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Carrasco López, Óscar Miguel “Miguel Carrasco”
from Diccionario de toros Tomo 1
by FCTH
países, por lo que al final, tomó la decisión de hacerse banderillero y como tal figuraba en 1928 en México y Lima, donde toreó con los hermanos Bienvenida, regresando a España con ellos. En 1931 toreaba en la cuadrilla de Pepote Bienvenida sin que después, y ya residiendo en Barcelona, toreara en cuadrilla alguna con carácter fijo, haciéndolo siempre suelto con todos aquellos diestros que solicitaban sus servicios, que fueron los mejores, porque Pepe Carralafuente fue un peón muy eficaz con capote y banderillas. Falleció en Madrid el 13 de octubre de 1963.
cArrAsco lóPez, Óscar miguel
Matador de toros natural de Huelva, donde nació el 5 de agosto de 1972. Se dio a conocer en 1987 en Zalamea la Real, donde estoqueó un eral de la ganadería de Juan Montoliú. Ese mismo año estoqueó otra res en Almonte, el 5 de julio, con tal éxito que le concedieron las orejas del novillo de José María Arnillas. Estos éxitos llevaron al prestigioso apoderado de la época Francisco Dorado, conocido como “El Comandante Dorado”, a fijarse en él y hacerse cargo de su dirección artística. Él le preparó el debut vestido de luces en público por primera vez, el 15 de agosto de 1987 en Cabeza de Vaca, “Un hombre del toro, sabe cuidar al torero, sabe llevarlo, respeta los conceptos, es capaz de coger a un chaval sin caballos y ponerlo en figura, de principio a fin, sabe hacer un torero, Manuel Díaz “El Cordobés”, es un ejemplo. Yo estuve allí, Dorado me ayudó mucho, pero al final apostó por Manuel. No me quejo de nada”. Tras dos años toreando buen número de festejos económicos, debutó en corridas picadas, el 5 de agosto de 1989 en Cortegana (Huelva), alternando en la lidia de novillos de “Viento Verde”, a los que cortó una oreja a cada uno. Alternó con Martín Pareja-Obregón, mano a mano, con la intervención del rejoneador Luis Domecq. Otra corrida mas toreó ese año con picadores, la de su presentación en el coso de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, con novillos de “Toros de El Torero”, acartelado con Juan de Félix y Juan Alfonso Bermudo, ambos debutantes con los del castoreño. En 1990 toreó 13 novilladas, una de ellas de nuevo en Sevilla, el 20 de mayo, y otra, la de su presentación ante sus paisanos de Huelva, el 1 de agosto, alternado con Jesus Janeiro “Jesulín de Ubrique” y Antonio Borrero “Chamaco”. Triunfo rotundamente el onubense al cortar dos orejas al primero y una
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al segundo, ambos del hierro del Juan Pedro Domecq, saliendo a hombros de la plaza. “Miguel Carrasco debutaba en su tierra y es un torero mucho más convencional. Tiene el toreo clásico metido en la cabeza, y lo mostró en su primer novillo con singular categoría. Toreó con la mano derecha, con mucho desahogo y mucho temple. En los pases de pecho sacaba la muleta por la hombrera contraria. En los naturales hubo menos mando en la primera serie, y resultaron espléndidos los de la segunda. Ayudados por alto, y uno por bajo de cartel, pusieron de relieve la clase de este novillero onubense. En el sexto no estuvo bien. El novillo quería irse a las tablas, y lógicamente había que sujetarlo y encontrarlo su terreno. Demasiado para un principiante. Está claro que los novillos buenos sabe aprovecharlos. A lidiar los dificultosos ya aprenderá”. La temporada de 1991 fue muy similar, ya que toreó 14 festejos, dos de ellos en Sevilla, donde había logrado hacerse un gran cartel, los días 26 de mayo y 9 de junio. Triunfó en su primera comparecencia al dar una vuelta al ruedo, pero en la segunda, no tuvo tanta suerte, y además tuvo que matar tres novillos de Cebada Gago, como todos los del encierro, por cogida de su compañero Manuel Díaz “El Cordobés”. Según la crítica de Guillermo Mira en la revista “Aplausos”, “Carrasco se encontró, pues, con tres novillos por la cogida de Manuel Díaz. Su actuación no alcanzó gran relieve. Mejor en el primero, pero sin acoplarse. Fue probón el cuarto, y su trasteo, precavido. Flojo el quinto, donde no logró remontar el curso de esta tarde, para él sin pena ni gloria”. Vestía un terno verde botella y oro y mató de una entera muy buena a su segundo; de dos pinchazos y una estocada al cuarto; y otros dos pinchazos y una entera al quinto. En la temporada de 1992 solamente se vistió de luces en una ocasión, precisamente la de su presentación ante la cátedra madrileña de Las Ventas, de grosella y oro, con José Antonio Muñoz y Angel de la Rosa, para estoquear novillos de “El Jaral de la Mira”, sin que tuviera suerte, con “Grandito”, el novillo de su presentación ni en el segundo de su lote. Dejó pasar las temporadas de 1993 y 1994 en blanco, y sorprendentemente, anunció su alternativa en 1995, de tabaco y oro, en Cortegana (Huelva), el 10 de septiembre con toros de Carlos Núñez, con Fernando Cepeda y Luis de Pauloba como compañeros de cartel y al mismo tiempo, padrino y testigo de la ceremonia. El toro del doctorado fue “Gorgorito”, colorado, número 66, al que cortó las orejas, y las dos y el rabo al que cerró plaza, saliendo a hombros con Luis de Pauloba, su testigo. Se daba la circunstancia de que hacía casi diez años que no se daba una alternativa en dicha plaza, por lo que es de suponer la gran
expectación que había en la localidad. Tomo de Vicente Parra Roldán, que cubrió la noticia, un extracto de la crónica: “El joven toricantano, vistiendo un traje rosa y oro, recibió los trastos de manos de su padrino a las 18,52 horas entre una fortísima ovación del numeroso público que había acudido a los tendidos del coso serrano. Y Miguel Carrasco, pese al tiempo que llevaba sin torear en público, se mostró en un magnífico momento, destacando especialmente en el que cerró plaza. Estuvo bien con el de la ceremonia, “Gorgorito” de nombre, marcado con el número 66 y de capa colorada pero se entonó más en el que cerró plaza al que toreó con largura y profundidad hasta que el animal se agotó. Miguel Carrasco estuvo además muy atinado con los aceros por lo que fue premiado con las dos orejas del toro de la alternativa y el rabo del último del festejo”. “Fernando Cepeda no terminó de acoplarse con su primero en una labor anodina y sin brillo que fue premiada con una oreja para mejorar con el cuarto donde se mostró más torero pero perdió la oportunidad de conseguir más trofeos por el mal uso de los aceros por lo que fue protestado”. “Brilló con el capote Luís de Pauloba. Muy entregado el torero con su primero, llevó a cabo una faena muy decidida y cuajada que fue premiada con las dos orejas mientras que mostró su profesionalidad ante el peligroso quinto”.”En suma, que la tarde fue del torero protagonista de la jornada, en este caso Miguel Carrasco que fue el gran triunfador de una jornada que pasará a la historia del torero y de la plaza de Cortegana”. Pese al éxito obtenido, esta fue la única corrida que toreó como matador de toros. Como novillero había toreado 30 corridas picadas. Tras trece años apartado de los ruedos, reapareció Miguel Carrasco en Zufre (Huelva), en el festival celebrado el 3 de septiembre de 2010, con la plaza totalmente llena, en el que alternó en la lidia de novillos de Manuel Ángel Millares, con los matadores José Antonio Canales Rivera, Víctor Janeiro, y el novillero Alejandro Pavón. Carrasco cortó una oreja, como sus compañeros, exceptuando al novillero, que obtuvo los máximos trofeos. Ese mismo año se especuló con su reaparición en La Antilla (Huelva), tras quince años sin torear “Porque quiero sentirme torero. Vuelvo para sentirme torero, para triunfar, vuelvo con todas las consecuencias, sin red, quiero volver a vivir en torero, a estar en plazas en las que ya estuve de novillero, La Merced, La Maestranza, Las Ventas. Vuelvo para vivir en torero. Tengo madurez, lo veo claro, me siento importante, con sabor añejo, en sazón, reposado, maduro. Creo que puedo aportar mi concepto, mi personalidad, mi sentimiento” (...) “ Mi familia lo ve con naturalidad, mi mujer, mis hijas, mi padre, mis amigos, saben que