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Editorial
Agroindustria, pinta bien a mitad de año
Llegamos a mitad de año con un saldo favorable para el sector agroalimentario mexicano. El primer semestre marcó una tendencia positiva, sobre todo en mercados internacionales, que debemos capitalizar.
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Los datos son contundentes. En los primeros tres meses del año, las exportaciones agropecuarias y agroindustriales sumaron 13 mil 426 millones de dólares, un aumento anual de 6.06 por ciento, mientras que las importaciones fueron por 11 mil 406 millones de dólares.
La balanza agropecuaria y pesquera durante enero-marzo presentó un saldo positivo de 493 millones de dólares, con ventas al exterior por seis mil 296 millones de dólares.
Por noveno año consecutivo, en el primer trimestre de 2023, la balanza comercial agropecuaria y agroindustrial presenta supe rávit. Las cifras que dio a conocer la Secretaría de Agricultura fede ral revelan que las exportaciones con el mayor valor económico en dicho lapso fueron las de cerveza, con mil 321 millones de dólares.
Le siguieron el tequila y mezcal, mil 013 millones de dólares; tomate fresco o refrigerado, 892 millones de dólares; aguacate, 809 millones de dólares; fresas y frambuesas frescas, 735 millones de dólares; productos de panadería, 639 millones de dólares y pimiento, 608 millones de dólares, entre otros.
Con estos números, podemos anticipar que el sector agroindustrial de México puede romper, nuevamente, un récord de ventas al exterior. Hay una tendencia positiva, principalmente en el mercado de Norteamérica, que sigue siendo una válvula de escape muy importante para los productos mexicanos.
El reto, entonces, es diversificar los mercados. Si bien los alimentos mexicanos llegan a 166 países, hay nichos que se están desaprovechando. En esta edición damos cuenta de las oportunidades que ofrece Japón. Esa nación demanda aguacate, mango, paprika, tamarindo y chile, entre otros.
Es un ejemplo de las oportunidades que ofrecen algunas naciones y que México debe aprovechar. Tenemos pendiente la ratificación por parte de los parlamentos, el nuevo Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea, que entrará en vigor en los próximos meses, y que abre un potencial de 500 millones de consumidores.
Para los productores mexicanos, es una gran oportunidad que deben explorar. El abanico es grande y el horizonte es extenso. Si todo sale bien, el sector agroalimentario mexicano mantendrá su dinamismo lo que resta del año, pero no debemos confiarnos. La receta ya la conocemos: trabajar todos los días y ser creativos. Apostemos por ello.