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Agro Emprendedores
KAREN LEGORRETA Cofundadora de Gestratégico KOVA.
AGUA Y SUELO SALUDABLES, ESENCIAL PARA LA AGRICULTURA
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MEDIR y monitorear las sustancias que están en el líquido y en la tierra, es crucial para que el agricultor tenga éxito.
POR Carlos Yáñez
A la crisis hídrica que atraviesa el país en términos de escasez, se le suman otros problemas de los que no se habla tanto. Se trata de la salud del suelo y de la contaminación del agua. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para 2050, 90% del suelo a nivel mundial estará degradado, y según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), 59% del agua superficial está contaminada (en el país).
“Estamos muy enfocados en el tema del agua y sabemos totalmente que el agua depende del suelo. No se pueden separar, se tienen que observar juntos si realmente se quiere llegar al fondo del tema”, advierte Karen Legorreta, emprendedora de Gestratégico KOVA, proyecto empresarial que hace mediciones en agua y suelo en comunidades de Oaxaca, para conocer las sustancias que contienen estos dos elementos de donde obtenemos lo que nos mantiene con vida en el planeta.
Al saber qué hay en la tierra y en el agua, se pueden tomar acciones (o al menos señalar culpables) sobre lo que las está afectando y contribuir con la salud de las personas; no sólo de las comunidades donde trabajan, sino de todos los sitios donde haya problemas similares o donde se puedan aplicar las mismas mediciones y soluciones.
Con un alto compromiso ambiental y un gigantesco deseo por marcar una diferencia, Karen Legorreta, ingeniera ambiental por la Universidad La Salle, narra el inicio de su trayectoria profesional en la industria haciendo regulación de medio ambiente y auditorías ambientales.
“Pero sentí que no estaba logrando el impacto que yo quería en el planeta y en la vida, así que me fui a hacer la maestría a un centro de investigación que se llama ICC, en Ensenada (Baja California), en Ciencias de la Tierra con enfoque en Geofísica aplicada para poder entender bien cómo funciona el sistema y proponer medidas ingenieriles y así ayudar a solucionar los problemas de la contaminación del agua y el suelo, y sus efectos.
“En la maestría conocí a dos personas muy inteligentes; a otro ingeniero ambiental y a un ingeniero geofísico (los hermanos Omar y Valdemar Belmonte). Ellos son de Oaxaca y su papá tenía una empresa de geofísica que ya tenía varios años y diversos clientes en municipios y localidades del Estado. Ellos tenían el enlace y dijimos `hay que hacer algo', aprovechemos las herramientas para solucionar problemas de México y de nosotros los mexicanos”.
TODO COMENZÓ EN 2018K
aren y sus socios se mudaron a Oaxaca y fundaron en 2018 Gestratégico KOVA con la idea de aterrizar soluciones de ciencia para el suelo y el agua. “Entonces teníamos un equipo que consiste en una plumita de medición de calidad del agua con cuatro parámetros; los básicos que siempre se leen: PH, TDS, salinidad y conductividad; además, teníamos un equipo que hicieron mis socios, que es un medidor de resistividad eléctrica y un registro eléctrico. Midiendo esos parámetros en suelo y en agua, nos fuimos a los municipios a medir y a medir. Llegábamos y les decíamos, ‘oye te mido gratis y te digo cómo está tu agua’.
Durante este tiempo hicieron investigaciones, buscaron fondeo para saber cómo podían crecer como empresa. “Empezamos a cobrar poquitos servicios en cantidades muy módicas: 200 o 300 pesos, todos (los fundadores) tenemos trabajos aparte. Este año nos inscribimos al curso de e-novadoras (de AT&T) y se me hizo interesante porque convocaba a mujeres líderes en ciencia y tecnología haciendo proyectos en la sociedad y claro que aquí hay. Ganamos 10 mil dólares y vamos a comprar un espectrofotómetro que mide y analiza 100 parámetros distintos en agua y suelo”, comenta Karen.
Y… ¿PARA QUÉ SIRVE?E
n una analogía muy básica, es como cuando a las personas les mandan a hacerse estudios de sangre u orina, para obtener datos y saber cuál es el problema; luego, el médico prescribe los medicamentos que curarán al paciente.
En general, en los pozos de agua, sólo se realizan mediciones de lo que contienen cuando los hacen; es poco común que se monitoreen a largo plazo. “Ahí vimos una problemática muy grande que directamente impacta a la salud. Dijimos ‘aquí hay una oportunidad para que podamos medir en general cómo está (el agua y el suelo)’ y decirles ‘haz un análisis más completo y revisa porque aquí hay algo raro’”, señala emocionada Karen.
“Una vez tuvimos un caso interesante en el que nos buscaron unos agricultores de quienes se estaban secando sus árboles y no sabían por qué. Eran árboles de limón y ya tenían siete años produciendo y de pronto comenzaron a secarse. Ellos regaban con agua del río y nos buscaron para saber qué estaba pasando.
“Hicimos mediciones del suelo y del agua en distintos parámetros y realizamos distintos análisis. Hay una minera unos kilómetros arriba; realizamos diversos análisis y aunque todo indicaba que iba a ser la minera la culpable de que los árboles se estuvieran secando, resultó que fue agricultura intensiva. Lo que estaba en mayores concentraciones en el río eran sustancias orgánicas provenientes de fertilizantes y no tanto sustancias inorgánicas que son lo que lixivia la minera”, revela la joven de 31 años originaria de la Ciudad de México.
HACEN FALTA DATOS
De acuerdo con Legorreta, en 2002 fue la última vez que en México se hizo un estudio de diagnóstico para conocer el estado del suelo. “Declaró SEMARNAT que 45% del suelo estaba degradado. Desde entonces no se ha hecho un estudio como tal. Entonces, monitorear las localidades en pequeño es la gran diferencia para poder entender perfectamente qué está en el agua y en el suelo”, advierte la ingeniera.
Cuando se trata de agricultores, el diagnóstico puede ser más revelador porque es posible reconocer cuáles han sido sus prácticas a lo largo de los años. “Es hacer un inventario de qué compran, qué les daban y empezar a diagnosticar desde ahí y proponer otras sustancias o incluso otras técnicas, según el cultivo que se trate. Por ejemplo, en el caso del maguey se pueden utilizar técnicas de estrés: desentierras el maguey, lo dejas en el sol, se estresan, matan la plaga y lo regresas; la muerte es un riesgo, pero se van proponiendo medidas más específicas al problema. El paso uno, que es nuestro fuerte, es ayudar a entender qué está pasando y cuál es el problema”, aclara Legorreta.
“Hemos apoyado a alrededor de 28 personas y/o agricultores. No hemos tenido demasiado alcance porque aún no ha habido tanta ‘lana’, pero con el concurso que acabamos de ganar adquirimos una visión de negocio que al ser tan técnicos no teníamos bien”, añade.
¿QUÉ EQUIPO UTILIZAN?P
róximamente adquirirán un espectrofotómetro, equipo que permite medir hasta 100 parámetros distintos en suelo y en agua, ello reducirá costos y tiempos, y con ello llegarán a más comunidades en Oaxaca, donde por su extensión, deben ser prácticos y eficaces. “Hay lugares que pueden estar a ocho horas de la capital. Nosotros al llegar y medir con este equipo, haremos la diferencia”.
Actualmente, en palabras de Karen, “el equipo con el que contamos se llama pluma medidora y es un sensor que mide PH, conductividad, sólidos disueltos y salinidad. También tenemos otro equipo que hicieron mis socios y son unos multímetros adaptados que miden la resistividad eléctrica del suelo, que al medirla nos da muchos parámetros indirectos como humedad, porosidad, qué material geológico es. El último es un registro eléctrico; se trata de un sensor que mide la resistividad eléctrica, pero ese es para medirla en pozos. Saber cómo está la calidad del agua es muy importante en la agricultura porque la mayor parte de la agricultura utiliza agua subterránea para el riego y poder cuidar los cultivos”.
PROBLEMAS A LA VISTA
De acuerdo con un estudio de la Red Nacional de Medición de la Calidad del Agua (Renameca), 59.1% de los ríos, arroyos, lagos, lagunas, presas y zonas costeras que se monitorean están contaminados.
En dicho estudio se señala que 29.1 por ciento no cumple con los parámetros de Escherichia Coli, Coliformes Fecales Sólidos Suspendidos totales y/o porcentaje de saturación de oxígeno disuelto. Además, 63.3% de las 13 cuencas analizadas por Conagua tienen presencia de elementos fecales.
Los datos anteriores concuerdan con las mediciones de Gestratégico KOVA. “El problema más común es encontrar materia fecal en el agua y en el suelo. Como no hay drenaje y no hay plantas de tratamiento, bueno en realidad hay pocas y no dan para lo que se necesita, es impresionante la materia fecal que hay en todos lados.
“Los niveles de materia fecal son alarmantes y no es algo que se comente; es un problema de salud que tarde o temprano va a salir. No es como que estemos llenos de popó, pero en muchas fuentes de agua y muchos suelos hay contaminación fecal, que en realidad no es tan difícil de quitar; colocas un aireador que mueve el agua, en el suelo se pueden hacer tamizados”, dice Karen.