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Coloma San Juan, Andrés “Clásico”

con el nombre artístico de “El Charro” en los carteles. Me inclino por esta posibilidad ya que el autor Carlos Manuel Pereletegui en su libro “Toreros de Salamanca. Desde Julián Casas “El Salamanquino” hasta la Escuela de Tauromaquia” asegura respecto a este diestro que protagonizó otro de los casos inauditos de la historia del toreo, “...puesto que su primer vestido de torear se lo puso para tomar la alternativa”. En este sentido, cabe destacar que no se le puede considerar como un verdadero profesional, sino como un aficionado práctico, que incluso no cumplió con las normas reglamentarias legales establecidas para llegar al doctorado. El caso es que recibió esta atípica alternativa de manos de Francisco Campos “El Lobo”, en Salamanca, el 22 de septiembre de 1990, con Sánchez Marcos de testigo. Estaba claro que lo que quería era cumplir su sueño de verse matador de toros aunque solo fuese por un día sin que se volviera a saber de él.

coloMA sAnjuAn, anDrés

“CLÁSICO”

Matador de toros natural de Ibi, Alicante, donde nació el 30 de noviembre de 1907, y falleció en Torrente, Valencia, el 22 de febrero de 1964. Aprendido el oficio por las capeas de los pueblos de su comarca, logró debutar en público vestido de luces en 1925, toreando esa temporada una docena aproximadamente de festejos. En la siguiente, como el muchacho prometía, se presentó en la plaza de toros de Madrid el 18 de julio con Lorenzo de la Torre y Manuel Vilches “Parrita”, que resultó herido, y que también era nuevo en dicha plaza y actuó en último lugar. Los novillos fueron de la ganadería del Duque de Veragua, y el del debut atendía por el mote de “Bolinero”. Ovación y silencio fue el balance de su actuación. Los novillos fueron mansos y los toreros no pudieron lucirse con ellos, pero Clásico tuvo una lucida actuación y gustó a la concurrencia. Terminó la temporada con 13 novilladas que hubieran sido más si no hubiese perdido algunas por una grave cogida que sufrió en Carabanchel (Madrid), el 25 de abril por un toro de Zaballos en la región esternal y otra en el ano. Aumentaron sus contratos en 1927 y terminó con 20 festejos ajustados dejando su cartel a un nivel aceptable. En 1928, tras torear 13 novilladas decidió doctorarse en Játiva (Valencia), acto protocolario que corrió a cargo de Vicente Barrera, el 30 de septiembre, que en presencia de Enrique Torres le cedió un toro de José Bueno (antes, Albaserrada). Esta fue la única corrida de toros que toreó en

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