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Delgado González, Luis “Luis Delgado”

delgAdo gonzÁlez, luis “LUIS DELGADO”

Matador de toros y banderillero nacido en París (Francia), circunstancialmente, aunque se crió en la localidad madrileña de Colmenarejo. Sin antecedentes taurinos en su familia se aficionó a los toros al acompañar a su padre a las corridas de Las Ventas, y con el gusanillo en el cuerpo, el joven Luis tuvo claro que tendría que ser torero. Debutó vestido de luces en su pueblo, Colmenarejo, el 25 de julio de 1990 año en el que tuvo que hacer la mili por lo que su carrera de becerrista se vio muy limitada. Ya cumpliendo con sus deberes militares aprovechó un permiso para debutar con picadores, el 30 de marzo de 1991 en la plaza de Medina de Rioseco (Valladolid), con José Antonio Herrero y Manuel Sánchez en la lidia de novillos de la ganadería de los Herederos de Cándido García Sánchez. Luis Delgado tuvo la mala fortuna de resultar herido por su primer oponente, por lo que no pudo matar ninguno de su lote. El inmediato 1 de mayo toreó su segunda novillada picada (en realidad la primera completa), que fue al mismo tiempo su presentación en Francia, en la plaza de Mejanes, alternando con Fernando José Plaza y Mireille Ayma en la lidia de novillos de los Herederos de Atanasio Fernández. Cerró la temporada con 15 novilladas picadas, dos de ellas en Francia, que ascendieron as 18 en la temporada de 1992, cuatro de ellas en Las Ventas, lo que nos da una idea del fuerte impacto que causó su presentación el 19 de marzo, de verde botella y oro, con el novillo “Chalino”, negro, número 41, de 432 kilos, en unión de Raúl Gracia “El Tato” y Paco Picado Núñez, también debutante en Madrid. hijo del que fuera matador de toros apodado “El Portugués”, ahora ganadero de bravo que lida a nombre de su esposa Maria Isabel Núñez. Según la crónica que dedicó Emilio Martínez en el diario “El País”, “Luis Delgado, 20 años, también se define como diestro de corte artístico, pero asegura que esta tarde pretende impresionar con su valor a los aficionados, tal y como hizo en la pasada feria de Valdemorillo. Dice que, por desgracia para los de su escalafón, actualmente torear cuesta dinero, “por lo que no se debe desaprovechar la oportunidad de hacer el paseíllo en la única plaza que abre todas las puertas”, concluyó el diestro. En 1991 toreó 15 novilladas.. Luis Delgado dio una vuelta en el novillo que abrió plaza y cortó una oreja al cuarto de la tarde, segundo de su lote, de la ganadería de Alejandro Vázquez y Alejandro García, como todos los del encierro. Como era de esperar, su lucida actuación le abrió las puertas de las Ventas para que el inmedia-

to domingo, 5 de abril hiciera un nuevo paseíllo acompañado esta vez por Manuel Montoya que abrió cartel y Óscar Higares, para lidiar novillos de Jiménez Pasquau. Volvió a triunfar Luis Delgado aunque en tono menor al ser ovacionado en su primer novillo, segundo de la corrida y silenciarse su trabajo en el quinto. Sin embargo, el hecho de no cortar trofeos no quiere decir que su actuación no fuera lucida y demostrara sus buenas maneras en la ejecución del toreo clásico, y el 3 de mayo, en la 4ª y última corrida de la Feria de la Comunidad madrileña, realizó su tercer paseíllo en el coso venteño para lidiar novillos de Palomo Linares con Luis José Amador y Erick Román Cortés “Erick Cortés”, que debutaba ante la cátedra madrileña. Volvió a triunfar al ser ovacionado en su primero, segundo de la corrida y aplaudido en el segundo de su lote. Como dato anecdótico cabe señalar que las cuadrillas guardaron un minuto de silencio por la muerte del banderillero Manolo Montoliú en Sevilla, y las cuadrillas, en señal de duelo, llevaban brazaletes negros. La cuarta comparecencia fue el 11 del mismo mes, con 5 novillos de Manuel Partín-Peñato y 1 de la Sociedad Agrícola de Couto de Formilhos (3º), acompañado por Javier Vázquez y Manolo Sánchez, ambos más antiguos que él, y de nuevo volvió a erigirse en el triunfador de la tarde al ser ovacionado en su primer novillo, aunque se silenció en el otro. Luis Delgado era un torero de corta estatura pero que sobresalía por su desmedido valor que hacía que su toreo “llegara” a los tendidos y transmitiera emoción a los espectadores Sin embargo, en la temporada de 1993 su carrera sufrió un frenazo quizás por no repetir los triunfos del año anterior ante la afición de Madrid, en ninguna de las tres ocasiones que piso el coso en dicha temporada, sumando al finalizar la temporada 10 novilladas, generalmente en plazas de poca importancia, aunque por lo general, triunfase en todas ellas por su toreó bullidor y sobre todo por la forma contundente de ejecutar la suerte suprema. En 1994, tras torear 7 novilladas picadas, la última en Alpedrete, el 28 de mayo, en la que se despidió de novillero mano a mano con Julio Campano que reaparecía ese día tras la gravísima cogida que lo tuvo al borde de la muerte el año anterior. Dos meses después, el 24 de julio, recibió la alternativa en Benidorm (Alicante), de nazareno y oro, con el toro “Gravero”, negro zaino, marcado con el número 41 y 525 kilos, perteneciente a la ganadería de Andrés Ramos, que le cedió su padrino Curro Vázquez, en presencia de Luis Francisco Esplá, que testificó el acto. Cortó una oreja a su primer toro y fue ovacionado en el que cerró plaza. Solo toreó 4 corridas de toros, la última de ellas en Guadarrama, Madrid, el 1 de octubre, con Jorge Manrique y

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