteando la fama, no cantará mi salterio a un matador de camama.
Esta es en mí tu condena, “Chicuelo” de mis pecados!... ¿Te ríes?... “La risa es buena para los desconsolados”. MÁRQUEZ Aún no llego a admirarte tu torería nos dedica una ráfaga en cada día; pero el secreto es que en toro ninguno estás completo. ¿Es mala pata, niño? ¿ES que tu suerte no va desde el capote hasta la muerte? Pues mira, chico, entonces el toreo no te hará rico. Créelo, Antonio Márquez, de veras quiero que entusiasmes al público como torero. Pero es marasmo el que hasta ahora le obsequias y no entusiasmo. LOS DEMÁS Barana, Magritas, Rodas, y Rosalito en acción, afirman las gentes todas que son dignos de mención. Pues los Rodas y Magritas Rosalitos y Baranas hicieron cosas bonitas que merecieron dianas. LA QUE VIENE El Califa de León alternará con “Chicuelo” en la próxima sesión: ¡ese es un cartel de anzuelo para toda la afición! Llegó la hora taurina. Dos elegantes en duelo!... Ya se alegra mi retina
mirando cómo “Chicuelo” logra sacarse la espina. Ya miro al gran leonés que es dechado de elegancia, luciéndose ante la res; y mostrando con jactancia que es lo que ha sido y aún es. Mas si no veo a Manolo siendo cual dice la fama, “por mi Dios y por mi dama juro que me quedo solo haciéndole un epigrama! Catarino.189 1924 Guitarra THE-KILERA. Esta noche, con la luna… Esta noche, con la luna, te diré, mi corazón, que no he de cenar contigo aunque me invites de honor. Seguidillas son guindas, guindas son flores, caricias a las bestias suelen ser coces. El miedo que te gastas sombra parece; mientras más despegado mucho más crece. ¿Cuándo me querrá una miaja la morenita que adoro? ¿Cuándo dará el olmo peras? ¿cuándo te saldrá un toro? ¡Válgame “un divé”, serrano, no sé de tu parentela; mas como te alaba el tíon no debes tener abuela! Un desastre fue tu amor y le dí pronto al olvido; otro desastre fue en Puebla 189
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., diciembre 15 de 1924, Nº 10.
la corrida de Galindo. Tengo de hacer una nave del casco de una avellana, y, pues que aquí no toreo, me vuelvo en ella “pá” España. Seis veces alzó el estoque, seis veces se arrancó el diestro y seis veces no mató por salirse del encuentro. “Cómo has “tenío való” “pa pinchá” en “er” chaleco a ese “pobre caracó? Escribir de toreros requiere maña, y sus “pesos” llevarse no es cosa extraña; esto lo digo, pero tú no te creas que va contigo… Anónimo.190 1924 CARTAS A CHUCHA. Aleluyas de la última corrida. Hoy hay contento sin tasa, hoy la alegría rebasa hasta salir por el pelo: ¡Gaona, el amo de casa! ¡Manuel Jiménez “Chicuelo”! Ahí está, Chucha, el cartel, que han dado en llamar del arte, porque la ha de haber en él, si es que Rodolfo y Manuel ponen algo de su parte. ¡Veintidós mil ciudadanos, y alguna “jembra” juncal! La entrada es monumental!... Luna se frota las manos de un modo “confidencial”. Suenan los clarines, Chucha, y aparece el primer toro; y el Indio (canela y oro), de “escomencipio” a la luna derrochando su tesoro. 190
Op. Cit.
LOS TOROS Estos seis Piedras Negras no estaban mal de tipo; mas con tal poca carne sobre el lomo, y tan cortos de cuerna, y ¡ay! tan chicos, que no meten respeto y a este respeto digo, que cuatro pelearon como buenos, y dos nos resultaron poco dignos del renombre que llevan con su hierro de Piedras Negras, cuando salen finos. RODOLFO Un grito ¡viva León!, hoy largó el público entero; que el mexicano torero hoy alegró el corazón. Tipo y arte con la capa; muleteando maravillas; y poniendo banderillas… Vamos, en eso es el Papa. pero como nadie a justo ganará nunca al “THE-KILA”, que tome la “porra” tila) matando no nos dio gusto. Escuchad esta conseja, que es verdad descomunal: Gaona mató muy mal el torete de la oreja. Fulminante fue el sablazo, y metió todo el estoque; mas se salió del embroque, y mató arqueando el brazo. CHICUELO Dejadme que lo tome por seguidilla, que al fin el muchacho es de Sevilla. ¡Vaya torero; cuando salga tu toro brama hasta el clero. Hoy en su no espantable primer morucho, de veras, el muchacho, me gustó mucho. Tuvo arte fina y ya le vi sacarse toda la espina.
En su toro segundo con el capote mostró que la elegancia lleva por dote, luego, a la muerte, él no tuvo la culpa, fue mala suerte, pero; ¡ay, el sexto toro!... la bestia es bronca, y la gente gritando, se pone ronca. Fue allí el delirio; y el toro, entre pinchazos sufre el martirio. La corrida del arte, dicen las gentes que no fue una corrida de las calientes; y por eso las gentes alzan las frentes deseando toreros que sean valientes. Arte, mucho arte, claro que es seductor; pero algo emocionante da el calor. ¿Por qué, si no esta fiesta, desde Almanzor, han afirmado que era la del valor?... Catarino.191 1924 GUITARRA THE-KILERA. Yo tu toreo comparo Con el cartero de “Veles”; Con tres gotas de poder Se le mojan los papeles. No torees como el viento; Torea como la piedra, Que no tiene movimiento. He de formar un castillo Encima de un alfiler, Y ha de tener más firmeza Que tu toreo de ayer. ¿Pues qué hace que no torea?... Yo le miro y no le veo: ¡Májoga la pena negra! 191
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., diciembre 22 de 1924, Nº 11.
No hay una suerte en el mundo Como la que tu tuviste: Ayer estrella en los toros; Luego lucero en los cines! Ven acá, falso y refalso; Falso te vuelvo a llamar, No hay crónica que no vendas. ¿Cuánto te suelen pagar? ¡Válgame la Cruz de Malta Y el Cristo del Gran Poder!... Yo nunca he visto arrimarse Igual que se arrima él! No es que es escritor necio, Es que siempre alabó según… el precio. Corazoncito leal, Bien te lo decía yo Que Márquez no iba a dar chispa Y tu decías que no. Tú ya caíste en desgracia. ¿Qué le tenemos d´hasé? Santitos que tu pintaras Diablos han de paresé. Así es el mundo, serrano: Hoy olvido y ayer palmas. Vamos a ver algún día Que hasta los Montes se cambian. Al escribir lo que por ti él siente, Todo el público sabe por qué miente. Ya no te quiero, no, no; Ya no te quiero ni verte; Porque siempre estás muy mal A la hora de la muerte. Anónimo.192 1924 CARTAS A CHUCHA ALELUYAS DE LA ÚLTIMA CORRIDA. ¡Ay Chucha, según veo Aquí ya no hay toreo, 192
Op. Cit.
Fue con chotos de San Mateo. En cuanto vemos toros, Se acabaron del arte los tesoror, Por mor de los temidos deterioros. Hoy soltaron San Diego de los Padre, Y ¿pa qué te lo cuento, dulce vida?... Resultó la corrida No de los padres, sino de las madres. Los toretes de San Diego Dieron por sosos el pego. Gordotes y relucientes, Pero tan poco valientes Y con tan poca alegría Que, Chucha, no hubo tu tía. Fue una corrida alevosa; Y pasemos a otra cosa; Aunque afirmar es de ley Que ninguno salió buey. GAONA Le aplaudieron muchísimo, Pero fue sin razón; Porque, en verdad, Rodolfo Hoy estuvo guasón. De seguro que dijo: A esta afición amada Yo le largo esta tarde Su buena inocentada. Y en uno, en banderillas, Se mostró como él es; Pero después, ah Chucha, No te digo!... después, Dio a sus tres animales Pinchadas indecentes; Y la gente aplaudía, Y Gaona decía: ¡inocentes, señores, inocentes! CHICUELO Dicen las gentes a coro Que aún su toro no ha salido; Mas yo creo que ese toro, Señores, aún no ha nacido. Esta tarde llegó al coso, Con ganas, al parecer, Y le ví voluntarioso, Y ya le quise absolver. Pero al sexto… ¡Chucha mía!, Yo no sé que vio en el sexto, Que hizo armar la algarabía
Y dio el mitin por supuesto. Mas su tío, perorando, Dizque dijo haciendo un guiño: ¡con el sexto, y toreando, Ten mucho cuidado niño! LOS DEMÁS Ni es de derecho, ni hay gana, De que citemos aquí Mas que al picador “Barana”, Que es un piquero hasta allí. ¿Los demás? ¡Cierra el compás! Cual torero de accesoria, No ganaron los demás (frase) ni pena ni gloria. LO QUE VIENE ¿Y para el domingo?... ¡el Chato! Dios quiera que el matador Eche en la plaza valor, Y al par que cobre el barato Nos dé un poco de calor. Pues es cierto, encanto mío, Que yo ya no creo en clases; En estas fiestas del frío Llevamos dos tardes de ases Y en las dos yo salí frío. Catarino.193 1924 GUITARRA “THE-KILERA” ¡Merecía este serrano… ¡Merecía este serrano que le pegaran un tiro con el estoque en la mano! Mira que te mira Dios, mira que te está mirando, mira que vuelves “el rostro”, ¡mira que estás cuarteando! Viéndote al lado del otro juzgo mejor tu trabajo; lo suyo es oro de ley, el tuyo es oro muy bajo… 193
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., diciembre 29 de 1924, Nº 12.
Las estrellitas del cielo las cuento y no están cabales, ¡faltan aquellas orejas y aquel rabo que tu sabes! Maresita, mare, ¿qué tendré en la vista que aquella faena que yo ví mediocre la vieron los otros faena de artista? ¡Mirad cómo se perfila; pasa el pitón a dos metros y hiere al toro en la axila! ¡Permita Dios que si vuelves la cara dos veces más te conviertas al momento en una estatua de sal! ¿Cómo vas a ser esteta si está muy despatarrado toreando de muleta? Marinero quiero ser para irme a navegar y no pasar por el trance de ver que picas tan mal. Yo quisiera conocer cuántas plumas hay sinceras y cuantas hay de alquiler… ¿Qué te quieres tu poner, qué te quieres tu apostar, a que le dan otra oreja por matar un toro mal? Anónimo.194 1924 Jácaras! En legítima defensa. ¡Caramba! Sánchez Mejías se ha metido a literato, y, si le dejan un rato sus taurinas bizarrías, consagra sus energías a hacer, ¡ved qué travesura!, 194
Op. Cit.
amable literatura pintando, en tonos sinceros, la vida de los toreros y del triunfo la amargura. Un gran torero de España que desprecia el flamenquismo y se cultiva a sí mismo es, a fe, una cosa extraña. ¿Cómo Ignacio se da maña, yendo por los redondeles en lucha con los “bureles”, para entregarse a diario al género literario que brindan tan pocas mieles? Cómo cambian las “estrellas”! ¡Ya no son de baja estofa! Ya Belmonte filosofa y sigue de Kant las huellas! Hace Ignacio prosas bellas, “Cuco sainetes nos da. Y hasta un baturro, que va para arquitecto eminente, presume de hacer un “puente” que ni es “trágico” ni es “na”. Está muy bien lo de Ignacio, que hace libros y revistas, quizás para sus conquistas buscando mayor espacio. y aunque rabie algún batracio amigo de armar jaleo, lectores queridos, creo que es un caso peregrino mirar en circo taurino convertido el Ateneo. Pero yo, desde la Prensa, excito a mis compañeros a luchar con los toreros y a aprestarse a la defensa. Quizás de la lid intensa salgamos sucios y rotos. Mas, pese a los alborotos si los diestros hacen crónicas… ¡¡aquí daremos verónicas y degollaremos chotos!! TARTARÍN.195 Programa Oficial de Toros. De la Empresa de la Plaza de toros “El Toreo”, S.A. Editado por Gilberto Revilla. México, D.F. (ca. 1924). 195
1924 Los siguientes versos parecen rememorar tiempos idos que se identifican con las grandes celebridades virreinales, como sigue: El Virrey. Siglo diez y siete. Siglo de aventuras. Piafan los caballos, chocan las espadas y en el fino acero de las armaduras se estrella la furia de las estocadas. Hay fiesta gallarda: de guerra y amores. En trono dorado se sienta el virrey, y tiene a su lado las más lindas flores, las más bellas damas de toda la grey. Clarines de plata, con toques marciales subrayan las voces de los atabales que gritan su júbilo al viento de abril; la tarde agoniza, con suave decoro, y un tinte de rosa, de púrpura y oro macula la seda de un cielo de añil. Cesaron los juegos de bélica traza; y cuando la fiesta ya va a terminar, la turba curiosa que llena la plaza se agita con ruido de viento y de mar. Es porque adelantan en sendos corceles los diez caballeros de porte mejor que en lances de guerra ganaron laureles y vuelan en busca de lances de amor. El aire se puebla de alegres clamores y aplauden, discretas, a los vencedores las más bellas damas de toda la grey; las más bellas damas que, cerca del trono, simulan fatiga, fingiendo abandono… y luego sonríen al joven Virrey. (Inéditos para REVISTA DE REVISTAS). Alfonso Iberri. Guaymas, Sonora, julio de 1924.196 1925 CORRIDO DE JUAN SILVETI Juan Silveti es Juan Sin Miedo, es un As, as del valor, 196
Revista de Revistas. El Semanario nacional. Año XV, N° 742, México, D.F., 27 de julio de 1924, p. 32.
y es ídolo del pueblo que le tiene grande amor. Es su toreo tan valiente que recibe cada ovación que hacen trepidar las plazas de toros de la nación. Como Gaona es admirado por su valor sin igual, que al torear da la impresión de un duelo excepcional. Es la fiera su enemigo a quien tiene que vencer cuando se cree verlo muerto la fiera cae a sus pies. ANÓNIMO. 1925 GAONA. El arte de los cuernos, es un arte principal, porque los cuernos entre novios, de modo son y si se llegan a casar, es lo natural que tengan de los cuernos uno y otro la devoción. Por eso todo el mundo se aflige y emociona, pensando que Gaona jamás ha de torear y lloran apenados, y lágrimas derraman diciendo desolados: Gaona ya se va,… se va,… se va… Gaona fue torero grande que fama dio al arte de Frascuelo, Montes y muchos más, pero aburrido de los cuernos, se retiró, pues ya no quiere frente a un toro verse jamás. Por eso todo el mundo se aflige y emociona, pensando que Gaona jamás ha de torear y lloran apenados, y lágrimas derraman diciendo desolados: Gaona ya se va,… se va,… se va…
Anónimo. (Ca. 1925). 1925 Gracias, León de los Aldamas… Gracias, León de los Aldamas, como tú, victoria llamas, también bajo tu cielo hay grana y tengo la duda rota mansión de flores galanas, donde el horizonte brota saludando a la mañana...197 1925 DESPEDIDA DE RODOLFO GAONA (22 de marzo de 1925)198 Por fin Gaona se fue, ya se cortó la coleta, ya el público no verá torear a este gran esteta. Este torero afamado, entre todos el primero, deja su honor bien plantado como gran banderillero. Después de Ponciano Díaz fue pontífice en persona, el Gran Rodolfo Gaona, el único en nuestros días. Este valiente leonés, ídolo del pueblo entero, toreó por última vez con valor y con denuedo. Tan peligrosa carrera le puso a una gran altura, que honrando a su patria entera hoy lo acoge con ternura. Este “Califa” del ruedo, como así lo han bautizado, nunca jamás tuvo miedo en veinte años que ha toreado. 197 198
Martínez Remis: CANCIONERO POPULAR..., op. cit., p. 52. Sic. La fecha de la despedida ocurrió el 12 de abril de 1925.
En su país y en España alternó con los mejores, toreros de mayor fama ganando muchos honores. Ya se retiró gustoso lleno de orgullo y de gloria, despidiéndose del coso que le dio tanta victoria. Ya sus simpatizadores estarán todos de duelo, pues fue el As de los toreros que pisaron nuestros ruedos. Ya los toros más furiosos no tendrán ese adversario, que los toreaba fogoso con un valor temerario. Los de Veragua y Santín para grabar su donaire, celebrarán un festín con sus pitones al aire. Los taurófilos en masa, pa´ recordar su memoria darán su nombre a la Plaza de Gaona, su gran gloria. ¡Con que te vas adalid, con que ya por fin nos dejas, y de este florido abril ya para siempre te alejas! Esta tu última corrida de gran significación le has dado en Pascua Florida para honrar nuestra nación. Y tu cuadrilla famosa que te ayudó a desafiar aquesta vida azarosa tu labor sabrá imitar. Porque lecciones has dado de “Cúchares” que eran como filigranas no las verá la afición, sólo quedará tu fama.199 199
Otra versión de esta cuarteta dice: Porque lecciones has dado / de Cúchares en el arte, / tu nombre será aclamado / aquí y en cualquier parte.
Esas preciosas gaoneras que eran como filigranas no las verá la afición sólo quedará tu fama. Tus “verónicas” y “largas” que cegaron con su brillo no habrá quien te las iguale, lo que fue en ti tan sencillo. Esos “pares” colosales al cambio, cuarteo y poder nunca los pondrá iguales, aunque lo quieran hacer. En un álbum perpetuada tu fama allí quedará y tu memoria grabada en la afición seguirá. En fin, valiente leonés, te retiras de la danza, llevando un laurel por tres que sirve de remembranza. Ya no escucharás las palmas ni ovaciones de “El Toreo”, y tus ternos y capotes irán a dar al Museo. Adiós, pues, héroe de León, te deseamos larga vida, y con triste corazón e damos la despedida. Desde este punto en que estamos van nuestras últimas gracias como siempre te aclamamos “El Rey de las Elegancias”.200 1925 Un ritmo es el toreo… La vida tiene un ritmo sencillamente impar. Todo responde a un claro y unánime, tic, tac. Un ritmo es el toreo 200
Mendoza: Lírica narrativa..., op. cit., p. 345-347. Corrido escrito por Felipe Flores.
un ritmo es el torear, un ritmo de matices y de serenidad, que los técnicos dicen llanamente “templar”, y que yo considero un difícil ritmar en que “vida” y “tragedia” tienen que asonatar. La vida tiene un ritmo unánime e impar. ¡Un ritmo es el toreo un ritmo es el torear!... Cuando el pitón del toro -rabia y brutalidadel pecho indiferente del diestro va a rasgar, en uno de esos lances que “Facultades”201 dá; cuando sobre el morrillo se despetala un par de banderillas, como los que sólo Gaona pudo y supo clavar; cuando como si fuera manejado a compás, se embebe en la muleta el bravo toro audaz, siguiendo de “Chicuelo” el pase natural; cuando el toro sucumbe de estocada mortal, y en los tendidos cálidos hay hondo suspirar por el diestro arrojado que ha sabido matar, metiendo bien la pierna y exponiendo “al cruzar”, la vida ha palpitado con su ritmo imparcial. La vida tiene un ritmo y un ritmo es el torear. El ritmo es cosa fácil, es la facilidad, cuando en cada minuto se sabe el ritmo hallar, como en todos sus lances lo encontraba Marcial 201
Francisco Peralta “Facultades”, matador de toros español que vino a México en 1924.
Lalanda, el gran torero valor y suavidad. Un ritmo es el toreo cuando se sabe aunar el amor a la vida con un despreocupado deseo de acabar. ¡Un ritmo es el toreo, un ritmo es el torear! El Duque de Veragua.202 1925 El sombrero jarano. No hay nada tan mexicano tan varonil y elegante como un sombrero jarano con su bordado brillante. Mi novio que es un ranchero de calidad y hombría me regaló su sombrero jurándome amor un día. Y al ver lo guapa que estaba con su sombrero bordado dándome un beso robado de este modo me cantaba. Sombrero jarano bordado de oro y plata que bien te cuadra mi chata el sombrero mexicano. Un día de jaripeo sobre una yegua mapana203 hizo mi charro el paseo floreando una mangana. Y en sus bellas crinolinas iba el charro aprisionando el alma de las catrinas que amor le estaban brindando.
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El Eco Taurino. Año I, México, D.F., 15 de diciembre de 1925, Nº 12. Armando de María y Campos, director de este semanario, firmaba sus artículos, crónicas y colaboraciones, las más de las veces con el pseudónimo que remata el verso. 203 Mapana, no. Caballo bayo –color de animal equino, amarillo pajizo más o menos subido-, con crines, cola y miembros del mismo color que presenta la particularidad llamada raya de mule (No es este un color propiamente, sino una variedad del color bayo, con las características indicadas).
Pero él que era salamero viendo en mis ojos la pena me dijo te quiero nena aventándome el sombrero. Al ver mi charro que un toro sale de pronto al corral grita, con ese me atoro y le montó sin pretal. Y al trepársele a la fiera recibió un golpe tan fuerte que agarrado a la tranquera el toro le dio la muerte. Él al verme sollozando me dijo en su agonía adiós negra, chata mía que chula te estoy mirando. Sombrero jarano bordado en oro y plata nunca abandones, mi chata el sombrero mexicano. Juan Arozamena, Ángel Rabanal y Emilio D. Uranga.204 1925 Corrido de Rodolfo Gaona. El valiente Rodolfo Gaona fue un torero sin igual, con valor y gallardía por donde quiera triunfó. En el mundo entero su fama ha corrido, porque ha demostrado que el miedo no ha conocido. Con qué noble valentía, mostróse este buen torero, en todas las lidias fue por siempre vencedor. Ahora que pretende quitarse ya la coleta, De “El país de la ilusión”, pieza musical de las representaciones del teatro de revista denominadas “Tandas”. Éxito de Celia Montalbán de 1925. El presente texto fue recogido de la publicación: Del rancho al Bataclán. Cancionero del Teatro de Revista. México, Museo Nacional de Culturas Populares, Sep-Cultura, 1984. 69 p. Ils., retrs., facs., p. 41. 204
digamos con todo garbo que su nombre fue un trofeo. En plazas de España, con gran bizarría, como buen espada, dio muestras claras de hombría. Esas banderillas que el indio valiente, pone en cada vez, merecen un aguardiente. Ya que el torero sin par, nos deja un gran cartel, pues que no tuvo rival y por eso es apreciado. En todo el país su fama ha sido reconocida, y el ídolo se llama de la torería lucida. Con Belmonte y con Mejías hizo muy grandes prodigios, y todititos los días luchó como un vencedor. Cuando deje de torear, quedará un vacío profundo, pues no se puede negar su pericia sin segundo. Qué lujo gasta ese guapo, cuando sale en sus faenas, que eso escucha constante vivas y aplausos sinceros. Viva! El indio mexicano que viva! El valiente espada, que viva! El buen toreador que vale mucha fierrada. Ni Gaviño ni Ponciano, ni ningún otro torero, ha sido tan mexicano, como Rodolfo Gaona. Al retirarse del ruedo, el luto vendrá a reinar, en la Plaza del Toreo, que lo mirara triunfar.
Viva! Rodolfo Gaona, este espada singular, Viva! León de Guanajuato, que es la tierra singular. Batamos palmas y aplausos al Califa de León, que viva la torería, de este afamado campeón. Ya con esta me despido, ya les canté este corrido, del torero más lucido, que ha nacido en este suelo.205 1925 ¿Qué haremos sin la luz de tu toreo?206 Artista excelso, lidiador indiano, Formidable maestro del toreo, Que a la fiesta, con tu arte soberano, Proporcionaste todo su apogeo. Artífice supremo que a la lidia Diste luz, y belleza y alegría, Y a quien siempre miraron con envidia Los astros todos de la torería. Ufano de tu gloria, te retiras De los cosos de aquí y de los hispanos, Cuando tu arte ha llegado a su apogeo; Ya del gallego no arderán las iras… Pero en cambio, nosotros, tus hermanos, ¿Qué haremos sin la luz de tu toreo? Ramón P. Plascencia, Puyazo.207 Eduardo E. Heftye Etienne: Corridos taurinos mexicanos. Recopilación y textos de (…). México (…) Este corrido lo encontré reproducido en las siguientes obras, de la primera de las cuales tomé su texto: “Canciones, cantares y corridos mexicanos”, Higinio Vázquez Santa Ana, Ediciones León Sánchez, México, D.F., 1926, páginas 268 a 270. “Historia de la canción mexicana. Canciones, cantares y corridos”, Tomo III, Higinio Vázquez Santa Ana, Talleres Gráficos de la Nación, México, 1931, página 59. En esta obra solamente se reproducen las tres primeras estrofas o coplas del corrido. “Fiestas y costumbres mexicanas”, Higinio Vázquez Sana Ana, tomo I, Ediciones Botas, S.A., México, D.F., 1940, página 13. En esta obra se reproducen solamente tres estrofas del corrido. “El corrido popular mexicano. Su historia, sus temas, sus intérpretes”, Álvaro Custodio, colección Los Juglares, Ediciones Jucar, S.A., primera edición, Madrid, octubre de 1976, páginas 178 a 179. 206 Soneto dedicado a la despedida de Rodolfo Gaona, acontecimiento ocurrido el 12 de abril de 1925, en la plaza de toros “El Toreo”, en la ciudad de México. 207 Gaoneras. Semanario taurino. El defensor de la afición. Número extraordinario. México, 2ª época, abril 16 de 1925, Nº 20, p. 12. 205
1925 Mucha gloria a tu nombre Maestro. ACRÓSTICO CON TODO RESPETO. Reverbero de luz, todo majeza, Orlado por tu línea, sin igual Derrochas por doquier tu gentileza, Orgullo de tu raza, ya inmortal Luciente disco, de sin par valía, Fulges como ASTRO soberano, Orlando a tu Patria, que lo es mía, Guirnaldas de un valor, casi Espartano. Al fin tu nombre coronó la Gloria Ofrendando orgullosa sus laureles. Nunca tu imagen borrará la historia Artífice de ley sin oropeles. Monterrey, N.L. Marzo 21 de 1925 Pedro V. Domínguez.208 1925 A Rodolfo Gaona. Te vas y para siempre morirá en el toreo La más grande figura que surgió dentro de él. Sin ti, la hermosa fiesta pierde el fulgor febeo, Su atractivo más grande, su exégeta más fiel. Se acabarán los pases soberbios y estatuarios, Las faenas inmensas ya nunca se verán, Y de tu Patria Chica los viejos campanarios Después de las corridas ya no se volcarán. Te vas y sólo quédanos recuerdos y visiones De tu actuación insólita, tan rica de emociones, De incontables hazañas y de triunfos prolijos, Oh, torero perínclito! si al irte sientes cuitas Cúbrelas añorando tus glorias infinitas Y estrechando muy fuerte los cuerpos de tus hijos. Linares, N.L. Marzo de 1925. Pablo Salce.209 208 209
Op. Cit. Ibidem.
1925 HUMORADAS TAURINAS. (Con permiso de Don Ramón de Campoamor). No habrá ningún torero que se tire mejor que Baldomero, que en estando delante de la fiera se tira de cabeza a la barrera. Para salir del quiebro con limpieza, Roque Fernández, alias Candideces, ¡le han quebrado al tal Roque la cabeza lo menos treinta veces! Julián, que siempre ha sido matador esforzado y decidido, practica el volapié con vista y arte, pero la única vez que a recibido… fueron dos puntapiés salva la parte. Doña Olvido, con frecuencia suele invitarme a cenar, pero me ha prohibido hablar de toros en su presencia; porque es un hecho probado que la pobre doña Olvido, de acuerda de su marido que fue… muy aficionado. Para peón, Daniel. ¡Ni un peón da las vueltas que da él! Anónimo.210 1925 JIPÍOS.211 No te dés tanto postín, no te dés tanto postín, que en cuanto un toro no pasa te bailas el garrotín. Con el aire de un suspiro sabes mover el capote,
210 The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., enero 5 de 1925, Nº 13. 211 http://buscon.rae.es/draeI/Diccionario de la lengua española, versión digital. jipío. (Forma andaluza de hipido). 1. m. jipido. 2. m. Grito, quejido, lamento, etc., que se introduce en el cante flamenco.
¡pero hay que ver cómo “juyes” cuando dá el toro un derrote! Mirá qué “casualidá”; sale un toro con poder y no hay dominio ni hay “ná”. Lo dice tu cara blanca, lo dicen tus ojos negros, si no te sale un cabrito no disimulas el miedo. Anónimo.212 1925 CARTAS A CHUCHA Aleluyas de la última corrida. Un clamor de claras campanas resuena; un collar de perlas rompe un surtidor; dl sol hace de oro la pálida arena; hoy hace una tarde de vida y color. Rodea la plaza férvido bullicio; autos y tranvías atestados ván… Y es que hoy en los toros dá su beneficio Rodolfo, el Kalifa, dueño del Islám. La musa que engarza tesoros dispersos, hoy entonar quiere brillante canción; hoy quiere, cual gemas, prodigar sus versos, en honor del gran diestro de León. ¿Qué habrá ganado sesenta mil duros?... Muchos son sesenta; cincuenta quizás. Pero aquellas líneas, del arte conjuros, en el toro obsequio, no valían más? Chucha de mi vida, abre hoy tus ventanas, asómate en ellas, y pon atención: ¿oyes un concierto?... Pues son las campanas que un himno de gloria tocan en León. LOS TOROS Ni te duermes ni te alegras con toros de Piedras Negras. se ve a esta ganadería que decae cada día. Son muy pequeños sus toros 212
Op. Cit.
y de poca encornadura; pero en cambio la bravura no les sale por los poros. Los seis, uno de otro hermano, merecieron un campano. Y es que hoy fuero, Chucha mía, los toros de don Lubín, mansos y con villanía desde el principio hasta el fin. GAONA Con una suavidad de terciopelo torearte esta tarde a Revenido. dime, Rodolfo, ¿en qué vergel florido dieron las auras a tu capa vuelo? Admirados están allá, en el cielo, ángeles y querubes, si han sabido el modo divinal con que has prendido aquellos cuatro pares, de modelo. Y para que el artista vea colmada la admiración del toro y de las gentes, ¡qué faena tan justa y delicada! ¡qué pases tan viriles y elocuentes, y qué certera y ática estocada, entrando como lo hacen los valientes! VALENCIA Sigue Pepito Valencia teniendo su fama en pie; toreando con excelencia siendo el “rey del volapié”. Ayer, en dos ocasiones, arreó dos estocadas, fino, recto y con calzones, y se ganó las palmadas. ¡Eso es lucir alamares, y alzar altos los paveses!... Si así mató “Costillares”, mataba muy bien las reses. Sigue por este camino de valiente y de torero, y te llevará el destino a donde vaya el primero. JOSELITO FLORES
Se puede afirmar, señores, sin temor a una condena, que este Joselito Flores no tuvo una tarde buena. Mas sin faltar al honor, del que “THE-KILA” hace gala, afirmo que el matador no tuvo una tarde mala. Al cambio puso un buen par, y toreó embarullado; y a la hora de matar, ni suspenso ni aprobado. En resumen, que José, vulgo, Joselito Flores, ni da de maestro fe, ni nos produce amargores. LO QUE VIENE ¡El beneficio del chato, toreando con Gaona y con su hermano Pepito!... ¡Vaya cartel de aparato, según la fama pregona con su grito. Ellos tres en esta liza, (fuera la gente caduca), torearán seis animales que ya no tienen nodriza. ¡Los seis de Coaxamaluca, que parecen catedrales! Catarino.213 1925 VILLANCICOS TAURINOS (Música popular) Al Dios-Niño, “villancicos” entonar el pueblo estila; escuchad lo que este año en Betlém (sic) cantó el THE-KILA. Pastores venid, 213
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., enero 12 de 1925, Nº 14.
pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos ya. El torero sin contrata ruega a Jesús en la cuna; pero no a Jesús, Dios-Niño, sino a Jesús, Chucho Luna. Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos ya. ¿Que es como el divino “Calvo”, y que mata bien “Chicuelo”?... Ha de matar bien Manolo cuando el “Calvo” tenga pelo! Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos. El día que se retire Rodolfo, como a los Magos, se les nublará la estrella a más de catorce “chatos”. Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos. San José (del) Rivero dice a Chús (Luna): ¿por qué lloras?... y “el niño Jesús” contesta: ¡”pago toros, mandan monas”! Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos. El Niño-Dios, de Betlém nos pregunta por correo, qué ha sido de Antonio Márquez y de su magno toreo. Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos. Pido a Dios, que al revistero que con su pluma especula le dé una cornada el buey y un par de coces la mula.
Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos. Preguntó el Niño-Jesús, y en preguntar no hay agravio, que por qué de “SOL y SOMBRA” echaron a “MONOSABIO”. Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos. Si a otro hombre enfrentarte quieres, vete tú solo a buscarle, porque no es de caballeros servirse de “cacahuates”. Pastores venid, pastores llegad; mas no traigáis bueyes porque hay hartos. Anónimo.214 1925 CARTAS A CHUCHA Aleluyas de la última corrida. Vámonos a la plaza, Chucha mía, que hoy es el beneficio de ese torero macho, aunque es muy menudito, a quien llaman el chato, porque tiene por narices un higo. Además, que hoy, por fin, pisan el ruedo seis verdaderos bichos: Los de Coaxamalucan, si señora; aquellos seis o siete animalitos, que han pasado un bimestre en los corrales esperando que un tío les dijera: “señores, al chiquero, porque no se me arruga a mí el ombligo por veinticinco arrobas sobre el lomo, y unos cuantos bufidos”. Y llegó ese señor, “Valencia”, el chato, y “pa” su beneficio eligió esa corrida, temeraria según decían blancos y amarillos. Pero, vámonos ya, Chucha, a la plaza, 214
Op. Cit.
y allí veras conmigo que no hay tales carneros; que esos toros no son más que unos toros criaditos. ¿Qué por qué, entonces, tanto se habló de tales bichos?... Pues porque soplar un perro para ver si se hinchaba el pobrecito! Ya estamos en la plaza de El Toreo, y ahora verás que es cierto lo que digo. ¿Que qué bandera es esa? La alemana; y todos esos sitios son para los marinos alemanes que a visitar a México han venido. Míralos: son marciales, son apuestos; mas cerremos el pico, que ya se abre la puerta de los sustos y asoma el primer bicho. LOS TOROS Ya lo ves, Chucha mía; ya lo ves, Chucha, que no imponen los bichos Coaxamalucas. Sí que están gordos; pero no catedrales, sólo son toros. Tienen libras, es claro, yo no lo niego; pero qué poco brío bajo el chaleco!... Ya lo ves Chucha: también hay camelantes Coaxamalucas. No hubo más que dos toros: el sustituto, y el sexto, aunque no fueron bichos de lujo. ¡Ay, Chucha mía, qué corrida tan sosa y qué “aburría”. GAONA En el primer toro, nada; mal empieza la jornada. Y el mejor entre los buenos, en el segundo hizo menos. Pero salió el sustituto y allí echó la flor y el fruto. No le toreó parado pero al público ha gustado. Le puso ocho banderillas
las ocho de campanillas. Con la muleta, valiente, y entusiasmando a la gente. Pero he de advertirte, hermano, que corre poco la mano. Y entrando a matar se raja, y se va mucho de naja. Francamente no fue esclarecida, aunque no fue esclarecida, dio, la “nota-helumbrón” (¿?) dio, la “nota-relumbrón” (¿?) de esta infumable corrida. VALENCIA I El mayor de los “Valencias” o sea Pepe Róger, por medio o por indolencia, hoy no los quiso ni ver. No era de gran lucimiento lo que le guardó la suerte; más ¿cómo anhelo el momento de llegarles a la muerte…! Como el que no quiere nada, sino dar pronto boleta, tiró dos veces de espada, sin jugar con la muleta. Y esto, don Pepe Róger, no agranda tu calidad nos acostumbraste a ver toreo y actividad. VALENCIA II ¿Culpa de los toros, o culpa de quién…? Lo cierto es que el chato hoy no estuvo bien. Pasó en el primero su mala actuación; pero en su segundo ni tiene perdón. ¡Barullo, barullo tan sólo, al pasar…! Y esto, amigo mío, nunca fue torear. Yo lo siento mucho; pero en el “THE-KILA”, la verdad escueta a decir se estila. Este beneficio, sin vacilación, fue para el torero;
no de la afición. LOS DEMÁS Los picadores, muy malos; lo mismo los de los palos. Bregaron bien y bonito “Posadero” y “Rosalito”. y aquí acaba sin más tropiezo el beneficio-bostezo. Catarino.215 1925 CARTAS A CHUCHA Aleluyas de la última corrida. Madrid, castillo famoso que al rey moro infundes miedo, hoy de El Toreo en el coso se beneficia orgulloso, un “as” que nació en el ruedo de la gran “Villa del Oso”. “As” que no es un rey del miedo; pero no soy mentiroso y en contra de él no me excedo, y afirmo que ni es coloso ni es monarca del denuedo; aquí ya me duele el dedo de consonantes en oso y consonantes en edo. Ya me voy, Chucha, a la plaza. darán hoy el alboroto aunque sea con un choto los muchachos de traza, de los que el pueblo devoto espera aún, y con cachaza que salga un toro pavioto, cataplasma de linaza con quien su toreo innoto pueda dar o meter baza? Basta el consonante en oto y con el consonante en aza. Al cartel de aqueste día “de toreros”, Chucha mía, llaman sus anunciadores. lo decían unos “cueros” que iban con unos señores: 215
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., enero 19 de 1925, Nº 15.
¿Toros?... ¿Cartel de toreros?... No será de cargadores, en vulgo, mecapaleros?... La entrada es un estropicio, causa gran desconsuelo; porque es verdadero indicio de que el bene-ficio, oh Cielo!, se ha trocado en male-ficio. Sin con lo que en él se dé pensó alguien tomar el barco, quedarse aquí le veré; pues hasta “ahoritita”, el charco nadie le ha pasado a pie. LOS TOROS Deslucieron el elenco siete mosquitos de Atenco. De los cuernos a los rabos eran chicos y no bravos. Fueron, pues, los atenqueños sin sangre, pero… pequeños. Barbabosa, sin apuros, cobra, cada uno, a mil duros. Y a esto cualquier pedagogo llama calma y desahogo. De este cobrar arbitrario ¿qué dice el veterinario? ¡Juzga usted, facultativo, que son toros de recibo?... Dice que sí el ganadero: Son de recibir… dinero. Pero usted autoridad sabe que eso no es verdad. Pues no llegan, (ni con queso) a dar ni la edad ni el peso. ¿Les veremos en la vida desechar una corrida? GAONA Después de aquestos días de crudo invierno, hoy lució don Rodolfo bonito terno. Vale un tesoro ese traje de luces, tabaco y oro. Pero afirmar podemos, y sin ultraje,
que hoy Gaona ha lucido sólo su traje; pues su toreo no se ha lucido tanto como su arreo. Es decir que Rodolfo en este día, de su casa, en vez de arte y maestría, trajo un vestido; y, al lucirle, a nosotros nos ha lucido. CHICUELO Fue el “as” de la tarde Manolo “Chicuelo”, rey de la elegancia y artista modelo. Tuvo poco toro, más si hay ganas y arte el torero encuentra toro en cualquier parte. Su muleta es bella, es fina, y es vária; su figura e ella resulta estatuaria. Y de su capote lleva en el revuelo la policromía del iris del Cielo. Hoy, para que todo saliera excelente, se arrimó el muchacho y estuvo valiente. Y en su primer bicho, metiendo el estoque, fue recto, dio el hombro, y aguantó el embroque. Ya era hora, señores, de ver al “gachó”; pero al fin, “Chicuelo” hoy se destapó. MÁRQUEZ Sigue siendo el madrileño
algo que no quita el sueño. Torea… dá sus chispazos… Mas no es de los torerazos. Cuatro veces salió a escena y no logró una faena. ¿Qué es torero de buen paño?... Ya lo demostrará otro año. Pues hasta ahora, (confesión), no dio la demostración. Y así, lector amado, la fiesta ha transcurrido. Yo no me he entusiasmado, tampoco me he aburrido; pero el beneficiado, ¡qué poco habrá sacado! ¡qué poco habrá metido! El sexto ya se ha tumbado y la fiesta se ha acabado y el público divertido, se va por donde ha venido. Catarino.216 1925 GUITARRA THE-KILERA. Mis ojos lo vieron y lo adivinaron. ¿Cómo ibas tu a hacerle faena a ese toro, que a más de ser grande no era nada bravo; Diz que tras tus “alegrías” te espantas que es un horror; las “espantás” las conozco, mas tus “alegrías”, no. Como flores de almendro fueron tus lances, que, si nacieron pronto, murieron antes. Desde que no te arrimas no te “bombeo” que el valor es lo único de tu toreo; vuelve a arrimarte y volveré yo, entonces, 216
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., enero 26 de 1925, Nº 16.
a “bombearte”. Ojos míos, lloremos; salieron toros y se cumplió la copla de Pepe Moros; lloremos tanto… ¡y habrá “monas” que acaben con nuestro llanto! Lo que me da más gusto me da más pena; ¡Hay que ver cómo bailas sobre la arena! Tu toreo es la luna que está triunfante; ora cuarto creciente y ora menguante. Para los toros mansos quiero a Petronio que a los bravos les hacen cosas los otros. Serrano de mi alma, luz de mi vida, tienes “el color” verde, tienes fatiga; ¿por qué ese toro no echa fuera la lengua como los otros? ¡Oh, jóvenes amables que en vuestros tiernos años al templo de Paquiro dirigís vuestros pasos!... seguid por las capeas aguantando porrazos, sorteando moruchos y criando “reaños”; pero nunca a la plaza vayáis a ver los astros que hoy, por desgracia nuestra, manejan el cotarro taurino… Nada enseñan, pues son unos pelmazos, que al manso no se arriman y huyen del toro bravo…! Anónimo.217 217
Op. Cit.
1925 CARTAS A CHUCHA ALELUYAS DE LA ÚLTIMA CORRIDA. Hoy vamos a los toros, Chucha mía, la mirada a los cielos levantada, porque hoy será la Plaza de El Toreo igual que un ara santa, donde dos sacerdotes del magno arte esparcirán el oro de sus llamas. ¡Mano a mano “Chicuelo” con Gaona!... Como caricia de sutiles alas, como el eco apacible de unos besos, veremos revolar hoy por la plaza; que los dos son toreros de finura; que los dos son maestros de elegancia. ¡Bien discurrió al hacer su beneficio el niño de Triana!... ¡Hoy, las rosas del arte de Paquiro aerán en El Toreo deshojadas! LOS TOROS Eran las fieras bovinas iguales que golondrinas. ¡Ay don Antonio Llaguno, de tamaño, sólo uno! A pesar de ser chiquitos, fueron bravos y bonitos. Fueron toros con redaños… Para dentro de un par de años. Es decir, para esta fiesta, fue una corrida modesta. Porque ese par de toreros, merecen toros enteros y los toros hoy matados, parecían recortados. GAONA Lucióse en su primer cliente, no de un modo soberano; pues aunque estuvo valiente apenas corrió la mano. Y en una fiera embestida fue cogido, y corneado, y peligrará su vida si es un toro bien criado.
Pero el enano animal, era cosa baladí, e incapaz de hacer un mal. Señores, más vale así. Pues yo quiero a su persona, aunque no soy ningún “chato”, y ansío que haya Gaona, y que le haya para rato. “CHICUELO” En la histórica Sevilla, y del Betis a la orilla, bajo un cielo de azul y oro, nació de España en el suelo Manuel Jiménez “Chicuelo”, el “as” delante del toro. Y allí, entre dulces cantares y entre aromas de azahares y chatos de manzanilla, dijo al bautizarle el cura: “¡olé gracia de criatura!... ¡Eso ha de honrar a Sevilla!” Y un ángel, con mano cierta, abrió al chiquillo la puerta del arte de Pepe-Hillo; mientras que Dios dijo: “Quiero que este niño sea torero”. Y fue torero el chiquillo. Y de su arte y valía, dentro de la torería, hoy no se encuentran ni dos. Porque es torero “Chicuelo”, como mandado del cielo; puesto que le mandó Dios. Déjame, Chucha, que siga; deja, Chucha, que bendiga aquesta tarde de toros, en que el pueblo mexicano ha visto abierto el arcano de los táuricos tesoros. Su capote es mariposa que despliega revoltosa las multicolores alas; y en los jardines del arte despliega el regio estandarte de las toreriles galas.
Pederías y cristales, son sus pases naturales que tiemblan sobre un zafiro; pues su divina muleta es luz de sin par faceta que vuela sobre un suspiro. Eso es arte y es dominio, lo demás es “lacticinio” y enjundia de sosería!... Cinco toros le tocaron, y en todos cinco brillaron su elegancia y maestría! Ya se cayó mi ceguera; ya he visto una primavera del arte de torear. Ya a impulsos del arte alado he visto, el jardín sellado, un gran torero cruzar. ¡Que viva!... ¡Viva “Chicuelo”! Que es en el taurino cielo astro de gran magnitud. Arte, y ciencia y elegancia y novedad y arrogancia, y toreo con quietud. No extrañes, pues, Chucha mía, si hoy soltando poesía parece que me desboco. para cantar a “Chicuelo”, cuando abandona el canguelo, toda poesía es poco. Catarino.218 1925 GUITARRA THE-KILERA Échame, niña bonita, lágrimas en un pañuelo; esas lágrimas que sueltas por no hacer nada “Chicuelo”. No tapes al torero que te dá guita, ¡que al que tapa por plata 218
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., febrero 2 de 1925, Nº 17.
Dios se la quita! No sé lo que tiene ese torero, tan fino, tan fino, que no me convence. Tengo un dolor no sé donde nacido de no se qué; sanaré yo no sé cuando si torea no se quién. Aquí me pongo a cantar a la sombra de la luna, para verte torear como debes, siquiera una. Anoche fui a San Felipe a rezar a Cristo un credo; por decir “Creo en Dios Padres”, dije: “Creo en tu toreo”. Gracias a Dios, madre mía, que ya pareció el perdido! Por fin, ayer por la tarde ha toreado un toro “er niño”. ¡Qué penita pasa aquel, del alma compañerito, que quiere descabellar y no acierta al cerviguillo! Vente conmigo a la “guena”; qué tío y sobrino juntos pasen solitos sus penas!... Firma tú y firmaré yo; las dos firmas estampadas sellarán que tú no vienes aquí, en otra temporada. Me consumo la vida cuando te miro, con seis metros de puya citar al bicho. Yo quisiera y no quisiera, que son cosas bien distintas; quisiera que parearas, -ay- pero no en las costillas. Anda ve y dile a tu “mare” que hay quien se llama torero porque el paseíllo hace.
Mi corazón dice, dice, que me muero, que me muero, de ver tanto toro manso que envían los ganaderos. Anda y no presumas, niño; si te tiras a los blandos. ¿pa qué miras al morrillo? No tienes tú la culpa yo no te culpo de que no te hagan toros para tu gusto. Anónimo.219 1925 CARTAS A CHUCHA ALELUYAS DE LA CORRIDA DE AYER. ¡Corrida de los “CHICOS DE LA PRENSA”!... Cualquiera, Chucha, hoy piensa que ha de correr la tinta, y ha de sudar el sabio linotipo; y en verdad que los toros son de tipo, y los ocho se traen buena pinta. Vienen de La Laguna; y esta vez se ha lucido el ganadero, mandando un lote, entero desde los pezuñales a la cuna! Notable distinción, fina y palmaria, hecha a esos esforzados de la pluma, cuya labor, incomprendida y diaria talento, o gracia, o todo a un tiempo, suma. EL CARTEL Ha hecho “la prensa” un cartel que es del toreo joyel. Márquez, “Valencia”, “Chicuelo”, y Gaona como anzuelo. Si no atrae esta “cuadriga”, que baje Dios y lo diga. Es combinación inmensa esta que forjó “la prensa”. Y la afición, acertada, ha dado una gran entrada. Mas la corrida, (en secreto), no fue digna del sujeto.
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Op. Cit.
LOS TOROS Todos con tipo de toro, y con edad y con peso; mas ninguno trajo exceso de bravura en el trascoro. Se dejaban torear y entraban a los hulanos; pero Dios, en sus arcanos; se les quiso arrebolar. En resumen; que el ganado era de peso y dureza; pero en bravura y nobleza, a nadie le ha entusiasmado. GAONA Gaona en su primero, ni estuvo torero ni quiso hacer nada. ¿Es que acobardado del día pasado, le habrá la cornada?... No hay algarabía! su real apatía luce en este toro; y en él se reprocha que el as no derrocha ni plata, ni oro. En cambio en el cuarto hizo su reparto de oro y de plata. Alguien se enagena, pero su faena diré es “de barata”. Está pinturero con salsa, y entero; mas no hace pasar. En cambio, matando… aún estoy gritando; porque eso es matar. Aún estoy diciendo: ¡bravo! Pero la oreja y el rabo pues, en verdad, la faena salud, oh mexicanos periodistas; agarró esta ocasión por los cabellos, para admiraros, porque sois artistas que en la “prensa” dejais nobles destellos. ¡Periodistas amables! ¡Periodistas orondos!... Lo mismo los que hacéis los grandes “fondos” que los que os dedicáis a estirar cables… Yo desde aquí os saludo
desde detrás del biombo, y en verso, torpe y rudo os dedico este “bombo”; ya que con intención santa y virgínea vosotros “tantos” dais a “tánto línea”! Fueron algo sin razón, no fue tan brillante y buena, para tanto galardón. CHICUELO Hoy no estuvo bien “Chicuelo”! La verdad pura y sin trama; en el primero “jindama”, y en el segundo “camelo”. Ahora que es bueno advertir, que aunque no se portó bien esa pita “de chipén” no la esperaba yo oír. Quien al “as” se acerca o borra, quede bien o quede mal, se gana el odio mortal de la detonante “porra”. Hoy estuvo mal Manuel, pero hay que advertir, señores que no hizo tantos horrores como “pa” cebarse en él. VALENCIA Sigue el aplauso del chato; sigue caldeando la fragua; y sigue llevando al agua el gato. Se arrima como una prima, y dá tan grande parón, que hace arde, cuando se arrima, de emoción. Sigue así, gran Victoriano, porque si sigues así serán, el aplauso ufano y los pesos para ti. ANTONIO MÁRQUEZ Doy aquí fe y testimonio de que a la postre y al fin tocó la fama el clarín para Márquez, don Antonio. Hoy tuvo una tarde buena, y la gente le aplaudió, y al público entusiasmó en una y otra faena. Yo, que a Márquez fustigué,
aquí inclino la cerviz y le digo al de “Madriz”: Antonio, perdóneme. Yo le tomé por un quidan, pero hoy mostró con su ciencia que arte y finura en esencia en su torear anidan. Hoy, de artista haciendo alarde, ha descubierto su mina. La verdad, ha sido tarde, pero se sacó la espina. Catarino.220 1925 Humoradas Taurinas (Con permiso de D. Ramón de Campoamor) Le vi tan bien torear que, sin duda, he de querer otra vez volverle a ver, aunque no sepa matar. Cómo vá a causar encanto, y producir emoción, si no tiene corazón y muda el color, de espanto! No esperes que una mudanza te dé la tranquilidad; frente al dinero, -esperanza-, hay un toro, -realidad-, en guerra y alabar a algún torero; su dinero, el dinero, y el dinero! Yo me dí a tu lectura, y ayer me enajenabas con tu acento; pero hoy ya me constipas con tu aliento. Digo, si habrá frescura! tú matarle querías; pero es cierto que pinchaste cien veces, y aún no ha muerto. Sin saber decir por qué es, para “diestros” camelantes, todos son “bravillos” antes, y son muy broncos después. Tu tío, que es como un loro, ya no decía ni pío; pero te salió tu toro, 220
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., febrero 9 de 1925, Nº 18.
y ya habla otra vez tu tío. La puya es según se carga; corta o larga poco importa: El que pica la halla corta, y el que mira la ve larga. “También los chicos la dán”, dijiste con entereza; mas que lo grandes tendrán, que andan todos de cabeza. Ya no sé en qué consiste más deploro que, por poco, te vas al primer toro. No escribirías, a fe, de toros en esos modos, si este, ese, aquél, y todos supieran lo que yo sé. Si hago al juicio una llamada, no contesta el corazón; en los toros hay pasión y si no hay pasión no hay nada. Sueñe o vele no hay respiro era mi ardiente deseo; sueño, y torear te miro, despierto, y huír te veo. Me causas tanto pesar, que he llegado a presumir que algo debes torear, cuando lo han “dao” en decir. Que a todos das comisión en obsequio o con metal?... Pero en THE-KILA, guasón has dado en hueso; ¡formal! No te tengo que pagar ni me quedas a deber; bueno, te debí alabar, malo, te quise… moler. Nada, chico perdí en ello, si es que perdí tu amistad desde que hablando de aquello te dije aquella verdad. Te vendes, según se cuenta; y añaden que, que tu daño, dante a veces por la venta
monedas de desengaño. Anónimo.221 1925 CARTAS A CHUCHA. ALELUYAS DE LA ÚLTIMA CORRIDA. Hermosa corrida la de hoy, Chucha amada!... Ni en toros ni en nada, vimos otra igual; por eso mi pluma, si quieres mi labio lauda a “Monosabio” de un modo formal. Eligió él los bichos, según me han contado; y, cuando hay ganado todo marcha bien, por eso, señores, la corrida aquesta ha sido una fiesta de las de “chipén”. Yo que al César siempre dí lo que de él veo; y a Dios lo que creo que ha de ser de Dios; doy la enhorabuena, que es la del “THE-KILA”, por su gran pupila a Carlos Quirós. Todo bueno estuvo, menos esas pitas, brutas e inauditas para Chicuelín. Gente mexicana de justicia hora ¿cuándo de “la porra” veremos el fin? ¿Cuándo de los toros saldremos un día henchidos de hombría y alta la razón, cantando al unísono: “mexicas e hispanos 221
Op. Cit.
son en eso hermanos; arte y corazón”! ¡Que viva Gaona, que viva Chicuelo y Márquez, que el cielo nimbó hoy con su sol!... Que no en vano todos tienen sangre ardiente de aquel pueblo ingente llamado español. LOS TOROS Mandó seis toros San Diego, que dieron hermoso juego. Y al otro mundo se han ido con su deber bien cumplido. No llegaron al reparto de peso, el sexto y el cuarto. Mas sus cuatro compañeros fueron toros verdaderos. Hoy merece cualquier cosa el señor de Barbabosa. Y aquí le mando “un latido” del público agradecido. GAONA En su primer toro no soltó Gaona de su alta persona el rico caudal. No es que estuvo malo; mas con la pañosa le salió la cosa algo desigual. ¿Qué por qué, Chuchita?... Porque en este astado fue él el toreado y no el toreador. Eso del dominio, que es de él patrimonio, lo dejó el Petronio “pa” tiempo mejor. Pero al cuarto toro, animal pequeño, mas bravo y pastueño, allí estuvo él con sus “gaoneras”, con sus banderillas, con mil maravillas
hechas a cincel. ¿Y al matar?... No salgo aún de mi asombro… ¡Cómo entregó el hombro y al pelo llegó! Se jugó en la suerte su indiana pelleja, y el rabo y la oreja el pueblo le dio. CHICUELO Es el torero fino de la elegancia, aunque grite “la porra” con disonancia. Es un torero, de los pies al cogote, de cuerpo entero. ¡Qué suavidad de capa la de “Chicuelo”! Suavidad y dulzura de caramelo. Deja tozudos; porque esos que te pitan son pito… nudos. No has hecho hoy dos faenas monumentales; pero has “estado”, chiquillo, en tus cabales. Hay justas almas, y esas, ya tu lo has visto, te dan las palmas. Tu segundo, el más grande, qué bronco era, fue toreado de una buena manera. ¿Qué te pitaron?... Los esbirros a Cristo crucificaron! MÁRQUEZ Hoy demostró el madrileño, que, si es muy grande el Petronio, nació en Madrid un Antonio que no ha salido pequeño del toreo en patrimonio.
Hoy a Márquez se le vió, a la postre y fin, como es: un torero “comme il faut”, o en otra jerga, un “gachó” que sabe alzar su pavés. ¡Qué verónicas, ¡Dios mío! ¡Y qué pases naturales y de pecho!... Me da aún frío recordar un arte y brío que son tan… trascendentales. Su faena al sexto toro, fue lo mejor de este día. En ella derrochó el oro y toda la pedrería del taurómaco tesoro. Una hembra, después de hartarse de echar cosas a sus pies, dijo así: “aunque Márquez es, creo que debe llamarse por su toreo, Marqués. LAS CUADRILLAS Cumplieron como señores los chulos y picadores. Y afirmo en las aleluyas que hoy hubo muy buenas puyas. Estuvieron los peones bien, sin grandes distinciones. Es decir, que esta corrida bien puede ser señalada como la más encumbrada, y al par la más divertida de toda la temporada. Catarino.222 1925 CARTAS A CHUCHA ALELUYAS DE LA CORRIDA DE AYER. Ay, Chucha mía, que cansancio siento!... Hoy, de Pepe Roger el beneficio, ha sido un estropicio, y para la afición un gran tormento. 222
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., febrero 16 de 1925, Nº 19.
…Es hermosa la tarde; allá, en el firmamento, el padre Febo arde animando la vida, e incitando a la gente a la corrida. Vamos, pues, a El Toreo; y al padre sol no le dejemos feo. Ya estamos en la plaza! La Típica desgrana sus cantares y en los tendidos hay grandes lunares, y esto de entrada pobre tiene traza. Rasga el aire un cantar, de aquesta tierra, lleno de sentimiento y melodía, y que en sus notas cierra mundos de melancólica alegría. ¡Cantares mexicanos, que de los de mi patria sois hermanos, cómo robais mi calma al posar vuestros dejos en el alma!... ¡Ay Chucha, qué romántico, me pongo al escuchar tan dulce cántico! Ensueños de la vida romanticismos fuera, que ya toca el clarín, sale una fiera, y empieza la corrida. LOS TOROS Estos toros españoles no traían gran fuego en los pañoles. Pero al quinto animal ¿por qué lo mandarían al corral? Ah, señor Presidente… Tomó tres varas el de don Vicente. Y tomando tres varas… (cosa rara) una barbaridad hizo, de a vara. De los seis, cuatro astados, fueron bastante broncos y avisados. Y solo de buen toro tenía fuero el cuarto y el primero. De tamaño y de libras, pocas cosas; también allá hay acridios y babosas. ¿Para traer tan chicas alimañas fue preciso acudir a las Españas? GAONA Tocóle el mejor lote hoy a Gaona; mas no agradó laureles a su corona. Sólo al primero
le metió bien el hombro con el acero. Con el capote, nada; con la muleta, también muy poco hizo el gran esteta. Y eso que el toro pasaba bien, lo mismo que una onza de oro. En su bicho segundo, con el capote, demostró a todas luces tener cerote; y en banderillas puso tres pares, suaves como natillas. La faena, fue vistosa pero, ay hermano, qué poco se te mira correr la mano. Y estás esteta pasando con la punta de la muleta. La muerte de este bruto, como Petronio, nadie podrá negarlo, fue del demonio. Con el estoque, ni en un solo viaje hizo el embroque. “VALENCIA I” Con arte, estilo y finura, y con valor bien probado, siempre mostró que es figura de relieve ante el astado. Siempre le he visto torear fino, y matar con decoro; mas hoy se dejó mandar, casi siempre, por el toro. Tuvo algunas gallardías, pero yo no sé por qué no me pareció José ser el Pepe de otros días. Hoy entró a matar derecho, varias veces el “gachó”, y varias veces dio el pecho, pero pocas acertó. Con la capa y trapo rojo,
no nos llegó a entusiasmar; y bien puedo confesar que estuvo bastante flojo. Y es que si la res es bronca, no se luce el diestro nunca; y el ansia al pueblo se trunca porque el arte se destronca. EL CHATO El consabido “parón” de este valiente torero, yo no se por qué razón hoy se quedó en el tintero, o, más bien, en el cajón. Devueltos para el corral vimos ir a sus dos brutos; y, como es muy natural, su labor “trascendental”, fue torear substitutos. De Atenco fueron los dos, y ante el pueblo y ante Dios afirmo que este torero, solamente en el primero marchó del aplauso en pos. LA QUE VIENE Una corrida barata dará el domingo la Empresa, y en ella, como una oblata, nos ofrece una sorpresa: Antonio Sánchez, un “gato” que en la Plaza tapatía hasta ahora “cobró él barato” en uno y en otro día. Veremos si el madrileño no nos resulta ilusión; pues ya dijo Calderón que toda “la vida es sueño” y los sueños sueños son. Catarino.223 1925 Los sabores del toreo.
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The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., febrero 23 de 1925, Nº 20.
Saliendo ayer de El Toreo, en taurómaca disputa contendían Juan y Antonio, y en su volcánica pugna discutían los “sabores” fe los toreros que hoy se usan. Y decía a Antonio Juan: -chico, no es que yo presuma fe ser un Merlín del cuerno, ni en el arte una columna; pero el toreo “finolis”, ese que Gaona usa cuando a los iberos baña con regadera “presunta”; ese es el toreo “chévere” del sabor que a mí me gusta. Porque eso sabe a toreo de una manera “impoluta”. Y, a Juan, contestaba Antonio: -todo eso es “leche de burra” y un “pulquito sin curar”, argúyalo quien lo arguya. …El parón del que es valiente, y la estocada que “enluta”, dando el hombro tieso y recto, más que alguno de la Curia… Ahí está el sabor taurino que atortola y despanzurra. -Lo que a mí mejor me sabe, y es lo mejor sin disputa, don las verónicas finas-A mí lo que más me gusta, porque tiene un gran sabor, es la estocada que tumba-Pues sabe mejor el arte-Pues sabe mejor la lucha-. .................... Y Tomás, amigo de ambos para acabar la trifulca, les dijo, “¡es, señores, ya terminó la disputa!... En los toros, y sin toros, como el sol que nos alumbra, es lo que mejor nos sabe, la CERVEZA MOCTEZUMA. Tomemos unas XX, y aquí paz, y allí… aceitunas
Posturitas.224 1925 CARTAS A CHUCHA ALELUYAS DE LA CORRIDA DE AYER. I Una corrida barata llamaron a esta corrida; a ella voy, Chucha querida. ¿Será grata? ¿Será lata? ¿Será corrida aburrida? Montes, Mariano, es valiente y es un torero consciente, y dentro de su pecho arde una afición, que es ferviente; bien puede darnos la tarde. De Antonio Sánchez, ignoro cómo mete la cuchara. Dicen que en Guadalajara echó mucha sal al toro: Veremos si hoy se dispara. “Armillita” es elegante, y puede ser gran torero. A ver si se echa “pa’ lante”, y hoy da una tarde brillante que aplauda México entero. Desde luego, Chucha obesa, desde aquí te participo que la entrada es de sorpresa: ¡como “pa quitar el hipo” a cualquiera de la Empresa! Hay candoroso que cuelga el ver las gradas vacías, a que los de los tranvías, se declararon en huelga con todas sus energías. Pero yo creo, además, (a veces suceder suele) que, por nefas o por fás, el público “se las huele” como ahora, Chucha, verás.
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Op. Cit.
II LOS TOROS Fueron toros de presencia los seis Coaxamaluqueños; bien armados, y valientes para arrancarse a los pencos. Pero todos se quedaban delante de los toreros, y era imposible de punto con ellos el lucimiento. Al quinto, de buena lámina que era un animal berrendo, quiso el público indultarle. ¿Pero señores, qué vemos en ese toro de extraño para lauro tan tremendo?... ¿Qué es bonito y algo bravo?... ¡oh público, no seas necio! ni eso es toro de bandera ni debe dar vuelta al ruedo! MONTES Hoy ha estado valiente Mariano Montes, toreando a dos dedos de los pitones. Si así, Mariano desde el principio hicieras también este año!... Verónicas valientes, pases de alarde, pasándose los toros donde “pupa” hacen; y dando muerte, sobre todo al primero, como se debe. III Fue lo único que vimos en la corrida, que ha “resultao” más sosa que una morcilla. Sólo Mariano no estuvo soporífero, y ganó aplausos.
ANTONIO SÁNCHEZ Dio al primero una estocada de las de “muy señor mío”; con el capote, ni pío; y con la muleta, nada que diera el escalofrío. En su segundo, hecho un lío, y la gente desmayada viendo el inmenso vacío, de este madrileño espada que en el ruedo tapatío dicen que armó la algarada. Esta tarde malhadada estuvo “desaborío”. “ARMILLITA” No hizo nada a su primero, para mostrarse torero. Pero en cambio en su segundo estuvo, en lo mal, fecundo. A mí me cortó el resuello el ver tanto descabello. El pueblo obsequió a Armillita, con una tremenda pita. Y así acabó la corrida, que dio en llamarse barata, y que fue una horrible lata por lo sosa y aburrida. Hubo solo una excepción, y aquí la doy por escrito; y fue el peón “Rosalito”, que hoy se proclamó peón votando todo el distrito. Catarino.225 1925 GUITARRA THE-KILERA “Quiso contármelo todo Y yo le tapé la boca. Rabos y orejas denigran Cuando se torean monas. “Llora… por mucho que llores No llorarás lo bastante” Para ahogar las pretensiones 225
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., marzo 2 de 1925, Nº 21.
E infundios que tú te traes. “Confiesa que lo que has hecho Tiene pena de la vida”. Aquel bajonazo infame… Ni el más maleta lo haría. “Hay quien vive de ilusiones; Yo vivo de realidades”. Las “faenazas” con chotos, ni dan prestigio, ni valen. “Yo tenía un corazón, Y ese corazón ha muerto”. Murió por haberte visto “Robando tipo” ante un feto. “Nunca pierdas la esperanza, Que es el faro que ilumina”. Tú, por no haberla perdido, Te sacaste, al fin, la espina. “Mi reloj es traicionero; Va despacio cuando sufro”, Y si cuento lo que pinchas, Se para y… que cuente el Nuncio. “A mí me engañáste tú, Y yo ahora engaño a la gente”. ¡Les dije que eran los toros De Martínez, don Vicente! “Momentitos que se van, Son minutos que se vuelan” Y a veces pasan de quince, Y sin que se entere Béjar. En el suelo tapatío a torear te ví salir; y ahora tu tío tapa cómo estuviste allí. “En el patio de la cárcel miré al cielo y dí un suspiro”, pero tú, cuando te tiras, miras muy poco al morrillo. “Sí vez que una niña rubia amarilla y con ojeras”, es que te vio destaparte en la faenaza aquella. “Tengo de subir subir al puerto del Guadarrama”, para desde allí gritar que eres torero “camama”. En las rejas de la cárcel el domingo me pusieron”, porque un toro de mi niño maté desde el burladero.
Anónimo.226 1925 ¡A LOS TOROS! ¡A LOS TOROS! Murió febrero, y ya marzo del sol la cálida estufa muestra en ricos esplendores que la sangre nos inundan. Vamos, amada a los toros, y allí verás cómo triunfan domeñando los toreros de los toros la bravura. Allí, del arte al dominio, verás que el hombre se burla fácilmente de una fiera, que le acomete sañuda!... Y el toro, gallardo y noble, y del torero la astucia, uno por querer cornarle, y otro por vencerle, luchan, hasta que la fiera astada, vencida en la rara pugna, se rinde, al fin, al cansancio y se detiene convulsa; mientras el arte del diestro, con el rojo capotillo ante su testa, dibuja con el rojo capotillo una suerte con “enjundia”, y estallan palmas y dianas y en la plaza una locura. Vamos, amada, a los toros; que hoy el sol muestra lujuria por asistir a esa fiesta a que algunos llaman bruta. Vamos, adórnate amada; quiero que en tu pecho luzcas de estas flores que te traigo la que más tu gusto busca… ¿Vés su corola dorada y el cáliz cómo se espuma…? Me parece una exquisita CERVEZA DE MOCTEZUMA, que sabes que es mi bebidaa agradable, y sana, y única. ¡Un girasol amarillo! ¡LA CERVEZA MOCTEZUMA…! ¡Vamos de prisa a la plaza, 226
Op. Cit.
y al salir tomamos una!” Anónimo.227 1925 CARTAS A CHUCHA. ALELUYAS DE LA CORRIDA DE AYER. De toros hermoso día!... la alegría me embaraza, y no sabes, Chucha mía, lo que al entrar en la plaza contempló hoy la musa mía. Sobre la cerca blanqueada que el ruedo anchuroso doma, ví posada una paloma, piando desconsolada cual la nieve, inmaculada. Me acerqué calladamente; la ví mirar y mirar a la afición contingente, y al mirar tan poca gente la ví el vuelo remontar. Y al mirarla alzar elvuelo con tal majestuosidad, la pregunté con anhelo: “¿a dónde vuelas? –al cielo-¿quién eres?- -¡La Caridad!” Y ella era, Chucha mía; la Caridad que se huía, llevando su ilusión muerta al ver la plaza desierta y desierta su alcancía. “Adiós, me dijo, cantor: voy de Dios a la heredad porque en el mundo traidor del prójimo el santo amor es muy chico, o no es verdad”. Y es muy cierto, Chucha mía!... la Caridad nos llamó; mas la gente no acudió. Y al ver la plaza vacía la paloma se voló.
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Ibidem.
Con esto quiero decirte que la esposa de Millán y el “Reverte Mexicano!, a quienes la Caridad llevar quiso sus consuelos y sus penas mitigar, con lo que de ésta les toque no van a comer ni pan. Porque fue requetemala la entrada del festival. LOS TOROS Bien presentados fueron los toros; y menos uno cumplieron todos. Mansurroneando alguno que otro; mas siendo duros para los potros. Es decir, Chucha, que aquestos toros, si es que no fueron de requilorios, tampoco eran de pasta o corcho. REVERTE MEXICANO El Reverte mexicano, que casi es un anciano, demostró en esta ocasión que no en vano dice el pueblo soberano que tiene gran corazón. Echa en su toro soltura, y al hallar la cuadratura se tiró tan recto a herir, que aplaudir hizo al pueblo con locura, viéndole, aún, garbo lucir. RODOLFO GAONA Ya sabes que Gaona es el primero, cualquiera que delante vaya en el puesto; y en este día fue también el primero
de la corrida. Dominó a su morucho valientemente, y al hacer toro a un manso lució el caletre, ese es Gaona: ¡el primero, señores, y… “ni parola”! CHICUELO Es el niño sevillano un torero soberano. Hoy salió con muchas ganas a merecer las dianas. Mas, del deseo en desdoro, no encontró el muchacho toro. Y sin embargo hizo cosas macanudas, primorosas. Es torero de alto vuelo Manuel Jiménez “Chicuelo”. “VALENCIA I” Tuvo lo menos malo de la corrida, este “Valencia”; que aunque no era regalo su toro, en vida fue una decencia. Y aprovechó “Valencia” que no es de palo, el animal; y puso en él esencia y de arte un halo; no estuvo mal. “EL CHATO” Salió muy manso su bruto, y toreó un sustituto. Que de su madre en desdén resultó manso también. Largó dos medias verónicas, de las que aplauden las crónicas.
Y muleteó tan valiente que de pie puso a la gente. Entró recto y mató bien. buen viaje, chato. Amén. “ARMILLITA” Este novel matador que tiene elegancia y arte, tampoco hoy nos dio el sabor de ser un porta-estandarte. Toreó con sus barullos, y el hombre no lo hizo mal; en cambio en los garapullos estuvo piramidal. Poco a poco se va lejos, puede lejos llegar; que solo vinos añejos tienen muy buen paladar. LA QUE VIENE Para el domingo, Chucha abre el paraguas: ¡seis toros españoles, los seis Veraguas! Toros de brío que son “pa” la corrida del Montepío. Torea el gran Gaona, con el “Chicuelo”, y Márquez, el que ha poco descorrió el velo. Chucha querida, ven, porque debe verse esta corrida. Catarino.228 1925 GUITARRA THE-KILERA “No te coloques claveles ni rosas sobre tu pecho”, colócate frente al toro, 228
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., marzo 9 de 1925, Nº 22.
cual corresponde a un torero. “Mataste mi corazón, mas no lo hiciste de frente”; y de esa misma manera mataste tú aquel torete. “Hay quien está de remate pero él se cree festivo”. Vaya un ejemplo: “Chirrichi” el que emborrona El Taurino. “No hay pena que se compare a estar solito en la tierra”, a excepción de la que siento el día que tú toreas. “Es tu cariño muy necio: Piensas que todos te quieren”; verás qué pronto te olvidan en cuanto ya no torees. “Tu eres como la amapola en el campo y los trigales”; coloradito y bonito, mas no convences a nadie. “Dos horas llevamos juntos sin hablar una palabra”. Claro, estábamos contando aquel sin fin de estocadas. “Si te atreves a mirarme cara a cara y frente a frente”; te diré cómo tu mozo asesinó aquel torete. “Marinero, sube al palo y dile a la madre mía”, que aquí hay otro “Marinero” que es el “as” de los que pican. Anónimo.229 1925 GUITARRA THE-KILERA. “Quítate de mi presencia que no te quiero mirar”. ¿Tu alternativa está verde…? 229
Op. Cit.
Pues… déjala madurar. “Der cielo caiga una piedra que pese dos mil quintales” y le aplaste la pelota al “barchante” que tú sabes. “Ojos míos, no lloréis; lágrimas, tenei paciencia” que si el maestro se va, no se cerrará la escuela. “Compañerito del alma, ¡qué penita pasa aquel” que ve que en lugar de al toro, te arrimas a… la pared! “Quiero decir y no digo, y estoy sin decir diciendo” que eres chiquito y bonito, y el mejor de los toreros. “Yo quisiera y no quisiera, que son cosas diferentes”; quisiera que te arrimaras y que juntaras los pieses”. “Manzanita colorada que en el suelo te cogí” dime ¿a quién vas a plagiar ahora que estés en Madrid? “Si a mí me estuviera bien el andar de noche sola”, me iba contigo, serrano, a las playas españolas. “Dicen que tú no me quieres porque no tengo que dar” te daré cuatro morradas si intentas descabellar. “No me vengas con pinturas, que yo pinturas no quiero”. firma lo que escribas tú, pero no firmes lo ajeno. Anónimo.230 1925 230
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., marzo 16 de 1925, Nº 24.
Lectores…: hasta la Vista!! Queridísimo lector: Con respeto, con fervor, -pues que somos bien nacidos-, quedamos agradecidos a tu continuo favor. Pagaste muy bien pagados los números publicados de esta revista guasona: Ya nos vamos… (Con Gaona para ir bien acompañados). Tu bolsillo respetable fue siempre, lector amable, el que, con muy fino instinto, no nos negó nunca “el quinto” por cualquier chisme agradable. Y, pues pagaste con creces y de nosotros en pos caminaste muchas veces, queremos decirte adiós tal y como te mereces. Te prometimos, lector, escribir siempre en tu honor la verdad de los toreros, a pesar del disfavor de unos cuantos majaderos. Te prometimos ser justos, sin pasiones, imparciales, y dar unos cuantos sustos, desazones y disgustos a revisteros venales. Te prometimos decir la verdad, sin un rodeo, y desnudar, descubrir, a varios ases “pour rire” que existen en el toreo. Te hicimos formal promesa de ser decentes, honrados, sin llevar a nuestra mesa ningún “manjar” de la Empresa, toreros, ni apoderados. ¿Todo esto que prometimos, se cumplió? En la interrogante
nosotros nos eximimos; tú, con tu ayuda constante, has dicho que si cumplimos. “THE-KILA”, pues, hace honor a su palabra, lector, -cosa que ya no se estila;de aquí el constante favor del público por “THE-KILA”. Sabe cumplir, si promete; serenamente arremete contra las torres más altas… “Y aquí termina el sainete, perdonad sus muchas faltas”. Anónimo.231 1925 Habrá The-Kila (Bequeriana) No digas que agotado ya su númen Morirá para siempre esta Revista; Mientras haya corridas generales, Habrá THE-KILA. Mientras las ondas de un capote rojo Verónicas describan; Mientras la piel desgarren los piqueros, Que mechan ya y no pican. Mientras los garapullos adornados Se claven en la tripa, Por tantos rehileteros infumables, Habrá THE-KILA. Mientras sintamos que se alegra el alma Pensando en la corrida; Mientras los nervios el clarín sacuda, Cuando manda o convida A que se abra la puerta de los sustos Y comience la lidia; Mientras haya maletas y chotejos, Habrá THE-KILA. ¿Qué ahora se vá?... Señor, es que desea A la afición tranquila Dejar, para que guarde y almacene Para Octubre la risa. 231
The-Kila. Semanario nacional que se sirve a la afición, con unos granos de sal y unas gotas de limón. Tomo I, México, D.F., abril 13 de 1925, Nº 24.
Con que, adiós, caro público; hasta Octubre. Y apúrate esta máxima con rima: “Mezcla de justicieras alabanzas, O justas azotinas, Mientras haya occipucios con coleta, Habrá THE-KILA! LA REDACCIÓN.232 1925 EL MAESTRO (A GAONA, DESPUÉS DE SU RETIRADA). Si en el arte son notas de importancia, Esmero y corrección en la factura; En la presentación gracia y frescura Y en el conjunto brío y elegancia. Si el artista, sin necia petulancia, Hacia su fin camina con mesura, Y halla reputación firme y segura Laureles recogiendo en abundancia. Y al lado de figuras eminentes En la lucha derrama gemas y oro, Y consigue, entre aplausos elocuentes, Que le proclame la afición a coro, Cual lidiador genial, hábil y diestro: GAON, EN El Toreo, fue un maestro. EL CHATO VILLEGAS.233 1925 Los clásicos Castellanos Gaonistas. I Volverán las corridas de los toros, De la eterna afición ocio y solaz, Y otra vez de los “astros” coletudos El arte brillará; Pero aquellos becerros de tres años, Que en el ruedo veíamos lidiar Y que hacían ganar doce mil duros… Esos… ¡no volverán! Volverán unos diestros y otros diestros 232 233
Op. Cit. Ibidem.
De “El Toreo” en el coso a trastear, Y otra vez mil faenas diferentes Nuestros ojos verán; Pero aquellas faenas por la cara, Encorvado, y abriéndose el compás, Que arrancaban aullidos a la “porra”, Esas… ¡no volverán! Volverán de “Chicuelo” los alardes Con su clásico pase natural, Y otra vez, con su mágico capote Hará el arte brillar; Pero aquellas verónicas estéticas Acabado el peligro de pasar, Y aquellos molinetes a un kilómetro, Esos… ¡No volverán! Volverán mil toreros con vergüenza De esos que van derechos tras la “espá” Y marcando valientes los tres tiempos Se va al costillar; Pero aquellos sablazos pescueceros De dos orejas, rabo, y algo más Cuarteando y al par volviendo el rostro Esos… no volverán. Se acabó el irritante caciquismo, Puesto que ya se fue su majestad, Y ahora podrá por fin, hacer la empresa Su santa voluntad; Pero ya suprimidos los obstáculos, Muerto el cacique, y sin barreras ya, Pedirá la afición: ¡”Sánchez Mejías”!, Y ese… sí volverá. II Ayer la ví camino de la plaza En coche, sin claveles ni mantón; Iba enjugando su pañuelo el llanto, ¡Oh “porra” qué aflicción! Hoy el cielo y la tierra me sonríen; Hoy llega al fondo de mi alma el sol; Hoy le vi, hoy le ví, y se la ha cortado. ¡Hoy creo en Dios! III
Cuántas veces frente a tus once casas, Esas de Bucareli, Recordarás los vítores y aplausos De los públicos fieles. Y añorando los célicos instantes De palmas y de gloria, Viendo las casas, tú dirás por dentro: Aquí me las den todas. IV No sé lo que he soñado Esta noche pasada; Triste, muy triste debió ser el sueño; Pues despierto la angustia me duraba. Y al mirarme el bolsillo del chaleco Ni duda fue aclarada: Es que ayer, el poder ver a Gaona Costóme “once macanas”. Triste cosa es el sueño; Pero es más triste aún la realidad!... Y fue todo por “Chano”, el cojitrando Que tánto hizo los precios elevar. Gustavo A. Bécquer. (O a Ver Qué?)234 1925 V ¡Qué descansada vida La del que huye del mundanal ruido, Con fortuna adquirida Por ser el “toricida” De muchos chotos que en el mundo han sido. Del monte en la ladera Por mi mano plantado tuve un huerto, Que cuando llega octubre, Por becerros quitados de la ubre Deban para mi bolsa el fruto cierto. FRAY LUIS DE LEÓN… DE LOS ALDAMAS.235 1925 VI 234 235
Ibid. Ib.
Ojos claros serenos, Si de dulce mirar sois alabados ¿por qué si mi miráis, miráis airados?... Si cuando estuvo apático Cortasteis en su honor más de una oreja, ¿por qué lloráis ahora que nos deja?... Ojos claros serenos, Otros vendrán más bravos y más buenos. GUTIERRE DE CETINA. (Zapaterías en toda la República).236 1925 VII Recuerde el alma dormida, Tienda la vista al esteta Contemplando Cómo al correr de la vida Y al cortarse la coleta Va cobrando. ............... De oro y plata son los ríos Que van a dar a la mar. Que es El Torero. Y así se hacen “caseríos” Para la vida pasar Sin deseo… ¿Qué fue del maestro “Ojitos”? ¿El valor y la afición, ¿qué se hicieron?... ¿Dónde están los “charolitos”, Que haciendo ¡tolón, tolón!, Se volvieron? EL HERMANO JORGE… MANRIQUE237 1925 VIII Quisiera ver un toro De cinco años cumplidos Y cuernos bien crecidos Y recio acometer; 236 237
Ib. Ib.
Quisiera verlo ahora Que mi actuación acaba, (pues cuando toreaba “no los podía ver”.) ESPRONCEDA… Y FERNÁNDEZ.238 1925
En 1925 Armando de María y Campos publicaba en El Demócrata una semblanza sobre Ponciano Díaz, y de ella desprendo los siguientes versos que, por alguna razón especial no fueron publicados en las obras que escribió el autor alusivas no sólo al personaje sino a la época de finales del siglo XIX. Por tu carácter sencillo, Franco, sin ostentación, Conquistas admiración, Y fama y renombre y brillo. No serás un PEPE HILLO, LAGARTIJO ni FRASCUELO, Ni portarás el capelo De “taurómaco doctor”; Pero eres, por tu valor, Un taurómaco modelo.
Un poeta anónimo le decía al torero de Atenco: Porque no eres Sevillano, No te preocupes Ponciano, Que ni valor ni osadía Anhela de Andalucía Nuestro pueblo mexicano. ¿No es verdad que el poeta popular, es decir, el pueblo, hace la semblanza más perfecta que pueda desearse del famoso lidiador? El lidiador sólo fía En su pericia privada; Y cuando da una estocada, Buena o mala, la revela… ¿No tiene Ponciano escuela? Pues menos fama usurpada.
Entre líneas de la poesía que flota, y que una tarde le arrojaron a Ponciano al ruedo, mientras toreaba, se adivina la silueta del formidable matador de Elgóibar. Pero el pudor con que entonces se hacían las campañas taurinas nada dice en las coplas que pueda lastimarlo directamente. Algunos explotadores Pretendiéndote humillar, 238
Ib.
Han traído de Ultramar Crema del arte taurino, Sin pensar que es tu destino Sólo triunfos alcanzar.
¿Queréis mayor sinceridad e ingenuidad en tan pocas palabras? Pues ahora oid, finalmente, este retrato de Ponciano, trazado en cuatro renglones. Eres valiente, Ponciano, Por más que ruja la envidia, Genio audaz para la lidia Y modesto mexicano.239 1925 Lo que va de ayer a hoy No tienen las corridas de toros, como en épocas pasadas, aquellas pinceladas fuertes y coloridas, que inspiraron los cuadros de Perea; y que, modestia aparte, eran conjuntos de valor y de arte. Porque, si hoy se torea “más cerca y más ceñido”, en cambio, vemos mixtificaciones que prueban que han partido los “riñones” al panteón del olvido… Antaño, los toreros eran hombres valientes y esforzados, que se enfrentaban siempre con astados y nunca con utreros de aquellos que se ven en nuestros días; que no, por sus caprichos, por despachar dos bichos cobraran verdaderas “gollerías”, que fueran siempre dignos compañeros y que en la lucha diaria, hasta en su indumentaria mostraban el “cachet” de los toreros, pues sabían guardar las tradiciones, luciendo por la calle el pantalón de talle, la bordada camisa de ahuevados, la chaquetilla corta, con coderas y “golpes” de abalorio, el bastón traditorio, las botas de una pieza, las pecheras cuajadas de brillantes, el sombrero calañés de ancha falda 239
EL DEMÓCRATA, D.F., del 23 de agosto de 1925, p. 41 y 42.
y la faja esmeralda o de vivos colores. El torero, usaba siempre “tufos” y coleta, fumaba buenos puros, y en sus grandes “apuros”, se gastaba hasta la última peseta. Hoy, los diestros que valen, olvidaron las épocas pasadas; y si a la calle salen, no encuentran las miradas curiosas, de la gente que pasea, pues visten “a la gringa” y no hay quien los distinga entre un “fifí” y un hombre que torea. Pero, no es eso todo: “Las Persianas” pasaron a la historia, y en las tardes de gloria, cuando suenan las palmas y las dianas en honor del torero “modernista”, que recorre la arena después de una faena indigna del que sueña ser artista; cuando estallan las grandes ovaciones, porque tuvo la suerte de poder darle muerte a cualquier “cucaracha” sin pitones, se extraña la coleta en el cogote del diestro “preferido”, que luce un “añadido” ridículo, del grueso de un popote, y que cambia los ternos legendarios con alamares de oro, por los que, frente al toro, más que trajes de luces, son sudarios. Ahora, por lo que hace a las corridas, los maestros actuales no lidian “catedrales” que tengan las defensas muy crecidas, hacen suertes de capa “novedosas”, parando en ocasiones; y arrancan ovaciones con desplantes, piruetas y otras cosas. Hoy se hacen “quites” por demás “brillantes”, mas resultan algunos del todo inoportunos, porque los diestros los rematan antes de sacar a la fiera por derecho, sin evitar que el bicho sepulte… por capricho, el pitón en las ancas o en el pecho del infeliz jamelgo, cuya vida depende del torero, y sin ver que el piquero
pueda salir con bien de una caída. Nadie se ocupa de dejar en suerte a las fieras que pegan y muchas de estas, llegan en malas condiciones a la muerte, por causa de los grandes herraderos. Hoy, los diestros más malos, se lucen con los palos porque piensan que son banderilleros tan solo porque llegan a la cara salvando los hachazos, sin levantar los brazos y sin cuadrar como antes se cuadrara, ya que dejan el par “de lavativa”. Hoy, un diestro moderno, en cuanto estrena un terno se “pira” por tomar la alternativa; pero se hace pagar su peso en oro, por los pinchazos mandobles y sablazos con los que suele despachar al toro al que le hace faena de muleta sin otra cosa “rara”, que pasar por la cara, siempre sobre las piernas, y en completa carencia de quietud y valentía… Por eso, cuando veo lo que hacen del toreo los modernistas “astros” de hoy en día, suspiro por aquellos “mamarrachos” de la época pasada, ¡que no intentaron nada por disputar la gloria a estos muchachos…! MARTÍN GALAS.240 1925
RECORDANDO A LOS COMPAÑEROS “FALLECIDOS” Los revisteros taurinos de los que dicen las gentes son malvados asesinos que a los toreros valientes dijeron mil desatinos, y los cronistas honrados 240
El Universal Taurino. T. VIII. México, 12 de mayo de 19125, N° 185, p. 24.
de la pluma cariñosa con los diestros desgraciados, yacen, sus cuerpos mezclados, bajo una pesada losa. Ningunoo ha llegado al cielo, que quiso la Providencia hacer justicia modelo y dictar una sentencia que no se tome a camelo. Por los santos tribunales fue alguno que otro elegido y fue en pago de sus males, que tan solo eran veniales, al purgatorio metido. Y allí están los desgraciados, los unos desesperados, los otros en gran holgorio, pero todos resignados padeciendo el purgatorio. Del calor las inclemencias allá sufre “Latiguillo” y aunque goza de influencias, por tener lleno el bolsillo, purga bien sus truculencias. Pena allá las veleidades de no respetar su mote el cronista “Don Verdades” que a fuerza de iniquidades lo han dejado hecho un zapote. A “Monosabio”, inclementes aquellas impías gentes, hacen purgar sus deslices con unos enormes lentes que le quiebran las narices. Pues dicen que es un agravio y tienen por un desdoro, el que siga “Monosabio” con el constante resabio de empequeñecer al toro. “Don Biombo” y “Verduguillo” juntos con Esperancita y con Chirrichi, el sencillo, purgan su fiebre maldita de darnos el “tabardillo”. Y Arizmendi, el revistero que desde su burladero habla a todas las ciudades, con el gran “Dificultades” sufrirá tormento fiero, como Diógenes Ferrand a quien lo condenarán con manteca a ser tostado, igual que si fuera un pan,
por escribir demasiado. Ya Corinto y Corrochano con Alcázar, Federico, sufren tormento inhumano, no viendo al torero hispano que este año va a dar el mico. Y a Caamaño, el revistero por su excesiva bondad, que calificar no quiero, le dirán una verdad que no ha de ser de “El Barquero”. Con todos estos tormentos y el que os he dado lectores, con tantos y tantos cuentos, purgan nuestros escritores sus más malos pensamientos. Y si vuelven a nacer es lógico suponer, que todos se han de enmendar o les agrada purgar, lo que bien pudiera ser. CALAVERA.241 CALAVERAS DE “TOROS Y DEPORTES”
241
Toros y Deportes. T. IX. México, D.F., Noviembre 3 de 1925, N° 210.
ARMILLITA ES UN MAESTRO. Ripios taurinos. Unánimemente acordes quedaron los revisteros mexicanos, al contarnos que Armillita es un torero con todas las de la ye, y dice un amigo nuestro, que por amigo, juzgamos como el crítico más bueno, que Fermín ya se merece el título de maestro. Como el público, también se ha mostrado satisfecho un servidor, aunque piensa que no es el público necio, se adhiere a Lope de Vega y le da su asentimiento y afirma que el profesor Armillita, el más pequeño, ha regresado de Iberia hecho ya un perfecto diestro, y esto no es hacer la barba, pues Verduguillo sincero nos dice que aún la “gillete” no necesita el torero. Y como que la afición mexicana pierde el seso por no hallar el sustituto de aquel torero perfecto, a quien rindió idolatría y agasajó hasta el exceso, ya puede dormir tranquila pues parece que su anhelo, con Armillita Segundo se va a encontrar satisfecho. Y claro está que este humilde y constante amigo vuestro, que goza con vuestros goces, también se ha de ver contento al leer que el escritor que no peca de “barbero” haya concedido a Armilla el título de “Maestro”. Nuestros amigos, don Chon y Julián, el madrileño también se muestran conformes
a juzgar por sus comentos que paso a reproducir tal como los emitieron. Fue el jueves, en el café clásico de los toreros donde el bueno de Julián se encontró con el pulquero. Un zumbido de colmena Y un humo pesado y denso Hacen casi inhabitable Aquel establecimiento. Las meseras van y vienen sin que cese su ajetreo: la “Pájara”, mientras sirve, cual siempre, muestra su ingenio peregrino, la Cubana con avinagrado gesto contesta a un admirador de sus formas y su cuerpo con un bofetón terrible o con un dicho terrible o con un dicho grosero, La Gallega, más melosa, dice “non tiño diñeiro” e si osté non me lo da non me invite a ir a paseo”. La Ciriaca y la Leonor platican “de mucho verso” con dos amigos constantes que las echan chicoleos. En un oscuro rincón el vate Bernáldez, serio cejijunto, triste y grave monologando en silencio hace una protesta muda contra el llamado arte nuevo, protesta de los Ulises y de Rivera don Diego, mientras que el gran “Florisel” recita “singermanesco”, y con enfático tono, de un bardo terribles versos. Pepe Nava dice un chiste, Menéndez un desacierto, Federico, envanecido nos cuenta el triunfo tremendo que tuvo con su cuplé “Te voy a partir un hueso” Y en la entrada del café sin darse cuenta en el tiempo que transcurre, están sentados Bartolillo el ex mesero,
“Morenito de la Cara” Pérez y “Guzmán el Bueno”. Cuando Chonito y Julián entrando al café se vieron, no encontraron una mesa donde sentarse, y por ello aceptan la invitación de Valencia y del “Nevero” aunque gustan de estar solos cuando discuten de cuernos. -Yo creo, dijo el Valencia que, hasta ahora, en “El Toreo” no empieza la temporada, ni comenzar la veremos hasta que llegue Barrera. -Ya será un poquito menos, le contesta el de las Nieves; tu paisano es un torero pero no niegues, Enrique, que aquí también los hay buenos. -Retebuenos que los hay afirma Chon el pulquero. -Ahí está Armilla segundo, corrobora el madrileño que viene hecho un catedrático con sandunga y con cerebro. -Eso es mucho aventurar, más adelante veremos lo que pasa. -¡Tú está lelo! ¿Es que cincuenta corridas no son un sobrado ejemplo pa juzgar al Benjamín? ¿Es que el público torero peninsular, ya no entiende y se está chupando el dedo? ¿Es que te has creído tú que “Verduguillo” es un memo que aún está en Preparatoria taurómaca? ¡No seas sienso! -Gracias, compadre Julián, por defender a mi pueblo -Con decir una verdad yo no lo estoy defendiendo, lo que pasa es que “Valencia” como no ha ido aún al “Toreo” porque espera a su paisano, no sabe que ya es fenómeno Fermincito, y como iznora, pués s´ha colao como un neo en cuestión de tauromaquia, porque “Valencia” le advierto
que sabe lo que se trae y tiene su entendimiento. -Entonces, no he dicho nada, dice el aludido, acepto, que “Armillita” es un coloso. -De los que no tienen “pero”, pero por no haberlo visto l´has metido hasta el pescuezo. -Dejémoslo por la paz, dice el de Puebla, celebro que todos estéis conformes porque en cuestiones de cuernos ni entre marido y mujer se consigue estar de acuerdo. -Entonces, en desagravio a don Chonito, tomemos unas copas de cognac que va a pagar el “Nevero” -¿Qué yo les pague un cognac? Eso sí que no, ¡protesto! ¿Se trata de un mexicano? pues con tequila brindemos -Te sienta bien el apodo porque eres, “Nevero”, un fresco -Pues yo no pago el cognac -Señores, no sean tercos; yo pago lo que se pida desde champán a habanero, dice don Chonito alegre, porque yo soy quien celebro el triunfo de mi paisano, y como me considero genuino representante de la afición de mi pueblo, que venga pulque o tequila con tal de que sea bueno. Yo no sé qué tomarían ni cuánto; mas considero que a caño libre los cuatro en esa tarde bebieron, puesto que al día siguiente amanecían pidiendo aspirina a todo pasto, que dicen que es gran remedio para curar los desmanes que provoca el exceso de entusiasmo toreriles y entusiasmo cantineros. Lo que sí quedó sentado, por los cuatro compañeros, es que está bien merecido el título de maestro
que concedió “Verduguillo” a “Armillita” el más pequeño, y, pues lo afirman los cinco a su afirmación me adhiero. CHIRRICHI.242 1925 Rodolfo Gaona Jiménez (1888-1975) se retiró en plenitud de facultades un 12 de abril de 1925. Tal ocasión sirvió para que poetas y poetastros exaltaran su luminosa trayectoria como matador de toros, misma que alcanzó grandes niveles no sólo en nuestro país. También lo hizo en el extranjero dejando testimonio de sus virtudes y poderes que también despertaron –entre los de su gremio-, las naturales envidias. He encontrado en el Museo del objeto, que se ubica en la colonia Roma, una tarjeta postal que rememora en verso la inminente despedida del “indio grande”:
Con el pretexto de la infidelidad, comienza la reunión de estas “perlas poéticas” que posiblemente sirvieron para alguna canción de la época… Quizá un fox-trot o un tango, que tan de moda estaban por entonces. Es posible también que fuera la letra de otro pasodoble más dedicado al “Petronio de los ruedos”, entre la múltiple variedad de versos y poemas existente en el amplio catálogo de los “adioses”. Por la rareza del caso, he decidido integrar el presente documento al “Tratado de la poesía mexicana en los toros”. Con objeto de corregir o precisar la fecha de aparición de una obra que parecía haberse publicado en 1925, como es el caso a continuación, resulta que había sido escrita 13 años antes. Sin embargo, encuentro entre una y otra ciertas diferencias que vale la pena comentar y separar también. Veamos la versión de 242
Toros y Deportes, N° 368. México, D.F., 12 de noviembre de 1928, p. 6.
1925 ODA FUNAMBULESCA Musa errante y libre, musa de mis cinco sentidos princesa y esclava, armoniosamente risueños, tus coros entona y levanta; que tu acento vibre en los rojos triunfos de la fiesta brava, la fiesta de toros. I Resuene el clarín, redoble el tambor, y entre un gran clamor, inmenso, sin fin, avanza en cortejo, con rítmico paso triunfal, la cuadrilla. Tras las alguaciles marchan los infantes por el redondel. el oro fulgura, resplandece y brilla, en los alamares de la chaquetilla, sobre los bordados de la taleguilla, en el traje todo de sedas lucientes que viste el tropel. Y cual dardo de oro que los aires cruza, aun suene el agudo clangor (¿?) del clarín. La tarde, como una andaluza, lleva en los cabellos rosas de carmín. II Cubre el sol de púrpuras quemantes la arena, las gradas, las claras lumbreras; enciende en las roncas gargantas resecas las risas, los gritos, las bromas, de las muchedumbres compactas y fieras, el loco entusiasmo latino de las viejas Romas. Revienta en las almas deseos, cual rosas de pétalos rojos que riega la linfa sensual y feroz de la raza. Mil fiebres están en los ojos buscando la traza de antiguos empeños, de hazañas, de gesta... y un trueno retumba en la plaza, señal de la olímpica fiesta. III Rebota en la arena, ligero, un fiero astifino, listón, capuchino, y a más botinero, luciente por fino. Muestra altivamente su testuz esbelto.
mientras su arrogancia suspende a la tropa de los lidiadores, magnífico el toro ruge y se contrae, y allá una morena con hondos ardores sueña en Pasifae, y una rubia sigue por mares fenicios el rapto de Europa... IV Recogen las crónicas, glorias maravillas, navarras, recortes, verónicas y los peregrinos cambios de rodillas del flamante Califa leonés; al hijo de este propio suelo, que a las elegancias del gran “Lagartijo” aduna los modos sobrios de “Frascuelo” el de quietos pies. (Esto no pensaron de Aquiles los sabios Homeros cuando en las ilíadas elogian al héroe de los pies ligeros...) V Contra el caballero del bravo torneo arremete el toro trágico y puntal, y se yergue luego llevando el trofeo de un Cartago mísero en la cornamenta mortal y sangrienta, sangrienta y mortal. El niño despliega la capa, afronta a la fiera, la engaña, la corre, la empapa en vuelos que fingen vistoso abanico: Y con regio porte la gracia del chico remata la suerte marcando un recorte, castigo y quebranto de toros. Y el cálido aplauso derrite sus oros sonoros que incesan la gloria del quite. (Los ojos de “Ojitos” son de alcances largos y maravillosos cual los ojos de Argos.) VI La tarde risueña, dorada, lujosa cual reina andaluza que baja de un bello albaicín, insensatos goces y sueños carnales despierta y aguza con la risa loca que entreabre sus labios llenos de carmín, y mira el torneo. Con las banderillas, cual tallos de rosas, avanza el artista bordando figuras airosas. Resaltan los golpes de luz de su traje, diseña, gentil, un paseo,
y cambiando el viaje, en la misma cara del toro consuma el cuarteo. Vinos dionisíacos alegran las almas y ruedan con palmas, tabacos, tabacos y palmas. Los címbalos cantan la gloria del Diestro que un Olimpo surge por él redivivo. (Emerson completa su libro maestro registrando el último Representativo.). VII Viene el más supremo de los ejercicios donde el arte justo del leonés se ensancha; el arte supremo de los “Desperdicios”, de los “Chiclaneros”, de los “Cara-Ancha”, y de aquél gran Montes que sobre ideales Giraldas triunfante se empina, y, sol de la fiesta taurina, descubre horizontes que aún hoy ilumina. El sin par Califa lleva en la substancia de su sangre criolla finuras de esteta que hubieran tentado la fuerte paleta de Goya. El sin par Califa va por la alcatifa que un himno sonoro extiende a sus plantas de príncipe moro vestido de oro. Suspiran, suspiran las bellas, y suerte que brinda, merece fijar las estrellas que tuvo en sus ojos la llama de Cava Florida. La loca fortuna le sirve de esclava sumisa, la gloria le da su embriaguez, y la fama exclama con una sonrisa: “Fuera un majo digno de alegrar los ocios de la reina Luisa en las cortesanas, en las áureas fiestas reales de Aranjuez”. VIII Después de la fiesta, cansada como una odalisca, la tarde, en sus palcos aún resta con enervamiento de esclava morisca. Mas luego recoge sus briales de reina andaluza: sus labios sensuales, sus mejillas pálidas de seda rosada perdieron su antiguo arrebol, quién sabe a qué Alambras divinas se va enamorada de un príncipe bello, y audaz, y valiente, tras la lumbrada
del sol. Rafael López.243 1926 Juan Silveti. En su caballo retinto, de cuello altivo y crinado que las calles citadinas con sus cascos aporrea, el célebre “Juan sin miedo” gallardamente pasea el gris de sus chaparreras y su chaquetín bordado. Luciendo va por las calles su negro mechón colgado con fina pistola al cinto y ancho sombrero orlado de fúlgidas lentejuelas que al sol de fuego, chispea, y un largo puro en la boca que en espirales humea. Así va el “Tigre” paseando en las mañanas doradas, como un objeto valioso, acaparando miradas, tal es el de Guanajuato: un gran jinete a caballo; y un gran lidiador que juega entre las astas del toro y en los domingos alegres como un pandero sonoro, arriesga un puño de aztecas a las espuelas de un gallo. Rodolfo Soler Zamudio.244
243 244
La Fiesta. Semanario gráfico taurino, año 1, Nº 29 del 11 de abril de 1945. El Eco Taurino. Año I, México, D.F., 2 de febrero de 1926, Nº 19.