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Cantón Moreno, Manuel, “Manolo Corona”

unido al mundillo taurino como apoderado de sus sobrinos Carlos y Luís, aunque toreó aún algún festival, el último de ellos, en Soto del Real. En 2004 se hizo cargo de la dirección de la Escuela Taurina de Colmenar Viejo, junto a su sobrino Carlos, que en realidad fue el verdadero impulsor de la escuela, y al banderillero Catalino Froilán Palacios.

cAntón Moreno, manuel

“MANOLO CORONA”

Matador de toros y banderillero nacido circunstancialmente en Ginebra (Suiza), donde sus padres habían emigrado en busca de mejores condiciones de vida, el 25 de septiembre de 1971, aunque con dos años de edad sus padres regresaron a Coria del Río (Sevilla), que es en realidad donde se crió y de donde se le considera natural. Ignoro si tiene algún parentesco con el que fuera novillero natural de Puebla del Río (Sevilla), José María Cantón Corona, que se anunciaba en los carteles como “José María Corona” y que llegó a debutar en Las Ventas el 18 de junio de 1961 con Tomás Sánchez Jiménez y Rafael Romero. Sea como fuere, el joven Manolo Corona tras el ir y venir por las plazas de pueblo y aprender los rudimentos del toreo, debutó con picadores el 15 de agosto de 1986 en la plaza de Hervás (Cáceres), con novillos de los Herederos de Francisco Rivera “Paquirri” alternando con Andrés Caballero y José Luis Ramos. Toreó 4 novilladas picadas y en 1987 aumentaron a 17 sus intervenciones vestido de luces en novilladas picadas, la primera de ellas, fue la de su presentación en Sevilla, el 24 de mayo, con novillos de Caridad Cobaleda y el valenciano Alberto Martínez y Juan Pedro Galán como compañeros de cartel. Gustó y repitió paseíllo en el coso maestrante el 14 de junio sin que esta vez tuviese suerte, aunque se desquitó en su tercer paseíllo sevillano, el 6 de septiembre, en la que consiguió cortar una oreja, la primera que conseguía en Sevilla. Los novillos corridos fueron de Carmen de Villadiego. Tras su paso y triunfo por la capital del Betis, se presentó en Madrid, el 12 de junio de 1988, en tarde desapacible, de verde y oro, alternando con David Luguillano y el portugués Rui Bento Vázques, con novillos también portugueses de “Santa María” siendo ovacionado en el segundo de su lote. El de su debut se llamaba “Flautino”, negro, marcado con el número 26. Este triunfo agridulce, pues resultó cogido y herido en el muslo derecho de pronóstico menos grave, por el segundo de su lote, le abrió las puertas del coso venteño el domin-

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go, 4 de septiembre, para lidiar novillos del Conde de Ruiseñada con Soro II y Juan Cuéllar, que fue aplaudido en su lote dejando buen regusto en los aficionados. Cerró la temporada con 23 corridas de novillos, tres de ellas en Francia, la primera de ellas el 30 de julio en Garlin, alternando con el catalán Ángel Lería y Sergio Sánchez, también debutante en Francia, con novillos de Roland Rurand. En 1989 solo toreó 5 novilladas, dos en Sevilla con el balance artístico de dar solo una vuelta al ruedo pese a su toreo alegre y pinturero netamente sevillano. Este descalabro perjudicó mucho a su carrera, amén de las numerosas cogidas que sufrió en su etapa novilleril que le hicieron perder muchos contratos. En 1990, su declive estaba marcado y solamente se vistió de luces en 6 ocasiones, dos de ellas nuevamente en Sevilla, donde logró sacarse “la espinita” que le permitió pisar de nuevo el coso maestrante en 1991 y dos veces en 1992, las dos únicas corridas que toreó en dicha temporada. En 1993 solamente toreó una tarde, la del 19 de septiembre en Sevilla, alternando con José Luis Peralta y el linarense Sebastián Córdoba en la lidia de novillos del Marqués de Albaserrada, que fue a la postre la corrida de su despedida como novillero porque el año siguiente, en la misma plaza sevillana, José Luis Parada le cedió el toro “Alondro”, negro zaino, marcado con el número 3, de 495 kilos, que lucía la divisa de Prieto de la Cal, en presencia del murciano Pepín Liria que fue el testigo de la ceremonia de alternativa. El toricantano, que vestía de blanco y oro fue ovacionado en sus dos oponentes. Y desgraciadamente, y pese a las buenas expectativas que hizo concebir este torero en los aficionados, fue su última actuación sin que llegara a confirmar su alternativa en Las Ventas. Cuando ya estaba casi olvidado reapareció en 1997 para torear en Sevilla el 8 de abril la que se dio en llamar “La corrida de la Oportunidad”, que era la 3ª corrida de feria en la que torearon seis toreros sevillanos, a toro por coleta y que ha pasado a ser recordada por la gravísima y espeluznante cogida que sufrió en la cara el primer espada, Franco Cardeño. Los otros espadas fueron: José Antonio Muñoz, Manolo Corona, Niño del Tentadero, José Luis Peralta y José Luis Cobos. Joaquín Vidal escribió en el diario “El País” que “La sorpresa fue Manolo Corona que con otro toro avisado, por tanto peligroso, imposible en los lances por la izquierda, por la derecha le sacó partido, mudó las distancias según convenía, cargó la suerte, se pasó cerca los pitones, llegó a alegrar las embestidas con la técnica propia de los toreros antiguos”. Mató mal: media contraria, pinchazo caído, rueda de peones y descabello. Fue muy aplaudido y saludó desde el tercio. Había toreado 60 novilladas picadas y solamente 2 corridas de toros, la de

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