Espacio Institucional Suplemento bajo la responsabilidad editorial del P. Javier Luis Soteras, director de Radio Mar铆a Argentina. Publicaci贸n de distribuci贸n gratuita con los ejemplares de La Voz del Interior del domingo 22/09/2013 www.franciscoadiario.org
Claro y
sin vueltas Durante toda la semana, el Papa Francisco demostr贸 que no anda con rodeos a la hora de enfrentar temas controvertidos o plantear la necesidad de reformas.
2
De eso sí se habla
Domingo 22 de septiembre de 2013
Editorial
Para entender al Papa Francisco es necesario correrse de una moral de mínima Padre Javier Soteras Responsable editorial de Francisco A diario
A muchos ha sorprendido en estas horas la expresiones del Papa Francisco en la entrevista otorgada al director de la revista Civilitá Cattolica, padre Antonio Spadaro, S J. A mi manera de entender Francisco claramente se diferencia de una perspectiva que busca “moralizar” el mensaje de Jesús, reduciendo la Buena Noticia a un “código de ética”. Cuando la Iglesia, en cualquiera de sus presencias en el mundo, acentúa esa dimensión por encima del anuncio profético que trae el mensaje de salvación, se parece más a los fariseos y legalistas que confrontaban con Jesús, que a la Iglesia de Cristo que, como dice Su Santidad, es por sobre todo madre. Para explicar a lo que me refiero, cito lo que el Papa Francisco afirmó en la entrevista: “Veo con claridad, que lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es curar las heridas, y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña, tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene colesterol o por el azúcar! Hay que curarle las heridas. La Iglesia se ha dejado envolver en pequeñas cosas, en pequeños preceptos. Cuando lo mas importante es el anuncio primero: ¡Jesucristo te ha salvado!” Mas adelante, el Papa Francisco agrega: “El confesionario no es una sala de tortura, sino el lugar de misericordia donde el Señor nos
empuja a hacer lo mejor que podamos . Estoy pensando en una mujer que tiene en sus espaldas el fracaso del matrimonio, en el que se dio también el aborto. Después de aquello, esta mujer se ha vuelto a casar y ahora vive en paz con cinco hijos. El aborto le pesa enormemente y está sinceramente arrepentida. Le encantaría retomar la vida cristiana. ¿Qué hace el confesor? La respuesta no está en el renglón que sigue sino en unos párrafos mas arriba, cuando el Papa afirma: “ En esta vida, Dios acompaña y es nuestro deber acompañar a las personas en su condición, hay que acompañar con misericordia. Cuando sucede así, el Espíritu Santo inspira al sacerdote la palabra más oportuna.” Las expresiones de Francisco me traen a la memoria una entrevista de Daniel Hadad a la madre Teresa de Calcuta cuando le pregunta si no cree ella que el uso de preservativos no permitiría palear el avance de la pandemia del sida. Con la sabiduría propia de los que aman, le contestó: “No se, yo a los enfermos de sida los cuido en mi hospital”. Hay determinados dramas humanos que sólo dan lugar para el amor, que es lo mas evangélico y, desde ahí a la búsqueda de lo mejor y lo posible. Francisco conduce a la verdadera moral evangélica que se funda en el amor, sino es así, se nos achica la vida de plenitud que esta escondida en cada uno de nosotros.
L
a que pasó fue otra semana extraordinaria en cuanto a la cantidad de conceptos y enseñanzas que el papa Francisco ofreció con generosidad y humildad, pero también con valentía y sin rodeos. A comienzos de semana se refirió a los gobernantes y el rol de los ciudadanos frente a la política. Durante la misa en casa Santa Marta expresó que “la humildad y el amor son elementos esenciales para quien gobierna, mientras que los ciudadanos, sobre todo si son católicos, no pueden desinteresarse de la política”. “Quien gobierna –afirmó Francisco– debe amar a su pueblo”, porque “un gobernante que no ama, no puede gobernar: al máximo podrá disciplinar, poner un poco de orden, pero no gobernar”. Por lo tanto, “las dos virtudes de un gobernante” son el amor por la gente y la humildad. ¡No se puede gobernar sin amor al pueblo y sin humildad! Y cada hombre, cada mujer que debe
tomar posesión de un servicio público, debe hacerse estas dos preguntas: ‘¿Amo yo a mi pueblo, para servirle mejor? ¿Soy humilde y escucho a los otros, los diferentes puntos de vista, para elegir el mejor camino?’. Si no se hacen estas preguntas, su gobierno no va a ser bueno. El gobernante, hombre o mujer, que ama a su pueblo es un hombre y una mujer humilde”. Sobre los ciudadanos, señaló: “Ninguno de nosotros puede decir: ‘Pero yo no tengo nada que ver con esto, ellos son los que gobiernan...’. No, no, yo soy responsable de su gobierno y tengo que hacer lo mejor para que gobiernen bien y debo hacer lo mejor por participar en la política como pueda. La política, dice la Doctrina Social de la Iglesia, es una de las formas más elevadas de la caridad, ya que es servir el bien común. Yo no puedo lavarme las manos, ¿eh? ¡Todos tenemos que dar algo!”. “Un buen católico se entromete en la política, dan-
do lo mejor de sí, para que el gobernante pueda gobernar”, sintetizó.
“No sean obispos de aeropuerto”
El Santo Padre mantuvo también un encuentro con los obispos nombrados durante los últimos dos años y durante la charla, les recordó que en su ministerio episcopal están llamados a ser pastores y servir al rebaño que se les confió, a semejanza de Cristo, el Buen Pastor. Por ello, les pidió: ¨Por favor, estén en medio del pueblo... eviten el escándalo de ser obispos de aeropuerto¨. También en la semana se encontró con el clero de su diócesis en la catedral San Juan de Letrán, en la que dialogó y respondió preguntas de sus presbíteros. El Papa les pidió que sean valientes y que tengan una ¨justa creatividad¨. Esto no significa hacer nada nuevo sino llegar a la conversión pastoral necesaria. Su recomendación: las parroquias
3
Espacio Institucional Domingo 22 de septiembre de 2013
El Papa transitó una semana muy activa en la que demostró claridad y apertura para referirse a temas controvertidos. Entre muchas otras cosas, opinó sobre política, homosexualidad, aborto, divorciados y cambios que necesita la Iglesia, pero advirtió que “la primera reforma debe ser de las actitudes”.
siempre abiertas y acogedoras y en lo posible con sacerdotes dispuestos a confesar.
La entrevista
A todo lo dicho, se suma lo que tal vez fue lo más resonante: la publicación de una entrevista al Papa realizada por el padre Antonio Spadaro SJ, director de La Civiltà Cattolica. El texto recoge un diálogo de más de seis horas en el cual el Pontífice revela mucho de su sentir como jesuita, de su pasado o de la espiritualidad ignaciana y, además, ofrece su visión sobre muchas cuestiones eclesiales como el gobierno de la Iglesia, las posibles reformas, el ecumenismo, las cuestiones morales o la experiencia cristiana. La entrevista fue publicada en las revistas jesuitas Razón y Fe (España), America Magazine (Estados Unidos), Mensaje (Chile), Études (Francia), Thinking Faith (Gran Bretaña) y Stimmen der Zeit (Alemania). A todas ellas, el Papa las anima a seguir sirviendo a la Iglesia y a la sociedad desde “el diálogo, el discerni-
miento y la frontera”. Según el entrevistador, el padre Spadaro, “fue más una conversación que una entrevista”. En ella, el Papa define el discernimiento como guía en su modo de gobernar y tomar decisiones, incluso aquellas que afectan a su vida más cotidiana: “Desconfío de las decisiones tomadas improvisadamente”, afirma el Papa, y advierte que el discernimiento requiere tiempo: “Son muchos, por poner un ejemplo, los que creen que los cambios y las reformas pueden llegar en un tiempo breve. Yo soy de la opinión de que se necesita tiempo para poner las bases de un cambio verdadero y eficaz. Se trata del tiempo de discernimiento”.
Una Iglesia que salga de sí misma
El papa Francisco habló sobre la Iglesia y las posibles reformas a realizar. “Veo con claridad que lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es
una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles”, afirma. “Los ministros de la Iglesia tienen que ser misericordiosos, hacerse cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro”. “Las reformas organizativas y estructurales son secundarias, es decir, vienen después. La primera reforma debe ser la de las actitudes”. De este modo, reclama una Iglesia que salga de sí misma: “Busquemos más bien ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos, capaz de salir de sí misma yendo hacia el que no la frecuenta, hacia el que se marchó de ella, hacia el indiferente. El que abandonó la Iglesia a veces lo hizo por razones que, si se entienden y valoran bien, pueden ser el inicio de un retorno. Pero es necesario tener audacia y valor”. En cuanto a la vida religiosa, el Papa subraya que “los religiosos son profetas”, una profe-
cía que a veces “crea alboroto, estruendo” y que “anuncia el espíritu del Evangelio”.
Temas polémicos
No le escapó el Papa a tocar temas controvertidos, como la cuestión de los cristianos que viven situaciones irregulares para la Iglesia, los divorciados vueltos a casar, las parejas homosexuales, u otras circunstancias. El Santo Padre afirmó que es necesario “acompañar con misericordia” a divorciados, homosexuales y mujeres que hayan abortado y pidió tener siempre en cuenta a la persona: “Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición; hay que acompañar con misericordia”. Con todo, Francisco advierte: “No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Si se habla de estas cosas hay que hacerlo en un contexto”.
Más presencia femenina
Consultado sobre el papel de la mujer en la Iglesia, el Papa Francisco responde apostando por una mayor presencia femenina: “En los lugares donde se toman las decisiones importantes, es necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer, incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia”. Sobre la experiencia cristiana y cómo buscar y encontrar a Dios, el Sumo Pontífice nos pide alejar las lamentaciones y encontrar a Dios en nuestro hoy: “El Dios concreto, por decirlo así, es hoy. Por eso las lamentaciones jamás nos ayudan a encontrar a Dios”. Al mismo tiempo pide una actitud de humildad: “Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre, algo no va bien”.
4 Domingo 22 de septiembre de 2013
Audiencia
La Iglesia como madre L
a Iglesia como madre, fue el tema que el papa Francisco eligió para la catequesis de la audiencia general del miércoles pasado, celebrada ante una multitud de peregrinos en una soleada plaza de San Pedro. La Iglesia como madre “es una imagen que me gusta mucho porque nos dice no sólo cómo es la Iglesia, sino cuál es el rostro que tendría que tener cada vez más esta madre Iglesia nuestra”, dijo Francisco. Para explicar esa imagen, el Papa partió de lo que una madre hace por sus hijos. En primer lugar “nos enseña a caminar por la vida, nos orienta, intenta siempre indicarnos el camino acertado para crecer y convertirse en adultos. Y lo hace con ternura, con afecto, con amor, siempre, incluso cuando se trata de enderezar nuestro camino porque nos perdemos o seguimos rumbos que nos llevan a un barran-
co”. “La Iglesia hace lo mismo: orienta nuestra vida, nos enseña a andar bien… Es justo lo que enseña una mamá para vivir bien… Una madre nunca
El aporte institucional y el apoyo de sus lectores ayudan a sostener este proyecto. Enviá la palabra SUMAME al (0351) 152000040 y te informamos las maneras de colaborar
enseña lo que es malo, lo único que quiere es el bien de los hijos, y eso es también lo que hace la Iglesia”. “Cuando un niño crece y se hace adulto, asume sus res-
ponsabilidades, hace lo que quiere y, a veces, se sale del camino. Pero la madre siempre, en todas las situaciones, tiene la paciencia de seguir acompañando a sus hijos. Lo
Oremos por él
que la impulsa es la fuerza del amor e incluso cuando se equivocan, encuentra la manera de entender, de ayudar. En mi tierra decimos que una madre sabe dar la cara por sus hijos, es decir, está dispuesta a defenderlos siempre”. “La Iglesia es así –agregó–, es una madre misericordiosa, que comprende, que trata siempre de ayudar, de alentar incluso a los hijos que se han equivocado y que se equivocan; no cierra nunca las puertas de casa; no juzga, sino que ofrece el perdón de Dios, ofrece su amor que invita a reanudar el camino, incluso a aquellos hijos que han caído en un profundo abismo; no tiene miedo de entrar en su noche para darles esperanza. Y la Iglesia no tiene miedo de entrar en nuestra noche cuando estamos en la oscuridad del alma y de la conciencia para darnos esperanza. ¡Porque la Iglesia es madre!”
El papa Francisco, de manera insistente, pide que oremos por él. Desde el espacio de Francisco a diario, te invitamos a sumarte a la campaña de oración y ayuno que realizaremos todos los viernes, junto a los oyentes de Radio María en todo el país, en comunión con las intenciones del Santo Padre. Cada uno de nosotros lo hará de la manera que mejor crea conveniente, ofreciendo el trabajo del día, rezando el Santo Rosario, pidiendo en las misas una intención particular por el Santo Padre o tendiendo una ayuda especial para una persona que sufre.