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ALIMENTOS MEXICANOS CONQUISTAN PALADARES DEL MUNDO
EL 2023 abre la oportunidad a la agroindustria mexicana de acceder a renovados mercados de Europa, Asia y Latinoamérica, sin descuidar Norteamérica.
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POR Héctor Rendón y Carlos Yáñez
El 2023 se perfila como el año de los negocios para empresas de alimentos mexicanas en el extranjero. Con Europa (500 millones de consumidores) se eliminan barreras a la exportación con el nuevo acuerdo (TLCUEM 2.0); con Japón se celebran 20 años de alianza comercial y se impulsan tratados con países de Latinoamérica. El sector con mayores oportunidades para capitalizar las ventajas es la agroindustria (alimentos mexicanos).
Gigante Agroalimentario platicó con Laura Bonilla y Jonás Murillo, Presidenta y Director General de la Cámara Nacional de Conservas Alimenticias (Canainca), respectivamente, quienes compartieron sus expectativas que ofrecen los distintos mercados con los que México tiene acuerdos, los retos de la industria, la perspectiva de crecimiento y los cambios de hábito de alimentación, con la pandemia.
“Para nuestra industria es vital la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea y México (TLCUEM 2.0) ya que representa eliminar las barreras arancelarias, y establecer reglas comunes en cuestiones fitosanitarias.
“Esto nos va ayudar a facilitar el comercio de los productos de alimentos mexicanos que pueden seguir transitando al mercado europeo. Hemos trabajado para lograr el distintivo de ubicación geográfica, para el chile jalapeño, lo que brinda los más altos estándares de calidad e inocuidad sin dejar lado el sabor”, dijo Laura Bonilla.
Sobre este caso, Jonás Murillo, explicó: “tuvimos un problema (en el TLCUEM, anterior) con el chile jalapeño y chipotle; Turquía es uno de los mayores productores de jalapeño del mundo y se estaba vendiendo en Europa, al estilo mexicano, con un sombrero, que provocaba confusiones; después de tiempo, logramos que tuvieran una indicación geográfica para ambos productos, de forma que, ahora, todo el chile que se venda en naciones europeas, o pone chile turco o, si hace referencia a México, solo puede ser chile que se produzca dentro del país”.
Mencionó que Canainca es el titular de la marca jalapeño mexicano; como tal no se puede utilizar salvo que sea socio de la cámara. Sobre el comportamiento del mercado europeo, reveló que ha crecido mucho. “Yo me vine en 2009 (él es europeo) y en ese entonces, en el anaquel, había algo de “Tex-Mex”, este verano hay anaqueles completos de productos mexicanos. Todavía por temas de aranceles es un poco caro, pero, a cambio, la comida mexicana está de moda. Cada vez hay más restaurantes mexicanos”.
Reconoció que no se tienen las ventajas que hay con Estados Unidos (con muchos mexicanos), pero está lleno de bolivianos (o de otros países de Sudamérica); el mercado mexicano en Europa se consolida con locales; Latinoamérica también está creciendo, al igual que y Asia, pero es una cultura distinta; el adoptar hábitos alimenticios de la comida mexicana es más complicado, por eso crece más despacio, pero es un mercado inmenso que tiene una línea ascendente”.
Como reportamos en esta edición, el nuevo TLCUEM 2.0 ya está en el escritorio del Congreso Mexicano y del Parlamento de Europeo, para ser ratificado. Se prevé su aprobación, de ambos, en los próximos meses,
Laura Bonilla recordó que México es de los países que tiene el mayor número de alianzas y tratados comerciales; “para la industria de alimentos, la diversificación de los mercados es de suma importancia; anualmente exportamos cerca de 11,700 millones de pesos, registramos un crecimiento anual por encima de 7 por ciento.
“Éstas cifras representan llevar un pedacito de México al mundo: imagínate el orgullo de estar en otro país y ves una lata de chiles o de atún, hecho en México, te llena de orgullo”, comentó la presidenta de la Canainca, quien es la primera mujer en la historia, que preside el organismo empresarial.
Informó que las exportaciones, en 2021, crecieron 7.4%; en volumen de toneladas fue de 4.7%; los principales destinos son: Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y Asia. “El año pasado cerramos muy bien y esperemos que este 2022 también podamos seguir creciendo”, previó.
“Tenemos uno de los socios que está vendiendo chile en polvo en Corea; hay salsa de habanero en Europa; curtido de nopal en Suiza, Suecia y Dinamarca; ha habido un crecimiento continuo, pero, obviamente, el esfuerzo principal es Estados Unidos. En números exportamos el 15% de toda la producción nacional; de ese porcentaje, 85% va a Estados Unidos, el resto a otras naciones”, agregó Jonás Murillo.
Los directivos coincidieron en que el abanico de acuerdos, por ejemplo, la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), abren nuevas oportunidades y rutas de destino a los alimentos, ya que cada uno de los tratados facilita el traslado de productos.
“El tratado con Europa ya existía y se renueva, esto permitirá aumentar el apetito de las empresas, sobre todo aquellas que ya habían intentado hacer algo, pero que, por cuestiones arancelarias o de barreras (que ahora ya no existirán), retomarán su interés. En cinco años el volumen de exportaciones a Europa va a crecer sustancialmente”, añadió el Director General de la Canainca.
LAURA BONILLA REYES Presidenta de Canainca.
LA INFLACIÓN A TODOS NOS PEGA
Al abordar el tema del impacto de la inflación y los costos de los insumos en la producción, reconocieron que México y el mundo enfrentan una dificultad en alza de precios, que se ha visto reflejada en los productos (alimentos).
“El tema de la inflación nos pega a todos, pero hay que poner los números sobre la mesa; estamos manejando una inflación al consumidor de 8% y al productor está arriba de 14%; es decir, sí hay un margen importante que está asumiendo el industrial.
“Ello no implica afectar la calidad del producto o sacrificar puestos de trabajo; se han reducido los márgenes, pero las empresas siguen reinvirtiendo en investigación y desarrollo para tener nuevos productos. El principal fundamento de la industria es tener consumidores”, explicó Jonás Murillo.
Para Laura Bonilla, si bien la inflación está afectando al consumidor, la industria se ha preocupado por tener alimentos asequibles y de calidad para las familias. “Además, lo que llevamos a los hogares es sin impacto ambiental; las empresas están trabajando en no afectar el medio ambiente. Toda la innovación está basada en esa dirección”.
Destacaron el hecho de que el sector, con la pandemia, no dejó de trabajar (producir), al tiempo de avanzar en innovación y desarrollo. “Es un sector dinámico que trabaja desde la base de la alimentación mexicana, innovando y generando productos nuevos, recuperando la tradición y cultura del país como lo hace una de nuestras compañías afiliadas con frijoles autóctonos de México”, señaló Murillo.
JONÁS MURILLO GONZÁLEZ Director de la Canainca.
Laura Bonilla, subrayó, al respecto: “En nuestra industria de conservas, para el cierre de este año, calculamos que la tasa anual de crecimiento de nuestro sector podría ser de 4%; el crecimiento anual del valor de las ventas será positivo (para diferentes subsectores); y para 2023, tenemos confianza en que la normalización de las actividades tome su cauce, para enfrentar los retos que hoy tenemos”.
NUEVO CONSUMIDOR, TRAS EL COVID-19
Para Laura Bonilla, el consumidor, después del Covid-19, es otro. Ahora buscan productos no sólo más accesibles, sino saludables. Cocinan en casa.
“La industria tuvo que evolucionar y presentar productos fáciles de preparar y nutritivos; la pandemia permitió a las empresas que, desde diversas plataformas, pudiéramos darles a nuestros consumidores, recetas fáciles de preparar.
“El cambio del consumo ha sido en la alimentación. Nuevos roles y nuevas formas de alimentarse; nuestras compañías nunca pararon; teníamos la responsabilidad de llevar los alimentos a la población; eso nos permitió ser más rápidos y eficaces, cambiando y adaptando las formas de logística”, detalló Laura Bonilla.
También en la forma de vender hay modificaciones, complementó Jonás Murillo. “La pandemia nos movió a todos y se empezó a trabajar en el comercio electrónico; en el 2018 prácticamente había pocas compras digitales; hubo que adaptarse y trabajar sobre la marcha; la gente no iba al supermercado ni a las tienditas; las empresas tuvimos la suerte de tener esa capacidad de adaptación y generar nuevas formas de venta”.