Concejo de Diego, Francisco “Diego Francisco”

la temporada, y en la siguiente, lo hizo en 3 ocasiones y marchó a Perú y Colombia donde aprovechó el invierno toreando algunas corridas. Debutó en Valencia (Venezuela), por ejemplo, el 30 de noviembre de 1930 en un cartel en el que alternó en la lidia de toros de Esculpier con Julián Saiz “Saleri II” y Ángel Navas “Gallito de Zafra”. Antes de regresar a España en 1931, donde solo toreó una corrida de toros, hizo su debut en Bogotá (Colombia), el 16 de febrero, alternando con Manolo Martínez y José Iglesias. Ante estas expectativas tan poco favorecedoras para su carrera decidió renunciar a su alternativa y volver al escalafón novilleril, que al parecer le fue mejor, porque en 1932 toreó 16 novilladas; aunque en las sucesivas temporadas de nuevo se dejó ver su declive, ya que en 1933 toreó 8; 6 en 1934, y 2 en 1935. Lo cierto es que aunque al principio despertó el delirio entre sus paisanos por su clasicismo, lo cierto es que siempre mostro un gran desconocimiento ante los toros que le hacía estar a merced de ellos. Como dato anecdótico que demuestra la fama que alcanzo en su primera época de novillero, apuntaremos que una fábrica de papel de fumar de su pueblo puso a un librito de papel su nombre: “Clásico”.

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“DIEGO FRANCISCO”

Matador de toros nacido en Cantalejo (Segovia), el 28 de mayo de 1933. Tras aprender los rudimentos del oficio en las capeas y tentaderos del campo charro salió por primera vez a una plaza vestido de luces como sobresaliente en un festejo humilde celebrado el 16 de octubre de 1953 en Cerezuela (Segovia), en el que estoqueó al último novillo que se lidiaba. Continuó muchos años toreando novilladas sin picadores, y tras tomar parte en 60 de estos festejos, debutó con los del castoreño el 15 de abril de 1962 en la plaza de Vistalegre de Carabanchel (Madrid), con Serranito y Algabeño y triunfó al cortar una oreja a su primer oponente. Este éxito le valió la repetición en el mismo coso, el 29 del mismo mes y el 1 de mayo, con utreros de Enriqueta de la Cova, y de Lorenzo Arroyo respectivamente. Con tan buen ambiente se presentó en la monumental madrileña de Las Ventas en una novillada nocturna celebrada el sábado, 10 de julio de 1965, alternando con Pedro Santamaría, Clemente Gallo, Marcelino Rodríguez “El Temerario”, Aurelio García “Higares”, y Antonio Martínez “Rondeño”. Los novillos corridos pertenecían a la ganadería de Manuel Ucha Vázquez. Diego Fran-