PREFACIO En 1863, un pequeño grupo de ciudadanos suizos fundó, en Ginebra, el Comité Internacional de Socorro a los Militares Heridos. Un año después, una conferencia diplomática internacional concertó el primer Convenio de Ginebra para mejorar la suerte que corren los militares heridos de los ejércitos en campaña, que, hasta la fecha, es una de las piedras angulares del derecho internacional humanitario. Esa misma conferencia diplomática dio su nombre definitivo al Comité Internacional de la Cruz Roja. Desde entonces, ha habido un desarrollo del derecho internacional humanitario, o el derecho de la guerra; asimismo, el cometido, la función y las actividades del CICR se han extendido e incluyen tanto la protección como la asistencia en favor de todas las víctimas de conflictos armados y otras situaciones de violencia. Hoy, los programas de asistencia y de socorro se realizan según un enfoque de salud pública y tienden a ser integrales, a fin de satisfacer las necesidades de la población, respetando la dignidad de todos. La cirugía de guerra —los cuidados que se prestan a los heridos en los conflictos armados y otras situaciones de violencia— es un pilar de la identidad del CICR. A lo largo de los años, los equipos hospitalarios del CICR han sido, desafortunadamente, testigos de ingentes sufrimientos físicos y mentales, en el mundo. Mediante la asistencia en favor de los enfermos y heridos, en tan distintas zonas de conflicto, el CICR y sus asociados en el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han desarrollado una competencia profesional que desean compartir, y han constituido un grupo mancomunado de recursos humanos, siempre dispuesto y preparado para ayudar a aliviar un poco de sufrimiento. En este nuevo manual, se expone parte de esa competencia profesional, que se ha obtenido a un gran costo humano, abrigando la esperanza de que, algún día, ya no sea necesaria.
Jakob Kellenberger Presidente Comité Internacional de la Cruz Roja