Hojas del foro 1

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ILUSTKACIOI\

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DL CRLACICI Y LLCTURA DL LA b bLIOTLCA DL 6RADO

Número Uno. Primavera de 2006 Consejo de redacción: Fernando Flóre z Y tlla¡¡ anzo Xosé Lluis Rodríguez Alberdi José Luis Rodríguez Tamargo Gustavo Adolfo Femá¡ dez F ernández

Diseño y maquetación: Gustavo Adolfo Ferná¡rdez Fernández

Diseño del logotipo del Foro: ]osé Luis Rodríguez Tamargo

Portada y conhaportada Ilustraciones de |. L. Rodrígue:zTamatgo

Ilustración

/2/

lnventario de transparencias /4/Gamoneda, el Foro y el Aula de los libros locuaces Fernando Flírez Villaranzo Narrativa

/6/Elfaisán

500 ejemplares

Edita: Biblioteca Municipal "Valentín Andrés

.Alvatez"

s/n

/

www.valentinandres.com

13

/

Tristán tres trastes

/l4/Malahostia

grado

Asociación Cultural "ValentÍn And¡és" acvalentinandres@yahoo.es

Antón Antón Antón Antón

G. Areces G. Areces G. Areces G. Areces

Gustavo Adolf o Fernández /9/Biblosuno dos Gustavo Adolfo Fernández /10/Biblos tres Gustavo Adolf o Fernández /10/Biblos Óscar L. Nogal /11/Dejé a Betsy María |osé Fernández /12/ Corno en los viejos tiempos

D. L.: A5-01487-2006

98575 4813 biblioteca@ayto-grado.es wr+rv.bibliotecaspublicas.es/

/

/7 /Unbuen truco /7 /Elhallazgo /8/Flaneando por los bulevares

Publicación estacional de difusión gratuíta

C/ Cero de la Muralla 33820 Grado (Asturias)

]avier Marinas

Xilberto Llano

X. tÍ. Rodríguez Alberdi

Opinión /16/Cuatro afirmaciones tajantes de Antonio Gamoneda más una nota prescindible

Fernando Menéndez

Aula de las Metáforas "Fernando Beltrán"

tos y el Paraíso

auladelasmetaf oras@ayto-grado.es

/19/La

Subvenciona: caiAstur

(Palabras de presentación del recital de Ángel González y Adonis en el Aula de las Metáforas) Fernando Beltrán

Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Grado

cultura@ayto-grado.es

Música

/22/ Curiosidades en torno a un genio (Mozart) ]osé Luis Riesgo

Filmación e impresión: Graficas SUMMA S.A. (Llanera) Ilustarciones interiores: Óscar L. Nogal

Prosa Poética

/24/ AUTOPSIA A-63 (Oviedo-La Espina)

Uiises Lafuente Ramos Fotograf ías interiores: Custavo Adolfo Femández

Chuki Poesía

No está permitida la reproducción

total o parcial de los teitos, ilustraciones e imágenes incluídos

en esta revista sin

el consentim¡ento previo de sus

,

/25/Exordio /25/Lrtmrnaria

Fernando Casita Fernando Casita

/26/1ee9 /27 /Paisaje con figuras /28/Te lo volveré a explicar /28/Yidas Secretas

Fernando Fernández

Bijou Fernando Flótez Pauline Elise Plücker

autores.

Concurso de Cartas de Amor / 29 / T eoría para un Adiós

Carlos Granda Busto

Ilustración

/31/

Ulises Lafuente Ramos


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NVLNTAKIO DL TKANSTAKLNCIAS

Camgne á1,."1 F: ro y "l Aulu C" lor l¡broslo.uac.,s F

un año, la palabra pura derramada en versos removía los rescoldos de una antigua hoguera sepultada por la indolencia y el desaliento. A este páramo nuestro (vegetamos en un páramo aunque el verde humedezca la mirada) liegó un peregrino de pelo cano encrespado, mirada limpia y voz grave y dubitativa. El r,iajero hizo un alto en su ya largo camino para descansar v como aquellos pastores de la meseta -que están dejando de ser realidad para inmortalizarse como arquetipos - abrió su zurrón y generoso compartió el calor de sus palabras. Con su cayado hurgó en las cenizas, y una brasa enterrada encendió la lumbre que atenuará el viejo frío de nuestras existencias ahora que el peregrino sigue su estremecida ruta por trochas y cañadasr eue no por caminos carreteros y trillados (pues ese es su destino transcendido de eternidad). ace

La voz de Antonio Gamoneda, el gran poeta asturiano arraigado en León (una voz sosegada y esencial en la escandalera de1 patio de vecindad en el que vivimos), sonó como un clarinazo, como un golpe de aldabón necesario y precioso en Ia puerta de nuestras conciencias. Desde la capilla de los Dolores (ese monumento en el que los sillares de granito versifican la piedra labrada por canteros con alma de poeta), el verbo del maestro despertó un olvidado afán por recuperar postergadas rebeldías t por

amotinarnos ante la "indolencia móvi1" hegemónica, por saltar a la arena de Ia plaza pública fatigada por el aluvión mediático (ese diluvio que no viene, porque ya está aquí y nos anega).

El29 de marzo de 2005 la presencia de don Antonio en Grado

-laluz de sus palabras para nuestro definitivo fue el espaldarazo alistamiento en la guerrilla de la "sublevación inmóvil" (porque no existe material con mayores

ernando Flórez Villaranzo

dosis de insurgencia que un libro, ni arsenal más estático que 1os anaqueles de una biblioteca).

Ese día de reencuentros íntimos

y gloriosas

epifanías decidimos -José Luis Rodtíguez Tamargo 1, quien escribe estas 1íneas - fundar el Foro de Creación y Lectura de la Biblioteca \funicipai "Valentín Andrés". Ese venturoso día dimos nuestros primeros y titubeantes pasos, todar.ía alurdidos por el impacto gamonedano.

Una semilla necesita para germinar

1'

florecer una tierra fecunda, y el Foro de Creación

y Lectura encontró ese humus propicio y fertilizador en un idílico parnaso que precisamente se reinauguraba en tal día en el que la lírica en estado químicamente puro estuvo entre nosotros. Ese parnaso es una floresta

poética sin guardabosques del lenguaje

normalizado; una silva de versos para perderse, en la que sólo está prohibida la incapacidad para soñar (porque la literatura se amasa con la sustancia de los sueños), y cuyo nombre sugiere tantas cosas y todas gratas: el Aula de las Metáforas. Los amantes de la poesía y de la literatura

en general que disfrutamos del Aula, hemos quedado vinculados como deudores vitalicios con la maravillosa decisión del poeta Fernando Beltrán de trasplantar su biblioteca a Grado y también con el compromiso adquirido por el Ayuntamiento de ceder una dependencia en Ia Casa de Cultura para el disfrute público de un acervo literario que desde el primer día ha ido creciendo como un organismo vivo. Esa feliz

conexión Fernando Beltrán-Ayuntamiento alumbró algo más que un espacio físico en el que ha sido depositada una colección de libros; el Aula es un ámbito (en el más pleno y poético significado de este sustantivo) con una atmósfera especial, un ámbito de ensoñación donde los visitantes con espíritu sensible perciben el revoloteo de las metáforas entre las estanterías.


ñffiÑfffi O DL TKAN STAKLN CIAS

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En esa tierra de libertad parala creación y la lectura ha ido creciendo la semilla del Foro, que ya es una plantita, gracias a la hospitalidad de Leopoldo SánchezTorre, director del Aula, que además ha sido un factor de estímulo y

para. uso y disfrute del Aula de las Metáforas "Fernanda Beltrán" . Te sugiero que los sopeses como terapia sedante:

protección tras nuestro dilatado vagabundeo por los suburbios de la literatura y el arte. Así nacieron los jueves creativos como prolongación de los talleres de creación y lectura, tan amena y admirablemente coordinados por mi tocayo Fernando Menéndez. Así convocamos con la Asociación Cultural Valentín Andrés el concurso de cartas de amor San Valentín, cuya carta ganadora publicamos en este fanzine. Así establecimos nuestra alianza indestructible con la Biblioteca Municipal "Valentín Andrés" de la que nos sentimos orgullosos de ser su comando de acción literaria y plástica. Así organizamos, coligados con el Aula de las Metáforas y la Asociación Valentín Andrés, los Primeros Encuentros de Literatura y Artes, y hemos declarado a1día veinüuno de abril como fiesta de los escritores y artistas de esta comarca así como de cuantos se emocionan con la lectura de un libro, con la contemplación de un cuadro o una escultura o con una audición musical.

No

Estas hojas son Ia materialización de

uno

de los objetivos que impulsaron nuestro nacimiento: publicar la obra literaria y gráhca de creadores asturianos que escriber¡ dibujan

y pintan fuera de los círculos editoriales y galerísticos. Escritores, dibujantes y pintores que disfrutan y sufren delante de una hoja en blanco o de un lienzo desnudo, porque un

inexplicable impulso les exige hacerlo. Trabajadores de oficios diversos, jubilados, funcionarios, estudiantes que saben que su futuro no estará rodeado de los oropeles de la celebridad, pero que un día se sintieron inoculados por una irresisüble tendencia ajugar a hacedores de universos.

El próximo jueves, a las seis de la tarde, volveremos al Aula de las Metáforas. Será un nuevo jueves creativo y también el comienzo de la preparación de originales para la edición de verano de Las Hojas del Foro. Si por vez primera -quien quiera que seas- te animas a cruzaÍ el umbral te voy a dar unos breves consejos extractados del Manual de instrucciones

1o

1) Entra inclinando levemente lacabeza. harás como acto de humillación ante poder

humano alguno, sino como gesto

de reconocimiento y respeto a Ia creación humana (también para evitar un coscorrón, pues el dintel es bajo, salvo para quienes su talla no exceda de los 170 centímekos).

2) Si escuchas como una especie de murmullo y no ves a nadie, no te inquietes. 3) Toma asiento y considérate como en tu propia casa. Los habituales ya eqtamos curados de espantos, incluso hasta nos entemece escuchar el sonido polifónico -un aleph lírico, una antología oraL simultánea-de miles de voces bisbiseantes que recitan estrofas en la soledad del Aula. 4) En el Aula no está catalogada ninguna

obra de terror. Los Mitos de Cthulhu y las narraciones de Lovecraft et alii se hallan en la Biblioteca General. Así que tranquilo, no hay lugar a sustos. Si acaso, en noches de luna llena -pero la sala ya está cerrada-, el incombusüble Espronceda da algo la lata con aquello de "era

más de medianoche,fantiguas historias cuentan /cuando, en sueño y en silencio/Lóbrega envuelta latierraf los vivos muertos parecen,f los muertos la tumba dejan".

El buenazo de Luisma, el conserje, me juró, y yo le creo, que una noche que revisaba los humidificadores escuchó una discusión entreverada de metáforas irreproducibles que había convertido el parnaso en un gallinero. Parece ser que se kataba de una de las habituales disputas entre poetas de la experiencia y poetas experimentalistas. Cuando cerró la puerta, todavía seguía eL zafarrartcho; incluso explotó un epíteto insolente en repuesta a una onomatopeya irrespefuosa. Ya en elpatio,llegó a sus oídos el eco lejano de una admonición en forma de serventesio, y la autoridad de Garcilaso dejó la discusión zartjada. Ahora me explico por

qué Gustavo el bibliotecario ha procurado colocar los libros de unos y otros en baldas distintas y alejadas. Estos poetas...


NAKKATIVA

r*HoiA8 ¿,FoRo 6

f-l {"ísán Antón

eníamos de regreso a Santmaria mi esposa Lucy y yo. Tarde primaveral, tiempo delicioso. Me daba gusto mirar el paisaje mientras conducía.

Mi mujer parloteaba, como solía hacer, de cosas que no me interesaban en absoiuto; pero ya hacía tiempo que había adquirido esa

sordera selectiva, tan

útil para maridos

hastiados. <<O te vuelves sordo o te divorcias)), me aconsejó mi amigo Mario lavez en que fui

a visitarlo a la penitenciaría donde

está condenado a perpetua. Evidentemente, é1 no

supo volverse sordo a tiempo y optó por divorciarse... a la italiana, ja, ja, ja. Acababa de vislumbrar el fulgor del río entre abedules, al inicio del desfiladero de Peñas Negras, cuando vi, de reojo, descender una gran ave, en vuelo rasante, por 1a ladera del monte. Parecía muy grande. Arrastraba una larga coia y lucía un plumaje de ricos tonos dorados, verdes y amarillos. Planeaba lenta y majestuosamente

en dirección a mi coche: un ave suicida. estrelló contra la aleta derecha, encima del faro, y rebotó, con frágil escándalo de alas Se

y patas quebradas, hacia eI zarzal. Frené bruscamente y nos bajamos. Saqué al ave de entre las zarzas. Efectivamente, era un faisán, una faisana. Aún estaba viva. Su mirada, plena de latidos de pestañas y regias complacencias de harén, me miró, me vio..., ¿aceptándome, rogándome? --¿Por qué has tenido que abandonar tu

jaula del encanto en el bosque? -dije,

G. Areces

recriminándo1e su sonriente ternura. Entre mis manos, una cometa rota feneció sin pronunciar otro pío.

-¿Qué vamos a hacer con é1? -preguntó Lucy--. ¿Nos 1o comeremos? ¡No sé cómo se cocina un faisánl Guardé silencio, aún cegado por el toque del misterio. En ese momento tuve una intuición que me dejó pensativo para todo el día: se me ocurrió que, en ese preciso instante, la cosa, el alma, o 1o que sea, quiere morir; pero aún ama la vida, qrizá perdonando, sin arrepentimiento.

Cuando llegamos a casa, dejamos

e1

acerico de largos alfileres de coiores serenando en 1a ventana de la cocina. Desde la higuera 1'

los perales en flor, un griterío de cuervos homenajeó, no sé si con ira o con benevolencia, el tránsito de la princesa a 1os sagrados bosques,

Por la noche, la vi rehacer su forma con estremecimientos de baño y plumón asperjado.

Luego, espléndida otra vez a la luz del plenilunio, alz6 el vuelo. Parecía mirarme, mientras se elevaba, con ÍaÍa fijeza. Por algunarazórt, quizá por la dulzura de su despedida o 1o dócil de su aceptación, su rostro en pico se metamorfoseó en la carita de aquella doncella a la que amé con pasión adolescente. Por estúpidos requerimientos de su padre, que tenía celos de mí,la enviaron de regreso a Norteamérica. Lavi, en su despedida, alejarse arrebatada, dulcemente llorosa, como el faisán en mi sueño.


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]IVA

buen truca Antón

G. Areces

ada vez que iba a Oviedo de juerga los fines de semana, al pasar por el túnel de La Colladona, se producía en é1 una asombrosa mutación: se transformaba en un hombre rico, un triunfador, al que las mujeres miraban por la calle y los chupones adulaban en las barras de los bares de moda. Mantenía la convicción secreta de que había algún sortilegio en el túnel, que sólo a él favorecía. Bueno, pensarán los aficionados a la psiquiatría: El asunto no tiene más intríngulis: se trata de un disturbio bipolar esquizofrénico, o doble personalidad; un truco bien aprovechado según el principio ((Cree en ti mismo y todos creerán tu mentira>>. Bieru de acuerdo;perot entonces, ¿por qué su comatoso R-21 delg2se convertía en un BlvItV rojo recién estrenado?

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al Iazga Antón

El pobre Sandalio, aquel mendigo que se azotaba la cara con un apretado ramo de eucalipto para alejar los mosquitos inexistentes que 1o atormentaban, nos contó, mientras Nando le hacía un dibujoz eu€ la noche en que murió

su hermano, 1o sorprendió alejándose

furtivamente sobre la nieve. Asombrado, pues Longino tenía una pierna gangrenada y apenas podía levantarse de la cama, Sandalio encendió el farol y salió a la nevada. Siguió sus huellas hasta la casa en ruinas que fue de los Turcio, llamándole, entre el ulular del viento: ¡Longino, Longino, Longino!

Empujó Ia puerta y entró en la cocina. No había nadie, pero en la mesa vio una botella de vino mediada y una riestra de chorizos. También había una cinta de tocino y medio iamón en la alacena entreabierta. Se bebió eI vino, cogió los alimentos y regresó a casa. Decidido a pedirle cuentas al egoísta de

G. Areces

su hermano, entró en su alcoba. La ventana

estaba abierta

y los copos entraban

remolineando. El cadáver someía, tieso como un carámbano, en la cama. A juzgar por la cantidad de nieve acumulada en el suelo de tablones, probablemente llevaría muerto desde que empezó a nevar, al oscurecer: como unas cuatro horas antes de que el fantasma de Longino fuera a medicarse, por última vez, cor:r su medicina favorrta,que ocultaba a su hermano.

--Y ¿qué hiciste con el jamón y los chorizos, Sandalio? -le preguntó Nando, perfilando la fungosa nariz

e

intensificando la

sonrisa para darle un matiz pícaro. --¡Toma! ¡Pos nun iba dexar que lu comieran los vermes que se zamparon a Longino! ¡A:rerriegd1...! -exclamó el viejo, riendo y arreándose ramalar.ost a modo de caricias al diañu.


-! ,*HojAS r,FoRo

NAKKATIVA

B

f lar\eanCo Fot lou b,., l"u are s Antón

tarde de sábado por Oviedo, me llamó la atención un laneando una

hombre, aún jovenz eue parecía tan

G. Areces

Al

cabo de una hora, me cansé de disimularme y anduve a su lado;le adelantaba a veces, adivinaba adonde se dirigía y le

en paro. Era vigoroso. Sus piernas, estevadas,

esperaba en el callejón, o a Ia entrada del bar, poniéndome a su lado en labawa. Pero, nada;

eran propias de un caballista,y andaba a largos

yo no existía para

desocupado como yo: tenía aspecto de un obrero

pasos. Su perfil, aguileño y sereno, me recordó

el mascarón de proa de un barco fantasma indiferente a la tormenta.

no se fijó en mí, pues soy un tipo corriente. Si él caminaba audazmente, humillando con sus zapatones las losas de la É1

vieja ciudad, yo iba pegado a los muros/ y, en las esquinas, me detenía y atisbaba para ver si la calle seguía o se precipitaba en el abismo, en esa nada que viene persiguiéndome desde hace un tiempo. Su inconsciente audacia me atrajo de tal

modo, que decidí seguirle, durante toda la tarde y la noche si fuera preciso. No sé que secretos

pretendía descubrir que Edgar Allan Poe no hubiese desvelado ya, entre la muchedumbre de aquel Londres de mediados del XIX. Eran otros tiempos; y ahora nadie pierde el tiempo flaneando por los buleoares, como Baudelaire en el París de Ia Regencia. El ángel de la historia mira hacia atrás, espantado de las ruinas que se acumulan a sus pies; pero mi amigo miraba hacia delante, sin ver nada que se hallase fuera de la frontal de sus ojos de águila obstinada.

cual me irritaba y enfadaba de mala manera. Al cabo de otras dos é1, 1o

horas más, empecé a sospechar que no existía para nadie.

Desesperuáo .o-"ncé a derribar los sombreros de los caballeros y damas con los que me cruzaba; pero era evidente que ni me hallaba en las calles del puerto ballenero de Nantucket, ni estaban de moda los sombreros, ni había caballeros ni damas elegantes paseando ociosamente por las calles ya oscurecidas. Por consiguiente, dejé de hacer el gilipollas y me adapté a su paso; intentaba comprender su tedio, su muda angustia de obrero parado en una ciudad desconocida. AI cabo, arriesgándome a ser rechazado violentamente, me decidí a interpelarle de manera agresiva. Me planté en la acera ante él y le pedí, con sonrisa provocativa, de borracho, que me prestara unos euros. Me atravesó limpiamente y entró en el bar de la pensión donde paraba.

Me quedé inmóvil, reflexionando. Me dominó la certidumbre de que era el famoso Hombre Invisible. ¿O, acaso, el hombre invisible era yo?

Los anteriores relatos de Antón G. Areces pertenecen a la serie " En la gruta de los siete durmientes: Minicuentos más o menos fantásticos" , que iremos publicando en próximos números de esta reaista.


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bíbl ou uno Gustaa o Adolf o F ernández

amás en su vida había entrado en una Librería,y jamás habría sentido necesidad alguna de hacerlo, si aquel fastidioso chaparrón no le hubiese sorprendido sin paraguas y en mangas de camisa.

Una vez dentro del local, un sonriente anciano le dio las buenas tardes al otro lado del mostrador. Tras responder al saludo del vefusto dependiente, simuló interesarse por los libros

ítulo, pero tampoco le importó demasiado y lo devolvió enseguida a su lugar.

Su curiosidad fue en aumento al comprobar que los siguientes libros que iba oj eando tenían tambiéq_e-omo-inico*título nombres de- pe_rsonas. Un rápido vistazo por varias estanterías más le sirvió para confirmar que ocurría exactamente 1o mismo con todos los volúmenes de aquella tienda.

que había en una de las estanterías más cercanas. Pasó un buen rato curioseando, prestando más

Con algo de torpeza y con creciente

atención al trabajo de carpintería de los e'stantes que a su propio contenido. La librería resultó mucho más grande de 1o que había creído y le

ansiedad,logró poco a poco familiarizarse con

recordó a una oscura y polvorienta bodega que había visitado en una ocasión.

Se dio cuenta entonces de que el dependiente no le había quitado el ojo de encima y seguía sonriéndole sin moverse del mostrador.

-¿No tendrá nada mejor que hacer? -se preguntó.

Afuera la lluvia arreciaba y¡ €n vista de que no podía marcharse todavía, decidió dedicarles un poco más de atención -ahora sílibros. Los había de distintos tamaños, más o menos grandes, más o menos altos, más o menos lujosos y más o menos gastados. Tomó al azar uno de los ejemplares que tenía más a mano y leyó en la solapa"JuartAntonio Garcia Pérez". No sabía si aquel era elautor o el propio a los

el sistema de ordenación. Finalmente, tras buscar

por los interminables anaqueles de aquella librería que parecía crecer por momentos, encontró un libro con su propio nombre y apellidos.

No era un ejemplar ni muy grande, ni muy alto, ni muy lujoso, y tampoco estaba demasiado gastado, más bien parecía sin estrenar. Abrió el libro para encontrarse una página en blanco, de hecho todas sus hojas parecían estar en blar:tco, salvo la primera, donde

aparecía escrita una simple fecha, la de su nacimiento.

Fue entonces cuando el sonriente dependiente se le acercó r pdrd, decirle: -Si le interesa este libro, puedo hacerle un buen precio y, además, le regalo esta pluma.


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NAKKATIVA

bíblos

Cou Gustaa o Adolfo

F

ernández

I abuelo llevaba a ]uan cogido de la

El abuelo se acercó a una de las

mano. Avanzaban por un largo pasillo y sobre una vieja alfombra verde adornada con abundantes dibujos, que al niño le recordaron las amebas que veía por el microscopio del colegio.

estanterías centrales de donde cogió, con gran

mimo, un viejo libro de tapas rojas y letras doradas.

el

Al llegar frente a la puerta, el anciano sacó una llave del bolsillo de su chaqueta !,tras abrir con ella, se la entregó a su nieto.

-Puedes elegir el que quieras -comentó-, único que no puedo dejarte leer es éste.

Sin añadir nada más, devolvió ei volumen a su sitio y abandonó la estancia. Al quedarse a solas, a Juan le entró un cosquilleo

-Es tuya -le dijo-, para que puedas enhar

y salir de mi biblioteca cuando quieras. Juan nunca había visto tantos libros juntos, ni siquiera en la biblioteca"del pueblo, ni en ninguna de las muchas librerías que había visitado con sus padres en la capital. Sóio el techo y el suelo parecían estar libres de anaqueles

y libros.

y una ansiedad como nunca antes había sentido. Trataba de mirar a otro lado, pero los ojos se 1e iban hacia aquella estantería central, hacia e1

viejo libro de tapas rojas y letras doradas. Afuera, el abuelo no pudo reprimir una pícara sonrisa mientras se alejaba de la puerta, cruzando de regreso el largo pasillo y la vieja alfombra verde.

bíblas tres Gustao o Adolfo

F

ernández

Fernando estaba nervioso e irascible , hacía varios días que había perdido su pluma. Le regalé otra exactamente igual que pude encontrar tras visitar unas cuantas papelerías y librerías de 1a ciudad. Pero de nada sirvió, cadavez se mostraba más huraño; rondaba por la

casa como alma en pena,

no salía nunca y habia descuidado hasta su aseo personal.

En los meses siguientes no pudo escribir ni una sola línea, rechazaba encargos de diarios y revistas, se había convertido en la comidilla del mundillo literario. Finalmente, su editor se vio obligado a amerrazarle sin miramient os y lanzarle un ultimátum. No le quedó entonces más remedio que sentarse frente a Ia hoja en blanco. En su escritorio había un bote con más de una docena de sencillos bolígrafos azules sin estrenar, todos iguales. Cogió uno cualquiera... y se puso a escribir.


F' l

t1

Dejé a betsy Óscar L. Nogal embarazadaaBetsy, y fue Ia mejor excusa que hubiera podido tener. ejé

barriga cervecera.

Cuando alguien delgado, engorda, mantiene en su cabeza la visión pasada. Todo se rompe, por casualidad, el día menos pensado. En mi caso, me topé, recién cumplidos los cuarenta, con mi hija que arrastraba una caja ante mí. La niña había con otro trabajo sobre üaVinci. Codigo lEl inspeccionado 1o más

Me acercaba a los treinta yhabíaperdido casi toda la ilusión por bailar. Me quejaba por cada esfuerzo,y ni siquiera hacerme profesional me llenaba. Un hijo -una hijaera la red perfecta donde caer sin que nadie se diera cuenta de que me lanzaba consciente y por mi propia

profundo del trastero y habia encontrado algo que

le parecía interesante.

decisión.

La caja con los trajes de nylon, las plataformas

Discutía con mi padre, é1se llenaba la boca con que yo ya era un tipo

agrietadas y varios premios

de metacrilato

responsable y, mientras

coR purpurina. Casi le miento,

movíamos las latas de pintura, intentaba poner cara de indignado para seguir el juego.

pero me mostró una foto. Le

El humor de Óscar L. Nogal

conté quién era ese chico disfrazado, según ella. Entonces me la arrancó y oí

que a eso sólo se le puede

sus risas, compartidas con su madre, poco antes

llamar cobardía. No respondí bien a la presión del teatro, al. mando de un coreógrafo profesional. Mi capacidad artística equivalía a mover la cadera en las discotecas de barrio. Aunque muchos me apoyaran, me dijeran que 'mirara más all,á', que tuviera expectativas, nada ocurría. Ser el mejor de una habitación, en cualquier caso, no te hace el mejor de la ciudad, ni mucho menos del país.

de que me abandonarapornuestro Íntimo amigo

Reconozco

Así me convertí en Tony "elBaco", un apodo heredado de mi padre, igual que mi

Stevie.

Al menos mi hija, ya con dieciséis, me visita cada sábado, preparada ya para salir. Por ella me he enterado que la antigua discoteca,

tras

transf ormarse

en cine porno

y

supermercado, se iba a reconvertir en un club nuevo, donde se volverá a bailar.

Medio en serio, medio en broma, me ha dicho que fuéramos a bailar algún día.


NAKKATIVA

,-HoiAB rFoRo 1z

eorno e n lou ,í1as

tíemp os

María losé Fernández llamo Lucía y estoy ciega. Llevo así unos 5 años. Mi dueña Ana ahora juega poco conmigo, se ha convertido en una especie de comPra Y vende cosas, creo que le oí por un cacharro que pegó e

a su oreja, accionista.

Ahora tiene un novio que se llama Roberto; lleva con é1 como un año; es altísimo , rubio, de ojos almendrados: se parecen a 1os de mi marido Luis, que se ha roto hace tiempo y creo que me quiere dejar viuda, porque le oí decir que 1o iba a tirar porque estaba muy estropeado. Nací en la fabrica artesana de "Juana la costurera", una vecina que vive al lado; ella también parió a mi marido. Era muy dulce, y cada parte de mi cuerpo estaba hecha con tal cariño, que prefería pincharse ella antes que yo. Ella, pobre, estaba viudita como 1o voy a estar yo dentro de poco; tenía una dulnxaextrema, pero siempre estaba tan triste.... La madre de Ana vive en Francia y quiere traer un nuevo muñequito para hacerme compañía. querré ¡Pues no quiero otro marido! ¡Yo siempre

a mi marido, no 1o cambio ni por el oro del mundo!. Estoy oyendo hablar muy triste a Ana por ese cacharro, creo que 1o llamó "móvil". Está diciendo a alguien que 1o odia, ¿a quien será? -.. A ver, voy a acercarme. ¡No! ¡Es con Roberto, su novio! ¿Por qué 1o odiará con 1o que 1o quiere?. Me voy a callar, que viene hacia aquí. -¡Luci4 qué malo es Roberto, me dejó! -No llores Ana, ya sabía yo que ése era un sinverguertza, que no era trigo limpio, pero no se 1o digas a tu madre, ya sabes como es y te diría "te 1o dije". -Tienes razón,L:ucia, mi madre me 1o advirtió, pero no se 1o diré, estaría todo el día machacándome. -¿Me oyes? Si puedes oírme, arregladme a Luis, sabes que 1o quiero con

locura, y no quiero que tu madre me traiga ningún francés, ¡por favor! ¿A dónde irá? ¡Querido! -¿Oiga, es el hospital de muñecas? Me gustaría

recuperar un muñequito que se llama Luis, quiero saber si tiene arreglo.-Cariño, te van a cttÍar, esta es mi niña. -Venid que nos vamos al hospital. -¡Madre de Dios, cuánto enfermito! Quisiera curar a estos muñequitos: se llaman Lucia y Luis. -Venga por aquí, a ella la curaremos en el acto, pero con é1 tardaremos algo más, sobre 2 semanas. Bueno, vamos allá...Un ojo por aquíy allí va el otro. -Puedo ver, qué maravilla' Entonces con el otro dentro de 15 días ¿vale?Lo que le advierto es que va tener algunos

costurones, y hay que limpiarlo bien. No sé cuantos arreglos llevará, o sea que no le digo nada de antemano, ¿de acuerdo? - Anda, Lucía, ya veras qué guapo va a quedar Luis. Me pasé esas dos semanas como si se fuera a la guerra y no volviera, pero cuando llegó el día de la verdad creo que hasta Ana se dió cuenta de que habia llorado de felicidad, como hacia tiempo no

11oraba. Estaba inmensamente feliz.."'

-Espere un momento,yaverá. Por ser usted, se 1o voy a dejar en 60 €' -¿Y a qué se debe eso? Usted me parece maravillosa. ¿Le gustaría tomar algíndía un café conmigo?. -Claro que sí. Usted le salvó la vida al marido de mi muñeca, ¡jaja! -Mira quien l\egó,Lucía, además tengo una cita con el chico de la tienda. ¡Ah, cariño, qué guapo

te dejó ese señor!. Mira, Ana se vuelve areít,y tiene ese briilo de felicidad en los ojos; ya no Ia veo llorando. Cuando tú estabas muerto,lloró mucho, pero ahora estamos los 2 y podemos cuidarla. - Vamos a tomar un té como en los viejos tiempos, "Sres. de Juana la costurera", que ya son las 5 de la tarde. ¡Sí, como en los viejos tiempos!.


T rístán tres trastes Xilberto Llano

Traste primeru.

ristrán yeta rr.ozu d'andar a caballu. Espernancáu y nanu, pocos tendréis

memoria de velu caminando, mayormente los miércoles, pente los puestos del mercáu. Pero Ovello, el caballu, pardu y gallegu, coicaba de resultes del trabayu d'un ferrador poco peritu cola navaya.

Por mor del blandiu coxicar de la caballería y del banciar inseguru de la montura, nun tardaran los de casa en concede-y el nome de Tristrán. Con nome de tanta sonaxa se presentara pa soldáu de Vero, dueñu y rei de tierra granible y fachendosa esperanza, que Iu punxera a preba como llindador de vagamundos y arreprendedor d'idees poco santes y muncho peligroses.

nin encloyó'ltriñiu de los cuartos nel bolsu del señor, que tanta ganancia prometía. Bien que sintió lavoz firme del rei, y namái lafuerza de la mocedá nos músculos del so cuerpu, y namái l'amoriamienfu del qu'aspira fundar palaciu na humilde casa de so.

Bona alcordanza del Ileal Tristrán üenen nos altos d'El Pibidal y L'Acebu, onde Vero-y encomendara quitar a los teberganos de la duce,

allegre compaña d'una galana italiana. Nun habría tener güeyos aquella tarde, que bien llueu los verdes d'eIla-y trustiaron el

sentíu, qu'aínalavoz de palabres rimaes y soleyeres lu fixeron arrarnar llárimes y les manes guerreres se-y volvieron caricies, y la decisión

mudó cobardía, y la llealtá tresformóse'n traidoria, y el convencimientu firme n'incertidume duradera.

Nun tardó'l mozu trabáu en ganar la confianza y l'afectu del amu, por ser arteru arreventador d'alderiques y frañador de concilios nes meses poco illuminaes de les tabiernes. En teniéndolu yá embaxo'l xugu del contratu escritu y a seguru pap, mandáralu a curties batalles per pindies y esbarioses camperes, onde cobrara bona fama de diestru remanador de vares de salguera. Pero namái un premiu se-y brinda al cumplidor: la ufierta de trabayos mayores y más comprometíos. Traste segundu.

Tristrán nun habría tener oyíos aquella mañana, porque'l ruxideru del mercáu nin foi a torna¡ el mandáu de Vero, traxeáu y arrechu,

Traste terceru. El pelo c¿u1oxo y la vista perdío nes cañes cimblantes de les castañares, vencíu y dobláu pel ábrigu, cabalga tristu Tristrán pel tranqueru

del Tornu. Mayor n'edá baxa de Vigaña. Quien nun sabe de llonxana carril, nin de más nuevu pensamientu que'lllibru de la

fe, por tresvoláu lu tien cuando a Marietta apellida, mesmo que si con ello pudiere volver

el tremor d'unos llabios de fema que-y llambieren la comezón; mesmo que si'l ritmu d'un poema pudiere encetase na trotiadura de l' acabalgadura y llibralos, yá pasiempres, d'esta acabación.


NAKKATIVA

r-HoiAS r,FoRo 1+

Mrl" h ostía acuando ún, ¡probín!, decátase de que la vida nun ye esi momentu, esi ratadÍn nel que se ta tan a gustu con tolo que

t' arrodia

que sedríes Pa comete '1 mundu. ¡Nomenón! Hai díes, como güei, nos que pescancies otra verdá más dura, pero la vida fáise llevadera namás cuando ún ta acordies col so comportamientu a toles hores del día y, seique, hasta cuando duermes. Anque de xemes en cuando has garrate a un clavu ingriente pa que la vida sía más pasable, sí, pero a costa de tragar sapos y culuebrés faciendo qu' otros traguen los tuyos. Rodrigo, ún de los mios vecinos, qu' esti añu ocupa'l cargu de presidente de la comunidá de

vecinos, cuntábame 1' otru día, de la que baxábemos nel ascensor, que nel trabayu taben fartos del encargáu, de los sos caprichos, de que yera un tiquisÑquis, un castrón inaguantable.

Y cuando-y entiugaba yo que por qué lu

X. Ll. Rodríguez Alberdi

-¡Cuoño, nina, si yo namñs te dicía que Rodr...- Nun me dexó finar la frase nin tan siquiera qu' aselara un migayu. Taba daqué acelerada y, cuando ella cuéi cartera, nun para ansí la maten.Conque. .. -. . .Y resulta qu' agora dizte Rodrigo a ti que si l' encargáu, que si tán fartos d' é1, que si ye u-n repunante-... Pero, home, claro, como ssbe que tu lu conoces dende nenu, que aos criasteis xuntos, por un siacasu , cúrase en salú y pa él nun ye tan malu. Pero

enantes yá esbabayó bien escontra d' él: que si caprichosu, tiquismiquis, castrón, ... -¡Tampoco nun será eso, né! A lo meyor son comentarios que siente na... -¡Nomenón! Ye que pa él too ta mal; é1, que nun tien nin gota de paciencia pa nada, que nun sabe aioir cols xente,... Ye de los que tiren la piedra y escuenden la mano; de los que nun tienen coyones namás que pfl dici-y amén , Xuasús, al xefe; d,e los que mudenln chaqu.eta,ls camisa y hastalos calcetos én cuantes oe que rsan cambiar les coses'-Lo d' él yeque saquen les castañes del fueu los demá-s, qu'a él nun lu oñn quemctL porque ye de los que les comen si-y les mieten na boca.. ¡Menudu bichu ta fechu'l Ridrigol Lo que pñsa ye que nun s' atreoe a dicir un res y écha a l.os demás per delnntre, por si salen mal

aguantaben, por qué nun-y 1o dicíen al xefe o a loi sindicatos, siempres me retrucaba que bueno, que con él tampoco se portaba tan mal,-que n' atabando'l trabayu diben tomar un cacharrín, que fuera nun yera mal paisang, que los domingos avezabavelu na playa y...En saliendo pa 1' acer a, él liró pa la drecha Y,Yo, pa nun daes. águantar al cafiante aquel, tiré pa larzquierda, -¡Home, né, tampoco nun te pases! Eso que aáque llueu tuvi qu' arrodiar tola barriada pa me tas cuntando piénsolo yo bien de r¡eces. Y no del dir pa onde quería. portal, ye aerdá que ye un aergüenza. ¿Y lo de les Aquella nueche, de la que nos deitamos la mio 'cagaes áe perros alapuerta ? Eso yápasa de castañu yo, nun sé como me dio por comenta-ylo. muyer y " ' -Ta buenu'l dichosu Rodrigo pa dicir nadn ,sZuru, que me dan ganes delles aegaes, cuando'l cueryu nun ta pn otra cosa nsmás que pa encabronase, de naide.¿Pero tu nun lu ttes? ¡ Si ye un combayón que'garrflr a dalgún amu de los dichosos animales de munchu cuiddu! Taba meyor faciendo una xunta que, n' acabando los bichos de faelo en mediu la acera oecinos pa aer si arreglamos d' una puta ztez les coses disparaos pa casa como d' esti portal: hai xeite que cuspe nes escaleres y nel o en mediu'l parque, saleny con cara risa, gayoleros si fueren de lo más inocente ascensor, unos Jopos que te dan ganes gomitar; los lo bon perru que tien, que nun-y críos esos que tán a toies hores de Dios xugando co,l y enchipaos de y - dicíate yo- de ,garralos y balón nel parcucu d' en mediu la plaza abollando bmporc'ó la so casa, el focicu cola mierda'l perru' coches y dándo-ys balonazos a los cristales de la esfrega-ys " - -íA"ebien sí, ho, que sí! De xuru que ties tola portal, coles mas sentaes nuna terraza o nun puerta'l 'bancu razón del mundu. ¿Qué cuentes tu, qu' s min nun dando la parpayuela ensin esmolecese d' ellos; me pasalo mesmo?, Pero eses coses nun se dicen n' o lo del perru de la del segundu, que nun para lladrnrcon otros'Y en tola'nueche;¿ y lo de los rapacinos pequeños nel alto, que llueu quedes mal con unos y un plizquín sía namás anque dicir amás,' si se t' ocurre ascensor, que tiren en suelu toa clas de chucheríes?;o d' ello, yá te tán acusando de nun querer a los los mayorinos, que-ys da por esuibir pintaes nel portal, porque nun tienen quien los eduquen; o !o9. animalás, de que qué tien urla escontra los mayoronos, que se dediquen a escarabayar la paré d' perros,quesiyó. Y total pa cuatro díes que tamos. equí...'¡que-y dean per onde yo sé a too! st llau l' ascensor de la qu' esperen pa subir o baxar, . . .


-l lrl

1)

-Pues eso, queridina.¡Cuatro díes! Pero cuafuo díes tamos toos, ellos y nós. El casu ye que siempres tenemos que dñr elbrazu a torcer los mesmos .¡Cómo si esa xente nun tuaiera tamién cuatro díes! Pero sabes lo que-ys pasa, qu' ellos quiérenlos pa facer lo

que-ys peta ensin pensar en naide más. Falen de la sociedá, d' esa que critica esos fechos, mandándola de paséu, mientres nun la necesiten. Alcuérdense d' ella solo pa esixir los sos drechos. Esa xente nun tien oblignciones. -¡Yá! Lo meyor, seique, ye aiair como si nun tuoiéramos conciencia. Pero pa eso hai que aalir.

Neso qu la muyer fixóse nel reló y marmurió daqué de que yera enforma tarde, qu' al otru diahabía madrugar y daqué más que nun fui p' atalantar. Encoyó un pocu les piernes , púnxose de llau ,matólalluz de la so llárnpara, y zarró los güeyos. -Hai que aalir. Yá. Dexar aparcaos el corazón y la cabeza a la hora de facer coses, a la hora de pensar, a la hora de decidir, a la hora d' educar,,...¿Cómo sería eso?- camentaba pa los mios adientros- Vioir dexando que la aida se preocupe de ti ensin que que tu faigas nadn por ella. Quexate cuando aengan tordes, echa-y la culpa al' aire que respires, cagate en too y siguir sentúu hasta que daquien-y ponga remediu al asuntu o esperando que camudenles coses. Llevantéme de 1a cama. Nun yera dormir. Fui

pa la cocina, abríla ventana y prendí un pitu. ¡Hai qu' aprovechar enantes de que prohiban hasta pensar nello! Los del segundu, non los del perru/ tenían el tendal atacaú. de ropa del críu, un anxelÍn de seis meset rubiu, de güeyos verdes y risonderu como é1 solu, aI que nun teníes namás qu'apurri-y los brazos pa que los estirara él col envís de que lu sacaras del cochÍn nel que lu pasiaban los pas.¡Bona xente! Responsable, trabayadora y bonos vecinos.La casa yera de la ma d' é1, una muyer d'un pueblu averáu a la villa. EI rapaz andaba apionando nuna obra. El sueldu nunyera mui p'all{ pero ente un gabiín de los pas d' una y del otru diban tirando. Aguanté un migayín más na ventana. Taba rosando y el frescu de la nueche colábase pa casa/ conque garré'L pitu cuasi acabáuy busqué onde apagalu. A la vera'l bañal taba'l calderu con agua pa fregotiar la cocina. Golía allexíay a pinu. Metí'l pitu nello y tirélu na bolsa la basoria. Llueu quedé un cachín pensatible dándo-y vueltes a les coses. Por firempobiné pa la cama. Esconsoñé cuando sentí a la mio muyer traxinando per casa. Erguíme y aranqué mexar pal bañu como un tiru ¡Dichosa próstata! Nun dexaba a ún tar na cama una hora más. Después, cola bata felpa enroscada al cuerpu, fui pala

cocina a prender el calentador pa duchame. La muyer taba tomando un paparáu de café na ventana, al tiempu que charrando colarapaza

d'embaxo. -¡Ye esti tiempu, mio nena! ¡A saber que cuoño taremos respirando ! Nun pescanciaba 1o que-y contestaba la vecina, xuxuriaba daqué, pero en voztanbaxa que nun algamaba'l sentíu de les pallabres. -¡Anda, nun t' esmolezast- la mio muyer yá acabara'l café y posara'l vasu enriba la repisa la ventana.- Baxo yo agora pa'oer si podemosfaer algo

con ello.- Entós zaruó

y volvióse pa mi.

-¡Probe rapacina! Esta nueche dexó una tendalada ropa del críu y pela mañana tenía una partida d' ella toa manchada y como quemada por daqué. A saber qué echarnn los gobiernos y les ernpreses eses al cielu con toos esos imtentos y mierdes

de'que presumen tanto.- Ésti yera ún dé los sos temes preferíos pa espotricar. Sicasí faíalo de Pascues a Ramos, porque, como dicía siempres, pensar píénsalo una, pero hai coses que val más callar pa nun buscar problemes.

Yo averéme al calentador, abríla bombona y prendílu. De la que me dirixia pal bañu, miré de regüeyu pal calderu de fregar. Faltába-y la mitá. Al echar la mano a la cara entovía me fedía a llexía y pinu de pela nueche. Metíme na ducha. Debaxo l' agoa nun yera pa dexar de pensar que nun podía vivir ensin conciencia, ensin faer casu al corazóny ala cabeza. " iHai que valir!" , y yo nun valía. Namás duchame, fui pal cuartu y vistíme. Falé

n'alto. -Mira oer, cuando

baxes, si tien muncha y te paez, córnpra-y algo pal neñu.- Taba viendo les gotines xurdiendo d'ente los mios deos formando un orpín menudu que cayía penriba la ropa a les tantes de la nueche. Cuando salí pela puerta, ensin almorzar, nun fui pa da-y la caÍaala muyer. -¿Nun almuerces o qué7 Téngote'l cafe estropeada,

preparáu enriba la mesa.

-Non, tómolu en bar de Quicu lliendo'l periódicu. -Y dexéla remungando escontra mi,

escontra'1 café

y escontra' periódicu.

Marché derechu pal parque a sentame solu nun bancu. Enxamás lu fixera. Foi la primer vez que se m' ocr::tría, como 1o de chiscar col agua de fregar, con golor a llexía y a pinu. Nun me venía alacabezanamás qu'una frase, que se repefa y se repetía y se repetía nel celebru hasta que'l dolor qu' entamó peles vidayes fue

baxando per tol cuerpu dexándome baldáu: -¡Qué cabrón yes, flu de puta!


,ifi6ffi;FoRo

Cuatro

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u{¡rrnacíone s talan tes

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más una nota

d. ,{" tonío

Ft" scíndíble Fernando Menéndez

1.

LA POESIA NO

ES

LITERATURA

propósito de Ia poesía de Claudio Rodríguez : "Pienso quelapoesíano

es,

en su aerdadera e intrínseca consistencia, un acto de referencia a la rsida, sino una emanación de la ¡sida. De ello se derirta que la poesía puede ser indiferente al realismo en cuanto a estilo, aunque, en un régimen secundario, no le está

prohibido," (Reoista "Archipiélago";

n'

63)

Como ocurre con la Pintura o con la música, Gamoneda aspira a demostrar la nattxaleza autónoma de la poesía, srt carencia de vínculos con realidades supuestamente de más trascendencia. Imitación o mimesis no son comportamientos propios del poema. Crear y no recrear; producir y no reproducir. Una relación que no renuncie a su independencia. Si 1o propio de la literatura es la ficcióru no así de la poesía; éslaes una realidad por sí misma. Aquí, según Gamoneda, radica una distinción esencial. Y es importante insistir en que se establece una distinción, que no una jerarquía. Hablamos de fisonomías diferentes, no mejores

ni peores. "En la poesía están nuestro sufrimiento y nuestro 8ozo, y ese vínculo entre la poesía y la existencia hace que no sea una ficción. Lo cual no sigrifica que no haya poetas que se quedan en Ia literatura, como tampoco significa que no haya poetas entre los escritores que trabajan en otros géneros." Al no negar la excepción: "poetas que se quedan en Ia literatura"; "poetas entre los escritores que trabajan en otros géneros", Gamoneda evita caer en la tentación de canonizar y aprovecha, de

paso, para advertirnos de que, tal vez, haya poesía más allá o más acá de la poesía. Incluso que haya poesía fuera del soporte escrito. Esta posibilidad nos acerca más a una circunstancia

Antonio Gamoneda y Fernando Menéndez en Grado durante la lectura de poemas del primero.

más propia de actitudes vitales que de oficios interpretativos. Un verdadero poema vive, no interpreta la vida. Y vive, quién sabe, si a pesar del poeta. 2. ESCRIBO DESDE LA MUERTE "Lo que siento

UNA PERSPECTIVA DE

muerte no esté presente en todos. La muerte es tan real como la aida misma, se nos hace necesaria para airsir y no conozco posibilidad alguna de anularla. Esto no es ser pesimista, es que la muerte, desde niño, abrió la puerta y encontró acomodo en mi casa." (diario "La Nuersa Espnña").

es extrañeza de que la


Lo que puede servisto como morbosidad o pesadumbre, se trata únicamente de lucidez. Exceso de conciencia ante una realidad que a Gamoneda se le revela ya muy pronto. En los poemas la épica deja su lugar al énfasis y al patetismo. En el camino del poeta,la muerte va tomando sus propias denominaciones: "Libro del fuio"; "Arden las pérdidas". Pero 1o que transmiten estos libros, lejos de la desesperaciór; es una sererur intensidad; una serenidad intensa. Se puede comprender Ia incomodidad que esto provoca en una sociedad que da la espalda a la muerte; rodeada de eufemismos; sazonada de naturales miedos; esperpento fatal para una comunidad que quiere verse eternamente joven.

"(...) cuando yo tenía dieciocho años, o menos, mis apelaciones a la muerte no eran

totalmente desmotivadas. Mis alimentos terrestres habían tenido mucho que ver con la causa mortal. Fui un chico solo con su madre que vivía diariamente una ausencia: mi padre había fallecido cuando yo aún no tenía un año, y ella, sin saberlo, hacía caer sobre mí el peso de la desaparición. Pero hay más. Yo nací a la conciencia en1936, en un barrio obrero de León. Desde mis balcones podía ver la represión iniciada con la gueffa civil: los preparatorios, el miedo, los gritos de las familias,la sangre en la

calle." (revista "ZtJÍgal": "Con Antonio") DESDE los balcones, sobre el portal osc'uro, yo miraba con el rostro pegado a las barras frías; oculto tras las begonias, espiaba el moaimiento de hombres cenceños. Algunos tenían las mejillas labradas por el grisú, dibujadas con terribles tramas azules, otros cantaban acunando una orfandad oculta. Eran hombres lentos, exasperados por la prohibición y el olor de la muerte.

(Mi madre, con los F

I

ojos muy abiertos,teme-

rosa del crujido de las tarimas bajo sus pies, se acercó

a mi espalda y, con oiolencia silenciosa, me retrajo hacia el interior de las habitaciones. Puso el dedo índice de la mano derecha sobre sus labios y cerró las hoj as del balcón lentamente)

"Lápidas"

3. ESCRIBIR, REESCRIBIR

"Yo Íto puedo respirar un poema con la respiración que teníahace 50 años. Por más quehaya aspectos de calidad formal que me estorban,lo que trato es de encontrar elpounar¡it¡o, actual, respirable hoy por mí, que pudiera estar dentro de los poemas

antiguos" (dinrio "El País"). " Creo que mi reescritura no supone exactamente unaooluntad de corrección, m el sentido de procurar una textualidad más conecta; lo que intento es que el poema se libre de lo que, ahora, entiendo que no es materinpoética. El trabajo se inicia y fundamenta en la eliminación, en la

tnchadura." ("reescritura", Abada Editores)

No experimentar el poema como una nafr,ralezamuerta como unelemento de adomo. El poema es un órgano vivo, sometido a las vicisitudes del üempo y el espacio; de la emoción y la conciencia. En el poeta, los poemas son apéndices de su propia anatomía, intestinos que 1o conducen a 1o desconocido y disciernen entre 1o esencial y 1o accesorio. Reescribir para Gamoneda es librarse del exceso de materia, como a un viajero que, según avartza en su itinerario, le va sobrando equipaje. 4. LA PRINCIPAL RAZÓN DE LA POESIA ES

MUSICAL "(...) el poeta debe, su ejercicio consiste

en

poner de relieoe datos de musicalidad en lo oerbal del discurso(.') yo m el diccionariohe aisto lamúsica. No enlas signifcaciones. De repenteleo dos entradas seguidas o tres sin asociación intelectual o de significado y hay unas relaciones que son musicales, físicas." (en conoersación con lldefonso Rodríguez. "Los solitarios y sus amigos", Ed. Calambur)

Entender la poesía como un género musical, donde ritmo, silencios, fraseos dan verdadero carácter a las palabras escritas. La relación con un poema de construcción más intelectual o emocional resulta más artificiosa y convencional.

De alguna manera, se traiciona Ia nafi;iraleza misma de la poesía que, desde sus orígenes, nace vinculada a la música. La rima, que ha ido perdiendo paulatinamente su incidencia conla proliferación del papel impreso, es un recurso puramente musical al favorecer


^F{giga-FoRo

i

I

onNfoN

memortzación del poema. En momentos de ia Historia en que 1a pesía ejercía su papel de medio de comunicacióry se hacía imprescindible una memoria viva y ágil. Al musicar la información, el conocimiento; las experiencias y sucesos de un pueblo, se permite mejor su recuerdo. "Blues castellano" y "Descripción de la mentira" son, aunque por razones distintas, 1os dos títuios que apuntalan la razón musical de la poesía de Gamoneda. "Descripción de la mentira" presenta un fraseo original, sostenido en movimientos y modulaciones que hacen del libro una especie de sinfonía heterodoxa pero armónica; unjazz sentencioso matizado por 1os silencios. Para el poeta y crítico Miguel Casado "es el libro donde se cristaliza la voz más personal de Gamoneda y el que crea el espacio en que va a desplegarse toda su obra posteÍior." 1a

personaje de ia última novela de Belén Gopegui ("E1lado frío de la almohada") al recordar un poema de Lezama Lima me enseña cuáles, para

mí, el efecto de la escritura de Antonio

Gamoneda: "Ahora ya sabemos que la única certeza se engendra en

lo que nos rebnsñ."

*Este texto de Fernando Menéndez ha sido publicado también en la re'oists electrónica literrLturas.com

En "Blues castelialo" , ulliza las formas explícitas del blues y e1 espiritual. Es el libro de "un hombre pringado, que está enfre los freinta y los cuarenta y que ha hecho una pasión de 1o inmediato." TOCAME un blues. Un biues por faaor. Ninguna otra música Calmami dolor. Langston Hughes ("B1ues")

LA MEMORIA

es

mortal. Algunas tardes,

Billie Holiday pone su rosa enferma en mis oídos. Algunas tardes me sorprendo Lejos de mí,llorando,

("Arden las pérdidas"

)

UNA NOTA PRESCINDIBLE

Al

sobrevolar "Esta luz" (Antonio

Gamone da. -Poesía reunida-1 9 47 -2004. Galaxia

Gutenberg-Círculo de lectores. Epílogo de Miguel Casado) se revuelve en el estómago una especie de vértigo histórico, similar, dicen, ai que sienten los viajeros ante los restos de la Historia. Se tensa el nudo de los intestinos al comprender que en "Esta luz" se escribe la letra de mi educación sentimental. Todo 1o que me ha acompañado y me ha dolido, todo 1o que me ha abrumado y necesitado. El profesor Claudio Guiilén Io denomina "múltiples moradas". Lo cierto es que un libro verdadero se prolonga a través de una extensa reverberación. Así. un

Antonio Gamoneda y Fernando Beltrán en elAula de las Metáforas de Grado


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L" tos y "l Y "raíso

Fernando Beltrán

(

palabras de Eernando Beltrán como presentación al recital de los poetas Ánget González y Adonis en el Aula de las Metáforas el20 de marzo ile 2006 )

one el poeta una mirada, LLÍt latido o un andamio entre sus dedos,y La obra del idioma se desborda de pronto en palabras de harina, o en ladrillos de lluvia o en un viento huracanado de versos corazótt, de versos alma, de versos simplemente que a cada paso intentan, sin conseguirlo nunca, el poema perfecto; esa casa prestada a la que los lectores acuden buscando compañía, abrigo, mano/ techo, armonía o conmoción, agua o pedrisco, batalla o tregua. Esa casa prestada de la que, en todo caso, nunca se sale indemne.

IJn vuelo, amigos, alque se añaden esta

tarde dos nuevas alas inmensas e imprescindibles. Dos alas llamadas Adonis y Ángel González. Un ala que, con tu permiso, Ángel, nos pertenece ya a todos los asturianos, y con la que hemos aprendido a caminar volando, o a volar caminando, que ese es el doble don del vivir o el desvivir poético, y a su lado, Adonis, un ala, un nombre con duende o

Se sabe dónde comienza, pero jamás dónde concluye una metáfora... Esa fue la frase que pronunciamos una y otravez al inaugurar el Aula hasta acabar convirtiéndola en himno y lema de este espacio para la lectura y la imaginación cuya andadura no sabemos aún dónde concluirá, pero que nos está llevando por ahora a través de un recorrido inaudito, mágico, impensable.

Porque aunque sea cierto aquello que dijo el poeta Keats de que no hay nada real que no haya sido antes imaginado,la verdad es que ni siquiera en nuestros sueños más ebrios y encendidos cuando echamos a andar esta sublevación inmóvil, esta palabra sobre palabra que es una biblioteca, pudimos pensar que íbamos a presenciar en tan corto espacio de tiempo un vuelo tan altivo y esenciaf tan impuro también si por impuro entendemos la expresión o Ia explosión en altavoz del artefacto poético, ese que sólo acierta a responder Hoja por ojo a las emociones, agresiones o bondades que le llegan de frente.

Fernando Bettrán, Ánget González

y Adonis en Grado

un rayo que no cesa cuyo resplandor nos llegaba hace ya tiempo a cuantos componemos esta cofradía de iluminados por la sombra más cegadora de todas, la poesía, y a quien ahora y esta luz sí que quema-, tenemos ante nosotros sin quimeras ni metáforas, sin distancia tampoco; Adonis de carne y hueso, o de carne y humo, que es realmente 1o que siempre fueron los grandes poetas, y el que nos acompaña está tarde ha sido designado ya sin duda por los

hados deI destino como uno de ellos.


¿Hojas - FoRo zc

OT.l.N]ÓÑ

Un poeta que viene de Oriente Medio, o decir el otro día en una emisora de radio a la que de inmediato supe errada, despistada, o aI menos extraviada a medias, porque el poeta que hoy se suma a nuestra casa de imágenes nos llega en todo caso de Oriente Entero, porque entera nos trae laluz.Laluz de otraluz,laluz de otra latitud también. LalattLuz eso escuché

que late e ilumina de otra forma para enseñarnos, mostrarnos y demostrarnos de

resultante, el poema, se sostenga luego en pie. En pie de guerra contra la injusticia, contra el desamor, contra e1 tedio, contra las tardes del domingo y los demonios que todos llevamos dentro. En pie de igualdad, en pie de exactitud, en pie de ser humano, en pie de versos.

Un poeta que sabe que la poesía no es sólo la expresión de Ia belleza, como nos enseñaban antes, sino la expresión también de

nuevo que existen

la herida y la

los

sombra, el grito y el

otros, la vida más

accidente. Una

los demás,

allá de nuestra lengua, nuestras

escritura hecha de letras y de sangre, y entre unas y otra el vaso sanguíneo de

pensamientos; la que llamea sin

esta nave a la deriva

costumbres, nuestros

que camina sin

embargo

fronteras, como

embargo tan erguida hacia puerto. Así es la poesía. Y así este poeta que como dice en uno de sus versos

sabemos también

más entrañables,

que las fronteras son una línea sin poesía..., un verso en blanco en todo caso que siempre querríamos dejar

" confia siempre su mano a un niño que tropieza..." y 1o hace además mienkas nos

recordándonos que

la poesía es una

patria

sin

Tres poetas en elAula de las Metáforas

recuerda que el quién, el cómo y el

por qué...son siempre actores

lejos.

Adonis, un

ciudadano

secundarios en la vida, y que el

de1 rumbo, unhombre Momento de la lectura de poemas en la Capilla de Los Dolores protagonista está viaje, un perito en siempre más allá, brújulas reales, pero construidas siempre en más acá, más al fondo también... y a ese sí que papel, porque eligió responder, como decíamos no se 1o lleva el viento. antes, Hoja por Ojo a todas las preguntas que el paso y el peso del mundo pusieron sobre su Como no se llevará esta noche tus mesa. Barcos de papel, aviones de papei, palabras, A1í Amhad Said Esber, Adonis, nacido bicicletas de papel, fuegos también y escalofríos un 1 de enero de 1930, y nacido también en de papel. Un hombre que sabe que si alguna Grado, Asturias, un 20 de marzo del año 2006, obligación tiene el poeta es la de empezar la porque el poeta nace de nuevo sin duda cada casa por el tejado y conseguir que e1 edificio vez que pronuncia en alto sus versos.


^Hoias,,FoRo

zi

Leo en alto mis versos sóIo para

entre cuchara y cuchillo, como quien no ha roto

defenderlos..., decía Federico Garcia Lorca, el poeta que visitó Grado con su barraca hace ahora 75 años, y que decía también que "Poesía no es una palabra poética, sino una palabra a tiempo". Y si de Palabra a tiempo hablamos, qué mejor invitado podríamos tener esta tarde en el Aula de las Metáforas que Ángel Gonzélez. Y hago muy mal en lIamarle invitado/ porque uno no debe nunca invitar a entrar en una casa a quien consideras es dueño también de ella. Porque esta es tu casa..., Ángel, 1o fue desde el primer día, en el que ya acariciábamos con ilusión el momento que vinieras a hacerte uno más entre todos nosotros, y 1o es en 1o más íntimo y personal también desde el día en el que a un niño -que comenzó a ser o a querer ser poeta mirando caer la lluvia desde un balcón frente a la estación del Norte de Oviedo-, le enseñaste el carbón que mueve la máquina del verso y los rafes que conducenhasta ese cegador

nunca un plato mientras verso a verso va haciendo ttizas la vajilla completa.

y ya incurable choque de trenes llamado poesía..., elvértigo, el túne1o el resplandor más

nuestro.

Palabra a tiempo, decia Federico, y Palabra a tiempo nos trae esta tarde un poeta cuya mayor virtud -cuyo mayor condena también- es la de haber sido siempre contemporáneo de sí mismo y de su propio época, algo que no es tan sencillo como parece. Contemporáneo de sí mismo desde la herida, y

contemporáneo de sí mismo desde la lenta cicatrización de esas heridas; desde la coexistencia en sus versos de un volver Ia mirada sin dejar por ello runca de caminar hacia delante, de poner los dedos en todas y cada una de ias llagas que nos salen al encuentro, pero los dedos de una sola mano, dejando la otra libre para ir siempre cogido al amor,la esperanza, elron de

medianoche, la canción de madrugada o los amigos de toda la vida; un poeta que nos pone la carne de gallina y el alma como un gallo de pelea, a veces; mas siempre a media voz, entre serio y sontisa, entre dicho y no dicho, entre ser y no ser, entre ser y no dejar nunca de ser...,

Ánget González escribe en el Libro de Firmas de la Biblioteca

Ángel González, nuestro Ángel de la Guarda, nuestro Ángel Caído, nuestro Ángel Bueno, nuestro Ángel a secas. Un ser humano, al fin y al cabo, al que siempre he intuido... huyendo de un suelo que no gusta y camino de una altura que no quiere; buscando, como todos, imagino, un lugar en el mundo donde protegerse del frío, del miedo, dela edad, de las dudas; de todas las olas,los amores,los peces,los eclipses,

las canciones, los contagios del mundo. Un ser que cumple cabalmente aquel verso de Adonis que invitaba a los poetas a mezclar siempre la tos con el paraíso. La tos de los lunes, por ejemplo, y el paraíso sin embargo de poder escucharos a ambos esta noche en este apartado y amado rincón del mapa, convertido hoy por vuestra culpa, en el verdadero corazón y latido del mundo.

Muchas gracias.


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N4USICA

sid ade s e n torno a un genio losé Luis Riesgo

urante el presente año 2006, al celebrarse el doscientos cincuenta aniversario del nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, muchas serán las noticias que leeremos y escucharemos en torno a la figura de este gran genio de la música, y seguramente 1o que nos presenten sean sus grandes dotes musicales, sus maravillosas creaciones y sus éxitos como artista. Pero, como toda persona, su vida tiene cosas curiosas, anécdotas, vicios, etc., y es de alguna de estas cosas de ias que me gustaría informar al lector. Mozart, nacido en Salzburgo el día 27 de Enero de1756, fue bautizado a1día siguiente de su nacimiento con los nombres de Johannes Chrysostomus Wolfgang Theophilus. Los dos primeros nunca los utilizó y Theophilus lo transformó en Gottlieb, que era su equivalente alemán, aunque más tarde 1o cambió por la traducción latina Amadeus. Después de estos cambios, en todo el orbe se le conoce por Wolfgang Amadeus Mozart.

Su padre, Leopol Mozart, era un estudioso de la música, violinista y compositor que llegó a ostentar el cargo de Compositor de Corte en la Cámara del Arzobispo de Salzburgo, pero cuando se percató de las dotes musicales de su hijo Wolfgang y de su hermana Nannerl,

abandonó su trabajo para dedicarse

exclusivamente a la educación de sus hijos. Cuando Wolfgang tenía cinco años, demostraba una gran fluidez ett la lectura musical y una capacidad inimaginable para la asimilación del lenguaje musical, dominaba perfectamente el clavecín, tocaba el violín y reconocía 1os sonidos sin ninguna dificultad. Fue también a esta edad cuando compuso su primera obra " Minuetto :,Trto", aunque parece ser que en esta cornposición tuvo algo que ver la mano de su padre. En Setiembre de 7767, fue presentado por primera vez en público, en un concierto organizado por la Universidad de Salzburgo. Músicos experimentados de 1a Corte que

participaron en el concierto quedaron asombrados al comprobar su gran capacidad para improvisar, su precisión de sonido, su fluidez de lectura musical a primera vista y sus dotes instrumentales, que superaban ya las de los músicos experimentados. En Diciembre del mismo año, inicia una serie de viajes acompañado de su padre y de su hermana Nannerl por diferentes ciudades de Europa con el fin de mostrar al mundo las

cualidades musicales de sus hijos. Muchos autores opinan que su padre Leopold trató de sacar un buen rendimiento económico a costa de sus hijos a 1os cuales se había dedicado. Cuando visitaban las diferentes ciudades, Leopold se encargaba de hacerles publicidad en una serie de anuncios que hacía distribuir

por toda la ciudad y en los que prometía atracciones como " La niña interpretará difíciles piezas de célebres autores. El niño ejecutará un concierto para violín y además acompañará al piano algunas sinfonías. Se cubrirá con un paño el teclado y tocará con la misma perfección que si tuviera las teclas delante de sus ojos. Además reconocerá a distancia y sin ningún error todos los sonidos que se le presenten, ya solos o en acordes, al piano o en cualquier instrumento imaginable: campanas, vasos, carillones, etc. Por último improvisará libremente al piano o

al órgano, a fin de demostrar que también domina este instrumento, que se toca totalmente diferente ai piano". Estos eran los carteles con que su padre presentaba las actuaciones de sus hijos. Durante varios años Leopold viajó con sus hijos intentando introducirlos en los

ambientes más infiuyentes de Europa. Consiguió su objetivo y el 13 de Octubre de 1762llegó a presentarles en una velada musical ceiebrada en el Palacio Real de Viena. Se cuenta que en una de estas actuaciones estaba presente Francisco I de Lorena, esposo de la emperatriz de Austria y gran aficionado a la música;y tras finalizar el niño una de las actuacionesr comentó


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I

;H6iA'a',FoRo 21 que no tenía mérito tocar mirando e1 teclado. Irrstantáneamente Mozartle demoskó que podía hacerlo sin mirar, pero el Archiduque insistió y le dijo que no era ningunaproeza tocar con todos los dedos de la mano, y desafió al pequeño para que usando un solo dedo de cada mano, la pieza sonase bien; el niño aceptó el reto y, como solía ocurrir salió victorioso. En el año 1763, visitó la ciudad de Waseburgo y le llevaron a ver un fastuoso órgano que había en la iglesia; nada más verlo, 1o intentó tocar, pero por la altura del asiento y su corta talla no llegaba a los pedales. Así que

apartó eI asiento y comenzó a tocar de pie saltando sobre estos como si 1o hubiera estado practicando durante largo tiempo. Anécdotas de este tipo se pueden contar muchas a 1o largo de la vida de este genio, pero resultaría un poco monótono, así pues/ vamos a contar algo de su vida amorosa y de su enigmática muerte. En uno de sus viajes conoció a la familia Weber; una de sus hijas llamada Aloysia apuntaba buenas dotes como cantante a sus dieciséis años y fue de ella de quien Wolfgang

muchos médicos y autores literarios especularan sobre muy diferentes posibilidades alrededor de su fallecimiento. Resulta casi imposible determinar elmal que causó la muerte del genio, no obstante se

plantean muy variadas hipótesis, aunque la ciencia no cuenta con ningún tipo de tejido ni

resto biológico perteneciente a }lIozart. Lo que sí parece que se descarta totalmente es el envenenamiento por parte de Salieri, su gran contrincante durante casi toda su vida. Se sabe por fuentes de la época que antes de los diez años padeció una infección aguda de garganta que derivó en otros males, como

fiebre reumática, enfermedad de hígado, infección renal, triquinosis, dolor

de articulaciones. Algunos médicos coinciden en afirmar que padeció el sÍndrome de Tourette,

enfermedad de movimientos

involuntarios, repetición de sílabas y escritos salpicados de coprografía. Los neurólogos parecen estar de acuerdo en que

pudo padecer un proceso

degenerativo de 1as funciones de los núcleos basales de1 cerebro.

Por otra parte, la sífilis, muy

frecuente en la Europa del siglo se enamoró, pero la inesperada XV[I, pudo ser otra de las causas muerte de su madre,que era que provocaran su muerte/ pues en este quien le acompañaba los casos eran tratados con viaje,hizo que a petición de su sangrías y sales de mercurio. Este regresara a Salzburgo. padre tratamiento hizo que empeorara En la distancia, Aloysia su salud y poco tiempo antes de se fue olvidando de é1y se casó u stración : U I i se s Lafu nte Ra mo s morir, reunido con sus amigos en con un tenor que adquiríafmna Au Serpent D'Argent, pierde el la taberna en aquellos momentos. conocimiento, según relata su cuñada Sophie En otro viaje, se hospedó durante unos IrJ.ábil, entra en un estado de coma y muere el una días en la casa de los Webér, entablando gran amistad con Constantza, otra de sus día 5 de Diciembre de1791,. Deja escritas 626 obras, según consta en hijas,un año menor que Aloysia y fue con quien la relación de su creación, establecida por acabó casándose un 4 de Agosto de1782, enla Ludwig Ritter von Kóchel en su "Catálogo Catedral de San Sthephen. Cronológico y Temático de Ia Obra de Wolfgang La muerte sorprende a este gran genio joven, Amadeus ,l;4'ozart". Este catálogo se conoce con tan sólo treinta y cinco siendo aún muy las abreviaturas KV ( Kóchel Verzeichnis) o años, y en torno a este acontecimiento se ha simplemente K ( Kóchel ). Comienza con la K . vertido mucha tinta, pues el confusionismo, las L- " Minuetto y Ttio" y termina con la K .-626causas, el desconocimiento de su tumba y el no "Réquiem" (inacabado). haberse encontrado nunca sus restos, hizo que II

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"FoRo

rKOsA TOLTICA

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AUTOFSIA A- 61 - (Ouí" áo- L" Lspína) Chuki

legó con zapatos de plataforma. La primera vez que la vi se estiraba indolente, flanqueada por gatos muertos. Contamos más de ocho en diez minutos. ..1,2,3,4, no sé cuántos... más de ocho gatos muertos. Por suerte ya no nos asustan los malos augurios, ni nos dejamos

mucho más que cientos, miles, millones de coches a toda hostia de ciudad en ciudad atropellando pueblos. TODO LO QUE

SE

MÁs nÁplno Y MÁs

MUEVE PUEDE IR RECTo. Ése es el

principio.

llevar por falsas señales sobre la piel del mundo,

El ave que era un pájaro

ni valoramos cada vida

como un tesoro, ni

es

existe presagio alguno

cuyos precios surcan el

que ponga freno a esta

cielo. La electricidad viaja en líneas de alta tensión, como los hombres,

huida hacia el futuro. Está claro, los gatos a s i m i 1a n perfectamente la idea de progreso, no como

el hambre, Ia prisa

-alta velocidad, vidas a ras de miedo.

otros. G

§)

o

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A mí me llevó un tiempo, lo admito, pero al final lo entendí. Una cosa es una cosa y una idea es una idea,

una autopista para trenes

s

Los trasvases son

U)

.o

autopistas donde el agua corre por un tubo,

o ,

l§ U)

las putas autopistas hacia el

así de simple. Están las

sexo/

autopistas y está la Idea de Autopista.

válida hasta el éxito...

Cuando ves una autopista de coches, como las

de toda Ia muerte, una de esas que a veces atraviesan tu barrio de parte a parte como una espada, no captas del todo el concepto, pero después te vas dando cuenta. Una autopsia es

La idea de autopista, llevada hasta el extremo, es el camino más rápido hacia la muerte. Los gatos modernos son gatos muertos.


-l r*HoiAB ¿¡FoRo z5

FOL5fq I, rdto l_xo Fernsndo Casita

bardial ribereño entre moras y claveles

uelo ser objeto de muchas y cariñosas invitaciones que no se corresponden con mi realidad cultural. Siempre Ia amistad acaba venciendo mi natural resistencia, y después de aceptado el compromiso, me encuentro con que éste excede mis atribuciones.

asilvestrados.

En esta ocasión es Gustavo el de la Biblioteca -sobrín de Miro el de la Quica- quien me solicita un originai para publicar en una revista literaria de inminente aparición. Con los títulos reseñados y el afecto que profeso a su familia, me es difícil no coffesponder. Pues si además, alguien, sin verificación alguna, en algún sitio, -cariñosamente, quiero pensarlanzó la especie de que el que suscribe era un maravilloso poeta, ... ya 1o tengo claro: he de complacer. No 1o haré, no obstante, sin antes efectuar un aviso pertinente: sepa el lector que ha de rebajar el concepto de poeta al de versificador. En este rango artesanal procuro poner todo el sentimiento, más aún si se refiere al terruño que me vio nacer. Ya está todo dicho, 1o que os quería decir, antes de dedicaros e1 soneto que se reproduce abajo. Como además de lírico apunta elementos descripüvos, os invito a leerlo con la misma aplicación con que yo 1o viví, mientras recorría el concejo unas veces con Oscarín el de la Botica y otras con Plácido e1 de Comisiones, en el verano de1,987.

En la vecina localidad de Colloto frecuenté en mis correrías juveniles una sidrería regentada por un singular personaje que daba su nombre al negocio: Ximielga. En las paredes del chigre lucían diversos animales disecados. Bajo uno de ellos rezaba'. - Toi cansáu de decir que ye una nutria.

En mi caso informo a la inversa, consiguiendo no más que cultivar oídos sordos. Aunque jure en arameo sobre la Pasión de Gibson que no soy poeta, presentador, crítico, prologuista, pregonero, ni siquiera amanuense -dada mi condición de ágrafo, (o cuasi)- llueven

sobre mi desvalimiento peticiones tradicionalmente dirigidas a personas

pertenecientes a1 estamento intelectual. Tentado estoy a veces de asegurar que soy esa llóndriga disecada, jubilada, fosilizada, que vegeta en un

L"mín aría Fernando Casita ME PRECUNTAN MERCEDES Y CONCHITA SI ESCRIBO ALGÚN POEMA EN VACACIONES. SIENDO GRAO TAN AMABLE EN EXCURSIONES PREFIERO A LA ESCRITURA, LA VISITA. NO HAY FECHA EN QUE NO TENGA YO UNA CITA, POR SENDEROS TRANSIDOS DE EMOCIONES, CON LÚCIDOS Y EXPERTOS CICERONES QUE ME ENSEÑEN LA ENTRAÑA NO DESCRITA. DISCURRIENDO ENTRE VALLES Y MONTAÑAS ME ARROBO ANTE EL HECHIZODEL PAISAJE; DE FUENTES RUMOROSAS SOY CAUTIVO. ARRÓPANME EN EL ÉXTASIS LAS XANAS SOÑANDO QUE DESPIERTA EL PAISANAJE. ESTANDO EN ORACIÓN, YO NUNCA ESCRIBO.


.i,6

| 999 Fetuando Fernández

El abuelo ha llegado alacita, deshojada la flor de mil pétalos de estar aquí. Si sonríe, fosforecen sus ojillos de párpados hollados,

igual que si mostrara, intacta la hostia, una custodia de plata devastada. Nada sería sin la abuela -hormiguita en la cuesta del Señor de las Maravillas-, nada sino un paño empapado de llanto y de saliva. Con un suéter echado por la espalda, el abuelo golpea la sonaja de la cuchara sopera contra el plato del dulce de manzana.

¿Distinguirá en sus hijas los rasgos de familia ,l,a caid,ade un párpad,o, el perfil aquilino en un rostro todavía sin ajar? Imposible mondar esta naranja de gajos desecados, sin hojas ni semillas, interpretar un jeroglifo en este alud difuso.

A elIo alude con ceño manifiesto, imposibilitado por las piedras en las bolsas de su saco viejo, por su marcha de pasos cenagosos. ¿No hay sol allende el mar de la existencia? ¿Ni aun cuando amanece en el quebranto recordado?

¿Ni siquiera si alumbran las heridas? La colmena parece que 1o dice, el trago fresco en la garganta y el alivio que da el llanto

y todavía resuena en la palabra "páramo". Su gorra y su bastón, sus lentes y unos santos contra el pecho son la suma de su posesión al meridión del sábado.

Y una flor sucia donde esta mañana había un pañuelo.


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r-HoiA8 ¿/FoRo-zZ

Y"ísaiJ "u con {ig"ras Bijou

entro de la mente, oscurantismo absoluto. A través del espejo, imágenes reales distorsionadas. Lleno total y absoluto dentro del habitáculo privado. Esferas luminosas crepitan presurosas por las lomas.

Antes y después del lado salvaje de la buena vida. Cuentas y cuentos para adultos, salpicados de inocencia. La idiosincrasia de los últimos mohicanos pide paso por cada rincón de la gran ciudad.

Extraños en la noche cantan a través del hilo musical. Dominios contenidos pretenden acelerar el paso de la Navidad. Dime con quién andas y te diré quién eres. Perdidos con la nueva generación del tweed y el rock and ro11. Anchuras promiscuas derivan a un cieno interestelar cargado de energía positiva. Casi nebulosa, cierta y sosegada, levita en el in-finito de las dicotomías certeras. Parad y pensad en la redondez de la luna hecha jirones de esperma invisible e incandescente. Nunca 1o eterno había sido tan corto. Datos, hechos e intenciones se unen para formar un todo universal. Ríndete ante la evidencia y valora el juicio acertado y ajeno de la providencia moralista. No vayas contracorriente por temor a represalias destructivas que chocan con las mentes pensantes más ambiguas. Sírvete de las últimas acciones extrañas y compara los hechos ficticios con 1os reales. ¿Dónde y cuándo actuar? Só1o tu sexto sentido te 1o dicta a través de tu propia imagen proyectada en doce fases. No insistas. El tesón absoluto vence a la desidia más recalcitrante. Cuenta hasta tres, respira hondo y no sigas por ios caminos eternos de la reacción equivocada. Dame simplemente otra oportunidad para poder encontrar el elixir de Ia verdad y cambiar de registro. No tengas miedo. Puedes abrir tu corazíny después de pensar la respuesta, dame la esperanza que, dormida, anidó en el lado oscuro de Ia luna.


roLsiA

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T. lo uolu" ré a.*ylírn, Fernando Flórez A Borges, al maestro.

Te lo volveré a explicar como en las otras vidas que no puedes recordar.

Como en ei atardecer de bronce y fuego sobre una torre escalonada de adobe a orillas del Éufrates tinto en sangre derramada por 1a espada de Sargón Éramos dos sacerdotes sutnerios y entonces te lo expliqué.

Como en la lumlnosa jornada en Judea sentados junto a las aguas de1 Jordán cuando el profeta que comía langostas sumergió en el río al hijo del carpintero Éramos dos espías de Herodes y también te lo expliqué.

Como aquel 1,2 de octubre de 1,492 en la cala oculta de una tierra ignota

!id"u $ecretas Pauline Elise Plücker Vidas secretas, Entre dos tapas. Sus susurros me envuelven. Doy aliento y 1o recibo.

Vivo de ellas y eIlas viven de mí, Las palabras de otros hombres,

Muertos y vivos, Olrridados y anhelados. Las como y las bebo, Corren por mis venas, Un hilo; negro sobre blanco. Cada una, una vida. Realidad o ficción; ¿Dónde está la diferencia? Cuando mueren, yo me muero. Cuando lloran, lloro yo. Odio y amor/ Amor desesperado Por mis vidas secretas.

donde el Almirante hincó la Cruz y el mundo unánime guardó silencio Éramos dos indígenas emboscados y una aez más te lo expliqué.

Como ahora en este preciso instante en la urgencia del efímero presente entre la nada y la inabarcable noche fugaz prisionera del cóncavo universo Somos dos nómndas sin espacio ni tiempo y te lo ztolaeré a explicar, como tantas otras 7)eces, eternamente:

Afuera no existen otros mundos, están dentro: están dentro de tu cabeza, en tu mente que los modela

con el caótico barro de 1os sueños.

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Carlos Granda Busto

Carta ganadora del primer Certamen de Cartas de Amor San Valentíry que organizaEl Foro de Creación y Lectura de la Biblioteca de Grado y la Asociación Cultural "Valentín Andrés". e escribo porque no estás, es obvio.

Te escribo porque es opio eI papel y llama Ia pluma que enciende estas letras con que

trato de aliviar mi soledad. La vida en Roma es muy diferente a la de ahí, pero ya sabes, para mí 1o más extraño es siempre vivir en mí, aquí o allí. No te describiré mis días para no descubrir que son noches. Aunque lleve aquí poco tiempo los cambios que -¿Cuánto? ¿7 meses? ¿Tres semanas? ¿Una eternidad? ¿Una nada? - son tantos ya no me reconozco er'tel espejo del pasado -¿te quise o te quiero? ¿Grao? ¿Roma? ¿Grao? ¿el pasado o el presente? ¿el verano o el Infierno? - . Aunque a los relojes les parezca poco tiempo, yo he tomado ya algunas determinaciones importantes para mí, no para los relojes, que te quiero contar. La primera, OLVIDARTE. No es posible el amor en la distancia.

La segund a, abandonar la poesía. Es una actividad sin sentido hoy en dia, una pérdida de tiempo, una cárcel de palabras, mentiras que suenan bien, un vertedero, una escombrera,1J11a montaña de miedos, una casa enruinas pintada de colores sólo para ti... Por eso he decidido dedicarme a un oficio con futuro: la CIENCIA. Por supuesto que no estoy dispuesto a devanarme los sesos estudiando la reproducción esporádica de los radicales-libres, ni el hipotético origen de la superioridad del Homo-aparentis sobre el Dudantis-hominidus, NO. Me dedicaré al estudio de algo importante, humano y alavez científico, resolveré enigmas milenarios con nuevas técnicas objetivas, le aplicaré el método a todos los antiguos misterios y para ello he empezado con el mayor de todos. El beso. Te envío mi 1u TEORIA, Categorial y Definitiva, porque tú fuiste la clave para mis descubrimientos y el experimento mismo del cuai obtuve todas las premisas que ahora conforman esta teoría. Te incluiré en los agradecimientos de1libro, si se publica algún día,pero quería también que fueses tú la primera en ver resuelto este, hasta ahora, gran enigma para la humanidad: EL BESO.

Adiós, Amor, aquí tienes mi úitima carta, mi primera teoría, y mi beso definitivo, TEORÍA BESO A BESO CAPÍTULO 1, (DEFINICIÓN. Un beso

cAPÍruLo

es

un escalofrío que da calor.

2. (EL ESPACTO). Cada beso es un mundo

y sin embargo cabe en elleve roce de los iabios.


cAPÍruLo

3. (EL TTEMPO). Tus besos dividen en dos el tiempo. Hay un antes pero desaparece. Existe un después pero no importa. CAPÍruLO 4. (Indicios) Resulta sencillo comprobar la presencia o cercanía de tus besbs: No hay nubes en el cielo. La Luna está llena de deseó. Quedan restos de estrellas en los labios.

CA'ÍTULO

5.

(LA ELECTRICIDAD)

CAPÍTULO 6. (GÉNESrs)

Tus besos tienen una carga posiüva que entra por la lengua viaja en la saliva Y enciende cada poro de mi piel. Tus besos son un Big-Bang:

CAPÍTULO 7. (Axioma) CAPÍTULO 8. (Axioma)

cAPÍruLO

Explotan, se expanleo inventan un nuevo mundo. Cada nuevo beso es infinitamente más intenso.

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Besarte es reinventar el beso a cada instante. 9 (EL MTLAGRO). Tus besos permiten ver con los ojos cerrados

sentir fuerá del tiempo apretar en un puño el silencio exprimir cada instante hasta sacarle el jugo. CAPÍTULO 10 (Proporcionesf El miedo es inversamente proporcional alnúmero diario de besos. CAPÍTULO 11. (Cálculo aprox.) Tus besos dividen por dos el tiemoo pero multiplican pbr mil las sensationes es - --^"á¿ -- decir, aveVque nos besamos 1q0^0 el mundo se hace 0(ó

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CAPÍTULO 12.

cAPÍruLo

¡

quinientas veces rnás grande.

Tus besos tienen una Corteza formada con leves roces, un Manto de aliento divisible en dos labios, y un Núcleo un centro ardiente hecho deluz en los oscuro lasciva ternura humedal donde nace el mundo 13. (CONCLUSTÓN) Si el mundo se desintegrase

y túyano existieses Y Yo tamPfl?.ru.io

suspendidos quedarían nuestros besos.

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Ulises Lafuente Ramos


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