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Agro Evolución
JUAN CARLOS BENÍTEZ Fundador de Hidroponia GDL.
HIDROPONIA, EL FUTURO ESTÁ EN EL PRESENTE
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ESTE SISTEMA de cultivo es una alternativa que se puede implementar en patios, balcones o azoteas, para autoconsumo o para emprendimiento.
POR Carlos Yáñez
Culturas prehispánicas como la azteca ya practicaban lo que podría definirse como hidroponía. Ante los problemas actuales y futuros para la producción de alimento, este método de cultivo que no requiere tierra, se alza como una opción de autoconsumo o de negocio, que puede ser llevado a cabo por cualquier persona, incluso si no están familiarizados con la agricultura.
En entrevista con Gigante Agroalimentario, el ingeniero agrónomo Juan Carlos Benítez, fundador de Hidroponia GDL, destaca las bondades de este sistema de cultivo e invita a que se cree una nueva cultura de la alimentación basada en productos naturales que uno mismo puede producir, pues en sus propias palabras, “no hay cosa más gratificante que te comas lo que tú sembraste, cuidaste y cosechaste”.
La hidroponía es básicamente un método de cultivo que utiliza disoluciones minerales en lugar de suelo agrícola en el que las raíces reciben una solución nutritiva y equilibrada disuelta en agua. Las plantas se montan en equipos hidropónicos que se conforman de tubos, charolas, mangueras y otros elementos.
“Soy egresado de la Universidad de Guadalajara, en la generación 78-83, como Ingeniero Agrónomo y así empecé mi amor por las plantas. Somos de una población cercana a Guadalajara llamada Ahualulco de Mercado y el contacto con granjas, con huertas que tenía mi familia, me llevó a seguir el camino de la cultura agrícola y darle seguimiento a lo que hacían mis parientes, mis antepasados”, narra Juan Carlos.
Aunque culturas prehispánicas como la azteca ya realizaban cultivos sin la necesidad de suelo, Juan Carlos aprendió este método en el extranjero; sin embargo, reconoce que México es un país que tiene amplio conocimiento en la materia, gracias, en gran medida, a la labor de más de dos décadas que ha desempeñado con su empresa.
“Poco a poco, viendo la necesidad y las nuevas tendencias, tuve la oportunidad de viajar a otros países y conocer otros tipos de agricultura que no eran nuevas, pero que en México no estaban tan desarrolladas. Nos metimos directamente al asunto de la hidroponia como un cultivo alternativo. Esto no significa que sea totalmente experimental o casero, sino que cuando lo vimos dijimos: ‘esto tiene que estar en México; debe ser una opción para las personas que en un momento dado sus tierras ya están desgastadas o simplemente no hay condiciones idóneas para el cultivo.
JUAN CARLOS BENÍTEZ Fundador de Hidroponia GDL
“Nos sorprendemos más porque esto no es nuevo. Ya los aztecas hacían estos cultivos en chinampas y eso no es más que un sistema hidropónico, pero si eso lo consideramos un poco alejado, aquí cerca de Guadalajara está una población llamada Teuchitlán, donde hay ruinas arqueológicas donde se encontraron chinampas petrificadas que tienen 3 o 4 metros por cada lado. Es así que viendo hacia atrás en nuestros orígenes ya lo hacíamos; esto no es nuevo en realidad”, señala Benítez.
Sobre su labor, resalta el sentido cultural y social que da una nueva dimensión a la alimentación y a la producción de alimentos, pues como él mismo señala, es un sistema que puede implementarse en espacios como azoteas, patios o balcones, y puede ser realizado por cualquier persona; incluso Hidroponia GDL trabaja con niños desde 3 años y hasta personas mayores o quienes no tengan experiencia alguna en agricultura.
“La hidroponía está dirigida a cualquier persona. Trabajamos con niños de 3 años, por ejemplo, atendemos un kínder con 250 niños en diferentes grupos, y es increíble cómo los niños apenas caminan y ya saben qué es un sustrato, ya saben qué es una semilla, les gusta probar con los equipos hidropónicos a su altura que llevamos para despertar la cultura en ellos.
“Después pasamos a los niveles de primaria, secundaria y preparatoria, con los estudiantes más grandes y con las personas que, aunque no tengan nada que ver con la agricultura, están interesados en comer sano. Por último, tenemos a quienes son agricultores, que ya saben cómo cultivar de manera tradicional, pero quieren dar el paso y agregar valor a su producto”, detalla Juan Carlos.
En los cursos y talleres que imparten siempre les ofrecen como base que tienen que ser para autoconsumo y enseguida detonar un posible negocio. “Cuando nuestra cultura empieza a generar una información y un campo de acción, encontramos que lo hidropónico tiene aminoácidos, tiene vitaminas y todo lo que requiero. Es una oportunidad para cambiar los productos procesados y regresar a nuestros orígenes”, destaca.