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Las redes sociales digitales como herramientas de marketing Cómo son los nuevos emprendedores Las inversiones socialmente responsables crecen en Bolsa Mitos y realidades de la alimentación sostenible El turismo verde, una apuesta de futuro
Niño Becerra “El nuevo manual económico se está escribiendo ahora” Serra Ramoneda “¿Existe una auténtica alternativa al petróleo?”
Sostenibilidad Más que un reto económico
SUMARIO 14 ALIMENTACIÓN
Mitos y realidades de la alimentación sostenible Por José Ignacio Arranz Una aproximación a la cadena agroalimentaria desde los tres puntos de vista necesarios: el medioambiental, el económico y el social.
6 DOSSIER
20 BOLSA
Inversiones socialmente responsables Por José M.ª Prats Esteve Para un creciente número de inversores, la rentabilidad financiera es importante, pero también colaborar en beneficio de todos.
26 TENDENCIAS
El turismo que viene Por Oriol Miralbell i Izard En el camino hacia un turismo sostenible conviene mejorar aspectos como la movilidad, el ahorro energético y la planificación.
30 UNIÓN EUROPEA
Apuestas por la sostenibilidad en la UE Por Lluís González Vaqué ¿Qué dice la UE en materia de recursos naturales, empresas sostenibles, producción de residuos o innovación?
4 EDITORIAL
La gran contradicción Ya no es válido mirar a corto plazo. La economía está llena de ejemplos en los que los recursos se agotan.
36 ENTREVISTA
Santiago Niño Becerra Radical en sus planteamientos, el autor del libro El crash de 2010 habla de crisis sistémica, pero dice: “Sacaremos un nuevo modelo sustentado en la coordinación y en la eficiencia.”
Desarrollo sostenible
Por Gabriel Ferraté ¿Qué significa asumir como objetivo político el desarrollo sostenible? La economía catalana ante el reto.
34 TRIBUNA Tras el desastre del golfo de México
66 EL MIRADOR
Por A. Serra Ramoneda “La pregunta del millón es si existe una auténtica alternativa al petróleo como fuente energética.”
40 SECTORES
48 MARKETING
Hemos bajado a Segunda División Por Antonio Franco “Estoy seguro de que en Segunda se vive de una forma aceptable.”
Una política industrial necesaria Por Joaquín Trigo Portela Las políticas de estímulo a la industria deben priorizar a las empresas que funcionan y compiten, según el autor.
44 EMPRESAS
Los nuevos emprendedores Por Yancy Vaillant La crisis económica parece haber tenido repercusiones sobre la calidad de las empresas creadas.
54 EXPORTACIÓN
Cruzar fronteras Por Ángel Ranedo La exportación parece estar dando signos positivos nada desdeñables en la situación actual.
58 LIDERAZGO
Las escuelas de negocio y la crisis Por Gabriel Izard ¿Qué enseñanzas derivadas de la crisis llegan a los futuros gestores económicos?
62 FINANZAS
La falta de créditos bancarios Por Josep Torres Prunyonosa Reflexiones en torno a esta nueva realidad que aporta tanto efectos negativos como positivos.
65 BIBLIOTECA EMPRESARIAL
Las redes sociales digitales
Por Felipe Uribe S. Muchas empresas aprovechan las redes sociales de Internet para fortalecer sus estrategias de venta.
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Director Gabriel Izard Director Ejecutivo Francesc Álvarez Consejo asesor Juan José de Abaitua – Valentín Bascuñana García – José Cercós – José Jané Solá – Francisco Mas Sardá Casanelles – Adrián Piera – José Juan Pintó – Javier Ribó Massó Redacción José Ignacio Arranz Gabriel Ferraté Antonio Franco Lluís González Vaqué Oriol Miralbell i Izard José M.ª Prats Esteve Ángel Ranedo A. Serra Ramoneda Josep Torres Prunyonosa Joaquín Trigo Portela Felipe Uribe S. Yancy Vaillant Edición Edicions Publicanova, S.L. B-63667174 Producción Servicios Gráficos Colmar, S.L. B-08581902 Director gerente Francisco Carrillo Directora de administración Mery Carrillo Director de producción Oscar Gil Coordinador de distribución José Mª González Diseño y maquetación Ricardo Sánchez Muñoz Fotografía Enric Fabre Archivo C.E. Corrección Irene Serra Redacción y administración C/ Pau Casals, 36, local 2b 08173 Sant Cugat del Vallés Barcelona Tel. 93 675 04 54 Fax 93 396 95 63 www.catalunyaeconomica.com redaccion@catalunyaeconomica.com Publicidad Vilma E. Rivera Suscripciones 93 675 04 54 / 93 673 04 80 D. L.: B-14938-95 Cataluña Económica no comparte necesariamente las opiniones expresadas en los artículos firmados por sus colaboradores. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización por escrito del editor.
Sostenibilidad, a pesar de la crisis Gabriel Izard / Director
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l avance de las sociedades nos ha conducido a lo que podemos bautizar como la “gran contradicción” del Estado del bienestar: el agotamiento de los recursos amenaza los niveles alcanzados por este avance. La responsabilidad y control de esta amenaza se reparten de la misma forma que se reparte la responsabilidad del avance social (entre instituciones, empresas, individuos…), nadie escapa de ello. Datos de un reciente estudio sobre la responsabilidad medioambiental realizado por TNS para la compañía de seguros ACE Europe entre más de 750 empresas españolas indican que el 90% demuestran una elevada preocupación por el medio ambiente y el 62% consideran prioritario el cumplimiento de la normativa medioambiental. En Naciones Unidas se habla de los ocho objetivos para el desarrollo del milenio redactados por los líderes políticos hace diez años: erradicación del hambre y la pobreza, educación universal, igualdad entre los géneros, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el sida, sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial. Amparándose en la crisis económica, la visión a corto plazo de los dirigentes del planeta sirve para argumentar los notables retrasos que imposibilitarán prácticamente ya su cumplimiento en el 2015. Pero ya no es válido mirar a corto plazo solamente. La economía está llena de ejemplos y situaciones en los que los recursos se agotan. En la facultad nos enseñaban que la economía es la ciencia que estudia la gestión de los recursos escasos. Si los recursos escasos son la antesala de su agotamiento, ¿cómo deberíamos llamar la ciencia que lo estudia? ¿Se agotan los recursos económicos, los recursos sociales, los recursos medioambientales? De eso trata la sostenibilidad. En este número 503 de Cataluña económica tenemos varias miradas a la sostenibilidad: la financiera, la institucional, la sectorial… Pero hemos querido también tratar temas de gestión empresarial importantes, como la sección que arrancamos con intención de continuidad sobre la actividad emprendedora o el interesante artículo sobre el marketing y las redes sociales. Ya estamos pensando en el próximo número, nuestro último ejemplar del año, con una invitación, estimado lector, a que nos tomemos en serio el trasfondo de la sostenibilidad, como individuos en cualquiera de las labores que podamos desarrollar, en nuestras decisiones, en nuestra actividad profesional. Pero sobre todo como habitantes del planeta.
El agua. La razón de ser de Agbar. Un grupo de más de 140 empresas líderes que tienen un único objetivo: el agua de mejor calidad y la más saludable para la vida de las personas. O, como nos gusta decir en Agbar, el agua más sólida.
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DOSSIER
Desarrollo sostenible La economía catalana ante el reto
¿Qué significa asumir como objetivo político el desarrollo sostenible? ¿En qué ámbitos se debe actuar? ¿Qué es lo que se debe cambiar del rumbo actual para hacer frente a los retos que plantea la sostenibilidad a nivel de país? ¿Cuál es el papel de la economía en todo esto? Es evidente que se nos plantean muchas cuestiones sobre las que debemos meditar. Gabriel Ferraté / Presidente del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible de Cataluña (CADS)
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o hay duda de que en el mundo de hoy en día el desarrollo sostenible ya no es un concepto nuevo y desconocido, sino que, por el contrario, se ha convertido en uno de los argumentos clave a los que se hace referencia en cualquier reflexión de futuro. Y esto es cierto tanto en el ámbito político como en el empresarial. Ya está lejos el tiempo en que hablar de medio ambiente o sostenibilidad era visto como un freno al crecimiento de una empresa o al desarrollo económico del conjunto del país. Ahora sabemos –y esta crisis actual lo hace más evidente– que el desarrollo debe ser sostenible desde un punto de vista ambiental, social y económico. El enfoque contrario es “Pan para hoy y hambre para mañana”, por lo que no conviene a nadie. Así, el desarrollo sostenible –a través de temas como el cambio climático o la producción limpia– ha pasado en relativamente pocos años de ser una cuestión marginal propia del pensamiento ecologista a convertirse en tema central en la política y en el mundo empresarial, así como en un generador de oportunidades para las empresas que entiendan más y mejor la necesidad de cambios y sepan posicionarse como líderes de los sectores económicos de futuro. El desarrollo sostenible pone de manifiesto la necesidad de tener en cuenta los límites en los recursos naturales del
Actuar para mitigar el cambio climático no es solo una cuestión de costes económicos, sino de responsabilidad: los países del Norte son responsables de la mayor parte de las emisiones de gases con efecto invernadero.
planeta, la solidaridad intergeneracional, la equidad social en la distribución de los recursos, la visión a largo plazo y la conservación de los ecosistemas que nos garantizan las condiciones para mantener la vida en la Tierra, entre otros aspectos. Alcanzar el desarrollo sostenible –“asegurar que se satisfacen las necesidades del presente sin comprometer la capaci-
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dad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”, tal como propuso el llamado Informe Brundtland de 1987– es tal vez un objetivo inalcanzable, pero es seguramente tarea de la Política –con mayúsculas– la utopía de intentarlo. Es evidente, sin embargo, que la economía tiene mucho que ver en este objetivo. En este artículo presentamos algunos de los
Nadie invierte tanto en pasar desapercibido. En Iberia nos hemos comprometido a desarrollar una tarea constante de ayuda a la protección y conservación de los entornos naturales para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Por eso, en los últimos años hemos reducido considerablemente el consumo específico de combustible y las emisiones de CO2, y todos nuestros aviones cumplen con los estándares vigentes de ruido según la Organización de Aviación Civil Internacional. Además, aseguramos la correcta gestión de las aguas, residuos y vertidos. Todo, para que nuestro trabajo esté en armonía con el medio ambiente.
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iberia.com
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principales retos de Cataluña desde el punto de vista del desarrollo sostenible, centrándonos en los aspectos económicos y basándonos en el trabajo del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible (CADS). El CADS es un organismo independiente –adscrito administrativamente al Departamento de la Vicepresidencia de la Generalitat de Cataluña– que tiene como misión asesorar al Gobierno en todas las políticas que tienen que ver con el desarrollo sostenible. Está formado por quince expertos de reconocido prestigio y provenientes de distintos ámbitos: empresarial, académico, administración, ONG, etc. Sus funciones son básicamente tres: 1) Elaborar informes con recomendaciones sobre planes y leyes desde el punto de vista del desarrollo sostenible; 2) Promover la realización de proyectos de investigación innovadores aplicables a las políticas públicas; y 3) Contribuir a la difusión de la cultura de la sostenibilidad en el conjunto de la sociedad catalana. En 2009, aprovechando la celebración de su décimo aniversario, el Consejo elaboró una Declaración donde señalaba los retos que consideraba más urgentes con el fin de alcanzar el desarrollo sostenible en Cataluña. Estos se agrupaban bajo cinco temas: 1) Cambio climático y modelo energético; 2) Nuevas visiones en los modelos económicos; 3) Repensar el territorio y promover la diversidad; 4) Medio ambiente, sociedad y salud; y 5) La gestión de los riesgos naturales. (véase la Declaración Els reptes de la sostenibilitat de Catalunya, que se puede consultar en www.gencat.cat/ cads). En este artículo hablaremos de los tres primeros, centrándonos en su relación con la economía. Algunas de las propuestas contenidas en la Declaración hacían referencia a aspectos coyunturales o sectoriales, pero la mayor parte de ellas implican cambios estructurales; cambios en la forma cómo nos relacionamos con la naturaleza; cambios en los modelos económicos y en la forma de producción y consumo.
La dimensión económica del cambio climático saltó a la luz pública con el llamado Informe Stern (2006), el cual demuestra que también en términos económicos nos interesa actuar para frenar el cambio climático.
Hablar de desarrollo sostenible es, pues, hablar de cambios profundos –no solo de retoques cosméticos. Los grandes retos a los que nos enfrentamos los hacen necesarios.
Energía y cambio climático La energía y el cambio climático son dos temas interrelacionados con profundas raíces en el modelo económico actual. En gran medida son dos caras de la misma moneda. La economía mundial está basada en el consumo de petróleo: casi el 35% del consumo de energía primaria mundial en 2009; un 88% si sumamos todos los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) y son estos los principales causantes del cambio climático, como ha demostrado el Panel Intergubernamental para el Cambio climático (IPCC –ver los informes en www.ipcc.ch). A los efectos devastadores del cambio climático les tenemos que añadir los problemas que puede causar la probable escasez relativa de la principal fuente energética utilizada –el petróleo– ante el aumento de demanda y la imposibilidad de aumentar indefinidamente la extracción (el llamado cénit del petróleo o peak oil). Es urgente, pues, un cambio en el modelo energético que nos lleve a una economía descarbonizada o, como dicen los ingleses “baja en carbono”, es decir, una economía que no se base en los combustibles fósiles para funcionar. Para ello debemos desarrollar las tecnologías energéticas que ya están propor-
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cionándonos energía limpia: las fuentes renovables generaron un 25% de toda la electricidad consumida en España en 2009 –en Cataluña fue solo el 10,3% (año 2007)–. España es líder en energías renovables a nivel mundial –el sector aportó 7.315 millones de euros al PIB en 2008, según la Asociación de Productores de Energías Renovables (www.appa. es)– y debe seguir siéndolo. En Cataluña, los retos planteados en el ámbito energético son de gran magnitud. Todavía dependemos en más de un 75% de los combustibles fósiles y las energías renovables no representan más del 3% del consumo de energía primaria. Así, cabe destacar que casi la totalidad de la energía que consumimos proviene de importaciones de petróleo, gas y uranio; en 2005 tenía un 96% de dependencia exterior. Según el estudio AMEEC (Uso de la energía en Cataluña. Análisis del metabolismo energético de la economía catalana, coordinado por Jesús RamosMartín y publicado en 2009), el contexto energético mundial y el previsible aumento de los precios de la energía en el futuro –no solo del petróleo, también del gas natural y el uranio– pueden generar problemas de competitividad para la economía catalana. A partir de datos económicos, demográficos y energéticos, el estudio analiza cómo se utiliza la energía en los diferentes sectores económicos y en el conjunto de la economía. Entre otros aspectos muestra que, durante el período 1990-2005, la productividad del trabajo y la cantidad de energía utilizada por hora de trabajo se han estancado. (Todas las publicaciones del CADS se pueden descargar desde el sitio web www.gencat.cat/cads, apartado publicaciones). El CADS ha trabajado intensamente tanto sobre los temas energéticos como sobre las múltiples implicaciones del cambio climático. Respecto a la energía, además del citado estudio AMEEC, se han analizado las posibilidades de un futuro renovable en la generación de electricidad en Cataluña (SOSTEC:
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Transición a un modelo eléctrico sostenible). El análisis demuestra que es posible sustituir las centrales nucleares por otras basadas en energías renovables y en cogeneración en los próximos años, y que además, a largo plazo, es técnicamente viable llegar a un mix energético 100% renovable en Cataluña si se llevan a cabo las inversiones necesarias. Este es el verdadero obstáculo para conseguirlo y no la tecnología o la disponibilidad de recursos energéticos renovables, como se quiere hacer creer. Otra apuesta del CADS ha sido la promoción del vehículo eléctrico como una de las principales estrategias para “descarbonizar” el sector del transporte –actual consumidor de casi la mitad de todo el petróleo consumido en Cataluña y por lo tanto uno de los sectores donde es más urgente actuar–. En este sentido el CADS impulsó un estudio sobre cómo implantar el vehículo eléctrico con criterios de sostenibilidad (Diagnosis y perspectivas del vehículo eléctrico en Cataluña, coordinado por Joan Pallisé). Uno de los mensajes clave es que la apuesta por el vehículo eléctrico que están haciendo los gobiernos español y catalán debe ir acompañada de una apuesta por las energías renovables, para aprovechar las sinergias entre ambas tecnologías. En el ámbito del cambio climático, el CADS impulsó en su momento la elaboración de un estudio pionero como fue el Primer informe sobre el cambio climático en Cataluña, coordinado por Josep Enric Llebot (2005). Este año se ha publicado el segundo informe, que actualiza y profundiza en los temas tratados en el primero, que van desde las fuentes de emisiones de gases con efecto invernadero hasta las previsiones de efectos en diferentes sectores, así como los impactos económicos y sociales, etc. La dimensión económica del cambio climático saltó a la luz pública con el llamado Informe Stern (2006), el cual demuestra que también en términos económicos nos interesa actuar para frenar el cambio climático. Según este informe
Las energías renovables emplean a más de 2.332.000 personas en el mundo y se calcula que pueden emplear a 20.000.000 de personas más en el año 2030.
–encargado por el Gobierno británico– en caso de no emprender medidas para frenar el cambio climático, el coste total de los impactos directos (inundaciones, sequías, huracanes, etc.) e indirectos (enfermedades, cambios en los cultivos, etc.), a nivel mundial, equivaldría aproximadamente a una reducción del 20% en el consumo per cápita mundial, desde la actualidad y en el futuro (5% mundial solo contando los efectos directos). El informe ha calculado que los costes anuales de la estabilización de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera en 500-550 ppm (partes por millón) de CO2 eq –que se calcula que significaría entre 2 y 3 ºC de calentamiento– serían de aproximadamente el 1% del PIB para 2050. Un nivel sin duda significativo, pero que el propio informe considera viable. Estos argumentos económicos contribuyeron sin duda al rol central que gobiernos de todo el mundo otorgan al cambio climático y a la necesidad de cambio del modelo energético, como la estrategia “20-20-20 en 2020” del paquete energía-clima de la Unión Europea. A nivel mundial, los principales países emisores
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acordaron en Copenhague –a finales de 2009– limitar el calentamiento global a 2 ºC, compromiso que se debe ir concretando en la práctica en las próximas cumbres del clima (la siguiente en Cancún a finales de este año). Actuar para mitigar el cambio climático no es solo una cuestión de costes económicos, sino de responsabilidad: debemos recordar que los países del Norte son responsables de la mayor parte de las emisiones de gases con efecto invernadero, por el modelo económico, industrialización y consumo que nos han permitido llegar a los niveles de vida actuales. El Informe Stern también señala que las repercusiones del cambio climático no se distribuirán equitativamente y serán los países y las poblaciones más pobres los que sufran las consecuencias antes y con más intensidad.
Nuevos modelos económicos El segundo gran reto –o gran conjunto de retos– identificado en la Declaración del CADS lo llamamos Nuevas visiones en los modelos económicos. Como hemos visto con los temas energéticos y el cambio climático, hacer frente a estos problemas significa cambiar las formas de producir, de proveernos de electricidad, de desplazarnos, de consumir, etc. Implica, pues, cambiar cuestiones clave del modelo económico y del modelo de vida. La situación actual de crisis económica global es –como ya se ha dicho muchas veces– una oportunidad para el cambio de un modelo económico que se ha revelado como claramente insostenible desde todos los puntos de vista. La crisis empezó como una crisis financiera pero la sufre ya toda la economía productiva. Aunque tiene sus causas inmediatas en la especulación financiera e inmobiliaria, la crisis actual está muy relacionada con los aspectos ambientales y los límites de los recursos naturales y, en particular, con la dependencia del petróleo y los altos precios que alcanzó en los últimos años. La sostenibilidad genera nuevas oportunidades para la economía. Se ha
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hablado mucho del New Green Deal, un nuevo pacto entre gobiernos, empresarios y sociedad que se base en el desarrollo de los sectores económicos llamados verdes, es decir, aquellos que aporten al conjunto de la sociedad una mejora del bienestar, un empleo de calidad y contribuyan a la mejora de la calidad ambiental del entorno. El New Green Deal fue propuesto inicialmente por el New Economics Foundation (NEF) y está inspirado en el New Deal del presidente norteamericano Roosevelt. El NEF es uno de los think tanks (centros de reflexión y análisis) con propuestas más interesantes en el campo económico y la sostenibilidad. Propone la evolución hacia una economía que integre la sostenibilidad como parte esencial (el lema del NEF es: “La economía como si la gente y el planeta importaran”). En la misma línea, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzó en 2008, con notable repercusión, la Green Economy Initiative, que propone, como respuesta viable a la crisis económica y financiera mundial, relanzar la economía mundial a través de las inversiones en sectores como las energías renovables. Según el informe Empleos verdes: Hacia el trabajo decente en un mundo sostenible y con bajas emisiones de carbono, del PNUMA, las energías renovables emplean a más de 2.332.000 personas en el mundo y se calcula que pueden emplear a 20.000.000 de personas más en el año 2030 (ver gráfico).
El desarrollo sostenible es un generador de oportunidades para las empresas que entiendan más y mejor la necesidad de cambios.
Valoración de la naturaleza Debemos seguir trabajando en hacer realidad estas propuestas a favor de una economía verde. Un aspecto que no ayuda es la forma cómo medimos actualmente la riqueza de un país. A pesar de las numerosas críticas, seguimos considerando el Producto Interior Bruto (PIB) como el principal indicador económico de medida del desarrollo económico de un país, aunque en realidad no nos informa de aspectos básicos para el desarrollo sostenible sobre la calidad del medio ambiente o el bienestar social. El PIB, por ejemplo, crece si se producen desastres, como pasó con la destrucción del huracán Katrina en Estados Unidos en 2005. Es necesario, pues, adoptar nuevos indicadores –existen ya propuestas, como el índice de progreso genuino, propuesto por el think tank estadounidense Redefining progress en 1995 (www.rprogress.org). Estas propuestas deben ser trasladadas también a nivel de Cataluña, donde es urgente el cambio en la estructura de sectores de la economía, cosa que la
Empleos verdes en el sector de la energía renovable, 2006 y 2030 Geotermica 25.000 (1%) Hidroeléctrica 39.000 (2%) Biomasa moderna 1.174.000 (50%)
Biocombustible 12.000 (59%)
Eólica 2.100.000 (10%)
Fotovoltaica 6.300.000 (31%)
Eolica 300.000 (13%) Fotovoltaica solar 170.000 (7%)
Térmica solar 624.000 (27%)
Empleos verdes en energía renovable, 2006
actual crisis ya está provocando. Aunque todo ello no se puede hacer de un día para otro, sí que se debe planificar y poner en práctica poco a poco con decisiones estructurales que nos permitan sustentar la economía en aquellos sectores que aporten más beneficios al conjunto de la sociedad.
Empleos verdes en energía renovable, 2030
Fuente: Empleos verdes: Hacia el trabajo decente en un mundo sostenible con bajas emisiones de carbono, PNUMA/OIT/OIECSI, septiembre de 2008.
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El tercer conjunto de retos de la sostenibilidad de Cataluña que identificaba la Declaración del CADS era Repensar el territorio y promover la diversidad. En 2010 se celebra precisamente el año internacional para la conservación de la biodiversidad, con lo cual se pretende “visibilizar” y poner en la agenda política internacional la problemática de la pérdida de biodiversidad a nivel mundial. Una de las causas de la degradación ambiental es que los beneficios que nos aportan los ecosistemas –llamados servicios ambientales– no son tratados adecuadamente por la economía. Así, una de las razones para comprender el ritmo de destrucción de los recursos naturales es que no son valorados adecuadamente en el “mercado”. El gran reto es pues el reconocimiento del valor que tienen los servicios que los ecosistemas aportan a la sociedad. A nivel internacional, el estudio The Economics of Ecosystems and Biodiversity (TEEB) –impulsado por el PNUMA y la Comisión Europea, entre otros– pretende ser el equivalente del Informe Stern sobre cambio climático en cuanto a biodiversidad y que se reconozca el valor económico de la naturaleza. Los resultados del informe se presentarán en la cumbre de la Convención sobre Diversidad Biológica que tendrá lugar en Nagoya, Japón, en octubre de este año. Una propuesta para valorizar la naturaleza por los servicios ambientales que esta nos proporciona es la herramienta conocida como Pago por Servicios Ambientales (PSA), que se está empezando a utilizar en distintas par-
tes del mundo. En Cataluña no existen todavía programas de PSA como tales, aunque un estudio que ha encargado el CADS sí que ha identificado elementos propios del PSA en proyectos innovadores que se están llevando a cabo en Cataluña y que pretenden conservar los valores naturales de forma eficiente (por ejemplo, los acuerdos de custodia del territorio). Otra forma de conservar los ecosistemas es favoreciendo nuevas actividades económicas que se basan precisamente y directamente en los valores naturales. El ecoturismo, un sector claramente en alza, es un buen ejemplo de ello. El CADS ha apoyado la consolidación de la red EcoturCAT para el fomento del ecoturismo en Catalunya, que integra un gran número de agentes públicos y privados y trata de dinamizar este sector, todavía incipiente, y mejorar su competitividad. La creación de un portal técnico en Internet (www. ecoturcat.cat) que dé apoyo a esta red así como la distribución de una guía divulgativa sobre ecoturismo, destinada al público en general, son algunos de los elementos en los que se ha avanzado últimamente.
Toma de conciencia Los temas planteados en este artículo muestran que es necesario reorientar el modelo económico teniendo en cuenta los límites del planeta y las necesidades y bienestar de la población como aspectos principales. Como plantea la Declaración del CADS, la superación de los retos socioeconómicos y ambientales con que nos encontramos hoy, tanto los coyunturales como los de fondo, nos debe permitir articular las bases de un modelo para el futuro que genere bienestar más allá del crecimiento económico, garantizando a la vez la protección del patrimonio natural y la cohesión social y abordando las amenazas más graves, como las que se derivan del cambio climático.
Una de las causas de la degradación ambiental es que los beneficios que nos aportan los ecosistemas no son tratados adecuadamente por la economía.
Se requiere una visión poliédrica y una mirada reflexiva a largo plazo –en clave de oportunidad– para innovar, para replantear nuestro modelo de desarrollo y para crear un nuevo tejido productivo de calidad y respetuoso con el entorno. Para ello debemos tomar conciencia de la importancia de nuestras decisiones y acciones sobre el conjunto y ser capaces de imaginar nuevas formas de generar bienestar. En conclusión, debemos aprovechar esta crisis para establecer las bases de una nueva transición, esta vez económica y ecológica. El desarrollo sostenible –o la sostenibilidad, como se prefiera– es el concepto que nos sirve de guía. Hace ya demasiados años que venimos hablando de los límites del planeta y de la necesidad de realizar cambios en el modelo de desarrollo. Ha llegado la hora de realizarlos.
Cambio climático en Cataluña El Grupo de Expertos en Cambio Climático de Cataluña (GECCC), formado por 91 científicos coordinados por Josep Enric Llebot, acaba de publicar los resultados del Segundo informe sobre el cambio climático en Cataluña, que da continuidad al Primer informe sobre el cambio climático en Cataluña, elaborado de forma pionera en toda España en 2005. El contenido del segundo informe se divide en cuatro apartados: 1) Bases científicas del cambio climático: el clima en Cataluña, balances de carbono y proyecciones de futuro; 2) Impactos y vulnerabilidad del medio biofísico: recursos hídricos, sistemas naturales y los riesgos asociados; 3) Análisis sectorial: gestión, mitigación y adaptación: marco institucional y normativo, los instrumentos de gestión, sectores económicos y la dimensión social; y 4) La investigación sobre el cambio climático en Cataluña: fortalezas y debilidades. El estudio muestra que las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) han aumentado considerablemente entre 1990 y 2007, tanto en Cataluña (43,2%) como en España (52,6%). El sector que más contribuye a las emisiones de GEI en Cataluña es el procesamiento de energía (73,7% de las emisiones totales en 2007). Este sector engloba las actividades de transporte (28,1%), industrias de manufactura y construcción (21,2%) e industrias del sector energético (14,4%). Por tanto, es evidente que si debemos reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, se deberán realizar cambios en estos sectores de actividad, ya sea aumentando la eficiencia, cambiando a otras fuentes de energía no basadas en combustibles fósiles o reduciendo el nivel de actividad. * El Segundo informe sobre el cambio climático en Cataluña es una publicación conjunta del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible de Cataluña (Departamento de la Vicepresidencia), la Oficina catalana de cambio climático, el Servicio Meteorológico de Cataluña (Departamento de Medio Ambiente y Vivienda) y el Institut d’Estudis Catalans; con el apoyo de la Obra Social de la Fundación “la Caixa”.
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ALIMENTACIÓN
Mitos y realidades de la alimentación sostenible
La actividad de producción, comercialización y distribución de alimentos debe ser considerada en cada uno de los tres pilares del desarrollo sostenible: el medioambiental, el económico y el social, e interactúa con todos ellos. José Ignacio Arranz / Director general del Foro Interalimentario
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nvocar el desarrollo sostenible al considerar la producción agroalimentaria es absolutamente procedente, tanto porque los recursos naturales (superficies cultivables, agua potable, caladeros…) son limitados y susceptibles de agotarse, como porque una creciente actividad económica sin más criterio que el económico desembocaría en desequilibrios medioambientales graves que podrían llegar a ser irreversibles. En este marco, colisionan ideologías que defienden la posibilidad de compatibilizar el crecimiento económico con la preservación ambiental mediante el aumento de la productividad (producir más, consumiendo menos recursos y generando menos residuos) y con la equidad social para la mejora general de las condiciones de vida (lo que no siempre es inmediato), con otras más radicales, que preconizan las opciones de crecimiento cero y la aplicación del principio de precaución entendida como dejar de realizar determinadas actividades productivas mientras no se demuestre que no son dañinas. Un ejemplo bien ilustrativo de esta polémica lo encontramos en la producción agrícola, particularmente en la incorporación de la biotecnología basada en la modificación genética. Otros defienden que el respeto del medio ambiente no es posible sin re-
La Unión Europea, al menos desde el comienzo de la década de los noventa, viene adoptando medidas de ordenación y restricción creciente en el empleo de plaguicidas.
ducir la producción económica (aquí el caso palmario sería la cría ganadera y su aportación a la producción y emisión de gases de efecto invernadero), ya que actualmente estamos por encima de la capacidad de regeneración natural del planeta tal y como demuestran las diferentes estimaciones de huella ecológica (cada habitante del planeta estaría uti-
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lizando, por término medio, 2,7 ha de su ecosistema, cuando la sostenibilidad tendría su límite superior en 1,8 ha/habitante). También cabe preguntarse si la defensa de una sostenibilidad medioambiental así entendida no llegaría a comprometer la sostenibilidad y pervivencia de la propia cadena agroalimentaria y de sus agentes.
Alimentos de origen vegetal La producción agrícola convencional no es, ni con mucho, un ámbito pacífico en cuanto a las polémicas relativas a la sostenibilidad. Las discusiones en el Codex Alimentarius ilustran cumplidamente una parte de estas tensiones. La Unión Europea, al menos desde el comienzo de la década de los noventa (Directiva 91/414/CE), viene adoptando medidas de ordenación y restricción creciente en el empleo de plaguicidas. Invoca un concepto de seguridad alimentaria, Food Safety, que para la UE equivale a inocuidad, esto es, protección de la salud de las personas, como razón primera y sin perjuicio de la valoración de los aspectos medioambientales, que igualmente se consideran. Sin embargo, países con economías emergentes y potencial de exportación, junto con otros netamente en vías de desarrollo que precisan de una producción agrícola al servicio de su propia seguridad alimentaria, se oponen a esas políticas restrictivas. Surge la sostenibilidad como telón de fondo, desde muy diversas facetas y al servicio de tesis enfrentadas, que podríamos resumir en tres posturas: Productos de origen vegetal que superen los límites máximos de residuos de plaguicidas no son aptos para el consumo humano, según las políticas de países desarrollados que pueden anteponer la protección de la salud a otros intereses, aun legítimos. Tales productos no serán, por tanto, importados por economías potentes, por lo que se rompe su cadena de valor. Sin plaguicidas no se puede producir en la cantidad necesaria para exportar o, incluso, para autoabastecerse. Políticas con proyección de futuro a medio plazo centrada en aspectos económicos, pero carentes de proyección a largo plazo con sensibilidad medioambiental. El empleo de plaguicidas es nocivo para el medio ambiente y compromete en todos los casos la sostenibilidad, por lo que procede preconizar políticas de tolerancia cero y alternativas amigables con el medio ambiente, como la producción
Cabe preguntarse si la defensa de una sostenibilidad medioambiental así entendida no llegaría a comprometer la sostenibilidad y pervivencia de la propia cadena agroalimentaria y de sus agentes.
El consumidor debe estar en el centro de todas las decisiones, porque la cadena es sostenible si el consumo la sostiene.
ecológica. Se compromete así la cadena agroalimentaria en sí misma, tanto por la insuficiencia de una producción que prescinde de medios auxiliares, como por el encarecimiento para el consumidor final –y, por ende, dudosa y escasa demanda– de los productos obtenidos mediante alternativas con menor incidencia en la sostenibilidad del medio, pero que no añaden otros valores en términos de calidad que puedan ser percibidos como tales por el consumidor final. Equilibrios ciertamente complejos entre la sostenibilidad medioambiental y la de la propia cadena agroalimentaria, entendida tanto como cadena trófica, como contemplada como cadena de valor. Aún más complejo es el escenario alternativo de la biotecnología, las variedades vegetales obtenidas mediante modificación genética (vulgo transgénicos). Según sus defensores, al servicio de una menor utilización de plaguicidas y una mayor capacidad de producción... En definitiva, en pro de la sostenibilidad, tanto desde el punto de vista ambiental como desde la óptica de la sostenibilidad de la cadena agroalimentaria que vería así asegurada su pervivencia en cuanto a la producción de determinados cereales, leguminosas u hortalizas. En la parte opuesta, la con-
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sideración de la biotecnología aplicada a la producción agrícola como un atentado a la sostenibilidad, tanto medioambiental (pérdida de biodiversidad) como de la propia cadena de valor agroalimentaria (desde el lock-out –cierre– del agricultor que no puede cultivar sus propias semillas de siembra, hasta el consumidor final que, en aras de una política de tolerancia cero, sea asumida por convencimiento o por el estímulo de temores no fundados en materia de inocuidad, rechazará la compra y el consumo de los productos con ingredientes modificados genéticamente). La sociedad rechazaba la utilización alimentaria de transgénicos en los primeros noventa porque los instrumentos normativos de control entonces vigentes (Directivas 90/219/CE y 90/220/CE, sobre utilización confinada y liberación intencional de OGM –organismos genéticamente modificados– al medio ambiente) ponían el acento, de forma predominante o casi exclusiva, en la evaluación del riesgo medioambiental, obviando otros requerimientos demandados por el consumidor, como la evaluación específica del riesgo alimentario y la información accesible en el etiquetado del producto final. Al menos teóricamente, la sostenibilidad medioambiental se veía salvaguardada. No así la de la cadena agroalimentaria en cuanto a la incorporación a la misma de productos vegetales resultantes de innovación biotecnológica, que se rechazaban. Y se vería comprometida, también, por la dificultad creciente de contar con determinadas va-
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riedades convencionales en las cantidades necesarias y a precios competitivos, ya que aquellas, también teóricamente, estarían llamadas a convertirse en un “bien escaso”, por más que la demanda de tales variedades convencionales no modificadas genéticamente fuese en aumento por parte de los consumidores. Este fue el “caldo de cultivo” de una moratoria de facto al cultivo de variedades vegetales modificadas genéticamente, que debería venir a resolverse con la adopción, a mediados de 2004, de un paquete de actos comunitarios (Reglamentos 1829/2004/CE y 1830/2004/ CE, Directiva 2001/18/CE, los más relevantes) para dar respuesta a las carencias denunciadas. Asumiendo que la evaluación de riesgos, medioambiental y alimentario, podía verse afectada por nuevos hallazgos, se habilitó a la European Food Safety Authority, EFSA, de la UE, para centralizar dicha evaluación científica y emitir dictámenes de actualización frente a cualquier sospecha que comprometiese las garantías sanitarias o medioambientales, tratando de asegurar de esta forma una faceta de la sostenibilidad en su doble vertiente, ad extra (potencial agresión de la producción agroalimentaria biotecnológica a la sostenibilidad medioambiental) y ad intra (incidencia en los aspectos sanitarios ¬–y, por ende, sociales y económicos de la sostenibilidad– de la propia actividad de producción y comercialización agroalimentarias).
Alimentos de origen animal Un ámbito de la producción agroalimentaria al que se acusa frecuentemente de comprometer la sostenibilidad en su acepción más medioambiental es la producción ganadera. Son frecuentes, y más de un tiempo a esta parte, las imputaciones en la emisión de gases de efecto invernadero atribuidas a la cría ganadera, hasta extremos que llegan a desaconsejar el consumo de carne, haciendo pretendida causa común con interpretaciones desacertadas de las diversas pirámides nutricionales que aconsejan la drástica reducción de la
Cualquier medida relativa a las actividades productivas no solo tiene efectos sobre el medio ambiente, sino que también influye en la economía de las empresas, en el empleo y el tejido social. presencia de las carnes en cualquier dieta que pretenda ser calificada de equilibrada o saludable. La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, atribuyó a la cría ganadera una contribución media global del 18% en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), por lo que mantiene que “la ganadería es uno de los máximos responsables de las emisiones asociadas al calentamiento global”. Sin embargo, esa cifra resulta de calcular la media de los datos aportados por los distintos países miembros de FAO, y ni siquiera todos ellos estuvieron en condiciones de facilitar información de su práctica ganadera que contribuyese a dicho cálculo (que hoy, además, está cuestionado por razones metodológicas). Ese 18% con el que se pretende calificar la actividad en su conjunto resulta de conjugar situaciones que llegan a aportaciones del 30% con otras que no superan el 10%. El desarrollo sostenible tiene lugar cuando se da un equilibrio razonablemente armónico entre sus tres pilares, y no resulta de la contraposición de unos y otros. Cualquier medida relativa a las actividades productivas no solo tiene efectos negativos o positivos sobre el medio ambiente, sino que también influye en la economía de las empresas, en el empleo y el tejido social. Para que la producción ganadera sea sostenible es obvio que debe comenzar por no aniquilar a medio plazo el entorno en el que tiene lugar. Y, más allá de comentarios o sugerencias, cualquier me-
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dida de ordenación o incluso restricción de la cría ganadera, instrumentada mediante actos normativos, deberá basarse en un análisis objetivo, un diagnóstico de la situación que se pretende regular, cuando tal restricción puede llegar a comprometer la sostenibilidad de la actividad económica de la cadena agroalimentaria. Por estas razones, el Foro Interalimentario, asociación sin ánimo de lucro para la información y formación de los consumidores y la sociedad en materia alimentaria, encomendó la realización de un estudio sobre la influencia de las explotaciones ganaderas españolas en el cambio climático, para conocer el dato objetivo en el peor escenario teórico y determinar la influencia real en el cambio climático de las explotaciones españolas, teniendo en cuenta la realidad sectorial, las producciones, los sistemas de explotación e incluso las previsiones de futuro. El estudio considera el presente y el futuro de la ganadería española analizando la evolución del sector, el impacto económico, la distribución de sectores ganaderos, la productividad y otros factores, para llegar a diagnosticar el impacto real de la ganadería española en el cambio climático. Se tuvieron en cuenta tanto las fuentes de impacto directo como las de impacto indirecto, como el consumo de agua, tanto para ingesta como para labores de limpieza. Los resultados parten del Inventario de emisiones de gases de efecto invernadero de España, años 1990-2006 que España presenta a la Comisión de la Unión Europea, en cumplimiento de lo establecido en las Decisiones del Parlamento y Consejo Europeos 280/2004/ CE y 2005/166/CE, y que responde a las directrices metodológicas del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC). Identificando la población ganadera anual y sus emisiones por especies y aplicando los correspondientes factores de emisión. Los cálculos se realizaron sumando a los datos sobre ganadería (fermentación entérica, gestión del estiércol y pastoreo) los resultados procedentes de otros vecto-
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ALIMENTACIÓN
La ganadería emite 2,7 veces menos gases de efecto invernadero que el transporte, 1,7 veces menos que la industria manufacturera y 2,9 veces menos que el sector energético.
res analizados (aplicación de fertilizantes al suelo para la producción de pienso, cambios en el uso del suelo, deforestación, consumo eléctrico de las explotaciones y consumo eléctrico por fabricación de piensos). Los primeros, datos sobre ganadería, arrojaron un subtotal del 6,38% de emisiones GEI (gases de efecto invernadero), en tanto que los restantes vectores totalizaron un 2,88%. Es de señalar que algunos estudios no consideran las fuentes de impacto indirecto, ni añaden el análisis de otros vectores a los datos estrictamente ganaderos. La consideración de ambos sumandos persigue la obtención del diagnóstico menos favorable dentro del máximo rigor objetivo. Aun así, el total de la contribución de GEI de la ganadería española se sitúa en un 9,26%, prácticamente la mitad del 18% atribuido por la FAO como valor medio de la ganadería mundial. Y el dato resulta aún más relevante si se considera que España es el segundo productor de carne europeo y el séptimo productor de leche, y que el sector ganadero en España solo ha incrementado un 0,63% sus emisiones en el período 2001-2006, aunque las emisiones globales de España se incrementasen un 12,42% en ese mismo período. Porque
la ganadería, comparada con otros sectores, emite 2,7 veces menos que el transporte, 1,7 veces menos que la industria manufacturera y 2,9 veces menos que el sector energético. Ante tales resultados, obtenidos mediante un estudio riguroso, se sustenta con dificultad, al menos en España, la imputación de agresión a la sostenibilidad ambiental por parte de la producción agroalimentaria ganadera. Sin embargo, es una imputación tan frecuente como, al menos hasta hoy, infundada, como se está ratificando además en estos días, en los que asistimos a una tímida petición de excusas por parte del IPCC, que reconoce errores en sus proyecciones, y cuestionamiento en los medios de alguno de los “apóstoles” del cambio climático, cuya continuidad se pone en duda. Concluyendo que la producción ganadera no compromete la sostenibilidad medioambiental, procede ahora analizar, teniendo en cuenta el impacto económico de la producción ganadera, cómo se podría resentir dicha actividad y, por ende, su sostenibilidad y la de la cadena de valor agroalimentaria ante tales imputaciones continuadas. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural
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y Marino, la ganadería supone un 35% de la producción final agraria. Y según el Instituto Nacional de Estadística, la contribución de la agricultura (conjunto agricultura, ganadería, pesca y silvicultura) al PIB nacional representa un 3%, del cual un 2% corresponde a la ganadería y solo un 1% a otros sectores de la agricultura. En los últimos tres años (2005-2008) la producción final del sector ganadero aumentó, en tanto que la producción final agraria disminuyó. Merece la pena detenerse en el aspecto social y, concretamente, en el sanitario, analizando algunas cuestiones en el ámbito de la nutrición y la salud pública. Un concepto equivocado de alimentos y dieta ha llevado a recomendar enormes restricciones de las carnes (carnes en plural porque consideramos, como en lo medioambiental, todas las especies de abasto) en la alimentación, y prácticamente a proscribirlas en el concepto teórico de dieta mediterránea. Toda la comunidad científica sostiene que los alimentos, considerados individualmente, no son intrínsecamente buenos ni intrínsecamente malos. Es la dieta, en su conjunto y acorde con la actividad física desempeñada, la que puede llegar a ser equilibrada o nutricionalmente inadecuada. La descontextualización de las carnes de la consideración integral de la dieta y los estilos de vida ha llevado a prescribir consumos tan restringidos que, tratando de evitar un problema de salud (¿dislipemias?) generan otros carenciales por defecto. Existen numerosos estudios que analizan las carencias de hierro en mujeres en edad fértil. Destacaríamos, entre otros, los numerosos trabajos, en los últimos años, de Rosa Mª Ortega, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense. En ellos se constata que tales situaciones de anemia ferropénica coinciden, en la inmensa mayoría de los casos, con una insuficiente ingesta de carne, y con percepciones negativas de dicho alimento en cuanto a su valor calórico (engorda), perfil lipídico e idoneidad en la dieta.
Es evidente que quien no consume carne, no la compra. Si consideramos en secuencia retrógrada su cadena de producción, encontraremos que la falta de demanda generará, inicialmente, pérdidas de stocks producidos o en curso (la producción de carne comienza muchos meses antes de su comercialización, seleccionando la genética de los animales productores y programando su reproducción, para producir aquellas cantidades que la sociedad vaya a demandar). Si la falta de demanda se mantiene o se agrava, esa secuencia retrógrada nos lleva a un productor primario, ganadero, que produce animales de actitud cárnica, pero que cada vez los colocará con mayor dificultad en los mercados. Consideremos la cadena en el sentido que queramos, retrógrado o anterógrado, todos sus eslabones –producción, transformación y distribución– se resentirán de forma creciente. En otras palabras: su sostenibilidad, la sostenibilidad de la cadena agroalimentaria de producción de carnes y productos cárnicos, se vería objetiva y seriamente comprometida. Del tratamiento desequilibrado de los pilares del desarrollo sostenible se siguen, por tanto, consecuencias económicas y sociales, y estas, colectivas e individuales.
La cadena agroalimentaria El caso de las interrelaciones medio ambiente / economía / sociedad analizado para la producción cárnica nos lleva a reflexionar acerca de la sostenibilidad de la propia cadena agroalimentaria en sí misma y entendida antes como cadena de valor que como cadena trófica. La cadena de valor en alimentación se estructura, como la propia cadena alimentaria, sobre una serie de fases o categorías de actividad en sucesión secuencial y, a la vez, interrelacionadas entre sí. La máxima “del campo a la mesa”, que se ha convertido en el leit motiv de la seguridad alimentaria moderna, responde igualmente a la estructura de la cadena de formación de precios de los alimentos.
La sostenibilidad puede comprometerse de muchas formas, que lleven a obviar que el consumidor es el eslabón final de la cadena de valor. El concepto de la cadena de valor, según Michael Porter, es un modelo que ayuda a analizar actividades específicas a través de las cuales las empresas pueden crear valor y ventajas competitivas, desde la creación de la demanda hasta que esta es satisfecha con la entrega del producto final. Las cadenas de valor actuales son las supervivientes de muchos años sometidas a los avatares del mercado. Han venido siendo sostenibles porque han sido razonablemente eficientes. La cadena de valor moderna, para asegurar su sostenibilidad, debe ser eficiente y competitiva. Evitando teorizar, analizamos someramente el modelo que se constata en las empresas del Foro Interalimentario. Eficiente, eliminando todo aquello que no añade valor ni a eslabones ulteriores ni al consumidor final, asumiendo que el objetivo es perseguir aquello que es lo mejor para todos: para el productor primario, para el industrial, para el distribuidor… y para millones de consumidores. El consumidor debe estar en el centro de todas las decisiones. La cadena es sostenible si el consumo la sostiene. La innovación puede ser clave para la sostenibilidad, si parte del conocimiento de las necesidades reales del consumidor, sin querer confundirlas (ni confundirle) con invenciones artificiales que no añaden valor. Y cada eslabón ha de interiorizar que, para poder estar satisfecho, debe comenzar por satisfacer a los demás. Son bases incuestionables para aspirar a que toda la cadena esté bien retribuida y, por ende, sea sostenible. Se han instalado muchos mitos en torno a las amenazas de sostenibilidad de la cadena agroalimentaria en su conside-
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ración como cadena de valor, y obedecen en gran medida a la desinformación. Es frecuente escuchar que la sostenibilidad se ve comprometida porque la distribución está muy concentrada, y eso perjudica a la competencia, cuando en la distribución española el nivel de concentración es menor y la capacidad de elección del consumidor, mayor que en la mayoría de los países europeos. También se cuestiona la eficiencia: la cadena tendría muchas ineficiencias porque los márgenes son excesivos, y eso perjudica al consumidor. La realidad es que los precios de alimentación en España son los más bajos de la UE, porque nuestro sistema de distribución es muy eficiente y el consumidor se beneficia de ello. Por último, se afirma que el peso de la distribución perjudica a los agricultores, que no tienen poder de negociación por estar muy atomizados en tanto que la distribución está muy concentrada. La cadena está integrada, en España, por casi 330.000 puntos de venta de alimentación (minoristas, súper e hipermercados), unas 31.000 empresas alimentarias y 3.000 cooperativas agroalimentarias… Si consideramos que las compras de la industria alimentaria en España alcanzan el 75% del total de la producción agraria (fuente: FIAB), que el peso de la red de MERCAS en la comercialización de los productos frescos en España supone el 70% del total comercializado (fuente: Mercasa) y que el comercio tradicional tiene el 46% del mercado de productos frescos en España, cabe preguntarse cuál es el poder real de la gran distribución en España sobre los productores agrarios… Lo cierto es que la distribución no negocia ni fija precios a los agricultores. Sus proveedores son la industria o las grandes cooperativas, que compiten entre sí, igual que el resto de los eslabones. La sostenibilidad puede comprometerse de muchas formas, que lleven a obviar que el consumidor es el eslabón final de la cadena de valor. Mantenerle informado y conocer sus necesidades contribuye a la sostenibilidad de la cadena
BOLSA
Inversiones socialmente
responsables
Para un creciente número de inversores existe el convencimiento de que, a la hora de colocar su ahorro, no sólo importa obtener una rentabilidad económico-financiera sino también colaborar en el beneficio de todos. Y con análoga lógica la Bolsa capta la oportunidad de “vender” a esos inversores los instrumentos adecuados o que así aparentan serlo. José M.ª Prats Esteve / Economista y analista financiero
T
rataremos aquí de las ISR, acrónimo de Inversión Socialmente Responsable. Una estrategia que en las decisiones de selección de cartera adiciona criterios vinculados a valores morales, éticos, medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo. Mediante las ISR los inversores pretenden influir en las empresas para que adopten, cuiden y promuevan los principios hoy englobados en la Responsabilidad Social Corporativa (RSI), que tiene como marco de referencia los recientes Principios de Inversión Responsable (www.unpri.org) tutelados principalmente por Naciones Unidas.
Algunas causas El interés por la compatibilidad entre rentabilidad económica y conducta virtuosa se acelera tras los noventa, y en líneas generales se precipita con la crisis de 2007, pero no es precisamente nuevo. A título de ejemplo me vienen a la memoria aquellos años apasionantes en Gesmo, la primera gestora de carteras creada en España, precisamente en Barcelona, que con la Reforma del 89 sería fagocitada por La Caixa. Desde su propio
inicio, en 1971, Gesmo tenía la ética como regla y eslogan básicos. En concreto, recuerdo unas monjitas que al confiarnos su peculiar patrimonio mobiliario, peculiaridad entonces frecuente, enfatizaban la necesidad de rentabilizarlo según las nuevas posibilidades pero siempre que no se invirtiera en empresas relacionadas con actividades “pecaminosas”. Las aproximaciones teóricas al tema son aún escasas y se centran sobre todo en las motivaciones de los agentes. Por parte de los inversores las motivaciones pueden resumirse en que las personas solemos guiarnos, o así lo proclamamos, por un altruismo generoso o deseo de hacer el bien, pudiendo afirmarse que el español muestra una notoria sensibilidad ante catástrofes, pero no sin aditamentos económicos: la probabilidad de obras de caridad se incrementa por ejemplo si el donativo desgrava fiscalmente. Desde la óptica empresarial las motivaciones pueden responder a una estrategia, forzada por los accionistas, para maximizar ganancias incluso contables obviando cortoplacismos que pueden acabar generando altos costes. Se cita también la “filantropía delegada”: los inversores pasan
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a usar las empresas como el instrumento para canalizar sus demandas individuales de responsabilidad social. Todo ello se materializa en los activos que podríamos denominar “éticos” y, como tales, insertos en la sostenibilidad.
Pero ¿qué es un activo ético? La respuesta parece sencilla: el que amalgama lo directamente financiero con los criterios de compromiso social. Pero el incorporar este concepto nos conduce al gran tema de fondo: su subjetividad y, por ende, su difícil mesura. Una subjetividad que llevan implícitos los propios términos de ‘ética’ y de ‘responsabilidad social’ porque derivan de juicios de valor ineludiblemente ligados a interpretación. Y es que estamos aún lejos de, siquiera, poder consensuar las normas generales, con el agravante de que nuestra sociedad
ha quebrado, y befado, todos los equilibrios morales y todos los grandes principios de referencia última. ¿Qué activo, pues, puede considerarse solidario? En la práctica la calificación suele adoptarse según dos tipos de criterio. Los más utilizados son los “excluyentes” (negative screening), que dejan fuera a aquellas empresas cuyos ingresos provengan, a menudo en un porcentaje predeterminado, de actividades que entren en contradicción con los principios mantenidos. A modo de ejemplos, Morgan Stanley utiliza la vulneración de los derechos humanos fundamentales y de los códigos farmacéutico y de leche infantil en el Tercer Mundo, así como la vinculación con armamento, centrales nucleares y tabaco; en otros casos, figuran las prácticas contrarias al medio ambiente y a la salud pública,
En España, la probabilidad de obras de caridad se incrementa por ejemplo si el donativo desgrava fiscalmente.
explotación infantil, discriminación laboral, fabricación de juegos y videoclips que fomenten la violencia, vinculación a productos abortivos, bebidas alcohólicas, abuso de competencia, investigación con embriones, infracciones en el consumo, urbanísticas, societarias y fiscales... Por su parte, Ave María Catholic Values, un fondo con espectacular éxito, atiende, de acuerdo con su explícita fidelidad a la por lo demás muy rica doctrina social católica, a las actividades
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relacionadas con el aborto, ataques al matrimonio, los anticonceptivos (que le llevó a vetar valores tan atractivos como Disney y Pfizer) o la pornografía; ello le implica eliminar, ya de entrada, el 12% de las 3.000 grandes empresas cotizadas en Wall Street. En otros casos los criterios empleados son los positivos, o “valorativos” (best in class), seleccionando los valores de cada sector que mejor cooperan a desarrollar convicciones como el respeto a la vida, la paz, el medio ambiente, los derechos humanos y, en algún caso, los de los animales, transparencia en el uso de transgénicos, criterios consistentes de gestión empresarial y adecuada información o colaboración con la sociedad. Es también frecuente el que se conjuguen ambos criterios. Y este supuesto nos reconduce al tema básico sintetizable en el ejemplo del pujante sector farmacéutico-biotecnológico: si bien tales empresas desarrollan su actividad en el campo de uno de los valores sociales más demandados, el de la salud, ¿hasta qué punto una selección basada solo en criterios positivos denota, por sí misma, actuaciones socialmente responsables? Un importante avance lo significan la actual disponibilidad, ya prácticamente en los 2000, de los ya citados marcos institucionales de referencia, la aparición de agencias especializadas y la creación de diversos índices de las empresas cotizadas que destacan por su alto respeto a la sostenibilidad. Entre estas se incluyen varias españolas que vienen elaborando memorias de sostenibilidad, a menudo auditadas, de acuerdo con guías como la Global Reporting Iniciative. Estos índices (Domini 400 social Index, S&P Pollution Companies, Nasdaq Biotech, Dow Jones Soustainability Indexes…) sirven también como benchmark (‘punto de referencia’) para numerosos inversores decantados, total o parcialmente, por tales fines, destacando fondos de inversión y de pensiones, aspecto este último que puede verse potenciado con la directiva europea sobre las IORP.
BOLSA
Se ha dado un importante avance con la creación de diversos índices de las empresas cotizadas que destacan por su alto respeto a la sostenibilidad.
Activo ético es aquel que amalgama lo directamente financiero con los criterios de compromiso social.
Fondos éticos: un vehículo destacado También en este terreno los fondos constituyen el más importante instrumento al alcance del inversor. ¿Éticos, solidarios, verdes, de responsabilidad social...? Estas y otras denominaciones usuales indican, como analizábamos ya en 2005 en estas páginas, que se trata de un tema tan ambiguo como el propio concepto que lo sustenta, y por ende sujeto a imprecisas valoraciones por parte del inversor. Y este, que además no siempre conoce no ya sus tipos y posibilidades sino el propio concepto al que se refieren, puede llegar, cara a una discernida decisión, a evaluaciones incorrectas, demasiado a menudo auspiciadas por el comercializador. Es por ello por lo que conviene empezar intentando definir sus características y posibilidades. Y yendo por pasos, debe recordarse en primer lugar que se trata de fondos, es decir, de Instituciones de Inversión Colectiva (IIC), a las que, como tales, múltiples inversores confían su ahorro
para, mediante una adecuada gestión profesional por la gestora, obtener la mejor combinación rentabilidad-riesgo. En otras palabras: instrumentos de fluida canalización del ahorro entre inversores y emisores en beneficio de ambos y en los que resulta clave la política de dicha gestora. Su peculiaridad radica en que esta viene condicionada por un explícito componente social. Significativamente suele identificarse como primer caso el Pax World Fund surgido en Estados Unidos en 1968, es decir, en plena guerra de Vietnam y atendiendo a los cada vez más numerosos clientes que solicitaban que en la inversión de su dinero se excluyeran empresas con actividades armamentistas, así como Bonos del Estado involucrados con la financiación de una guerra cada vez más traumática. Posteriormente, y sobre todo tras los noventa, alcanzan una espectacular expansión, pronto extendida al Reino Unido, Canadá o Australia, mientras que la Europa Continental, en contraste con su imagen de concienci-
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ación social, aparece más rezagada. En España, su impetuosa salida en 1999, con Santander y BBVA a la cabeza, se ve rápidamente frustrada, en buen modo al confluir con las grandes turbulencias bursátiles, hasta el punto de retroceder hacia una práctica marginalidad que cabe desear coyuntural. Pero este mismo éxito mundial, con vivaz adopción de las circunstancias de cada mercado, obliga a diferenciar entre, siquiera, tres modalidades, con definición y cuantificación difíciles ante la frecuente carencia de concreción legislativa, y cabe recordar que no se trata de un análogo modelo de inversión sino de tipos de activos muy distintos y, por ende, con implicaciones prácticas muy diferentes. Los fondos de inversión éticos, los que mejor responden a las líneas expuestas, son los que en su estrategia inversora incluyen, en mayor o menor grado, las citadas variables diferentes de la ganancia monetaria. Se engarzan así en el laudable entorno de concienciación tanto sobre la necesidad del desarrollo sostenible como del grave daño, incluso desde el sesgo economicista, de jibarizar los valores al beneficio monetario. Es decir: el inversor cabal que opta discernidamente por uno de ellos lo hace presuponiendo que invertirá su dinero en empresas que se gestionen de acuerdo con las directrices éticas reflejadas en la denominación del fondo y estipuladas en su contrato y/o folleto, documentos que maximizan así su importancia. Desde la óptica del partícipe la especificidad radica pues en cuestionarse qué perfil de empresa, y en buen modo qué modelo de sociedad,
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En los fondos de inversión éticos el inversor cabal que opta discernidamente por uno de ellos lo hace presuponiendo que con sus ahorros no financiará actividades contrarias a sus principios.
quiere uno impulsar con su dinero; si se prefiere: no financiar con sus meritorios ahorros actividades contrarias a sus principios. De modo práctico, su estrategia se centra en una selección previa de activos, de acuerdo con los enfoques ya acotados, que suele corresponder básicamente a un comité ético, por lo que son pues importantes la calidad e independencia de quienes lo conforman, contando a menudo con una entidad asesora. Y a partir de la lista resultante, la decisión inversora de la gestora se guía por criterios estrictamente financieros. El director del citado Ave María destaca que no son teólogos sino profesionales de la inversión con el objetivo de ganar tanto dinero como sea posible invirtiendo entre las 75 empresas seleccionadas por su riguroso comité, cuyo presidente, el cardenal Maida, enfatiza que la integridad es su activo más valioso y que si se pierde, resulta impagable; cabe anotar que aun siendo una de las firmas con criterios más estrictos, ofrecía en sus primeros ejercicios una revalorización que casi duplicaba la de la Bolsa estadounidense (SP-500). Su especificidad respecto al resto de los fondos radica, pues, en los criterios de preselección de los valores incluibles en su cartera, mientras que la materialización de esta permite todos los perfiles de inversión y todas las formas de gestión tendentes a optimizar el binomio beneficio-riesgo. Su concreción, basada a menudo en índices específicos entre los ya numerosos existentes, suele com-
El interés por la compatibilidad entre rentabilidad económica y conducta virtuosa se precipita con la crisis de 2007 pero no es precisamente nuevo.
plementarse con los habituales referentes de volumen, rentabilidad y liquidez facilitados por los índices tradicionales. Y cabe matizar que el propio término ‘éticos’ puede inducir a monopolizar en ellos la gestión socialmente responsable, como si el resto de las entidades invirtieran según principios no éticos y en empresas poco éticas, olvidando también que para el inversor sensibilizado existen otras alternativas válidas entre las que destaca una que podría considerarse como social y solidaria por excelencia: la Deuda Pública. Lo expuesto implica un hecho básico: la inversión del fondo que escojamos responde a su propio ideario, que como tal debería resultar suficientemente explícito. De acuerdo con este ideario quedarán definidas las empresas consideradas como aptas para la inversión. Y una consecuencia resulta inmediata, ensombreciendo un panorama que quizá considerábamos casi clarificado: lo que un fondo puede considerar como ético puede no resultarlo para otro, y tanto
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más en el actual arrollador relativismo cultural.
Y no solo los éticos El segundo gran tipo son los solidarios, cuya especificidad radica no en la prelimitación de las inversiones, sino en que ceden parte de las comisiones percibidas a entidades defensoras de actividades de interés general. Y aquí convendrá matizar cuál es el porcentaje cedido, así como si además de la cuota de gestión, y en su supuesto la de suscripción y/o reembolso, incluye también la de depósito, existiendo también casos en que el porcentaje se computa directamente sobre el patrimonio del fondo; más complejo resulta el supuesto de las jugosas comisiones de compra-venta. Respecto a los beneficiarios, son, utilizando el caso español, desde fundaciones con objetivos concretos (Unicef, Caritas, Greenpace, Manos Unidas, Aldeas Infantiles...) a algunas directamente vinculadas al promotor (Fundación La Caixa...) pasando por Cruz Roja o grupos de
obispados. Un mínimo de perspicacia lleva a la sensación de que en algunos casos lo reducido del importe cedido trasluce una mera táctica, sino argucia, comercializadora, para algunos indignante. Más aún: si bien el partícipe pretende cooperar en una acción social con su inversión, ¿puede considerarla solidaria sin preocuparse en qué tipo de empresa está invirtiendo? Y ello sin entrar en la delicada cuestión del empleo que la ONG hará realmente de lo retrocedido. En todo caso este grupo de fondos, comercialmente fructíferos, agrupa a su vez dos subtipos según el destino de la cantidad donada. En los monosolidarios esta es cedida a una organización concreta; en algunos casos la propia denominación del fondo incluye una referencia identificadora. En los multisolidarios este compromiso se refiere a varias organizaciones que en ocasiones el fondo va seleccionando entre las vinculadas a una acción social determinada, y hay modalidades en las que es el inversor quien las selecciona. Mención especial merecen los fondos de inversión ético-solidarios (o mixtos), que combinan las dos características anteriores, correspondiendo normalmente a su comisión supervisar la doble adecuación: valores preseleccionados y destino de la donación. A título orientativo, en España han venido significando un porcentaje muy superior al mundial. Parecidos rasgos a los acotados caracterizan a los denominados ecológicos, de responsabilidad social y otras referencias análogas. La amplitud de la terminología, y la propia ambigüedad de su sustento, hace que siquiera en España la mejor determinación la aporten los listados de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y de la patronal Inverco, instituciones que pretenden establecer unos criterios diferenciales para evitar comercializaciones basadas en informaciones que puedan inducir a engaño, así como para objetivizar los criterios básicos a cumplir por las entidades que deseen utilizar denominaciones vinculadas con la ética o sus similares.
Llegados a este punto puede enfatizarse una idea tan sencilla: a diferencia de un donativo a una ONG, se trata de ganar dinero que rentabilice suficientemente el ahorro; a diferencia de un fondo normal, se añade el que se trate de “dinero sano y socialmente rentable”. Y no parece desaforado afirmar que hoy, a nivel internacional, pueden encontrarse fondos compatibles con cualquier prevención ideológica.
Para el inversor sensibilizado existen alternativas válidas entre las que destaca una que podría considerarse como social y solidaria por excelencia: la Deuda Pública.
Reflexiones finales Dados los límites de estas acotaciones, concluiremos esbozando algunas consideraciones: “Bien, parece que cuento con la posibilidad de invertir según mis principios, pero ¿cuánto me cuesta?” Este planteamiento enlazaría con la ancestral cuestión de si el inversor puede ser próspero y virtuoso. La respuesta clásica suele ser la negativa, pero algunos estudios, si bien ni todos ni aún suficientes, parecen cuestionarla. Tanto la Bolsa como parte destacada de la industria de este próspero sector no se vienen caracterizando precisamente por comportamientos éticos ni de sostenibilidad. La propia necesaria rentabilización bursátil requiere del uso de tácticas e instrumentos especulativos que a su vez suelen parecer incompatibles con una conducta ética. La respuesta pasa por considerar que es el uso indebido de la especulación lo que acarrea comportamientos socialmente reprochables. En España estamos en un círculo vicioso. La lectura optimista es que tanto la escasez de productos como la deficiente información que hoy lastran su desarrollo podrían en buen modo paliarse si creciera la demanda, si se prefiere: la presión de los inversores. La teoría y la praxis de las ISR podrían cooperar a la conclusión de que también la ética se ha mercantilizado, y resultaría apasionante discernir sobre los pros y contras de ello. Por de pronto, convendría diferenciar entre aquellas entidades que la asumen por convicción y aquellas que la utilizan como rentable embalaje comercializador; posiblemente abunden los casos híbridos. En todo caso el dato es que estos instrumentos funcionan, que con un gran mercado potencial se consolidan como alternativa no ya exótica sino válida y que, mejor o peor, promueven valor social. Y, a fin de cuentas, pueden cooperar, y en ello radicaría su cabal baremo, a algo tan necesario como el que todos los agentes vayamos transformando nuestros objetivos más allá de los valores solo económicos en los que nos vienen sumiendo tantos tsunamis infraculturales.
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TENDENCIAS
El turismo que viene
En el camino hacia un turismo sostenible conviene mejorar aspectos de la actividad como son la movilidad, el ahorro energético y de consumo de agua y la reducción de residuos, y en general la planificación en destinos turísticos consolidados.
Oriol Miralbell i Izard / Profesor de la Universitat Oberta de Catalunya
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as previsiones de crecimiento del turismo por parte de la Organización Mundial del Turismo (OMT) resultan impactantes por cuanto suponen la continuación de una tendencia de crecimiento exponencial a escala global, incluso en Europa, principal foco de la actividad turística mundial. Así, si el crecimiento del turismo mundial en número de llegadas ha pasado en los últimos quince años de los 565,4 millones a los 1.004 millones (de los cuales 717 corresponden a Europa), el número de turistas aumentaría en la misma cantidad en solo diez años. La pregunta que debemos hacernos es si estas previsiones, en las que se incluye un aumento de destinos emergentes, pueden conciliarse con un desarrollo sostenible, sobre todo en zonas como el Caribe, en los destinos de costa y en los países en vías de desarrollo. ¿Puede darse que un destino crezca rápidamente con enormes inversiones y esto suceda dentro de los parámetros de desarrollo sostenible? A la necesidad de planificar el desarrollo de los destinos turísticos dentro de unos parámetros de sostenibilidad, hay que añadirle la conveniencia de planificar la mitigación de
los efectos del cambio climático, que en algunos casos ya se están notando.
Efectos del cambio climático En lo que respecta al impacto económico del cambio climático en la economía mundial, existen previsiones que hablan de consecuencias poco importantes en el PIB de los países más ricos, mientras que en los países más pobres las consecuencias podrían ser de mayor consideración, sobre todo por la baja capacidad de reacción de sus economías. Dichos estudios, sin embargo, han tenido poco en cuenta los posibles desastres naturales y el bienestar de las personas, por citar dos factores enormemente importantes en la economía, aunque difíciles de cuantificar. Como viene apareciendo en los medios de comunicación, los grandes desastres naturales van en aumento y tienen efectos bastante negativos en la economía de los países que los sufren, especialmente en los más pobres, por la destrucción de los pocos recursos productivos de que disponen, la pérdida de personas, así como por la costosa reconstrucción de las regiones afectadas. A tenor de lo que dicen los expertos, no deja
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de haber incertidumbre sobre el alcance real del impacto del cambio climático en la economía mundial. Existe acuerdo entre estudios en que los impactos del cambio climático sobre la temperatura, el territorio, los patrimonios natural y paisajístico y los recursos hídricos, serán negativos. Todos ellos, valores fundamentales para el turismo. Podemos tomar como ejemplo el estudio de James McGregor del International Institute for Environment and Development de Londres, que dice que los impactos del cambio climático que amenazan el turismo en el Caribe son: La erosión de las playas. La intrusión salina. Las sequías, inundaciones y deslizamientos de tierra. La reducción de recursos coralinos. La disminución de la pesca productiva y de los sistemas agrícolas. Los cambios en los sistemas biológicos y la reducción de la biodiversidad.
El crecimiento del turismo mundial en número de llegadas ha pasado en los últimos quince años de los 565,4 millones a los 1.004 millones.
El daño en las instalaciones e infraestructuras costeras por los efectos del clima. La reducción de pasajeros de larga distancia debido a los impuestos y a la nueva reglamentación ecológica. Los cambios en las preferencias de los turistas. En España, donde el 81% de los turistas escogen como primer motivo de sus vacaciones el campo y la playa para el descanso, el cambio climático puede acarrear para los destinos de costa algunas consecuencias parecidas a las previstas para el Caribe, con el consiguiente coste de adaptación de infraestructuras e instalaciones, así como en la protección del litoral. No hay que olvidar tampoco, en el caso de España, los importantes efectos para las estaciones de esquí.
Estrategias ante el cambio Tanto los gobiernos locales, regionales o nacionales, como los organismos internacionales han estado trabajando desde
hace años en la definición de estrategias y medidas para el turismo sostenible (el Plan Estratégico del Consejo Español de Turismo - Turismo 2020, por ejemplo, o la aplicación de la Agenda 21 en los municipios turísticos). Las diferentes administraciones tienen en cuenta tanto reducir los impactos medioambientales que pueda causar el turismo como la mejora de la eficiencia energética de los servicios turísticos y de transporte, consumir racionalmente los recursos hídricos y reducir al máximo la generación de residuos. El PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) elaboró en 2008, junto con la Universidad de Oxford, un documento (Climate Change. Adaptation and Mitigation in the Tourism Sector) que describía la situación y concluía que es precisamente el turista quien muestra una capacidad adaptativa más alta ante el cambio climático, mientras que los agentes de menor capacidad adaptativa son los servicios de alojamiento, los recursos de ocio y diversión, los organismos locales y las comunidades o destinos turísticos en general. Respecto a los actores con una capacidad adaptativa intermedia se encuentran los operadores turísticos, las empresas de transporte y los agentes de viaje. La capacidad adaptativa resulta ser un factor importante en la planificación de la mitigación de los efectos del cambio climático, pero para ello resulta necesario también que la conciencia social ante el impacto de dichos efectos sea alta. Si miramos la tabla siguiente, veremos, sin embargo, que la concienciación social es baja o moderada en todas las regiones del planeta, independientemente de la gravedad del impacto que pueda esperarse que sufrirá su región, con excepción de las zonas de los arrecifes y las de los destinos de turismo de invierno (probablemente porque, como ya hemos dicho, ya han empezado a notar claramente los efectos negativos del cambio climático). El PNUMA plantea un modelo para llevar acciones de mitigación respecto a
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Se calcula que el turismo sostenible podría crecer hasta el 25% del mercado turístico mundial en los próximos seis años.
los efectos del cambio climático basado en ocho ámbitos: la planificación de la gestión de riesgos; la vinculación con otros procesos de gestión; la elaboración de normativas y la puesta en marcha de campañas de motivación y acciones de fomento; la creación y el apoyo a redes de conocimiento; la adaptación financiera; la información y la investigación; la formación y la comunicación; y finalmente, la conducta responsable en el desarrollo.
Turismo responsable En lo que respecta a la comunicación y formación de la concienciación de los actores, han ido surgiendo iniciativas como el Pasaporte Verde, o Green Passport, (también publicado por el PNUMA). Se trata de una guía para viajar de manera más ecológica que incluye orientaciones sobre cómo escoger los destinos que más han trabajado por la sostenibilidad, a la vez que da consejos sobre cuestiones prácticas, como la manera de preparar un equipaje ligero y de viajar con calma. También informa de cuáles son las formas más sostenibles de desplazamiento y cómo evitar los hábitos cotidianos que puedan ser generadores de mayor cantidad de CO2. En otro apartado la guía habla de la importancia de respetar los valores culturales y patrimoniales de los destinos, interesándose por sus tradiciones y costumbres, así como por su sociedad. En lo que se refiere al alojamiento y a los servicios turísticos da pistas de cuáles son las buenas prácticas que deben llevar a cabo los establecimientos de alojamiento por lo que se refiere al ahorro energético o al consumo racional de agua, y también a la generación de residuos. Respecto a la alimentación,
TENDENCIAS
Región
Impacto estimado del cambio climático en el turismo
Nivel de conocimiento sobre el cambio climático
África
De moderado a muy negativo
Extremadamente pobre
Asia
De moderado a muy negativo
Extremadamente pobre
Australia y Nueva Zelanda
De moderado a muy negativo
Moderadamente pobre (alto en las grandes barreras de arrecifes)
Europa
Moderadamente negativo
Moderado (alto en la región alpina)
América Latina
Moderadamente negativo
Pobre
Norteamérica
Moderadamente negativo
Moderado (alto en la costa y zonas de esquí)
Regiones polares
Ligeramente negativo ligeramente positivo
Pobre
Islas pequeñas
Fuertemente negativo
Moderado
PNUMA. Climate Change, (2008).
la guía hace énfasis en la importancia de consumir la comida autóctona y aquella que ha sido generada por los productores locales. Para terminar, la guía explica cómo desplazarse por entornos naturales sin causar impactos negativos y recomienda el modo de observar la fauna y la flora en los destinos. Se trata de una guía que, pensada para concienciar y orientar al turista, abarca todos aquellos elementos del turismo sostenible, del turismo responsable y del turismo justo, que tan importantes son en el desarrollo del turismo en los países no desarrollados. A su vez, es una guía que promueve el uso de conductas ecosostenibles, que ayudan a mitigar el impacto del cambio climático. El interés por el turismo responsable y el turismo sostenible se ha extendido especialmente entre las administraciones de países no desarrollados, que han recurrido a menudo a acciones de ayuda al desarrollo impulsadas por organismos internacionales; y han trabajado sobre el terreno ONG y otras asociaciones e institutos universitarios que investigan sobre el desarrollo sostenible en países en vías de desarrollo. Son especialmente destacables estas acciones llevadas a cabo en regiones rurales, a menudo olvidadas o de países que salen de largos conflictos bélicos, puesto que suponen
una ayuda importante a la recuperación de la economía local y el bienestar de las comunidades, a la vez que están creando puentes de comunicación e intercambio entre los países ricos y la población rural de los nuevos destinos. Como informa la TIES (The International Ecotourism Society) la oferta de estos destinos menos sofisticados y con un entorno natural y social más auténtico interesa cada vez a un mayor número de turistas. En Europa, casi el 30% de los turistas tienen conciencia de las necesidades y los valores del turismo sostenible; cerca del 20% busca destinos o servicios green o sostenibles; mientras que un 10% planifica todas sus vacaciones de forma sostenible. Entre los mercados con mayor sensibilidad por esta modalidad de turismo se encuentra Alemania, donde el 65% exige que los destinos tengan un entorno ecológico de calidad y el 42% considera importante que el alojamiento cumpla con las normas de sostenibilidad adecuadas. También en el ámbito de la ética crece el interés del turista occidental. Los turistas británicos, por ejemplo, creen que las empresas proveedoras de servicios turísticos deben aplicar en su actividad un código ético con sus trabajadores, con la población y los productores locales, así como con el medio ambiente.
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Respecto a la rentabilidad del turismo sostenible, TIES también nos facilita algunos datos interesantes. En la isla de Dominica, en el Caribe, los turistas de estancia que se alojan en las pequeñas cabañas de tradición local gastan dieciocho veces más dinero que los turistas de los cruceros que visitan la isla. Si se observa cómo se reparte el gasto del turista en algunos de estos viajes organizados a los destinos exóticos, resulta que el 80% del dinero de los paquetes combinados va a las diferentes compañías internacionales, mientras que en el caso de las empresas locales de alojamiento ecológico, cerca del 95% de los ingresos va destinado a la economía local. Se calcula que el turismo sostenible podría crecer hasta el 25% del mercado turístico mundial en los próximos seis años. Los expertos sugieren que el turismo sostenible y las prácticas de gestión sostenible de las empresas turísticas conseguirán generar beneficios a corto plazo.
En la isla de Dominica, en el Caribe, los turistas de estancia que se alojan en las pequeñas cabañas de tradición local gastan dieciocho veces más dinero que los turistas de los cruceros que visitan la isla.
Buenas y malas prácticas Por su enorme impacto en el territorio y su gran consumo de recursos, el turismo ha sido foco de atención de muchos organismos encargados de la vigilancia y la ayuda a la toma de medidas para la sostenibilidad mundial. Así, el turismo está afectado por cinco de las sietes líneas de trabajo del informe de política Global Green New Deal publicado por el PNUMA en marzo de 2009; en concreto, la energía sostenible, el transporte sostenible, el agua dulce, las infraestructuras ecológicas y la gestión de residuos. Las administraciones han ido implementando políticas y actuaciones de fomento de la mejora medioambiental gracias al impacto que causó el Informe Brundtland. Por su parte, las asociaciones de empresarios de alojamiento ya en los años noventa se dedicaron a elaborar manuales de buenas prácticas en la gestión empresarial y de los recursos humanos, en la edificación y en la cons-
Uno de los sectores que mayor impacto causa en el medio ambiente es el del transporte, que resulta fundamental para el turismo.
El Pasaporte Verde es una guía para viajar de manera más ecológica, que incluye orientaciones sobre cómo escoger los destinos que más han trabajado por la sostenibilidad.
trucción de los espacios de hospedaje, en la gestión de los recursos materiales y humanos, en el ahorro energético, en el ahorro de agua y en la gestión de residuos. Otros subsectores del turismo, el de las empresas de servicios turísticos (agencias de viajes, empresas organizadoras de eventos y convenciones, etc.) han ido incorporando buenas prácticas en áreas como la del ahorro energético, la reducción de gasto en papel y materiales no reciclables, la aplicación de normas éticas de conducta con su personal y con la sociedad local, etc. Uno de los sectores que mayor impacto causa en el medio ambiente es el del transporte, que resulta fundamental para el turismo. La movilidad plantea grandes problemas tanto por su dependencia de energías fósiles, cuyos recursos son cada vez más escasos, como por la gran cantidad de CO2 de efecto invernadero que generan y que contribuye de manera considerable a aumentar los efectos del cambio climático. Si bien en Europa, por ejemplo, tanto desde organismos como la UE o desde los propios gobiernos se están llevando a cabo acciones en favor de la sustitución de combustibles de origen fósil por el de las energías renovables, el camino a recorrer hasta alcanzar una
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total sustitución del combustible tradicional en los medios de transporte es aún muy largo. Un medio de transporte muy utilizado en el turismo es el aéreo, que, además, en los últimos lustros ha recibido gran cantidad de inversiones en aeropuertos, por ejemplo para ayudar a su expansión. Sin embargo, resulta que el avión es un gran generador de CO2 y que la sustitución del combustible tradicional por el de origen biológico aún se encuentra en fase de experimentación y parece poco rentable su utilización. El avión se usa especialmente para el turista de mercados situados en islas o para el turismo de gran distancia. Según datos de la UE, aunque el total de emisiones de gases de efecto invernadero cayeron un 3% desde 1990 hasta 2006, las emisiones de la aviación internacional aumentaron en casi un 100%; y continúa en su informe: “A pesar de que ha habido una mejora significativa en la tecnología aeronáutica y la eficiencia operativa, esto no ha sido suficiente para neutralizar el efecto del aumento del tráfico, y el aumento de las emisiones es probable que continúe en las próximas décadas.” Por esto, sorprende la previsión de crecimiento hecha por la Organización Mundial del Turismo en el período entre 1995 y 2020 de los viajes de larga distancia (5,4%), por encima de aquellos que se practican dentro del continente (3,8%). Dichos viajes de larga distancia se realizan en avión, precisamente, por lo que la previsión de la OMT podría significar una confirmación de la escasa concienciación del mercado occidental respecto a los efectos que tiene el transporte aéreo.
UNIÓN EUROPEA
Apuestas por la sostenibilidad lidad en la UE
Lluís González Vaqué / British Institute of International and Comparative Law (BIICL)
La Unión Europea apuesta por una estrategia que asegure el uso sostenible de los recursos naturales sin renunciar al crecimiento En 2005 la Comisión Europea publicó una Comunicación en la que se establecían las orientaciones a las que debía ajustarse la actuación de la UE hasta 2030 para un uso más eficaz y sostenible de los recursos naturales durante todo su ciclo de vida. En concreto mencionaba la necesidad de reducir los impactos ambientales negativos que provoca el uso de los recursos naturales, pero respetando a su vez los objetivos que fijó el Consejo Europeo de Lisboa en materia de crecimiento económico y empleo. Se ha criticado a la Comisión por no haber fijado ningún objetivo cuantificado, pero la estrategia prevé la posibilidad de hacerlo en el futuro, cuando se hayan desarrollado y aprovechado suficientemente los conocimientos sobre el uso de los recursos y los indicadores de su evolución. El objeto de la estrategia en cuestión es reducir las presiones ambientales de cada etapa del ciclo de vida de los recursos, lo que incluye su extracción o recolección, uso y eliminación final. Se trata por lo tanto de integrar este concepto de ciclo de vida y de impacto de
los recursos en todas las políticas relacionadas con ellos. La Comisión espera aplicar sistemáticamente tal planteamiento al conjunto de las políticas ambientales. De hecho, ya está integrado en varias medidas, como la estrategia temática sobre los residuos. Algunas acciones, como la política integrada de productos o el plan de acción para las tecnologías ambientales, complementan este planteamiento. Por otra parte, las políticas que no están relacionadas con el medio ambiente pero consumen recursos deberán integrar este planteamiento. Ya se han adoptado medidas al respecto, especialmente en el ámbito del transporte y la energía. Además, el recurso de los estudios de impacto será determinante en algunos sectores industriales o de infraestructura.
Pequeñas y medianas empresas sostenibles en un mercado único sostenible En 2007 la Comisión propuso un plan de acción que cubría ámbitos tan diversos como la mejora de las disposiciones, los instrumentos de gestión ambiental, el apoyo financiero, la experiencia y conocimientos técnicos locales y la comunicación e información, con el
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fin de ayudar a las pequeñas y medianas empresas a aplicar correctamente la normativa europea en materia de medio ambiente. Nos referimos a la Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, titulada Pequeñas, limpias y competitivas. Programa de asistencia a las pequeñas y medianas empresas para el cumplimiento de la legislación de medio ambiente. No nos parece necesario insistir en la importancia de las pequeñas y medianas empresas (pymes): representan en la UE el 99% de las empresas y el 57% del valor añadido de la economía. Se alega, sin embargo, que las pymes no aplican una parte importante de la normativa europea en materia de medio ambiente, bien porque no alcanzan los umbrales a partir de los cuales es obligatoria dicha legislación, bien porque no conocen el impacto ambiental de sus actividades ni las normativas aplicables: indudablemente, lo que está en juego es la competitividad de las pymes. Por ello, a fin de ayudarlas a adoptar métodos de producción y prácticas comerciales que sean sostenibles, la Co misión estableció un
La estrategia sobre prevención y reciclado de residuos es una de los pilares temáticos en que se basa el programa de medio ambiente adoptado en 2002.
programa de asistencia cuyos objetivos son aumentar su nivel de cumplimiento de la normativa ambiental, reduciendo al mismo tiempo los costes de su regularización, incrementar su eficiencia ecológica y reforzar su competitividad y “ecoinnovación”. Cabe preguntarse si dicho programa (que se centra en la mejora de la normativa, la adaptación de los instrumentos de gestión ambiental, el apoyo financiero a las pymes, el desarrollo de las competencias locales y la comunicación e información) se aplica adecuadamente y si se han ido alcanzado los objetivos propuestos: será preciso analizar en detalle el informe del seguimiento que debe efectuar la propia Comisión, en colaboración con los Estados miembros (previsto para 2010).
La estrategia en materia de prevención de la producción de residuos La estrategia en materia de prevención de la producción de residuos se refiere esencialmente a la reducción del impacto ambiental de los residuos y de los productos destinados a convertirse en residuos. Para ser eficaz, esa disminución de impacto ha de aplicarse a todas las etapas de la vida de
los recursos. Constituye por lo tanto un factor importante de éxito la aplicación de los instrumentos establecidos en el marco de la legislación comunitaria vigente, como la difusión de las mejores técnicas disponibles o el diseño ecológico de los productos. Esta estrategia implica el fomento del reciclado de los residuos: se trata de alentar al sector del reciclado para que reintroduzca los residuos en el ciclo económico, en forma de productos de calidad, reduciendo al mínimo el impacto ambiental negativo de dicha reintroducción. El reciclado puede fomentarse mediante la introducción de criterios de eficacia para las operaciones de recuperación, así como con criterios que permitan distinguir los residuos de los productos, de manera que puedan establecerse normas mínimas de calidad y difundirse las mejores prácticas entre los Estados miembros. La estrategia prevé otras medidas como el intercambio de datos sobre los impuestos nacionales por la utilización de vertederos y, más adelante, medidas basadas en la naturaleza del material e incluso medidas para completar los mecanismos de mercado si resultan insuficientes para garantizar el desarrollo del reciclado.
Ecoinnovation 2008-2013 La Unión Europea ha lanzado una serie de iniciativas para fomentar la ecoinnovación y apoyar la aplicación del Plan de Actuación a favor de las Tecnologías Ambientales dentro del Programa Marco para la Innovación y la Competitividad. Hasta 2013 se destinarán casi 200 millones de euros a financiar proyectos que fomenten la ecoinnovación en Europa. El objetivo consiste en potenciar la posición
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medioambiental y competitiva de Europa apoyando soluciones innovadoras que protejan el medio ambiente, al tiempo que se cree un mercado más amplio para los productos y servicios, métodos de gestión y tecnologías verdes. Se les otorga prioridad a los sectores que puedan ofrecer posibles mejoras significativas en la forma en que sus operaciones, productos o servicios tienen impacto en el medio ambiente. Las áreas que reciben financiación cambian de año en año, dependiendo de la distribución de ayudas anteriores y del resultado de los proyectos. Las prioridades incluidas hasta la fecha son: Reciclado: proyectos orientados a mejorar los procesos de clasificación de los residuos, a reforzar la competitividad de las industrias de reciclado y a desarrollar nuevas soluciones de reciclado y productos innovadores que utilicen materiales reciclados. Edificios y construcción: proyectos que cubran productos innovadores para el sector de la construcción, la producción de materiales de construcción sostenibles, un mejor aprovechamiento de materiales reciclados y recursos renovables para la construcción y nuevas tecnologías para el tratamiento y el ahorro de agua. El sector de la alimentación y las bebidas: proyectos que incluyan temas como el desarrollo de procesos de producción y envasado más limpios; diseño de procesos más eficientes para la gestión del agua e innovaciones para abordar la reducción de residuos, su reciclado y su recuperación, junto con métodos que mejoren el uso eficiente de recursos. Recientemente se les ha dado prioridad a sectores que generan considerables impactos medioambientales, como las industrias cárnica y láctea. Empresas y compras verdes: proyectos que garanticen que las empresas tengan en cuenta criterios medioambientales a la hora de realizar sus compras y hagan un uso eficiente de recursos; ayudas a los negocios a realizar una producción y unos procesos más ecológicos y la integración generalizada de técnicas de ecoinnovación en las cadenas de suministro.
Publirreportaje
Las nuevas
tecnologías aplicadas a los servicios de
vigilancia
Securitas es la única compañía del
sector en España que está especializada exclusivamente en ofrecer servicios de vigilancia. El futuro del sector pasa por la aplicación de las nuevas tecnologías a este tipo de servicios, donde la formación de los vigilantes continuará siendo un elemento crucial.
El sector de la seguridad privada engloba toda una serie de servicios que van desde los sistemas de seguridad hasta el transporte de fondos y la gestión de efectivo, pasando por los servicios de vigilancia, que son los que suponen la mayor parte del negocio del sector. Según los últimos datos publicados por APROSER, el 65% de la facturación global corresponde a este tipo de servicios, en los que Securitas Seguridad España es especialista. Somos la única compañía del sector en España que está especializada exclusivamente en ofrecer servicios de vigilancia, por eso nos gusta hablar de servicios de seguridad a través de las personas, porque sabemos que sobre éstas recae el peso principal de la seguridad – ya sea en un edificio de oficinas, un hotel, un hospital, el metro o un centro comercial-. Nuestros profesionales, los vigilantes, están debidamente formados para ello, no sólo por el empeño que ponemos en Securitas en su formación, que no es poco, sino porque la legislación vigente en nuestro país es una de las más ambiciosas en cuanto a los requisitos y cursos que han de realizar estos profesionales para conseguir su habilitación profesional.
Especialización de los servicios… y de los vigilantes La evolución natural de la carrera profesional de los vigilantes apunta en la misma dirección que los servicios de seguridad en general y que pasa por la segmentación de los servicios en función de la actividad del cliente y la consecuente especialización en ese tipo de seguridad. De esta forma tendremos – tal y como de hecho ya están comprobando los clientes de Securitas – vigilantes especializados en ofrecer seguridad para los diferentes sectores del ámbito económico. Como ejemplo, valgan las declaraciones realizadas recientemente por el Jefe de Seguridad de la Universidad de Sevilla, que cuenta con el servicio de Securitas desde hace dos décadas. “El vigilante de plantón no nos ha servido nunca, hoy más que nunca las nuevas tecnologías nos empujan obligatoriamente a la superespecialización del
personal de seguridad”, señala José Luis Aguilar-Galindo, en referencia a los conocimientos de informática que deben tener hoy en día los vigilantes para poder gestionar los modernos sistemas de seguridad. “Tenemos que procurar que los vigilantes se sientan más motivados en su trabajo. Las nuevas tecnologías facilitan la labor y complican dicho oficio, pero éstas nos están ayudando a aumentar la motivación”, indica. En el marco de la universidad, por ejemplo, si se produce un hurto las nuevas tecnologías resuelven muchos problemas porque los vigilantes deben localizar las imágenes, grabarlas en el disco duro, pasarlas a otro soporte en el que remitirlo a la policía, etc., y todo ello requiere tener un conocimiento mínimo de informática. En otros servicios la utilización de pda’s conectadas en red a los programas de gestión de la seguridad permiten la integración de toda la información, en claro beneficio tanto para el cliente como para los empleados de seguridad. En este sentido en Securitas miramos al futuro con muchas expectativas puestas en las nuevas tecnologías y en las herramientas informáticas más avanzadas. Proyectamos aplicarlas a nuestros servicios de una forma muy novedosa, que proporcionará un gran valor añadido a nuestros servicios, porque pondrá en contacto a todo el abanico de actores que intervienen en un servicio de seguridad, desde el cliente al vigilante, pasando por los mandos intermedios y todos los sistemas de seguridad integrados en el servicio. Pero todo ello sin olvidar que de nada sirven todos estos sistemas y grandes avances sin contar con los recursos humanos adecuados, debidamente formados y motivados, vigilantes que proporcionen sentido común y pongan el acento racional en todas las nuevas tecnologías que están por venir.
TRIBUNA
Tras el desastre del golfo de México A. Serra Ramoneda
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l vertido de muchos millones de barriles de petróleo en el golfo de México a causa de la explosión en el pozo submarino irónicamente denominado Macondo, nada menos que a 1,6 kilómetros de profundidad, que explotaba BP, ha puesto la piel de gallina a todos quienes tienen una mínima sensibilidad por el medio ambiente. Las imágenes de la mancha negra acercándose a las costas de Florida y de las aves con las alas inutilizadas por el alquitrán tuvieron un gran impacto. Tanto que el presidente Obama impuso inmediatamente una moratoria a los permisos para nuevas explotaciones de yacimientos a gran profundidad marina, a la espera de un diagnóstico sobre las causas del terrible accidente. Moratoria cuestionada por el poder judicial y por potentes lobbies. Poco sabemos, sin embargo, de un suceso parecido que por esas mismas fechas tuvo lugar cerca del litoral chino y que, según las escasas noticias recibidas, también ha tenido un gran alcance, sin que se hayan empleado medios tan potentes para paliar el desastre. El pánico cundió por todo el globo. La alegría con la que se contemplaba cualquier intento de aprovechar el petróleo que yace a profundidades marinas considerables se evaporó. En Noruega, país conocido por su gran sensibilidad ecológica, se ha cancelado sine díe cualquier intento de explotación de las reservas conocidas que yacen a muchos pies bajo el océano. En Italia, y también Malta, se han levantado muchas voces exigiendo que se cese con el intento de perforar nuevos pozos en el brazo de mar que les separa de Libia. Caso distinto es el de Brasil. En este país de economía emergente, en cambio, el entusiasmo por el maná que una población ansiosa espera de los muchos potenciales barriles de crudo que esconde su subsuelo marino, comporta que político alguno ose proponer el aplazamiento de su explotación.
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La profunda herida que el accidente del golfo de México ha provocado en la contabilidad de BP, más la incalculable pérdida de prestigio que le ha supuesto, habrá servido de lección a las otras compañías que también se dedican a estos delicados menesteres. Con toda seguridad extremarán las precauciones para evitar un suceso parecido. Sin embargo, seguirá existiendo una probabilidad, pequeña pero no menospreciable, de accidentes similares. Por mucho que Petrobras, la gran petrolera brasileña, se jacte de ser líder mundial en la tecnología de la explotación a grandes profundidades, no puede asegurar al cien por cien que la luz verde que las autoridades le han dado para actuar en las aguas territoriales de su país no desemboque en un vertido que destruya las ilusiones puestas en una prosperidad que su población cree tener al alcance de la mano. Si no se quiere destrozar aún más nuestro planeta hay que adoptar dos medidas. En primer lugar, de seguir con la pretensión de no dejar una gota de crudo cualquiera que sea su localización, debe mejorarse la tecnología para reducir todavía más la probabilidad de accidentes y a la vez disponer de los medios para reparar la avería caso de que se produjera. El reto no parece sencillo. Los expertos aseguran que actuar en profundidades de más de mil metros entraña unas dificultades enormes equiparables a las que supone un viaje de ida y vuelta a la luna. Mientras tanto habría que suspender las operaciones submarinas de gran calado, mal que les pese a los brasileños. Pero es indudable que una mejora en la seguridad implicará un incremento, notable, del coste de extracción del crudo en alta mar, por lo que este será menos competitivo frente a fuentes energéticas alternativas, renovables o no. La segunda medida es obvia. Reducir el consumo mundial de energía y a la vez promover el desarrollo de las aludidas fuentes alternativas. Ya sé que no es fácil convencer a las poblaciones que por fin están saliendo de la pobreza, como la china o la hindú, de que no adopten las costumbres tan despilfarradoras de energía del mundo occidental. Tampoco será sencillo introducir cambios en la forma de vida yanqui, que rechaza cualquier pretensión de imponer una tasa sobre el petróleo que tragan ávidamente sus potentes vehículos. Pero el proceso resulta ineludible. Hay algunos indicios interesantes, como los esfuerzos de todos los fabricantes, apoyados por los respectivos gobiernos, por perfeccionar el automóvil total o parcialmente eléctrico que ya empiezan a dar frutos. Pero la pregunta del millón es si existe una auténtica alternativa al petróleo como fuente energética. Las esperanzas puestas en las renovables, eólica o fotovoltaica, configuran una solución muy limitada. Por el elevado coste del kilovatio con ellas
La pregunta del millón es si existe una auténtica alternativa al petróleo como fuente energética.
producido y por la inseguridad en el suministro que comportan. Son un parche que no conviene olvidar y un complemento útil al petróleo, pero en modo alguno llegarán a ser su sustituto. La única esperanza reside en la energía nuclear. Ya sé que esta es una cuestión que provoca sarpullidos y que son muchos quienes se oponen a cualquier intento de construir centrales basadas en esta tecnología. Chernóbil y otras catástrofes similares aún son armas a esgrimir por los denominados verdes, armas que no dejan de tener cierto fundamento. La duda que los legos desearíamos que se nos aclarara es si no se han producido avances en el diseño de este tipo de centrales que prácticamente eliminan, o cuando menos hacen casi imperceptible, el riesgo de fugas radioactivas que tanto pueden dañar la salud humana. El hecho de que un país avanzado como Francia confíe tanto en la fisión del átomo para su suministro energético parece avalar la tesis de quienes aseguran que los reactores nucleares ya están totalmente dominados. Creo recordar que Suecia también quiere seguir el camino galo y está dispuesta a construir este tipo de centrales. Bueno sería que, de manera desapasionada, los expertos manifestaran su opinión y nos ilustraran sobre las ventajas, y también los inconvenientes, que la energía nuclear comporta. El ejemplo francés, acompañado del sueco si acierto en lo afirmado, es importante, pero no decisivo. También en países muy desarrollados y con instituciones eficientes se cometen errores humanos que acaban en tragedias. Este verano, el caso del túnel de Duisburg por donde habían de pasar los cientos de miles de asistentes atraídos por el atractivo festival denominado es un ejemplo de fallo clamoroso en las previsiones. Pero los políticos deberían abandonar de una vez su temor a abrir el melón nuclear, y convocar un debate sereno que permitiera a la ciudadanía formarse una opinión científicamente fundada que, de eliminar los fantasmas y mitos que hoy aún flotan por nuestras mentes, permitiría evitar errores de consecuencias difícilmente recuperables en la política energética.
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ENTREVISTA
SANTIAGO
NIÑO BECERRA “El nuevo manual económico se está empezando a escribir ahora” Pasado el verano hemos querido entrevistar al catedrático de Estructura Económica Santiago Niño Becerra (Barcelona, 1951) para hablar del presente de la situación económica. Pero nada ha cambiado: una crisis sistémica, como él aventura, es todo menos estacional. De las palabras del autor del libro El crash de 2010 nos aferramos a una declaración positiva: “Sacaremos un nuevo modelo sustentado en la coordinación y en la eficiencia.”
Gabriel Izard / Francesc Álvarez
Empecemos por el final: Díganos algo del futuro de esta crisis que aún no sepamos. Ya se sabe todo, otra cosa es que se quiera admitir. Insisto en algo: se trata de una crisis sistémica; el modelo que hemos estado utilizando desde el final de la II Guerra Mundial se ha agotado.
(aquí el Plan E y en otros países, los planes que se hayan implementado). En cuanto los efectos de esos fondos se diluyan (los fondos ya han concluido), se acabó. De ahí lo del double deep, la famosa ‘W’, que, pienso, no es tal: tan solo un impasse en la tendencia general descendente. En su opinión, ¿el Gobierno español está afrontando de manera adecuada la crisis en estos momentos? Pienso que no, pero ningún Gobierno en ningún país está afrontando de manera adecuada lo que está sucediendo, por lo que otro Gobierno en España haría las cosas de manera muy parecida, si no igual. ¿Y por qué no se está afrontando la situación de manera adecuada? Pues porque el manual que se está utilizando pertenece al modelo que se ha agotado; el nuevo manual se está empezando a escribir ahora.
Pasado el verano, ¿el estado de la economía es, en términos generales, mejor o peor de lo que usted había predicho? Posiblemente peor, desde luego no es mejor. Yo me baso en tendencias y la tendencia de la evolución económica mundial es muy negativa. Decía que es peor porque yo esperaba una mayor concienciación de la realidad por parte de “quienes hacen la economía”, y lo que se aprecia es desconcierto: se dice que el crecimiento alemán del segundo trimestre ha sido espectacular pero el déficit se coloca en cotas que nadie esperaba (o eso se dice), y lo único que sucede es que bajan las Bolsas: no se va más allá.
Vayamos por partes: para la empresa española, ¿cuál es su previsión? ¿Cerrarán todavía muchas empresas? ¿Qué le recomendaría al empresariado? España es una economía muy endeudada (400% del PIB), muy dependiente (el 50% del crédito que las entidades financieras han estado concediendo al ladrillo procedía del exterior), muy concentrada en subsectores de bajo valor e intensivos en factor trabajo (construcción, turismo, automóvil y hostelería generan el 35% del PIB de España) y de muy
En España, concretamente, los datos referidos a la evolución del PIB que publica el INE marcan una tendencia hacia valores positivos. ¿En qué se sustenta esta recuperación y qué valoración le merece? Se debe básicamente a las diferentes variantes del Plan E que han inyectado ingentes cantidades de fondos en la economía
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“Mi sugerencia al empresario que no vea una evolución plausible a su negocio es que o bien se una a otros, o bien cierre.” 37
ENTREVISTA
¿Por qué la universidad y la empresa no trabajan conjuntamente en España tal como se hace en otros países? Porque históricamente, y en términos generales, la universidad ha cumplido el papel de formar élites acordes con los intereses de los poderes imperantes y la empresa no ha tenido una elevada necesidad de contar con profesionales específicos.
reducida productividad (España tenía en 2006 una productividad equivalente a la que Suecia tenía en 1975); es decir, la economía española es una economía “antigua”, no preparada para afrontar el cambio de modelo sistémico que se avecina. Por lo tanto, la economía española irá a peor y cerrarán más empresas, por ello, mi sugerencia al empresario que no vea una evolución plausible a su negocio es que o bien se una a otros, o bien cierre.
¿Cuáles serán los sectores florecientes de la economía en los próximos años? Logística: ayuda a mejorar la productividad; biotecnología: abre la puerta a mejores aprovechamientos de commodities; lo que yo denomino el sector R: reparación, recuperación, reciclaje, reaprovechamiento, reutilización, rehabilitación…
La banca, tras el resultado de los stress tests, ¿está en mejor o peor situación que antes? ¿Qué podemos esperar para el sector en el futuro? ¿De verdad alguien se cree que los problemas de las entidades financieras europeas se arreglan con 3.500 millones de euros? ¿Qué podemos esperar del sector financiero? Intervenciones de entidades financieras, con todo lo que ello supone, evidentemente.
¿Cómo ve el agotamiento de los recursos naturales y el aumento de la contaminación? ¿Qué soluciones se deben aplicar y por parte de quién? ¿Cómo lo veo? Inevitable con nuestro modelo, de ahí que la mejora en la productividad, en el uso de los inputs, pase a ser tan importante, también el uso conveniente, claro. ¿Soluciones? Buscar respuestas tecnológicas a la escasez, por ejemplo: en el agua de mar hay disueltas cantidades ingentes de cobre, si se pudiera extraer a un coste bajo y sin contaminar el entorno, sería fabuloso ¿no? Cosas así, pienso, se conseguirán, pero falta un tiempo que va ser duro.
Y el mercado laboral, ¿cómo quedará afectado? Cuando fue presentada la reforma laboral tuve la oportunidad de preguntar al Sr. Corbacho si, en su opinión, con la reforma la tasa de ocupación iba a aumentar y la de desempleo a disminuir. Me respondió que sí, si el PIB volvía a crecer y las entidades financieras volvían a conceder créditos. ¿Cómo quedará afectado el mercado laboral? A medida que la demanda de trabajo vaya decreciendo, como la oferta permanecerá estancada o tenderá a aumentar, lo que puede esperarse es un desempleo y un subempleo crecientes.
En su opinión, ¿cuáles son las principales enseñanzas de esta crisis económica? Se sacan enseñanzas de las recesiones, no de las crisis sistémicas: ¿Qué enseñanzas se extrajeron de la Gran Depresión? De las crisis sistémicas se obtienen modelos nuevos, y eso sacaremos, un nuevo modelo sustentado en la coordinación y en la eficiencia.
¿En estos momentos qué es mejor para nuestra economía: que el ciudadano ahorre o que gaste? Para nuestra economía, lo mismo que para las demás, lo mejor sería la coordinación de medidas (paliativas, de momento) por parte de técnicos, no de políticos; para el ciudadano de a pie, lo mejor, pienso, es que si puede reduzca deuda, que consuma tan solo lo que necesite y que, si puede, ahorre en francos suizos si busca una estabilidad (y que guarde en la caja fuerte de un amigo que tenga una empresa un remanente para imprevistos y urgencias).
¿Qué quiere decir? Que el modelo (sistémico) de funcionamiento se ha agotado, algo parecido sucedió en 1929 y en 1875. Lo que supone una crisis sistémica es un cambio radical en el modo de hacer las cosas. Lo que ahora juega en nuestra contra es el hecho de que, a diferencia de 1929, nos hallamos en un momento contractivo, por lo que “la solución de la crisis” no supondrá un ir a más como sí supuso el modelo implementado en 1950: el nuestro y que ahora se ha agotado.
La sociedad española es creativa y dinámica en muchos aspectos, ¿por qué no lo es en términos económicos? Es creativa en términos económicos: hay que tener una creatividad muy alta para conseguir que el precio de la vivienda prácticamente se haya duplicado en quince años, o para traer cinco millones de inmigrantes en menos de diez y dedicarlos a construir las viviendas cuyos precios han aumentado lo antes dicho; lo que sucede es que la perfección no existe: somos humanos. (Es una respuesta irónica, soy consciente de ello).
En definitiva, ¿hay más motivos para ser optimistas o pesimistas si pensamos en el futuro de nuestros hijos? Pienso que nuestros hijos, de media (la chica o el chico medio de la pareja media), van a tener acceso a muchos menos bienes y servicios que nosotros. Tendrán otras cosas que hoy no tenemos: una contaminación mucho menor, por ejemplo, pero no podrán tener treinta camisas de temporada, adquiridas a crédito, en el armario.
38
39
SECTORES
Una política
industrial necesaria
Las políticas de estímulo al sector industrial deben tener en cuenta sobre todo las empresas que funcionan, que aprenden de su experiencia, que reinvierten y compiten. Joaquín Trigo Portela / Director ejecutivo de Fomento del Trabajo Nacional
L
ilustra más adelante. La construcción ha tenido altibajos que la dejarán en 2010 por debajo de la contribución que le correspondía en 2009. Sube el peso de los servicios como en todo el mundo y cae el de la industria a una cuota inferior a la mitad de la inicial. Esta evolución está en línea con la de los países desarrollados, las diferencias están en el ritmo al que se produce el cambio y en la calidad de cada componente, porque si bien todos los sectores son necesarios, hay una notable diferencia en que en el sector de servicios tengan un gran peso los oficios de baja cualificación o, por el contrario, sean más los que están haciendo aportaciones punteras en las áreas de crecimiento más rápido.
a reducción de barreras comerciales, la agrupación económica de áreas supranacionales y la rapidez del crecimiento de la industria –y del conjunto de la economía– especialmente en los países emergentes, que se incorporan al comercio mundial trabajando en el linde del conocimiento, han dado lugar a una recomposición de la actividad productiva en la mayor parte del mundo y a un replanteamiento de su orientación y de su entorno relevante.. En el siguiente gráfico se aprecia la trayectoria de la distribución sectorial de la economía en España. En las últimas cuatro décadas, la agricultura perdió un 78,2% de su peso relativo, aunque no de su importancia, como se
Gráfico. Estructura sectorial del valor añadido bruto. España 80,0
AGRICULTURA Y PESCA CONSTRUCCIÓN INDUSTRIA-ENERGÍA SERVICIOS
70,0 60,0
71,7 66,4 58,0 54,0
50,0
46,3
40,0
34,0
30,3
30,0
26,3 20,9
20,0 10,0 0,0
15,1 11,0
8,8
1970
7,4
8,3
1980
9,2 5,7
8,3 4,4
1990
10,7
2,4 2000
2010
Fuente: Contabilidad Nacional de España (CNE), INE
40
En todos los países preocupa la industria en sus distintas vertientes y características, es decir, en cuanto a su producción, su calidad y empleo. Esto es así, porque, por un lado, es vulnerable ante la oferta extranjera y, por otro, su aportación es muy superior a la incidencia directa que se aprecia en la distribución de la actividad y tiene peculiaridades que la hacen especialmente interesante. Es así porque actividades que tradicionalmente eran asumidas por empresas industriales se externalizan y pasan a integrarse en otros capítulos de actividad, como ocurre con el transporte de materias primas y productos acaba-
Las empresas industriales se desarrollan lentamente, cuando tienen un volumen adecuado exportan y, posteriormente, se plantean fabricar en otros países.
dos, los servicios de limpieza y vigilancia así como, cada vez en mayor medida, la materialización de nuevas ideas en colaboración con centros de investigación y universidades. Por otra parte, la calidad de la producción industrial de un país es considerada como un referente del resto de las aportaciones en cualquier otro ámbito productivo. Además, su actividad es más regular que la del turismo o la agricultura. Esto insta a los gobiernos de cualquier signo a desarrollar políticas de estímulo a la inversión en el sector, a la innovación, la exportación, la cooperación y la atracción de inversión extranjera, lo que se realiza tanto desde el Gobierno central como de las instancias subcentrales e incluso desde los municipios. La relevancia de la industria española en el marco exterior se plasma en la tabla 1, sobre balanza de pagos por cuenta corriente. El peso cuantitativo de las compras y ventas de mercancías supera con creces al de las otras rúbricas. A pesar de que el valor agregado de las ventas está claramente por debajo de las compras, puede hacerse un desglose que aporta una precisión relevante. Si se eliminan –véase la tabla 2– los apartados de alimentos, productos energéticos, materias primas y semimanufacturas no químicas, que contienen un menor valor añadido específicamente industrial, la
Tabla 1. Balanza de pagos por cuenta corriente: ingresos y pagos Millones de euros M ercancías
Turism o Ingresos
Otros servicios
Pagos
Ingresos
Rentas
Pagos
Ingresos
Transfer. Corrientes
Pagos
Ingresos
Pagos
Total cuenta corriente
Export.
Import.
Ingresos
Pagos
2002
134.816
171.326
33.557
7.687
29.966
33.227
22.716
35.042
15.230
12.767
236.285
260.049
2003
139.754
179.593
35.047
8.010
30.642
34.379
24.061
34.456
14.869
15.412
244.374
271.850
2004
148.967
202.627
36.376
9.772
32.979
37.830
27.299
39.439
16.244
16.362
261.866
306.030
2005
157.978
226.581
38.558
12.125
37.689
41.882
31.870
48.974
16.403
19.796
282.498
349.358
2006
175.808
259.054
40.715
13.266
44.046
49.260
47.701
68.500
17.057
23.560
325.327
413.640
2007
192.685
283.800
42.061
14.360
51.245
55.895
57.961
88.016
18.530
25.677
362.483
467.749
2008
192.740
279.464
41.901
13.834
55.536
57.459
54.034
90.067
17.333
26.692
361.544
467.517
2009
160.546
205.657
38.125
12.086
49.932
50.642
40.679
71.215
18.128
26.109
307.410
365.709
2009 En.-Jun.
78.256
99.684
16.502
5.253
24.610
25.026
19.850
38.115
7.407
12.623
146.625
180.701
2010 En.-Jun.
91.031
113.924
16.554
5.414
24.987
25.593
18.132
29.668
6.991
12.677
157.696
187.276
Fuente: Banco de España
41
SECTORES
Tabla 2. Comercio exterior de mercancias Millones de euros 1995
2000
2005
2009
2010 En.-Jun.
Im portaciones Industriales (*)
55.327
113.738
152.191
131.273
70.467
Totales
87.142
169.468
232.954
208.437
116.015
Industriales (*)
47.519
86.201
105.786
105.394
59.101
Totales
69.962
124.177
155.005
158.254
89.771
Exportaciones
* Descontados del total los capítulos de alimentos, productos energéticos, materias primas y semimanufacturas no químicas. Fuente: Secretaría de Estado de Comercio, con datos del Departamento de Aduanas e II.EE. de la Agencia Tributaria
tasa de cobertura en los años recogidos se sitúa en torno al 80% con un mínimo del 70% y un máximo del 86%. El componente de mercancías importadas que más incide en el déficit es el de productos energéticos, donde el valor de las compras multiplica por más de cuatro el de las ventas. Las empresas industriales se desarrollan lentamente. En general, parten de alguna idea sencilla con la que adquieren experiencia y conocimientos que les capacitan para atreverse con nuevas iniciativas o se desgajan de una iniciativa anterior que intenta algo más exigente. Cuando tienen un volumen adecuado exportan y, posteriormente, se plantean fabricar en otros países, que suelen recibirlas con los brazos abiertos y se dotan de agencias especializadas en la captación de estas inversiones que les facilitan su implantación. Con este fin se aportan los medios adecuados para su funcionamiento: formación profesional, terreno industrial, redes de comunicación, la posibilidad de financiación, la estabilidad del sistema fiscal… En España se hizo la misma apuesta a favor de la industria en las tres últimas décadas del siglo XX y en el inicio del XXI. Se cuidó siempre de no incurrir en ayudas que pudieran cuestionar la lealtad competitiva y la normativa comunitaria, se mantuvieron criterios exigentes de amortización de inversiones, justificación de la innovación, exceso de
inspecciones y exigencias de información y normativa laboral rígida que eran, y siguen siendo, inapropiados, lo mismo que la proclividad a sancionar las más nimias incorrecciones. Según Doing
En los últimos años se han producido cambios importantes al orientar la inversión hacia la innovación y las energías renovables.
42
Business 2010 la imposición total sobre las empresas en porcentaje del beneficio ascendía al 56,9% cuando en Alemania quedaba en 44,9%, en Portugal en 42,9%, en los Países Bajos en 39,3%, en el Reino Unido en 35,9% y en Irlanda, entre otros, en 26,5%. En los últimos años se produjeron cambios importantes cuando se decidió orientar la inversión hacia energías renovables y a los preludios de la innovación. Por un lado, se subsidió a los parques solares y a las eólicas y, por otro, se impulsaron estudios sobre eficiencia, posibilidades de innovación y otros que se plasmaron en papers. En el primer apartado subió el coste de la energía, con el consiguiente retraimiento de otros consumos y encarecimiento de la producción industrial, para acabar con un recorte de la ayuda que cuestiona la continuidad de la inversión hecha y la devolución de los préstamos que la financiaron. En el segundo renglón, se lograron publicaciones, pero pocas patentes y menos innovaciones reales. Así, el comercio exterior de mercancías sigue siendo deficitario, incluso si se prescinde de las partidas energéticas y las materias primas.
En el mes de agosto de este año The Economist se refiere a los subsidios para la captación de energía solar diciendo que “el Estado subestimó dramáticamente la cantidad de energía que podía venderse con precios subsidiados” y como no puso un límite al número de instalaciones que podían optar a esos precios generó una oferta excesiva que le indujo a reducir en un 45% el precio de garantía. En el mismo texto cuestiona la búsqueda de “campeones” (…futuros) a los que financiar con dinero público (que es una tentación en la que cae el Gobierno de Estados Unidos… y muchos otros), e insta a adoptar medidas horizontales en lugar de las verticales, especialmente donde hay ventajas competitivas, que no se encuentran necesariamente en las áreas de alta tecnología. Para que el gasto en la generación de conocimiento sea productivo, debe estar relacionado estrechamente con los usuarios últimos que van a introducirlo en sus actividades y sacarle un provecho. En la producción hay un conocimiento explícito y otro tácito. El primero esta formalizado, se conocen su origen y su valor. El segundo es real y efectivo, pero no hay conciencia de que sea un saber único o raro, algo útil que podría ser valioso para terceros que pudieran hacer un buen uso. Ese conocimiento, por una parte, es reconocible por los expertos que podrían apropiárselo sin que el propietario se percatara, pero también es la base que permite apreciar la importancia de la aportación del investigador y añade la posibilidad de introducirla en el proceso práctico de la producción. Para que este proceso esté en marcha es importante que los investigadores estén cerca de la producción, que compaginen la docencia y la investigación con la colaboración continua con las empresas, que valoren las innovaciones incrementales, sean receptivos a los problemas y dificultades de los “practicones” y se sientan tan orgullosos de participar en la carrera continua por la mejora como de sus aportaciones a la ciencia.
La calidad de la producción industrial de un país es considerada como un referente del resto de las aportaciones en cualquier otro ámbito productivo.
El facilitar la vida de las empresas que funcionan, que aprenden de su experiencia, que reinvierten y compiten es preferible al derroche, por “ilustrado” y jaleado que sea. El parque de empresas efectivas que funcionan en un entorno adverso merece más atención de la que le dispensan las incontables visitas de todo tipo de inspecciones. La dificultad de actuar con este criterio deriva de la atracción de los políticos por avecindarse junto a los beneficiarios de sus subvenciones, por remodelar la realidad productiva y, en definitiva, por su voluntad de cambiar el mundo y la ciega creencia en su capacidad de conseguirlo. Baltasar Gracián recordaba la importancia de una actitud correcta en tiempos difíciles. La máxima “En tiempo de tribulación no hacer mudanza” es especialmente buena cuando se está en una situación crítica en la que se ha perdido la confianza en los reguladores, los políticos, las entidades financieras, la calidad de la normativa
43
y las entidades que la hacen e inspeccionan. Así, en esta tesitura, lo más importante es dar tranquilidad y confianza. Sobre este tema es conveniente repasar las aportaciones. Esto es más delicado de lo que puede parecer a simple vista, ya que en al ámbito concreto de la política económica, se dan fenómenos resaltados por el ex ministro francés Peyrefitte y el ensayista americano Francis Fukuyama –desde ámbitos bien distintos, con contenidos diferentes pero las mismas conclusiones y recomendaciones y editados en el mismo año de 1995–. Para ellos la confianza viene a ser “la expectativa que surge en una comunidad con un comportamiento ordenado, honrador y de cooperación, basándose en normas compartidas por todos los miembros que la integran”. Las expectativas mencionadas pueden ser, y de hecho lo son, cuestionadas por políticas industriales desenfocadas. Las razones básicas radican en dos frentes. Por un lado, están en la ignorancia invencible acerca de cuáles serán las industrias triunfadoras del futuro que, obviamente, no existen en el presente, y no pueden presionar para obtener ayudas. El otro problema está en que el contar con una política industrial incita a la corrupción de los funcionarios (no solo ni necesariamente con dinero), lo que a su vez vicia cualquier efecto positivo de la política. La experiencia mundial de los casos de éxito está asociada al capital social, que viene a ser una capacidad fundamentada en el predominio de la confianza en una sociedad, o en alguno de sus aspectos. Esto induce a invertir y a asumir riesgos con la convicción de que solo los errores propios y los avatares del mercado –que son muchos– pueden cuestionar la inversión surgida de una iniciativa industrial. La aportación básica está en la estabilidad de las normas, su neutralidad y la posibilidad de disponer del excedente económico generado.
empreSAS
Emprendedores en tiempos de crisis Los nuevos emprendedores se distinguen por ser gente con una carrera profesional y una seguridad económica preestablecida. Analizamos el fenómeno a partir del proyecto GEM-Cataluña. Dr. Yancy Vaillant / Director del Observatorio de Creación de Empresas GEM-Cataluña
A
pesar del panorama económico actual tan poco alentador, resulta hasta cierto punto sorprendente que más de 300.000 personas en Cataluña y 1,5 millones en toda España decidieran llevar a cabo actividades de creación de empresas y seguir una carrera profesional en el emprendimiento durante el último año (informes del observatorio de actividad emprendedora GEM-Cataluña y GEMEspaña 2009). En cuanto a 2010, los datos preliminares dejan prever un aumento en la actividad emprendedora para Cataluña, aunque dicha recuperación no será compartida con el resto del Estado español. Con una tasa de actividad emprendedora entre la población adulta del 6,38%, la creación de empresa en Cataluña muestra claros signos de fortaleza en comparación con el resto del Estado español (con una tasa del 5,10%), superando incluso a la media resultante en la Unión Europea (5,81%). Ya en 2009 Cataluña mostraba indicios que apuntaban hacia la salida de la recesión emprendedora en esa comunidad, ya que su tasa de regeneración empresarial —enten-
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Actividad Emprendedora (TEA) en Cataluña (2003 – 2009) TEA Cataluña TEA España TEA Media UE
8,57
9,00
7,68
7,27
71,7
7,27 7,00
6,38
5,62 5,40 5,15
5,10 3,00
7,62
6,81
6,77 6,00
8,39
6,00
5,30
5,30
2005
2006
5,40
5,81 5,10
4,80 2003
2004
2007
2008
2009
Figura 1
dida como la relación entre los empresarios cuyo negocio cesó su actividad y los que empiezan una nueva empresa (emprendedores nacientes)— es la más sólida de España. Este hecho no solo es una señal de la fortaleza emprendedora de este territorio, sino que además deja ya entrever la recuperación de la actividad emprendedora que Cataluña está experimentando en 2010. Fígura 1 Resulta interesante destacar además que, a pesar de la marcada recesión económica por la que atraviesan Cataluña y España, la creación de empresas desde el desempleo no explica la alta tasa de actividad emprendedora en la comunidad catalana. De hecho, la creación de empresas por parte de personas sin empleo es un fenómeno poco habitual en Cataluña y uno de los más bajos entre los países de la OCDE. El 88,2% de las personas emprendedoras en Cataluña en 2009
indicaron que sus iniciativas nacían del aprovechamiento de una oportunidad de negocio, y no de la falta de alternativas laborales. Fígura 3 pág. 46 La crisis económica, a pesar de no haber afectado al elevado nivel de capital humano del emprendedor catalán, sí parece haber tenido repercusiones sobre la calidad de las empresas creadas. El análisis del perfil de las empresas en proceso de creación en Cataluña para 2009 revela un retroceso generalizado en el perfil de las iniciativas emprendedoras. De esta forma, cerca del 70% de la actividad emprendedora se corresponde con empresas dedicadas a crear productos o servicios que carecen de cualquier carácter innovador, y el 78,3% de las iniciativas creadas por nuevos emprendedores no han tenido actividad exportadora (53,3% en 2007). Fígura 4 y 5 pág. 46 En lo referente al cese empresarial en Cataluña, se estima que a lo largo de
Tasa de regeneración empresarial
Cataluña España Número de empresas nacientes por cada cierre Figura 2
45
2009 58.845 catalanes han cerrado una empresa (1,24% de la población adulta). Esta es una de las tasas de cierre más bajas al compararla con los países y territorios analizados en 2009. Además, destaca que el 34,7% de los abandonos en Cataluña corresponden a traspasos, lo cual implica una menor pérdida de riqueza y empleo. Sin embargo, la coyuntura económica es la principal causa del 68,2% de estos abandonos, y ha sido la presencia de fuertes restricciones financieras el principal motivo aludido por los ex empresarios. Como consecuencia de las barreras crediticias impuestas por las entidades financieras, el nuevo empresario en Cataluña se ha visto obligado a incrementar su participación dentro del capital inicial de la empresa. De esta forma, la participación del nuevo empresariado catalán en el capital semilla ha crecido en 2009 (71,4%) respecto al año 2007 (59,8%). Se observa claramente que en Cataluña, al igual que en el resto del Estado español, el acceso a recursos financieros es el principal obstáculo que merma tanto la creación de empresas como la supervivencia de las de reciente creación. En los últimos años, la falta de financiación afectó de forma especialmente negativa al proceso emprendedor entre las mujeres, los jóvenes y el colectivo extranjero. Los datos arrojados por el observatorio de actividad emprendedora GEMCataluña y GEM-España revelan que, en aras de fomentar de forma eficiente la actividad emprendedora, las administraciones deberían tener en cuenta la puesta en marcha de medidas específicas relacionadas con: Reavivar el optimismo en la sociedad: la correlación positiva entre el optimismo popular respecto a la economía así como la percepción de oportunidades de negocio con la actividad emprendedora ha sido corroborada por diversos estudios. Mientras que la opinión generalizada sobre el futuro económico siga deteriorándose, será difícil promover una mayor actividad emprendedora en España.
empreSAS
de empresas de calidad y con perspectiva de crecimiento. Para ello, no solo se hace necesario centrar esfuerzos hacia la captación de emprendedores con altos niveles de capital humano, sino que además se debe asegurar que dicho capital humano se explota de forma eficiente. Dicho aprovechamiento puede venir del fomento de la creación de empresas que cuenten con componentes innovadores y tecnológicos.
Creación de empresas desde el desempleo
Cataluña
España
Media EU
Media OCDE
Proporción de la creación de empresa por necesidad
El proyecto GEM
Figura 3
Nivel de innovación en las nuevas empresas catalanas
Renta familiar en Cataluña Hasta 20.000e 20.001-40.000e Más 40.000e 100,0% 80,0% 60,0%
100,0%
15,0% 44,0%
40,0% 20,0%
Mediamente innovadora No innovadora Completamente innovadora
40,9%
90,0%
29,8%
70,0%
34,3%
Figura 4
18,9%
23,7%
24,2%
56,0%
56,9%
2007
2008
14,6%
60,0%
15,1%
50,0% 40,0%
35,9%
30,0% 20,0%
0,0% Promedio genenaral de la población adulta catalana
20,3%
80,0%
Renta familiar del nuevo empresario
70,3%
10,0% 0,0%
2009
Figura 5
Mejorar el acceso a recursos financieros: este es uno de los principales obstáculos a la creación de empresa en la actualidad. La rigidez de las instituciones financieras también está detrás del deterioro generalizado de la calidad de las nuevas iniciativas empresariales promovidas por los emprendedores catalanes y españoles. Desarrollar redes de emprendedores: la fuerte asociación positiva entre la exposición a ejemplos emprendedores y la futura creación de empresas es otro elemento que ha sido demostrado de forma consistente por diversos estudios. En este sentido, la participación en redes de empresarios permitiría a individuos con potencial emprendedor beneficiarse del conocimiento acumulado por otros empresarios establecidos, y este flujo
La crisis económica parece haber tenido repercusiones sobre la calidad de las empresas creadas.
de información está llamado a facilitar y mejorar el proceso de creación de empresas. Promover un emprendimiento de largo plazo: diversos estudios muestran como más del 50% de las nuevas empresas no sobreviven en el mercado tras dos años de su puesta en marcha. De esta forma, uno de los principales objetivos de la Administración debe estar orientado a fomentar políticas que permitan identificar y favorecer la creación
46
El proyecto GEM (Global Entrepreneurship Monitor) se inició en 1999 fruto de los esfuerzos de dos prestigiosas universidades, London Business School y Babson College, junto con la participación de 10 países. En la actualidad, con más de sesenta equipos de investigación creados en otros tantos países, el proyecto GEM ha demostrado ser un referente mundial en el estudio de la actividad emprendedora. Cataluña fue pionera al incorporarse al proyecto GEM en el año 2003, y el objetivo principal trazado tiene que ver con realizar un análisis a nivel autonómico más detallado, así como comparaciones de ámbito regional. Desde entonces se han derivado del estudio GEM en Cataluña numerosos artículos académicos publicados en revistas científicas internacionales de alto nivel, tesis doctorales y estudios sobre el emprendimiento en Cataluña y España, los cuales han contribuido a hacer de Cataluña una de las potencias europeas a nivel de estudio y fomento de la creación de empresas. El proyecto GEM-Cataluña es una iniciativa conjunta del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona y el Departamento de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Departamento de Trabajo de la Generalitat de Cataluña.
Experiencias digitales para su marca.
spain@wigilabs.com www.wigilabs.com 47
CANADA - COLOMBIA - MEXICO - SPAIN
MARKETING
Aprovechando las redes sociales digitales Desde los comienzos de Internet, los encargados de marketing vieron en este una vía para comunicar y promocionar productos y servicios, evolucionando hasta la venta misma a través del e-commerce. Ahora aparece otro nuevo concepto, el marketing 2.0, que aprovecha las ventajas de las redes sociales digitales. Felipe Uribe S. / Investigador Universidad Autónoma de Barcelona
N
o cabe duda de que Internet y los cambios tecnológicos han transformado el mundo en las últimas décadas. La forma en la que nos informamos, nos comunicamos e interactuamos con nuestros pares ha cambiado y sería imposible imaginar el mundo en este momento sin Internet. El fenómeno de Internet y los teléfonos móviles también ha generado una nueva forma de marketing: el marketing digital, que se refiere básicamente a la aplicación de los principios y técnicas del marketing a través de plataformas digitales como Internet o los teléfonos móviles. Los términos de marketing digital, marketing electrónico o e-marketing son usados de forma indiferente y son considerados como sinónimos en la práctica del marketing.. El avance de la tecnología informática ha permitido el desarrollo de diversas herramientas de marketing digital, entre las más comunes el e-mail marketing, las páginas web, las campañas de banners (anuncios) en páginas web, los avisos patrocinados en buscadores o en páginas web, el posicionamiento de páginas web en buscadores (SEO/SEM), el mobile marketing (envío de SMS o desarrollos para teléfonos móviles), la venta on line (e-commerce), y más recientemente los
El 80% de los internautas españoles de 16 a 45 años declaran acceder semanalmente a redes sociales o comunidades on line.
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blogs, las aplicaciones y publicidad en redes sociales, y la geolocalización. Cuando se habla de marketing digital no se trata de una moda más del marketing, sino de una realidad generada por un cambio tecnológico. Por ejemplo, el sector de la publicidad ha tenido que adaptarse a estos cambios. Según un informe de InfoAdex, en el año 2009 en España, mientras la pauta publicitaria bajó en medios tradicionales como diarios, revistas, radio y televisión, en el sector de Internet se incrementó en casi un 18% a pesar de la crisis económica. La conclusión del estudio indica que las empresas están cambiando su enfoque de comunicación y promoción, potenciando canales alternativos a la publicidad masiva, dado que los costes son mucho más bajos y la efectividad es más alta. De hecho, ya se evidencian cambios en los hábitos de las personas. Por ejemplo, en España, en el año 2010, el consumo de Internet superó por primera vez al de televisión según la European Interactive Advertising Association. La compra por Internet ya no es un tabú para los consumidores. Según un estudio sobre las tendencias globales de compra on line del año 2010 de Nielsen, la intención de compra on line en Europa es alta, pues el 79% de los consumidores de Internet europeos planean comprar productos o servicios vía Internet en los próximos seis meses. Las empresas están usando de una forma cada vez más intensa las herramientas que ofrece el marketing digital, cambiando incluso paradigmas que parecían insalvables. Este es el caso de Zara, que lanza ahora su tienda on line. La marca líder del grupo Inditex se mete de lleno en la venta por Internet, algo que parecía imposible dada su estrategia comercial, y generando con el e-commerce otro canal de comercialización. La tienda estará habilitada para España, Alemania, Reino Unido, Francia y Portugal e Italia, lo que también indica que es necesario preparar adecuadamente aspectos tan importantes en el marketing como la ges-
La compra de billetes de avión, de entradas para espectáculos o las transacciones bancarias a través de Internet se han convertido en algo tan cotidiano hoy en día que ya no imaginamos cómo sería vivir sin ello.
tión de la distribución y la logística. Muchas empresas de diversos sectores han visto en Internet una oportunidad más que una amenaza y lo que hace algunos años parecía ciencia ficción ahora es una realidad. La compra de billetes de avión, de entradas para espectáculos, de prendas de vestir o el realizar transacciones bancarias a través de Internet se han convertido en algo tan cotidiano hoy en día que ya no imaginamos cómo sería vivir sin ello.
El fenómeno de la web 2.0 Pero hubo algo que cambió el rumbo de Internet, el surgimiento del fenómeno llamado web 2.0. Básicamente transformó el enfoque de la red, las personas pasaron de ser consumidoras de información a generarla. De ahí que se considere como una nueva versión de Internet. Herramientas como los blogs, los wikis, las comunidades virtuales y las redes sociales digitales surgieron con una fuerza inesperada, como resultado del deseo de las personas de comunicarse y de compartir conocimiento. A partir de aquí es cuando se crea el concepto de marketing 2.0, que no es más que la adaptación del concepto de la filosofía de la web 2.0 al marketing, refiriéndose a la transformación del marketing como resultado del efecto y el uso de las redes sociales digitales en Internet. En la actualidad, las redes sociales digitales se han convertido en un fenómeno que impacta en el día a día de la vida
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de millones de personas en el mundo. Comunidades virtuales como Facebook han alcanzado dimensiones insospechadas hace poco tiempo, logrando en solo seis años desde su fundación una masa de 500 millones de usuarios –algo como la población de Estados Unidos, Alemania, Francia y España juntas–, y es en la actualidad la segunda página más visitada en Internet y con un valor de mercado de 15 billones de dólares. Sin embargo, y dada la dimensión del fenómeno, podría parecer que se trata de algo maduro, pero las redes sociales digitales como las conocemos hoy en día son muy recientes. La aparición de redes sociales digitales en Internet ha permitido que las personas puedan comunicarse de otra forma utilizando las nuevas tecnologías, generando relaciones que posibilitan la interacción constante e inmediata. Pero ¿qué es una red social digital? Las redes sociales digitales, redes sociales virtuales o social network sites en inglés, son un servicio basado en una plataforma web en Internet que permite a las personas construir un perfil público o semipúblico para poder crear una lista de otros usuarios con quienes se quiere compartir una relación, y así poder ver y cruzar su lista de contactos y las hechas por otros dentro del sistema. Las interacciones entre los miembros de una red social digital tienen lugar a través de una plataforma informática, básicamente en una plataforma web, y sus miembros rara vez, si acaso, se encuentran cara a cara. Un aspecto importante de las redes sociales digitales es que sus miembros crean, buscan y comparten conocimientos, por lo que son una importante infraestructura para la distribución e intercambio de conocimientos en diferentes ámbitos. Entre las características más destacadas de las redes sociales digitales están la continua interacción entre sus miembros, las convenciones formales e informales que existen, la voluntariedad de las personas para interactuar, la dimensión global y la velocidad con que se desarrollan las relaciones.
MARKETING
Dentro del mundo de las redes sociales digitales existen diferentes clasificaciones, y una de las más extendidas y simplificadora es la siguiente: 1) redes sociales, como Facebook, MySpace, LinkedIn y Xing; 2) las comunidades virtuales, como Wikipedia, YouTube y Flickr; y 3) los sitios de realidad virtual, como SecondLife. Se han ido creando redes sociales de acuerdo con diferentes segmentos de público objetivo, su funcionalidad, territorio de actividad y otros elementos. En la siguiente figura se muestra la gran cantidad de categorías que existen y la diversidad de redes sociales digitales que se han creado.
La relevancia de las redes sociales digitales en la vida moderna se ha visto reflejada en diferentes entornos: han sido usadas en campañas políticas presidenciales en diferentes países con demostrada eficacia; también se han utilizado para la comunicación entre personas tras catástrofes naturales de grandes dimensiones; y por lo que respecta al mundo económico, muchas empresas están aprovechando las redes sociales para lograr un vínculo de comunicación directo con sus clientes. En España el panorama no es muy diferente al mostrado anteriormente a nivel global. Se evidencia un crecimiento ace-
lerado del fenómeno y cada vez son más los usuarios y empresas que hacen uso de las redes sociales digitales. En lo referente a la intensidad del uso de comunidades y redes sociales digitales, en marzo de 2010, más de 19,7 millones de usuarios las utilizaron, un 10% más que durante el mismo período del año anterior. El ranking de audiencia de las más utilizadas según el Panel de Hogar y Trabajo de Nielsen On line España, está encabezado por Facebook (13,9 millones de usuarios únicos), seguido de Blogger (11,6), Tuenti (6,8), WordPress.com (5,6), Taringa (3,9), Foros.st (2,4), MySpace (2,2), Badoo (1,8), Vagos.es (1,7) y Twitter (1,7).
Clasificación de las redes sociales digitales actuales
Fuente: traducida de Social Media Prisma de Ethority
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MARKETING
La consultora TheCoctail Analysis en su documento Análisis de la concurrencia entre redes sociales indica que ya se ha alcanzado la universalización del uso de las redes sociales en España, puesto que un 80% de los internautas españoles de 16 a 45 años declaran acceder semanalmente a redes sociales o comunidades on line. Actualmente España es el noveno país con más usuarios en Facebook, con casi 9,3 millones, por lo que su crecimiento en el último año ha sido del 120% según la firma Nickburcher. Sin embargo, en España existe un caso muy interesante en torno a las redes sociales digitales, y tiene que ver con Tuenti. Es la red social por excelencia para los estudiantes de secundaria, los universitarios y la gente joven en general. Al igual que Facebook, su modelo de negocio se basa en los ingresos provenientes de la publicidad mostrada en la plataforma a los usuarios. De hecho, Telefónica adquirió el pasado mes de agosto el 90% de la compañía por 70 millones de euros, renunciando a su gestión, lo que evidencia la confianza en el grupo directivo actual que tiene la red social como un referente a nivel mundial por ser un competidor directo de Facebook en España.
Como herramienta de marketing Podría parecer que las redes sociales digitales son en este momento la quintaesencia del marketing, la última tabla de salvación. Nada más alejado de la realidad. Se trata de una nueva herramienta que debe ser parte del mix (combinación) de marketing. No debería existir una estrategia basada únicamente en las redes sociales digitales, puesto que no contemplar otros soportes como complemento puede ser un gran error. Se deben tener en cuenta múltiples aspectos para poder dar el salto a las redes sociales, como la comprensión del fenómeno, el target (mercado objetivo) de la marca, la definición de una estrategia, la conformación de un equipo de gestión y sobre todo saber para qué se quiere participar en las redes sociales.
Muchas empresas están aprovechando las redes sociales para lograr un vínculo de comunicación directo con sus clientes.
Según Araceli Castelló, en su libro Estrategias empresariales en la Web 2.0. Las Redes Sociales On line las redes sociales digitales se configuran como la herramienta del mundo de Internet más idónea para aquellas estrategias empresariales centradas en la orientación hacia el cliente, es decir, preocupadas por la personalización de su mensaje, la interacción con el destinatario y el mantenimiento de una comunicación bidireccional con el cliente en aras de conseguir su fidelización. ¿Para qué puede servir la participación en redes sociales digitales de una marca? Las empresas pueden usarlas como medio de comunicación con sus clientes actuales y potenciales, para la promoción de sus productos o servicios, como herramienta para realizar investigación de mercados, para evaluar la calidad de un producto o del servicio prestado, como soporte de atención al cliente, para la construcción de reputación de marca y relaciones con los clientes, para el branding o manejo de marca, por nombrar las posibilidades más destacables. ¿Se había contado antes con alguna herramienta tan potente y a unos costes tan bajos? Sin duda, es una de las herramientas con mayor relación coste-beneficio del marketing, por lo que
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debería usarse decididamente dentro de la estrategia de marketing. Pese a sus potencialidades, las empresas, y en especial los responsables de marketing, deben tener en cuenta que el participar en las redes sociales digitales puede acarrear resultados positivos, pero también negativos. La mala gestión de la participación de una empresa en las redes sociales puede generar una reacción en cadena, y evidenciarse así cómo funciona realmente el marketing viral. Las empresas deben estar preparadas no solo para recibir comentarios positivos sino también comentarios negativos. Un cliente insatisfecho con un producto o servicio lo hará saber, y no solo a la empresa, sino a su red de contactos. Por esto es tan importante la gestión de un marketing total. Pero ¿qué lleva a una persona a seguir a una empresa en una red social digital? Según un estudio de la firma eMarketer, algunas de las motivaciones de los usuarios de Facebook para seguir a una marca son: en primer lugar (25%), los seguidores de determinado producto o servicio esperan recibir promociones o descuentos; en segundo lugar (18%), se encuentra la fidelidad del individuo, que integra la marca a su perfil solo para
Las empresas deben estar preparadas para recibir comentarios positivos pero también negativos: un cliente insatisfecho con un producto o servicio lo hará saber, y no solo a la empresa, sino a su red de contactos.
mostrarles a sus contactos que la sigue; otros usuarios siguen a una marca porque es divertido y entretenido (10%) o porque pueden recibir información nueva de forma inmediata (8%). De lo anterior, se desprende lo importante que es brindar al usuario contenidos de calidad, que generen valor. Son muchos los casos de empresas que están empezando a realizar acciones de marketing en redes sociales digitales. Compañías como Caja Navarra, Gallina Blanca, LG, Sony Electronics o Telepizza, han logrado resultados muy interesantes. Algunos de ellos son verdaderos referentes del marketing digital en España, por su buena aplicación de la estrategia de marketing: El F.C. Barcelona, club deportivo referente a nivel mundial, ha logrado generar una comunidad on line de cuatro millones de personas alrededor de su marca. Haciendo uso de redes como Facebook, Youtube y Twitter realiza actividades de comunicación y fidelización con sus seguidores. La editorial Clie, empresa líder a nivel mundial en literatura de religión cristiana en idioma español, ha logrado con Facebook generar una comunidad alrededor de sus publicaciones. Las interac-
ciones les permiten recomendar libros y presentar novedades a muchas personas que probablemente nunca entrarían en una librería. Utilizan las redes sociales para dar a conocer a sus fans, los clientes potenciales, las novedades que publican. Bere Casillas es un sastre de Granada que tiene una empresa que se dedica al diseño, confección y comercialización de trajes de novio y ceremonias, y se ha convertido en todo un referente del uso de las redes sociales digitales como herramienta de marketing en España. Creó el concepto de Elegancia 2.0, y a través de su blog, página web y presencia en redes sociales como Facebook, Tuenti, YouTube y Twitter, da recomendaciones a sus clientes sobre cómo vestirse o sobre cómo anudarse la corbata. Es la muestra de que con un poco de ingenio y un buen manejo del concepto de la web 2.0 se pueden hacer cosas importantes. Sin embargo, como ya se ha comentado, no todas las veces las repercusiones de lo que pasa en las redes sociales digitales son positivas para las empresas. Por ejemplo, la presión de los usuarios frente a temas sensibles ha hecho que empresas como Nestlé, con sus chocolates KitKat, tuviese que cambiar la materia prima que usaban para fabricarlas, porque el aceite provenía de plantaciones que habían generado la tala de árboles en Indonesia que hacía peligrar el ecosistema de los gorilas. Casos como este hay muchos, por lo que las empresas deben cuidar hasta el más mínimo detalle su participación en las redes sociales digitales.
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El uso de las redes sociales digitales dentro de la estrategia de marketing todavía parece algo coyuntural, de momento. Las empresas, con algunas excepciones, han decidido comenzar a utilizar las redes sociales digitales porque simplemente su competencia lo hacía, porque algunos proveedores les planteaban proyectos en este sentido o incluso porque sus mismos clientes así se lo demandaban. Todavía falta un convencimiento por parte de los responsables de marketing para interiorizar el concepto filosófico que hay detrás del fenómeno de las redes sociales digitales, y así aprovechar todo el potencial que estas ofrecen. Los responsables de marketing se han visto desbordados por la novedad y están comenzando a capacitarse, a formar equipos interdisciplinares para gestionar las redes sociales digitales, teniendo muy en cuenta el apoyo de agencias y empresas externas especializadas en el tema. Sin embargo, debe entenderse bien que las redes sociales no son un simple medio de comunicación, sino que suponen una herramienta bidireccional de comunicación. No todas las empresas deberían usar una estrategia genérica en las redes sociales digitales, pues esta debe depender del sector, del producto, del área de acción geográfica, del número de mercados a los que atiende y de múltiples variables. Se trata todavía de una estrategia de ensayo y error, viendo qué funciona y qué no, sin a veces dimensionar la repercusión que puede generar una acción desafortunada en las redes sociales digitales. Sin embargo, las empresas que han entendido el concepto y lo están utilizando de una manera coherente con la personalidad de su marca están sacando un buen rendimiento de estas acciones. Es todo un reto que si se lleva a cabo de manera adecuada, traerá consigo resultados muy positivos para las marcas y las empresas. Muchos expertos están convencidos de que las redes sociales digitales pueden convertirse en una herramienta de marketing que permita a las empresas lograr ventajas competitivas y mejorar su desempeño.
EXPORTACIÓN
Cruzar fronteras La exportación, pese a las dificultades que comporta y a la falta de competitividad que se atribuye a las empresas españolas, parece estar dando signos positivos nada desdeñables en la situación económica actual. Ángel Ranedo / Periodista
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n los últimos trimestres han sido las empresas exportadoras las que han llevado un poco de esperanza al maltrecho panorama económico español. Ya en el último año, en 2009, las exportaciones españolas de mercancías registraron un valor de 158.300 millones de euros, un 16% menos que en 2008, pero las importaciones ascendieron a 208.5000 millones de euros, con un descenso del 26,2%, con lo cual el déficit comercial se redujo en un 46%. La mejora, pese a todo, parece responder a la fuerte atonía del mercado interno español en el último período. Los principales sectores exportadores a lo largo de 2009 fueron los bienes de equipo (20%), el automóvil (17%), alimentos (15%) y productos químicos (15%). Ya el mes de diciembre de 2009 comenzó a dar señales de un cambio de tendencia y fue el primer mes en que las ventas al exterior crecieron de forma interanual. Los países no afectados por la crisis mantuvieron o incluso incrementaron sus compras y la zona euro comenzó a dar los primeros, aunque débiles, síntomas de recuperación.
El primer semestre del año ha ido mucho mejor. Las exportaciones han crecido un 16% y las ventas dirigidas a Asia y a otros países de fuera de la Unión Europea lo hicieron al ritmo vertiginoso del 32%. Las estrellas de la recuperación han sido los sectores líderes de la industria española, los bienes de equipo (16%) y el sector del automóvil (13%), que se ha beneficiado de las políticas de potenciación del consumo de nuestros socios europeos puestas en marcha el pasado año. No hay que perder nunca de vista que a pesar de que las empresas españolas arañan poco a poco nuevos clientes fuera de Europa, nuestro primer socio comercial es la UE, hacia la que se dirigen el 70% de las exportaciones.
Buenos augurios Buena prueba de ello se deduce de los datos del Observatorio de Prospectiva de Mercados Exteriores (OME) de la agencia para la competitividad en la empresa catalana ACC1Ó, perteneciente al Departamento de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat de Catalunya. Según los datos del OME y teniendo en cuenta los dos
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primeros trimestres de 2010, el 60% de las empresas exportadoras catalanas reconocen que la cartera de pedidos se encuentra en ascenso, un 30% reconocen que la demanda está estable y solo un 9,4% reconocen que han perdido o están perdiendo pedidos del exterior. Acerca del futuro cercano, el 40% de las empresas se muestran optimistas y creen que los pedidos irán en aumento en los próximos 12 meses. Los sectores más dinámicos son los relacionados con la manufactura de caucho y material plástico, papel, edición y artes gráficas. A pesar de que el aumento de los pedidos procede de todos los mercados receptores de productos catalanes, cabe destacar como los más dinámicos los de
China, India, Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica. Ante las dificultades del mercado europeo, en el último año, las empresas han comenzado a mirar a otros destinos para tratar de arañar mayor cuota de penetración. Así, países en los que hasta el momento la presencia de productos catalanes era poco relevante, como Rusia, India, China y Marruecos, han pasado, en el transcurso del último año, a ser los nuevos destinos de algunas empresas exportadoras. Pensando en el futuro, los expertos en comercio exterior prevén que las mejores perspectivas procederán de los países emergentes, en especial África del Norte, y de los ya tradicionales China, India, Rusia y países de Europa del Este, antiguas repúblicas soviéticas.
Los expertos en comercio exterior prevén que las mejores perspectivas procederán de los países emergentes y sobre todo de China.
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La industria española ha ganado competitividad por la vía del recorte de ocupación, fenómeno que se disparó en los primeros compases de la crisis.
La crisis mejora la competitividad La idea de que la economía española necesita aumentar sus niveles de competitividad con respecto al resto de los países está presente en la mayoría de los mensajes públicos de los responsables ministeriales, responsables empresariales, profesores universitarios e incluso representantes sindicales. Que España debe ser más competitiva parece ser un imperativo comúnmente aceptado. Según un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), durante 2009 y de forma más acelerada en el primer semestre del presente año, las exportaciones españolas han ganado cuota de mercado, y lo que puede parecer más sorprendente, lo han hecho en comparación con el resto de los países de la Unión Europea. A principios de 2009 las exportaciones españolas constituían el 4,59% del total de las exportaciones que los 27 países de la UE realizan a terceros países. Un año más tarde esa cuota había ascendido al 4,86%, es decir mejoró en un 5,6%. Si la comparación se realiza únicamente con respecto a los países de la Unión Monetaria Europea (UEM) o zona euro, con los que obviamente compartimos divisa, la comparación es aún más beneficiosa, puesto que se ha pasado del 5,82% al 6,22%, una mejora del 6,7% en tan solo 12 meses. Si analizamos el primer semestre de 2010, la evolución es aún más positiva, puesto que las ventas españolas al exterior de la UE han crecido un 25%, mientras que el conjunto de la UE lo ha hecho en un 18% y los 16
EXPORTACIÓN
el último año. Aunque en el informe de Davos, que cuenta con el economista catalán Xavier Sala Martí como uno de sus colaboradores y que recoge la opinión de 13.000 empresarios de todo el mundo, se reconoce que España aún presenta un buen mercado para las empresas y una arraigada cultura de negocios, que tiene infraestructuras más que aceptables, un buen nivel tecnológico y un buen sistema de educación superior.
Capacidad para exportar, problemas para salir fuera El Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 33, habiendo caído cuatro puestos en el último año.
Casi 1 de cada 3 empresas se lamenta de no poder obtener créditos del sector financiero, un auténtico problema que afecta también a las exportaciones.
países de la zona euro lo han hecho en un 17%. Los datos de la OMC miden la evolución de los costes de valor unitario de las exportaciones, y una rebaja en los mismos significa una mejora de la competitividad. Por otra parte, los datos del Ministerio de Industria y Comercio estiman que entre 2008 y 2009 la competitividad española mejoró en un 2,9%, mientras que en el primer trimestre del año la mejora ha sido del 4,3%. En la raíz de esta mejora, no obstante, existen unas causas no deseadas. Tal y como reconoce Josep Oliver, catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona y director del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya, la industria española ha ganado
competitividad por la vía del recorte de ocupación, fenómeno que se disparó en los primeros compases de la crisis económica. Ahora se recogen los frutos y la producción industrial se ha abaratado.
Una visión más pesimista Los estudios que aportan una visión y sobre todo una prospectiva más negativa sobre la capacidad de España como país amigable para la creación de negocios proceden del Foro Económico Mundial o Foro de Davos y del Banco Mundial. La clasificación Doing Business (Hacer Negocios) elaborada por el Banco Mundial tiene como finalidad analizar la facilidad o dificultad para la actividad empresarial en un determinado país. Entre los 183 países analizados, España se sitúa nada más y nada menos que en el puesto 62, habiendo caído 11 posiciones desde la anterior edición. Tanto el Banco Mundial como el Foro de Davos apuntan a la rigidez laboral como uno de los elementos más negativos y destacan que el impacto de la crisis dejará a España en una posición aún peor. El Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial nos sitúa en el puesto 33 de los 134 países analizados, habiendo caído cuatro puestos en
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Un estudio realizado por la empresa IKEI Research & Consultancy, S.A. para la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona ha revelado que el 16% de las empresas catalanas son exportadoras, es decir, destinan en mayor o menor medida parte de su producción a los mercados extranjeros. De ese porcentaje, poco más de la mitad son empresas de carácter industrial y la otra mitad pertenecen al sector de servicios a las empresas. Dentro del apartado de sector de servicios a las empresas se incluyen las actividades informáticas, investigación y desarrollo, estudios de mercado y servicios técnicos, actividades jurídicas, contables y de asesoría y de gestión empresarial, publicidad y servicios audiovisuales y de marketing, etc. Este sector ha ido adquiriendo importancia de manera paulatina en el conjunto del tejido empresarial. En cuanto a las empresas industriales, las actividades más exportadoras están ligadas a la metalurgia, el textil y la confección, el calzado y cuero y el sector alimentario. De hecho, la mitad de las exportaciones industriales proceden de estos sectores. Si lo que comparamos es el valor de las exportaciones, la proporción pasa a ser mucho más desigual, ya que las tres cuartas partes de las
ventas al exterior están generadas por empresas industriales. También la vocación exportadora está más presente en la industria. Más de un tercio de las industrias catalanas venden al exterior, y de estas, 8 de cada 10 lo realizan cada año, mientras que el 15% lo hacen de manera ocasional, a menudo empujadas por el descenso de la demanda interna. En el mundo de servicios a las empresas, solo 1 de cada 10 exporta de manera habitual. La actividad exportadora también está estrechamente vinculada con el tamaño de la empresa, y lógicamente a mayor tamaño, mayor actividad exterior. De hecho, a partir de 50 trabajadores, 8 de cada 10 industrias venden parte de su producción en los mercados exteriores, mientras que en las de menos de 10 trabajadores, la exportación es sencillamente testimonial.
Detrás de estos datos alentadores, existe la otra cara de la moneda. Los expertos de la Cámara afirman que existen 11.000 empresas catalanas que podrían vender sus productos o servicios al exterior y que por diversos condicionantes no lo hacen, bien por que ni siquiera se lo plantean, bien porque se enfrentan a obstáculos difíciles de superar. En una tipología de barreras para la exportación, el obstáculo más importante es, no podría ser de otra forma, la falta de financiación para salir al exterior o para consolidar su presencia en otros mercados. Casi 1 de cada 3 empresas se lamenta de no poder obtener créditos del sector financiero, un auténtico hándicap en los dos últimos años que ha afectado no solo a la financiación de las exportaciones, sino al conjunto de la actividad empresarial. Pero las empresas también tienen su pequeña o grande, según se mire,
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cuota de responsabilidad. El 27% de las industrias manufactureras y el 10% de las empresas de servicios a la empresa reconocen que sus productos o servicios no están a la altura de los requisitos para competir en igualdad en los mercados internacionales. Menor calidad, escasa innovación o precios más elevados están detrás de esta falta de competitividad. Otras rémoras para la potenciación de las exportaciones están relacionadas más directamente con la carencia de habilidades de gestión del comercio exterior, carencias que pasan por un desconocimiento de los mercados internacionales, la falta de personal especializado en este tipo de operativa comercial y la dificultad para desarrollar estrategias. Un último impedimento es la falta de capacidad productiva para abastecer de productos o suministrar servicios al extranjero.
LIDERAZGO
Las escuelas de negocio y la crisis Las causas y consecuencias de la crisis económica deben ser materia obligada para que aprendan los futuros gestores económicos. ¿Es esto así? ¿Qué enseñanzas derivadas de la crisis están llegando a las escuelas de negocios?
Gabriel Izard / Economista
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e han dado muchos argumentos sobre los orígenes de la crisis económica actual. En la mayoría de ellos aparecen personas que toman decisiones sobre hechos económicos. Son los directivos, a quienes se les suponía experiencia y formación suficientes para desempeñar con eficacia su cometido. A partir de las enseñanzas derivadas de la crisis, se podría plantear la necesidad de una reforma de esta comunidad dirigente, de modo que si esta formación fuese adecuada, bajarían las posibilidades de repetir errores. Con un entrenamiento adecuado, las decisiones tomadas en situaciones económicas parecidas a las que tuvimos antes de la crisis actual podrían ser distintas, y por lo tanto no podría volver a darse una situación como la presente. . Este planteamiento tan simplista está detrás de algunos debates sobre el rol de la enseñanza en la vida real. De
hecho, a partir de los escándalos financieros de los años 2001-2002, de Enron, WorldCom o Arthur Andersen, se observaron síntomas de una crisis cultural amplia, que pedía esa reforma de la clase dirigente para impulsar una nueva cultura sobre los negocios. Aquello fue un primer síntoma. Algunos editoriales se preguntaban cómo se estaba educando en las escuelas de negocios. A partir de avatares iniciales de la crisis actual en 2007-2008, con la caída de Bear Stearns, Fannie Mae, Freddie Mac, AIG, etc., ha vuelto a aparecer el factor humano. Se ha sugerido la falta de responsabilidad moral de las personas y el efecto expansivo de sus actuaciones abarcando masivamente el ámbito empresarial. Si la culpa de la crisis señala tanto a instituciones económicas como a instituciones políticas, la prevención de fallos similares en el futuro demanda nuevas regulaciones, con efectos sobre las relaci-
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ones y actividades de los que intervienen en el mercado. Hemos visto, por ejemplo, como la Comisión Europea emitía una propuesta para incrementar los requisitos de información y liquidez exigidas a los derivados negociados fuera de los mercados regulados, para evitar que el mundo de las finanzas continúe siendo “un territorio del salvaje Oeste” y origine nuevas crisis financieras. ¿Pero es esto suficiente para prevenir situaciones como la actual? Parece claro que no. Muchos siguen creyendo que los que incidieron en la explosión de la crisis fueron personas que carecían de moral y que perseguían
La ética en la formación EAE Business School: “Incluimos el tema de la ética empresarial en todos los programas. Realizamos actividades centradas en la responsabilidad social corporativa en la que alumnos, profesores y empresas debaten sobre temas de crisis, responsabilidad con los stakeholders, compromiso empresarial con la sociedad, etc.” EOI Escuela de Organización Industrial: “Nuestra orientación a la economía real, innovación tecnológica y social y vocación de servicio a la sociedad son argumentos de nuestro notable crecimiento en los dos últimos años. La crisis estructural ha hecho necesaria una revisión no tanto de habilidades como de valores. Hemos incorporado en nuestros MBA materias como Emprendedor Social, Economía Digital e Industrias Creativas.” IESE Business School: “Los cambios en nuestros planteamientos han venido porque la actual coyuntura nos ha traído nuevos casos empresariales a los que enfrentarse. Al ser el método del caso la principal herramienta de trabajo, en nuestros programas, hemos tenido muchos ejemplos para que nuestros alumnos pudieran trabajar sobre situaciones reales de empresas actuales.”
EOI: “La crisis estructural ha hecho necesaria una revisión no tanto de habilidades, sino de valores.” ciegamente la obtención de dinero. Puede sorprender que las competencias técnicas, el trabajo duro, el respeto a la ley y muchísimas más cualidades de liderazgo y compromiso con el trabajo no hayan evitado la explosión de una crisis económica tan larga como la que estamos sufriendo.
¿Cómo influye la formación de los dirigentes en la crisis? ¿Cuáles son los planteamientos de los centros educativos que forman a los dirigentes? ¿Qué necesita cambiarse o dónde se debe poner mayor énfasis para que la formación de los dirigentes sea un buen instrumento para salir de la situación actual y evitar repetir situaciones anteriores? Una encuesta citada por la Harward Business Review de hace algo más de un año indicaba que el 67% de los encuestados sentían que las escuelas de negocios eran, como mínimo, parcialmente responsables en los olvidos éticos y estratégicos de
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sus graduados, que dirigían empresas e instituciones situadas en el centro del huracán que dio lugar a la crisis económica. El debate sobre el papel de las escuelas de negocios tiene sin duda un trasfondo ético, aunque con una pequeña aproximación a ellas nos daremos cuenta de que en la mayoría de los casos, la presencia de la ética como contenido o como hilo conductor de los contenidos y enseñanzas prevalece en sus planteamientos y es centro de atención prioritario en sus actividades. Por otra parte, las regulaciones sobre auditorías y sistemas contables han cambiado y ello tiene impacto sobre los
LIDERAZGO
situaciones de paro. La iniciativa emprendedora tiene muchos riesgos que pueden minimizarse a través de la formación. Los hay que realizan cursos, seminarios, leen libros y hablan con amigos o compañeros que iniciaron su actividad profesional por su cuenta anteriormente. Siempre es bueno compartir experiencias, pero no hay nada mejor para ello que lo que pueden ofrecer los especialistas en la función directiva, es decir las escuelas de negocios.
Aprender y emprender
currículos de las materias impartidas. Ya se están editando guías para incorporar estos cambios que favorecen la adopción de los International Financial Reporting Standars (IFRS) en las escuelas de economía y negocios. ¿Se puede hablar de modelo de excelencia en los planteamientos de las escuelas de negocios? Las escuelas de negocios dirigen su oferta formativa hacia los directivos de las empresas y muestran una gran flexibilidad y disposición para adecuarse a ese segmento, según evolucionan el mercado, la demanda, el entorno y la competencia. Pero la educación para los negocios no puede reducirse a un simple entrenamiento y debe tener una visión profesional amplia, alcanzando la dimensión humana y social. Se han visto críticas por poner el énfasis de las enseñanzas para los directivos en el aprendizaje de modelos cuantitativos, así como por el enfoque en la especialización. Si se exceden en explicaciones técnicas sobre el funcionamiento de las distintas actividades empresariales, no se les está preparando suficientemente para que tomen decisiones para su reto de afrontar situaciones de crisis con éxito. El pensamiento compartimentado no prepara para tener una visión global en la que se incluyen aspectos sobre relaci-
ones humanas y sociales. Pero este enfoque tiene ciertas ventajas para la academia, puesto que permite la especialización por ámbitos de investigación. Si las escuelas de negocios adoptan la orientación a la investigación, deben gestionarla muy bien para no penalizar la orientación a la profesión. El problema es que sin investigación la actividad universitaria y de las escuelas de negocios se reduciría únicamente a la impartición de clases, sin posibilidad de progreso por falta de incentivos. La educación de los directivos se enfrenta ante el problema de resolver la ecuación entre la especialización y los modelos cuantitativos, junto con la formación en ética y moral para poder resistir ante los efectos corrosivos que el sistema económico altamente competitivo tiene, como se ha visto en la crisis actual. En el IESE nos dicen que la crisis nos ha repetido una lección ya muy conocida: no es suficiente conocer la técnica financiera, sino que hay que llevarla a la práctica en el contexto empresarial y de la sociedad, teniendo en cuenta siempre a las personas. En el campo de los negocios, la crisis ha favorecido que haya cada vez más gente interesada en ser emprendedora, en muchos casos como consecuencia de
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EAE Business School: “Tenemos una fuerte demanda en los programas relacionados con la formación de emprendedores, ya que hay candidatos en paro que han decidido emprender un negocio. En especial el Executive MBA y el International MBA.” EOI Escuela de Organización Industrial: “Somos la escuela de los emprendedores. Tenemos una amplia oferta destinada a formar y asesorar a emprendedores. En concreto hemos lanzado programas para emprendedores y gestores en la economía social. No percibimos que la crisis mine el espíritu emprendedor. Notamos, sin embargo, que los emprendedores demandan una mayor formación para garantizar su aventura empresarial, así como asesorías y consultorías cuando su empresa ya está creada.” IESE Business School: Entrepreneurship es un tema clave en nuestro programa MBA, pues le damos mucha importancia. Intentamos que los alumnos adquieran una mentalidad de emprender y busquen siempre nuevas oportunidades para crear sus propias empresas. También es cierto que este es un momento ideal para lanzar tu propio negocio y de hecho vemos esta tendencia, más alumnos aprovechan esta oportunidad.”
Algo está cambiando Veamos algunos ejemplos de Estados Unidos, donde las escuelas de negocios y departamentos de economía de universidades están a la vanguardia de la revisión que la crisis ha llevado a los programas de formación. Profesores de otras materias como las ciencias políticas, sociología, historia e incluso la literatura también elaboran seminarios y programas de estudio para incluir material sobre la crisis y sus consecuencias. Zicklin School of Business: se inician nuevos cursos sobre reestructuraciones corporativas y sobre historia de las burbujas financieras, donde se retrocede hasta 1690 para analizar gran cantidad de situaciones de crisis, para poner de relieve temas recurrentes sobre qué ha ido mal, qué ha salido bien, qué elementos preceden a la mayoría de las crisis, cuáles
La educación para los negocios no puede reducirse a un simple entrenamiento y debe tener una visión profesional amplia, alcanzando la dimensión humana y social. son las actividades y recetas posibles para la recuperación, etc. Columbia Business School: un profesor adjunto que fue vicepresidente en Lehman Brothers antes de su colapso imparte un curso sobre la crisis financiera dividiendo los estudiantes en cuatro grupos para realizar un juego de simulación: directores ejecutivos corporativos, secretarios del tesoro, periodistas y académicos.
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Vassar College: un profesor de la asignatura sobre política y poderes públicos incorpora una nueva sección en la que explora la burbuja inmobiliaria, el caso de Bernard L. Madoff, el endeudamiento de los consumidores y los rescates federales, para llegar al debate sobre el poder. University of Wisconsin: un nuevo seminario sobre los responsables políticos de la gran recesión. Los estudiantes analizan las causas de la crisis y analizan su impacto en la Ley de Recuperación y Reinversión Americana, sobre el PIB y sobre los presupuestos del Estado. McCombs School of Business en la Universidad de Texas: el estudio de las finanzas es el estudio del riesgo y el rendimiento y el estudio del último par de años es un ejemplo perfecto para los estudiantes.
FINANZAS
Pros y contras de la falta de créditos bancarios Uno de los efectos más evidentes de la crisis actual es la falta de crédito por parte de las entidades financieras que están experimentando las empresas. Esta nueva realidad aporta tanto efectos negativos como positivos. Josep Torres Prunyonosa / Euncet, doctor y licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras
A
lo largo de los últimos dos años la banca ha sido muy criticada por haber endurecido sus criterios de concesión de créditos y por haber secado de liquidez a las empresas al dejar de renovar muchos de sus productos de financiación a corto plazo. Si bien es cierto, y cualquiera pueda constatarlo, que la concesión de cualquier producto de financiación es más difícil hoy que en el pasado, es preciso analizar las causas que hicieron que anteriormente la concesión de créditos fuese tan sencilla y qué ha provocado que las entidades de crédito hayan cambiado de criterios. No podemos buscar un único factor si deseamos analizar cuáles han sido las causas reales. No obstante, una de las principales ha sido el nivel excesivamente bajo que han mantenido los tipos de interés a lo largo de la última década. Esta circunstancia, unida a que la banca ha usado para conceder financiación ratios excesivamente sensibles al tipo de interés, ha provocado que el crédito de las entidades concedido a residentes que no son administraciones
públicas sea el cuádruple del concedido hace una década y que se haya multiplicado por más de siete en los últimos diecisiete años, tal y como puede observarse en la tabla.
Pongamos un ejemplo numérico para entender la poca robustez de uno de los ratios más empleados por la banca a lo largo de los últimos años para la concesión de préstamos hipotecarios
Tabla. Crédito de entidades financieras En millones de euros FECHA TOTAL dic-92 dic-93 dic-94 dic-95 dic-96 dic-97 dic-98 dic-99 dic-00 dic-01 dic-02 dic-03 dic-04 dic-05 dic-06 dic-07 dic-08 dic-09 mar-10
261.364 264.501 273.022 289.828 311.374 354.346 413.854 476.966 559.407 624.854 701.663 802.212 945.697 1.202.628 1.508.626 1.760.213 1.869.882 1.837.027 1.826.989
TOTAL ACTIVIDADES PRODUCTIVAS 170.102 162.301 161.072 168.630 177.057 198.417 227.867 257.974 302.034 330.591 368.466 411.986 482.984 604.061 781.644 943.086 1.016.948 991.362 985.097
Fuente: Banco de España
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INDUSTRIA NO INMOBILIARIA 60.268 54.623 53.235 55.607 52.893 57.789 64.321 71.187 78.588 82.959 85.762 85.829 90.487 104.695 119.488 141.571 156.141 152.199 149.302
SERVICIOS NO INMOBILIARIOS 61.060 62.821 65.599 68.302 76.222 89.798 105.248 115.119 134.119 146.061 155.175 165.991 183.855 215.780 260.774 319.304 364.684 362.617 363.757
PERSONAS FÍSICAS 79.332 89.137 99.590 110.468 123.077 145.447 175.008 207.090 243.837 281.789 320.053 372.013 441.443 576.253 700.294 789.250 819.412 813.939 811.242
INMOBILIARIO 85.482 93.436 102.036 112.470 124.720 145.640 171.194 204.965 252.839 294.042 347.493 419.722 524.363 711.535 927.107 1.080.507 1.125.024 1.107.988 1.104.818
a las familias. Dicho ratio se calculaba –y de hecho se sigue calculando aún ya que continúa empleándose– como el cociente entre el importe de la mensualidad a pagar por el préstamo concedido y los ingresos netos de una unidad familiar. Imaginemos, por ejemplo, que una familia hace cinco años –en septiembre de 2005, cuando el Euribor estaba al 2,22%– compró una vivienda por 300.000€, pagando un tipo de interés equivalente al Euribor más un diferencial del 0,70%, teniendo esta unidad familiar unos ingresos netos mensuales de 3.000€ –muchas familias españolas entrarían en este perfil–. Pues bien, a la luz del ratio antes citado, que pretende medir el esfuerzo que la familia debe hacer para pagar la hipoteca cada mes, la hipoteca sí se hubiese concedido, dado que el ratio óptimo sería cualquier valor inferior a un 40%, y en el caso que estamos tratando, la hipoteca resultante sería de 1.060,17€ mensuales –si se hubiese concedido a 40 años–, con lo cual, dicho ratio tendría un valor del 35,3%.
¿Pero qué ocurriría si el Euribor se situara tan solo al 3%? Pues que dicho ratio se elevaría justo hasta el punto crítico del 40%. Pero si el Euribor sigue creciendo, obviamente, la familia tendrá que aumentar su esfuerzo para pagar la hipoteca, resultando para un tipo de interés del 4% un 46,2% y para un 5% de interés, el 52,9% de sus ingresos netos mensuales. Y no seguimos con esta progresión, si bien cabe recordar que el Euribor estuvo por encima del 5% durante cinco meses a lo largo del verano y otoño de 2008. Así pues, en cualquiera de dichos momentos donde el ratio superara el 40% –a priori– si la decisión de la concesión del préstamo hipotecario se realizara en dicho instante, la decisión sería negativa. Tal y como se ha demostrado, este ratio carece de rigor como para ser empleado para determinar si alguien merece o no ser “condenado” con una hipoteca, debido a su excesiva sensibilidad respecto a los tipos de interés. Pero es el que ha usado la banca y esto explica que en el pasado, cuando el Euribor estaba en mínimos, obtener un préstamo hipotecario –particularmente en algunas entidades de crédito– fuese “coser y cantar” y que cuando los tipos de interés se han situado en cifras más elevadas, fuese una auténtica odisea. Pues bien, al igual que muchas familias optaban en el pasado por comprar una vivienda y no alquilar –dado que la primera opción les exigía a corto plazo un pago mensual inferior a la segunda–, muchas empresas, al estar los tipos de interés extremadamente bajos, se excedieron en su apalancamiento. Y es que ya se sabe que cuando el coste de financiación ajena es inferior a la rentabilidad de los activos (ROA), si nos endeudamos más, la rentabilidad del accionista (ROE) aumenta. Por tanto, bajo esta máxima simplista que muchos han seguido como un dogma de fe, la financiación propia de las empresas se tenía que reducir a su mínima expresión y cuando había beneficios, pocos se planteaban aumentar los recursos propios a través de retener parte de los mismos,
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Es necesario analizar cada proyecto de inversión, cada línea de negocio, cada producto para valorar su viabilidad económicofinanciera.
sino que lo habitual –particularmente en el caso de las pymes– era repartir la práctica totalidad del beneficio empresarial en forma de dividendo. Más aún, en vista de lo fácil y barato que era endeudarse, las empresas han empleado mal las pólizas de crédito, usándolas hasta el límite de forma permanente, siempre estando en números rojos, dado que se utilizaba realmente no para financiar el circulante –o según la nueva denominación contable: el activo corriente– y soportar tensiones puntuales de tesorería, sino para equilibrar desajustes financieros de carácter estructural y permanente. Así pues, unos tipos de interés excesivamente bajos, el empleo de ratios bancarios para decidir la concesión de créditos muy sensibles a los tipos de interés, la mentalidad excesivamente favorable al apalancamiento por parte de los empresarios y el mal uso de los productos de financiación a corto plazo utilizándolos con fines estructurales y no coyunturales, hicieron que en el pasado la concesión de créditos fuese excesivamente generosa. Prueba de ello es el hecho de que el aumento porcentual de un año respecto al inmediatamente anterior en cuanto al capital concedido por entidades de crédito obtuvo su tasa máxima en 2006 para las actividades productivas con un 29,4%, un 18,5% para la industria no inmobiliaria en 2007, un 22,4% ese mismo año para los servicios no inmobiliarios, un 30,5% para las personas físicas en 2005, un 35,7% en el sector inmobiliario ese mismo año y un 27,2% en el gran total también en el año 2005 (véase el gráfico, pág. 64).
FINANZAS
Gráfico. Incremento porcentual del crédito 40,0% 35,0% 30,0% 25,0% 20,0% 15,0% 10,0% 5,0% 0,0% -5,0% -10,0% -15,0%
TOTAL TOTAL ACTIVIDADES PRODUCTIVAS INDUSTRIA NO INMOBILIARIA SERVICIOS NO IMMOBILIARIOS
dic-09
dic-07
dic-05
dic-03
dic-01
dic-99
dic-97
dic-95
dic-93
PERSONAS FÍSICAS INMOBILIARIO
Fuente: Banco de España
Las motivaciones de la banca Cierto es que la banca ha “cerrado el grifo” al crédito en la actualidad; pero es igualmente cierto que en los años previos “el grifo lo inundaba todo”. Pero la situación cambió radicalmente en el otoño de 2008 con el inicio de la crisis de las subprime. Los activos tóxicos procedentes de operaciones de titulización de préstamos hipotecarios sembraron dudas entre las entidades de crédito, ya que no se sabía el nivel de exposición que las entidades tenían a dichos activos de alto riesgo. La situación se tornó en una crisis de confianza en el mercado interbancario, el cual se secó, dificultando a las entidades de crédito la obtención de financiación –obligando al Banco Central Europeo a intervenir para proporcionar liquidez al sistema. Esta circunstancia, unida a la excesiva exposición de algunas entidades de crédito al sector inmobiliario, hizo replantear a muchos miembros del sector bancario si su política de concesión de créditos era la óptima o no. Además, las tasas de morosidad del sector bancario se han elevado recientemente hasta niveles desconocidos en los últimos catorce años, exigiendo a la banca la dotación de provisiones por dichos impagos. Cabe recordar, llegado a este punto, que la banca está compuesta por sociedades con ánimo de lucro y las cajas de ahorros deben responder delante de sus
depositarios de sus inversiones. Y ante un interbancario seco, una crisis inmobiliaria sin precedente y unas tasas de morosidad en subida libre, lo más sensato era corregir los errores del pasado y “cerrar el grifo”. Es cierto que quizá el cierre ha sido traumático y consecuencia de un movimiento pendular en los criterios de concesión de créditos, pero era insostenible el modelo basado en la concesión ingente de crédito. Dice el refranero que “Errar es de humanos, de sabios el corregir y de necios el persistir en el error”; nunca se debieron haber relajado tanto los criterios de concesión de créditos y era inevitable endurecerlos. ¿Cuáles han sido las consecuencias de dicho endurecimiento por parte del sector bancario de las políticas de concesión de financiación? Algunas de ellas han sido más que evidentes y con un claro signo negativo. El incremento de morosidad que han tenido que soportar las empresas ha aumentado sus necesidades operativas de fondos y al no poder obtener crédito para financiar dicho incremento, muchas empresas se han sentido estranguladas financieramente hablando y obligadas a realizar expedientes de regulación de empleo e iniciar concursos de acreedores. El resultado de todo ello ha sido más desempleo y un efecto multiplicador de la morosidad, contagiándose a otras empresas, entrando así en una espiral de difícil solución.
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Pero no todas las consecuencias del endurecimiento de la obtención de crédito han sido negativas. Y es que las crisis –no socialmente, pero sí económicamente– son buenas, dado que el modelo económico resultante es mejor al previo a la crisis. Por ejemplo, aquellas empresas que han desaparecido a lo largo de los últimos dos años han sido –al menos en términos financieros– las más débiles, dejando en la actualidad un conjunto de empresas más saneado. En la coyuntura actual, sería muy conveniente que los empresarios redujeran su apalancamiento financiero a lo estrictamente necesario. Pero ¿cómo hacerlo? Siendo más eficientes. Por ejemplo, es necesario analizar cada proyecto de inversión, cada línea de negocio, cada producto para valorar su viabilidad económico-financiera. En tiempos de bonanza no era necesario hacerlo porque el crédito era barato y abundante y cualquier inversión razonable era superior a su coste de financiación. Pero en épocas de crisis como la actual, hay que ser más eficientes, no porque el coste de la financiación sea elevado –aún no lo es, pero lo será–, sino porque el crédito que se puede obtener es limitado. También es necesario volver a buscar formas para reducir las necesidades operativas de fondos de las empresas. Hoy más que nunca, la gestión de cobros, la gestión de pagos y la gestión operativa cobran importancia, y es esencial buscar la excelencia para combatir la escasez de financiación. Así pues, este escenario actual de dificultad en la concesión de créditos es el caldo de cultivo propicio para hallar mejoras empresariales. En síntesis, la coyuntura actual relativa a la concesión de créditos mejorará el empresariado, mejorará sus estructuras empresariales, sus procesos, filtrando a sus componentes y dejando solo a los mejores. Estas son las nuevas reglas del juego, y los que se adapten serán menos en número pero mejores en calidad e irán en busca de financiación bancaria no cuando la necesiten desesperadamente, sino cuando la puedan solicitar.
BIBLIOTECA
No todo es liderazgo
Una selección de lecturas que profundizan en el liderazgo desde distintos puntos de vista. El liderazgo bien llevado nos puede conducir a cimas insospechadas de éxito, pero también –la historia reciente nos lo demuestra– puede abocarnos al mayor de los desastres. 9 maneras de triunfar
Tiempo ¿muerto? Para innovar
Autor: Claudio M. Nóvoa Editorial: Gestión 2000 Precio: 17,95 euros
Autor: Dusko Ivanovic y José Luis Larrea Editorial: Ediciones Pirámide Precio: 20 euros
¿Sabían que Mango nació de un error? ¿O que parte del éxito de la cadena de jugueterías Imaginarium está en una reproducción en miniatura de un autobús inglés? ¿Y que MRW, en sus inicios, transportaba paquetes a través de viajeros de Iberia? Estas y otras muchas historias son las que el lector encontrará en este libro protagonizado por algunos de los más importantes empresarios del país. Escrito en un tono didáctico y ameno, 9 maneras de triunfar nos desvela muchos de los secretos para tener éxito en el mundo de los negocios.
Este libro nace de la complicidad de dos sensibilidades muy distintas en apariencia, la del entrenador de baloncesto y la del directivo de empresa. Sin embargo, en sus conversaciones se puede reconocer un eje conductor idéntico: la preocupación por el progreso, la evolución y, en definitiva, la innovación. Este diálogo entre dos expertos, cada uno en lo suyo, y dos profanos, cada uno en lo del otro, abre en esta obra, página a página, el camino hacia un conocimiento compartido. A partir de ahí, sin pretender construir grandes teorías, su lectura nos hace ver cómo la dirección y gestión de un equipo de élite se pueden trasponer al mundo empresarial.
Malas noticias
Los secretos de los grandes líderes
Autor: Andrew Ross Sorkin Editorial: Planeta Precio: 21,50 euros
Autores: Daniel Dile y Mark P. Donnelly Editorial: Robin Book Precio: 16 euros
Una mañana de septiembre de 2008 Estados Unidos se despertó con una noticia de lo más inaudita: su sólido sistema financiero nacional estaba en caída libre. Importantes entidades como Lehman Brothers, AIG o Merill Lynch tocaban fondo. ¿Cómo se llegó a este punto sin retorno, supuestamente imprevisible para todos? El autor aporta información nunca revelada, conversaciones secretas entre los grandes protagonistas de la crisis, reuniones nunca desveladas en todo el mundo. El ego de muchos y el miedo a perder sus cargos hicieron el resto. Y un denominador común, el drama humano de millones de personas.
Imagine por un momento que le conceden la posibilidad de retroceder en el tiempo para conocer a algún personaje histórico con quien conversar un rato y, de paso, pedirle algunos consejos para llevar adelante sus proyectos. ¿A quién escogería? ¿A Benjamin Franklin? ¿A Confucio? Quizá preferiría pedir una audiencia al rey Salomón, viajar hasta el Londres isabelino para conocer a William Shakespeare o aprovechar la oportunidad y visitar Florencia para entrevistar a Nicolás Maquiavelo.
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EL MIRADOR
Hemos bajado a Segunda División Antonio Franco / Periodista
L
levo varias semanas intentando aclarar si ha empezado la recuperación, aunque sea de una manera muy incipiente. Los datos que nos facilitan resultan de difícil interpretación para los profanos en economía, y las interpretaciones ajenas de especialistas que voy encontrando me parecen poco consistentes además de contradictorias. Encima, resultan sospechosamente previsibles. En función de quien las hace, las adivino, ya que estamos en el imperio de la subjetividad partidista. Me temo que a usted le estará pasando lo mismo. Todo lo que suena a oposición lee de forma catastrófica los mismos indicios que los progubernamentales describen como esperanzadores. Todo lo que procede de fuentes relacionadas de alguna manera con los bancos –si es que todavía hay algo no dominado por estas instituciones financieras– destila un ambiguo perfume de superprudencia (¡cuidado!) al mismo tiempo que delata inequívocamente pretensiones de estimular (¡ánimo!). Todo lo que elabora el pensamiento crítico o la reflexión racional acaba por subrayarnos que estamos poco menos que en manos del azar, considerando que es azar lo que puede surgir del cruce de las ambiciones desmesuradas de los especuladores internacionales, la vitalidad de los países emergentes al competir con las desgastadas grandes potencias del siglo XX, la incapacidad sistemática de los poderes democráticos para fijar reglas de juego eficaces, y la depresión psicológica y el arrebato de egoísmo contrariado que sufren millones de ciudadanos occidentales que hace tan solo cuatro o cinco años creían vivir en un mundo en el que a ellos nunca les llegarían penurias de verdad. En estas circunstancias, analizo informaciones tan dispares como que Zapatero está consiguiendo reducir el déficit público español más deprisa de lo imaginable, y que este verano ha repuntado (todavía más) el paro. O que crecen las exportaciones y se reactiva algo el consumo interior, pero el verdadero tobogán de bajada en las ventas de automóviles nos indica la fragilidad de una situación en la que únicamente respiran los sectores subvencionados. O que las medidas de austeridad contra las que nos rebelamos encolerizados aquí las están adoptan-
Todo hace pensar que el mundo de ayer, el de las certitudes, se ha evaporado para nosotros. do incluso países que tienen una situación mucho más confortable que la nuestra. Las analizo, insisto, y no atino a enhebrar un diagnóstico propio que me resulte creíble a mí mismo. Mirando de una manera general mas allá de los datos concretos, todo hace pensar que el mundo de ayer, el de las certitudes, se ha evaporado para nosotros. De momento, por bastante tiempo, y ya veremos después. Es muy posible que a partir de ahora, durante una serie no corta de años, las cosas sean así: frágiles y contradictorias. En el fondo, y no lo digo para hurgar más en la herida, todo hace pensar que hemos bajado a Segunda División. De la Champions a Segunda, sin solución de continuidad. Y lo único que pasa es que, desacostumbrados, ahora nos toca sufrir a nosotros lo que anteriormente vivían, casi por tradición, hombres y mujeres cuya piel no era blanca, que vivían lejos y cuya cultura nos resultaba ajena además de –somos así– inferior. Porque ese no saber demasiado bien lo que pasa, ese desconocer las causas, ese sufrir las estrecheces de las consecuencias y oír como los demás nos culpabilizan de cosas hechas por nuestro sistema económico pero no personalmente por nosotros, resultaba ser el pan habitual de lo que no era Occidente. “Los países emergentes también han sufrido la crisis”, nos decía el otro día el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, pero hemos de reconocer que como grupo han supuesto un dique y una fuente de fortaleza para el conjunto de la economía mundial. Dicho de otra manera, ellos son los que en definitiva han evitado el desastre financiero colectivo total y que a nosotros las cosas no nos vayan todavía peor. Mientras el PIB de los países ricos caía un 9%, el suyo únicamente lo hizo en un soportable 3%. Ahora nadan mientras nosotros buscamos neumáticos y salvavidas para intentar flotar. ¿Cómo se vive en Segunda División? Estoy seguro de que de una forma aceptable, y todo será cuestión de adaptarse con realismo. Pero no sé si la carne adobada acostumbrada a jugar en la Champions aceptará eso sin provocar nuevos y complejos conflictos sociales.
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