6 minute read

Amorós Cervigón, José “Pepe Amorós”

con trece años de edad en el coso de Los Tejares de Córdoba, y cinco temporadas después se presentó en Madrid el 10 de junio de 1921, de morado y oro, alternando con Francisco Almonte y Juan Anlló “Nacional II”. El primer novillo que estoqueó fue “Alpichinero”, número 8, negro zaino, de la ganadería de Fernando Villalón. Por mor de los altibajos de su carrera, siempre se caracterizó por el corto número de contratos que firmaba cada temporada, siendo las que más toreó las de 1924 y 1925 que lo hizo en 12 ocasiones, siendo considerado pese a ello un novillero puntero En 1928, tras torear otras 12 novilladas se hizo doctor en tauromaquia en Zaragoza, de verde y oro, el 13 de octubre de manos de Manuel Jiménez “Chicuelo” y Nicanor Villalta de segundo matador, con toros de Graciliano Pérez Tabernero. Se la confirmó en Madrid el 21 de abril de 1929 Marcial Lalanda al cederle en presencia de Vicente Barrera el toro “Albardero” de González Nandín. Las temporadas de 1929 y 1930 las pasó toreando en todos los países taurinos de América. El último de los años citados toreó en España una corrida, 5 en 1931, y 1 en 1932 en Madrid, el 6 de noviembre en una de las “despedidas” de Matías Lara “Larita”. Eladio Amorós pese a que era un torero que toreaba con gusto sus temporadas no le daban para vivir, por lo que decidió hacerse banderillero, y como tal ingresó en la cuadrilla de su hermano José no logrando brillar en este campo. Falleció en Salamanca en 1988, a los 85 años. Había escrito un libro que se publicó en Salamanca en 1943 y que tituló “Comentarios Taurinos. (El Toro charro)”. Camisero dijo de él que “Elegancia suma poseía este buen torero al que presagiaban los aficionados días de triunfos y de gloria, y que sin justificación sólida se fue eclipsando a pesar de sus indiscutibles méritos”. “Uno al Sesgo” es más tajante y dijo en su anuario “Toros y Toreros de 1929” que “Se irá de los toros con la fama de buen torero que solo le servirá para lamentarse de no haberla aprovechado”.

AMorós cervigón, José

“PEPE AMORÓS”

Matador de toros y posteriormente banderillero por renunciar a su alternativa. Natural de Salamanca, nació el 19 de marzo de 1913, hermano del matador de toros Eladio, lo que sin duda influyó para que él quisiese seguir sus pasos. Lógicamente, la influencia de su hermano le facilitó el aprendizaje, pues pudo frecuentar con asiduidad los tentaderos de las

A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V X Z

distintas ganaderías salmantinas. Por fin vistió por primera vez el traje de luces en Arcos de Jalón (Zaragoza), en 1927. Pronto su nombre alcanzó fama y recorrió las plazas de toros de la geografía española con éxito, alcanzando los 25 contratos en la temporada de 1929, siendo repetido en muchas de ellas. Debutó en Madrid el 3 de abril de 1930 con novillos de María Montalvo, alternando con Gil Tovar y José Mejías “Pepe Bienvenida”, y en tal ocasión escuchó palmas en el novillo de su debut y una gran ovación en el otro de su lote. Terminó dicha temporada con 23 festejos y un gran ambiente, por lo que sus mentores decidieron aprovechar el buen momento y tomó la alternativa en San Sebastián el 10 de agosto siguiente de manos de Antonio Márquez al cederle este el toro “Cara de rosa”, negro, número 46,de la ganadería de Coquilla, de Francisco Sánchez, en presencia de Manuel Lalanda y Vicente Barrera. “Doce mil pesetas y me quedaron libres ochenta y siete, liquidación de mi apoderado. Aquel día se pusieron de acuerdo Marcial, Márquez y Barrera para acabar conmigo. Año 1930, la tarde más grande de Marcial. Salió haciendo el paseíllo de rodillas. Así empezó mi lucha”. Cerró la temporada con otras 7 corridas de toros que pudieron ser mas si no hubiera perdido contratos ya firmados por un esguince en un tobillo sufrido en la plaza de Barcelona. El 30 de abril de 1931 Joaquín Rodríguez “Cagancho” se la confirmó en Madrid con toros de M. Justo Puente con la presencia de Vicente Barrera como segundo espada al cederle el toro “Canoso”, negro, numero 6, al que cortó una oreja, y en el que cerró plaza fue ovacionado. Terminó la temporada con 20 corridas de toros toreadas con un balance muy bueno, pues Pepe Amorós era un torero muy largo y completo con el capote, muleta, vistoso con las banderillas y muy certero con la espada. Una de esas corridas fue la de su presentación en Burdeos (Francia), el 28 de junio con Fermín Espinosa “Armillita Chico” y Saturio Torón, lidiando toros de Eduardo Miura. Al finalizar la temporada española marchó a Méjico, donde debutó en la plaza de El Toreo de México, el 19 de octubre, alternando con ganado de “La Punta”, con Heriberto García y Paco Gorraez. El toro de la presentación fue “Pegajoso” y el balance de su actuación fue de ovación en ambos toros de su lote. Contra todo pronóstico, en la siguiente temporada –1932– bajó su contratación a solo 12 corridas. Ese invierno de 1932-33 marchó a Venezuela donde estuvo toreando algunas corridas igual que en otras repúblicas. De regreso a España en 1933 toreó 15 corridas, y como ya era norma en él, en invierno viajó a Venezuela. De regreso a España en la temporada de 1934 solo pudo torear 3 corridas de toros, una en abril y dos en junio, por resentirse de un

antiguo percance. Pasó por una seria crisis de depresión que le hizo incluso pensar en abandonar definitivamente la profesión, pero recuperado, hizo su habitual viaje a tierras americanas en el invierno de 1934-35 resultando muy lucida su estancia en aquellas tierras. Nuevamente en España toreó 13 corridas dejando en todas ellas un nivel artístico muy elevado. Continuó toreando los años siguientes corto número de corridas haciendo sus ya normales incursiones a tierras americanas, hasta la temporada de 1943. En esta temporada, después de torear la corrida del 21 de septiembre en Salamanca en la que alternó con Nicanor Villalta y Antonio Bienvenida en la lidia de reses de Molero, renunció a la alternativa y se hizo banderillero, actuando varias temporadas en la cuadrilla de Raúl Ochoa “Rovira”, y después suelto con aquellos matadores que solicitaban sus servicios. Según contó a Santiago Córdoba de El Ruedo, se retiró “Porque ya estaba acabado. Fue en una corrida de Miura, en Madrid, ni el puntillero quiso intervenir para acabar con mi último toro. Después, la odisea. Dos años suelto como subalterno, un viaje a América con Gitanillo de Triana, donde obtuve el Trofeo como mejor subalterno de la temporada, y vuelta a España a torear suelto. Muchos creen que me fue fácil, y para mí el toreo ha sido tremendamente duro. Hasta llegar a la cuadrilla a la que pertenecí cinco años (Rovira), sufrí mucho. Y cumplí una palabra que prometí por Radio Nacional, dije que cuando se retirase Rovira me retiraría yo también. Y así lo hice”. La última vez que actuó vestido de luces fue en Lima. “La última vez fue el día antes del debut de mi hija en Lima, siendo ya banderillero quise matar un toro para brindárselo a mi hija. Le dije estas palabras: “Tu padre ya está acabado. Ahora te corresponde a ti resolver la papeleta”. Fue un buen torero, de los que hoy podríamos llamar, “de segunda fila”. La culpa de que no escalase puestos más altos la tuvo una fisura de menisco y nadie se enteró. “Estuve tres años cojo, hasta que decidí operarme, entonces fue cuando me empezaron a hacer esta clase de intervenciones. Me animé cuando el doctor Oller operó al famoso futbolista Gaspar Rubio”. Cuando salió de la operación era 1935. Había estado alejado mucho tiempo de los ruedos, reapareció en Almagro (Ciudad Real), con una corrida de Palha, alternando con Saleri II y Félix Rodríguez II. Cobró tres mil pesetas. Comprendió que no merecía la pena continuar. Retirado de los ruedos, se dedicó a representar a su hija, Tere Amorós, bailarina de etiqueta internacional. Por sus compromisos teatrales fijaron su residencia en Caracas. Falleció en Madrid el 15 de julio de 1997.

This article is from: