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Agronegocios

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Carlos Mota

Davos 2023: la agricultura es la clave

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LOS EMPRESARIOS del sector agroalimentario mexicano actúan con cautela, pero optimistas de las oportunidades.

Davos. El Foro Económico Mundial (WEF) arrancó este año su Reunión Anual en los Alpes Suizos con una perspectiva sumamente complicada para las economías del planeta, toda vez que la mayoría de los economistas en jefe de los diferentes bancos que suelen participar en una encuesta, proyectan una recesión para este año, con un 18 por ciento de los encuestados señalando que la probabilidad de ello es muy alta.

Pero el contexto es sumamente adverso porque tanto el WEF como el Fondo Monetario Internacional (FMI) están subrayando que la falta de colaboración en un mundo fragmentado tiene consecuencias negativas de alto impacto para sociedades y economías, para lo cual, es necesario una mayor colaboración y retomar la agenda de comercio internacional.

Una de las posibles soluciones propuestas en esta edición del Foro tiene que ver con la identificación y fuerte inversión en las denominadas “industrias del futuro”, que son industrias de alto crecimiento por el aporte en valor económico que podrían generar.

Una de esas industrias es la agroalimentaria que, de acuerdo con un reporte del Foro, aparece como la prioridad número uno en países de ingresos medios, como México, con la tecnología agrícola como la más importante inversión para los siguientes años:

“Los requerimientos de una mayor utilización de tecnología agrícola se ven subrayados por el hecho de que, para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sustentable de cero hambre, manteniendo a la vez vigente las metas de emisión de contaminantes del Acuerdo de París, se requeriría un incremento estimado de 28 por ciento en la productividad agrícola global durante la siguiente década”, de acuerdo con el reporte del WEF.

Evitar el hambre ha vuelto a aparecer en el escenario de la globalidad. Quién lo habría imaginado. Esta circunstancia, que parecía poco probable que surgiera después de décadas de integración económica mundial, ha surgido con fuerza debido a la caída en ingreso que han experimentado varias naciones tras la pandemia y tras la inflación del último año y medio.

Los empresarios del sector agroalimentario mexicano están observando esta problemática con cautela, pero también con optimismo. Guillermo Romo, presidente de Grupo Financiero Mega y asistente por once años a esta reunión anual en Davos declaró en entrevista: “en la producción de berries, agave y aguacate estamos buscando un crecimiento importante, porque lo que necesita el mundo es alimento; pero de una forma muy consciente. De hecho, firmamos un convenio con el Tec de Monterrey para ver cómo llevar la sustentabilidad hasta la última parte de nuestros procesos y de nuestro modelo de negocios. Para nosotros es muy importante el manejo de los recursos naturales, el cuidado del agua y el cuidado del medio ambiente y de nuestro personal…”

El mundo se está fragmentando, de eso no hay duda, y se vive una crisis múltiple tanto comercial, como geopolítica y ecológica. Por ello, resulta fundamental la identificación de las inversiones clave que podrían sacudir a las economías emergentes, para permitirles retomar un crecimiento vigoroso.

El sector agroalimentario es sujeto de esas inversiones con particular relevancia para México, dadas las necesidades de la población nacional como la oportunidad que representan las exportaciones del sector en el marco del T-MEC y de los varios acuerdos comerciales que tenemos vigentes.

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