Amador Alonso, Niki Bibudis, Cristina GarcĂa, Mireya DĂaz y Mariano Gracia(coord.)
1. MAUTHAUSEN 2010: IMÁGENES Y MEMORIA DE UNA EXPERIENCIA. En mayo de 2010 tuvimos la oportunidad de participar en los actos de conmemoración de la liberación del campo de Mauthausen. El viaje, organizado por la Amical española de Mauthausen y otros campos de concentración, contó con la emotiva presencia de varios supervivientes y sus familiares. Entre los grupos de estudiantes que participaron en aquellos actos figuraba el nuestro: 4 alumnas y 1 alumno de 1º de bachillerato, y un profesor del IES Élaios. Visitamos Mauthausen y 3 de sus campos anexos (Gusen, Ebensee y el castillo de Hartheim), y participamos en los actos del 65º aniversario de la liberación del campo, junto a delegaciones de numerosos países. Hemos seleccionado algunas de las fotos que nos resultan especialmente significativas; no nos planteamos tanto describir los campos, como describir –al menos en partenuestra experiencia de los campos en una situación excepcional por la efeméride y por las personas que nos acompañaron.
Itinerarios…
El convoy de Angulema
Tras la liberación
Miles de republicanos españoles exiliados en Francia fueron incorporados a las “compañías de trabajadores extranjeros”, encargadas de reforzar las defensas fronterizas.
A finales de agosto de 1940 los alemanes trasladan a 927 personas –en algunos casos familias enteras- desde un campo de refugiados en Angulema hasta la estación de Mauthausen. Después de un espantoso viaje de tres días sin salir de unos vagones de carga, los varones mayores de 13-14 años –unos 450- son separados de las mujeres y los niños. Ellos se quedan en Mauthausen, y serán los primeros civiles de Europa occidental deportados a los campos de concentración. Ellas, con sus hijos, son devueltas a España, donde llevarán una vida de humillaciones y sufrimientos por ser “rojas”.
Quienes no perdieron su vida perdieron su patria.
Cuando los alemanes ocupan Francia muchos de ellos son apresados y enviados a los “stalags”, campos de prisioneros de guerra. A diferencia de los soldados franceses, los españoles no tienen un hogar al que regresar: el gobierno franquista no los considera ya españoles, de manera que los alemanes los consideran apátridas. Como tales serán enviados, desde principios de agosto de 1940, a otros campos en los que se les advierte que jamás saldrán vivos de allí. El “campo de los españoles” por excelencia será Mauthausen, a donde llegarán varios miles, pero estarán presentes en numerosos campos de concentración. El total –en permanente revisión- se aproxima a los 8.000 internos e internas, de los cuales más de 5.000 no sobrevivieron. Otros republicanos fueron capturados también en Francia como integrantes de distintos grupos de resistentes, e igualmente deportados a los campos de concentración. Quizás el caso más dramático sea el del “convoy de Angulema”, en el que viajó uno de los supervivientes que nos acompañaron: José Alcubierre
Ningún hombre mayor de 40 años sobrevivirá, y muchos de los más jóvenes perderán a sus padres en los primeros meses… Hoy, varios de aquellos adolescentes son los últimos supervivientes de los millares de españoles que padecieron el internamiento. Ellos fueron también los componentes del “kommando Poschacher”, un grupo de varias decenas de jóvenes españoles que –entre 1942 y 1944- salían diariamente de Mauthausen para trabajar en la cantera propiedad del empresario Anton Poschacher, una empresa que sigue en activo en la localidad de Mauthausen.... Esta circunstancia -y la posibilidad de contactar con civiles desafectos al régimen nazihizo que se ocuparan de sacar del campo los negativos que Francisco Boix había sustraído del laboratorio fotográfico del campo. Estas fotografías fueron utilizadas en los procesos de Nüremberg para demostrar los crímenes nazis y la presencia de autoridades como Himmler en aquellas terribles instalaciones. Francisco Boix fue el único español llamado a declarar en aquellos procesos.
Tras ser liberados en mayo de 1945, los internos de los campos pudieron volver a sus países de origen, donde fueron acogidos y vieron reconocido su sufrimiento. Pero los republicanos españoles no tenían dónde regresar; el régimen franquista había dejado de considerarlos españoles y, después de tantos padecimientos, solamente podían esperar la muerte o la cárcel si intentaban entrar en España. Francia tuvo la generosidad de acogerlos, pues habían sido capturados en su territorio cuando servían, de uno u otro modo, al país galo. Salvo algunas excepciones, rehicieron su vida en Francia. Con el tiempo, algunos regresaron a España, pero todos mantuvieron vivo el recuerdo idealizado de un país y de una época, violentados por el golpe de estado del 18 de julio de 1936. Para ellos la guerra había comenzado entonces y, nueve años más tarde, se encontraban con la paradoja de ser, a un tiempo, vencedores y derrotados. Disfrutaron -en parte- del reconocimiento de su país de adopción pero nunca, hasta hace muy pocos años, en su propio país. Aún hoy, el recuerdo de su causa -la II República y la lucha antifascista- carece de una valoración unánimemente positiva en España, algo verdaderamente inconcebible en cualquier país democrático.
2. CAMPO DE MAUTHAUSEN (AUSTRIA)
Puerta principal del campo
“Appellplatz”, plaza donde se pasaba
revista a los internos y explanada principal del campo
Escalera de granito que baja a la cantera
Campo de los prisioneros rusos
3. MAUTHAUSEN (I)
Memorial del campo ruso “Aquí fueron enterrados después de la liberación del campo de Mauthausen cientos de prisioneros que murieron tras ser detenidos.” No importa el idioma de la inscripción; siempre provoca el mismo sentimiento. Campo ruso Separado unos cientos de metros del recinto principal del campo de Mauthausen, hoy es una simple extensión de hierba con un par de monumentos conmemorativos. Posiblemente fuese el recinto más duro de Mauthausen; los SS guardianes del campo no entraban allí jamás. Por esa razón fue utilizado para esconder provisionalmente al aragonés Mariano Constante, amenazado por los SS. Durante los actos conmemorativos con asistencia masiva que se desarrollan hoy en Mauthausen… es utilizado como zona de aparcamiento.
Panel conmemorativo de los caídos en Mauthausen Unas cifras junto a la puerta principal recuerdan las vidas de los inocentes muertos por ser diferentes. Como se puede observar, la nacionalidad de los prisioneros no era una barrera que pudiera impedir sus muertes. Alemanes y austríacos antifascistas acompañaron en su suerte al resto de los “enemigos” del III Reich.
4. MAUTHAUSEN (II) Hornos crematorios Fueron usados en el apogeo nazi como un sistema rápido y eficaz para eliminar los cadáveres de los prisioneros Los hornos crematorios desprendían calor. Hoy desprenden el calor de los recuerdos dejados por las personas que allí perdieron su vida.
Puerta principal Esta puerta da entrada a la appellplatz y los barracones . Dotada de unos gruesos muros y unos torreones infranqueables constituye la entrada a un mundo sanguinario; tras esta puerta las personas dejaban de ser humanas y se convertían en puro instinto de supervivencia. Se podría decir que fue una de las puertas al infierno.
Sala de autopsias
Cámaras Las cámaras de gas realmente parecen unas simples duchas, una triquiñuela de los nazis para engañar más fácilmente a sus víctimas. Esas paredes han visto los horrores provocados por el animal más peligroso, el hombre
No se realizaban autopsias en Mauthausen. En lugar de ello, la sala era utilizada para dos tareas: para administrar inyecciones mortales, y para extraer de los cadáveres cualquier cosa que pudiese ser aprovechable o tuviese algún valor económico. Contaba con su propio horno crematorio contiguo. Sobre la mesa, uno de los pañuelos que habituamente portan los miembros de la Amical española de Mauthausen en sus visitas al campo, reproduciendo la identificación de los republicanos españoles: un triángulo azul (color asignado a los apátridas), con una “S” en su interior. En otros campos, sin embargo, se les asignó el color rojo (prisioneros políticos) en lugar del azul.
5. MATHAUSEN (III)
Torre de vigilancia La seguridad en Mauthausen era muy alta. Observamos una torre de vigilancia en la foto junto a unos muros cubiertos por alambres de espino. Esas son las condiciones en las que algunos de los republicanos españoles se vieron obligados a vivir y la mayoría, desgraciadamente, a morir.
Interior del campo Larga vista hacia la entrada principal del campo, campo de la categoría III: campo sin retorno, destinado a prisioneros irrecuperables para la sociedad nazi. Nos encontramos en la llamada Appellplatz. En la parte derecha de la foto, los barracones. Todo se estremece, envuelto en nubes color gris plomizo.
Krematorium No soy capaz de describir cómo me sentí al encontrarme con este rótulo…
Interior de los barracones En los barracones de Mauthausen se encuentran esta especie de ''aseos''. La habitación muestra bien a las claras las condiciones insalubres que los prisioneros tuvieron que soportar; solamente existía una letrina para cada 300 personas.
6. MATHAUSEN (II) Wiener Graben La cantera, suntuosa y en silencio, emerge y transmite calma frente a la explosión de barrenos que reinaba tiempo atrás. En ella numerosos españoles y otros presos trabajaron hasta la extenuación, sin apenas alimento. Quienes tenían hijos con ellos frecuentemente cedían parte de su ración a sus vástagos, debilitándose poco a poco.
Muro de los Paracaidistas Dentro del mismo recinto de Mauthausen se observa una cantera cubierta de vegetación donde hoy día reina la tranquilidad. Allí se halla una pared rocosa, desde donde los presos eran lanzados al vacío. En unas ocasiones como castigo, y en otras como simple diversión de los guardianes. Fue apodada como el “muro de los paracaidistas”.
Escalones de la cantera 186 escalones. Las rocas de la cantera -como la que se muestra en otra fotografía- eran subidas con un esfuerzo sobrehumano diez o doce veces al día. Mientras, los kapos empujaban y golpeaban al preso.
7. LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y LOS ESPAÑOLES Los campos de concentración. El régimen nazi contaba con numerosos enemigos, tanto interiores como exteriores, y decidió utilizar sus numerosísimos presos como mano de obra esclava. Había distintos tipos de campos, que conviene distinguir: -Los “stalag” son campos de prisioneros de guerra. En un principio, los españoles integrados en las Compañías de Trabajadores Extranjeros fueron recluidos en ellos, pero más tarde fueron trasladados a los verdaderos campos de concentración. -Los “campos de concentración” son campos de trabajos forzados, con un régimen de internamiento durísimo, en el que era frecuente la muerte por agotamiento o malos tratos. Dachau será el primer campo en entrar en funcionamiento, ya en 1933, y se clasifican en tres categorías, siendo la más dura la “clase III”, destinada a albergar a los internos considerados irrecuperables para la sociedad y, por lo tanto, destinados a permanecer allí hasta su muerte. Mauthausen era un campo de clase III; no obstante, las condiciones de vida no eran necesariamente mejores en campos destinados a internamientos temporales, como el propio Dachau. -Los “campos de exterminio” son un reducido número de campos en Europa del Este, destinados a la eliminación física de judíos, gitanos y cualquier otro “indeseable”. Se trata de auténticos mataderos humanos, en los que se permanece un tiempo variable -pero nunca largo- hasta ser ejecutados masivamente. Auschwitz-Birkenau es el más conocido.
En el campo
El primer muerto José Marfil fue el primer español muerto en Mauthausen, el 20-8-40. Julián Mur pidió permiso a Bachmayer, jefe de seguridad del campo para guardar un minuto de silencio. El SS accedió, y los españoles –y el resto de los presentes- guardaron silencio. Fue el único homenaje público por la muerte de un preso en Mauthausen, y retrató el carácter solidario de los españoles. Muy organizados, colgaron la famosa pancarta de bienvenida a los libertadores, en castellano, inglés y ruso.
La actividad principal en Mauthausen era el trabajo en una cantera de granito. Los internos realizaban otros trabajos, algunos para empresas privadas. Cada grupo de trabajadores constituía un kommando. Algunos kommandos salían diariamente del campo para trabajar en el pueblo de Mauthausen o sus alrededores; fue uno de estos el que consiguió sacar los negativos de las fotografías del campo (rescatados por Francisco Boix antes de ser destruidas) y conservarlos en casa de la austríaca Anna Pointner. Boix fue el único español que testificó en los procesos de Nüremberg. Muchos internos tenían contacto con civiles austríacos, que conocían así la situación del campo. Los kommandos que trabajaban lejos constituían campos diferenciados del principal. Mauthausen contaba con cerca de 60 de estas instalaciones, como Hartheim, Ebensee y Gusen. Los españoles llegaron a Mauthausen cuando el campo estaba en construcción, en 1940; la mortandad entre ellos fue elevadísima al principio, pero los supervivientes acumularon hasta cinco años de permanencia en un campo de concentración, un plazo muy largo. Consiguieron ocupar puestos claves en los servicios del campo (cocinas, administración), desde los que pudieron salvar las vidas de algunos presos, ganándose –hasta hoy- su agradecimiento.
Fuente de la imagen y el mapa: Wikipedia
8. EL CASTILLO DE HARTHEIM
Castillo de Hartheim Las primeras víctimas de Hartheim –y la mayoría de Cámara de gas quienes perdieron la vida allí- fueron alemanas, ya que este del castillo fue uno de los lugares donde se desarrolló el programa de eutanasia nazi (“Aktion T4”), que condujo al asesinato de miles de personas: enfermos incurables, niños con taras de nacimiento, adultos improductivos, enfermos mentales o discapacitados… Más adelante, varios miles de internos de Mauthausen fueron asesinados en Hartheim, entre ellos unos 500 españoles. Castillo de Hartheim. Sala con la lista de víctimas La lista de nombres de víctimas identificadas estremece: no es lo mismo la frialdad de las cifras –por muy elevadas que sean- que la enumeración de sus nombres. Es una habitación sencilla: cuatro paredes y numerosas columnas de nombres y apellidos.
Castillo de Hartheim hoy Después de aplicarse el programa de eutanasia el castillo fue un centro de experimentos médicos desarrollados por médicos carentes de ética. En la actualidad las instalaciones del castillo acogen un centro de discapacitados intelectuales, a modo de compensación de la barbarie que allí se vivió bajo el régimen nazi. La solitaria silla de ruedas nos recuerda hoy aquellos hechos. No se puede edificar el presente sobre el olvido.
9. Gusen y Ebensee (I)
Memorial de Gusen Situado a escasos kilómetros de Mauthausen y dedicado igualmente a la explotación de una cantera de granito, Gusen era el campo anexo al que se trasladaba a quienes se encontraban ya muy débiles. Gusen era, simple y llanamente, el matadero de Mauthausen, y allí murieron la mayoría de quienes perdieron la vida en el archipiélago de campos que constituía el complejo de Mauthausen. Murieron de agotamiento, ejecutados en las cámaras de gas, o apaleados por los guardianes o los kapos. Fue un lugar verdaderamente terrible, del que no queda casi nada, ya que su solar fue convertido en una urbanización. Afortunadamente, un italiano, familiar de una víctima del campo, compró dos parcelas y las ofreció para la construcción de este sobrio pero conmovedor memorial.
Túneles subterráneos de Ebensee. Es sin duda un gran contraste: un pueblecito encantador, con casas a orillas de un lago, como recién salidas de tus mejores sueños, y rodeado de verdes praderas y espesos bosques. Y junto a las últimas casas el campo de concentración, coronado ya en la ladera por una decena de túneles largos y oscuros, fríos y húmedos, en los que trabajaban los deportados en terribles condiciones. Uno de los lugares más impresionantes que visitamos. Cercana la liberación, los nazis intentaron enterrar vivos en estos túneles a los 8.000 habitantes del campo, volando las bocas con ellos en el interior. La instintiva negativa de éstos a obedecer –ante unos guardianes ya más preocupados por salvar su pellejo que por otra cosa- evitó casi milagrosamente la masacre.
10. Gusen y Ebensee (II)
Entrada al campo de Gusen en su estado original y en la actualidad Uno de los pocos vestigios que se conservan del campo de Gusen es el edificio de su entrada principal, tal y como se observa en las fotografías. Con pequeñas modificaciones y añadidos –que no impiden reconocer en la actualidad el edificio original- ha sido convertido en una moderna mansión, que aprovecha incluso parte de los muros originales del campo. Ese arco central, entrada original del campo, fue atravesado por miles de personas en pésimas condiciones, condenadas a la eliminación física después de unos días, semanas o meses de agonía. Seguramente muchos de nosotros no seríamos capaces de vivir en un lugar que conserva la memoria del sufrimiento más brutal; pero hay gente que sí es capaz...
Antiguos barracones de las SS Estas naves de cultivo de champiñones constituyen un ejemplo de mala gestión de la memoria, subordinada a los intereses económicos. Cuando se visitan los escasos restos de Gusen se choca con estas instalaciones, de uso privado, que aprovechan unos remodelados vestigios históricos. A sus propietarios, además, no les hace ninguna gracia que aparezcan curiosos por allí. Son los mismos propietarios del chalet que aprovecha el edificio de entrada al campo… es difícil no salir de allí con un amargo sentimiento de indignación.
Campo de Gusen en la actualidad El que fuera lugar del horror, hoy en día es una zona residencial del pueblecito de Mauthausen. Muy pocos campos de concentración se han conservado como muestra de lo que fue el sistema de reclusión y exterminio organizado por los nazis; la mayoría están cubiertos de vegetación y, a lo sumo, se encuentran señalizados. Pero cuesta trabajo creer que se pueda vivir tranquilamente sobre el solar de lo que fue un campo tan cruel como el de Gusen. ¿Es ello una forma de superar el pasado... o de enterrarlo?.
11. LA MEMORIA DE LOS CAMPOS (I) Crematorio de Mauthausen A lo largo de las paredes de las distintas salas de Mauthausen se encuentran innumerables placas que recuerdan a todas aquellas personas cuyas vidas fueron arrancadas prematuramente.
Memorial de Gusen En el campo anexo de Gusen, destruido prácticamente por completo, un particular construyó un monumento en homenaje a todas las víctimas. En su interior, aparece un mensaje traducido a varias lenguas.
Crematorio del memorial del campo de Gusen Papel con un texto improvisado dejado en la mesa de la sala de autopsias de Mauthausen Muchos visitantes, relacionados por razones familiares o ideológicas con quienes estuvieron internos en el campo, llevan placas, fotografías u otros objetos, que depositan en memoria de sus seres queridos. Pero otras veces se improvisan, en un papel arrugado, unas palabras de recuerdo y homenaje. El escenario del sufrimiento difícilmente deja impasibles a los visitantes.
12. LA MEMORIA DE LOS CAMPOS (II) Estación de Mathausen. La separación definitiva
El convoy de Angulema fue la primera deportación de población civil de Europa Occidental a los campos de concentración. El 24 de Agosto de 1940 llegan así a Mauthausen 927 republicanos, de los que la mitad mujeres y niños- fueron devueltos a España. A este le siguieron otros cuatro convoyes, hasta sumar 1.054 deportados en el mismo mes. Fue un viaje hacia la destrucción de la dignidad. “Íbamos como sardinas, medio prensados, con sólo algunos cm de holgura. Un viaje de 50 horas. Lo íbamos a pasar muy mal, Museopero en lamucho plantapeor baja los de pequeños y sus madres al verles sufrir” la antigua enfermería de Mauthausen Los Alcubierre entre las víctimas Piedras como estas eran subidas escalón tras El escalón Clasificación memorial de Gusen, punto de encuentro entre supervivientes y miembros de las “amicales” de todos los una y otra vez durante países,laes un recinto lleno de placas que ayudan a visualizar la enorme diversidad de víctimas del régimen jornada en . laDentro de estas cuatro paredes se encuentra la placa de Miguel Alcubierre, padre de José Esta colección de triángulos de colores expuesta en Mauthausen da a conocer todosde los trabajo nazi cantera; la jeringuilla fue una persona que afronta con una inmensa valentía la visita a estos campos. José entró en grupos humanos que llegaron a pasar por el campo , desde políticos opositores al Alcubierre, utilizada para experimentar y fascismo hasta testigos de Jehová , pasando por judíos , republicanos españoles, Mauthausen en compañía de su padre, cuando contaba solamente 14 años. Un año más tarde, su padre en homosexuales, gitanos y delincuentes… . Una clara señal de los prejuicioscronometrar que tenia el el tiempo moría en Gusen, siendo liberado José 5 años más tarde. Este lugar constituye sin duda una importante morircree. tras clavarla cargada de de memoria histórica, tanto colectiva como personal. Un verdadero lugar de memoria. régimen de Hitler. No sólo los judíos fueron perseguidos, tal y como mucha gente muestra benceno en el corazón.
13. Actos conmemorativos (I) Acto conmemorativo en el castillo de Hartheim, a cargo de los alumnos de un instituto de Valencia
y
José :
Solo unos pocos pueden contar lo que pasó durante la segunda guerra mundial en estos lugares . De entre esas personas tuvimos el placer de conocer a José Alcubierre y Edmond Gimeno, hoy ya desgastados por el tiempo, que recorren los memoriales y los alrededores de recordando su Mauthausen historia y manteniendo viva con una entereza admirable la memoria de sus familiares, sus compañeros… la de Europa, en suma.
Memorial de la estación de Mauthausen. Acto de homenaje El actual alcalde de Mauthausen y miembros de una asociación austríaca dedicada a mantener viva la memoria histórica del nazismo y de la Amical española de los antiguos deportados a Mauthausen y otros campos intervienen sucesivamente. Puerta de entrada a Mauthausen, por allí llegaron, entre otros, los componentes del “convoy de Angulema” en agosto de 1940.
Edmond Gimeno Alcubierre
Estación de Mauthausen Acto frente a la estación de tren de Mauthausen El alcalde de la ciudad (con un clavel en la mano), comienza el homenaje depositando la flor en el monumento a las víctimas. Afirman los habitantes de la ciudad desconocer lo que ocurría a escasos kilómetros de allí. Algo difícil de creer, cuando la estación de trenes se encuentra en el centro del pueblo, yendo los prisioneros desde allí hasta el campo de concentración a pie.
Seriedad y reflexión ante cada uno de los actos conmemorativos que se llevaron a cabo. Contábamos con la presencia en todos ellos de José Alcubierre y Edmond Gimeno. Era inevitable que aparecieran de manera descontrolada, entre algunos de nosotros todo tipo de emociones
14. Actos conmemorativos (II) Acto en Ebensee
A pesar de su apariencia frágil, le costaba moverse e iba en silla de ruedas, se levantó con decisión para leer un poema que él mismo escribió durante su estancia en Mauthausen. Todo el mundo se emocionó y aplaudió apasionadamente; un aplauso bien merecido.
Cada centro educativo acudió al viaje con el compromiso de preparar dos actos de homenaje a los deportados. Unos leímos textos y recitamos poesías, otros interpretaron músicas o escenificaron pequeñas dramatizaciones; todos cantamos. Los gestos fueron importantes. Aprendimos que los gestos –como la memoriason necesarios. Los supervivientes y sus familias comprobaron que sigue habiendo jovenes comprometidos con mantener vivo el recuerdo de aquel horror.
En la foto sostiene la bandera que fue su compañera durante su estancia en el campo de Mauthausen, representan sus ideales, los que le llevaron a ser prisionero de Mauthausen. Sin embargo se ve el orgullo con que la sostiene, es un hombre fuerte que conserva sus ideales para siempre.
Domingo 9 de Mayo. Conmemoración del 65º aniversario de la liberacion de Mauthausen. Una de las múltiples delegaciones nacionales que se reúnen el día 5 de mayo en el campo para conmemorar el aniversario de la liberación del campo de Mauthausen. Domingo 9 de Mayo de 2010. Conmemoración del 65º aniversario de la liberacion de Mauthausen.
Domingo 9 de Mayo. Conmemoración del 65º aniversario de la liberacion de Mauthausen Nosotros portábamos el pañuelo de la Amical azul con la S (Spanien). En la margen se observa como también en algún caso se llevaba el traje típico.
Superviviente de Mauthausen en el acto conmemorativo del 65º aniversario de la liberación del campo.
El recuerdo no muere, siempre y cuando las nuevas generaciones sigamos recordando los horrores pasados para que NUNCA se vuelvan a repetir. Seamos los testigos de un mundo pasado de violencia para vivir en uno nuevo y mejor.