UNIVERSIDAD NACIONAL DE SANTIAGO DEL ESTERO Escuela para la Innovación Educativa Licenciatura en Educación Inicial Sede Leones
Modalidad Proyecto de investigación (1ª parte)
CONDUCTA VIOLENTA Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Alumna: Gloria María de las Mercedes Mazza. Profesora: Mg. Silvia Beatriz Rodríguez.
Agosto 2014
Dedicatoria: Para el corazón de mis escritos. Mi futuro, mi sangre y adoración, Felicitas.
Agradecimientos: Muchas veces cuando queremos agradecer, no es suficiente el espacio que tenemos, quizás, porque las letras impresas en los sustantivos, significan mucho más que nombres, son, quienes están siempre con nosotros, plenamente, en el corazón. A mi querida profesora Silvia Rodríguez. A Isaías Gasparotti. A mi madre. A mi hija. A mis hermanos por acompañarme siempre.
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Índice
Introducción. 1
Capítulo 1. Planteo del problema.
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Capítulo 2. Objetivos de la investigación.
2.1
Objetivo general.
2.2
Objetivos específicos.
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Capítulo 3. Marco Conceptual.
3.1
El control emocional.
3.2
La comunicación más allá de las palabras.
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Capítulo 4. Aspectos metodológicos.
4.1
Tipo de diseño.
4.2
Determinación espacial y temporal.
4.3
Universo, muestra, unidades de análisis.
4.4
Fuentes de datos e instrumentos de recolección.
4.5
Operacionalización de variables.
4.6
Cronograma de actividades.
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Capítulo 5. Prueba piloto
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Capítulo 6. Conclusiones provisiones.
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Capítulo 7. Bibliografía
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Introducción
El siguiente trabajo tiene por objetivo el análisis de la conducta violenta del niño y la sistematización y cadena del mismo en las conductas de sus compañeros y como la educación emocional puede contrarrestar y mejorar las emociones; en el Jardín de Infantes Mariano Moreno, de la periferia, sala de tres años, de la ciudad, de Marcos Juárez, de la provincia de Córdoba, mediante la observación de algunas particularidades muy notorias del grupo; se espera identificar diferentes situaciones que permitan una agudeza en relación a la temática que favorezca ahondar en el contenido y compensar la medio. Para abordar el trabajo se utilizaran cuantiosos conceptos provenientes de las ciencias sociales ofrecidas por investigadores tales como Isaías Gasparotti, Shapiro Lawrens, Daniel Goleman, Lucas Malaisi y otros investigadores de la Educación Emocional, que realizan la tarea investigativa en el estudio de aspectos que conforman ésta problemática. La presente investigación adopta como diseño el exploratorio - descriptivo. La estrategia de abordaje es cuanti-cualitativa, conceptualización que se llevará a cabo a partir de las circunstancias problemáticas, es decir, a que consideramos, dentro de los diferentes síntomas y de qué manera pueden ser abordados, mediante la conjunción de elementos objetivos y subjetivos que la contextualicen y le otorguen una especificidad propia.
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Capítulo 1. Planteo del problema
De la entrevista realizada al informante clave, la psicóloga Astrada (2014) nos señala que: “El costo de conducta emocional violenta, que lleva a agresión, verbal, física, incapacidad de prestar atención o permanecer quietos, nerviosismo excesivo, sensación de no ser amados, caprichos y demanda de atención generalizada. Ningún niño pobre o rico está exento de éste riesgo. En el nivel inicial es cada vez más marcada ésta tendencia y cada vez más necesario mejorar la salud emocional”. Dice Astrada (2014) que: “La clave para esta transformación no es estandarizar la educación sino personalizarla, descubrir los talentos individuales de cada niño, colocar a los estudiantes en un entorno en el que quieran aprender y puedan descubrir de forma natural sus verdaderas pasiones”. Concretamente, ¿Qué relación guarda la situación socio familiar en relación a la conducta emocional violenta en el Jardín de infantes, Mariano Moreno? El Jardín de Infantes Mariano Moreno está situado en el barrio sur de la ciudad de Marcos Juárez, en la manzana comprendida entre calles; Gral. Paz (Ruta 12), San Juan y Gral. Roca. El medio socioeconómico en el que se desenvuelven la mayoría de las familias de los niños es clase baja; en donde los jefes de familia se desempeñan en el sector
informal
(empleados
metalúrgicos,
changarines,
empleados
de
supermercados, etc.), lo que resalta la circunstancia de poco ingreso y salario familiar. Los niños que concurren al jardín, viven (en su mayoría), en casas de materiales con techo de chapas, en su generalidad poseen amplio patio externo; la composición familiar es numerosa (entre cinco y ocho hermanos). Las familias en su casi su totalidad son ensambladas y predomina el concubinato. Es muy sobresaliente
la
falta
de
contención
entre
familiares,
indiferencia
y
responsabilidad. Algunas de las características que denotan la conducta emocional violenta son: la falta de vida saludable, el poco ejercicio, el descuido emocional y la desprotección hacia los menores. Creado por el ambiente que los rodea, la
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agresión verbal y conducta violenta ante las diversos planteos de cambio propuestos en la sala. Hipótesis Se evidencia conducta emocional violenta y reacción con efecto en cadena; emerge de manera explosiva con agresión física y verbal. En consecuencia, el llanto, el nerviosismo excesivo, la falta de atención y permanecer quietos, impide el desarrollo de la jornada, en el Jardín de Infantes, Mariano Moreno, de la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba.
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Capítulo 2. Objetivos de la investigación
4.1. Objetivo general Describir la relación que guarda la conducta violenta en el Jardín de Infantes.
4.2. Objetivos específicos -Describir la conducta violenta en relación a la violencia física, verbal, con pares, docentes y familia. -Describir la situación socio familiar en relación al comportamiento familiar y escolar.
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Capítulo 3. Marco conceptual
Anderson y otros (1965), sostienen, la concepción del hombre como un alma libre, tiene una antigua y honorable ascendencia. Explica la conducta humana como algo que se manifiesta en la respuesta corporal, pero gobernado por la mente. González (2011), no se puede hablar propiamente de "conducta agresiva" como si se tratase de una única forma de conducta, sino de distintas formas de agresión. La agresividad puede expresarse de muy diversas maneras y no son rasgos estables y constantes de comportamiento, por lo que debemos tener en cuenta la situación estímulo que la provoca. Frecuentemente, la violencia es una forma de comunicación social, en cuanto a que tiene una probabilidad muy alta de amplificar la comunicación, pudiendo servirle al violento, entre otras cosas, para la afirmación y defensa de la propia identidad. Las conductas agresivas son un tipo de trastorno del comportamiento y/o de la personalidad, que trasciende al propio sujeto. Parece haber una gran estabilidad o consistencia longitudinal en la tendencia a mostrarse altamente agresivo con independencia del lugar y del momento. Aunque la agresividad puede tomar diversas formas de expresión, siempre tendrá como característica más sobresaliente el deseo de herir. El agresor sabe que a su víctima no le gusta lo que está haciendo y, por tanto, no tiene que esperar a que el grupo evalúe su comportamiento como una violación de las normas sociales, sino que la víctima ya le está proporcionando información directa sobre las consecuencias negativas de su acción, lo cual hace que, con frecuencia, se refuercen y se mantengan esas mismas conductas. Es lo que se conoce como "Agresividad hostil o emocional”, y habrá que distinguirla de otro tipo de conducta agresiva que no tiene la finalidad de herir, la llamada "Agresividad instrumental", que es "la que sirve de instrumento para...". Es por ello, que hay que distinguir los agresores con orientación instrumental, que suelen ser aquellos que quieren demostrar ante el grupo su superioridad y dominio, de los agresores hostiles o emocionalmente reactivos, aquellos que usan la violencia porque se sienten fácilmente provocados o porque procesan de forma errónea la información que reciben y, además, no cuentan con respuestas 8
alternativas en su repertorio. No son frecuentes los comportamientos agresivos mixtos, es decir, los que reúnen ambas condiciones. Además (González, 2014), determinó, que existen diversas teorías acerca de la agresividad, cada una de las cuales contribuye a explicar una dimensión del fenómeno; efectuó una clasificación según el elemento que considera determinante para su formulación y las englobó epígrafes: .-Teoría Clásica del Dolor: el dolor está clásicamente condicionado y es siempre suficiente en sí mismo para activar la agresión en los sujetos. El ser humano procura sufrir el mínimo dolor y, por ello, agrede cuando se siente amenazado, anticipándose así a cualquier posibilidad de dolor. Si en la lucha no se obtiene éxito puede sufrir un contraataque y, en este caso, los dos experimentarán dolor, con lo cual la lucha será cada vez más violenta. Hay, por tanto, una relación directa entre la intensidad del estímulo y la de la respuesta. .-Teoría de la Frustración: cualquier agresión puede ser atribuida en última instancia a una frustración previa. El estado de frustración producido por la no consecución de una meta, provoca la aparición de un proceso de cólera que, cuando alcanza un grado determinado, puede producir la agresión directa o la verbal. La selección del blanco se hace en función de aquel que es percibido como la fuente de displacer, pero si no es alcanzable aparecerá el desplazamiento. .-Teorías Sociológicas de la Agresiva: la causa determinante de la violencia y de cualquier otro hecho social no está en los estados de conciencia individual, sino en los hechos sociales que la preceden. El grupo social es una multitud que, para aliviar la amenaza del estrés extremo, arrastra con fuerza a sus miembros individuales. .-La agresividad social puede ser de dos tipos: individual, es fácilmente predecible, sobre todo cuando los objetivos son de tipo material e individualista, o bien grupal. Dice Chertok (2009), “La conducta agresiva se ha definido como el daño intencional a otras personas. Lo central aquí es la intención o el propósito de lastimar, quedando fuera de la definición el daño accidental”. Se distinguen por consiguiente, distintos tipos de agresión: física, verbal o relacional, entendiéndose esta última como el propósito de dañar el estatus, la 9
reputación o las relaciones de otra persona, en una distinción ya clásica, aunque actualmente en revisión: la agresión reactiva u hostil y la instrumental. La primera es una reacción ante provocaciones, injusticias o agresiones reales o percibidas, y se dispara en forma impulsiva como parte de un estado de ira o de cólera. Este tipo de agresión puede ocurrir naturalmente en cualquier persona pero es particularmente frecuente en ciertos desórdenes como los trastornos límite. En el otro extremo, la agresión instrumental, fría y planificada, se emite con el propósito de obtener un beneficio y es más propia de las personalidades antisociales. Hablamos de agresividad cuando provocamos daño a una persona u objeto. La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas, empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...). Pero también podemos encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración. Independientemente del tipo de conducta agresiva que manifieste un niño el denominador común es un estímulo que resulta nocivo o abusivo frente al cual la víctima se quejará, escapará, evitará o bien se defenderá. Los arrebatos de agresividad son un rasgo normal en la infancia pero algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su incapacidad para dominar su mal genio. Este tipo de niños hace que sus padres y maestros sufran siendo frecuentemente niños frustrados que viven el rechazo de sus compañeros no pudiendo evitar su conducta. Según Bondura (1973), Hablar de agresividad es cuando provocamos daño a una persona u objeto. La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas, empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...). Pero también se puede encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración. 10
3.1 Violencia en los niños Saavedra (2008), expone, que la a violencia se expresa en los niños -en especial en las edades escolares- en lo corporal, antes que en lo verbal, porque en esta etapa se realiza la transición de las respuestas corporales a las verbales. Es habitual que llamemos al servicio médico de emergencia, porque la violencia se expresa a través del contacto físico. Frecuentemente, sucede que un niño quiere un juguete y se lo saca a otro de manera brusca, lo empuja, el otro niño se cae y se golpea la cabeza contra el piso o contra una mesa. La familia y en la escuela es el emergente en el que se observan estas conductas. La familia tiene enormes dificultades para trabajar en la introducción de factores externos que provocan violencia interna. La familia no tiene una propuesta interna para abordar la problemática socioeconómica, las diferencias socioculturales, la apatía de los chicos, y posibilita que otros actores participen activamente en la generación de hechos violentos. La violencia física se expresa a través de situaciones nuevas, en la incorporación del
consumo
y
venta
de
marihuana,
generando
situaciones
de
violencia.Independientemente del tipo de conducta agresiva que manifieste un niño el denominador común es un estímulo que resulta nocivo o abusivo frente al cual la víctima se quejará, escapará, evitará o bien se defenderá. Los arrebatos de agresividad son un rasgo normal en la infancia pero algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su incapacidad para dominar su mal genio. Este tipo de niños hace que sus padres y maestros sufran siendo frecuentemente niños frustrados que viven el rechazo de sus compañeros no pudiendo evitar su conducta. Finalmente Saavedra (2008) concluye. Cuando los niños van a la escuela a comer, su presencia no es la de seres en formación que van a adquirir conocimientos, no están en condiciones; no pueden salir de su medio, ir a la escuela, sentarse y atender. Para ir a la escuela, además de tener libros y útiles, los niños tienen que tener un mínimo de paz, que no existe en la sociedad actual, ni en sus hogares para los sectores marginados. Los chicos que están viviendo inmersos en esa situación, cuando pasan al otro espacio, tal vez tienen comportamientos que no son los que querríamos que tuviesen, pero no son ellos los culpables, y eso es lo dramático. 11
Los niveles de violencia, tan preocupantes, pasan por déficit sociales muy profundos que afectan al entorno familiar. Una institución familiar que como tal ya no existe como institución en muchos sectores, si la comparamos con las familias tradicionales, donde había responsabilidades, rangos, roles, etc. Aparicio Pérez (2014), ha postulado que la agresividad se puede definir como una pulsión vital, como esa energía que todos llevamos dentro y que es necesaria para sentirnos vivos. Por lo tanto es bueno tener cierto grado de agresividad y saber expresarla de forma adecuada para vivir; el problema aparece cuando la violencia y la convivencia se vuelven diarias; cuando esa energía se vuelca al exterior y en los demás de forma negativa. Es decir, cuando se produce un exceso de impulsos agresivos descontrolados y se hace un mal uso de ellos. Saavedra (2008) redacta, las relaciones sociales pueden consistir tanto en situaciones de cooperación como de oposición. La realidad social supone, pues, la convivencia de personas colaboradoras y de grupos disolventes. La oposición puede adoptar dos formas distintas. La competencia: los fenómenos de competencia tienen lugar cuando distintas personas o diferentes grupos persiguen idénticos objetivos siguiendo determinadas normas y reglas de juego, por ejemplo la lucha democrática por el poder dentro de un partido político. El conflicto: en él se pretende neutralizar, dañar, someter, o aniquilar al adversario, un ejemplo es la guerra, pero también constituyen formas de conflictos sociales el robo, la violencia política, rivalidades entre vecinos e integrantes de una misma familia. En los niños desde muy temprana edad ya se manifiestan ciertas conductas agresivas en forma de celos, envidia, enfado, fastidio, desobediencia, etc. Lo que suelen pretender a través de estas conductas es obtener algo, impresionar al otro, conseguir llamar la atención de los demás, liberar la tensión que llevan dentro, etc. Además Saavedra (2008), señala, Si bien la violencia es un fenómeno muy complejo y abarca desde la violencia terrorista, hasta la violencia doméstica, en las últimas décadas han sumergido junto con la modernidad nuevas formas de violencia fundada en la desestructuración de la familia y la sociedad Partiendo de los aspectos conceptuales, hoy en día la violencia hace referencia al uso de la fuerza para producir daño. Implica una forma de ejercicio del poder 12
mediante el empleo de alguna forma de fuerza (sea verbal, física, política, económica, etc.) y presupone la existencia de un “arriba” y un “abajo”, reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios: padre/hijo, hombre/mujer, jefe/empleado, etc. El concepto de violencia se relaciona con una fuerza impetuosa que ejerce una coacción sobre algo -personas, instituciones, grupos, realizaciones de las personas, etc.-. Alude a las realizaciones entre sujetos o entre grupos e instituciones que están caracterizadas por esta fuerza de coacción de uno sobre otros u otros. La violencia intenta provocar un cambio en otro, pero a partir de una imposición. La violencia puede ser vista de diversas maneras. Para analizarla, necesitamos contar con ciertas perspectivas. Por un lado, desde una mirada social, en la actualidad, la forma más importante de ejercicio de la violencia es la económica. Tal vez no es tan clara, porque aparece en un orden dado y se naturaliza, pero se vive cotidianamente. Este tipo de violencia está generando otras, la violencia en el orden político, en la imposición de la ideología o de posiciones. Por ello es importante cruzar la violencia con la dimensión ética, la reflexión es necesaria y hay que mantenerla siempre presentes. Se puede observar la violencia en las interacciones, en el campo de los grupos, dentro de las instituciones sociales, tanto en la relación entre sujetos, como la violencia en y sobre uno mismo. Tanto en el ámbito individual como en lo social hay golpes que dejan marcas y que horadan terrenos y que quiebran la trama que sostienen la vida. Hay violencia en la urgencia para que los niños crezcan, para que sean futuros productores, cuando se les coartan posibilidades de juego. Hay violencia en la ausencia de salida laboral para los adolescentes, en la desocupación que los acecha, en la tendencia a suponerlos culpables, en la represión policial que se ensaña con ellos. Pero también hay violencia en los tratamientos cuando se médica para tapar trastornos, para no preguntarse acerca del funcionamiento de los adultos, cuando se confunde con trastornos orgánicos o cuando se supone que el modo de contención de un niño desbordado se puede dar a través de una pastilla.
3.3 Violencia Física
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Ampliando los conceptos, (Di Nubila, 2014), detalla que, este tipo de violencia se ejerce mediante la invasión del espacio físico o el cuerpo de la persona agredida, o mediante la privación de ese espacio para el libre desarrollo de su vida, limitando su libertad de movimiento. Los signos externos en el cuerpo de la víctima, lesiones, cicatrices, inciden en la continuidad de su vida normal, provocando su aislamiento social. Es uno de los aspectos menos discutidos a los efectos de prueba, y donde los estudios para establecer el nexo causal son más amplios, pero, en materia de violencia contra las mujeres, sería necesario un esfuerzo mayor para incorporar a los informes periciales todas aquellas circunstancias que permitan valorar el proceso de deterioro en la víctima y los daños colaterales. Castellano (1998) introduce a la violencia en el acto por medio del cual, se llega a forzar la integridad de la persona, con el ánimo de causar daño físico o moral, la utilización de la fuerza con el claro objetivo de causar lesiones en la víctima Este tipo de violencia o intimidación ejercida por el agresor revisten a no dudarlo un carácter particularmente degradante o vejatorio para la víctima, ya que no solo es el hecho físico de la agresión mediante golpes o puntapiés, sino también mediante la utilización de cuerpos duros, contundentes y peligrosos, con el ánimo expreso de causar daño en la integridad física, sino que también llega a generar un trauma en el ego, produciéndose un temor ante una nueva agresión por parte del agresor y/o agresores.
3.4 Violencia verbal Di Nubila (2014) informa, que a forma de hablar puede provocar emociones y reacciones intensas. La violencia verbal, muy en especial la oral, es aquella en la cual por la elección de palabras, entonación y volumen de voz se trata de dominar a otra persona, logrando provocar en ésta sentimientos de impotencia, rabia,humillación,vergüenza. Estamos en presencia de un tipo de violencia ejercida sobre numerosas personas, en una gama que va desde lo sutil hasta lo ostentoso, puede estar introducida
en
la
rutina
mediante
comentarios,
consejos,
reclamos,
descalificaciones. La “palabra” es el arma y su uso consciente o no es bastante generalizado, en la vida diaria, en la “educación” de los hijos, en las relaciones de pareja, en la 14
política, en los medios de comunicación, etc. Son palabras que “duelen” aunque aparentemente no produzcan heridas. Esa violencia verbal, en el sujeto activo puede
ponerse
en
marcha
como
conducta
aprendida,
sin
más,
o
premeditadamente. En noviembre de 2008, a partir de la inquietud de investigadores de la Universidad de Sevilla, se celebró el Primer Congreso Internacional sobre (Des) cortesía y Violencia Verbal en el Español Actual. Meiler (2010) señala, que el maltrato verbal suele ser tan sutil que a veces no nos damos cuenta cuando lo realizamos o cuando lo padecemos. Quién va a pensar que un miembro de nuestra familia (a quien queremos y quien, sin lugar a dudas, nos quiere) nos está descalificando o maltratando. Este tipo de conducta deja heridas muy profundas en quien las recibe, y puede llegar a condicionar todas nuestras acciones. Por un lado, está el maltrato verbal que una persona ejerce, en muchos casos, sin darse cuenta del mal que realmente está causando. Quien descalifica a su semejante, desmerece sus logros e incluso le falta el respeto, ya sea como intento de manipulación, de mostrar su supremacía, de dependencia o la razón que fuera, no será por esto alguien con más poder real ni aumentará su importancia: lo hará ver como una persona mediocre que solo proyecta sus inseguridades de mala manera. Si en algún momento te das cuenta de que estás tratando a alguien de una manera que no desearías y lo lastimas con tus comentarios, pues bien vale la pena hacer el esfuerzo e intentar darle buen trato por uno o dos días… verás el hermoso resultado que obtienes. Por el otro lado, quienes sufren de violencia verbal desarrollan sus personalidades como pueden, más que como quisieran, suelen ser personas inseguras, en casos retraídas, con baja autoestima (ya que, con el tiempo, se convencen de que lo que les dicen es verdad), con vacíos internos que intentan subsanar de distintas maneras (por ejemplo, buscando una pareja que las siga maltratando). La firme determinación de cambiar este patrón es el primer paso hacia una vida más plena.
3.2. El control emocional Freud (1938), especuló, que el aprendizaje del control emocional constituía el punto de referencia del desarrollo de la personalidad que definía al hombre 15
civilizado. Freud pensaba que la personalidad de un niño en desarrollo se formaba a través de dos fuerzas poderosas, una que busca el placer, y otra que trata de evitar el dolor y el displacer. Freud (1938) también, postuló, que para negociar entre sus impulsos y la amenaza de castigo, postuló que el niño desarrolla un Yo, un intermediario o administrador emocional. El Yo se convirtió en la voz de la razón de un niño en desarrollo, una fuerza de adaptación que le permitiría obtener lo que él quisiera en una forma socialmente adecuada que no ofendería al mundo exterior ni a su mundo interior de normas y sanciones. Otra investigación Shapiro (1997), señala que, el control emocional, particularmente el control de la ira y la agresividad, constituyen los problemas emocionales más comunes de los niños de hoy. Afortunadamente, existen muchas formas de estimular la parte pensante del cerebro a fin de ayudar a los niños a inhibir y controlar su ira. Las técnicas de resolución de conflictos enseñan capacidades como la negociones y la mediación, y deberían formar parte de la educación de todos los niños. Bondura
(1973),
expresa,
que
hecho
de
comprender
los
aspectos
neuroanatómicos de las emociones nos permiten darnos cuenta de que en realidad existen dos sistemas por medio de los cuales los niños aprenden el control emocional. Lo que todo esto implica para la enseñanza del control emocional en los niños es que el hecho de hablarles para ayudarlos a desarrollar la percepción de sus sentimientos. El problema emocional más común que enfrentan los niños en la actualidad está relacionado con el control de la ira. El problema de la agresividad infantil es uno de los trastornos que más invalidan a padres y maestros junto con la desobediencia. A menudo nos enfrentamos a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero no sabemos muy bien cómo debemos actuar con ellos o cómo podemos incidir en su conducta para llegar a cambiarla. Un buen pronóstico a tiempo mejora siempre una conducta anómala que habitualmente suele predecir otras patologías psicológicas en la edad adulta. Un comportamiento excesivamente agresivo en la infancia si no se trata derivará probablemente en fracaso escolar y en conducta antisocial en la adolescencia y edad adulto porque principalmente son niños con dificultades para socializarse y adaptarse a su propio ambiente. El comportamiento agresivo complica las 16
relaciones sociales que va estableciendo a lo largo de su desarrollo y dificulta por tanto su correcta integración en cualquier ambiente. El trabajo por tanto a seguir es la socialización de la conducta agresiva, es decir, corregir el comportamiento agresivo para que derive hacia un estilo de comportamiento asertivo. Ciertas manifestaciones de agresividad son admisibles en una etapa de la vida por ejemplo es normal que un bebé se comporte llorando o pataleando; sin embargo, estas conductas no se consideran adecuadas en etapas evolutivas posteriores. Bondura (1973) expresa que, el problema de la agresividad infantil es uno de los trastornos que más invalidan a padres y maestros junto con la desobediencia. Un buen pronóstico a tiempo mejora siempre una conducta anómala que habitualmente suele predecir otras patologías psicológicas en la edad adulta. Un comportamiento excesivamente agresivo en la infancia si no se trata derivará probablemente en fracaso escolar y en conducta antisocial en la adolescencia y edad adulto porque principalmente son niños con dificultades para socializarse y adaptarse a su propio ambiente. El comportamiento agresivo complica las relaciones sociales que va estableciendo a lo largo de su desarrollo y dificulta por tanto su correcta integración en cualquier ambiente. El trabajo por tanto a seguir es la socialización de la conducta agresiva, es decir, corregir el comportamiento agresivo para que derive hacia un estilo de comportamiento asertivo. Ciertas manifestaciones de agresividad son admisibles en una etapa de la vida por ejemplo es normal que un bebé se comporte llorando o pataleando; sin embargo, estas conductas no se consideran adecuadas en etapas evolutivas posteriores. Serrano (2006) expone que cuando se trata la conducta agresiva de un niño en psicoterapia es muy importante que haya una fuerte relación con todos los adultos que forman el ambiente del niño porque de ésta manera se incide en ese ambiente para cambiar la conducta. Evidentemente el objetivo final es siempre reducir o eliminar la conducta agresiva en todas las situaciones que se produzca pero para lograrlo es necesario que el niño aprenda otro tipo de conductas alternativas a la agresión.
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El tratamiento tendrá siempre dos objetivos a alcanzar, por un lado la eliminación de la conducta agresiva y por otro la potenciación junto con el aprendizaje de la conducta asertiva o socialmente hábil.
3.2 La comunicación más allá de las palabras y las señales no verbales. Aunque resulta importante enseñarles a nuestros alumnos a hablar sobre sus sentimientos y escuchar atentamente los sentimientos expresados por los demás, las investigaciones han descubierto que las palabras representan en realidad sólo una pequeña parte de la comunicación emocional. Según Shapiro (1997), comprender el lenguaje no verbal de las emociones es una forma importante de ayudar a los niños con sus problemas. Si uno se acerca de frente y con una postura rígida y severa a un niño que está enfadado, casi seguro habrá enfrentamiento. Acercarse a un niño enojado por el costado y evitando el contacto visual directo es una manera mucho más apropiada de ayudarlo a calmarse. Los errores en la comunicación verbal inducirán a que los demás consideren al niño que comete el error como alguien sin educación y/o inteligencia. Por otra parte, los errores en la comunicación no verbal inducirán a que un niño sea calificado de raro o extraño. Cuando una persona comete un error en la comunicación verbal, emitimos juicios sobre sus capacidades intelectuales. Además Shapiro (1997), sostiene que, cuando una persona comete un error en la comunicación no verbal nos sentimos inclinados a emitir juicios acerca de la estabilidad mental. Una cosa es estar con alguien a quien consideramos poco educado y otra cosa muy distinta es estar cerca de alguien a quien percibimos como una persona inestable. Personas así atentan contra nuestros sentimientos de seguridad y estabilidad. A diferencia de la conducta verbal que comienza y se detiene, el comportamiento no verbal es continuo. Los niños siempre se están comunicando a través del lenguaje del cuerpo y las expresiones faciales, ya sea que estén o no conscientes de ello. El conocimiento de las reglas de la conducta no verbal parece residir en las partes emocionales de nuestro cerebro, normalmente fuera del alcance de nuestra comprensión cognoscitiva, y sin embargo disponibles para ser analizadas cuando reconocemos la importancia de este tipo de comunicación. Si 18
comprendemos el poder de la comunicación no verbal podremos ayudar a los alumnos a que desarrollen capacidades de liderazgo, se vuelva seguro de sí mismo y muestre empatía respecto de las necesidades y los problemas de los demás. Shapiro (1997), también, enunció, seis áreas de comunicación no verbal en las que los niños suelen experimentar dificultades, lo que hace que a menudo se los considere “diferentes” y que experimenten varios grados de rechazo social: -La pauta y el ritmo del discurso fuera de “sincronización” con respecto a otro niño. - El espacio interpersonal. Pararse demasiado cerca o demasiado lejos de otro niño o tocar a otro niño en forma inadecuada los hace sentir incómodos. - Gesto y postura. Los gestos son una parte importante de la forma en que los niños comunican el contenido emocional de sus palabras. Una postura desgarbada o demasiado casual comunica a menudo una falta de respeto o de interés, aun cuando estos podrían no ser los verdaderos sentimientos del niño. - El contacto visual. Durante una conversación, el individuo promedio pasa entre el 30 y el 60 por ciento del tiempo mirando el rostro de la otra persona. Las diferencias en cualquier aspecto de esta norma pueden interpretarse como inapropiadas. - El sonido del discurso. Todos los aspectos del sonido que comunican emoción, ya sea en el habla (el tono de voz, la intensidad y el volumen) o en otros sonidos (silbidos, murmuraciones, etc.) son importantes. Casi un tercio del significado emocional de un niño se transmite a través del llamado para lenguaje; aclarar la voz constantemente puede conducir al rechazo social. - Los objetos. Los niños, al igual que los adultos, utilizan los objetos como la ropa, las joyas y los peinados para transmitir un significado social. Mientras algunos niños se preocupan por su apariencia como forma de comunicar su condición social o identidad grupal, otros parecen despreocuparse por los mensajes transmitidos por su apariencia. Los niños, y particularmente los adolescentes, que no tienen conciencia de hasta qué punto su apariencia afecta a los demás puede ser más vulnerable al rechazo social. Nuestra comunicación emocional, no verbal, es más significativa que las palabras que decimos. Debemos entrenar a nuestros hijos a reconocer los primeros signos físicos de sus reacciones emocionales a fin de que aprendan a 19
controlarse a sí mismos. Cuando su hijo se enoja, su rostro enrojece, su cuerpo se tensa y cae en un estado de híper-agudeza, evidente en la postura corporal, la expresión facial y los gestos. Finalmente Shapiro (1997), sostiene, que una formación satisfactoria en el control de la ira les enseña a los niños, es tener conciencia de los cambios de su cuerpo y a responder calmándose a sí mismos, respirando profundamente o distrayéndose (por ejemplo, contando hacia atrás).
3.3 Porque deben enseñarse las capacidades emocionales Mc Laughlin (2014), en su última visita a la Argentina, nombró los siguientes pasos para una escuela menos violenta: Cambiar el lenguaje: si se logra eliminar o al menos bajar el nivel de los insultos y el lenguaje abusivo, se crea un clima más propicio para controlar los hechos de violencia. Responsabilizar a los chicos: es importante entrenar a los jóvenes para la mediación entre pares. No deben sentir que se trata de una imposición de los adultos. Modificar los contenidos curriculares: los maestros deben utilizar métodos creativos de resolución de problemas para enseñar destrezas académicas, de razonamiento y de negociación, y edificar vínculos de empatía entre los jóvenes. Por ejemplo, en literatura, los estudiantes pueden examinar cuentos para identificar conflictos y soluciones; en los cursos de historia pueden discutir cómo una guerra podría haberse resuelto de una mejor manera. Comprometer a los padres: las maestras pueden realizar visitas a los hogares para motivar la participación de los adultos en el desarrollo del niño y lograr que se acerquen a la escuela. También, proponer reuniones mensuales de grupo, para que los padres expongan sus puntos de vista y se ayuden unos a otros. Insistir en el tiempo libre: se debe fomentar la discusión de las causas de los hechos de violencia recientes en las actividades extracurriculares que realizan los alumnos, en sus clubes o reuniones sociales. Alentar las actividades comunitarias: ayuda a los jóvenes a desarrollar la empatía y les demuestra que pueden tener un impacto positivo. Los psicólogos, Salovey y Mayer (1990), se preguntan por qué es necesario enseñar a los niños capacidades relacionadas con las emociones. Preguntan: “¿Acaso las emociones no surgen en ellos de una manera natural?” La respuesta es “no”, ya no. Muchos científicos creen que nuestras emociones humanas han evolucionado fundamentalmente como un mecanismo de supervivencia. El 20
miedo nos ayuda a protegernos del daño y nos indica que debemos evitar el peligro. La ira nos ayuda a superar barreras para obtener lo que necesitamos. Encontramos alegría y felicidad en la compañía de otros. Al buscar el contacto humano encontramos protección dentro de un grupo así como la oportunidad de encontrar una pareja y asegurar la supervivencia de la especie. La tristeza respecto de la pérdida de una persona importante envía señales para que dicha persona regrese, o una actitud de desamparo puede ayudar a atraer una nueva persona que puede actuar como sustituto de la persona que se ha ido. Pero mientras que para nuestros ancestros primitivos las emociones se adaptaban a las circunstancias, la vida industrial moderna nos ha enfrentado a desafíos emocionales que la naturaleza no ha anticipado. Por ejemplo, aunque la ira sigue desempeñando una función importante en nuestra estructura emocional, la naturaleza no anticipó que podía ser tan fácilmente provocada en medio de un embotellamiento de tránsito, mirando televisión, o jugando con videojuegos. Sin duda nuestro desarrollo evolutivo no pudo tomar en cuenta la facilidad con la que un niño de diez años No podría encontrar un arma y dispararle a un compañero de clase frente a un insulto. Las capacidades emocionales y sociales presentadas en este libro fueron concebidas para ayudarlo a proseguir aquello que la naturaleza ha dejado de hacer con relación a la educación de los niños para que sean más capaces de manejar el estrés emocional de los tiempos modernos. Si una vida agitada y apresurada ha vuelto a sus niños propensos a la irritabilidad y la ira, usted puede enseñarles a reconocer y controlar estos sentimientos. Las emociones no son ideas abstractas que los psicólogos nos ayudan a nombrar, sino que son muy reales. Adquieren la forma de elementos bioquímicos específicos producidos por el cerebro y ante los cuales el cuerpo reacciona. Salovey y Mayer, 1990, También utilizaron el término “inteligencia emocional”, por primera vez para describir las cualidades emocionales que parecen tener importancia para el éxito. Estas pueden incluir, la empatía, la expresión y comprensión de los sentimientos, el control de nuestro genio, la independencia, la capacidad de adaptación, la simpatía, la capacidad de resolver los problemas en forma interpersonal, la persistencia, la cordialidad, la amabilidad, el respeto. El entusiasmo respecto del concepto de inteligencia emocional comienza a partir de sus consecuencias para la crianza y educación de los niños, pero se extiende 21
al lugar de trabajo y prácticamente a todas las relaciones y los emprendimientos humanos. Aun cuando el término inteligencia emocional ha comenzado a utilizarse comúnmente en forma reciente, la investigación en esta área no es un fenómeno nuevo. En los últimos cincuenta años se han llevado a cabo miles de estudios relacionados con el desarrollo de las capacidades del CE en los niños. Lamentablemente, sólo unos pocos lograron encontrar unas aplicaciones concretas debidas en general a un cisma entre el mundo académico de paradigmas estadísticos cuidadosamente planificados y el mundo del docente y el profesional de la salud mental directamente enfrentadas a los problemas cotidianos.
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Capítulo 4. Aspectos metodológicos
4.1. Tipo de diseño El tipo de diseño es exploratorio - descriptivo. En la primera etapa exploratoria identificará unidades de análisis para la construcción del universo, de dicho estudio, es decir, a los niños con conductas emocionales violentas y la bibliografía apropiada para el marco teórico y metodológico. Es descriptivo porque el eje central será describir las conductas violentas de los niños que asisten, a la sala de tres años, del Jardín Mariano Moreno de la ciudad de Marco Juárez.
4.2. Determinación espacial y temporal El trabajo final está circunscripto en un contexto geográfico que son los niños, de sala de tres años, Jardín Mariano Moreno, de la ciudad de Marcos Juárez; en el ámbito de la sala, durante los meses de junio a agosto del año 2014.
4.3. Universo de estudio, muestra, unidades de análisis El universo de estudio, está compuesto por 30 niños y 3 docentes, el grupo que asiste al Jardín Mariano de la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba. El criterio de aclaración del universo estará proporcionado por el comportamiento emocional violento en cadena de los niños que se manifestará, en la sala, sin que por ello se descarte, la meritoria información que los padres contribuyen en relación a la conducta del niño en su hogar. Se seleccionará una muestra de carácter intencional no probabilístico. Los criterios para su demarcación están dados por la cuestión, movido, que es la reacción explosiva emocional violenta y su posterior desencadenamiento de malestares generalizados que desequilibran las diferentes instancias de aprendizaje en la sala: a- Niños y niñas que inician puntualmente el comportamiento emocional violento. b- Niños y niñas, con edad entre dos y tres años. En consecuencia las unidades de análisis serán los treinta niños que asisten a los Jardines de Infantes. Se trabajará con todo el universo. 4.4. Fuentes de datos e instrumentos de recolección 23
Este estudio para el trabajo final, requiere el uso de métodos cuantitativos y cualitativos. La fuente de datos para la elaboración de esta investigación es primaria con distintos abordajes instrumentales (encuesta semiestructurada y observación directa).
4.5. Operacionalización de la variable 1
Conducta emocional violenta
1.1
Relación entre pares: buena, regular, mala.
1.2
Relación con la docente: buena, regular, mala.
1.3
Relación con la familia: buena, regular, mala.
2
Situación socio familiar
2.1
Composición familiar: 4 a 6, 6 a 8, 8 a 10, más de diez integrantes en el
grupo familiar. 2.2 Nivel de instrucción de los padres: Sin instrucción, Primario incompleto, Primario completo, Secundario incompleto, Secundario completo, etc. 2.3 Nivel de instrucción de los hermanos: sin instrucción, primario incompleto, primario completo, secundario incompleto, secundario completo, etc. 2.3 Ocupación de los padres: desocupado, ocupado: actividad que desarrolla.
4.6. Análisis y tratamientos de datos Se realizará un relevamiento de los datos obtenidos en las entrevistas al personal docente y padres de los alumnos que asisten al Jardín Mariano de la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba. Los mismos serán organizados en una matriz de datos cualitativos a fin de analizar los resultados de las entrevistas en función de las variables trabajadas en este proyecto de investigación. A continuación se transcribirán algunas de las respuestas más relevantes, que aporten sustento a la problemática planteada. Una vez realizados los procedimientos descriptos, podremos arribar a las conclusiones provisorias que permitan posicionarnos respecto del trabajo.
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4.7 Cronograma de actividades La realización de esta investigación incluye las siguientes etapas: una primera etapa, consistirá en una investigación documental y bibliográfica en torno a las conductas emocionales violentas en la sala de tres años, del Jardín de infantes; que asentirá, a través del método del contenido, la recopilación, revisión, análisis e interpretación de la información, la elaboración del marco conceptual y metodológico. Seguidamente, se buscará identificar a los niños que inician las conductas emocionales violentas, para construir el universo de estudio. Una vez obtenida la información sobre la cantidad y calidad de reacciones emocionales negativas de niños y la localización de las explosiones de las mismas; se proseguirá determinar la situación en cadena lo que esto induce, se confeccionará una encuesta semiestructurada como instrumento de recolección de datos (perspectiva cuantitativa) para los treinta niños. Inquebrantablemente ésta etapa será acompañada de la observación directa a los pequeños, mediante el uso de anotaciones en las diferentes instancias, definidas en la muestra. Consecutivamente, se procederá a entrevistar a informantes calificados: a la maestra de sala (Profesora de Nivel Inicial y Psicóloga) y a la directora de la institución para conocer la conducta de los niños, la percepción que ellas tienen de las conductas emocionales violentas, presentes en el ámbito escolar. En una segunda etapa, se procederá a recopilar los datos recogidos de las encuestas en una matriz manual y las entrevistas a los informantes claves son registradas textualmente; el análisis e interpretación de los mismos y la construcción de cuadros y gráficos, conclusión y presentación del informe.
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Capítulo 5. Prueba Piloto
5.1. Descripción de la prueba piloto y correcciones Con el propósito de probar el instrumento elaborado para recolectar los datos necesarios a fin de dar respuesta a los objetivos propuestos para la investigación, se desarrolló un trabajo de campo a través de encuestas semiestructuradas a docentes, es decir, a 3 docentes que asisten regularmente al Jardín Mariano Moreno, de la ciudad de Marcos Juárez y a tres padres de los alumnos que concurren a dicho establecimiento. La encuesta semiestructurada, realizada a docentes de sección del jardín de infantes, mencionado anteriormente, contiene nueve preguntas. Las mismas demostraron mucho interés y disponibilidad en el momento de ser encuestados. Con respecto al diseño de la encuesta semiestructurada, se observó que, algunas preguntas debían ser reformuladas, otras debían ser anuladas. En una primera etapa, una vez diseñadas y llevadas a campo, las encuestas, se anularon, las preguntas que se enumeran a continuación: Encuesta semiestructurada para las docentes; 5. ¿Los episodios de agresividad, los inician siempre los niños? 6. ¿Cómo reacciona el grupo luego de una situación de violencia, en los diferentes momentos del jardín, luego de la situación de agresividad? Este procedimiento significó la modificación y el corrimiento en el orden de las preguntas, quedando en su totalidad diez preguntas. Encuesta semiestructurada a padres de los niños del Jardín de Infantes Mariano Moreno:
4. ¿Se observa inestabilidad emocional en el grupo luego de los episodios de agresividad? …………………………………………………………………………………..
Y la pregunta definitiva es: 5. ¿Los episodios de agresividad, son iniciados, siempre, por los mismos niños? …………………………………………………………………………………..
26
6. ¿Cómo reacciona el grupo, en los diferentes momentos del jardín, luego de la situación de violencia? ………………………………………………………………………………….. Se incorporó una pregunta, vinculada con la violencia verbal: 7. ¿Logran sus deseos mediante estallido de cólera, palabras violentas o importunando con persistencia?
La encuesta definitiva quedó de la siguiente manera: ENCUESTA Nº:
EDAD:
SEXO:
F
CARGO:
M
SECCIÒN:
1. Relación grupal:
-Relación entre pares: buena
regular
mala
¿Por qué?..................................................................................................
-Relación con la docente: buena regular
mala
¿Por qué?..................................................................................................
2. Tipos de agresividad de los niños Pares:
Física
Verbal 27
Docente:
Física
Verbal
3. ¿En el transcurso de la jornada se repiten los tipos de violencia? ………………………………………………………………………………… 4. ¿Se observa inestabilidad emocional en el grupo luego de los episodios de violencia? ………………………………………………………………………………….. 5. ¿Los episodios de agresividad, son iniciados, siempre, por los mismos niños? ………………………………………………………………………………….. 6. ¿Cómo reacciona el grupo, en los diferentes momentos del jardín, luego de la situación de violencia? …………………………………………………………………………………. 7. ¿Logran sus deseos mediante estallido de cólera, palabras violentas o importunando con persistencia? …………………………………………………………………………………. 8. ¿Cómo se organiza al grupo de niños para llevarlo a la calma? …………………………………………………………………………………. 9. ¿Qué instrumentos utiliza para evitar situaciones de violencia en la sección? …………………………………………………………………………………. 10. ¿Al finalizar la jornada se le informa a los padres de lo ocurrido? …………………………………………………………………………………… Con la finalidad de continuar con los objetivos propuestos, se llevó a cabo, también, las encuestas a los padres, es decir a tres padres, de niños que asisten regularmente, al Jardín de Infantes Mariano Moreno, de la ciudad de Marcos Juárez, Córdoba. Realizándose además las reformas necesarias, en la, puesta a prueba del instrumento. Se modificó el formato de la última parte de la encuesta, luego de analizar la misma y efectuarla a una madre, se observó que
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había preguntas que podían ser escuetas, o cuya lectura resultaría confusa. Es el caso de las preguntas 7 y 8. A continuación se revisó el orden de las preguntas en relación con la operacionalización de variables y se reformuló el mismo. Se agregó una pregunta más para mejorar el análisis de los datos.
Y la pregunta definitiva es: 7. ¿Cuál es la percepción de los padres sobre el comportamiento de sus hijos?
Relación con los padres:
Buena
Mala
Regular
¿Por qué?................................................................................................
Relación con los hermanos: Buena
Mala
Regular
¿Por qué?................................................................................................
La encuesta a los padres quedó de la siguiente manera: ENCUESTA Nº:
SEXO:
F
M
EDAD: Situación Socio familiar
1. Integrantes en la familia: 4a 6
6a8
8 a10
Mas de 10
2. Nivel de instrucción del padre: 29
Sin instrucción
Primario incompleto
Secundario incompleto
Primario completo
Secundario completo
3. Nivel de instrucción de la madre:
Sin instrucción
Primario incompleto
Secundario incompleto
Primario completo
Secundario completo
4. Nivel de instrucción de los hijos:
Sin instrucción
Primario incompleto
Secundario incompleto
Primario completo
Secundario completo
5. Ocupación del padre:
Desocupado
Ocupado
Actividad que desarrolla…………………………………………………….
6. Ocupación de la madre: Desocupada
Ocupada
Actividad que desarrolla……………………………………………………. 30
7. ¿Cuál es la percepción de los padres sobre el comportamiento de sus hijos? Relación con los padres: Buena
Mala
Regular
¿Por qué?................................................................................................
Relación con los hermanos: Buena
Mala
Regular
¿Por qué?................................................................................................ 8. ¿Posee ocupación laboral? ¿Cuál es? …………………………………………………………………………………..
Efectuadas las correcciones se procedió a realizar la prueba piloto con muy buena respuesta de los docentes entrevistados, quienes demostraron mucho interés en la temática abordada y compromiso ante las respuestas. Respecto de la observación directa no ha existido dificultad para el trabajo en terreno. Tanto los niños como los docentes, han manifestado no sentirse incómodos en el momento, de observar las conductas de los niños, de sus juegos, sus diálogos y actitudes frente a diferentes situaciones. Finalmente todos estos datos fueron expuestos en una matriz cualitativa que dispuesta en el anexo.
5.2. Resultados provisorios Primer variable analizada 5.2.1. Conducta emocional violenta
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Todos los docentes entrevistados consideraron la importancia de la conducta emocional violenta en el nivel inicial. Además la docente de la sección manifestó que la agresividad en los niños menores de 5 años suele ser muy común, los problemas de comportamiento de algunos niños pueden ser hereditarios como influenciados por el entorno, podemos decir que los problemas de agresividad hereditario no se pueden modificar, en cambio los que son ocasionados por la influencia exterior sí que pueden ser modificados, en su quehacer diario como docente del nivel inicial atendiendo un aula de niños y niñas de 3 años con agresividad física y verbal entre los niños limitando algunos aprendizajes por ello he considerado tratar de solucionar este problema apoyándose diversos métodos para llevar adelante el problema; además de aplicar nuevos conocimientos adquiridos como por ejemplo mejorar y crear nuevas estrategias de juegos grupales que permitan mejorar conductas y aprendizajes. Los resultados arrojados por las encuestas, demostraron, que en las diferentes situaciones de agresividad manifiestas en el jardín de infantes; la relación grupal, se mantiene regular, siendo bien definidos los subgrupos dentro de la totalidad de alumnos, a lo largo de la jornada. Los tipos de violencia son verbal y física; repitiéndose a veces. Los episodios de agresividad, mantienen a los niños en una excitación constante hasta que logren retornar a la calma. Las docentes incorporan diferentes métodos para llevar a cabo dentro de la sección y afrontar las diversas situaciones que pueden dar comienzo a los inicios de agresión. La reflexión, el diálogo, el reglamento de convivencia, los cuentos y videos son los instrumentos más utilizados para revertir los episodios que se presentan.
Segunda variable analizada 5.2.2 Situación socio familiar En relación a la segunda variable analizada, las familias a las cuales se realizó la encuesta exteriorizaron, vivir situaciones de violencia (física y verbal) en el hogar. Todos los padres a los cuáles se encuestó, se encuentran conviviendo con personas que no forman parte con la relación sanguínea al niño.
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Uno de las madres encuestadas, incorporó más datos a la encuesta, detallando el modo en que se dirige a su hija. Además presentó arrepentimiento por la violencia vivida en su hogar. Todos los padres encuestados no tienen el nivel de instrucción secundario; la mayoría no trabaja y recibe dinero de sus parejas anteriores. Poseen varios hijos de diferentes padres. En el momento de realizar la redacción de la encuesta, las madres, manifestaron mucho interés y preocupación por las situaciones vividas por sus hijos, con la convivencia de sus nuevas parejas y los hijos de ellos. En síntesis, los padres accedieron a las encuestas, demostraron preocupación por el tema.
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Capítulo 6. Conclusiones provisorias
Las respuestas obtenidas de los docentes del Jardín de Infantes Mariano Moreno, de la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba, hablan de un conocimiento suficiente, de la conducta emocional violenta. El término “violencia” es muy candente en relación a la escuela y el ámbito. Las conductas de los niños y la integralidad a éste término, si bien, se trabaja diariamente, la mayoría de la veces presentes en la sección y en las expresiones diarias de los niños dentro de las actividades, lleva a que la preparación de la labor docente necesite cada vez más de intervenciones de profesionales que acompañen a las mismas, reconociéndose además, que los instrumentos utilizados dentro de las horas de clase no son suficientes para sanear dicho término; ya que las intervenciones paulatinas ayudan a mejorar la convivencia escolar pero no, a solucionar el problema. Se suscita conjuntamente que el seno familiar del cual provienen los niños es, sumamente importante en el bagaje de su formación; haciéndose meritorio el trabajo áulico y las posibilidades de darle la mejor formación a los alumnos en cuanto a la importancia de la “no violencia”, física y verbal; buscando día a día, métodos y técnicas, a través de la inteligencia emocional, para que el futuro de los alumnos sea el mejor posible. Muchos investigadores consideran que el período que comprende los primeros años de la infancia es el mejor momento para iniciar la prevención de la violencia. Las intervenciones eficaces deben recrear un ambiente positivo de confianza, particularmente las relaciones con sus padres, y eliminar o mejorar los mecanismos negativos para enfrentar el problema de la violencia. Los aspectos sociofamiliares están estrechamente relacionados con los efectos que experimentan los niños respecto de la violencia. Las intervenciones dirigidas a la familia constituyen un paso muy importante. Es común que padres e hijos estén expuestos a los mismos eventos violentos y que esos eventos produzcan problemas de conducta, específicamente en los niños. Con frecuencia es necesario enseñar a las familias los principios básicos relativos a las relaciones entre padres e hijos saludables para asegurar el cuidado apropiado de los menores.
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Es importante que los padres les proporcionen a sus hijos una orientación respecto de la violencia presente en la comunidad y en el ámbito escolar, que mantengan una comunicación abierta en sus relaciones. En general, es útil que los padres puedan restablecer un sentido de orden y de rutina en la vida de sus hijos, proporcionar alguna explicación del evento de acuerdo con la edad y responder a los miedos y preocupaciones con seguridad. Las familias que residen en barrios muy violentos deben buscar formas creativas para que los niños puedan participar en actividades apropiadas.
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Capítulo 7. Bibliografía Anderson, L. y otros. “El maestro y la conducta del niño”. Editorial Paidos. Buenos Aires. Aparicio Pérez, Trinidad. Psicóloga escolar. Psicóloga
clínica.
Universidad de Granada. Bondura, A. “Aggression: A social learning analysis”. Ronald Press N.Y. Castellano, Jorge. “Violencia y abuso sexual”. Ecuador. 1998. Chertok, Alberto. “Desarrollo y tratamiento de comportamientos agresivos. Enfoque cognitivo. Conductual”. Setiembre 2009. Di Nubila, Monica. Abogada. “Violencia verbal, psicológica y física”. 2014 Driscoll, Certrude P. “Guiando al niño en la escuela”. Editorial Paidos. Buenos Aires. Gasparotti, Isaías. “Taller inteligencia emocional”. Marcos Juárez, Setiembre 2013. González, Marcela. “Guía infantil”, (revista virtual). 2011. Shapiro, Lawrens E. “La inteligencia emocional de los Niños”. Vergara Editor, S.A. México, 1997. Liberman, Luis. “Liderazgo y cambio en educación: Gobierno escolar y profesión docente”. (Congreso Teatro Verdi- Villa María). Goleman, Daniel. “La inteligencia emocional”. Zeta Editorial. 1995. Mc Laughlin, Karen. Violencia y resolución de conflictos comunitarios en el centro de desarrollo educativo de Boston. 1997. Meiler, Merlina. “Sentirse bien”. 2010. Saavedra, Valeria Alejandra. Trabajo final. Marzo 2208. Serrano Pintado, Isabel. “Agresividad infantil”. Ed. Pirámide. 2006
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ANEXO
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Encuesta semiestructurada para la docente ENCUESTA Nº: EDAD: SEXO:
F
CARGO:
M SECCIÒN:
11. Relación grupal: -Relación entre pares: buena
regular
mala
¿Por qué?.................................................................................................. -Relación con la docente: buena
regular
mala
¿Por qué?.................................................................................................. 12. Tipos de agresividad de los niños Pares:
Física
Verbal
Docente:
Física
Verbal
13. ¿En el transcurso de la jornada se repiten los tipos de violencia? ………………………………………………………………………………… 14. ¿Se observa inestabilidad emocional en el grupo luego de los episodios de violencia? …………………………………………………………………………………. . 15. ¿Los episodios de violencia, los inician siempre los mismos niños? …………………………………………………………………………………. .
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16. ¿Cómo reacciona el grupo luego de la situación de violencia, en los diferentes momentos del jardín, luego de la situación de agresividad? …………………………………………………………………………………. . 17. ¿Cómo se organiza al grupo de niños para llevarlo a la calma? ………………………………………………………………………………….
18. ¿Qué instrumentos utiliza para evitar situaciones de violencia en la sección? ……………………………………………………………………………… 19. ¿Al finalizar la jornada se le informa a los padres de lo ocurrido? ………………………………………………………………………………
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Encuesta semiestructurada a padres de los niños del Jardín de Infantes Mariano Moreno, de la ciudad de Marcos Juárez, Córdoba. ENCUESTA Nº: SEXO:
F
M
EDAD: Situación Socio familiar 9. Integrantes en la familia: 4a 6
6a8
8 a10
Mas de 10
10. Nivel de instrucción del padre: Sin instrucción
Primario incompleto
Secundario incompleto
Primario completo
Secundario completo
11. Nivel de instrucción de la madre: Sin instrucción
Primario incompleto
Secundario incompleto
Primario completo
Secundario completo
12. Nivel de instrucción de los hijos: Sin instrucción
Primario incompleto
Secundario incompleto
Primario completo
Secundario completo
13. Ocupación del padre: Desocupado
Ocupado
Actividad que desarrolla…………………………………………………….
14. Ocupación de la madre: Desocupada
Ocupada 40
Actividad que desarrolla…………………………………………………….
15. Relación con los padres: Buena
Mala
Regular
¿Por qué?................................................................................................ 16. Relación con los hermanos: Buena
Mala
Regular
¿Por qué?................................................................................................
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