2 minute read

Díaz Cordero, Luis “Madrileñito”

díAz cordero, luis “MADRILEÑITO”

Matador de toros de Madrid, donde nació el 23 de julio de 1907. Tras un largo y durísimo aprendizaje por capeas y plazas de pueblo, fuesen de la importancia que fuesen –que para él lo verdaderamente importante era torear– logró presentarse como novillero en la plaza de toros de su ciudad natal el 28 de agosto de 1932 alternando en la lidia de reses de Alipio Pérez-Tabernero y Sanchón (5), y uno de Garrido Altozano, con Manuel Fuentes Bejarano y José Agüero. Estuvo brillante en el novillo de su debut al que cortó una oreja con la que circunvaló el anillo, y aunque se silenció su trabajo en el segundo de su lote, dejó muy buena impresión, que le valió la repetición muchas veces más en dicha plaza, logrando un importante cartel de torero valiente, llegando a ser uno de los novilleros mas punteros de su época, siendo considerado desde entonces Madrileñito por los aficionados y crítica en general como una futura promesa del toreo, pues aunque no era un torero fino, tenía muy bien aprendido el oficio y sabía estar perfectamente colocado en la plaza, actuando en quitas y era poderoso en los tres tercios y por si era poco, certero con el estoque. Hoy diríamos que era uno de esos toreros que dan espectáculo siempre que salen a la plaza. En 1934 estaba considerado como novillero de primera fila obteniendo muy elogiosos artículos por la prensa especializa pronosticándole un luminoso futuro como figura del toreo. Pero ya se sabe que el hombre propone y Dios dispone, y no fue así, porque tras tomar Madrileñito la alternativa con un largo bagaje desde 1932, y 117 novilladas a sus espaldas, en un cartel de verdadero lujo el 18 de marzo de 1935 en la segunda corrida de la Feria de Fallas de Valencia de manos de Victoriano Roger “Valencia II”, que le cedió el toro Escribano, ante Luis Gómez “El Estudiante” y Fernando Domínguez, que dieron fe del acto como testigos. Los toros fueron de Ernesto Blanco (5) y de Ayala (3). El toricantano no estuvo bien. Se esperaba mucho más de él, y este decepcionado, decidió renunciar a la alternativa inmediatamente, anunciando quince días después al empresario Sr. Pagés su intención de volver a torear novilladas. Como dato anecdótico diremos, que su alternativa estaba prevista para el día anterior, pero a la empresa le convino mas celebrar ese día la corrida que había sido suspendida por la lluvia el domingo anterior, por lo que se aplazó la alternativa un día con el mismo padrino. No se comprende la actitud del diestro, que ante el fracaso de su alternativa echara su carrera por tierra a no ser que estuviese pa-

This article is from: