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Capítulo I
from Lovecraft, el terror aparece en el cine. El uso del terror cósmico en la imagen cinematográfica
CAPÍTULO I: EL TERROR CÓSMICO
El tema de este libro, como se dio a conocer anteriormente, consiste en el uso del terror cósmico como recurso en la cinematografía. Especialmente en el cine de horror, el cual ha tenido cambios progresivos a lo largo de los años; sin embargo, antes de comenzar a hablar acerca de cómo se ha consolidado el cine de terror con un elemento tan valioso, vale la pena definir propiamente que es el terror cósmico.
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El terror cósmico como tal, ha tenido muchos significados a lo largo de los años. Algunas más extensas o más profundas que otras; pero a pesar del origen de cada una de ellas, todas poseen una idea en común.
“The point of horror genre… is to exhibit, disclose, and manifest that which is, putatively in principle, unknown and unknowable” Caroll, Philosophy p. 127
“El principal punto del género de horror… es el exhibir, desglosar y manifestar lo que es, desde un principio putativo, innombrable e imposible de conocer y entender” (Carroll, Philosophy p. 127.)
Escena de la película “Nosferatu” de 1922
El terror cósmico es un subgénero del horror.
¿Y qué es el horror? El horror es el tronco común, es decir, es la base de miles de géneros que han derivado a lo largo del tiempo ( el gore, el slasher, el thriller, el terror psicológico y por supuesto el terror cósmico).
“Narratives revolve, therefore, around the point of disclosure ‘rendering the unknown known’ (Ibid; p.318)
“Una narrativa, entonces, gira alrededor del punto de revelación ‘él revelar algo desconocido’ (Ibid; p.318’)
A diferencia de lo que todo el mundo cree, el propósito del horror va más allá del simple hecho de exhibir aquello a lo que le tenemos miedo para conseguir una reacción negativa o positiva. En su lugar, consiste en que el lector u observador responda sus dudas bajo un proceso metodológico que conlleva a la revelación del o los culpables, para posteriormente llegar al entendimiento.
Escena de la película “El exorcista” de 1973
Es por esta razón por la que el terror cósmico pertenece a este género. El uso del miedo en las historias genera una tensión en el cual los personajes son sometidos a diversas situaciones en donde la lógica pasa a un segundo plano; pero a pesar de poseer el mismo procedimiento que su progenitor, el terror cósmico llega a un punto en el cual se desprende para llevar aún más allá el papel que se tiene dentro de la historia.
Si bien en el terror cósmico se lleva a cabo una recolección de pistas para poder encontrar las respuestas a los fenómenos; éstas al final terminan siendo un callejón sin salida, en donde ni el lector ni el protagonista recibe algún indicio certero de lo que ocurre en realidad. Nunca se llega a un
completo entendimiento, ya que las explicaciones que se tienen son vagas y con falta de sentido para poder contestar a las preguntas que se quieren contestar, lo que termina en una frustración por intentar explicar aquello a lo que el terror cósmico llama: lo innombrable. Aquello a lo que nosotros damos el nombre de la cosa, porque en realidad no sabemos qué es y mucho menos de dónde ha venido.
“Debe contener, entre sus elementos de significación, un orden que provoca pavor a las fuerzas exteriores desconocidas, y formalmente se presenta como el asombro expresado ante una idea terrible para el cerebro humano: la de la suspensión o transgresión de las leyes de la Naturaleza y de la Sociedad que son la única salvaguardia frente a los ataques del caos y del desorden. El factor más importante en la identificación del terror sobrenatural es la atmósfera, ya que el criterio último de autenticidad del relato mismo no reside en el encaje de una trama, sino en que se haya sabido crear una determinada sensación.” (Olavarría, 1989, pag. 114.)
Ilustración obtenida de www.3djuegos.com. “ Lovecraft gamer: cómo descubrir el horror cósmico en tres partidas”
Después de haber explicado la gran diferencia que existe entre el horror y el terror cósmico, sería ilógico seguir creyendo que son iguales. Si bien ambos parten de la misma base, el terror cósmico es más surrealista e incluso más sobrenatural que el horror mismo- razón por la que se le suele clasificar en este último-, ya que el horror está fundamentado en el miedo de algo tangible, es decir, a lo que se encuentra a nuestro alrededor. Algo con lo que nos relacionamos en el mundo, tal vez un payaso, un doctor, una persona con retraso mental, un psicópata, un policía, un vecino, e incluso nosotros mismos. El horror es el enfrentamiento de algo a lo que nosotros mismos le tenemos miedo; sin embargo, el terror cósmico no es solo un enfrentamiento con algo a lo que tenemos miedo, sino que además ese “algo” es un hecho incomprensible que se encuentra fuera de
toda explicación fundamentada en las leyes humanas e incluso de las de la propia naturaleza, y con el cual la derrota ya esta escrita.
En este punto, es donde la verdadera esencia del terror cósmico comienza a oscurecerse, y en donde todos los secretos comienzan a ser revelados.
Se preguntarán, ¿qué más podría ocultar el terror cósmico? Pues bien, si a más de uno la parte de lo innombrable lo dejó con la boca abierta, estoy segura que lo que sigue los dejará completamente perplejos. El género del terror cósmico también se asocia con lo incomprensible. Un recurso que involucra a algo que sea tanto sobrenatural como desconocido para el lector, de tal forma que no le permite llegar a la respuesta final. Es una sensación específica, normalmente de incomodidad o tensión, que afecta de una manera psicológica con el fin de establecer resultados sutiles, cuya intensidad es similar a la del horror.
Lo incomprensible no es otra cosa que aquello que vemos, oímos y sentimos pero que en realidad no podemos explicar y mucho menos comprender. Es decir, nunca contesta la pregunta de: “¿Qué es lo que está causando el mal y porque lo está haciendo?”
Ilustración obtenida de www. zeroplayers.com. “The Sinking City y el horror cósmico de H.P. Lovecraft”