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Sexo, género y otras palabritas – Aitzole Araneta
from GM 109. LBT EMAKUMEAK: sororitatea eta feminismoa / MUJERES LTB: sororidad y feminismo
by gehitu
SEXO, GÉNERO Y OTRAS PALABRITAS
Ay en una disputa permanente sobre el propio lgunas ideas desde la ciencia de la sentido de términos como “hombre”, “mujer”, sexología sustantiva en el surgimiento “sexo” o “género”. En un momento donde del cuestionamiento sobre las personas en no pocas personas se erigen en expertas situación de transexualidad opinólogas sobre la cuestión, la divulgación España.
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¿Podría suponer el reconocimiento de las personas en situaciones de transexualidad un peligro para el concepto “mujer”?
Mucho se ha escrito sobre esta cuestión desde el ámbito de los derechos y desde diferentes análisis políticos. Muchos son los debates acerca de lo que desde ciertos posicionamientos políticos, más o menos conservadores si bien más presentes que nunca en el sistema institucional y mediático, han venido en llamar “ideología de género”. Sin embargo, la gente de a pie se encuentra desorientada, con palabras y conceptos que se repiten constantemente con significados diferentes, del aporte de la ciencia sexológica puede “Decís constantemente que puedo ser una clarificar gran parte de este debate que se está niña masculina, que está bien, que no pasa construyendo con pies de barro. nada, Quizá le sirva a alguien, pero a mi ni me Mi pretensión con este artículo va a ser escucháis ni me veis”. -Ion (nombre ficticio), abordar, por tanto, un par de ideas que estamos niño de 7 años a su madre. leyendo y escuchando en diferentes medios. Desde hace un tiempo se viene fraguando un evidencias sí ofrecen un planteamiento que debate acerca de los derechos trans, de la está quedando fuera de los discursos que se existencia y legitimidad de las personas en esta están hegemonizando en los mass media. situación, en un ruido de fondo que alcanza su Excluyentes porque no recogen a personas máxima expresión en pleno mes del Orgullo como Ion, y que en realidad más que recoger, con desavenencias acerca de cómo afrontar nos excluyen en mayor o menor medida al el compromiso concreto de promulgar una resto del mundo: Ley Integral Trans Estatal que forma parte de 1. “El sexo es biológico”: el sexo es biográfico, un acuerdo de los partidos del Gobierno de más que biológico. Que no te engañen.
Ideas mutuamente excluyentes, y donde las
La idea de Sexo tiene miles de años, y fue usado por aquellos primeros filósofos griegos (ejemplo: “El Banquete”, de Platón), donde “sexus”, “sexare” significa “corte”, “diferencia”, “separación”... en definitiva aquello que hace referencia a lo que nos hace diferentes de los demás, y por tanto a nuestra identidad. Se trata, por tanto, del “sexo que somos”, más que el “sexo que tenemos” (genitales, cromosomas), o el “sexo que hacemos” (prácticas donde entran en juego los genitales).
¿Qué papel juegan los genitales y los cromosomas (a los que discursivamente se ha reducido esa “biología”) en esa identidad?
Alguna sí, pero no toda: los genitales (palabra también proveniente del “genus” del latin) son aquellos órganos que pueden facultar la generación de siguientes generaciones, si bien éstos ya recibían un nombre acorde y que es diferente a la del concepto “sexo”. Por otra parte, los cromosomas no fueron observables hasta la invención de los microscopios, y aún hoy en día a poca gente se le examinan dichos cromosomas (que, en realidad, en esa reducción biológica solo se alude al número 23 de todos los que tenemos, los que tienen una forma aproximada en la observación a “x” y/o “y”). Por tanto, esta idea de que los genitales y los cromosomas dan la “verdad biológica” de “el sexo” (en su acepción de verdad, la de la identidad, más allá de la mera observación de genitales y cromosomas) no puede ser cierta, y en esto entran en juego las vidas de, entre otras (pero no solo), las personas que se encuentran en una situación de transexualidad. El sexo no es, por tanto, un concepto meramente biológico. Admitiendo que nos conforman tanto el aspecto biológico, el psicológico como el social/cultural, ya que todos esos ámbitos transcurren en la vida de las personas de manera interrelacionada y en constante interacción, cabe resaltar que el sexo es, sobre todo, y antes que nada, biográfico. ¿De qué manera es el sexo biográfico? De la misma manera por la cual una mujer en la sociedad occidental llenará de significado su identidad en base a los hechos que ocurran en su vida de manera diferente a la que lo hará otra mujer en un país como Irán, la India, o en una comunidad o tribu de Asia Pacífico. Incluso, ellas serán las mismas mujeres que fueron cuando eran niñas, siendo al mismo tiempo mujeres diferentes. Los matices que su biografía aporte al hecho de ser mujer no invalidan que lo sean. Lo mismo ocurre con las mujeres en situación de transexualidad. O la de los hombres en esa misma situación. Una idea sobre el sexo ésta que, lejos de excluir, incluye. 2. “La identidad es sexual vs. La identidad es de género”: los sexos (y el género) nos dan la respuesta Género —también del latin genus—es un término técnico específico en ciencias sociales que alude al conjunto de características diferenciadas que cada sociedad asigna a hombres y mujeres. Por tanto, hablar de género significa referirse a los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres. Hay que recordar que la palabra, aunque adoptada en las ciencias sociales, tiene su origen en las ciencias biomédicas de los años 60, y en concreto en la teoría fallida del Doctor Money en su tesis sobre la construcción de la identidad (podéis buscar en internet para conocer la historia de los gemelos Reimer). El género es, por tanto, un instrumento de análisis más que una dimensión humana, como bien nos explica Lucía Gonzalez Mendiondo en su obra “El Género y los Sexos: Repensar la Lucha Feminista”), y es por esta misma razón por la cual autoras tan referentes como Simone de Beauvoir mencionaban “El Segundo Sexo”, más que el “género Mujer”. Y es en este punto donde podemos encontrar la clave: si los sexos hacen referencia a eso que somos y que nos diferencia de los demás, nuestra dimensión sexuada se referirá a esa identidad, más que a la impuesta y moldeada por las normas sociales. Las presiones, roles e imposiciones influyen y afectan pero no constituyen quienes somos, ya que el relato de todas las
personas en situación de transexualidad es, precisamente, que esos esterotipos y obligaciones de ser un hombre o una mujer impuestos no han conseguido impedirmucho menos conformar- que seamos quienes somos y por tanto, la propia idea de “identidad de género” es un oximoron, una idea contradictoria en sí misma. Nadie encaja en el molde arquetípico de lo que se nos ha vendido como “hombre” o como “mujer”, se esté en una situación de transexualidad o no. La identidad no puede ser impuesta. En realidad el debate sobre qué nos hace ser quienes somos, no tiene una conclusión definitiva. Desde los estudios sociológicos y las políticas de género se analizan cómo afectan estas imposiciones a los derechos y a las vivencias de las personas que las soportamos -que somos prácticamente todas, en mayor o menor medida-, toda vez que aspira a poner soluciones. Desde el lado de los estudios asociados a la biomedicina se están examinando cerebros, proporciones corporales y otra serie de medidores, sin que haya una conclusión definitiva. Una “esencia” de la identidad que con las tecnologías actuales no podemos demostrar, y que será probablemente muy difícil hacerlo por mucho tiempo. Quizá de tan difícil, nunca habrá una respuesta concluyente a esa gran pregunta de la humanidad que es “¿quién soy?, ¿qué me hace ser quien soy?” Muy probablemente haya múltiples causas que interactuan entre ellas. Lo que si está muy claro desde la ciencia sexológica es que las biografías de hombres, mujeres en situación de transexualidad relatan que no saben qué es lo que les hace ser mujeres u hombres. Y que si hay algo claro es que lo son-lo somos- porque no hemos podido ser las mujeres y los hombres que nos han dicho que teníamos que ser. Esa es otra idea que nos incluye y nos interpela a todos. Al igual que no podemos dividir quienes somos en lo biológico y lo cultural, ni el reduccionismo biológico de genitales y cromosomas incluye a todo el mundo, ni la identidad basada en el género (lo que se traduce en un "deseo de ser", en un "sentimiento de ser" que no podemos explicar de donde procede) lo hace. Las identidades, las de todas las personas, no solo las de aquellas en situaciones de transexualidad, distan mucho de ser “ficciones” o únicamente construcciones culturales que se pueden performar. Lamentablemente, el concepto contradictorio “identidad de género” ha adquirido un peso específico en los textos legales de origen anglosajón, donde hay una tradición que sustituye el término “sex” (en su sentido identitario) por el de “gender”, incluyendo así conceptos como el de “gender identity” en diversos textos de derechos humanos y sentencias y jurisprudencias varias. Cabe clarificar, por tanto, que las personas en esta situación SON mujeres, SON hombres, lo somos desde el mismo momento en que nos vivimos como tales, y que no se trata de un “deseo” o un “sentimiento de creer ser” tal y como afirman muchos artículos de opinión, o no al menos de una manera diferente a la de aquellos que no se encuentran en situaciones de transexualidad, que son a quienes no se cuestiona su deseo o su sentimiento (sentimiento que existe igualmente).
Aitzole Araneta es sexóloga y técnica de igualdad. Nacida en Donostia, Ha trabajado en las artes escénicas y en gestión cultural. Forma parte, como experta, del Grupo de Trabajo sobre la Nueva Ley Integral de Transexualidad Estatal. Como activista he estado en varios movimientos sociales y colectivos, siendo impulsora del movimiento por la despatologización trans, y ha formado parte, durante 8 años, de un grupo de trabajo que ha consultado la Organización Mundial de la Salud en el proceso de revisión del catálogo de enfermedades sobre la cuestión de las condiciones de transexualidad. Aitzole fue candidata a Alcaldesa de Donostia, siendo la primera persona en condición trans en serlo. Actualmente es la portavoz de Elkarrekin Donostia Twitter: @aitzolearaneta, FB: Aitzole Araneta, Instagram: ait_ara
Pedro Parrilla “El Koko”. Habitante del oscuro mundo “underground” a veces salgo a la calle a por el pan. Instagram/ twiter: @elkokoparrilla