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Carretero Pérez, José Antonio “José Antonio Carretero”

yo me siento torero, que si vuelvo al toro es porque me siento con fuerzas para hacerlo. Me apoyan, por lo menos eso percibo, aunque entiendo que es una faena para los que me quieren”. Sin embargo, pese a tanta ilusión y el clasicismo de un torero puro como Miguel Carrasco, la reaparición no se llevó a cabo.

cArretero Pérez, José antonio “JOSÉ ANTONIO CARRETERO”

Matador de toros y posteriormente banderillero, nacido en Madrid el 11 de agosto de 1967, aunque muchos autores lo han considerado como natural de Madridejos (Toledo). De vocación precoz, con solo catorce años ya figuraba como alumno de la Escuela Taurina de Madrid. En 1982 ya hizo un paseíllo en Madridejos, con Carlos Avila y novillos de Robles Hermanos. Tuvo un triunfo sonado al cortar las orejas y el rabo a uno de sus oponentes y en 1983 rompe las barreras netamente provinciales y torea en Albacete en junio con novillos de Tomás Sánchez Cajo, y en 1984 en Valdemorillo (Madrid), con Andrés Caballero y Gregorio Moreno “Moreno Cruz”, donde cortó una oreja a un novillo de Samuel de Paz. Continuó toreando novilladas sin caballos pisando plazas como las de Córdoba, Aranjuez, Navalmoral de la Mata (Cáceres), e incluso Las Ventas, en el serial de promoción de novilladas sin picadores. Él se presentó el 12 de julio de la referida temporada de 1984 alternando con José Andrés González y Rafael Valencia en la lidia de erales de Pablo Mayoral. Triunfó rotundamente y fue repetido los días 9 y 23 de julio. “Abrí la puerta grande en los años 1984 y 1985. La primera en una novillada de promoción de la Escuela Taurina, en la que corté orejas y quedé triunfador, con novillos de Palomo Linares. Entonces se daban novilladas por la noche y se metían 15 o 18.000 personas en Las Ventas”. Esos éxitos lo llevaron a debutar con picadores el 4 de agosto del mismo año en San Martín de Valdeiglesias (Madrid), con Lucio Sandín y Juan Rivera, con novillos de Pilar Pallarés (5) y uno de Juan Pedro Domecq. El 16 se septiembre de la misma temporada toreó en Madridejos (Toledo), en un festejo que se televisó en directo para toda España con novillos de Román Sorando, alternando con Daniel Cuevas “El Dani” y Ramón de Julio. José Antonio Carretero obtuvo un excito notable al cortar tres orejas y un rabo. Al ser televisada, su actuación tuvo una gran repercusión mediática que le abrió las puertas de muchas plazas, terminando la temporada con 12 corridas

con picadores, que en 1985 subieron vertiginosamente a 51 corridas, colocándose en el segundo puesto del escalafón de novilleros. Uno de esos festejos fue el de su presentación en la plaza de Las Ventas de Madrid, el 5 de mayo con novillos de Infante da Cámara, y el francés André Viard y José Pedro Prados “El Fundi”, que también debutaba, como compañeros de cartel. Estuvo grisáceo toda la tarde, pero pese a ello regresó a la misma plaza el domingo, 6 de octubre alternando con José Luis Seseña y José Luis Bote en la lidia de novillos toros de José Samuel Pereira Lupi. Triunfó claramente Carretero en esta ocasión al cortar una oreja a cada uno d sus novillos y salir a hombros de la plaza. “La segunda salida a hombros ya fue con caballos, aunque mi debut con picadores en Madrid en mayo del 85 no fue bueno. Luego salí a hombros el 6 de octubre con una novillada de José Samuel Lupi y al domingo siguiente corté una oreja y di otra vuelta al ruedo, aunque pude salir a hombros perfectamente con una novillada del Conde de Cabral”. Lógicamente, estos éxitos lo encumbraron como novillero y le permitieron torear en las plazas más importantes de España. “Toreé en todos los sitios, valió para tomar la alternativa en San Isidro, torear dos corridas de toros y para que me apoderase la empresa de Madrid. También vale para los demás años, porque eso, quieras que no, te da un poquito de cuerda; pero hay que mantenerse y hacer muchos méritos para poder estar ahí”. Con este éxito tan importante se animó a tomar la alternativa en Madrid, en la décimo tercera corrida del ciclo ferial de San Isidro, el 22 de mayo de 1986, de corinto y oro, de manos de El Niño de la Capea, que ante Ortega Cano le cedió el toro “Peluquero”, cárdeno, marcado en los costillares con el número 32 y 510 kilos de peso, de la ganadería de Baltasar Ibán. Carretero en esta ocasión estuvo deslucido en sus dos toros. Fue aplaudido en ambos, mientras que sus compañeros de cartel triunfaron al cortar Pedro Gutiérrez Moya una oreja a su primero, y Ortega Cano las dos a su primero, con salida a hombros de la plaza. Cerró su primera temporada de matador de toros con 16 corridas, la última de ellas en Madridejos, el 25 de octubre, con un total de 34 trofeos auriculares, lo que indica su regularidad todas las tardes. Ese año había debutado en Francia, en la plaza de Orthez, el 27 de julio, con toros de César Moreno, y Richard Millán y el portugués Víctor Méndes, como compañeros de cartel. Carretero tuvo la mala fortuna de resultar cogido de mucha gravedad. Aumentaron sus ajustes en la temporada de 1987 a 24 corridas, tres de ellas en Francia, y una en la plaza de Las Ventas de Madrid en una corrida veraniega de agosto, celebrada el domingo 23, con toros de “El Sierro” (5) y uno de Hnos. Santamaría, lidiado en 2º

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lugar, alternando en su lidia con Raúl Aranda y Carmelo, que confirmaba su alternativa. Carretero actuó de testigo de la ceremonia y cortó una oreja que tenía que haberle servido de más de lo que en realidad le sirvió, aunque ciertamente repitió paseíllo en la misma plaza el lunes, 12 de octubre, con Sánchez Puerto y Sánchez Cubero con toros de Pilar Población (1º, 2º, 3º), dos de Juan Jiménez Alarcón (4º, 5º), de San Pedro de Alcántara (Málaga), y uno de Antonio Ordóñez Araujo (6º). No tuvo suerte en esta corrida, en la que se silenció su labor en ambos, y cuando terminó la temporada en España viajó a Ecuador, donde se presentó en la plaza de Quito el 29 de noviembre, de corinto y oro, con Víctor Méndes y Rodrigo Marín, que tomaba la alternativa con toros de José Luis Cobos, esposo que fue de Belén Ordóñez. Carretero tuvo la mala suerte de resultar corneado en una mano, herida que lo tuvo inactivo cerca de tres meses. Antes de regresar a España debutó en Venezuela, en la plaza de San Cristóbal, el 24 de enero de 1988, de azabache y oro, con el toro “Bienmesabe”, número 34, de “Los Ramírez” (5); además se lidiaron uno de “Guayabita” y otro de “Rancho Grande”. Alternó con Jesús Colombo y Gitanillo de América y pese a ser silenciada su labor en sus dos toros, gustó su toreo y fue contratado para otras cinco corridas de toros en Venezuela. De regreso a España solo toreó 16 veces, sin que la oreja que cortó en Madrid hubiese servido para aumentar sus contratos. En 1989 toreó 19 corridas de toros, dos de ellas en la plaza de Las Ventas, los días 5 de marzo y 22 de octubre sin conseguir ese triunfo que le encumbrara a las ferias importantes. El 5 de marzo fue la primera corrida de la temporada de Madrid, toreó con Pascual Mezquita y Sánchez Puerto alternando en la lidia de toros de José Vázquez Fernández (5), y uno de Manuel García y Fernández-Palacios, que se lidió en 4º lugar. Se silenció su labor en ambos toros, es decir, que pasó sin pena ni gloria, y la segunda comparecencia, el 22 de octubre, fue la última de la temporada madrileña. Se lidiaron toros de Manuel Sánchez Cobaleda (5), y uno del Conde de Cabral (6º), y completaron el cartel Juan Rivera y Raúl Galindo. En esta ocasión estuvo menos grisáceo, y aunque se silenció su labor en el primero de la tarde, fue ovacionado en el cuarto. Al finalizar la temporada en España viajo de nuevo a América, donde debutó en Cucuta (Santander), de Colombia, el 17 de diciembre con toros de “La Bolsa”, y en Palmira, donde obtuvo un clamoroso éxito. En 1990 descendieron sus contratos a 15 corridas dos de ellas, de nuevo en Madrid, los días 15 de julio, con toros de José Joaquín Moreno de Silva alternando con Raúl Aranda y Sergio Sánchez, que confirmaba su alternativa, por lo que Carretero figuro como su testigo. Fue ovacionado en

sus dos toros y repetido el 5 de agosto, domingo, para lidiar una corrida compuesta por tres toros de Félix Hernández (2º, 3º, 5º), uno de “Cortijoliva” (4º), uno de la Vda. de Alicio Pérez-Tabernero, de Villanueva de Cañedo (1º), y uno de “Los Bayones”, con José Pedro Prados “El Fundi” y José María Plaza. En esta corrida que asistió S.A.R. la Condesa de Barcelona no tuvo suerte Carretero que solo pudo matar un toro, porque resultó cogido por el otro con una cornada muy grave. Viajó de nuevo a tierras americanas y toreó cuatro corridas en Venezuela. En 1991 se hizo sentir su declive al vestir el terno de alamares en solo 5 ocasiones, una en Francia y las otras cuatro en plazas de tercera categoría. Ese año debutó en Perú, en la plaza de Chota, el 26 de junio con toros de “La Viña” y Víctor Manuel Blázquez y David Bonilla, que resultó herido. El valenciano Blázquez cortó una oreja a cada uno de sus toros y Carretero dos orejas a su primero y muy ovacionado en el otro. Esa y otra corrida mas toreó en América y de regreso a España, toreó 4 corridas en 1992, una de ellas de nuevo en Madrid, el 2 de agosto, con Pedro Castillo y Macandro con toros de Manuel Garcia y Fernández-Palacios. Pasó sin pena ni gloria, y relegado ya a las plazas de pueblo, toreó 13 corridas en la temporada de1993, que se redujeron a menos de la mitad en 1994, pues toreó 6, una de ellas en Francia, y solo 1 en 1995, la de su despedida definitiva de los ruedos como matador. Se celebró en Cerceda (Madrid), el 22 de agosto con toros de “La Cardenilla, y Víctor Méndes y José Pedro Prados “El Fundi” como compañeros de cartel. Ovación y oreja fue el resultado de esta postrera corrida. “En las diez temporadas completas de matador de toros que estuve, desde el 86 hasta el 95, toreé en Madrid cinco ferias de San Isidro. Fueron un total de quince corridas de toros en esos años, que yo creo que es un bagaje bueno, si bien los dos últimos años de matador no toreé en Madrid. Sin haber triunfos importantes, corté alguna oreja pero no terminé de cuajar ni de romper. Toreé mucho por fuera, en España y América, triunfando, muchas corridas de toros, más de doscientas. En fin, etapas de la vida”. Acto seguido ingresó en la cuadrilla de Julián López “El Juli”, con quien permaneció hasta la temporada de 2007, figurando después en las cuadrillas de los diestros más importantes de la actualidad. Dejemos que sea el propio diestro quien lo cuente como lo hizo “Hablando en Plata” a Gonzalo I. Bienvenida en la revista “Aplausos” en su número 2.145, correspondiente al 12 de noviembre de 2018: “...Fue un paso natural. Después de diez temporadas de matador noté el desgaste de no torear casi nada los últimos años y decidí cambiar de etapa.(...) Al principio cuando cambié no sabía si me iba a adaptar bien. Ser matador de toros y

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tener un bagaje no te da la seguridad de que vayas a funcionar con las banderillas. Desde el principio me encontré bien, con todos había alternado vestido de oro y entre todos me ayudaron a tirar hacia adelante.(...) Los dos primeros años estuve suelto. Toreé bastante. Después he estado colocado con Oscar Higares, Manuel Caballero, El Juli, Cayetano y Morante de la Puebla. Con todos me he sentido valorado. Ahora también toreo algunas corridas con Fortes y David Mora. Reconozco que cuando he ido colocado con toreros que no me exigían exclusividad por el número de festejos que toreaban, he ido con otros toreros que me han llamado como hago en este momento. (...) El toro de Cortijoliva de la encerrona de Joselito me dio sitio como banderillero. Fue en mi primer año como banderillero. Se condenó a banderillas negras y resolví. Me ayudó mucho en mis inicios como torero de plata. Es impresionante como todavía se acuerdan los aficionados”. (...) “En mi caso fue una cosa obviamente personal, pero ni dura ni traumática. Cuando ya no voy a Madrid, ya no voy a alguna feria, ya no te salen las cuentas, ya no ganas dinero, porque en el toreo uno quiere triunfar pero quiere ganar dinero y ya me comía lo que tenía, esto ya no interesa. Yo decidí quitarme un año antes de cambiar el carnet y me quité toreando mis corridas de toros, mis festivales, o sea que no estuve parado nada. Pasé de torear a hacerme banderillero. Fue todo continuo, sin parar, empecé a torear en seguida. Fue convencido totalmente porque sabía y sé lo duro, lo complicado que es ser matador de toros, la dureza de estar en las ferias, de ganar “dinerito” y de lo bonito y luego también de lo duro. Y ya no me compensaba, ni tuve la capacidad para tirar para adelante. Llegué hasta donde llegué, sabía mis limitaciones y no tenía la capacidad de poder competir con los toreros que había, ni con las figuras, y eso es una realidad que el tiempo me ha dado la razón. Cuando no tienes más capacidad, llegas hasta donde llegas y hay que ser consciente de ello. Yo fui valiente hasta donde pude, tuve el valor que tuve y ya no di mas de sí. A por otra etapa de la vida, me quito y punto. Aquí no vale ser torero para diez tardes, hay que ser figura o intentar mantenerse cuarenta. En cuarenta festejos que he llegado a rozar algunos años toreando de matador no era capaz de mantener ese ritmo, independientemente de las cornadas, de los percances, pero eso entra dentro de la profesión. Bajo mi punto de vista. Yo, cuando me hice banderillero lo tenía claro. El tener ese bagaje no te da la garantía de que uno pueda ser buen banderillero, ni el haber toreado o haber matado esas corridas de toros fuertes o duras que fue mi sino. Afortunadamente conseguí adaptarme y acoplarme bien, pero eso no te lo da. Ha habido matadores de toros que han estado en todas las ferias,

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