Las Cuadrillas, Andanzas, vivencia y anécdotas

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AGRADECIMIENTOS

A mis padres que me inculcaron la afición y el gusto por “El arte de Cúchares”. A María Elena, mi alternante durante 36 temporadas brindándome todo su apoyo incondicional a mi pasión por los toros. A Julieta Elena y Mario Eduardo, mi mozo de espadas y ayuda por darme los avíos desde el callejón a lo largo de 31temporadas.



INDICE Capítulo 1…..Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros Capítulo 2….Dinastía Vázquez (picadores) Capítulo 3….Carlos Ibarra Carmona (picador) Capítulo 4….Dinastía Carrillo (picadores) Capítulo 5…José Fernando Flores Cisneros “Rambo” (picador) Capítulo 6…Dinastía “Chivas” (picadores) Capítulo 7…Juan Gilberto Miranda Monforte “Mirandita” (picador) Capítulo 8…Héctor Eduardo Noyola Salgado “Morucho IV” (picador) Capítulo 9…Rodolfo Fermín Villalobos Crespo “Opo Chico” (picador) Capítulo 10...Guillermo Cobos Reyna (picador) Capítulo 11...Carlos Meza Muñoz “Garnica” (banderillero) Capítulo 12…Dinastía Esparza “San Marqueño” y “Changuita” (banderilleros) Capítulo 13…Dinastía Luna (banderilleros) Capítulo 14…Dinastía Villalobos “Opo” (banderilleros) Capítulo 15…Fermín Quiroz Villaseñor (banderillero) Capítulo 16…Dinastía Kingston (banderilleros) Capítulo 17…Dinastía Miramontes (banderilleros) Capítulo 18…Juan Luis Torres “El Torreón” (banderillero) Capítulo 19…Raúl Aguilar Sánchez “Chiqui”…(banderillero) Capítulo 20…Alejandro Prado Mireles “Jarris” (banderillero) Capítulo 21…Manuel Padilla Fuerte “Manolo Fuerte” (banderillero) Capítulo 22…Dinastía Sánchez (banderilleros) Capítulo 23…Dinastía Campos (banderilleros) Capítulo 24…Ricardo Antonio García Orendaín “Caminito” (banderillero) Capítulo 25…Diego Bricio Villaseñor (banderillero) Capítulo 26…Luis Francisco García Mena “El Cachorro” (banderillero) Capítulo 27…Luis Alcántar Rangel (banderillero) Capítulo 28…Héctor Ricardo Rojas Rentería (banderillero) Capítulo 29…Aaron Gustavo Mora “Víctor Mora” (banderillero) Capítulo 30...Dinastía Ríos (puntilleros) Capítulo 31…José Higinio Luna Reyes “Pepe Luna” (puntillero) Capítulo 32…Guillermo Ramírez Estrada (puntillero)


INTRODUCCIÓN

El presente libro que llega a sus manos, se

trata de una investigación de esos hombres que salen al ruedo a jugarse la vida cada tarde, también riegan el albero con la sangre de sus venas y de su frente el sudor, su fama es opacada, para ellos no hay pañuelos, no salen a hombros, la puerta nunca se abre. Una ovación es el premio para un par de banderillas o un buen puyazo, forman parte de la fiesta, de ellos muy poco se habla, siempre guardando la espalda, siempre en segundo lugar. Son quienes forman las cuadrillas acompañando a los matadores, en ocasiones su labor es poco reconocida, por el desconocimiento de un público que no ve las complicaciones del toro, pero se debe tener respeto por su digna labor en una plaza de toros. Estoy seguro que después de leer los capítulos que forman el presente, conocerán el lado humano de cada uno de los subalternos. Al inicio de esta recopilación pude constatar, que muchos de los que figuran en las filas de los del castoreño o los hombres de plata, no tuvieron antecedentes taurinos, simplemente asistieron a un festejo y llamó poderosamente su atención lo que se vive en ese anillo trágico, que tratan de buscar un lugar dentro de la fiesta y emular las hazañas que observaron. Hay también quienes desde niños han vivido el entorno taurino porque sus abuelos, tíos, padre o hermanos, se desarrollaron en este medio al ser aficionados chipén o quizás llegaron a vestir el terno de alamares. En casa la materia de convivencia era platicar con toreros, ver fotos, avíos y trajes de luces, desplazarse a verlos torear, es ahí donde da inicio su afición, queriendo experimentar lo realizado por sus antecesores. Casi siempre inician con el sueño de ser becerristas, novilleros y porque no llegar a doctorarse. Hay quienes lograron tomar la alternativa, pero al ver lo difícil que es ocupar un lugar preponderante en la fiesta, ante las pocas oportunidades, sin verse colgado en algún cartel, toman la decisión de buscar un lugar con los del cas-

toreño o los hombres de plata, siendo esta una manera de seguir en lo que siempre ha sido su vida y pasión. Ya lo reza el lema de la Escuela Taurina de Madrid “SER FIGURA DEL TOREO, ES CASI UN MILAGRO”. En un paseíllo detrás de los matadores van los subalternos, debajo de cada montera y castoreño parte plaza un hombre que es integrante primordial en la fiesta de los toros, de Tijuana hasta Mérida en plazas de primera, segunda y tercera categoría. Los varilargueros son los únicos aparte de los matadores que pueden vestir de oro en su indumentaria, por tratarse de que el toreo en sus inicios fue a caballo, cuando eran tan importantes o más que los matadores, la plata y la pasamanería en blanco o azabache para los banderilleros. Hay donde toda la familia se dedica al arte de “Cuchares”, que siguen los pasos de la misma y se convierten en dinastías. Las que se encuentran concentradas en este libro son: los Vázquez, Carrillo, “Chivas”, Esparza, Luna, Villalobos “Opo”, Kingston, Miramontes, Sánchez, Campos. También existen los que se hicieron toreros, pero estaban seguros a lo que se dedicarían el resto de su vida, ejemplo: Carlos Ibarra Carmona, José Fernando Flores “Rambo”, Juan Gilberto Miranda “Mirandita”, Héctor Eduardo Noyola “Morucho IV”, Guillermo Cobos Reyna, Carlos Meza Muñoz “Garnica”, Fermín Quiroz Villaseñor, Juan Luis Torres “El Torreón”, Raúl Aguilar Sánchez “Chiqui”, Alejandro Prado Mireles “Jarris”, Manolo Fuerte, Ricardo García Orendaín “Caminito”, Diego Bricio Villaseñor, Luis Francisco García Mena “El Cachorro”, Luis Alcántar Rangel, Héctor Rojas Rentería, Aaron Gustavo Mora “Víctor Mora” y los cacheteros: Dinastía Ríos, Pepe Luna, Guillermo Ramírez Estrada. Todos ellos han caminado con donosura por los ruedos de una plaza de toros, dejando su impronta como figuras, en su quehacer taurino.


Las grandes figuras del toreo siempre han contado con peones eficientes. Fuera de la plaza el subalterno sale con su matador a entrenar días antes de la corrida, es su fiel acompañante al campo para apoyar al torero en una tienta de alguna ganadería, cuando un apoderado no asiste al sorteo, él es su representante en dicho acto, además de llevar la noticia al matador sobre la entrada que hicieron en chiqueros los toros que tocan en suerte. Dentro de la plaza debe estar bien colocado, saber correr los toros a una mano y algo muy importante conocer como caminar bregando sin tocarles los lados, fijándose en las tendencias que tiene el astado al embestir y advertirle a su matador a fin de que pueda sacar mejor partido a su adversario. Al nombrarlos peón de confianza, es debido a una dilatada trayectoria y a esas andanzas taurinas, que justifican al diestro tener la certeza que va a dar la lidia correcta. Muchas veces son los oportunos Cirineos del torero caído para trasladarlo a la enfermería, o se vuelven fieles acompañantes en los triunfos o ante la pena de una mala tarde. Un buen aficionado valora la eficacia de éste torero de plata durante una corrida de toros. Este compendio de charlas con los del castoreño y los hombres de plata, se ha ordenado como es costumbre en la tauromaquia por antigüedad, de acuerdo a la fecha en que presentaron su examen para recibir el carnet de profesional, también en el orden que se desarrolla una corrida, como usted amable lector lo conoce, está dividida en tercios el primero es capote y varas, el segundo las banderillas y el tercero es la faena de muleta después de la estocada, toca oficiar a los cacheteros o puntilleros. Conocerán sus inicios, el origen de sus apodos, al hombre fuera del ruedo, su gusto por sus ternos, sus cates, sus triunfos y trofeos obtenidos en su camino taurino, su familia, etc. Sin duda las conversaciones que tuve con ellos, fue todo un aprendizaje, el conocer cómo viven y disfrutan su profesión, exigiéndose cada tarde,

saliendo a realizar las cosas como se debe, todo en bien de su matador ya que son los más interesados que su torero triunfe, por eso cada vez que visten el terno en plata, se olvidan de todo lo que traen fuera del ruedo, concentrándose para salir airosos en cada actuación. Muchos con los que platique no han vivido nada más la gloria de la fiesta, también les ha tocado el infortunio y el mal fario de una cornada o un tumbo aparatoso, que les puede traer consecuencias y que decirlo en los viajes de plaza en plaza, en las carreteras de una ciudad a otra, en fin son una serie de travesías que tienen que sortear antes de cada festejo. Son unos artistas, porque la vida los llevó a que derramaran arte también fuera de la plaza, algunos se rifaron el físico en los novenarios que se daban por esos pueblos de Dios, donde había que salir a por todas, a cambio de un parné que hacía falta para la jama, a veces les pegaban revolcones los criollos, alcanzando el punto y el arnés, al no contar con los recursos suficientes para mandarlos arreglar, se las ingeniaban para zurcirlos, estando listos para la siguiente tarde. Esto orillo a que buscaran otro sustento vestidos de calle, haciendo capotes, trajes de luces, accesorios taurinos, pero siempre sintiendo el cante, son unos verdaderos artífices del toreo y de la vida. En el presente se plasman las vivencias, vicisitudes, sufrimientos y anécdotas de los subalternos, hago patente mi agradecimiento a todos y cada uno de estos toreros, que tuvieron la deferencia de recibirme haciendo un espacio en todas sus actividades, para platicar lo que es su vida y pasión. Estos hombres merecen el reconocimiento, son toreros a los que se les llama: HOMBRES DE PLATA PERO CON UN CORAZÓN DE ORO. ¡Va por ustedes! ¡Venga y que Dios reparta suerte! Prof. Mario Orozco Zamora


CAPÍTULO 1 Una agrupación que vela por los intereses de todos sus agremiados desde hace 87 años

Tuve el privilegio de trasladarme a la capital la

ciudad de los Palacios, que también le cantara el “Gitano Señorón” Juan Legido en su canción “México que lindo México”. “Eres la tierra más bella, yo he soñado con la gloria y te confundí con ella, he de llevar a mi España un puñado de tu tierra y si mis ojos se cierran en donde vieron la luz, la han de poner en mi cruz”. Llegué hasta el seno de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, acompañado por mi apoderado el empresario hidrocálido José Raúl García Gil “El Cuate”. Que se encuentra ubicada en la calle Mérida #194, entre las calles Querétaro y San Luis Potosí en la colonia Roma Norte, ésta se edificó en el año de 1903, construyéndose en los terrenos Potreros de Romita, de ahí su nombre. Estas tierras pertenecían a un importante empresario de la época Edward Walter Orrín, que era dueño y fundador del circo “Orrín”, en las ciudades donde fueron más aplaudidos los artistas circenses, sirvieron de inspiración para poner el nombre a las calles de esta colonia. Fui recibido de manera amable y cordial por el Lic. Carlos Eduardo Zuilo Méndez, encargado de enviar los documentos necesarios para que los subalternos actúen en cualquier plaza de la República. En la recepción de dicha agrupación se encuentra un óleo grande con figuras del castoreño, al lado derecho tienen disecada la cabeza de un caballo que fue pilar de la cuadra “Zacatecas”, de nombre “Rommel” albo de pinta, que a lo largo de una década logró un récord inigualable al picar más de 1000 festejos, que por su nobleza y valentía era el preferido de todos los picadores, por esta cualidad algunos de ellos ganaron trofeos como mejor picador de la temporada, sucumbiendo por su longevidad en el invierno de 1996, encontrándose perpetuado en las instalaciones de la Unión. Al lado izquierdo la cabeza de un toro, berrendo aparejado, gargantillo, careto y cornivuelto. En la sala que tienen hay una serie de pinturas de algunos de los secretarios generales, que en su momento estuvieron al frente de este sindicato, todos los óleos realizados por el genial pintor autodidacta, que a pesar de eso maneja los pinceles y colores a la perfección, el texano Ramón Reveles Prieto, hijo de padres mexicanos y al

cabo de algunos años contaba con la doble nacionalidad, llegando a ser novillero allá por los años 30 y 40, vistiendo el traje de luces por el norte de la República, sin embargo muchas de sus pinturas le dieron más para torear que para vivir, puesto que en ocasiones cambiaba un cuadro por una oportunidad, es autor de los murales que se encuentran en la Monumental de “Las Playas” en Tijuana, en ese tiempo el empresario era el doctor Alfonso Gaona, quedó satisfecho por el trabajo realizado en la Plaza de Toros del Norte de la República, que le encargó pintar los murales que hasta la fecha están en la Plaza de Toros Monumental México. Me tocó en suerte saludar al Secretario General, el subalterno Juan Ramón Saldaña, que al conocer el proyecto y el motivo de mi visita, me otorgó las facilidades para platicar con algunos subalternos, que se encontraban en dicha asociación. Incluso al día siguiente me recibe el Tesorero de esta singular agrupación, ese gran torero de plata Cristhian Sánchez, que dio instrucciones para que me proporcionarán datos sobre la fundación de este gremio. Pero haciendo un poco de historia, antes de que se creara la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, los intereses de los subalternos eran humillados impunemente, lo mismo por empresas, que por matadores. Ya que los picadores, banderilleros y puntilleros habían prestados sus servicios, era común que los matadores los abandonaran a su suerte, sin pagarles ni siquiera los viáticos, mucho menos el pago de su actuación. En ocasiones resultaban heridos de gravedad y no había ni quién se doliera de ellos, los dejaban a su ventura y que se murieran solos. Nadie se hacía responsable de nada. En vista de tan dolorosas anomalías fue fundado un Montepío de Toreros el 14 de octubre de 1926, del cual fue el primer presidente Luis Freg, el segundo José López que tomó posesión a su cargo el 17 de mayo de 1927. Dicho Montepío albergaba a matadores de toros, novilleros y subalternos, pero en vista de su incompatibilidad de intereses entre espadas y cuadrillas tuvo que desaparecer. Román Guzmán “El Chato”, que fue miembro activo del Montepío de Toreros, comprobó con tristeza que los intereses de los matadores eran totalmente incompatibles con los de los subalternos, no eran tomados en cuenta por aquellos en las sesiones que celebraban, en vista de esto “El Chato” razonó “Mi idea era formar a como diera lugar, una agrupación, sindicato o Unión que fuera exclusivo de picadores y banderilleros”.


rinos como Enrique Arzamendi y José Jiménez Latapí “Don Dificultades”, así como el matador de toros Alberto Balderas. “Don Difi” les aseguraba: “Cuando hagan ustedes la Unión de Subalternos, ya verán que los matadores no tendrán otro remedio que estar con ustedes al igual que los novilleros”, en cambio los que tenían el proyecto eran más realistas de las cosas, opinaban que eso jamás se daría y de hecho hasta hoy el gremio de los subalternos funciona muy al margen del de los matadores.

“El Chato y Barana”

En el año de 1927 “El Chato” Guzmán viajo a Mérida, en esa plaza de toros tenía el compromiso de actuar, aprovechando la ocasión de encontrarse en esa ciudad hizo contacto con el picador yucateco Saturnino Bolio “Barana” a quién le confió su proyecto. “Barana” ya contaba con experiencia sindical pues él había tomado la iniciativa de fundar la Unión de Cocheros de Mérida. A partir de esa plática los intereses del “Chato” y “Barana” fueron hacer valer los derechos de los picadores y banderilleros ante los matadores de toros, los novilleros y las empresas que organizaban festejos taurinos. El proyecto “Chato”, “Barana” que había tenido su origen en la ciudad blanca se reanuda en la ciudad de México, cuando el picador meridano fijó en la capital de la Republica su nueva residencia. Las primeras sesiones capitalinas se efectuaron en el salón de actos del Club Alberto Balderas, poco a poco se fueron integrando simpatizadores y los directamente interesados picadores y banderilleros, también algunos periodistas tau-

Los días de corrida “Barana” y el “Chato” unas veces juntos, otras cada uno por su lado hacían labor de proselitismo con los picadores y banderilleros de provincia. Pero todavía debían pasar un episodio desfavorable y amargo, sucede que el 2 de noviembre de 1932, formaron parte de la tradicional corrida nocturna celebrada en Morelia a honras de los Fieles Difuntos. A la mañana siguiente, en el hotel donde estaban hospedados, aguardaron a su matador y al apoderado de éste para ir almorzar todos juntos. Pero como la mañana iba muy avanzada, ni el maestro ni su gestor hacían su aparición inquietos y con hambre preguntaron al dueño del hotel el señor Germán Figaredo, quién les notifico que ya se habían retirado. “Barana” y “El Chato” sin más bienes que sus ropas y avíos de torear, le propusieron al señor Figaredo se los tomase en prenda: pero éste al fin bondadoso y comprensivo, les dio cincuenta pesos a cada uno para su regreso a México, con todo y sus avíos. En el trayecto de regreso, los burlados subalternos iban ideando la forma de defender sus legítimos intereses. Decía “El Chato” nuestra idea era llegar a trabajar en la creación de un sindicato, que nos liberara de tanta humillación y desgracias económicas, aunque en nuestra contra estaban empresarios, matadores y novilleros, algunos picadores y banderilleros que eran allegados a las empresas de las que recibían favores. Otros nos tildaban de ilusos o se reían de nosotros por pretender darle garantía a nuestra profesión. Era de suma importancia convocar al número de elementos que exigía la Ley para formar un sindicato y cuando al fin ya se tenían, no faltaban hombres de poca fe que reculaban buscando las tablas a la hora de verdad. Esto no importó a estos acuciosos subalternos en su afán de independencia. La constitución de la Unión de Subalternos era casi un hecho, pero necesitaban un abogado que los representara ante las autoridades, solo que pensaban con qué dinero pagarían sus servicios. “Barana”


haciendo memoria de todos los licenciados en leyes que conocía, pensó que mejor para defenderlos que un licenciado torero. ¡Cómo no se me ocurrió antes! El licenciado Alfredo Freg que tenía su casa por la calle de Chihuahua # 222, al momento de que fueron los iniciadores de esta agrupación y le expusieron su plan, soltó la risa y les dijo: que en su caso lo de licenciado era un apodo, sin embargo su visita no fue en vano porque el hermano del supuesto licenciado Freg les dijo: si ustedes ya tienen todo y están decididos a dar el paso para fundar su sindicato, les presento a un abogado para que los ayude y oriente. Al aceptar entraron en contacto con el licenciado Leonardo Zenteno, que fungió como asesor jurídico de la Unión hasta su muerte que fue muchos años después de su fundación. Con el licenciado Zenteno colaboró en calidad de secretaria su hermana Lupita y fue tanta la ayuda que brindaron el abogado y su hermana a la Unión, que los subalternos los conceptuaron como fundadores de la misma, las negociaciones progresaban pero siempre no falta que se tire un espontáneo al ruedo, la empresa manejada por Eduardo Margeli, él se encontraba tranquilo, tildando de ilusos a los subalternos que se resistían a ser manipulados, al darse cuenta de que la cosa iba en serio se asustó y mando llamar al “Chato” Guzmán a sus oficinas y lo empezó a cuestionar: ¿Es verdad que ya tienes hecha la Unión de Picadores y Banderilleros? así es, estamos a un paso de lograrlo, falta poco para que sea una realidad. Mira “Chato” te voy hacer un ofrecimiento, deslígate de todos y te doy quince mil pesos en efectivo, aparte te pongo a torear con todos los matadores toda la temporada. Señor Eduardo, la Unión está hecha y así se queda, le agradezco mucho su oferta. Piensa bien lo que voy a decirte en caso de que logres hacer la Unión, te estas sacrificando y tus compañeros jamás te lo van agradecer. No importa mi lucha seguirá adelante. Después trato de sobornar también a “Barana” pero tampoco lo metió a la muleta, molesto Margeli boicoteó dos largos años al picador y al banderillero, en vista de esto el varilarguero decidió irse a Lima Perú, mientras tanto el “Chato” se quedó en el país al frente de la Unión ya constituida pero sin poder torear, su situación económica se tornó angustiosa tanto que vendió sus avíos, ropas de torear y efectos personales para poder subsistir. Muchas amarguras tuvo que pasar el “Chato” por defender a sus compañeros, sobre todo del nefasto impuesto que ciertos taurinos les imponían a los subalternos, a cambio de colocarlos en determinadas cuadrillas, les retenían el 20%

de su sueldo o les hacían que pagaran sus pasajes. El primer castigado por no aceptar fue el picador Felipe Mota que de su sueldo pagó el viaje a Puebla, después Eutiquio Torres fue sancionado por el mismo motivo, al regresar de Zitácuaro. Después de tantas faenas de aliño al final con una muleta poderosa se logró En la ciudad de México el 17 de julio de 1933, reunidos en el salón de actos del Club “Alberto Balderas” se llevó a cabo la firma del Acta Constitutiva donde quedó constituida por unanimidad de votos, la “Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros”, misma que nombró provisionalmente la Mesa Directiva que se encargará de redactar los Estatutos y Reglamentos, que habrán de regir dicha Unión y los cuales se comprometen a hacer valer y respetar conforme a los acuerdos que se tomen. Los subalternos firmantes: Román “El Chato” Guzmán, Carlos G. Encinas, Eutiquio Torres, José Leal, Alfredo Aguilar, Alfonso Barrientos, Francisco Balderas, Juan Redondo, Manuel Molina, Pedro Ortega “Pedrote”, Agustín Muñoz, Juan Miranda, Manuel Vilchis, Félix Romero, Manuel Gómez Blanco, Francisco Lora, Jorge Limón, Eusebio Ortega “Villalta”, Alfredo Freg, Alberto González “Rolleri”, Ricardo Areu, Crescencio Torres, Manuel González, Severino Royg, Francisco Olvera, Luis Muñoz, Francisco Ríos, Andrés Casillas, Lázaro Zavala, Alfredo Contreras, Carlos Vázquez, Abraham Juárez, Saturnino Bolio “Barana”, J. Trinidad Cruz, José Noriega, Luis Martínez, R. Azuela, Miguel Martínez “Colita”, Felipe Mota, Pablo Muñoz, Manuel Sánchez, Ignacio Carmona (padre), Fausto Sánchez “Salamanca”, Humberto Bolio, Antonio Casillas, Arturo Frontana, Nicolás Echeverría, Manuel Domínguez, Manuel García, Gumersindo Rojano, Simón Cárdenas, Ramón Sigler, Teódulo Estrada, Daniel Hernández, Eugenio Alvarado, José Palafox, José Lascoaga G, Víctor Vigiola. EL PRIMER COMITÉ EJECUTIVO Quedó de la siguiente manera: Secretario General: Alfredo Freg. Secretario del Interior: Saturnino Bolio “Barana”. Secretario del Exterior: Alberto González. Secretario de Actas: Felipe Mota. Secretario Tesorero: Miguel Martínez “Colita”. Primer Vocal: Antonio Casillas. Segundo Vocal: Ricardo Areu. Tercer Vocal: Manuel Domínguez. Cuarto Vocal: Andrés Casillas. Quinto Vocal: J. Trinidad Cruz.


SECRETARIOS GENERALES DE LA UNIÓN MEXICANA DE PICADORES Y BANDERILLEROS ALFREDO FREG CASTRO “EL LICENCIADO” (1933- 1934) Banderillero, nació en México Distrito Federal el 7 de mayo de 1888, debutó como banderillero en la Plaza de Toros de Madrid el 23 de octubre de 1912, yendo en la cuadrilla de su hermano Luis, que esa tarde alternó con Antonio Moreno “Lagartijillo” y Fermín Muñoz “Corchaíto” matando un encierro de don Rufo Serrano. En el año de 1916 probó suerte como novillero, volviendo a la brega un tiempo después. El 15 de agosto de 1933, sufrió una seria cornada en el muslo derecho en la Plaza de Toros de Huamantla Tlaxcala, por un toro de la ganadería de Zacatepec, esa corrida era un mano a mano entre Luis Freg y Luciano Contreras. Reapareció en los ruedos tras una larga convalecencia, pero las facultades se las había quitado la cornada de Huamantla. Toreo su última corrida en la Plaza de Toros “El Toreo de la Condesa” el 23 de mayo de 1943, iba en la cuadrilla de su sobrino Luis Freg que alternó con Paco Rodríguez y Enrique Wong, con novillos de la dehesa de San Diego de los Padres, ganadería que pasta en el rancho “Santa Inés”, ubicado en San Miguel Allende Guanajuato, con divisa blanco y rojo, fundada en el año de 1853. Fue el primer Secretario General de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros fundada en 1933. Falleció en la ciudad de México el 11 de marzo de 1962.

Felipe González

ANTONIO CASILLAS “EL BARRENDO” (1934) Picador de Toros RICARDO AREU (INTERINO) (1934-1935) Banderillero, nació en México D.F. en 1891. Militó en las cuadrillas de los toreros activos en las primeras décadas del siglo XX, como Samuel Solís, Carlos Lombardi, Merced Gómez, Luis Freg, y Ernesto Pastor, con quien trabajó en la Península Ibérica. También toreo a las órdenes de Fermín Espinosa “Armillita Chico” y Alfonso

Felipe Mota


Ramírez “El Calesero”, con este último fue a torear a la Plaza de Toros de Cuernavaca Morelos, el 23 de marzo de 1947 y en ese lugar le sorprendió la muerte. FELIPE MOTA (1935-1942) Picador de toros, nació en Pachuca Hidalgo, el 5 de febrero de 1891, hijo de otro picador de toros Federico Mota. Picó en las cuadrillas de José Ramírez “Gaonita”, Pepe Ortiz, Marcial Lalanda, Manuel Rodríguez “Manolete” entre otros. Falleció en la ciudad de México el 25 de agosto de 1956. ZENAIDO ESPINOSA SAUCEDO (1942) Banderillero, nació en Saltillo Coahuila, el 5 de julio de 1900. Hermano de los matadores Juan y Fermín. Junto con Juan formó parte de la cuadrilla de Fermín y según opinión de quienes lo vieron torear, ha sido uno de los mejores peones de brega que ha dado el país. Al retirarse “Armillita Chico” trabajó a las órdenes de otros diestros. Falleció en Acapulco, Guerrero, el 1 de diciembre de 1984. ROMÁN MONCEBÁIS “CHATO”GUZMÁN (INTERINO)

Francisco Balderas

(1942-1943) Banderillero, nació en México D.F. el 9 de agosto de 1905, empezó a torear en 1918. Estuvo en las cuadrillas de los más reconocidos diestros de su época, Pepe Ortiz, Heriberto García, Alberto Balderas, David Liceaga y Luis Castro “El Soldado”. El 17 de julio de 1933, fundó con el picador de toros Saturnino Bolio “Barana” la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros. A él le correspondió dar el primer capotazo y clavar el primer par de banderillas, en la inauguración de la Plaza México el 5 de febrero de 1946. El 28 de abril de 1940, sufrió una grave cornada en la Plaza de Toros “El Toreo” por un toro de la ganadería de Rancho Seco, propiedad de don Sergio Hernández González, dehesa que pasta en el lugar “Rancho Seco”, ubicado en Tlaxco Tlaxcala, con divisa caña y rojo, fundada en el año 1922. Esa tarde alternaban Alberto Balderas, Jesús Solórzano y Silverio Pérez. Falleció el 29 de junio de 1991. FRANCISCO BALDERAS REYES (1943-1950) (1961-1966)

Jorge Contreras “Zacatecas II”


Banderillero, nació en México D.F. el 7 de octubre de 1908. Hermano del matador de toros Alberto Balderas, de quién fue peón hasta la trágica tarde del 29 de diciembre de 1940. Posteriormente toreó a las órdenes de Jesús Córdoba. Varias ocasiones fue Secretario de la Unión. Falleció en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el 21 de agosto de 1967. JORGE CONTRERAS BLASIO “ZACATECAS (1951-1960) Picador de toros, nació en Puebla el 5 de septiembre de 1921. Debutó como picador en Querétaro el 20 de junio de 1936, en la cuadrilla del novillero y futuro maestro de toreros Alejandro Aguilar “El Colorín”. En la misma ciudad se retiró de los ruedos el 30 de abril de 1977, en un mano a mano entre Paco Camino y Manolo Martínez. Su último puyazo se lo dio al toro “Vergonzoso” de la dehesa de don Javier Garfias. Falleció en México el 1º de noviembre de 1977. JAVIER CERRILLO MARISCAL (1967-1971) Banderillero, nació en México D.F. el 6 de julio de 1917. Debuta como novillero en Xochimilco, el 12 de marzo de 1933. Se presentó en la Plaza de Toros “El Toreo de la Condesa”, el 20 de julio de 1941, alternó con Carlos Vera “Cañitas” y Manuel Gutiérrez “El Espartero” con novillos de Ajuluapan. Al año siguiente ingresó a la cuadrilla de Carlos Arruza, quién lo convirtió en su peón de confianza. Se despidió del toreo en Aguascalientes, el 5 de febrero de 1973. Falleció en la ciudad de México, el 20 de mayo de 1985. JUAN JOSÉ ESCAMILLA SALINAS (1971-1986) Banderillero, nació en México D.F. el 14 de mayo de 1919. Fue becerrista y novillero presentándose en esta última categoría en la Plaza de Toros “El Toreo de la Condesa”, el 11 de septiembre de 1941, alternó esa tarde con Antonio Toscano y Rodolfo de la Parra con novillos de Peñuelas. Posteriormente se hizo subalterno, siendo un destacado torero en esa faceta, toreando a las órdenes de importantes diestros de su tiempo. Falleció en la ciudad de México el 24 de abril del 2010. RAFAEL ROMERO SÁNCHEZ (1987-1988)

Juan José Escamilla

Banderillero, nació en México D.F. el 6 de abril de 1945, debuta como aspirante en el Rancho del Charro, el 26 de noviembre de 1968. Presenta su examen en la Plaza de Toros México, el 26 de abril de 1970, con una novillada de Santoyo, ganadería que pasta en el rancho “Salitrillo de Chinampas”, ubicado en Ojuelos Jalisco, con divisa azul celeste, rosa y oro, fundada en 1949. Que lidiaron Rogelio Leduc, José Luis Velázquez y José Torres. Siendo su padrino Rafael Osorno. Estuvo colocado con Raúl Contreras “Finito”, Mariano Ramos, Antonio Lomelín, David Silveti, Manolo Arruza, Guillermo Capetillo y con los españoles Paco Camino, Antonio Chenel “Antoñete”, Manuel Díaz “El Cordobés” y Miguel Rodríguez. Toreó por última vez una novillada llevada a cabo en Juriquilla Querétaro. El 6 de mayo de 2007. BENIGNO GONZÁLEZ CARMONA (1989-1992) Picador de toros, nació en México D.F. el 13 de febrero de 1947. Debuta como aspirante en Tampico Tamaulipas, el 1º de mayo de 1967.


Presenta su examen el 7 de marzo de 1969, en la Plaza de Toros “Santa María” de Querétaro, en el cartel los diestros Jaime Rangel, Manuel Benítez “El Cordobés” y Manolo Martínez, con toros de San Marcos, propiedad de don Marcos García Vivanco, ganadería que pasta en el rancho “El Cuadrado”, ubicado en Valle de Guadalupe, con divisa azul rey, blanco y amarillo, fundada en 1944. El 5 de abril de 1997, ganó un concurso de picadores en Texcoco, Estado de México, con un toro de la ganadería de don Javier Garfias. Hizo su último paseíllo en Calpulalpan, Tlaxcala, el 2 de agosto de 2009. JUAN VÁZQUEZ NAVA (1993) Banderillero, nació en Ruiz Nayarit, el 24 de junio de 1935. Se presenta como novillero en la Plaza de Toros México, el 23 de noviembre de 1958, con el novillo “Churumbel” de la ganadería de Campo Alegre, fundada en 1945, con divisa verde, blanco y obispo. Alternó con Héctor Obregón y Fernando Velasco. En 1960 se pasó a las filas de los subalternos. Se despidió del toreo, el 4 de febrero de 1996, en la Plaza de Toros México, en el cartel los matadores Miguel Espinosa “Armillita Chico”, José Miguel Arroyo “Joselito” y Fernando Ochoa con toros de la dehesa de Begoña, propiedad de don Alberto Bailléres González, ganadería que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Begoña”, ubicado en Dr. Mora Guanajuato, con divisa verde y oro, cuya fundación data del año 1955. JOSÉ FELIPE GONZÁLEZ MEDINA (1999 – 2002) Banderillero, nació en Puebla el 26 de mayo de 1959. Se presentó como novillero en el embudo de Insurgentes, la Plaza de Toros México, el 1º de octubre de 1978, con el novillo “Tarasco” de la ganadería Santa Martha, alternando con Luis Miguel Chávez y César Pastor. Recibe la alternativa en la misma Plaza México, el 21 de marzo de 1982, siendo su padrino Mariano Ramos, llevando de testigo al francés Christian Montcouquiol “Nimeño II” con el toro “Tercia de ases” de la ganadería de Piedras Negras, propiedad de Marco Antonio González Villa, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de San Mateo”, ubicado en Tetla Tlaxcala, con divisa rojo y negro, fundada en 1874. Posteriormente se convierte en subalterno pasando a las filas de los de plata, entre las colocaciones que tuvo fue con los matadores Alejandro Silveti, Maria-

Juan Vázquez

nos Ramos, Manolo Mejía, José Ma. Manzanares, Joselito, Manuel Caballero, Julián López “El Juli”. En 1992 toreó en la cuadrilla del maestro Mariano Ramos en Mérida Venezuela y en 1993 lo acompañó dos tardes en Madrid. Con el matador Manolo Mejía en 1995 toreó en Bogotá y en 1996 dos tardes en la feria de San Isidro, además de Nimes Francia. Fue objeto de muchos reconocimientos en su andadura taurina: trofeo “Humberto Peraza” 93 – 94, mejor par de banderillas en la Plaza México. El año de 1993 al tercio en la Plaza de Las Ventas de Madrid por dos pares de banderillas a un toro de Celestino Cuadri. Trofeo “Silverio Pérez” en la Feria de Texcoco en 1997, como mejor peón de brega. En 1998 mejor banderillero en la Plaza de Tijuana. Estuvo de dirigente en la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, en dos períodos. EDMUNDO NAVARRO VILLA Banderillero, nació en México D.F. Se inicia de aspirante el 16 de septiembre de 2001, en una novillada que se celebró en ciudad Hidalgo Michoacán. Después de un tiempo tiene oportunidad de presentar su examen, en la Plaza de


Toros Monumental de Zacatecas el 12 de septiembre del 2004, en el cartel el matador hidrocálido Miguel Espinosa “Armillita”, el diestro Eulalio López “Zotoluco” y el torero de la tierra de la gente buena Aguascalientes José María Luévano, con una corrida de la ganadería de Santiago, propiedad de José Antonio Garfias de los Santos, dehesa que pasta en el rancho “Hacienda de Santiago” ubicado en Villa de Arriaga S.L.P. fundada en el año 1966. Esa tarde fue su padrino el banderillero Ricardo García “Caminito”, el toro de su examen se llamó “Jefe” de 470 kg, que mató el bien recordado tercer espada.

los matadores Alejandro y David Silveti, Joselito Adame, con los rejoneadores Rodrigo Santos, Enrique Fraga y Jorge Hernández Garate. Este 2020 se cumplieron 87 años de su fundación y desde 1933 sigue apoyando a los compañeros agremiados, los del castoreño, los de plata y pasamanería, así como a los puntilleros, bajo el lema que lleva su escudo, UNIÓN, VALOR Y FUERZA.

Ricardo Areu

Rafael Romero Sánchez

El actual Secretario General es: JUAN RAMÓN SALDAÑA ACOSTA Banderillero, nace en México D.F. el 4 de mayo de 1973. Inicia su etapa de aspirante el 18 de octubre de 1998. Posteriormente después de un año presenta su examen, en la Plaza de Toros “El Pinal” de Teziutlán Puebla, el 18 de octubre de 1999, en el cartel el diestro hidrocálido Miguel Espinosa “Armillita”, el matador Eulalio López “Zotoluco”, el torero capitalino Jerónimo, con una corrida de la ganadería de Javier Garfias, dehesa que pasta en el rancho “Los Cués”, ubicado en Huimilpan Querétaro, fundada en el año de 1978. Estuvo actuando a las órdenes de

Román Guzmán “El Chato”




CAPÍTULO 2 Un problema escolar marco la pauta, para lograr lo que ahora soy

El primer contacto que tuve con el torero fue a

fines del año anterior, no entraba la llamada a su teléfono y después de un rato recibí una de su amable esposa, explicando la razón por la cual era imposible contactarlo, es que se encontraba toreando en la tierra de la peruana Chabuca Granda, que tan bien le cantara a la “Flor de la canela” con su “Fina estampa” Me sugirió que le mandara un whatsapp, lo hice mencionando el motivo de hablar con él y detallando el plan. Mostró gran interés y quedamos que a su regreso de acompañar al aficionado práctico Alejandro Aceves por los ruedos de Perú nos reuníamos. Pero el mal fario llegaba y es que en una labor de tienta en la ganadería de don Pablo Moreno Valenzuela, ubicada en el municipio de Zapopán Jalisco, al estar picando una vaquilla, el torero cae del caballo provocándose una triple fractura del fémur izquierdo. Posterior al percance estuvimos en comunicación esperando a que se repusiera, porque fueron muchas rehabilitaciones, visitas con el médico, etc. Cuando hubo oportunidad me trasladé a su casa, una finca muy bonita donde cada una de ellas tienen el nombre de alguna ciudad española, da la impresión de estar recorriendo la península ibérica. Como se dice en el argot taurino hay cornadas que llegan a destiempo y sin duda esta es una de ellas. Al llegar encuentro a un hombre muy alto recostado en su cama ya con menos dolores que al principio, pero con las ganas de reaparecer porque esa es la vida de los toreros. Eso sí, tocado con su boina torera y de muy buen humor, charlamos un rato y decidimos continuar después ya que estaba a punto de acudir a una nueva valoración médica. A mi regreso ya apoyaba un poco más la pierna y se manejaba con más soltura ya que al principio lo ayudaba su hijo Oscar David, sentados en un comodísimo sillón con vista al jardín iniciamos la charla, se nota el orgullo en su rostro de pertenecer a esta dinastía. Comenzamos con las raíces de esta generación de toreros de a caballo que le han dado lustre al apellido y a los del castoreño. Se trata del más joven de la fami-

lia Vázquez, un gran ser humano y buen amigo: El principal fundador de nuestra dinastía fue mi abuelo Eutimio Vázquez que era originario de Uruapan Michoacán, quiso ser novillero y al no darse el ser torero de a pie decide hacerse picador, en ese tiempo todavía no existía la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, él era libre, nada más actuaba en Uruapan y sus alrededores ya que había muchos festejos taurinos de casta y de media casta. Mi abuela doña Ignacia y mi abuelo, como eran gente muy trabajadora organizaban festejos taurinos apoyados con mis tíos. Sixto que era el mayor a raíz de eso a mi tío le gusta la fiesta brava y emigra al Distrito Federal. SIXTO VÁZQUEZ Nació un 3 de enero de 1916, su caminar en el mundo taurino lo inicia como novillero debutando en el “Toreo” el 1° de mayo de 1941, alternó con Felipe Escobedo, Rutilio Morales, Saúl Guaso y Luis Molinar. Tuvo suerte al ser de los novilleros punteros una o dos temporadas de la extinta Plaza de Toros “Tacubaya”, después sin ser frecuentes los festejos ni el apoyo deseado toma la decisión de hacerse varilarguero el año de 1948. Tiene la fortuna de ir a España a las órdenes del novillero Miguel Ángel García “El Güero”, el mal fario fue que en la última novillada de Sevilla, el torero sufre una cornada en el paladar, entonces el sindicato de subalternos de España autorizo a Sixto Vázquez a actuar con los novilleros mexicanos que allá andaban José Huerta, Humberto Moro y Jaime Bravo, precisamente actuando en la cuadrilla de éste, el 31 de julio de 1955 en la Monumental Plaza de Toros de “Las Ventas” en Madrid, entró en una sustitución por el novillero Joaquín Bernadó con novillos de Domingo Ortega. Sixto esperó al quinto de la tarde herrado a fuego con el # 7 con un peso de 486 kg en los lomos de nombre “Canastero” le dejaron al novillo a medio ruedo, Sixto toreando con el caballo provoca la embestida del astado, señalando un gran puyazo a lo que se sumaron otros tres, Jaime Bravo hizo una faena que le valió la oreja y el público exigió que sacara al picador, dándose el hecho de dar la vuelta al ruedo venteño. El 7 de agosto del mismo año actuando en la Plaza de Toros del Puerto de Santa María, después de tres soberbios puyazos y a la muerte del novillo, el público obligó al juez a otorgarle


un apéndice, quedando esto como un logro escrito en los anales de la historia del toreo. Se retira en la Plaza de Toros México el 8 de abril de 1984 con un cartel formado por los novilleros, de Apizaco Alberto Ortega, Manolo García y el regiomontano Alberto Galindo “El Geno” con novillos de San Antonio de Tepetzala, dehesa fundada en el año de 1951. Fallece el 5 de agosto de 1995, en la ciudad de México. ISRAEL VÁZQUEZ Nacido en Uruapan el 10 de enero de 1929, que desde pequeño vivió en el Distrito Federal siguiendo los pasos de su hermano Sixto, a su vez sintieron el llamado del toro por su padre. Destacó como un gran profesional a lo largo de cuarenta y dos años de trayectoria, actuando al lado de las primeras figuras del toreo, haciendo la mayor parte de sus paseíllos a las órdenes del torero capitalino Francisco “Curro” Rivera aparte de ser su compadre.

el hidrocálido Miguel Espinoza “Armillita”, con un encierro del hierro de Begoña propiedad de don Alberto Bailléres, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Begoña”, ubicado en Dr. Mora Guanajuato y luce en su divisa los colores verde y oro, fundada en el año de 1955. Siendo el puyazo de despedida para el toro “Caporal” que correspondía a “Armillita”. Compartió muchas veces el redondel con su hijo David, al que supo inculcar el amor por la fiesta y a la profesión de picador de toros. Permaneció muchos años colocado en la cuadrilla del maestro de Alicante José María Manzanares. Ya retirado puso su grano de arena a la Bibliografía Taurina de México fundando junto con el periodista Q.E.P.D Federico Garibay Anaya, la revista taurina “El Castoreño”, convirtiéndose en un referente taurino, cada tarde al recibirla a la entrada de la plaza. Muere en Guadalajara, Jalisco el 4 de febrero del 2013. CRESCENCIO VÁZQUEZ “EL CHARRO” Nace el 9 de marzo de 1930 en la ciudad de Uruapan Michoacán, miembro de una numerosa familia compuesta por dieciocho hermanos dos de ellos picadores de toros. Después de vivir de manera intensa en su familia y con sus hermanos el ámbito taurino, no podría llegar a ser otra cosa que seguir los pasos de sus parientes, convirtiéndose en hombre del castoreño. Fue un destacado torero en las filas de los de aúpa, siempre estuvo a las órdenes de grandes figuras del toreo como los regiomontanos Manolo Martínez y Eloy Cavazos, el torero charro Mariano Ramos, el torero de la capital Curro Rivera, el acapulqueño Antonio Lomelín y el moreliano Marcos Ortega. Es papá del también picador Martín Joel Vázquez Hernández. Fallece en Mérida Yucatán el 7 de mayo del 2017, a la edad de 87 años lugar de residencia del torero. DAVID VÁZQUEZ RIVERA

Esta brillante carrera llena de logros importantes le puso punto final el 27 de octubre de 1991, en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” en una corrida donde estaban acartelados el regiomontano Eloy Cavazos, el capitalino “Curro” Rivera y

Vine al mundo en la ciudad de México el 27 de septiembre de 1964, fue mi lugar de residencia hasta la edad de diecinueve o veinte años, después me trasladé a vivir a la ciudad de Guadalajara. Me nace la afición por parte de mi padre, como no tuve la fortuna de conocer a mis abuelos,


Banderilleros con la Plaza México, había que ir hacer guardias mi papá fue lo acompañé y ahí me entero que un amigo de la infancia se había hecho aspirante a picador, era el hijo del “Tinjo” platiqué con él y me dijo que iba a ser varilarguero. Cuando regresábamos a casa hablé con mi padre que Rafa era aspirante, me contestó: sí como ves, ¿No te gustaría? bueno mientras regreso a la escuela. Mi papá solicito a la Unión mi permiso de aspirante, porque yo era menor de edad y a los ocho días ya estaba picando un toro, cuando yo ni sabía de lo que se trataba. Lo que me ayudó, es que siempre fui hombre de a caballo ya que durante las vacaciones de verano en primaria y secundaria, nos mandaban al rancho de los abuelos maternos y me enseñaron a montar, además me gusta, esto facilitó mi desempeño en los ruedos, aparte que había visto picar a mi papá. Yo admiraba a un torero que era un excelente picador de toros Delfino Campos, me gustaba su forma de hacer la suerte de varas, entonces me fijaba más en él, que era lo que hacía, aparte de pedirle consejos. pero a mis tíos Sixto y Crescencio Vázquez mejor conocido como “El Charro” ¡Claro que los conocí! todos ellos influyeron en mí, porque la ilusión desde niño era ser novillero, luego matador y después figura del toreo. Intenté torear una o dos veces con becerros, tenía once o doce años, mi padre se levantaba temprano y entrenábamos, aunque no acabó de gustarme al ver que no era lo que pensaba. Se tenía que pagar o vender cierta cantidad de boletos por torear, eso a mí no me gustó y empiezo a desligarme del medio de los toros. Me dio por jugar basquetbol, regresé a la escuela, frecuentaba a los amigos de la colonia. Cuando cursaba el tercer grado de secundaria, me vi envuelto en un problema por parte de un maestro que me hacía la acusación de golpear a un compañero, siendo que era mi gran amigo, pero era la palabra del profesor y mientras hacían las investigaciones fui suspendido, por supuesto que mi papá se molestó y me dijo: ¿Qué vas hacer? debes aprender un oficio o algo, haber peluquero, carpintero, mecánico, me gustaban pero sentía que no se me daban. Por azahares del destino en ese tiempo se puso en huelga la Unión Mexicana de Picadores y

Las enseñanzas de mi padre, mis tíos Sixto y Crescencio “El Charro” sobre todo de Delfino, también en mis inicios tuve un gran maestro Julio Sánchez lo malo es que no salía, nomás picaba en la Plaza México y sus alrededores. Fue a mediados de octubre de 1980, de aspirante fue cuando me coloqué con mi maestro Julio ya que él toreaba mucho sobre todo en Tlaxcala, en un mes llegamos a torear treinta y seis festejos, uno diario y algunas veces dos, esto sirvió para ponerme. Por cosas que pasan, en la ciudad de Iguala Guerrero, tuve la suerte de conocer al que en ese entonces era el novillero puntero Valente Arellano y a su apoderado Adolfo Guzmán, hicimos una gran amistad y me comentó que se presentaba en la Plaza México. Haciendo el paseíllo en el cartel de inauguración de la temporada de novilladas. Se presentó un 26 de septiembre de 1982, el cartel lo formaban Eduardo “Lalo” Flores, Valente Arellano y Manolo Rodríguez con un encierro de la ganadería michoacana de Rodrigo Tapia, que pasta en el rancho “La Labor” ubicado en Zinapécuaro Michoacán, el naranja y negro, son los colores de su divisa, fundada en el año de 1950.


Precisamente quería examinarme en esa fecha, pero en la Unión se opuso uno de los directivos y cambiaron la fecha, en ese tiempo estábamos para examinarnos Rafael Bolaños, David Vázquez y Ángel Juárez, y fue hasta la cuarta novillada cuando autorizaron mi examen. Cambiaban fecha pero por fin se da mi examen En el coso de la colonia Nochebuena la Monumental México, el 17 de octubre de ese mismo año, estaban acartelados el novillero de Chihuahua Carlos Serrano “El Voluntario”, el hidrocálido Luis Fernando Sánchez y José Luis Tapia con un encierro del hierro del “El Romeral”, propiedad de Ricardo Antonio Macías Ordoñez, ganadería que pasta en el rancho “El Romeral”, ubicado en Lagunillas Michoacán, que lleva en su divisa los colores rosa, oro y guinda, su fundación data del año de 1936. Esa tarde recibí cinco novillos, pero el de mi examen fue el quinto de la tarde de nombre “Relojero” con el cual me han pegado una gran ovación, mi padrino esa ocasión fue Alejandro Contreras, por cierto que a ese novillo Luis Fernando le hizo una gran faena y lo premiaron con una oreja, siendo la primera que cortara en la Plaza de Toros México de novillero. Tuve la suerte de aprobar el examen con la calificación de excelente, al día siguiente la prensa me trato muy bien, que había sido casi perfecto incluso un periodista del diario ovaciones, me bautizo como “David Vázquez brazo fuerte”. Mi debut como profesional fue un 7 de noviembre de 1982, en la plaza de toros “Hernández Montejano” de Zihuatanejo Guerrero, con una corrida de toros que toreaban el capitalino Javier Bernaldo mano a mano con el “Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez lidiando un encierro del hierro de San Judas Tadeo, propiedad del señor José Salvador Rojas González, ganadería que pasta en el rancho Hacienda “La Cañada”, ubicado en Tepeji del Río de Ocampo Hidalgo, luciendo el color rojo en su divisa, cuya fundación data del año de 1976. Inicio de una gran amistad con el novillero puntero Valente se presenta en la Plaza México comenzando a triunfar, mientras tanto yo empiezo a torear, cada uno por su lado, pero un día me llamó su apoderado Adolfo Guzmán y me dice: oye David, “Chanoc” quiere que te coloques con él, así le decíamos a Valente, vamos el domingo

a Laredo ¿Quieres ir? ¡Por supuesto! toreé toda su campaña de novillero, hasta que se doctoró el 4 de junio de 1984, en la Plaza Monumental “Lorenzo Garza” de Monterrey, el toricantano recibe la alternativa de manos del regiomontano Eloy Cavazos, en presencia del hidrocálido Fermín Espinoza “Armillita” actuación donde cortó una oreja, posteriormente lo acompañé en diez corridas de toros, estuve con él hasta que falleció el 4 de agosto del mismo año, en ese fatal accidente de motocicleta que era su segunda pasión, por las calles de su natal Torreón. Ese día íbamos a torear en Gómez Palacio Durango, un festival en un lienzo charro donde actuarían Valente, el papá de él, Adolfo Guzmán, el maestro Alfonso Ramírez “El Calesero” y dos aficionados prácticos, festival que ya no se llevó a cabo porque por la madrugada de ese día ocurrió el fatal desenlace. Nosotros íbamos rumbo a Torreón y al llegar nos encontramos con la desafortunada noticia. Después del torero lagunero Valente Me coloqué con el matador capitalino Ernesto Belmont, posteriormente con el maestro Manolo Arruza, durando en su cuadrilla siete años, estuve colocado en la cuadrilla del diestro Alejandro Silveti una persona muy sencilla, educada y amable con todos los de su cuadrilla, duré nueve años hasta el 15 de enero del 2000, fecha en que se despidió de los ruedos acartelado con el diestro madrileño de Velilla de San Antonio, Julián López “El Juli” e Ignacio Garibay ante astados del hierro de Corlomé, del señor Sergio Enrique Lomelí García, ganadería que se encuentra en el rancho “Ex Hacienda de La Paz”, ubicado en Ojuelos Jalisco, con los colores en su divisa el blanco, azul marino y oro, su fundación fue en el año de 1938. Esa tarde tuve la suerte de picar su último toro al que le tumbó las orejas y el rabo, saliendo a hombros del coso “El Palacio del Arte” de Morelia Michoacán y a la fecha llevo una gran amistad con el matador. También estuve colocado con el matador hidrocálido Cesar Pastor, el regiomontano Eloy Cavazos, el michoacano Fernando Ochoa, los tapatíos Alfredo Lomelí, Alfredo Ríos “El Conde”, Guillermo Martínez, Alfredo Gutiérrez, Manolo Mejía y otros tantos matadores y novilleros que he tenido el placer de que me inviten a formar parte de su cuadrilla. Con toreros españoles el de Ubrique Cadiz “Jesulín de Ubrique”, el maestro salmantino Pedro Moya “El Niño de la Capea”, el matador de la


Puebla del Río José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla”, siendo mi actual colocación con el matador peruano Andrés Roca Rey. En el tiempo que formaba parte de la cuadrilla del matador Ernesto Belmont tuve la fortuna de conocer a la que hoy es mi esposa, la hermana de ella era novia del matador, las conocí en Irapuato, después empecé a frecuentar a su familia. Ya en la cuadrilla con Manolo Arruza toreamos en Autlán de la Grana, ahí me las encontré y bueno formalice nuestra relación, tomando la idea más en forma de venirme a radicar a Guadalajara y es donde sigo con mi carrera. Actualmente acabo de cumplir treinta y seis años de varilarguero, me hubiera podido retirar desde los veinticinco pero me siento bien, estoy en forma y no pasa por mi mente el retiro, tengo buen ánimo para seguir adelante, además el apoyo incondicional de mi esposa y mis hijos que respetan mi decisión. Cuando llegue ese momento ellos serán los más felices. Mi esposa y mi hija me acompañan cuando voy al tendido. Entiendo, porque en el momento que voy a picar se ponen nerviosas y es natural, pero ellos tres que forman mi cuadrilla, son el principal apoyo que tengo al igual que mis amigos. En esta trayectoria de más de tres décadas Tengo la fortuna de que a lo largo de mi carrera profesional, he sido objeto de distinción de muchos premios, la mayoría de Guadalajara, cuando eran las Ferias de Octubre, siendo una plaza que respeto y que representa mucho para mí, porque para empezar se lidia el toro toro, el buen aficionado exige, no es de pachanga, un reconocimiento de la afición tapatía es algo grande. Otros trofeos que tengo de la Casa Domecq, de la Peña Mal de Montera, la revista “La Temporada”, también la revista “El Castoreño”. En la Feria de San Marcos, Plaza de Toros Monumental de Aguascalientes en 1991 y 2011. De la Plaza de Toros “Lorenza Garza” de Monterrey, Plaza de Toros “La luz” de León, todos los trofeos gracias a Dios han sido logrados al mejor puyazo. Esto es un aliciente en mi carrera y hace que cada festejo de lo mejor de mí y realice las cosas bien, aparte yo me exijo, para ser superior cada tarde.

Las Plazas de Toros que me hacen sentir torero, una es la Monumental de Morelia lástima que de tan pocos festejos, otras “El Nuevo Progreso”, la “Monumental” de Aguascalientes y “La San Marcos” unas plazas muy toreras. Plazas toristas “El Nuevo Progreso” de Guadalajara, el coso de la Av. Reforma en Mérida, “El Toreo” y “Las Playas” de Tijuana. Cuando toreo en “El Nuevo Progreso” de Guadalajara me visto en los camerinos de la plaza, es muy cómodo y me gusta, debo asistir al sorteo para revisar la cuadra de caballos, que este el encierro y verificar se realice el sorteo en base a reglamento y recibir las puyas. Es importante conocer estos términos Mojar el chuzo: es picar un toro, metiendo las cuerdas de la puya. Chorrear la vara: al arrancarse un toro, le avientas la garrocha, lo agarras y al momento de reunirte se va deslizando el palo, ya vienes haciendo daño hasta el encuentro con el caballo. Los de aúpa: es un término con el que se nombraba a los picadores, aúpa es la montura, así se denominaba a los que montan. De mi ropa de torear Me gustan mucho los colores claros en pasamanería blanca, azul cielo, colores fuertes como grana, azul y obispo en oro. Tengo una blanca con bordados en oro y cabos negros, otra grana en blanco y plata. En pasamanería azabache una grana y otra azul. Nunca he tenido una negro y oro. Dentro de todas hay una especial Una azul cielo y pasamanería blanca, la sigo toreando pero le tengo un cariño enorme, con esa he pegado unos soberbios puyazos sobre todo aquí en Guadalajara, también he tenido tumbos fuertes, aparte que siempre me ha gustado. Existe otra muy especial que ya no la tengo, esa la hizo la maestra Nati y fue diseñada por el torero y pintor estadounidense que se estableció en Sevilla John Fulton, es una chaqueta en terciopelo color vino y oro con dibujos aztecas, esa me la obsequió mi tío Crescencio, la toree muchos años el metal se hizo oscuro y ya no me la ponía, en ese tiempo me casé y la chaqueta se quedó en casa de mi padre, cuando la quise rescatar mi papá se la había vendido al “Ruso” Q.E.P.D. que era el dueño del bar “La Maes-


tranza”, que se ubicaba por la calle Maestranza entre López Cotilla y Francisco I. Madero en la zona centro. También le vendió una chaqueta verde y plata, su hierro y varias cosas. Por cosas del destino, conozco fuera del ámbito taurino a una persona de nombre Ricardo Vázquez en un movimiento católico, nos hicimos muy buenos amigos. Una ocasión me platicó que su hermana se había divorciado de un fulano de tal, que le dicen “El Ruso” y se quedó con todo lo que había en el negocio y lo anda vendiendo, entonces recordé esa chaqueta y le dije: pregunta si está, me interesa recuperarla, al tiempo preguntó y si se encontraba entre las cosas, pero dijo mi hermana que vende todo. Ahora que el aficionado práctico Alejandro Aceves, está haciendo su cortijo se encuentra interesado en adquirir varias cosas taurinas para hacer un museo en su finca, lo puse en contacto. Es muy especial por las figuras aztecas Si se recupera, saco los moldes y pienso darme un vuelta a España e ir a buscar a la maestra Nati, para ver si me pueden hacer otra, si no que me autoricen mediante una carta, por la razón que ella tiene los registros para hacerla donde pueda, ya que cuando se llegue la fecha de decir adiós a la fiesta, quiero hacerla con esa chaqueta. La realidad es que el torero John Fulton diseño el bordado de un traje de matador, un banderillero y la casaca del piquero, la maestra Nati se encargó de hacerlos y se registraron. Rafael González “Chabola” los trajo a México porque el bordado era con figuras aztecas. El traje del matador lo compró el diestro hidrocálido Fermín Espinoza “Armillita”, el del subalterno en plata se quedó con Antonio Velázquez “Talín” y la casaca la adquirió mi tío Crescencio, la toreo una vez en México, mi papá dos veces y cuando yo me examine me la regalaron, por eso quiero recuperarla para poner punto final a mi carrera. No tengo supersticiones, pero respeto. Aparte del toro soy deportista Me gusta ver el futbol, basquetbol, boliche, futbol americano y algunas veces ir a la lucha libre. Mi vida privada de familia Afortunadamente estoy cumpliendo 27 años de matrimonio con la señora Graciela Hernández Real, tenemos la suerte de ser padres de dos hijos Oscar David de 26 años que está en ar-

quitectura y Andrea de 20 que estudia la preparatoria, sin duda ellos son el pilar para salir a la brega. He sido poco castigado por los toros Tumbos muy fuertes, fracturas pequeñas, pero el más serio fue el que sufrí en la ganadería de Pablo Moreno, gracias a Dios ya me pude recuperar, me siento bien. Reaparecí en Aguascalientes el 20 de abril en un festival, el 21 en otro y de luces el 25 del mismo mes, acompañando al torero limeño Andrés Roca Rey. En la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros Estuve como delegado de Jalisco alrededor de 10 años. ¡Vaya cate el del carnicero! Durante la feria de 1985 en la Plaza de Toros “La Luz” de León, actuaba bajo las órdenes del maestro capitalino Manolo Arruza, estábamos ya montados en el patio de caballos que era muy grande, se encontraba con nosotros el dueño de la cuadra un amigo apodado “El Chivo”, salió el toro, como la puerta es muy alta y no alcanzas a ver, de repente empezamos a escuchar un griterío, pensé que se habría brincado el toro, en un momento la puerta chica que da acceso al patio de caballos se abre y cae un monosabio hacia dentro, estando tirado veo la cabeza del toro que se enfila a entrar, al ver eso le lanzo la garrocha dando un primer puyazo. El carnicero que en ese tiempo compraba las carnes y se las llevaba al rastro porque no había destazadero, estaba parado, al ver lo que estaba pasando en lugar de quedarse quieto, se asustó y corre al fondo del patio, el toro lo siente, le hace el viaje lo alcanza, le pega una maroma de órdago recibiendo una cornada y le fractura la pierna al caer, las mulillas estaban amarradas al otro lado, únicamente andaban sueltos los caballos ya empetados pero que en ese momento no picaban, ellos corrieron atrás de nosotros, el toro se iba con mi compañero y le daba un puyazo se venía conmigo e igual, al final hace por las mulillas tirándoles cornadas no había forma de sacarlo porque se aquerenció con ellas las mató, todo eso era un caos. Donde estaban las mulillas, había una pileta de agua donde uno de los caballerangos al ver el toro, se metió en ella, nomás salía jalaba aire y se volvía a meter al agua, eso le valió al hombre para que el toro no hiciera por él.


El dueño de las mulas, era un viejecito se metió con una soga grande, lazó al toro ¡Ahora si jalen! y lo sacaron al ruedo lazado para devolverlo a corrales, por la razón que ya no se podía lidiar. ¡Vaya vivencia, tuvimos esa tarde! Cuando nos trasladamos a León alguien de la cuadrilla comentó, que la corrida viene muy gorda y Antonio Velázquez banderillero contestó: de que se preocupan ustedes, que se apure el carnicero que es el que los carga, sin pensar que esa tarde quién salió herido fue el carnicero. A tragar paquete por mi hijo Una vez fuimos a tentar a la ganadería de “Chinampas”, que se ubica en el rancho San Pablo de Tepatitlán Jalisco, en su divisa lleva los colores verde, caña y oro, siendo su propietario don Rodolfo Camarena. Después del tentadero soltaron una becerrita chica para los invitados de Rodolfo entre ellos algunos ganaderos, pique la becerra y don Eduardo Martínez Urquidi ganadero de Los Encinos, la torea y la remata, en lugar de irse para el burladero va y se pone a un lado mío comentando: “Oye que buena becerra” le contesté: efectivamente ganadero, en eso me dice: ¿Y ese niño de quién es? al voltear vi que era mi hijo, en ese tiempo tendría como nueve años, dice el ganadero: ¿Es tu hijo verdad? sí, ¡No le hables! me quedé quieto y vi la manera que le enjaretaba una tanda de tres o cuatro muletazos, no extraordinarios, pero bien y la remató. Al término de la tienta y después de la comida me dijo Oscar David: ¿Cómo me viste papá? hiciste las cosas bien, pero no le digas a tu madre porque me vas a buscar un problema. Ya de vuelta a casa me pregunta: ¿Oye papá te gustaría que fuera torero? mira hijo me encantaría y tienes todo mi apoyo, pero esa pregunta es para ti. Sabes que cuentas conmigo para lo que pretendas ser. Le gusta mucho la fiesta brava me acompaña, me ayuda a empetar pero lo suyo es la actuación y el cante, no lo hace mal además estudia la carrera de arquitectura. En su historial este torero tiene la suerte de haber picado en los ruedos de la República Mexicana, así como en el Perú y Ecuador, quedando como asignatura pendiente España, pero todavía tiene una larga vida taurina por delante y seguramente habrá de lograrlo

CAPITULO 3

Cuando uno está bien lo más bonito es quedarse callado y cuando no, con más razón

Lo encuentro arreglando sus avíos de torear en

uno de los camerinos de la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” estaba limpiando el castoreño, me atendió sentado en su cama y muy amable empezamos a platicar, haciendo picador de puerta “Juan Palillos”, para que no se interrumpiera la grabación. Un varilarguero amable muy bien rasurado listo para salir al ruedo a oficiar con la puya, se nota que tiene toda una trayectoria en los ruedos, andando en las cuadrillas de toreros muy importantes que le han dejado huella, aparte de que como hombre de a caballo su gusto por el deporte nacional de México que es la Charrería, lo hace patente y la ejerce cada vez que sus ocupaciones taurinas se lo permiten, siendo toda la familia hombres del castoreño, su hermano es banderillero, este buen varilarguero que hace honor a los de su apellido es: CARLOS IBARRA CARMONA PICADOR DE TOROS Nací el 1º de junio de 1966, en la ciudad de México Distrito Federal, en una casa de picadores de toros, mi papá Alfredo Ibarra, mi mamá es hija de Ricardo Carmona Sandoval “El Chato Carmona” ascendencia y descendencia de los Carmona, desde que venía en el vientre de mi madre ya comía del toro, ella comía del toro porque todos eran varilargueros, por parte de mi papá no había antecedentes taurinos sin embargo se hizo al lado de dos picadores de toros, uno fue don Pascual Meléndez porque mi padre es originario de San Luis Potosí, se viene a la ciudad de México y se va a la cuadra con mi abuelo Ricardo Carmona, ahí conoce a mi mamá y con el tiempo se casan y procrean cuatro hombres y dos mujeres, mi hermano Alfredo Ibarra que es banderillero, ya tengo 36 años ejerciendo esta hermosa profesión. Inicié mi etapa de aspirante en septiembre de 1984, durando en la misma un año ocho meses. Por fin después de este breve tiempo Realizó mi examen el día 30 de noviembre de 1986, en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” en el cartel el matador capitalino Javier Bernaldo, el diestro tapatío Pepe Murillo y el poblano toricantano Sergio González con toros de San Mateo, propiedad del arquitecto Ignacio García


do de manera muy especial con la que me examiné aquí en Guadalajara, es una rosa mexicano y azabache esa chaqueta era de mi padre, la conservo también porque es una casaca española que confeccionó la maestra Nati. En una andadura de 36 años gracias a Dios únicamente puros tumbos nada serio y ninguna cornada. Aparte del toro otra cosa que me apasiona Hago mucho ejercicio, practico el frontón, corro. Otra cosa que es de mi completo gusto es por el deporte nacional la charrería, antes que anduviera con el “Torero Charro” Mariano Ramos, tenía unos amigos novilleros y yo era el subalterno de uno de ellos de nombre Rafael Castillo, crecí con ellos y sabía que eran charros, me gusto después me invitaban al Lienzo Charro a montar, posteriormente cuando iba en la cuadrilla del matador Mariano con más razón. Mi vida particular fuera del toro Es muy feliz, vivo con mi mamá, mis hermanas y mi mujer, tenemos un bebé de un año ocho meses de nombre Alfredo que nos hace la vida placentera, todos ellos son la parte fundamental para hacer bien mi quehacer taurino y echar pa´lante. Los reconocimientos

Villaseñor, dehesa que pasta en el rancho de “El Cuadrado”, ubicado en Valle de Guadalupe Jalisco, con los colores rosa y blanco en su divisa, casa ganadera fundada el año de 1899. En esta trayectoria de 36 años he tenido el privilegio De tener la suerte, satisfacción y el gusto de andar en la cuadrilla del diestro de la Viga, el “Torero Charro” Mariano Ramos catorce años consecutivos, después vinieron otros toreros importantes como el diestro alicantino José María Manzanares hijo, el torero granadino David Fandila “El Fandi”, el matador capitalino Francisco “Curro” Rivera, el “Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez, en la última donde fui de fijo, con el maestro Rodolfo Rodríguez “El Pana” “El Brujo de Apizaco”. Respecto a mis chaquetas de torear tengo ell gusto por ciertos colores el nazareno y oro o pasamanería en blanco, el verde, otras de mi propiedad también son una es verde esmeralda, otra rosa mexicano, palo de rosa y grana. Guar-

Para mí los trofeos son bonitos pero no han sido importantes, el reconocimiento más bonito es el que nos dan los toreros, los apoderados y los mismos compañeros picadores o banderilleros, cuando uno está bien lo más bonito es quedarse callado y cuando no con mayor razón. ¡Vaya puyazo! Una vez en la Plaza de Toros “El Pinal” de Teziutlán Puebla, actuación que me dejó muy satisfecho y marcado, iba en la cuadrilla del “Torero Charro” Mariano Ramos, un toro de la ganadería de San Antonio de Triana, propiedad de don Manuel Ibargüengoytia Llaguno, dehesa que se encuentra en el rancho “San Antonio de Triana”, ubicado en Villa de Coss Zacatecas, con divisa morado y blanco, fundada en el año de 1950. Con la suerte de picarlo era un toro muy grande y gracias a Dios lo piqué muy bien, cuando el matador inició su faena de muleta, volteó a verme al callejón y me dijo: “Así se pican los toros”.

CAPÍTULO 4 A puro golpe de sombrerazo, como decían los picadores de antaño


Alvaro, Martín papa y Martín hijo

Tengo el privilegio de recibir a una dinastía de

toreros, todos ellos hombres del castoreño, el papá un hombre con una trayectoria de 31 años en su profesión y todavía lo que falta porque sigue en activo, inicia a temprana edad siendo un mozalbete, pero tenía bien identificado a lo que quería dedicarse el resto de su vida, antes de la charla motivo por el cual se encontraban, degustamos una comida y toreando con el caballo para que se nos arrancaran las tortas, chorreamos la vara pegándoles unos puyazos en todo lo alto, tuvimos una tarde de tronío para después saborear unos buenos pitillos, dando rienda suelta a la amena charla de este gran hombre del castoreño, que tiene gran cantidad de anécdotas en su espuerta, muy bien peinada su cárdena cabellera, señal de toda la experiencia en su dilatada trayectoria. Una persona que ha desfilado en las cuadrillas y llevado amistad con las grandes figuras del toreo, desde aquellos años en que se dedicaba a llevar los caballos a las plazas de toros, hasta el conocimiento que desarrollo del toro de lidia, cobijado por los principales granaderos del país, un torero con gran conocimiento de lo que aporta a quienes escuchamos sus vivencias, así como la preocupación de que sus hijos abrazaran tan difícil profesión, que al final tuvo que acceder y

ayudarlos, como de hecho él recibió la ayuda de una infinidad de personas. Este picador de toros es: MARTÍN CARRILLO CRUZ Nace un 20 de septiembre de 1964, en la Sultana del Norte Monterrey Nuevo León, mis primeras visitas a las plazas de toros fue al extinto coso del Hospicio “El Progreso” y a la Plaza de Toros México, estando en las mismas es donde nace mi afición. Siendo mi primer contacto los caballos de pica de don Pascual Meléndez Aranda, al contar con doce años lleve mi solicitud con foto y una carta de mi padre para entrar a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, como era natural no me dieron el permiso por la edad, consideraban que era un niño todavía para andar en esos trotes, era tanta mi insistencia que me dijeron: cuando usted cumpla quince años le vamos a dar su carta de aspirante. Don Pascual fue un gran maestro me enseño a montar, manejar un caballo, ensillarlos, tapar un jamelgo, curarlos, todo lo que aprendía lo llevaba a la práctica domingo tras domingo, a la gente del toro se le hacía extraño que un joven de quince o diecisiete años se hiciera cargo de la cuadra de pica, más cuando teníamos que ir


a rentar jamelgos a la gente que traía en carritos, lo hacía por un día para llevarlos a las corridas de toros, ese trabajo me ayudó dándome a conocer ya que anteriormente se hacían cargo personas mayores, la segunda persona que me dedicó mucho tiempo para que yo aprendiera, conociera y entendiera lo que es picar los toros fue Andrés Merina “Tin Tán”, que colaboraba mucho con don Nacho, a la edad de catorce años empecé a picar becerras, vacas y al cumplir quince años obtuve mi permiso en la Unión, la etapa de aspirante duró nueve años para poder hacerme profesional, gracias a Dios cumplí 31 años ininterrumpidos, tengo la suerte de haber toreado en todas las plazas de México. Del extranjero en Cutervo Perú. Cuando andaba de aspirante en Monterrey me sacaban fotos en el periódico, lo mejor de la tarde “Martín Carrillo sin tener el título de profesional es un gran profesional” eso aparecía en todos los diarios y era muy conocido en esa ciudad. Por fin me dan oportunidad de presentar mi examen Fue en la Plaza de Toros “José María Gallardo Ibarra” de Río Grande Zacatecas, un 5 de febrero de 1989, una corrida de toros en el cartel el diestro charro Mariano Ramos, el hidrocálido Luis Fernando Sánchez y el capitalino Manolo Mejía, con un encierro de la ganadería de San Antonio de Triana, propiedad de don Manuel Ibargüengoitia Llaguno, que pasta en el rancho “San Antonio de Triana” ubicado en Villa de Coss Zacatecas, cuya divisa es morado y blanco fue fundada en el año de1950. Posterior a mi examen El primer sueldo que recibí como profesional fue con el matador regiomontano Eloy Cavazos durante tres temporadas, luego pasé a la cuadrilla del diestro acapulqueño Antonio Lomelín, Curro Durán, Gustavo Garza y Silvano González “Gallito” en los primeros años. Después me trasladé a Mazatlán Sinaloa a la Plaza de Toros “Eduardo Funtanet”, toreo las temporadas completas que daban más o menos de 13 a 16 festejos por año, formé parte de la cuadrilla del tapatío Alfredo Ríos “El Conde” todas las novilladas que toreo, Mario del Olmo, Alfredo Ferriño, Hernán Ondarza, el regiomontano Roberto Martín, Roberto Miguel, con el “Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez “El Pana”, Manolo Mejía, Ernesto Belmont, Miguel y Fermín Espinoza “Armillita”, David Silveti, Mariano Ramos, Guillermo y Manuel Capetillo, duré casi dos

años con Guillermo González “Chilolo” con todos ellos han sido tardes buenas, malas, regulares pero me conocen y llevo amistad con todos. Toda la campaña de novillero de Julián López “El Juli” formé parte de su cuadrilla, durando con ellos dos años, hace veinte de esas andanzas. Cuando empezaron a regresar los toreros españoles que de momento no venían por factores económicos, políticos, se arreglaron y al venir fui el mexicano que más toreaba con los extranjeros, formé parte de la cuadrilla del colombiano César Rincón, cuando la marca de cigarros “Raleigh” patrocinó todos los mano a mano con Eloy Cavazos, también con el alicantino José María Manzanares, en fin con todos los toreros. Anteriormente no se podía andar con las figuras, se respetaba mucho la colocación, los matadores cuidaban mucho a su gente siempre iba de fija, cuando formé parte de la cuadrilla del regiomontano Eloy Cavazos, fue porque don Pascual Meléndez tuvo un percance estando inactivo mucho tiempo, cubrí ese lugar afortunadamente no hice quedar mal a mi maestro, llevo una gran amistad con el matador, cuando deje su cuadrilla él me colocaba con los toreros que llevaba como Joselito Ruiz, el hijo de Manolo y varios más. En mi trayectoria taurina calculo que he toreado unas dos mil, entre corridas, novilladas y festivales, varios años llegué a torear entre 80, 90 y 110 festejos por año. Fui consentido por muchos ganaderos He tenido el privilegio de que los mismos ganaderos me llamaran para tentar, conozco casi todas las dehesas, me jacto de lo siguiente, en México hay 290 ganaderías, creo que en 200 he estado. Mis primeros tentaderos fueron en la ganadería de Refugio Peña Garza Cantú, conocido en el ambiente taurino como “Cuco Peña”, en su rancho “El Milagro”, que se ubica en Nuevo Laredo Tamaulipas, que lidia con los colores rojo y gualda en su divisa, siendo fundada en el año de 1927. Este ganadero me enseñó a conocer el desarrollo de los toros, en esos años José Chafik era muy amigo de él y casi en todas las tientas estaba para observar, hablaban de cosas interesantes como la genética, lo cual me dio curiosidad de seguir la pista de esas ganaderías, ellos viendo mi interés tomaron la decisión de enseñarme para prepararme más y destacar de manera fácil en la tauromaquia, así como la crianza del toro de lidia, me apasionó tanto al grado de investigar por mi cuenta con lo apren-


dido de esos criadores chipén. Pico toros porque me gusta, a través del tiempo he descubierto que es lo que necesita un torero para triunfar, lo requerido por un toro para tener movilidad sin perder su fuerza motriz y dar mayor rendimiento, cada toro es diferente. Desarrolle un programa de nutrición para el toro de lidia Con los conocimientos adquiridos por Cuco Peña y José Chafik, me dio por la nutrición del toro de lidia, realizando un programa para conocer lo que debe comer un astado, ya que en Estados Unidos hay proyectos alimenticios para casi todos los animales excepto para el toro, gracias a amigos veterinarios, farmacobiólogos, gente que se dedica a la genética hicimos un estudio a lo largo de dos años para saber que debe comer un toro bravo, sacaba los análisis con el permiso de los ganaderos, empezando a ver muy buenos resultados, esto me abrió las puertas en muchas casas ganaderas, económicamente fue muy alentador por ver que mi sacrificio, esfuerzo y la inversión fue redituable. Cuando iba a la ganadería de don José Julián Llaguno, al rancho “Arroyo Hondo” en Saín Alto Zacatecas veía las vacas, los sementales entonces platicaba con él, le externaba mis dudas, inquietudes y me las resolvía, pero la segunda vez que fui me prestó los libros de la ganadería, para leer y conocer a fondo lo que era su encaste, posteriormente me di cuenta que ninguno los presta para ver sus apuntes, eso me impulso más a aprender lo que es la crianza, sus raíces, encastes, el comportamiento en el rancho, en los corrales de la plaza, como se desarrollaba en el ruedo, hacia mis apuntes se los comentaba cuando acertaba crecía un poco en la apreciación del encaste de las ganaderías de México. Duré más de 30 años trasladándome a Nuevo Laredo al rancho del ganadero Cuco Peña, siempre tratando de seguir la línea que me enseñaron mis padres honestidad, eficiencia y respeto lo básico para poder caminar en este mundo. Entre los ganaderos donde empezamos a llevar a cabo el proyecto fueron Teófilo Gómez, Pepe Chafik, La Venta del Refugio, Rogelio Rosales entre otras. En la ganadería de don Javier Garfias un señor a toda prueba en el conocimiento del ganado bravo, entablar una plática de toros con él no era fácil, mucho menos alternar en las

decisiones del ganado y al final yo me encargaba, decía a su gente lo que diga Martín eso se hace, estaba convencido de lo que se realizaba era bueno, ya que estaba basado en el conocimiento de muchos años, el proyecto de alimentación estaría terminado en veinticinco días y esos se hicieron tres años. Ya necesitaba un descanso, me regrese a Guadalajara y un amigo me buscó para que le comprara un becerro, porque tenía ganas de torear entonces fui a la oficina del Arq. García Villaseñor, le compré un novillo y después me dijo el ganadero que tenía algunas carencias en su rancho que si podría ir a ayudarle, le presento un proyecto que podría funcionar, comentándole que era de tres a cuatro semanas que también se volvieron casi tres años, al salir del rancho le agradecí porque ya no podía, toreaba mucho y estar en el rancho era un compromiso, a la semana tenía cuatro corridas, no podía con tanto le di las gracias por permitirme colaborar en su rancho, se sintió un poco pero al final lo comprendió de todas maneras le daba vueltas a la ganadería ayudando en las labores de campo con mucho éxito, fueron años muy prósperos después de haber vivido dieciséis o diecisiete con carestías lleno de enfermedades, problemas genéticos, abrí muchas hectáreas de cultivo que en treinta años no se habían hecho fue una bonanza, el arquitecto feliz con mi trabajo, agradezco sus buenas atenciones, su generosidad, los resultados se vieron reflejados hasta el 2002, 2003 y 2004 cuando les otorgaron un reconocimiento a sus ganaderías. También estuve con Claudio Huerta colaborando, él empezó en su rancho de Ojuelos Jalisco de ahí me desplazaba a varios ranchos de amigos ganaderos para seguir aprendiendo los encastes, empadres, aparte la convivencia con ellos de muchos días y horas dando la solución que en su momento requerían. En los inicios de la casa ganadera de Leopoldo Martín del Campo “Paviche” contribuía con el ganado vacunándolo, alimentándolos, hay gente que agradece el trasladarme a sus ranchos, en muchos implantaba pasto. Son satisfacciones que hoy en día las puedo platicar, gracias a Dios todavía viven muchos y tengo la confianza de llegar a sus casas, sentarme a platicar de toros con ellos, la mayoría me tiene en el concepto de buen tentador y conocedor, concepto que nunca entendí pero me calificaban de esa manera. Picador de toros de muchas tientas


El matador Eloy Cavazos me llevaba mucho a tentar a la ganadería de “Golondrinas”, donde me inicié en esa labor, ubicada en Lampazos de Naranjo Nuevo León, su divisa naranja, rojo y gris, también a la ganadería de “La Playa” de don Luis Fernando Quijano Domínguez, que lleva los colores en su divisa verde, guinda y amarillo. Acudía a la ganadería de don Valdemoro Garza padre del torero Gustavo Garza, un día me llama Gustavo y me preguntó ¿Que fuiste a la Playa, a picarle un toro al maestro Eloy? ¡Si torero! Me picas un toro a mí ¿Dónde? Ahí en mi ganadería van a echar unas vacas y un toro, don Valdemoro decía: no sean así Martín se la juega pero el toro está muy gordo, dejen que maten al caballo lo que no quiero es que le pase nada a Martín, voltea y me dice: vea bien el toro, si se raja no hay problema nadie la va a decir nada yo soy el ganadero, ¡No don Valdo! yo me lo echo, primero tenté las vacas y dijeron sale el toro cambié de palo y le di tres puyazos bien. También con Fernando Manuel y con otro que le decían “El Diablo”, su papá tenía una mueblería le concedía todos sus caprichos al niño, echaban vacas de 420 o 450 kg. En Monterrey había banderilleros, pero muy pocos del castoreño entonces empecé andar en una infinidad de ganaderías, no había semana que no saliéramos al campo. Luego me llevaron a San Antonio de Triana con un caballo más pequeño, un peto chiquito y unas vacas con 250 kilos, por ese tiempo no era fácil verlas y menos ponerlas en ese peso, porque las praderas no eran tan ricas proteicamente, sin importarme les salía como decían los picadores de antaño “a puro golpe de sombrerazo”. Tentaba en Garabato, Chichimeco, Peñuelas, San Antonio de Triana, con Paco Madrazo, Manuel Ibargüengoitia, tres días de tienta muchas vacas me daban $200 o 250 pesos cada vez que iba, mi abuelo me pagaba $100 a la semana y bien trabajado, cuando recibía el dinero de la tienta le daba gracias a Dios por lo recibido, una ocasión fui con Luis Quijano piqué tres novillos para semental, me dio la cantidad de $450 pesos era un dineral pensaba, hoy gané lo que me gano en un mes y aquí de categoría, rancho a donde iba me daban mi lana eso me alentaba y despertó la emoción de seguir echándole ganas. En ese tiempo llegar a San Antonio de Triana era una odisea, son como 130 km de terracería, teníamos que llegar a Villa de Coss un triunfo

que se parara el camión, comprábamos el boleto de Saltillo a Villa de Coss de segunda clase, como no había parada en ese lugar le damos su lidia al chofer, no seas así es que somos toreros y accedía, nos bajamos de un salto como tomando el olivo con capotes, muletas, varas, etc. Ahí mandaban una camioneta por nosotros, cierta ocasión cuando llegamos ya estaba la camioneta nos preguntaron ¿Cuántos vienen? seis toreros, nomás puedo llevar a tres, porque viene la camioneta muy cargada los otros nos fuimos de aventón, toda una andanza. ¿Quieren torear? si no ¡Puerta! a su casa Cuando nos trasladamos a la ganadería de Santa Elena, con Alberto Rodríguez tomábamos el camión en Saltillo y nos bajamos en la estación Carneros, que era una estación del ferrocarril de ese lugar caminando a la dehesa hacíamos tres horas, nos decía el ganadero que nos alcanzaba a ver por los binoculares, miren muchachos cuando lleguen a ese lugar de cactus y nopales, hagan una seña para mandar por ustedes, como siempre tentaba tres vacas, le decíamos por la confianza que le teníamos Beto, no la friegues suelta unas seis vacas venimos desde tan lejos, miren es lo que hay si lo quieren torear bueno, si no pa´ su casa, aunque después salían cuatro, cinco y hasta seis, había poco ganado pero nos daba oportunidad, al final me decía quieres agarrar la muleta es la última vaca y aprendí a torear. Cuando fui a la ganadería de Santacilia con don Antonio Obregón, fueron los últimos años de su vida, ya estaba cansado físicamente no se pudo hacer nada por su rancho, de cualquier manera estuve muchos años tentando su ganado. Del estado de Zacatecas todas las ganaderías las he recorrido llevo amistad con todos, entre otros “El Chiruzo”, con la hermana de Genaro Borrego un gran hombre de campo y mejor ganadero, con el señor Topete dueño de la dehesa “Rosas Viejas”. Amigo entrañable del mandón Tenté mucho y conviví con el figurón regiomontano Manolo Martínez en su rancho iba a su ganadería, una vez en la puerta de su casa tuvimos una discusión que nos mantuvo alejados por un mes, el matador me volvió a llamar a mi casa y regresé, haciéndonos grandes amigos platicábamos mucho a veces nos daban las tres o cuatro de la madrugada, también con don Pepe Chafik.


Me decía Manolo tú tan buen picador, como pierdes el tiempo andando con un torero como Joselito Huerta ¿Qué te enseña? si él a veces se levanta y no te da los buenos días, no vayas con ese cabrón busca otro. Pero el matador José Huerta fue una figura del toreo me tuvo mucho aprecio, me ayudaba, tenía mucho trabajo nos entendíamos en el ruedo, llegamos a conocernos tanto que hacíamos las cosas bien, él era muy exigente y le gustaba como me desenvolvía en el ruedo. Cuando estaba en el rancho de Manolo nos sentábamos en una mesa y pasamos muchas horas viendo sus encastes, como picador de toros lo que más he tentado han sido 51 machos de sol a sol, desde que amaneció hasta el ocaso del mismo día y no seguíamos porque no había luz, el matador se recuperó de su enfermedad, le piqué una gran cantidad de toros en su rancho y de ahí sacar los mejores sementales que llegó a tener producto de vacas y toros de Cuco Peña, Chafik, San Antonio de Triana, siendo estas ganaderías su base, el éxito de su casa ganadera fue juntar todos los encastes, con las vacas de San Antonio de Triana, llegando a tener casi 600 vacas de vientre, las arriábamos de una manera muy práctica como eran extensiones de terreno muy grandes a caballo era imposible. Me he movido en todas las escalas desde andar en un macho arriando el ganado para separarlo, herrarlo, curarlo, para deshijar, juntar otro empadre, también he caminado los potreros en un caballo, pero en el rancho del matador Manolo, a él le gustaba pilotear y tenía un helicóptero pequeño, entonces arriábamos el ganado del torero desde el aire. Que cosas me ha tocado vivir. El pequeño gigante del toreo Eloy Cavazos Yo estaba en una cuadrilla de niños toreros que patrocinaba el maestro Eloy, nuestro maestro era un gachó de nombre Ricardo Sepúlveda el hermano de Fernando Sepúlveda un torero de esa época. Al principio el maestro pretendía que fuera banderillero me decía: yo te pongo al “Vito”, Juan Vázquez y al “Chaval de Orizaba” tienes la mesa servida, pero yo insistía con el interés de ser picador de toros. Un día, después de un partido de futbol en su casa me dijo: vamos a ver si en verdad quieres ser varilarguero, te espero el viernes a las seis de la mañana con tus avíos porque nos vamos a ir viernes, sábado y domingo, te vas a subir a esa camioneta y en ella vas a regresar. Al llegar ese día acomodamos mis cosas nos fuimos a otro lugar donde nos esperaba otra parte de la cuadrilla, pero an-

tes el matador les dijo a don Pascual Meléndez y al “Camotes” este jovencito quiere ser picador enséñenlo, explíquenle todo lo que él pretenda saber, vamos a ver si tiene cojones pa´ salirle al toro, porque banderilla a toda madre solo que no, él quiere ser picador. Don Pascual le dice: matador este cabrón ya sabe no hay que decirle nada, cuando le dijo al “Camotes” lo mismo contestó, bueno el compromiso es que ustedes lo van a enseñar. ¡Vaya par de maestros! me puso el matador, de ahí fueron muchas giras cuando llegábamos a la plaza me decían usted a los caballos, es su compromiso con eso tenía asegurada la jama, el transporte y dos o tres pesos para el refresco, tuve que sacar las ganas de ser varilarguero, me decía el matador en las plazas no puedes picar, pero voy a echar un toro y tú lo vas a picar lo vas hacer bien, me empezó a poner vacas, becerros, ahora va a salir el toro nomás no te arrugues trae un peso de 480 kg te va apretar, tú no te apures aquí hay capotes que te van a cuidar esta “Vito” estoy yo, no te vamos a dejar solo échele ganas con el toro, me cuadré y lo piqué tres veces bien. Sabios consejos de los compañeros El güero Guadalupe me decía: usted olvídese de lo que le han dicho el toro se pica así, un toro puede tener 500 kg pero tú lo vas a picar aquí y si logra hacerlo será un buen picador, me lo dijo cuando estaba por retirarse y así lo hice. Cuando llegué con los “Zotolucos” me platicaban la misma historia pero a su manera. Enrique Delgado era un novillero, toreo un festejo con el “Chato Bonilla” en la legendaria Plaza de Toros “San Marcos”, eran cuatro novillos y por cosas que pasan yo piqué tres, me decían los Prado: Martín aquí es donde se va a romper el cántaro, vamos a saber si de verdad vas a soplar la lumbre, todos esos palos son suyos escoge el que quieras, también la puya junto con el caballo pero usted le va hacer fiesta al de negro, si se rompe el cántaro a su casa pero si lo hace bailar bienvenido como picador. Los hice muy bien hasta la fecha los Prado me tienen mucho aprecio, esto llegó a los matadores Miguel y Manolo Espinoza “Armillita”, me decía Manolo ya te he visto y me da gusto que tan jovencito quieras ser picador de toros, pero no vas a ser un pinche varilarguero cualquiera, tienes que ser una figura, si mi padre fue un figurón usted tiene que ser más chingón que mi papá, nomás que tú a caballo. Esos figurones de antaño


Le debo mucho a la fiesta porque me consolidó como torero, como persona y por esos años tuve el privilegio de conocer y tratar a grandes figuras del toreo, el matador de la capital Luis Procuna, el hidrocálido mejor conocido como “El Poeta del Toreo” Alfonso Ramírez “El Calesero”, el maestro poblano Joselito Huerta también llamado “El León de Tetela” ellos fueron grandes maestros en mis inicios dándome consejos y aprendí mucho. Alguien tenía que decirle la verdad al torero, a pesar de tener la misma edad El 4 de agosto se cumplieron 35 años del fallecimiento del torero Valente Arellano, cuando empezó de novillero todos los taurinos, las peñas taurinas y las crónicas decían: los toreros muy bien pero el chavo Arellano ni valiente, ni nada, nos quedó a deber ocho o diez pesos de los treinta que costó el boleto de la novillada. Éramos de la edad, una vez nos encontramos y le dije: oye te quiero comentar algo, tu papá se mueve para apoyarte y puedas torear, banderillas a toda madre, eres tremendista pero échale cabeza ¿Cómo? te voy hacer un cometario, luego tú me haces uno a mí del trabajo que realizo como picador. Tú como novillero necesitas darle más seriedad y respetar el traje de luces, debes sentirte torero, caminar como torero, no camines tan cuachalote, date a respetar con el público demuestra que has aprendido, porque eso que mueves la melena y a las muchachas les avientas besos, tres pinches trapazos mal pegados, un rodillazo queriéndote comer el toro a mordidas ¿Tu sabes quién me enseñó a torear? ¡No! El maestro Luis Procuna, él me hace la carretilla me embiste ¡Claro! que yo tengo que embestir tres faenas para que él lo haga una, no importa porque me servía de ejercicio, dale importancia a lo que haces, ser torero es de gente bien de gente grande, si de verdad quieres ser un buen novillero pórtate más serio no te cachondees de los toros porque ojala y me equivoque, pero un día te va agarrar un toro pegándote una santa madriza triple de las que te han puesto, ¿Sabes porque te pegan los toros? Es que te quedas en la cara ¿Quién te enseño a torear? El que te enseñó es un chalao, que pasó me enseñó mi papá, entonces demuéstrale te va a ir bien, mira yo voy al rancho del ganadero Cuco Peña ahí va el matador Manolo Martínez, Chafik, Fernando Manuel gente que conoce este negocio, no te va a ir mal mi chavo, más serio para que puedas

llegar a figurar. Ahora dame tu comentario, el único que tengo es que tú estás loco, sin tener tanta experiencia le sales al toro, pero trato de aprender, pegas unos puyazos enormes, tienes la mano dura los haces sangrar y al hacerlo puedo pasármelos más de largo, eso es lo que me gusta, no me agrada que no hay dinero para contratarte pero en cuanto pueda vas a estar en mi cuadrilla, es más dame tu número de teléfono cuando vaya te hablo para que me acompañes, al cabo le pido a mi jefe unos cien pesos si no de perdida cincuenta o setenta si te doy. Éste le plática a su papá de lo que hablamos, y le contesta: mira viéndolo bien tiene razón, empezó Valente a torear en varias partes, me llamaba oye Martín voy a torear en tal parte le caes, sale mi chavo. Un día el Ing. Valente empezó a platicar conmigo ¿Tú quieres ser picador? pretendes ser bueno o del montón ¡No del montón hay muchos! Déjame decirte que no hay picadores del montón, puros buenos. Sabes me dijo Valentillo que en cuanto pudiera te invitaba pero ya vez está difícil, el ingeniero me daba cien pesos cuando era aspirante por picar los toros de su hijo. Una vez en Torreón me dijo Valente, no te quieres quedar para pasado mañana te doy doscientos pesos, voy a matar un novillo que me regalaron y no hay quién lo pique, arreglé mis cosas cuando se abrió la puerta de toriles volteo con el novillero y le dije: como hablamos, serio ¡Ya veraz que sí! inició con el capote, puso las banderillas y con la muleta empezó con una seriedad, nada de aquel desparpajado chaval. Desde ese momento los comentarios de su papá y todos los taurinos que estaban eran, si sigues toreando así como hoy vamos a México, se lo hicieron saber en la cena, de seguir así las plazas se te rendirán y vas a ganar dinero. Él toreaba mucho por el Estado de México, un día lo vio un gachó que apodaban “El Pana” era un mozo de espadas le platicó al apoderado Adolfo Guzmán que a la postre llevo sus poderes y empezó a subir, entonces se formó una cuadrilla los primeros que entraron fueron los subalternos “Lupillo”, Carlos Sánchez Torreblanca, como varilargueros iban Israel Vázquez después fue David y yo. Cuando salía el astado su papá decía: el que pica el toro de Valente es Martín, pero es aspirante ya lo sé y el que venga me cuesta, cuando


cortaba las orejas me decía: eso es mi Martín y toda mi época de aspirante anduve con él. Todavía hasta la fecha cada que veo al Ing. Valente me saluda, me abraza aparte él me ha ayudado mucho. Las patrullas llegaron por mí En mi época de aspirante en Monterrey un taurino siempre se me acercaba, hola mi Martín y nos íbamos a tomar un café yo simpatizaba con una mesera del restaurante Vips, después de un buen rato de café, panecillos y una buena charla, al final pagaba ocho o diez pesos, seguido me lo encontraba ¿Qué andas haciendo? aquí unas cosas y todavía no he jamado torero, aguántese ahorita vamos, lo llevaba desayunar a los tacos de barbacoa, clásicos en Monterrey lo invitaba porque era gente buena, a veces le preguntaba ¿Ya traes boleto para el toro? no Martín, a tal hora nos vemos y le regalaba un boleto. Se postuló el Lic. Carlos Salinas de Gortari ganó las elecciones y es presidente, un día que vi a este gachó me dice: mi Martín te tengo una gran noticia ¿Cuál cabrón? toda esta semana yo invito el café, desayuno, refrescos y cigarros van por mi cuenta ¿A quién robaste? a nadie es que mi sobrino va a ser el Presidente de la República, ¿Quién es tu sobrino? Salinas de Gortari, no te creo te fumaste un cigarro de esos que dan risa, en ese tiempo él tenía alrededor de 50 años. Un buen día llegaron a mi casa patrullas con policías armados, venimos a buscar a Martín Carrillo, te hablan me dice mi mamá ¿Qué hiciste? esa gente no es del toro, no se déjame ver salí a la calle y se va bajando mi amigo “El Pelón” dice: vine a buscarte vístete porque vamos a ir a comer, a donde quieras, mira te voy a llevar al restaurante el “Regio” era el lugar más caro en ese tiempo, rápido me cambio de camisa, botas, el sombrero y me dijo: no te lleves ese pinche sombrero ahorita te compro uno, pregunte ¿Y todos estos? son los que nos cuidan llegamos a una cantina inmediatamente ordeno diez cervezas ¿Cómo diez? espérate de una en una no seas payaso, la cuenta no llegó a cien pesos paga con uno de esa cantidad dejando el cambio de propina, salimos y nos fuimos al “Regio” pidió una botella de Buchanan´s, traigan el mariachi haber Martín tú sabes más de música cual quieres, acabamos de comer y me dice: ten cabrón para que le regales algo a tu mamá, unos zapatos finos o algo bueno con este parné te ajusta y si te hace falta, en dos o tres días nos

vemos. Cada vez que nos veíamos hacía unas grandes fiestas citaba periodistas y les decía: estamos festejando al mejor picador de toros de todo Monterrey Martín Carrillo tomen fotos, le decía: espérate pinche pelón ¡No! usted se merece esto y más, hasta que su sobrino se lo llevó a México y no lo volví a ver. “El que nunca tiene y llega a tener loco se quiere volver”, así le pasó a mi cuate. Después de una buena vara, llegaron las botellas de vino Un día fui a torear a la ciudad de Monterrey, una corrida de toros iba en la cuadrilla del torero alicantino José María Manzanares, me pidió que me vistiera en su hotel, en ese lugar también se hospedaba el Lic. Salinas de Gortari, cuando estaba actuando al quitar el palo después de un gran puyazo la ovación fue enorme, porque la gente no lo había visto, el público pensaba que le teníamos que dar al toro hasta acabarlo, pero así no es la suerte de varas. Al salir de la plaza “Raleigh” me obsequió una botella de vino, el Lic. Salinas dos de Buchanan´s y un ganadero otra. Respecto a mis chaquetas de torear Para mí toda la gama de colores que existe en la ropa de torear es bonita, lo importante es vestirla con dignidad y respetarla. No existe una especial, todas han significado mucho para mí ya solo tengo dos chaquetas. En esta larga trayectoria de torero el mal fario ha hecho presa de mí Muchos cates, en una pierna tengo tres cornadas dos me la atravesaron, golpes muy fuertes muchos tumbos aparatosos gracias a Dios hemos salido adelante, el que me hacía el favor de enderezarme era el doctor Gabriel de la Torre, llegaba con él y me decía: quince días sin torear ¿Que pasó doctor? toreo el sábado, me inyectaba y de regreso otro tratamiento. Seguramente debe estar curando toreros en el cielo, me conocía por todas las veces que me invito a tentar siempre me preguntaba ¿Cuánto te debo? nada médico como cree. Un día echo a padrear un toro, le escogí unas vacas explicando lo que podía pasar en el desarrollo, posteriormente me dijo ya eche el toro a las vacas, te digo para que tomes en cuenta, lo que me dices lo hago, posteriormente me llamó vamos a tentar tu empadre vente, muy buenas


vacas fue cuando la ganadería del doctor se fue arriba, lo malo es que falleció antes de ver cristalizado su sueño. De cábalas o creencias no tengo Ninguna, lo único que respeto hasta la fecha no beber ninguna cerveza, al toro hay que salirle al 100% puedo salir enfermo con medicamentos pero de alcohol nada. Tuve otras actividades fuera del ruedo El toro no me ha dejado tiempo porque cuando no estaba en las plazas toreando, estaba en los ranchos. En algún tiempo empecé a fabricar juegos de figuras de vidrio para las ferias, comencé a ganar dinero pero en dos malos tratos me fui abajo. Ahora tengo la propuesta que retome el realizar las figuras, lo hice hace treinta años y actualmente siguen las mismas, me puse a estudiar decoración, psicología de los niños, me preparé para realizarlas pero no pude seguir por torear. De mi vida privada y de familia Cumplimos 36 años de casados, siempre lo he dicho que gracias a Dios me tocó una gran mujer que me dio dos buenos hijos, me ha aguantado fracasos, triunfos, de todo siempre me ha apoyado, nomás puedo decir que ella y mis hijos son mi mejor tesoro. En un momento de mi noviazgo me dijo ¿Los toros o yo? discúlpame pero como los toros son mi vida no lo cambio por nada, bueno no me queda otra cosa que apoyarte. Gracias a Dios en estos 31 años Me han entregado nueve reconocimientos, ocho mexicanos entre ellos el del 2004, al mejor picador en la feria del novillero que patrocino “Telmex” y el noveno fue el que me entregaron en Perú. Un fenómeno en la industria de los vinos Un primo mío organizaba ferias y carnavales, fue a las fiestas de Tequila Jalisco, a conseguir un lugar para ponerse en la feria del 12 de diciembre, mientras que tu arreglas tus cosas voy a caminar y tomarme un refresco, al ir caminando me encontré al Ing. Valente Arellano, que andas haciendo Martín mire ingeniero yo vivo en Guadalajara de ahí aquí son 50 km, vine acompañando a un primo. El Ing. y yo nos fuimos a comer y me pregunta: ¿Y tú primo qué? él pone un puesto de galletas y tú, mire me dan ganas

de poner en medio de esos dos leones una terraza como la que tiene Sauza ya ve que antes ponía lo de Domecq. Oye tú le sabes a eso verdad, si nos movemos ahorita y ponemos una, ¡Venga ingeniero! mira tengo mucho material, resulta que trabajaba en una fábrica de tequila “La Madrileña” era propiedad de Enrique Fonseca su papá un hombre de dinero, tenía crianza de caballos, le gustaban las carreras, las peleas de gallos, empezó a enfermarse y decidió heredar en vida, éste como era el más calavera, vago, le heredaron la tequilera, si se comparaba con todo lo que dejó, la fábrica de tequila no era nada nomás le dejaron eso por no decir, comenzó a preocuparse porque era lo único que tenía aparte estaba registrado que en veinte años no podría vender la fábrica. Empezó a investigar en el ambiente de los licores y se dio cuenta que el Ing. Valente era un figurón en ese medio, él durante muchos años llevó la casa Viejo Vergel al punto más alto en venta y calidad, luego pasó a Bacardi y lo mismo, todo esto en el aspecto económico ayudo al ingeniero, fue en el tiempo que Valente su hijo se hizo novillero y él tenía como solventarle la carrera. Enrique lo busco, el ingeniero andaba de capa caída por la muerte de su hijo, empezaron a trabajar le decía: mira el tequila que estamos haciendo es lo máximo ahora nada más hay que conseguir quién lo distribuya, buena publicidad, mercadeo, las marcas que tenía eran Tequila Jalixco y Pura Sangre se empezó a vender, hoy en día fabrican un tequila que hace trece años valía $ 700 pesos y toda la producción la tenían vendida a Francia, económicamente en los cuernos de la luna y Enrique en agradecimiento le dijo: tenga compre una buena casa, un buen carro para que usted viva como todo un señor, de aquí en adelante su sueldo sube, volvió el señor Arellano a tomar oxigeno lo malo es que ya está mayor, muy cansado, a mí me ha pedido que haga una marca de tequila y que él la fabricaba. Desayunando con el presidente en los Pinos Lo malo es que las grandes industrias no permiten el registro de alguien desconocido, nunca pude registrar una a mi nombre, muchos juicios, mucha pérdida de dinero. Tuve la suerte de conocer en ese tiempo al Presidente de la República el licenciado Miguel de la Madrid, me invito a los Pinos a desayunar con él y me dijo: mi Martín pídame lo que quiera, no le pedí nada “Cuando uno es pendejo, aunque lo bañen con agua bendita” después se fue como director de


Fomento de la Cultura.

compré tu boleto.

Acompañando al hijo del quinto Califa del Toreo

Los toreros siempre le echamos habilidad para conseguir las cosas

Una temporada que vino el hijo de Manuel Benítez “El Cordobés” el que lo trajo fue Javier Tapia “El Cala” como su esposa es de Madrid, le pusieron dos picadores a Chucho Escamilla y a otro, al final este último no se acomodó y me hablaron a mí, todas las tardes que toree con el “Cordobés” yo picaba los dos toros ¿Por qué? no lo sé pero eso me proyecto, le gustaba al torero estar conmigo para platicar le explicaba las querencias empezamos a torear mucho, mi sueldo en ese tiempo era de $300 pesos por novillada y me daban $550 pesos por andar en su cuadrilla, toreábamos dos por semana mínimo una, en ese tiempo por políticas se cerró la Plaza México y no pudimos ir.

De inmediato me traslade a Relaciones Exteriores pregunté cuanto era el costo del pasaporte y pensé eso es para vivir dos semanas si lo pago y este cabrón nomás me hace gastar, me di cuenta que debido a la demanda me lo entregaban hasta la próxima semana, pero como los toreros le echamos habilidad, logré colarme diciendo que venía de la Secretaría de Gobernación, cuando paso pregunto que quién era el director de la oficina, al hacerme pasar llevaba lista mi tarjeta, vengo a pedirte el favor más grande que has hecho en tu vida, necesito un pasaporte para ahorita porque voy a Perú a torear una corrida, a poco eres picador, sí pero todo pasa por algo antes me encontré a un fotógrafo que me obsequió unas fotos mías que me tomó en una plaza. Entonces aprovechando el viaje le dije mira este soy yo picando toros, para que quieres el pasaporte tan rápido, mira quién iba a ir le pegaron una cornada y a mí me hablaron ayer, la visa ya está arreglada tengo una entrevista con el cónsul. Pero mira te prometo que te traigo un cartel y un recuerdo de Perú, ofrecerte dinero sería una falta de respeto pero cuenta con un detalle y me dijo: sabes que mi torero yo te conozco te he visto en “El Progreso” pasa con fulano y luego vienes a firmarlo, cuánto te debo, lo único que quiero es que me compruebes que triunfaste, hecho y muchas gracias

En la cuadrilla de la figura colombiana Cuando vino el maestro colombiano César Rincón me decían que no iba poder con el paquete, yo pensaba si estuve con el matador Eloy que no pueda acá, toreamos dos mano a mano con el regiomontano Eloy Cavazos, la primera en la Plaza de Toros “Lorenzo Garza” de la ciudad de Monterrey y la segunda en el “Nuevo Progreso” de Guadalajara Jalisco, el maestro César me dijo: me encantó su trabajo, ya habíamos visto varios videos suyos que buen picador es, lo felicito. La aventura en la ciudad de la limeña Chabuca Granda Recibo en mi casa una llamada del matador Raúl Gómez “El Campero”, Martín voy a torear en Perú ¿Me acompañas? uno de los picadores mexicanos “El Ticho” fue de los primeros que picaron en tierras peruanas me decía: es más fácil ir a España que hacer el paseíllo en Perú, esta cabrón yo fui y lo conocí por eso te digo prepárate física y mentalmente, el día que vayas a España te deseo la mejor de las suertes sé que la vas a ser, pero para ir a Perú, me lo guarde y cuando me invita “El Campero” dije: bueno a ver que sale, cinco días antes de irnos me dice: chaparrito ya está tú boleto, necesito el pasaporte para sacar la visa, mañana lo llevas a la plaza, pero no llegó porque fue a torear un toro a alguna ganadería y pensé si no vino aquí, que chingados va a ir a Perú, me habló al día siguiente necesito tu pasaporte para llevarlo a visar ¿A qué horas lo ocupas matador? mañana en mi casa si no llegas es tu bronca porque ya

Ya con el pasaporte le hablé al “Campero” y me dice ando con un chingo de broncas lánzate al consulado y saca tu visa te va a costar 12 USD, pero vete ya porque hoy es último día que trabajan, me fui desde Analco hasta el consulado peruano que estaba en Providencia llegué con todo y bicicleta, salió la secretaria y me pregunta ¿De qué mensajería viene? fíjese que de la particular traigo mi pasaporte para que por favor me den la visa porque voy a torear a Perú, entonces va a trabajar trae el contrato, no lo traje, bueno présteme el pasaporte ya no hay tiempo le pone los sellos, son 25 USD, me paré y le dije ¿Cuánto? es que su visa es de trabajo, si fuera de turista serían 12.50 USD. Le puedo pedir un favor me voy en la noche a México y mañana temprano nos vamos a Lima, mire esta es mi tarjeta, es mi dirección le puedo liquidar mañana a primera hora ¡No! me puse todo pálido, que le pasa se siente mal, no disculpe es que me dijeron que el costo era de 12 USD, y es lo que traigo, a que va a Perú a torear soy torero, le


enseñe las fotos ¡Ah! regáleme esta foto, con todo gusto, pero sabe si puede pagarla mañana se lo voy agradecer, mañana viene mi señora. Si puede mándela sino hasta que usted venga, de otra forma ya sé a quién le hice el favor, muchas gracias. Tome mi bicicleta pude pedalear cuatro cuadras y ya no podía. Inicio mi periplo por las tierras limeñas Cuando tuve todos los papeles arreglados hablé a la Unión con el Beni Carmona haciéndole saber que tenía la visa de trabajo para irme, vente por las cartas para que puedas torear te deseo mucha suerte ahora lleva puyas, habla con el señor Martínez, él me contestó: ¿Que se ofrece Martín? lo que pasa es que voy a Perú a torear y no tengo puyas, te voy a mandar cuatro, de cualquier manera yo llevaba tres mías ¿A qué hora sale tu avión? a las 7 de la mañana bien ahí nos vemos. El hijo del picador llegó a las 6:15 aquí te manda mi papá ¿Oye cuánto es? tú ve ojala que triunfes y te esperamos a tu regreso. En Cutervo la gente es muy humilde la mayoría andan en bicicleta y quién tiene dinero se compran una moto, también no había mucha variedad de comida, me llegaron a conseguir un refresco de frutas, cuando los destapamos la corcholata estaba toda oxidada, encontramos por fin una Pepsi Cola de dos litros que nos costó 2.50 USD en el mercado negro. El alcalde de esa localidad peruana nos invitó a su casa para comer, la señora nos dijo que únicamente habían conseguido unos paquetes de huevo en un poblano lejano, para los de la casa, el matador y yo, pregunta la señora ¿Usted sabe cómo se preparan? sí como no, los hice a la mexicana. La comida tradicional de ese lugar es el cuy también llamado cobayo o conejito de indias, su carne tiene una larga tradición culinaria dentro de la cultura pre-inca de las Andes, una vil rata, la matan, se pela, se fríe sirviéndose con arroz blanco y el famoso canchi que no es otra cosa que maíz frito con sal, yo no quise probar el cuy, mejor me comía hojas de flores guisadas con un trozo de carne gorda. Por fin el paseíllo en Cutervo El día que hicimos el paseíllo toreaba un matador español, tocaba a un picador peruano picar su astado y me dijo: mi Martín no sé cómo le vamos hacer pero tu picas mi toro, déjame hablar con esta gente, les dio una propina y no hubo problema porque los picadores estaban de mi lado, después me dio 350 USD de propina y

pensé con esta lana pico los otros cuatro, en ese toro el español le cortó una oreja y “El Campero” dio varios pinchazos se nos fue el triunfo completo, aun así “El Campero” dio dos vueltas al ruedo, estuvo enorme la plaza era un volcán le caben 5000 personas, estaba totalmente llena y yo estaba satisfecho, me había traído el triunfo. Galardonado por el mismísimo ingeniero Fujimori La fortuna de que me otorgaran el trofeo al mejor picador de la Feria de Cutervo, quién entregó el premio fue el ingeniero Alberto Kenya Fujimori Inomoto presidente del Perú, me tomaron una foto cuando estaba recibiendo el trofeo, él es muy bajito y su jefe de escoltas era una mujer muy alta, hablando en lenguaje taurino, la comparamos con un toro de lidia que pesaría como 700 kg. Fue una satisfacción indescriptible. Regresamos a Lima y nos recibió mucha gente, periodistas, peñas taurinas todos rodeándonos pidiéndonos autógrafos en fotos que llevaban de nosotros, el personal del aeropuerto nos informó que el avión salía en 45 minutos, entonces “El Campero” y yo nos fuimos al bar del aeropuerto a brindar con un whisky nuestro triunfo, al matador se le salieron las lágrimas, salud mi Martín nunca pensé vivir este éxito, las corridas, tu logro en fin, es una aventura que nunca olvidaremos. De regreso salen nuevos contratos al matador Arribamos a México por la tarde, de inmediato nos trasladamos con un cuñado del “Campero” trabajaba en Bancomer, cuando llegó nos dijo: esto fue lo que alcancé a conseguir, eran las crónicas de lo que realizó el matador, ¿Quieren tomar algo? nada mañana salimos temprano a Tijuana allá toreamos, nos levantamos a las cuatro de la mañana para asearnos e irnos al aeropuerto, nos llevaba don Pepe San Martín, que en ese tiempo era el apoderado del torero nos dijo: estoy muy orgulloso de ti “Campero” ojalá rueden bien las cosas y triunfen en Tijuana y Martín tú has sembrado la euforia en México, aquí está el diario Esto y muchos recortes pero te los voy a dar cuando regresen. Cuando llegué al sorteo a la Plaza de Toros “EL Toreo” vi que era una señora corrida de toros de Celia Barbabosa, astados que pastan en el rancho “El Rosario”, ubicado en Jerécuaro Guanajuato, con divisa rojo, azul, blanco y amarillo, fundada en el año de 1978. Les dije: déjenme


para mi matador esos los más gordos, no me causo problema porque veníamos de matar el encaste español, el apoderado de Jorge Gutiérrez me dijo estamos tratados, antes de firmar preguntan ¿Estás seguro? ¡Claro! afirmé. Los banderilleros preguntaron ¿Cómo nos vamos acomodar? como quieran. Esa tarde triunfo “El Campero” de ahí se le abren las puertas, después fuimos a tentar con Hernando Limón. De regreso al D.F. nos sobraban invitaciones a todos lados, se le vinieron cosas buenas pero no rodó como queríamos. La foto con Fujimori, quedó en el recuerdo Ya en Guadalajara fui a Relaciones Exteriores a entregarle el recuerdo que le había comprado al director por el avío del pasaporte, le traía un cuadro del Dios Inca del Perú, muy agradecido se mostró y le enseñe la foto cuando Fujimori me está premiando y me dice: sabía que ibas a triunfar torero, pero esta foto me quedo con ella, luego la colgó en su oficina era la única que tenía y ahí quedó ni modo. Luego fui con Beni Carmona a llevarle un recuerdo porque se portó de categoría cuando me fui. Las gratificaciones por una buena tarde En Juriquilla conocí al señor Carlos Slim con el que hice una buena amistad, ese día iba en la cuadrilla de Aldo Orozco, “El Pollo” Torres Landa me felicito diciendo cosas bonitas: es un orgullo tenerte en mi plaza como torero, aparte de ser amigos por muchos años siempre te he tenido en buen concepto, que bueno que estés conmigo, me regaló una tarjeta de un hotel todo pagado durante un año, los días que quisiera estar con mi familia y una membresía para el club de golf. Acompañando el que más tarde sería un figurón de talla mundial Toreábamos en Juriquilla una novillada con el “Juli”, llegué temprano a ver los novillos y estaba recargado Carlos Peralta ¿Vienes con el “Juli” verdad? así es, ¿Cuáles te gustan para tu torero? aquellos pero muy en lo personal me gusta ese novillo ¿Porque te gusta? cuando le dije los motivos, oye acompáñame a ver la corrida que esta acá, si como no ¿Cómo los ves? me gustan tres toros y los otros tres no van a jalar, con tres estamos del otro lado los toreros y hasta el ganadero, nomás que le toque uno a cada torero ¿Así de fácil? si es mi opinión, vamos a ver la novillada ¿Cómo crees que salga? ese regular y ese malo, el otro también malo y de los otros

tres van a caminar, estas consiente de lo que me dices, al 100% no, “Pero del dicho al hecho hay mucho trecho”, falta la opinión del ganadero él los crío y falta lo que hagan en el ruedo, me gusta tu observación y en este papel me llevo anotado lo que me has dicho, mira no me hagas caso espérate en la tarde va a ser muy buen termómetro. ¿Cuál te gusta para que le corten el rabo? ese y tú ¿Cómo te llamas? Martín Carrillo soy picador y vengo en la cuadrilla del “Juli”. Mira esta es mi tarjeta ya me voy porque tengo un desayuno en Querétaro, nos vemos en la tarde ojalá que nos vaya como dices, si le corta el rabo tu torero nos vemos en el restaurante para tomarnos lo que quieras, cuando llegué a mi habitación leí la tarjeta y me di cuenta que era el ganadero. Fuimos al sorteo no se ponían de acuerdo, se me acerca don Julián el papá del torero para nosotros esos dos, tu sorteas, cuando dijeron que quién sorteaba, yo sorteo por el “Juli” no puedes, debe ser un banderillero, también el primer picador, seguían los problemas y el señor López dijo: Martín quiere esos dos y son los que se torean, entonces un apoderado me dijo hasta que haces algo por la torería mexicana, enhorabuena. Por la tarde el “Juli” a su primero le corta las dos orejas y al otro las dos y el rabo, me manda hablar el ganadero a su palco y me da un vaso de vino, se lo cambio por uno de agua mineral con mucho hielo porque mañana toreamos. ¿Dígame ganadero? que eres un fenómeno de aquí para adelante cruz y raya, te vienes a trabajar conmigo a la chingada todos, no espéreme tengo que torear y estoy haciendo un trabajo con don Javier Garfias, cuando termine me comunico contigo. La celebración de los triunfos con Coca Cola, Hamburguesas y Chocoroles Al hotel llegó don Julián, hay que celebrar el triunfo vayan por unas Coca Colas y Chocoroles todo lo que sea de “Marinela”, al torero siempre le regalaban muchos chocolates, le decía órale Julián éntrale, no mi Martín dulces no, mejor un expreso sin azúcar, el mozo de espadas decía: pa’l niño cada que triunfe su “Big Mac” para que se ponga feliz, siempre me decía: Martín dile a mi papá que quiero comer hamburguesas. Un día toreamos en Monterrey y triunfamos, me dice: Martín llévame al “McDonald´s” no hijo está muy lejos, pero los voy a invitar unas hamburguesas chingonas y con papas, los llevé a un puesto en la calle, decía el papá contigo no nos da miedo andar en México, porque no nos morimos de hambre, es que tu si sabes dónde


duerme la gallina. Ahora invítame un expreso y cuando lleguen los chelines te pagamos, le gustaba fumar puro y siempre traía uno en la bolsa tenía una habilidad para trincar porque no había parné para comprarlo Ante la disyuntiva de apoyar a mis hijos para que fueran toreros Pasaba el tiempo y me preguntaban también tus hijos van a ser toreros, ¡No! ni lo mande Dios ojalá que no, bueno si alguno quiere ser picador o banderillero están abierta las puertas para que los traigas y les damos su permiso o su pre permiso, para que vayan aprendiendo lo que tú sabes. Al empezar a crecer, ellos jugaban a vestirse de toreros ¡Claro! cuando yo no estaba, Martín todavía estaba muy chavo hubo un festival y en el mismo me dijo “El Camotes” no va a salir nadie, deja que salga uno de tus hijos, ¡No estás loco! a ver cuánta gente te ayudó y quien lo hizo, estaban pendejos los que te ayudaron, Pascual Meléndez, “El Güero Guadalupe”, “El Hielero”, “Los Zotolucos”, Delfino Campos, “Los Tichos”, Catarino Cadena, Rafa Romero, en fin no hubo uno que no te echara la mano, si ellos te ayudaron déjame hacerlo con tus hijos, no hagas nada yo lo voy hacer, dales una oportunidad si no funcionan yo les digo. Una vez platicando con Guillermo Capetillo me dijo: no cabrón mandar a un hijo a ser torero es de la chingada, yo creo que tu apreciación de la vida está bien, muy respetable pero te convertirías en una persona demasiado envidiosa si coartaras la idea que ellos traen, déjalos así como todos te ayudaron en su momento tienes la obligación de hacerlo eso y más para que realicen su sueño, yo te recomiendo como amigos, que los dejes mal harías si no lo haces. Vi a Mariano Ramos y me dijo lo mismo, platiqué con el maestro Eloy Cavazos y dice acuérdate de una cosa ahijado y grábate lo que te voy a decir llegaste a mi casa, las puertas estuvieron abiertas siempre para ti, todo lo que necesitaste se te brindó cuando decías que querías ser picador, te comentaba que mejor banderillero, como tú sueño era ser varilarguero te puse a mis dos picadores don Pascual y a “El Camotes” al final te desarrollaste. Y te convertiste en un gran picador. Creó que a un padre no le gusta ver sufrir a sus hijos en ningún aspecto, cuando estudiaban en la Escuela de Jarales, pensaba ojala que jueguen futbol y traten de sobresalir, Álvaro jugaba beisbol yo estaba tranquilo y contento, ahora

que pasa el tiempo no queda otra que apoyarlos en lo que yo pueda han sido muy inteligentes, se identificaron con los toros van labrando su camino, además los compañeros al saber que eran mis hijos les empezaron a echar la mano, enseñándolos y dándoles oportunidades y eso es entrar bien. De niño al ver a mi papá, soñaba con llegar a ser como él Lo conocí en la ganadería San Constantino, haciendo las labores propias de una tienta, que se trata de una actividad fundamental para seleccionar las hembras que habrán de ser las próximas madres de los astados que a futuro serán lidiados en las plazas de toros. Durante la misma se toman en cuenta para calificar a las vaquillas los siguientes puntos: bravura, clase, fuerza, alegría, transmisión, recorrido, movilidad, codicia, aguante y fijeza en general. Al inicio de la misma se va colocando el varilarguero al lado opuesto de la salida de la becerra para dejar que se emplace, perfectamente ataviado de corto, su boina torera, con el hierro protegiendo su pierna derecha y con la garrocha lista para probar la bravura, todo esto ante la atenta mirada del ganadero don Juan Pablo Corona Rivera y del administrador de esta casa ganadera el matador Antonio Bricio, quienes piden al torero encargado de llevar la tienta, que deje de largo o más corta según sea el caso en cada vaquilla. El de aúpa chorreando la vara y mojando el chuzo hasta que se escucha la voz del palco que dice ¡Vista! Es momento de pasar a probarla con la muleta, siguiendo con sus anotaciones el administrador. Posterior a esto nos pasamos al comedor de la ganadería a degustar una suculenta jama y en esos momentos se da inicio mi amistad con este hombre del castoreño, al platicar sobre la idea que tenía, le parece bien incluso me habló de su papá y su hermano, quedamos de vernos en la casa y ante el sabor de un café y un pitillo, dimos rienda suelta a una de las tantas charlas que llevamos para conocer sus vivencias y adversidades que ha pasado, encuentro a un hombre joven con mucho agradecimiento a todas las personas que lo han ayudado a lo largo de su carrera, en estos tiempos son pocos los agradecidos y más en el mundo del toro, me encuentro platicando con un picador de la dinastía Carrillo y me refiero a :


MARTÍN CARRILLO GUZMÁN. Nací en la ciudad de Guadalajara el 19 de abril de 1987. Desde niño crecí en el ambiente de los toros ya que mi papá actualmente es todavía picador, me fijaba con el gran gusto que arreglaba su ropa, como preparaba sus maletas para irse a torear, viendo todo esto decía: ojala algún día sea como mi padre. Era un orgullo para nosotros, porque cuando haces lo que te agrada, lo sientes y lo realizas bien. Con el paso de los años fui relacionándome más con el mundo de los toros, montando caballos, al asistir a una plaza, no me fijaba en las faenas ya que llamaban poderosamente mi atención los picadores, como se vestían, de la forma en que afilaban sus puyas, la manera en que montaban sus palos, el montarse y manejo de sus caballos, los admiraba tanto que en ese tiempo eran mis superhéroes. Claro que para esto ayudo mi papá, porque siempre nos llevó a verlo torear al “Nuevo Progreso” también se daban muchos festejos en ese tiempo en la plaza de toros “El Centenario” de San Pedro Tlaquepaque o en el Lienzo Charro Ignacio Zermeño ubicado por la calle Manuel Cambre. Aparte él tenía un carro, cada vez que toreaba y había oportunidad, a mi hermano Álvaro y a mí nos llevaba, todavía estábamos muy chicos pero si recordamos esas travesías toreras. En casa había caballos También tuvimos la suerte de que en casa mi papá tenía caballos de pica, que rentaba para algunos festejos, precisamente en el Lienzo Charro Santa María de Tlajomulco, rentaron un caballo para un festival de aficionados prácticos, esos festivales se toreaban con gente libre ya que no eran cuadrillas de la Unión y quién se encargaba de picar esos festejos era el torero Carlos Reyes, al picar el primer becerro el caballo se paró de manos, fueron y le dijeron a mi papá, que ya no van a picar porque tu caballo se levanta de manos, a lo que contesto mi padre yo traigo uno y entonces me dijo ¿De verdad quieres ser picador? ahorita lo vas a demostrar, ¡Es tu debut! me quedé sorprendido, él en su carro había puesto su hierro, sus palos y sus puyas, me puse sus zapatones, su hierro era pesadísimo y me monte en su caballo. El primer becerro lo piqué como pude, trasero, caído, ya que era la primera vez que lo hacía.

En fin pase ese trago amargo, pero lo que experimente es una sensación fuera de lo común, me gustó a pesar de ser la primera vez que sentía esa adrenalina, no cabía de emoción, al llegar a casa le conté a mi mamá, primero se sorprendió pero después se puso muy contenta, el que más se oponía a que estuviéramos dentro de la fiesta era mi papá, tenía temor de que nos trataran mal, lo difícil que es y demás cosas que él había vivido y como padre lo entiendo. Volvieron a salir festivales, le rentaban el caballo a mi papá y yo era parte del paquete para picar los toros, por supuesto todavía yo no era parte de la Unión. Así toree muchos festivales en Tlajomulco, el Lienzo Charro Santa Lucía, después vinieron festejos que daban en el Cortijo La Venta, que se encontraba por la calle de Federación # 725 esquina con Jarauta, eran novillitos y en ese lugar cada ocho días actuaba. Por ese tiempo ya contaba con 16 años de edad al igual que ya le había comentado a mi papá el deseo de ser aspirante, él en una asamblea solicito mi permiso, algunas personas se opusieron con el argumento de que estaba toreando con libres, afortunadamente muchos miembros me apoyaron ¡Venga pa´ lante! como va a saber si le va a gustar o no. Me trasladé a la ciudad de México a la Unión de Picadores y Banderilleros a llevar mis papeles y todos los requisitos que pedían. Por fin me otorgaron la carta de aspirante y comencé a torear fue en el año 2006, siendo mi primer festejo ya vestido de luces en la Plaza “Rodolfo Gaona” de Cañadas de Obregón, no tuve suerte de salir a picar ya que el ruedo es muy pequeño pero no era lo mismo vestirme de luces que de corto. Posterior a esto anduve por varias plazas de Jalisco, no salía mucho porque los gastos corren por nuestra cuenta, tuve suerte que algunos me llevaban en su carro. Mi paso por las filas de los aspirantes duro seis años de los cuales uno me retiré del toro, me puse a trabajar no me paraba en ninguna plaza. Pero al paso del tiempo me hacía falta el vestirme de torero, la sensación de esa adrenalina a lo desconocido y volví, lo disfrute siguiendo hasta que me dieron la oportunidad de presentar mi examen, para lograrlo alcancé a completar treinta festejos por año aunque de aspirante se torea más, también contó la opinión de mis compañeros como te van observando. Llegó el gran día


El examen lo presento en la Plaza de Toros “Carmelo Pérez” de San Miguel El Alto, un 28 de septiembre del 2012, era una corrida cuyo cartel estaba formado por los matadores, el hidrocálido Fabián Barba, el de Irapuato Guanajuato Israel Téllez y el oriundo del estado más grande de la República Mexicana Antonio García “El Chihuahua”, con una corrida de la ganadería de San Pablo, propiedad del ganadero Leopoldo Martín del Campo, mejor conocido en el ambiente taurino como “Paviche” , dehesa que pasta en el rancho “La Uva” ubicado en Atotonilco Jalisco, con divisa morado amarillo y plomo, que fue fundada en 1986. Lo hice picando los seis toros, pero el que cuenta se realiza por medio de un sorteo y me tocó el tercero, primero del lote del “El Chihuahua” para conocer el resultado debía llevar el video a la Unión, con las cartas firmadas por los apoderados, matadores, empresario, junto con otras cosas que nos piden para poder emitir un resultado. Lo aprobaron y me dieron el carnet de profesional, de acuerdo a los estatutos debes esperar quince días para poder torear, después vino mi primer festejo en el Lienzo Charro Zermeño, era un festival y de ahí en adelante por varias partes. Unas de las obligaciones que tiene uno como miembro de la Unión, es cubrir la cuotas siendo tres trimestres por año, en caso de alguna vez se llegue a tener un percance ellos solventen los gastos, te cubren el trayecto de tu casa a la plaza dentro de la misma y el regreso a casa. En el ámbito profesional tengo ya seis años, aunque durante el tiempo que escasean los festejos, me desempeño como chofer de un taxi para ayudar a solventar los gastos de mi familia. He tenido la suerte de ir en las cuadrillas De toreros como Antonio García “El Chihuahua”, el matador irapuatense Israel Téllez, el diestro hidrocálido Fabián Barba. De Jalisco con Román Martínez y con los novilleros Carlos Casanueva, Pablo Miramontes, Arturo de Alba. Con matadores ibéricos como el salmantino Pedro Gutiérrez “Perico”, el sevillano Rafael Serna y el murciano Paco Ureña. Me agradaría que los aficionados conocieran Que nosotros tenemos que asistir al sorteo en las plazas de primera como México, Guadalajara, Monterrey, debemos estar antes del mismo porque abren las cajas de las puyas, verificando que tengan las medidas reglamentarias, des-

pués nosotros las afilamos utilizando una piedra hasta que tengan el filo deseado, las armamos y montamos en los palos, cuando terminas de vestirte saliendo de los camerinos se los entregas al garrochero. En la Plaza de Toros México nos dan un tiempo para afilarlas, las montas, las dejas formadas y el garrochero se encarga de guardarlas. La puya anteriormente estaba hecha de limatón, en la actualidad son de un material templado, tiene forma de pirámide triangular con 29 mm de alto, lleva una cruceta para evitar que se vaya más allá de lo debido. El palo o garrocha es de haya o encino siendo ésta una madera resistente y flexible. El largo del palo es más o menos de 2.40 cm o 2.50 cm depende del tranquillo que tengas. La forma de entrenar que me sugirió un gran varilarguero Para nosotros entrenar sirve mucho el asistir a tientas, una de las técnicas que me dijo ese singular varilarguero Francisco Delgadillo “El Camotes” Q.E.P.D. Que aventara una pelota a la pared y cuando rebotara la debes tomar con el palo, o si vas caminando trajeras tu garrocha en la calle o en el parque, si ves algo tratar de darle o a lo que encontraras. La principal función que tiene el picador es la de medir la bravura del animal, así como dosificar sus fuerzas para que embista con el morro por el suelo y de esa manera el torero pueda lucir más durante el último tercio de la lidia. En la cuadrilla de cada matador van dos piqueros, cada uno pica un toro. Mientras esta el varilarguero de turno, el otro se queda al lado opuesto llamado picador de puerta. De la indumentaria del hombre del castoreño Calzona: anteriormente eran de piel, ahora son de tela. Hierro: armadura articulada que recibe el nombre de mona, recubriendo la mayor parte de la pierna derecha para protegerla de posibles cornadas y golpes durante las fuertes embestidas. La pierna izquierda va protegida con la monilla también llamada gregoriana (por Gregorio Gallo caballero rejoneador del siglo XVII que introdujo su uso) protegiendo al picador de golpes contra las tablas.


Los zapatos son de piel dura para que un toro no pueda hacernos daño en el pie, además lleva una espuela del lado izquierdo. Chaleco, chaqueta o casaca, corbatín y faja. El sombrero que llevamos se llama castoreño, recibe ese nombre ya que anteriormente se confeccionaba con piel de castor, ahora se utilizan otros materiales, es de un material rígido para evitar una posible lesión en la cabeza, viene rematado con la moña que es una piña de fieltro negro y se sujeta a la cabeza por medio de un barboquejo que es una cinta negra y ancha. La faja y el corbatín son del mismo color se pueden combinar de acuerdo a las piedras que traiga la chaqueta pueden ser verde, azul etc. Los del castoreño pueden llevar la chaquetilla bordada en oro al igual que los matadores, es un privilegio que recuerda los inicios del toreo en que su relevancia era igual o mayor que los matadores, aunque también se inclinan por los bordados en pasamanería negro o blanco y algunas veces en plata. De manera particular mis chaquetas Me gustan con el bordado en oro y los colores preferidos son azul marino o grana. En este mundo del toro son muchas las Supersticiones entre los de aúpa por ejemplo, que si se les cae el hierro es sinónimo que puede tener algún tumbo, también cuidan el no poner el castoreño sobre la cama, en lo personal suelo no ponerlo. Nosotros al igual que los matadores desayunamos bien antes del sorteo y ya nada, con el fin de no cargar el estómago si acaso un poco de agua o un pan, al término del festejo ya se come bien. La comunicación con el caballo se basa en saber montar, porque no todos son iguales los hay mansos otros briosos, duros de rienda, suavecitos, a mí me gusta dar más rienda no traerlos tan cortos con el fin de no hostigarlo. Hay que saber mover un caballo hacia adelante y atrás, conocer cuál es el momento que puedes dar la vuelta para componer terreno, pequeños detalles pero muy importantes. La experiencia te va dando el conocimiento de que toro necesita más o menos castigo, vas conociendo ganaderías, encastes empiezas a ver

al toro en los corrales y luego cuando sale al ruedo es otro. De la protección de mis monturas Esa protección de los caballos es importante, llevan un peto que cubre todo el cuerpo del caballo, tiene un peso de más o menos treinta kilos, en las patas llevan una protección del mismo tejido del peto llamados manguitos, además los ojos están tapados para evitar la huida cuando se arranca el toro. El muchacho sale con nosotros, así era el “Brujo de Apizaco” Todavía siendo aspirante en una corrida del carnaval de Autlán de la Grana Jalisco, en la Plaza de Toros “Alberto Balderas”, cuando el maestro “Pana” venía tomando su segundo aire después de lo de México, durante el sorteo pido permiso a ver si me dejaban salir los compañeros y antes de partir plaza llegué con todos los apoderados para pedir acompañar a los picadores en turno, recuerdo que los del “Pana” dijeron: ve y pide permiso al matador, si te lo da por nosotros no hay inconveniente, fui y le dije: ¡Matador! soy Martín Carrillo aspirante a picador, quiero pedirle permiso para salir acompañando a sus picadores, se me queda viendo fumándose su tradicional charuto ¡Claro que sí! ya estaba en el túnel y se regresa hasta donde estaban sus picadores diciéndoles ¡El muchacho sale con nosotros, déjenlo! El piquero que le tocaba acompañar se baja y yo me subo. Salimos, se coloca el picador en turno quedándome yo a acompañar, el compañero le da un puyazo y lo saca “El Pana” le da unos capotazos de tanteo me lo lleva y dice, muchacho estás listo ¡Adelante maestro! y me lo coloca para darle un segundo puyazo, es la primera vez que me toca vivir algo así, en el segundo se repitió la historia gracias a Dios cumplí de manera sensacional. Al término de la corrida me encontraba desmontando mis palos, todos estaban dando la enhorabuena al matador y en ese momento “El Pana” pregunta ¿Dónde está el muchacho que picó? me acerqué: matador enhorabuena y muchas gracias por dejarme salir, nuevamente muy serio me dice: muchacho escucha bien lo que te voy a decir, tú vas a llegar a ser un gran picador y fíjate quien te lo está diciendo Rodolfo Rodríguez “El Pana” donde toree no necesitas pedirme permiso, tú sales. Fue una satisfacción muy grande que una figura como “El Brujo de


Apizaco” hubiera tenido tal deferencia conmigo. El primero me pegó en el zapatón y me sacó del caballo pero en el segundo me reivindiqué Una tarde en la Plaza “Oriente” de San Miguel Allende Guanajuato, cité al toro se me vino y me pegó en el zapatón saliendo botado hacia el lado izquierdo del caballo, pero afortunadamente caigo parado e hice el intento de quererme subir de nuevo al jamelgo, me fue imposible porque el toro estaba peleando con él, sacan al toro, cambiaron el tercio y me quedé con la insatisfacción de saber que no había realizado las cosas bien, al salir el segundo toro de nuestro lote un toro más hecho, mi compañero esa tarde fue un torero de Aguascalientes el hijo del “Nono”, el toro lo empujó tan fuerte que lo llevó hasta las tablas pasándole por encima del caballo, provocando un tumbo aparatoso, yo lo acompañaba haciendo puerta, me dijeron ¡Ahí va Martín! me colocaron el toro y me ha pegado un arrión, lo agarré bien aunque rectifiqué, con eso; me dijo mi papá ¡Arriba Martín! yo sabía que ese grito era para levantar el palo, me dice no le des tanto castigo al toro, mira en el primero no salieron las cosas bien pero con este ya enmendaste tu labor. Gratificante vuelta al ruedo, después de un gran puyazo De aspirante el 25 de marzo del 2007, una novillada en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” toreaba Pepe Murillo hijo, “Pepillo” recuerdo que era un novillo de 475 kg, que llevaba por nombre “Ecuatoriano” estaba colocado el picador de turno, se le arrancó le da un puyazo y sale suelto barbeando las tablas directo hacia mí, le cuaje un soberbio puyazo, me apretó estrellándome contra las puertas de cuadrillas, de ahí saqué el caballo sin deshacer la reunión, vi a ver al novillero y me dice ¡Ya! levanté de manera muy gallarda el palo y recibo una gran ovación, al meterme no salí pero al dar la vuelta el torero me hizo salir al ruedo, me ofreció una bota para dar un sorbo al tintorro y ha sido una gran emoción recibir sonora ovación en el tercio. La tarde soñada Una de las tardes que siempre había soñado. Veía a mi papá pegar puyazos en todo lo alto, lo soñaba regresando por el callejón y agradeciendo las ovaciones, lo viví el 4 de marzo del 2018, en el ruedo de la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” acompañando al torero murciano Paco

Ureña, su primero un toro castaño, el matador lo dejó de largo lo empiezo a torear con el caballo logro que se arranque cuajando un buen puyazo, pero el toro no se quedó a pelear salió suelto y sentí que cumplí, pero con eso no quedo debidamente picado. El diestro de Murcia regala uno que me toca picar, me lo pone el torero y se arranca muy fuerte y del encontronazo me desmonta de la silla, pero yo con el puyazo en buen sitio casi mi mano derecha tocaba el lomo del toro y ya casi para caerme me acomodé nuevamente en la montura sin aflojar la garrocha, en ese momento dice el matador ¡Ya! le quité el palo de forma muy torera y vaya ovación más grande me dio el público tapatío. Tal y como lo soñé se cumplió. Al termino del festejo llegué al vestidor, era tanta la emoción que no pude más y rompí en llanto, llamé a mi esposa y nomás le dije ¡Hoy fue la tarde que soñé! Vaya plaza más torera Una Plaza de Toros que me gusta mucho es la “Alberto Balderas” de Autlán de la Grana, su ruedo es pequeño donde se siente más el cante. La tierra de la gente buena Otra plaza de toros donde se me dieron bien las cosas, en la tierra de la gente buena la Monumental de Aguascalientes, fue el 20 de abril del 2018 durante la tradicional Feria de San Marcos, formando parte de la cuadrilla del matador murciano Paco Ureña. Debut en el coso de la colonia Nochebuena, la Monumental México La primera vez que toreé en la Monumental Plaza de Toros “México” fue el 25 de marzo de 2018, hacía su presentación la ganadería jalisciense de San Constantino, que pasta en el rancho “El Colomo” ubicado en Soyatlán del Oro, municipio de Atengo Jalisco, luciendo los colores naranja y azul rey en su divisa, fundada en el año de 1940. Propiedad del ganadero don Juan Pablo Corona Rivera, quién mando un encierro para la cuarta novillada del ciclo “Soñadores de Gloria”, el cartel lo encabezaba el hidrocálido José María Hermosillo, el aguascalentense José Miguel Arellano y el potosino Ricardo de Santiago. Sin duda fue una sensación muy grata. Lo amargo Un recuerdo amargo fue en la ciudad de Querétaro Plaza de Toros Santa María, ya vestido llegué a pedir permiso y me contestaron que era un festejo muy importante que no podía salir,


esto es así, uno lo sabe y lo acepta. Mi vida han sido los caballos desde niño y también la fiesta brava La oportunidad se dio en la misma Plaza de Toros de Guadalajara el “Nuevo Progreso” lo había saludado un domingo anterior en el patio de caballos y quedamos que conversaríamos en la segunda novillada del serial tapatío, es el benjamín de una dinastía de hombres del castoreño, un joven que siguiendo los pasos de su padre y hermano debe estar a la altura de los de su apellido, con las puyas en sus manos que más tarde ocuparía en su labor de picar los toros en el ruedo, encuentro a un torero de apenas 30 años de edad pero ya con 11 en su andadura por las plazas, de patillas largas, vestido de ropa sport, sencillo y muy amable como es el sello de la casa y que nombre más artístico, homónimo de ese genial compositor mexicano que inmortalizó canciones como el “Andariego”, “Sabor a mí”, “Seguiré mi viaje” él llevó el arte a las hojas pautadas ayudado de su guitarra, este torero lo hace con las varas y las puyas asistido de su jamelgo en el albero de una plaza de toros, contento de platicar las vivencias de su vida, dedicado a dar realce a los del castoreño es: ALVARO CARRILLO GUZMÁN Nace en la Perla Tapatía la ciudad de Guadalajara, Jalisco el 20 de abril de 1989, mis inicios en la fiesta fue por la razón que mi papá siempre nos llevaba a las ganaderías, viajábamos con él, a las corridas de toros, aunque un tiempo me despegué estaba más metido en el deporte específicamente en el futbol, yo me involucré en la fiesta porque en ese tiempo mi papá adquirió unos caballos para formar una cuadra, de la cual me hice cargo totalmente de ellos, sin saber nada fui el caballerango, los alimentaba, cuidaba y arriesgaba la vida porque es un animal, pero cuando tenían un tumbo me metía sin importarme el físico, va pasando el tiempo y a mi hermano mayor le dice “El Camotes” vamos a ver si es cierto que quieres ser picador de toros, Martín dale la oportunidad a tu hijo y mi padre no quería, va pasando el tiempo y entra mi hermano, yo seguía con los caballos, una cosa que me da gusto compartir como caballerango siempre iba atrás moniando los jamelgos. La primera vaca que piqué fue en el año del 2002, la segunda fue en el cortijo “La Venta” después nos empezaron a subir a los festejos de aficionados prácticos, en ellos me decidí a

ser varilarguero. Llevé mis papeles a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, se tardaron un poco porque era muy joven, por fin lo autorizan el 17 de abril del 2008, tuve una duración de seis años y medio no me examinaban y ya tenía obligaciones puesto que contaba con familia, era más mi necesidad de trabajar pero corrí con suerte, los compañeros profesionales a veces nos ayudaban con la jama o para el pasaje, por esa razón no me moví mucho para torear, aparte de aspirante los gastos corren por cuenta de uno. Una tarde actuábamos en un Festival de Academias Taurinas en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” en este mismo camerino, mi papá que venía cansado de un viaje se quedó dormido, llego a despertarlo casi para empezar el festejo se vistió rápido, se molestó porque no le acomodé los estribos iba a picar un toro de San Marcos me dijo: ese toro me gusta, cuando le abrió la puerta el monosabio le dice ¡Suerte Martín! voltea conmigo levanta la mano y me dice ¡Va por ti! cuajó esa tarde un gran puyazo, en ese festejo yo sufrí dos tumbos muy fuertes incluso uno que me mando al hule. Después de ese trago amargo, se vino mi examen En la camada de ese año querían examinar a un compañero antes que a mí, hablé a la Unión y sin más ni más, tres días antes de que iniciara la Temporada de Novilladas en México, me dijeron te examinas el domingo ocupamos que estés en la capital el miércoles, pero donde voy a presentar mi examen, en la Plaza México, entonces nos dimos a la tarea de conseguir para trasladarnos, hicieron publicidad por la razón que regresaban los exámenes al coso de Insurgentes, de antemano en la Unión me leyeron la cartilla, si no hacía bien las cosas ya no me examinaba porque en esa plaza no puedes pegar un petardo, ya sentía mucha presión pero a echar pa´lante. Hasta sinodales en el sorteo En el sorteo la Unión mando sinodales que eran picadores veteranos ya retirados para calificar, uno era Delfino Campos, el señor Martínez y Carmona, aparte de los profesionales que actuaban ese día. Me dijo Carmona haber vamos a la prueba de caballo, fíjese hay que hacer una cosa usted va a picar aquí, agarré una vara, súbase al jamelgo y me hizo darle diez veces a la pared, apriete como si fuera el toro, me bajé bien cansado y faltaba picar los seis novillos, en


la ceremonia del sorteo yo quería que mi papá sacara el papel, pero se intimidó por los nervios hasta que yo metí la mano y saqué el segundo, gracias a Dios los compañeros profesionales se portaron de categoría, al entregarnos las puyas el señor Martínez me las dio aparte, llévese todas monte una para cada toro, ahí empecé a sentir la buena vibra, bajamos a montar calando palos para el que me gustara lo utilizara, me ayudaron a afilar, por primera vez sentí el ¡Olé! de la México. Presento mi examen en el coso de la colonia Nochebuena, la Monumental Plaza México el 17 de agosto del año 2014, en una novillada colgados del cartel estaban los capitalinos Mirafuentes de Anda, Luis Ignacio Escobedo y el michoacano Antonio Mendoza, con astados de la ganadería Real de Valladolid, propiedad de don Eduardo F. Ramírez Villalón, que pastan en el rancho “El Torreón”, ubicado en Tarímbaro Michoacán, con divisa rojo, azul y plata, fundada en el año de 1967. Al terminar con el sexto novillo me despedí del juez y en el patio de caballos me agarró un sentimiento por mi examen, la plaza, que lo había presentado bien, con todos los sacrificios y sueños de niño. En estos años de trayectoria El matador tapatío Alfredo Ríos “El Conde” me habló para colocarme en su cuadrilla, siendo esta la primera que iba de fijo, aunque me daba la oportunidad de picar sus toros desde que era aspirante duré mucho con él, después me ayudo para que acompañara en su cuadrilla al sevillano Rafael Serna y al matador madrileño Noé Gómez Rodríguez “Gómez del Pilar”, estuve picando en la ganadería de Santa Lucía, propiedad del señor Zaragoza, ubicada en Zapopan Jalisco, que lleva en su divisa los colores verde esmeralda y plata, su fundación data del año de 1978. Mi nombre está en el azulejo que hay del primer tentadero, tengo la fortuna de que muchos matadores me hayan llevado en sus cuadrillas y estoy listo para donde me llamen. Respecto a mi ropa de torear Me gusta mucho el oro, el color no importa, aunque tengo una chaqueta caña y azabache. La que tengo guardada para los restos es con la que me examiné en la Monumental Plaza de Toros México una grana y oro esa no la muevo. El mal fario de aspirante En un Festival de Academias Taurinas aquí en el “Nuevo Progreso”, esa tarde mi papá me brindó un excelente puyazo, en el primero me dio un

tumbo muy aparatoso que casi me desnuca pegué de rebote en el burladero y en el segundo me iba acompañando mi hermano y dice: regresa el brindis se lo brindó a mi padre y cuál fue la sorpresa, cuaje al toro pero sufrí otro tumbo cayéndome el caballo encima provocando una fractura de tibia lineal de 12 cm, me levanté por la adrenalina volví a montarme pero ya andaba que no podía, pase a la enfermería y de ahí al hospital, luego a recuperarme fue complicado porque fueron tres meses de estar inactivo. Ya después gracias a Dios nomás tumbos leves y uno que otro golpe. Mi gran pasión aparte del toro Desde muy chavo me inicié es el mundo del caballo, durante el tiempo de aspirante de mi hermano le pegaron una cornada a un caballo y nos taparon una temporada no nos dejaban salir, de todas maneras venía a las corridas, si había un tumbo me metía a ayudar para cuidar a los caballos. Busqué perfeccionarme bien en el cuidado del caballo con el señor Juan de los Santos, él está en el Lienzo Charro de la Tapatía, que se encuentra ubicado en Los Colomos, de ahí a los cuatro meses me habló un entrenador que se llama Omar García, para trabajar con el equipo de escaramuzas que se llamaba “El Borreguín”, ese equipo tenía 37 corceles a su mando, yo limpiaba las camas que son de aserrín y viruta, se deben voltear limpiar los orines y el estiércol a eso se llama pasojearlos, dándoles la vuelta con un yelmo para que el jamelgo sienta la suavidad, las muchachas veían los cuidados y la limpieza que tenían, que un día me preguntaron ¿Cuánto te pagan? $1,200 pesos a la semana, mira nosotras te damos $2,000 pesos y nomás vas a cuidar ocho, te vienes, si como no dejen que termine la semana, fui a dar las gracias, ya había aprendido su alimentación, bañarlos, asearlos, las camas, etc. Cuando íbamos a otro lado a competir veíamos las caballerizas hasta con lama, en todo eso se fijaron las chicas, con ellas duré cinco años aparte cuando salíamos me apoyaban con los gastos, se acabó el equipo y nos fuimos a otra pensión que se encuentra en Valdepeñas con el señor Pancho Martínez, cuando llegué al rancho “El Verde” de entrada me bajaron el sueldo, nomás duramos tres meses, luego las muchachas se pelearon y se desbarata el equipo, el que tenía más jacas eran cinco me dijo: te vas con nosotros pero yo traía la idea de poner mi propio negocio, entonces hable al lienzo, para ver cuánto costaba la renta y demás cosas, me dijo el señor que si me


interesaban con las 20 caballerizas, bueno en este momento no, es mucho el depósito, mira no te apures conforme se vayan ocupando me vas pagando ya tenía cinco corceles de las muchachas y dos del “Chivas” de cuando tenía la cuadra. Comencé hacer publicidad con todos los conocidos hasta que pegó me llegó un cuarto de milla, españoles y hasta un lusitano, a la pensión le puse el nombre de “La Gallardía”. En mi vida de familia Tenemos 16 años de casados mi esposa se llama María Elena tenemos la suerte de que Dios nos diera cinco hijos, Carla Estefanía de 10 años, Víctor Manuel de 8, María Fernanda de 6, Valeria de 7 y Álvaro, por ellos salgo todas las tardes a jugármela, son el motor que me impulsa a ir pa´lante, han sido una bendición. En esta corta trayectoria He tenido la suerte de ser galardonado en dos ocasiones, una me otorgaron una placa el día de mi examen en la Plaza de Toros Monumental México y el otro fue en la población de Tecolotlán y fue al mejor puyazo, espero que en los años que faltan todavía en mi carrera logre otros triunfos. Todo se por salvar a “Guandajo” Un caballo que teníamos de nombre “Guandajo” muy alto y fuerte un poco estragadón, pero siempre era el oficial para las corridas, una ocasión en la Plaza de Toros “La Petatera” de Villa de Álvarez Colima, sufrió un tumbo el picador de Aguascalientes Mauro Prado, era un toro gordo, el del castoreño salió disparado hacia adelante del encontronazo, yo corrí agarrar el jamelgo y el toro se empleó en la pelea sin recibir castigo, el caballo estaba sin jinete yo abajo, el astado me llevó a las tablas y de ahí lo saqué la gente estaba aplaudiendo, en ese tiempo era muy joven, valía la pena arriesgarme por mi corcel, como pude agarre el estribo para dar el espuelazo y le jalé la rienda, así es como lo saco y el público me gritaba súbete, pero me aferré abajo incluso agarrando el freno y la montura, pero viendo por abajo del pescuezo del penco los pitones del astado, cuidando que no le diera una cornada o que me lo echara encima, fue algo que se me quedó bien grabado.

CAPÍTULO 5

Cuidado que te estas metiendo con “Rambo”

Estando en la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, observando todos los cuadros al óleo que se encuentran colgados en las paredes y dan toque de distinción a la casa de los subalternos, esperaba que llegara un subalterno al que el torero Cristhian Sánchez le encargó que me hablara sobre su agrupación, después de darme detalles de la misma, aproveché para platicar con este hombre del castoreño, con antecedentes taurinos por su padre que también fue picador de toros, aunque no recuerda los años que estuvo en activo porque era muy pequeño, lo que si recuerda es que en casa había calzonas, zapatones y castoreños ya que dentro de las actividades de su padre era el repararlos, ya de profesional tuvo la suerte de formar parte de las cuadrillas de varios matadores, pero uno que lo marcó fue ese torero de leyenda Rodolfo Rodríguez “El Pana”, encuentro a un subalterno muy alto, de complexión robusta, risueño con ganas de conversar de su trayectoria por los ruedos de las plazas de toros se trata de: JOSÉ FERNANDO FLORES CISNEROS “RAMBO” Nací en la ciudad de Querétaro, el 15 de enero de 1971, en el medio taurino me conocen con el apodo de “Rambo”, este se da por un compañero el señor Bolaños “El Tinjo” grande, siendo yo aspirante en la Plaza de Toros Santa María de Querétaro, llevaban una cuadra de caballos que la traía Miguel Villanueva Villela y otra persona, eran dos jamelgos antes se tenían que bregar para que pudieran salir bien con el toro, hubo un problema con mi papá que llevaba las puyas de picar y su compadre el señor Alejandro Martínez. Como se había enfermado la autoridad que era el señor Maurilio, estaban otras personas a cargo del biombo, yo me encontraba montando uno de los caballos cuando vi que mi padre a la hora de entrar, uno de los policías lo quiso sacar empujándolo, eso me prendió me baje del corcel de un salto, pero con el impulso que iba para decirle al policía que cual era el problema, me patiné golpeándolo con el codo produciendo que se desmayara, en ese momento llegó otro gendarme y “El Tinjo” le dice: ¡Cuidado! porque te estas metiendo con “Rambo”. Un primo que tengo en esa ciudad me había regalado un par de botas de seguridad y un pantalón de lo que ellos usaban, es la forma en que se derivó mi apodo y por el arropón al policía. Me inicié en el ambiente del toro por mi papá que fue picador de toros, Ramón Cisneros


López, realmente él era mi tío por parte de mi madre, al morir ella se hizo cargo de nosotros éramos ocho más uno que tenía él, la familia se hizo de nueve en total, yo era de meses entonces siempre lo vi como mi padre y nunca me permitió cambiar mis apellidos. Antiguamente en la Unión cuando cumplían 25 años en activo les entregaban una medalla reconociendo su trayectoria, yo tengo la de él en casa, aparte de picador hacía calzonas, arreglaba zapatones y también los castoreños, de verlo torear no lo recuerdo porque era muy pequeño, pero veía sus avíos de torear, incluso cuando se retiró decayó mucho y el picador Efrén Acosta que siempre ha sido amigo de la familia, una vez que toreaba en México le dijo: vamos a los toros y me pegué con ellos creo que tendría cinco o seis años, mi padre me montó en un caballo me gustó mucho y decidí seguir en esto, aparte que eso ayudó a mi papá anímicamente porque volvió a convivir con sus compañeros, con sus amistades y el ambiente taurino, es cuando empiezo a estar en la cuadra, me enseñe a montar, recibiendo su apoyo total. Cuando pasó lo de Texcoco que torearon los libres yo estaba en la cuadra, la compró un consorcio que formaban José Manuel Espinosa, Curro Leal y otras dos personas, me hablaron para contratarme en la cuadra, ya que estaba próxima la temporada de la Plaza de Toros México. Había toreado en Texcoco, y Aguascalientes porque estaba la feria. Mi etapa de aspirante duró tres años y meses. Después de ese tiempo por fin Llega mi examen el 29 de septiembre de 1989, en la Plaza de Toros “Jalisco” de Yahualica, el cartel lo formaban el hidrocálido Manolo Espinosa “Armillita”, el matador capitalino César Pastor y el diestro tapatío Roberto Miguel, con una corrida de San Juan Pan de Arriba, propiedad del señor Leonardo Obregón Santacilia, que pastan en el rancho “Hacienda de la Luz”, ubicado en San Felipe del Progreso Estado de México, con divisa obispo, oro y rojo, fundada en el año de 1948. Posterior a mi examen me pude colocar He tenido la fortuna de que al medio año de examinado me invitaron a Chihuahua en la cuadrilla del matador michoacano Francisco Doddoli, en ese tiempo su apoderado era Antonio Rocha “La Crónica” que también era banderillero, se me dieron bien las cosas y me invitaron a formar

parte de la cuadrilla del matador gitano tijuanense Rafael Gil “Rafaelillo” en ciudad Juárez, al matador le gustó mi desempeño y anduve en su cuadrilla ocho años en ese tiempo toreaba mucho, después con los diestros capitalinos Guillermo González “Chilolo”, Luis Ricardo Medina “Pasión Gitana” y Juan Salvador, el matador español Manuel Díaz “El Cordobés”. Motivo de gran satisfacción es que me invito a su cuadrilla el de Apizaco Tlaxcala, Rodolfo Rodríguez “El Pana”, cuando me habló iba por once festejos y la despedida lo acepté, al final fueron 25 festejos, también con los españoles que han venido del segundo grupo. Motivo de satisfacción la tarde del 7 de enero del 2007 Partían plaza “El Brujo de Apizaco”, que le confirmaba la alternativa al catalán Serafín Marín, con el testimonio de Rafael Rivera, hijo de Curro con ganado de Garfias, propiedad del señor Javier Garfias de los Santos, que pasta en el rancho “Los Cués”, ubicado en Huimilpan Querétaro, con divisa naranja y rojo, fundada en el año de 1948. Aquel día en el coso de Insurgentes dejó una gran cantidad de detalles a lo largo de toda la tarde, embrujó a La México vestido de rosa y plata con cabos en negro, su primero de nombre “Rey Mago” herrado a fuego con el número 27 y con un peso de 550 kg. Un verdadero regalo de reyes para “El Pana”, alcanzando la sublimación al dibujar un trincherazo de pintura con aroma de torero caro que hizo estallar a los tendidos, ese personaje de leyenda como sacado de la legendaria novela taurina de Luis Spota “Mas cornadas da el hambre”. Esa tarde me tocó picar a ese toro, que resucitó al torero logrando sumar una gran cantidad de contratos. Con su segundo de nombre “Conquistador” aunque no fue como en su primero, al colocar el par de calafia causó de nuevo el delirio en los aficionados, al final a su espuerta fueron las dos orejas que lo hicieron salir a hombros del coso. De los colores de mis chaquetas Nunca tuve un gusto definido por algún color, siempre me gustado toda la ropa de torear, usaba en pasamanería y metal, quisiera mandarme hacer un día una chaqueta como la que vi que estrenó el picador Efrén Acosta, en negro de terciopelo con bordados en plata, preciosa y muy torera. Guardo en mi casa con mucho cariño y de manera especial la que vestí el 7 de enero del 2007, cuando piqué al toro “Rey Mago” por el significado que tiene para mí, es de color azul


cielo con bordados en plata, esa queda pa´los restos. Las supersticiones en mi andadura por los ruedos Realmente es una cosa muy común en nuestro ambiente, pero me voy como decía el maestro Rodolfo Rodríguez “El Pana”, cuando le preguntaban, no porque es de mala suerte. La mala suerte es parte de nuestra profesión He tenido muchos tumbos, cornadas gracias a Dios no, lo más fuerte una fractura del brazo ocurrió en una novillada en San Miguel Allende, en la Plaza de Toros “Oriente”. De mi vida fuera del toro Estoy casado somos padres de tres hijos ya tenemos cinco nietos, cuatro hombres y una mujer, hasta el momento no les ha dado por el toro y espero que no. En esta andadura profesional de 29 años en activo Los reconocimientos que he recibido son una ovación muy fuerte cuando piqué al toro “Rey Mago” y otra vez que se arrancó un toro de tercio a tercio lo aguanté mojando el chuzo de forma correcta.

CAPITULO 6 En los varilargueros las mentadas son como llamadas a misa

Uno de los toreros avecindados en esta ciudad,

desde hace muchos años proveniente de la ciudad de Tijuana y que hasta hace poco tiempo desempeñara su labor como varilarguero, que siguió los pasos de su padre continuando con esta dilatada dinastía, tratándose de un hombre muy ocupado, porque los días de corrida tiene un puesto de tacos de pescado y burritos a las afueras de la misma puerta de cuadrillas del coso “Nuevo Progreso”, que hace la delicia de todos los comensales que desfilan por ese lugar, aparte de reunirse a comentar el festejo que se efectuará por la tarde, siempre ayudado por su fiel peón de confianza y compañera de vida, su esposa, por supuesto que es muy difícil conversar ahí, entonces quedamos en reunirnos para platicar de su andadura taurina. Fue en la Villa Alfarera de San Pedro de Tlaquepaque, que en el año de 1548, este poblado recibió ese nombre por sugerencia de Fray Antonio de Segovia,

durante la época colonial y todo el siglo XIX. Tlaquepaque proviene del vocablo “Tlalipac” que significa “Sobre lomas de barro”, convertido en centro turístico enfocado a las artesanías, textiles y vidrio soplado, específicamente nos vimos en el “El Parián”, que es el centro de reunión para escuchar a los mariachis, lanzando al viento el reto de un corrido, siempre acompañado de una deliciosa cerveza. Ya lo esperábamos, con mi menda iba el más longevo de los subalternos tapatíos Carlos Meza Muñoz “Garnica”, que también sabe lo que es hacer el paseíllo en las Plazas de Toros “El Toreo” y la Monumental de “Las Playas” en Tijuana, muy puntual a la cita acompañado de su señora, encuentro a un torero agradecido con la vida, por lo que realizó en los ruedos al lado de grandes figuras, aunque tuvo que aceptar el retiro debido a una lesión ya era arriesgado seguir en la brega, ahora lo hace pero con la vida y dentro de lo que más le gusta, vestido con su playera y pantalón de mezclilla se mantiene en forma, con su bien peinada cabellera cárdeno claro, producto de los años que sorteo la suerte en los cosos y la vida, iniciamos nuestra conversación con este hombre del castoreño: Mi padre Bernardo Hernández Ramírez, es quién funda esta dinastía y fue el primer “Chivas” este apodo viene debido a que cuando él contaba con trece años, nuestro abuelo tenía un criadero de chivas en León Guanajuato, mi papá era propietario de un negocio de carnicería, esto ocurrió en el tiempo de los cristeros, escondían animales, todo porque llegaban y se apropiaban de las cosas, después cambiaban la leche de las chivas por pan, o daban queso por alguna otra cosa, afortunadamente ellos contaban con carne. Lo que yo viví con mi padre fue nomás en Tijuana, porque con nosotros estaba seis meses, ahí lo veía en “El Toreo” y “Las Playas” , el otro tiempo se trasladaba a México, León, andaba por todas partes toreando también me tocaba verlo cuando las corridas de México eran televisadas, lo que me contaba es que empezó a picar desde los 16 o 17 años en el año de 1926, la verdad es que no quería ser picador, soñaba y quería ser matador de toros, cuando se hizo el grupo de toreros en León, él llegó: señores yo también quiero ser torero ¡No! estamos completos, nos falta un picador, como conocía a la gente les dijo; quiero ser matador y se dio la vuelta, los mismos del grupo le decían “Chivas” tienes miedo, no es miedo pero no quiero ser picador, seguían con la mala leche, se me hace que te faltan, bueno cuando empezamos y ahí


se inició todo aunque no le fue difícil porque era hombre de a caballo. Muchos percances serios que presencie de mi papá Tuve la mala fortuna de ver varios percances de mi padre en Tijuana, una cornada muy sería que le pegaron en la espalda, otra que se produjo en un tumbo al caer se golpeó en las tablas perdiendo toda la dentadura, una más en “La Monumental” después de picar llegó al túnel que era el piso de cemento, se quedó atorada su espuela cayéndose y sufriendo una lesión en la columna vertebral, lo operaron pero no fue un éxito la cirugía, ya que caminaba unos metros y tenía que sentarse sentía que se caía, nosotros le preguntábamos pero vemos que sigue picando, es que yo arriba del caballo hasta que se caiga el corcel, mientras yo ando en chinga, esa era la casta de mi padre para salir adelante. De lo que me contaba es que duró 10 años en la cuadrilla del matador leonés Antonio Velázquez “Corazón de León”. BERNARDO HERNÁNDEZ SANTANA “CHIVAS II” Nací el 30 de julio de 1959, en la ciudad al noroeste de la República Mexicana Tijuana Baja California, en ese tiempo mi padre era profesional, iba a verlo al “Toreo” y a la Monumental de “Las Playas” incluso de cuando mi madre estaba embarazada yo asistía en su vientre, después fui creciendo me iba a verlo picar los toros y de ahí empecé a sentir las ganas de salir a picar un novillo o un becerro, siempre le comentaba a él, estaba por cumplir los trece años. En una ocasión en la Plaza de Toros “El Toreo” había un novenario de aficionados prácticos, le decía déjame salir, no tu estas muy chico, pero el último día de festejo me dijo: ve y tráeme una garrocha al cuarto donde se encuentran las pasturas, fui por ella, enseguida toma esta puya móntala, dásela a Pedro el garrochero, la entregué y me dijo mi papá, monta el caballo lo empecé a mover, papá ya está el caballo quién va a salir a picar, ahorita viene el picador y de repente anuncian a los de aúpa va mi padre y dice: venga querías picar ¿No? en ese momento yo sentí como decimos quería ir a tirar el miedo a jiñar, me empezaron a sudar las manos, la frente ¡Venga querías no cabrón! ándele ahí está tu oportunidad, en cuanto crucé la puerta de cuadrillas al entrar al ruedo se me quitó el sudor de frente, manos, salí me coloqué me pusieron el novillito que pesaba como

320 kg, lo agarré traserito pero en todo lo alto y me dijeron ya “Chivas” quité el palo, me metí y le pregunto ¿Cómo me viste? ¡Bien! en tono un tanto frío, lo agarraste traserito pero no importa eso tú lo vas a ir viendo y mejorando la forma de picar ¿Pero cómo me viste? no te preocupes los chingadazos te van a ser, de momento no le entendí pero con el paso de los años le di la razón. Por los percances que tuve en mi trayectoria y pensé; bien decía mi padre gracias a Dios no fui de los picadores que dijera me dolió ya no voy a salir, al contrario me levantaba y me subía al caballo a seguir, recuerdo que me afirmaba, en el momento que tú digas me dolió o no quieras salir, se te acabó tu carrera porque te va a dar miedo, te vas acobardar demuestra la raza y las ganas de ser picador de toros. Mis hermanos sin afición por lo que hacía mi padre Yo nunca pensé en buscar ser novillero, porque en las Plazas de Toros de Tijuana no iban los matadores a entrenar, ni había Academias Taurinas, me compré un capote y en la casa hacía sombra pero más bien yo era de a caballo los sacaba a pasearlos, a montarlos, me hice picador por seguir los pasos de mi padre aparte era lo que yo veía, tal vez si mi padre hubiera sido banderillero quizás lo hubiera imitado. Mi hermano Joaquín y yo somos los últimos de la dinastía “Chivas”, porque tuve en México 45 medios hermanos, más los que no conocí de Centroamérica de todos nomás nosotros seguimos con la profesión de mi papá, tampoco los hijos de Joaquín, en un momento quién la pudo continuar fue con el nieto de mi señora, porque yo lo crie desde que tenía un año él me dice “Tata” andaba conmigo por todo lados, pretendía ser picador, mi ropa de torear le queda me comentaba yo quiero ser como tú, no hijo estudie actualmente es ciudadano americano vive allá y está mejor, tiene 24 años es que esto del toro es muy sufrido. Posterior a ese novillito que piqué vino Mi etapa de aspirante que inicio en el año de 1988, en la Plaza de Toros Monumental de “Las Playas”, con una corrida de don José Julián Llaguno, dehesa que pasta en el rancho Arroyo Hondo, ubicado en Saín Alto, Zacatecas, astados con divisa verde, amarillo y rosa, su fundación data del año de 1956. Esa tarde salí con el picador Alfredo Ruiz Meza “El Miura”, piqué el toro que le tocaba y por eso es mi padrino, en esta etapa duré tres años.


Bernardo Hernández Santana “Chivas II”

Después de ese tiempo presento mi examen El 15 de septiembre de 1991, en la Plaza de Toros Monumental de “Las Playas” en una corrida de la oreja de oro, con un cartel donde estaban los matadores locales Rafael Gil “Rafaelillo”, Rogelio Leduc, los diestros capitalinos Manolo Capetillo, Pepe López Hurtado, Alejandro Silveti y también el tijuanense Ismael Gómez “Mayito”, con un encierro de la ganadería de Espíritu Santo propiedad de doña Paulina Gordoa Mercado, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Santo Domingo”, ubicada en Santa María del Río, San Luis Potosí, con divisa negro, blanco y rojo, esta casa ganadera fue fundada en el año de 1969. En ese festejo también fue mi padrino “El Miura”. Tuve la suerte de colocarme con todos los toreros Con el matador de la Puebla del Río, José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” duré en su cuadrilla cuatro años, el diestro francés Sebastián Castella un año, el torero sevillano Antonio Barrera diez años, con el venezolano Leonardo Benítez también diez años, anduve por toda la república toreando, en Tijuana toree una corrida con el regiomontano Eloy Cavazos, con los matadores hidrocálidos Manolo, Fermín y Miguel Espinoza “Armillita” infinidad de veces, gracias a Dios con todos los toreros y con los

jóvenes hasta el momento de mi retiro que fue hace cuatro años. Actualmente ya no me subo ni a una bicicleta, a todos mis compañeros los veo con gusto, los saludo y les deseo suerte. El gusto por los colores en mis chaquetas El grana y oro que fue la casaca con la que se retiró mi padre, con esa hice mi debut como aspirante la primera vez que me vestí de luces, siempre las he preferido en metal, esa era de la últimas chaquetas que uso mi papá. Nomás me quedan tres chaquetas una obispo y plata que me hizo Jesús “El Charal”, otra azul rey y azabache que elaboró el papá del güero García y hay otra que hice yo, tiene 15 años es en fucsia y azabache, las hombreras eran de una chaqueta de mi padre yo creo que tienen unos 70 años está preciosa en pasamanería con morilla, son las que tengo guardadas con especial cariño, porque todo lo demás lo vendí para quitarme el gusanito de montar, también me queda el hierro. En mi andadura taurina nunca Fui de las personas que tuvieran supersticiones, ya que hay compañeros que se molestaban si ponían el castoreño en la cama por el contrario llegaba lo dejaba en el buró o la cómoda y lo tocaba hasta que iba a salir ya vestido, por lo menos sabía que salía a torear pero no como iba a regresar, entonces me encomendaba a Dios, a la Virgen de Guadalupe al salir y también al


regreso. En mi trayectoria fui muy castigado He tenido infinidad de tumbos uno de ellos me causó la fisura de la tercera y cuarta vertebra, duré en el hule seis meses sin torear, luego me dieron un puntazo en la espinilla por no ponerme el hierro, decía es una tienta, un becerrito no pasa nada y pasó, de ahí en adelante si no me ponía el hierro aunque fuera la monilla no picaba, tuve muchos golpes. Se vino mi retiro por prescripción médica, ya que traía un infarto cerebral, la diabetes, presión arterial, eso fue lo que me dijo el doctor Preciado, “Chivas” que quieres estar postrado en una cama o andar en silla de ruedas, debes retirarte por la amistad que te tengo de 30 años de que te conozco, llegó el momento de decir adiós. Ese quite providencial siempre le estaré agradecido Cuando me dijo el médico el diagnóstico le pedí el resumen por escrito, para poder meter mis papeles en la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, esa tarde en un tumbo me cayó el caballo encima, la montura en la ingle y nos dio una vuelta a los dos quedando a merced del toro, a centímetros de que me pegara una cornada entre la nalga y la espalda, nomás que gracias a Dios la buena intervención del subalterno Manolo Fuerte, en el momento llegó tocando al toro y se lo llevó, si no ignoró que hubiera pasado, cuando vi el pitón tan cerca de partirme pensé ya me llevo la chingada. Me faltaba un astado y le dije al médico, bueno está bien nomás salgo acompaño y contestó tajante, no tú ya no sales de aquí vas al camerino a desvestirte, en ese tiempo el delegado era David Vázquez, le dijo el doctor: “Chivas” ya no va a torear más se debe retirar explicándole el daño, ya me dijo él, hijo ya te dijeron no vaya a ser que pase una cosa mayor y con todo el dolor de mi alma me fui al vestidor, me senté esa tarde Manolo se vistió conmigo, esperé y al llegar me dijo: enhorabuena compadre ¿Cómo te sientes? bien, cuando se sentó le pedí que se parara ¿Qué? levántate por favor ¿Qué paso compadre? párate cabrón, cuando lo hizo le di un pinche abrazo, gracias por el quite que me hiciste, es de hombres reconocer, eso que acabas de hacer no te imaginas como te lo agradezco con toda el alma, debemos aceptar porque afortunadamente nosotros de a caballo nos valemos mucho de los de a pie y tenemos que

saber agradecer en su momento, cuando ellos cometen un error se puede perder la vida, pero es bueno decirlo ya Manolo me dijo: no compadre es que para eso estamos, es mi labor. Es bueno reconocer el quehacer taurino de los subalternos, porque nos debemos mucho a ellos. Fuera del toro mí otra pasión Es la mecánica, actualmente me encuentro estudiando para actualizarme en mi profesión que estudié de 1973 a 1976 y trabajé muchos años en Tijuana y en Estados Unidos, ahora vuelvo a la escuela porque los automóviles son diferentes, antes eran de carburador, hoy son con computadora, debes saber usar el escáner obtener las fallas y poder solucionarlas por esa razón entre me voy a zumbar dos años pero me va a ir bien, todos en la familia somos mecánicos. Los burritos y los tacos de pescado Llevo haciendo los tacos de pescado más de 30 años, pero vendiéndolos en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” tenemos siete resulta que un día llegué a la plaza y se encontraba Jorge de los Reyes y el licenciado Alfredo Sahagún que era el gerente, aunque no toreara estaba en la plaza cada domingo y le dije a mi señora, hija hazme unos burritos para comer en la plaza y otros para regalarle a Jorge, por la razón de que un día me vio comiendo me encargó, se los llevé y en la semana me habló Jorge, porque no te pones a vender burritos aquí, déjame comentarle a mi esposa se pasó un año y preguntaba “Chivas” ¿No vas a vender? es que mi señora no se quiere decidir, que le da pena pero déjame ver y al inicio de la siguiente temporada. Al fin me dice mi señora pregúntale a Jorge si podemos vender, faltando cuatro o cinco días para el inicio de las corridas, pregunté que si seguía en pie lo de la venta, sí ya te había dicho, entonces nos preparamos y el día del festejo iniciamos la venta en ese tiempo todavía estaba en activo, llegaba temprano ponía el puesto dejaba a mi señora y me iba a los camerinos, así festejo tras festejo, llegó el momento que la gente comenzó a ir, los comentarios eran de “Chivas” falta otro toldo, trae más mesas y bancos. Fui y le dije a Jorge y me contestó: mira lo que tú quieras hacer, compré más mesas y bancos hasta la fecha piden más espacio, gracias a Dios ahí la llevamos además agradezco a mi esposa que se la rifa en la venta y yo ando en el medio que tanto me gusta. De mi vida de familia


Con mi señora cumplimos 24 años en unión libre y en julio del 2019 nos casamos, tengo un hijo de mi primer matrimonio y no le dio por el toro tiene más de 40 años. Ella siempre me ha apoyado en mi andadura taurina sin duda un soporte importante en mi vida. En mi andadura taurina de 26 años de activo En la Feria de Guadalajara en la Plaza del “Nuevo Progreso” del 2008, iba en la cuadrilla del matador de la Puebla del Río José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” su toro se arrancó desde los medios lo prendí en todo lo alto, lo aguanté y le cortó el matador dos orejas, el trofeo que me otorgaron fue al mejor puyazo, son de las satisfacciones más grandes de mi carrera en los ruedos. Un personaje que recuerdo con afecto Un hombre cabal el señor Pedro Herrera íntimo amigo de mi padre, ha sido el garrochero tanto en la Monumental de “Las Playas” como en “El Toreo” de Tijuana, con una trayectoria de más de 50 años en su labor, de hecho la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros le entregaron un reconocimiento por ese periplo apoyando a los del castoreño y todavía vive en esa ciudad, sin duda un personaje inolvidable. En mi examen me zumba dos cachetadas El 15 de septiembre de 1991, el día que hice mi examen llegó Pedro el garrochero y me pregunta “Chivas” en que toro te examinas, voltee y le dije en el tercero mucha suerte hijo, ¡Ah! Gracias me di la vuelta y vuelve hablarme “Chivas”, al voltear me plantó dos cachetadas, me apendejó le dije Pedro que traes ¡Cabrón! de cual tomaste, es para que desapendejes porque te veo muy nervioso, usted salga y haga lo que sabe en memoria de su padre, me hizo reflexionar salí y empecé a picar bien y me dijo don Juan Vázquez, porque en ese tiempo no había video, “Chivas” estas aprobado, de veras don Juan, si es un hecho, mira en la tarde nos vemos en la Plaza del “Toreo”, que va haber estamos en la Monumental, voy hacer una carne asada para que vayan tengo invitadas a unas 30 personas, me preparé llevando varias botellas de whisky, tequila, brandy, también 10 kg de carne y 10 kg de chorizo del que hacía José Luis Cervantes en su fábrica, por ese tiempo iba don Pablo Valle, llega un amigo y me dice: “Chivas” ya se acabó todo y el señor de aquella mesa está pidiendo, ¡No chingues! en este momento tú te vas a conseguir otros 10 kg de carne, pero ve la hora que

es ¿Dónde lo voy a encontrar? no sé pero hazlo, el traía un taxi, se fue y cuando estaba poniendo el último bistec, llegó con la carne, me hizo un gran avío comieron todos, mi madre me había apartado un plato para que comiera, cuando llega “El Toluco” que era el guarda plaza, “Chivas” ¿Mi plato? le tuve que dar el mío, me quede sin comer ese día, pero gracias a Dios atendí a todos. Con carro nuevo hasta México por mi carnet Llegó don Pablo Valle me dio la enhorabuena por mi examen, te puedo ver en la Plaza a las cinco, como no don Pablo, fui a ese lugar a la hora indicada y llegó en un carro New Yorker de la Chrysler del año, precioso el auto, “Chivas” ponle por favor las placas, después me dejó dinero y me dijo te lo llevas a México y allá nos vemos, cuando se lo llevé me dijo mi “Chivas” usa el auto mientras estas aquí esperando tu carnet, no don Pablo le agradezco pero en casa de mi hermana no tiene cochera y si lo dejo afuera se lo van a robar, mira lo que se te ofrezca estoy a tus órdenes, cuando regresas, ya tienes reservación en el hotel, me voy a quedar con mi hermana, cuando se vaya a Tijuana yo le doy el boleto de avión, por fin me dieron mi carnet un jueves, el viernes me fui y el sábado toree una novillada, que más se te ofrece, mire si no es mucho abuso el permiso de aspirante de mi hermano hecho, cuente con ello y a los ocho días ya estaba toreando Joaquín. Hacer el avío a mis compañeros Cuando iban toreros me hablaban “Chivas” llegamos en tal vuelo vas por nosotros al aeropuerto, como la casa que tenemos en Tijuana está a cinco minutos, escuchaba el avión y salía para ver el vuelo dándome cuenta por la aerolínea, en ese tiempo ellos volaban por Taesa, cuando los recogía los llevaba a comer a nuestra casa y después los trasladaba a su hotel, pero siempre me gustó ayudar a mis compañeros, de alguna manera ese avío siempre lo agradecen y a la fecha los saludo con agrado. El recuerdo de la construcción de la Plaza de Toros la Monumental de “las Playas” no había carretera, esa la mando hacer el mayor López Hurtado para que hubiera acceso a la Plaza, todo el material era pasado por la Unión Americana, todas las viguetas y demás cosas como esta pegada únicamente lo separa una calle, entonces era más fácil pasar los materiales en grúa.


Siempre por la ayuda de los compañeros Actualmente me desempeño como delegado de los subalternos en Jalisco, en novilladas tengo que ver con mis compañeros que están en activo, quienes son los que se quedan o quiénes son los que se van para saber con cuánta gente cuentas y de hacer falta hay que hablar a Aguascalientes, León, Morelia o México, porque no puede haber faltantes en una plaza de primera como es el “Nuevo Progreso”. Llevo más de un año hasta que la Unión decida cambiar, me conocen como me gusta trabajar porque en Tijuana tuve el cargo de delegado durante cinco años, lo dejé por la razón del traslado a Guadalajara, también me llamaron a formar parte de la Comisión Taurina de Guadalajara. La bota del matador con estiércol Una vez nos encontrábamos en la ganadería de Trincheras propiedad de los sucesores de don Adrián Ortega Fernández, en el rancho “El Campito”, ubicada en Trincheras, Sonora, lidiaban con la divisa blanco, rosa y lila, la fundación de esta casa ganadera data del año de 1968. Estábamos con el matador Eliseo Gómez “El Charro”, era un vago nos metíamos acostar, se apagaba la máquina de la luz a las 11:30 de la noche y a dormir todo mundo, una noche el “Charro” toma una bota del matador tijuanense Adrián y le pone un poquito de estiércol en el botín campero y al día siguiente el matador, dice: apúrense porque ya va a empezar el tentadero, al ponerse la bota pregunta, que tiene esta madre se la quita y saca el calcetín lleno de estiércol quién fue, el “Charro” se atacaba de risa, pero eran bromas en armonía. Explicación breve de la suerte de varas Se debe ver al toro como sale, lo que está haciendo dentro del ruedo, si es suave, si es muy enrazado son de las cosas que se deben observar, aparte vamos a las órdenes del matador si él te dice dale hay que darle, pero si dice nomás señala y quítale el palo, porque lo que nosotros queremos es que triunfe el matador, triunfando él toda la cuadrilla lo hace, lo que siempre me decía mi padre mira hijo en la plaza tú sales a picar un toro y las mentadas de madre son como llamadas a misa el que quiera va, tú sales hacer lo que sabes y olvídate que te están mentando la madre, haz lo que tu matador te diga es todo. Después de 26 años de mi andadura taurina por todos los cosos de la República Mexicana, gracias a Dios todavía ando en la brega de la vida

y valiéndome por mi mismo, no me encuentro amargado por el contrario disfruté mi paso por los ruedos como hombre del castoreño, sigo en lo que me gusta y disfruto con los triunfos de mis compañeros. Como oficio la mecánica, de corazón hombre del castoreño Lo encontré en uno de los festejos del serial novilleril entrando a la plaza con sus puyas en la mano, ya que ese día iba en la cuadrilla del novillero Cristian Antar, lo abordé con un capotazo para platicar pasajes de su vida, de la manera más atenta me atendió accediendo a charlar, un torero de cincuenta y tantos años pero que tiene en la brega 20 años, es el benjamín de una dinastía que inicio con el papá del cuál guarda infinidad de recuerdos incluso conservar las puyas de él, este varilarguero a pesar de estar avecindado en la ciudad de Tijuana se traslada a torear a donde se le llame, un torero de patillas largas, muy bien rasurado se trata del hombre del castoreño y miembro de la dinastía Hernández: JOAQUÍN HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ “CHIVAS III” Nací en Tijuana Baja California el 20 de marzo de 1967, tengo 22 años de profesional, el sobrenombre de “Chivas” viene por mi abuelo, los inicios de mi afición fue desde chico porque mi padre me llevaba a los toros, es ahí donde surge el querer hacerme picador de toros. Inicie mi etapa de aspirante en el año de 1991, durando en este período siete años. Después de ese peregrinar en los ruedos Presentó mi examen el 27 de agosto de 1998, en la Plaza de toros “El Pinal” de Teziutlán Puebla, una corrida donde estaban los matadores capitalinos Manolo Mejía, el diestro Federico Pizarro y el torero moreliano Fernando Ochoa con toros de la ganadería de Milpillas, propiedad de don Manuel Labastida, dehesa que pasta en la “Ex Hacienda de Santo Domingo”, que se ubica en Santa María del Río, San Luis Potosí, su divisa es verde, negro y amarillo, fundada en el año de 1945. No voy en la cuadrilla de ningún matador La verdad no he ido de fijo con ningún torero, voy a donde me llamen para torear soy libre de andar en diferentes plazas. Las chaquetas que tengo son las siguientes Cuento con una roja en pasamanería y lente-


juela, una rosa en pasamanería blanca, azul turquesa en azabache y piedras rojas, una más de color melón en pasamanería blanco. Guardo entre mis cosas todo lo que era de mi padre, incluso sus puyas y zapatones. Los percances en el toro En la trayectoria que tengo de veintidós años de profesional únicamente he tenido un tumbo muy aparatoso en la ciudad de Mazatlán gracias a Dios todavía ando toreando. Una pasión que tengo aparte del toro Me gusta mucho la mecánica y ahora en la ciudad de Tijuana el matador Alejandro Amaya, me mandó su cuadra de caballos los cuales me encargo de cuidarlos y tenerlos bien. Mi familia la forman Cinco hijos y a nadie le da por el toro es lo que me tiene tranquilo. En esta andadura taurina Cuando tenía un año de examinado me otorgaron el trofeo al mejor puyazo en la temporada de Tijuana, en la Plaza de Toros de “Las Playas”, también una salida al tercio con una fuerte ovación.

CAPITULO 7 Puyazo bien dado es triunfo asegurado

Al

conocer las cuadrillas que actuaban en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” conseguí el número telefónico de este torero y me trasladé a la hora del sorteo, lo encuentro en los camerinos pero como estaba ocupado afilando sus puyas que más tarde ocuparía en el ruedo para picar los novillos, quedamos en hablar y vernos un día de la semana para hacerlo con más calma, sin estar con la presión del tiempo y tomarnos un café platicando de lo que es su quehacer taurino. Avecindado en la ciudad blanca Mérida y con antecedentes familiares del abuelo y su padre no podía estar fuera de la fiesta brava, desde que era un niño porque sus juguetes eran capotes y chaquetas de varilarguero su gusto por el toro y su tenacidad lo llevó a realizar el sueño de hacerse picador de toros. Quedamos en vernos para desayunar en el restaurante Toks que se encuentra en Jardines de Guadalupe, llegando muy puntual a la cita con su pantalón de mezclilla, camisa a cuadros y por supuesto su fajo de capote color rosa muy torero, muy bien pei-

nada su cabellera negro zaino lucero y al tenor de cuadrar el caballo citamos al desayuno para mojar el chuzo e iniciar nuestra conversación, es el hombre del castoreño: JUAN GILBERTO MIRANDA MONFORTE “MIRANDITA” Nací un 24 de septiembre de 1973, en la ciudad de México Distrito Federal, mi apodo es el de mi padre que se hacía llamar “Mirandita”, la afición nace desde que me cortaron el cordón umbilical, como en casa teníamos capotes y vestidos de torear para jugar, así surge mi gusto por la fiesta brava yo siempre le decía a mi papá que pretendía ser aspirante y únicamente me daba largas, me decía que estudiara primero la secundaria, luego la prepa entonces te ayudo y nunca lo hizo, una hermana de él mi tía Rosario Q.E.P.D. yo vivía con ella, teníamos buena comunicación sabía lo que quería y me consiguió la dirección de la Unión de Picadores y Banderilleros, redactándome una carta para enviarla sin que mi papá se enterara, pasó el tiempo y como al mes y medio llegó mi papá a querer llamarme la atención por haber hecho las cosas sin su consentimiento, estábamos en casa de mi tía y ella me hizo el quite, le echó el capote al hocico y dijo: haber espérame si el muchacho quiere hacer eso, no veo porque no lo apoyas, si quieres que haga las cosas bien debes apoyarlo y aquí no vas a venir a pegarle un par de banderillas, porque no está haciendo nada malo, si no lo apoyas ya veremos cómo le hacemos pero yo lo voy apoyar, de ahí mi padre cambio mucho en ese entonces tenía 18 años, me dijo: bueno vamos hacer las cosas y se van hacer bien, como faltaban seis u ocho meses para que me dieran el permiso, mira mientras lo dan vamos consiguiendo tus cosas para que de inmediato empieces a torear, yo vivía en la blanca Mérida, mis cosas de torear algunas las compré, mi papá tenía buen ambiente con los compañeros el tío de David Vázquez, Crescencio Vázquez “EL Charro”, era su compadre su hijo Martín que también es picador nos vimos siempre como hermanos, llevamos muy buena amistad él me regaló un hierro, una casaca, una calzona y una camisa de torear, Ricardo Carmona “Ricardín” me obsequió unas botinas, unos zapatones y ahora sí que por ahí anduvimos buscando para hacerme de mis cosas, me compré un castoreño. Ya con el permiso de inmediato me voy a México duré en la capital viviendo dos años. Mi presentación de aspirante fue en Pachuca Hidalgo el 4 de julio de 1994, picando una novi-


llada del hierro de San José de Buenavista, propiedad de don José Alberto Aranda Díaz Infante, ganadería que pasta en el rancho “San José de Buenavista”, ubicada en San Felipe Guanajuato, su divisa verde, rojo y morado, fundada en el año de 1921. Llega por fin mi examen Después de dos años de peregrinar en los ruedos en los cuales toree 140 festejos, porque me moví mucho, desde un principio le dije a mi padre cuando se decidió a ayudarme mira: no quiero ser del montón ni estar en algo para lo que no sirvo, si en dos años no logro ser picador me quito sin amargura porque lo intenté y no pude, yo tenía programado un examen el 13 de mayo, unos meses antes de cumplir los dos años, pero un percance a la hora del sorteo, me encontraba empetando el caballo que forma parte del examen y al estar bregando el corcel se maneo cayéndome encima fracturando mi mano, ya recuperado autorizan mi examen el 18 de agosto de 1996, en la Plaza de Toros “El Pinal” de Teziutlán Puebla, en una corrida de toros con un cartel formado por el matador hidrocálido Miguel Espinoza “Armillita”, el diestro tapatío Alfredo Ríos “El Conde” y el torero de la tierra de la gente buena José María Luévano con toros de la ganadería de La Misión, propiedad de don Francisco Santana Peralta, con divisa verde, morado y oro. En ese festejo pasé mi examen picando al toro “Primate”, que tocó en suerte al matador “Armillita” que a la postre le cortaría dos orejas y de padrino nada más ni nada menos que a ese pedazo de picador y mejor persona Efrén Acosta “El Loco”. Forme parte de las siguientes cuadrillas Con Manolo Capetillo hijo duré más o menos año y medio, cuando se retira fue cuando me vine a Guadalajara en esta ciudad andaba suelto, al primero que acompañe fue a Fermín Bernáldez, quién me llevó a la Monumental Plaza México, debuté en un festejo novilleril en su cuadrilla. Con el matador Alfredo Lomelí y con casi todos los tapatíos. De lo españoles con el torero de Zaragoza Raúl Gracia “El Tato”, un par de años, el diestro sevillano Eduardo Dávila Miura, con el francés Michel Lagravere y posteriormente con su hijo el yucateco Michelito, después vino una colocación en una cuadrilla de las mejores que he estado, tanto por torear como por el ambiente de la misma muy buena vibra, es la que más he disfrutado con el salmantino Pedro Gutiérrez Lorenzo “Perico” durando cinco años.

Respecto a mis casacas y sus colores así como a sus bordados Mi gusto son los colores oscuros, nunca he tenido una negra o azul marino bordada en plata, las prefiero en azabache, tengo unas en blanco de manera circunstancial no por haberlas adquirido o mandarlas hacer. La de mi examen es negro en pasamanería blanca me la regaló mi papá, se la compró a Ricardo Carmona y uno o dos días antes de mi examen me la llevó, tengo también una verde y blanco, obsequio del “Beni” Carmona, ahorita tengo una casaca que le doy batalla siempre soñé con tener una así es grana y azabache, el bordado es de cruceta me encanta. Hay una que guardo aunque la sigo usando que es la de mi examen, por lo que representa. Las cábalas son parte de la fiesta brava No tengo supersticiones porque es de mala suerte, hay cosas que hago por costumbre como no poner el castoreño sobre la cama y por respeto a mis compañeros, más bien hay manías como antes de salir persignarte tres veces. El mal fario forma parte de una corrida de toros El 20 de enero del 2014, en la Plaza de Toros Monumental de Juchipila Zacatecas, un toro de la ganadería de Chinampas, propiedad de don Rodolfo Camarena Franco, astados que pastan en el rancho “San Pablo”, ubicado en Tepatitlán Jalisco, su divisa verde, caña y oro, fundada en 1944. Iba en la cuadrilla del matador Pedro Gutiérrez “Capea” me agarró dándome un tumbo muy fuerte, me cayó el caballo encima, rompiéndome el manguito rotador me operó el doctor Uribe, para reconstruirlo y me dijo que tenía que dejar de torear entre seis y ocho meses, pero le echamos tantos cojones que en dos meses y tres semanas reaparecí, prácticamente desde el día siguiente de la cirugía ya andaba haciendo la rehabilitación, no me dolió el percance mentalmente ese lo superé rápido, desgraciadamente reaparezco en un pueblo de Yucatán toree 13, 14 y el 15 en Dzoncauich un toro de la ganadería de José Julián Llaguno, dehesa que pasta en el rancho Arroyo Hondo, ubicado en Saín Alto Zacatecas, con divisa verde, amarillo y rosa, fundada en 1956. Me agarró un toro de pinta chorreado en verdugo con un peso de 550kg, me pegó un tumbo y me fracturó la clavícula del mismo lado que la anterior caída, ahí si dolió mucho y de ese día ya no pude torear hasta el 8 de agosto, cuatro meses en el hule reaparecí en la Plaza de Toros “El Pinal” de Teziutlán Pue-


bla, acompañando a Michelito con ganado de la Soledad, propiedad de don Mariano González Zarur, toros que se encuentran el rancho “La Soledad”, ubicado en Tetla Tlaxcala, con divisa morado y azul celeste, fundada en 1977. Gracias a Dios percances ya no he tenido, también bajo mucho la actividad taurina, cambiaron mucho las cosas en un par de meses que estuve sin torear, no me hablaban para ir algún festejo, tenía un poco de amargura de cómo es la gente del toro, compañeros, amigos, fui toreando menos y buscando otras actividades que me generaran un ingreso, no estoy desilusionado del toro, jamás lo estaría pero el medio si te decepciona un poco. Toreo lo que me llega por derecho, me siento torero de abolengo y tengo la esperanza de que cambie. Tengo otra cosa que me apasiona Mis pasiones están dentro del toro, hago y reparo petos, me gusta ver llegar un peto bien madreado y ver cómo se va, son retos también todo lo relacionado con los caballos de picar, monturas, frenos hago y reparo. Mi vida personal Tengo un hijo que se llama Emmanuel tiene 15 años, no le gusta el toro y mejor llevo muy buena relación con la mamá de mi hijo por razones obvias, vivo solo, tengo una relación seria con una señora que es un pedazo de mujer. En mi trayectoria de picador Tuve la suerte que en Mérida, cuando me presenté en una novillada de la ganadería de El Junco propiedad de don Luis Ángel Xariel Espinosa, astados que se encuentran en el rancho “Ex Hacienda La Labor”, ubicado en Zinapécuaro Michoacán, con divisa carmín, rosa y blanco, fundada en 1938. Me hice acreedor a un reconocimiento por el detalle más torero de la tarde. En la ciudad de Torreón en la Plaza de Toros el Coliseo Centenario, obtuve el trofeo por el mejor puyazo, en un Certamen de Novilleros. ¿Mi castoreño donde quedó? Un día toreamos en México con “Perico” con la cuadrilla de siempre, por nervios y las prisas dejé el sombrero en el taxi, el castoreño se me perdió así llego a la plaza fue un 28 de diciembre, me prestaron uno y se cumplió el compromiso, esa tarde me toca picar un toro al que a la postre le cortó una oreja. Era de la ganadería de Carranco, propiedad de doña Laura Herbert de

De Villasante, astados que pastan en el rancho San José de Carranco, ubicado en Santa María del Río, San Luis Potosí, con divisa rojo, plata y oro, fundada en 1962. El 1º de enero toreamos en Durango y cual va siendo mi sorpresa que el maestro “Capea” papá, llega cachondeándome con lo del sombrero “Hombre Juan que han dicho que con un sombrero, estaban brindando anoche para recibir el Año Nuevo”, me traían en chinga todos con lo del sombrero, pero que te lo diga una figura del toreo, viene bien y más con la gracia que tiene el maestro. Importancia de la suerte de varas La fiesta es de toros bravos, la suerte de varas es el termómetro más fehaciente de la bravura de un toro. 1-Porque son toros bravos. 2-La función de un picador es descongestionar, ahormar las embestidas, son cosas que debe tener el astado para una faena importante, si no se descongestiona cambia mucho su embestida, es más difícil, lo pones más cuesta arriba al torero, un periodista de Mazatlán tenía una frase “Puyazo bien dado, es triunfo asegurado”. En una corrida de toros es muy importante la suerte de varas, por ser parte del triunfo del torero, muchas veces al apretar en el caballo se siente si está bien picado. Desgraciadamente no es como antes que los toreros llevaban en su cuadrilla un picador y un subalterno de confianza, es muy importante conocer al torero con el que andas, por ejemplo con “Capea” en cuanto metías las cuerdas ya lo estaba sacando del caballo, porque es un torero que les puede mucho a los toros y necesita que vayan a más. Cuando andaba con la matadora Hilda Tenorio ella necesita que estén más asentados, entonces se debe pegar más a los astados, por el tipo de toreo que tiene cada uno de ellos. “El Camotes” por ejemplo era un pedazo de picador, tenía el don de que cada puyazo sabía si estaba bien picado. Puedo dar mi opinión a un novillero incluso a un matador sobre si ocupa más, no lo toman a mal, porque lo estás haciendo para el bien de él. Yo soy mucho de dejarlos, pego un puyazo dejo que el torero lo saque y sienta la embestida con el capote, al verlo embestir uno sabe si ya está picado. Salir a picar, es hacerse un criterio de la lidia


que está dando el toro, se debe observar cómo sale el astado, si remata en los burladeros, como embiste a los capotes, si es tardo, si es pronto, si lleva la cabeza muy suelta, si tiene poca fuerza, todo esto te marca a la hora que sales para saber si hay que pegarle o no, hay demasiadas cosas que analizar y conocer antes de la suerte de varas. Esto debe conocer el aficionado de la suerte de varas Partes de la puya: tubo, almendra, tablas, encordado. Palo: utilizo y me gustan de una madera que se llama maple son liviano y flexibles, las medidas que me gustan porque me acomodo son de 2.60 cm, 2.70 cm. Chorrear la vara: es aventar el palo al toro cuando se arranca. Mojar el chuzo: meter el puyazo. Malamente ahora en la fiesta en lugar de aplaudir un buen puyazo, te aplauden más cuando no picas los toros, esto te marca que el público no tiene conocimiento de lo que es la fiesta, tendría que conocer el aficionado que la suerte de varas es donde se mide la bravura del astado, falta mucha cultura taurina.

CAPITULO 8 Una de mis verdaderas pasiones el caballo y el toro

Pude conocerlo por medio de ese taurino chpén

“Juan Palillos” que me lo presentó en el patio de caballos, al comentar sobre el proyecto, se mostró interesado y pasamos a platicar a los camerinos de la plaza, de inmediato nos alcanzó Juan, que ya había guardado en su espuerta los libros que vende y carteles, por la razón de que estaba cayendo una ligera llovizna, ocupando el lugar de picador de puerta, me encuentro con un torero de tez morena, con grandes patillas, tocado por un sombrero. Un varilarguero miembro de una dilatada dinastía de hombres del castoreño, que se inicia con su abuelo y tíos, un hombre que habla con gusto de lo que tanto le apasiona y se siente realizado con su quehacer taurino. Se trata del cuarto picador de toros de esta familia. La dilatada dinastía de hombres del castoreño la inicia mi abuelo de nombre José Salgado, que

fue el primer “Morucho” un piquero potosino, vecino de la colonia Alameda a un costado de la antigua estación del ferrocarril, luego siguió los pasos del abuelo, mi tío José Salgado Esquivel “Morucho II”, que presentó su examen profesional en la Plaza de Toros “El Paseo” de San Luis Potosí, en el año de 1950, picando toros de la ganadería de Santo Domingo, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Santo Domingo”, ubicado en Santa María del Río S.L.P. con divisa negro, rojo y gualda, fundada en el año de 1926. Militó en la cuadrilla del matador Fermín Rivera, posteriormente mi otro tío Ricardo Salgado “Morucho III” y actualmente me desempeño con las labores de mis antecesores. HÉCTOR EDUARDO NOYOLA SALGADO “MORUCHO IV” Originario de San Luis Potosí

Inicie mi etapa de aspirante en la Plaza de Toros de Reynosa Tamaulipas en el año de 1989, durando cuatro años en la misma. Después de ese tiempo autorizan mi examen Lo presenté en la Plaza de Toros “Donato Noyola”, de Río Grande Zacatecas el 21 de febrero del 2002, acartelados el hidrocálido Fermín Espinoza “Armillita”, el matador de Cadereyta Enrique Garza y el diestro queretano Oscar San Román. Tengo 22 años de actividad profesional En este tiempo me he colocado en las cuadrillas Del tapatío Alfredo Ríos “El Conde”, el diestro capitalino Federico Pizarro, el matador moreliano Fernando Ochoa, el torero de la capital Jerónimo y de los españoles acompañe al “Ciclón de Jerez” Juan José Padilla, con el sevillano Antonio Barrera, el diestro granadino David Fandila “El Fandi” y el figurón de la Puebla del Río José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla”. Mi gusto por mis casacas Tengo en pasamanería pero las que más me gustan son en metal, cuesta dinero pero vale la pena, no hay un color específico el que sea, pero el bordado en oro o plata. Guardo con mucho cariño mi primer casaca que me compré, es una rosa en pasamanería blanca, ahí está preservada pa´ los restos, por lo que significa.


El mundo de la tauromaquia Es un medio en que los toreros siempre somos muy supersticiosos, unos más, otros menos pero como todos los que nos vestimos de luces. En lo personal tengo varias. Gracias a Dios en esta trayectoria de poco más de dos décadas, he sufrido algunos golpes y tumbos afortunadamente sin consecuencias. Aparte del toro Mi gusto es por los caballos, aprender todo lo referente a los mismos, saber sus cuidados y de todas las razas, es también para mí una verdadera pasión.

En mi vida particular de familia Tengo 22 años de casado, mi esposa se llama Soralia Beltrán tenemos gracias a Dios tres hijos, una está estudiando veterinaria, el otro Eduardo anda de aspirante a banderillero, es quién continuaría la dinastía, y el más chaval es charro, ellos me dan la fuerza para salir cada tarde a jugármela. En mi paso por los ruedos He recibido únicamente dos trofeos, uno en la Plaza de Toros “Lorenzo Garza” de Monterrey y el otro en la Plaza de Toros Monumental de Zacatecas ambos al mejor puyazo, espero que en lo que resta de mi trayectoria pueda merecer otros más, que adornen la vitrina de la casa. Respecto a lo que debe saber el aficionado Las partes de la puya son: tubo, tablas, almendra y cruceta, anteriormente se utilizaban sin cruceta, por eso decían que les metían a los toros el cacho de palo, a través del tiempo se puso la cruceta para evitar eso, ya que en la época actual se podría decir que se pica un poco menos que anteriormente. Lo que se utiliza para protección del caballo es la pechera, calzona y su peto, aparte van tapados los ojos y de las orejas por el ruido, los gritos del público los asusta sono, era muy pesado porque hacíamos dos días y una noche

CAPITULO 9 A los 12 años de edad pique mi primer novillo

Conozco a este torero que es el hijo mayor de

un gran subalterno de los años setenta y que también lleva ese nombre tan taurino. Como en su casa había una cuadra de pica, empezó a mostrar interés en el mundo del caballo, aparte de ver a su papá vestirse de torero, no podía estar ajeno a la fiesta brava, desarrollando su afición e inclinándose por el lado de los hombres del castoreño, su noble labor como varilarguero y lo profesional que es en la misma, hace que se la rife en el ruedo de una plaza de toros, chorreando la vara cada tarde, por la importancia de hacer el paseíllo en muchos cosos de México. De alguna manera influyó siempre el apoyo incondicional de su familia, para realizar lo que era su sueño. Al encontrarnos en la casa de su papá, me doy cuenta que es una persona amable y sencilla que denota la alegría de contar sus hazañas en las filas de los de aúpa, se trata del picador: RODOLFO FERMÍN VILLALOBOS CRESPO “OPO CHICO” Nací el 10 de agosto de 1984 en la ciudad de Guadalajara Jalisco, inicia mi gusto por la fiesta brava, porque mis bisabuelos fueron guarda plaza en aquel pintoresco coso de “El Progreso”. Mi papá aparte de ser banderillero siempre tuvo una cuadra de caballos, como yo era el hombre mayor lo acompañaba a vestir a los equinos, moverlos, pasándoles las puyas a los picadores, haciendo esto me agradó, también de repente agarraba un capote pero todavía era muy niño, aunque siempre me incliné por hacerme picador de toros. Continuamente mi padre procuraba llevar a toda la familia, aquellas largas temporadas en la ciudad de Tijuana, él se iba primero a torear juntando algo de dinero para mandárselo a mi mamá y de esa manera nos trasladábamos a verlo, era muy pesado porque hacíamos dos días y una noche. Los domingos por lo general era asistir a verlo torear, en las Plazas de Toros de “Las Playas” o “El Toreo” fueron unos tiempos inolvidables para nosotros. Mi primer novillo lo piqué en un festival que organizaba la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, yo contaba con 12 años, me animó el compadre de mi papá “El


das, trataba de hacerlo eran los miércoles. Todavía de aspirante me fui a vivir dos meses a la ciudad de Tijuana, tuve la fortuna de torear en las dos plazas incluso antes de que derrumbaran “El Toreo”, fue una lástima que por políticas se hubiera ido abajo, porque tenía muy buen sabor y afición. Algo muy curioso me ocurrió en mi examen

Camotes” fue moniando para decirme como era, gracias a Dios lo piqo y eso me enveneno la sangre. Le comenté a mi papá mi deseo de hacerme varilarguero no le pareció mala la idea, solo me dijo que me esperara a crecer un poco para pedir mi carta de aspirante, en ese tiempo estaba don Beni Carmona. Cuando tenía 15 años mi padre lo solicitó, pero debido a mi edad me otorgaron el pre permiso con este ya podía torear festivales y novilladas, se pasaron más o menos dos años como vieron que andaba bien picando los toros, me mandaron a la Plaza de Toros Eduardo Funtanet de la ciudad de Mazatlán Sinaloa, eran novilladas pero ibas a la guerra, había dos caballitos muy flacos, cuando me subía a picar mi papá me decía: no te apures esos jamelgos son como gatos si te agarra un toro y te avienta ellos caen parados. Aparte que se trataba de una plaza muy bonita, contaba con una afición muy torera se la pasaba uno muy bien, igual que en “La Paloma” de Puerto Vallarta, me zumbé en toda mi etapa de aspirante 36 festejos y eso que no iba a to-

Yo tuve dos exámenes, el primero en la Plaza de Toros “Jalisco” de la población de Yahualica de González Gallo, un 28 de septiembre de 2007, el cartel estaba formado por el tlaxcalteca Rafael Ortega, el matador irapuatense Israel Téllez y el de Apizaco José Luis Angelino, con un encierro de la ganadería de Cerro Viejo, propiedad de Alfonso Franco Tostado, que pasta en el rancho “Los Burrales”, ubicado en Villa Obregón Jalisco, siendo los colores rojo y rosa los que lleva su divisa, fundada en el año 1928. La Unión como requisito pide que se graben las escenas de la corrida completa y en esa corrida faltaron de grabar cuatro toros, entonces dijeron que estaba incompleto por lo cual me pidieron buscar otro festejo y completar la grabación para tener el registro de seis toros picados. El segundo festejo fue en la Plaza de Toros “San Miguel” de Uriangato Guanajuato, el 18 de diciembre de 2007, en una corrida donde estaban acartelados el tlaxcalteca Rafael Ortega, el matador de Irapuato Israel Téllez y el torero de Texcoco Leopoldo Casasola con toros de “La Guadalupana” ganadería propiedad de don Juan Flores Chávez, que se ubica en el rancho “La Guadalupana” en Villa de Coss Zacatecas, luciendo en su divisa los colores tabaco y celeste, fundada en 1987. Me examino en esa corrida con el quinto toro del encierro. Desde ese día a la fecha llevo doce años de profesional y los que creo que faltan pues todavía me siento en condición de subir al caballo y mojar las cuerdas. En mi trayectoria de doce años he ido en las cuadrillas Del matador tapatío Alfredo Ríos “El Conde” durando cinco años, también con el torero Aldo Orozco, acompañé en sus últimas corridas al matador Antonio Bricio, Oliver Godoy y con el torero Pepe Murillo hijo, él me dice que soy el picador de confianza y me encargo de acomodarle la cuadrilla. Los colores de mis chaquetas de torear


No tengo uno definido, como mi papá me hace los vestidos vamos a comprar el raso que me guste y voy imaginando el bordado que puede quedar bien. Ahorita tengo tres chaquetas que me hizo el maestro “Charal” Q.E.P.D. Lila con bordados en azabache y morilla, es un vestido que tiene mucha plaza el chaleco es en oro, otra en azul rey, una verde manzana y plata. Las que les tengo un especial cariño son todas las que ha realizado mi señor padre, porque las hace con mucho cariño como si fueran para él. En nuestro medio es imposible no tener Las supersticiones que rodean al mundo del toro son una infinidad, las respeto pero trato de no tenerlas. En esta andadura taurina Gracias a Dios no tengo cornadas, golpes por tumbos siendo el más serio todavía de aspirante en la población de Yahualica de González Gallo, el toro salió suelto me levantó con el caballo cayéndome toro y caballo en la pierna afortunadamente nomás fue restirar los ligamentos, pero como duele. En una novillada con la ganadería de Santa Rosa de Lima, en la ciudad de Aguascalientes me agarró el toro me tumbó y todavía me pegó unos pisotones. Fuera del ruedo tengo una actividad muy divertida En casa mis hermanos tienen un grupo para amenizar las fiestas se suben en zancos, cuando tienen mucho trabajo, voy les ayudo y me traigo un dinero aparte es como subirme al jamelgo, además me divierte. En mi vida de familia Estoy casado con la señora Cintya Marielena Vergara González, ya tenemos once años de matrimonio y contamos con la dicha de tener una niña, son el motor de vida para salir adelante, entre las oraciones que yo elevo y las que ellas hacen me motivan para darlo todo, disfruto mucho mi profesión. Hasta este momento los únicos reconocimientos que he tenido son de parte del público, después de picar un toro que te dan la enhorabuena. Ya estas examinado, venga Estaba recién examinado había una corrida en San Julián, en el cartel el neoleonés Enrique Garza y el tapatío Alfredo Ríos “El Conde” llevaron un caballo que al empezarlo a vestir reparaba, entonces me fui por delante, era una corrida

seria entre 480 o 490 kg, antes de citar el matador Alfredo me preguntó ¿Ya estas examinado? Al saber que sí ¡Venga! a partir de entonces dure cinco años formando parte de su cuadrilla toreando en muchos estados de la República Mexicana.

CAPITULO 10

De soñar con ser futbolista a figura del castoreño Me encuentro a un joven varilarguero en uno de los camerinos de la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, afilando sus puyas que más tarde ocupará en su quehacer taurino, picando la cuarta novillada del serial, a pesar de que vivió desde pequeño el medio taurino, no era su pasión, más bien el futbol. Pero al crecer montando, ayudando a vestir los caballos y viendo lo que realizaban sus antecesores, empezó a tomarle cariño, lo pensó decidiéndose a dar el paso definitivo, un torero que a pesar de ser bastante joven ya tiene una andadura taurina de categoría, poniendo muy en alto el honor de la dinastía, originario de la tierra de la gente buena Aguascalientes, un muchacho vestido de ropa de calle y muy peinada su cabellera, atento a comentar su trayectoria me refiero al hombre del castoreño: GUILLERMO COBOS REYNA Nací en la ciudad de Aguascalientes el 19 de agosto de 1992, mi afición comienza desde muy pequeño al ver a mi padre vestirse de torero al igual que a mi tío, los acompañaba a las ganaderías y en casa de mi abuela paterna montábamos a caballo, también ayudábamos a vestir los jamelgos de pica, desde mi abuelo viene la afición nomás que mi bisabuelo y abuelo no fueron picadores pero tenían una cuadra de jamelgos, la verdad es que crecí viendo toros me encontraba en el medio, pero al principio yo pretendía ser futbolista me llamaba la atención, no me pasaba por la cabeza ser picador hasta que una vez lo pensé y fui a comentárselo a mi padre primero y después a mi madre, ella estaba un poco en contra de que me dedicara al toreo porque tenía un algo de temor, pero al final he recibido el apoyo de los dos incondicionalmente, incluso para darme ánimo en las tardes importantes, mis abuelos, tíos y primos por parte de las dos familias. Con todo su apoyo inicia mi andadura taurina Realmente mis inicios fueron en unos festivales


noza “Armillita IV” y también de la tierra de la gente buena el diestro Gerardo Adame, con extranjeros el torero pacense José Garrido y el valenciano Román. De mi ropa de torear y sus colores Me gusta mucho el color grana y el obispo, todos en pasamanería. Guardo uno por ser especial un negro y oro que perteneció a mi padre, le tengo un cariño muy grande. En el mundo del toro existen muchas supersticiones La única que tengo es no poner el castoreño sobre la cama, las que tienen mis compañeros las veo con respeto. Afortunadamente en este poco tiempo He tenido algunos tumbos bastante dolorosos gracias a Dios sin consecuencias. De mi vida privada y familiar

Guillermo Cobos Reyna

con vacas que organizaba el matador Armando Mora. Empecé con mi etapa de aspirante un 19 de diciembre del 2009, en el cartel estaban los hidrocálidos Ulises López y Aldo Navarro, actualmente es mi compañero desempeñándose como subalterno, del otro novillero y el encierro no lo recuerdo, pero mi periodo de aspirante tuvo una duración de cinco años en los me puse a tono para llegar a la siguiente etapa. Después de ese lustro tuve la suerte de Presentar mi examen en el coso de la colonia Nochebuena, la Monumental Plaza México el 7 de septiembre del 2014, en una novillada para el capitalino Antonio Lomelín, el tlaxcalteca Gabriel Sánchez “El Gaby” y el queretano Juan Pablo Llaguno, con novillos de la ganadería de Marrón, propiedad de don José Joaquín Marrón Cajiga, dehesa que pasta en el rancho “Santa Inés”, ubicada en San Miguel de Allende Guanajuato, con divisa marrón, verde oscuro y naranja. Esta casa ganadera data su fundación del año de 1986. En estos pocos años me he colocado En la cuadrilla del matador Antonio García “El Chihuahua”, el torero hidrocálido Fermín Espi-

Tengo un hijo de un año cuatro meses, eso es mi pasión y mi motor para salir adelante en los ruedos se llama José María Cobos Adame, espero que a futuro continúe la dinastía. De esta andadura taurina tengo la suerte de que En las vitrinas particulares de la casa, tengo el trofeo que me otorgaron en la Feria de San Marcos en Aguascalientes del 2016, es el “Hidrocálido” que entregaba el gobierno del estado. De ese mismo año en la misma feria, el “Cristo Roto” que entrega el Centro Taurino de México y España, al mejor puyazo. En la feria del 2019, tuve el honor de que me entregaran también el trofeo “Cristo Roto” al mejor picador del serial. Lo que deben conocer los aficionados es Que la suerte de varas no es para lastimar al toro, ni dejarlo inútil para la lidia, es algo necesario para probar su bravura, importante porque el toro al ser picado puede verse si se raja o acomete con fuerza y pelea, además le sirve para descongestionarse, cuando el torero lo prueba con el capote al sentir la embestida sabe si le falta o pide el cambio de tercio. Un toro que se pica bien rompe a bueno y es cuando el torero logra faenas importantes, o si es muy bravo pueden perdonarle la vida y vuelve como rey a la ganadería.


CAPITULO 11 De niño que soñaba con el llanero solitario a ser torero

Como dice el refrán “El que boca tiene a Roma

va” después de mucho buscar fui a la casa de Gerardo Murillo mozo de espadas, un artista en la elaboración de avíos de torear y otros artículos taurinos, mejor conocido en el ambiente taurino como “Kiki” preguntándole por este torero, me dijo que podría vivir por la calle de Medrano muy cerca del centro histórico de la ciudad de Guadalajara, en el popular barrio de Analco, cuyo significado en náhuatl quiere decir “Al otro lado del río” uno de los barrios más antiguos de la ciudad, ya que sus comienzos se remontan hacia el año de 1531, fecha en que los indios tlaxcaltecas se establecieron en dicho lugar, a un lado del barrio se encontraba el río San Juan de Dios. Su principal atractivo es el templo de San Sebastián de Analco, como uno de los monumentos históricos que data del siglo XVI, su construcción fue realizada por los frailes franciscanos junto con la comunidad indígena de la época. Su bella arquitectura comparte espacio con el patio de los Ángeles a un costado su kiosco, al centro de la plazuela unos monumentos de bronce dedicados a Cuauhtémoc y Tenamaztli (principal personaje en la guerra del Mixtón). En 1759 se instaló una fuente que fungió como abastecedora de agua potable para sus habitantes. A finales de 1970 se colocó un jardín donde antes se encontraba la plazuela, desde entonces se ha establecido cada domingo un popular tianguis en el que se pueden encontrar diversos artículos como artesanías, plantas de ornato, antigüedades, comida, juegos y atracciones infantiles, es frecuentado por visitantes y locales los fines de semana. Me trasladé llegando a las inmediaciones de la popular “Arena Coliseo” cuna de grandes ases de la lucha libre, toque en una casa de enfrente y tuve la suerte de que me atendiera una señorita, al preguntar por el torero, me hizo pasar encontrando a un señor sentado en el sofá de su sala, un torero añejo que en sus años mozos vistiera el traje de plata, del que en lo personal recuerdo grandes tardes en el antiguo coso de “El Progreso”. Me doy cuenta que ya peina canas por el paso del tiempo, su andar cansado y problemas en sus rodillas debido a viejas lesiones lo hacen

auxiliarse de una andadera, ya que años atrás su ayuda eran los capotes y banderillas. Una persona muy amable por supuesto tocado de una bonita boina torera, rodeado de numerosas fotografías en las paredes y algunos reconocimientos de que fue objeto en su andadura por los ruedos, me recibió con beneplácito pues era el inicio de grandes y numerosas charlas taurinas, ni más ni menos se trataba del gran hombre de plata: CARLOS MEZA MUÑOZ “GARNICA” Al comenzar a platicar su rostro se iluminaba al recordar tiempos de antaño, nací en esta ciudad un 12 de diciembre de 1930, vivía por la calle


de Analco, en una casa marcada con el número 16, iba a clases a una escuela que se llamaba “La Tortuga”, ubicada por la calle de Javier Mina y Cinco de Mayo, en ese tiempo tenía nueve años, cuando salía caminaba dos cuadras y me pasaba a un mesón por la calle de Gigantes, a jugar al llanero solitario que era la película del momento, brincaba de un burro a otro exclamando el grito de batalla “Hi-yo Silver”. Cierto día al llegar al mesón se encontraban unos señores con un caballo ¿Oye gordito, nos puedes cuidar el caballo mientras vamos a comer? Acepté y me subieron a una barda dándome un periódico para espantarle las moscas por la razón que estaba herido, después de un momento llegó una rubia señorita rodeada de varias personas, dirigiéndose a mí pregunto: ¿Qué haces gordito, no te vayas a caer? Estoy cuidando el caballo ¿Porque? Es que esta malo ¿Qué tiene? Le duele la cabeza, mi respuesta causo mucha gracia entre las personas y un señor grandote me dio un peso, era mucho ya que para gastar me daban dos centavos. Yo no sabía nada de toros, sin pensarlo había cuidado el caballo de “La Diosa Rubia del Toreo” Conchita Cintrón y el señor que me dio el peso, era ni más ni menos el empresario del añejo coso del Hospicio “El Progreso” don Ignacio García Aceves, quienes venían acompañados del caballerango Graciano González “Chanito”, convirtiéndose a la postre en un gran picador y “El Charro” Olvera de Tijuana, un novillero que salía de sobresaliente con Conchita, la mamá de ella y su apoderado Ruy Camará. Rápido me fui a casa a decirle a mi mamá que una señorita me había regalado un peso, por supuesto no me creyó fuimos a buscarla y ya no se encontraban. Al día siguiente cuando llegué a jugar al mesón la vi y fui por mi mamá, cuando le pregunta que si me regaló un peso, contestó ¡Ah! se lo regaló Nacho. Ya me estuve ahí, como ella toreó un día antes el 14 de enero de 1940, una novillada de Matancillas, propiedad de doña Patricia Ramírez Colunga ganado que pasta en el rancho “Cerralvo”, ubicado en Lagos de Moreno Jalisco y cuya divisa lleva los colores verde y negro, esta ganadería se fundó el año de 1926. Alternando con los novilleros el de Tacubaya Andrés Blando y el leonés Antonio Rangel que salieron a hombros. Conchita me toma de la mano y en su carro me lleva a la plaza de toros que se localizaba muy

cerca, en el ruedo estaban unos muchachos entrenando, se trataba de la cuadrilla de los niños toreros de Querétaro, Licho y Sergio Muñoz, Juanito Estrada, Antonio Toscano y muchos toreros de aquella época, no mataban a las becerras para que la rejoneadora entrenara con sus caballos. Nos hacía torear y sin pensarlo observando todo eso, nace en mí la idea de ser ¡Torero! al grado que cuando se terminó la temporada y ella se fue a Portugal, me quedé con la afición de tal manera que me hacía la pinta de la escuela para asistir a la plaza a entrenar. Para traer algo de parné, vendía un periódico que se llamaba “El Avance” tenía un costo de cinco centavos, a nosotros no lo daban a dos por cinco y la ganancia que obtenía por la venta era de un peso, en la plaza aprendí a torear y me enseñe a embestir. Cuando cumplí 16 años viví mi primera feria, que fue en la población de Yahualica de González Gallo con un chaval que se llamaba Antonio Toscano al cuál le conocí en la plaza, fui a esos maravillosos y extintos novenarios, eran duras jornadas donde se soñaba con la gloria de ser torero. Por poco caigo a chirona En ese sitio encontré al mozo de espadas del torero Manuel Jiménez “Chicuelín”, un gachó al que apodaban “El Espagueti” ellos se encargaban de organizar festejos. Tenían uno en puerta en la ciudad de Tampico, me invitaron para ayudarles a pegar la propaganda, acepté puesto que ya había muerto mi mamá y nadie me buscaba, entonces los acompañe y al término del festejo como andaba tan cansado y el calor era muy intenso me quedé dormido, al día siguiente cuando desperté fui al comedor y ya se habían marchado los toreros, entonces la dueña del hotel estaba muy molesta porque se fueron sin pagar. La señora pretendía que yo cubriera el adeudo y sin más llamó a la policía, me encontraba solo en una ciudad que no conocía. En casos como ese siempre he pensado que Dios pone en nuestro camino a alguien para hacernos el avío, así conozco al señor Antonio Pérez “Reverte” un español que era delegado de toreros, juez de plaza y cronista, quién ayudo a aclarar mi situación con la dueña del Hotel “Inglaterra” para no caer en chirona, fue entonces “Reverte” quién abogó por mí y se pudo arreglar ese asunto.


Como no traía ningún duro para regresarme a Guadalajara y también necesitaba algo para jamar, iba al mercado ayudando a las personas con sus canastas, así juntaba algo de dinero de forma temporal. Un día me vio una señora, sabía que no era de ahí por mi forma de vestir, le ayudé con sus cosas y me invito a su negocio de comida ofreciéndome un desayuno, como le dije que ya lo había hecho, me regala un peso, diciéndome que cuando tuviera hambre fuera con ella. Después trabajé en un puesto callejero que se localizaba en el jardín de la plaza principal de la ciudad de Tampico, llamado “El Globito” vendían lonches y café, barría y les ayudaba en lo que me pedían, así la jama estaba asegurada. Una vez me preguntó un gachó si yo venía con los toreros -- al decir que sí – me dice que en Ciudad Madero iban a dar toros, es lo que buscaba y me fui a ese lugar cuando llegué me di cuenta de que se trataba de un jaripeo pero habían contratado toreros, inmediatamente pedí la oportunidad para torear, al saber mi historia accedieron los toreros y los charros, en ese tipo de festejo los toros nomás dan tres o cuatro embestidas, tomando la muleta le pegué tres pases de rodillas, el público enloquecido aventaba flores, serpentinas y por supuesto parné logre reunir la cantidad de treinta y siete pesos, con esto alcanzaba para regresar a Guadalajara pero, al llegar de nuevo a Tampico me encontré a don Agustín quien era el empresario, me pidió que lo acompañara a la finca de don Manuel Labastida ganadero de Santo Domingo para ayudarles a embarcar una corrida, al regreso me dio coba y me ofreció regresar de nuevo con ellos, otorgándome el puesto de guarda plaza sugiriendo que ahí podía vivir, entrenar y torear aparte me ganaría unos centavos, total acepté quedarme. Como no había el suficiente parné hasta me subí al cuadrilátero En el tiempo que no había corridas de toros, la empresa organizaba funciones de box y lucha, un día les falto un boxeador y como daban un pago me lancé de espontáneo al cuadrilátero, así me zumbé más o menos veintidós peleas y traía mi dinero junto con unos buenos golpes. Ya habían pasado tres meses de estancia en esa ciudad y como a los toreros siempre nos ha gustado jugar futbol, todos contábamos con un apodo a mí me preguntaban que quién era y les decía que “Pablotas”, en ese tiempo vendían una caja de cerillos que traía un charro panzón, cascorvo con la camisa desabrochada y decían este se parece a “Mamerto Garnica” creemos que es

su papá, de ahí viene mi apodo, sin pensar esa ilustración dio el sobrenombre “Garnica” con el que se me conoce en el ámbito taurino. Me encargaba de abrir la plaza para los que llegaban a entrenar, diario iba un torero chino de nombre Enrique Wong, le embestía y en agradecimiento quería darme unos centavos pero como no le aceptaba, me invitaba a un restaurante chino, donde las milanesas con papas eran una delicia. Un día al abrir la plaza me encontré con un gachó igual a “Manolete” su nombre era Luis Caballero, después me di cuenta que era compadre de Gastón Santos, yo le embestía en sus entrenamientos una vez me regalo diez pesos, al poco tiempo me invito a su casa para ayudarle a limpiar un cuarto, pintarlo y resanarlo al final me dijo: para que vivas tu aquí, por fin iba a dejar de dormir en la plaza. Instalado en su casa tuve la suerte de conocer a otro tipo de personas por ejemplo: “El Caballo” Solís que trabajaba en el Ayuntamiento de Tampico, a don Joaquín Meléndez quién era el pagador de petróleos, él me consiguió un trabajo en Pemex de la ciudad de Poza Rica, además de hacer empresa para que pudiera torear, por ese motivo tuve la suerte de hacer el paseíllo en unas cinco novilladas. La primera fue en el “Mante” alterné con Jorge Reyna “El Piti” y “El Pato” Salas de San Luis Potosí con novillos de Milpillas, la segunda fue en Papantla, luego me llevaron a Valles San Luis Potosí, así pude torear esas novilladas y algunos festejos criollos. Una ocasión me pidió el novillero Luis Caballero que lo acompañara a recibir a su compadre Gastón Santos, en ese tiempo no toreaba se encontraba estudiando, creo que le caí bien porque me regaló algo de ropa y ya andaba mejor vestido. A mí, siempre me gusto ser subalterno conocí al señor Porfirio Magaña, un torero que nunca llegó a tomar la alternativa, también a José Hernández Ríos “El Chato de Tampico” ellos fueron mis maestros, me enseñaron a poner banderillas y a torear, que no es dar pases se debe caminarle a los astados y torearlos con el cuerpo para lograr un buen par de banderillas. Así me pase seis años en el clima caluroso de Tampico. Unos señores que me habían visto torear en Tampico, fueron a contratarme de banderillero para la Plaza México, llegué a una casa donde se hospedaban muchos toreros entre ellos el


matador Luis Castro “El Soldado”, pero un banderillero de la Unión me dijo: mire “Garnica” yo le he visto torear, lo hace bien pero le aconsejo que no toree, porque si lo hace jamás va a ser socio de la Unión y entre todos me juntaron dinero para regresarme a Guadalajara. Como pasaba el tiempo y necesitaba dinero para mantener a mi familia, lo que conseguí fue de chofer en los camiones urbanos que iban a San Pedro Tlaquepaque, después de un tiempo unos parientes de mi esposa me ofrecieron un trabajo en la ciudad de México, la única condición que puse era que los domingos descansaba. Me levantaba temprano para irme al coso de Insurgentes a arreglar el vestidor que iba a ser utilizado por los subalternos, ya conocía a algunas personas del medio entre ellas a Jorge quién era el secretario de la Unión, le hice una pregunta: ¿Secretario cuando me darán la carta de aspirante? ¿Para que la quieres? ¡Pa´ torear! bueno, al inicio de la temporada te la doy, en cuanto recibí la carta tomo a mi esposa y regresé a Guadalajara por fin iba a ser ¡Subalterno! Cuando llegué fui con el señor José Amezola, que era el delegado de aquí a entregarle mi carta de aspirante irónicamente me dijo: A ver si es lo mismo andar en los pueblos que en una plaza de toros. Desconocía mi trayectoria, fue con don Nacho a decirle: va a salir un aspirante que es pueblerino, pone un par por aquí y otro por allá, entonces el empresario contesta: yo no puedo negarme a que actué, más bien tú ¡Eres el delegado! oiga pero es que trae una carta de la Unión y tengo que apoyarlo, entonces que salga. Salí y no me dejaban banderillear pero “El Chinanas” me ofreció su par, le hablé al novillo, me deje ver y le pego un par que el público aplaudió y don Nacho voltea con José diciéndole: “Ese es el malo que será cuando sea bueno”, el señor Amezola no contestó. En ese tiempo no tenía ninguna relación con el empresario García Aceves, le caí bien y toree algunas novilladas, por cierto que con una ropa prestada por la razón que no había dinero para comprar una, el terno era de Manuel Alcaraz “El Muelón”, me lo prestaba para ir juntando programas firmados y poder examinarme necesitaba veinticinco. Una vez llegó “El Muelón” a pedirme su ropa porque iba al novenario de Teocuitatlán, ahí andaba don Nacho y le dije que era la última vez que toreaba ¿Por qué? No tengo ropa soy

aspirante y no me pagan ¡Compra una! no tengo dinero ¡Yo te doy! Un inciso que el reglamento de la Unión mencionaba, para ser socio la edad mayor era de treinta años y yo andaba casi en los veintiocho, ni el maestro que me enseñó a banderillear en Tampico “El Chato” pudo hacerlo, él duró once años de aspirante, se me hacía que no iba alcanzar a ser miembro de la asociación. De nuevo mi Ángel de la Guarda me hizo el avío Don Nacho siempre me anunciaba en los carteles de mano Aspirante a banderillero: Carlos Meza Muñoz “Garnica”. Al finalizar el festejo le pregunté a los compañeros que si tenían un vestido que me vendieran, conseguí uno pero el precio era de trescientos pesos, un negro con pasamanería en blanco. Durante todo el tiempo de mi carrera taurina, siempre tuve un Ángel de la Guarda que me tendió la mano a lo largo de mi vida, fue don Ignacio García Aceves y cumplió una vez más, me entrega el dinero para el vestido, pero aún faltaba montera, zapatillas, medias y capote de paseo. A media semana me buscó Carlos Rodríguez, el encargado de la taquilla que se ubicaba por la calle de Galeana, quería hablar conmigo don Faustito, al llegar con él me pregunta: ¿Tienes montera? no señor, entonces saca una nuevecita en su caja ¡Me la regaló! también la camisa y las medias, gracias don Fausto que Dios se lo pague, nomás con un par de banderillas que me brindes, con eso me pagas. Después don Tacho me regaló el capote de paseo, prácticamente ellos me vistieron. Una vez se realizó una novillada en Tepic, a la cuál fui invitado por el señor don Juan Robles Martínez, que escribía en el periódico “El Occidental”, además apoderaba a Mauro Liceaga y Pedro Jiménez “Pedrín” me vestí para ese festejo en la plaza, también toreaba “El Chinanas” íbamos para que nos firmaran un programa los banderilleros y picadores, que confirmaba que habíamos toreado. Posterior a este festejo me trasladé a la ciudad de Tijuana, ya que se inauguraba la Plaza de Toros “Las Playas” tuve conocimiento de esto por don Nacho, aparte me dio una carta para el mayor Salvador López Hurtado a ver si me podía ayudar con algún trabajo, cuando llegué al hotel supe que hasta el siguiente domingo era el festejo inaugural, pero ese día había en la otra Plaza “El Toreo”, me trasladé y


encontré a muchos compañeros el flaco Valencia, “La Mojarra” Ávila, Paco Herros de ciudad Juárez. El cartel estaba formado por Eliseo Gómez “El Charro” de Guadalajara, alternaba con una figura de Venezuela César Faraco. Al llegar presento al delegado mi carta de aspirante, no le interesó argumentaba que no era pachanga que se trataba de una corrida de toros. Ricardo Aguilar y Pedro Ortega “Pedrote” subalternos que actuaban esa tarde, cuestionaron al delegado la razón de no dejarme torear, por fin aceptó que lo hiciera colocamos las banderillas sin dar ningún capotazo, me tocó poner un par en todos los toros. Al final Ricardo me regalo cien pesos y firmó el programa escribiendo “Este cabrón, si vale la pena”. Cuando al fin hablé con el mayor López Hurtado tuve conocimiento que todo el personal estaba completo en la plaza, entones me encargué de preparar a un grupo de personas que desempeñaran las funciones de torileros y monosabios. Al estar en Tijuana aproveché para arreglar mi pasaporte con una carta que el mayor me hizo favor de hacerme. Terminada la temporada regresé de nuevo a Guadalajara. Al llegar no se encontraba el señor García Aceves, había salido a México para registrar los contratos de toreros y ganaderos, aprovechando su estancia en esa ciudad fue hablar con el delegado de la Unión, para conocer cuando me daban mi carnet, comentando el delegado que no había dinero suficiente para indemnizar a otros subalternos, don Nacho pregunta ¿Cuánto falta? sin pensarlo le extendió un cheque por la cantidad de cinco mil pesos, que era el parné necesario para poder examinarme, al darme la noticia el empresario me puse feliz, pero yo necesitaba trabajo porque mi esposa e hijos no comían con aplausos. Hablé con don Nacho y me consiguió un trabajo en un taller mecánico, donde cambiaban los motores de gasolina a diésel, al terminar un camión yo me encargaba de llevarlo a Tepa, Tequila o Chapala para probar que no fallara, como él quería que me pagaran trescientos pesos que equivalía al sueldo de un banderillero y únicamente podían pagarme noventa pesos como chofer. Duré muy poco, de nuevo me ofreció trabajo manejando el camión de la empresa que transportaba los toros.

Durante la temporada de 1960, siendo todavía aspirante forme parte de la cuadrilla de Joel Téllez “El Silverio”, en varios festejos de esas largas temporadas de novilladas en “El Progreso” algunas fechas que recuerdo son: 10 de abril de 1960-- festejo de selección con novillos de Cerro Viejo, en el cartel Jesús de Anda, “El Silverio” y Mauro Liceaga. 1º de mayo de 1960 – novillos de Cerro Viejo para Pedro Jiménez “Pedrín”, “El Silverio” y Mauro Liceaga. 8 de mayo de 1960 – novillada de Curiel para el mano a mano de “El Silverio” y Mauro Liceaga. 22 de mayo de 1960 – novillos de Cerro Viejo para el festejo del estoque de plata, en el cartel Jesús de Anda, ”Pedrín”, “El Silverio” y Mauro Liceaga que cortó orejas y rabo llevándose el trofeo en disputa. 5 de junio de 1960 – novillada de Peñuelas para Fernando de la Peña, “El Silverio” y Mauro Liceaga. 23 de octubre de 1960 – novillos de Garfias para José Montaño “Ojitos”, Joel Téllez “El Silverio” y Mauro Liceaga. 30 de octubre de 1960 – novillos de Peñuelas para Fernando de la Peña, Jesús de Anda y “El Silverio”. 19 de febrero de 1961 –novillos de Armilla Hermanos para “Pedrín”, “El Silverio” y Mauro Liceaga, todos dieron la vuelta al ruedo por estar mal con la espada. Debo decir que “El Silverio” con un detalle que hiciera se hablaba de él toda la semana, repitiendo en la siguiente novillada y Mauro tenía que cortar las orejas para que lo repitieran. Precisamente cuando complete veintiséis programas y después de un año pasado que me hice aspirante, la Unión autoriza. Presentar mi examen profesional El día 26 de marzo de 1961 en la Plaza de Toros “El Progreso”, en una novillada de selección con un cartel formado por los novilleros, el de Tacuba Rubén Velázquez “Talín”, el tapatío David Sánchez “El Campa” y el mexiquense Martín Bolaños, con ganado de la dehesa de Presillas, propiedad de don Luis Manuel Ruiz Barrios, que fundó esta casa ganadera el año de 1952. El triunfador de esa tarde fue Bolaños al tumbarle


las orejas y el rabo al novillo de nombre “Faisán”.

tendió, dándome la oportunidad de formar parte de la cuadrilla con algún torero.

Recuerdo que la primera corrida que actué cobrando me la dio Alberto González “Rolleri”, en Tepatitlán iba en la cuadrilla de Joselito de Colombia.

Ya conocía a Luis Caballero que era compadre de Gastón Santos, aparte de llevar amistad con su apoderado el señor Antonio Rangel, por ese tiempo el subalterno Jorge Reyna “El Piti” se fue a la cuadrilla del rejoneador Felipe Zambrano, tanto el señor Rangel como Luis Caballero me dijeron que si me interesaba entrar en la cuadrilla de su torero, inmediatamente dije que sí.

En esta fiesta hay gente con mala leche y envidiosa, un picador que estaba casado con una de mis tías de nombre Felipe Martínez, era quién se encargaba de llevar las cuadrillas a Nogales, yo siempre le pedía que me llevara pero decía: don Pedro ya tiene su gente. Una vez vino este empresario a Guadalajara porque iba hacer un trato con don Nacho, ya que le vendían los toros reservas, me vio banderillear y comento con Felipe: sería bueno llevar a “Garnica” a lo que mañosamente argumentaba que yo no quería rebajarme a torear en plazas de cuarta o de quinta, por esa razón le caía mal a don Pedro. Pero un primero de mayo en el coso del Hospicio no hubo festejo, porque la plaza estaba ocupada por el espectáculo de Antonio Aguilar, entonces se da la oportunidad de ir a torear a Nogales, el señor González quedó satisfecho con mi trabajo invitándome para estar el próximo domingo, cosa que no podía ser, porque yo estaba de planta en la Plaza de Toros de “El Progreso”. Una ocasión vino don Tito Osuna apoderado del torero Luis Briones, el motivo de su visita era recomendar a Joel Téllez “El Silverio” y a Fernando Peña, observó la forma en que puse las banderillas y mi desempeño durante el festejo, que le encargó al señor Cesar Garza que hablara con don Nacho para que me permitiera ir a Monterrey, al empresario le pareció bien, lo que me detenía es que manejaba el camión que transportaba los toros, entonces fue hasta la siguiente temporada cuando me trasladé a la Sultana del Norte, coincidió que la cervecería patrocinadora de la fiesta cumplía veinticinco años y tuve la suerte de obtener el trofeo al mejor banderillero, reconocimiento que le regalo a mi papá. __Después de varias reuniones con este torero me llama la atención la lucidez de su mente para recordar tantas cosas, vaya aprendizaje que se obtiene de cada charla.____ Yo ya necesitaba un descanso, me estresaba mucho el manejar el camión de los toros, aparte quería torear más seguido, fui hablar con don Nacho le expuse lo que me hacía falta y lo en-

La primera corrida donde acompañe al “Centauro Potosino” fue un 12 de diciembre en la Barca, posterior a esta vinieron Saltillo, Monterrey, Guatemala, Colombia y Venezuela, durando con ellos ocho años. Por esas fechas llegó un novillero portugués de nombre Oscar Rosmano, en esta plaza toma la alternativa cuando no salía en la cuadrilla con Gastón toreaba con él. Una vez en la Plaza de Toros “La Petatera”, ubicada en el municipio de Villa de Álvarez en el estado de Colima, que se ha convertido en un monumento artístico de la nación, formando parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de México. Esa vez hice el paseíllo en la cuadrilla del maestro potosino Fermín Rivera, gustándole mi quehacer taurino que cuando toreaba su hijo “Curro” que era novillero en ese tiempo, me colocaba bajo sus órdenes. El 27 de febrero de 1972 en la Plaza de Toros México, ya siendo matador “Curro” alternó con ese figurón del toreo el regiomontano Manolo Martínez y el gaditano José Luis Galloso, con toros de la dehesa de Torrecilla, propiedad de don José Antonio Llaguno, que se ubica en el rancho “El Sauz” en la ciudad de Zacatecas, luciendo en su divisa los colores verde y blanco, fundada en el año de 1932. Sale por chiqueros el toro de nombre “Payaso” al que banderilleamos Lupe Rivera hermano del maestro Fermín y yo, que a la postre logró indultarlo pasando a la historia como el primer indulto del matador Francisco “Curro” Rivera, en el embudo de Insurgentes. El segundo indulto en su trayectoria fue también en el coso de la colonia Nochebuena, el 9 de julio de 1978, con el toro de nombre “Saltillero” de la ganadería de Campo Alegre, que se ubica en el rancho “Ex Hacienda La Labor” en Zinapécuaro Michoacán, siendo su propietaria doña Hilda María Ochoa Jiménez de Díaz, que lleva


los colores carmín, celeste y canario en su divisa. Que a la postre fue el triunfador de la tarde siendo galardonado con el trofeo en disputa “El Estoque de Oro”. Los novilleros que estaban en el tiempo que me inicie eran Juan Silveti, Jorge Medina, Paquito Ortiz, Manuel Capetillo, Mauro Liceaga, Rafael Rodríguez y varios más. Subalternos de esa época Pascual Navarro, “Rolleri”, José Naranjo, Francisco Madrigal “El Chinanas”, “Cuchares”, Isidro Hernández, Roberto Hernández, Pedro “Rubito”, José Hernández Ríos “El Chato de Tampico” entre otros. Los novilleros que pasaron a las filas de los subalternos Sixto Vázquez que se convertiría en un excelente picador de toros, Jorge Reyna “El Piti”, Felipe González “El Talismán Poblano”, Ricardo Balderas, Rafael Osorno, todos ellos extraordinarios hombres de plata. Gracias a Dios fui en la cuadrilla de grandes toreros A lo largo de mi trayectoria tuve la suerte de acompañar en su cuadrilla a grandes novilleros que más tarde se harían figuras del toreo. Manolo Martínez, Eloy Cavazos, “Curro” Rivera, Mauro Liceaga, Manuel Capetillo e hijos, Gastón Santos, Joao Maura y todos esos toreros que pasaron por los ruedos de las Plazas de Toros “El Toreo” y “Las Playas” de Tijuana, la Monumental de Monterrey, Plaza México y de Guadalajara “El Progreso y “Nuevo Progreso” desde 1959 que inicie mi carrera de aspirante a 1987, cuando guardo en mi espuerta los capotes, palitroques y mi terno bordado en plata. En el año de 1967 tuve la suerte de ser delegado de la Unión, el año que don Leodegario Hernández inauguró la Monumental de Jalisco duré un año, eran muchos problemas se debe apoyar a los compañeros con razón o sin razón, aparte andaba en la cuadrilla de Gastón Santos salía a diferentes partes a torear, pero sin duda una experiencia más de vida. De mis vestidos de torear No tenía colores preferidos el que saliera, el primero que tuve me lo regaló don Nacho, era un negro en pasamanería blanca con ese duré un tiempo y cosas del destino fue el que me calcé el día de mi despedida, siempre compraba vestidos a los compañeros, de los que recuerdo un rosa en pasamanería blanca, tenía un amarillo y un azul en azabache, a lo largo de mi trayecto-

ria tuve más o menos cinco o seis vestidos, me duraban porque los cuidaba y les daba mantenimiento. __Cómo se ilumina su rostro cuando el torero habla de sus compañeros y más de los que han hecho el paseíllo al ruedo de la eternidad____ Yo llevaba muy buena amistad con el subalterno Francisco Madrigal “El Chinanas”, compañero de muchas tardes y muchos viajes, él aparte de ser torero su oficio era de zapatero, contaba con las máquinas y se daba a la tarea de hacer zapatillas de torear, elaboraba unas con una suela que le llamaba mil rayas, no como se acostumbraban de baqueta, esas no permitían resbalarse. Una vez me regaló un par y dijo: haber póntelas, yo las vi arrugadas pero cuando me las puse eran una comodidad, fuimos a un festejo cayó una tremenda lluvia y todos se resbalaban menos yo, enseguida supe que era un sensacional calzado para los toreros. Por cosas del destino y del mal fario que hay en los toros. El 27 de agosto de 1978 en la Plaza de Toros Monumental de la ciudad de Tijuana, una corrida donde toreaban John Fulton, Carlos Serrano “El Voluntario” y Marcos Ortega con ganado de Riaño, el toro de nombre “Quetzal” le pegó una cornada al subalterno “El Chinanas” muriendo días más tarde a consecuencias de la misma. A su muerte sus deudos me obsequiaron la maquinaría que tenía, entonces empecé a fabricar zapatillas como tributo al amigo que se había marchado. Fueron un éxito, la misma Unión adquiría muchos pares y los subalternos las pagaban poco a poco, todas las figuras me compraban, después empezó mucho la competencia y opté por dejar de hacerlas. Pero gracias a mi “pareja” así me decía “El Chinanas” me desenvolví en este oficio. Algo que no les gusta a los toreros hablar, es sobre las supersticiones Vaya que en este medio se estila mucho eso, durante mi larga trayectoria en los ruedos nunca tuve ninguna, eso no va conmigo. Cuando habló sobre este tema sus ojos se llenaron de lágrimas, recordemos que de manera muy reciente falleció su compañera de vida Conocí a mi señora Juanita González Lomelí Q.E.P.D. en octubre de 1952 y nos casamos en


diciembre de ese mismo año, ella era mi apoyo y me acompañaba a diferentes partes cuando había que cambiar de residencia por el toro, precisamente en diciembre del 2018 cumplimos 66 años de matrimonio. Dios nos dio la dicha de ser padres tuvimos ocho hijos, tres fallecieron y los que viven son: Josefina que radica en la ciudad de Tijuana, Cuca vive en Atotonilquillo Jalisco, Roberto es quién me acompaña a las corridas de toros, Juan y Laura, todos ellos han sido mi fortaleza en esta profesión y en la vida. Viene después de mucho tiempo un punto y aparte en mi andadura taurina Todo lo que empieza algún día debe terminar, con una edad de 57 años y 26 de subalterno, tomé la decisión de decir adiós a los ruedos y no volver a vestir el traje de luces, de esta forma el domingo 1º de noviembre de 1987, siendo empresario el ingeniero Álvaro Preciado Coronado, en el coso de la colonia Independencia “El Nuevo Progreso” con un cartelazo de postín, donde alternaban ese figurón regiomontano Manolo Martínez, el torero capitalino Francisco “Curro” Rivera y el salmantino Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea” que lidiaban toros de la dehesa de Baruqui, esta ganadería fue fundada por los hermanos Francisco y José Luis Baruqui Michel en el año de 1983, astados que llevan en su divisa los colores verde, rojo y negro, el último par de banderillas en mi vida de torero, regiamente vestido de negro con pasamanería en blanco, se lo coloqué al toro de nombre “Don Chucho” despidiéndose de la afición tapatía. Actualmente con 90 años de edad todavía me traslado a la plaza de toros “Nuevo Progreso”, a gozar de la más bella de las fiestas que me dio tantos y tan agradables momentos, al mismo tiempo hacer remembranzas de mi paso por la fiesta brava. ___De verdad, siempre es bueno verlo en la primera fila del segundo tendido de sol muy cerca de la puerta de acceso, acompañado de su andadera como si fuera un burladero portátil, ataviado de su singular boina torera.___ __Hace una retrospectiva para mirar en la pared de su sala, unos reconocimientos de los que fue objeto durante su vida de torero__ En el año de 1963 en la Sultana del Norte cumpliendo 25 años la Cervecería Cuauhtémoc, tuve la suerte de ganar el trofeo al mejor banderillero.

El 1º de noviembre de 1987, recibo una placa con el cartel de mi despedida de banderillero. El 5 de abril del 2014, la Peña Taurina “Mal de Montera”, me entregó un reconocimiento a la trayectoria dentro de la fiesta brava y ser el mejor subalterno, decía la placa: “Banderillero de Época”. El 17 de noviembre del 2018, la Peña Taurina Guadalajara dentro del marco de la Convención de Peñas “La Fiesta de la Fiesta”, me entregó un reconocimiento por ser el decano de los subalternos en Jalisco, debido a mi larga y dilatada trayectoria dentro de los ruedos de las Plazas de Toros de México, lo recibí de manos de su presidente el señor Felipe de Jesús Álvarez Palazuelos, también a otros subalternos que han dado realce a la tauromaquia jalisciense. Una verdadera delicia escuchar las vivencias de su tiempo y son incontables los recuerdos que tiene Ya faltaba poco para cumplir los 12 años y recuerdo que el 18 de octubre de 1942, se anunció en la Plaza de Toros “El Progreso” una novillada, en el cartel Conchita Cintrón, Luis Molinar y Rutilio Morales con novillos de la Punta, propiedad del señor Francisco Madrazo Solórzano, dehesa que pasta en el rancho “La Punta”, ubicado en Lagos de Moreno Jalisco, con divisa rojo, oro y gris, siendo fundada el año de 1918. Tristemente paso a la historia porque en esa tarde el primer novillo del festejo, de nombre “Platero” le infirió una cornada en el pecho al caballo blanco de Conchita, de nombre “Paladino” que murió y a la postre con la anuencia de don Nacho, el jamelgo fue sepultado en el patio que se encontraba debajo de los tendidos de sombra. ¡Que cuadro más torero! Recuerdo que en una novillada donde actuaba el torero hidalguense Jaime Rangel, me corresponde en suerte poner un par de banderillas y cuaje uno soberbio, el cual me hizo acreedor a que me pintaran un cuadro al óleo de ese momento, cuadro que le regalé a mi papá, tiempo después el dibujante Juan Medina, que realizaba un apunte a lo mejor de la tarde y era publicado al día siguiente en el diario “El Informador” me regaló un cuadro con el dibujo. A estrenar ropa de calle, cada ocho días Había un español que tenía una tienda de ropa en las calles de Pedro Moreno y Galeana, él obsequiaba un premio al mejor picador y ban-


derillero de cada tarde. Yo ahí me vestía cada actuación me regalaba ropa, ya con el premio nos tomaban una fotografía para certificar que se entregaba lo prometido, aparte de ser publicidad para la tienda. Mi brindis, al torero más grande de México y España El 6 de marzo de 1960, una corrida con un cartel redondo donde alternaban el poeta del toreo Alfonso Ramírez “El Calesero”, el portugués Manolo Dos Santos y el yucateco Antonio del Olivar con un encierro de Torrecilla, siendo el verde y blanco los colores de su divisa. “El Calesero” salió herido por su primero, yo acompañaba a Manolo en su primer enemigo salí a poner un par de banderillas, en barrera vi que se encontraba el maestro de Saltillo Fermín Espinoza “Armillita”, acercándome le brindé el par y cuajé uno soberbio donde me pegaron una gran ovación, en esa corrida Manolo Dos Santos fue el triunfador dando una vuelta al ruedo. Aquí, se vale todo Todavía siendo aspirante mandaron al coso del Hospicio una novillada del Licenciado Ibargüengoitia, toreaba Mauro Liceaga como único espada. Como era un torero completo, yo no iba a poner banderillas entonces no pensaba vestirme, pero como me amenazó el delegado con quitarme la carta de aspirante, hice el paseíllo y así pasaron cuatro novillos, al salir el quinto con jiribilla, el novillero tuvo problemas para colocar el primer par, con el segundo peor, tomando el siguiente me lo lleva, le digo: __matador eso no se vale __ a lo que parco contestó: __ aquí se vale todo __ sin duda para hacerme quedar mal, tragué paquete fui al novillo le llegué a su terreno, al sentirme embistió cuando lo tenía a metro y medio más o menos, cuadré en la cara colocando el par en medio de los dos pitones apoyándome con los palos para salir, se vino una gran ovación, cuando llegué al callejón me pega una cachetada David Liceaga, tío del novillero gritando___ ¡Eso no se hace!__!Eres un malaje!__ Son las cosas que pasa uno como subalterno, ante el posible lucimiento. Que torero era “Morenito” Un 10 de diciembre de 1961, una novillada cuyo cartel estaba formado por el capitalino Eduardo Moreno “Morenito”, el guanajuatense José Diosdado y el capitalino Mauro Liceaga con un encierro de Cerro Viejo, propiedad de don Alfon-

so Franco, que se ubica en el rancho “Los Burrales” de Villa Obregón Jalisco, siendo el rojo y rosa los colores de su divisa, fundada en el año de 1928. “Morenito” toreó un negro bragado de nombre “Calamar” al que le hizo una enorme faena, el novillo mereció la vuelta al ruedo y el novillero da dos vueltas al anillo entre sonoras ovaciones, al que acompañamos “El Chato de Acámbaro” y yo. El quite providencial El 25 de diciembre de 1963, en una novillada por el “Estoque de Plata” y $5,000 pesos, con un cartel compuesto por el de Tequila Jalisco Antonio Duarte “El Nayarit”, el acapulqueño Antonio Sánchez, los capitalinos Jesús Solórzano y Víctor Pastor, con novillos de Santo Domingo dehesa propiedad de don Javier Labastida, ganadería que pasta en el rancho “Ex hacienda de Santo Domingo”, ubicada en Santa María del Río San Luis Potosí, que lleva en su divisa los colores negro, rojo y gualda, fundada en 1926. “El Nayarit” en su primero de nombre “Peluquero” lo torea muy bien y da la vuelta al ruedo, resultando el triunfador con el estoque y el parné. En esa novillada le hice un quite milagroso al “Nayarit” el astado le echó mano entre la puerta de cuadrillas y toriles, quedando desprotegido porque la muleta había caído a un lado yo estaba en un extremo del burladero, como no llegaba al toro, lo que hice fue aventar mi capote por fortuna el toro se tocó, entonces alcancé a tomarlo del rabo y lo quité, pegándome una gran ovación. Novillada y lleno hasta la bandera En la inauguración de la temporada de 1964, el 11 de octubre se presentó un cartel formado por los novilleros Raúl Contreras “Finito”, Manolo Rangel y Ricardo García con un encierro de Cerro Viejo, registrando un lleno como se dice en el argot taurino hasta la bandera, iba en la cuadrilla de “Finito” le acompañe en dos vueltas al ruedo ya que desorejó a cada uno de sus novillos. Final de temporada y otro “Estoque de Plata” Otra actuación que tuve fue la del “Estoque de Plata” del 25 de diciembre de 1965, un cartel formado por los novilleros Jesús Solórzano, Víctor Pastor, “Calesero” hijo y Gonzalo Iturbe, en la cual el “Calesero” toreó a “Marinero” dando una vuelta al ruedo, haciéndose acreedor al premio. Primero te saco al tercio, luego te ofendo


Un día toreaba en la ciudad de los Mochis, a las órdenes del torero jalisciense Manuel Capetillo, puse un par muy fuerte y el matador me sacó al tercio a recibir la ovación, pero la verdad es que me estaba mentando la madre y gritaba __ “así como pones los palos, deberías agarrar la muleta” __ era el celo que tenían los matadores cuando no les salían bien las cosas. Tiempo después llegamos a ser muy amigos, al grado de decirle a Antonio Casillas uno de sus subalternos, que cuando toreara mano a mano me llevara como tercer banderillero, posteriormente me colocó en la cuadrilla de sus hijos Guillermo y Manuel. Un auténtico toro bravo El recuerdo grande de un auténtico toro bravo fue el 26 de octubre de 1974, en la 4ª corrida de la Feria de Octubre, se lidiaban toros de las Huertas de don Luis Javier Barroso, dehesa que pasta en el rancho la “Herradura”, ubicado en Nopala de Villagrán Hidalgo, con los colores oro, negro y amarillo en su divisa, fundada en el año de 1953. El cartel estaba formado por el diestro de la Viga Mariano Ramos, el tijuanense Rafael Gil “Rafaelillo” y el capitalino Manolo Arruza, yo formaba parte de la cuadrilla del “Torero Charro”. Corresponde en suerte al torero gitano “Rafaelillo” un toro marcado con el número 20 y un peso de 490 kg, de nombre “Don Sebas” empuja con fuerza al caballo tres veces, el torero estando valiente y voluntarioso con la capa y la muleta, no sin llevarse una paliza de órdago, no hay duda un toro con edad, raza y bravura. Una oreja para los hombres de plata Una remembranza muy grande que tengo de mi paso por los toros es la del 13 de abril de 1975, un festejo donde alternaban los novilleros Martín Obregón, con los jaliscienses Jorge García “Maravilla” y Silvano González “Gallito” con un encierro de don Rafael Obregón Urtaza, que fundó esta casa ganadera en 1958, dehesa que pasta en el rancho San Cristóbal, ubicado en San Francisco del Rincón Guanajuato, que llevan en su divisa los colores azul marino, rosa y blanco. En el ruedo había un duelo de banderilleros entre Felipe Frausto y yo, cada par era superado, tuvimos un gran tercio de garapullos, sonoras ovaciones recibimos el astado se llamaba “Leoncito” y al final de la faena muerto el novillo, la decisión del juez en ese tiempo quién ocupa-

ba el biombo de la autoridad era el señor Jesús Lemus causó controversia, al otorgar una oreja a ese par de banderilleros que habían actuado. Dieron la vuelta al ruedo con el apéndice obtenido esa tarde, cosas que nunca se olvidan. El gobernador don Alberto Orozco Romero que se encontraba en su palco salió a saludarnos. Como olvidar, el cate del novillo castaño de pinta, llamado “Jarrito” El 19 de octubre de 1977, bajo las órdenes de Guillermo y Manuel Capetillo, en aquellas añoradas Ferias de Octubre en la Plaza de Toros “El Progreso” novillada nocturna, el cartel lo formaban Jorge Gutiérrez, los Capetillo Guillermo y Manuel junto con Alfonso Hernández “El Algabeño” lidiando astados de San Marcos, propiedad de don Marcos García Vivanco, ganadería ubicada en el rancho “El Cuadrado” de Valle de Guadalupe Jalisco, que luce el azul rey, blanco y amarillo en su divisa, fundada el año de 1944. La anécdota es que el novillero “El Algabeño” se fue de hinojos a recibir el toro a porta gayola, al salir el novillo de nombre “Jarrito” no obedeció al capote del torero, infiriéndole una cornada en la boca. Hacía el paseíllo con mi lonche Cuando toreaba en el vetusto coso del Hospicio “El Progreso”, llegaba con el señor que tenía los lonches de “La Playita” los vendían entre el patio de cuadrillas y el destazadero, él era mi amigo y me regalaba uno, pero como ya iba vestido de luces lo tomaba y cuando me liaba lo metía dentro del capote de paseo partiendo plaza con el lonche, ya en el callejón entre toro y toro me lo jamaba. Esos recuerdos imborrables de los pasajes y anécdotas que tiene esta fiesta. Vestido de luces y en camión urbano Una vez en mi casa, ya estando vestido de luces para trasladarme a torear al coso de “El Progreso”, en ese tiempo no había camerinos, mi hijo se fue a Talpita por un taxi como no llegaba y era tarde me salí de la casa caminé hasta la calle de Industria, en ese momento venía un camión urbano le pedí la parada, por supuesto no traía dinero para el pasaje, el chofer al darse cuenta que iba a torear le dio más rápido bajándome en la calle de Cabañas, llegué corriendo pero el festejo ya había iniciado, me querían multar y al explicar lo ocurrido desistieron de la sanción. Vaya peripecias se pasan. Durante los sábados de febrero del 2019, en el


marco del 477 aniversario de la Fundación de nuestra ciudad, la Peña Taurina Guadalajara organizó algunos coloquios taurinos, los cuáles compartimos con el maestro “Garnica”, pasábamos por él a su casa, para acudir a la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, junto con mi escudero y peón de confianza Ramón Zenteno Lizama, el artista que borda faenas de tronío a las cabezas de toro disecándolas, pegándose cada arrimón para dejarlas como si fueran a embestir, haciendo un trabajo singular de taxidermia. __ Es tiempo todavía que hasta la fecha, es un placer trasladarme a casa del maestro “Garnica”, para tener grandes charlas de la fiesta de ayer y ahora __

CAPITULO 12 Empezaron de niños toreros en una cuadrilla hasta convertirse en banderilleros

Aprovechando el viaje a la ciudad de Aguascalientes, me trasladé a la Academia Taurina en la misma Plaza de Toros Monumental de esa localidad, ubicada en las confluencias de las calles Dr. Pedro de Alba y la calle que lleva el nombre de ese figurón hidrocálido Rafael Rodríguez “El Volcán de Aguascalientes” situada en el barrio de San Marcos. Con el fin de buscar a los maestros que transmiten todos esos conocimientos adquiridos en la brega de tantos años en un ruedo a los chavales que ahí se encuentran, cuando llegué en un lugar de la explanada el matador César Pastor, con un grupo de niños lanceando con la capa, en el ruedo el matador Víctor Mora con otros alumnos y fuera de las oficinas, encuentro a dos hermanos que gentilmente me atendieron poniendo a sus discípulos a hacer sombra. Unos hermanos que se iniciaron siendo unos niños en una cuadrilla de torerillos, destacando en la fiesta porque realizaban todas las labores que en sus sueños tenían. Fueron novilleros, picadores y banderilleros, después de una andadura taurina prolongada, deciden pasar a ocupar un lugar en las filas de los hombres de plata., no sin antes sufrir el veto de vestirse de luces para actuar en un ruedo pasando a formar parte de una caravana charro artístico taurina, que los llevó a diferentes lugares de la República Mexicana, en la cual compartieron con grandes figuras del medio artístico, posterior a esto uno de ellos debido a una lesión que le propinó un toro es obligado su retiro, pero tuvo la suerte de que lo llamaran a formar parte de la Academia Taurina desde hace 33 años, con

la enorme satisfacción de que muchos de sus alumnos han llegado a ser figuras del toreo, es un torero que en múltiples ocasiones ha recibido la montera como prenda del brindis en agradecimiento por todos los conocimientos recibidos. Encuentro a este par de toreros uno vestido con ropa deportiva listo para impartir sus clases, con su cabello cárdeno producto de las duras batallas de la vida y los ruedos. El hermano mayor regiamente vestido de calle, auxiliado con un bastón para caminar con su pantalón de vestir y su camisa tocado con una boina torera, a este par de hermanos se les ilumina el rostro de contar sus andanzas taurinas y muy agradecidos por ir a buscarlos para conversar, son los subalternos: VICENTE ESPARZA MARTÍNEZ “SAN MARQUEÑO” BANDERILLERO El fundador de esta dinastía fue nuestro padre, a él le tocó ser principiante, nosotros veíamos las fotos antiguas que se encontraban en la casa, donde estaba vestido de torero y toreando, él nos llevaba cada que había una corrida, no sé cómo le hacía pero nos metía sin pagar y es ahí donde nos nace la afición a mi hermano y a mí. Nací en la ciudad de Aguascalientes el 8 de septiembre de 1943, hijo de la señora María de Jesús Martínez Padilla y de Vicente Esparza Calderón, como andábamos de niños toreros nos llevaban diferentes empresas, a veces me ponían “Balderitas” porque supuestamente me parecía a Balderas, unos el “Gitano”, otros “El Chatito” y el que al final se me quedó fue “San Marqueño”, con este apodo debuté en el embudo de Insurgentes la Monumental México, este salió porque soy del barrio de San Marcos. Mi primer festejo que actué como niño torero fue el 6 de diciembre de 1956, en la antigua Plaza de Toros San Pedro de la ciudad de Zacatecas, en el cartel me acompañaban Víctor Mora y José María Fuentes “El Manolete de Cartón”. La cuadrilla de niños toreros fue una cosa muy bonita, porque tuvo mucho auge ya que toreamos en toda la República Mexicana, incluso íbamos a hacer unas películas con Pepito y Titina Romay, que eran niños actores, por políticas ya no se realizó, lo bueno es que de esa cuadrilla se hicieron el 90% profesionales como todos los hermanos Prado, Juanito Saucedo como fotógrafo, Alfredo de la Rosa como cronista taurino y otros tantos más. Mi debut de novillero en el coso de la colonia Nochebuena la Plaza de To-


ros Monumental México el 6 de junio de 1965, en el cartel Víctor Pastor y el hidalguense Manolo Rangel con novillos de la dehesa de Pastejé, propiedad de don Alejo Peralta, con divisa amarillo y negro cuya fundación data del año de 1929. El novillo de mi presentación se llamó “Andaluz”. Todavía alcancé a torear unas novilladas, fui a Tampico, en Chihuahua alterné con un torero muy bueno de nombre Bob Rayan, José Luis Medina “El Queco”, Leonardo Manzanos, era un festejo de concurso con una novillada de Peñuelas, propiedad de don Miguel Dosamantes Rul, con divisa azul y oro, esta casa ganadera fue fundada el año de 1959. Yo fui el primer espada porque ya me había presentado en la Plaza México, le pude cortar un apéndice al primero de la tarde, al último toreo Manzanos y fue quién se ganó el parné que estaba en disputa, eran $ 5,000 duros de ese tiempo, lo que había hecho ya se había olvidado y las críticas decían que yo tenía la oreja, aparte que él era de ese lugar lo apoyaron y ni modo, como luego pasan estas cosas en la fiesta, de ahí fuimos castigados por la Unión Mexicana de Picadores y banderilleros. Viene la inclusión al deporte nacional La Charrería

Al estar castigados por nuestro gremio nos dedicamos a la charrería, integrándonos a una caravana acompañando a don Antonio Aguilar, Fernando Casanova, Lucha Villa, Irma Serrano, “El Llanero Audáz”, en fin que agarré mucha práctica jineteando, incluso tenía un primo hermano muy famoso como charro y jinete Jesús Martínez “El Kaiser”, en las vacaciones me iba a su rancho, diario por la mañana después de la ordeña llegábamos metíamos un novillo y diario estaba montando, íbamos a los pueblos de El Limón, El Grullo, Autlán de la Grana, Pabellón, Los Caños y demás lugares, me dedicaba a montar los toros reparadores premiados, con la suerte de que me les quedaba pero tuve una muy mala suerte, había un toro que tenía una recompensa de $ 5000 duros, que llevaba en su haber el quitarse de los lomos más o menos como 40 jinetes, en los programas aparecía una infinidad de caballeros que había tirado, el dueño del toro era el empresario Sergio Corona Blake y también presidente municipal, el toro recibía el nombre de “El Diablo” como me encontraba en la ciudad de México, me avisó el presidente de la Asociación de Charros “La San Marqueña” el señor Fernando Ojeda, mediante un telegrama “Tenemos charreada tal día en el Grullo Jalisco, nos vemos en el restaurante “Guadalajara”


nos veíamos en la Central Vieja de Autobuses de esa ciudad, llegué como a las 11:30 ya se encontraban los charros, ahí se acostumbraba cenar menudo blanco, pedí mi plato y me dicen: con la novedad que vas a montar al “Diablo” ¡Cómo! hasta las ganas de cenar se me quitaron, porque entre más fama se tenga como jinete es mayor la presión, aparte el aguantarle a un toro reparador y mañoso es sumamente difícil, al final me animé y dije bueno ya estoy aquí, por la mañana como llegamos temprano, acudí a misa de 7:00 hasta me confesé, el licenciado Corona Blake vestía un traje de gala, montado en un caballo blanco que le regaló “El Centauro Potosino” Gastón Santos, un jamelgo educado a la alta escuela, saqué al licenciado a los medios y le dije: sabe que, me le voy a quedar a su toro y me contesta: si así es, para ti son $10,000 pesos, me da su sombrero de fieltro y me pide el de palma mío, se lo pone y me encaminé al cajón pero antes le dije: sabe, nomás deje meter dos capotes, por mí mete 40, el problema es que ese mentado “Diablo” caballo que entraba les cerraba el paso y los mataba, iban acompañándome “La Changuita” mi hermano y mi compadre que le decíamos “El Panadero” le dije a “La Changuita” ponte en los medios y coloqué en la querencia a mi compa, total que salí bien apretalado. La plaza estaba totalmente llena y el festejo era amenizado por la Banda de la Marina de México, porque su director era oriundo del Grullo Jalisco y cada año la llevaba, por fin que abren el cajón y en la primera reparada me fui hasta las verijas, como tenía práctica le metí la espuela y el toro se engarruño donde sintió el golpe en ese momento aproveché para acomodarme, luego vinieron las dianas con la chirimía, la banda, al escuchar todo eso más me animé, el toro era muy bravo y ya había quedado con “La Changuita” que él iba a tirar del toro, o sea aventarle el capote en la cara y en ese momento yo cruzaba la pierna para bajarme cuidando que no me fuera agarrar, todo el público de pie “La Changuita” ese día iba vestido con una camisa charra color ladrillo, esto ya lo habíamos realizado muchas veces al torear toros bravos, incluso a toros de lidia llegué a montar, cuando me bajé del toro era un verdadero manicomio que se vivía en toda la plaza, después fui y agarro la muleta nomás que estaba bien toreado, lo empecé a torear por delante al cebú estaba cansado de la reparada, me doblé con él y le pude, luego hice un desplante aventando la muleta dándole la espalda, casi me rozaban los pitones, eso nos sirvió para ir a 10 charreadas más.

Después de ese periplo por el deporte nacional Comencé a trabajar en la Plaza de Toros México con el señor don Ángel Vázquez que era el empresario, yo me encargaba de comprarle toros para la Plaza de “La Aurora”, llegó un momento en que me venía con dos camiones y ocho toros, en las ganaderías ya tenía apalabrado que tuvieran más de 200 kg, en un día o dos llenaba los camiones con dieciséis astados, a veces bajaban unos con 500 kg, con siete u ocho años y respingaban, les decía aquí traigo la carta de la empresa, por ese tiempo los pagaban a $2,500 pesos cada uno, ya estaba el camión de la Plaza México, lo más pesado era pasarlos de cajón a cajón para llevarlos a Acapulco a las corridas que se daban, salían todos los encierros parchados de diferentes ganaderías. Pedía una oportunidad de torear una novillada Yo le decía a don Ángel Vázquez, póngame a mí con la novillada de la ganadería de Peñuelas y contestaba: mira no te voy hacer torero, te vas hacer banderillero, no me interesa ser banderillero ¡Cómo no! eso fue como a las 5:00 de la tarde, le dijo a Gulliver que era el secretario habla con Cerrillo, en ese tiempo la empresa estaba en la calle de San Juan de Letrán y la Unión se encontraba en Gante muy cerca una de otra, así es que llegó muy rápido, oye Javier quiero hacer banderillero a este muchacho, don Ángel no me pida eso porque traigo una bronca en la Unión, necesitan retirarse seis miembros y no hay dinero para su retiro como voy a meter a uno, mira yo te doy lo de los seis y Cerrillo se queda sorprendido y yo también, en ese tiempo eran $30,000 o $40,000 pesos, él ofreció eso con tal de que me hiciera banderillero, se encontraba muy agradecido por tantos toros que le había comprado, me tenía un sueldo pero veía que yo iba por derecho, me quedaba hasta muy tarde en la empresa, me hacían preguntas, aparte me daban para pagar los toros en efectivo, por supuesto que en ese tiempo no había asaltos, porque yo salía de la empresa con $60,000 o $70,000 pesos en la bolsa, para dejar comprada la siguiente camada, nomás me traía las guías de cada toro. Javier Cerrillo hizo una asamblea extraordinaria para informar que el empresario Ángel Vázquez, con tal de que se haga banderillero este muchacho, da el dinero para el retiro de los socios, todos aceptaron en ese tiempo se juntó Juan An-


guiano, José Luis Riojano, Rafael Fernández, dieron su aprobación y dijeron: a éste lo examinamos el domingo. Posterior a todas esas vivencias viene la realización de mi sueño Presento mi examen el día 11 de septiembre de 1967, en el embudo de Insurgentes la Monumental Plaza de Toros México, en una novillada con el siguiente cartel el hidrocálido Arturo Magaña, Guillermo Téllez y Pepe Bravo con novillos del Romeral, propiedad de don Ricardo Antonio Macías Ordoñez, ganado que pasta en el rancho “El Romeral”, ubicado en Lagunillas Michoacán, con divisa rosa, oro y guinda, la fundación de esta casa ganadera data del año 1936. Un examen con mucho gusto y muy fácil para mí porque había banderilleado mucho desde que era novillero, una ocasión el público pidió que pusiera un cuarto par, por la razón de que lo hacía como se dice asomándose al balcón, que es meterme entre los pitones y salir airoso de cada par, íbamos en el cuarto toro y dijo mi padrino que era “El Ejecuteo”, muchacho ya estas examinado, faltaban dos toros y al termino del festejo me dieron mención honorífica. Me pude colocar con muchos toreros en sus cuadrillas Anduve con todos los toreros mexicanos y algunos extranjeros, tengo la satisfacción de ver toreado 2211 festejos, cada vez que se monta uno en la taleguilla se siente algo, todo lo que se pasa previo a la corrida, se viaja toda la noche, llegar a la plaza, al hotel, al sorteo, salirle al toro, que está lloviendo, están los charcos, entre que se suspende o no, hay que tragar paquete, a veces hay dinero otras ocasiones poco, todo eso me tocó vivir en mi andadura taurina. El mal fario también me tocó

En la Plaza de Toros “Caletilla” de Acapulco Guerrero, un toro de la ganadería de Garfias, propiedad de don Javier Garfias de los Santos, dehesa que pasta en el rancho “Los Cués”, ubicado en Huimilpan Querétaro, con divisa naranja y rojo, cuya fundación data del año 1948. Era un toro corraleado casi por dos años, en la mañana fui arreglarlo porque lo toreaba un rejoneador y el reglamento dice que un toro de rejones se despuntará y se cauterizará. Gastón Santos le pegó unos rejones y me dijo: deja matarlo a pie porque no va el toro, lo tenía en el burladero de aviso, el caballero me pidió que le diera capa y el toro se me estaba metiendo en la axila, alguien grito márcale bien y casi me tumbaba las hombreras, estaba muy joven y fuerte me di la vuelta para brincar con toda la confianza al callejón, pero al pisar el estribo se quebró y tenía el toro muy cerca, no alcancé mi cometido llegó el astado y me ha pegado un cate que me atravesó el muslo, me agarró contra las tablas, con el pitón dentro de mi pierna, en la enfermería me operaron y a media corrida me trasladaron a un hospital en Acapulco, por la madrugada me mandaron en avión a la ciudad de México. Fatal diagnóstico de los médicos En la capital ya me estaba esperando el doctor Campos Licastro, me acompañaba el banderillero Lalo Kingston, les decía rápido que se viene muriendo por toda la sangre que había perdido, el toro había hecho pedazos la pierna, esos son los astados que dice la gente que no hacen nada, me operaron, pusieron transfusiones de sangre, todavía no terminaba la cirugía y ya estaba consiente sin mareos, posteriormente me volvieron a intervenir para colocar un injerto, la pierna estaba muy delgada, lo que más me dolió fue cuando me dijo el médico que posiblemente amputaran la pierna, en ese tiempo tenía una niña de dos años y mi mujer embarazada, una


amargura que sentía porque estaban esperando los doctores, que reaccionara a los tratamientos a fin de no amputar. Esa cornada me mando al hule por seis meses, fue un 17 de diciembre. No se me olvida que me aventé todas las fiestas de Navidad y Año Nuevo en cama, profunda desesperación y tristeza ver que en ese tiempo nació mi hijo, le doy gracias a Dios que me levanté de esa cogida y tantas corridas que toree y aquí ando todavía. El mundo del toro está lleno de supersticiones Como soy torero antiguo no creo en eso, hoy cae la montera con los machos hacia arriba y luego van a voltearla. En los cromos donde pintaban una montera iba con los machos hacia arriba, porque se veían los dibujos de las medallitas que traía uno, cuando tiene 65 años de torero como mi menda, a mí no me dan coba, como va a creer uno en eso. De mi vida privada fuera del ruedo Tengo una hija y un hijo son profesionistas, nunca busqué que fueran toreros, mi hija era la más aficionada incluso conoció al “Juli” y la invitaba a las ganaderías donde tentaba, le pasaba las tres y ella toreaba. Un día un amigo dio un festejo con unas vacas, mi hija estaba conmigo y dijo: papá me dejas darle unos capotazos, salió y la vaca le ha pegado una arropada que le quitó la afición. En estos 30 años de caminar en los ruedos de las plazas Me entregaron una placa metálica y gracias a Dios tengo en casa una pared llena de reconocimientos de todas partes, ya no tengo ni dónde ponerlos y muchos están guardados. Tengo la satisfacción de pertenecer a la Escuela Taurina de Aguascalientes De maestro llevamos 30 años pasados, primero empezó como Escuela Taurina “Licenciado Ramírez Gámez”, luego Escuela y ahora Academia Taurina con apoyo del Gobierno del Estado, porque la pusieron al nivel de la de Madrid. Aquí no se permiten niños que no estén cursando un estudio, cuando vienen españoles o franceses, se les arregla para que continúen en una Universidad, por la razón que buscamos que si no son toreros, sean hombres de bien es parte de la exigencia lo académico. Tenemos la satisfacción de que hemos sacado

el 99% de figuras del toreo. A Luis David se lo llevaron desde muy niño, pero todos han iniciado en esta Escuela Taurina, a Joselito Adame le anduve llevando a diferentes partes y dejarlo hasta que pudiera con un novillo. Una vez fuimos a Lerdo Durango, estaba un novillo que le tocaba a Antonio García “El Chihuahua”, porque estaba anunciado como niño torero y avisó a las 2:00 de la tarde que tenía una fuerte gripe y no podía actuar, entonces el matador Arturo Gilio dijo: deja hablarle a otro ¡Espera matador! yo traigo a Joselito ya me encontraba en el retiro, tuve que saltar a prestarle ayuda, él lo banderilleo, por fin armó la grande nos hicieron una cena y le regalaron dinero. Después de tres décadas de vestirme de torero decido poner una pausa en mi carrera En una novillada en la tierra de la gente buena, Aguascalientes el 14 de diciembre de 1997, el cartel era formado por el hidrocálido César Delgadillo, el capitalino Jerónimo y el regiomontano Oscar López Rivera, con novillos de San Francisco de Asís, propiedad de don Francisco Gutiérrez Pinedo, ganadería que pasta en el rancho “San Francisco de Asís”, ubicado en Arandas Jalisco, con divisa tabaco, oro y rosa, cuya fundación data del año de 1980. ELÍAS ESPARZA MARTÍNEZ “LA CHANGUITA” BANDERILLERO Nací en Aguascalientes el 20 de julio de 1945, la primera vez que toree lo hice como picador, entonces salí con el castoreño y unas personas dijeron: miren ese niño parece una “Changuita” tenía ocho o nueve años y los de la cuadrilla que eran ocho empezaron a burlarse y de ahí se quedó el apodo, hasta la fecha me hablan por mi nombre y no sé a quién se dirigen. La cuadrilla la formó nuestro maestro Jesús Alonso Q.E.P.D. comenzamos a ir a la Plaza de Toros San Marcos, entrenábamos y en los festejos sabía que me llevaban de picador, también banderilleaba después agarraba la muleta, toreamos por casi toda la República Mexicana nuestro mentor se movía mucho, cuando pasamos a la etapa de novilleros mi hermano y yo toreamos en varias plazas, incluyendo la antesala de la Monumental de Insurgentes la México. La Plaza de Toros de “La Aurora”, quienes estaban bien hacían el paseíllo en el coso más grande del mundo taurino, en ese tiempo mi hermano Vicente se presentó ocho días antes, luego toree yo, mi debut como novillero en la Plaza de Toros México, fue


el 13 de junio de 1965, en el cartel el potosino Rodrigo Segovia “El Sepulturero” y Ricardo García con novillos de Santoyo, propiedad de don Salvador Santoyo Morales, ganado que se encuentra en el rancho “Salitrillo de Chinampas”, ubicado en Ojuelos Jalisco, con divisa celeste, rosa y oro, se fundó en el año de 1949. Fuimos a participar en un festejo a una Plaza de Toros de Tampico Tamaulipas, que se encontraba vetada y ahí nos castigaron, seguimos toreando pero sin gente de la Unión. Después de eso me metí a trabajar en una caravana charro artístico taurina, mi hermano y yo compartimos créditos con grandes artistas como la India María entre otros, lo hice porque me daban oportunidad de torear en esos festejos. Pensaba examinarme rápido no durar años Fernando Casanova estaba casado con una rejoneadora de nombre Edith, casi siempre me tocaba matar los toros de ella porque era norteamericana, aventaba el rejón y si no lo mataba yo tomaba los trastos lo lidiaba y le daba muerte con la espada, mi hermano Vicente duró menos porque él se hizo banderillero mucho antes que mi menda, seguí en ese ambiente y me plantearon la posibilidad de hacerme banderillero, como toreaba seguido me encontraba muy puesto con el toro, cuando llegó mi permiso mi hermano me llevó a una corrida en Guadalajara que toreaba Eloy Cavazos, la verdad es que no quería pasar mucho años sin examinarme, lo entendieron y duré unos tres meses de aspirante. Se vino lo que deseaba En la Plaza de Toros Monumental México presenté mi examen, el cual me fue bien con un toro del matador Manolo Mejía, posterior a esto me coloqué en las cuadrillas de los matadores hidrocálidos Ricardo y Luis Fernando Sánchez, muchos extranjeros y las figuras mexicanas los regiomontanos Manolo Martínez y Eloy Cavazos, el capitalino Francisco “Curro” Rivera, el maestro aguascalentense Miguel Espinosa “Armillita” y otros tantos que me brindaron la oportunidad de acompañarlos. Del gusto por mis ropas de torear Tenía un terno canario y plata que me gustaba mucho, cuando fuimos de niños toreros a la Plaza de Toros de Guadalupe Nuevo León, tuve la suerte de conocer a Eloy Cavazos desde ese tiempo llevamos amistad, en mi espuerta iba ese vestido que era de mi maestro, también un terno verde que traía un indio y por medio de mi

mentor se lo regalé a Eloy, todavía lo tiene. De novillero usaba mucho el canario y el verde. De subalterno me gustaba vestir en grana y azabache. En mi carrera de novillero y subalterno tuve muchos aunque me inclinaba más por la pasamanería que el metal, por la razón de ser más cómodos. En mi casa guardo unos con mucho cariño En la ciudad de Torreón un toro me pegó una voltereta lastimándome la columna, precisamente ese vestido que llevaba y que es con el que me retiré lo guardo con respeto y enorme cariño, actualmente tengo tres ternos, se quedó uno nuevecito que no alcancé a estrenar. Vaya brindis del maestro En el penúltimo festejo que toreó el maestro regiomontano Eloy Cavazos, en la Plaza de Toros Monumental de Aguascalientes, porque la última corrida fue en la Plaza de Toros “Lorenzo Garza” de Monterrey. En ese festejo yo me encontraba en un palco y fue el maestro Eloy, me hizo bajar al ruedo y tuvo la deferencia de brindarme el toro, no quise compartir las palabras que me expreso con nadie, mi hijo tiene una carta cerrada, el día que yo haga el paseíllo en el ruedo de la eternidad, entonces la abrirá y se darán cuenta lo que me dijo el matador, esas palabras sentidas las tengo a fuego grabadas en el corazón. Las supersticiones dentro del mundo del toro Casi todos los toreros lo somos, por la razón que la mayoría no estábamos preparados con mucho trabajo terminamos sexto grado de primaria, por eso en la escuela les exigimos a los chavales que estén estudiando, incluso tenemos alumnos que ya son profesionistas que vienen a entrenar como aficionados prácticos. También tuve que padecer los percances en mi profesión De novillero tuve una fractura de rótula en la Plaza de Toros San Marcos, cuando iba a entrar al burladero, que es de fierro me golpeo con la rodilla en el puro filo. El 18 de mayo de 1996, en la Plaza de Toros de Torreón Coahuila, en esa novillada acartelados estaban el capitalino Iñaki Elías, el lagunero Manolo Zorrilla y el texcocano Leopoldo Casasola con novillos de la ganadería michoacana de Farías, propiedad de don Gustavo Farías, con divisa negro, rojo y amarillo. Un novillo me pegó y me lastimó las vértebras, esta lesión propicio mi retiro de los ruedos.


Ahora en la escuela hace como tres años, estaba lloviendo y a uno de mis niños lo andaba agarrando un animal, salí a cortárselo me golpeó y se me salió la muñeca yo mismo me la acomodé y después me operaron pero todavía me subo al caballo cuando vamos a las ganaderías, hace falta esa adrenalina del peligro. Se vino mi despedida El 25 de abril de 1997, en la Plaza de Toros la Monumental de Aguascalientes, fui objeto de una gran despedida, precisamente el día del Santo Patrono San Marcos, fue muy emotiva el público llorando, me hicieron dar una vuelta al albero y también iba con las lágrimas a flor de piel. Fuera del mundo del toro Otra de mis pasiones grandes es el deporte nacional la charrería, cuando formábamos parte de la caravana charro artístico taurina, sentía el cante por declamar y lo hacía de una forma que gustaba al público. De mi vida privada Tengo la fortuna de ser padre de tres hijos ajenos totalmente al mundo del toro, uno es Licenciado en Mercadotecnia, otro en Sistemas de Computación y el más pequeño es Licenciado en Diseño Gráfico, son buenos aficionados pero hasta ahí, van a veces y torean pero cuando no los veo. En esta dilatada trayectoria de 23 años en los ruedos Tengo el honor de que me hayan entregado placas en Aguascalientes, San Luis Potosí y en Tijuana. Don Antonio Martín del Campo me hizo muchos homenajes, hicieron un libro con toda mi trayectoria, con fotos. Aparte me han regalado un nicho donde están los hombres ilustres taurinos, en el Panteón Los Ángeles, me han dado en vida el título de propiedad, es un privilegio para mi persona, en ese espacio esta Efrén Adame “El Cordomex”, Rubén Salazar, Fabián Ruiz. Siendo maestro de la Academia Taurina de la ciudad El mejor pago es el aprecio que me tienen y que me han dado los chavales, soy el que más toros le han brindado los toreros que han pasado, Lupito Adame, quitando a Fabián Barba y a Arturo

Macías “El Cejas”, todos han pasado por nosotros y como a mí me tocan los niños, se hacen toreros y me recuerdan con cariño, es una satisfacción que no se paga con nada. La importancia del segundo tercio En primer lugar es un adorno, en segundo lugar es importante para que el toro vaya de largo y se descongestione, también observar su bravura, además el adorno de las banderillas se ve muy bonito colgando del morrillo, luego la forma de ejecutar la suerte de parte de los subalternos el caminarle al astado con gusto y profesionalismo, uno se siente chiquito al hacer el viaje para cuadrar en la cara, ahora que veo a mis compañeros yo mismo me admiro y pienso, así les salía a esos animales no lo puedo creer. Recorrí los tres tercios, toreaba de capa, picaba los toros, los banderilleaba y después agarraba la muleta y culminaba la faena con la suerte suprema. Cuando vamos a las ganaderías con los niños me subo al caballo siento muy bonito cuando se arrancan de largo los becerros, aparte como los ganaderos me conocen y me dicen: te subes “Changuita” si como no. Cuando traía el aparato en la mano después de la cirugía, le dije: a un gacho nomás aviéntame de las sentaderas y me subí a picar, el otro día iban a echar una vaca grande y decían bájate “Changuita”, tú colócala, al final la pusieron cerca y que le parto el pelo. La realidad es que sabiendo mover el caballo te defiendes y lo proteges a él. Sigo viviendo dentro de la fiesta que me gustó desde niño. Llego a la conclusión que soy un hombre feliz Mi vida han sido los toros, ha sido muy hermosa, ojalá que les sirva de ejemplo a los niños para llegar no nomás a torero, en cualquier profesión que desempeñen, lo que queremos es sacar hombres de bien que se alejen de los vicios, que tengan disciplina, puntualidad, educación y en cualquier trabajo que realicen den el máximo y sean los mejores. A los subalternos nunca se les toma en cuenta y somos importantes, por esa profunda vocación de servicio que tenemos para las figuras y los novilleros, dentro de la fiesta brava que es una profesión con arte salimos con el mejor amigo que tenemos, el toro bravo, que nos merece todo el respeto.


CAPITULO 13 No jugaba mal al futbol pero no era lo mío

Desde el viaje que hice a México, Germán En-

ríquez Rodríguez el taxista que nos trasladaba de un lugar a otro, buscando subalternos para platicar con ellos, se dio cuenta lo que andaba haciendo y me dijo: sabes, el papá de uno de mis amigos fue peón de brega ya está retirado, déjame buscar a su hijo y conseguir el contacto para que hables con él, regresé de la capital y no se dio la oportunidad de encontrarme con el torero, después de unos días me llegó el dato para realizar una llamada. Desde mi sitio le marqué y me atendió de categoría, quedamos en hablar al día siguiente que tuviera más tiempo y así fue, un subalterno que en su andadura taurina se colocó al lado de grandes figuras del toreo, con los cuales lleva amistad, incluso recorrer la República Mexicana con el matador Manuel Capetillo hijo, acompañándolo primero en calidad de peón de brega y a la postre en la predicación del Santo Rosario. Con una dilatada trayectoria de casi cuatro décadas de oficiar por los ruedos de las plazas de toros, encuentro a una persona sumamente agradecida, con la vida y su profesión porque siempre vivió del toro, lo que tiene es gracias a él, al estar platicando se nota el gusto por mencionar lo que ha sido su trayectoria, aparte de ver continuada su dinastía con dos de sus hijos que andan toreando, se trata de este buen hombre de plata: JOSÉ LUNA CRUZ “PEPE LUNA” Nací en la ciudad de México el 12 de diciembre de 1953, en el ambiente taurino me conocen como “Pepe Luna”. Mi padre es sastre, actualmente tiene 90 años de edad, él fue futbolista y pretendía que yo jugara, me llevó a unas fábricas que había por la casa, por medio de una de ellas lo trajeron de Xochimilco a la colonia de Tizapán, pagándole la misma empresa para que los viniera a reforzar, le consiguieron casa y todo, entonces él me inscribió en la escuela de la “Alpina” pero me iba de pinta porque aquí hay mucha piedra volcánica, donde se daba mucho la varilla que nos servía para hacer papalotes, salía del futbol a cortar varilla para realizar mis cometas, cuando regresaba a casa con los palos me decía mi papá: oye te dije que el futbol y vaya que jugaba bien, pero no sentía que fuera lo mío, no me llamaba la atención. Mi tío “Curro” Cruz era torero, como vivíamos en la casa de mis abuelos lo veía entrenar y es ahí

donde nace mi afición, cierto día me le pegué a los Viveros que era el lugar donde entrenaban los toreros, inicio con la idea de ser novillero, desgraciadamente costaba un dinero torear un novillo, entonces mi tío me dijo claramente: porque no te haces banderillero eres joven, si algún día hay la oportunidad matas un novillo y a la mejor realizas el sueño de ser novillero y luego matador de toros. Como traía el gusanito del mal de montera inicio como aspirante en el año de 1970, fue en la Plaza de Toros “La Guadalupana” de San Pedro Xalostoc, con una novillada de feria en honor de San Pedro, en el cartel estaban Mariano Ramos, Humberto Fragoso y el otro torero no lo recuerdo, con astados de la dehesa de Ibarra, propiedad de doña Blanca Paloma Chávez Acho, que pastan en el rancho “El Azafrán”, ubicado en Tepozotlán Estado de México, con divisa negro y oro, fundada en el año de 1924. Durando en esta etapa alrededor de cuatro años. Después de ese tiempo la Unión autoriza mi examen La verdad es que me di cuenta por mi tío “Curro” me dijo: van a examinar a “El Zorro” con una novillada de Garfias, a ti con la de Peñuelas y a Felipe Kingston con Xajay. El 14 de junio de 1974, en el coso de la colonia Nochebuena la Plaza de Toros “México”, en una novillada donde toreaban el novillero capitalino José Luis Ortega, “El Caporal”, no recuerdo quién completaba el cartel, con una novillada de la ganadería de Peñuelas, propiedad de doña Raquel González Vda. de Dosamantes, ganado que pasta en la “Hacienda de Peñuelas”, con divisa azul celeste y oro. Esa tarde me andaba reprobando un picador, porque haces la lidia llevas el toro al caballo así era antiguamente en la Plaza “México”, el picador que era el tercero le daba un puyazo, si el matador lo sacaba y necesitaba otro puyazo deberías esperar que el primer picador se corriera para que lo picara, no hice eso se lo llevé nuevamente al tercero, ahora la lidia no es como antes sale el general y pica haciendo la puerta el tercero, aparte me faltaron dos pares de banderillas porque en ese tiempo ponía palos el novillero capitalino. A los ocho días me mandaron a la Plaza de Toros “Caletilla” de Acapulco Guerrero, puse los dos pares que me faltaban para completar el examen y los compañeros ¡No! Agarra otro, total que terminé poniendo seis pares de banderillas, al fin había pasado el examen.


Tuve la suerte de militar en las cuadrillas de muchos toreros Con los matadores capitalinos Eduardo Liceaga, Francisco “Curro” Rivera, Cruz Flores, el diestro de Querétaro Ernesto San Román “El Queretano”, luego entre a sustituir al subalterno Juan Vázquez, con el matador Eloy Cavazos durando seis meses en su cuadrilla, después con el acapulqueño Antonio Lomelín, la figura regiomontana Manolo Martínez en su regreso a los toros, el “Torero Charro” Mariano Ramos muchas corridas. Con diestros españoles mi primera colocación fue con el matador alicantino José Mari Manzanares padre, con el albaceteño Manuel Caballero, el valenciano Vicente Barrera, con rejoneadores mucho tiempo anduve con don Pedro Luceiro, Eduardo Funtanet, Gastón Santos hijo, Paco Barona, los toreros de la ciudad de México, Manuel y Guillermo Capetillo con este último fui a España, toreamos mucho en ganaderías, pero ninguna corrida de luces, con el matador de Chiva Valencia Enrique Ponce es con el que más duré y afortunadamente pude colocar a mi hijo Gabriel, después se colocó mi otro hijo también con él. En mis trajes para vestirme de torero Siempre me gustó el azul con bordados en azabache y tengo uno azul y plata, verde bandera en pasamanería blanca, el señor Germinal Ureña una figura en la confección de vestidos de torear me hizo cinco, siempre en bordados de cruceta, un negro en pasamanería blanca, otro azul, siempre me tuvo mucha estimación porque era un maestro muy especial, agarraba su gente no le trabajaba a cualquiera, luego empezó con mis hijos Gabriel y Jorge, el último vestido que me hizo ya estaba un poco cansado fue un azul con bordados de cruceta en azabache, lo estrené un 5 de febrero en la Plaza de Toros “México” iba en la cuadrilla del torero valenciano Enrique Ponce. Me lo puse nada más ese día. Después le dije a Gabriel habla con el maestro Germinal, a ver si te lo arregla a tu medida y así fue, actualmente anda toreando con ese vestido, a Gabriel le regale tres trajes y a Jorge cuatro de los que tenía, ya tengo siete años que me retiré y todos mis avíos siguen toreando. No guardo ninguno en especial todos se los di, me da gusto verlos por la televisión y en las plazas que saquen los trajes, mi montera se quedó con Jorge y los capotes de paseo, a los capotes de brega no les borraron mi nombre, ahí andan to-

reando de plaza en plaza. Gracias a Dios no les hace falta trabajo a mis hijos, esto es muy difícil antiguamente te llevaban y preferían un buen capote que un par de banderillas, ahora llevan un banderillero para que caliente a la gente. En este mundo del toro siempre pasa A través del tiempo se van haciendo supersticiones, cuando andaba con el maestro Manzanares yo tomé el amarillo, una vez toreaba el alicantino con el diestro Eloy Cavazos, el hermano y peón de confianza del matador Eloy, David Cavazos “Vito” tenía un vestido amarillo y plata, se paraba de frente el “Vito” y Manzanares el maestro se volteaba de lado diciéndole “Hombre ponte aquí y no te muevas”. Otra de las que tomé es que no puede viajar una mujer en el carro de los toreros al ir a la plaza. Una ocasión en la ciudad de Mexicali el matador Manolo Arruza, no llevaba mozo de espadas y me pidió que fuera a ayudarle a vestirse y que me vistiera ahí mismo, le ayudé pero en la habitación estaba su esposa y se fue en el carro con nosotros, pero no podía decirle al matador que yo tenía esa superstición. Cierta vez llegué a torear en la Plaza de Toros “La Aurora” había un aficionado el señor Adolfo Guzmán, la novillada era a las 12:00 del día, por la tarde otra en el Rancho del Charro, que se encontraba en Ejercito Nacional, la primera vez andaba buscando un aventón por ese tiempo eran pocos los aspirantes estaba “El Zorro”, “La Ciriaca”, Felipe Kingston y mi menda, pretendía aprender a la brevedad, por la mañana tomaba el camión a “La Aurora” y pensaba como le voy hacer por la tarde, para llegar a la otra novillada no había metro, puro camioncito a la hora del festejo pregunté entre par y par. Entonces el señor Guzmán me dijo: voy para allá torero nomás venimos mi mujer y yo, le tomé la palabra, me iba vestido de torero porque el festejo era a las cuatro de la tarde, eso era cada domingo, en el trayecto nos encontramos con dos o tres cortejos fúnebres, al principio me decía: ¡Chacos¡ Torero si quieres torear ¡Sí cómo no! esto es la suerte, gracias a Dios se me daban bien las cosas. Ya cuando tenía más confianza conmigo al ver un sepelio me decía ¡Chacos! mi Pepe, hombre no pasa nada, no te preocupes, nos hicimos grandes amigos y es que fueron unas quince novilladas. Y se vino el mal fario con la superstición que tenía Un día fuimos a torear a la Plaza de Toros “Ca-


lafia” de Mexicali, una corrida que lidiaban el matador capitalino Manolo Arruza, “El Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez “El Pana” y el hidrocálido César Pastor, con toros de la ganadería de Jaral de Peñas, propiedad de don Juan Pedro Barroso Díaz Torre, dehesa que pasta en el rancho “Los Charcos”, ubicado en Ezequiel Montes Querétaro, con divisa obispo, amarillo y blanco siendo fundada en el año 1968. Recuerdo que hacía mucho viento, me descubrió y me ha pegado un tabacazo, al momento de recibir la cornada recordé la superstición que tenía de una mujer cuando se viste uno de torero, el cate rompió la femoral y el pitón llegó entre el estómago y el pulmón, en el hospital me declararon muerto alrededor de media hora, le avisaron a la familia que había fallecido, hablaron con Gabriel que andaba toreando con Arturo Macías “El Cejas” en Villahermosa, a Jorge que toreaba en la Plaza México, se corrió la voz hasta en la misma plaza. “El Pana” no quiso torear al sexto porque no había enfermería, suspendieron el festejo, hubo varios accidentes más, un toro agarró a César Pastor, otro a un banderillero gracias a Dios no los lastimó. A los tres meses reaparecí, era el segundo festejo en la ciudad de Mexicali iba en la cuadrilla del matador Manolo Arruza, la gente me veía desconcertada porque habían anunciado que me había matado un toro, hay un monosabio parecido al “Travieso” él fue quién me llevó hasta el hospital con la mano taponeándome la herida de la pierna. Posteriormente uno de mis hijos toreo un viernes con “El Pana” en Ciudad Juárez, una corrida de Mimiahuápam, el sábado en Chihuahua. A mí me tocó torear mucho con el “Pana”, recuerdo que hicimos el paseíllo, una corrida en la Plaza de Toros “El Ranchero Aguilar” de Tlaxcala, el matador me hablaba “Chato llévalo para allá” “Chato córrelo por acá” entonces el público empezó a gritar “Chato” “Chato” era una palabra muy del agrado del matador, esa palabra la imitaba del Mimo de México, Mario Moreno “Cantinflas”, me platicó Gabriel que se le habían salido las lágrimas, ¿Cómo? Al recordar que en la Plaza de Toros de Mexicali, anunciaron que ya había palmado “El Chato” le entró un miedo, gracias a Dios todavía sigo aquí. Sin pensar “El Brujo de Apizaco”, que meses más tarde a raíz de la maroma que le dio el toro de nombre “Pan Francés”, de la ganadería de “Guanamé” en la Plaza de Toros de Lerdo Durango, a consecuen-

cia de ésa, posteriormente perdió la batalla con la vida. En el embudo de Insurgentes la Monumental Plaza de Toros “México” brincando la barrera, el toro también brincó y casi me mete entre la barrera y el alambre, hay una foto donde se ve como el toro me lleva en el aire pegándome la cornada, el astado apoyando las patas delanteras y tirando el hachazo. Otra en la Plaza de Toros “Silverio Pérez de Texcoco. Accidentes de carretera tuve varios, pero uno muy fuerte fue el 16 de diciembre de 1982, nos trasladábamos a una corrida goyesca que toreaban la figura regiomontana Manolo Martínez, “El Niño Sabio de Camas” Paco Camino y el diestro capitalino Francisco “Curro” Rivera. Iba mi compadre Balderas, un hermano que nos llevaba a la Central de Autobuses del Norte, estaban haciendo el Eje, que baja de Observatorio a la terminal de Autobuses Estrella Roja, había bocacalles y yo me asomé en una, tenía dos días que había nacido mi hijo y traía una caja de puros abajo del asiento, al frenar vi que se vino hacia adelante, al acelerar nos pegó un camión, ya no llegamos a torear, mi compadre con desprendimiento de las costillas, mi hermano con ruptura de un brazo y yo con fractura de la base del cráneo. Mi vida privada fuera del ruedo Estoy por cumplir 50 años de casado con mi esposa, Dios nos dio la dicha de ser padres tenemos tres hijos y seis nietos, tres mujeres y tres hombres, el chaval de Gabriel si le llamaba la atención el mundo del toro, incluso le mandé hacer un traje con “El Charal” era un vestido blanco y oro, tenía alrededor de cinco años, realizaba toda la faena, desafortunadamente o afortunadamente lo llevamos a los Viveros y se me ocurrió darle una maroma, de ahí ya no quiso saber nada de los toros, decía no abuelito me golpeaste, hijo es que eso hacen los toros ¡Ah! entonces no quiero ser torero, mejor se pusieron a estudiar ya está en la Universidad, su camino era por otro lado. Dentro de mis grandes satisfacciones están Que gané dinero del toro, tengo casa propia, mi carro, me doy mis gustos. Duré trabajando con Manuel Capetillo hijo, cerca de siete años esto era como andar cuando toreábamos, te bajas de un avión y te subes a otro, hicimos una gira hace tres años que en un mes yo me subí a 52 aviones y él a 56, íbamos a la predicación del


Santo Rosario. Dentro de 15 días lo vuelvo a acompañar, vamos a California, vende CD y libros, me encargo de la venta de los mismos, viajo con él, como cuando toreábamos me lleva de categoría. Tengo la fortuna de que me entregaron un trofeo en San Miguel Allende, otro en Ensenada, un reconocimiento de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, uno de la Plaza de Arroyo y Zacatecas. Otra gran satisfacción es la de estar en la ganadería de Begoña tentando por 10 años. Una despedida sin corte de añadido La verdad es que se dio sin pensarlo, fui con mi hijo Jorge a torear a la Plaza de Toros “El Ranchero Aguilar” de la ciudad de Tlaxcala, en el año de 2011, se daba un festival de aficionados prácticos con novillos de diferentes ganaderías, estaba lloviendo un poco y los toreros prácticos, como les dicen en España, me dieron chanza de dar capa, éramos únicamente dos subalternos, para seis novillos que salieron muy buenos, no banderillee lo hizo mi hijo y unos chavales de Apizaco que nos pedían la oportunidad, tuve una tarde muy agradable, bregando, dejándome ver un poco teniendo detalles, haciendo un que otro recorte de buen gusto, porque no sé pero sentía que era mi última tarde, se lo comenté a mi hijo: creo que esta va a ser la última que toreo de profesional. Al día siguiente me habló el Secretario General de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, avisándome que ya tenían mi retiro, pensaba hacerlo en noviembre cuando viniera el maestro Enrique Ponce a torear en la Plaza México, bueno se vino de esa manera y estoy satisfecho con mi trayectoria de 40 años como profesional, además fueron de las tardes que nunca se olvidan por la razón que sentí el cante del toreo. Por poco se va a la carretera Una vez en la Plaza de Toros Santa María de Querétaro, toreaba un tío de los San Román, el camión donde llevaban los novillos quiso salirse uno, había unos novilleros y gritaban haber una reata aquí lo agarramos, les dije: que lo vas a agarrar tengo experiencia en ganaderías, cuando una vaca te embiste con fuerza, te echas a correr o si tienes habilidad tratas de agarrarla, el novillo ya tenía medio cuerpo fuera del camión, le pedí a un picador una solución de las que les ponen a los caballos, le inyecté 1 cm y dormí al toro, luego lo metimos al corral y le empecé a

echar agua en la cabeza hasta que se despertó y se paró, después no fui al festival pero mi hijo me platicó que se dejó meter mano y el torero le cortó las dos orejas, porque si ese novillo se sale a la carretera la que arma tenía 350 kg de peso. Se perdió el dedo En una ganadería Efrén Acosta “El Loco” pidió una soga para meter un novillo, que por la tarde lo iba a torear Manuel Capetillo, en la Plaza de Toros de San Juan del Río Querétaro. Se la dieron y lo lazó, pero cuando el novillo jaló para defenderse, al tirar la reata se llevó medio dedo del picador, entre una piedra y la reata voló la parte del dedo, es que a veces no se mide la fuerza de los toros. A punto de dar el cachetazo Una vaca me agarró cuando ya la estaban apuntillando, no lo podía hacer el muchacho y le dije: mejor vamos por ella la tumbamos y la descabellas bien, quise tomarla, me prendió llevándome de tercio a tercio y me botó, cuando lo hizo al caer hasta la saliva se me salió del golpazo en la cabeza, ya estaba moribunda y me andaba matando. Si no vienes yo voy Recuerdo que en Guadalajara en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” un toro se quedó en toriles era para Guillermo Capetillo, no embestía y me dijo el matador ve por él, le pego una bregada desde toriles hasta el burladero de matadores, después el matador pudo cortarle una oreja. El mejor reconocimiento que te puede dar la fiesta es torear Lo saludé en el sorteo en uno de los festejos de la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” andaba buscando a Ramón González “El Zapatero” porque le había encargado unas zapatillas, estuvimos platicando pero como se tenía que ir al hotel con el matador, me dejó su contacto para llamarle después. Se trata de un torero de dinastía que vivió la fiesta brava desde muy chaval por su padre, su tío y uno de sus primos, con una andanza de 28 años en su peregrinar por los ruedos, acompañando a las grandes figuras del toreo, vestido de ropa de calle, de conversación amigable un subalterno que se conserva para calzar el traje en azabache. Es el banderillero: GABRIEL LUNA RAMOS


Nazco en la ciudad de México el 6 de septiembre de 1972, mis inicios fueron desde niño siempre viendo toros, aparte que en casa mi tío “Curro” Cruz Q.E.P.D. que fue banderillero, luego mi padre, después mi primo “Curro” fue novillero y se hizo matador de toros, un hermano de mi papá forcado, entonces por todos lados me venía, ya que toda la familia se desarrollaba en el medio. A los seis o siete años andaba en la cuadra de “Los Zacatecas” en la Plaza de Toros México, ayudándoles con los caballos y le decía a mi padre: yo quiero ser picador y contestaba: bueno ya veremos cuando crezcas un poco más. Luego mi padre me mando a estudiar a Canadá, por tratarse que era un estudiante muy mal portado, a mi regreso, mi papá me invitó a la ganadería de don Eduardo Funtanet, dehesa que pasta en el rancho “El Ciervo”, ubicado en Ezequiel Montes Querétaro, con divisa rosa, blanco y lila, fundada en el año de 1973. Yo no tenía ni idea de nada, venía de estar tres años y medio en el extranjero, no había agarrado ningún avío, entonces una vaca hace por el matador Pedro Luceiro padre Q.E.P.D. Salí por inercia quitándole la vaca, esa sensación que viví fue algo indescriptible, en ese momento le digo a mi padre, oye quiero hacerme torero. Mi tío “Curro” organizó una vacada en el cortijo del matador “El Breco” y me dice: para ser novillero necesitas un apoyo muy fuerte, mejor hazte banderillero, me pareció excelente la idea y empecé a entrenar con ellos, me llevaban a muchas ganaderías por la razón que mi papá andaba con los Capetillo, ahí se inicia mi etapa de aspirante en diciembre de 1989, en un festival en Calpulalpan, acartelados el “Torero Charro” Mariano Ramos, el tapatío Roberto Miguel y el capitalino Manuel Capetillo. Después de un corto tiempo autorizan mi examen En la Plaza de Toros Fermín Espinoza “Armillita” de Jalostotitlán Jalisco, el 21 de febrero de 1991, con un cartel donde estaban el diestro capitalino Guillermo Capetillo, el matador moreliano Teodoro Gómez y el torero lagunero Arturo Gilio, con una corrida de puros astados berrendos de una ganadería potosina, se me dieron bien las cosas. He tenido la suerte de formar parte de las cuadrillas La primera colocación fue con el matador regiomontano Eloy Cavazos, durando cinco años y siete meses estando a las órdenes del torero,

con otras figuras Jorge Gutiérrez, Eulalio López “El Zotoluco”, Los Capetillo, con españoles el maestro alicantino José María Manzanares padre, en sus dos corridas de despedida, luego acompañe al rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, después me coloco con el figurón de Chiva Valencia Enrique Ponce, con una duración de dieciséis años en su cuadrilla. Los colores que uso en mis ternos Como siempre veía los ternos de mi padre que eran colores claros, me incliné por esa gama de colores, tengo un azul y azabache, otro azul en pasamanería blanca. Después el maestro Germinal Ureña que fue un figurón de la sastrería taurina y llevábamos buena amistad por mi papá, me decía: te voy hacer un vestido a mi gusto, fue un sangre de pichón y azabache, siempre los he usado en pasamanería, los únicos que tuve en metal, era un blanco con bordados en plata, que era de mi progenitor que le regaló el matador Guillermo Capetillo y que a su vez me lo obsequió a mí, posteriormente compré un sangre de pichón y plata, solo fueron esos. Guardo uno con cariño especial Fue el traje con el que empecé de profesional es un azul en pasamanería blanca, que confeccionó el maestro Germinal Ureña, está preservado pa´los restos por lo que significo ya que era mi debut de subalterno. De las supersticiones que hay en la fiesta brava La verdad nunca lo he sido, gracias a Dios me encomiendo a la Virgen, a mis imágenes y a salirle, esto es la suerte de cada torero por la razón que los toros presentan lidias diferentes. Del mal fario de la tauromaquia lo he sentido Tengo en mi cuerpo dos cates, uno en la ingle que fue en la plaza de Toros “Lorenzo Garza” de Monterrey, toreaba esa tarde en la cuadrilla del maestro regiomontano Eloy Cavazos, fue muy raro porque la cornamenta del toro era capacho, en banderillas me prende dándome la cornada. El último ha sido el año pasado que lesionó el tendón de Aquiles. Mis pasiones dentro del toro Sin duda todo las pasiones que tengo están dentro de la fiesta, porque he vivido y sigo viviendo de ella, realizo mucho deporte para estar en forma en la profesión, he tenido muchas satisfacciones, agradezco a Dios y a mi padre que


me puso en esto, toreo mucho, todo eso no lo cambio por nada estoy muy feliz de haber escogido esta profesión. Mi vida fuera del ruedo Mi esposa y yo estamos cumpliendo 22 años de feliz matrimonio, contamos con la suerte de ser padres de dos hijos, Oliver que tiene 21 años y Ma. José de 13, soy muy dichoso con lo que tengo. A la niña si le da por el toro, la bajé a torear una becerra hace cuatro años en la Plaza México, en una fiesta de la Unión, esta envenenada quiere ir cada que suelten vaquillas, si para un torero es difícil para una mujer es más complicado, a Oliver no le gustaría ser torero únicamente como aficionado. En estos 28 años de andadura taurina los únicos reconocimientos El más grande es el haber andado con todas las figuras del toreo, me he preocupado hacer bien las cosas con el capote y banderillas, cuando andaba con el matador Eloy los palos eran traseros y caídos, para que no molestara al torero y me quedé con esa idea tan es así que me prodigo a la brega. Un recuerdo que nunca se me va a olvidar El matador Eduardo Funtanet, un viernes me presentó a su hijo recién nacido diciendo: este va a ser el futuro rejoneador más nuevo de la casa. Sin pensar que el domingo que toreó en el embudo de Insurgentes la Monumental México, la tarde del 16 de marzo de 1997, en el cartel el rejoneador Eduardo Funtanet Mange, para la lidia a pie el matador Rafael Ortega, el torero tapatío Alfredo Ríos “El Conde” y el diestro Pedrito de Portugal ante toros de la ganadería de Huichapan, propiedad de don Adolfo Lugo Verduzco, dehesa que pasta en el rancho “San Joaquín”, ubicado en Tecozautla Hidalgo, con divisa amarillo, oro y azul, fundada en 1973. Para el caballero tocaba lidiar un toro de la dehesa de Cerro Viejo. Sale por toriles el astado de esta ganadería, de nombre “Recuerdo” como si fuera premonitorio, herrado a fuego con el # 100, montaba a su caballo “Carbonero” apenas al clavar el primer rejón de castigo, la montura fue alcanzada por el toro provocando la caída que fue muy dura, causándole múltiples y graves lesiones, con fractura de cuello y base de cráneo del rejoneador, falleciendo dos días después. Son de las cosas que nunca pueden olvidarse, es un recuerdo muy triste.

El sueño de niño era ser futbolista y terminé por entregarme al toreo Este torero es el benjamín de una dilatada dinastía, que se enveneno de la fiesta porque era lo que vivía en casa, sus tíos, padre y hermano. Aparte el jugar a ponerse las ropas de torear de su papá, entonces no podría estar ajeno a desempeñarse dentro del arte de Cuchares, se trata del banderillero JORGE LUNA RAMOS Nací en la ciudad de México D.F. un 24 de septiembre de 1981, inicia mi afición porque de chiquillo veía que mi papá se iba a torear, cuando regresaba dejaba sus cosas me dio curiosidad lo que había entre ellas, me ponía su chaleco, sus zapatillas, tomaba sus avíos y a esa temprana edad me entraron las ganas de ser torero, siempre pretendí ser subalterno, al momento de comentarle a mi padre se mostraba un poco renuente, como me casé muy joven entonces tenía la necesidad de un ingreso fijo. Pero un día me trasladé a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, cuando estaba de secretario el señor Benigno González, le dije que si me podía dar el permiso de aspirante a banderillero, luego mi papá se dio cuenta que traía ganas, entonces él y Gabriel mi hermano, me empezaron a apoyar. Inicie mi etapa de aspirante en el año 2006, en la Plaza de Toros “Vicente Segura” de Pachuca, era un cartel de niños toreros, que torearon unos novillos de 200 o 250 Kg, al día siguiente me llevó a la Plaza de Toros “Alberto Balderas” de Lerdo Durango, a una corrida con toros de 500 kg, esa fue la prueba, duré en esta etapa dos años y medio. Posterior a este tiempo autorizan mi examen El 13 de septiembre del año 2008, en la Plaza de Toros Provincia Juriquilla, el matador Ernesto San Román “El Queretano”, el torero moreliano Fernando Ochoa y el diestro hidrocálido Arturo Macías “El Cejas” con una corrida de toros de la dehesa de Xajay, propiedad de don Javier Sordo Bringas, ganado que pasta en el rancho “La Laja”, ubicado en Tequisquiapan Querétaro, con divisa verde y rojo, fundada en el año de 1923. Una vez examinado me coloqué La primera fue con el rejoneador Horacio Casas, duré un año, luego con el también caballista Emiliano Gamero durando dos años, con él debuté en el coso de Insurgentes la México y al año de presentarme en la plaza de la colonia No-


chebuena, me coloco en la cuadrilla del maestro valenciano Enrique Ponce durando en su equipo nueve años. Esta temporada ando libre con quién me llame lo acompaño y voy también con los sobrinos del matador Eduardo Funtanet. El gusto por los colores de mis ternos Mi padre fue un espejo ya que siempre se vestía muy bien de torero y decidí vestirme con los colores claros en pasamanería que constantemente veía en casa, tengo uno caña y azabache que me hizo el maestro Germinal Ureña. Guardo en especial uno que era de mi papá, un negro en pasamanería blanca con bordado de cruceta, un vestido de mucha plaza, me lo pongo muy poco, siendo el primero que use para vestirme de torero. De las supersticiones que hay en el mundo del toro, tengo únicamente no poner la montera sobre la cama, respeto las que veo que tienen mis compañeros. El mal fario del toro Bendito sea Dios no he tenido cornadas, me han dado volteretas, la última sucedió en una novillada en la Plaza de Toros México, que me cayó un toro encima, paré en el hospital afortunadamente nada más un esguince de cuello, ha sido todo. Fuera de la fiesta una pasión que tenía El futbol era mi sueño de niño, pretendía ser futbolista profesional, pero al final el mal de montera fue más fuerte que el balón. Mi vida familiar Tengo dos hijos, uno de 18 años que actualmente quiere seguir los pasos de sus antecesores continuando la dinastía, anda de aspirante, y una niña de 12 años. El sabio consejo de mi padre Siempre me decía: tu mejor reconocimiento es lo que hagas en la vida, gracias a Dios me ha ido muy bien, no me quejo estoy toreando, las colocaciones con las figuras, otro de mis trofeos son mis hijos. Todo el tiempo anduve con mi papá de arriba para abajo, viví muchos momentos muy bonitos, como la convivencia con el maestro Rafael Gil “Rafaelillo” un torero muy gitano, en la Academia Taurina de Tlaxcala, tiene buenas puntadas, los viajes con mis compañeros, todo eso que he vivido ha sido una experiencia de vida.

CAPITULO 14 Mi primer traje de luces a los cuatro años

Me di a la tarea de buscar a un subalterno de

los años setenta, lo recuerdo toreando en el añejo coso de “El Progreso”, un personaje fornido de complexión, pero se la jugaba y de qué manera en los ruedos. Con antecedentes de gente del toro porque su abuelo don Carlos fue muchos años guarda plaza, su tío por parte de madre Carlos Barrón llegó a tomar la alternativa y uno de sus primos Ismael Lora se convertiría en subalterno. Con todo este entorno no podía ser otra cosa que ¡Torero! aunado a que vivía a unos metros de la Plaza de Toros del Hospicio. Su casa era frecuentada por gente del ambiente, que tenían ilusiones de novilleros y a cada lugar donde toreaba siempre acompañado de su señora madre que fungía como su apoderado. Se la rifó en los novenarios donde antes se forjaban los toreros zumbándose toros con chofer, dando rienda suelta a los sueños en una plaza de trancas, donde se vivía la gloria o el infortunio de un cate pero sintiendo el cante. Dentro de sus andanzas están aquellas inolvidables charlotadas, donde daba lo mismo salir de hombre gordo en el bimbalete trágico o pegar un capotazo, todo esto con el marco de una plaza llena hasta la bandera, como reza el argot taurino. Aquella Guadalajara taurina que se fue con el derrumbe de su céntrica Plaza de Toros “El Progreso”. Encuentro a una persona ya entrada en años utilizando gafas oscuras, debido a una enfermedad en sus ojos, ayudado por su bastón para caminar producto de una vieja lesión de cadera, ataviado con un chaleco y una cachucha que cubre su cárdena cabellera. Un torero sencillo, amable y agradecido con la ayuda recibida en su peregrinar por la fiesta, lleno de recuerdos que hacen más grandes las charlas con él, lo encuentro cómodamente sentado en un equipal justo en la puerta de cuadrillas de un negocio familiar que tienen por el rumbo del sector Libertad. Al ubicarme se notó el gusto, porque teníamos muchos años de no vernos, iniciamos una amena charla con este hombre que vistiera de plata gran parte de su vida. ¡Vaya! caudal de anécdotas que tiene haciendo el deleite de quién lo escucha, así como el nombre más taurino. Actualmente padre de dos toreros que continúan con su dinastía. RODOLFO FERMÍN VILLALOBOS “EL OPO”


Nací en Guadalajara Jalisco el 23 de enero de 1956. Desde los primeros recuerdos que tengo de la infancia estuve inmerso en el ambiente taurino, mi padre y mi madre grandes aficionados y no podían estar ajenos a la fiesta, ya que vivíamos en Hospicio y Cabañas en la misma cuadra donde se encontraba el vetusto coso de “El Progreso”. Por parte de la familia mi tío Carlos Barrón que fue novillero, hizo su debut en la Plaza de Toros Monumental de México el 1º de junio de 1952, con el novillo “Charro” del hierro de Coaxamalucan, cuyos colores de su divisa son morado y rojo, dicha ganadería pasta en Tetla Tlaxcala, siendo su actual propietario el Sr. Rafael González Bocardo, ganadería fundada en el año de 1907. Esa tarde alternaron con mi tío, Alfredo Leal y Felipe Bernal. Tiene la suerte al año siguiente de hacer su debut, en la Plaza de Toros Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el 10 de mayo de 1953, alternó en esa novillada con Miguel del Pino y Carlos Corpas, con un encierro de la dehesa de Villamarta. Recibió la borla de matador de toros en la Plaza de Toros de Nogales Sonora en la actualidad cerrada, una corrida mano a mano siendo su padrino el sevillano del barrio de San Bernardo, Pepe Luis Vázquez con astados de la ganadería de Santín, propiedad de don César Méndez Larregui, toros que pastan en el rancho “El Rosario”, ubicado en Jerécuaro Guanajuato, que en su divisa lleva los colores azul, rojo y blanco, fue fundada en el año de 1835. Posteriormente incursionó en las filas de los hombres de plata. Fallece el 30 de octubre de 1989, en Guadalajara Jalisco. Otro antecedente es el de mi primo hermano Francisco Ismael Lora Barrón, mejor conocido en el ambiente taurino como Ismael Lora, logrando ser un destacado banderillero que estuvo a las órdenes de varios matadores importantes de nuestro escalafón. Con estos precedentes no podía estar fuera del ambiente, tan es así que mi primer recuerdo taurino fue a los cuatro años de edad, en un concurso de disfraces, en las instalaciones del Canal 6 que se encontraba por la calle de Belisario Domínguez. Mi papá que su oficio era de sastre cortador junto con mi tío Carlos, para poder participar me hicieron mi primer traje de luces, estaba muy bien hecho porque obtuve el

primer lugar del concurso. Cuando tenía nueve años me integré a una cuadrilla de niños toreros que traía “El Cartero”, algunos eran Manolo Mendoza, el hijo del “Cartero”, “El Cordobés Tapatío” y como picador Ramón el hermano de “El Camotes”. A esa corta edad tuvimos la mala fortuna, mis hermanos y yo de perder a mi padre, mi madre quedó como único sostén de la casa, entonces no la teníamos que rifar. Mi mamá para ayudarse económicamente, comenzó a rentar cuartos en la casa a toreros por ejemplo de los que fueron inquilinos de nosotros “Castelazo”, Mario Alberto Rodríguez “El Pipiolo”, Antonio Duarte “El Nayarit”, José Manuel Hernández que era hijo de una torera que le apodaban “La Canica”. Las banderillas las hacía uno del servicio de plaza que le decían “El Grande”, después mi madre le compraba los palos y yo me encargaba de vestirlos, luego nosotros las vendíamos, llevo cincuenta años haciéndolo. Además yo siempre desde pequeño tenía trabajo en la plaza, un tiempo le ayudaba a Mariquita que vendía sopes y tacos a la entrada de sol por la calle Hospicio, me encargaba de colocar la lona para que no le diera el sol y de premio me decía: hijo traiga un plato y me daba mi comida, cuando ya no pudo ir, mi mamá se encargó del puesto y yo vendía los refrescos, era un referente para quienes asistían al sorteo y más tarde a la corrida o novillada, que pudieran degustar un platillo. El apodo de “Opo” sale porque mi hermana la mayor no podía pronunciar mi nombre Rodolfo, me decía “Opo” mi familia empezó a decirme así y hasta la fecha mucha gente me conoce por mi apodo y no por mi nombre. Después de la cuadrilla de niños toreros, me ubiqué en las charlotadas aquellos festejos que eran la delicia de grandes y chicos, primero salía como hombre gordo, quiero resaltar que quién me invitó a participar en esos festejos fue “Clavito”, haciendo una cuadrilla con el “Güero Mezas” por supuesto el infaltable “Bimbalete Trágico”, alrededor de tres o cuatro años fueron mis andanzas en dichas charlotadas, después toreaba una vaca y cuando saltaba al ruedo uno limpio lo aprovechaba. En la plaza me inicio ayudando a Lucas Cárdenas, que era el guarda plaza a desembarcar los toros y a darles de comer. Durante esa época toreo más o menos veinte vacadas y


luego vinieron dos o tres festivales, una vez por invitación del “Carnicerito” fui a un festejo con toros de Donereo González que los traía en una troca, pero sabía que eran toros de media casta, había que cuidarse, esa ocasión salí nomás a defenderme, nunca me quedé quieto porque no se fijaban en los engaños, por cierto ese día le pegaron una cornada a Víctor Lira. Como ya recibía dinero toreaba muchos festejos, en ese tiempo costaba matar un novillo $1000 pesos los tenía y ¡Venga! por afición. Anduve con la rejoneadora Rosa de Alba “La Solana”, con ella llegué a matar como unos veinte novillos, cuando aprendió a usar la hoja de peral, la acompañaba y me daba la oportunidad de hacer un quite. La ilusión más grande de mi vida fue torear en “El Progreso” una novillada, pero no tuve la suerte de que don Nacho me pusiera en alguna. Como era sobrino de Carlos Barrón el empresario no puso a ninguno de nosotros, en cambio a

los poderdantes del Ing. Rubén Barbosa todos torearon, es el caso de “Ponciano”, Padilla, Silvano González “Gallito”, Gerardo Nuño “El Calesa”, Gilberto del Río “El Cuate”, “El Botas” entre otros. Mi tío prefería ayudar a “El Pele”, Miguel Ángel Martínez “El Zapopán”, Roberto Miguel Sastré entre otros, pero no a mí, quiero pensar que no me veía cualidades suficientes para caminar en esto, lo bueno que nunca fui rencoroso. De cualquier forma alcancé a torear entre unas 18 o 20 novilladas en los pueblos cercanos a Guadalajara. Todos eran mis amigos ya que nos íbamos a la ganadería de San Marcos, propiedad del arquitecto García Villaseñor a herrar, nos encargábamos de sujetar a los becerros. Existen muchas envidias, pero cuando te ganas el lugar con el toro ya cambia todo, porque luego te buscan y hablan.


En ese tiempo el delegado era el señor Antonio Barrera, empezó a decirme mejor de banderillero, después de pensarlo lleve mis papeles a la Unión, con la suerte que al primer año me iban a examinar, pero jugando futbol me fracturé un tobillo, esto retraso un año más. Los siguientes dos años me puse a torear, luego el mal fario se vino en un accidente que sufrí con mi madre, donde me rompí la pelvis y en total la época de aspirante duró cinco años. En un festival que organizó “Chavalillo” él mató dos toros y presenta a una orquesta taurina durante el festejo. Venía de sobresaliente el torero gitano Rafael Gil “Rafaelillo” yo era todavía aspirante, al querer poner un par de banderillas apoyo la pierna con la que sale uno, no me respondió debido a la fractura de pelvis que tenía, a partir de ese momento empecé a banderillear como se dice de sobaquillo, por la razón de no poder girar en la cara del toro. Iba al astado cuando llegaba los cuarteaba y colocaba el par de lado, ese fue mi tranquillo. Una tarde puse las banderillas muy rápido, los tres pares todos arriba y el público empezó aplaudir, aunque salí agradecer, pensaba que gente tan cachonda uno sabe que no es la forma de cubrir el tercio, esos mentados pares a la trágala, pero me llevé una ovación. Después de todos los percances viene lo que esperaba Como tenía buena relación con don Juan Escamilla y con Toño Barrera por fin me dan la oportunidad de examinarme, en el año de 1977 en la Monumental de Jalisco hoy “Nuevo Progreso”, tenía 21 años de edad. Esa ocasión tuve mucha depresión, debido al aspecto económico por una tienda que teníamos y no recuerdo el cartel. Posterior al examen empecé a torear todo lo que salía ya que me encontraba muy enterado con el capote y mi fuerte eran las banderillas, siempre ponía los palos a la media vuelta, me tocaban al toro y yo le ganaba la cara poniendo el par, en mi vida no digo que no haya rejoneado, pero fueron mínimas veces. Me pude colocar en las cuadrillas de El torero “Chicuelín” desde novillero hasta sus últimas corridas. Con el matador capitalino Ernesto Belmont, mi primo Ismael Lora y yo formamos parte de su cuadrilla durante seis años. En la Monumental Plaza de Toros México hice

el paseíllo como tres veces, una de ellas con el matador Alejandro Silveti, esa vez fui de tercero en su cuadrilla y puse dos pares. En esa corrida iba mi compadre “El Camotes” con el matador moreliano Mauricio Portillo, le tocó picar al toro más pesado que se ha lidiado en esa plaza 620 kg o 655 kg. Al estar vistiéndote sientes el miedo y la adrenalina a tope, ya cuando sales al ruedo empiezas a saborear el oficio, cuando te toca en suerte un toro que puedas correrlo soltando el capote y te lo lleves de tercio a tercio a una mano, el público responde. Pero también hay ese mal sabor que tiene la profesión, una vez lo hice con un novillero y su papá se molestó, fue a reclamarme que eso no se hacía porque según él, le había volteado el público al novillero. En mi andadura taurina los reconocimientos Han sido pocos, pero el primero fue en un festejo novilleril donde siempre me acompañaba mi mamá que era mi apoderada, esa vez toreaba con Víctor Lira, gané una medalla de oro con la imagen de la Virgen de Guadalupe, fue en un pueblo cerca de Colima. En un serial de novilladas en la Plaza de Toros “El Centenario”, don Manuel Barbosa era el juez encargado de premiar, declaró un empate al mejor par de banderillas a mi primo Ismael Lora y a menda, recuerdo que eran unas banderillas pequeñas de plata. En julio de 1992, obtuve el trofeo al mejor par de banderillas, de la temporada de novilladas de ese año, en la Plaza de Toros de la Villa Alfarera “El Centenario” de San Pedro Tlaquepaque. Decido poner un punto y aparte en mi andadura taurina Mi trayectoria de subalterno fue de 25 años de profesional y 5 de aspirante. Pongo fin a mi carrera el 8 de enero del 2006, en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” de Guadalajara Jalisco, el cartel formado por los toreros tapatíos Oscar Rodríguez “El Sevillano”, Ernesto Castellón y Julio de la Isla con novillos de la ganadería de Iturbe Hermanos, propiedad del señor Gonzalo Iturbe González, ganado que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Galindo”, ubicado en Amealco Querétaro, verde olivo y rojo son los colores que lleva su divisa, siendo fundada en el año de 1973. El gusto por los colores de mis ternos Desde que tenía catorce años ayudaba con las espadas al matador tapatío Salvador Villalvazo


y entrenaba con él, cuando sucedió el accidente con mi mamá, tuvo la gentileza de visitarme al hospital. Cuando me inicie de aspirante me obsequió un vestido obispo y azabache con el que toreé mucho. Haciendo un recuento a lo largo de mi paso por los toros, tenía más o menos de trece a quince ternos, posterior al que me regaló el matador Villalvazo de aspirante, quién me surtía era mi primo Ismael, los vestidos que ya no le gustaban me los pasaba a mí, casi éramos de la misma talla. Después aprendí hacer mis vestidos con el que fuera mi maestro “Pipiolo” me enseñé a poner puntos, armar ropas pero nunca pude hacerlo por medidas siempre por moldes, cuando realizaba uno, después de poner el bordado encogían hasta una pulgada, entonces iba con “El Charal” para que me los arreglara. Tuve de muchos colores, obispo, rojo, verde aceituna, incluso por mi cuerpo fornido me ponían seguido apodos “El Aguacatón”, “Capulina” pero eso no me hacía sentir mal, un azul rey y plata que elaboró el maestro Almicar Campos. Otro que confeccionó “El Torreón” obispo con pasamanería en azabache, casi de todos los colores menos negro porque veía a toreros de negro y no resaltaba el bordado. El único que iba a estrenar y no llegué a torear con él, fue un blanco y plata que me hizo “El Charal”. No guardo ningún terno Porque para mí los vestidos van y vienen los que tenía los desarmaba para lavarlos, los transformaba, luego el “Charal” me confeccionaba la guarnición, los armaba con distinto bordado haciendo que se conservarán. Tenía todos esos ternos porque llegué a torear de 100 a 120 festejos por año. “El Charal” aprendió y poseía un arte exquisito llegando a ser figura de la sastrería taurina, logrando ternos igual a los españoles, vistió a muchos matadores, como seguramente lo está haciendo en el cielo. A él y a su hermano “El Chiquis” los conocí cuando tenían siete u ocho años yo les hice su primer capote. Las cábalas que hay en el toreo Las supersticiones realmente no me mueven, únicamente procuro no poner la montera en la cama, algunas veces se me olvida, pero luego rápido la quito nunca me ha pasado nada, no vaya a ser.

Del mal fario dentro del toro A lo largo de mi trayectoria gracias a Dios nunca he sufrido una cornada, solamente dos o tres maromas. Hago capotes, ropas de torear y otras cosas Aprendí de mi tío Carlos hacer capotes y muletas, también elaboraba los petos cuando rentaba mis cuadras de caballos. Como uno de los inquilinos de mi mamá, era ese gran torero bufo Mario Alberto Rodríguez “El Pipiolo” me enseñó hacer ropa de torear, hice mancuerna con uno de mis hijos el banderillero José María “Chema” para entre los dos elaborar los vestidos de éste torero, llevamos más o menos siete ternos. A mi otro hijo Rodolfo que es varilarguero le he confeccionado dos casacas. Les digo ¡Venga! que deben salir bien vestidos a la plaza, porque la gente como los ve los trata. Mi vida familiar fuera del toro Mi señora se llama María Donasiana Crespo, tenemos cuarenta y dos años de casados, contamos con la fortuna de tener cinco hijos, la mayor Dolores, Rodolfo Fermín (varilarguero) Marco Polo, José María (banderillero) y Christián, todos ellos han sido mi apoyo y formamos una familia bonita sobre todo muy unida. Cuando menos pensaba estaba en la barda Tenía yo cuatro años de edad cuando aquella caravana de artistas en el “Progreso” yo escuché y veía que entraba gente a la plaza y fui a buscar a mi mamá, alguien me subió a una barda mientras pasaba el alboroto, cuando me bajaron me regresé a la casa de mi abuelito. A nadar Toda mi niñez me la pasaba jugando en la plaza, en tiempo de lluvias se quedaba limpia de toros, lavábamos la pila y nos bañábamos, era para nosotros una alberca. De lujo era jugar en ese lugar. Tres trabajos que me gustaban A los trece años me inicie trabajando en la plaza, a la muerte de don Lorenzo Delgadillo “El Camotes” que les daba de comer a los toros, me dijo Lucas Cárdenas el gerente del coso, que si quería tomar su lugar fue como empecé, tenía tres trabajos, hacía las banderillas, trabajaba en la plaza y arrimaba la comida a los toros. ¡Vaya resbalón!


En la Plaza de Toros Monumental de la Barca Jalisco, iba en la cuadrilla del matador capitalino Jesús “Chucho” Solórzano, se encontraba tirada en el ruedo una guayaba, al querer dar un capotazo la pisé sufriendo un resbalón que provocó una severa caída, el toro pasó por encima de mí afortunadamente sin consecuencias. A ver si no traía cornada Con el entonces novillero jalisciense Edgar Bejarano, en la Plaza de Toros de Torreón al iniciar con la lidia del toro, me alcanzó en la ingle provocándome una maroma y al caer sufrí un fuerte golpe en la cabeza quedando mareado, me llevaron rápido a la enfermería imaginándose que traía una cornada, pero sólo fue el porrazo. ¿Y las zapatillas? En Juchipila Zacatecas, toreaba con el matador Ernesto Belmont y el “Torero Charro” Mariano Ramos, cuando estaba acomodando mi ropa de torear, me di cuenta que había olvidado las zapatillas en la casa, rápido me trasladé al centro a comprar unos cholos, cuando llegué a la plaza me retiré de la convivencia con los compañeros para evitarme burlas. A torear sin hombreras Otra ocasión toreaba en Cihuatlán, yo tenía un traje que se desarmaba, se le quitaban las hombreras para que no se quebraran, voy sacando la chaquetilla dándome cuenta que había olvidado las hombreras y así toreé, ni modo. Lo malo compa, que se bajó y ni adiós nos dijo Llevamos la cuadra de caballos a San José de Gracia a un lado de Puerto Vallarta, daban cada año su feria, de regreso se salió un jamelgo de la camioneta. Cuando llegamos a la casa del “Camotes” la puerta de atrás de la camioneta, tenía un agujero por la cual me asomé y menuda sorpresa ¡A cabrón! nomás había un penco, el otro lo tiramos en la carretera y no supe dónde. Ya nomás me dijo: “El Camotes” lo malo compa, que se bajó y ni adiós nos dijo. ¡Que se mueve el cajón! Una vez fui a embarcar un toro que estaba en Cocula, para Arturo Díaz “El Coyo” lo metieron en el corral de enganche, coloqué el cajón pegado al carril de tubos pero al llegar el toro se movió, le tira un derrote y brinca a la ganadería, lo tratamos de sujetar pero se nos fue, tuvieron

que dispararle para evitar un problema mayor. Ahorita voy por ti En Ojuelos Jalisco, en una corrida donde actuaban José Antonio Ramírez “El Capitán” y “El Rey” David Silveti, esa ocasión iba en la cuadrilla del matador Silveti, salió el toro y se aquerenció en toriles, me gustaba salir a correr los toros le hablaba, como no quería dije: ahorita voy por ti, me embistió de largo, no recuerdo si le di tres o cuatro capotazos, en el último solté una punta del capote y el público ¡Olé! pensé, a ver si el matador no me dice algo, no me dijo nada, él era una persona muy educada. Otro caballo perdido Una vez íbamos de Tepic a Santiago Escuincla, venía manejando el chofer del matador Alfredo Ríos “El Conde” nos trasladábamos a torear, en las curvas tiramos un jamelgo se resbaló y ni la puerta tumbó se salió por abajo. Cosas que pasan. Que se descompone el camión Mi compadre “El Camotes” y yo llevamos una novillada de la ganadería de Cerro Viejo a la ciudad de Tepic, no andaba funcionando el camión al 100% se calentó y así le seguí dando, pero en una subida observé que iba saliendo humo del radiador, nos bajamos para ver que sucedía y a paso de banderillas mi compadre quita el tapón tirándose todo el anticongelante, yo le había quitado la velocidad, pero con el peso y la subida se brincó la palanca provocando que el camión se fuera en reversa, deteniéndose en una zanja. Vaya pericia nos aventamos ese día mi compadre y yo. De artista circense a subalterno en las filas de plata Me presentaron al benjamín de ésta familia de toreros, hacía unos días que había llegado de la Península Ibérica, ya que fue acompañando a un aficionado práctico a torear unos festivales, estaba en la casa de su papá y encuentro a un joven alto vestido con ropa sport, cuando empieza a platicar se da uno cuenta del enorme cariño por su profesión y el respeto por los toreros, se trata del banderillero: JOSÉ MARÍA VILLALOBOS CRESPO “CHEMA” Soy originario de Guadalajara Jalisco, nací un 4 de marzo del 1991, en el ambiente taurino me conocen con el sobrenombre de “Chema” mi afi-


ción viene de familia, iba con mi papá desde los tres o cuatro años a las corridas, yo recuerdo el túnel de la Plaza de Toros de “El Progreso” lo bajaba y lo subía corriendo, mi padre iba arreglar sus cosas de trabajo yo lo acompañaba pero a jugar. Ahí empiezo con la idea de ser torero contaba con ocho o diez años, soñaba con ser novillero pero por circunstancias de la vida no se pudo. En casa no me podían llevar a entrenar lo intenté hasta los catorce años, al ver que no se iba a poder, me retiré mucho del ámbito taurino y mejor me puse a estudiar. Había algo que no me daba la felicidad total, es así como a los diecinueve años regreso con la consigna de abrirme campo en las filas de los hombres de plata. Debuté de aspirante en Uriangato Guanajuato en una novillada, el recuerdo que tengo de la misma es que el primer novillo que me tocó banderillear le pegó una cornada al torero, fue más el nervio que salirle al toro, porque después de eso ¡Vaya que pesa el traje! Luego vino mi examen Lo presenté en la Plaza de Toros “México”, el coso de la colonia Nochebuena un 14 de septiembre de 2014, en la novena novillada con un cartel formado por el hidalguense Xavier Gallardo, de Zacatecas Edgar Badillo, el hidrocálido Diego Emilio, Christian Verdín tapatío, el capitalino Luis Miguel Cuellar y de Colombia Sebastián Caqueza con un encierro de San Antonio de Triana, propiedad de Manuel Ibargüengoitia Llaguno, con divisa morado y blanco, fundada en 1950. La otra ganadería era de Guanamé, cuyo propietario es don Eduardo Hernández de los Santos, ubicada en San Felipe Guanajuato, luciendo tres tonos diferentes de rojo en su divisa, cuya fundación data del año 1989. Este festejo me queda grabado para siempre por la razón, que me hicieron la ceremonia como de alternativa, mi padrino que fue el subalterno capitalino Carlos Torreblanca en ese tiempo secretario de la Unión, se encargó del cambio de trastos, las banderillas por el capote fue en el segundo novillo. A los quince días debuté en mi tierra, en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” el festejo era una novillada. Tengo la suerte de ir colocado Con el matador hidrocálido Gerardo Adame, hemos viajado a diferentes partes y hasta la fecha

sigo en su cuadrilla. Cuando no toreo, me coloco con el matador o novillero que necesite de mis servicios. Respecto a mi gusto por la ropa de torear Uno que utilicé durante toda mi época de aspirante fue el primero que hizo mi papá, un azul marino con bordados de cruceta en plata, para andar bien vestido les tengo que dar la vuelta pronto, algunos los vendo y otros los regalo, de momento tengo tres, un azul turquesa y otro en perla los dos en azabache, el otro es en tabaco con bordados en pasamanería blanca. El que si estoy seguro de conservar es el que vestí el día del examen, ese se guarda en una vitrina. Afortunadamente no tengo ninguna superstición, eso es de mala suerte. Los cates sufridos en mi andadura taurina Tengo dos cornadas de aspirante y dos de profesional, la primera en Irapuato un 20 de marzo, con una corrida de Mimiahuápam, propiedad de don Alberto Bailléres, toros que pastan en el rancho “Ex Hacienda de Begoña”, ubicada en Dr. Mora Guanajuato, que luce los colores morado y amarillo en su divisa, fundada en 1948. En el cartel el matador de Irapuato y torero de dinastía Diego Silveti, el torero salmantino Pedro Gutiérrez Lorenzo y el diestro hidrocálido Fermín Espinoza IV. Una corrida muy complicada y “Capea” regaló un toro, precisamente ese me pega un cate de 40 cm en el muslo izquierdo. La segunda ni me di cuenta de la felicidad que pasé ese día, fue en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” en el cartel estaban el matador “Chintololo” Eulalio López “El Zotoluco”, el diestro pacense Alejandro Talavante y el torero hidrocálido Juan Pablo Sánchez, con una corrida de la ganadería de Mimihuapan, todavía era aspirante y no me querían dejar participar por el compromiso, al final siempre hice el paseíllo, el segundo toro del “Zotoluco” me pega una cornada interna. Yo me fui a entrenar con Roberto Kingston y el “Chiquis”, toreros que me han enseñado mucho el manejo del capote, les comente traigo un morete en la pierna un toro me hizo un rayón. Ellos de volada se dieron cuenta que se trataba de una cornada interna, porque se me hacía el hueco en el mismo muslo izquierdo sólo que más pequeño, enseguida me fui al hospital me operaron y era de 15 cm. La primera de profesional fue en Tlaltenango el año de 2018, iba en la cuadrilla del matador sevillano Rafael Serna toreo ocho corridas con él,


un toro de la ganadería de La Concepción, propiedad de don Octavio Casillas Casillas, astados que pastan en el rancho “El Aguacate” ubicado en Tepatitlán Jalisco, que luce los colores oro y blanco en su divisa, su fundación data del año de 1939. Cerrando un ejemplar para que saliera el caballo, entré al burladero, el toro metió el pitón y me dio una cornada interna en el muslo derecho, pude salir a torear no me la trate, a la fecha todavía se encuentra el hueco. Otra de profesional fue en el festival que se realiza en el Cortijo “Los Fernández”, organizado con el fin de recabar fondos para las obras del sacerdote Francisco Escalante, mejor conocido en el ambiente taurino como “Padre Paco” el cura más torero de Jalisco, salí en la cuadrilla del novillero tapatío Alejandro Fernández, el toro sale un poco avispado se emplazó y el torero me dijo ¡Venga, ve a pararlo! lo paré haciendo las cosas bien, iba a entrar al burladero cuando el astado hizo hilo perdí la tronera, estampándome entre el burladero y el testuz, fue un golpe en la columna que duré tres meses sin poder agacharme, han pasado dos años de esa lesión y duele todavía. Otra cosa que me apasiona después del toro En el lapso que me retiré del toro, porque vi que era muy difícil llegar a ser matador, fue de los quince a los diecinueve años, elegí otra disciplina, profesión u oficio, me dediqué al arte circense, malabares con fuego, zancos, monociclo, durante esa etapa de mi vida pude viajar mucho, conocí una infinidad de lugares, estaba soltero ganaba dinero pudiendo vivir muy bien, ahora todavía lo sigo haciendo por hobby. Mi vida personal Tengo dos años de casado con un becerro que tiene un año, cosa nueva para nosotros. Muy feliz ya con una familia es mayor la responsabilidad para salirle al toro. En estos años de mi trayectoria tengo Salidas al tercio por un buen par de banderillas o hasta un buen capotazo, es la distinción de los buenos aficionados al reconocer nuestra labor. Mi aventura por la Península Ibérica Conocí al aficionado práctico colimense Kerler Alonzo, un hombre que creyó en mí, entreno con él y lo hace como si fuera novillero, con unas ganas impresionantes de querer ser torero, es una persona de cuarenta años. Sin tener la ne-

cesidad me hizo el ofrecimiento de formar parte de su cuadrilla como peón de confianza, el año pasado toreamos dos festivales en la ciudad de Venezuela nos fue muy bien, claro que quisiera torear de luces en otro país, que es la ilusión de todos. Estoy encuadrado en la Asociación de Picadores y Banderilleros Venezolanos. En el mes de junio de este año tuve el privilegio de que me invitara a España, a torear un festival en una comunidad cercana a Madrid, que se llama Alalpardo donde tuve la dicha de vestir el terno de corto y lidiar dos novillos en esa plaza, una experiencia impresionante, un sueño cumplido, ojala las circunstancias y la vida me lleven a pisar el ruedo de “Las Ventas” de Madrid toreando de luces. Muchos piensan que los picadores, banderilleros y puntilleros es un trabajo más, pero nosotros también disfrutamos hacer el toreo, es una nueva ilusión el vestirme de torero tarde tras tarde. Cinco salidas al tercio En la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” el coso de la colonia Independencia, en el cartel el diestro de Azcapotzalco Eulalio López “Zotoluco”, el matador pacense Alejandro Talavante y el torero hidrocálido Juan Pablo Sánchez, con un encierro de la ganadería de Mimiahuápam, que lleva los colores verde y morado en su divisa, tuve la fortuna de sumar cinco salidas al tercio por los pares de banderillas, una emoción extraordinaria al actuar en mi tierra Guadalajara. Nuevamente me desmontero en mi tierra El 15 de septiembre de 2019, segundo festejo de este serial novilleril en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, en el sexto novillo de pinta castaño ojo de perdiz, marcado a fuego con el número 3 y con un peso de 420 kg, que tocó en suerte al tlaxcalteca Alberto Ortega. De la ganadería de Golondrinas, propiedad del señor Oscar Domínguez Escobar, que pasta en el rancho “Golondrinas”, ubicado en Lampazos de Naranjo Nuevo León, llevando en su divisa el naranja, rojo y gris, cuya fundación de esta casa ganadera fue en el año de 1870. Tuve la suerte de cuajar dos buenos pares de banderillas y montera en mano recibí una sonora ovación. El palmarés de este torero aparte de partir plaza en casi todos los ruedos de la República Mexicana, lo ha hecho en Venezuela y Alalpardo, España.


CAPITULO 15

Entre mexicano, andaluz, portugués, gran gitano y sobre todo de pellizco

Ya tengo muchos años de conocer a este torero, es más en el año de 1991 tuve el placer de mandarle hacer mi primer capote y muleta, fue a entregármelos a un negocio que teníamos en la colonia Chapalita, son frecuentes las veces que nos vemos y es mucho lo que se aprende en esas charlas con él. Cuando le comenté por teléfono sobre el proyecto que traía en mente, sin pensarlo dos veces me citó en su casa.

Me traslado al añejo barrio de Mezquitán que quiere decir “Lugar de Mezquites”, ya que su fundación data del siglo XVI, barrio donde se encuentran las grandes casonas un poco remodeladas pero con fachadas antiguas, con su popular mercado de las flores, porque ahí se surten las pequeñas y grandes florerías de Guadalajara y por supuesto el panteón que lleva el mismo nombre. Encontré a un hombre alto, espigado, con su boina torera entre mexicano, andaluz, muy gitano y portugués, ¡Vaya percha la de este soñador torero! Una persona muy trabajadora, que lo mismo hace faena corriendo un toro o poniendo un par de banderillas en todo lo alto, que pegar soberbios derechazos al cazo para tener el lechón en su punto o haciendo el teléfono a la máquina de coser para tener terminada toda la artesanía taurina, que vende a las afueras de las plazas de toros, de feria en feria y de plaza en plaza, mandando fundones y capotes a diferentes ciudades, un artista en pocas palabras y mientras él da una tanda de naturales a la Singer, la señora Lourdes su compañera de trabajo y de vida, da el terminado a los productos. Un privilegio estar en su casa y su taller, un santuario del cante jondo y del toreo, lleno de numerosos recuerdos como fotografías, carteles y reconocimientos, así como tener colgado su traje corto, su zahón serraje, junto con el sombrero cordobés de ala ancha en su percha, preparado para un festival. El vestido de luces colgado secando porque se viene un compromiso, todo esto rodeado por la música de fondo del artista genial Camarón de la Isla, gran intérprete del cante flamenco. Hablar con él da la sensación de estar en el barrio de Santa Cruz o en alguna taberna sabo-

reando una caña y un charuto muy cerca de la Giralda, también estar caminando por las calles de Sevilla, es imposible no sentirse en la madre patria al dialogar con él. ¡Olé! Por este personaje de pellizco. Estoy con el banderillero FERMÍN QUIROZ VILLASEÑOR Nací un 18 de enero de 1965, en la bella y taurina ciudad de Guadalajara Jalisco, empiezo a aficionarme a la fiesta brava por mi padre que era un taurino chipén, quería ser torero pero dejo pasar el tiempo y cuando recapacitó era tarde, un día buscando algo en la bodega de mi casa me encuentro un capote que fue de Manuel Capetillo el mejor muletero del mundo, a mi padre se lo había regalado, confeccionado en seda de los que ya no hay, contaba con quince años de edad, pero ese capote llamó poderosamente mi atención y tomándolo salí al jardín de mi casa que era un poco grande, ahí estaba tonteando cuando llegó mi padre, me dijo: ¿Y eso? fue hacia mí diciendo: no, mira se agarra así y ahí empezó toda la tragedia. Entre al toro por disciplina ya que mi padre dijo no tener la paciencia de enseñarme, sé que lo hacía bien y me transmitía conocimientos pero, para mantenerme ocupado y que no anduviera


cuatro o cinco horas en la calle quién sabe con quién, a haciendo que, creo que hubiera acabado con malas compañías.

muleta y el ayudado, vámonos se acabó. Al rato me di cuenta que el jinete andaba borracho, al caer se desnucó y ya había palmado.

Cuando menos pensé ya estaba metido en el toro, me llevó con el que a la postre fue mi maestro José Antonio Contreras “El Chato de Acámbaro” él y su familia acababan de llegar de Yahualica a vivir en la plaza el año de 1980, fecha de la reinauguración del “Nuevo Progreso”, me acompañó los primeros dos días ya después me iba en el camión, recuerdo que me dijo “El Chato” a ver mi buen, usted no va agarrar un capote hasta que no este fuerte de las piernas porque luego hay que embestir, me instruyó desde saber tomar un capote, como bregar y me dijo algo importante, para que puedas dar un lance debes saber lidiar, eso lo tiene que hacer un subalterno, un matador y un novillero, así se fue pasando el tiempo empecé a soltarme con el capote, al rato una vacada en la “Calesa” propiedad de los señores Barbosa.

Al regreso se hacían más o menos cinco horas, mucho rato no articulamos palabra hasta que mi padre me preguntó ¿Cómo te sentiste? bueno, sentía que me arrollaba, sí pero no ocurrió, mira embisten de esa manera porque son criollos, un novillo es diferente la casta es otra cosa, la primera sensación ya la viviste.

La primera vez que fui a torear lo consiguió mi padre no quiso decirme, lo único que dijo: ponte a entrenar, y a correr, él iba a Manzanillo les vendía gorras, encendedores, camisetas en fin toda la publicidad a los hoteles, a la siguiente semana nos fuimos a un pueblo de Colima llamado Tecolapa una ranchería adelante de Madrid Colima, llegamos y vi unos cebús sin pitones de 300 o 400 kg de peso, recuerdo que les dijo: aquí está el torero que les prometí ¡Que salga! un ruedo de trancas y como a cincuenta metros de la placita la iglesia del pueblo. Iba vestido como los grandes maletillas, mis tenis Superfaro que eran los tenis toreros, mi pantalón de mezclilla, camisa blanca anudada y mi gorra. Dice mi padre: suelta los brazos agarra tu capote así como lo hiciste al entrenar, acuérdate cuando veas que se viene no lo adelantes tú espérate y luego se lo echas. Sale el primero como se dice en la jerga taurina con chofer, pega cuatro o cinco reparos lanzando al vaquero por los aires, en eso se viene el cebú y grita mi padre ¡Venga ahí! ¡Abre los brazos¡ y le pegué cuatro o cinco lances rematando como pude, en eso entra un ranchero y lo toca, luego los jinetes a caballo se llevaron al herido, sin dejar pasar la oportunidad me zumbé un quite por chicuelinas, tomando la muleta pegando unos pases por alto y lo fui bregando, en ese momento se empezaron a escuchar el toque de las campanas de la iglesia, comenzó a salir la gente vi que mi padre hablaba con alguien, regresando para gritarme ¡Matador! agarra tu capote, la

A las dos semanas estaba en casa, cuando llegó mi padre y me da la noticia que tengo otra toreada, ahora se trataba de una vacada en el cortijo de “La Calesa” de Pepe Ortiz, feudo de los señores Barbosa situada en la calle 68 A, # 280 entre Pensador Mexicano y Medrano, pero hay que vender cien boletos, eso era usual para poder torear el vender entradas y así se pasó un año, trasladándome a otros pueblos donde se vive la fiesta pero también donde han quedado tantos, con sus sueños de gloria. Luego mi padre me relacionó con ese torero bufo chonero Mario Alberto Rodríguez “El Pipiolo”, “Chucho de Anda”, Víctor Lira, “Clavito” y hasta “El Cartero”, todo este rodaje sirvió para caminar en esto, novillo grande, novillo chico, toros toreados, toros limpios, empiezas a conocer el ambiente. En la plaza de toros “Rodolfo Gaona”, de Celaya Guanajuato toree dos vacadas, una como Fermín Quiroz y otra con el sobrenombre de “El Tapatío” todo esto sirve, porque no es torear una vaca o un cebú, es aprender a torear a la gente del toro, que luego es más complicada que una vaca toreada. En 1983 el novillero de los años sesenta José Antonio Enríquez, que toreó trece novilladas en la Monumental México, dicho cartel que tenía le hizo ser protagonista junto con Fernando Casanova en la película “El Toro Negro” donde interpretaba el personaje de un torero, era amigo de mi padre y un día le llamó por teléfono: ¿Fermín, que traes un hijo toreando? sí pero está muy nuevo, nada mándalo voy a dar una novillada te lo pongo. Mira yo siempre he estado agradecido contigo, recuerdo que una ocasión no tenía ropa para torear y tú me hiciste el avío prestándome un vestido, que había sido del maestro Lorenzo Garza, son cosas que no se olvidan, nomás trae un zarzo de banderillas y tu chavo torea. Acababa de pasar la Feria de Zacatecas y era un sobrero de la misma, así es que compró nada


más tres, era un novillo toro que pesaba como 450 kg. Una semana antes me fui para entrenar, a pegar publicidad, hacer prensa y mi padre para ese día se llevó de banderillero al “Chato” los otros subalternos eran Lupillo Rivera, “El Gallo de San Luis” y José Asunción “El Quemado”. A la hora del sorteo va “El Chato” en mi lugar y saca el papelito de los sombreros, anunciaba que me había tocado el toro, inmediatamente pensé “Pinche toro” que voy hacer y efectivamente no pude hacer nada, lo toreo con la capa como pude, le pegué unos cuantos pases, mi papá recuerda una tanda, después me dio una espantosa voltereta, recuerdo que me gritaba: ¡Venga! quédate quieto de verdad. Lo maté de un bajonazo, nos regresamos a Guadalajara y preguntó ¿Cómo te sentiste? fatal. Tienes razón debes estar más rodado para esos novillos, no te preocupes para el año siguiente toreas unos diez festejos y será otra cosa ¡Claro! nos van a costar, pero déjame ver. A la mañana siguiente estábamos en la fábrica de plásticos que tenía mi padre y recibió una llamada de “Clavito”, le decía que faltaba gente para ir a chonear, a un pueblo de la región Valles de Jalisco de nombre San Juanito de Escobedo, fuimos y se trataba de una cebuceada muy buena, estuve bregando bien con la capa y con la muleta también por la cara, al que se dejaba un trincherazo o un medio derechazo. Al regreso me comentaba mi padre tú tienes mucho temple, si fueras subalterno serías muy bueno, aunque sólo fue un comentario, pasó el tiempo y salían festivales de esos que daba el señor Luis Aldana por medio del Banco Refaccionario de Jalisco, iba y ayudaba a poner banderillas, daba capa pero me servía mucho. Una vez me dijo el Ing. Rubén Pérez, que en diez días iba a torear un festival en ciudad Valles San Luis Potosí que si lo acompañaba, él iba andar por allá que me trasladara para vernos en la plaza. El cartel del festival lo formaban Joselito Huerta “El León de Tetela”, Alfredo Leal “El Príncipe del Toreo”, Manuel Capetillo “El mejor muletero del mundo”, Alfonso Ramírez “El Calesero”, Luis Castro “El Soldado” y Rubén Pérez como aficionado práctico, él llevaba buena amistad con todos y por eso lo invitaban a alternar con ellos. Llegué a Ciudad Valles encontrándome con una placita de mampostería semifija era la feria, al

llegar nos dimos cuenta que el festival era con cuadrillas de la Unión, me dice el Ing. Rubén tú de todas maneras conmigo a ver si hay oportunidad de que salgas, hicieron el paseíllo los toreros con sus cuadrillas y me presenta con los subalternos, uno de ellos Juan Escamilla, hombre de carácter muy fuerte le dijo el ingeniero: mira este muchacho es hijo de un amigo mío de la industria de plásticos, si pudieran darle chanza de dar dos capotazos y poner banderillas, no aceptó argumentando que iban las cuadrillas, ya me dijo Rubén, tu ahí con mis cosas acompañándome, lidian conforme el orden los matadores y sale un novillo buenísimo de Santoyo, al que iba a poner un par de banderillas un hijo de Juan Escamilla era aspirante Adolfo Escamilla, que hoy en día es un ingeniero químico de muy alto nivel en la UNAM, un figurón en su carrera, intentaba poner el par y el novillo le ganaba la cara, en eso me ve don Nacho Camacho que por cierto lo conocí en la plaza y cuando estaba con las cosas de Rubén, me dijo: usted que hace aquí, estoy cuidando las cosas del ingeniero, usted no cuida nada, ¡Váyase! que hay mucho torero raterillo, como estaba muy cerca volteó a verme y me dijo: tú si le podrás pegar un par, me canso, fui y le planté un par enorme y aplausos, dianas, nuevamente el aspirante no tuvo suerte y entonces me dijeron ¡Venga! tu cierra el tercio a ver si es cierto que los toreros de Jalisco son tan buenos, ya vera que sí, otro gran par y dianas, aplausos ya cuando entre al callejón Nacho Camacho me vio de otra forma y dijo: oye ¡Que torerazo eres! los de Jalisco siempre han sido mis amigos, en eso venía don Juan Escamilla por el callejón y claro me veía mal porque a su hijo no se le habían dado las cosas, le dice Nacho Camacho ¿Oiga compadre Juan? este muchacho puede ser un buen banderillero y contesta don Juan: que vaya a la Unión para que se haga banderillero y me quedé pensando, pero yo no quiero ser banderillero, quiero ser novillero y llegar a ser matador. Ya viste torero vas a la Unión llevas tus papeles y ya. Creía que era fácil; pasaron tres o cuatro meses que lo estuve pensando y decía: novillero, costaba mucho dinero, le iba a costar la fábrica de plásticos a mi padre, la casa, los coches para ser torero y si de matador no me como ni un birote ¡Vaya ruina! Entonces pensé, si para seguir en la fiesta tengo que ser banderillero adelante y comenzó mi ardua y difícil labor de trasladarme a la ciudad de México, cuando la Unión estaba en la ca-


lle de Gante frente a una cantina muy famosa, me iba todos los martes en la noche y me tarde creo que siete meses yendo y viniendo, tomaba aquel autobús tres estrellas como en ese tiempo no había autopista hacía diez horas en llegar, un día después de tanto tiempo, me dice mi padre ¿Vas a ir otra vez? es la última vez, a ver si hay suerte. Que me la dan, entonces ya con la carta anduve toreando mucho alrededor de dos años, aparte que había buena solvencia económica en la casa, porque de aspirante no recibes nada por el contrario cubres todos tus gastos, con mucha suerte de nunca salir lesionado hasta que llegó el examen junte más o menos cincuenta carteles.

Otro día en la mañana desayunamos mi padre y yo, fuimos a la Unión que ya se encontraba en la calle de Mérida #194 esquina San Luis Potosí, frente a la farmacia que venden inhalantes Vick Vaporub, subo a la oficina de don Juan Escamilla, él estaba leyendo las crónicas de la prensa fumando su charuto, pido permiso para entrar y dice pase ya lo esperaba ¡Enhorabuena! gracias don Juan, oiga fíjese, ya no me diga nada más, supe todo lo que pasó no hay ningún problema, entonces le dice a la secretaria, señorita hágale al torero otras cartas nuevas para que se examine mañana en la plaza de Aguascalientes, váyase para allá va a ser una corrida de toros y ahí se va a examinar.

Después de ese tiempo me examinan

Que se viene otro examen

En la Plaza de Toros Monumental México el 14 de septiembre de 1986 en una novillada, con un cartel formado por Fernando Arroy, el leonés Germán Lozornio y Cesar Cigales, salgo en la cuadrilla del torero hidalguense Arroy, llego al sorteo me presento con todas mis cartas, a la empresa a los novilleros y a las autoridades correspondientes, avisando e informando que me examinaba, lo aceptaron y bien se me dio, lidié un novillo y puse banderillas a los seis como es la tradición pero no fui aceptado ni me firmaron, porque les incomodé hasta cierto punto en el sentido de que iba estrenando un vestido. Llego a puerta de cuadrillas de estreno, con un terno perla y plata, elaborado por el maestro Amilcar Campos, Q.E.P.D. seguramente debe estar vistiendo figuras en el cielo. Mi padre me lo llevó porque era mi examen y debut en la Monumental de México el coso más importante, eso molestó a los viejos, porque en el patio de cuadrillas estaba la transmisión de la W y dice el cronista, regresamos de los cortes comerciales cuando aquí está haciendo su aparición uno de los actuantes del día de hoy, que viene vestido como príncipe, nos deslumbra con lo que brilla por lo cual le dije, yo soy banderillero hoy me examino soy Fermín Quiroz de Guadalajara tuve una actuación muy buena al igual que al “Chatito”, que toreó esa tarde.

Me trasladé a la tierra de la gente buena, para nuevamente hacer mi examen el 16 de septiembre de 1986, en la Plaza de Toros Monumental de Aguascalientes con una señora corrida, en un mano a mano entre hidrocálidos Ricardo y Luis Fernando Sánchez en homenaje a don Leodegario Hernández, con un encierro de la dehesa de Peñuelas propiedad de la Sra. Raquel González Vda. de Dosamantes, cuya divisa lleva los colores azul celeste y oro.

Tengo un recorte de Pancho Lazo escritor taurino del diario en color sepia, que nos publicó haciendo referencia a una pareja de jóvenes que venía a refrescar la baraja taurina de los subalternos, con cualidades bregando por delante sin molestar a los toros, sin tocarles los lados, poniendo banderillas en todos los terrenos y bueno, pues no firmaron, lo único que dijeron: vaya a la Unión a ver que le dicen.

Entonces me llevé un vestido más toreado, porque yo de aspirante llegué a tener veinticuatro vestidos entre nuevos y usados, era muy envidiado por los compañeros, decían que era hijo de papi, que era un niñato, la verdad es que yo trabajaba y mi padre me decía ¡Venga! hazte otro vestido invierte tu dinero, la fiesta es de categoría y tú siempre debes estar bien vestido, así debe de ser la fiesta tiene que ser engrandecida por uno, me examino en el primer toro del matador Ricardo Sánchez, de nombre “Don Leo” marcado a fuego con el número 1, lo lidié, lo puse, lo saco del caballo, lo banderilleo, y coloqué los palos a los otros cinco, acabando el festejo toda la gente que actuó me firmaron que yo estaba apto y capacitado para ser banderillero profesional, mi padrino fue el matador de toros nacido en Manzanillo Colima, ya fallecido Tomás Abaroa una persona muy íntegra, cabal, serio y profesional que era el hombre, una semana después fui a la Unión a pagar mi derecho de inscripción y estar al corriente con los trimestres que se deben de pagar, me dieron mi carnet. Siendo mi primer corrida ya cotizando y cobrando mi dinero un 4 de octubre de 1986, a las órdenes de ese gran personaje que dejó un


gran legado en este país, el rejoneador portugués don Pedro Luceiro, en la Plaza de Toros “El Recuerdo” de Ahuacatlán Nayarit, al otro día 5 de octubre del mismo año, toreamos en San Juan del Río Durango en la sierra, ahí bajo las órdenes del matador Gerardo Vela oriundo de Durango, ya con tantos años en el medio y de subalterno he perdido la cuenta de todos los festejos, tengo treinta y dos años de actuar de forma continua. He tenido la fortuna de ir colocado con varios matadores Grandes figuras del toreo por ejemplo: formé parte de la cuadrilla del matador español oriundo de Cáceres Juan Mora, cuando estuvo toreando en México, con el matador sevillano “Curro” Durán acompañándolo varias corridas en plazas de México, una temporada al regreso del último mandón de la fiesta en México el regiomontano Manolo Martínez, la temporada de despedida del maestro nacido en Santa Coloma de Gramanet provincia de Barcelona, Joaquín Bernadó que fue en 1988 – 1989.Al maestro colombiano César Rincón, lo acompañé las temporadas 1993-1997- 2004 – 2005 – 2006 - 2007- y 2008. El 13 de noviembre del 2010, me invitaron a torear una corrida en la ciudad de San Luis Potosí, se trataba de la inauguración del Domo, acartelados el diestro de Chiva Valencia Enrique Ponce, los hidrocálidos Arturo Macías y Juan Pablo Sánchez, con un encierro de Arroyo Zarco, propiedad del ganadero Fernando Pérez Salazar Barroso, dehesa que pasta en el rancho San Francisco, ubicada en Jilotepec Estado de México, que en su divisa tiene los colores morado, amarillo y plata, cuya fundación es del año de 1976. Formé parte de la cuadrilla del matador Arturo Macías López y gracias a Dios desde entonces sigo con el matador, lo cual me hace sentir orgulloso. Los colores de mis ternos en mi ropa de torear Son verdes y morados bordados en plata, más que en pasamanería, si tengo algunos en azabache. Guardo pa´ los restos, un vestido tipo goyesco en terciopelo verde y azabache bordado por el maestro Almicar Campos, por tratarse de que con ese terno hice mi examen de profesional en Aguascalientes. Con la elaboración de artículos taurinos Inicio el año de 1988, en el arte de elaborar capotes de brega, por la necesidad de que los pro-

pios estaban muy toreados y por una circunstancia curiosa fui a mandar hacer uno nuevo con el banderillero Ismael Lora Barrón, cuando fui por él no estuvo, me fui a torear con mis avíos viejos, parché uno y agarré otro de la legua, al regresar tampoco estaba Ismael, se había ido a embarcar unos novillos. Recuerdo que mi padre me dice, vamos al centro a buscar material una lona rosa o a ver que, para elaborar un capote, porque españoles no hay y si encontramos uno de medio uso, te lo van a dar muy caro. Nos trasladamos a la zona industrial y compramos unos metros de algodón rosa y amarillo, utilizando una máquina que nos prestaron, lo corté todo chueco, lo cosí, claro que una señora me ayudó, total me fui a torear con ese capote elaborado por mí, del cual me sentía muy orgulloso. Compañero de ese día en la corrida fue ese pedazo de subalterno Beto Preciado, al verlo me dice: ¡Y este capote qué! le contesto: yo lo hice don Beto, me hacía falta uno. Lo tomó, lo sopesó o como se dice en los pueblos lo tanteó y pregunta: ¿No lo vendes? ¡Ah cabrón! pensé me está cachondeando, pinche capote mal hecho, ¡Sí! don Beto, ¿Cuánto quieres? Rápidamente hice las cuentas del material con una ganancia y dije ¡Tanto! Ahorita acabando el festejo te lo pago. Cuando regresé a Guadalajara dice mi padre, que tal como te fue con el capote, bien le di al toro. ¿Se ensució? Un poco de sangre, lávalo luego para que no se le pegue más. Me dio un poco de risa y le dije no, ya lo vendí ¿A quién? me lo compró Beto Preciado, ¡Ah cabrón! y eso. Vamos a comprar más material pero ahora para dos capotes, mi padre siempre ha sido un loco visionario positivo de los negocios, ahora vende calcetín para diabético, en la puerta de cuadrillas del IMSS ganándose la vida honestamente. Fuimos compramos la tela, medio me ayudaron y que los vendo al siguiente fin de semana el que utilicé para torear y el nuevo. Mi padre me dice: ¿Qué pasó? ya se vendieron, ya está hay que fabricar capotes. Compramos en la Casa García que se encontraba por la avenida Niños Héroes una máquina de coser, la misma que hasta el día de hoy nos hace el avío con la jama. Ya después vinieron las muletas porque también las pedían. En el año 2010 me dediqué hacer artesanía taurina, todo lo relacionado con el mundo del toro, pulseras, fundones, bolsos, cintos, bolsas para


los avíos, etc. Lo malo es que en este trabajo sacas para ir pasándola, aunque mis pilares fuertes para esto son mi esposa Lourdes y mis hijos que se la rifan ayudándome a cortar, pegar en la casa y con el puesto vendiendo en las ferias taurinas si no toreó les ayudo, pero cuando lo hago se la juegan ellos. En el toro son normales pero Hombre, no tengo tantas supersticiones lo normal evitar poner la montera en la cama, no saludar a alguien con amarillo, o un gachó que no me cae bien, mejor sigo de largo. Respecto a los percances Gracias a Dios no sé lo que es una cornada, el único percance es del pie y se entiende en el siguiente parte médico: Fermín Quiroz Villaseñor sufre lesión del tendón de Aquiles derecho, al estar trabajando como banderillero y escapar a la embestida del toro, se realizó una resonancia magnética encontrándose el tendón completamente roto multi desgarrado y deshilachado, solo sujeto por el plantar derecho. “Pronóstico reservado”. Superé este cate y aunque no me encuentro al 100% ya estoy haciendo lo que me gusta ¡Torear! qué es lo que verdaderamente me apasiona. Otra cosa que me apasiona fuera del toro Son los perros, soy un fanático de la raza mastín napolitano, es una especie que me gusta, no lucro con ellos, más bien le pongo pero estoy satisfecho por esto. Cargos que he ocupado para ayudar a mis compañeros En una edición especial de la revista “El Castoreño” precisamente en el aniversario de la Unión, que fue escrita por ese gran taurino y poeta Q.E.P.D. Federico Garibay Anaya. En ese artículo mencionaba que había quedado integrada por la razón de que ibas con los matadores o novilleros y te dejaban tirado, no te pagaban en ese caso a quién le reclamas, se hizo para proteger a los subalternos y picadores, algo así como un sindicato. Mediante una carta constitutiva el 17 de julio de 1933, nace la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, los que tuvieron a bien hacerla fueron el picador de toros Saturnino Bolio “Barana” y el banderillero Ramón Moncebáis Guzmán, mejor conocido como “El Chato Guzmán”, ellos echaron pa´ lante siendo apoyados por la

demás gente. Tuve la fortuna de ser delgado la primera vez en 1987, a lo largo de mi dilatada trayectoria taurina de treinta y tantos años, he tenido la suerte de ser cinco veces delegado, esto habla bien de mi persona. En esta trayectoria he recibido por mi desempeño en los ruedos 2003 Reconocimiento otorgado por el Patronato de los festejos Charro Taurinos de Villa de Álvarez Colima. 13 de septiembre del 2009 Reconocimiento que me entregó La Peña Taurina “La Solera” por la trayectoria de 23 años como subalterno. 19 de marzo del 2017 Reconocimiento de la “Peña Taurina Guadalajara” a la trayectoria de 31 años como subalterno. 17 de noviembre del 2018 Reconocimiento de la Peña Taurina Guadalajara, presidida por Felipe Álvarez Palazuelos, dentro del marco de la Convención de Peñas Taurinas “La Fiesta de La Fiesta”. Por su Aportación a la Grandeza de la Fiesta Brava en Jalisco. El toreo siempre será luz y sombras Un dibujo de un banderillero que me realizó ese gran taurino chipén, soñador a su manera Jorge Kabande, el cual forma parte en la casa del muro de los reconocimientos, poniéndole la siguiente dedicatoria: “Amigo Fermín: el toreo siempre será luz y sombras. Tu profesión es muy bonita y también muy triste por el tiempo que se le invierte, tus sacrificios, tus ilusiones y también parte de la familia, espero que nunca dejes este oficio que te ha dado luz y sombras.” De tu amigo que te estima. El Morokhan Septiembre de 1994. Siempre al auxilio de mis compañeros Recuerdo una novillada el 30 de mayo del 2004, en la Plaza de Toros “El Nuevo Progreso” el cartel estaba formado por los tapatíos Ernesto Castellón y Oscar Rodríguez “El Sevillano” que alternaban con el de Ciudad Juárez, Gustavo García “Solo” el día que recibió una cornada muy sería de femoral, el entonces novillero hoy convertido en matador de toros, el novillo “Huapango” de la ganadería de Malpaso le dio un cate muy grave, tuve la suerte de ir a auxiliarlo y metí la mano


en el orificio de la cornada logrando sujetar la arteria y taponeando la hemorragia. Percance muy serio. Abrazo fraternal y de agradecimiento El 5 de mayo del 2013, durante la Feria de San Marcos en Aguascalientes, el matador hidrocálido Arturo Macías López, al término de la faena, cuando le entregué la montera al diestro, me dio un abrazo y rompió en llanto y me dijo unas palabras de agradecimiento, son de los detalles que nunca se olvidan. “Fermín gracias por compartir conmigo la aventura de cada tarde, por ser parte de mi familia taurina. Te quiere Arturo Macías” Garifo y garboso El 24 de febrero del 2019, en el coso de la colonia Independencia la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” durante la tercera corrida del serial de Aniversario de la Fundación de la ciudad de Guadalajara, con un cartel formado por el hidrocálido Arturo Macías López, el peruano Joaquín Galdós que hacía su presentación en esta plaza y el aguascalentense Leo Valadez, para lidiar un encierro de la dehesa de Pozohondo, propiedad de don Ramiro Alatorre Córdoba, ganadería que pasta en el rancho Santa Ana ubicado en Saín Alto Zacatecas, que lleva los colores verde y azul rey en su divisa, fundada en el año de 1978. Durante la lidia del cuarto toro de la tarde, segundo del lote del matador Macías marcado a fuego con el número 33, de nombre “Cardenche” con un peso de 535 kg, para ese festejo iba enfundado en un terno manzana y plata, tuve la suerte de salir al tercio para agradecer la ovación del público tapatío, al colocar dos pares de banderillas en todo lo alto.

CAPITULO 16 Entre el ritmo de salsa y el toreo

Traté de buscar a un torero miembro de una gran dinastía, al hablar por teléfono se interesó y me trasladé a la misma puerta de cuadrillas de su negocio, que se ubica en el popular Mercado “Libertad”, más conocido como “San Juan de Dios”, localizado en la zona centro de la ciudad de Guadalajara Jalisco, es el mercado techado más grande de América Latina, un ícono arquitectónico desde 1958. Recibe miles de turistas nacionales y extranjeros, que debido a su vocación comercial es una visita obligada. Se le conoce así, por la razón que el templo de al lado

lleva ese nombre y por el río entubado para su construcción, a un costado está el Instituto Cultural Cabañas y se encuentra sobre avenidas importantes de la ciudad, como la calle Javier Mina y la Calzada Independencia, siendo el barrio más antiguo ya que nació simultáneamente con la fundación de la metrópoli. Un hombre que convivió al lado de su padre con grandes figuras del toreo, con apenas 14 años se iba a Balbuena a entrenar con grandes toreros. Ya en el retiro dedicado a la actividad comercial. También un enamorado del baile y a ritmo de salsa, dando capa larga sin tocarle los lados a la bailarina en la pista. Pero un torero en toda la extensión de la palabra, lo avala su trayectoria de tres décadas. El fundador de esta dilatada dinastía fue mi padre Felipe Kingston Almeralla que fue banderillero de toros, recuerdo que lo acompañaba de niño al café “Tupinamba”, enclavado en el mismo centro histórico de la ciudad de México, en la calle de Bolívar # 44, era un lugar donde los refugiados españoles, los toreros, artistas y poetas más famosos, se reunían en ese espacio para llevar a cabo tertulias y charlar después de las corridas de toros, en el mundo taurino y social de México constituye una verdadera leyenda, aparte de que dicho lugar quedara inmortalizado en la novela taurina “Más cornadas da el hambre” escrita por Luis Spota. Una de sus colocaciones fue con el caballero en plaza Hugo


Olvera Villafaña, que rejoneara con el seudónimo de Juan Cañedo, siempre andaba con mi tío Luis Kingston, que fue novillero y dio una vuelta al ruedo en el coso de Insurgentes la Monumental Plaza México. Las personas que veían caminar a mi papá decían este es torero, por la percha que tenía mi progenitor, siempre con su cachucha torera, su faja, muy bien vestido de traje, me llevaba a los portales, luego pasábamos a la cantina eran los años 60, se juntaban Rafael Osorno y todos esos toreros tan buenos los lunes que regresaban de torear a tomar la copa, por ese tiempo tenía trece o catorce años, andaba con él por todos los lugares, después a verlo torear por diferentes plazas. Sufrió en su andadura taurina varios cates, una cornada en Laredo que le atravesó todo el muslo, la pena es que murió muy joven pues contaba con 44 años. EDUARDO KINGSTON HERNÁNDEZ Nací en la ciudad de México el 20 de junio de 1952,desde muy niño estuve inmerso en el mundo taurino por mi padre que fue banderillero, lo acompañaba a diversos lugares, entonces no podía estar ajeno a esta bella fiesta ya que la conocí a muy temprana edad, a mí siempre me interesó ser subalterno para emular las hazañas de mi papá, yo ya me encontraba preparando en Balbuena, que era el centro donde llegaban a en-

trenar mucho toreros entre ellos Antonio Duarte “El Nayarit”, Emilio Rodríguez, Alfredo Acosta y muchos más, al comentarle a mi papá mi deseo de ser banderillero me apoyó y lo aceptó, llevo mis papeles a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, a Dios gracias me otorgaron mi permiso de aspirante cuando todavía vivía mi papá, en esa etapa duré dos años. Luego de ese tiempo presento mi examen En la Plaza de Toros “La Aurora” ubicada en el municipio de Nezahualcóyotl, en febrero de 1971. Después de examinado tuve la suerte de colocarme Recuerdo que fueron a buscarme Enrique Lara que era el apoderado de Gastón Santos y Juan Anguiano para hablar conmigo, a una cantina que se encontraba por la calle de Gante, a ver si me interesaba colocarme con el rejoneador, ofreciendo un sueldo del grupo especial y duré con él un año. Posterior a esto, castigaron en la Unión a Chucho Morales y a Juan Carlos Contreras que se fueron a España sin permiso, me llevaron a Puebla junto con Héctor Reyes Mota, para ver quién se quedaba con la colocación en la cuadrilla del regiomontano Manolo Martínez y me quedé, acompañándolo un año fue en 1975, toreamos en ese tiempo alrededor de


cien corridas, ya después regresó Chucho Morales. Otra con el matador acapulqueño Antonio Lomelín, después de la cornada que le pegara el toro “Bermejo” de la ganadería de Xajay, propiedad de don Javier Sordo Bringas, astados que pastan en el rancho “La Laja”, ubicado en Tequisquiapan, Querétaro, con divisa verde y rojo, esta casa ganadera fue fundada en el año de 1923. Con una duración de tres años. Luego recibí una llamada del diestro de la Viga, el “Torero Charro” Mariano Ramos a ver sí quería formar parte de su cuadrilla y me pasé quince años con el matador, tuve la suerte de torear con él en Venezuela, Caracas, Maracay y salimos a la Península Ibérica, nos fuimos con un contrato de diez corridas y al final toreamos solo tres porque se cayeron las demás, las que toreamos fueron en Villanueva de Arzobispo, Jaén, la última en El Escorial, el otro subalterno era Ángel Juárez. La tarde del 9 de enero de 1977, en el vetusto coso del Hospicio “El Progreso”, en el cartel el matador español Joaquín Bernadó, el diestro tapatío Salvador Villalvazo y el toricantano Miguel Ángel Martínez “El Zapopan” con toros de Matancillas, propiedad de doña Patricia Ramírez Colunga, astados que pastan en el rancho “Cerralvo”, ubicado en Lagos de Moreno Jalisco, con divisa verde y negro, su fundación data de 1926. Iba esa tarde en la cuadrilla del español Joaquín Bernadó. También anduve en la cuadrilla de Alfonso Hernández “El Algabeño”. Grandes añoranzas que se quedan Cuando toreábamos en la añeja Plaza de Toros “El Progreso”, llegábamos a vestirnos a un hotel que se ubicaba por la calle de Javier Mina, al salir como nos encontrábamos muy cerca de la plaza, íbamos los banderilleros y picadores vestidos de luces a pie hasta el coso, eran unas bellas y pintorescas estampas de ese Guadalajara taurina de antaño. Respecto a mis vestidos de torear Me encantaba un terno azul cielo y plata, tenía también un rojo y blanco casi todos me gustaban en pasamanería blanca, pero también tenía en metal, el último que me mande hacer era obispo y azabache, tuve la suerte de que me lo hicieran en España, el sastre Justo Algaba. Realmente no guardo ninguno todos los regalé o los vendí, lo único que me queda de mis avíos es un capote de brega, por la razón que a veces me invitan a algún festival los acompaño, es cuando lo utilizo y les echo la mano.

A lo largo de mi trayectoria de 30 años en los ruedos el mal fario se ha hecho presente En la Plaza de Toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de Tlaxcala me pegaron una cornada muy fuerte, andaba en la cuadrilla del matador acapulqueño Antonio Lomelín, un toro de la ganadería de Haro, propiedad de don Antonio Haro González, que pasta en el rancho “La Laguna”, ubicado en Terrenate Tlaxcala, con divisa tabaco y oro, cuya fundación data del año de 1966. Estaba corriéndolo de capa y el matador me grito ¡Ya déjalo! con las prisas le di unos seis o siete capotazos, era muy pegajoso, medí mal el burladero y me alcanzó en la pierna. Otra cuando iba en la cuadrilla del “Torero Charro” Mariano Ramos cerca de Toluca, el toro me dio una cornada en la axila. En la Plaza de Toros el “Nuevo Progreso”, recibí una muy grande toreando con el matador tapatío Pepe Murillo, otro astado de la ganadería de Haro, iba de pareja con “El Chatito de Acámbaro”, antes de la corrida me dijo el matador Lalo tu lidias los dos toros ¡Si matador! alcanzó a escuchar “El Chato” y antes de partir plaza me dijo: ahora vas a ver que repaso te voy a poner, le contesté: que me vas hacer. Lidié el primer toro y agarré los palos pero me lo dejo llegar tanto que me pega con el hocico, me tumbó y en el piso hizo por mí, pegándome una cornada en la espalda. La última gracias a Dios fue en León, acompañaba al torero ecijano José Antonio Campuzano, dándole vueltas a un toro ya para echarse con la espada dentro, estiró la gaita, me agarró y me trajo colgado un buen rato. Después de estas tres décadas pongo un punto a mí andadura en los toros En la Plaza de Toros de Guadalajara Jalisco el “Nuevos Progreso” el 11 de mayo de 1995, me desprendí la castañeta, en el cartel el matador de Apizaco Rafael Ortega, el hidrocálido José María Luévano y el moreliano Fernando Ochoa con astados de Reyes Huerta, propiedad de don Reyes Huerta Ortega, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Ajuluapan”, ubicado en Ixtamaxtitlán, Puebla, toros con divisa blanco, rosa y carmín, su fundación fue en 1948. Esa tarde hice el paseíllo enfundado en un terno azul celeste y pasamanería en blanco, al término del festejo tuve la suerte de que me quitara la castañeta mi tío Luis Kingston, que fue novillero y sastre taurino, con ella en la mano di la vuelta al albero del “Nuevo Progreso”, sin duda una tarde de sentimientos encontrados por recordar una andanza de 30 años, se agolpan los recuerdos


y pensar que ya no se volverá uno a vestirse de torero, de todas formas me moriré siéndolo aunque ya no salga al ruedo. Ha sido una vida dedicada al toro con una profunda vocación de servicio a los matadores y novilleros. Aparte del toro hay algo que me apasiona El baile específicamente el género de salsa, nosotros somos del famoso barrio bravo de Tepito, que tiene su origen en el vocablo náhuatl Teocali-tepiton, que quiere decir “Templo Pequeño”, arrabal que pertenece a la colonia Morelos, al norte del Centro Histórico de la ciudad de México, se caracteriza por su historia, tradiciones y su alta actividad comercial. Aprendí el baile en las calles de Tepito, ya estando en Guadalajara, cuando me iba a bailar me acompañaba el subalterno Raúl Aguilar “Chiquis”, al verme como me desenvolvía en la pista, igual que si estuviera llevando de largo a un toro en el ruedo, le nació la afición a este subalterno por tal disciplina. Actualmente ya cumplí 25 años aquí en esta hermosa ciudad.

me debe $ 5000 duros, no espérate uno por los que te debo hasta que me ganaba –matador yo y no juego-- él no tenía muchos amigos pero con la cuadrilla era diferente, nos daba un trato de categoría, nos decía: vénganse y nos echábamos unos vinos con él, también andaba Rafael Herrerías, que empezó cargando los capotes, después su chofer y luego lo cuidaba. Corrida televisada En la Plaza de Toros de Provincia Juriquilla, de los hermanos Torreslanda, con un cartelazo el diestro regiomontano Eloy Cavazos, el “Torero Charro” Mariano Ramos y el matador salmantino Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”, causaba revuelo la corrida y más porque iba a ser televisada, llegué al sorteo, fuimos a desayunar y faltando como una hora para vestirnos, empecé a sacar mi ropa y vaya sorpresa, la taleguilla de un color y la casaca de otro, sentí una cosa horrible que me enfermé, le dije al matador que no salía, que andaba enfermo, con ese cartelazo y televisada. ¡Vaya petardo!

Mi vida fuera del toro como esposo y padre

¿Y las zapatillas?

Mi señora se llama María Antonieta Jiménez ya cumplimos 42 años de feliz matrimonio, tenemos la suerte de que Dios nos haya elegido para ser padres de tres hijos, dos hombres y una mujer, ya están grandes, a mis hijos no les dio por el toro, la que es una verdadera aficionada es nuestra hija, no falta cada que hay un festejo, mi familia ha sido una bendición a lo largo de mi vida.

Andaba de aspirante y toreaba con mi papá, se me olvidaron las zapatillas era una novillada, una tremenda regañada de órdago que me llevé de mi padre, toreábamos en Villa Hidalgo cerca de Toluca, me trasladé al mercado a comprar algo y conseguí unas de dama, que me quedaban muy apretadas, lo bueno es que el festejo se suspendió, no podía ni caminar, de esto se acuerda mucho Efrén Acosta.

En todas las andanzas de mi vida de torero he recibido

Algo que se debe conocer del segundo tercio

El reconocimiento más grande que tuve, es andar colocado con todas las figuras del toreo. La Peña Taurina Mal de Montera”, que tiene por lema “El Arte del Toreo es Pasión y Cultura” me otorgó un reconocimiento para el mejor subalterno. Aunque dentro de mis mayores satisfacciones está que viví del toro muy bien, fue cuando toreábamos 70 u 80 corridas por año con las figuras. “Saltamontes” vente a jugar baraja Cuando iba en la cuadrilla del regiomontano Manolo Martínez, es ese tiempo estaba de moda “El Saltamontes”, cuando íbamos en el avión, yo sentado adelante con los hermanos de “Chito” Muñoz, me gritaba “Saltamontes”, ¿Qué paso matador? vente vamos a jugar, el mentado conquián, después de un rato le decía: matador ya

El toro es bravo debe picarse, si no es muy difícil que se pueda torear, tiene que sangrar para que se descongestione, lo bueno de un subalterno es el capote más que los palos, por ejemplo con Manolo, colocaba un par bien y se me quedaba viendo muy feo, diciéndome te dije que una y atrás, porque le estorbaban, lo que le gustaba de mi oficio taurino es como lidiaba los toros capa larga, bien templado sin tocarle los lados, los palos no le gustaban así como a muchos matadores. Somos una parte de la fiesta brava, siempre al servicio de los matadores Me trasladé nuevamente a la tierra de la gente buena Aguascalientes, acompañado de mi subalterno Salvador de Loera “Chavo”. Para localizar a otro hombre de plata miembro de la dinastía formada por su padre y su tío, al ver


a su hermano mayor presentar el examen de banderillero y siendo un chaval apenas, decide abrazar la profesión continuando los pasos de su familia, logrando el objetivo se pudo colocar con grandes figuras y acompañarlos al periplo de su andadura taurina por los cosos españoles y franceses, así como los sudamericanos. Actualmente con una trayectoria de más de cuatro décadas ve cerca su retiro, mientras tanto se la sigue rifando saliéndole al toro, al igual que realizando sus vestidos de torear, como la elaboración de monteras, un verdadero artista.. Quedamos de acuerdo en reunirnos en el céntrico Hotel Francia en el café Sanborns, que se encuentra ubicado frente a la catedral hidrocálida, muy puntual como si fuera a partir plaza, un torero vestido de calle y muy peinada su cárdena cabellera, huellas inequívocas de las duras batallas en los cosos del mundo, en su mano unos pliegos de papel albanene que ocuparía para trazar algunos bordados de su nuevo vestido, además padre de un subalterno, es el torero de plata: FELIPE KINGSTON HERNÁNDEZ Nací en México D.F. el 16 de abril de 1954. En el tiempo que nos pegó esa cornada mortal la vida que fue la pérdida de nuestro padre, era muy difícil la situación en aquel entonces, vivíamos en una vecindad pero la verdad nada más sobrevivíamos, al faltar mi papá y ver que se examinó mi hermano Lalo, pensé en hacerme banderillero y a los dieciséis años y medio, me metí a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, cuando autorizaron mi carta de aspirante iba a diferentes estados a torear, en esta etapa duré tres años y medio, hasta que cumplí los veinte años. Después de ese tiempo Tengo la suerte de presentar mi examen en el coso de Insurgentes La Monumental Plaza de Toros México, el día 13 de octubre de 1974, una novillada televisada en el cartel el hidrocálido Fermín Espinoza “Armillita”, el de Parral Chihuahua Carlos Serrano “El Voluntario”, completando el cartel el aguascalentense Humberto Moro, con novillos de la ganadería de Xajay, propiedad de Javier Sordo Bringas que lucen en su divisa los colores verde y rojo. Posterior a mi examen Con el primero que me coloqué era un torero, que toreaba mucho en ese tiempo el matador Ernesto San Román “El Queretano”, estuve en

su cuadrilla dos años, después me llamó don Enrique Vargas para torear con el diestro Miguel Espinosa “Armillita” durando dos años con él. Luego me coloco con el maestro de la Viga “El Torero Charro” Mariano Ramos estando dos años también, tuve la suerte que estando en su cuadrilla la tarde del 21 de marzo de 1982, en el embudo de Insurgentes la Plaza México cuajó al toro “Timbalero” de Piedras Negras, propiedad de don Marco Antonio González Villa, ganadería que pasta en el rancho “Ex Hacienda de San Mateo”, ubicada en Tetla Tlaxcala, con divisa negro y rojo, su fundación es desde 1874. Fue un astado exigente y bravo al que logró someter con maestría y oficio, que le valió cortar una oreja y que a la postre develaran una placa conmemorativa de dicha efeméride. Posteriormente me hablaron de nuevo con Miguel Espinosa “Armillita” durando en esta cuadrilla veinte años, hasta que se retiró, teniendo la suerte de acompañarlo a varios países, Bogotá Colombia, ahí toreó con el maestro César Rincón, en Maracaibo Venezuela alterna con ese figurón oriundo de Zahara de los Atunes, España Francisco Rivera “Paquirri”. En España el año de 1991, toreamos siete corridas y en 1993 sumó veinte festejos diecisiete en España y tres en Francia, fui como subalterno durante todo este periplo Ibérico, en ese tiempo también toreó el maestro Mariano Ramos y llevaba a mi hermano Lalo, después llegó otro subalterno Felipe González. Actualmente voy en la cuadrilla del potosino Fermín Rivera. Del gusto por mi ropa de torear Como mi padre fue sastre me enseño algo de su oficio, yo comencé desarmando vestidos de torear y sacando los moldes o copiándolos, así empecé hacer mis cosas duré muchos años preguntando como se hacían los alamares, como se cocía, la forma en que se bordaba todo eso, puse manos a la obra para hacer los míos, respecto al color si me encuentro un raso bonito y que sea de mi agrado con ese lo hago, siempre me ha gustado el color grana, el azul rey es el último que he confeccionado, tengo otro en terciopelo pero con bordados en plata realizado por mi menda, en la actualidad ya se volvió fácil hacerlos si sale un comprador los vendo, si no me quedo con ellos. Otra de las cosas que aprendí es a realizar las monteras de morilla, me trasladé a la Sultana del Norte Monterrey, con el maestro Luciano Sánchez “El Gallo” que hacía las monteras más bonitas que han existido, tuve el gusto de que me hiciera el favor de enseñarme y hasta la fecha yo hago las monte-


ras, nada más que no les he dado la publicidad como debiera, porque si no ya fuera un negocio varios de mis compañeros me han comprado, también el matador Fermín Rivera. No conservo ninguno en especial porque se van vendiendo, acabo de hacer uno obispo y azabache en terciopelo, salió un comprador y venga, como también es cierto que me encuentro en la parte final de mi carrera, me deshago de ellos para no tener tentación de guardar algo. Es tiempo de poner una pausa a mi andadura taurina Ya francamente es mucho tiempo, el pasado 13 de octubre del 2019 cumplí 45 años de estar en activo ya me pasé esto es para los jóvenes, tengo 65 años de edad y todavía le salgo al toro, estoy en condición, me preparo, entreno, juego frontenis, pero ya las piernas se cansan empiezan los calambres, si Dios quiere me dijeron en la Unión que podría ser en diciembre, les dije que me dieran oportunidad que fuera en febrero, para realizar un festival o algo con los matadores que he andado y que estén dispuestos a acompañarme. En los ruedos siempre se tienen supersticiones Las hay en mayor o menor grado pero siempre se tienen, por ejemplo para partir plaza tengo que dibujar una cruz con la zapatilla es la única que tengo, lo de la montera, el gato, lo amarillo y otras cosas no. El mal fario que hay en los toros le he sentido De aspirante me pegaron una cornada en la Plaza de Toros “Oriente” de San Miguel de Allende y dejaron algo adentro que obstruía la circulación, cuando fui a España con el maestro Miguel, me atendieron dos doctores y el médico Máximo García Padrós, jefe de los servicios médicos de la Plaza de Toros las Ventas de Madrid, me operó sacó una vena que ya no servía desde el tobillo hasta la ingle, era donde tenía la cornada y gracias a Dios quedé bien. De mi vida privada fuera del toro De mi primer matrimonio tengo tres hijos, al único que le dio por el toro es al mayor Felipe que tiene 37 años y mide como 1.90 de estatura, no le pone mucho interés a la profesión, se dedica más a los carros que tiene su taller. Matador cambia el tercio que ya no salgo

Toreábamos en Gijón con el maestro Miguel Espinosa “Armillita” una corrida de la mítica ganadería de Miura, propiedad de los señores Eduardo y Antonio Miura Martínez, cuyas reses pastan en la finca “Zahariche” ubicada en la localidad de Lora del Río, España, que lidia con los colores verde y grana con excepción de cuando los mandan a Madrid que llevan divisa verde y negro, este hierro tiene una antigüedad desde 1849.Cuando estaban entorilando un toro raspaba la pared como queriéndose subir a donde estábamos, era chorreado de pinta y la verdad no pensaba que pesaran tanto nos tocó uno con 550 kg y otro de 660 kg, me toca en suerte banderillear ese, el apoderado José Manuel Espinosa me dijo: oye no te la vayas a jugar, nomás ponle de a una y ya no pasa nada, únicamente lo escuché me paré en los medios al salir de un capotazo el toro me vio arrancándose, tuve la suerte de ponerle un buen par, cuando llegué al burladero donde estaba el matador y el apoderado le dije: matador cambia ya el tercio porque ya no le pongo el otro, en son de broma, si le tengo que poner el otro voy y lo pongo. Lo que debe conocer el aficionado Es que nosotros somos parte de la fiesta brava, trabajamos para los matadores, tenemos que estar al pendiente de ver cómo podemos servir a ellos, con la brega del capote a veces nos mandan llevar al toro con el picador, sacarlo del peto, banderillearlo para que empiece a descongestionarse y agarre otra vez el ritmo, para que los matadores triunfen es parte de algo que tenemos por obligación, es nuestra responsabilidad, deseamos que salgan los toros buenos para que corten las orejas, los toreros con los que andamos y con los que no también para que siga la fiesta, nos da mucha satisfacción verlos contentos porque en ese momento valió la pena nuestro trabajo. Los que piensan que los toros no hacen nada Nosotros al igual que los matadores merecemos respeto, también nos jugamos la vida como ellos, le salimos a los toros y tratamos de hacer nuestro trabajo bien, el público a veces está en nuestra contra aunque nos concentramos en algunas ocasiones no ven los peligros que trae el toro. Para los que dicen que los astados con la espada hasta los gavilanes no hacen nada, mi hermano Lalo recibió una cornada, yo estaba ahí fue en León Guanajuato, estaban tocando los lados y de repente le hizo hilo y lo empitonó, es una impotencia de uno porque no sabe que


pueda pasar, quiere echársele encima al toro y sacar al hermano de los pitones, hasta que bajo el astado la cabeza cayendo él. El día que decida poner punto y aparte, a toda esta andadura taurina de 45 años de profesional que ya pronto será, me pienso calzar un vestido azul celeste y pasamanería en blanco con cabos en negro como con el que se despidió mi hermano Lalo.

que se trata de un ritmo de origen cubano semejante a la habanera, interpretado con la mayoría de instrumentos de viento. Tan buen bailarín ha sido que fue objeto que el maestro Varela le compusiera su propio danzón titulado “Jorge el torero”. Se trata del subalterno:

No hay fecha que no se cumpla

Nací en la ciudad de México D.F. el 25 de mayo de 1956, me inicio en esta formidable fiesta por mi padre que nos llevaba a los toros, a mis hermanos y a mí, íbamos a verlo entrenar recuerdo que tenía seis o siete años, en una bicicleta nos jalaba a los cuatro, él quería que fuéramos novilleros, lo malo que falleció muy joven, mi padre y su hermano mi tío Luis fueron novilleros él posteriormente se hizo subalterno. Al faltar mi padre, Lalo pasó muy poco tiempo y se examinó, mi otro hermano Felipe entró de aspirante, de ahí es cuando decido hacerme banderillero. Inicio mi etapa de aspirante en el año de 1976, durando un año y dos meses.

El 15 de diciembre del 2019, en lo que sería la octava corrida de la Temporada Grande en la Monumental Plaza México, con un cartel donde actuaban el matador granadino David Fandila “El Fandi”, el diestro potosino Fermín Rivera y el torero capitalino José Mauricio, con astados de la ganadería de Barralva propiedad de los hermanos Álvarez Bilbao, ganado que pasta en el rancho “El Raspiño”, ubicado en Sta. Rosa de Jáuregui Querétaro, que lidian con divisa azul celeste, amarillo y rosa, cuya fundación data del año de 1989. El primero del diestro Fermín Rivera de nombre “Pitito” marcado con el # 540, con un peso de 471 kg, lo estuve bregando en toda la lidia, con el segundo del lote de mi matador de nombre “Bilbalero” marcado con el # 505 y con un peso de 502 kg, un castaño, veleto, calcetero, meano y rabicano de pinta, lo lidié y le coloqué el último par de banderillas en mi vida de torero. Después de una andadura profesional de más de cuatro décadas en activo, recibí el brindis del torero potosino Fermín Rivera y doy la última vuelta al ruedo acompañando al matador que había cortado un apéndice, al término de la misma entraron al ruedo toda la dinastía Kingston mi hijo Felipe, también mis hermanos Jorge, Beto y Lalo quién se encargó de desprenderme la castañeta, culminando así toda una trayectoria como hombre de plata. De figura de los hombre de plata a rey del danzón en el carnaval de Veracruz 2020 Al entablar comunicación hasta la ciudad de México lugar donde reside este buen torero, me atendió de categoría y es que era con el fin de conocer sus andanzas de tres décadas dedicado a la tauromaquia. Su inicio fue desde muy pequeño, al faltar su padre y ver que sus hermanos Eduardo ya examinado y Felipe que entraba de aspirante, toma la decisión de incursionar en las filas de los de plata. Ya de profesional anduvo en las cuadrillas con grades figuras del toreo, así como a desarrollar su gran pasión aparte del toro, que es la del baile dando duro al danzón

JORGE KINGSTON HERNÁNDEZ

Pasado este tiempo Me examino en el coso de Insurgentes la Monumental Plaza de Toros México el 19 de noviembre de 1978, era una novillada con un cartel formado por “El Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez “El Pana” que fue mi padrino esa tarde, los capitalinos Manuel Capetillo y César Pastor, con novillos de La Paz, propiedad de don Arturo Velázquez Pérez, ganadería que pasta en el rancho “Ex Hacienda La Paz”, ubicado en Epitacio Huerta Michoacán, con divisa azul marino, rosa y blanco, fundada en el año de 1986. Una vez examinado me pude colocar Con el matador “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez, el acapulqueño Antonio Lomelín, el torero hidrocálido Fermín Espinosa “Armillita”, el matador de Saltillo José de Jesús “El Glison” durando cinco años en su cuadrilla, Manolo Mejía, el diestro Rafael Ortega alrededor de seis años. El gusto por mi ropa de torear Siempre tuve preferencia por el color azul rey con bordados en blanco. Mi hermano Felipe y yo aprendimos hacer ropa de torear, fue el primero que hice y le tomé mucho cariño, también tuve un grana y blanco todos en pasamanería. Guardo de manera especial un azul rey y blanco, otro que es uva con bordados en azabache. El mal fario de la fiesta lo viví


Tengo un cate en un glúteo, muchas maromas incluso en una de ellas resultó fractura de hombro, también otra cornada interna en la pierna izquierda, gracias a Dios de todo me repuse bien.

añadido mis hermanos Felipe, Beto y Lalo que se encargó de cortarme la castañeta.

Fuera del ruedo otra pasión que tengo

Fuimos a torear al Astrodome de Houston, el maestro Miguel Espinosa “Armillita”, el torero Rafael Gil “Rafaelillo” y el diestro David Silveti, yo iba en la cuadrilla de él, teníamos que poner las banderillas pero en lugar de rejones llevaban velcro, apoyamos a los organizadores, poniendo sobre el morillo la contra para que se pegaran los palos, como era una plaza desmontable de tubular, de repente un toro metió la cabeza por abajo del tubo y levantó todo ya mero se nos salían los demás astados, fue un momento de mucha tensión, cerraron las puertas pero el susto a los organizadores, al ganadero y a todos.

Es el baile, me desempeño como maestro de baile. En el carnaval del 2020, en la ciudad de Veracruz me coronaron rey danzonero, ando ya en lo profesional de esta disciplina. Es un privilegio que el maestro Gonzalo Varela, me haya compuesto mi propio danzón de nombre “Jorge el torero” y lo toca la danzonera “La Playa”. Mi vida familiar Cuento con la dicha de ser padre de cuatro hijos dos mujeres y dos hombres, el mayor de los hombres le dio por el toro, pero en una fiesta particular cuando el niño tenía nueve años, el matador Guillermo González “Chilolo” le regaló un becerro salió toreado y le puso una friega, de ahí ya no quiso saber nada de toros. Mi hija la mayor de todos anduvo de novillero, se la llevaba Alfredo Acosta a festejos en pueblos, me la pedían para echarle una vaca o un novillo hasta que un día llegué de torear y ella había toreado también, la encontré con un pómulo abierto me platicó como había sucedido, después le dije: ya quítate de locuras te llega a sacar el ojo y de mujer. Total la retiré ya nomás me dijo: ¡A como chingados no fui hombre! ahora es muy aficionada, afortunadamente todos se dedicaron a estudiar. Los reconocimientos que he recibido En estas tres décadas de andadura taurina, tuve cinco salidas al tercio en la Monumental Plaza de Toros México, aparte de tener el privilegio de formar parte de las cuadrillas de casi todas las figuras del toreo. Lo que un día empieza debe concluir Después de 30 años en activo el 5 de octubre del 2008, en el coso de la colonia Nochebuena la Monumental Plaza de Toros México, se lleva a cabo mi despedida de los ruedos con una corrida, en el cartel el caballero Gastón Santos hijo del “Centauro Potosino”, el matador tapatío Alfredo Lomelí y el diestro moreliano Omar Villaseñor, con toros de La Soledad, propiedad de los sucesores de la señora Dalel Zarur de González, dehesa que pasta en el rancho “La Soledad”, ubicado en Tetla Tlaxcala, con divisa morado y azul celeste, fundada en el año de 1977. Me acompañaron en el momento de quitarme el

Vaya susto nos llevamos

Nunca me gusto dejarme Me invitaron a Villahermosa Tabasco, a una corrida con el matador José de Jesús “El Glison” ya andaba lastimado de su pierna, usaba el aparato salió un toro muy fuerte, él hacía un quite y lo dejaba para que nosotros nos encargáramos de la lidia, lo llevé al caballo le dije al de aúpa ¡Dale! el matador me llegó por atrás y me dijo: ¡Ya sácalo! volteé diciéndole espérese, ¡Que lo saques! que se espere y al sacarlo me grito: ¡Pendejo! ya se lo acabaron, nomás le señalé con el dedo que se callara, le puse las banderillas y el toro empezó a ir, al final le cortó las orejas y el rabo. Yo andaba molesto porque me había pendejeado y nunca me deje, incluso una vez que Manolo Martínez, me mentó la madre, se la regresé. Después “El Glison” en la noche como viajábamos en su camioneta, me llamó diciendo: torero te debo una disculpa, no cabe duda que el que sabe, sabe y me ofreció un dinero por andar en su cuadrilla, estando cinco años con ellos, aparte me pagaba un extra nunca más me dijo nada, nos dejaba que nosotros le diéramos el castigo, había unos que tenían que darles un picotazo. Mi padre nos enseñó a ver los toros, si humillaba mucho hay que darle traserito, si derrotaban arriba darles delantero, en fin la experiencia y el bagaje de tantos años en los ruedos nos ayuda mucho. Un gran reconocimiento del matador Algo parecido me pasó con el francés Sebastián Castella cuando era novillero, en la Plaza de Toros “Lorenzo Garza” de Monterrey, los ganaderos no dejaban que les pegaran a los astados, echaban novillos muy fuertes parecían corridas de toros, esa ocasión me decía el maestro ¡Sá-


calo! no espere, al final le cortó las orejas y el rabo, después cuando era matador anduve en su cuadrilla y se expresaba muy bonito de mí, me decía ¡Maestro! era un reconocimiento del matador. De administrador de empresas a hombre de plata Logré entablar comunicación con un torero, amante del deporte que lo practica como actividad para mantenerse en forma y estar bien en el ruedo. Debido a sus múltiples ocupaciones que tiene como estar presente en sus negocios, un hombre trabajador en la vida y en el albero de una Plaza de Toros, después de algunos mensajes donde le expliqué el motivo y deseo de verlo, hizo un tiempo dentro de su apretada agenda para vernos. Acordamos reunirnos para departir una suculenta jama en el restaurante Toks de la Plaza Guadalupe, que se encuentra ubicada en la esquina donde hacen confluencia la avenida Patria y la avenida Tepeyac, en el municipio de Zapopan Jalisco. A pesar de que su deseo era ser novillero y al percatarse que se pagaba por hacerlo, abrevio en su sueño logrando regresar a la escuela para terminar sus estudios, obteniendo el título de Licenciado en Administración de Empresas, acomodándose a trabajar en el Hotel Quinta Real, aunque se sentía contento con su desempeño le hacía falta algo, es así como decide retomar el camino de los toros pero ahora ingresando a las filas de los hombres de plata. Muy puntual a la cita un hombre vestido de ropa sport que venía precisamente de jugar tenis, después de ordenar iniciamos la conversación de la fiesta que le apasiona, pegando unos pares de banderillas en todo lo alto al desayuno y corriendo a una mano al burladero contrario al café, es una persona con una amena charla estoy con el extraordinario banderillero: ROBERTO KINGSTON HERNÁNDEZ Nací el 5 de julio de 1963 en la ciudad de México. La dinastía la inicia mi padre primero fue novillero y luego se hizo subalterno, después un hermano de mi papá siendo novillero llegó a torear en la Plaza de Toros México, le siguieron mis hermanos Eduardo, Felipe y Jorge que han sido banderilleros, un primo Mauricio Martínez y la saga continúa con mi sobrino Felipe, actualmente Eduardo y Jorge están retirados. Inicio primero con la ilusión de ser novillero, pos-

teriormente convertirme en matador, lamentablemente se pedía dinero por torear y no teníamos los recursos suficientes para eso o vender boletos, pero un tiempo estuve entrenando con el matador el “Torero Charro” Mariano Ramos fue mi maestro, cuando iba a torear a puerta cerrada me llevaba a banderillear los toros y de repente me pasaba las tres, solo que nunca pude torear una novillada, entonces vi que era sumamente difícil si no tenía un apoderado o alguien que me ayudara, como ahora que están las escuelas taurinas apoyando a los muchachos, ojalá hubiera estado en mi tiempo, fue como decido terminar mi carrera obteniendo el título de Licenciado en Administración de Empresas, no me sentía completo me gustaba mucho mi carrera de hecho estuve trabajando en el Hotel Quinta Real, pero al ver a mis hermanos que se iban de un lado a otro a torear, es cuando decido regresar a la fiesta convirtiéndome en subalterno. Solo estuve afortunadamente un año de aspirante, puesto que ya traía la facilidad con las banderillas y capote siendo mi presentación un 1º de enero de 1989, en una novillada en la Plaza de Toros “Caletilla” de Acapulco Guerrero. Después de ese año viene lo más importante mi examen Fue en la Plaza de Toros “La Luz” de la ciudad de León Guanajuato el 21 de enero de 1990, en una corrida acartelados el “Torero Charro” Mariano Ramos, “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez y el matador moreliano Mauricio Portillo con astados de Fernando de la Mora Ovando, dehesa que pasta en el rancho “Cerro Frío”, ubicado en Tecozautla Hidalgo, con los colores amarillo y blanco en su divisa, esta casa ganadera fue fundada el año de 1959. Posterior a esto anduve en las cuadrillas Del rejoneador Carlos Arruza, aunque desde mi época de aspirante el matador lagunero Arturo Gilio, me llamaba para que lo acompañara a torear en su etapa de novillero, cuando recibió la borla de matador de toros me habló para formar parte de su cuadrilla, fui hablar con el caballista lo entendió y aceptó. Entonces pasé a formar parte de la cuadrilla del diestro Arturo Gilio al lado de él fue mi debut en el coso de Insurgentes la Plaza de Toros México, en la corrida de las Américas en el año de 1992, el cartel era el matador capitalino “Curro” Rivera, el diestro alicantino José María Manzanares padre y el torero Arturo Gilio con toros de Santiago, propiedad de José Garfias de los Santos, cuya divisa lle-


va los colores rojo y naranja. Después de cinco años, me habló el matador moreliano Fernando Ochoa para estar en su cuadrilla, con él fui la primera vez a Perú en el año de 1997, siendo mi primera salida al extranjero con él duré cuatro o cinco años, posteriormente me coloqué con el matador capitalino Federico Pizarro durando dos años, entre los lapsos de tiempo en que no estaba colocado, tuve la suerte de torear una temporada con el diestro colombiano César Rincón, toreamos un 5 de febrero en el coso de la colonia Nochebuena la Plaza México, el cartel lo completaban el pequeño gigante Eloy Cavazos, el torero de Chiva Valencia Enrique Ponce con toros de la dehesa de Arroyo Zarco, cuyo propietario es don Fernando Pérez Salazar Barroso, ganado que pasta en el rancho San Francisco, ubicado en Jilotepec Estado de México, llevando en su divisa los colores morado, amarillo y plata, fundada en el año de 1976. Posteriormente estuve en la cuadrilla del matador capitalino Ignacio Garibay, con la fortuna de acompañarlo dos veces a Lima toreando en la Feria de Acho. La primera alternaba con Rafael Gastañeta torero peruano y el diestro valenciano Vicente Barrera con una ganadería peruana de “La Viña”. Al mes siguiente un 4 de noviembre el cartel lo formaban el torero granadino el “Fandi”, el diestro capitalino Ignacio Garibay y el matador de Fuenlabrada Madrid César Jiménez, lidiaban una corrida mexicana de Real de Saltillo, propiedad de don Carlos Peralta Quintero, que pasta en el rancho Santa Cruz de Marroquín, ubicada en Jocotitlán Estado México, cuya divisa es amarillo, morado y naranja, fundada en el año de 1978. Un encierro muy grande, serio y malo de las veces que pasa uno miedo, esa tarde corto dos orejas y le han pegado una maroma muy fuerte, fueron toreros jóvenes pero en su momento torearon mucho. Después de los mexicanos me coloqué dos temporadas con el “Fandi” cuando venía a México, las últimas tres temporadas con José María Manzanares y creo que si regresa vuelvo a colocarme nuevamente. Mi gusto por los colores de mis ternos El azul, todos mis vestidos son en azabache en plata no por la razón de que es muy delicada y se maltrata. Tengo un azul cielo, otro olivo y azabache, que se lo compré al matador Ignacio Garibay, dos que me hizo mi hermano Jorge, uno ciruela y otro color vainilla. Guardo en casa uno muy especial

Un azul turquesa le tengo mucha estimación y cariño por tratarse que fue el primer vestido español que tuve, también un grana que hice con la asesoría de mi hermano y su ayuda. En mi trayectoria las cábalas no Tengo respeto las que tienen mis compañeros que así lo sean por ejemplo: la montera no la pongo en la cama por respeto a ellos. El mal fario me ha respetado Ninguna cornada gracias a Dios, casi en 30 años de trayectoria eso sí muchas palizas. Todavía estoy en activo la última corrida me habló Nacho para acompañarlo en su despedida que fue en la Plaza de Toros Provincia Juriquilla, el 27 de abril de 2019, un festejo donde estaban acartelados el torero capitalino Ignacio Garibay, acompañado por la figura del toreo el francés Sebastián Castella y la promesa Fermín Espinoza “Armillita IV” lidiando seis astados de la ganadería de “La Estancia”, propiedad de don Alejandro Martínez Vértiz, ganado que pasta en el rancho “San Juan”, ubicado en San Luis de la Paz Guanajuato, su divisa lleva los colores blanco, azul rey y rosa. Para su despedida definitiva me llamó pero no pude asistir, fue en la tierra de la gente buena Aguascalientes el 5 de mayo del 2019, con un cartel formado por el diestro capitalino Ignacio Garibay, el francés Sebastián Castella y el joven matador de Apizaco Sergio Flores, con un encierro de Barralva del encaste Atanacio, luciendo en su divisa los colores azul celeste, amarillo y rosa. Otra pasión que me hace feliz es El tenis hace algún tiempo participé en los torneos que se hacen en los clubes privados, llegando a ser campeón de varias categorías. Como comerciante llevo los negocios de lencería, también en Tlaquepaque me lancé al ruedo como empresario en el año 2009, junto con el picador Juan Miranda acababa de terminar la temporada en Puerto Vallarta, organizamos un serial de novilladas entonces nos aventamos y se dio. Mi vida aparte del toro Mi señora se llama Lilia llevamos 31 años de casados, mi hija mayor se llama Danae que esta próxima a contraer nupcias, Alan de 26 años que se encuentra trabajando en la Unión Americana, otro hijo de 22 años, que se acaba de titular de Ingeniero en Sistemas y una hija que estudia Arte Digital.


En esta trayectoria taurina Solamente tengo un trofeo que obtuve en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” de Guadalajara, al mejor par de banderillas en la temporada 9798, estando en la cuadrilla del torero moreliano Fernando Ochoa. Cuando salga el toro me alivio Toreaba en Perú, los días de corrida siempre me preparo muy bien y así lo hice, enfrente del hotel donde nos hospedamos, había una iglesia asistí a misa antes del sorteo, recuerdo que el clima era muy frío me puse mi chamarra pero al hacer un movimiento me dio un dolor de lumbalgia que no me dejaba mover, llegué al hotel y mi compañero me pregunta ¿Qué traes? ni agacharme podía, me dio una pastilla de un antiinflamatorio de nombre Voltaren y nada, fue un verdadero martirio el vestirme, llegó el papá del matador preocupado y pregunta ¿Así vas a salir? usted no se preocupe don Nacho, ahorita saliendo el toro se me quita y así fue se me olvidó que estaba enfermo, al momento de estar con el toro no recordé el dolor.

CAPITULO 17 Son toreros, no tengo derecho de que no cumplan con su misión para la que fueron creados

Desde que se llega a la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” se siente el cante, por todas las faenas de antología que hemos atestiguado en nuestra andadura de aficionados, antes de arribar al albero de esta plaza me encuentro en su patio de cuadrillas donde los toreros ya liados con su capote de paseo, sienten la responsabilidad y el miedo de cada tarde. Al pasar la puerta encuentro un grupo de jóvenes y algunas señoritas, alumnos de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, todos ellos practicando el toreo de salón, unos con el carretón ensayando la suerte de matar, otros poniendo banderillas. Entre los instructores busco a uno que es nayarita de nacimiento y jalisciense por adopción, lo encuentro vestido de manera deportiva con unos pants, tenis y bien peinada su cárdena cabellera, dando indicaciones a sus alumnos y refrescándose tomando agua, de inmediato mientras me coloco en el estribo dentro del callejón, él toma la tronera del burladero para poder platicar de sus hazañas, reflejando en su cara el gusto al hablar de su gran pasión.

Inicio la conversación con este hombre de plata, que aunque inicio como novillero y a punto de tomar la alternativa decide cambiar el rumbo pasando a las filas de los subalternos, logrando recuerdos positivos, aunque no tuvo una despedida se encuentra orgulloso de lo realizado en los ruedos, así como de sus hijos que han abrazado tan difícil profesión. Empiezo a conversar con este torero en el mismo burladero de recibo, me doy cuenta que es un hombre muy espiritual y agradecido por los logros obtenidos, este soñador que actualmente oficia transmitiendo sus conocimientos a ese grupo de chavales que sueñan con lograr un lugar en la tauromaquia. Me refiero al banderillero: JOSÉ PABLO MIRAMONTES ZAMUDIO Nací en la ciudad de Tepic Nayarit un 23 de mayo de 1962, mi afición nace en Tepic, sin tener antecedentes taurinos, el único fue un vecino que se dedicaba a torear choneadas por todo mi estado, yo era muy amigo de sus hijos, precisamente al andar con ellos es donde surge mi afición. Contaba con diez años de edad cuando se da la oportunidad de ser becerrista, entonces me escapo de mi casa al enterarme que en México había una escuela taurina, era el año de 1972. Dicha escuela se ubicaba en el restaurante de Arroyo, la tenía Carlos Fernández y López Val-


demoro mejor conocido en el ambiente taurino como “Pepe Alameda” y el padrino era don Mario Moreno “Cantinflas”, uno de mis compañeros fue Manolito Mejía. Ahí inicie mi carrera de becerrista durante cinco años, luego ya tenía muchos problemas en casa por la razón que no querían ni entendían mi deseo de ser torero, entonces como buen hijo y mejor nieto debía convencer, llegando a un arreglo con mi mamá y mis abuelas de terminar el bachillerato, posteriormente al entregarles el certificado podía hacer lo que quisiera, de los quince a los dieciocho años estuve estudiando y al terminar me fui a la Unión Americana a estudiar inglés. Cuando regresé empiezo a torear vacadas me zumbé como unas veinticinco vestido de luces. De novillero mi debut fue un 28 de agosto de 1982, en la Plaza de Toros “El Cortijo” de León Guanajuato, con novillos de San José de Buenavista, propiedad de don José Alberto Aranda Díaz Infante, ganado que pasta en el rancho “San José Buenavista”, ubicado en San Felipe Guanajuato, que luce en su divisa los colores verde, rojo y morado, dehesa que fue fundada el año de 1921. Mi debut en el embudo de Insurgentes la Monumental “México” fue el 24 de agosto de 1989, en un cartel formado por el capitalino Eduardo Pastrana, el regiomontano Mauricio Flores, Alfredo Martínez, el neoleonés Carlos Alatorre y Antonio Sánchez con novillos de la dehesa de Venadero, propiedad de don Miguel Dosamantes Rul, con divisa azul y oro, ganadería fundada en el año de 1959. Debuté con el novillo de nombre “Santiaguero” un jueves nocturno. Duré nueve o diez años de novillero sumando casi sesenta festejos, no recibí la alternativa porque mi ideología era que debía salir con las orejas de la Plaza México para ser digno de tomarla, eso es lo que a mí me inculcaron y vaya que unos tíos de Tepic que eran empresarios taurinos me la ofrecieron, pero no la quise, les dije que me iba a ser banderillero. El 20 de noviembre de 1990, tomo la decisión de pasar a las filas de los hombres de plata, toreé una corrida mixta en el cartel el caballero en plaza Fernando Castelo Branco, la matadora tijuanense Raquel Martínez, ese día le corté el rabo a un novillo de la ganadería de San Carlos, también me corté la coleta como novillero para

pasarme a las filas de los toreros de plata, mientras me llevaban a hombros iba pensando en el siguiente paso que habría de dar. A la siguiente semana me fui a México a pedir mi permiso de aspirante a banderillero, por la razón que yo quería vivir del toro no pretendía que me costara dinero, pérdida de tiempo, disfunción familiar, gastar el poco dinero que tienes para la familia entre otras cosas, quería ser un auténtico profesionista del toreo, más allá de ser profesional siendo la única alternativa para lograrlo era hacerme banderillero. Esto fue una elección de vida y constantemente pensaba voy a ser figura de todos los banderilleros, creó que lo logré. Debuté de aspirante un 15 de junio en Tultitlán Estado de México, con un cartel formado por el “Torero Charro” Mariano Ramos, el capitalino Guillermo Capetillo y el matador “Chintololo” Eulalio López “Zotoluco” con toros de Celia Barbabosa, propiedad de don César Méndez Larregui, ganadería que pasta en el rancho “El Rosario”, ubicada en Jerécuaro Guanajuato, que lleva los colores rojo, azul, blanco y amarillo en su divisa, fundada en el año de 1978. En el tiempo de aspirante radiqué en México por un período de ocho meses. Después de ese período de tiempo se da mi examen Fue en la Plaza de Toros de Morelia “El Palacio del Arte” un 2 de febrero de 1991, en una corrida cuyo cartel estaba formado por el diestro acapulqueño Antonio Lomelín, de Tacuba Manolo Sánchez y el matador moreliano Teodoro Gómez con ganado de Julio Moreno, propiedad de don Fernando Moreno Rodríguez, que pasta en el rancho “San José Boyé”, ubicado en Huichapan Hidalgo, que en su divisa lleva los colores tabaco, plata y oro, fundada en el año 1957. Llevo 28 años de banderillero. Me pude colocar en las cuadrillas de los siguientes toreros El matador Alejandro Silveti toreaba en las principales ferias una excelente persona, un ser humano extraordinario, con él aprendí muchas cosas que todavía no sabía, los detalles, puntos finos del toreo, el saber estar en la fiesta de los toros, se puede decir que mi licenciatura la hice con el matador y la maestría en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, duré en su cuadrilla siete años. Al establecernos aquí en la ciudad, era habitual torear en la plaza, al no salir con el


matador Silveti toreaba las novilladas o corridas. Después estuve con el matador tapatío Alfredo Lomelí, con el diestro hidrocálido José María Luévano duré tres años, también con el torero Fernando Ochoa, una feria de Aguascalientes con el príncipe de Galapagar José Tomás, posteriormente viene otra colocación larga y muy buena con el matador Jerónimo, cuando era apoderado por el ganadero Pablo Labastida Q.E.P.D. varios años, a él lo acompañe a Sudamérica. La última antes de mi retiro fue con el maestro Rafael Ortega, el amo de los tres tercios antes de que mis rodillas empezaran a fallar. Los colores de mis vestidos de torear eran Diferentes tonalidades en azul, grana, siendo mi vestido consentido un canela y azabache, en plata únicamente un azul marino y otro oro viejo, todos los demás en azabache. No guardo ninguno porque pienso que son toreros, no tengo el derecho de que no cumplan con su misión para la que fueron creados. En realidad no tengo ninguna superstición, toco madera no me gusta el 33 en los toros, simplezas. A lo largo de mi trayectoria de 28 años he obtenido 22 trofeos entre ellos, el de la casa Domecq de la Plaza México al mejor subalterno de la temporada 2004. De Guadalajara 5 reconocimientos, de la Peña Taurina “Mal de Montera”, la revista “El Castoreño” y de la revista “La Temporada”. En 1997, obtuve el trofeo de la casa Domecq al mejor subalterno en la Feria de San Marcos. Otros de Tijuana, Puebla, Ciudad Juárez, etc. Me han castigado un poco los toros Tengo ocho cates, de novillero dos de ellos muy fuertes y seis de banderillero. Todas mis pasiones están dentro de la fiesta brava Transmitir el toreo, llevo diez años como instructor en la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, se vinieron los percances que sufrí en Aguascalientes las de mis rodillas a consecuencia de caídas, sufriendo una fractura de tibia y peroné, ruptura de ligamentos en una corrida. De repente se me vino el mundo encima porque estaba sin nada, quise ser banderillero para to-

rear y dar de comer a mi familia, le padecimos alrededor de dos o tres años, siempre he sido una persona espiritual y religiosa. Dios me tenía reservado un lugar para mí en la Academia fue el año de 2009, cuando entró de director el matador Manolo Arruza, agradezco al Creador y a la vida por este nuevo trabajo que me gusta hacer. Diario vengo con mucho gusto a transmitir el toreo, ya si los muchachos se hacen o no toreros es otra cosa, pero que por uno no quede de esto vivimos. Mi vida en familia Estoy casado con la señora Adriana Zabala, ella es sobrina de Pedro Jiménez “Pedrín”, llevamos 34 años de matrimonio, nos casamos en el templo de los Ángeles que se encuentra por la calle de Prado un 25 de abril del año 1986, día de San Marcos. Tenemos tres hijos Juan Pablo que inicio como becerrista, luego de novillero y ahora aspirante a banderillero, Sol Estefanía está estudiando aparte es aeromoza, también fue becerrista en un festival de escuelas taurinas, toreó un eral de la ganadería de “La Llave”, dejando esto por la escuela y el pequeño Paco “Lagartijo” que es novillero. Cuando estaba de profesional y entrenaba aquí, me lo traía para que no molestara en la casa, me decía que le embistiera a ver si me agarras, no lo lograba se me escurría por todos lados, se subía a las tablas y le decía: pareces lagartija ¡No lagartijo! ellos son quienes me hicieron funcionar como torero para darles todo y seguimos comiendo del toro. Reflexionando un poco Soy un hombre feliz, pleno que tuve un sueño de niño y lo sigo realizando a mis 57 años, todavía me levanto con la convicción de ser figura del toreo pero ahora como maestro, en la mentalidad es ser el mejor del mundo. He vivido con toda propiedad mi sueño, mi afición y mi vocación. Lo más bonito que he vivido como torero es en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” y la Monumental “México” que te tomen como gente de ellos, el vivir esos miedos, los triunfos o las tardes difíciles. Toda una vivencia partir plaza vestido de luces, ahora que estoy fuera lo valoro y me pregunto ¿Cómo le hice? Cuando hacía el paseíllo alcanzaba a distinguir a las personas y más a mi familia, pero al torear


cuando te sale un toro bueno te emborrachas, solo percibes, escuchas, es una emoción sin límite cuando cuajas un par de banderillas y que la plaza ruge es otra cosa. Me gusta la música clásica pero soy un enamorado del rock Espero a un torero muy joven para poder platicar con él, se encuentra entrenando con el carretón la suerte de banderillas, vestido con ropa deportiva y sus audífonos escuchando música clásica, que es la que utiliza para concentrarse en sus entrenamientos. Pasa al callejón y en un burladero del mismo nos ponemos a dialogar. Un muchacho risueño, feliz de lo que es y lo que hace, verdadero apasionado del rock, un torero que al vivir el entorno familiar taurino por su padre, no podía estar fuera de un ruedo, aunque sus inicios fueron de novillero y a pesar de torear en las principales plazas de la República, decide retirarse a tiempo para ser aspirante a subalterno. Es quién continúa con la dinastía se trata de: JUAN PABLO MIRAMONTES ZABALA ASPIRANTE A BANDERILLERO El 26 de julio de 1989 vi la primera luz en la ciudad de Tepic Nayarit. Me inicié por todo lo que se vivía en casa, yo jugaba entre capotes, muletas, aparte las charlas de mi padre al comentar como le había ido en sus festejos, entonces no podría elegir otra cosa. Aunque en la casa me pusieron diferentes actividades para distraer lo que deseaba y fuera mi vocación, entré a clases de música, pero yo le tomé el gusto a la fiesta brava y tuvieron que aceptarlo. Inicio mi etapa de novillero con un peregrinar de ocho años, pude torear en las principales Plazas de Toros de la República Mexicana México, Guadalajara, Aguascalientes, Querétaro, Juriquilla, Arroyo, Acapulco, Vallarta, Chihuahua, también hice campaña en Perú y Costa Rica. Como no hubo suerte o lo que uno desea en esta carrera, me retiro un tiempo y después decido hacerme aspirante a banderillero. Desde que debuté ha sido una experiencia muy bonita, con sus altibajos como todo pero siempre cosas más positivas que negativas, siempre con el apoyo de mi papá y de la familia, sobre todo de los picadores y banderilleros de Jalisco, David Vázquez y el matador Diego Bricio para echar pa´lante.

En León el varilarguero Salomón Azpeitia, en el Distrito Federal la familia Morales, David Leos, Luis Miguel González, fue quién me ayudo para entrar a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros. Don Beni Carmona siempre me ha apoyado y otros muchos compañeros, pero muy agradecido con todos. De aspirante llevo tres años y dos meses espero pronto hacer mi examen. Nosotros como aspirantes salimos con todos los matadores o novilleros, ponemos el segundo par en los seis toros, ya depende de los compañeros profesionales que nos dejen ayudar en la brega, sobre todo colaborar a que doble el toro, en localidades pequeñas nos dejan llevar la lidia completa. Respecto a los colores de mis ternos Siempre han sido el tabaco, azul marino y el vino los tuve de novillero, el único que conservo es el tabaco, por tratarse que fue un obsequio del matador neoleonés Enrique Garza, también un vino burdeos en azabache. El más nuevo que tengo es vino en pasamanería blanca y en proceso porque están confeccionándolo un azul en azabache, mismo color con el que debuté de novillero. Más adelante pienso


mandar hacer uno en caldero o teja nomás no sé si en azabache o en plata, aunque debo decirlo mi gusto es por el azabache en ellos hay más misticismo son elegantes y muy gitanos. En metal tuve uno que perteneció a mi papá un oro viejo con bordados en plata, hasta que me lo acabé pero necesitaba tener mucho cuidado con el bordado. El regalo del matador Enrique Garza, lo estrené de novillero en mi presentación en la Plaza de Toros “Caletilla” de Acapulco Guerrero en el año del 2007, con novillos de Bernaldo de Quirós, ganado que pasta en el rancho “Potrero del Ganado” ubicado en Ocampo Guanajuato, los colores de su divisa son obispo, verde y grana, fundada en 1981. Con ese terno corté una oreja en ese festejo y me acompaño en mi última novillada que toreé el 27 de octubre de 2014 en Perú. Lo guardo con mucho cariño por si alguien de mi descendencia quiero ser torero ahí está. En lo que respecta a supersticiones La única es heredada por mi papá no poner la montera sobre la cama, desde niño me lo decía. Mías no soy muy espiritual nada más me encomiendo y salgo al toro, en mi forma de vestirme lo hago de arriba hacia abajo, primero el añadido, la camisa, luego me brinco a las medias, las ligas y así hasta terminar. En estos años que llevo en los ruedos Gracias a Dios nunca he tenido una cornada fuerte o abierta, las que tengo han sido cerradas, el cate más fuerte fue en un pueblito cerca de Etzatlán, un toro me pegó abajo del cuello y perdí el conocimiento varias horas. De aspirante revolcones pero nada serio. Aparte del toro me gusta Mucho la música desafortunadamente no toco ningún instrumento, cuando deseo concentrarme para torear o entrenar pongo música clásica Bach, Beethoven, Mozart, Salieri y el contraste es que me gusta mucho el rock, no es común en los toreros pero yo si soy apasionado de ese género musical. En mi vida de familia Soy soltero vivo con mis padres, tengo dos hermanos Sol Estefanía y Francisco. Ella fue becerrista y Paco es novillero. Gracias a Dios he obtenido varios reconocimientos

De novillero tuve varios en Perú y Costa Rica, ahora que soy aspirante me otorgaron el trofeo al mejor banderillero del serial en el carnaval de Autlán 2019. Que me han confundido Una vez acompañando al aficionado práctico Alejandro Aceves, estábamos a punto de hacer el paseíllo en la Plaza de Toros “Revolución” de Irapuato, me vieron varias personas y llegaron a desearme suerte como si fuera a torear el festival, pensaban que todavía era novillero, me ve Alejandro y dice: porque te desean suerte como si te fueras a jugar la vida, tu diles que sí no pasa nada, hasta que vieron que iba en las cuadrillas se fueron acostumbrando que era subalterno. Yo estoy contento con lo que he logrado, Dios ha sido bueno, me da lo que necesito para andar en la vida que es salud y mi familia no tengo ninguna amargura, porque en cada etapa he dado lo mejor de mí y lo disfrute jugándomela cada tarde, ya que somos parte fundamental de la lidia lo que hago, lo voy hacer de corazón por la razón que me siento feliz en un ruedo. El benjamín de la dinastía es FRANCISCO JOSÉ MIRAMONTES ZABALA NOVILLERO Su debut de novillero fue en Monterrey en septiembre del 2013, lleva cuatro años, es un caso especial no quería ser torero, pero por andarme acompañando se fue envenenando de la fiesta, hasta una vez que fuimos a un tentadero se zumbó una vaquilla y lo que veo en mi hermano es un torero fino, tiene mucha calidad y sensibilidad sin duda es un torero clásico. Hay una anécdota contada por mi papá que el matador español Juan Mora cuando lo vio, le dijo: hay que tener onza para andar en esto y saber cambiarla en el momento adecuado, tu hijo la tiene.


CAPÍTULO 18

Los toreros no se despiden ni se retiran, simplemente dejan de torear

Me puse de acuerdo con el torero para vernos

en la plaza durante el sorteo correspondiente a la tercera novillada, justo ahí lo encontré platicando con ese gitano señorón, el subalterno Fermín Quiroz elegantemente vestido de calle como de igual manera lo haría por la tarde pero de torero, se encontraba fumándose un charuto. No había sido posible vernos porque este personaje se encuentra afincado en la población de San Marcos, un pueblo y municipio de la Región Valles del estado de Jalisco, pero los días que hay festejo se traslada a gozar la fiesta que más le gusta, encuentro a un hombre delgado que guarda y cuida su figura como si fuera a torear el domingo, vestido de calle con ropa casual, bien peinada su ensabanada cabellera, con un hablar pausado pero con la alegría que le da platicar lo que ha vivido en su larga andadura por los ruedos, iniciando en las plazas de trancas, pasando por esos novenarios donde los toreros se la rifaban con ganado criollo, esas andanzas de tantos que soñaban con la gloria de ser novilleros. Al no darse las cosas como pensaba, decide convertirse en hombre de plata, es un gusto hablar con el banderillero: JUAN LUIS TORRES “EL TORREÓN” Nací en la ciudad de Torreón Coahuila el 6 de marzo de 1965, no cuento con antecedentes taurinos en mi familia, la única influencia indirecta que pudiera ser mi abuela materna, a ella le gustaba mucho la fiesta brava, recuerdo que en ese tiempo eran transmitidas las corridas de la Plaza México por televisión, mi abuela me decía: véngase conmigo me sentaba junto a ella y me pasaba toda la tarde viendo la corrida, pude ver a algunos matadores como los regiomontanos Manolo Martínez y Eloy Cavazos, tengo muy presente una corrida donde toreaba el diestro linarense Sebastián Palomo Linares, me acuerdo que lo agarró el toro y le dio una voltereta de órdago y sin verse la ropa volvió al astado. Mi apodo del “El Torreón” surge de cuando me vine a radicar a Guadalajara, acudía a la plaza de toros y empecé a conocer a los muchachos que ahí entrenaban, siendo mi gran amigo Fermín Quiroz, el primero que me dirigió la palabra y hasta la fecha, como sabían que venía de Torreón, me decían: ¿Quieres entrenar?¿Sabes hacer el toro? aprendí todo eso, ya luego de-

cían: haber Torreón, es así como se me conoce en el medio taurino, entrenaba un gachó que se hacía llamar “Curro Macareno” fue el que me puso el apodo. Esas fueron mis primeras andaduras taurinas en esta ciudad. Yo pretendía llegar a ser novillero, pero al darme cuenta de lo difícil que era y que no iba por ahí el asunto, pensé que no estaba para perder el tiempo, ¡Claro! que Fermín tuvo la culpa de eso, un día le dije: fíjate torero que quisiera hacerme banderillero, él ya era profesional se me quedó viendo y dijo: estas seguro, esto no es un juego, ya te decidiste ¡Sí torero! En ese tiempo vino el que era secretario de la Unión, don Rafael Romero ya iba de salida, me lo presentó y le dijo que quería ser subalterno, que ya había andado toreando en los pueblos, de hecho fue la única recomendación que tuve, por regla general se acostumbraba que algún subalterno de esa ciudad nos recomendara, ya me dijo: don Rafa, váyase a México, allá con todo gusto lo atendemos, me trasladé a la capital me recibieron todos los papeles, nomás que en ese tiempo hubo cambio de mesa directiva pero a vuelta de año, estando de secretario el picador Benigno Carmona me extendió y firmó mi carta de aspirante.


Debuté ya como aspirante el año de 1989, era un festejo de carnaval en Tecolotlán Jalisco, con una corrida donde actuaban mano a mano el matador acapulqueño Antonio Lomelín y el tapatío Roberto Miguel, duró mi etapa de aspirante cuatro años.

turas, lo malo que siempre que me agarraba un toro me pegaba dos cornadas. A lo largo de mi andadura en los ruedos de una plaza de toros, buscaba ser eficaz en mi quehacer taurino con el fin de que los toreros vieran mi desempeño y me llevaran en su cuadrilla.

Después de este tiempo

Nunca tuve ni se dio una despedida porque

Autorizaron mí examen que fue en la Plaza de Toros “El Nuevo Progreso”, el 28 de febrero de 1993, encabezaba el cartel el rejoneador potosino Rodrigo Santos, el diestro coahuilense José de Jesús “El Glison”, el matador tapatío Carlos Barbosa “El Peque” y el torero venezolano Leonardo Benítez con astados de Corlomé, propiedad de don Sergio Lomelí García, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda La Paz”, ubicada en Ojuelos Jalisco, con los colores blanco, azul marino y oro en su divisa, fundada en 1938. El toro del examen fue el corrido en sexto lugar, que correspondió al matador Leonardo Benítez.

Yo pienso que los toreros no se despiden ni se retiran, simplemente dejan de torear.

Nunca iba en una cuadrilla de fijo Casi siempre fui libre, pero tuve la fortuna y la suerte de ir con todos los toreros tapatíos y con algunos españoles que llegaron en ese tiempo. El mundo del toro siempre está lleno de supersticiones Yo gracias a Dios no tuve ninguna, veía a mis compañeros que tenían las suyas pero los respetaba. En el aspecto de vestirme de torero Generalmente me inclinaba por los tonos vivos como grana, turquesa pero también usaba tonos oscuros todos en azabache. Tampoco guardo alguno en especial. El mundo del toro el mal fario siempre está latente Tuve algunos percances de consideración, durante mi etapa de pretender ser novillero en una población un toro criollo, me pegó dos cornadas en el año de 1987. Íbamos a los novenarios, muchas ferias en esos pueblos de Dios, me acompañaba mi compadre Ramón González “El Zapatero”, no la rifábamos, si aprendí a pegar un buen capotazo, fue por la experiencia de esos festejos, que eran una escuela muy importante para todos los que queríamos ser toreros. Ya siendo subalterno en el año del 2004, un toro me alcanzó y me volvió a pegar dos cornadas un percance grave, también tengo algunas frac-

Aparte de mi gusto por los toros Me gusta mucho la lectura, música instrumental, una pasión es hacer deporte para la condición física, ya que siempre me gusta mantenerme en forma. En mi vida particular de familia, Me casé con una tapatía, su nombre es María Elena Villanueva, tenemos tres hijos mayores ya independizados, ellos viven aquí en Guadalajara, nosotros vivimos en San Marcos Jalisco, realmente desde muy jóvenes nos fuimos a radicar a ese lugar.

CAPITULO 19 Un torero que elabora artesanía taurina y un enamorado del baile

Logro entablar comunicación con otro que torea

de forma magistral a la máquina, lo mismo borda una casaca para llevarla en el espejo retrovisor del auto, que elabora capotes y muletas o hacer manteles individuales en forma de capote, también confecciona sus trajes de torear y otros implementos taurinos, sin duda un personaje. Un torero como tantos otros que también anduvo en la guerra y como no iba a ser artista si su hermano desarrollo la orfebrería y el bordado taurino de una manera excepcional, con apenas una novillada toreada después de escuchar los consejos de un matador jalisciense, decide pasar de las filas novilleriles a las de los hombres de plata. Sin tener amargura en su personalidad, por el contrario feliz y contento con el trabajo que desarrolla logrando sumar muchos años en activo aparte los que faltan, toda una figura. Acordamos reunirnos en el taurinísimo “Café Madrid” ubicado en el centro histórico de la ciudad, al llegar observo a una persona de baja estatura, de complexión delgada muy perfumado, vestido con su pantalón negro de pliegues y camisa azul noche, en la mano derecha su chamarra de piel negra, con el pelo engomado, listo


para derramar arte en la pista de baile, que es su otra pasión, dando duro al danzón o pasándose por la faja a las bailarinas en una movida cumbia y llevando de tercio a tercio a una mano a su pareja. ¡Olé! por el fenómeno del baile. Nos colocamos en una mesa para saborear un exquisito café americano, pudiendo hablar tranquilamente de lo que es su profesión y vida. Estoy con el banderillero: RAÚL AGUILAR SÁNCHEZ “CHIQUI” Nací en Guadalajara Jalisco el 23 de enero del 1964, actualmente tengo 55 años y todavía estoy en activo. Nosotros no contamos con antecedentes taurinos pero un día nos trasladamos a la plaza de toros, conocimos a Miguel Ángel Martínez “El Zapopan” que todavía era novillero andaba entrenando y a otras gentes del medio. Mi hermano Jesús Aguilar Sánchez “El Charal” y yo empezamos por el año de 1977, porque nos tocó ver los últimos seriales de novilladas, así como las corridas con las que se dio el adiós al antiquísimo coso de “El Progreso”. Jesús Aguilar Sánchez “El Charal” se inicia con la artesanía y el bordado desde chavito, con el tiempo perfeccionó tanto el bordado de los ternos que eran idénticos a los españoles, esto

provoca que le llamen para que trabaje en la tienda que tiene Justo Algaba en la ciudad de México, nunca quiso porque no convenía a sus intereses, tampoco le pagaban lo que valía su trabajo. Una vez nos trasladábamos al cortijo la “Calesa” propiedad de la familia Barbosa, que se ubicaba por la calle 68 A del Sector Libertad, asistíamos con el fin de pedir que me dieran una vaca para torearla y no me dieron una, me dieron muchas, en ese tiempo ya tenía veintiún años pero aparentaba menor edad, por lo que el señor don Manuel Barbosa empezó a llamarme “Chiqui”, en ese tiempo había un programa donde el actor Carlos Espejel hacia el personaje de “Chiquidrácula”, le pareció a Manolo adecuado y a partir de entonces, nació mi apodo con el que me conocen en el ámbito taurino. Toreé una novillada nada más, que me dio Víctor Lira y Manolo Ramos, siendo mis apoderados el Ing. Rubén Barbosa y el señor don Margarito Quiroz padre de Fermín, en el Lienzo Charro Ignacio Zermeño situado por la diagonal Manuel Cambre 1963 Chapultepec Contry, no fue del todo bien, entonces el matador jalisciense Chano Ramos, me convenció de que mejor fuera subalterno ya que era muy duro buscar ser novi-


llero y quizás no puedas funcionar, mejor como hombre de plata. En ese tiempo conocía a todos los de la Unión, porque en las corridas yo les ayudaba con los capotes y cargaba todo. Llevo mis papeles el año de 1986 me lo firmaron todos por esa razón, además cuando toreaba me los encontraba, lo hacía porque la empresa me ayudaba con un dinero que bien me servía, en ese tiempo ya tenía familia una esposa y un hijo. Le estoy muy agradecido a don Margarito Quiroz que allá por el año de 1985, cuando su hijo Fermín era todavía aspirante a novillero, me llevó en la cuadrilla a diferentes lugares nos veíamos en el taurino café “Madrid” lugar de reunión de toreros, apoderados y maletillas, llegaba y me decía: Chiqui aquí tienes los boletos, toreamos en el Lienzo Charro “Manuel Arriaga”, Fermín Quiroz matando novillos de donde se pudiera. Así se pasaron los años 1987 y 1988 pero nada que salía mi carta de aspirante, cuando vino un cambio de directiva en la Unión, salió mi nombre junto con el de otros compañeros como “El Torreón”, Alfonso López que fue novillero apoderado por don Pepe San Martín, en la columna que escribía Pancho Lazo en el diario Esto. Me inicio en 1989 de aspirante gracias a Beni Carmona, él firma mi permiso ya que era el secretario general y el tesorero Juan Vázquez. Primero se inicia mi hermano Chuy con los cebús, en los clásicos y extintos novenarios. Una vez lo contrataron para que toreara seis días en el pueblo de Juanacatlán, con tan mala suerte que en el segundo festejo le pegaron una cornada en la axila y se fue al hule. Ya de aspirante me fui a ese lugar a terminar el compromiso que tenía mi hermano Jesús, porque el parné se necesitaba. Para ayudarme con mis gastos iba a los novenarios, el día que tenía corrida o novillada me regresaba, ya que de aspirante los gastos corren por cuenta nuestra, llegó el momento que aprendí bien a banderillear y a lidiar adecuadamente. Duré de aspirante cuatro años y por fin autorizaron mi examen. Nunca tuve un maestro me fijaba en todos, me hacían observaciones por ejemplo: el ingeniero Rubén Barbosa me decía, estas muy eléctrico ¿Qué es eso? muy rápido, el toreo es despacio avienta el capote y el toro baja la velocidad, em-

barca llévalos en línea hasta donde te alcancen los brazos, para que el astado no se quede corto, entre menos capa mejor. Vaya si tenía razón, a los toros debes aguantarlos si no es imposible lidiar uno, a veces de salida quieren pararle, si no pueden le dan chicuelinas, al que llevas así, se queda corto con ese defecto, entonces se debe llevarlo largo para meterlo al capote. Después de esos años mi examen fue En la Plaza de Toros “La Luz” de León Guanajuato el 7 de marzo de 1993, en una corrida compuesta por el pequeño gigante del toreo Eloy Cavazos, el diestro capitalino Guillermo Capetillo y el matador Alejandro Silveti, lidiando toros del hierro de Jaral de Peñas, propiedad de don Juan Pedro Barroso, ubicada en Ezequiel Montes Querétaro, con divisa en color obispo, amarillo y blanco, siendo fundada el año de 1968. Esa ocasión salí en la cuadrilla del matador Guillermo Capetillo, me tocó banderillear cinco toros y en el primero del matador que fue el de mi examen, abrí y cerré el tercio aparte lo lidié. Desde entonces a la fecha llevo 27 años en activo y lo que falte. En la actualidad el que lidia se queda con el toro para que no cambie, esto es a la española. El problema es que en las plazas debe andar un tercero no nomás en la Plaza México, en las otras plazas el tercero lo hace el de otra cuadrilla, que ayuda con un par para cubrir el tercio. Me he colocado en las cuadrillas Casi nunca estoy de fijo como van saliendo los festejos, pero he tenido la suerte y el privilegio de acompañar en su cuadrilla a: Pedrito de Portugal fui a varios lugares, Julio Aparicio, Julián López “El Juli”, José Tomás toreé tres corridas con el matador. Con mexicanos: Eloy Cavazos, Alejandro Silveti, Guillermo y Manuel Capetillo, además con casi todos los novilleros que han actuado en los festejos del “Nuevo Progreso”. El trato que me dieron todos fue muy amable y de categoría. De mi gusto por la ropa de torear El grana y azul en pasamanería, a esos colores casi no se les nota lo sucio, porque los vestidos se acaban en cada lavada y más en el caso mío que toreaba una temporada completa de festejos.


No guardo ninguno en especial, todos los que he tenido se han ido, es más ahorita no tengo ninguno, voy a ponerme a elaborar uno para las novilladas. Me gusta vestirme en los camerinos de la plaza por la razón de que son muy cómodos, aparte hay que estar en el sorteo y al término de la corrida te pagan, que mejor estar ahí. Respecto a las supersticiones Conmigo no va eso no creo, por esa razón no tengo ninguna. Del mal fario que hay en los toros Gracias a Dios no tengo ninguna cornada pero en las volteretas he sufrido varias fracturas, clavícula, costillas y la última que me dio un toro me lastimó las cervicales, aparte de los golpes, pero ya voy saliendo, me siento bien espero reaparecer en las novilladas. La otra pasión que tengo aparte del toro Es el futbol de vez en cuando lo juego, pero la principal es el baile me gusta sacar brillo al piso, nunca he tomado clases pero siento que no lo hago mal y eso me relaja, algunas veces dejo de ir por lesiones, pero cuando me pongo bien, hago acto de presencia a darle con todo a la pista y al danzón. De mi familia Tengo la fortuna de ser padre de tres hijos el mayor tiene 35 años y los otros son cuates, tienen 28 años, soy abuelo hay en mi cuadrilla cuatro nietos, todos ellos su pasión es el futbol, para nada los toros. Aunque no quieras, a poner las banderillas Todavía siendo aspirante aquí en Guadalajara en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” no podía banderillear un toro, de ese figurón del toreo Manolo Martínez, pasé en falso dos veces, el toro no me dejaba meter las manos, se defendía, me llegó la desesperación y tiré las banderillas con tan mala suerte que se clavaron en las tablas, como no le cambiaron el tercio volteó conmigo y me dijo: ¡Eh cabrón! a cerrar el tercio ¡Rápido! entonces despegué el par y por fin lo puse a fuerzas. Tapado en un burladero con escoltas En la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” actuando en la cuadrilla del matador regiomontano Eloy Cavazos, en su primer toro, pasé en falso

una vez y mando ponerme unos policías para que ya no saliera durante toda la corrida, en su cuadrilla venían don Juan Vázquez y Chucho Morales ellos siempre fueron muy buenas gentes conmigo. Sin embargo después de que el matador Eloy me tapó, tiempo después toreé una corrida en Tepic Nayarit, iba de pareja con David Cavazos “El Vito”, a esa corrida me llevó “El Camotes”. ¡Vaya toro más grande! En una corrida en el “Nuevo Progreso” en un cartel formado por el figurón regiomontano Manolo Martínez, el fino diestro David Silveti y el matador madrileño José Miguel Arroyo “Joselito” que se presentaba en esta plaza, con un encierro de San Miguel de Mimiahuápam propiedad del Lic. Alberto Bailléres González, con divisa morado y amarillo. Me toca en suerte banderillear un toro muy grande y lo hice bien, ya que era un encierro muy fuerte. Acompañando al novillero que más tarde sería un gran maestro Recuerdo una novillada en la Plaza de Toros “El Centenario” de San Pedro Tlaquepaque, se presentaba el novillero sensación Julián López “El Juli”, me pidió su papá que lidiara su novillo, le dije: no puedo don Julián soy el más nuevo, no quiero tener problemas ya sabe cómo es esto, fue y les dijo ¡Este hombre va a lidiar! Entonces ese día en San Pedro, otro día en Guadalajara y después en la Plaza México. Así anduve con “El Juli” de novillero hasta su alternativa, cuando regresó el gachó de matador ya fue diferente, no me habló a torear con él, porque el muchacho venía de torear sesenta o setenta festejos y ya traía cuadrillas. Hasta de cachetero la hice En la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, en una novillada de triunfadores apuntillé a los seis novillos, fue Jorge López de los Reyes y me dijo: ¿Raúl ya te pagaron el festejo? sí, bueno esto es por la puntilla, me dio una compensación

CAPITULO 20 Ser banderillero algo nuevo porque mi entorno giraba con los del castoreño

Lo conocí hace unos meses en la ganadería de

San Constantino, venía acompañando al matador hidrocálido Juan Pablo Sánchez, porque se


iba a llevar a cabo una tienta, al término de la misma durante la comida pudimos platicar sobre el proyecto del libro, debido al poco tiempo que tenía y su pronto regreso a la tierra de la gente buena Aguascalientes, acordamos buscarlo cuando me trasladara a su tierra. Un día de corrida en la internacional Feria de San Marcos llegué al sorteo, caminando por el patio de cuadrillas al lado izquierdo se encuentra la capilla, donde los toreros llegan antes de partir plaza a pedir a las imágenes de su devoción, que les vaya bien en el festejo. Me comuniqué con este hombre perteneciente a toda una dinastía de varilargueros, únicamente él y su hermano el benjamín de la familia rompieron con el paradigma de su descendencia al decidir ser hombres de plata. Aunque en un principio le fue difícil adaptarse a su nueva profesión, ya que en casa su entorno era de hombres del castoreño, buscó cobijo en el rancho “Chichimeco” casa de toreros, donde pudo cristalizar su sueño a la vera de los “Armilla”, que tuvieron a bien ayudarlo y posteriormente se convertiría en su peón de confianza. Puntual a la cita, nos reunimos para desayunar en el Sanborns del centro de Aguascalientes justo a un lado del Hotel Francia, llegó acompañado de su pequeño hijo, vestido de forma elegante ataviado con una chamarra, un torero de carácter amable y sencillo con mucho cariño por su profesión, le pegamos unos doblones a los waffles y a paso de banderillas saboreamos un buen café iniciando nuestra conversación. Se trata del banderillero: ALEJANDRO PRADO MIRELES “JARRIS” Nací un 27 de septiembre de 1972, en la tierra de la gente buena Aguascalientes, banderillero de la dinastía de los Prado, en casa mi papá es varilarguero. Somos cuatro hermanos yo soy el mayor, después José que es picador y forma parte de la cuadrilla del matador hidrocálido Arturo Macías López “El Cejas”. Luego Cruz, también varilarguero estuvo formando parte de la cuadrilla del finado matador nacido en Aguascalientes Mario Aguilar, actualmente colocado con otros matadores y el benjamín de la familia Jonathan hombre de plata, colocándose en buen sitio con algunos matadores. El apodo de “Jarris” viene por mi tío Arturo, se dio a la tarea de buscar un diminutivo de Ale-

jandro y escribió varios: —“Alejandrito”—“Canrrito”—“Jarrito”—“Jarris”, hasta lograr este que le convenció, desde entonces en la familia y en el ambiente taurino así me conocen. La afición viene por parte de mi familia aunque creo que ya se trae en la sangre, mi papá, mis tíos y mi abuelo, todos ellos hombres del castoreño. En el mundo en que me desenvolví era nomás escuchar hablar de toros, ver avíos, fotos, etc. Creo que de todo esto surge mi afición, primero estaba decidido a ser varilarguero ya que en casa oía hablar de caballos, puyas y petos, muy poco de banderilleros o de toreros, todo se inclinaba más por la afición de mi padre, no podía ser otra cosa en la vida que tomar este apasionante mundo del toro. Primero se inició de aspirante mi hermano José y al verlo a él, me nace la inquietud de seguir sus pasos. Mi inicio fue difícil pues ser banderillero fue algo nuevo, porque nunca había tomado un capote, ni me había calzado un traje de luces, pero no desistía a mi objetivo y es que me encontraba más vinculado al mundo de los de aúpa. En ese tiempo me acerqué a la casa de los ma-


tadores hidrocálidos los “Armilla” que amablemente me abrieron las puertas de la legendaria hacienda “Chichimeco”, entrenaba con el matador Fermín Espinoza y al ver que era constante me aconsejaba y afinaba detalles me decía: -Ahora le voy a pasar un consejo, luego echaban vacas en la plaza de tientas del rancho, me permitía dar unos capotazos y a la sombra de él me fui haciendo. Es una fiesta muy bonita en la que todos debemos aportar algo, poco o mucho para que siga subsistiendo, porque actualmente se le ataca por política, a cambio de recibir un dinero, etc. El toro es un animal precioso lo admiro mucho en el campo, en el ruedo, él no necesita que lo defiendan, solo se defiende, si un toro se parte una pata sigue peleando, continúa atacando, lo que no pasa con otro animal al sentirse herido huye, no así con el toro bravo. Mi debut de aspirante fue en julio de 1990 en Jesús María, población cercana a la ciudad de Aguascalientes, no recuerdo el cartel pero fue una novillada y uno de los toreros era José María Luévano Q.E.P.D. el tiempo que duré fue de tres años. Posterior a estos años por fin La Unión autoriza mi examen el 18 de abril de 1993, en la Plaza de Toros “La Jerezana” de Jerez Zacatecas, en una corrida de banderilleros, acartelados estaban el diestro hidrocálido César Pastor, el matador zacatecano Jorge Carmona y el torero lagunero Arturo Gilio, con una corrida del hierro de Suárez del Real, propiedad de los sucesores de don Francisco Suárez del Real Félix, cuya fundación data del año 1957, ganado que pasta en el rancho “San José de Bellavista”, ubicado en Villanueva, Zacatecas, luciendo los colores blanco, negro y rojo en su divisa. Estoy muy agradecido con los matadores por permitirme colocar las banderillas y con el diestro Arturo Gilio, por dejar que en uno de sus toros lo lidiara y pusiera los palos, gracias a Dios pase el examen, desde ese día a la fecha tengo de profesional 27 años, de acuerdo a los estatutos de nuestra Unión ya puedo pedir mi retiro, pero me siento todavía capaz, con facultades para seguir adelante haciendo las cosas bien, el día que sienta que no puedo o que los toreros no me quieran llevar en su cuadrilla, entonces va a ser tiempo de cortarme la castañeta. Tengo la suerte de que muchos toreros me llamen a su cuadrilla

Al inicio estuve colocado en la cuadrilla del matador tapatío Alfredo Ríos “El Conde”, posterior a esto pasé con el matador moreliano y avecindado en Aguascalientes, Fernando Ochoa, me daba mucha confianza, tentaba bastante en el campo, tuvimos andanzas por casi todas las ganaderías, todo esto sirvió para forjarme como banderillero. También con el matador aguascalentense Fermín Espinoza “Armillita”, con el diestro José María Luévano un largo tiempo, con el maestro Miguel Espinoza “Armillita” toda la trayectoria de su despedida. Últimamente con el matador Juan Pablo Sánchez un gran torero, con el hidrocálido Arturo Macías “El Cejas”, es un maestro que siempre sale a por todas al que hay mucho que aprenderle, ese pundonor que aunque se lleve un arropón de órdago, se levanta como si nada, es un ejemplo a seguir. También formo parte de la cuadrilla de Fermín Espinoza IV, al que le veo un gran futuro y estoy abierto para el matador que me quiera incluir en sus cuadrillas. Con toreros españoles el de Velilla de San Antonio Madrid, Julián López “El Juli” un fenómeno, a cualquier toro le puede. Otro “El Príncipe de Galapagar” José Tomás, el más importante revolucionario del toreo, estaba en su cuadrilla la tarde que “Navegante” le infirió la cornada, después me invito a formar parte de su equipo para la reaparición en Aguascalientes, donde actuó mano a mano con Eulalio López “Zotoluco” con una corrida de los Encinos, propiedad de don Eduardo Martínez Urquidi, se encuentra ubicada en Pedro Escobedo Querétaro, fundada el año de 1990, que luce en su divisa los colores verde, rosa y azul. Después me invitó al embudo de Insurgentes la Plaza de Toros “México”, en una corrida mano a mano con el diestro Joselito Adame Montoya y la última que lo acompañé fue el 12 de diciembre del 2018, en la corrida Guadalupana con un toro de Jaral de Peñas, propiedad de Juan Pedro Barroso Díaz, los colores de su divisa son obispo, amarillo y blanco. En mis ropas de torear Me gusta el azul en pasamanería, con un bordado bonito es muy elegante. Uno que tengo es un azul y azabache confeccionado por ese figurón de la aguja, gran sastre de toreros Jesús Aguilar, apodado en el ámbito taurino como “El


Charal”, no tengo ninguno guardado los voy rolando. Logré hacerme de uno que me gustaba mucho un rosa con bordados en plata, uno de mis compañeros me dio coba, convenciéndome de vendérselo y lo vendí, después me arrepentí pero estaba hecho. Respecto a las supersticiones Trato de no pensar en eso, ya que uno desafía a la muerte, mejor en mi caso como soy creyente, me encomiendo a las imágenes de mi devoción y salgo adelante. En esta andadura taurina he tenido la suerte de recibir Algunos reconocimientos de las Ferias de San Marcos, en los años 2001 y 2002, el trofeo es el balaustrado del jardín de San Marcos, con el matador “Calesero” unos premios muy bellos y sobre todo muy toreros, así como salidas al tercio en las Plazas de Toros “La Monumental” de Aguascalientes, “El Nuevo Progreso” de Guadalajara y la Monumental “México”. Además algunas plazas donde los mismos matadores valoran el quehacer de los subalternos, reconociendo nuestra labor y nos felicitan. El mal fario también me ha tocado Desafortunadamente he sufrido tres en mi trayectoria de subalterno, la primera en Aguascalientes fue en una novillada un cate muy fuerte, me atravesó la pierna izquierda, entró abajo del glúteo y me salió por el frente llegando al escroto, bastante sería, cuando salí de la operación me dijeron los médicos mire le tenemos un regalo, se trataban de las astillas del pitón que traía dentro de mi pierna, por ahí las tengo de recuerdo como una cosa rara. Otra en San Miguel Allende Guanajuato en la Plaza de Toros “Oriente” y la última en una población de Querétaro, sale el toro y al rematar en el burladero lo saca y me encuentra a mí, en menos de unos segundos ya estaba en el suelo con la cornada. El toreo es muy bonito pero a la vez muy difícil, sacrificado, viajas mucho por carretera se la juega uno, ya he tenido cinco accidentes en la misma, es una cosa que me da mucho miedo el quedarme en la carretera más que en una plaza, el público no se da cuenta de esto, exigen al cien y estoy de acuerdo porque pagan un boleto pero que lo hagan con respeto, porque también somos seres humanos, algunas ocasiones veni-

mos enfermos o traemos otros problemas y salimos a dar la cara y echar el pie pa´lante. Otra de mis pasiones es la de estar en forma por mi actividad Disfruto mucho de jugar frontón con todos mis compañeros, aparte que nos ayuda a fortalecer las piernas. Me gusta pasear en bicicleta, un buen tiempo estuve practicando las artes marciales, después por los compromisos taurinos ya no me permitió. Juego beisbol con mi hijo pequeño. Mi vida fuera del toro Estoy casado vamos a cumplir 21 años de matrimonio, tenemos dos hijos el mayor de 20 años que desafortunadamente no le gusta el toro, y mi otro hijo de 10 años, a él si le gusta la fiesta brava. A mi esposa Martha la conocí cuando todavía era aspirante, después cuando me hice profesional nos casamos. Martha y mis hijos han sido y son muy importantes por el apoyo que me brindan en la trayectoria de mi vida personal, junto con la profesional de ser torero. Un tipazo el maestro En la corrida celebrada el 24 de abril del 2010, en la Plaza de Toros “Monumental” de Aguascalientes, durante la feria. Un cartel formado por el matador tlaxcalteca Rafael Ortega, el maestro de Galapagar José Tomás y el diestro queretano Octavio García “El Payo” con toros de la ganadería De Santiago propiedad de José Antonio Garfias de los Santos, ubicada en Villa de Arriaga, San Luis Potosí, luciendo los colores rojo y oro en su divisa, fundada en el año 1966. Esa tarde salí con el maestro José Tomás, en una sustitución debido a que uno de sus banderilleros se lesionó la rodilla, primero lo acompañé al campo, después se fueron a cenar y me invitó con su equipo a convivir con ellos. Ya llevaba en su espuerta la oreja de su primero, su segundo de nombre “Navegante” de 473 kg de peso, desafortunadamente el toro lo prende por el muslo propinándole un gran tabacazo, al ver la cogida y cuando se gira en el suelo, vi como brotaba la sangre, inmediatamente supe que era un cate serio, entonces sin pensar, lo primero que hice fue tratar de meter mi mano para sujetar las arterias, evitando que siguiera sangrando, cuando brincaron todos lo trasladamos a la enfermería, pero iba perdiendo mucha sangre. Días después fui a verlo al hospital, lo


encontré sentado en un sillón, al verme trató de levantarse, le dije:--Maestro, no se levante y contestó:--quiero saludarte y me dio un efusivo abrazo. ¡Vaya tipazo el torero! Si voy pero no me lleven de noche Recuerdo una anécdota de Fermincito chico, lo levantaban muy temprano para llevarlo al colegio, cinco o seis de la mañana para entrar a las ocho, pero desde Chichimeco a la escuela era muy retirado, aparte que no le gustaba mucho, a la hora que lo despertaban le decía al matador Fermín es que si voy a la escuela papá, pero porque me llevan de noche. A la hora que lo levantaban estaba muy oscuro y él pensaba que era de noche. Me quede sin vestido En la feria de Juchipila Zacatecas el 14 de enero del 2018, anunciaba la Plaza de Toros “Monumental”, una corrida donde estaban colgados del cartel, el torero potosino de a caballo Jorge Hernández Gárate, los recortadores españoles, la matadora moreliana Hilda Tenorio y el diestro sevillano Lama de Góngora. Para la lidia a la usanza portuguesa, anunciaban dos toros de Manolo Espinoza siendo sus propietarios Jan y Axel Espinoza, ganado que pasta en el rancho “Bóvedas Valladolid” ubicado en Jesús María Aguascalientes y para la lidia a la española, cuatro astados de Medina Ibarra, propiedad de don Jorge Arturo Medina Rodríguez, procedentes del rancho “Sierra Brava” en San José de Gracia, situado en la capital hidrocálida, cuya divisa luce los colores rojo y tinto, esta casa ganadera fue fundada el año de 1984. Nosotros íbamos en la cuadrilla de la matadora Hilda. A la hora de vestirse no le quedó el traje de luces, mi hermano Cruz que era el picador y yo tratamos de hacerle algunos arreglos, pero más bien fueron desastres y tampoco quedó, entonces voltea Cruz y me dice: “Préstale tu vestido” la verdad no me hizo gracia, pero dije: bueno, matadora pruébatelo y si te queda es tuyo, hombre le entró como anillo al dedo, igual que si se lo hubiera mandado hacer. Fue algo muy raro, porque llegó un banderillero de sobra y el me facilitó su vestido y pude torear.

CAPITULO 21 Soy torero desde que mi madre me llevaba en el vientre

Las cornadas que tiene la vida son más difíciles

de sanar que las que da un toro bravo, se necesita mucho valor para no dar marcha atrás, cuando se pierde al compañero de juegos, de sueños y hasta de recámara. Es necesario sobreponerse porque ese cate fue en el alma, pero está la necesidad de perseguir el anhelo que juntos tenían, la de convertirse en figuras del toreo, la única manera de sentirse vivo es darle forma a ese sueño que alguna vez se tuvo y que la vida arrebató por cosas del destino, continuar con el camino es de hombres que valen y que los triunfos son para ofrecerlos a esa persona que no está físicamente pero siempre se lleva en el corazón. Conseguí el número telefónico de este torero por medio de uno de sus hijos, cuando hablé con él para reunirnos a platicar de su quehacer taurino, le agradó la idea nomás esperamos que terminaran los festejos de carnaval que se dan a lo largo y ancho de la población, quedamos de vernos en un negocio que tiene su esposa, cuando llegué al patio de cuadrillas de la estética de la familia, me recibe un joven vestido con ropa sport, muy jovial, para hablar de lo que realiza, acompañado de su esposa y de sus hijas, donde es el héroe porque se juega la vida cada tarde. Saludo con gusto a este hombre de plata que alguna vez soñó ser de oro. El subalterno: VICTOR MANUEL PADILLA FUERTE “MANOLO FUERTE”

Nací en Guadalajara Jalisco el 10 de noviembre de 1965, le voy a las “Chivas” me gusta jugar futbol pero soy portero, por temor a recibir un golpe en las piernas, no soy bueno pero soy picado. Nuestra afición al toro nace por mi padre cuando estaba joven quiso ser torero, es una persona del ambiente taurino, luego anduvo en los pueblos, es de la camada de Mario Alberto Rodríguez “El Pipiolo”, “Bola de Humo”, “El Cartero” y “Clavito” anduvieron de payasitos. Él nos llevaba a los toros comíamos en los tradicionales lonches de “La Playita” o algunas veces del comal y viendo las corridas nos fuimos enamorando de la fiesta. Soy hermano del que fuera un novillero sensación Alfredo Padilla “Minuto” cuatro años más chico que yo, dormíamos en el mismo cuarto, jugábamos, nos peleábamos, mi compañero de sueños taurinos. Un novillero muy importante en la fiesta sobre todo en Guadalajara, tuvo una trayectoria muy fugaz, ya que solo duró cuatro


de becerrista y posteriormente debuté como novillero, durando alrededor de cuatro años. Inicio de novillero con el nombre de Manuel Padilla, que después lo cambié por Manolo Fuerte a instancia de mi maestro “El Nayarit” por lo siguiente, hubo una temporada de quince festejos en la ciudad de Morelia de las cuáles mi hermano “Minuto” toreó doce, con unos llenazos de no hay billetes, a mí lograron colocarme en una, cuando bajamos del camión mi maestro y yo observamos en la esquina un cartel de la novillada de ese día, mi nombre estaba al final por ser el más joven, anunciaba la presentación del hermano de “Minuto” y abajo con letras chicas Manuel Padilla, entonces “El Nayarit” me dijo que me pusiera el apellido de mi madre, yo me mostraba intrigado y me aclaró, mira “Alazán” porque tenía el pelo muy güero, ve el cartel “Minuto” es otra cosa así evitamos comparaciones, con esas aclaraciones me quedé satisfecho más con la confianza que le tenía a mi maestro ¡Va! De todas maneras el público pretendía que fuera como mi hermano, toreé en varias partes hasta que vieron que yo era diferente.

años de novillero, lamentablemente una insuficiencia renal, son de esas cornadas que tiene la vida, lo puso en el patio de cuadrillas del cielo, haciendo el paseíllo en el ruedo de la eternidad, donde seguramente estará armando un taco grande con llenos en los tendidos como lo hizo en esta plaza. Nuestro maestro el matador Antonio Duarte “El Nayarit” nos brindó todo el apoyo y sus conocimientos, después mi hermano se fue con ese figurón del apoderamiento don Rafael Báez, que llevaba los poderes del maestro regiomontano Eloy Cavazos, en ese tiempo tuvo un receso debido a una enfermedad y “Minuto” se colocó con don Rafa, haciéndolo torear mucho, arreglándole su presentación en la Monumental Plaza México con más de 100 novilladas toreadas. Yo soy torero desde que mi madre me traía en el vientre, no quería verlo ni pensarlo de esa manera, pero es una verdad las cosas se heredan. Cuando contaba con ocho años tuve la suerte de torear mi primera becerra en San Martín Hidalgo Jalisco, después seguí con la trayectoria

Recuerdo que acababa de llegar de un novenario cuando mi hermano me habla por teléfono y me dice: ¿Cómo estás? quiero que te vengas porque el domingo toreas en México, inmediatamente me trasladé. Mi presentación en el coso de la “Monumental México” fue el 17 de agosto de 1989, con el novillo “Marqués” de la dehesa de Venadero, propiedad de don Miguel Dosamantes Rul, ganadería que pasta en el rancho “Fracción Hacienda Peñuelas”, ubicada en Aguascalientes, con divisa azul celeste, naranja y oro, fundada en 1959. Mis alternantes eran el celayense Iván Ureña, José Alejandro y el regiomontano Carlos Alatorre. Al final de mi etapa novilleril alcancé a sumar 32 festejos, dos de ellos en el coso de Insurgentes, no llegué a tomar la alternativa porque “Minuto” fallece en marzo de 1991. Me pegó fuerte su pérdida, provocando una desilusión del ambiente, total que hice una pausa más o menos de dos años. No quería saber nada que fuera del toro, aunque para no estar pensando me iba a los pueblos a torear los festejos choneros, después de un tiempo debido a mi gran afición, sentía la necesidad de estar en el ambiente taurino, pero no me veía como apoderado, mozo de espadas o monosabio, en ese momento tomo la decisión de ingresar a las filas de los hombres de plata, por lo que me traslado a la ciudad de México a la Unión de Picadores y Banderilleros solicitando


mi carta de aspirante, teniendo la suerte de que en 1993 inicio mi peregrinar en los ruedos como subalterno y duré únicamente tres años como aspirante. Posterior a este tiempo mi examen En la Plaza de Toros “El Paseo” de la ciudad de San Luis Potosí el 30 de marzo de 1996, una corrida de toros en el cartel estaban el maestro regiomontano Eloy Cavazos, el diestro potosino Jesús Torre y el matador moreliano Fernando Ochoa con astados de la dehesa de Garfias, propiedad de don Javier Garfias de los Santos, ganadería que pasta en el rancho Los Cués, enclavado en la taurina ciudad de Querétaro, su divisa luce los colores naranja y rojo, su fundación data de 1948. Me toca en suerte banderillear toda la corrida, lidié un astado que correspondía al matador Eloy Cavazos, poniendo el toro al caballo y gracias a Dios se me dieron bien las cosas. Desde entonces a la fecha llevo 23 años de profesional y lo que falta. Gracias a Dios he probado las mieles del toreo, los primeros quince años los pasé muy desahogado como figura, posteriormente bajaron los festejos, se complica más la situación en todos lados sobre todo en la fiesta, con ese rollo de los antitaurinos. Ocupamos más figuras del toreo, que el público asista a las plazas, encontrar gente tan importante como el aficionado práctico Alejandro Aceves, que nos hace el favor de abrir fuentes de trabajo. Tuve la oportunidad de torear mucho en Estados Unidos por el área de California, en ese lugar hay colonias portuguesas donde se lidian las corridas incruentas (sin sangre), duré viviendo dos años en Mexicali y ocho en Tijuana, de manera que era muy fácil trasladarme a la Unión Americana a torear. Tuve la suerte de ir en las cuadrillas de grandes toreros De los matadores que acompañe en California fueron el hijo del “Centauro Potosino” Rodrigo Santos duré muchos años con él, incluso llegamos a torear hasta Luisiana y Stevenson. También con los matadores Fernando Ochoa, José María Luévano, Israel Téllez, Carlos Rondero, Michel Lagravere, papá de Michelito, he tenido la suerte de andar con todas las figuras del toreo mexicanas y españolas.

Dios me dio la oportunidad de andar con el matador de la Puebla del Río José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” figura española, una experiencia de las más bellas de mi vida de subalterno, es una persona con gran categoría, muy educado, sumamente profesional te da tu lugar como persona, te trata de primer nivel, es un torero al que ir a ver y disfrutarlo, lo ves cuatro o cinco tardes y no pasa nada, pero en la sexta es de tronío, la verdad hablando en sentido figurado ya me puedo morir, duré casi todas sus temporadas que hacia aquí. También con el salmantino Pedro Gutiérrez Lorenzo “Perico” hijo de ese gran torero “El Niño de la Capea” he toreado mucho con él, incluso somos amigos y tuvo la deferencia de invitarnos a su boda. Con el sevillano Antonio Barrera duré catorce años, tocándome en suerte lidiar su primer toro aquí en México. Una tarde con el hijo del añorado “Paquirri” Francisco Rivera Ordoñez, recuerdo que cuando terminó la lidia de su toro se acerca y me dice: “Gracias, ha sido un honor que usted estuviera a mi lado apoyándome”. Así de agradecido y amable, por eso son figuras. Hace algunos años acompañe al madrileño Miguel Rodríguez muy serio, excelente persona y amable, con el “Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez dos tardes, con el maestro Eloy Cavazos unas tardes. Con alguien que yo escuchaba porque era muy joven, el matador Manolo Arruza, durante unas tres o cuatro tardes, acompañe al “Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez “El Pana” una experiencia inolvidable andar con el maestro. Otros toreros como Alfredo Ríos “El Conde” toreé mucho con él, vi pasar al “Chatito de Acámbaro”, Pablo Miramontes, se fueron y seguí cinco o seis temporadas más, tardes buenas, tardes malas toreábamos cuatro o cinco días a la semana o nos trasladábamos a una ganadería a tentar. También con los matadores Alfredo Gutiérrez y Antonio Bricio. Un día de corrida me gusta estar solo, a veces haces equipo con los compañeros, vamos a desayunar temprano para que haga la digestión. Pero me sucede algo, cuando me ven que ando de arriba abajo en el ruedo, riéndome con la gente o vacilar es porque ando cagado, tengo mucho miedo.


Por el contrario si estoy parado con los compañeros ando relajado, todo esto es por el toro sabemos lo que hace. Conforme van pasando los años ya piensa uno en la familia y en salir bien librado. Todavía me siento con facultades suficientes y una constitución física buena para seguir cinco o seis años más. Cuando vea que me impone un toro, que no lo pueda banderillear, que pase mucho miedo antes de causar que algún amigo me lleve por amistad, no voy a despedirme simplemente me voy le doy las gracias a Dios, a la vida y sobre todo al toro que me ha dado todo. Asistiré a los festejos a un tendido con mi familia. De las cábalas del toreo No soy supersticioso no me importa el amarillo, que este una mujer en la habitación, que pase por debajo de una escalera, un gato negro, pienso que mejor te quites de cosas y te arrimes al toro. Entrando en materia sobre mi ropa de torear Mi gusto en los colores de mis ternos son el negro, el rosa, azul marino todos en pasamanería. Toreando mucho gracias a Dios Afortunadamente están saliendo festejos, el domingo 10 de marzo del 2019 fui a la Plaza de Toros “San Marcos” de Aguascalientes, la segunda novillada en el cartel Pedro Bilbao, Alberto Ortega, el español Antonio Lavado, Rafael Díaz de León, Paola Hernández y Eduardo Neyra con novillos de la ganadería “El Garambullo” propiedad de don Francisco Funtanet Media, que se ubica en el rancho “Guadalupe” en la ciudad de Guanajuato, siendo el rosa, morado y amarillo los colores de su divisa, fundada en el año de 1976. Astados muy gordos, interesantes y se me dio bien. Acabo de ir a los carnavales de Jerez, Etzatlán, Autlán, Ameca, y lo que vaya saliendo. La vida fuera de los ruedos Mi señora fue novillero, es prima de Mauro Lizardo y hermana de Manolo Lizardo, entonces por las dos partes mis hijas traen sangre torera, pero no me gustaría que se dedicaran a esto, yo quiero que estudien, trabajen, la razón es que no quiero verlas sufrir es una carrera muy difícil, cumplimos 23 años de matrimonio, al principio como no teníamos familia andábamos los dos

a donde quiera. Sin duda la mejor faena de mi vida son mi esposa y mis hijos, dos hombres y tres mujeres, quienes me apoyan y dan fuerza para hacer cada paseíllo, además el haberme convertido en subalterno son las satisfacciones enormes de mi vida. El orden de los protagonistas en la puerta de cuadrillas es el siguiente En la primera fila (desde el punto de vista de los toreros) se coloca al lado izquierdo el matador más antiguo, al lado derecho el segundo y al centro el diestro de menor antigüedad. En la segunda fila se coloca a la izquierda, detrás del primer espada el primer banderillero de éste; a la derecha detrás del segundo espada, el segundo banderillero del primer espada; al centro, es decir, detrás del matador más joven el tercer banderillero del primer espada. En la tercera fila se ubican a la izquierda el primer banderillero del segundo espada; a la derecha, el segundo banderillero del segundo espada y en el centro, el tercer banderillero del segundo matador. En la cuarta fila, en el mismo tenor, figuran los banderilleros del tercer espada. Las filas quinta, sexta y séptima la ocupan los picadores, en el mismo orden descrito para los banderilleros. Finalmente el resto de la formación lo integran el servicio de plaza o monosabios, areneros y mulilleros. Me gustaría que entendiera el aficionado El término ir de tercero. Un matador lleva dos subalternos, el banderillero de confianza y otro que son los que lidian, porque a fin de cuentas es para el bien común del matador, en este caso el tercero es el que pone el par en segundo lugar y anda ayudándoles a los otros dos Otros términos son el banderillear a la mexicana: vas caminando llevas los palos y cuadras en la cara sacando de abajo las banderillas y colocas el par arriba. A la española: es llevar el par hecho Lidiar a la española: el peón de confianza lo lidia, lo pican y lo sigue lidiando y el compañero pone los palos, es importante porque la lidia del toro cambia de una mano a otra. A la mexicana: remata el matador lo corto, lo llevo al caballo de ahí no sigo, tomo las banderillas y el compañero lo lidia. La fiesta taurina es “La gran difícil facilidad” Cada ocho días a Puerto Vallarta


Me tocó la suerte de ir cada ocho días a lo largo de quince años a Puerto Vallarta, a la Plaza de Toros “La Paloma” una vez vi al maestro José Tomás de novillero, lo que decía uno, hombre un torero bien vestido, con buenos avíos, buen torero como muchos y ahora el pedazo de figura en que se ha convertido. De novilleros a Fernando Ochoa, José María Luévano y muchos más que hoy son matadores. Después de salvarle la vida, me brindó el toro Recuerdo una vez que no me la creía, estaba consciente de lo que había hecho pero el momento fue tan bonito, quería llorar, brincar, salirme corriendo de la plaza, fue aquí en la ciudad de Guadalajara en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” en el año de 1996, estaba platicando con un amigo en el callejón, cubría el tercio de banderillas el matador Alfredo Ríos “El Conde” creo que alternaba con “El Niño de la Capea”, cuando eran tardes de grandes llenos, me di cuenta que el toro tenía problemas algo de guasa no era fácil, me puse en el burladero que estaba vacío, al salir de un par el torero cae boca abajo, al incorporarse el toro hizo por él, en ese momento salgo con el capote y le doy gracias a Dios que se tocó el astado, me lo llevé hacia atrás caminándole hasta al burladero y me tapé, yo era muy joven. Entonces se desgranó una sonora ovación. “El Conde” como es muy espectacular con las banderillas, de un brinco se para empezando a agradecer, pero el apoderado le llama y le dice: la ovación es para el subalterno si no te quita el toro te parte. Me sacó al tercio y vaya ovación me dieron, al tomar la muleta va me saca del burladero y brindándome el toro dice: “Mira cabrón ya me di cuenta te debo la vida, porque ese toro me iba a partir gracias Manuel, ojalá le pueda cortar las orejas”.

CAPITULO 22 En la vida es que sientas pasión por algo y para mí el toro lo ha sido todo

Al

ver las cuadrillas que partían plaza en el

cuarto festejo del serial novilleril 2019, en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”. Me di cuenta que venía un subalterno, del cual tenía conocimiento de su quehacer taurino por las corridas de la Monumental Plaza México que se transmiten por televisión. Un personaje que por su desempeño en el segundo tercio ha recibido numerosos premios, aparte de una gran cantidad de salidas al tercio montera en mano a agradecer por la

colocación de un buen par. Este 29 de septiembre formando parte de la cuadrilla del novillero Cristián Antar, con el segundo de la tarde, herrado a fuego con el número 1 y un peso de 430 kg, que llevaba por nombre “Va por usted” no fue la excepción, cuadrando en la cara dejando un excelente par de banderillas, saliendo airoso de la suerte para nuevamente desmonterarse. Es un torero de dinastía porque viene desde su abuelo, tío y padre, que en sus años mozos soñaron con ser novilleros y posteriormente se convirtieron en banderilleros, ante esta situación lo más lógico es que fuera subalterno. Un torero alto, muy delgado, serio y educado, contento de platicar lo que es su pasión, aparte de dar brillo a esa gran dinastía de banderilleros. La dinastía de la familia la inicia mi abuelo SILVERIO ya finado, luego la continuó mi padre ADOLFO SÁNCHEZ GARCÍA Nació el 12 de diciembre de 1957 en San Juan Ixtacala, Estado de México, anduvo de novillero durante cuatro años. Debuta de aspirante a banderillero en abril de 1978 y en ese mismo año se examina el 10 de diciembre, en una novillada con un mano a mano entre el capitalino César Pastor y Rodolfo Rodríguez “El Pana”, con novillos de Begoña, propiedad de don Alberto Bailléres, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Begoña”, ubicado en Dr. Mora Guanajuato, con divisa verde y oro, fundada en 1955. Posteriormente incursiona mi tío CARMELO SÁNCHEZ GARCÍA Nace el 10 de julio de 1953, hace su debut de novillero un 16 de septiembre de 1970, ante las escasas oportunidades. Se inicia de aspirante el 5 de abril de 1980, después de un año presenta su examen el 8 de noviembre de 1981, estuvo acompañando en las cuadrillas a los toreros españoles, Juan Serrano “Finito de Córdoba”, Rafi Camino, José María Manzanares, Pedro Moya “El Niño de la Capea”, José Miguel Arroyo “Joselito”, entre otros. Después de sus andaduras taurinas de novilleros en las plazas de trancas, en aquellos extintos novenarios. Pasaron a las filas de los hombres de plata, convirtiéndose en grandes figuras del segundo tercio. El benjamín de la dinastía: ALONSO CRISTHIAN SÁNCHEZ GRANADOS


Nací en Tlalnepantla Estado de México el 28 de septiembre de 1981, mi afición viene desde niño ya que al crecer en una familia torera, veía los ternos de mi papá y todas sus cosas, me ponía a jugar al toro, fui creciendo en ese ambiente. Empezaba a soñar con llegar a ser novillero y quizás figura del toreo, aparte por las hazañas de mis antecesores. Yo le comenté a mi padre mis intenciones y contestaba que esto no era un juego, se trataba de algo serio, que implicaba muchos sacrificios, me dijo: en lugar de novillero porque no te pruebas de aspirante, en ese tiempo tenía trece o catorce años de edad, lo pensé porque ese no era mi sueño y a los quince me inicio de aspirante, empecé andar en las plazas empapándome de mi labor como subalterno, cuando me dijo mi papá que había oportunidad de hacer mi debut de novillero ya no me interesó quedando solo como un sueño el vestir el traje de oro. Mi papá tenía razón como chavo adolescente dejé fiestas, amigos, salidas en la noche etc. Ya le había tomado tanto sabor al oficio de peón. Luego supe que mi misión estaba por ese lado y no por el que había pensado, por supuesto que siempre conté con el apoyo incondicional en la casa, no estoy nada arrepentido de esa decisión, al contrario vivo muy feliz con mi quehacer taurino, que lo he ido puliendo con el pasar de los años ya que pretendo lograr las hazañas que ellos saborearon. Inicié mi etapa de aspirante en el año de 1997 y duré dos años y nueve meses. Lo que todos esperamos el examen para hacernos profesionales Lo presenté el 11 de diciembre de 1999, en la Plaza de Toros Santa María de Querétaro, con una corrida de toros donde estaban el torero capitalino Javier Bernaldo, el diestro de Chiva Valencia Enrique Ponce y el matador mexiquense Ignacio Garibay, lidiando toros de la ganadería de Fernando de la Mora, dehesa que pasta en el rancho “Cerro Frío”, ubicado en Tecozautla, Hidalgo, con divisa amarillo y blanco, cuya fundación fue en el año de 1959. Todo salió a pedir de boca y hasta la fecha llevo casi 20 años de peregrinar en los ruedos. Me he colocado en las cuadrillas de los siguientes toreros Acompañe al sevillano Antonio Barrera, el granadino David Fandila “El Fandi”, con el torero de Velilla de San Antonio Madrid, Julián López “El Juli” duré cerca de ocho años, el rejoneador portugués Diego Ventura, el matador pacense

Miguel Ángel Perera, el diestro francés Sebastián Castella. Con matadores mexicanos con todos desde mi inicio de profesional, de aquella época el de Apizaco Mario del Olmo, los diestros de la capital Federico Pizarro, Ignacio Garibay y José Mauricio, el torero queretano Octavio García “El Payo”, los matadores tapatíos Guillermo Martínez, Aldo Orozco y Manolo Lizardo, los toreros hidrocálidos Mario Aguilar, Joselito Adame, con el matador “Chintololo” Eulalio López “Zotoluco” forme parte de su cuadrilla alrededor de seis años y muy al principio con el regiomontano Eloy Cavazos. De mis vestidos de torear tengo gusto por diferentes colores En mi espuerta hay un traje color oro viejo, lila, salmón, verde botella, burdeos todos en azabache, nunca he guardado ninguno todos salen a torear y voy cambiando de acuerdo al uso que les doy conforme se vayan acabando, ahora me he mandado hacer dos ternos nuevos que en fecha próxima estrenaré. En el toro es común Las supersticiones son parte fundamental, pero por mi forma de ser no tengo ninguna, nada más me encomiendo a Dios, para reparta suerte. El mal fario en el toro me ha tocado Son gajes del oficio pero le doy gracias a Dios que en casi 20 años de profesional, únicamente tengo dos cornadas, una fractura y muchas volteretas pero sin consecuencias, creo que en todo este tiempo he sido muy respetado por los astados. Lo que verdaderamente me apasiona y me gusta es la tauromaquia, siendo mi única actividad profesional a la que dedico el 100%. Mi verdadera pasión está dentro de un ruedo Una de las cosas de la vida es que sientas la pasión por algo y para mí el toro lo ha sido todo, tan es así que me dedico en cuerpo y alma, actualmente ocupo el cargo de tesorero en nuestra Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, llevo dos años y medio al frente de lo que necesitan nuestros agremiados, un verdadero placer poder ayudarlos y servirlos como se merecen, regularmente me encuentro siempre, salvo los días que toreo o por algún compromiso ineludible. Mi vida familiar fuera del ruedo


Un matrimonio que en su momento se forjó, se dio y de ahí tres becerros como se dice en el ambiente, que me ha regalado Dios dos hombres uno de 15 años, otro de 13 y una niña de 7 años. Ellos me dan la fuerza para salir adelante de plaza en plaza y de festejo en festejo, el mayor de 15 ya me dijo que le gustaría seguir los pasos míos y de sus antecesores en el mundo del toro, tan es así que el 13 de octubre ya debutó como aspirante, él sabe que primero son los estudios, se encuentra cursando la preparatoria, como padre la verdad me gustaría que tuviera una carrera, pero si está decidido y tiene una sobrada afición, mi deber es apoyarlo sería un placer el que continuara con la dinastía, el tiempo lo dirá. A lo largo de mi trayectoria Muchos trofeos gracias a Dios en estas dos décadas de andar en los ruedos, el número de salidas al tercio en el coso de la colonia Nochebuena la Monumental Plaza de Toros México, donde me ha tocado la suerte de agradecer montera en mano en 91 ocasiones, algunas novilladas pero la mayoría en corridas de toros. Algo que debe conocer el aficionado El tercio de banderillas no se trata de un castigo para el toro, es parte de la fiesta recordemos que la fiesta de toros está divida en tres tercios, el primero capote y varas, el segundo el tercio de banderillas y el tercero la muleta y el estoque. Además es donde el matador, novillero o subalterno ayudan a correr al toro y le sirve para que se descongestione y llegue mejor a la muleta.

CAPITULO 23 Aprendí agarrar un capote mucho antes de pegarle a la pelota

Lo saludé en el patio de cuadrillas de la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” estuvimos platicando para conocer un poco al torero. Viene de una dinastía muy dilatada que se inicia con su abuelo y a muy temprana edad le llama poderosamente la atención el arte de “Cuchares”, a la edad de seis años dio sus primeros lances a una becerra. Inicia como todos los soñadores de gloria pretendiendo ser novillero; pero a tiempo supo entender que su camino era ser banderillero, una persona seria dentro y fuera del ruedo metido de lleno en su profesión, exigiéndose al máximo, estando bien colocado acompañando

a las grandes figuras de la tauromaquia. Ha sido galardonado con innumerables premios en estas casi dos décadas por su quehacer taurino. Es el más joven de la dinastía que sigue dando brillo al apellido en todas las plazas. Realmente la dinastía la inicia mi abuelo LEONARDO CAMPOS ROBLES “CAMPITOS” Picador de toros que se inició en la década de los treinta. El 1º de diciembre de 1940 se presenta como novillero en la Plaza de Toros de Torreón, alternando con Manuel Gutiérrez “El “Espartero” y Vicente Maldonado “El Tato” con novillos de San Pedro de Almoloya, no llegó a tomar la alternativa. En el año de 1952 ingresó a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, actividad que desarrolló en forma exitosa a lo largo de 22 años y gracias a su capacidad viajó a los países de Colombia, Ecuador y Venezuela. Estuvo colocado en las cuadrillas de los matadores Joselito Huerta, Antonio Chenel “Antoñete”, Diego Puerta, Manuel Capetillo, Jorge “El Ranchero” Aguilar, Jesús Córdoba, Joselito Torres y otros más. Sufrió muchos golpes a lo largo de su trayectoria y una lesión de columna que tuvo en Teziutlán Puebla, lo aleja finalmente de los ruedos a inicio de los años setenta. DELFINO CAMPOS ALBA Picador de toros. Nacido en Miguel Auza, Zacatecas, el 16 de abril de 1946. Debutó como aspirante el 12 de octubre de 1962, en la Plaza de Toros “El Toreo de Cuatro Caminos” torero muy importante en los años 70, 80 y 90. Presenta su examen en Matamoros Tamaulipas, el 28 de octubre de 1968, con un cartel formado por el rejoneador Gastón Santos y los matadores Luis Segura y Mauro Liceaga lidiando una corrida de la ganadería de Peñuelas. Estuvo colocado con muchas figuras Manolo Martínez, Antonio Lomelín, Francisco “Curro” Rivera y Mariano Ramos, principalmente con la figura regiomontana Eloy Cavazos, en la época que toreo más de 100 corridas, al final acompaño al torero de Velilla de San Antonio Madrid Julián López “El Juli”, por más de 10 años. Se despide de los ruedos en la Monumental Plaza de Toros México, el 1º de marzo del 2009 en el cartel Gastón Santos hijo, Humberto Flores, José Mauricio y Pepe López con astado de la ganadería de Los Ébanos, propiedad de Pedro Haces Lago, que lidia con el color verde en su divisa, fundada en el año de 1960. LEONARDO CAMPOS ALBA


Nace el 3 de agosto de 1945 hijo del picador del mimo nombre, fue novillero. Debutó como aspirante a banderillero en el año de 1963, toreó entre los años 70, 80 y parte de los 90, la vida profesional de un banderillero es más corta, estuvo colocado con las máximas figuras de su época, Manolo Martínez, Francisco “Curro” Rivera, Jorge Gutiérrez, David Silveti, Antonio Lomelín, entre otros. Con el “Torero Charro” fue a España, Francia, Portugal, a todos los países taurinos lo acompaño mi papá. Toreo por última vez el 24 de junio del 2001, en San Pedro Xalostoc Estado de México, siendo el 4 de noviembre de ese mismo año su retirada definitiva del ruedo en la Plaza de Toros Monumental México, en el cartel el capitalino Manolo Mejía, el oriundo del municipio de Emiliano Zapata al norte de Tlaxcala, Uriel Moreno “El Zapata” y “El Ciclón de Jerez” Juan José Padilla que lidiaron toros de Rancho Seco, propiedad de don Sergio Hernández González, dehesa que pasta en el rancho “Rancho Seco”, ubicado en Tlaxco Tlaxcala, con divisa caña y rojo, que fue fundada en el año de 1922. Tuvo una dilatada trayectoria de 34 años de profesional, actualmente se desempeña como maestro de toreros. FRANCISCO DE ASÍS CAMPOS ESCALANTE “CURRO CAMPOS” Picador de toros, presentó su examen el 25 de diciembre de 1990, en la Plaza de Toros Monumental de Apizaco Tlaxcala, el cartel lo formaban “El Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez “El Pana”, Aurelio Mora “El Yeyo” y Rafael Ortega con toros de Atlanga, propiedad de don Emilio Rodríguez Arroyo, dehesa que pasta en el rancho “San José Atlanga”, ubicado en Atlangatepec Tlaxcala, con divisa rojo y azul rey, fundada en el año 1890. Colocado con los matadores el albaceteño Manuel Caballero, el madrileño Julián López “El Juli” y actualmente con el hidrocálido Joselito Adame. HÉCTOR CAMPOS RUBIO Picador de toros, presentó su examen el 4 de abril de 1993, en la Plaza de Toros “Silverio Pérez” de Texcoco Estado de México, en el cartel los matadores David y Alejandro Silveti, completando el moreliano Teodoro Gómez con toros de los Martínez. Debutó en el coso de Insurgentes la Monumental México, en una novillada el 30 de julio de 1995, en el cartel José Roberto Garza, el capitalino Paco González y el queretano Pepe Díaz, con novillos de la ganadería de “El Batán” propiedad de don Gabino Aguilar León,

dehesa que pasta en el rancho “El Batán”, ubicado en Amealco Querétaro, con divisa vino, tabaco y negro, fundada en el año de 1965. El 19 de marzo del 2000, en el mismo coso sufrió un tumbo que le provocó serias lesiones, tuvo una andadura no muy larga por la razón que apenas empezaba, su última corrida fue el 22 de diciembre del 2002, acartelados estaban “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez, el madrileño José Miguel Arroyo “Joselito” y el queretano Juan Salvador, con toros de Santa Bárbara, propiedad de don Javier Borrego Estrada y Salvador Álvarez Morán, ganadería que pasta en el rancho “Presillas”, ubicado en San Pedro Piedra Gorda Zacatecas, con divisa rosa, verde y azul, fundada en 1987. No tuvo la suerte de colocarse con alguna figura pero siempre dio la cara. HUGO CAMPOS RUBIO Picador de toros, tras seis años como aspirante presenta su examen en la Plaza de Toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de la ciudad de Tlaxcala el 11 de noviembre del 2000, en el cartel el diestro tlaxcalteca Rafael Ortega, el torero Uriel Moreno “El Zapata” y la matadora malagueña Mari Paz Vega con toros de Santa Fe del Campo, propiedad de Juan Diego Gutiérrez Cortina, ganadería que pasta en el rancho “Santa Fe del Campo”, ubicado en Zacatecas, con divisa violeta, amarillo y verde, fundada en el año de 1952. Nos examinamos el mismo año por falta de oportunidades se fue decepcionando, empezó a dejar de torear hasta que dejo de vestir la casaca y la calzona. La última que toreó fue en la tierra de la gente buena Aguascalientes, en el año del 2014. El benjamín de esta dilatada dinastía es el que siguió los pasos de su padre al convertirse en figura de los de plata. La mayoría de la familia han sido hombres del castoreño. Es el banderillero: GUSTAVO ENRIQUE CAMPOS RUBIO Nací el 1º de junio de 1983, en la ciudad de México D.F. Tengo la fortuna de ser el más pequeño de una dilatada familia de toreros, me fui iniciando en el ambiente taurino desde muy niño, toreé la primera vez a los seis años de edad, a los trece me hice aspirante y a los diecisiete banderillero profesional, la verdad es que aprendí agarrar un capote mucho antes de pegarle a la pelota, prácticamente a la par de aprender a caminar, esto era lo que vivía siempre andaba con mi papá para todos lados, lo acompañaba


a entrenar, iba a algunas corridas no veía más que puros toros, aparte siempre me llamó la atención. Al principio yo pretendía ser novillero pude torear algunos festivales de niño alrededor de los diez años, con todas estas vivencias no podía ser otra cosa y me decidí hacerme subalterno. Inicio la etapa de aspirante en abril de 1997 fue un festival en la ciudad de Puebla, al momento de darme la carta de aspirante yo tenía trece años, pero el debut se dio en septiembre de 1997, también en Puebla ya contaba con catorce años, durando en esta etapa tres años. Después de este tiempo autorizan que me examine En julio del año 2000, en la Plaza de Toros “El Palacio del Arte” de Morelia Michoacán, en un mano a mano, entre el matador michoacano Francisco Doddoli y el diestro moreliano Fernando Ochoa con astados de la ganadería del Ing. Mariano Ramírez, que pastan en el rancho “La Biznaga”, ubicado en Encarnación de Díaz Jalisco, con divisa negro, oro y tabaco, fundada en el año de 1948. Actualmente cambio su nombre al de Puerta Grande. Afortunadamente me pude colocar en las cuadrillas del Torero Guillermo González “Chilolo” y el matador de Apizaco Mario del Olmo, al principio estas dos colocaciones fueron las más significativas, después mi desempeño fue creciendo pudiendo colocarme con los matadores españoles “El Juli”, con “El Príncipe de Galapagar” José Tomás, el maestro valenciano Enrique Ponce, el torero de la Puebla del Río José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” y el francés Sebastián Castella hasta la fecha. Con toreros mexicanos, “El Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez “El Pana” lo acompañe dos años hasta el 2009, al capitalino Federico Pizarro también dos años, los hidrocálidos Joselito Adame, Juan Pablo Sánchez y Leo Valadez, Sergio Flores, en fin desde hace dos décadas he estado colocado con la mayoría de matadores y como decimos de media tabla. Los colores en mis ropas de torear Soy fanático de la ropa de calle y vestidos de torear en colores azules, tengo y he tenido varios ternos en azul, trato siempre que lleven un detalle en ese color o en su defecto verde en mi ropa de torear, cuando no se puede me inclino por lo que a la combinación le vaya mejor, todos

es azabache. El único que tuve con bordados en plata es un champaña y fue para mí examen, me hizo el favor de regalármelo mi papá en esa fecha tan significativa. Guardo en casa unos que les tengo mucho cariño El vestido con el que se despidió mi papá, un vino y azabache lo usé un tiempo posteriormente decidí guardarlo, también otro terno que compré de profesional color azul petróleo y azabache que lleva bordados hierros de ganaderías, tiene mucho significado para mí, porque fue el primero que me compré con mi dinero. Esos quedan guardados pa´los restos. En este mundo del toro se da mucho Más que tener supersticiones soy muy ideático, trato de hacer lo mismo siempre a diario, el tiempo me ha enseñado a no caer en ese tipo de situaciones, muchas veces no salen como yo quiero, sin embargo en el ruedo me salen bien. Los matadores, novilleros o compañeros cuando mencionan algunas cosas se espantan, citan alguna cornada o percance, lo ven como algo malo, yo por el contrario me gusta hablar de eso antes de torear, porque al final es la verdad del toreo. El mal fario y los percances dentro de mi profesión He sentido en carne propia las contrariedades de la fiesta brava, cuando tenía catorce años, hace como diez me han dado un cate muy fuerte, penetrante de vientre todavía era aspirante, la segunda y tercera fueron juntas en el ruedo de la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” de Guadalajara Jalisco, en la Feria de Aniversario de esa misma ciudad el 3 de marzo del 2019, en el cartel el maestro valenciano Enrique Ponce, el torero tapatío Alfredo Ríos “El Conde” en su despedida y el torero hidrocálido Joselito Adame, con un encierro de Los Encinos, propiedad de don Eduardo Martínez Urquidi, astados que pastan en el rancho “San Cirilo”, ubicado en Pedro Escobedo Querétaro, con divisa verde, rosa y azul, fundada en 1990. Iba en la cuadrilla del maestro Ponce brincando las tablas me alcanzó un toro y me pegó en la pierna ocasionándome una cornada interna. Una de mis pasiones fuera del ruedo Me gusta mucho escribir, no hago poesía más bien pensamientos, cosas que van saliendo de la cabeza las voy anotando, algo que me llena


mucho y sobre todo un gran desahogo, me relaja y es que en la vida de un torero hay mucho estrés, también en la vida cotidiana. Mi vida privada fuera del toro Vivo en la tierra de la gente buena Aguascalientes, mi hijo se encuentra en la ciudad de México con su mamá, mis papás también están allá, cada que puedo voy con ellos los disfruto, vamos a comer, al cine. El niño ya tiene catorce años, le encanta el toreo y quiere aprender pero no quiere ser torero, gracias a Dios, la verdad es que en esta profesión se pasan cosas muy duras por ejemplo: mis percances, queriendo ser alguien en la fiesta, yo veía que mi papá la pasaba muy mal por ese amor de padre, ahora al ver a mi hijo agarrar un capote y aprender a banderillear, incluso ha salido con becerras cuando le dan las tres, entiendo lo que mi papá pasó fue muy complicado, ahora que lo siento y lo vivo en carne propia, crece más la admiración hacia mi progenitor. En estas dos décadas he tenido la suerte Que me hayan galardonado con alrededor de 35 o 40 reconocimientos, entre ellos cuatro veces triunfador de la Feria de Aguascalientes, de diversas Peñas Taurinas y del diario más importante de la ciudad “El Hidrocálido”. He recibido cuatro premios del “Cristo Roto” que los entrega el Centro Taurino México España, también cuatro al que llaman Líder Hidrocálido. En la Plaza México cuatro que fueron en su tiempo los más importantes, los trofeos Domecq recibí los dos últimos y posteriormente varios de Peñas Taurinas, también El Minotauro premio de mucha categoría. De la Feria de Texcoco, de Huamantla, Arroyo, cuatro de la Feria de Zacatecas y prácticamente de la mayoría de las ferias importantes. Dos capotazos y vino la graciosa huida La primera vez que toreé, estábamos en la ganadería del Sr. Jaime Rodríguez en Tlaxcala, yo aferrado me le colgaba a mi papá para que me dejara torear una becerra a los seis años, lo cual se logró cuando echaron la becerra le di dos capotazos y salí corriendo porque me dio mucho miedo. Mi tarde soñada como torero En el coso de la colonia Nochebuena la Monumental Plaza de Toros México, en la última corrida de la temporada el 11 de febrero del

2019, en el cartel el hidrocálido Arturo Saldívar, el torero de Apizaco Sergio Flores y Michelito Lagravere quién confirmaba alternativa. Iba en la cuadrilla del matador Flores, fue la tarde más redonda para mí, todas las tardes yo me exijo muchísimo no me gusta darme coba, busco no quedarme con lo bueno trato de ver el detalle que se pueda mejorar, en realidad ninguna tarde había quedado satisfecho y esa sigue siendo la tarde soñada después de dos décadas de andadura taurina, me sentí enorme como torero todo salió a pedir de boca, con el capote muy bien lidiando y bregando después con los palitroques, completa la actuación todavía más porque mi matador al que acompañaba se llevó la oreja de oro, hay tardes que son clave en la carrera de un torero y esa fue para mí, el toro se llamaba “Compadre” con pitones y trapío de 522 kg de peso, de la ganadería de Cieneguilla propiedad de don Germán Mercado Lamm, astados que pastan en el rancho “Hacienda de Tepa”, ubicada en Zempoala Hidalgo, con divisa obispo, verde y oro, fundada en el año de 1981. Lo que el aficionado debe conocer del segundo tercio Este tercio encierra varias cosas más que las banderillas, implica que de ahí en adelante el toro puede romper de otra forma su embestida. El primer tercio es para ver al toro como acomete y probar la bravura con el caballo, el segundo tercio es más que las banderillas porque conforme se vaya lidiando el astado es como puede empezar la faena en el último tercio, más que pasar a poner los palitroques bien, mal o como sea, lo verdaderamente importante es cómo se lleve la lidia con el capote bregando, el matador ya vio los detalles que presenta lo que puede ser bueno o malo, en este tercio el banderillero tiene la obligación de corregir o hacer notar más las virtudes del toro. Con los novilleros puedo darles un consejo, haz esto, te pueda embestir mejor si te colocas así, baja la mano o súbela, a los matadores les puedes decir yo veo este detalle por este lado, ya que tienen más bagaje que un novillero. El público a veces no se percata de lo que hacemos los toreros de plata, a final de cuentas le salimos al mismo toro que el matador, nos estamos jugando la vida hombro con hombro, no digo que sea injusto el público, paga un boleto y sabe lo que quiere, pero muchas veces hay cosas que no se alcanzan a ver desde el tendido, nosotros llevamos una preparación si no salen las cosas como uno quiere, es porque los asta-


dos no nos permiten hacerlo, somos profesionales y tratamos de hacer las cosas de frente y por derecho solo que a veces no se puede.

CAPITULO 24 Un toro bien picado y bien banderilleado siempre va a ser de orejas

Conocí

a este torero en el sorteo de una de las corridas de la Feria San Marcos 2019, me lo presentaron pero como tenía el compromiso de torear esa tarde no hubo tiempo para vernos, la siguiente ocasión accedió amablemente a reunirnos en ese mítico lugar de la ciudad que durante muchos años se le reconoció por alojar toreros, empresarios, artistas, políticos y personalidades internacionales. El Hotel Francia ubicado en la calle Francisco I. Madero 113 dentro del centro histórico de dicha urbe. Lugar donde Juan S. Garrido se inspiró y compuso la célebre canción “Pelea de Gallos”, que se convertiría en el himno de todos los hidrocálidos. El hotel tiene una antigüedad que data del año 1915, su nombre hace honor a este estilo arquitectónico siendo una creación del ilustre Refugio Reyes. Puntual a la cita llega el invitado que tiene antecedentes taurinos por parte de sus padres, este hombre de plata que vistiera el oro en sus inicios por el sueño de ser novillero y porque no llegar a figura, pero su destino era diferente al tener pocas oportunidades de caminar como torero de oro, toma la decisión de pasar a las filas de subalternos siendo esta la única forma de estar dentro de la fiesta que tanto le apasiona y ama, pudo convivir con grandes figuras, uno de antaño ni más ni menos que con el matador Rafael Rodríguez “El Volcán de Aguascalientes”. Es un torero que tiene percha, vestido de calle con ropa sport, muy bien peinado su cabello negro zaíno, saboreando un refresco empezamos a escuchar las vivencias, donde su rostro se ilumina al recordarlas haciéndolas extensivas. Es el banderillero: RICARDO ANTONIO GARCÍA ORENDAÍN “CAMINITO” Vengo de una familia taurina, mi señor padre Luis Felipe García Cruz que era originario de Villahermosa Tabasco, se vino a la ciudad de México llegó a una escuela del ejército, en ese lugar conoció al “Berrendito de San Juan” el matador Luis Procuna, en ese momento se interesó por el mundo del toro, posteriormente se traslada a la tierra de la gente buena Aguascalientes,

ya conocía al diestro Rafael Rodríguez y encontrándose aquí se dedica en cuerpo y alma a esta hermosa fiesta, nunca logró presentar su examen de subalterno, pero llegó a ser aspirante a banderillero, durando en esta etapa unos diez o doce años. Nací en la ciudad de Aguascalientes el 2 de mayo de 1965. El apodo de “Caminito” nace porque cuando hice mi debut de niño torero, había un periodista que se llamaba Bernabé Esparza “El Pitoloco” muy conocido en el ambiente taurino, que también fue novillero de la época más o menos del maestro Rafael Rodríguez, cuando yo toreé un festival era apenas un chaval de once o doce años, tenía mucha similitud con el matador Paco Camino, tengo una foto con el maestro de Camas y decía refiriéndose al retrato que parecían padre e hijo, entonces me pone este apodo con el hasta hoy me conocen.


Precisamente al vivir con este entorno, el quehacer taurino de mi padre, aparte de todas las fotografías que estaban en casa de ese figurón del toreo que fue Rafael Rodríguez “ El Volcán de Aguascalientes”, incluso llegué a tener la fortuna de que el matador me enseñara varias cosas del toreo, mi hermano fue novillero no destacó mucho, toreó un festejo aquí en Aguascalientes y lo hacía con el nombre de Rafael García, en el momento que lo vio el maestro Rodríguez dijo: a este lo voy hacer torero, quizás porque se parecía mucho a él en su carácter, pero mi hermano dobló contrario se hizo beisbolista y ya del toro no quiso saber nada, es un excelente aficionado radica en los Estados Unidos, pero no deja de ver una corrida de España o de México le sigue la afición, pienso que no era su destino. Desde muy niños bebimos el caudal taurino por parte de mi padre y de mi madre, ella trabajaba para el maestro Rafael es oriunda de Aguascalientes, mi padre la conoce en la casa del maestro y de ahí forman su familia. De niño cuando toreaba de becerrista, me presentaba de traje corto tenía apenas doce años, toreaba con Manolito Mejía, Humberto Flores ellos un poco mayores. Se viene la realización de mi sueño Mi debut de novillero de luces, fue en la Plaza de Toros San Marcos el año de 1980, acartelados estaban Saúl de María, sobrino del matador José María Napoleón, Pepe Luis Ornelas que era hijo de un periodista y Alfredo Lomelí que venía de triunfar, con ganado de “La Providencia” propiedad de un ganadero que le decían “El Charro Vega”, ubicada en Ojuelos, Jalisco. Duré alrededor de siete años en esta etapa. Antes toreabas al toro del viento, por las escasas oportunidades ya que por ese tiempo no existían escuelas taurinas, quienes te enseñaban eran los matadores que iban a la plaza, gracias a Dios siempre fui muy protegido ya que mi señor padre anduvo con las figuras, lo apoyaban y él me brindó su apoyo quizás no como hubiera sido pero siempre estuvo, hasta la fecha sigo en este ambiente que es verdaderamente mi pasión. Me encontraba en la casa “Armilla” en Chichimeco, mi papá y el matador Rafael tenían una amistad con el maestro Fermín, yo lo sabía pero cuando nadie te dice o te encarrila y pretendiendo seguir de novillero, me estrellaba con el burladero por las escasas oportunidades. Se da mi última oportunidad vestido de oro Un día me trasladé a felicitar al maestro Miguel

Espinosa “Armillita” Q.E.P.D. al Hotel Francia para darle la enhorabuena, porque había toreado en la Monumental y me dijo: tú tienes un lugar en mi casa, tu padre a mí me enseño a torear. Existen fotos donde mi papá le está embistiendo a Miguel y a Fermín convivía mucho con ellos, entonces el matador Miguel me dice: porque no te vas a entrenar a Chichimeco, está bien matador y decido ir como novillero porque pretendía ser matador de toros. El maestro Miguel me da la oportunidad de torear en una temporada que dieron en la Plaza de Toros “La Florecita” de Satélite en la ciudad de México, dichos festejos los daba el doctor Rafael Herrerías, me dijeron vas a torear la novillada, ya tenía 18 años no estaba viejo pero en México para caminar en la fiesta como novillero era mayor, porque casi todos son de 16, en fin me fui a torear no tuve mucha suerte, después hablé con el maestro Miguel para ver que íbamos hacer. Como tengo muchos hermanos en la Unión Americana le dije: maestro yo no veo claro aquí me quito de este sueño, pero tranquilamente me dice vente y platicamos. Otro día que fui me dice el maestro mira, aquí tienes un lugar observa las fotos de tu papá con el maestro Fermín y el matador Rafael Rodríguez, el primer torero que reconozco es al “Volcán de Aguascalientes”, por la razón de que en la casa había muchas fotos de él, no veía otra cosa, aunque mi padre me comentaba también está “El Calesero”, Humberto Moro, entonces el diestro Miguel me dijo: tu puedes seguir, tienes cualidades porque no te haces banderillero. Pero esa incertidumbre que no te dicen puedes ser figura todavía, si te decides nosotros te ayudamos, en fin posterior a esa plática tuve que pensarlo. Guardo en la espuerta mis sueños por seguir dentro de mi amada fiesta Ante esto debo tomar la decisión de convertirme en subalterno y ocupar un lugar en las filas de los de plata, porque era la única forma de seguir dentro de la fiesta que es mi vida, bendito sea Dios caí en esa casa donde de verdad me ayudaron, también recibí la ayuda del maestro Rafael y ahí da inicio mi carrera, en ese tiempo la escuela de Aguascalientes no estaba como ahora actualmente que te enseñan los profesionales. Anteriormente te enseñaba un matador y te decía más o menos, hablando taurinamente Aguascalientes no se acaba, cada vez surgen más subalternos como dijo el maestro Felipe Kingston, nosotros somos parte del equipo para que triunfen los toreros, trabajamos y cuidamos


al toro para que a la postre sea un logro del matador del cual formamos parte de su cuadrilla. Inicio con mi etapa de aspirante El año de 1999 en una novillada aquí en Aguascalientes, me tocaron temporadas inolvidables en la Plaza de Toros “La Paloma” de Puerto Vallarta, una satisfacción que tengo es pedir permiso a ese pedazo de hombre del castoreño Francisco Delgadillo “El Camotes”, era muy difícil tener una amistad con él, porque duró muchos años acompañando a la figura regiomontana Eloy Cavazos, un señor que no podías decirle muchas cosas, sin embargo le caí bien y me dijo: usted que quiere, le contesto: señor yo vengo a que me vea y seco contestó: pues a ver si lo veo. Durante esta época únicamente toreé en las ciudades de Aguascalientes, Guadalajara y Monterrey, donde había toros ahí llegaba, muy bien visto porque desde que me propuse a ser banderillero y hasta la fecha lo he logrado. Lo que nunca se me olvida, algo que me dijo mi madre si lo haces hazlo bien, duré como aspirante un año y dos meses en los que me zumbé 120 festejos. Después de este tiempo viene Mi examen lo presenté el día 20 de septiembre del año 2000, en la Plaza de Toros Monumental de Zacatecas, en el cartel los matadores capitalinos Francisco “Curro” Rivera y Federico Pizarro con ganado de la dehesa de Jesús Cabrera, propiedad de don José Antonio Velázquez, ganadería que pasta en el rancho “El Cortijo”, ubicado en Saín Alto Zacatecas, con divisa verde, blanco y rosa, cuya fundación data del año de 1937. Esa tarde mi padrino de examen fue el maestro Beto Preciado y el extraordinario picador Nacho Meléndez. Posterior al examen pude estar en las siguientes cuadrillas Con el primero que me coloqué fue con el matador Miguel Espinosa “Armillita” estuve dos años con él, he estado con todos los toreros de México, la mayoría de Aguascalientes, José María Luévano, Israel Téllez, Fermín Espinoza “Armillita” muchos años, Fernando Ochoa y entonces recibo la invitación de formar parte de la cuadrilla del caballero navarro Pablo Hermoso de Mendoza, colocándome con él en el 2007, durando ocho años al servicio de ese figurón del rejoneo, cada que llegaba hacer su temporada mexicana, nada más en el año 2010, no estuve con él porque estaba en la cuadrilla del hidro-

cálido Arturo Macías “El Cejas”, fue el año que alternando con el valenciano Enrique Ponce y el aguascalentense Joselito Adame, con astados de San José, propiedad de don José Arturo Jiménez Mangas, toros que pastan en el rancho “El Cerrito”, ubicado en Aculco Estado de México, con divisa azul y oro, casa ganadera fundada en el año de 1982. Esa tarde mi matador recibió al segundo de la tarde de nombre “Pales” de 520 kg. Se prodigó con su toreo, para el final de la faena despachar a su enemigo de una soberbia estocada, recibiendo del biombo de la autoridad como premio las orejas y el rabo. También con las figuras Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar, con todos los toreros que me hablan del primero y segundo grupo, al igual de aficionados prácticos, el caballista nacido en Benidorm Andy Cartagena, pero la mayoría de años en esta profesión han sido con el caballero navarro. Esta carrera de subalterno no se acaba. Conocí al maestro Manolo Martínez y a Eloy Cavazos de los cuales guardo gratos recuerdos. Mis gustos por la ropa de torear En mis ternos soy muy amante de la pasamanería ya sea blanca o negra, nunca me he puesto uno de plata siempre ha sido pura ropa en azabache, sé que la plata es un vestido de casta, uno que tengo es puro chaquirón, se lo compré al “Chatito de Acámbaro” me encanta, no lo uso mucho porque es muy pesado, pero lo conservo es de color azul rey, muchas tardes lo saqué en Guadalajara y en México, mis colores favoritos son el rosa, tuve uno en rosa que no he vuelto a tener, me lo vendió el maestro Felipe Kingston era rosa mexicano y azabache torerísimo, actualmente tengo un obispo y un verde militar los dos son en pasamanería. Guardo uno por ser especial Tengo uno que ya no lo uso es de color grana y azabache, que me hizo favor de regalármelo el maestro Felipe Kingston cuando yo era aspirante, es un pedazo de vestido esta como para ponérselo mañana, ya no me lo pongo le tengo más respeto y lo guardo con mucho cariño, él se portó de categoría conmigo, siempre te enseña cosas yo me dirijo a él como maestro porque así es, a veces le digo el traje lo voy a conservar y me contesta véndelo no pasa nada, no si pasa es un recuerdo que quiero tener para toda mi vida. Pensando en mi carrera de torero Soy un hombre inmensamente feliz el toro es mi


vida, mi verdadera pasión desde que me encontraba en el vientre de mi madre, ella viene de torero estuvo en una casa torera hay una foto donde estoy en las gradas de la Plaza de Toros San Marcos, a la edad de dos años y medio mi mamá me decía: desde ahí ya pintabas querer ser torero, son muchos recuerdos desde que me propuse ser matador hasta en la actualidad no he dejado de entrenar ni prepararme a diario, hay que tener cariño y responsabilidad por lo que uno hace, siempre se está pensando en el toro, la profesión es primero aun estando casado y algunas veces se tiene problemas con la pareja por esa razón, no asistes a muchas fiestas, me casé con una mujer que si lo entiende, no le gustan los toros nada más cuando son carteles muy buenos. Sobre las supersticiones en el mundo del toro Si tengo, pero también es psicológico la más grande quizás fue coincidencia toreaba una novillada aquí en Aguascalientes, era mi segunda novillada ese día me vestí en el Hotel Francia, equivocadamente el que me ayudaba a vestirme puso la montera en la cama no me había dado cuenta, venía de un padre que era torero, que pasó no lo sé, pero ese día me pegaron una cornada no fue muy grande normal porque ni sangró, desde ese día no la he vuelto a poner en la cama. Lo único que hago es ir a misa por la mañana estar con mi familia, cuando no la tenía estaba con mi madre, desayuno, acomodo mis cosas y digo Señor estoy en tus manos, yo sé que es una profesión donde va de por medio la vida, siempre me inculcaron esto en casa, mi padre me decía es una disciplina es como un sacerdote, actualmente tengo 54 años, todos los días me preparo hago ejercicio es la profesión que amo tanto como a mi familia. Mi vida privada fuera del toro Contraje nupcias con una mujer maravillosa que comprende mi carrera, tenemos 16 años de casados, contamos con la dicha de que Dios nos dio la fortuna de ser padres de tres hijos, María Paula de 15 años, María José a ella no le gustan los toros es antitaurina pero respeta y el más pequeño de 9 años, a él le dio algo por el toro lo llevaba cuando tenía tres años estaba en la Escuela Taurina de Aguascalientes. Llegué una vez de una temporada con Pablo Hermoso de Mendoza, yo fui a la plaza había una clase práctica que se realizó en esta ciudad, me dijeron va a pasar Antonio, a mi hijo le embiste el

matador de Velilla de San Antonio Madrid, “El Juli”, realizó un quite por zapopinas la ejecutó perfectamente, el torero estaba maravillado, me vio diciendo ¿Es tu hijo? sí ¿Tú le enseñas? no yo nunca le enseño, mi papá si lo hacía conmigo pero yo a él no. Esta es mi cuadrilla que me hace echar pa´lante en todos los ruedos y tarde a tarde. Otra pasión que tengo aparte del toro Siempre me ha gustado la cocina, incluso la traigo en la sangre porque mi papá lo hacía, preparaba una paella riquísima también aprendí hacerla, actualmente tengo una cooperativa escolar donde preparo los lonches a los niños en una escuela primaria. En estas casi dos décadas de andadura taurina he cosechado Muchas salidas al tercio por banderillas en la Plaza de Toros México. He obtenido el premio al mejor peón de brega en la Feria, que es la balaustrada de San Marcos con el maestro “Calesero” varios años. También el reconocimiento de la gente que te ve por estas calles y que digan ahí va un torero, ya no es como antes que usaban cachucha, pero lo importante es que te vean como torero, muchos reconocimientos en toda la República porque la he recorrido desde el norte hasta el sur. España es mi ilusión conocerla pero siempre ha surgido algo, iba a ir invitado por Pablo Hermoso de Mendoza y nació mi segunda hija, en el tercer hijo tampoco pude ir, solo que la esperanza nunca muere. Echa el pie pa´lante Cuando le dije a mi padre que quería ser torero, me dijo yo te apoyo hasta donde pueda. Con mi señora madre cuando me quise rajar, ya no anhelaba saber nada del toro me dijo: tú escogiste esto ahora echa el pie pa´lante. Conocer a todas las figuras del toreo, que me han respetado y los he respetado, lo más bonito de esta profesión es que sigo vigente. Sé que en algún tiempo llegará Va a llegar el momento que la vida te ha premiado mucho pero te va a decir hasta aquí, sigue disfruta tu familia porque siempre se siente ese miedo aunque sea un festival, todavía me siento fuerte, estoy contento, lleno de vida, sé que llegará el día de poner un punto y aparte a mi quehacer taurino, pero se puede aportar viven-


cias y andanzas con los alumnos de la Escuela Taurina, actualmente estoy trabajando para Espectáculos Taurinos de México, como maestro con los novilleros, es otra etapa de la vida, en la fiesta hay que tener más amigos que enemigos, porque un amigo vale más que todo el dinero del mundo. Lo que se debe conocer del segundo tercio Es donde se ve al toro lo que va a ser, siempre lo digo cuando ves que se arranca con esa alegría a las banderillas, pienso que con la misma se arrancará a la muleta, es igual de importante que la suerte de varas, un toro bien picado y bien banderilleado siempre va a ser un toro de orejas, ahí se ven todas las cualidades de un astado, como también no se ven muchas cosas, todo el tiempo se aprende algo nuevo así sea con un becerro en una tienta, bueno hasta haciendo el toro, que me gusta hacerlo todos los días por tratarse de ser un excelente ejercicio, al igual el aparato de banderillear. Muchas veces no te toman en cuenta, pero eres parte esencial para todos los matadores, puede ser que pasemos a segundo término, los toreros que triunfan en cualquier plaza del mundo, es porque tienen un picador y un banderillero, somos los ángeles de la guarda que no se ven, pero en el momento que deben que estar están, nosotros acompañamos al matador en las buenas, en las malas y en las muy buenas. Lo bello de esta profesión es que te reconoce la gente. La misión que me mando Dios para que la realizara en un albero, la he llevado a cabo durante toda esta andadura taurina y un día poder llegar a decir misión cumplida. También somos matadores de toros, no los matamos pero sabemos realizar la suerte suprema.

CAPITULO 25

El mejor premio es que te hablen por teléfono para torear

Llego

a la cincuentona Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, tantos años como recuerdos de grandes faenas que han quedado en su albero, al caminar hacia el patio de cuadrillas, a mitad del recorrido una escultura de bronce de ese empresario non que tuvo la fiesta en Guadalajara don Nacho, agradeciendo en una de las tantas vueltas al ruedo en sus dos plazas, al lado opuesto unos mosaicos testigos mudos de grandes tardes. Al llegar al ruedo se distingue

un grupo de jóvenes con capote o muleta en mano escuchando las palabras sabias de sus maestros. A pesar de conocerlo desde hace muchos años y ser amigos fui a buscarlo a su centro de trabajo precisamente como maestro instructor en la Academia Municipal Taurina. Mientras los alumnos hacían ejercicios de acondicionamiento físico, aprovechamos para platicar un rato y quedar de acuerdo en ir a su casa. Me invito a quedarme para ver la clase con los muchachos. Ya sea haciéndoles el toro o diciendo como llevarlo de largo, así sudando transmite todos sus conocimientos y experiencias. Sin duda esto les viene bien a los muchachos. Me traslado, hasta las casas que están por el municipio de Zapopan para estar a tiempo y aprovechar al máximo el momento, abre la puerta un torero delgado vestido de calle con ropa sport muy juvenil, el que amablemente me hace pasar para colocarnos en la sala de su casa. Ofreciéndome una bebida y poder degustar de una exquisita botana de panela todo esto con


música de fondo agradable, que hacía mejor mi estancia.

un par de años, mi papá lo hizo para ver si tenía los arrestos necesarios para funcionar en esto.

A pesar de ser un torero con una trayectoria de novillero y luego de matador no se encuentra desilusionado porque no se hayan dado las cosas por el contrario. Vaya que su apellido es de dinastía puesto que en la familia su papá, hermano y sobrino han caminado en las filas de los novilleros y matadores.

La primera feria fue en la población de Tonaya Jalisco, luego vinieron Mascota, Ayutla y festejos esporádicos, aparte tuve la suerte de torear muchos en Colima y Michoacán, después de pasar todo esto dijo mi padre: ya no es recomendable que andes en los novenarios porque es un ambiente donde es muy fácil que el torero se haga golfo y por supuesto no quería eso para mí sino todo lo contrario, pasaste la prueba del valor, dijo: ahora a medida de lo posible pura casta, ganaderías y es así como me inicio de novillero.

Al empezar a conversar pude palpar en su rostro el gusto por expresar sus andanzas en la fiesta brava, se porque lo mencionó que es un hombre feliz con la profesión y su familia, además pude observar que en una mesa de la sala había varios trofeos obtenidos a lo largo de su carrera, aparte los que faltan porque se trata de un torero joven en activo al que todavía se ve lejano su retiro. Es el subalterno: DIEGO BRICIO VILLASEÑOR Nací un 22 de diciembre de 1970, en la ciudad de Guadalajara Jalisco, soy el segundo hijo de un matrimonio formado por el Sr. Alberto Bricio Carrillo novillero en el retiro y la Sra. María Elodia Villaseñor Huacuja. La afición al toro me vino por las actividades de mi padre, desde que tengo uso de razón en casa siempre hubo artículos de torear, fotos, carteles, capotes, muletas y estoques de él, aunque ya no toreaba siempre conservó sus avíos yo contaba con dos o tres años de edad, además invitaba amigos a la casa y no se hablaba más que de toros, entonces me fui empapando del tema aunado a esto la afición fue haciendo presa de mí, aparte los genes tienen mucho que ver, la sangre de torero que traía brotó en algún momento. Decidí hacerme novillero, pero mi papá no estaba de acuerdo porque conocía las vicisitudes y dificultades que se pasan al abrazar una profesión tan complicada como ésta, ante tanta insistencia y ver que era un deseo tan fuerte en mí, decide por fin apoyarme antes por supuesto me leyó la cartilla, lo que hace un torero, lo que debe hacer y lo que no debe hacer, para poder destacar en esta difícil profesión, fueron recomendaciones que acaté porque mi deseo era muy grande !Adelante! estoy dispuesto hacer todo para torear. Se fueron dando las cosas, empecé como becerrista aunque toreé muy poco, enseguida mi papá toma la decisión de mandarme a los extintos novenarios, anteriormente todos los que aspiraban a ser toreros pasaban la prueba en ellos ya que no había escuelas taurinas, tampoco duré mucho tiempo únicamente

Mi hermano Alberto mayor por once meses, nos traía a los dos mi papá la mayoría de las ocasiones juntos a los novenarios, algunos se iba Beto por su lado y yo por el mío. Yo me presenté primero de novillero hice mi debut el 25 de diciembre de 1987, en un pueblito muy cerca de la tierra de la gente buena Aguascalientes, llamado Cosío a una hora de la ciudad, en un Lienzo Charro que inauguraron en esa ocasión, me acompañaban en el cartel los también novilleros el hidrocálido Héctor de Granada, el capitalino Carlos Villaseñor y Víctor Padilla “Curro” con una novillada de La Punta, propiedad de don Francisco Madrazo, ganado que pasta en el rancho “La Punta”, ubicado en Lagos de Moreno Jalisco, con divisa rojo, oro y gris, fundada en 1918. Tuve éxito al cortar dos orejas, después de casi cuatro años de novillero y quince festejos toreados por fin vino el debut en el coso de la colonia Nochebuena, la Monumental Plaza de Toros México un 14 de julio de 1991, compañeros de cartel César Cigales y el venezolano Leonardo Benítez, haciendo mi presentación con el novillo “Peinador” de la ganadería Zacatecana de San Antonio de Triana, propiedad de don Manuel Ibargüengoitia Llaguno, ubicada en el rancho Villa de Coss, luciendo los colores de su divisa en morado y blanco, cuya fundación fue el año de 1950. Este novillo me pegó una cornada al entrar a matar en la ingle derecha, un cate de veinte centímetros, afortunadamente limpia, pero ya no me permitió salir a dar muerte a mi segundo astado. Después no hubo mucho éxito. El 6 de junio de 1993, era una novillada en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” Beto toreó esa tarde, cuando salió su novillo de nombre “Fistol” de la ganadería de Gonzalo Iturbe González, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de Galindo”, ubicada en Amealco Querétaro, con


divisa bugambilia y negro, esta casa ganadera se fundó el año de 1973. Mi hermano se fue de hinojos a porta gayola con la mala suerte que lo prendió el astado infiriéndole varias cornadas. En la madrugada del día siguiente perdió la batalla con la vida, esto fue un golpe duro para toda la familia, caí en depresión, no quería saber nada del toro. Precisamente estando en la plaza dándole la despedida al cuerpo del novillero Alberto Bricio, nacen las siguientes palabras que se convierten en un humilde homenaje a ese soñador de gloria: “Torero quién sabe si el precio del triunfo lo paguen tu vida y tu sangre” Mejor fragmento no se podría tomar para el inicio de estas líneas. Seguramente el músico poeta aparte de buen aficionado, plasmó el hambre de triunfo de un novillero quedando hoy bien comprendido. Para quienes compartimos el gusto por la fiesta brava, llena de polémica, contrastes, pasión, entrega, triunfos, fracasos, sangre y muerte, por eso es única. Conocemos los riesgos que tiene, así como lo que arriesga quién viste un traje de luces para jugarse la vida entre los pitones de un toro, deseando agradar al público que acepta o rechaza su actuación y para sí mismo, con el sueño de acariciar el triunfo y por ende la gloria de llegar a ser figura. Nos ha tocado vivir la otra cara de la fiesta, de dolor, tristeza y consternación por el hombre, por el torero que cae en la lucha con el único anhelo de triunfar. Con cuántas ilusiones empezó a enfundarse en el terno bordado de oro, su mente seguramente era ocupaba por el deseo de triunfo y la obsesión de tocar pelo al final de la faena. Pudimos constatar que Alberto vino a por todas logrando alcanzar la gloria del Señor, escalando los peldaños para llegar a su vera. Vendría el astado de nombre “Fistol” novillo de la tarde fatídica, que sería el medio para que el torero entrara por la puerta grande al ruedo de la eternidad, donde seguramente estará alternando con grandes figuras, muriendo como solo los elegidos pueden hacerlo. Ahora, al encontrarnos acompañando a esta joven promesa que su vida ha sido truncada por azahares del destino, se siente un enorme vacío que se rompe con los acordes del torerísimo pasodoble “Novillero”, empezando a dar su última vuelta al ruedo, entre gritos de “Torero” “Torero” agitando el público

pañuelos blancos, junto con la singular salida a hombros por la puerta grande, como lo había soñado. Hubo unos festivales benéficos para recaudar fondos El doctor Rafael Herrerías organizó un festejo, con el fin de recaudar fondos para los deudos de Beto, era una novillada de selección y me incluyó, otro festejo se organizó en Monterrey, también aquí en Guadalajara en la Plaza “Nuevo Progreso” el 20 de junio de 1993, se dio un festival con grandes figuras del toreo, en el cartel estaban a caballo el rejoneador Oscar Orta, a pie “El León de Tetela” Joselito Huerta, la figura regiomontana Eloy Cavazos, el “Torero Charro” Mariano Ramos, el diestro Manolo Arruza, David Silveti “El Rey David”, el capitalino Alejandro Silveti, el tapatío Alfredo Lomelí y yo, registrando el coso de la colonia Independencia una gran entrada, recabándose buen parné para un fideicomiso destinado a mis sobrinos, que podían retirar al cumplir su mayoría de edad, dinero que ya llegó a sus manos porque uno tiene 27 años y el otro 22, ya hicieron su vida y de alguna manera les ayudó. Después del acontecimiento de mi hermano y al no darse las cosas en la Plaza México, toreé una novillada en Guadalajara en el “Nuevo Progreso”, proponiéndome que si no se daban bien las cosas me cortaría la coleta. Dicho festejo fue el 11 de diciembre de 1994, segunda novillada postinera el tapatío Diego Bricio, el regiomontano Manuel Martínez Ibargüengoitia y de Tlaquepaque Antonio Morúa, con seis novillos de la ganadería de Santoyo, propiedad de Salvador Santoyo Morales, toros que pastan en el rancho “Salitrillo de Chinampas”, ubicado en Ojuelos Jalisco, luciendo los colores azul celeste, rosa y oro en su divisa, dehesa fundada el año de 1949. No se dieron las cosas como pensaba y me desmoralice, deje de torear dos años. No encontraba mi lugar traté de distraerme con otras cosas, me puse a trabajar pero no me era satisfactorio, entonces tomé la decisión de volver a torear y reaparezco en 1996, con la idea de tomar la alternativa y hacerme matador de toros. Volver con la meta de tomar el doctorado Me llevó tiempo porque quería hacer una campaña que sonara y culminarla con la alternativa, que se da un 14 de febrero de 1999. Corrida de carnaval en la Plaza de Toros “Alberto Balderas” de Autlán de la Grana Jalisco, siendo mi padrino el neoleonés Enrique Garza y de testigo el


capitalino Federico Pizarro con un encierro de los Martínez, recibí el doctorado con el toro de nombre “Imperial” herrado a fuego con el # 39 y con un peso de 470 kg. Antes se complicaron mucho las cosas y tomé la alternativa ya sin ambiente, era un novillero viejo pues tenía 28 años de edad, me llamaron para que toreara pero eran condiciones poco favorables para mí y no pude torear ninguna corrida después. Durante ese lapso me sugieren hacerme banderillero, la verdad fue un comentario que me cayó muy mal en su momento, yo tenía la idea que cuando intentaste ser novillero y luego matador de toros, el pasar a las filas de los de plata lo consideraba un fracaso. Pero al final de cuentas me movieron el tapete y comencé a madurarlo, pensando ¡Porque no! por ese tiempo ya andaba de novio con la que actualmente es mi esposa y tenía que ofrecerle algo, es una buena opción vives del toro, hago lo que me gusta, puedo lograr una estabilidad familiar del toro, algo que me ilusionaba. ¡Claro! fue una decisión que me costó mucho trabajo tomar, duré asimilándolo alrededor de seis meses. Al final dije: !Va! pero no sin antes hacerme la siguiente promesa, que no sería un banderillero más, ni tampoco uno del montón de los que se les llama porque ya no hay otro, que si no iba a ser el mejor por lo menos estar entre los mejores. Fui a comunicárselo a mis padres pero como es natural a mi papá no le hizo gracia, decía que no me visualizaba como banderillero, de hecho nunca lo aceptó incluso ni de profesional, no me lo decía a mí, lo hacía con otras personas, finalmente fue una decisión personal y tuvo que respetarla. Al iniciar de aspirante me apoyaron sobre todo mi madre, ya que en esa etapa corren los gastos por cuenta de uno. Hice mi solicitud a la Unión, gracias a Dios en ese tiempo estaba como secretario general un buen amigo mío, el matador Felipe González y de alguna manera me facilitó entrar como aspirante, porque regularmente quién pretende aspirar a ser subalterno, aceptan los papeles pero tardan un poco en otorgar la carta ya que debe coincidir que se retiren algunos socios y uno ocupe su lugar. Tuve suerte a los ocho días de llevar mis papeles me otorgaron mi permiso y comencé a torear. El primer festejo de aspirante fue una corrida en el Lienzo Charro “Santa María” de Lagos de Moreno Jalisco el 6 de agosto de 1999, en el cartel el hidrocálido Miguel Espinoza “Armillita”, el matador capitalino Lalo

López “Zotoluco” y el diestro tlaxcalteca Mario del Olmo. Mi etapa de aspirante duró tres años, acumulando un total de 170 festejos con miras al examen profesional, me sentía muy preparado. Después de estos pocos años autorizan mi examen El 1º de septiembre del 2002, en la Plaza de Toros “Lorenzo Garza” de la ciudad de Monterrey Nuevo León, con una corrida en la que estaban acartelados: a caballo “El Centauro Potosino” Gastón Santos, en la lidia a pie; el regiomontano Eloy Cavazos, el hidrocálido Miguel Espinoza “Armillita” y “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez, con astados de la ganadería de don Pepe Garfías, propiedad de don José Garfías Montero, que pastan en el rancho “Fracción Ex Hacienda de Santiago”, ubicado en Villa de Arriaga San Luis Potosí, con el color naranja y morado en su divisa, casa ganadera fundada en 1976. Se me dio bien el examen. A partir de esa fecha llevo diecisiete años de profesional, el retiro es a los veinticinco años en activo toreando mínimo treinta festejos al año. Pero en ocho años si Dios quiere no veo mi retiro, es más me cuido para seguir, hasta que de verdad no pueda. Posterior al examen me coloqué Con matadores españoles, el de la Puebla del Río, José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” tres años, con el pacense Miguel Ángel Perera cuando apenas había tomado la alternativa lo acompañe en dos corridas, el portugués Pedrito de Portugal, de Gerena Sevilla Daniel Luque, el salmantino Pedro Moya “El Capea” durante cinco años, actualmente cuando viene otro pacense José Garrido. Con los mexicanos he tenido la suerte de acompañar a casi toda la baraja taurina actual, por citar algunos: el potosino Fermín Rivera, el tapatío Guillermo Martínez, el hidrocálido Fabián Barba, de Naucalpan Ernesto Tapia “El Calita” y muchos otros más. Para mis corridas les hablo a los compañeros, apoderados y toreros a ponerme a sus órdenes, porque la Unión no es agencia de colocaciones, está para proteger y respaldar a los socios, aparte con tus mismas actuaciones te ven y te buscan. Gracias a Dios toreo un promedio de 80 festejos al año, no es mucho pero tampoco es poco.


El gusto por mis ternos Un vestido que me llame la atención indistintamente el color, casi siempre en pasamanería, en plata son muy bonitos pero no los uso por la razón que debes tener mucho cuidado, por tratarse de que es un material muy delicado, los de pasamanería son más guerreros porque andas en los pueblos y a veces en el burladero al entrar dejas una hombrera o medio bordado. Tengo un rosa, tabaco, blanco que es el más nuevo, lo estrené ahora en la corrida cuando salí con el matador limeño Joaquín Galdós todos en azabache, tengo otro en azul noche y pasamanería blanca. Me gusta invertir en vestir bien y cuando se trata de un arreglo que yo lo pueda hacer lo hago porque mi papá era sastre y me enseño costura, ya si es algo que no pueda, lo llevo con la persona indicada, debo cuidarlos. No guardo uno en especial, vestido muy visto o muy toreado, lo vendo y compro otro que realmente me guste, es importante la imagen que das en el ruedo y sobre todo de cara a los matadores, ellos se fijan mucho en cómo va vestido el subalterno, también como te ven te tratan, sobre todo los extranjeros, se fijan que vayas bien vestido y con buenos avíos, etc. En lo personal no tengo supersticiones Pero hay cosas que hago repetidamente y si hasta ahora me han funcionado le sigo, una costumbre que tengo es no poner la montera sobre la cama, siempre está en su caja hasta que me la voy a colocar. El orden en que me visto siempre es el mismo, inicio con el añadido y después lo demás. Cuando toreo aquí en Guadalajara, me visto en los camerinos de la plaza, son cómodos, además terminas de torear regresas y te vistes de calle. En otras ciudades en hotel. De los percances que da el toro he tenido Varios a lo largo de mi trayectoria: de novillero tengo siete cornadas, una de ellas el 14 de mayo de 1989, mi debut en la Plaza “Nuevo Progreso” compartía cartel con los tapatíos Alfredo Lomelí y Carlos Alberto Barbosa “El Peque”, con novillos de Manolo Martínez, poniendo banderillas a mi primer astado me pegó una cornada. El primer año de aspirante me dieron una y las últimas dos me las pegaron en Juriquilla, iba en la cuadrilla del peruano Andrés Roca Rey. Aparte del toro otros gustos que tengo El deporte específicamente el frontenis lo juego desde niño, mi papá tenía una membresía en el

Club Atlas, aparte es el ejercicio que hacen los toreros. Me gusta el dibujo pero no lo hago por falta de tiempo. Tengo la fortuna de que me invitaran a trabajar a la Academia Municipal Taurina de Guadalajara como instructor taurino, ya llevo diecinueve años en esa actividad. Así es que vivo totalmente del toro como subalterno y maestro. Mi vida privada fuera del toro Mi esposa se llama María Antonieta Ochoa Mendoza, estamos cumpliendo 19 años de matrimonio, tenemos dos hijos: Diego Eduardo de 17 años y el pequeño José Armando Bricio Ochoa de 13 años de edad. Ninguno muestra interés por ser torero, el mayor me acompaña y le gusta verme torear, pero no me han manifestado, por un lado me gustaría que se prolongara la dinastía, pero prefiero que no, es una profesión muy difícil. Aunque si me lo dicen y veo que de verdad lo quieren, entonces los ayudaría. Mi esposa me conoció como torero y su invaluable apoyo me hacen echar el pie pa´ lante, porque sabe que es mi vida y es lo que me hace feliz. Siempre que salgo voy con la incertidumbre de regresar, me encomiendo a las imágenes de mi devoción y me voy calmado porque el apoyo familiar en mi caso es primordial, de repente que no salen las cosas como se pretende y llego de capa caída, no tengo ganas de entrenar, María Antonieta me dice: ¡Vamos! es lo tuyo, te hace feliz y acuérdate que de ahí comemos y vivimos. ¡Animo! En esta andadura de dos décadas Cuando me inicié de aspirante, uno sale a por todas, queriendo poner el par de Pamplona a todos los toros, pero la realidad es que no se puede hacer eso y recuerdo que una vez un compañero me dijo: “Mira aquí el único trofeo que te vas a ganar, es el que suene tu teléfono y te llamen para torear”. Es muy bonito el reconocimiento y gracias a Dios tengo algunos: El año de 2014 en Jesús María Aguascalientes, un festejo concurso de ganaderías obtuve el premio al mejor banderillero de la feria. 2 premios que me otorgó la Peña Taurina Mal de Montera. 1 premio que me entregó el Polideportivo.


1 premio de la Feria de Zacatecas en el año de 2014, al mejor banderillero Se necesita ser un auténtico juez, para rechazar un encierro

Me costó mucho trabajo que me anunciaran en el coso de la colonia Nochebuena, quería presentarme desde un año antes, cuando fueron al reconocimiento del encierro, en ese tiempo el juez era el matador Jesús Córdoba, llegó a la plaza y era una novillada muy grande, entonces el maestro dijo: esta es una corrida de toros, esto no es para novilleros, va para atrás, es el primer caso que yo conozco, que han rechazado un encierro por grande y no por chico, que es como regularmente se hace. Por ese motivo para mi presentación trajeron la de San Antonio de Triana, con divisa morado y blanco.

tel donde no vayan toreros banderilleros, por la razón que una parte del examen es banderillear los seis toros y lidiar uno, en ese tiempo estaba la Feria de San Luis Potosí, escogí uno donde iba el diestro moreliano Fernando Ochoa, el matador hidrocálido José María Luévano y el potosino Mario Zulaica, lo comuniqué a la Unión me dijeron ven por tus cartas para que las firme la empresa, los apoderados, los toreros, etc. Y vuelve el mal fario, días antes de la corrida anuncian que se suspende la feria porque no había buenas entradas, hablé a México y dijeron: vete a Monterrey el domingo, te mandamos las cartas con el delegado, pero no me dijeron cuál era el cartel, entonces mi curiosidad era tanta que fui a comprar el diario en color sepia y voy viendo el cartel, a caballo el rejoneador potosino Rodrigo Santos, para la lidia a la española el “Pequeño Gigante del Toreo” Eloy Cavazos, el matador nacido en Aguascalientes Miguel Espinoza “Armillita” y “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez con astados de don Pepe Garfias, con divisa naranja y morado. No podía creer con un cartel parecido iba a tomar la alternativa y ahora lo será para mi examen de banderillero. No podía pedir más.

Se cae del cartel mi alternativa soñada

De espontáneo en la foto

Cuando me anunciaron para tomar la alternativa inicialmente era con el maestro hidrocálido Miguel Espinoza “Armillita” y el matador Eulalio López “Zotoluco” con una corrida de San Martín, propiedad de los señores Pepe Chafik y Marcelino Miaja, que pasta en el rancho “La Gloria”, lucen en su divisa los colores verde y morado, fundada en el año de 1932. Era lo que había soñado, recibir la borla de matador de toros con dos figuras del toreo y un hierro que se pelean todos los toreros.

Toreamos en la Feria de Aguascalientes Manolo Fuerte y yo, íbamos en la cuadrilla del maestro de la Puebla del Río José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” la corrida la transmitía por radio el prestigiado periodista y gran taurino Juan Antonio de Labra Madrazo e invito al reconocido comentarista chipén Fernando Fernández Román, director del programa Tendido Cero, yo lo veía en la televisión y me hacía mucha ilusión conocerlo, lo vi en el burladero de los comentaristas. No quise dejar pasar la oportunidad, primero terminamos nuestra labor con el maestro de la Puebla y entonces me acerqué y le dije: maestro que gusto conocerle podría permitirme tomar una foto con usted ¡Si hombre cómo no! ahorita vengo. Rápido me fui a buscar algún fotógrafo, Manolo veía que iba y venía, estaba desconcertado ¿Qué tanto hace Bricio? por fin llegué y le dije: ahora si maestro, sale de su burladero y al ver esto Manuel se acomodó en el grupo, cuando vi que hizo eso pensé: ya me hecho a perder la foto. Le agradecí al maestro y fui a ver la corrida junto a Manolo y me pregunta: ¿Oye quién es el gachó con el que te retrataste? ¡No puede ser! se arrimó a la foto y ni sabía quién era. ¡Vaya petardo! se saltó las tablas a la torera.

En mi época de novillero cuando me iba a presentar en la Plaza de Toros México, estaba anunciado con una novillada del ganadero Felipe González, dehesa que pasta en el rancho “Tenopala”, ubicado en Atlangatepec Tlaxcala, con divisa morado, rojo y amarillo, fue fundada en el año de 1978.

Una semana antes me hizo una llamada el entonces empresario “Curro” Leal y me comunicaba que la alternativa se iba adelantar dos días, en pocas palabras que me caía del cartel, por supuesto que no estuve de acuerdo después de verme en ese cartelazo y ahora anunciarme con otros toreros que merecen todos mis respetos pero no era lo mismo, me cayó muy mal esa situación, nomás que era lo tomas o lo dejas entonces dije: ya estoy aquí ¡Adelante! Después de tragar paquete, siempre hay su recompensa Cuando por fin me comunica la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros que me va a examinar, me proponen que me busque un car-


Dentro del historial de este hombre de plata, está hacer el paseíllo en la mayoría de los ruedos de la República Mexicana, así como partir plaza en Lima Perú y en Quito Ecuador, esperando que lo faltante en su andadura por los ruedos llegué a lograr hacer el paseíllo en los alberos de otros países.

Toros México, el 20 de noviembre de 1997, el mal fario aparece y le pegan un cate, esa tarde.

CAPITULO 26

“El CACHORRO IV”

Me gustan los ternos en azabache porque son muy gitanos

En

las cuadrillas que actuaban en la tercera novillada del serial, vi que partía plaza un torero avecindado en Morelia y no podía perder la oportunidad de hablar con él, cuando llegué a la plaza lo vi platicando con ese artista que lleva un nombre homónimo al del “Bomba” Ricardo Torres, encargado de elaborar el zarzo de banderillas y las moñas, que se emplean cada tarde en los festejos del “Nuevo Progreso”, me presenté y dijo que esperara un momento mientras estaba en el sorteo, después que tomó algo de alimento pasamos al patio de cuadrillas que a esas horas estaba solo, empezamos a platicar, me encuentro con un subalterno muy joven vestido de sport con su boina torera bien calada y sus patillas largas, de aspecto gitano, proveniente de una dinastía de banderilleros ya que viene desde su tío abuelo, abuelo, padre y hoy él forma la cuarta generación. Esta dinastía la inicio un hermano de mi abuelo, que fue el primero en usar el apodo de “Cachorro” ignoro porque le decían así, posteriormente se ve continuada por mi abuelo GREGORIO GARCÍA, luego toma el alias mi papá: FRANCISCO GARCÍA CERVANTES Banderillero, nació en Morelia Michoacán en 1957, se inició con el sueño de ser novillero durante cuatro años, debido a las escasas oportunidades toma la decisión de pasar a las filas de los hombres de plata. Presentando su examen el 29 de enero de 1989, en la Plaza de Toros “La Luz” de León Guanajuato, colgados del cartel el matador hidrocálido Fermín Espinosa “Armillita”, los diestros capitalinos Pepe López Hurtado y Alejandro Silveti, con toros de la ganadería de San Judas Tadeo, propiedad de don Salvador Rojas González, dehesa que pasta en el rancho “Hacienda La Cañada” ubicado en Tepeji del Río de Ocampo Hidalgo, que lleva en su divisa el color rojo, fundada en el año de 1976. En el embudo de Insurgentes la Monumental Plaza de

Dinastía que se ve continuada por el benjamín de la familia, el banderillero: LUIS FRANCISCO GARCÍA MENA

Nací en Zitácuaro Michoacán el 16 de marzo de 1985, llevo el apodo de “Cachorro” ahora me toca a mí que soy la cuarta generación. La verdad es que no me nacía ser torero, me gustaba más el futbol, aparte de niño era muy gordito siempre acompañaba a mi padre que es banderillero a las giras, pero me quedaba en el carro no salía a los festejos y vaya que me perdí de ver torear al maestro Joselito Huerta y yo arriba del carro jugando y haciéndome tonto, creo firmemente que la afición vino desde el vientre de mi madre, pero lo vine aplicar como a los diecisiete o dieciocho años. En esos años empezó todo cuando me invito mi padre para ayudarle en un festival, yo sin entrenar y sin saber nada salí y le ayudé a banderillear un toro, fue cuando me di cuenta a lo que me iba a dedicar en el futuro. Debuto como aspirante el 16 de septiembre del 2004 en Unión de San Antonio Jalisco, una novillada que el cartel anunciaba un mano a mano entre el leonés Ismael Rodríguez y el capitalino Víctor Pastor, mi etapa de aspirante duró tres años y medio. Por fin presento mi examen En la Plaza de Toros Monumental de Morelia el 31 de mayo del 2008, una corrida donde estaban acartelados el diestro “Chintololo” Eulalio López “Zotoluco”, el matador moreliano Fernando Ochoa y el toricantano de Morelia José Retana que esa tarde recibía el doctorado, con toros de Campo Real, propiedad de don Juan Ignacio García Gómez, ganadería que pasta en el rancho “Ojo de Agua”, ubicado en San Juan del Río Querétaro, con divisa naranja, blanco y azul rey, fundada en 1988. Esa tarde pasé con éxito el examen teniendo una salida al tercio, el toro fue el lidiado en segundo lugar que correspondió al maestro “Zotoluco” se llamaba “Nenorro” de 538 kg. En estos once años de andar en los ruedos me he colocado Con el torero moreliano Fernando Ochoa, los


tapatíos Oliver Godoy y Alfredo Gutiérrez, el capitalino Ignacio Garibay, la torera malagueña Mari Paz Vega, el michoacano Juan Chávez y el irapuatense Israel Téllez. Mi gusto por los colores de los ternos Tengo un azul rey y plata, otro grana con azabache, me gusta más el azabache que el metal, son más gitanos. Guardo con mucho cariño el primero que pude comprar con dinero que había ganado del toro, un oro viejo y azabache. En el toro como en la vida hay supersticiones Procuro no cruzar rejas, si traigo alguna ropa y me va bien la repito el siguiente festejo. También en esta andadura por los ruedos gracias a Dios, he tenido puros arropones, afortunadamente sin consecuencias. Una de mis pasiones aparte del toro Para estar en condición para mi profesión y mejor desarrollo de mi quehacer taurino, debo hacer mucho ejercicio, todos los deportes me gustan y lo hago con gusto. Mi vida fuera del toro Todavía estoy soltero vivo con mi padre y muy contento. Me otorgaron un reconocimiento Por parte de empresas de espectáculos todavía era aspirante, toreé unos festivales que organizaron la empresa de los Campos y fue por la participación. Otros de unos escultores que ellos me han regalado por mi desempeño en el ruedo.

CAPITULO 27

Amante de la vida, el toreo, el flamenco y la mujer

Dentro de la Internacional Feria de San Marcos del 2019. Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana (FCTH) en combinación con el Gobierno del Estado, realizaron una serie de actividades taurinas, la presentación de varios libros en el Palacio de Gobierno, precisamente en una de ellas pude coincidir con buenos amigos entre ellos me encontré a don Felipe Álvarez Palazuelos “El Felipillo de Triana” un taurino chipén quién es el presidente de la Peña Taurina Guadalajara, con un integrante de la misma el señor Omar Garnica. Al término del

evento buscamos refugio en tablas para charlar sobre la corrida que se veía atractiva, posterior a esto nos trasladamos a la Plaza Monumental para estar en el sorteo. Hablé con un subalterno por teléfono y quedamos de vernos en el coso, pero al platicar con él la realidad es que se veía complicado porque ese día toreaba, acordamos que al día siguiente iríamos a comer. Quedé en pasar por él al Hotel Italia lugar donde se visten los subalternos, que se encuentra en la avenida Lic. Adolfo López Mateos en la zona centro de Aguascalientes, por tratarse de estar a unas cuadras de la Monumental las cuadrillas se van vestidas a pie, proporcionando unas estampas muy toreras por la calle. Después de saludarnos me dijo que afortunadamente volvía a torear ese día, pero muy amablemente dice: te acompaño a que comas y charlamos, no torero, que te parece si mejor vamos a tomar un café, lo primero que encontramos fue una tienda de conveniencia y ahí dando sorbos a una bebida caliente iniciamos nuestra conversación. Encuentro a un joven muy delgado, con su boina torera bien calada, de pelo largo, enamorado de lo que hace, vestido de calle con sus mocasines bien lustrados y cada paso que da va toreando, sobre todo muy enamorado, porque al pasar una gachí con talle juncal de gitana, desparrama la vista pegando un soberbio natural y rematando con el remanguillé como dicen los gitanos. Empiezo a escuchar a este enamorado del cante jondo: JOSÉ LUIS ALCÁNTAR RANGEL BANDERILLERO. Nací el 20 de mayo de 1992 en la ciudad de León Guanajuato, donde la vida no vale nada, como le cantara el gran José Alfredo Jiménez. Me conocen en el ámbito taurino con el apodo de “Eto´o”, por el jugador camerunés Samuel Eto´o que militaba en el equipo Barcelona o “El negro” todo esto se deriva por mi color de piel ya que soy moreno. Antecedentes taurinos ninguno, únicamente el de una tía que es donde surge mi afición, cuando nací ella no tenía hijos y me dio un cariño especial, fue quién desde muy pequeño me llevaba a la Plaza de Toros “La Luz” de León Guanajuato, pienso que de ahí se creó la imagen de los toreros, al tomarlos como ídolos, los veía en la corrida y me daba la sensación de verdad, de miedo, como es en realidad la vida y la muer-


de echar capa, pero yo decía: mejor salgo de cuadrilla, fue algo bonito, porque desde mis inicios tenía la convicción de hacerme subalterno, ya iba decidido a ocupar un lugar en las filas de los hombres de plata. Al principio empecé a relacionarme con los compañeros que tenían tiempo de subalternos, me ayudaron a frecuentar banderilleros y picadores comentándoles que estaba decidido a convertirme en aspirante. Viene el inicio de mi sueño Mi debut de aspirante con dieciséis años de edad fue el 20 de julio del 2008, en esa torerísima Plaza de Toros “El Centenario” de San Pedro Tlaquepaque, en una novillada de las que daba don Roberto Kingston, el cartel estaba formado por Martín Campuzano, Miguel Jaén, Sergio Cerezos y Pablo Miramontes que actualmente anda de aspirante, con novillos de la ganadería de don Pablo Moreno Valenzuela, ubicada en el rancho “Torre Vieja”, que se encuentra en Zapopan Jalisco, luciendo los colores de su divisa en rojo, blanco y verde, siendo fundada esta dehesa el año de 1988. Duré un año y nueve meses en esta etapa. te, no había mentira no se tiene arreglado nada, que salga el toro y a ver que depara el destino. Mi asistencia cotidiana a los toros durante el mes de enero en la Feria de León, de la mano con mi tía, ayudó a que sintiera la emoción al grado de querer abrazar esta difícil profesión. Ponía más atención en los banderilleros que en los matadores. Un poco más grande acababa de terminar la Feria de León del 2006, tenía una sensación que no me dejaba en paz, al principio mi sueño como el de muchos, era ser matador de toros y posterior a esto llegar a figura del toreo, pero luego las circunstancias te van llevando de una cosa a otra y también depende de uno mismo que seas honesto y sepas que puedas ofrecer, donde tienes cabida donde no, con el paso del tiempo me fui dando cuenta que lo mío sería ser banderillero, ya que en ese tiempo no había mucha posibilidad de verle la cara al toro, la única forma de hacerlo era salir de cuadrilla para poner un par de banderillas, fue la manera que le agarré cariño y respeto a la noble labor de subalterno. En ocasiones los matadores decían que había un festival y que se presentaba la oportunidad

Posterior a este tiempo presento mi examen El 20 de noviembre del 2010, en la Plaza de Toros “Revolución” de Irapuato Guanajuato, en el cartel estaba el matador capitalino Ignacio Garibay, el diestro leonés Ismael Rodríguez y el salmantino Pedro Moya “El Capea”, con astados del hierro de Begoña, propiedad de don Alberto Bailléres, ubicada en Dr. Mora Guanajuato, con los colores en su divisa en verde y oro, siendo fundada el año de 1955. Coloqué cinco pares de banderillas y al sexto de la tarde que correspondió a “El Capea” lo lidié y puse los palos, un toro negro bajo que echaba la cara por delante y bueno lo aprobé. Tengo la dicha de acompañar en sus cuadrillas Ya de profesional el picador Salomón Azpeitia, me hizo el avío para colocarme en la cuadrilla del matador capitalino Ignacio Garibay, con él inicié mi carrera durando ocho meses con el diestro. Posteriormente paso a la cuadrilla del matador queretano Octavio García “El Payo” y prácticamente estoy con él, llevo ocho años con el maestro, de los nueve que tengo de profesional. Llegué a un acuerdo muy bonito con el matador


hidrocálido Juan Pablo Sánchez y cuando puedo toreo en su cuadrilla. También con el matador Arturo Saldívar, de españoles con el torero pacense Alejandro Talavante y otros más. Es un privilegio que todos esos figurones me tengan la confianza, para formar parte de sus cuadrillas, todos me han dado trato de categoría porque al final formamos una familia, somos el complemento del matador. Cuando estas colocado por varios años con un torero, aprendemos a conocer lo que le gusta y lo que no, en el caso del matador “Payo” yo vivo en su casa, conoces su persona, si tiene algo bueno o malo durante la semana vas predispuesto a adivinar lo que necesita, siempre te sorprenden esas figuras. Si uno pasa miedo, se pueden imaginar ellos que tiene la responsabilidad de mantener la temporada, entonces no queda otra que asimilar y de alguna manera ayudarlos con lo que se pueda. En la actualidad el concepto de mi matador es muy diferente, los años de alternativa te van dando seguridad. Yo soy muy honesto conmigo desde que inicio en esta profesión, a veces estoy mal con un toro y no falta el gachó que busca jaleo ¡Enhorabuena torero! ya sé que es coba, en otras ocasiones me dicen: es que al toro le hubieras hecho esto o aquello y contesto: mira con lo que hice estoy contento y satisfecho, me gusta ganarme el peso de cada día pasándome un toro ya sea bregando o banderilleando, pero con honestidad y muy enamorado de mi profesión de subalterno. Del gusto personal por mis vestidos de torear Cuando me encontraba en el proceso de si me hacía banderillero o no, comencé a poner atención en los toreros de plata, así como los novilleros su espejo son los matadores, yo idolatraba a los subalternos, hubo colores que me enamoraron y me propuse tener. Me gustan mucho los colores oscuros, como los que usaba el maestro nacido en el barrio de Santiago de Jerez de la Frontera, Rafael de Paula va muy de la mano por la gran admiración que le tengo. De mi agrado son los colores en azabache como los toreros gitanos, por citar algunos el maestro Rafael de Paula, Guillermo Capetillo, “El Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez el “Pana”, que rompiendo su trayectoria de plata o azabache,

recibió un terno con bordados en oro que le regaló Manolo Ayala, fue el que en los últimos años se calzó. Cuando se lo obsequió le dijo: “A caballo dado no se le ve el colmillo” y se lo puso en varias ocasiones. Hay unos que son especiales para mí Con el que me presenté en la Plaza de Toros de “Las Ventas” de Madrid, que se ubica en la calle de Alcalá # 237, formando parte de la cuadrilla del maestro Octavio García “El Payo” un palo de rosa y azabache en el 2015, alternaba mi matador con el murciano Paco Ureña y con el madrileño César Jiménez, con un encierro de la ganadería de Fuente Ymbro, que lleva el color verde en su divisa. Otro caña y azabache fue con el que debuté en el anfiteatro de Nimes Francia situado en el Boulevard des Arenes. Un azul y plata con el que hice mi debut en el coso de insurgentes la Plaza de Toros México, con cada uno de ellos vas teniendo tu recorrido, tus cosas y todos tienen un momento especial, además alguna anécdota. En el año del 2016, toreamos nueve corridas entre Francia y España. De esas supersticiones que hay en el mundo del toro Yo lo veo más como una escapada al miedo, en mi caso una que poco a poco me la he ido quitando y es que debes quitártela porque luego es complicado, me la pegó el maestro Fermín Quiroz el no banderillear con palos que lleven papel amarillo, me cuesta un poco todavía pero ahí va saliendo, porque para los gitanos el color amarillo es de chunga, al convivir todos los días con el maestro Quiroz me decía: No pongas banderillas en amarillo y le contestaba: “Maestro si usted tiene ese miedo no me lo aviente a mí”. Mi mayor miedo es no tomar el capote para entrenar durante la semana, me responsabilizo de torear de salón, luego entreno con el matador “Payo” para que me vea y me corrija, no olvidemos que maneja muy bien el percal, esto me ayuda a no estancarme sin duda le aprendo mucho para andar solvente en la cara del toro y corresponder a esa confianza que me ha brindado. Hombre, yo creo que lo normal no pongo la montera sobre la cama. En esta andadura taurina de casi una década Como aspirante en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” tuve la suerte de agradecer montera


en mano algunas tardes. La revista “La Temporada” que dirige el matador tapatío Raúl Gómez “El Campero”, me entregaron una placa por mi trayectoria como aspirante. De aspirante tengo el récord, cuando menos así me lo han dicho, el 26 de septiembre del 2010 en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” de Guadalajara Jalisco, esa tarde tuve cinco salidas al tercio, sin duda son cosas que se quedan conmigo. El mal fario de la fiesta me ha tocado Ya tengo gracias a Dios mi bautizo de sangre, fue el 5 de febrero del 2013 en el coso de la colonia Nochebuena la Monumental Plaza de Toros México, toreando en la cuadrilla del maestro “Payo”, un toro de la ganadería queretana de Barralva, de los señores Álvarez Bilbao, dehesa que pasta en el rancho “El Raspiño”, ubicado en Sta. Rosa de Jáuregui Querétaro, con los colores celeste, canario y rosa en su divisa, cuya fundación de esta casa ganadera fue el año de 1989. El astado de nombre “Ordaz” en el tercer par de banderillas, salgo un poco perdido y al reaccionar para llegar al burladero, el toro hizo por mí, me tiró dos derrotes y uno de ellos me alcanzó a penetrar, una cornada de once por veinte entrando en la ingle, especial para mí, por tratarse que por primera vez un toro me abrió las carnes. Pero soy un bendecido, aquí sigo y sobre todo haciendo lo que me hace feliz. Aparte del toro, otra cosa que me apasiona El flamenco, la manera de pensar de los toreros gitanos una cosa que es muy agradable, las motocicletas de pista, tuve la mía y me pegaron varias volteretas, dije: ¡No! mejor que me las pegue el toro y no los carros. De mi vida privada fuera del toro Soltero, Dios me premio con una bonita familia, mis padres se quieren mucho, se respetan, tengo una hermana nada más de 23 años. Y cuento con todo el cariño y apoyo incondicional de mis padres y de mi hermana. Vaya que me he equivocado y aun así mi familia siempre está conmigo, en las buenas y en las malas. Soy un privilegiado porque siempre están a mi lado. __ Dentro del palmarés de este torero está el hacer el paseíllo en la mayoría de las Plazas de Toros de México, así como partir plaza en el

coso Las Ventas de Madrid y otros ruedos de Francia, acompañando en la cuadrilla al matador Octavio García “El Payo”___

CAPITULO 28 Mi deseo era ser luchador pero de manera fortuita entre en el mundo del toro

Conocí a este torero en la ganadería de San

Constantino en una tienta, siempre a la zaga del matador hidrocálido Joselito Adame, estuvimos platicando como es natural de toros, posteriormente nos volvimos a encontrar en la Cámara de Comercio, donde la empresa “Casa Toreros” presentaba los carteles de los carnavales, ahí convivimos de una manera cordial hasta con el matador, la siguiente me tocó en suerte verlo oficiar en la Plaza de Toros “La Petatera” acompañando a su torero en la corrida charro taurina, de nuevo nos saludamos en la misma ganadería. Un torero que está agradecido con la fiesta brava y con la vida, su incursión en la Tauromaquia fue de manera fortuita, inicia con el sueño de ser novillero pero gracias a la plática con un matador le hizo reflexionar, decidiendo convertirse en hombre de plata, de conversación amena se trata del banderillero: HÉCTOR RICARDO ROJAS RENTERÍA Nacido en la tierra de la gente buena Aguascalientes, el 19 de septiembre de 1986, yo me inicie de una forma muy rara porque no cuento con antecedentes taurinos, de niño me gustaba mucho y era un apasionado de la lucha libre, quería ser luchador nomás que mi mamá no me dejó porque era muy peleonero y me apartó dejando de lado ese sueño. Posterior a esto el recuerdo más cercano al arte de Cúchares, fue en el trabajo de mi madre ella me llevaba y ahí iba una persona que platicaba con los dueños que eran aficionados taurinos, escuchaba sus pláticas empezando a involucrarme con el mundo del toro, al comentar con mi mamá la decisión que había tomado recibí todo su apoyo económico y el anímico de mis hermanos, porque me veían muy interesado, primero me inscribí en la Academia Taurina, con la idea de ser novillero, ahí te das cuenta que es muy difícil a la mejor no hay facultades para caminar en esto. Conozco otra opción por medio del matador Joselito Adame Montoya me abre el panorama al decirme: oye porque no te haces subalterno, fue por medio de él que me incliné a desempeñarme como hombre de plata, tan es así que ni siquiera debuté como novillero.


Me inicio de aspirante entre los diecisiete o dieciocho años de edad, el 13 de mayo del 2006, una enfermedad me llevó al hule y todo ese año no toreé, entonces en esa etapa me pasé alrededor de cinco años. Posterior a este lustro vino mi examen Lo programaron en la Plaza de Toros Fermín Espinosa “Armillita” de la ciudad de Saltillo, en una encerrona del hidrocálido Arturo Macías “El Cejas”, lamentablemente se suspendió la corrida, después hice una llamada al secretario general de la Unión y lo reprogramaron, poniéndolo para el 17 de julio del 2011, en la Plaza de Toros de San Buenaventura Coahuila, formaban la terna el diestro “Chintololo” Eulalio López “El Zotoluco”, el torero regiomontano Arturo Manzur y el matador queretano Octavio García “El Payo” quienes lidiarían toros de la dehesa de Golondrinas, propiedad de don Oscar Domínguez Escobar, astados que pastan en el rancho “Golondrinas”, ubicado en Lampazos de Naranjo Nuevo León, con divisa naranja, rojo y gris, fundada en el año de 1870. Después de esa fecha tuve la suerte de colocarme Inmediatamente empecé a torear en la cuadrilla del matador hidrocálido Mario Aguilar Q.E.P.D. duré como un año, luego con Arturo Saldívar y el tiempo restante hasta que me quitó ese toro, ha sido con el matador Joselito Adame. Del gusto por los colores de la ropa de torear A mí siempre me gusto cualquier color pero con bordados en plata, tuve uno azul eléctrico, uno sangre de toro y de mis favoritos fue el negro y azabache. Tengo guardado en la casa de manera muy especial y por lo que han significado el negro con bordados en azabache, también uno que me hizo favor de regalarme el matador Joselito Adame, en color grana y pasamanería negra, son todos los que conservo. Considero que lo mío no eran las supersticiones Más que eso eran manías, me gustaba hacer las mismas cosas siempre desde que me levantaba, cuando toreaba hacía lo mismo, si rezaba a los mismos santos, a la hora de hacer la maleta para irme a torear, un día antes por la noche a la mejor tenía todo el día para hacerla pero lo realizaba hasta en la noche, con las prisas, el

sueño, pero así era siempre. El mal fario del toro lo sentí muy fuerte Me pegaron una cornada de aspirante en la Plaza de Toros de la ciudad de Torreón, otra en el escroto en la Plaza de Toros “Rodríguez Elías” de Jalpa Zacatecas, cuando ya era profesional en la Plaza de Toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de Tlaxcala, iba en la cuadrilla del matador Mario Aguilar. Luego el 7 de septiembre del 2014, en la primera corrida de la Feria Nacional de Zacatecas, en el cartel el matador de Apizaco Eulalio López “El Zotoluco”, el hidrocálido torero Joselito Adame y Luis Ignacio Escobedo con toros de Pozohondo, propiedad de don Ramiro Alatorre Córdoba, dehesa que pasta en el rancho “Santa Ana”, ubicado en Saín Alto Zacatecas, con divisa verde y azul rey, fundada en 1978. En el segundo toro de nombre “Pregón” cuando estaba bregando, me alcanzó pegándome un tabacazo penetrante de tórax y abdomen, que fue la que me quitó de seguir haciendo el paseíllo en los diferentes ruedos de las plazas de toros. La verdad estoy muy agradecido con la profesión, me siento privilegiado a la mejor no es toreando pero gracias a que toreé, ahora vivo y como de esto, sigo en el equipo del matador Joselito Adame. Mi vida privada fuera del toro Me siento realizado porque en el plano personal he logrado lo que he querido, ahora mismo estoy muy feliz porque hace ocho meses contraje nupcias, o sea tengo reciente la alternativa. En esta andadura taurina de casi una década En el año de 2013 le fue muy bien a Joselito Adame yo me sentí muy torero bregando y con las banderillas, toreé siete tardes con cinco salidas al tercio. En el año de 2014 fui designado el triunfador de la Feria de San Marcos en Aguascalientes, fui galardonado con el premio que otorga el Centro Taurino México España, que es “El Cristo Roto”. La mejor anécdota que tengo es: Aparte de formar parte de las cuadrillas de los matadores hidrocálidos llevo un trato familiar, con Mario tuve muchas vivencias. Con Joselito Adame, Arturo Saldívar y Gerardo Adame, gracias a ellos fue como aprendí a torear aparte de convivir a diario. Una de las cosas que siempre me decía Joseli-


to, mira: cumple muy bien con el capote, necesito que me hagas ver un toro, que me enseñes los errores que a la mejor no veo en el momento, tu puedes ayudarme a descubrirlo, con las banderillas si tu vez un astado que vaya claro disfrútalo y ponle los palitroques lo mejor que se pueda, siempre trataba de lidiar al primero y en el segundo disfrutaba con los palos que era lo mío.

CAPITULO 29 De torero con alternativa a figura de plata

Dentro de la celebración 191 de la Feria de San

Marcos 2019 en la tierra de la gente buena, conocida internacionalmente por su palenque con sus grandes peleas de gallos, su casino, como dice la canción “Donde se apuesta la vida y se respeta al que gana”, sus conciertos y todo el real de la feria, pero también por las tradicionales corridas de toros que son fechas señaladas en el calendario taurino de México. Llegué precisamente el 25 de abril, día en que se festeja al Santo Patrono San Marcos, todo un acontecimiento porque esa tarde se da la corrida más importante de la feria. Al llegar al sorteo mucho movimiento con los apoderados, además gente conocida al primero que saludé fue a ese hombre del castoreño el buen varilarguero David Vázquez, reaparecía en la cuadrilla del diestro limeño Andrés Roca Rey, que se encontraba acartelado con el torero de la tierra Joselito Adame y el matador irapuatense Diego Silveti para lidiar un encierro de la ganadería de Begoña, propiedad del Lic. Alberto Bailléres, que luce los colores verde y oro en su divisa. Entrando al patio de cuadrillas vi al gran subalterno Fermín Quiroz en su kiosco con venta de artículos taurinos, a un lado un gachó que viene de Huamantla Tlaxcala, ofreciendo artesanía taurina realizada por el señor Juan José Palacios, en otro extremo Pedro Javier Ramírez López, mejor conocido en el ambiente taurino como “ Javier el Maletilla” con su venta de libros y películas, más al fondo encuentro a Juan Carlos Arciniega Aldana, popular en el mundo del toro como “Juan Palillos” un carpintero que da soberbios trincherazos a la madera en su local de la colonia Independencia, que con sus infatigables sueños de torero, acude a todas las plazas que puede a vender palillos o estaquilladores y en la corrida lanza al ruedo uno, al matador

o novillero cuando va dando la vuelta al anillo. Cuando nos saludamos se dio cuenta a lo que iba y a paso de banderillas me puso en suerte a un matador con alternativa que a pesar de confirmar en la Monumental Plaza México y al no haber inclusión en los carteles, decide que la única manera de seguir en la fiesta viéndole la cara al toro, era pasar a las filas de los hombres de plata. Una persona risueña, amable, vestido de sport muy espigado con percha de torero, al conocer a detalle el plan mostró interés, platicamos un rato por la situación que ese día toreaba, pero me dijo que podía encontrarlo en la Plaza de Toros ya que se desempeña como instructor de tauromaquia, transmitiendo todos sus conocimientos a los chavales que sueñan con la gloria de ser toreros. Los toreros de esta familia son mi abuelo paterno: ARMANDO MORA REYES Matador de toros, nacido en Aguascalientes. Hizo su presentación de novillero en la Monumental Plaza de Toros México, el 31 de mayo de 1964 alternaba con Víctor Pastor y Oscar Rosmano, con astados de la ganadería El Romeral, propiedad de don Carlos Ponce de León, dehesa que pasta en el rancho “El Romeral” ubicado en Lagunillas Michoacán, con divisa rosa, oro y guinda, fundada en el año de 1936. Debutó con el novillo de nombre “Cafetero” en el coso de Insurgentes. Recibe la borla de matador de toros en Aguascalientes el 28 de marzo de 1971, en el cartel quien cedió los trastos al toricantano, fue el torero hidrocálido Jesús Delgadillo “El Estudiante” y fungiendo como testigo el matador regiomontano Fernando de la Peña, con un encierro de la ganadería de Corlomé, propiedad de don Sergio Lomelí García, dehesa que pasta en el rancho “Ex Hacienda de la Paz”, ubicado en Ojuelos Jalisco, con divisa blanco, azul marino y oro, fundada en el año de 1938. Recibió la alternativa con el toro llamado “Pinocho”. El hermano de mi abuelo: JORGE MORA REYES matador. Mi padre: ARMANDO MORA novillero. Un primo: OMAR GARCÍA novillero. Un sobrino: JORGE ROBERTO MORA VELA Matador de toros, nació en Aguascalientes el 25 de junio de 1972. Su debut de novillero lo realizó el año de 1987. Hace su presentación en la Plaza de Toros México, el 12 de mayo de 1991,


alterna con el capitalino Rodrigo Galguera y Edgar Galindo con un encierro de la ganadería de “Curro” Rivera, con el novillo “Chato”. Toma la alternativa en el coso Monumental de Aguascalientes el 24 de abril de 1995, siendo su padrino el matador regiomontano Eloy Cavazos, llevando de testigo al fino torero David Silveti, con un encierro de De Santiago propiedad de José Antonio Garfias de los Santos, ganadería que pasta en el rancho “Hacienda de Santiago” ubicada en Villa de Arriaga S.L.P. con divisa rojo y oro, fundada en el año de 1966. Recibe el doctorado con el toro “Debutante”. Tiene la oportunidad de confirmar en la Monumental Plaza de Toros México, el 23 de abril del 2000, en el cartel su padrino el diestro regiomontano Alfredo Ferriño y de testigo el diestro potosino Víctor Santos, con el toro de nombre “Profeta” de la ganadería de San Manuel. El benjamín de esta dinastía es el matador convertido en figura de plata: AARON GUSTAVO MORA MORA “VÍCTOR MORA” Nací en la tierra de la gente buena, Aguascalientes un 12 de junio de 1986, tomo el nombre de “Víctor Mora” para anunciarme en los carteles taurinos como un homenaje a mi abuelo, ya fallecido y en su honor llevo con mucho gusto ese nombre. Mi afición viene por parte de mi familia, porque desde los primeros recuerdos que tengo, son cosas taurinas, avíos, carteles, fotos, etc. Aparte las charlas y asistiendo a la plaza. En la familia, varios de mis antecesores ocuparon un lugar dentro del arte de “Cúchares” siendo matadores o novilleros, entonces empecé a tomar cariño por la fiesta brava y me sentía realizado, soñaba con ser alguna vez como ellos. Como todos los que queremos abrazar esta profesión, me imaginaba ser novillero luego matador y porque no figura del toreo, cosa que francamente es muy difícil, pero a veces hay que luchar por lo que te hace realmente feliz. A temprana edad Inician mis andanzas como becerrista a los doce años, después de varios festejos y durar tres años con mis primeras correrías taurinas, se prepara mi debut de novillero el 21 de marzo del 2004, en la Plaza de Toros “Caletilla” de Acapulco Guerrero.

Tengo la oportunidad de presentarme en el coso de Insurgentes la Monumental Plaza de Toros México, el 20 de agosto del 2006, con el toro “Regiomontano” de la dehesa del matador Manolo Martínez, el cartel de esa tarde estaba formado por Rodrigo Muñoz “Gitanillo de Tlalpan” y el novillero moreliano Pepe López. Después de militar en las filas novilleriles durante dos años y diez meses, llega mi ansiada alternativa, que tomé en la Plaza de Toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de la ciudad de Tlaxcala, el 4 de noviembre del 2006, de manos del maestro colombiano César Rincón y atestiguó la ceremonia el diestro tlaxcalteca Rafael Ortega, con el toro “Suertero” de José María Arturo Huerta ganadería que se ubica en el rancho “Tlalayote” de la misma ciudad, con los colores en su divisa el rosa, blanco y oro, fundada en el año de 1948. Se da mi confirmación en el coso de la colonia Nochebuena Justo al año y once días se presenta la oportunidad de confirmar mi doctorado, en la Plaza de Toros México, el 25 de noviembre del 2007, siendo mi padrino el matador tlaxcalteca José


Luis Angelino y de testigo el diestro pacense Alejandro Talavante, con el toro “Malenito” del hierro de Xajay propiedad de don Javier Sordo Bringas, ubicada en el rancho “La Laja” de Tequisquiapan Querétaro, que luce el color verde y rojo en su divisa, fundada en el año de 1923.

Actualmente estoy gracias a Dios de fijo con la figura Joselito Adame, con él llevo un año y ocho meses. Aunque estoy abierto a la posibilidad de acompañar al torero que me invite a formar parte de su cuadrilla, lo hago con mucho gusto y afición.

Al no presentarse las cosas como esperaba, ya teniendo once años de haber recibido la alternativa, actué en lo que sería mi último festejo como matador durante la Feria de San Marcos del 2016, el 26 de abril en la corrida de la oreja de oro, con un cartel formado por mi menda como primer espada, el diestro Juan Luis Silis, Luis Conrado, el hidrocálido Gerardo Adame, el matador zacatecano Antonio Romero, Alejandro López y el queretano Brandon Campos, con una corrida de Enrique Fraga, ganadería que se encuentra en el rancho “El Milagro”, ubicada en Zinapécuaro Michoacán, cuyos colores en su divisa son el verde esperanza, blanco y obispo, fundada en 1990.

De mis trajes para vestirme de torero

Debido a mi afición y el gusto por estar frente a la cara del toro, tomo la decisión de pasarme a las filas de los hombres de plata, era una forma de estar en lo que más me gusta y me hace feliz, aparte no iba a tener problemas con los garapullos puesto que desde becerrista pongo banderillas.

Mi gusto es por lo colores claros por ejemplo el azul cielo (celeste), palo de rosa, verde manzana, etc. Es indistinto la plata o el azabache actualmente tengo cinco con bordados en plata y siete en azabache. Un gran recuerdo que tengo del maestro Efrén Acosta padre me dijo: “Mira torero, en esto de banderillero se puede ganar muy bien, pero también debes vestir bien porque andas con un torero tan importante, que tu imagen es lo primordial”. Sabio consejo del maestro. De todos mis ternos hay uno especial que guardo con mucho cariño, el vestido que usé el día de mi alternativa, que es un blanco con bordados de cruceta en plata. Se encuentra en una vitrina pa´ los restos. La única superstición que tengo Por respeto nunca pongo la montera sobre la cama, así como respeto las de mis compañeros.

Hago el paseíllo como hombre de plata

El mal fario se me dio de novillero

No hubo un examen se dio en automático y mi presentación de subalterno fue durante el serial taurino de calaveras en Aguascalientes, el 4 de noviembre del 2016, en la segunda corrida con un cartel formado por el rejoneador capitalino Emiliano Gamero, el torero hidrocálido Arturo Macías López “El Cejas” y el matador extremeño José Garrido con un encierro de Guanamé, propiedad de don Eduardo Hernández de los Santos, ganadería que pasta en el rancho “El Llano de Buenavista” que se ubica en San Felipe Guanajuato, luciendo en su divisa tres tonos de color rojo, que fue fundada en 1989.

Desafortunadamente tengo tres cornadas, todas ellas durante mi etapa novilleril.

En la actualidad llevo como subalterno dos años y siete meses de los cuales estoy muy satisfecho con mi trabajo y de haber tomado esta decisión. En este tiempo me he colocado Con el torero de Aguascalientes Arturo Macías “El Cejas” alrededor de cuatro meses. También con el matador hidrocálido Arturo Saldívar, acompañándolo por un tiempo de año y medio.

Actualmente transmito todo lo aprendido Como maestro de tauromaquia llevo ocho años, compartiendo mis conocimientos y vivencias a los muchachos. La Escuela de las Artes y el Toreo duré dos años En la Academia Taurina Municipal ya son seis y aún seguimos aprovechando chavales que apuntan el cante, dentro de los más destacados son el novillero Juan Pedro Herrera y de España al novillero sin caballos Joel Castañeda. Mi vida privada fuera del ruedo Estoy casado con la señora Susana Herrera, contamos con la fortuna de tener dos hijos Matías y Victoria Mora Herrera, sin duda son el motor y mi apoyo incondicional e importante para echar el pie pa´lante y seguir en la brega en esta hermosa profesión.


En estos años que llevo como subalterno Tengo la fortuna de que los socios del Centro Taurino México España, me designaran como el mejor subalterno de a pie en este serial taurino de la Feria de San Marcos 2019, haciéndome acreedor al premio “El Cristo Roto”.

CAPITULO 30

Puntillero; hubieras parado al toro y te sacamos a hombros

Aprovechando mi estancia en la Unión Mexica-

na de Picadores y Banderilleros, platiqué con su actual secretario general, el torero Juan Ramón Saldaña Acosta, me sugirió pasar con uno de los puntilleros que en ese momento se encontraban en dicha agrupación, tengo la suerte de conversar con todo un personaje de la puntilla y también de la pista porque siempre le gusto ir a derramar arte en el baile, siendo apenas un chaval ya trabajaba en el rastro pelando chivos y borregos, ahí fue donde practicó el cachetazo dándolo de manera certera, tan es así que al ser un profesional, acompaño muchas tardes a ese figurón del toreo, el regiomontano Manolo Martínez, por la razón que le aseguraba los toros. Encuentro a un hombre sencillo vestido con suéter de cuello de tortuga en color canario, con su ensabanada cabellera señal de la andadura taurina que lleva a cuestas, de voz muy baja y todas las anécdotas que tiene, así como el calvario de percances en su dilatada trayectoria. La dinastía es iniciada por don Leonardo Ríos Arrieta, que tuvo una andadura taurina de 39 años como puntillero, a él le dio la alternativa el figurón del cachetazo don Emilio Rodríguez, cuando se retiró el 17 de julio de 1989, le desprende el añadido don Emilio que todavía vivía. Posteriormente continuó: FRANCISCO EMILIO RÍOS TORRES “EL MUDO” PUNTILLERO Nací el 3 de diciembre de 1946, en la calle de La Soledad # 27, atrás del Palacio Nacional, donde estaba La Merced en la ciudad de México, en el medio taurino me conocen con el apodo de “El Mudo” y nace por mi gusto de ir a bailar a los salones que en ese tiempo existían, yo era bailarín, me gustaba sacarle brillo a la pista y gritaban “Órale Mudo” quedándose para siempre ese alias. Mi afición viene desde niño, por la razón de que

mi papá Leonardo Ríos “El Puntilla”, su trabajo era pasaportar a los toros dando el cachetazo final, yo era un chaval y a los seis años ya tenía tres dedos cortados, porque picaba el cebo para vender chicharrón de buey y de vaca, luego me metían a sacar la barbacoa con guantes y ganchos de pencas, con mi abuelito Ríos. A los 10 años iba al rastro a echar agua en Iguarán que era el rastro viejo, posteriormente acudía al de Tlalnepantla, yo pelaba los chivos y los borregos, después subiéndome al cajón me enseñaron a apuntillar a los animales, me inicié con los becerros, ahí se dio todo, a los doce o trece años metí mis papeles a la Unión, duré casi una década en esa etapa. Después de ese tiempo En el año de 1973, presenté mi examen en la ciudad de Guadalajara en la vieja Plaza de Toros “El Progreso”, no recuerdo la fecha, mi padrino fue ese gran señor de la puntilla el torero Emilio Rodríguez, iba a todas las viejas plazas de toros y me tocaba actuar al lado de esos grandes y certeros cacheteros, Emilio Rodríguez, Chucho Gómez. Cuando fue la inauguración de la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” me tocó la suerte de actuar con el hermano del abuelo de “Talín”. Pasaron nueve años para presentarme en el coso de Insurgentes, la Plaza de Toros México y fue en la celebración de la corrida 500 de la plaza, en el cartel el regiomontano figurón Manolo Martínez y el matador capitalino “Curro” Rivera. Tuve la suerte de acompañar en sus cuadrillas a El regiomontano Manolo Martínez me llevaba porque le aseguraba los toros, una vez recuerdo que estuvo pinchando mucho hasta que se echó el toro a medio ruedo, ya había recibido dos avisos de parte del biombo de la autoridad, llegué a darle el cachetazo final y la porra de los Jarochos todos finados me dicen: “Oye puntillero; hubieras parado al toro y te sacamos a hombros” ¡No! como creen si hubiera parado el toro no vuelvo a la México. Anduve con todos los matadores, tuve la suerte de inaugurar varias plazas, formé parte de la cuadrilla del matador “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez, cuando llegó a México el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, quería que fuera en su cuadrilla pero le dije: mire querido rejoneador no puedo ir con usted, ¡Vas a ganar dinero! Ese no es el problema tengo mis amigos puntilleros y en ninguna plaza le va faltar uno, así fue nunca le falto un cachetero. Ya con los años pedí mi retiro,


desde 1973 que me examiné son muchos, hay un argumento que quieren tomarnos en cuenta desde 1985, porque no éramos profesionales, de todas maneras ya se cumplieron los veinticinco años de actividad profesional. El mal fario también lo he sufrido En la Plaza de Toros “Vicente Segura” de Pachuca estuve en el hule, porque me lesioné la clavícula, gracias a Dios no me dio la cornada. Otro en la Plaza de Toros México, recibí una cornada que me atravesó dos veces la pierna. Un octavo toro que se iba a ir vivo se echó y al moverse un banderillero se paró, subí al estribo y al tomar el olivo me sintió bajo la cabeza, me tiró el hachazo en la pierna, desde la pantorrilla hasta el muslo voló toda la carne causándome grandes destrozos en la extremidad inferior, me quitaron toda la piel porque si no me podría caer gangrena, me estuvo tratando el doctor Vázquez Bayod, gracias a Dios no interesó ninguna arteria importante como la femoral o la safena. Después de ese tabaco reaparecí y en el año de 1994, en la Plaza de Toros de Arroyo me pegaron otro cate, porque echan toros de verdad, entro el pitón por el escroto hacia arriba con los intestinos de fuera, estaba abierto en canal y me vuelve a echar un capotazo el Cristo del Gran Poder, para que no me interesara ningún órgano vital pasó cerca del hígado pero sin dañarlo, le dejé al banderillero “El Colchón” mis puntillas, fui trasladado al hospital y afortunadamente no pasó nada, después de seis u ocho meses reaparecí de nueva cuenta volviendo a vestir el traje de alamares. También en las giras que eran bastante pesadas muchas cosas me pasaron. Una vez en Morelia Michoacán en una corrida no llegó el encierro y tuvieron que mandar 8 toros de Xajay, propiedad de don Javier Sordo Bringas, con divisa verde y rojo. Recuerdo que en el cartel estaba el matador de Velilla de San Antonio Madrid, Julián López “El Juli” otro matador que ya está retirado, me agarró un toro pegándome un arropón de órdago, me trajo de pitón a pitón, el público gritaba asustado y al tirarme a la arena se rompió la clavícula, me levanté , se echó el toro lo apuntillé y corto las orejas el matador, todavía me quedé después me pusieron un pantalón porque el traje estaba hecho pedazos, di como seis vueltas en el aire, cuando iba a terminar la corrida me dijeron que el matador “El Juli” regalaba un toro y también le di puntilla, lo malo es que al término del festejo me fui a Autlán de la Grana, el traje no lo podía usar lo bueno es que llevaba otro vestido, cuan-

do llegué al hotel querían cobrarme la cantidad de $4000 duros, mejor fui a la plaza y ahí me vestí, era una novillada muy fuerte, en el cartel cinco novilleros, como pude les di el cachetazo incluso los chavales, no pudieron matar los toros por lo fuerte de encierro, los banderilleros pasaron fatigas y me decían “Mudo” si se echa el toro asegúralo, afortunadamente pude con todos. Cuando me vine de regreso todo maltrecho al llegar a México, me dijo el doctor con puras groserías, oye “Mudo” traes dos cornadas en las piernas, que tal si te da temperatura allá te quedas, vienes con las clavículas todas jodidas, todo pasó salí de todo ese trance, pero en el hule estuve cuatro meses hago mucho ejercicio, me dieron de alta y continué con mi andadura taurina por los ruedos, saliendo con ganas y afición a donde quiera que iba. Ya son muchos años desde que estaba chavalito y si llega mi retiro bendito sea Dios. Siempre apoyaba a mis compañeros He ayudado a muchos puntilleros con trajes de luces los llevaba al rastro para que entrenaran, también algunos matadores y novilleros con vestidos bendito sea Dios que tenía dinero, esa es una lección de mi jefe Leonardo Ríos “El Puntilla” los ayudaba con capotes, muletas y hasta les pagaba el toro, por la fiesta y no la dejaré porque es mi vida. En aquel tiempo era ir de pie hasta Cancún, a torear en todas las plazas y de regreso nuevamente parado en ocasiones durábamos hasta dos o tres días para llegar a un lugar, me subía al camión en los pueblos aventaba mis cosas y en el autobús iban chivos, gallinas, guajolotes, borregos, nomás decía aquí bajo tomaba mis cosas como maletilla y a caminar, nunca me he rajado, porque cuando estaba en el rastro las curaciones eran como los caballos con zacate, jabón y penicilina pero al día siguiente a trabajar, nada de vacaciones. De mis vestidos de torear Todos los colores me gustaban, siendo la mayoría en pasamanería, únicamente utilicé uno en color negro con bordados en plata, era algo especial por la razón que iba a los pueblos y dejaba el traje o el capote, no es que se me olvidaran los regalaba con lo único que regresaba eran las puntillas, montera y mi garrafón de tequila, eso sí que no lo regalaba. Las premoniciones fue algo que lo soñaba y salía cierto Es un don que Dios me dio, porque los toros


que me pegaron las cornadas ya sabía que me las iban a dar, en la Plaza de Toros México, el día que fueron ocho toros les dije a mis hijos, no me gusta ese toro ojalá que no me toque porque presiento que me va a dar un tabaco y me lo dio, me decían los muchachos papá no apuntilles, con Chucho Arroyo paso lo mismo. Una vez estaba durmiendo y desperté bañado en sudor ¡Ah cabrón! llegaron mis hijos que te pasa jefe, miren soñé que la cuadrilla del matador Miguel Espinosa “Armillita” que iba a Cancún, tuvieron un accidente y nomás se salvó un picador. Una vez en Mérida terminó ya tarde la corrida, la cuadrilla que iba me dijeron que se regresaban a las ocho de la noche, me extraño mucho porque acaba de finalizar el festejo, otro subalterno y yo sacamos los boletos para regresar a las doce de la noche, después los demás que se iban temprano los cambiaron para irnos todos juntos, cuando llegamos a Villahermosa al salir nos dimos cuenta que el autobús que salió a las ocho, se había estrellado con un tráiler que venía cargado de troncos, nos bajamos y apoyamos a los heridos, gracias a Dios tengo una afición a toda prueba, he sufrido, pero me siento muy orgulloso de mi trayectoria profesional. Mi vida fuera del toro Tengo hijos ya perdí la cuenta, he tenido cuatro señoras entre ellas una italiana con la que tengo una niña, se fue a Morelia no quisieron que me casara porque éramos muy jóvenes, dos han fallecido, de mis hijos hombres uno quiso ser puntillero, otro picador solo que en ese tiempo había mucha política y mejor decidieron estudiar, a todos los apoyé para que cursaran una carrera, les compré su carro, ahora les hablo para que vayan a visitarme y que lleven a mis nietos, porque ellos me dan vida, es lo mejor que me ha pasado. En todos estas cuatro décadas de vestir el terno de luces Solo he recibido el reconocimiento de los matadores, con los que formé parte de su cuadrilla, recuerdo cuando andaba con el matador regiomontano Manolo Martínez, lo considero una fina persona, me pagaba el hotel, mi sueldo y me daba una propina de $ 5000 duros siempre, tuve la suerte de que nunca le paré un toro. Luego siguió los pasos su sobrino Juan José Ríos Rodríguez “Chiquilladas” de la época de Rafael Ortega, Pablo Miramontes y otros, él se zumbó unas 40 novilladas picadas.

Corresponde el turno a su otro sobrino: “De casta le viene al galgo” Me comuniqué con este torero que vive en Tepotzotlán, cuyo nombre viene del náhuatl, compuesto por los vocablos: Tepotzotli o Teputzotli, joroba y Tlan, entre; que significa “Entre jorobados”. Lo que caracteriza a este lugar respecto a la gastronomía, son sin duda las tradicionales quesadillas de huitlacoche, hongos, flor de calabaza, sesos, flor de maguey y tinga, en temporadas se puede saborear los escamoles, gusanos de maguey, sin faltar la barbacoa y mixiotes. Aloja uno de los atractivos mexiquenses declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Templo de San Francisco Javier, encontrándose muy cerca de una joya arquitectónica, Los Arcos de Sitio. En el año del 2002 se incorporó al programa de Pueblos Mágicos. Tiene descendencia taurina porque sus antecesores se dedicaron al oficio de cacheteros en las plazas de toros, siendo muy pequeño decide abrazar la profesión que llevó a sus familiares a probar las mieles del triunfo dentro de un ruedo, con más de dos décadas en su trayectoria ha tenido la suerte de acompañar a grandes figuras del toreo, un torero amable con amena charla de lo que ha sido su forma de vida. También orgulloso que sus hijos abracen tan difícil profesión y continúen con la dinastía. Es este buen hombre de plata: FERNANDO RÍOS RODRÍGUEZ “El MARCIANO” PUNTILLERO Nací en la ciudad de México el 19 de agosto de 1973, en el mundo del toro me conocen con el sobrenombre de “El Marciano”, ese alías me lo puso mi papá desde niño, porque tengo la oreja derecha de marcianito, puntiaguda. Mi afición se inicia desde chaval por mi padre que me llevaba a ver torear al abuelo y a mi tío, algunas ocasiones les tocaba alternar a los dos en la Plaza de Toros México, yo me inclinaba por ser torero, en ese tiempo estaba mi hermano de novillero y pretendía seguir los pasos de él, pero cuando me di cuenta que necesitaba que alguien me apadrinara, pretendía que saliera primero mi consanguíneo, a veces cuando toreaba festivales lo acompañaba y de repente me echaba mis capotazos donde me daban las tres, como quería dedicarme a algo del toro y como estaba trabajando en el rastro, me incliné por convertirme en puntillero, tenía oportunidad de entrenar aparte de seguir la tradición familiar, cuando agarré la


puntilla por primera vez en el rastro y tumbé una vaca, la sensación fue muy grata decidiendo a lo que me dedicaría el resto de mi vida. Hablé con mi padre y mi madre, únicamente estudié la secundaria, les pedí una oportunidad de realizar mi sueño, me dijo mi papá: bueno si eso quieres adelante, nomás que le va a dar un gasto a su mami, también se va a calzar y a vestir, aquí no le va a faltar un taco ni un techo. A los catorce años inicié con mi etapa de aspirante, mis progenitores firmaron el permiso para que la Unión aceptara, por tratarse de que era menor de edad, fue en diciembre de 1989, lo hice en festivales por la razón que no tenía traje, me zumbé 25 o 26 festejos y luego vino mi primer novillada para la cual el primer traje de luces me lo compró mi tío Emilio, un traje confeccionado por Justo Algaba, que era del maestro Alfredo Acosta banderillero, un color tabaco en pasamanería blanca muy bonito, con ese hice mis primeras andanzas como puntillero, en esta fase duré tres años y ocho meses, tengo como 130 carteles de aspirante entre festivales, novilladas y corridas. Posterior a este tiempo autorizaron Mi examen en la Plaza de Toros “La Macarena” de Uruapan Michoacán, el 22 de noviembre de 1992, en el cartel el torero capitalino César Pastor, los diestros michoacanos Francisco Doddoli y Mauricio Portillo que lidiaban una corrida de la dehesa de Coronado, propiedad de los sucesores de José Hernández Espinosa, ganadería que pasta en el rancho “Coronado” ubicado en Venado S.L.P, con divisa azul marino, rojo y blanco, fundada en 1965. Ya tengo 28 años de andadura profesional en las Plaza de Toros de la República Mexicana. He tenido la suerte de estar colocado en las cuadrillas La primera fue con el matador colombiano Edgar García “El Dandy”, luego iba mucho con el matador regiomontano Eloy Cavazos, “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez, el maestro hidrocálido Miguel Espinosa “Armillita”, con Uriel Moreno “El Zapata” dure siete años, con el tlaxcalteca Sergio Flores seis años, el diestro Eulalio López “Zotoluco” nueve años, el de la tierra de la gente buena Joselito Adame y muchos toreros que me piden para ir apuntillar sus corridas en la Plaza México, acompañé a las figuras españolas el de Velilla de San Antonio Madrid, Julián López “El Juli”, las figuras oriundas de Badajoz, Miguel

Ángel Perera y Alejandro Talavante y el caballero navarro Pablo Hermoso de Mendoza. Mi gusto por la ropa de torear Tengo predilección por el color verde con bordaos en blanco, también hay un azul, salmón, obispo, azul turquesa, absolutamente todos en pasamanería, tuve únicamente dos ternos en plata, un azul fuerte y azul claro, pero la verdad se debe tener mucho cuidado porque la lluvia y la humedad hacen que la plata se opaque. No tengo ninguno guardado por lo siguiente, me enamoro de los vestidos en su momento, trato de cambiarlos o si a alguien le hace falta un terno los ayudo, ahorita andan de aspirantes mis dos hijos el grande tiene 23 y el otro tiene 16 años, les regalé un traje todo en negro y otro en gris con azabache. Las supersticiones del mundo del toro Nada más el de no poner la montera sobre la cama, puedo poner toda la ropa pero no el tocado, o la coloco encima del mismo lío pero en el suelo, la bendición de casa y de Dios siempre me han sacado adelante. El mal fario de los toros me ha tocado vivirlo He tenido tres fracturas y diversos golpes, una de la rodilla y el ligamento cruzado, el hueso de la mano derecha lo tengo partido, cuando me remató un toro, en un festejo en Acapulco, tuve que apuntillar los toros con la izquierda, porque con la derecha no podía. El 22 de abril del 2018 en Aguascalientes, iba en la cuadrilla del torero hidrocálido Joselito Adame, sufrí una lesión cervical, me dieron una voltereta y caí de cabeza, estando un mes y medio completo en reposo. En el coso de Insurgentes la Plaza de Toros México el 11 de noviembre del 2018, un toro de Barralva, propiedad de los señores Álvarez Bilbao, con divisa azul celeste, amarillo canario y rosa. El octavo toro de la tarde, que había lidiado el matador hidrocálido Luis David Adame, en el momento que iba a dar el cachetazo, marré y quise intentar la suerte de nuevo, pero el astado me sintió y al tomar el olivo, me trincó dándome un caté que estuvo a punto de atravesarme la pierna, solo faltaron tres centímetros para que ocurriera, el tabaco fue de dos trayectorias una profunda de 15 cm hacia arriba y otra de 10 cm hacia abajo. Afortunadamente fue limpia y reaparecí en 19 días en el mismo ruedo de la Plaza


México, en la cuadrilla del matador Sergio Flores. Aparte del toro mi otra pasión es El futbol, me gusta jugarlo lo sigo practicando, también la lucha libre esos ases del cuadrilátero son unos atletas, porque en el rastro donde voy a entrenar hay bastantes compañeros que son luchadores y ahí se desempeñan como carniceros. Mi vida privada fuera del ruedo Mi primer matrimonio que duró 16 años, tengo la dicha de ser padre de dos hijos, el mayor Josefer y el menor Yamil, con mi mujer ya llevamos 7 años juntos, con una hija de 17 años, son mis pilares, mi motor para salir adelante, es mi fiel consejera en una palabra mi peón de confianza. En esta andadura taurina de 28 años de profesional He tenido la suerte de recibir varios reconocimientos, en el año de 1996 me entregó uno la Peña Taurina “Mal de Montera” por varias actuaciones que tuve en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”. Muchos del Restaurante de Arroyo. El 23 de septiembre del 2018, tuve la suerte de que entregaran una placa, al mejor subalterno como puntillero, en la Feria Nacional de Zacatecas. La Porra Libre de la Plaza de Toros México, me entregó un reconocimiento al mejor puntillero de la temporada 2019. Ponle el par de en medio a todos mis toros y te voy a pagar igual que a ellos Estábamos en la ciudad de Pomuch Campeche, le comenté al matador Sergio Flores, que cuando andaba con el maestro “Zotoluco”, me había dejado poner un par de banderillas en un festival, luego también en Yucatán me dijo que le pusiera un par a uno de sus toros, le contesté: no maestro este si me va a dar un golpe, bueno “Marciano” agarra el capote y pónselo al güero García, le dijo a Sergio González, que era de la cuadrilla dale el capote al “Marciano”, le di tres al astado y se lo puse al banderillero, lo volví a acomodar cambian el tercio y el maestro me dice: ven para acá, oye que le hiciste al toro o que cabrón, ¿Fuiste novillero? no matador, es que nunca me he rajado siempre he echado pa´lante, mire le voy a decir algo: de aquí en adelante, usted le va a poner el par de en medio a todos mis toros y le voy a pagar igual que a ellos, ¡Híjole! maes-

tro ahí si le voy a fallar, lo mío es la puntilla, que bueno que lo reconoces, entonces lo acompañaba a varias ganaderías donde iba a tentar el torero y me decía: aguzado “Marciano” agarra un capote y si se ofrece cualquier cosa me ayudas. El matador Sergio Flores se me quedaba mirando diciendo: no te creo, déjeme lidiar uno de sus toros, ¡Neta Marciano! había dos de mis amigos y corroboraron lo que le estaba diciendo, a la hora de la corrida en puerta de cuadrillas me dijo: de verdad mi “Marciano” vas a lidiar uno de mis toros, ¡Si matador! nomás présteme un capote, al salir el primer toro le dije: estamos torero, si deja le doy unos capotazos y luego te lo doy para que lo pongas en banderillas, agarré el capote poniéndoselos a mis compañeros para que le colocaran los palos, era un astado que pesaba 490 kg, de la ganadería de Pozohondo, propiedad de don Ramiro Alatorre Córdoba, dehesa que pasta en el rancho “Santa Ana”, ubicado en Saín Alto Zacatecas, con divisa verde y azul rey, fundada en el año de 1978. Ya después me llama el matador y dice: tenías razón, enhorabuena pinche “Marciano”, son las cosas que siempre se recuerdan. Es necesario que el aficionado conozca que El oficio y la labor de los puntilleros, se deben valorar más y que vean que también no la jugamos tarde a tarde, el toro nunca deja de tener peligro, aunque tenga el alfanje hasta la empuñadura. La dinastía se ve continuada por los dos hijos de Fernando Ríos JOSEFER RÍOS GÓMEZ ASPIRANTE A PUNTILLERO Es el mayor tiene 23 años de edad, lleva un año, tres meses en su etapa de aspirante. YAMIL ROMÁN RÍOS GÓMEZ ASPIRANTE A PUNILLERO El benjamín de la familia con 16 años de edad, lleva cinco meses de aspirante, tiene mucha afición ese me dice: oye papá quiero ir a donde apuntille mi tío o a donde vayas tú, siempre anda movido más que el otro. Para que entrenen los llevo al rastro conmigo, ya hay pocos lugares que permiten, vamos a Teoloyucan, nosotros vivimos en Tepotzotlán Estado de México, de aquí hacemos veinte minutos por la razón que en el de Tlalnepantla ya no permiten, la SAGARPA exige que usen pistolas insensibilizadoras, en ese lugar se echan 15


o 20 a la semana, cuando yo me aventaba en una noche 140 o 150 astados en el rastro, en el tiempo que yo entrenaba mi padre me decía: no dejes de entrenar “Marciano” algún día me lo vas agradecer y le estoy agradecido por la razón de que nunca se deja de aprender. CAPITULO 31 “Maestro, su labor cuenta para el triunfo del torero”

Encontré a un cachetero en las instalaciones

de la agrupación de subalternos en la ciudad de México, estaba platicando con un hombre del castoreño Carlos Ibarra Carmona con el que ya había conversado en Guadalajara. Lo saludé y después le expuse al torero el motivo y mi interés de hablar con él. Inicia por los antecedentes taurinos de su papá que quiso ser puntillero, aparte de laborar en el rastro, lugar donde empezó siendo un chaval. Posteriormente los compañeros de su padre le preguntaban si iba a continuar con los pasos de él y precisamente unos tíos lo llevaron a la Plaza de Toros “El Toreo de Cuatro Caminos” y a la Plaza México, donde toma la determinación que ese iba a ser el camino que lo llenaría de vida ¡Ser puntillero en la fiesta brava! Un torero vestido de chamarra por el frío de la tarde, con su bien peinada cárdena cabellera, de voz gruesa y marcadas en su cara las huellas del tiempo de andar en los ruedos de las plazas de toros. Vaya andadura taurina tiene este cachetero: JOSÉ HIGINIO LUNA REYES “PEPE LUNA” PUNTILLERO Vine al mundo el 11 de enero de 1947, en el pueblo de Santa Clara Estado de México, en el medio taurino me conocen con el apodo de “Pepe Luna”, mi padre quería ser puntillero pero no llegó en aquellos años estoy hablando de 1942 o 1943, él trabajaba en el rastro desgraciadamente le pasó un accidente, entonces yo me quedé en ese lugar a trabajar, los amigos de mi padre me preguntaban que si no iba a ser puntillero, nomás les daba salida, pero mis tíos que eran carniceros un día me llevaron a la Plaza “El Toreo de Cuatro Caminos” y otra vez al embudo de Insurgentes la Plaza México, entonces me gustó y me dio por seguir el sueño que tuvo mi progenitor. Empecé a comprar mis puntillas para las novilladas que se daban en mi pueblo Santa Clara. Una satisfacción muy grande que tengo es que leí un periódico donde mencionaba, que Pepe Ortiz “El Orfebre Tapatío” se presentó un

12 de agosto de 1926, en mi pueblo siendo el primer festejo que actuaba como novillero. Aparte de lo que me decían los compañeros del rastro, en la televisión veía las corridas de toros, a esos grandes toreros de la puntilla y acabó por gustarme, tan es así que cuando había un festejo en San Pedro Xalostoc, San Cristóbal Ecatepec y todos los pueblos de por ahí donde daban novilladas de feria, me trasladaba haciendo mis labores de cachetero, tenía mi trabajo fijo en el rastro. El 9 de mayo de 1981, fue cuando entre al sindicato como socio honorario. Después de un lustro de andar en los ruedos de pueblos Se da la oportunidad de presentar mi examen en la Plaza de Toros más grande del mundo “La México” el 24 de abril de 1986, colgados del cartel el matador cartaginés José Ortega Cano, “El Coloso de Tula” Jorge Gutiérrez y el torero hidrocálido Ricardo Sánchez, con seis toros de doña Celia Barbabosa, ganado que pasta en el rancho “El Rosario”, ubicado en Jerécuaro Guanajuato, que lidia con los colores rojo, azul, blanco y amarillo en su divisa, su fundación data del año de 1978. Esa tarde me examinó el cachetero Isidro Zabala “El Patín”, a partir de esa fecha me hice puntillero profesional. Posterior al examen no tuve una colocación de fijo porque Las empresas son las que solicitan o en algunas ocasiones lo pide el matador, la empresa es la que paga, en las plazas de primera y segunda categoría siempre hay puntilleros. Hablar de mis vestidos de torear La satisfacción más grande que tengo es cuando presente mi examen, me enfundé en un terno español de color blanco con bordados en plata, lo recuerdo ahora que han pasado 40 años de trayectoria y todavía estoy en activo. Nunca he tenido ningún tipo de supersticiones, pero respeto a quienes las tengan. La cara del infortunio también me tocó vivir En un festejo novilleril a la hora de ir a dar el cachetazo, se me enterró el alfanje que se encontraba envainada, no la vi y me lesionó. En la Plaza de Toros “Fermín Rivera” de San Luis Potosí, un toro que había lidiado el “Torero Charro” Mariano Ramos, me rompió el tendón de una mano con el arpón de una banderilla. Hace como unos seis años, me agarró un toro en el


pueblo Rodríguez Clara, de la ciudad de Veracruz, me trajo como un trapo mandándome al hule pero a los ocho días, reaparecí estaba maltrecho de la paliza, pero le eche afición y me fui apuntillar una corrida que toreaban el matador texcocano Leopoldo Casasola y el nacido en Querétaro Ernesto San Román, le salí al toro y afortunadamente me fue muy bien. Otra pasión que tengo El trabajo en el rastro Huacalco de Santa Clara, es lo que me heredaron mis antecesores y lo que realizo es pelador de reses, rajador y cargador de todo en el mismo, un oficio muy noble porque es donde se hacen los puntilleros. Mi vida privada de familia De mi primer matrimonio tuvimos la fortuna de tener dos hijos, hubo una separación y me volví a casar con la mujer que actualmente vivo, también tenemos dos hijos y cuatro nietos. Ninguno le dio por esta locura del toro, dijeron que no y tienen su profesión, fui el único de mi pueblo que ha sido puntillero. En estas cuatro décadas de trayectoria taurina He sido objeto de muchos reconocimientos, en la blanca Mérida la empresa me ha entregado tres, otro me lo otorgó la Peña Taurina de ese lugar. Una satisfacción es que me tocó dar el cachetazo final al toro más grande que se ha lidiado en esa plaza, con un peso de 720 kg, de pinta colorado chorreado de la ganadería de San Miguel de Mimiahuápam, propiedad de don Alberto Bailléres González, toros que pastan en el rancho “Ex Hacienda de Begoña”, ubicado en Dr. Mora Guanajuato, con divisa morado y amarillo, la fundación de esta casa ganadera data del año de 1948. Le correspondió lidiarlo al matador de Gerena España, Manuel Escribano, era un verdadero pájaro gracias a Dios hubo suerte, cuando me coloqué me dijo el matador: “Tranquilo maestro, este tío se va a parar” iba decidido, cuando me acerqué me sintió pero le acerté y no se paró, esto valió para que me entregaran un reconocimiento, incluso la prensa al día siguiente habló muy bien de mi labor esa tarde, tengo también unos óleos que me regalaron unas personas, son las satisfacciones gratas que tiene nuestro profesión. A punto de llorar al recibir el brindis de un toro El novillero “Curro” Recoba de Huamantla Tlaxcala, me brindó un novillo mencionando las si-

guientes palabras: “Tengo el honor de brindarle este novillo maestro, ustedes que son los desapercibidos de la fiesta, no los toman en cuenta, pero si supiera el público que la labor que hacen, cuenta para el triunfo del torero” fueron unas emotivas palabras que el chamaco me hizo sentir el subalterno más grande del mundo.

CAPITULO 32 Haznos el avío, tu si sabes

Buscando platicar con los protagonistas en las

filas de subalternos, encuentro en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” a un personaje al que ya le había hablado por teléfono, quedando de vernos en el sorteo, esperé a que se desocupara de platicar con sus compañeros y fuimos al patio de cuadrillas a conversar, antes de que se llenara con los toreros, las cuadrillas, fotógrafos etc. Un torero ya con buen camino en sus andanzas taurinas, aunque no le llamaba la atención al final sus amigos fueron clave para que aceptara entrar a su agrupación y andar con su puntilla de plaza en plaza, un cachetero alto, delgado con percha de torero, vestido de ropa deportiva porque al rato estaría vestido de negro con bordados en plata, para oficiar con su puntilla y dar el cachetazo final a cada astado en el festejo novilleril. Es el leonés: GUILLERMO RAMÍREZ ESTRADA PUNTILLERO Nací en la ciudad donde la vida no vale nada, León Guanajuato el 16 de febrero de 1956, precisamente mis inicios en la fiesta fueron en ese lugar, trabajaba en el rastro municipal ahí les daba puntilla a los animales y practicaba, un día fui a Nochistlán Zacatecas y no había quién les diera puntilla a los toros, entonces un amigo mío me decía: Memo tú sabes ¡No, yo no sé nada! andaba con botas, no seas gacho haznos el avío eran profesionales. Acepté me metí al ruedo y el público empezó a chiflar pero lo hice bien, en ese tiempo tenía veintinueve años de edad, el empresario me sugirió que me metiera a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, antes que tengas treinta años me decía, total que los apuntillé y el empresario me dio $ 100 pesos ¡Ah caray! ese parné en aquel tiempo era enorme. Una vez vino un muchacho de San Miguel El Alto a buscarme, iban a dar una vacada me ofreció $100 pesos por la actuación, son puras vacas ¿Las apuntillas? ¡Hombre claro! salí terminó el


festejo y me olvidé. Pero un día me hablaron de la Unión, don Miguel Sánchez que era el delegado de los puntilleros y don Miguel Procuna, me dice: haznos un avío mi torero ¿Qué paso? vete a apuntillar a Morelia, mira mete tu carta como aspirante, ya nos dijeron que eres buen puntillero, mire la verdad no me llama la atención, es que no tengo traje, así me mandaron con pantalón negro y camisa blanca, me fue bien y hasta los compañeros me decían cómprate un traje y entras a la Unión, faltaba quién diera puntilla. Para entonces me vuelve a llamar don Miguel Procuna, si sales te vamos a dar tu carta de aspirante, pero yo no tenía parné para adquirir un traje de luces que me costaba $ 3,500 pesos, estaba ante la disyuntiva de donde iba a sacar el recurso para el terno, me fui al rastro y llegó un gachó que andaba vendiendo quinielas, anda cómprame una, me quedan dos creo que valían $ 5 o $ 10 pesos algo así, los compré y que le pego al premio de los dos números, de ahí saqué para mi traje de torero, hablé con el señor Sánchez para decirle que ya tenía los avíos y me dijo de hoy en ocho debutas. Me aventé un año de aspirante, mi debut lo hice en la Plaza de Toros de Morelia “El Palacio del Arte” en 1989, en el cartel estaban los diestros capitalinos Manolo Arruza y Guillermo Capetillo. Después de un año me examinan aunque No lo presenté antes debido a una lesión que sufrí de meniscos y estuve parado siete meses y por fin el 13 de enero de 1990, en la Plaza de Toros “La Luz” de León Guanajuato, con una cartel formado por el diestro capitalino Francisco “Curro” Rivera, el “Torero Charro” Mariano Ramos y el matador Manolo Arruza con astados de Begoña, propiedad de don Alberto Bailléres, con divisa verde y oro. Bendito sea Dios me fue muy bien a los seis los despaché de un puntillazo certero. En mi trayectoria de tres décadas de profesional He recibido muchas ofertas para ir con toreros, pero las he rechazado porque ando rolándome en diferentes plazas y prefiero ir a donde me llamen hacer mi labor taurina. De mi gusto por los vestidos de torear A mí siempre me ha gustado el metal, uno de mis favoritos es el negro y plata, el primero que tuve se lo compré al torero Tomas Abaroa, era un morado y azabache ese terno lo tengo guardado por el inmenso cariño y todo lo que pasé

para adquirirlo. Las cábalas no van conmigo En el aspecto de supersticiones no tengo ninguna y gracias a Dios he tenido dos veces golpes muy fuerte en los tobillos, nada serio pero ninguna cornada. Aparte del toro Mi gran pasión siempre ha sido el futbol desde niño, aparte de que siempre lo he jugado. De mi vida de familia He tenido tres esposas, la verdad es que piensan que uno sale a divertirse que anda uno de caramba y no es cierto, venimos viajando y a jugarnos la vida, a mi primera esposa no le gustaron las corridas de toros, aunque sabía a lo que me dedicaba. Con la segunda me acompañó como unas tres veces después ya no quiso asistir. Actualmente con quien estoy viviendo me ayuda con mis cosas, tenemos un negocio en un tianguis en la ciudad de León. Dios me dio la dicha de ser padre de nueve hijos, únicamente a Víctor le llamó la atención el mundo del toro,


él debutó aquí en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, incluso el “Beni” Carmona me dijo: dile a tu hijo que vuelva y me encargo de que se haga profesional antes de que me retire, yo le puse todo en bandeja de plata y ya después no quiso. Nadie se mueva porque les partimos su madre Una vez íbamos el “Toto” Lozornio que iba a Monterrey y yo a Nuevo Laredo, saliendo de Lagos se subieron unas personas al autobús, todo pasaba normal pero a medio camino entre Lagos y La Chona se pusieron de pie sacando una metralleta, “Nadie se mueva cabrones, porque le partimos su madre” hicieron que el camión se metiera en una terracería, nos metieron a to-

dos en un cerro íbamos diecinueve hombres y tres damas, hicieron que bajáramos todo lo que traíamos, les dimos las pertenecías relojes, carteras, nos acostaron en círculo era como la una de la madrugada y tomaron a dos muchachas que iban e hicieron lo que quisieron con ellas y nadie grite que aquí no los salvan, con mi puntilla pocharon la llanta, no se muevan de aquí hasta que no estemos, nos tuvieron alrededor de dos horas, como Dios nos dio licencia cambiamos la llanta, siguiendo nuestro viaje sin pasarnos todavía el susto, le dijimos a un federal levantamos el reporte pero nada, son de esas aventuras que no se olvidan.


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