LA DISTRIBUCIÓN DE LAS ESPECIES COMO FENÓMENO DINÁMICO ESPACIO-TEMPORAL: EJE PRINCIPAL DE LAS ASESORÍAS PESQUERAS FUNDATUN La información pública actualmente disponible sobre las diferentes pesquerías a nivel global, ya sea de altamar (industrial) o ribereña (artesanal), se origina de una labor compleja que abarca desde la recolección de la información, procesamiento y posterior publicación; misma que lamentablemente, en muchos casos, no se actualiza con la periodicidad requerida. Parte de ese proceso se lleva a cabo desde las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP´s), donde entran en juego medidas de ordenación sobre recursos pesqueros compartidos por varios países, con injerencia sobre una o varias poblaciones de peces ubicadas en una región concreta de operación o en poblaciones de especies migratorias en amplias extensiones. Durante los últimos años se han modificado paulatinamente los enfoques de las diferentes OROP´s, para establecer puntos de referencia, reglas de control de extracción y evaluación de estrategias de ordenación. En otras palabras, la complejidad de la dinámica actual del cambio global, ha llevado a la reorientación o modificación de algunas definiciones que antes se creían estáticas.
Figura 1.- Principales Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP´s) y sus áreas
Muchas veces para evitar distorsiones en la toma de decisiones debido a que no se cuenta con la información actualizada se han utilizado diversos modelos matemáticos para describir y cuantificar variables poblacionales; como: la estimación de la mortalidad (natural y por pesca), el reclutamiento, la edad de primera madurez, el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), entre otras relacionadas a su explotación (Isaac 1990, Haddon 2001). Por lo tanto, cuando se realizan evaluaciones alternativas de las poblaciones, se suelen considerar las estructuras de modelos y conjuntos de datos que permitan la adopción de enfoques precautorios que brinden un asesoramiento científico que sea robusto a las incertidumbres.
En el caso de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) parte de esos cambios en las estrategias de evaluación se han venido realizando desde 2015. El Personal Científico de la CIAT desarrolló puntos de referencia límite basados en biomasa y mortalidad por pesca con base en la reducción esperada del reclutamiento si se usa un valor precautorio (bajo) para la relación población-reclutamiento de Beverton-Holt (1956). Estos puntos de referencia fueron consistentes con la meta de determinar puntos de referencia límite sobre una base biológica para proteger una población de túnidos de impactos de la pesca graves, lentamente reversibles, o irreversibles. La Comisión adoptó estos puntos de referencia límite como puntos de referencia provisionales. Así mismo desarrolló un procedimiento de Evaluación de Estrategias de Ordenación (EEO) que usa el programa general de evaluación de poblaciones Stock Synthesis (SS) como modelo operativo. El procedimiento de EEO fue usado para cualquier evaluación desarrollada en SS, incluidos aquellos para los atunes Albacora, Patudo, y Aleta Amarilla en el Océano Pacífico Oriental (OPO). Se desarrolló una regla de control de extracción que buscaba el RMS con base en el concepto de producción excedente. Esta regla, y otras, fueron sometidas a pruebas de simulación. Pero en 2018, el personal científico concluyó que los resultados de su evaluación del Patudo en el OPO no eran suficientemente fiables para usar como base para el asesoramiento de ordenación a La Comisión, y en 2019 extendió esta conclusión a su evaluación del Aleta Amarilla (Documento IATTC-94-03). Se dispuso de nuevas evaluaciones de referencia para el Aleta Amarilla (Documento SAC-11-06) y Patudo (Documento SAC-11-07), significando un cambio de paradigma en la CIAT. Estas evaluaciones han representado un cambio fundamental del enfoque previo de “evaluación óptima”: forman la base para un análisis de riesgos, en el cual usan una variedad de modelos de referencia para representar hipótesis alternativas plausibles sobre la biología de los peces, la productividad de las poblaciones, y la operación en las pesquerías, incorporando así diferentes efectos de incertidumbres en el asesoramiento de ordenación a medida que se formulan (Punt y Hilborn 1997).