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De las tribunas a las calles
La movilización social vivenciada desde el 2019 hasta el presente, ha logrado quizá uno de los acontecimientos más importante e impensable en el pasado. Cientos de jóvenes que desbordan su pasión por un equipo de fútbol y que en las tribunas se entregan en cuerpo y alma, ahora, han salido a las calles, trasladando cánticos y euforia a una sola voz, que reclama las justas causas, cuya carencia se observa en esta sociedad cargada de egoísmo, apatía y corrupción.
La historia del país es trágica. La violencia y la intolerancia han sido la constante por varios años. Sin embargo, como reza el famoso refrán no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
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Las movilizaciones en contra de las políticas establecidas por el gobierno de turno, las inconformidades de la comunidad en términos de salud, trabajo, educación y vida digna, llevaron a las calles a las personas, en una serie de manifestaciones sociales que lograron impactar y convocar a millones de personas de todas las esferas sociales, grupos artísticos, colectivos, activistas y por supuesto, hinchas (barras bravas) quienes en respuesta al llamado de movilización y alzar la voz, saltaron y cantaron en las calles con sus distintivos colores pero con un mismo sentir.
Sin embargo, la represión y la censura no se han hecho esperar por parte del gobierno. En el afán de disipar estas movilizaciones, donde los medios de comunicación, junto con la fuerza pública arremetieron en contra de los manifestantes, sin importar consecuencias o afectaciones a la integridad de las personas. El pueblo no se rinde, se conformaron brigadas de salud y las denominadas primera línea; que no son más que jóvenes que buscan proteger la integridad de los manifestantes, la solidaridad de los individuos con sus pares.
Lastimosamente, los procedimientos y el actuar por parte de la fuerza pública y en especial, el ESMAD ha dejado a la fecha, alrededor de 80 muertos y al menos unos 800 heridos. Esto según el reporte de Indepaz (Instituto de Estudios para el desarrollo y la Paz) donde se destacan personas como Lucas Villa, Dilan Cruz y Brayan Niño.
Ahora bien, es el momento de dar un paso adelante en la lucha histórica por consolidar discursos que, desde el diálogo y el respeto por la diversidad afiancen en los jóvenes futboleros. Hoy en día, son ellos y ellas, mucho más conscientes de su realidad, digna de transformar, de ahí el llamado desde la resistencia y el aguante. La paz como necesidad nacional, de las tribunas a las calles.