Andrea Velandia
LA NOCHE DEL TERROR En la noche de terror que vivimos los bogotanos el 22 de noviembre del 2019, los venezolanos fueron categorizados como vándalos, queriendo entrar a robar a conjuntos, en donde la gente estaba armada con palos. Cabe aclarar que, si esto pasaba (cosa que en muchos lados no pasó), debía tratarse de un personaje no tan hábil, ya que… ¿quién se metería a robar en un lugar en dónde se podría encontrar con la propia muerte? Pero bueno, lo que interesa aquí es el miedo, el miedo que nos infundieron esa noche, y el miedo que, posteriormente y con más fuerza, se ha propagado: la xenofobia, el miedo al otro, al que viene de afuera, al que es “diferente a mí”. En redes sociales y noticias, se empezó a ver una clara xenofobia, infundida por el desconocimiento y por voces llenas de miedo, algo verdaderamente poderoso en la política. Si bien, “le tenemos miedo al venezolano”, no podemos justificar la inseguridad o el desempleo debido a ellos; y así, armando un discurso del miedo y del descontento con el otro, olvidamos que aquellos problemas siempre los hemos tenido. Así que más bien, seamos como el viento, que traspasa fronteras y toca rostros, sin mirarlos, sin juzgarlos; aceptando las diferencias y similitudes que tenemos. @andrea_velandia
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